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Hola Cristián, de seguido el documento de tesis sobre fecundación asistida que aprobó

el profesor. Mis comentarios a tu trabajo son los siguientes:

1. Evitar los juicios de valor. Para eso conviene suprimir los adjetivos y emplear un
lenguaje científico, de ese que llaman neutro. Hay que hacer las de Zancudillo:
partir el cerebro en dos para ser escritor poeta en tiempo libre y ensayista por
comida el resto del día (esto es chiste).

2. El trabajo siguiente es un gorrazo (o chonetazo a la lora, puro pan comido) pues


todo está dirigido a 4 puntos esenciales que son los objetivos específicos.
Sugiero seguir hacer la investigación bibliográfica, las fichas y los resúmenes en
ese orden. Además propongo que inicies por el marco teórico con esos cuatro
apartados. Yo sostengo el argumento de que una tesis es repetir siete veces los
objetivos específicos. Primero se habla de ellos “antecedentemente” en los
Antecedentes, luego “introductoriamente” en la Introducción, de seguido
“problemáticamente” en la Definición o Formulación del Problema, más
adelante se hace “metodológicamente” en la metodología, después
“teóricamente” en el Marco Teórico, sigue “resultadamente” en los Resultados y
por último “conclusivamente” en las Concluciones. Puedes agregar
“recomendativamente” en las Recomendaciones

_____________________

TEMA:

Análisis sobre la regulación legal y ética en torno a la fecundación asistida en Costa


Rica.

PROBLEMA A INVESTIGAR:

¿Cuál es la regulación jurídica en Costa Rica con relación a la fecundación asistida?

OBJETIVO GENERAL:
Analizar las implicaciones éticas y legales sobre la fecundación asistida en Costa rica.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Describir las técnicas de fecundación asistida que ofrece la ciencia mmédica actual.

Analizar la normativa que regula las técnicas de fecundación asistida.

Estudiar los votos relevantes que han dictado la sala constitucional, el Tribunal
Contencioso Administrativo y la Sala Primera sobre la fecundación asisttida.

Desarrollar las implicaciones éticas que se vinculan con las técnicas de fecundación
asistida.

RAZONES POR LA QUE ESCOGE EL TEMA:

Costa Rica declarando ilícita la fecundación in vitro destaca por su asombroso rigor en
estos tiempos. Al dar la razón al recurso de inconstitucionalidad contra el decreto que
regula estas prácticas, los jueces costarricenses han dado muestra de coherencia jurídica
en cuanto al respeto a la vida.

Las normativas que regulan la reproducción artificial en los distintos países suelen
ajustarse a una de estas dos orientaciones: se centran en una cierta defensa del embrión
(como la ley alemana), o dan preferencia a los intereses de la pareja, en cuyo favor
permiten la instrumentalización de los embriones (como en el caso de las leyes inglesa y
española). El decreto de Costa Rica se organizaba con el razonamiento de amparo, ya
que prohibía destruir y congelar embriones humanos, así como experimentar con ellos.

La sentencia se basa en el principio de que, mientras la fecundación in vitro produzca la


muerte de embriones, debe ser impedida. La lógica en que descansa ese fallo es el que el
derecho a la vida afecta a todos los seres humanos, entre los que se halla el embrión,
porque en cuanto ha sido concebida, una persona es un individuo y estamos ante un ser
vivo, con derecho a ser protegido por el ordenamiento jurídico.

Un requerimiento del derecho a la vida del embrión humano, derivada del deber de
resguardo por parte del Estado, es que no sea expuesto a una inseguridad descomedida
de muerte. Esta es la razón esencial por la que el Tribunal declara inconstitucional el
decreto sobre fecundación in vitro. La sentencia arguye así: "La aplicación de la técnica
importa una elevada pérdida de embriones, que no puede justificarse en el hecho de que
el objetivo de esta es lograr un ser humano, dotar de un hijo a una pareja que de otra
forma no podría tenerlo. Lo esencial es que los embriones, cuya vida se procura y luego
se frustra, son seres humanos, y el ordenamiento constitucional no admite ninguna
distinción entre ellos".

Los jueces reflexionan y objetan la réplica de que también en la fecundación natural se


produce, a veces, pérdida de embriones que no alcanzan a implantarse o a desarrollarse
hasta el nacimiento. Entre ambas cosas, expresan, hay una diferencia trascendental: "La
FIVET implica una manipulación consciente, voluntaria, de las células reproductoras
femeninas y masculinas con el objeto de procurar una nueva vida humana, en la que se
propicia una situación en la que, de antemano, se sabe que la vida humana, en un
porcentaje considerable de los casos, no tiene posibilidad de continuar".

La sentencia es efecto de la rigurosa interpretación del artículo 21 de la Carta Magna


costarricense, a la luz de los convenios y tratados internacionales ratificados por la
república. En especial, ha tenido presentes dos: la Convención Americana de Derechos
Humanos, conocida como el Pacto de San José, cuyo artículo 4.1 afirma: "Toda persona
tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en
general, a partir del momento de la concepción"; y la Convención sobre los Derechos
del Niño, que reconoce la personalidad del no nacido y que, en el segundo párrafo del
Preámbulo, señala que no se puede hacer distinción por razón alguna, entre las que
menciona "el nacimiento".

En cambio, el Tribunal Constitucional español, en 1999 rechazó un recurso de


inconstitucionalidad contra la Ley de Técnicas de Reproducción Asistida .Con una
Constitución que reconoce el derecho a la vida en dichos similares a los de la
costarricense, llegó a una solución opuesta, mientas que Costa Rica no ha tenido reparo
en denunciar la incoherencia que supone reconocer el derecho a la vida en la
Constitución y simultáneamente consentir unas técnicas de reproducción artificial que
generan un riesgo desproporcionado para la vida de los embriones. Se trata de una
sentencia que desata una cruel polémica: el dilema de que con el loable fin de
proporcionar un hijo a parejas infértiles, esas técnicas someten a los embriones a un
trágico e injustificable azar, en la que solo uno o dos a lo sumo, puede sobrevivir.

En otro caso, la resolución del Tribunal Superior Contencioso Administrativo y Civil de


Hacienda que ordenaba a la CCSS practicar a las pacientes que lo solicitaran los
estudios médicos necesarios para establecer la posibilidad de ejecutar métodos de
reproducción asistida, entre ellas la fertilización in vitro, reabrió la discusión bioética y
jurídica sobre esta técnica sobre el tema de la protección de la vida. Inversamente a lo
mostrado por el Tribunal Contencioso, las objeciones trazadas por la Sala
Constitucional en la resolución 2306-2000, contra la fertilización in vitro, no han sido
superadas hasta la fecha.

La fecundación de un solo óvulo en cada ciclo no enmienda el inconveniente de la


elevada pérdida de embriones, pues fecundar y transferir un único óvulo excluye solo la
eventualidad de embarazos múltiples y no avala que el embrión se implante, genere un
feto y un recién nacido, o que estos sean necesariamente sanos y normales.

La pérdida de embriones por la FIV, sería de todas maneras alta, solo que distribuida en
varias intervenciones y en diferentes ciclos reproductivos, lo que envolvería un daño
voluntario, consciente y hasta egoísta a la vida humana.

La vida humana comienza desde la fecundación y con esa se inicia un proceso de


desarrollo único, existiendo una completa sucesión de procesos vitales por lo cual no
puede hacerse depender la protección a la vida humana, del anidamiento del embrión o
del desarrollo gradual de los órganos y formas externas.

Teniendo en consideración esta máxima, se debe elegir qué se va a permitir como


medios de reproducción asistida, pues de ninguna forma puede privilegiarse el derecho
a la familia y a tener hijos, sobre el derecho a la vida y el deber de respetar la naturaleza
y la dignidad humana.

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