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LAMILIZTICA CUAUHTEMOCTZINTLI ITENAHUATILTZIN

Documento de esclarecimiento histórico nacional


Tlacatzin Stivalet Corral
lunes 13 de agosto de 2001

Desde hace unos de 50 años empezaron a circular diferentes versiones escritas de lo que en castellano se ha dado en
llamar Ultimo mensaje de Cuauhtémoc, Consigna secreta o bien Consigna de Anáhuac. El autor del presente estudio
recibió en el año europeo 1985 la primera de múltiples «versiones» de este esperanzador mensaje. Algunas provienen
de la «tradición oral» en lengua nahua, «de boca a oreja», otras han sido elaboradas por quienes aman nuestra
tradición pero no recibieron oralmente el mensaje.

Considerando que el momento anunciado por nuestro abuelo Cuauhtemoctzintli ya ocurrió, por el reciente nacimiento
de nuestro sexto «sol», es importante intentar un esclarecimiento del significado real de la Consigna de Anáhuac, no
únicamente desde la perspectiva lingüística, como algún connotado estudioso lo ha hecho, sino también desde la
perspectiva de la «cosmopercepción» inmersa en el nahuatlahtolli 'hablar armonizante', hoy perdida en lugares donde
existen sacerdotes nahuahablantes.

Lo primero que se hizo necesario fue seleccionar las «versiones» más representativas. Muchas de las que circulan
entre los diferentes grupos llamados de la mexicanidad son meras calcas de otras anteriores. Hay muchas que
cambian únicamente el tipo de letra, el diseño, el tamaño o algún detalle menor. Las que estaban en este caso fueron
descartadas. Se seleccionaron once «versiones» que, aunque se notaba cierta procedencia común, ofrecían opción de
algún tipo de análisis particular.

Al leer cuidadosamente las once versiones que se presentan al final del pres ente documento, se hace evidente que
todas hablan del ocultamiento de «nuestro sol», de una gran «oscuridad», de la «certeza» del regreso del «sol» que se
ocultó, de una serie de «recomendaciones» para ejecutar en el interin y concluyen, todas las versiones, con el anuncio
de un «nuevo sol» y de cómo será «nuestra amada tierra madre » Anáhuac después de terminado el ciclo de
oscuridad. Hay consistencia en estos puntos fundamentales.

Aunque existen diferencias en cuanto al día en que fue expresada, hay coincidencia en el año: yei calli 'tres casa'
correspondiente al año 1521 europeo. Se dice que fue dada a conocer la víspera de la capitulación de Tenochtitlan-
mexihco 'entre tunas de piedra, lugar de los mexis'. Esto ubica la proclama, en tiempo europeo, en el lunes 12 de
agosto de 1521. Cabe señalar que aún existen discrepancias sobre la fecha exacta de la caída de la ciudad capital de
los tenochcas en manos de Hernán Cortés.

Diferentes fuentes coinciden en el registro de la caída de Tenochtitlan-mexihco 'entre tunas de piedra, lugar de los
mexis' como martes 13 de agosto de 1521, correpondiente a la fecha tolteca ze cohuatl ipan nexöchimaco metztli ipan
yei calli xihuitl 'uno serpiente en el mes de dar flores en el año tres casa'. Esto hace evidente la juventud de
Cuauhtémoc al momento de lanzar su proclama: era un joven de 22 años. En consecuencia, su mensaje es muestra
del vigor y de la vehemencia que poseen los jóvenes.

Se dice, y resulta lógico, que la alocución fue propuesta por el huei tlahtocan 'gran consejo de gobierno' de
Tenochtitlan-mexihco 'entre tunas de piedra, lugar de los mexis'. Al reconocer que era ya necesario entregar la plaza a
los invasores encabezados por Hernán Cortés, hubo acuerdo colectivo de nombrar al huei tlahtohuani «gran portador
de la palabra» para, de viva voz, dar a conocer el mensaje a los tenochcas. No quedó registrado el lugar preciso en
donde esto fue hecho.
Resulta lógico pensar que la alocución fue dicha «de viva voz » a los tenochcas en el huei ithualli 'gran patio', m ismo
lugar que actualmente es llamado Plaza de la Constitución de Cádiz, mejor conocida como Zócalo. Muchos de los
presentes en el momento del anuncio hecho por Cuauhtemoctzintli, en ese momento huei tlahtohuani 'gran portavoz' de
Anahuac Itlahtocaicniuhyo 'Anáhuac su confederación', vivieron lo suficiente para comunicarlo, también «de viva voz»,
a muchos otros nahuahablantes.

TLAMILIZTICA CUAUHTEMOCTZINTLI ITENAHUATILTZIN


Documento de esclarecimiento histórico nacional
Tlacatzin Stivalet Corral
lunes 13 de agosto de 2001

Según versiones escritas de los cronistas españoles, al día siguiente, el martes 13 de agosto de 1521, día de "san
Hipólito", Cuauhtémoc fue hecho prisionero por orden de Hernán Cortés. Así se inició la Nueva España. Los tenochcas
fueron perseguidos y asesinados. No obstante, no pocos lograron escapar. Es lógico considerar que fueron éstos los
primeros portadores «de viva voz» de la Consigna secreta. Así fue que el dramático y esperanzador mensaje se abrió
paso «de boca a oreja» entre quienes hablaban nahua.

Es muy lógico que los padres eligieran al «primogénito» para conservar la «palabra» de nuestro abuelo. En el caso de
Norberto Cabrera Alonso así fue. Sus abuelas paterna y materna, que nunca hablaron el castellano, se lo hicieron
conocer a él solamente, a pesar de ser muchos los hermanos. Asimismo, en el caso de las «cartas vivas» que
conservaron en secreto el lugar donde se encontraban ocultos los «restos» de nuestro abuelo Cuauhtémoc, la
«palabra» siempre fue dada al primogénito de la familia Juárez.

En ambos casos, el mecanismo «operó» por más de 400 años antes de ser divulgado. Esto hace evidente una gran
persistencia de la «palabra» de Cuauhtémoc. La cadena «de boca a oreja» con más de 400 años de pervivencia
explica el gran ascendiente que hasta el presente mantiene la figura del "único héroe a la altura del arte", como lo llamó
Ramón López Velarde en su poema épico Suave patria. La influencia moral de nuestro «joven abuelo» en todos los
mexicanos es un hecho indiscutible.

Esto es lo que en antropología se suele llamar «carisma», en su acepción de 'fuerza interior de un ser humano que se
manifiesta como un fuerte ascendiente en quienes conviven con él'. Dicha "fuerza interior" siempre es el resultado de
un trabajo interno muy fuerte. En la antigua Anáhuac este muy especial fortalecimiento interno se realizaba siempre
con la guía cuidadosa de un «mentor» que propiciaba el encuentro de cada jóven con su «ser interno»: a fin de que
lograra su «soberanía» por esfuerzo propio.

El «carisma» viene a ser la mejor muestra de la esencia de una civilización: las figuras carismáticas de un pueblo
sintetizan los valores que hacen pervivir a dicho pueblo. Esto explica, mejor que otro parámetro, el potencial de
«pervivencia» o de «extinción» de una sociedad. El estudio de los «héroes» de un grupo humano explica si ese pueblo
ha de pervivir o si ha de extinguirse. La lista de los pueblos extinguidos es muy larga: sumerios, egipcios, akadios,
asirios, hititas, griegos, et cetera.

En opinión de muchos mexicanos del presente, casi la totalidad, los pueblos autóctonos de Anáhuac están en este
caso. Es más, oficialmente ya desapareció el nombre de Anáhuac para el territorio nacional. Incluso los "académicos"
de diferentes institutos de investigación ya adoptaron el nombre de Mesoamérica: propuesto en el año europeo 1943
por el alemán Paul Kichhoff. Para los mexicanos que anhelan con vehemencia pertenecer al "primer mundo", la
herencia indígena es un lastre que los avergüenza.

Pareciera que después de casi 500 años la herida estuviera viva: muchos mexicanos, la mayoría, actúan como
españoles invasores, somos muchos menos quienes abiertamens nos sentimos anahuacas invadidos. Hernán Cortés y
de Cuauhtémoc son aún figuras carismáticas en nuestra patria. No pocos mexicanos verían con agrado la erección de
una estatua al invasor, algo que causaría el enojo de no pocos mexicanos que, sin saber bien a bien por qué, sienten
repulsión profunda por tal personaje extranjero.

Hernán Cortés, cabe tenerlo muy presente, emuló al guerrero hebreo Moisés cuando encabezó sus huestes en contra
de pueblos que habitaban las tierras de Canaan, el hijo de Cam, a su vez, hijo maldecido por Noé. Nuestros abuelos
fueron tratados por Hernán Cortés de la misma manera en que los cananeos fueron combatidos por Josúe: seguidor de
la guerra iniciada por Moisés. En ambos caso el fin fue el mismo: despojar de su territorio a los legítimos propietarios.
Por esto es que aún duele la herida.

Hasta el presente, desde siempre, hemos presenciado como la "tierra santa" mediterránea es botín en disputa. Los
descendientes de los cananeos, que ahora se llaman palestinos, siguen combatiendo con los seguidores de Moisés:
quienes en el año europeo 1948 establecieron allíel Estado de Israel. Esta lucha ha durado ya 3,500 años. La religión
de Moisés traída aquí, mantenida por los actuales sacerdotes católicos mexicanos, sigue oprimiendo a los pobladores
originales de Anáhuac: los "indígenas".

En el año 2001 de la cuenta europea se cumplieron 480 años de la consumación de la invasión española de Anáhuac.
Es ya buen momento de esclarecer lo ocurrido todo este tiempo. Sin tomar partido, desde nuestro aquí y desde nuestro
ahora, tenemos que percibir la «fuerza del lenguaje» de ambas figuras carismáticas, la de Moisés y la de Cuauhtémoc,
y decidir. Esto es lo importante al estudiar el legado de Cuauhtémoc. Tenemos que encontrar lo más vigoroso de
ambos «lenguajes»: para asumirlo.

Nuestra patria ha vivido dividida en su ser interno. Es momento de cada uno esclarecer nuestro pasado, para tomar lo
mejor de ambas herencias: la autóctona y la española. Asumiendo aquello que nos parece más fuerte, estaremos en
posibilidad de alcanzar una notable «fuerza del lenguaje». Una fuerza que nos permita perdurar: que es la aspiración
no únicamente de los humanos sino de cualquiera de las especies vivientes. La «fuerza del lenguaje» se mide como
pervivencia.

En el caso de Cuauhtémoc, según ha encontrado el investigador Arturo Meza Gutiérrez, el trabajo de fortalecimiento
interno se llevó a cabo en el calmecac de Malinalco. A los doce años ya había adquirido los valores propios que lo
conviertieron simultáneamente en ozeloyaoquizqui 'guerrero ocelote' y en cuauhyaoquizqui 'guerrero águila'. Entre los
actuales pobladores de Malinalco aún existe memoria de nuestro abuelo Cuauhtémoc. Se afirma que estuvo en dos
etapas en el calmecac de ese lugar.

En los calmecac los jóvenes anahuacas recibían una formación acorde con la «cosmopercepción» propia. Así tiene que
haber ocurrido con nuestro abuelo. Asimismo, el estilo del discurso que se aprendía en estos centros de alta cultura
tiene que haber sido muy esclarecido, muy deslumbrante, muy elocuente, muy carismático, et cetera. Por esto, la
«fuerza del lenguaje» que se manifiesta en la Consigna de Anáhuac radica tanto en la esencia del pensar anahuaca
cuanto en el modo esmerado de hablar.

En consecuencia, el énfasis del presente trabajo es dual: esencia y forma. Partiendo de las once «versiones» elegidas,
se busca la restauración del mensaje tal como pudo haber sido expresado por Cuauhtémoc. Se intenta explicar en
castellano cada uno de los «conceptos» nahuas que así lo requieran. Con esto se podrá tener una visión más apegada
a la «fuerza del lenguaje» de quien sigue manifestando un fuerte ascendiente en muchos mexicanos del presente.

Para llevar a cabo el trabajo de esclarecimiento, se dividió el «mensaje» en 36 frases, cada una de las cuales es
trabajada unitariamente, al final se propone una traducción al castellano, versión ésta que trata de reflejar el sentido
original de la «palabra» de Cuauhtémoc. El esclarecimiento busca primeramente percibir el sentido esencial de la
palabra estudiada y enseguida respetar la estructura lingüística del nahuatlahtolli 'hablar armonizante', que fue el
«habla» de nuestro abuelo.

Este primer intento de rescate de la «cosmopercepción» tolteca, necesariamente, está plagado de intentos fallidos. No
podía ser de otra manera.

Después de cerca de 500 años de haberse intentado borrar el pensar nahua original, resulta extremadamente difícil
plantear un todo que sea congruente. En caso de que a alguien le interese trabajar en este reconocimiento de nuestra
«identidad cósmica» hay mucho campo donde hacer aportaciones que, esta es una realidad indiscutible, serán m ás
valiosas que la presente.

TLAMILIZTICA CUAUHTEMOCTZINTLI ITENAHUATILTZIN


Documento de esclarecimiento histórico nacional
Tlacatzin Stivalet Corral
lunes 13 de agosto de 2001

1. Totonaltzin yä omotlatihtzinoh,

En todas las versiones, salvo la «I», de Itzcuauhtli Víctor Angel Linares Aguirre, la primera palabra es registrada en su
modo neutro: totonal o to tonal. La que aquí se presenta está en su modo honorante, del nahua mahuiztica, palabra
que Rémi Siméon traduce como: 'con nobleza', 'dignamente', 'de una manera notable' o sea: 'honrante'. Los "frailes"
llamaron "reverencial" a esta modo de trato de los nahuahablantes, palabra muy poco apegada al respeto digno de
quien se expresa en nahuatlahtolli 'hablar armonizante'.

Cabe aquí tener presente que nuestro joven abuelo era un egresado del calmecac, por esto mismo, era poseedor de un
lenguaje cuidado y esmerado, es decir, hablaba de manera educada. Quienes conservaron la Consigna secreta
durante más de 400 años no se educaron en el calmecac, estos centros de altos estudios fueron destruidos por Hernán
Cortés y por los sucesivos gobernantes de Nueva España. Tampoco en el México independiente se ha restaurado esta
institución anahuaca.

Lo anterior explica el «modo» no honorante del «sustantivo poseído» totonaltzin, cuya forma no poseída es tonalli. En
el presente escrito el «modo simple» aparece primero y el «modo honorante» en segundo lugar, siempre entre
paréntesis. Esto cuenta tanto para los sustantivos cuanto para los verbos. Dicha palabra, tonalli, pr ocede del «verbo»
tona (tonatia) 'irradiar', 'abundar', cuya «acción verbal» es tonaliztli (tonaliztzintli) 'irradiación', 'abundamiento', de aquí el
«hecho verbal»: tonalli (tonaltzintli).

Con este antecedente, se puede plantear el significado de 'radiación', 'abundancia' para tonalli. Considerando que a la
«radiación» que emana de Tonatiuh 'va irradiando', llamado "sol" en castellano, es conocida como "energía solar" o
simplemente "calor", podemos hacer equivaler la palabra totonaltzin con la locución castellana 'nuestra honrada
energía' o, sin que esto tenga connotación religiosa, 'nuestra divina energía', también puede equivaler a 'nuestra gran
abundancia' o a 'nuestra digna energía colectiva'.
Para evitar malos entendidos, conviene tener presente que el adjetivo castellano divino procede del latín clásico divinus
'divino, maravilloso, perfectísimo', por ejemplo divinus homo in dicendo significa 'hombre de maravillosa elocuencia'.
Como sustantivo, divinus significa 'adivino', es decir, 'quien es capaz de percibir acontecimientos futuros'. Procede de
divum 'el aire, el cielo', por ejemplo, sub divo significa 'al aire libre'. Como «adjetivo», divus se usó para significar
"divino" y como «sustantivo» para "dios".

Conviene abundar a este respecto. La palabra nahua ilhuicatl es traducida por los diccionarios como "cielo". Procede
del «verbo» ilhuia 'regresar', que es hermano de iloa, de la misma forma en que son hermanos polhuia y poloa 'perder'.
Esto hace que ilhuicatl tenga el significado de 'retorno' o, mejor aún, de 'retornación'. Así, se puede entender ilhuicaatl
'mar' como 'agua retornante', que es lo que percibimos al estar en una playa, más que como "agua del cielo", acepción
que le da Rémi Siméon.

Así, es posible percibir con claridad la percepción nahua de ilhuicatl 'retornación'. En el «cielo» percibimos el retorno de
la luz, de la obscuridad, del sol, de la luna, de las estrellas, de las nubes, de Venus, de Júpiter, et cetera. Es muy
importante tener presente esta diferencia de concepción. Los religiosos católicos apostólicos romanos heredan de los
antiguos egipcios la concepción «inmovilista» de la primera creación. Una vez "ocurrida" la creación, ya nada cambia,
nada se renueva.
En cambio, los toltecas perciben la realidad que se manifiesta en espacio y tiempo como «variación». Todo lo que
existe deja de ser para tranformarse en algo nuevo. Todo lo que percibimos, que es «materia» y «energía», manifiesta
variación sin dejar de ser. Vemos continuamente la ley de la conservación de la materia, que es idéntica a la de la
energía, no se crea, no se destruye pero se transforma. En Europa esto se descubrió hace muy poco, en Anáhuac se
percibió de muy antiguo.
Lo que «es» cambia de apariencia pero no desaparece. El «eterno retorno» siempre es nuevo. Esta percepción no
concuerda con los modelos históricos europeos. El pensar europeo de una sola «vuelta». Los egipcios plantearon la
"creación" de la materia y la energía ex nihil 'de nada'. Esto fue conservado en el pensar católico apostólico romano,
muy a pesar del aforismo que resume el pensar de Lucrecio y Epicuro: ex nihilo nihil 'de nada: nada'. Es decir, nada ha
sido sacado de la nada, nada ha sido creado.

Al heredar el pensar egipcio, los católicos apostólicos romanos también asumieron su «demiurgo», con lo cual piensan
que todo tendrá un fin: en el final de los tiempos. En dicho pensar religioso este «inmovilismo» incluye a todos los
humanos: imaginados como "creaturas". En el pensar nahua, los seres humanos somos la existencia. La materia y la
energía que poseemos viene y va. Lo que comemos se incorpora a nuestras células y, antes de tres meses, se re
incorpora al aire que nos rodea.

Todo es cíclico, todo es mutante, de la materia y la energía nada es permanente: «lo único constante son las leyes que
rigen el cambio». Para comprender la esencia del «mensaje» de nuestro abuelo es muy importante tener esto en
mente. Cada día aparece el mismo sol en el horizonte, pero cada día es un nuevo día. Cambio y permanencia son
mutuamente inherentes. La «palabra» de Cuauhtémoc muestra con claridad este modo de pensar de nuestros abuelos.

En las «versiones» aparece el «adverbio» yä 'ya' como ye o bien convertida en yo al elidir la ä y asimilar la o del
pasado verbal. Vale mencionar que Rémi Siméon registra dos grafías para este «adverbio»: ya y ye. Aquí, el lingüista
francés se hace eco de los escritos en lengua nahua con caracteres latinos, por lo que registra la entrada para «ye». La
alternancia de grafías, como señala Thelma D. Sullivan, hace suponer un sonido intermedio entre la «a» y la «e», por
esto se utiliza aquí «ä».

El «verbo» tlatia tiene tres formas de conjugación: reflexiva, transfiriente y aplicativa. Conjugado en su «forma
reflexiva» significa en castellano 'esconderse [uno mismo]', en este caso el «modo honorante» es (tlatihtzinoa), que
puede traducirse como 'dignarse esconderse', conjugado en su «forma transfiriente» el modo honorante es (tlatilia),
cuando se trata de 'dignarse esconder a otra persona', que también se utiliza para conjugarlo de «forma aplicativa»,
cuando se trata de 'tener a bien esconder alguna cosa'.

El «pasado» del verbo en su «forma reflexiva» es otlatih (otlatihtzinoh); que, conjugado para la tercera persona del
singular, se vuelve omotlatlatihtzinoh 'se dignó esconderse' o 'tuvo a bien esconderse'. La traducción completa del inicio
del «mensaje» es: 'nuestra sagrada energía colectiva tuvo a bien esconderse'. Frase incomprensible para quien habla
castellano. Aquí resulta necesario hacer un esclarecimiento, ya que en esta frase se encierra la esencia de la alocución
de nuestro abuelo.

Lo primero que se requiere tener presente es que nuestro abuelo dirigía su «alocución» a los tenochas reunidos en el
huei ithualli 'gran patio', actualmente zócalo, muy posiblemente ante la gran piedra circular llamada vulgarmente
Calendario Azteca, en donde se muestran en el centro las imágenes de los cinco «soles toltecas». Para iniciar, vale
decir que cada «sol tolteca» es identificado en lengua nahua como tonalli (tonaltzintli), palabra que Rémi Siméon
traduce como: 'ardor, calor del sol, verano'.

También registra otras acepciones: "en sentido figurado" 'alma, espíritu, signo de natividad', 'ración, parte, porción, lo
que es destinado a alguien'. Presenta algunos ejemplos como: notonal in ipan ni-tlacat 'el signo bajo el cual he nacido',
totonal 'nuestra alma, nuestro espíritu, el alma, el espíritu', tonalco 'en verano'. Estas traducciones permiten percibir,
aunque de manera muy vaga, la importancia colectiva de este concepto nahua. Aquí, es necesario tener presente que
"alma" y "espíritu" son concpetos europeos.

En efecto, alma proviene del latín ánima 'aire, soplo, viento', 'aliento, respiración', 'exhalación, olor', 'ánima, alma,
espíritu, vida, existencia', 'ser dotado de vida, persona o animal'. Aquí se puede percibir que anima 'alma' se refiere al
aire que respiramos mientras vivimos: seres humanos o animales. Por esto, al morir "entregamos el alma". El sinónimo
espíritu proviene del verbo latino spiro, spiras, spirare 'soplar', 'respirar, alentar', por lo que viene a significar 'soplo, aire,
hálito'.
Ambos vocablos se refieren a una muestra externa de nuestro vivir. Al respirar, lo que hacemos es aspirar el oxígeno
necesario para la combustión que lleva a cabo cada célula para mantenernos a 37º C entígrados y expirar el anhidrido
carbónico y el agua producidos por la combustión. La «combustión celular» produce «calor», es decir, tonalli
(tonaltzintli). Es por esto que, mientras vivimos, generamos calor. Los vegetales hacen lo opuesto, absorben el c alor del
sol para convertirlo en carbohidratos.

Con lo anterior, queda claro que la traducción de tonalli por "alma" o "espíritu" no se apega a la realidad. Más apegado
al «concepto» nahua sería traducirlo como 'energía' o, mejor aún, como 'irradiación'. El verbo castellano «IRRADIAR»
se refiere a 'despedir un cuerpo ondas electromagnéticas: luminosas o caloríficas'. Uno de los ejemplos que presenta el
lingüista francés sí se apega. En efecto, notonal in ipan ni-tlacat 'mi energía en la cual nací'.

En el pensar nahua, todos los humanos somos parte de la «materia» y la «energía» del universo. Por esto mismo
somos parte de la «variación» que se registra en «espacio» y «tiempo». Esta variación se contabiliza en la cuenta del
tiempo. Lo registrado en el tonalmachiyotl 'conocimiento ordenado de la energía', vulgarmente llamado Calendario
Azteca, es justamente el registro del devenir histórico del universo. Esto cuenta tanto para un individuo cuanto para la
colectividad.

El sustantivo abstracto nahua machiyotl es traducido por Rémi Siméon como 'ejemplo, modelo, señal, marca', la
registra como un derivado del verbo machia 'ser conocido, ser descubierto', procedente a su vez del verbo mati 'sentir,
percibir, conocer, saber'. La estructura de la palabra machiyotl hace pensar en el «sustantivo verbal» machitl que
puede traducirse como 'percepción, conocimiento, descubrimiento, saber'. Por esto, la esencia correspondiente,
machiyotl, sería: 'sabiduría, conocimiento ordenado'.

La cuenta tolteca del tiempo es justamente eso, el ordenamiento de la secuencia de variación «temporal» de lo que
ocurre en el «espacio». Lo que estaban viendo quienes escuchaban la palabra del huei tlahtohuani Cuauhtemoctzintli
es la descripción en piedra de la «sabiduría tolteca». Todos los pres entes eran capaces de «leer» lo allí escrito. Por
esto mismo, todos comprendían la esencia del «mensaje» que escuchaban en voz de nuestro joven abuelo.

Cada uno de ellos conocía también su propia tlacatiliztonalli 'energía natal'. Todos los presentes sabí an muy bien a lo
que se refería nuestro abuelo. Todos percibían que se trataba de nuestro «quinto sol», cuyo nombre calendárico fue
nahui olin 'cuatro movimiento', perteneciente al «trecenario» ze ozelotl 'uno ocelote', que termina con mahtlactlihuan yei
miquiztli 'trece muerte'. Al escuchar las palabras de Cuauhtémoc, los tenochcas sabían bien que había concluido el
ciclo de 676 años.
El centro del tonalmachiyotl 'conocimiento ordenado de la energía' es ocupado justamente por la imagen del nombre de
nuestro «quinto sol»: nahui olin 'cuatro movimiento'. Todos los tenochcas sabían el significado de esta imagen: por
haberlo descubierto en el telpochcalli 'casa de la juventud', en el calmecac 'lugar del iniciado'. Por la misma razón, más
que un anuncio, las palabras de nuestro abuelo se convirtieron en una «ceremonia», un «acto solemne» de cierre del
ciclo histórico que todos habían vivido.

Para entender esta manera nahua de percibir la realidad es necesario acudir a un concepto creado por el matemático
francés Benoît Mandelbrot apenas en el año europeo 1958. Este «concepto» es el de «FRACTAL» que puede ser
definido genéricamente como 'fracción reciprocante del universo'. Originalmente, Mandelbrot planteó este «concepto»
en relación a formas geométricas y lo definió afirmando que "cada parte es una imagen reducida del todo", ambos
enunciados son congruentes.

En el momento que que ocurrió la «gran fractura» del universo, hace 9,000 millones de años, todo lo surgido es una
imagen interactiva de la gran masa original: formada por el total de materia y energía existente. Cabe aquí tener
presente que, según afirman los astrónomos estudiosos del origen del universo, antes de ocurrir el «gran estruendo»,
la totalidad de la «materia» y de la «energía» que actualemente llamamos «universo» manifestaba un tamaño inferior al
de un átomo.

Así visto el «universo», cada galaxia resulta ser un «fractal». Lo mismo es cada estrella, cada planeta, el aire, la lluvia,
cada molécula, cada átomo, cada protón, cada electrón, et cetera, et cetera. El ADN que se encuentra en el núcleo de
cada una de nuestras 120 billones de células también es un «fractal». En consecuencia, todo lo que hace cada uno de
nosotros es «reciprocante» con los demás «fractales». Ninguno de nosotros es un entidad aparte del resto de lo que
formamos el universo: todo interactúa.

Esto fue reconocido desde muy antiguo entre los pueblos anahuacas. Quienes configuraron la cuenta tolteca del
tiempo fueron los huehueh toltecah 'antiguos toltecas', llamados olmecas por los antropólogos. Esta «contabilización
del tiempo», cauhpohualiztli en lengua nahua, está centrada en la interacción cósmica de la cual cada uno de nosotros
es actor. Así, cada ciclo es una corresponsabilidad colectiva: ilhuitl 'ciclo día noche', metztli 'mes de 20 días', xihuitl
'año', tlalpilli 'trece años', etcetera.

Lo que afirma nuestro abuelo Cuauhtémoc en esta primera frase es que ya se cerró el «ciclo» de 676 años llamado
tonaltzintli 'divina energía', mejor conocido en castellano como «quinto sol». El «prefijo poseyente» de primera persona
del plural, to, marca la corresponsabilidad colectiva del «ciclo» que concluía con el «mensaje» que el huei tlahtohuani
'gran portador de la palabra' de los tenochcas empezaba a proclamar en el huei ithualli 'gran patio' de Tenochtitlan-
mexihco 'entre piedras, lugar de los mexis'.

TLAMILIZTICA CUAUHTEMOCTZINTLI ITENAHUATILTZIN


Documento de esclarecimiento histórico nacional
Tlacatzin Stivalet Corral
lunes 13 de agosto de 2001

2. totonaltzin yä omixpolihuitih,

Esta frase es similar a la primera, aunque cambia el verbo. En este caso el verbo es ixpolihui (ixpolihuitia), que también
aparece en pasado. La forma en que aparece en las diferentes «versiones» es no reflexiva. Esto hace pensar que se
trata de un «verbo compuesto»: formado por ixtli 'ojo' y por polihui 'perder [algo]', 'desaparecer [algo]'. Así, la traducción
lógica de ixpolihui sería 'perder [el] ojo'. Por lo tanto, esta frase viene a decir: 'nuestro sol ya tuvo a bien desaparecer
[el] ojo'.

Entendiendo totonaltzin como 'nuestro divino sol' resulta lógico pensar en el ocultamiento que cada día presenciamos.
El atardecer termina cuando el sol desaparece tras las montañas del horizonte. Esto resulta una reiteración de la idea
de pertenencia colectiva al universo. En la primera frase se habla de «energía», la cual se manifiesta en el tiempo, y en
ésta se habla de «materia», que se manifiesta en el espacio. Esta simultaneidad es muy frecuente en la lengua nahua.
Vale abundar a este respecto.

La palabra cualcan significa 'refugio', o sea 'buen lugar', y 'oportunidad', equivalente a 'buen tiempo'. En el pensar
tolteca, todo lo que ocurre tiene como referente el Omeyocan 'lugar dual', 'tiempo dual'. La gran totalidad que en
castellano se llama «universo» en lengua nahua recibe el nombre de Ometeötl 'pupila doble', 'fuerza armonizante
doble'. Cada uno de nosotros posee esta cualidad dual: todos poseemos dos pupilas y todos poseemos una fuerza
armonizante dual.

Cabe aquí mencionar la ciudad tolteca que floreció en el «cuarto sol»: Teotihuacan. Este nombre también tiene una
lectura dual: 'lugar donde se poseen difuntos' y 'tiempo de poseer pupilas' o viceversa. La figura más frecuente en los
edificios teotihuacanos es un círculo doble, que puede ser leído como ometeotl 'pupila doble'. En el patio del edificio
llamado Quetzalpapalotl 'mariposa preciosa', todas las columnas la tienen, aunque allí se llegó más lejos en la escritura
de las pupilas: se incrustó obsidiana.

Los dos edificios más grandes de Teotihuacan son Tonatiuh itzacual 'su zigurat del sol' y Metztli itzacual 'su zigurat de
la luna'. Los teotihuacanos, por así decirlo, construyeron su ciudad ometeoicamente. Tener presente esto es muy
importante. Los mexihtin 'mexis', al iniciar su viaje de 260 años para fundar Tenochtitlan-mexihco 'entre tunas de
piedra, lugar de los mexis', primeramente hicieron una escala en Teotihuacan, precisamente debajo se encuentra
chicomoztoc 'en las siete cuevas'.

TLAMILIZTICA CUAUHTEMOCTZINTLI ITENAHUATILTZIN


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Tlacatzin Stivalet Corral
lunes 13 de agosto de 2001

3. ihuan zentlayohuayan otechmocahuilih.


Esta frase es la consecuencia natural de las dos anteriores. Esto se marca con el «vocablo» ihuan 'con ello', se
entiende: 'con lo anterior'. El «conector simultáneo enclítico» huan significa 'compañía, cercanía', es similar al «sufijo»
latino que, como en senatus populusque romanus 'senado y pueblo romano' o 'senado en compañía del pueblo
romano'. En nahua se une a los «prefijos poseyentes», así: nohuan 'conmigo', mohuan 'contigo', ihuan 'con él, con ella,
con ello'. En este caso, "con ello" se refiere a las dos frases anteriores.

La segunda palabra de esta frase, zentlayohuayan, es «compuesta»: zen 'uno', tla 'prefijo recibiente ind icador de
persona inanimada', yohua 'ser de noche' y yan 'sufijo indicador de tiempo pasajero o lugar no permanente'. Esta
palabra es un «sustantivo» y se puede verter al castellano como: 'en tiempo de total noche' o bien 'en un lugar
totalmente obscuro'. Aquí se tiene que entender la frase anterior como 'ocultamiento del sol'. Sólo así se puede ubicar
correctamente el sentido de esta palabra.

En la mayoría de las «versiones», la tercera palabra es otechcateh. Aquí se presenta una dificultad lingüística para su
traducción: cateh es el plural de presente de indicativo del «verbo personal» cah (yetzticah) 'ser, estar'. El «prefijo» o es
indicador de pasado, lo cual resulta ilógico. Al tener presente que tech es 'prefijo recibiente de primera persona del
plural' no es posible traducir la palabra. Lo que resulta curioso es que todas las «versiones» traducen esta palabra
como 'nos ha dejado'.

Don Carlos López Avila, «versión E», escribe yu tech cahvalo, que puede entenderse como variante local de
otechcahualo 'nos ha dejado', palabra que, gramaticalmente, sería más correcta expresada como otechcauh 'nos dejó'.
El «modo honorante» correspondiente es otechmocahuilih 'se dignó dejarnos'. Así entendida en castellano esta
palabra, la frase completa puede ser vertida al castellano como: 'de esta manera, en tiempo de total oscuridad tuvo a
bien dejarnos'.

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Documento de esclarecimiento histórico nacional
Tlacatzin Stivalet Corral
lunes 13 de agosto de 2001

4. Mach tictomachitiah oczeppa hualmohuicaz,

La palabra nahua mach resulta difícil de traducir. En su Compendio de la Gramática Náhuatl, Thelma D. Sullivan
advierte: "Por sus múltiples significados y matices, mach muchas veces presenta un problema al traductor, pues puede
expresar afirmación, intensidad o duda". De las once «versiones» en estudio, algunas la traducen como "pero", y otras
no expresan equivalencia alguna en castellano. Este vocablo puede tener diferentes funciones, principalmente:
conjunción, adverbio y pronombre interrogativo.

En este caso, por la estructura de la frase, la función gramatical parece ser de «adverbio». En consecuencia, la función
tiene que ser de intensificación del verbo que sigue a continuación. En este caso, Rémi Siméon propone como
traducción: 'mucho, en extremo, ciertamente, positivamente'. Quizás, lo más cercano al significado sea "ciertamente",
que significa 'con certeza'. La «CERTEZA» es 'cualidad de aquellas cosas acerca de las cuales no puede haber duda'.
O sea: lo indudable, lo verdadero.

La segunda palabra de esta frase es un «verbo»: mati (machitia). Este es un verbo muy particular de la lengua nahua.
Rémi Siméon le dedica casi toda una página a traducir al castellano sus múltiples significados, utilizando muchas
frases con ejemplos de su uso. Con mucho es la palabra a la cual el lingüista francés dedica mucho espacio. Los
«significados» parecen converger en dos vertientes: 'sentir lo que está dentro de nosotros' y 'percibir lo que se
manifiesta fuera de nosotros'.

Por el «sufijo» ti, formalmente el «verbo» mati corresponde a los verbos derivados de «sustantivos». Su formación se
lleva a cabo eliminando el «sufijo sustantivante» de la palabra original para agregar el «sufijo» ti. En este caso, el
«sustantivo» más cercano es maitl 'mano, brazo, rama [de árbol]'. Sabiendo esto, es fácil observar en nuestro derredor
a las personas que sienten lo que dicen: hablan con las manos. Quien siente lo que expresa verbalmente,
generalmente se expresa también con ademanes.

El «modo» en aparece en las diferentes «versiones» es el «original». En la versión que se propone en este trabajo se
usa el «modo honorante». La razón de ser es que nuestro abuelo Cuauhtémoc se dirigía a los tenochcas, entre los
cuales el se contaba: es un nosotros incluyente de quienes escuchan. En este caso, el verbo tiene que ser conjugado
en su «modo honorante», para expresar el respeto que merecen los escuchas. Por esta causa es por la que aparece
machitia 'dignarse percibir'.

En las diferentes «versiones» se utiliza "saber" como traducción para mati. Esto amerita un esclarecimiento. En
general, "saber" implica 'poseer conocimiento sistematizado', esto como consecuencia de un trabajo previo, en cambio
"percibir" es algo instantáneo: como consecuencia de nuestros «sentidos». Así, estando al aire libre, percibimos de
inmediato si es de día o de noche, si está despejado o nublado, si llueve o nieva, si hace aire o calor, etcetera.

Para ubicar correctamente el significado de este verbo es preciso tener presente que los seres vivientes todos
podeemos cinco «instintos» básicos: de espacio, de tiempo, de placer, de pervivencia, de armonía. Estos «instintos» se
pueden percibir fácilmente al tener presentes las mariposas monarca, que emigran de Canadá a Michoacán en el mes
europeo de octubre y de Michoacán a Canadá en marzo. La única explicación lógica es que en su ADN existen
inscritos estos cinco «instintos monarca».

Cuando observamos con cuidado cualquier ser viviente, incluidos nosotros mismos, podemos constatar la presencia de
estos «instintos monarca», acompañados de sendos «sensores monarca». En efecto, todos poseermos corporalmente
algo que nos permite tomar conciencia del espacio en que nos movemos, del paso del tiempo, de lo que nos causa
placer sensorial, de lo que nos garantiza la pervivencia y de lo que permite una reciprocidad permanente con todo lo
que nos rodea, es decir, la armonía.

Al hablar castellano esta «reciprocidad» no resulta tan importante. Al dialectalizarse cada vez más, el castellano ya
perdió la ubicación «péntica» que sí existió en el latín clásico, y que sí existe en el nahuatlahtolli 'hablar armonizante'
en que está expresado el «mensaje» de nuestro abuelo Cuauhtémoc. Para comprender esta afirmación, hace falta
ubicarse en la Endolingüística, una ciencia que apareció en Bélgica en el año europeo 1937, que fue creada por el
doctor Josef Meulemans.

Según esta ciencia, los humanos nos comunicamos lo que percibimos con las dos mitades de nuestro cerebro: la mitad
derecha nos permite percibir lo que existe en el espacio y la mitad izquierda lo que ocurre en el tiempo. Para expresar
nuestra «percepción» utilizamos lo que el doctor Meulemans llamó «código binario»: dos sonidos consonantes
apoyados con vocales. Esto nos permite generar «sustantivos», lo percibido en el lado derecho de nuestro cerebro, y
«verbos»: lo que percibe nuestra mitad izquierda.

Así, ya es posible referirse al codigo binario «te» «ele» que en latín genera tellus y en nahua tlalli ambas palabras con
significado de 'tierra'. Considerando que existe equivalencia entre «ele» y «ere», en latín se tiene también el
«sustantivo» terra con el mismo singnificado que tellus. En castellano se puede percibir la identidad de ambas formas
de expresar lo mismo en derivados de ambas palabras: un terremoto es un movimiento telúrico. Esto corresponde a lo
percibido por el lado derecho de nuestro cerebro.

Para expresar el «verbo» correspondiente a este sustantivo simplemente se invierte el «código binario». De esta
manera, se obtiene rota en latín y olloti en nahua. Ambos verbos describen lo que ocurre en el «tiempo» con los
«sustantivos» respectivos: 'girar sobre el propio eje', 'rotar'. Al comernos un elote hervido podemos constatar esto: para
comernos los granos rotamos el elote. Lo que queda al final es el 'eje de rotación del elote': el olote, ollotl en lengua
nahua.

Para confirmar que lo anterior es una simple coincidencia sino una coincidencia significativa, hay que tener presente
otro principio endolingüístico: el fonema «ese» marca lejanía. En latín esto se constata con las palabras stella y siderus,
ambas con significado de 'estrella'. En nahua esto es aún más contundente: zitlalli 'estrella'. Aquí resulta evidente que
para los antiguos latinos y nahuas la tierra era lo mismo que las estrellas: un cuerpo sideral. Las estrellas son lejanas,
nosotros vivimos sobre una de ellas.

Sobra decir que lo expresado en lo que vulgarmente se llama Calendario Azteca es de la misma categoría conceptual.
Por esto mismo resulta tan difícil su lectura para quienes hablan el dialecto castellano del latín. Quienes se expresan en
castellano no activan sus «sensores monarca». Para comprender cabalmente el «mensaje» de nuestro abuelo es
necesario tomar conciencia de esta dificultad lingüística. En este escrito se trabajará en todo momento el referente
«péntico» para subsanar esta deficiencia.

Contando con la presencia del «prefijo recibiente de tercera persona del singular», qui de ticto, en este caso, existe
mucha diferencia entre decir: 'ciertamente lo sabemos' a 'con certeza lo percibimos'. El «mensaje» de nuestro abuelo
era un anuncio de lo que vendría, por lo cual no puede traducirse como 'saber'. Aún no se sabía, pero se percibía. En
este momento, sabemos ya que las palabras de nuestro abuelo eran ciertas, que había certeza en lo que anunciaba.

La palabra que sigue, oczeppa, es «compuesta»: oc 'todavía', ze, zen 'uno', pa 'vez'. Su significado literal sería 'todavía
una vez', en castellano se prefiere el uso de la «locución» 'otra vez'. A continuación aparece el «verbo» huallauh
(hualhuica) 'andar hacia acá', 'venir', conjugado en futuro de indicativo para la tercera persona del singular, en «modo
honorante» considerando que se refiere a totonaltzin 'nuestra sagrada energía'. Esto permite expresarlo en castellano
como: 'tendrá a bien venir'.

En castellano, esta frase puede hacerse equivaler a: 'con certeza nos dignamos percibir que otra vez tendrá a bien
venir'. Esta frase expresa un pensar natural, se habla del inicio del siguiente ciclo de 676 años, con la misma certeza
con que a la puesta del sol en la tarde se habla de regreso del sol a la mañana siguiente. Tomando en cuenta esta
«fuerza del lenguaje» se puede apreciar la importancia que para los tenochcas tuvo el tonalmachiyotl 'conocimiento
ordenado de la energía'.
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D. Versión de la Asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos y Culturales, A. C.

Una copia de la presente versión fue entregada en propia mano al autor del presente estudio por el maestro Desiderio
Amador Vázquez, en el Seminario de Cultura Náhuatl que dirige el doctor Miguel León-Portilla en el año europeo 1986.

ASOCIACION GNOSTICA DE ESTUDIOS ANTROPOLOGICOS Y CULTURALES, A. C.


México D. F., a 10 de Septiembre de 1977

La asociación Gnóstica de Estudios Antropológicos y Culturales, A. C. y el Movimiento Confederado Restaurador de la


Cultura de Anauak, dan a conocer la CONSIGNA SECRETA dada la víspera de la Gran Tenochtitlan, el 12 de Agosto
de 1521, por Cuauhtemoc, Tlahtoani (Señor de la Palabra) del Huetlahtokan (Consejo de Gobierno) de Anauak.

En esos dramáticos días, Cuauhtemoc era, además, el Tlakatecuhtli (Señor del Mando) de los Ejércitos de A nauak. La
noche del 12 de Agosto de 1521 el Tlahtokan emitió la Consigna Secreta que había acordado y ésta se transmitió
oralmente, de generación en generación, hasta nuestros días. La conservan pueblos tan apartados como el yaqui.

Fue guardada por un anciano de nombre Atilano, del pueblo de San Lorenzo Tlacoyucan, lugar en el que todavía se
conserva memoria de él, y la transmitió en Nahuatl al señor Clemente Alvarado, también octogenario, de Santa Ana
Tlacotenco, quien a su vez la comunicó al señor José González Rodríguea, vecino de Tantra Cruz Acalpixcan. Todos
estos puebos pertenecen a la Delegación de Milpa Alta, antes llamadad Malacatepec Momoxco.

El señor José González Rodríguez la tradujo al Español en colaboración con el ilustre nahuatlato, Profesor Pablo F.
García Morales, de Tepoztlan, Morelos, cofundador del Movimiento Confederado Restaurador de la Cultura de Anauak
e hicieron legado de ella al mencionado Movimiento que, por acuerdo de su Tlahtokan (Consejo) autoriza se dé a
conocer por medio del señor Víctor Manuel Chávez Caballero, Huetekuhpaleui (Secretario) del mismo.

En esta etapa de redescubrimiento de los valores culturales de nuestros antepasados, la Asociación Gnóstica de
Estudios Antropológicos y Culturales, A. C., presidida por el Maestro Samael Aun Weor; la Asociación Nacional de
Locutores de México, que preside el señor Enrique Bermudez; Corresponsales y Directores de Prensa de la República
Mexicana, que preside el señor Homero Bustamante Carmelo, y la Asociación Nacional de Poetas, que preside la
señora Nina Legrand, se complacen en ser el conducto que dé a conocer a nuestro pueblo la preocupación de los
honrables gobernantes de Anauak, presididos por el gran Cuauhtemoc, por preservar nuestros valores culturales y el
acuerdo de mantenerlos vivos en las conciencias de las generaciones por venir y ajenos a cualquier influencia
deformante proveniente del exterior.

A continuación nos permitimos transmitir el acuerdo del 12 de Agosto de 1521, en versión original y su traducción al
español:

1. Totonal yomotlatih,
2. totonal yoixpolih,
3. iuan zentlayohuayan,
4. o tech kateh,
5. mach tikmatih man okzepa ualla,
6. man ka okzepa kikazin [sic],
7. iuan yankuiotika tech tlauilikin.
8. Mach inoka ompa kah Miktlan maniz
9. manzanhueliui tozentlalikan, totechtechokan,
10. iuah tozolnepantla [sic], titlaikan,
11. nochi intlen toyolkitlazohtla,
12. ki ueyi tlatkiomati.
13. Man tikin pohpolokan toteokalhuan,
14. tokalmekauan, tokuikakalhuan.
15. Man mozelkahuakan tohumeh [sic],
16. iuan man tochanhuan [sic]
17. kin ihkuak kizouaz [sic] toyankuiktonal.
18. In tahtzintzin [sic] iuan nantzintzin [sic],
19. man aik kilkyaukan [sic] itelpochhuan [sic],
20. iuan matechnazkeh mo [sic] pipilhuan inoka nemizkeh,
21. uel kenin yoko,
22. kin azkan totlazoh Anauak,
23. in tlanekiliz iuan tlapeluiliz [sic] toteohuan,
24. iuan zan ye nopampa tokenmauiliz iuan tokenpololiz [sic],
25. okizelikeh totiachkatzitzihuan,
26. iuan tlen totahtzitzin auik yolehkayopan,
27. oki xi nachtokateh toyelizpan.
28. Axkan tehuan tikin tekimakah in topilhuan
29. ka totlakuiloliz uan to tlamatiliz ma pixkia
30. pampa nemiloliztli in tlazohtlanantzin [sic] Anauak,
31. ze tonalli yezkeh.

1. Nuestro Sol se ha ocultado,


2. nuestro Sol se ha escondido,
3. y nos ha dejado
4. en la más completa oscuridad...
5. Sabemos que volverá a salir
6. para alumbrarnos de nuevo,
7. pero mientras permanezca
8. allá en el Miktlan (región de la completa inmovilidad)
9. debemos unirnos,
10. ocultando en nuestros corazones
11. todo lo que amamos.
12. Destruyamos nuestros Teokaltin (Templos)
13. nuestros Kalmekameh (escuelas de altos estudios),
14. nuestros Tlachkohuan (campos de pelota)
15. nuestros Telpochkaltin (escuelas para jóvenes)
16. y nuestros Kuikakaltin (casas de canto)
17. y dejemos las calles desiertas
18. para encerrarnos en nuestros hogares.
19. De hoy en adelante ellos,
20. nuestros hogares,
21. serán nuestros Teokaltin,
22. nuestros Kalmekameh,
23. nuestros Tlachkohuan,
24. y nuestros kuikakaltin;
25. de hoy en adelante
26. y hasta que salga el Nuevo Sol,
27. los padres y las madres
28. serán los maestros y los guías
29. que lleven de la mano a sus hijos
30. mientras vivan;
31. que los padres y las madres no olviden
32. decir a sus hijos
33. lo que ha sido hasta hoy Anauak
34. al amparo de nuestros dioses [sic]
35. y como resultado de las costumbres
36. y de la educación
37. que nuestros mayores
38. inculcaron en nuestros padres
39. y que con tanto empeño
40. éstos inculcaron en nosotros.
41. Que tampoco olviden
42. decir a sus hijos
43. que guarden nuestra escritura
44. y nuestra sabiduría,
45. que un día serán gloria
46. de nuestra amada madre Anauak.

(rúbrica) (rúbrica)
SAMAEL AUN WEOR Prof. DESIDERIO AMADOR
Asociación de Estudios Antropo- VAZQUEZ
lógicos y Culturales, A. C. Movimiento Confederado Res-
taurador de la Cultura de
Anauak

(rúbrica)
VICTOR MANUEL CHAVEZ C.
A.G.E.C.A.C., Secretario
M.C.R.C.A., Huetekuhpaleui

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E. Versión del maestro Carlos López Avila Tomaxco, nahuatlahto de Santa Ana Tlacotenco

Recibida por el autor del presente estudio de propia mano del maestro Carlos López Avila en Santa Ana Tlacotenco el
domingo 29 de marzo de 1987, quien permitió copiar una versión manuscrita por él mismo.

I tlamian Itintlamach Cuahutemoc Altepe (último mensaje de Cuauhtemoc a su pueblo)


1. To tunal teotlaqui, yu mo aquiti (Nuestro sol, se ha ocultado)
2. To tunal yu mo tlatih'tzino (Nuestro sol, se ha escondido)
3. Yu tich cahvalo zen tlayohuayan (Nos ha dejado en completa oscuridad)
4. Ipampa otich ma tlanihuac (porque nos ha imbadido [sic])
5. Tlah'tihuani tlaca caxtilteca (El hombre blanco Caztellano [sic])
6. Tlin ohval hviloac ica tlanexcopa (el que vino por el oriente)
7. Mo mati tlapetlanalhuiluz (ihuan) tlacuepuniluz (Y domina el rayo y el trueno)
8. Tic mati to tuna, oczepa quixoaz (sabemos que nuestro sol, volverá a salir)
9. Axcan yencuitica tichtlahuiliuz (Para alumbrarnos de nuevo)
10. Inoc ixquichca oco yeloaz (Pero mientras él permanesca [sic])
11. Ompa aucanic Mictlanpa (Allá en el lugar el mictlan)
12. To nechicuca, to zentlalica (Convoquémonos, unemonos juntos [sic])
13. Tictlatica toyolnepantla (ocultando en nuestros corazón)
14. Nochi tlin toyol quitlazohtla (todo lo que más amamos)
15. Ma tictlatica to tlahmalicho teohcal (Guardemos su esencia los templos)
16. To calmechuan canic to machtia (Nuestras escuelas de enseñanza)
17. To cuicacalhua, ahuili tlaxtli (casas de canto y juego de pelota)
18. Ma mo zelcahuaca oh'huime (Dejemos las calles deciertas [sic])
19. Ma tic malhuica to tlamayutl (Guardemos nuestra sapienza [sic])
20. Olin yoliztli ihuan Machiliztli (Movimiento, vida y sabiduría)
21. Ica mochi to cal tzacuaca (todo, enserremos [sic] en nuestros hogares)
22. Axa tlin polihui cahuitl tlecana (De oy [sic] en lo falta el tiempo adelante)
23. Ompa inoc to chan calpa (Allá en todas nuestras casas)
24. Yesque [sic] to ilnamiquilizpa to teoh'cal (Estarán en nuestro pensamiento los templos)
25. To Calmecahua canic to machtia (Nuestras escuelas de enseñanza)
26. To cuica calhua ihuan ahuili Tlaxtli (Casas del canto y el juego de pelota)
27. In ih'cuac quixoaz to yancuic tunal (Hasta que salga el nuevo Sol)
28. Oczepa mo petlanitiz Anahuacpa (Y brille como siempre en el Anahuac)
29. Ne' Cuauhtemoc, ni tlanahuatia no altepec (Yo Cuauhtémoc, el mensaje a mi pueblo)
30. Cultzitzi, Tah'tzitzi ihuan Nantzitzi (Abuelos, padres y madres)
31. Yeloaz te ecanihuaz, te machtihquez (serán los guías y maestros)
32. No ilhuizque, te pilhuan inin machtli (Los que a sus hijos digan, de esta gran Cultura)
33. Ixquichca ococ nemiz mo [sic (Mientras que viva mi [sic] pueblo)
34. Ma mo nunutzaca, pilti ihuan ixhuime (Transmitid de hijos a nietos)
35. Tlen queh' oyeya axa inemil (Lo que ha sido su vida hasta oy [sic] el Anáhuac)
36. Tlal tonaltzintli, cuitlacol coztli (Tierra del Sol, raza de bronce)
37. Tlah'tuli Nahoa, camanali zanili (Habla Nahoa, leyendas y cuentos)
38. Ih'totiztli Tzotzotli, Cuicatl Xochicuicatl (Danza y música, cantos y poemas)
39. Tonacayotl Tlaolli, hueyi tlacualli (El maiz [sic] como alimento principal)
40. Ica icual ih'xotiltzi to teotzitzi (Bajo el amparo de nuestros Dioses)
41. Tlamach, tequihuicaltlamach no Altepe (Unido en común mi pueblo)
42. Hueyi tlah'machtili hueyi tlamatquiyutl (Gran cultura, filosofía, gran sabiduría)
43. Axcan tlin achitic ih'xotizque malhuizque (Mas lo que devemos [sic] cuidar y guardar)
44. Ye tlalli, to tlamachtlal, to tlalnan (Esta tierra, tierra comunal, tierra de todos)
45. Ixco tichanti, ti atli ihuan ti tlacua (Sobre él, vevemos [sic] y comemos)
46. Topilhuan ma mo nonotzaca, mo caquiltica (Los hijos no olviden decir y hacer oir)
47. Queneme tzitzica qui ih'xotia in huitzcolo (Como las hormigas, cuidan su huevera)
48. Queneme zeh'payactepeme qui ih'xotia Anahuac (Y como los volcanes cuidan el Anahuac)
49. Ixquichca mo petlanitia mo tlayemanilia Tinaltzitl (Siempre que brille y de [sic] calor el Sol)

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F. Versión de Francisco Jiménez Sánchez, Tlakaelel

Aparecido en la primera página de la segunda sección del periódico El Nacional, el jueves 14 de mayo de 1987, en un
amplio reportaje de María Luisa González con el encabezado: Un movimiento, un Propósito: Rescatar la Esencia y
Cultura de la Mexicanidad. Allí se asienta:

"La conversación llevó a recordar la consigna secreta del Anáhuac del 12 de agosto de 1521.

Un día antes de la caída de Tenochtitlan el senado de México dejó un mensaje. Tlakaelel se lo entregó a Cuauhtémoc
y este lo distribuyó a los pueblos. Hay varias versiones del mensaje, pero en esencia éste dice:

1. Nuestro sol se ha ocultado


2. Nuestro sol se ha escondido
3. y nos ha dejado
4. en la más completa oscuridad
5. Sabemos que volverá a salir
6. para alumbrarnos de nuevo
7. pero mientras permanezca
8. allá en el Miktlan
9. debemos unirnos
10. ocultando en nuestros corazones
11. todo lo que amamos
12. Destruyamos nuestros teokaltin (templos)
13. nuestros kalmekameh (escuelas de altos estudios)
14. nuestros Tlachkouan (campos de pelota)
15. nuestros telpochkaltin (escuelas para jóvenes)
16. y nuestros kuikakaltin (casas de cantos)
17. y dejemos las calles desiertas
18. para encerrarnos en nuestros hogares
19. de hoy en adelante, ellos,
20. nuestros hogares,
21. serán nuestros teokaltin
22. nuestros kalmekameh
23. nuestros tlachkouan
24. nuestros telpochkaltin
25. y nuestros kuikakaltin
26. de hoy en adelante
27. Hasta que salga el Nuevo Sol
28. los padres y las madres
29. serán los maestros y los guías
30. que lleven de la mano a sus hijos
31. mientras vivan
32. Que los padres y las madres no olviden
33. decir a sus hijos
34. lo que ha sido hasta hoy el Anáhuac
35. al amparo de nuestros dioses [sic]
36. y como resultado de las costumbres
37. y de la educación
38. que nuestros mayores
39. inculcaron a nuestros padres
40. y que con tanto empeño
41. estos inculcaron en nosotros
42. Que tampoco olviden decir a sus hijos
43. lo que un día deberá ser el Anáhuac

El reportaje también registra lo siguiente:

"El mandato señalaba en síntesis -dice Tlakaelel- que había que tomar providencias para que no se perdiera México.

Nuestros gobernantes sabían que los invasores iban a tratar de imponer su cultura, sus costumbres, su filosofía, su
modo de ser. Había que ocultar entonces todo lo propio, lo que amábamos y considerabamos un tesoro. Conservarlo
de generación en generación.

La consigna se transmitió y de alguna manera se conservó por generaciones, Prueba de su gran difusión es que se
han encontrado versiones diferentes, aunque similares, en varios pueblos indígenas muy distantes entre sí.

Tlakaelel afirma que incluso entre la tribu mohawk, de Canadá. En el Kalpulli Koakalko tienen la que conservaban los
indígenas colhua o acolhua.

Todos los conocimientos y avances de la civilización del Anáhuac se ocultaron a los invasores extranjeros. Médicos,
astronómicos, filosóficos, tecnológicos, históricos, matemáticos, relaciones políticas entre las naciones indígenas, etc.

Pero todo, finalmente, se perdió. La razón fundamental, para los miembros de la agrupación, ha sido ya planteada
muchas veces. Hasta ahora, cuando se le menciona, tiene todavía la virtud de despertar airadas polémicas. Tlakaelel
dice: 'México no fue sometido por las armas españolas. El mexicano no ha tenido miedo nunca a la muerte, ni a morir
luchando, Fue sometido, o aquí sí literalmente conquistado, por los curas, por los hombres de religión'.

Fue la conquista espiritual, desde su punto de vista, que contribuyó definitivamente a la pérdida, dispersión u olvido de
la cultura y esencia de Anáhuac.

Rescatar esos conocimientos, en la medida de lo posible, y transmitirlos, es precisamente el propósito fundamental de


movimiento mexicanista que encabeza a través del Kalpulli Koakalco."

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