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CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE POLICIA

Comité Ejecutivo Nacional

LA POLÉMICA SOBRE LA FORMA EN QUE SE PRACTICAN


LAS DETENCIONES LLEVA A LA FISCALÍA GENERAL DEL
ESTADO A EMITIR UNA INSTRUCCIÓN TÉCNICA

Una de las polémicas que hemos


tenido que vivir durante este año, y
que ha afectado de lleno al trabajo
que desarrollamos las Fuerzas de
Seguridad del Estado, ha sido la
forma en la que los detenidos en
algunas operaciones (“Palma
Arena”, en Islas Baleares, o
“Pretoria”, en Cataluña) eran
conducidos a disposición judicial, al
haber sufrido una exposición
mediática innecesaria y ser
esposados de una forma que, aún
correcta, fue considerada por
algunos sectores políticos y
judiciales, poco respetuosa con la
dignidad de los afectados.

Desde el punto de vista policial, en 2009 ha sido aprobada la Instrucción


5/2009 (posteriormente modificada en una cuestión muy concreta, ajena a
esta Circular, por la 8/2009) en la que ya se realizan varias referencias al
tratamiento que debe darse a los ciudadanos en las conducciones y custodias
de internos de centros penitenciarios:

• “Los traslados se deben realizar de forma que se respete la dignidad,


derechos e integridad física de los internos y funcionarios, garantizando
la seguridad de la conducción” (apartado séptimo).

En cuanto a los detenidos, es la Instrucción 12/2007 de la Secretaría de Estado


de Seguridad, de 14/09/07, la que establece los comportamientos exigidos a
las FSE para garantizar los derechos de las personas detenidas o bajo custodia
policial. A resaltar los apartados primero (“Oportunidad de la práctica de la
detención”) y noveno (“Inmovilización del detenido, el esposamiento”), en
relación con las polémicas a las que hemos aludido.

Ahora, y desde otro enfoque diferente, la Fiscalía General del Estado


ha emitido la Instrucción 3/2009, de 23/12/09, “sobre el control de la
forma en que ha de practicarse la detención”. El documento, de 14
páginas, plantea que el Ministerio Fiscal, sea o no el órgano que ordene una
detención, deberá “velar por que la misma se practique de la forma menos
lesiva para la dignidad e intimidad de los afectados”.
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Después de realizar un repaso a la tutela constitucional sobre los derechos de


los detenidos, así como a diversos detalles de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, jurisprudencia del Tribunal Constitucional e Instrucciones de la propia
Fiscalía General del Estado, además de Acuerdos Internacionales y normativa
específica de las FSE (Ley Orgánica 2/1986, Instrucciones de la Secretaría de
Estado de Seguridad), establece unas “líneas básicas a tener en cuenta
sobre el modo de practicar la detención”. Son las siguientes:

• El momento en que se lleva a cabo la detención debe ser


ponderado: “no es aconsejable ordenar la detención en acontecimientos
sociales o en lugares públicos, profesionales o de trabajo, salvo que
exista un riesgo de fuga que sólo se pueda conjurar en ese modo”.

• La detención y el traslado deben hacerse “de manera que se garantice el


respeto a la dignidad de la persona detenida, debiéndose adoptar las
oportunas cautelas para proteger a las personas trasladadas de
la curiosidad del público y de todo tipo de publicidad. Asimismo
ha de evitarse, en la medida de lo posible, que aparezcan
esposados o engrilletados frente a los fotógrafos y las cámaras
de televisión”.

• La información que se facilite a los medios de comunicación acerca de las


detenciones y traslados ha de respetar el derecho a la presunción de
inocencia, “debiéndose evitar la difusión de datos o imágenes que
de forma desproporcionada puedan afectar al honor de las
personas sujetas a aquellas medidas”.

Todo lo anterior hace referencia a las detenciones acordadas por las Fiscalías o
bien a las que sean realizadas por las FSE. En esta última opción, los fiscales,
y “en los casos en los que lo consideren adecuado”, trasladarán a la
Unidad policial que realiza la detención “las oportunas directrices
sobre el modo y circunstancias de la práctica de la detención”. Bien sea
a través de las Comisiones Provinciales de Coordinación de Policía Judicial o
mediante la relación con las Brigadas Provinciales o Locales (o Unidades
centrales) de Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía “en el curso de
diligencias preprocesales de investigación”.

Madrid, 29 de diciembre de 2009

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