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Revista Independiente de los Profesionales de la Extinción de Incendios Forestales - Nº 12 - Abril 2005 - 4 € (IVA Incluido)

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Investigación

Jaime Andrés Senabre Pastor


Brigades Rurals d´Emergència (Generalitat Valenciana)
Especialista en Psicopatología y Salud
Experto en Dirección de Recursos Humanos
Técnico en Prevención de Riesgos Laborales
jasppsicopatology@yahoo.es

Una respuesta
fisiológica,
psicológica
y conductual
con impacto
en nuestra
salud

Estre
I I P A R T E

En el bombero
es
forestal
NUMEROSAS INVESTIGACIONES

señalan, que el estrés


constituye un factor de riesgo
para el desarrollo de
enfermedades del corazón,
el cáncer y los accidentes
cerebro-vasculares
1. INTRODUCCIÓN menor activación ante las demandas percibidas
En la anterior entrega, en el número 11 de esta (bien sean internas o externas) y de lucha constante
publicación, hacía un repaso de las principales del organismo por mantener su equilibrio u ho­
conceptualizaciones del término “estrés”. Al mismo meostasis (Senabre, J., 2005), y cuya respuesta,
tiempo, se constataban datos de investigaciones que tiene un carácter generalizado, se manifiesta
realizadas con bomberos en relación con esta a tres niveles: fisiológico, cognitivo y conductual
afección. De igual modo, presentaba las tres fuentes o motor, podemos ver qué es lo que nos ocurre
más importantes de estrés en nuestra profesión, es en tales circunstancias.
decir: la propia intervención, la organización del
servicio y las variables personales de cada uno de 2.1. A nivel fisiológico
nosotros, constituyentes del enfoque tridimensional Se produce un aumento general de la activación
del estrés en bomberos, que yo acuño y defiendo. del organismo que le prepara para hacer frente a
En esta ocasión, y como anticipé, voy a abordar la demanda generada. Concretamente, interviene
sucintamente, el estrés como una respuesta el Eje Hipofisosuprarrenal y el Sistema Nervioso
fisiológica, psicológica y conductual, y sus impli­ Vegetativo (Alvear Méndez, A., 2004). Los tres sub-
caciones en nuestra salud. ejes básicos de actuación van a ser:
Numerosas investigaciones señalan, que el a) Sub-eje neural: de activación inmediata,
estrés constituye un factor de riesgo para el desa­ implica la puesta en marcha del Sistema Nervioso
rrollo de enfermedades del corazón, el cáncer y Simpático fundamentalmente, interviniendo también
los accidentes cerebro-vasculares, siendo, éstas, el Sistema Nervioso Somático. Prepara al organismo
unas de las principales causas de muerte en los para una acción motora inmediata e intensa.
países más desarrollados. Así pues, puede contribuir b) Sub-eje neuroendocrino: de actuación más
a aumentar la vulnerabilidad del organismo a lenta, supone la activación de las catecolaminas,
desarrollar trastornos de la salud, llegando a adrenalina y noradrenalina, cuando se percibe la
resultar nocivos para quien los padece. posibilidad de control sobre la situación, ayudando
a mantener y aumentar la actividad adrenérgica.
2. LA RESPUESTA DE ESTRÉS La primera de ellas, es segregada por la médula
Partiendo de la consideración de que el estrés, suprarrenal, especialmente en casos de estrés
básicamente, es un proceso complejo de mayor o psíquico y de ansiedad; la segunda, mana de las

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terminaciones nerviosas simpáticas, generalmente, Y, por último, en función de las demandas y
ante situaciones de estrés físico, de alto riesgo o recursos percibidos, organizamos la respuesta, o
de agresividad. lo que es lo mismo, se inicia la elección de la
c) Sub-eje endocrino: de activación más lenta acción adecuada.
y duradera que los anteriores, en el que el hipo­ El resultado final de este procesamiento cog­
tálamo segregará la hormona CRF (factor liberador nitivo será la selección de una estrategia de afron­
de corticotropina), que actuará sobre la hipófisis, tamiento o de acción.
provocando la secreción de la hormona
adrenocorticotrópica (ACTH), la cual va a incidir 2.3. A nivel conductual
sobre la corteza de las glándulas suprarrenales Este aspecto hace referencia a las conductas
(Alvear Méndez, A., 2004), produciendo, de este de manejo y afrontamiento, que irán, generalmente,
modo, corticoides (cortisol, corticosteriodes), mi­ orientadas a la solución de los problemas o fuentes
neralocorticoides (aldosterona), liberación de de estrés, o bien, centradas en la modificación de
prolactina (que inhibe la actividad reproductora y las emociones que dichos estresores originan en
sexual), endorfinas y encefalinas (que disminuyen el individuo. En el primer caso, van a depender
la percepción del dolor) y vasopresina (hormona mucho del contexto, siendo las segundas más
antidiurética), etc. (Crespo y Labrador, 2003), independientes de la situación y más ligadas a
que, una vez pasen al riego sanguíneo, van a tener características personales.
múltiples incidencias en nuestro organismo.
Sería obvio pensar que, como sugiere el pro­ 3. PRINCIPALES ALTERACIONES EN LA SALUD
fesor Cano Vindel, presidente de la SEAS (Sociedad RELACIONADAS CON EL ESTRÉS
Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés), A principios del siglo pasado, la doctrina
la mayor parte de los cambios biológicos que se psicoanalítica ya defendía que a cada enfermedad
producen en el organismo, cuando éste está le subyacía un conflicto o emoción diferente,
sometido a condiciones de estrés, no son percep­ aunque esta advertencia pasó sin mucho ruido
tibles para el ser humano, por lo que para deter­ ante la llegada de nuevas corrientes de estudio
minar el nivel de respuesta se van a necesitar dentro de la psiquiatría y la psicología. Selye (1956,
procedimientos diagnósticos. 1976), también anunciaba que el estrés de cual­
Así y todo, se han advertido una serie de quier tipo aumentaba la susceptibilidad a todas
efectos principales fruto de la activación de los las enfermedades. Mucho más reciente, es la
sub-ejes neural, neuroendocrino y endocrino. aportación de Richard Lazarus (1999), que refiere
que el estrés y el estilo de afrontamiento pueden
2.2. A nivel cognitivo afectar a nuestra salud de dos modos: alterando
En primera instancia, se va a producir una la neuroquímica del organismo y generando tran­
evaluación automática inicial no consciente, de sacciones (interacciones) peligrosas y perjudiciales
carácter emocional, en la que se va a valorar si con las condiciones ambientales. De ese modo,
la información percibida se considera amenazante existe la posibilidad de que: no logremos regular
o no amenazante. la angustia emocional con sus efectos somáticos
A ésta, le seguirá una evaluación primaria, y/o adoptemos un estilo de vida que conlleve
que supondrá una primera evaluación de las formas de manejo del estrés físicamente perjudi­
demandas requeridas y la categorización del ciales, como el tabaquismo, el abuso de alcohol
acontecimiento o situación con respecto al bienestar y otras drogas, o la adopción de excesivos riesgos
subjetivo del individuo, el cual lo puede considerar físicos. Todos estos aspectos aumentarían las
como irrelevante, positivo o negativo. Dentro de posibilidades de trastornos recurrentes o sistemáticos
este último, instalaríamos, por ejemplo, las situa­ bajo determinadas situaciones de estrés.
ciones amenazantes, de desafío y las de daño o En líneas generales, ante este tipo de contextos
pérdida, que van a ser las que más nos van a se produce, como hemos visto, un sobrefunciona­
interesar en esta revisión. miento de diversos sistemas del organismo y un
En tercer lugar, realizamos una evaluación debilitamiento del sistema inmunitario. A conse­
secundaria, que va a consistir en una valoración cuencia de esto, se podrán presentar o acentuar
de la situación con respecto a las propias habili­ los siguientes grupos de trastornos (Buceta y Bueno,
dades y capacidades de afrontamiento de la misma. 2001; Labrador, 1992):

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• Trastornos cardiovasculares: hipertensión, des para tragar, dolores de cabeza,
enfermedad coronaria (angina de pecho, infarto mareo, náuseas, etc.)
de miocardio), taquicardia, arritmias cardíacas - Motor o conductual: evitación de situa­
episódicas y Enfermedad de Raynaud. ciones temidas, fumar, comer o beber
• Trastornos respiratorios: asma bronquial, en exceso, intranquilidad motora, ir de
síndrome de hiperventilación, taquipnea, dificultades un lado para otro sin una finalidad
respiratorias episódicas (disnea) y sensación de concreta, tartamudear, llorar, quedarse
opresión en el pecho. paralizado, etc.
• Trastornos inmunológicos: gripe, herpes,
tuberculosis, Cáncer y SIDA. Además de la ansiedad, muestras de enfado
• Artritis reumatoide o ira, irritabilidad, tristeza, depresión u otras reac­
• Trastornos endocrinos: hipertiroidismo, ciones emocionales, fatiga física o alteraciones en
hipotiroidismo, Síndrome de Cushing, hipoglucemia el rendimiento, se pueden relacionar con el estrés.
y diabetes. Pongamos un ejemplo: durante la intervención
• Trastornos gastrointestinales: úlcera pép­ en un incendio forestal, situación potencialmente
tica, dispepsia funcional, Síndrome del intestino generadora de estrés en el personal interviniente,
irritable, colitis ulcerosa, molestias digestivas, probablemente, será necesario un mayor aporte
digestiones lentas, estreñimiento, aerofagia y es­ de oxígeno, por lo que la respiración será más
pasmos exofágicos. superficial y rápida, utilizando, principalmente, los
• Trastornos dermatológicos: sudoración músculos intercostales y siendo la parte superior
excesiva, prurito, dermatitis atípica, alopecia, de los pulmones la parte más activa de éstos. Esto
urticaria crónica, hipersecreción de grasa cutánea va a suponer un uso reducido de la capacidad
(seborrea, acné) y rubor facial. funcional de estos órganos, una peor oxigenación,
• Dolor crónico: lumbalgia, dismenorrea, etc. un mayor gasto energético y un aumento del trabajo
• Cefaleas: tensional, migrañosa y mixta. cardíaco. A consecuencia de esto, se va a producir
• Trastornos musculares: aumento del tono una alta expulsión de dióxido de carbono, lo que
muscular, tics, calambres, temblores y contracturas nos puede provocar mareos, desmayos, taquicardia,
musculares mantenidas, y alteración de los reflejos calambres, …que pueden desencadenar en una
musculares (hiperreflexia, hiporreflexia). sensación general de tensión, fatiga, malestar
• Trastornos bucodentales: bruxismo y liquen general y descenso del rendimiento en la
plano oral. intervención.
• Trastornos sexuales: eyaculación precoz, Siguiendo con el ejemplo de una situación de
impotencia, coito doloroso, vaginismo y alteraciones incendio forestal, pensemos que niveles extrema­
de la libido. damente altos o bajos de dióxido de carbono
Desde el punto de vista psicológico, la reacción pueden conducir a estados de inconsciencia,
más frecuente cuando estamos sometidos a estrés convulsiones, mareos y pánico. También, si este
es la ansiedad, identificándose por este motivo incremento es moderado, puede contribuir a la
diferentes síntomas en varias áreas del individuo: relajación general, por medio de la reducción del
ritmo cardíaco, la dilatación de los vasos periféricos
- Cognitivos: preocupación, temor, inse­ y la disminución de la actividad cortical, entre
guridad, dificultad para la toma de otros.
decisiones, miedo, pensamientos nega­ Haciendo un estudio comparativo con los
tivos sobre uno mismo, pensamientos resultados obtenidos por Sandín, B., (1999, 2001),
negativos sobre nuestra conducta ante sobre las alteraciones de la función inmune en
los otros, temor a que se den cuenta de situaciones de estrés crónico (como puede ser el
nuestras debilidades y dificultades, temor sufrido en un entorno laboral inadecuado), ante
a la pérdida de control, dificultades para la experiencia o vivencia de desastres naturales
pensar, estudiar o concentrarse, etc. (como un incendio forestal de grandes dimensiones)
- Fisiológicos: sudoración, tensión muscu­ se pueden reactivar los virus latentes del herpes
lar, palpitaciones, taquicardia, temblor, simplex virus, descender la actividad de las células
molestias de estómago, dificultades res­ NK, la de las células T, la de las células B y la
piratorias, sequedad de boca, dificulta­ producción de la interleucina-2, todas ellas rela­

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cionadas con el correcto funcionamiento del sistema • Cano Vindel, A. www/ucm/info/seas. “
inmune. Estrés Laboral”. Sociedad Española para el Estudio
Esto es sólo un simple ejemplo, propio de de la Ansiedad y el Estrés.
nuestra profesión, pero creo que puede ser suficiente • Crespo, M., Labrador, F.J. (2003). “Estrés”.
como para hacernos reflexionar. Si pensamos en Síntesis.
todos los factores potencialmente estresantes que • Lazarus, R. (1999). “Estrés y Emoción:
ya se detallaron en el número anterior de esta Manejo e implicaciones en nuestra salud”. Desclée
publicación, ¿qué nos puede hacer pensar que De Brouwer.
estamos exentos de esta afección, sea de un modo • Meichenbaun D., Turk, D. (1984). “ Estrés,
u otro?. enfrentamiento y enfermedad: una perspectiva
No obstante, sería imprudente y erróneo con­ cognitiva-conductual”. En “Psicopatología y estrés”,
siderar el estrés como algo que únicamente produce Neufeld, R.W.J. Ed. Toray.
una influencia negativa en nuestras vidas. Pensemos • Sandí, C., Cordero, M.I., Venero, C. (2000)
que, situaciones de estrés agudo, o de corta “Estrategias psicológicas y farmacológicas para el
duración, pueden ser beneficiosas para nuestro tratamiento del estrés”. Cuadernos de la UNED.
organismo. Por ejemplo, facilita el tráfico de linfo­ • Sandín, B. (2001). “Estrés, Hormonas y
citos desde la sangre hacia la piel y los nodos Psicopatología”. UNED y FUE.
linfáticos, incrementa la inmunidad celular y hu­ • Senabre Pastor, J.A . (2003). “La
moral, la función de las células T, la producción contaminación atmosférica producida por los
y/o función de citocinas, la actividad de las células incendios forestales y su repercusión en la salud
NK y la fagocitosis, por lo que aumentará nuestra del bombero”. En Revista Incendios Forestales, nº
respuesta inmune, la capacidad de curación de 9. AIFEMA. Granada (España).
las heridas, la resistencia a las infecciones y la • Senabre Pastor, J.A. (2004). “Manejo del
resistencia a tumores y cáncer. estrés en los incendios forestales”. Seminario para
los SPEIS del Consorcio Provincial de Alicante.
4. CONCLUSIONES • Senabre Pastor, J.A. (2004). “ El estrés en el
El estrés puede influirnos en los ámbitos bombero forestal”. En Revista Incendios Forestales,
biológico, psicológico y social, por lo que si no nº 11. AIFEMA. Granada (España).
contemplamos el contexto global de la vida de • Senabre Pastor, J.A. (2004). “El estrés en
nuestros trabajadores, incluida la vida familiar, los los profesionales de salud mental: a examen”. En
objetivos y los significados personales que hay en Revista Médica “Nuestros Hospitales”, nº 37. Junta
su vida familiar y laboral, no llegaremos a com­ de Beneficiencia de Guayaquil (Ecuador)
prender el estrés y las emociones que experimentan. • Senabre Pastor, J.A. (en preparación). “
Pensemos, que la vida sería aburrida e insatis­ Manual de Psicología para Bomberos”.
factoria sin cierto grado de estrés. Además, se
necesita experimentar esa pizca de tensión para
habituarnos a manejar con efectividad las amena­
zas, daños y pérdidas inevitables de la vida.
Bajo ciertas condiciones, el estrés nos conduce
a las personas a crecer, mientras que bajo otras,
nos traumatizamos y deterioramos seriamente.
Sobre cómo evaluar nuestro nivel de estrés y
como manejarlo y afrontarlo os hablaré, si me lo
permitís, en una próxima ocasión.

BIBLIOGRAFÍA
• Alvear Méndez, A. (2004). “Estrés”. En
“Revista de la Asociación Ecuatoriana de Psiquia­
tría”, Núcleo del Guayas. (Ecuador).
• Buceta, J.M., Bueno, A.M. y Mas, B, (2001)
“ Intervención psicológica y salud: control del estrés
y conductas de riesgo”. Dykinson.

9 Abril 2005

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