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Vista satel del Vale de Malay sts Incas mas importants, Usicacén dl valle do ata en in costa central, HENRY TANTALEAN Y OMAR PINEDO CONSTRUYENDO UN HORIZONTE: LA ARQUITECTURA INCA DEL VALLE DE MALA (CANETE, LIMA) INTRODUCCION La arquitectura ofcial Inca generaimente ha sido tomada como una referencia de la mayor © menor ocupacién de facto de Ia sociedad cuz- {quefia durante el Horizonte Tardio (1870 dC. = 1892 d. C,) en diferentes espacios con los que sta se vio involucrada y que conocemes mayor: ‘mente por fuentes etnohistéricas y por reconocl- rmientos arqueol6gicos llevadas @ cabo on estos ltinos afios. Mas alld del reconocimiento de ‘construcciones arquitecténicas correlacionadas. ‘con les conocidas tipologias de los ediicios Incas (Agurto Calvo 1987, Gasparini y Margolies 197, Hyslop 1990, Kendall 1985 entre otros/as) como expresién directa del mayor o menor grado e la ocupacién cuzqueria en una dre, es decir, tomados como refiejo mecénico (positive) de le Imposicién imperial Inca (, simplomente su pro sencia © ausencia), os edficios Inca también tle nen que empezar a ser entendidos como la con- ‘recion de una serie de prcticas socio-econémi= cas y socioppoliticas que incluyen una serie de estrategias geopolticas on relacin a los grupos hhumanos (con su propia forma de producir vida social concretada on su propia meteralided social) ue explotan y, si se quiere, a como ellos mismos se idealizaban y/o se quetian presentar ante dichas sociedades sujetas.. Por ello, en este aticulo se plantea que exis- to una corralacion entre las estrategias estatales ssocioeconémicas y sociopoltias Ince practica- 86 ARKINKA {das con otros grupos y la forma de concrecton ‘material de la ocupacién territorial de dicha érea. Es deci, ta arquitectura Inca en un espacio con- Creto, es consecuencia de las relaciones sociales ue se dieron en el tiempo y en el espacio de una ‘manera histérica, en ta que las formas de produ- Cir vida soctal originales (en tanto agentes acti- vos) pesarén mucho a la hora de disefiar y erear instalaciones oficiales Inca. En este caso, el valle de Mala, que ha sido ‘marginado sin sentido (como demostraremos) de las grandes expresiones de ocupacién Inca e la costa central (quiz por haber sido ideal ‘zado como un érea perférica yo sin historia pro- Pia), incluye on su sono una serie de formas rquitecténicas Inca que, incluso, se hallan ale- Jadas de los cénones clasicos de a arquitectura formal inca, que manejan loslas investigado- fes/as. Desde los olementos constructivos, ‘pasando por la tecnologia, forma de las plantas Y alzadas de los edificios, elementos nativos Incluidos on arquitectura ofeial hasta la produc- cidn misma de un peisaje social, consecuencia de las relaciones sociales entre dominantes y ‘dominados, el valle de Mala nos ofroce una serie de elementos que hacen que la imagen de la ceonstruccién del Horizonte Inca (tanto como ‘horizonte cultural” como modiicacién del hori zonte 0 palsale natural de! valley de all ia mets fora del titulo de este articule) en algunas partes {e los andes, diste mucho de ser bien re}cono- Dedicado a la Memoria de Craig Moris. ido y por el contraro,plantee una sere de po: blamas (ontol6gicos, epistemol6gicos ideo gicos) que losses investigadores/as deberin resolver desde e} estudio de la propia produc cién de espacios sociales “piblicos” y prvados tanto como conerecién fisica como produedén de discursos relacionados a la materaizacén el poder econdmico y politico de un ruse ‘grupo en un area con su propia historia ise ‘quiere, ms adelante dentro del campo semi ‘60 de a arquitectura misma, en cuanto conten: dores y nexos entre la realidad y las ideologs. UBICACION Y DESCRIPCION GEOGI DEL VALLE DE MALA El valle de Mala se encuentra a sur de Lima(a la altura del km 84 de Ia carretera panamericana ‘ur), en la provincia de Cafiete. En la actuals, ‘nuestra area de estudio comprende los dstitos de Santa Cruz de Flores, San Antonio, San Pero do Mala y Calango. El rio Nala recorre 120 Kilémetros desde su ‘orien en et flanco occidental de los andes pore Uunin de los rios Quinches y San Lorenzo hasta su desembocadura en el océano Pacifico, En su recorrido ol rio atraviesa diversas formecionss ecoldgicas desde el Desierto Subtropical (rét ‘ma al ioral) hasta la Estepa Espinosa Montano Bajo y Estepa Montano, todas elias potencale para la agricutura. A grandes rasgos, Ia parte de NUMERO 137 / UMA ABRIL 2007 Weta del Eetiicio Singular de El Salire desde el Ocete. Nala que estudiamos esté conformada por lan 128 colinas de relieve ondutad cerca al totaly ‘oa fuertemente accidentada ubicadas en los aneos doa cordilera occidental de los andes, fo ‘uehace quel valle s0esteche bastante a med que so sube hacia la siora E valle de Mala tiene en la actualidad una temperatura media de 18° C; la temperatura rrinima extrema es de 10° Cy la méxima de 30° ©. La humedad relativa minima es de 77 por eno; la maxima, e 85 por cient. Casi no hay prcipitaciones. Tiene un cla som-calido sigunas zonas so caracorizan por a alto por- ‘cena de horas de sol como en la zona de Calango (entre 200 y 500 msnm). Cuando se Produce el fenémeno de El Nino las variaciones Ia humeded son exiremas, y tenen etectos sobre a produccién agricola, Un rasgo hirolo- co que el fo Mala comparte con Ios rios de la costa peruana es su comportamiento estacio- ral Asi so rogistran momentos de gran descar- entre ios meses de enero y marzo (cerca de 70 por ciento de la descarga anua), y ots de sensible escasez entre los meses de julio. y rtubre (cerca de 6 por ciento deel), con pert 40s intermedios entre los meses de abikunio noviembre-iciembre, Pero, a diferencia do lo que ocurre con muches ries de los dlversos {alles de la costa en el do Mata ol caudal ism rnuye durante el aio pero el vio nunca ae seca (Chavez 2002), NUMERO 137 / UMA ABRIL 2007 LA ARQUEOL( DEL VALLE DE MALA DE EPOCAS _ PREHISPANICAS TARDIAS El valle de Mala, por lo menos para la parte baja y media, tzvo como organizacién social pre- cexistente ala ocupacién inca a una sociedad de tipo comunitaria cuyas principales actividades pproductivas fueron ta pesca y la agricuttura (es necesario anotar que no se han reportado expre- siones arquitectonicas o desachos que indiquen |e activided ganadera) que no expresé material ‘mente, tanto en sus asentamiontos como en su ‘materialidad social (especialmente, en la produc- - ‘cacion que le otorga un importante contol visual dol rea (aunque esto le inhibe el acceso directo ‘las aguas det rio) donde justamente el valle so estrecha y los cerros del valle comienzan a ser ‘més altos. Ademas, esa misma ubicacion le prc- pporciona el control del movimiento de la quebra- dda que da acesso al valle de Omas y, de hecho, desde el mismo sitio sale un camino formalizade cenesa drecci6n. Por el momento, hemos hallado entre otros rasgos relevantes en este sitio, ademas de una ‘amplia plaza en el sector contal, un edificio que hasta shora no se habia reportado para este valle: una kallanka (estructura B en la vista) con tun largo de 21 m x8 de ancho, Ademés, existe un corral cuadrangular (estructura A en l vista) de grandes dimensiones (37 x 35 m en sus muros mas largos) que hemos denominado “corral Imperial’. También, hay eanchas Inca e, incluso, algunas con vanos trapezoidales y con muros de ‘adobes, un elemento arquitecténico extraorcina- rio en este sector del vale. LA OCUPACION INCA DEL VALLE DE MALA A LA LUZ DE LA IMPOSICION DE SUS EDIFICIOS OFICIALES Craig Morris hizo un planteamiento en los ‘is 70s del siglo pasado relacionado con su ‘observacién del fenémeno Inca imperial de cons: NUMERO 137 / LIMA ABRIL 2007 Fotogratiaaérea del sitio do Pedra Angosta con los sectores A, By C indicados, ‘nucclon de grandes asentamientos ‘nl eletea eanttal dol Poni, eonsis- tente en la masifieacion de arquitect- ‘a ofleal inca y que denoming “uae nim obligado” (Morris 1972). Este fendmeno estaba en relacion con ‘espacios deshabltados antes de la la {gta We los inces y que no eran apro- vechados Inlensivamente por las sociedades cercanas. SI se entlende slo también eome la eonsecuencia i una forma de producclon local dominante pre-Inea que no tenia como necesidad constructva la con- eentracién de grandes grupos hum: nos, sobre todo, a gran altura donde In form de produecién principal era ‘el pastoreo, una actividad que requio- te ef movimiento estacionel, podre- mos hallarle una \Sgica encadeneda a sus formas de reproduccién social Seqtin ruestras observaciones, ene! valle de Mala anterior ala llega a de los Incas las concentraciones de grupos humanos no fue muy alta Los asentamientos mas grandes. no ilegan a las 50 unidades domésticas {como por ejemplo, La Ensenada) y no presenian espacios privados © exclusives ni monumemtalidad que manifiesten trabeios corporativos © explotaciGn de la fuerza de trabajo, De hecho, aparece como un valle Poco habitado o de residencia dis- persa. La legade de Ios ineas supu- 0 un urbanismo obligado en el sen {ido de ia construcci6n de arquitectu- rae infragstructura necesaria para sus operaciones econdmicas y de control de la poblacién local y de oiras éreas relacionadas con el tran sito de personas que usaban los caminos tradicionales intervalles en aspacios antes no ocupados por la poblacién local. La eonsiruccion de los principales asentamientos inca dl valle de Nala cobra sentido como esnacios de transicion 0 nodos intra ¢ intorvalles, patentes en los cami- fos incas y en las rutas naturales que son controladas_procisamente por infraastructura inca, incluso, a pesar quo podrian hallarse en el camino de oventuales avenias de aguas. Los principales eaificios Inca reconocidos on el valle son de cardetor roligiogo (El Salt, Piedra Angosta), caréetor residencial de alte © “palactogo” (Piadra Angosta, Vista steal el valle mecio de tata indicando lo principales sits inca: Calango (1), Yuncai (9), La Wulia (4), Cochahuasi @®), Petrogifos de Retna (1), Peragios de Cochinros (12), Huancani (13) y May (14, La Vuelta, Cochahuasi, Huancani) pero sobre todo, despliegan una arquitectura de carécter econémico que incluyen grandes espacios de gestién y acumulacién de bienes y fuerza de tra- bajo. Entre ellos, los hallados enol valle de Mata comportan una gran diversidad, desde comple- jos de depésitos o colcas (Piedra Angosta, La uelta), corrales (La Vuelta, Huancani), espacios para la produccién controlada de bienes (cers- imca, textiles, chicha, etc) e, inclusive, sectores cde personal controlado por el Imperio (artesa- nos, soldados, mitimaes , ete}, por ejemplo en Jas kallankas (Huancan)), tanto nativos como de otras regions. Sin ombargo, necesitaremoe mas Investigaciones arqueolégicas para define ue tanta poblacion se asento permanentemen- te en cada uno de los asentamientos Incas y si 92 ARKINKA complejo de dopésitos. Vita stoitl de sito de Vuelta. Se indlean ls eicios A y By ene creuo sta stot del sto de Huancan. Se incleane oral Imperial a) y la kelanka @) Nese el camino que sale del so en a parte inferior derecha ‘estos fueran locales 0 fordneos y, sobre todo, ‘que actividades laborales realizaban. ‘Toda esta diversidad de formas arquitecténi- cas no hace mas que plantearnos la gran com- Piejidad de précticas productivas que se desa- rrollaron con la legada de fos inca en un valle, ‘aparentemonte, sin un gran poteneial econémi- 0. Las teorias posibilistas procesualistas gene radas con mayor sofisticacién por la “escuela Paleoconémica de Cambridge” (Binford 1991: 213), acusarian una relacién dependiente de la sociedad con relacion a los medios naturales como terras agricolas © minas. Sin embargo, desde una perspectiva que entiende a las socie- ‘dades que superan sus contradicciones median- te a practic y con organizaciones y reorganiza- clones de las rolaciones sociales, ol valle de Mala ‘acusa estrategias on la que la explotacién de la fuerza de trabajo concretada en la misma cons- truccién de esa infrestructura (aiguion debi construir esos edificlos)y en el control de rutas ‘de comercio regionales. El camino Inca que se ‘observa por tramos en este valle vendria a corr borar que efectivamente los asentamientos inca festaban dentro de un programa regional que incluia la conexién entre espacios serranos y ccosteras, principalmente, pero también y no ‘menos importante, entre espacios productivos de otros valles. Asimismo, 08 muy factible, que tun programa de desplazamiento poblacional de otros lugares hacia este valle (como hemos Visto, al parecer, poco habitado y con formas de pproduccién muy bisicas) halla posibilitado el crecimiento de Ia produecién local (casualmente NUMERO 137 / UMA ABRIL 2007 uno de los sitios arqueolégicos se lama Aymard) y, de hecho, algunas Industrias domésticas como la pro: ttuccién de cerdmica se mantuvieron ¥ Se incluyeron como artetactos utit> tados durante el Horizonte Tardio , incluso, vieron su mayor distribucién en la costa central EPILOGO La arquitectura es uno de los rete- renles mas concretos y positivos para reconocer la presencia de una sociedad y, sobre todo, cuando esta 3 de caractersticas imperiales. Sin embargo, hay que entenderia tam bién como Ia conereeién de una com- cae plea gama de practicas sociales, las ‘que on iitima instancia se constitu- Yyeron histéricamente, Por allo, no fos sorprende (como antes) que las. tipologias (ideales) no se correspon- ddan con la realidad social prehispéni- fios en otras partes del mundo sino desde su propia realidad social NUMERO 137 / IMA ABRIL 2007 Referencias Bibliograficas Auto Cabo, Semiogo ‘rvesigatones Heticas yEstneas. 1967 Estudos aor de Fanslad de Autechre y Utero cmrstucin arutecrey \rivesad Coral Verena slanearoro reas ina: Eddenes | Caracas la Cémara Peruana de Hysiog Jon ‘Const. Lin, 1990 Ina Setter Peming Baca, Emly Unive of Texas Press. Asin 2004 Excniones eno sto de Kenda, Arn aura valle do Asia. Boltin do 185 Aspects of ea Arte -rgedlogaPUCP, 8 Lime Desorption Furcton, and honcogy. Bonavie, Ducsio BBA katona Sores 242 Oro 1981 Pew. Homers eHisora. Dees | Monts Craig OrigenesalSigo XV. Edsbane. 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