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La asociación Acción Familia, entidad abocada a la defensa de la familia
I Antecedentes del cristiana, ve con profunda preocupación el Proyecto de Ley enviado por el Ejecutivo
Proyecto con fecha 14 de marzo del presente año, titulado: “Proyecto de ley que establece
1° Regulación Legal del medidas contra la discriminación” (Boletín N° 3815-07).
Proyecto
2.- La gran cuestión Por esta razón hemos solicitado ser oídos por la Comisión Parlamentaria de
conceptual evitada: Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía a fin de exponer nuestros reparos al
¿qué grado de igualdad respecto. Junto con agradecer la acogida de esta Comisión, pedimos venia para
y de libertad son exponer lo que sigue:
aceptables?
II° Fundamentos del
I.- Antecedentes del Proyecto:
Proyecto.
III° Contenido del En los “Antecedentes” del Mensaje Presidencial se establece el contexto internacional en
Proyecto. el que se inspira la iniciativa legal. Al respecto las jurisprudencias extranjeras invitan a la
a) El deber del cautela pues los criterios aplicados distan mucho de ser únicos y claros en esta materia.
Estado.
b) La discriminación En efecto, según la mayoría de las leyes y jurisprudencias de otras naciones, el
arbitraria. carácter arbitrario o razonable de una distinción entre personas o grupos, hecha por la
IV. Palabras Finales. autoridad o por un particular depende: a) del criterio de diferenciación; b) del campo
V.- Conclusión del en que es practicada; y c) del fin que es perseguido.
Análisis
Sin embargo, la jurista francesa Danièlle Lorchak en su obra “Réflexions sur la
Notas notion de discrimination" ( ) reconoce que, cuando se desciende de ese simple
enunciado teórico a la práctica, "se aborda una zona de gran indefinición y se
comprende que la apreciación de los que tienen como misión descubrir y censurar las
discriminaciones ilegítimas – en la práctica, frecuentemente son los jueces – no
pueda ser sino bastante subjetiva, aleatoria y aproximativa" .
Esta apreciación se torna aún más difícil cuando el análisis del juez recae, no sobre
una ley o un reglamento, sino sobre una medida concreta de la administración o la
actitud de un particular. ¿A partir de qué momento la decisión que condujo a excluir a
uno para privilegiar a otro, pasa a ser discriminatoria? Aunque parezca increíble, para
la mencionada jurista francesa, hoy en día, el criterio definitivo termina siendo ¡el
feeling del juez!
Al respecto cabe señalar, en primer lugar, que la igualdad ante la ley ya está
garantizada en la Constitución, y que, tal como lo señaló en su oportunidad don
Alejandro Silva Bascuñán ante la Comisión Ortúzar, "desde el momento en que se
asegura la igualdad ante la ley a todos los habitantes de la República, quedan todos
los casos [de discriminación arbitraria] cubiertos", lo cual vuelve superfluo el
proyecto en referencia.
Trátase por lo tanto de una norma legal con vocación evolutiva permanente( ),
lo que ya de sí contradice el ideal de estabilidad del Estado de Derecho. Peor aún es el
criterio de reformulación del principio normativo, que serían “los supuestos ‘avances’
del mundo moderno”.
En el caso que nos concierne, el Estado chileno se atribuye, de hecho, con este
Proyecto de Ley, el papel de intérprete infalible, decisivo e incontrarrestable de cuáles
discriminaciones son "arbitrarias" y cuáles son "legítimas" en un momento dado de la
vida nacional.
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Para los que son movidos por la utopía de la igualdad total y que piensan que lo
justo es nivelar lo más posible a la sociedad, todo aquello que contribuya a mantener
las desigualdades económicas, sociales u otras, será inmediatamente sospechoso de
ser arbitrario e injusto, a pesar de que la persona o el grupo supuestamente
discriminados no estén siendo mal tratados, sino estén sólo siendo "menos bien
tratados" que otros.
Para los que son movidos por la utopía de la libertad total y que piensan que lo
justo es permitir a cada uno hacer lo que quiera con tal que no dañe al vecino
(drogarse, prostituirse, mantener relaciones homosexuales o pedófilas, etc.), toda
limitación a esas conductas será considerada como una negación del "derecho a la
diferencia" y, por lo tanto, como una discriminación intolerante, arbitraria e
indeseable.
Para aclarar esta situación, calificaremos de grado “uno” el criterio más tradicional
y la forma de conducta condicente con él; de grado “dos”, una concepción menos
estricta, y así en adelante, hasta el grado “diez”, que correspondería hipotéticamente a
la igualdad y a la libertad absolutas.
Para los propugnadores del grado dos, los estilos del grado uno les parecen
"discriminatorios"; pero, a su vez, los del grado tres podrían hacer igual censura a los
del grado dos; los del cuatro a los del grado tres, y así sucesivamente. De esta manera,
sólo estarán absolutamente exentos de la acusación de ser "discriminadores" los
defensores del igualitarismo y del liberalismo absolutos y extremos.
El Proyecto se transforma así en una verdadera espada pendiendo sobre las cabeza
de los chilenos, la cual puede caer en cualquier momento, con un plazo de ejecución
sumario y a partir de un criterio totalmente subjetivo. Estos factores no pueden dejar
de recordarnos la famosa “ley de los sospechosos” aplicada en el período del Terror
durante la Revolución francesa, en virtud de la cual la guillotina cercenó la cabeza de
miles de franceses completamente ajenos al proceso revolucionario.
Por otra parte el redactor del Proyecto no menciona a la única institución donde
naturalmente se armonizan las relaciones sociales, la Familia natural y cristiana.
Consagrada constitucionalmente como “célula básica de la sociedad”, la familia es
por excelencia aquella institución donde se conjugan de modo natural las relaciones
entre distintas generaciones y sexos.
Por otra parte tal apreciación sobre la “realidad nacional” discriminadora se basa en
un estudio nada científico de la Fundación Ideas, mencionada en el Proyecto. Tal
estudio a su vez se fundamenta en una encuesta realizada por esa Fundación,
estrechamente ligada a los sucesivos gobiernos de la Concertación. EL propio
Director y responsable del referido estudio declaró que ella se basaba en ‘prejuicios
positivos’. ( )
b) La discriminación arbitraria.
Ahora bien, muchas de ésas son situaciones en que un católico no puede ser
tolerante y en las cuales está obligado a discriminar, o sea, distinguir, so pena de ser
cómplice de un pecado que "clama al cielo y pide a Dios por venganza" – para usar la
fórmula consagrada en los catecismos tradicionales.
Por lo tanto, un chileno que quiera ser fiel a los imperativos morales de la Fe
católica está en conciencia obligado, en algunas circunstancias, a discriminar a los
homosexuales, lo que obviamente no significa que toda forma de discriminación sea
legítima. De donde resulta que la inclusión de la discriminación contra la
homosexualidad entre las que son punibles abrirá un conflicto religioso de
proporciones insospechadas, porque la ley buscará obligar a las personas católicas a
que actúen de forma contraria a lo que indica la doctrina de la Iglesia.
Será un conflicto tanto más agudo cuanto la Jerarquía de la Iglesia no puede sustraerse al
deber de enseñar las verdades de Fe y los preceptos imprescriptibles de la Moral, y, por lo
tanto, los obispos, párrocos y educadores deberán recordar a los fieles las obligaciones que
les caben en materia de discriminación de la homosexualidad.
Y si los obispos o los párrocos cumplen en público ese deber catequístico, diciendo
que la homosexualidad no puede ser tolerada porque es una "abominación" , una
"depravación" y si repiten las palabras de San Pablo a los romanos: "Dios los ha
librado a pasiones de ignominia: porque sus mujeres cambiaron las relaciones
naturales por relaciones contra la naturaleza; e igualmente los hombres, abandonando
el uso natural de la mujer, se han encendido de deseo unos por los otros, teniendo
hombres con hombres un comercio infame", podrán además ser demandados por
injuria por parte de individuos o asociaciones de lesbianas y de homosexuales.
No se sabe, por ejemplo, que organizaciones Pro Vida o Pro Familia hayan sido
oídas por el Ejecutivo en la redacción del Proyecto que interesa todos los chilenos.
Tampoco consta que asociaciones de padres o de educadores hayan sido llamados a
colaborar con esta iniciativa legal.
Para ver el espíritu de enfrentamiento religioso que anima a esta organización, co-
redactora del Proyecto, baste recordar que por ocasión de la Declaración de la
Congregación para la Doctrina de la Fe respecto a la ilicitud de aprobar leyes a favor
de las uniones homosexuales, este organismo promovió la quema de la bandera del
Vaticano en la Plaza de Armas el día de la Patrona de la Catedral, la Asunción de la
Virgen (cf. “El Mercurio, 15 de agosto de 2003).
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Sólo se verán favorecidos los componentes de “la sociedad civil” representada por
organizaciones de homosexuales, lesbianas, “mujeres por el derecho a decidir”
(abortistas), etc. Éstas serán las únicas interlocutoras válidas a los ojos del Estado. Las
otras irán hacer fila a los tribunales de justicia demandadas por “discriminadoras”.