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fflSTORIA
GENERAL Y NATURAL DE LAS INDIAS,
ISLAS Y TIERRA-FIRME DEL MAR OCÉANO,

EL CAPITÁN GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO Y VALDÉS,


PRIMER CRONISTA DEL NUEVO MUNDO.

PUBLÍCALA LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA,


COTEJADA CON EL CÓDICE ORIGINAL, ENRIQUECIDA CON LAS ENMIENDAS Y ADICIONES DEL AUTOR,
É ILUSTRADA CON LA VIDA Y EL JUICIO DE LAS OBRAS DEL MISMO

D. JOSE AMADOR DE LOS RÍOS,


Individuo de Número de dicho Cuerpo, Catedrático de Ampliación de la Literatura Española en la Universidad de esta Corte, etc.

TERCERA PARTE-TOMO IV.

MADRID.
IMPRENTA DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA,
A CAICO PE JOSE BODBISCEZ, CALLE DEL FICTOS, HTM. 9.

1855.

Élwouffl BOTáNICA«.
0AKOEN LlBJ*»nv
ADVERTENCIA.

lid presente volumen encierra la III." Parte de la Historia general ij natural de


Indias, inédita hasta ahora, pues que solo se habían dado á la estampa en 1555
•y 1547 (Sevilla y Salamanca) algunos capítulos del libro L , á que puso Oviedo el
título de Infortunios é naufragios, según oportunamente queda advertido. Tiene*
pues, la Academia la noble satisfacción de ver cumplidos los justos deseos de
cuantos escritores nacionales y extranjeros echaban de menos y aun exigian de no-
sotros la publicación de esta celebrada historia, que ha conquistado á Oviedo seña-
lado lugar entre los cronistas del Nuevo Mundo. Mas al ver terminada la edición
de tan importante obra, creería faltar á uno de los más sagrados deberes, cuales
el de la gratitud, si no manifestara en este sitio que semejantes resultados son
hijos, en la parte económica, del incansable celo é inteligente solicitud de su di-
funto director, el Exmo. Sr. D. Luis Lopez Ballesteros. Cuando tuvo la Acade-
mia el imponderable sentimiento de perder á este dignísimo presidente, no solo
se habian impreso los tres tomos anteriores, sino que se contaba ya con los me-
dios necesarios para la conclusion de toda la historia.
Pagado este merecido tributo á la buena memoria de aquel respetable acadé-
mico , será bien dar razón de las materias que el primer cronista de las Indias
comprendió en esta 111.* Parte. Ante todo parece conveniente notar que sigue en
los doce libros, en que la divide, el mismo orden de narración adoptado para
las dos precedentes; método que si, como hemos observado, quebranta algún
tanto la unidad histórica, proporciona al lector cuantas noticias acopió el diligen-
te cronista hasta el momento de dejar la pluma; es decir, hasta el año de 1548,
última fecha que cita en sus tratados.
Tienen los doce libros de este tomo IV por objeto principal dar á conocer los
sucesos acaecidos en la conquista y población de las regiones australes de la Tier-
ra-Firme. Explicada en el XX la geografía ó asiento interior de las comarcas, que
se extienden desde el cabo de San Agustin hasta la tierra del Labrador, procura
en el XXXIX, primero de la referida 111.a Parte, describir la cosía ó litoral de
aquellas mismas comarcas, desde la boca occidental del Estrecho de Magallanes
hasta la ciudad de Panamá, y de allí al rio de la Posesion, preparando asi el
teatro de los extraordinarios sucesos de la conquista. Para lograr de una manera
YI ADVERTENCIA.
tan completa, como era posible en su tiempo, el referido propósito, no solamente
puso Oviedo en contribución la carta de marear, novísima entonces, del renom-
brado cosmógrafo Alonso de Chaves, sino que aprovechó también una esfera (una
poma) que le mostró el sçiente é reverendo fray Diego Muñoz de Salamanca, de la
Orden de Predicadores, coronando sus trabajos con el auxilio de otro mapa (figu-
ra en plano) que le suministró el piloto Nicolás Zamorano, práctico en la na-
vegación de aquellas costas.
El libro segundo, que solo consta de dos capítulos, se refiere igualmente á la
descripción geográfica de las regiones nuevamente descubiertas en la Tierra-
Firme por los conquistadores del Imperio Mejicano ; no sin que se narren tam-
bién las contenciones y altercados, habidos entre el famosísimo Hernán Cortés y
don Antonio de Mendoza sobre la legitimidad de los referidos descubrimientos.
Diversas son las materias que encierra el libro siguiente : comenzando con re-
cordar el concierto celebrado por los adelantados don Francisco Montejoy Pedro
de Alvarado respecto de la gobernación de Honduras, agregada finalmente á la
ele Guatimala, cuenta la expedición del último á las regiones del Sur, dase cum-
plida noticia de su infeliz muerte y de la de su esposa doña Beatriz de la Cueva;
y describiéndose la indicada ciudad de Guatimala, tal como existia por los años
de 4541, se relatan cuantas particularidades ofrece esta gobernación, asi res-
pecto de la fertilidad de sus tierras, como de los usos y costumbres de sus pri-
mitivos moradores.
La provincia ó reino de Nicaragua es objeto preferente del libro XLH de la
Historia general, IV.° de esta 111.a Parte. Oviedo, reconocida la condición é ín-
dole de los naturales de esta region, y expuestos como indispensables prelimina-
res , los curiosos datos recogidos por él en orden á sus peregrinas costumbres,
aspira á dar exacta noción de las creencias religiosas de este pueblo, valiéndose
al intento de la información hecha por fray Francisco de Bobadilla, de la Orden
de la Merced, en la misma ciudad de Nicaragua. Este documento, que inserta
por entero, es de sumo provecho para comprender la teogonia, profesada por los
indios, probando que lejos de merecer las injustas calificaciones de los que du-
daron de la existencia de su alma, tenian formada la más alta idea de la di-
vinidad , y creian al propio tiempo en la imortalidad del espíritu y en los pre-
mios y castigos, á que en otra vida estaba sujeto. El efecto de la predicación
del mercenario Bobadilla, después de reconocidas las creencias de los indios,
llama grandemente la atención de Oviedo, quien apuntado el número verdadera-
mente prodigioso de los que abrazan la religion cristiana, habla de las ceremo-
nias de su primitivo culto, y ofrece muy curiosos pormenores sobre la vida de
sus príncipes y magnates, sus matrimonios, bailes y cantares, única tradición
histórica asi de aquella como de las demás gentes ó naciones que poblaban el
Nuevo Mundo. Á estas investigaciones ha unido, y digámoslo asi, mezclado la
descripción del maravilloso volcan de Massaya y la memorable empresa de su re-
conocimiento por fray Blas del Castillo, cuya relación pudo rectificar el mismo
Oviedo, cuando en 1529 visitó el volcan referido. La muerte del famoso Pedrarias
ADVERTENCIA. VII
Dávila, que desolado el Darien y Castilla del Oro, obtuvo el mando de la pro-
vincia de Nicaragua; los desaciertos de Franciscode Castañeda que le sucedió,
como alcalde mayor que era allí á su muerte ; y por último la breve permanencia
de Rodrigo de Contreras en aquella infortunada comarca, forman los postreros
capítulos del mencionado libro XLII, interesante por tantos conceptos.
No son de igual sustancia los dos siguientes, pues que el primero está re-
ducido á dar algunos pormenores acerca de la costa austral de Castilla del Oro,
provincia de que se trató en el libro XXIX, y el segundo tiene por objeto referir
las malhadadas expediciones del adelantado don Pascual de Andagoya al rio de
San Juan, que solo produjeron su ruina, con la muerte de su teniente Payo de
Romero. Enlázanse no obstante con estos desagradables acontecimientos los no
más faustos, en que aparece como actor principal el adelantado Sebastian de Be-
nalcázar, quien no solo aprisionó y desposeyó al don Pascual de Andagoya de las
tierras que habia descubierto y poblado con autorización regia, sino que dio más
adelante injusta muerte al mariscal Jorge de Robledo, apoderándose de la provin-
cia de Popayan y sus anejos, que este gobernaba. Tan lamentables revueltas son
asunto del libro XLV, que termina Oviedo en 1548.
Más importantes que los anteriores y aun que todos los demás de la 111.a parte,
son los libros XLXVI, XLVII, XLVllI, XLIX, destinados á la narración de la
conquista del Perú, empresa no menos heroica y maravillosa que la llevada á ca-
bo por Hernán Cortés respecto del famosísimo imperio de Motezuma \ Oviedo,
toma el hilo de los sucesos desde que se forma aquella manera de compañia, en
que entra el astuto y desalmado Pedrarias Dávila con todas las esperanzas de lo-
gro y ninguna exposición, quedando todo el trabajo y gasto para el maestrescuela
don Fernando de Luque, y los soldados Francisco Pizarro y Diego de Almagro,
verdaderos debeladores del renio de los Incas. Reseñadas las primeras expedi-
ciones, cuyo escaso fruto produjo en el ánimo de Pizarro tal postración que hu-
biera abandonado la empresa, sin la perseverancia de Almagro; tomados en
cuenta los nuevos preparativos hechos por los tres compañeros, que logran
desasirse del codicioso Pedrarias por una suma considerable de castellanos, en-
tra Oviedo en la verdadera relación de la conquista, dándonos á conocer todos
los pasos de aquel reducido ejército, destinado por la Providencia á derribar en
Caxamalca el poderío del grande Atabaliba (Ataulpa). Esta inaudita victoria, no
esperada de los mismos españoles, poniendo en manos de Pizarro al dueño de
aquellas feracísimas comarcas, cuyas riquezas reducían á la nada cuanta magni-
ficencia habia soñado el antiguo mundo, constituye la más pura gloria de tan
renombrada empresa; naciendo ya de su propios despojos la feroz discordia, que
anublando los resplandores de aquella hazaña, riega el suelo del Perú de hi-
dalga sangre española. La amistad desinteresada y generosa, que había subi-
do á la cumbre de la prosperidad á Francisco Pizarro y Diego de Almagro,
vino á ser turbada por la codicia de los hermanos del futuro marqués, quie-

l Véase el lib. XXXIII de la 11.a Parte.


VIH ADVERTENCIA.
nes, atraídos por el cebo de los tesoros del Inca, habían dejado el hogar pa-
terno , para reconocer como superior al que solo consideraban antes cual des-
preciable bastardo. No olvida Gonzalo Fernandez de Oviedo, á pesar del dolor
que le causan estas desavenencias, cuyos fatales resultados predice á los mismos
conquistadores, trazar el cuadro de los sucesos posteriores al triunfo de Caxamal-
ca, revelándonos, con la honradez que le caracteriza, asi el mal trato dado por
el vencedor y los suyos al desgraciado Alabaliba, como las atrevidas expediciones,
hechas por los capitanes del nuevo gobernador para allanar la tierra. Esta parte
de Ja Historia, en que ya resaltan las grandes virtudes bélicas de nuestros mayo-
res, ya aparecen estos dominados por el ciego espíritu de bandería, lejos de ter-
minar con la muerte del mariscal y del marqués, abarca la escandalosa rebelión
de Gonzalo Pizarro, que sobrepuja en ambición y osadía ásus deudos y maestros.—
Desvanecido el tirano del Perú con la derrota del virey Blasco Nuñez Vela, recibe de
manos de Pedro de la Gasea el merecido premio de sus crímenes : el primer cronista
del Nuevo Mundo lograba, pues, comprender en su libro la epopeya de Gaxalmaca
y la tragedia de Xaquijaguana.—Para conseguir todo el fruto por él apetecido, no
solamente se valió, como lo tenia de costumbre, de testigos fidedignos, sus cono-
cidos, sino que logró copioso número de cartas de los principales capitanes, y
aun de los mismos Pizarros, teniendo presentes diversas relaciones, escritas á
vista de los sucesos: entre otras, que cita, extracta ó inserta íntegras, deben
mencionarse las del veedor Miguel de Astete, Diego de Molina, Alonso Dávila,
fray Francisco de Bobadilla, Diego de Almagro, y sobre todas la del capitán don
Alonso de Montemayor, por ser la más completa é interesante de cuantas llegan
á sus manos. Oviedo se sirvió también de la Conquista del Perú de Francisco
de Xerez, impresa en 4547 con la 1.a Parte de su Historia general de Indias l;
pero lejos de seguirle, lo contradice y enmienda en diferentes pasajes, mostrán-
dose poco pagado de su veracidad y exactitud históricas a.
El libro XII de la 111.a Parte, L y postrero de toda la obra, está destinado á la
relación de cuantos naufragios habian acaecido en los mares de Occidente desde
el descubrimiento de las Indias hasta el año de 1548, en que termina. Es por
tanto un curioso repertorio de interesantes anécdotas, no contenidas en otra obra
alguna, en las cuales aparecen á menudo puestos á prueba el valor, la fé y la
admirable constancia que mostraron en las adversidades y peligros los primeros
conquistadores del Nuevo Mundo. El último capítulo de este libro, con que se
cierra la Historia, se dirige á manifestar las razones, que tuvo el autor para pre-
ferir en su redacción la lengua castellana á la latina; razones bastantes á probar
el extravio de los que, teniendo el idioma patrio en poca ó ninguna estima, hu-
bieran querido hacer patrimonio de los doctos la crónica de la conquista más
popular que han presenciado los siglos.
Tales son , pues, las materias contenidas en esta III.0 y final Parte de la His-
toria general y natural de las Indias.
i Véase en el tomo I, pig. LXXIV de la Vida 2 Lib. XL Vi, cap. XIV, nág- 205, del presente
de Oviedo, la nota 35. volumen.
Este es el primero libro de la parte tercera, y es trigéssimo nono del número prin-
cipal de la Natural y general historia de las Indias, Islas y Tierra-Firme del mar
Océano de la corona é çeptro real de Castilla é de Leon : el quai tracta de la geo-
graphia é assiento de la grand costa é mares australes de la Tierra-Firme ó parle
exterior délia ; porque lo que está ynterior á la parte que está desde el Cabo de
Sanct Augustin hasta la tierra del Labrador, contado lo há la historia en el libro XXI
de la segunda parte destos tractados.

S. Ces. Cath. R. M.

lues ha placido á Dios, Nuestro Señor, el que he tenido porque salgan á luz es-
sin cuya voluntad imposible seria un so- tas cosas naturales desta General historia
lo hombre haya escripto tanta moltitud de de Indias. Bien conozco que estoy al cabo
historias é secretos del universo, infinitas de la vida, é véome quassi al principio de
gracias le doy porque me ha dexado ver la medula de los grandes é innumerables
aquestos tractados en tal estado : los qua- secretos que están por saberse del segun-
les no dubdo que han de ser con el tiem- do hemispherio é partes ignoradas é in-
po muy mejores que todo lo que en los cógnitas á los antiguos, pues tuvieron
treynta é ocho libros antecedentes yo he la mayor parte dellos, é aun quassi todos
escripto, aunque se junte con ellos lo que los que en tal materia escribieron, que la
en los siguientes escribiré, si no queda tórrida çona ó equinoçial línia de los ex-
por descuydo ó negligencia del que me tremos ó polos en lo que está debaxo de-
subçediere para los continuar con el mes- llos, que es deshabitado ; é pues dixo Pu-
íno cuydado: que ha sevdo muy continuo nió que de cinco partes del mundo no se
TOMO IV.
HISTORIA GENERAL Y NATURAL
habitaban sino las tres •, sigúese que lo tros españoles passar de la una parte á la
menos del supieron, é fué mucho más otra como de la Andalucía á Castilla, á
aquello de que no tovieron noticia los Navarra ó Aragon : assi que esto muy no-
passados; pues el mesmo auctor é otros torio está. Pero junto con lo ques dicho
afirmaron que del un trópico al otro no de aquel famoso auctor, me paresçe me-
se podia passar, á causa del excesivo ca- jor é tengo por cierta otra cosa lo quél di-
lor. É esso de la tórrida çona (que en- ce, tractando de los planetas, por estas pa-
trellos está) es error por cierto al pres- labras: tNos mostraremos en aquestas es-
sente muy averiguado, pues que cada dia trellas muchas cosas de otra manera que
nuestros españoles passan del trópico de los antiguos; non obstante lo qual, á ellos
Cáncer al de Capricornio é de aquel tor- lo atribuyamos, pues que nos enseñaron
nan á estotro. É ved que tan en contra á buscar ó inquirir las cosas del mundo,
está la verdad, que debaxo de la línia del por lo qual no debemos dexar de esperar
equinoçio en muchas partes de la Tierra- quel tiempo de continuo halle cosas nue-
Firme hallan más templada é fresca la vas2» . Con esta raçon me paresçe que sa-
tierra, ó más habitada ó tan dispuesta á tisface este auctor lo que de susso dixe
vivir los hombres allí como desta é de la del; y aunque apuntaba essas novedades
otra parte. É demás desso, debaxo de la en las estrellas, también se puede enten-
línia hay muchas sierras é montes con der en las cosas terrestres como en las ce-
perpétua nieve, á causa de su altura, lestiales : é ya tengo declarado ser assi,
pues que encumbrándose hacia el cielo, por lo quél dixo de la compusiçion de la
passan la region del fuego é penetran á tierra é del cielo, é por lo que en contra-
caliginoso ayre, para cubrirse de nieve é rio el tiempo nos ha mostrado é muestra
aver grandíssimo frió é hielos allá arriba; al pressente, quél ni otros muchos sabios
de que resulta la templança de la parte no supieron en ello.
inferior ó baxa ; y es la línia equinoçial ó É assi los que después de mí tomas-
tórrida çona donde aquesto se vé. sen este cargo de escribir las cosas de
El año próximo passado de mili é qui- estas partes, hallarán ó sabrán muchas
nientos é quarenta años, á ocho días del novedades, que podrán añadir ó acres-
mes de agosto, llegó á esta cibdad de çentar en augmentaçion destas historias,
Sancto Domingo de la Isla Española el li- para que siempre sea loado el Maestro é
cenciado Johan de Vadillo, oydorde Vues- inmenso Dios, hacedor de todo.
tra Magestad en esta su Real Audiencia é Porque en la segunda parte en el li-
Chançilleria que aqui reside, el qual fué bro XXI dixe la geographia é assiento
por mandado de Vuestra Magestad á la de la Tierra-Firme desde el Estrecho de
provincia de Cartagena de la Tierra-Firme Magallanes, é desde su embocamiento
cinco años, é continuando cierto descu- oriental truxe continuada mi relación
brimiento (como se dixo en el libro XXVII, hasta la tierra del Labrador, queda ago-
capítulo X de la segunda parte) fué á pa- ra que se diga desde el embocamiento
rar á la gobernación del marqués don oçidental costa á costa, començando del
Francisco Piçarro, é vido lo que tengo mesmo Estrecho é Cabo Desseado, que
dicho debaxo de la línia equinoçial, é con está á la parte del archipiélago, ques
él otros muchos lo vieron ; é antes quél y una de las dos puntas de aquel embo-
ellos y después, es tan cursado por nues- camiento , para que desde allí discurra-

Plin., lib. II, cap. 7. 2 Plin., lib. II, cap. 15.


DE INDIAS. LIB. XXXIX. PROHEMIO.
mos en demanda de la equinoçial, vi- nes de personas que merezcan crédito,
niendo de la parte austral hacia nuestro las quales no podrán bastar á que á mí se
polo, puesto que no está descubierto ni me quite, aunque esté engañado en lo que
sabido lo que desde allí hay hasta llegar dixere que oy, por todas estas raçones : la
á la gobernación del infeliçe, muy no- primera, porque yo no he podido ser pres-
table servidor de Vuestra Magestad el senteá todo: la segunda, porque he hecho
adelantado don Diego de Almagro, de bue- mis diligencias, informándome de hom-
na memoria, por la qual dificultad toma- bres que meresçen crédito: la tercera,
ré la primera tierra oriental que las cartas porque la tierra ha seydo riquíssima é
de navegar ponen, é desde allí daré prin- enriquescídose en ella los más atentos
cipio quanto á los grados é alturas del po- á sus ganancias que á escribir repertorios,
lo antartico, é llegaré ala çona tórrida, é aun porque los menos saben decir lo
é verné continuando la costa, allegándome que ven : lo quarto, porque partes ha ávi-
á estotro polo ártico hasta lo postrero que do donde una mano de papel un tiempo
se sabe de la mar del Sur de la Nueva valia un marco de oro ó más: lo quinto,
España, conforme á la figura de las car- porque aunque barato valiesse, no escri-
tas de los cosmógraphos Alonso de Cha- ben todos con una tinta ni con una vo-
ves (puesto que al pressente yo creo que luntad: lo sexto, porque á Vuestra Cessá-
aquesto se sabe más puntualmente en Es- rea Cathólica Sacra Magestad avrán in-
paña). Pero en tanto que otros lo ponen formado particularmente de las cosas é
más al proprio, como cada dia acaesçe, contenciones que en aquellas partes aus-
enmendando las cartas de navegar, diré trales han passado. É plega á Dios é á
lo que he sabido por este auctor, é des- Dios le plegad que haya seydo diçiéndole
pués, distinguiendo los libros adelante verdad, é no á sabor ó propóssito de los
escriptos, diré lo qué toca á cada gober- informadores: que sé yo que han y do de
nación particular de aquellas costas (digo muchas maneras é de muchas cautelas, é
donde hay poblaciones de chripstianos), si oyessen los tales aquel sermon del glo-
para que se guarde en este tercero volu- rioso doctor de la Iglesia Sanct Augustin
men ó parte la orden que he tenido en la para informar á Vuestra Magestad de lo
segunda precedente ; todavía suplicando . cierto, acordarse hian que hay Dios, é
á Vuestra Magestad Cessárea se tenga por ques más lo que del se espera quel placer
servido de mi desseo, é acepte esta mi ni pessar que se puede conseguir de la
ocupación con aquella clemente liberali- amistad de los hombres, diciendo menti-
dad que de tan alto é soberano príncipe ra , el qual sagrado Sánelo dice assi: «Es-
confio; é que en esto de la geographia di- te castigo le dan al pecador que al punto
cha del libro XXXIX no me mande culpar, de su muerte no se acuerde de sí mesmo,
pues yo no puedo al pressente más cor- pues que en la vida no se acordó de
rectamente decirla de lo que sus cosmó- Dios» K É assi creo yo que olvida á Dios
graphos nos la dan ( y aun venden pinta- el que se atreve á decir á su Rey cosa al-
da). En lo demás de los gobernadores é guna que no sea muy cierta é limpia de
gobernados vassallos que Vuestras Mages- cautelas.
fades tienen en aquellas costas de la mar Dios alumbre á Vuestra Magestad en
del Sur, diré lo que en ella he visto, é lo la manera que ha de tener^ara creer ó
que no he visto explicaré por informaçio- dubdar las cosas que oyere, é le dexe

i In sermone, De penitenliá.
4 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
acertar en todas é ver lo que más fuere goce después dé los otros más seguros
su servicio de aquel en cuyo lugar Vues- reynos del cielo, como vuestro real co-
tra Magestad es en. la tierra, para que raçon lo dessea.

CAPITULO I.
Relatando la geographia de la tierra é mares australes desde la boca oçidental del Estrecho de Magallanes
hasta el puerto de la cibdad de Panamá, reservando para en su tiempo lo que está por saberse de lo in-
cógnito del dicho Estrecho á esta parte.

Urn el embocamiento del famoso Estre- tiempo cómo se vaya sabiendo é verifi-
cho de Magallanes, á la parte oçidental, cándose lo que agora no se sabe, con lo
hay dos puntos*en su entrada é salida por que más me ocurriere. Bien es verdad
allí: la que está á la parte de la línia equi- que una nao que llevó un hijo del licen-
noçial se dice Cabo Desseado, é la que ciado Vargas, que su hermano es obis-
está al opóssito de la otra parte hacia el po de Plasençia, don Gutierrez de Var-
polo antartico se llama assimesmo Cabo gas, derecho fué al dicho Estrecho, é lo
Desseado ; é con el que dixe que está ha- passó é llegó al puerto de Lima. É yo he
cia la equinoçial, están próximas á él por visto una figura desta pausa ó tierra in-
allí muchas islas que se llaman el archi- cógnita, é no le di crédito porque no sé
piélago del Cabo Desseado, las quales ni quién la hiço ; ni quiero negarla, pues que
sus nombres particularmente no sabemos, si es vera, presto se pondrá en la carta
ni de la costa de la Tierra-Firme que con- de navegar: y esto se quede assi en aques-
tinúa con el dicho Cabo hacia la línia equi- ta pausa incógnita, dentro de la qual ha
noçial por la mar austral. Puesta una re- de aver é saberse muchos secretos.
gla ó un hilo derechamente desde el di- Discurramos, pues, en lo demás por
cho Cabo Desseado hasta el cabo del An- nuestra geographia, aunque á la verdad
guilla, en aquella distancia, medido aque- hablaré en ella no tan á mi sabor como
llo con un compás, hay ochocientas é desseara, dexando á cada cosa su proprio
cinqüenta leguas de camino en la carta nombre antiguo ó primero, como los in-
del cosmógrapho Alonso de Chaves. Es- dios le daban á cada puerto, río ó pro-
te cabo del Anguilla es en la goberna- montorio ó valle ó sierra é á lo demás;
ción del adelantado don Diego de Alma- porque estos nombres que nuestros espa-
gro; pero háse de advertir que en estas ñoles dan á estas cosas, ó son como he
ochocientas é cinqüenta leguas, midién- dicho en otra parte una suma de catálogo
dolas como es dicho por tierra incógnita, destos, no bien ni mal compuesta, sabida
háse de esperar quel tiempo mostrará ade- la causa e notorios disparates é nombres
lante que son muchas más, quando pun- dados á voluntad é compóssitos inconsi-
tual é ciertamente se sepa la costa ; é no derada é mal fundadamente. Dexemos
me maravillaría que fuessen más de mili aquesto, que no es poca cosa entre sabios
é quinientas, á causa de las entradas é saber nombrar estas cosas á proporción
salidas de las puntas é ancones é promon- del ser, valor é fertilidad, bondad ó de-
torios que la mar é la tierra en la cosía fetto de aquello que se nombra.
de nesçessidad ha de tener. Y esso decir- El cabo del Anguilla está en siete gra-
lo han los que me subçedieren, é yo diré dos de la otra parte de la línia equinoçial
lo que más desta materia supiere en mi hacia el polo antartico, é del cabo del
DE INDIAS. LIB. XXXIX. CAP. I. 5
Anguilla hasta la punta de Payta, vinien- tres grados de la otra banda de la equi-
do haçia la equinoçial, hay veynte leguas, noçial : é cerca della está otra isla menor
y está en seys grados menos un quarto de que se dice Sancta Clara, en los mes-
la otra parte de la línia equinoçial ; y en- mos tres grados é algo menos. Desde el
tre el cabo del Anguilla y el de Payta es- rio de Chincha se va á la costa al Ocsno-
tá, en la mitad del camino que hay del rueste treynta leguas hasta la punta de
un promontorio al otro, el rio que llaman Sancta Elena, la qual está en dos grados,
de la Silla, é cerca de la dicha punta de é algunos minutos de la otra parte de la
Payta está una isla que se dice de Lobos. línia equinoçial de la banda del Sur. Des-
Desde la punta de Payta al puerto que de la punta de Sancta Elena va la costa
llaman Parina se ponen diez leguas de derechamente al Leste veynte leguas hasta
abertura, en la qual en la mitad de la Odón: el qual Odón está en dos grados,
tierra adentro sale de tierra á la mar el como la dicha punta ; é cerca de allí ha-
rio de Sanct Miguel, que está veynte é cia la línia está una isla redonda junto á
cinco leguas de Payta, y en el camino é la costa que se dice Calango, que está en
costa está la dicha Payta, y el dicho puer- algo menos de dos grados de la otra par-
to de Parina en cinco grados de la otra te de la línia equinoçial. Desde Odón al
parte de la equinoçial de la banda del Sur. cabo de Sanct Lorenço hay veynte leguas
Más acá diez leguas está el Cabo Blanco, Sudueste Nordeste, en el qual camino más
el qual promontorio está en algo más de cerca de la punta está la provincia de
quatro grados é medio de la otra parte Collao; assimesmo está la punta de Sanct
de la línia á la banda del Sur. Desde el Lorenço en algo más de un grado de la
Cabo Blanco al rio de Tumbez se corren otra parte de la equinoçial. Desde la pun-
veynte é tres leguas Nordeste Sud ueste, ta de Sanct Lorenço se corren veynte é
y está el rio dicho de Tumbez en quatro cinco leguas Sudueste Nordestehasta Pas-
grados de la otra parte de la línia á la sao, que está junto á la línia equinoçial
banda del Sur. de la banda del Sur, é luego viene el ca-
Desde el rio de Tumbez al rio de las bo de Quexemiel, por el qual passa la
Balsas hay diez leguas, é córrense assi- equinoçial por aquella tierra; pero la opi-
mesmo Nordeste Sudueste, y está aquel nion de muchos es que la línia puntual-
dicho rio de las Balsas en algo más de mente passa por el puerto de Passao. Yen
tres grados y medio de la otra parte de la la mitad deste camino, entre la isla de
línia de la banda del Sur. Desde el rio Collao é la equinoçial, está una isla que se
de las Balsas hasta el rio y embocamiento llama isla de Plata, quatro ó cinco leguas
de Tamepumpa hay otras diez leguas; y de Puerto Viejo: el qual Puerto Viejo está
está la dicha boca en tres grados y me- desta parte de la punta de Sanct Lorenço
dio , é desta otra parte del dicho rio está algo más de un grado de la otra parte de
la población ó cibdad llamada Chincha, la línia. Passando de la línia equinoçial
la qual y el dicho rio están en los dichos hacia nuestro polo ártico veynte leguas,
tres grados y medio, é de la otra parte está el cabo de Sanct Francisco en un
de la equinoçial á la banda del Sur, en- grado é algunos minutos desta parte, el
frente deste embocamiento, está la isla qual cabo está Norte Sur con la dicha lí-
de Ampuna á * leguas de la costa, la nia. Desde el cabo de Sanct Francisco
qual es poblada é buena cosa, y está en vuelve la costa al Oriente treynta leguas,

i Hay un claro en el códice que sirve de texto.


G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hasta la punta que llaman de Mangles ; é diré qué cosa es el Perú, ó al menos la
quassi en el medio de essas treynta leguas noticia que del se tiene al pressente, y es
está la bahia de Sanct Mateo, é más acá aquesta. En el año de mili é quinientos é
está el rio de Sanctiago. Y está la dicha catorce años desde la cibdad de Sancta
punta de Mangles en un grado é un quar- María del Antigua del Darien el goberna-
to desta parte de la línia equinoçial; é dor Pedrarias Dávila envió cierta gente la
cerca de la costa, algo más acá, está la via del golpho de Sanct Miguel é de la is-
isla del Gallo en grado y medio desta par- la de las Perlas llamada Terarequi, que
te de la equinoçial. Desde la punta de avia descubierto el año antes el infeliçe
Mangles hasta el río de la Magdalena hay adelantado de la mar del Sur é primero
veynte é cinco leguas: en la mitad del descubridor de aquella costa Vasco Nu-
camino está una punta salida en la mar nez de Balboa : é desta gente fué por ca-
que se dice Cobacha ; el qual rio de la pitán un hidalgo llamado Francisco Be-
Magdalena está en grado y medio desta cerra , é la relación que primero se tuvo
parte de la equinoçial. En frente de aquel del cacique é tierra llamada Perú este ca-
embocamiento está la isla de Sanct Chrips- pitán la truxo: el qual salió del Darien con
tóbal en un grado é dos tercios desta par- ciento é cinqüenta hombres en el mes de
te de la línia. Desde el rio de la Magda- agosto de dicho año de mili é quinientos
lena hasta el rio de Palmas se corren é catorce , é tornó desde á cinco ó seys
treynta y nueve leguas al Nordeste, y en meses en el siguiente año de mili é qui-
estas está primero el rio de Sancta Marta nientos é quince, é truxo seys mili é tan-
y el rio de Sanct Johan y el rio del Perú; tos pessos de oro é algunas perlas é mu-
pero porque estos nombres son notables chos indios é indias de buena ó mala gra-
para adelante, diré algo más de lo que cia. É llegado á la mar del Sur, fué por la
aqui pensé decir. parte del Poniente encima de Panamá, é
El rio de Sancta Marta no es aquel que siguió al Oriente por la costa que llaman
acá en la mar del Norte se llama Sancta de Tamao, é passó el rio al cacique de
Marta ó rio Grande, sino otro llamado Tumaca, é llegó al rio é cacique de Cha-
Sancta Marta, que está en dos grados de pe, ques ya en el golpho de Sanct Mi-
esta parte de la equinoçial : y el rio de guel , do está la dicha isla de las Perlas,
Sanct Johan está en los mesmos dos gra- á quince ó diez y seys leguas de Panamá.
dos é algo más, é aqueste rio de Sanct Desde Chape fué al rio de Tocagre (que
Johan es donde fué á poblar el adelanta- otros llaman el cacique Quemado), é pas-
do don Pasqual de Andagoya en el año só al cacique Chameco é al rio del Sue-
de mili é quinientos é quarenta, del qual gro, ques el más poderoso rio de todos
ó de sus subçessos se dirá en su lugar. aquellos, en el qual entra el rio del caci-
El rio del Perú, de que tanta fama im- que Queracha, que otros llaman de la Ca-
propriamente se le ha atribuido á este rnea Nueva, y el rio de Tutibra, y el rio
Perú, está en dos grados é un tercio des- de Toto ; y en el cacique Jumeto ovo no-
ta parte de la equinoçial hacia nuestro ticia de otros caciques, é aun peló é robó
polo. Porque quadra aqui este nombre dellos lo que pudo, assi como de Tapicox,
Perú mejor que no llamar Perú á aquella Porore é Penaca. É adelante de Penaca
tierra del grand príncipe Atabaliba é á las está un rio que assimesmo entra en el
otras, donde han andado los capitanes que golpho de Sanct Miguel, que se dice Ju
fueron después del adelantado don Fran- meto, é ya es aquesto en la costa que
cisco Piçarro é don Diego de Almagro, tiene dicho golpho á la parte del Levante:
DE INDIAS. LIB. XXXIX. CAP. I.
é allí tuvo noticia este capitán como cier- tado, seyendo Pasqual de Andagoya,
tas jornadas adelante, la tierra adentro, criado de Pedrarias, gobernador de Cas-
está el cacique é provincia llamado Perú: é tilla del Oro, fué con ciertos navios é ca-
porque el dicho capitán Francisco Becer- noas al dicho golpho de Sanct Miguel, é
ra é los que con él yban eran poca gente subió la costa adelante, é segund él me
é cansada, é aquellas jornadas que le di- dixo, llegó á aquel rio del Perú que está
xeron que avia hasta el Perú son de mon- más acá del rio de Sanct Johan , é aun se
tañas é muy fragosas é ásperas sierras, oviera de ahogar allí, é anduvo en el
no se atrevieron él ni los de su compañía agua ciertas horas assido de una canoa
á yr al Perú, aunque les dixeron que que se trastornó con él é otros, de los
aquel cacique era muy rico. É dexó aque- quales algunos se ahogaron, é lo mesmo
llo reservado para su muerte é de otros hiciera él, si no fuera socorrido. É vol-
muchos en otro viage, é siguió la costa vióse á Panamá gastado é muy enfermo.
adelante hacia el Sur, é llegó al cacique Después tomaron la empressa de aquel
de Chiribuca, é ovo noticia de otros dos descubrimiento Piçarro é Almagro, é don-
caciques, llamados Topogre é Chucara, á de primero fueron por la industria de un
los quales assimesmo compuso, é de allí gentil é diestro piloto, llamado Bartolo-
passó hacia la punta de Canachine, que mé Ruiz de Estrada, fué al rio Perú, de
está en seys grados é un tercio desta par- que aqui se ha hecho mención, é al de
te de la línia equinoçial, la qual agora Sanct Johan, que está adelante, é á lo de-
llaman los chripstianos punta de Pinas. É más de que tantos thessoros se han re-
mucho más hacia el Oriente é atrás de lo cresçido en aquella tierra é mares austra-
que está dicho es el Perú, más de veyn- les. Después el dicho Pasqual de Andago-
te é cinco ó treynta leguas dentro de tier- ya fué á España, y en remuneración de
ra , é pónese ó debe estar á mi estimati- lo que dixe que sirvió é gastó en aquel su
va en los mesmos seys grados, poco más viaje, quando se oviera de ahogar, é por
ó menos, como el dicho golpho de Sanct otras causas é méritos de su persona, que
Miguel. Quiero deçir quel rio que se dixo á Sus Magestades les movieron, le hicie-
de susso, yo tengo por dificultad que sea ron merced de officio é cargo de la go-
ni vaya del Perú, pues que está en dos bernación del rio de Sanct Johan, é de
grados é un tercio, de manera que aun- allí hacia esta parte é hasta aquel otro Pe-
que esse rio se llame Perú, como estotro rú, de que dio noticia el capitán Francisco
cacique, que está donde he dicho, el nom- Becerra é de otras provincias. Aquesto he
bre es improprio para llamarse Perú la querido deçir aqui para que sepays, le-
tierra que Piçarro e Almagro conquista- tor, quel que hoy se llama Perú y es tan
ron. nombrado, no es el Perú, sino una pro-
El capitán Francisco Becerra, cómo en vincia ó reynos de otra manera llamados
essa sacón no estaban los capitanes des- por otros nombres, donde el príncipe
tas Indias tan acostumbrados á ver tanto grande Atabaliba é su padre Guaynaca-
oro ni hallarlo en tanta moltitud como va señorearon ; é en las partes australes
después se ha ávido, se volvió desde la donde los dichos adelantados Piçarro ó Al-
dicha punta de Canachine por la mesma magro é los que con ellos militaron tantos
costa de tierra del dicho golpho de Sanct millones de oro é de plata, é tantas é tan
Miguel hasta el rio que se dixo del Sue- presçiosas esmeraldas han ávido é se han
gro , é de allí por sus jornadas se fué al llevado fuera destas Indias, no son el Pe-
Darien. Siguióse después queste adelan- rú. Tornemos á nuestra gcographia.
HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Desde el río de Palmas, que está más É sin la de Terarequi hay otras isletas en
acá del que se dixo del Perú, hasta el aquel golpho, en que se hallan perlas mu-
Cabo Quemado, se va la costa al Norues- chas é buenas ; pero la de Terarequi c
te quince leguas, y está el dicho cabo en Otoque están pobladas, é también lo es-
tres grados desta parte de la línia del tán otras dos ó tres que están en frente de
equinoçio, y en la mitad deste camino es- Panamá, á dôs é á tres leguas de la cos-
tá una isla que dicen isla de Palmas ; y en ta, quel licenciado Gaspar de Espinosa,
la costa, entre el dicho cabo y el rio de alcalde mayor del gobernador Pedrarias
Palmas, hay otro que se llama rio de Bal- Dávila, quiso decir quél las avia descu-
sas. Desde el Cabo Quemado á la punta bierto , en lo qual él é los que lo dicen
de la Feria se corren treynta é dos ó se engañan ó yerran. E pensó que con
treynta é tres leguas de Norte á Sur, y hacer pintar este licenciado una carta á su
está la dicha punta de la Feria en cinco sabor é intitularlas islas de Sanct Pablo,
grados é un tercio desta parte de la línia avian los hombres de perder la memoria
equinoçial. Veynte leguas más acá del é quitar las gracias al capitán Gonçalo de
Cabo Quemado está el rio Copisagra, é Badajoz, que fué el que las descubrió é
más acá está otro que se dice rio de Ca- dexó con sus nombres proprios: la mayor
mazagra é punta de Pinas, é más acá está de las quales se llama Taboga, é assi co-
la dicha punta de Feria, á par de la qual munmente las llaman islas de Taboga.
pinta la carta una isla sin nombre. Desde Paremos ó concluyamos aqui este ca-
la punta de Feria hasta la punta de Pinas pítulo, por no cansar al letor, en la
que yo digo, q«ie se ha de decir de Ca- cibdad de Panamá, hasta la qual des-
nachine, ques de la entrada del golpho de la punta de Canachine se le pueden
de Sanct Miguel, se corre la costa algo dar quarenta leguas, pocas más ó me-
más de veynte leguas de Norte á Sur. Y nos : la qual Panamá está en cinco gra-
está la punta de Canachine, ó de Pinas, dos y medio desta parte de la línia equi-
ó Sanct Miguel, como ya se ha dicho, en noçial. De manera que quien toviere
seys grados é un tercio desta parte de la atención en lo que está dicho desde el
línia equinoçial : é los ríos que dentro des- cabo del Anguilla hasta Panamá, hallará
te golpho entran la carta no los pone, é que le he dado relación de quatroçientas
yo los dixe de susso ; y está la rica isla é veynte é tres leguas ; las doscientas é
de las Perlas, llamada Terarequi, desde tres hasta la equinoçial, é las doscientas
la qual á Panamá hay quince ó diez y é veynte desde la equinoçial á Panamá.
. seys leguas. Pero yo tengo que son por la costa desde
Desde la punta de Canachine ó del gol- la equinoçial á Panamá más de lo que es-
pho de Sanct Miguel, más al Oriente está , tá dicho : é déxase de decir lo que está
la punta de Chane, é pone la carta çin- por descubrir en las ochocientas é çin.
qüenta leguas: la qual Chane está á la par- qüenta leguas de la pausa, que se dixo
te oçidental de Panamá veynte é tantas que por un hilo ó regla hay hasta el cabo
leguas ; pero no particularice las islas que del Anguilla desde el Estrecho de Maga-
hay en medio dessas leguas, que son mu- llanes; porque han de ser muchas más
chas, sin la de las Perlas, dicha Terarequi, de nesçessidad por el assiento de la tier-
é sin la de Otoque, que están pobladas, ra, cuya forma al pressente no se puede
é también lo están otras que hay por allí. medir puntualmente, sin se saber.
DE INDUS. LIB. XXXIX. CAP. II.

CAPITULO II.
En continuación de la geographia é assiento de la Tierra-Firme desde la cibdad é puerto de Panamá hasta
el rio de la Possesion, ques en la gobernación de la provincia de Nicaragua.

I o he navegado lo que hay en la mar ó çient mill pessos de oro dio é le toma-
del Sur desde la cibdad é puerto de Pa- ron diverssos capitanes.
namá , ques en la gobernación de Castilla Desde la punta de Güera á la punta de
del Oro en Tierra-Firme, é de la lengua Buenavista se ponen veynte leguas ; pero
que los indios dicen de Cueva, hasta el andándolas por la costa, son más de veyn-
rio que llaman de la Possesion, á la par- te é cinco : y está la punta de Buenavista
te oçidental que está en la gobernación en seys grados y medio desta parte de la
de Nicaragua, é más de una vez é con línia, y en este camino está entre ambas
diverssos pilotos é hombres de la mar puntas el rio de Güera.
diestros en aquella costa : é comunmente Desde la punta de Buenavista á la pun-
ponen desde Panamá á la Possesion tres- ta de Sancta Maria hay veynte é tres ó
cientas leguas, navegándolo por alta mar veynte é quatro leguas, é andándolo cos-
é no costa á costa ; pero agora porné la ta á costa, más de quarenta é cinco. En
costa de la tierra é diré las leguas que este ancón está, en la parte más septen-
yo hallo por estas cartas modernas, é trional del, el puerto de Ponuba, el qual
digo assi. está en siete grados y medio desta parte
Desde Panamá hasta la punta de Cha- de la línia ; pero la punta de Sancta Ma-
me se ponen veynte é cinco leguas en ría está en seys grados é tres quartos des-
larga mar; pero corridas tierra á tierra ta parte del equinoçio : é dentro del dicho
por la costa son más de cinqüenta: aque- ancón é de las dichas puntas están las is-
lla punta está en siete grados y medio (di- las de Çebaco, á tiro de escopeta ó poco
go Chame) ; mas la mesma Panamá es- más la una de la otra, que son dos, é de
tá en ocho grados y medio desta parte buenas fuentes é torrentes ó arroyos. Y
de la línia equinoçial (indubitadamente), en la que está más al Leste está enterra-
porque yo he muchas veces tomado do aquel docto philósopho veneciano, lla-
allí el altura con el estrolabio y en di- mado Codro, que con desseo de saber los
verssos tiempos, y estando el sol desta secretos destas partes, passó acá é murió
parte de la línia, é también dando en el allí, y el piloto Johan Cabeças lo enterró
trópico de Capricornio de la otra parte en aquellas islas, donde á su ruego lo sa-
della. có á morir: é acabó encomendándose á
Desde la punta de Chame hasta la pun- Dios, como cathólico, non obstante que
ía de Güera hay veynte é cinco leguas, un dia ó dos antes emplacó al capitán Ge-
pero andándolas tierra á tierra son más rónimo de Valençuela, que le avia mal-
de treynta ; y está la dicha punta de Güe- tractado; é le dixo estas palabras el Co-
ra en seys grados y medio. Y entre am- dro : « Capitán, tú eres causa de mi muer-
bas puntas está el golpho que llaman de te, por los malos tractamientosque me has
Paris, porque allí estuvo un rico é pode- hecho*, yo te emplaço para que vayas á
roso cacique, llamado Paris; pero los es- estar á juicio ante Dios conmigo dentro
pañoles le hicieron presto pobre é flaco. de un año, pues yo pierdo la vida por íu
Notorio es que en veces más de noventa mal portamiento ». Y el capitán le respon-
TOMO IV. 2
10 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dio que no curasse de hablar aquellos tá una buena isla, que se dice Isla de
desvarios, é que si se queria morir que á Sancta Maria, é desde la punta de Sancta
él se le daría poco de su emplaçamiento: Maria hasta la punta de Bórica hay veyn-
quél enviaría un poder á su padre é abue- te leguas : dentro de las quales puntas hay
los é otros debdos suyos, que estaban en algunas islas, é la que está más afuera déla
el otro mundo, que le responderían como mar es la isla de Benamatia, é los chrips-
él meresçia. tianos, engañándose, la llamaron Sancto
El caso es quel capitán le pudiera ha- Mathias, la qual dicha isla está en seys
cer placer en contentarle, é sin poner na- grados desta parle de la equinoçial, é la
da de su casa, si quisiera: finalmente, punta de Bórica está en seys grados y
que el Valençuela murió dentro del tér- medio. En estas veynte leguas que he di-
mino quel otro le señaló ó dixo en su em- cho que hay de punta á punta, andándo-
plaçamiento. Yo estuve con el mesmo pi- las por de dentro, tierra á tierra, hay más
loto en la mesma isla, é me enseñó un de quarenta por la costa de la tierra. Esta
árbol, en la corteça del tronco del qual tierra de Bórica es muy fértil é de mu-
estaba hecha una cruz cortada, é me dixo chas é buenas pesquerías é ríos, é de mu-
que al pié de aquel árbol avia enterrado cha montería de puercos é venados é de
á dicho Godro : de forma que este murió otras salvajinas, é de muchos é buenos
en su officio, como Plinio 4 en el suyo, es- é grandes mameyes é de muchos cocos de
cudriñando é andando á ver secretos de los grandes. Dentro en la mar enfrente de
natura por el mundo. A este piloto le pes- Bórica, á diez ó doce leguas antes de la
saba mucho de la muerte de Codro, é le tierra de Norte á Sur, é otras tantas ade-
loaba de buena persona : é á otros que le lante é más, en espacio de treynta é cua-
tractaron he oydo decir lo mesmo, é me renta leguas de mar, pocas más ó menos,
dixo que, estando apartados de tierra en hay innumerables culebras negras por
la mar, le rogó que por amor de Dios le encima é amarillas por debaxo, é de lo
sacasse á morir fuera de la cara vela en negro baxan unas puntas en los lados, é
una de aquellas islas, y el piloto le dixo: de lo amarillo suben otras puntas éntrete -
« Miçer Codro, aquello que decís que son xidasen los costados, como dientes ó pun-
islas, no lo son, sino tierra doblada, é no tas amarillas é negras, que entran unas
hay islas allí». Y él replicó: «Llévame, en otras, é ándanse sobre aguadas, é llá-
que sí hay dos buenas islas junto á la cos- mase aquello el golpho de las Culebras:
ta é de muy buen agua, é más adentro son más gruessas que el dedo pulgar de
está una grand bahía ó ancón con un buen la mano, é de quatro palmos de luengo é
puerto en la Tierra-Firme ». É assi era la menores. (Lám. 7.a, fig. 7.a)
verdad, y el puerto por quien Codro de- Desde la punta de Bórica hasta el ca-
cía, es el de Ponuba, del que de susso se bo de Sancta Maria que está más al Oçi-
dixo ; y el piloto quedó maravillado des- dente, hay quince leguas, é nácese un
pués que salieron en tierra é vido ser có- grand ancón redondo de promontorio á
mo Codro avia dicho, sin aver estado allí promontorio, é ambos están en una altu-
cliripstiano alguno ni saberse tal puerto ra é grados, é llámase aquella mar que
de ningún español. Passemos á lo demás. está entremedias Golpho de Osa, dentro
Cerca desta punta de Sancta María es- del qual hay un buen rio ; pero estas quin-
f, Murió Plinio, subiéndose al monte Vesubio, las cumbres, é agora es todo aquello muy buenas
que agora se llama de Soma en el reyno de Ñapó- viñas.
les , que en aquel liempo echaba fuego é humo por
DE INDIAS. LIB. XXXIX. CAP. II. 11
ce leguas por dentro son largamente y medio. En este camino destas quarenta
treynta. Desde el cabo de Sancta Maria leguas están la punta de Sanct Lácaro y
hasta la punta que está cerca de la isla el golpho de Sanct Lúeas é algunas islas
del Gaño, hay diez é ocho ó veynte leguas, pequeñas : é hasta este golpho de Sar.ct
ó la dicha isla está cerca de tierra ; é llá- Lucas es hasta donde llegó con la vista é
mase del Caño, porque segund fui infor- no con los navios el licenciado Gaspar de
mado del piloto Johan de Castañeda, que Espinosa, quando fué á descubrir por la
la descubrió en compañia del licenciado mar del Sur con los navios que avia he-
Gaspar de Espinosa, hay allí un caño de cho el adelantado Vasco Nuñez de Bai-
una fuente natural, muy hermoso, que cae boa ; pero no entró el dicho licenciado en
de una peña alta, é pueden meter la bar- el dicho golpho, é de allí adelante descu-
ra debaxo y henchir las pipas que quisie- brió después el capitán Gil Gonçalez Dá-
ren dentro de las barcas, é es tangruesso vila. Desde el puerto de la Herradura en-
ó más que un círculo de un real de plata tra aquel golpho de Orotiña ó de Nicara-
castellano. Esto doy al precio que lo ove; gua diez é ocho ó veynte leguas de longi-
porque aunque lo he preguntado á otros, tud , é por la otra costa yendo hasta el di-
no lo han visto ó no lo saben tan puntual- cho cabo otras tantas, que son por todas
mente : é passé dos veces bien cerca de quarenta leguas dentro de la ensenada é
esta isla é con determinación de ver si deste golpho é de sus islas, que son Cha-
era assi como lo he dicho ó me avian in- ra, Chira, Cachoa, Irra, Urco é Pocosi,
formado , y el tiempo no dio tal oportuni- que todas están pobladas é son fértiles.
dad, como yo quisiera, para comprobar Ya lo tengo escripto en el lugar alegado,
lo ques dicho, é assi nos convino apartar é no hay para qué repetirlo aqui ; pero yo
é meternos más á la mar. La punta de la estuve en aquel golpho ó islas que están
Tierra-Firme que está más cerca de la di- dentro del, é tomé el sol muchas veçes é
cha isla del Caño, está en siete grados de assimesmo el estrella (porque tuvimos
aquesta parte de la línia del equinoçio, y nescessídad de reparar allí la caravela), é
en los mesmos está la dicha isla del Caño. hallé el golpho de la Herradura quassi eu
Desde la dicha punta ó isla del Caño hasta nueve grados, y el Cabo Blanco en ocho
el Cabo Blanco ó al puerto de la Herra- y medio, é la isla de Chira en diez, é la
dura hay quarenta leguas, la vuelta del de Chara en nueve é dos tercios, é la de
Poniente: é aqueste puerto y el dicho Pocosi en nueve é algo más de medio
Cabo Blanco es el embocamíento del gol- grado desta parte de la equinoçial. Lo
pho de Orotiña, alias golpho de Nicara- que dixe primero es de las cartas de na-
gua, é otros le dicen golpho de Güestares, vegar, y esto último vi yo, si lo supe en-
ques otra nación. Deste golpho tracté é tender, é aun en compañia de pilotos
aun le pinté en el libro XXIX, capítu- diestros.
lo XXI de la segunda parte *. Está el dicho Desde el Cabo Blanco hasta el puerto
puerto de la Herradura en ocho grados de la Possesion ponen á ojo los pilotos
de la línia equinoçial, y el dicho Cabo çient leguas, é hasta el dicho cabo desde
Blanco está en siete grados y medio, se- Panamá doscientas ;^ero ya desde Pana-
gund la carta; pero otros le ponen en má he dicho más puntualmente lo que hay
ocho é al puerto de la Herradura en ocho conforme á las cartas. Dígase agora lo que
* En efecto menciona Oviedo este golfo en el no existe, por lo cual no fué posible reproducirlo
eitado libro y capítulo ; pero el diseño, de que tra- en el tomo anterior, á que correspondía.
ta, ó no llegó a trazarlo, ó se perdió, pues que ya
12 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hay desde este cabo al Oçidente hasta el vista, quiérome creer á mí. Este puerto
rio é puerto de la Possesion. de la Possesion está en trece grados jus-
Digo que desde el Cabo Blanco hasta tos desta parte de la línia equinoçial ; é
una isla que la carta llama Moya, pone yo estuve allí doce ó trece dias en tierra
veynte é cinco leguas, y en estas nombra á par del puerto, esperando tiempo para
á Pocosi; y es mucho engaño, porque Po- navegar, y estaban dos pilotos, el uno
cosi es una isleta dentro del golpho de Johan Cabeças, y el otro se deçia Johan
Nicaragua, vel Orotiña, é no tierra fuera Miguel, diestros en aquella costa, y ellos
en la costa ; é nombra Arraçifes é Pari, é é yo juntamente, cada uno por sí, toma-
también se engaña, que no ha de decir mos el altura del sol é de las estrellas mu-
sino Paro, ques un buen cacique é rio; é chas veçes, é siempre lo hallamos todos
dexa de nombrar el puerto de las Velas, en conformidad ser asi, é no aver más ni
que está en la costa delante del Cabo menos de trece grados. Este puerto está
Blanco, é luego comiença el golpho que trece ó catorce leguas de la cibdad de Ni-
llaman del Papagayo, é aun á veces es caragua , que está la tierra adentro en la
de más la navegación; é llámanle assi, provincia de Nagrando, junto á una de
porque los papagayos las más de las ve- las lagunas grandes, de las quales en su
ces hablan é cherrian sin voluntad de su lugar se hablará más copiosamente. Este
dueño ; é assi allí las cuerdas é xarçias puerto tiene en la embocadura una isla al-
de los navios paresçe que hablan é sue- ta de peña tajada é llaníssima : podrá te-
nan más de lo que querian los que por ner de circunferencia una pequeña legua:
aquel golpho navegan. la boca más oriental deste puerto es me-
La isla dicha Moya está cerca de la nos hondable que la oçidental. Allí ma-
costa, en siete grados é dos tercios desta tamos muchos pescados de un palmo ó
parte de la equinoçial, é hay hasta ella poco más ó menos, de los quales no per-
desde el dicho Cabo Blanco veynte leguas mitiera Pitágoras comer á sus discípulos,
(después de la dicha isla de Moya hasta el qual les mandaba tener silencio cinco
el rio ó puerto de la Possesion) cinqüenta años primero que goçassen de su dottri-
é cinco leguas ó más ; pero como la costa na, é que comiessen peces, porque son
va enarcándose, bien se pueden contar callados ; lo que no eran aquestos que en
ochenta hasta la Possesion desde el Cabo aquel puerto tomábamos, porque á la
Blanco ó más, non obstante que los hom- verdad, echados en una caldera una do-
bres de la mar comunmente las cuentan cena dellos, no hacen menos ruido que
por ciento bien cumplidas. Y en este ca- otros tantos cochinos gruñidores. Son ar-
mino desde la dicha isla de Moya, siguien- mados de malos é agudos dientes, é lla-
do al Poniente veynte leguas, pone la mados acá los hombres de la mar ron-
punta de Catalina en ocho grados é dos cadores , é sónlo en tanta manera que yo
tercios desta parte de la línia, é desde no he visto cosa semejante, segund su
allí á la Possesion treynta é cinco; pero mucho gruñir ó roncar; pero es muy buen
en estas pone en la carta una isleta que pescado é sano, é menos flemoso que
nombran Nicaragua é un rio llamado Me- otros, é de escama.
sa ; é pone el dicho puerto de la Posse- Tornando á nuestro propóssito é cami-
sion en poco más de diez grados, en lo no , yo he dado relación particular en es-
qual se engaña mucho la carta é quien le tas trescientas leguas que se ponen en
informó al pintor della, porque como he larga mar; ó digo lo que hay más pun-
dicho (en algunas partes) en lo que sé de tualmente por la costa, é hallo que son
DE INDIAS. LIB. XXXIX. CAP. II. 13
trescientas é noventa, aunque como he Gonçalez Dávila, de la qual era piloto ma-
dicho, hallo en la carta veynte menos des- yor Andrés Niño, tomó allí la possesion
de el Cabo Blanco hasta la Possesion, de de la tierra por Su Magestad, quando fué
lo que los hombres de la mar lo marcan: por su mandado á descubrir por la mar
que á la verdad hay çient leguas ó más, é del Sur, como -se dixo en el libro XXIX
seguramente por la costa é tierra no pode- de la segunda parte destas historias, en
mos hacer este camino menos de quatro- el capítulo XXI. Passemos á lo demás de
çientasleguas. Llamo el puerto de la Posse- la geographia.
sion y porque la armada del capitán Gil

CAPITULO III.
Continuándose la geographia de la costa de la Tierra-Firme en la mar austral, desde el golpho ¿ puerto do
!a Possesion, que es en la gobernación de Nicaragua, siguiendo la via del Poniente hasta el rio de Sancti
Spiritus, ques hasta el pressente tiempo lo último que en la carta de navegar está notado al Poniente de la
Nueva España la vuelta del Norte, como más puntualmente se dirá en este capítulo, conforme á la pintura
de la carta moderna del cosmógrapho Alonso de Chaves.

D. "esde el puerto é rio de la Possesion, costa, quanto más adelante va al Poniente,


en la provincia de Nicaragua, seguiré la más se va enarcando é dando la vuelta al
costa al Poniente é Septentrion todo lo Norte, é los grados aumentándose, é han
que hallare notado en la geographia des- de ser más de los trece que he dicho poco
tas cartas de navegar, aunque en la ver- apoco. É por tanto, ávido aquesto por má-
dad, como son tierras nuevas, no me sa- xima, tomad , letor, lo que aqui diré por
tisfago en algunas cosas desta pintura; relación del cosmógrapho que he dicho,
porque los que navegan por acá más se como lo halláredes, pues yo no he passa-
siguen por derrotas la carta en la mano do del dicho puerto. Si errare, halláredes
que por el estrolabio : ni lo han menester que de allí adelante no es mió lo que di-
donde la tierra se ve, porque su intento ré , sino del cosmógrapho Alonso de Cha-
es solamente hacer su camino é no yr ves é de su carta, é no solamente en ella
apuntando puntualmente las alturas, ni sino después, diré lo que expresa por el pa-
aun lo saben hacer los más dellos. Assi tron nuevo acabado y examinado por to-
los errores que aqui se hallaren, no serán dos los cosmógraphos de Su Magestad el
mios, donde los oviere, sino de los que año de mili é quinientos é treynta y seys
no saben informar á los que en Sevilla en en Sevilla ; pero yo quisiera más que dos
España hacen estas cartas. ó tres dellos lo ovieran visto é navegado.
Ya dixe de susso que en la carta hallo Torno á decir aquella auctoridad de Plinio
que ponen el rio del puerto de la Posse- que dice que estas cosas encubiertas é
sion en diez grados ó poco más, é sé yo inextricábiles assi las da é las cuenta, co-
muy cierto, y he visto, medido y experi- mo las ha resçebido', puesto que aquesto
mentado muchas veces aquello, é son tre- no es ininteligible, si los que lo apuntaron
ce; porque con pilotos é hombres diestros lo entendieran bien, y en cada puerto ó
del quadrante lo examiné allí, estando de- parte hicieran la diligencia y examinaçion
tenido por falta de tiempo, é sé que la como convenia, ó como yo la hice en es-

i Plinio, lib. II, cap. 23.


14 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
te puerto de la Possesion : el qual nombre trion de lo que esta carta moderna dice.
le dio el capitán GilGoncalezDávila, que Desde la dicha bahia de Fonseca hasta el
fué criado del obispo don Johan Ruiz de golphete de Chorotega hay algo más de
Fonseca, obispo de Burgos, presidente del veynte leguas. Háse de decir Chorotega
Consejo de las Indias, y el piloto Andrés Malalaco.
Niño, quando lo descubrieron, como be Estos indios chorotegas son de otra
dicho. É llamáronle assi porque demás de lengua por sí, é más varones é hombres
lo que otros capitanes avian descubierto de guerra que los de la lengua de Nicara-
de aquella costa, fué allí donde en lo que gua, é la lengua de Nicaragua é la de
estos ni otros españoles no sabian, toma- México ó Temistitan en la Nueva Es-
da possesion en nombre de Su Magestad. paña es toda una. Los chorotegas to-
Desde allí se corren al Norueste quince dos comen carne humana, é también
leguas hasta la bahia de Fonseca; é pues hay gente dellos entre los de Nicara-
la costa ya vuelve al Norte, de raçon gua; é antes que chripstianos allá pas-
avia de estar en más grados desviada de sassen tenian guerra los unos con los
la equinoçial quel puerto de la Possesion. otros, porque assi como difieren en las
É pone la carta que he dicho esta boca lenguas, assi en çerimonias é ritos é
de la bahia en once grados, ques noto- amistad, y en todo lo demás son diferen-
rio error, pues avia de poner catorce : é tes. Está en el golpho de Chorotega é
aquesta ignorancia, como he dicho, no dentro de aquel ancón, que se puede de-
es de los que hacen las cartas, sino de cir más propriamente golpho, una isla re-
quien los informa, porque es imposible donda é poblada é otras pequeñas yer-
(jue dexe de estar en los catorce, poco mas, que son escollos: é pénenla en esta
más ó menos. De aqui adelaute no quie- carta en once grados é algunos minutos,
ro repetir más estas faltas, por la raçon é córrese del Leste al Hueste; pero el
que he dicho, sino conformándome con promontorio que tiene la bahia de Fonse-
Plinio, darlo como me lo dan élo veo pin- ca hacia Poniente ó hacia Thorotega \ llá-
tado. mase Cabo Hermoso.
Debaxo de la Possesion está un rio que Desde aquella boca ó isla de Thorote-
llaman Sanct Pedro, é dentro de aquella ga hasta el rio del Campo pone la carta
bahia está una isla, entre otras menores, siete é ocho leguas, y en la mesma altu-
quel dicho piloto é Gil Gonçalez la llama- ra de Chorotega, é de allí se va la costa,
ron Petronila, é á la bahia Fonseca, ques é trae ocho leguas hacia el Norte, é de
el un nombre y el otro un disparate, é por allí va otras doce ó trece hasta el rio
ochar cargo al dicho obispo por algunos Grande, la boca del qual pone esta carta
respectos que no son para la historia, ni en doce grados. Desde el rio Grande
fueron bien puestos. Assi que, no curan- hasta el golpho de Guaçetan pone el cos-
do dessas faltas de la graduación, passa- mógrapho Alonso de Chaves çient leguas,
ré de largo, con protextaçion que quan- las quales se corren del Leste al Hueste,
do oviere las cartas enmendadas, si yo é assi está en los mesmos doce grados é
fuere vivo, enmendaré lo que aqui diré, altura este golpho de Guaçetan que está
conforme á mejor examinaçion ; pero pa- el rio Grande ; pero en estas çient leguas
ra mí yo creo que hay assaz faltas en esta hay adelante del rio Grande todo lo que
costa, é que está más puesta al Septen- aqui diré subçesivamente : Rio de Maris-

i Thorotega : mas arriba Chorolega.


DE INDIAS. LIB. XXXIX. CAP. III. 40
ma, Rostro Fragoso, Los Frayles : estos dicho ancón tiene hay diez leguas, y en
son tres isletas en triángulo á la punta ó la vuelta del dicho ancón otras tantas,
boca de un rio, é hasta estos Frayles des- que son veynte en todas, y está la dicha
de el dicho rio Grande hay treynta le- punta del ancón que he dicho en doce
guas. É más adelante está el Aguada de grados é un quarto. Desde la punta del
Briça, é más al Poniente está el rio de dicho ancón hasta Tegoantepequc hay
Guatimala, ques en la gobernación del veynte é cinco leguas, é la costa se vuel-
adelantado don Pedro de AI varado, des- ve en arco, como medio grado al Norte, y
de la qual al dicho golpho hay quarenta en el camino están los Pegios; y está el
é cinco leguas, poco más ó menos. De- dicho Tegoantepequc é su puerto ó rio
lante de Guatimala está la Playa, é más en trece grados, segund esta carta. De-
adelante Rio Çiego, é adelante está el an- lante de Tegoantepequc eslá Tuantepe-
cón de Matas, é más adelante el rio de que, é más adelante Çacatula, é desdi!
Sanct Gregorio, é más adelante Soconus- Tegoanlepeque hasta Çacatula hay poco
co , é más adelante las sierras de Gil Gon- más de veynte leguas al Hueste : é la di-
çalez Dávila, é más adelante está la pun- cha Çacatula está en los mesmos trece
ta de Çitula, donde se cumplen las dichas grados tras un ancón redondo de muchos
çient leguas, ques á la entrada del gol- baxos ; é de la parte del Poniente en la
pho de Guaçetan. punta del ancón de Çacatula hay otras is-
É de allí adelante al Poniente entra letas pequeñas. Desde Çacatula hasta Ca-
un ancón al Hueste derechamente, que bo de Isleos hay treynta leguas, y está el
Iura veynte é cinco leguas de longitud dicho Cabo de Isleos en trece grados des-
é terna de latitud seys ó siete ó ocho ta parte de la equinoçial. Desde el Cabo
leguas, poco más ó menos, é vuelve de Isleos hasta la mitad de la boca del
á subir la otra costa del mesmo ancón ancón de Coluna hay treynta leguas (el
otras veynte é cinco leguas al Leste : é qual dicho ancón ó bahia le pintan lleno
todo aquello se cuenta del dicho gol- de baxos), y está aquel embocamiento de
pho de Guaçetan, y está en los dichos Coluna en catorce grados desta parte de
doce grados desta parte de la equinoçial, la línia equinoçial. Desde la mitad del em-
ó en la punta de aqueste embocamiento, bocamiento ó bahia de la Columnia * has-
que está de la banda del Sur, é lo llama la ta la mitad de otro ancón, que está al No-
carta Laguna de Cortés. Desde esta punta rueste, hay veynte é cinco leguas, y es
de la Laguna de Cortés al golpho ya di- de notar que todo lo que hay desde el
cho , la qual punta está en once grados y Cabo de Isleos hasta este ancón postrero
medio, se corren quassi quarenta leguas al ques dicho, se corre Norueste Sueste, y
Hueste quarta de Sudueste hasta la punta está este ancón en catorce grados é tres
de Coy ta, que está en once grados. Des- quartos.
de la punta de Coyta al Rio Cerrado, hay Desde el ancón que he dicho hasta el
sessenta leguas, y en estas hay muchas rio Grande se corren otras veynte é cinco
islas pequeñas é isleos, y está el dicho Rio leguas assimesmo al Norueste, y está la
Cerrado en trece grados desta parte de la boca de dicho rio Grande en algo más de
línia equinoçial, é allí á par del se hace quince grados; é delante del dicho rio
un grand ancón. Grande la vuelta del Huessudueste están
Desde el Rio Cerrado á la punta quel tres islas , que van una delante de otra,

* Columnia. Antes había dicho Coluna.


16 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cercanas é sin nombre. Desde la punta te libro é geographia del hasta en fin del
oçidental del rio Grande hasta la Playa año que passó de mili é quinientos é qua-
hay treynta leguas, y está la punta infe- renta años, atendiendo lo que más nos
rior de la dicha Playa en diez y seys gra- enseñare el tiempo pressente y el venide-
dos desta parte de la línia. Desde la Playa ro. Y en todo lo que he dicho he dado
hasta Cabo Salido hay treynta leguas. Es- relación desde el cabo del Anguilla, que
tá el dicho Cabo Salido en diez y seys gra- está en la costa austral de la otra parte
dos y medio desta parte de la línia equi- de la línia equinoçial hasta el rio de Sanc-
noçial. Desde el Cabo Salido hasta la pun- ti Spiritus, que está en la parte septen-
ta inferior del golpho Salado hay algo más trional é mares exteriores de la otra parte
de treynta leguas, y está el dicho golpho de la Tierra-Firme, hasta agora que es-
é punta en diez y nueve grados desta par- tamos ya en el año de la Natividad de
te de la línia. Desde la punta del golpho Nuestro Redemptor Jesu Chripsto de mili
Salado hasta el rio de Sancti Spiritus hay é quinientos é quarenta y siete años, mili
quarenta leguas, y está la boca deste rio é quatroçientas é treynta leguas : é que-
en veynte é un grados y un quarto: é des- damos en la parte austral por saber lo
de allí adelante no hay escripto ni nom- que hay puntualmente desde la dicha
brado más en la carta, salvo lo que pintan punta ó cabo del Anguilla hasta el embo-
en ella sin nombre alguno, señalando que camienío oçidental del Estrecho de Maga-
la costa se va todavia enarcando hacia el llanes , ques la pausa de lo incógnito que
Norte. É yo soy de opinion questos gra- tasé en ochocientas é cinqüenta leguas:
dos desde el rio de la Possesion adelante las quales juntadas con las sussodichas,
en todas las partes nombradas hasta el serian dos mili é doscientas é ochenta y
dicho rio de Sancti Spiritus, son tres gra- cinco leguas por todas, non obstante que
dos más de lo que la carta pinta. De ma- aquestas ochocientas é cinqüenta han de
nera quel dicho rio Sancti Spiritus es- ser muchas más, sabiéndose puntualmen-
tará en veynte é quatro grados, poco más te aquello. É quedan á la parte septen-
ó menos. Póngolo assi, porque como he di- trional desdé el dicho rio de Sancti Spiri-
cho, siempre se va la costa hacia el Norte. tus hasta la tierra del cabo del Labrador,
Por manera que si he sabido darlo á que está assimesmo por saber, muchas
entender (ó el letor ha comprendido lo leguas de costa, segund la pintura del
que he dicho) yo he dado relación parti- mundo nos requiere que se sospeche de
cular en este capítulo de seysçientas é lo que se espera saber adelante.
doce leguas, con que se dá fin al pressen-
DE INDIAS. LEB. XXXIX. GAP. IV. 17

CAPITULO IV.
De cierta relación quel auelor ó historiador supo de otras nuevas tierras en la mesma costa austral, conti-
nuándola por relación é aviso de una poma en cuerpo esphérica, que desde la villa de la Habana le envió
un devoto é sçiente reverendo padre, llamado fray Diego Muñoz de Salamanca, de la Orden de los Pre-
dicadores : el qual llegado en la isla de Cuba á la villa ques dicho, se partió para España á dar noticia á la
Cessárea Magestad deste descubrimiento; pero en aquella figura calló los nombres, é súpolos este auctor
por otra figura en plano, que le envió el piloto Nicolás Çamorano, que lo anduvo é lo navegó é pintó hasta
se poner en treynta é siete grados desta parle de la equinoçial, siguiendo la costa la via del Norte de la ma-
nera que en la pintura é narración deste capítulo yo querría decirlo; mas porque déla mesma persona é del
aviso del piloto el auctor ó choronista no se satisface, dice assi.

JJiçe el choronista quél no se ha satisfe- resumir ni quiere ser juez desta causa, si-
cho desta cosmographia por la discrepan- no remitirla al tiempo, el qual si no fue-
cia del piloto, que se dixo de susso, é de re á nosotros, á los que vinieren lo mani-
la poma de aquel reverendo padre, que festará al proprio, como la cosa fuere. É
dexó quassi oculto é sin letras é sin nom- por tanto es de esperar en Nuestro Señor
bres lo que en ella contiene. Pues quédese que todo lo clarificará é porná en tanta
assi hasta lo verificar; é ponerse ha en la luz que la Iglesia será en más é más par-
segunda impression, si antes no oviere tes é lenguas ensalçada, é la corona real
lugar, porque el auctor destas materias de Castilla tan sublimada como todos los
no es adevino ; é pues los allegados dis- leales españoles lo dessean, á servicio de
crepantes no se conciertan, no se puede Dios é aumento de la religion chripstiana.

TOMO rv\
Este es el libro segundo de la tercera parte, y es el quadragéssimo de la Natural y
general Historia de las Indias, islas y Tierrra-Firme del mar Océano de la corona é
çeptro real de Castilla é de Leon : el que tracta de la costa de la mar austral é
septentrional quel Océano comunica con la Nueva España, é de las tierras nueva-
mente descubiertas por aquellas partes.

CAPITULO I.
En que se tracta una breve relación de la nueva tierra descubierta desde la Nueva España, é de la y da del
marqués del Valle á Castilla sobre la contención entre él y el señor visorey don Antonio de Mendoça sobre
aqueste descubrimiento.

JLIiçe el señor visorey don Antonio de arcabuceros é ballesteros, é aun estos


Mendoça, en un capítulo de una carta con algunos religiosos, á solamente ver
quél escribió desde la grand cibdad de cómo serán resçebidos de aquellos natu-
Temistitan á Alonso de la Torre, thesso- rales. Dios les encamine como más se sir-
rero de Sus Magestades en esta rica Isla va ». Con esta carta le vino otra al mes-
Española, que fué fecha á diez é seys de mo thessorero, fecha á diez é ocho de
otubre del año que passó de mili é qui- otubre del dicho año de mili é quinientos
nientos é treynta y nueve años, estas pa- é treynta y nueve, del contador de la
labras puntualmente: «Lo que de acá pue- Nueva España Rodrigo de Albornoz, en
do decir es, demás que yo estoy bueno, la qual otro capítulo dice á la letra desta
que esta tierra assimesmo lo está, é muy manera : « No sé si quando esta llegue, sa-
adelante en el servicio de Dios é Su Ma- brá Vuestra Merced nuevas de la tierra
gestad, é cómo envié á descubrir por la nueva, que se ha descubierto en esta Nue-
parte de la costa del Sur á dos religiosos va España hacia la parte de Ja goberna-
de la Orden de Sanct Francisco, é son ción que tenia Ñuño de Guzman á la mar
vueltos con nueva de muy buena tierra, del Sur, junto á la isla que agora última-
grande é de muchas poblaciones: é lo mente descubrió el marqués del Valle,
que al pressente yo proveo en ello es en- adonde ha enviado tres ó quatro arma-
viar hasta doscientos de caballo por tier- das, y que sabiendo nuevas é teniendo no-
ra é dos navios por mar con hasta çient ticia desta tierra el señor visorey, envió
DE INDIAS. LIB. XL. CAP. I. 49
un frayle é un negro que vino de la Florida Sobre la conquista della hay diferencia
con otros que de allí vinieron de los que entre el señor visorey : diçe pertenesçerle
escaparon de la gente, que allá llevó Pam- á él por averia él descubierto, y el mar-
philo de Narvaez : los quales fueron á pa- qués alega é diçe averia él descubierto
rar con la noticia que tenia el negro á mucho há, é gastado en descubrirla mu-
una tierra muy riquíssima, segund dice, cha suma de pessos de oro, é sobre ello
donde ha dicho el frayle ( que es ya vuel- ha ávido de la una parte á la otra mu-
to ) aver siete cibdades muy populosas é chos requirimienlos é respuestas ; y en fin
de grandes edefiçios. De la una de las el marqués se tiene por muy cierto yr á
quales daba nueva de vista, é de las de- España en los primeros navios que fue-
más adelante por oydas, que há nombre ren. Y el visorey envia á Francisco Vaz-
esta donde ha estado Çibola, e la otra el quez de Coronado con trescientos hom-
reyno de Marate ; é otra tierra muy po- bres, los doscientos de caballo é çient
blada, de que dá muy grandes nuevas, as- peones, á que tomen larga relación é no-
si de la riqueça della como del concierto ticia de la tierra é hagan lo que buena-
é buena manera é orden que entre sí tie- mente pudieren, juntamente con doce re-
nen la gente della, assi de edefiçios como ligiosos de la Orden de Sanct Francisco,
de todo lo demás ; porque tienen casas de que van con ellos para traerlos en conos-
cal é canto de dos ó tres sobrados , y en çimiento del camino verdadero á nuestra
las puertas é ventanas mucha cantidad de sancta fée cathólica. Su partida será de
turquesas. É hay animales de camellos y aqui á mes y medio ».
elephantes, é vacas de las nuestras é mon- Esto que está dicho saqué yo á la letra
tesinas, que las cacan por los montes la de las mesmas cartas originales del viso-
gente della, é mucha cantidad de ovejas, rey é contador : é después prosiguiendo
como las del Perú, é otros animales que el marqués su camino para España, me
tienen un cuerno solamente, que le alle- escribió desde la isla de Cuba desde el
ga hasta los pies : á cuya causa dice que puerto de la Habana á cinco de hebrero
come echado de lado. Dice que no son de mili é quinientos é quarenta años, ha-
unicornios, sino otra manera de animales: ciéndome saber cómo yba á Castilla é
la gente dice que anda vestida de unas otras cosas que no son al propóssiío de la
ropas largas hasta el cuello, de chamelo- historia : ni esto se diçe para más de en-
te é ceñidos, é que tiene manera de mo- tender quél fué en continuación del dere-
ros : en fin, se conosçe ques gente de cho que pretende á esta empressa. Lo que
raçon é no de la manera de los desta subçediere se dirá en su lugar.
tierra.

CAPITULO II.
Cómo el adelantado don Pedro de Alvarado se puso en orden con una hermosa armada por la mar del Sur
(ó mejor diciendo por la oçidenlal), é de la otra parte de la Tierra-Firme para descubrir por aquellas par-
tes, conforme á lo que por el Emperador, nuestro señor, tiene capitulado é le está mandado ; é otras co-
sas que competen á la historia pressente.

E,il adelantado don Pedro de Alvarado, bro XXXI, fué de España, é vuelto des-
despues que ovo pacificado la goberna- pués á la mesma gobernación, é desde
ción de Honduras, como se dixo en el li- allí passado á la de Guatimala, dio mu-
20 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cha priessa á acabar ciertos navios que la mar é para la tierra, en número de
por su mandado se haçian en la costa de más de mili hombres entre los que con
la otra mar austral, para efettuar é am- él vinieron de España é los que ya esta-
pliar cierto descubrimiento, que se ofres- ban cursados en Indias.
ció de haçer é capituló que haría con el Esta relación, assi como está dicho, se
Emperador Rey, nuestro señor, é los se- supo aqui en esta cibdad de Sancto Do-
ñores de su muy alto Consejo de las In- mingo de un criado del mesmo adelanta-
dias. Y en la provincia é puerto de Ysta- do, quél envió á Çéssar á le dar noticia de
pa, donde se hicieron los ocho navios, lo ques dicho, é aun llevaba una pintura
salió de allí para Acaxucla, puerto de la quél mesmo me enseñó de la forma é
mar del Sur, desde donde avia de co- cantidad de los navios quel dicho adelan-
mençar su viaje en demanda de las siete tado llevaba, de que á mí é á otros mu-
cibdades en el mes de agosto que passó chos dixo, con esperança que avia de sa-
del año próximo de mili é quinientos é lir grand fructo, si Dios fuesse servido
quarenta años, con trece navios entre que aquella empressa é viage se conti-
grandes é pequeños : los tres galeones de nuasse. Pero ordenóse por Dios que aquel
más de cada doscientas toneladas cada camino é conquista se suspendiesse por
uno dellos, é una galera muy hermosa é estonces, é quel adelantado no hiçiesse
dos fustas, é todos los demás navios de el viage, é que su vida se acabasse de-
á çient toneladas ó más, muy bien pro- sastradamente, como más largamente se
veydos todos los unos é los otros de mu- dirá en el siguiente libro del número XLI,
chos bastimentos é armas é artillería é en el capítulo III, como en parte más
municiones, é con muy buena gente para apropriada destas historias.
Aqueste es el libro tercero de la tercera parte, ques el quadragéssimo primero de la
Natural y general historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano de
la corona é çeptro real de los reynos de Castilla é de Leon : en el quai se tracta do
la gobernación de Guatimala é sus anexos.

CAPITULO I.
En que se Iracta del concierto que ovo entre los adelantados don Pedro de Alvarado é don Francisco de
Montejo sobre la renunciación de la gobernación del puerto de Honduras é cabo de Higueras, é cómo se
juntó con la de Guatimala é se apartó de la de Yucatan.

GvTuatimala, como está dicho en el li- qual rio de Alvarado está del Leste al
bro XXXVIII, está en la costa de la mar Hueste con la punta del Negrillo de la isla
del Sur en doce grados desta parte de la de Jamáyca, é tiene la dicha Guatimala
línia equinoçial, conforme á la carta del al Nordeste estotra gobernación de Hon-
cosmógrapho Alonso de Chaves ; é yo no duras é cabo de Higueras que estaba,
soy de tal paresçer, por lo que tengo di- como se dixo en el prohemio*, encomen-
cho en el libro alegado de la geographia: dada al adelantado don Francisco de
antes creo que está en quince grados, po- Montejo; é cómo el año passado de mili
co más ó menos. Confina por la parte del é quientos é treynta y nueve fué á se
Oçidente con la gobernación de la Nueva desembarcar el adelantado don Pedro de
España, é por la parte oriental con la go- Alvarado en puerto de Honduras, para
bernación de Nicaragua, é por tierra tomar allí su camino por tierra hasta Gua-
adentro á la parte del Norte también la timala, é ya él estaba en aquella tierra
Nueva España está de Norte á Sur con el muy bien quisto de los españoles é de los
rio de Alvarado, ques en la mar del Nor- naturales, desde quando allí avia y do é
te ó mediterráneo de la Nueva España: el poblado la villa de Sanct Pedro é avia

* Ni en el original de Oviedo que tenemos á la habla aquí el autor, siendo verosímil que ó lo omi-
vista, ni en la copia del siglo XVI sacada por el tiera el mismo Oviedo, ó se hubiese ya extraviado
maestrescuela de Sevilla, y citada ya diferentes al hacerse dicha copia.
veces por nosotros, se conserva el proemio de que
22 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tornado á poner en pié aquel estado, en tra del adelantado don Pedro de Alvara-
lo qual gastó mucha hacienda é pretendía do , fecha en la cibdad de Gracias á Dios
cobrarla, sobre esso é otras cosas tu- á quatro dias de agosto de mili é quinien-
vieron algunas diferencias los dos ade- tos é treynta y nueve, é llegó aqui más
lantados , é dióse cierto assiento con que tarde qué la del electo, aunque se escri-
quedaron amigos, é fué de aquesta ma- bió antes quassi seys meses. Aquella cib-
nera : Quel adelantado don Pedro de Al- dad de Gracias á Dios es la cabeça é prin-
varado dio al adelantado don Francisco cipal población de los chripstianos en la
de Montejo un gran pueblo que tenia en gobernación de Honduras ; é por su carta
Nueva España que se dice Suchimilco, me hiço saber que llegó al puerto de Ca-
muy buena pieça é rico poblado, é dióle ballos despues que de aqui partió, é se
más dos mili pessos de oro de minas é la desembarcó allí y estuvo veynte é cinco
villa de Chiapa, qucs de la gobernación dias poniendo recabdo en su desembarca -
de Guatimala, para que se junte con la çion é municiones, que llevó muchas é
de Yucatan ( porque están cerca de Yu- buenas, sin que se le muriesse algún hom-
catan) , é que le dexe (como dexó) el di- bre , ques mucha ventura, por ser los más
cho adelantado don Francisco de Monte- que llevaba nuevamente venidos á estas
jo la gobernación del puerto de Hondu- partes ; pero adolesçieron los más, é me-
ras é cabo de Higueras. E assi se hiço; y diante Dios, con el buen recabdo de me-
el adelantado Alvarado quedó por gober- deçinas é bastimentos, de que yba muy
nador, como he dicho, de Guatimala é bien proveydo, como hombre que tiene
Honduras, y el otro adelantado Montejo bien entendidas é aun probadas las nes-
se fué á Chiapa é á Yucatan *. çessidades destas partes, remedióse Ja
Para confirmación de aquestos truecos gente é sanaron los enfermos. É salió de
ó dar cuenta al Emperador, nuestro se- aquel puerto de la villa de Sanct Pedro
ñor, é suplicar que Su Magestad lo admi- con su compañía, é hiço saber su llegada
tiesse é aprobasse. como ellos avian capi- á toda la tierra; y estuvo en ella quarenta
tulado, é hacer relación de otras cosas é tres dias en tanto que le llevaban sus
tocantes al servicio de Dios é suyo é al municiones é hacienda por tierra en cier-
bien é perpetuidad de la tierra é de los tas acémilas que de allí llevó é por un rio
chripstianos que en ella viven, á ruego arriba en barcas é bateles, é como en la
de los adelantados é de los españoles, fué entrada passada avian quedado en aque-
á Castilla el electo de Honduras, á quien lla tierra algunas vacas suyas, y él lle-
Su Magestad hiço merced de aquel obis- vaba mucho vizcocho é tocinos de Espa-
pado, llamado el licenciado Pedraça, per- ña é quesos de las islas de Canaria, dio
sona muy reverenda é de mucha auctori- la vida á muchos de sus milites para con-
dad é buen perlado : el qual me escribió valesçer é reparar sus personas. Allí le
todo lo ques dicho desde la villa de la Ha- acudieron muchos españoles de Guatima-
bana de la isla de Cuba, yendo de cami- la é destotra gobernación de Honduras é
no á España á entender en lo que tengo muchos más indios, é recogido su farda-
dicho. La carta es fecha á los nueve de ge, partióse con su gente, é fué á la dicha
hebrero de mili é quinientos é quarenta cibdad de Gracias á Dios á verse con el
años, después de lo qual rescibí otra le- adelantado don Francisco de Montejo : é

* Ya antes de ahora ha dado Oviedo cuenta de capítulos del libro XXXI, incluido en el tomo ante-
este concierto, como puede verse en los últimos rior.
DE INDIAS. LIB. XLI. CAP. I. 23
passaron entrellos muchas cosas, que no de Montejo, en que le diesse el adelanta-
hacen al caso de la historia, más de sa- do don Pedro á Cibdad Real de Chiapa,
her que al fin se volvieron é restituyeron ques en la gobernación de Guatimala, y
todos los pueblos quel dicho adelantado en la de México el pueblo de Suchimilco
don Francisco de Mon tejo le avia toma- con toda su tierra, é más dos mili pes-
do , é pronuncióse entrellos un acto de sos de oro ; y el dicho adelantado don
sentencia en que dice que avia resçebido Francisco, en recompensa de lo ques di-
de daño diez é siete mili pessos de oro. cho , le dexó é renunció el derecho que
Y en tanto que este litigio andaba, pro- tenia á la gobernación de Higueras é Hon-
veyó á Guatimala para que dentro de duras, para que Su Magestad le hiçiesse
breve tiempo ó en fin del año ya dicho merced della con la de Guatimala. Y por
de mili é quinientos é treynta y nueve, ser cosa tan importante á la gobernación
saliessen ciertos navios á la mar en se- de Guatimala, é también porque si él no
guimiento y execucion de lo que con Su la tomara, se perdiera la de Honduras, vi-
Cessárea Magestad capituló acerca del no en hacer los conciertos, segund es di-
descubrimiento: é tenia ya acabada una cho , é desde luego entró en la possesion
galea pequeña de veynte bancos, é dá- é mando de ambas gobernaciones. Tiene-
base mucha priessa á otra del mesmo ta- se mucha esperança que por el aparejo de
maño, para que ambas fuessen costean- ambas mares ha de ser muy provechoso
do toda la costa hacia el Poniente, por- é rico estado aquel assi juntado. Después
que se sepa el fin de la mesma Tierra- acá han venido nuevas que se han descu-
Firme é los puertos é rios de la costa. bierto muy ricas minas de plata, non obs.
É después de me aver escripto lo ques tante que las hay muy buenas de oro, de
dicho, dice más en su letra, que se con- lo qual adelante más puntualmente trac-
certaron él y el adelantado don Francisco taremos.

CAPITULO II.
En el qual se hace memoria cómo el adelantado don Pedro de Alvarado se aparejó para yr á descubrir por
la mar del Sur con su armada, é otras cosas competentes á la pressente historia.

E,m el libro precedente, en el capítulo II, á Sus Magestades, é otras cosas, é aun
se dixo cómo el adelantado don Pedro de llevaba pintada la dicha armada en una
Alvarado, con cierta armada que se luco tela. É supe deste hidalgo quel dicho ade-
en Ystapa, avia determinado de yr para lantado yba muy bien proveydo é con
Acaxucla, puerto de la mar del Sur, é po- muy buena gente de mar é de tierra: del
ner en efetto su viage en demanda de las qual camino se esperaba, si Dios fuesse
siete cibdades, en el mes de agosto del año servido, se haria mucho fructo é amplia-
de mili é quinientos é quarenta, con trece miento á nuestra religion chripstiana : y
navios entre chicos é grandes : lo qual me como subçediere se escribirá, si en mis
certificó Bernaldo de Molina, su criado, dias lo permitiere Dios, é si yo no lo vie-
é aun dixo que lo vido partir, é quél yba re ú oyere, quedará á cargo del histo-
por su mandado á España á dar relación riador, que subçediere en estas materias.
24 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO III.
En el qual se Iracta el infeliçe é mal subçesso é desastradas muertes del adelantado don Pedro de Alvarado
e doña Beatriz de la Cueva, su muger; é de un grande huracán é terremoto que destruyó la cibdad de Gua-
limala, en que murieron muchos ehripstianos é indios, el año de mili é quinientos é quarenta y uno.

v^osas son de mucha lástima y espanto ff Más puede Dios haçer quel entendimien-
para los oydos é juicios humanos las di- to humano entender» 4.
versidades de los nuevos desastres ane- Muy grandes fueron las fuerças é rí-
xos á los pecadores, é aun á los que es- quecas é soberbia de Siró, rey de Per-
tán en via de salvación, que en esta bre- sia , pues como dice Orosio, desparció el
ve é miserable vida padesçen los hom- Ganges en quatroçientos y sessenta rios
bres; y paresçe que á los unos convienen (pequeños), enojado contra aquel pode-
si los casos semejantes los toma en esta- roso rio, porque se ahogó en él uno de
do de gracia. Pero guay de aquellos que sus criados ; pero después vino á ser
sin ella se hallan engolphados y envueltos muerto por la industria militar de una mu-
en vicios, é desacordados de la certini- ger; é sobrepujado de la reyna de los
dad de la muerte, andan é se emplean de Masajettas, llamada Tomiri, ella le hiço
todo su coraçon en exerçiçios tan peli- cortar la cabeça é meterla en una odre ó
grosos, cobdiçiando señorío y estos bie- vasso lleno de sangre, diciendo como más
nes é ríquecas temporales, sin saber ni largamente Justino lo escribe; «Giro, Ci-
querer contentarse con lo que tienen, ro, oviste sed de sangre, sangre bebe»a,
dando gracias á Dios que se lo ha dado, Alexandro Magno, seyendo tan glorio-
ni poniendo medida ni término ni sosiego so vencedor entre los mortales é tan po-
á sus desseos ni obras sanas, ni quieren deroso principe, con mucha facilidad,
conosçer el peligro en que andan sus per- dándole veneno, Casandro le mató3.
sonas é ánimas! Y assi Je ha intervenido Aquel grand Çéssar dictador, que tan
al adelantado don Pedro de Alvarado, poderoso fué é que tantos reynos é bata-
que no hiço sino enhilar é traçar en su llas venció, preguntad á Plutarco ó á Sue-
mente, é arbitrio cosas de mayor impor- tonio qué fin hiço, é deciros han que Bru-
tancia que sus tuercas, é de más posibili- to é Casio con otros conjurados le mata-
dad quél tenia, é con su desasosegado ron.
espíritu no se quiso contentar con lo ad- Podráse decir que estos príncipes mu-
quirido , estando muy honrado y en par- rieron por manos de otros hombres. Otros
te é gobernaciones que en pocos años é innumerables se pueden nombrar que
tiempo fuera riquíssimo cavallero é se- murieron desastradas muertes, sin enten-
ñor. Y assi no bien considerando, sacó de der en ellas las humanas asechanças, sino
sus traças la conclusion quél no sospe- solamente sus desdichadas venturas, assi
chaba, no acordándose que puede Dios como Tullio Hostilio, tercero rey de Ro-
hacer más de lo que puede entender el ma , con toda su familia, fueron heridos
intelecto humano, como lo dice Hilario: de rayo del çielo, y enteramente quema-
i Plura potest Deus faceré quam intellectus ¡n- be (Lib. I).
telligere. 3 Quinto Curcio, libs. X y XII.
2 Cire, Cire, sanguinem silisli, sanguinem bi-
DE INDIAS. LIB. XLI. CAP. III. 25
dos con toda su casa. Nivençis Calva, en esta que tenemos en la mano destas
compañero de Tiberio Graco en Córcega, Indias hay harto que ver é considerar de
la qual avia sojuzgado para los romanos, las malas muertes destos capitanes é go-
murió súbito de vanagloria, viendo las bernadores, y en especial adelantados.
cartas é honra que por ellas le hacia el Y porque el letor podrá, si quiere, ser in-
Senado *. formado de todo ello, no es menester
En nuestros tiempos, el príncipe don nombrarlos aqui, pues de cada uno hay
Alfonso, hijo del rey don Johan, segun- particular historia. De lo qual viene
do de tal nombre en Portugal, murió muy á propóssito lo que dice Séneca de
de una cayda de un caballo; y mucho an- la soberbia alegría destos, quel vulgo é
tes en Alcalá de Henares, corriendo otro los hombres reputan ó estiman por feli-
caballo, murió el Rey de Castilla don Jo- ces , que assaz veces ó las más es fingida
han primero de tal nombre, é la mesma gloria ó estado que repressentan con su
muerte ovo el rey Phelipe de Francia. jactancia5.
Otros príncipes muchos se podrían traer Á mi ver, este título de adelanta-
á consecuencia, que hicieron desastrados miento en estas Indias aciago es, pues
fines; pero ninguno de los que mueren de vemos en muchos adelantados que con tal
las maneras ya dichas ni de otras, hallo dignidad se ha mostrado claramente la
yo tan culpado como aquel que se mata mesma desventura de sus malos fines,
á sí proprio por sus manos mesmas ó por unos ahogados en la mar, otros muertos
su mesma industria, assi como Quinto á trayçion, é otros de diverssas é crudas
Catulo, que estando condenado á muerte muertes, andando tras estas riqueças, que
por las disensiones civiles, se echó en su tantos siglos estovieron escondidas á los
nueva cama cubierta de cal viva y bien chripstianos, é por su mal de los más que
caliente de grand fuego, por se ahogar, y las han buscado, se hallaron. ¡Oh glorioso
en esso murió2. Ó como Cornelio Mórula, vasso de eleçion ! de quánto valor é sanc-
que se hiço sangrar en el templo, é mu- ta doctrina son, é quán ciertas tus pala-
rió dexándose salir quanta sangre tenia, bras, diciendo: c ¡Oh alteça délas riqueças
como lo escribe Valerio: el qual auclor de la sapiencia y sçiençia de Dios, quán-
dice assimesmo que Gayo Liçinio Maçer to son incomprensibles sus juicios é in-
se ahogó con una toca, porque sus bienes vestigabas sus vías6! »
no fuesscn vendidos, puesto quél fuesse Vengamos á nuestro mal afortunado
condenado á muerte, porque assi era la adelantado don Pedro de Alvarado, que
costumbre entre los romanos. Ó como seyendo un pobre soldado, puesto que
aquel espejo vil é maldito exemplo de de noble sangre cavallero militar del há-
crueldades Nerón, que se mató él mes- bito de Sanctiago, con una espada é una
mo3, ó como se mató aquel alabado y capa passó mancebo á estas partes á bus-
excelente capitán de los cartagineses, Ani- car la vida, como suelen hacer los hidal-
bal, que de su voluntad tomó poncoña, gos é hombres de honra ; é con su buena
por no se ver en poder de sus enemigos diligencia é gentil habilidad é valiente
los romanos 4. osadía, le avia dado Dios el estado que
Dexemos las historias antiguas, pues bien meresçido é servido tenia. Y en la
^ Valerio Máximo, lib. IX. 5 Horum,quos felices putas, hilaritas ficta est.
2 Id., id. 6 0 alüludo divitiarum sapientiae et scienliae Dei,
3 Suefonio, ÍA vita Neronis. quam incomprehensibilia sunt judicia ejus et inves-
4 Plutarco, in vita Annibalis. Ugabiles viae ejus (S. Pablo , Âd fíomanps, cap. XI).
TOMO IV.
26 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
verdad era uno de los que bien é mucho ríssimo, donde los indios estaban, é re-
avian trabaxado en estas partes como partió sus soldados para que subiessen
perfetto é osado milite (dado que se mos- arriba por diverssas partes de aquel mon-
tró crudo algunas veçes, como lo oy tes- te á combatir los contrarios. Y como al-
tificar á muchos de los que se hallaron en gunos de los chripstianos yban por aque-
la conquista de la Nueva España). Pero llas cumbres é riscos por donde mejor les
ya que estaba en señorio é mando de paresçia, é más altos quel adelantado, é
tierras tan ricas, raçon fuera que sose- de peña en peña, é todo fragossísimo é
gara , grangeando é gobernando aquello angosto, quiso su ventura que de los su-
que tenia á cargo, sin embaraçarse entre- periores se despeñó un caballo de los que
texiendo tantas cosas. El caso es que se- subian á la sierra, é vino con grand ím-
gún d hiço la urdimbre, assi acabó la petu rodando hacia donde el adelantado
tela. yba prosiguiendo una ladera más baxo.
En este tractado se hace memoria del Écómo lo vido venir, íigurósele que tenia
armada que quiso enviar en demanda de más peligro, estando á caballo, é apeó-
aquel su descubrimiento: é puesto por se presto pensando que se podria me-
obra, como se dixo en el capítulo de jor desviar del caballo que venia ; y fué
susso, desde á algunos dias ciertos navios peor, porque el caballo que venia de lo
de aquella su flota arribaron por tiempos alto, topó con él é no con su caballo, é
forçosos, é con nesçessidad volvieron á arrebatólo, é llevándolo antecogido, le hi-
la costa; é como hombre que le dolía, fué ço despeñar, y donde paró quedó ya tan
allá en persona para los proveer é hacer mal tractado, que le costó la vida. Mas
que volviessen en seguimiento de su via- plugo á Dios que tuvo lugar de se confes-
ge. Y estando en Tegoantepeque, tuvo no- sar é hacer testamento, é rescibió los
ticia el visorey de la Nueva España don sanctíssimos sacramentos: é desde allí fué
Antonio de Mendoça, que se avia rebela- llevado á Xalisco, donde dio el ánima á
do la provincia de Xalisco (que agora se Dios desde á ocho dias despues que allí
llama la Nueva Galicia) é como el ade- llegó. Haya Jesu Cripsto piedad del, pues
lantado estaba no muy léxos de allí, é se ques de los del presçio de su sangre, por
hallaba en la costa austral, escribióle ro- quien se puso en el árbol de la cruz!
gándole que pues allá estaba, é porque Llegada la nueva de su muerte del
en ello serviria mucho al Emperador, adelantado á Guatimala, donde su muger
nuestro señor, fuesse á aquella provincia doña Beatriz de la Cueva estaba, é no
é tuviesse forma cómo aquel cacique é con más ventura que su marido, ella hi-
gente rebelada se reduxessen á servicio ço el sentimiento que suelen hacer las
de Sus Magestad é les hiçiesse la guerra, buenas é generosas mugeres sus seme-
si no quisiessen la paz. Y el adelantado, jantes, é aun excediendo en desatinadas
poniéndolo assi por obra, fué con gente palabras que con el extremado dolor dixo,
la que pudo antes allegar para esto, é con como lastimada é fuera de sentido. Y como
los amigos é criados que con él se halla- Dios es misericordioso, no se debe sos-
ron : é llegó á una sierra do estaban los pechar que miraría en su flaqueça é va-
indios alçados é muy fuertes, é después nas palabras para lo que se siguió des-
que por ningún concierto ni partido qui- pues: ques caso muy notable en estas
sieron venir á la obidiençia, acordó de partes, nunca otro tan espantable hasta
tentar la via de las armas, y determinóse este visto por los chripstianos ni aun por
de subir con su gente á un peñón aspe- los indios, segund ellos dicen; é fué assi.
DE INDIAS. LIB. XLI. CAP III. 27
Dos horas ó tres, poco más ó menos, la puerta era impossible por el grand gol-
después que anochesció, á los diez dias pe de agua: é aquella los echó grand tre-
del mes de septiembre de mili é quinien- cho de allí en la plaça, é quiso Dios que
tos é quarenta y un años, aviendo aquel como estaba cerca la casa del obispo,
año seydo de muchas aguas, cargaron fueron socorridos, aunque con mucho tra-
mucho más las lluvias (quando subcedió baxo, estos dos sacerdotes.
lo que agora se dirá) tres dias á reo sin Paresçerles há á algunos quel historia-
çessar momento, jueves, viernes é sába- dor con menos palabras pudiera decir el
do ; y en este sábado á la hora qucs di- número de los muertos, sin los nombrar
cho súbitamente vino grandíssima tor- ó passar adelante, ó assi es la verdad;
menta de agua, que reventó ó salió de pero no me dexó mi consçicnçia hacerlo
lo alto de un monte semejante á Mongi- assi, porque acaesçe que muchos destos
bel ó Vulcano que allí hay, en las haldas pecadores españoles, que por acá andan
del qual está aquella cibdad de Guatima- en estos é otros muchos peligros, son es-
la; y fué tan acelerado este huracán ó perados en sus patrias, estando muertos,
tormenta, que no ovo lugar, algún socor- é ques mejor decir quién son é desenga-
ro ni remedio para excusar las muertes é ñar á los que los atienden, para que ha-
daños que intervinieron. Traia esta tem- gan bien por sus ánimas, é quiten su es-
pestad é agua consigo muchas é grandís- perança del los é la pongan en Dios.
simas piedras é muy grandes árboles é Tornando á la historia, es de saber
maderas que arrincó de donde estaban que cómo en la casa del adelantado no
nasçidos, que los hombres que lo vieron avia quedado hombre alguno, que la tor-
quedaron atónitos y espantados: é assi menta los avia echado fuera quassi muer-
entró esta mala fortuna por la casa del tos, hallóse aquella desdichada señora su
adelantado, é llevó las paredes é texados muger, con algunas de sus doncellas y
é terrados más de un tiro de ballesta. Es- criadas : é como oyó el ruydo espantoso,
taba la desdichada doña Beatriz de la Cue- y el agua llegaba á su recámara, donde
va ya acostada en su cama, contemplando dormia, levantóse con mucha turbación
en la pérdida é viudez suya, ó por ven- de Ja cama en camisa, cubriéndose con
tura durmiendo, quando llegó su muer- una colcha delgada que sobre sí tenia,
te ; mas por no exceder de la relación é dando voces á sus mugeres para las reco-
términos con que lo escribió quien se ha- ger consigo. Y entróse con ellas en una
lló pressente, diré lo que ley desto. capilla, donde acostumbraba oyr missa, é
Un frayle, comendador de Sanctiago, cresçiendo el agua é andando en ella has-
capellán del adelantado, é otro clérigo, ta la cinta ó más, se subió sobre el altar,
capellán de doña Beatriz, estaban en es- encomendándose á Dios, Nuestro Señor,
sa hora en una cámara, que acababan de é llamándole é á su gloriosa Madre la
deçir maytines, é se querían yr á dormir, Virgen Sancta María ; é con muchas lá-
y entró el agua de golpe (que la piedra grimas, abracándose con un cruçifixo que
aun no avia llegado), é levantólos en estaba en el altar, é teniendo á par de sí
alto, y ellos estovieron desatinados é una niña hija del adelantado, llegó la
quedaron quassi sin sentidos por la súbi- tormenta de la piedra á dar derechamen-
ta agua é tempestad no pensada : é llegá- te en la capilla con tan grandíssimo ím-
ronse á una ventanilla pequeña, que esta- petu , que del primero golpe cayó la pa-
ba abierta é un estado alta del sucio, é red é tomólas á todas debaxo, donde
por allí salieron á su pessar, porque por juntas dieron las ánimas á su Criador,
28 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
encomendándose á él; y assi se debe de la plaça en lo alto, é hacia la parte de
creer que- las rescibió é las tiene en su Mediodía de la dicha casa es la cibdad;
reposso é gracia. y en las dos partes della cayeron la ma-
Acaso doña Leonor de Alvarado, hija yor parte de las casas é se anegaron ó
del adelantado, é Johana de Alvarado, é atol varón de tanta tierra é lama é arena
doña Francisca, hija de Jorge de Alvara- quanto eran altas é aun más, é algunas
do, é otra hermana menor, é Francisca fueron llevadas enteras grand trecho, de
de Molina é otras doncellas, que estaban tal manera, que paresçia ser imposible,
fuera del apossento de doña Beatriz, que- aunque lo vian en efetto.
riéndose recoger con su señora arrebató- Los indios fueron más de seysçientos
las el golpe del agua en el camino, é lle- muertos : quedaron muchas casas sin he-
vólas con las paredes del huerto de la ca- redar , porque murieron padres é hijos,
sa é con los naranjos ; é como las tomó el sin quedar persona conosçida, sino abar-
hilo del agua, llevólas bien quatro tiros risco con toda la familia. Siguióse un ca-
de ballesta fuera de la cibdad. Quiso la so notable, que se tuvo por cosa maravi-
Divina Magestad que como la tormenta se llosa ; é fué que un niño de seys semanas
avia derramado por toda la cibdad, fuera nasçido é otro de cinco años, é otro de
en el campo no llevaba tanta furia, é tu- dos años, á los más chiquitos llevólos la
vo lugar doña Leonor de hacer pié en corriente del agua muy grand trecho de
unas hierbas é maderas en que reparó; é donde los arrebató, é halláronlos otro dia
de allí pudo poco á poco allegar á un ran- de mañana vivos: el mayor destos niños
cho ó choca que cerca de allí estaba, se halló en casa de un vecino, llamado Es-
donde halló un muchacho. É cómo se re- pinel, en un corredor é quedó salvo: que
conosció quán desviada estaba del pue- todos tuvieron por cosa de mucha ad-
blo, díxGle quién era, pidiéndole ayuda; miración aver llegado hasta allí donde
é fué tan comedido, que á cuestas la paró é se estuvo hasta que amanesçio ; é
sacó : que no fué poca admiración á quan- acaso entró un español que lo halló, é con
tos lo vieron, por ser el muchacho de tan una soga le subieron á la casa de un hi-
poca edad y el trecho muy grande que la dalgo, llamado .folian de Chaves, é en aca-
llevó sobre sí hasta una casa, donde la de- bando de sacar el niño, se hundió la casa.
xó en salvo. La casa de otro hidalgo llamado Alonso
De las otras doncellas que salieron, es- de Velasco, él é su muger é un hijo é lo-
caparon quatro, porque las demás que dos los demás que en ella avia, murieron,
acaso las llevaba el agua de golpe á otras é ninguno de todos se halló muerto ni vi-
casas, salváronse echándoles cuerdas é vo. La muger de otro vecino que se de-
ayudáudoles los que se acertaban en su cía Bosarra, con unas niñas que tenia es-
socorro. En la casa del adelantado fueron pañolas , é todos los que en aquella casa
once raugeres las que murieron demás avia, peresçieron con çient personas, sin
de doña Beatriz, su señora; é todas on- quedar en ella cosa enhiesta, é aun par-
ce juntas, como las hallaron á la maña- te de los cimientos se llevó la tormenta,
na, fueron enterradas en una sepultura, é solos el Bosarra é un español escapa-
é á doña Beatriz sepultaron como conve- ron. También se llevó la casa de un Bar-
nia á su persona al pié del altar mayor tolomé Sanchez, é murieron su yerno Pe-
de la iglesia catedral : otra muger nunca dro de Conte é su muger, é un Hernand
paresció. Alvarez é su muger, é Francisco Flores,
Estaba la casa del adelantado enmedio el manco, y el niesnio Bartolomé Sanchez
DE INDUS. LIB. XLI. CAP. III. 29

é todas quantas personas avia en aquella sobre Ja calle, é ya el agua llegaba quas-
casa, sin escapar alguno, ni se hallaron si tan alta como la ventana , é no se atre-
después muertos ni vivos: en la qual ca- vió á salir por allí, porque sin dubda mu-
sa luego al dia siguiente á medio dia se riera ; é temiendo que Ja casa cayesse so-
halló un niño medio enterrado, que acaso bre él, salió á los corrales, é assi como
mirando se vio tras la puerta. Murieron saltó, se halló molido en el cieno hasta en-
Hernando el çiego é su muger é todos los cima de la cintura, sin poder yr atrás
de su casa, sin quedar persona. Murieron ni adelante. É despues que un grand rato
Robles, sastre, é su muger é unas niñas estuvo porfiando, topó hacia donde esta-
é todos los de aquella casa, sin escapar ba un caballo, que estaba ahogado, é su-
persona. La muger de Francisco Lopez, bido sobre él de pies, vido unos palos atra-
dos hijas suyas, é sus negras é todos vesados en una pared que estaba enhies-
quantos avia en su casa ninguno escapó, ta , é con grand fatiga se puso encima
sino él solo: el qual después juró, afir- della : é allí estuvo hasta la mañana que
mando que estando una viga atravessada paresció, teniéndose ya por muerto, como
sobre él é su muger llegó un negro muy murieron todos los de su casa é sus ca-
alto de cuerpo é le preguntó si era Mora- ballos : que otro hombre ni chico ni gran-
les; y él le rogó que le quitasse aquella de escapó sino él é un español, llamado
viga que tenia á cuestas, é llegó con una Cabanas.
palanca é con mucha facilidad la levantó El ynfortunio é tormenta fué tan ar-
é la dexó caer sobre la muger, de lo qual rebatada é súbita, que no tuvieron
murió: y el negro se fué por una calle lugar ni tiempo para se poder socorrer
adelante, como si fuera porenxuto, lo unos á otros, sino fué acaso llevándolos
qual era imposible á hombre humano, se- el agua hacia donde otros se hallaban por
gund estaban las calles, que tenian más aventura; é assi como se sintió el estré-
de dos estados en alto el cieno en mu- pito é ruydo que consigo traia el agua,
chas partes, por donde aquel negro yba entró en casa del obispo, don Francisco
tan á su placer ó libremente. Marroquin, un Johan Perez de Ardon, é
Murió su muger de Alonso Martin Ga- díxole: «Señor, salios de aqui: que esta
nado é sus nietos é hijos de Johan Paez, casa es muy alta é grande » ; y el obispo
é assimesmo una hija suya, con quatro le respondió: «Mejor será yr á socorrer
hijos abracados, que vi via en Colimar, é á la señora doña Beatriz de la Cueva, é
fué hallada muerta, é assimesmo fueron socorrerla ». É mandó á sus criados é á
enterrados en una sepoltura; é murieron otros que estaban con él que fuessen Jue-
assimesmo sin escapar ninguno de más go á casa del adelantado con hachas á
de qua renta personas. ayudar á aquella señora, y él assimesmo
Don Francisco de la Cueva, con mu- puso en obra de hacer lo mesmo, como
cha turbación del estruendo que oyó, é padre espiritual de todos é por socorrer
no pensando qué era, sospechó que fues- ¿us ovejas ; é yendo á par del mesmo Jo-
se algún ruydo de gente: é queriéndose han Perez, le dixo: «Cómo lleva Vuestra
acostar, tornóse á calcar las calcas á mu- Señoría pantuflos?» É pidió unos cápalos
cha priessa é tomó una lança, é salido de é detúvose á los esperar. Y el Johan Pe-
una sala, halló el patio lleno de agua é rez passó adelante, por yr á socorrer á
quassi atapada la puerta de la calle. É aquella señora, con un Rodriguez Herra-
como se reconosció é se acordó de doña dor, é con mucho trabaxo llegaron essos
Beatriz, aguijó á una ventana que estaba dos á la casa del adelantado, é luego ella
30 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
se cayó é aun faltó poco para ser muertos. cantidad que la cibdad quedó llena una
É passando adelante, topáronlas mugeres lança en alto, é las calles tales que era
qucs dicho que se salvaron que las lleva- imposible andar por ellas á pié ni á caba-
ba el agua, é pensando que era doña Bea- llo, porque el cieno quedó emparejado
triz, assieron de una délias, y en sacán- quassi con las más altas ventanas.
dolas é dándoles ayuda, llegó otro bor- Fué aqueste huracán ó tormenta mucho
bollón gruesso de agua é apartólos y echó más temerosa de lo que se puede conjec-
á cada uno por su parte, é llevólos hasta turar: era la escuridad muy extremada;
el rio, donde el Johan Perez passó mu- el viento incomportable y excesivo; el
cho peligro, y estuvo en grand trabaxo agua paresçia un grand mar ; los hombres
hasta que fué de dia; é á la mañana, no se podían ver, ni era posible socor-
quando le truxeron vivo, lo tenían por rerse unos á otros ; los gritos é voces con
muerto. Todos los demás españoles esca- llantos é clamores generales de aquella
paron por estonces ; pero algunos dellos afligida república, y el estruendo de la
é muchas mugeres descalabradas, é qual tempestad tan sublimado, que no se oian
quebrado el braco, é quál la pierna ó la ni entendian los que pedian socorro á Dios
cabeça lisiados, que passada la tormenta é ayuda á los vecinos : é assi cada uno
murieron desde á pocos dias. de los que escaparon, hasta que se vieron
Quedó aquella cibdad tan destruyda é con la luz del dia, pensó quél solo que-
gastada, é con pérdida de muchas ha- daba con la vida, é que todos los demás
ciendas, é la gente della tan temoriçada, eran perdidos ; é cómo fué amanesçiendo
que quedaron de acuerdo de la desam- el dia siguiente, se pudo tener noticia de
parar , assi por lo acontesçido, como por- los que peresçieron.
que al primero temblor de la tierra (lo Acaesció la mesma noche que al ruydo
qual allí es muy ordinario) esperaban que de la tormenta un Alvaro de Paz é otro
las casas que quedaron enhiestas, avian español salieron, como hombres de mu-
de caerse , segund quedaban atormenta- cho ánimo é gentil esfuerço, con deter-
das. minación de socorrer á doña Beatriz, mu«
Muy diferente cosa es oyr semejantes ger del adelantado, la qual, por su bon-
cosas de lo que sentirían los que en ellas dad propria, era amada é bien quista de
se hallaron, porque indio ni chripstiano todos ; é porfiando estos de passar ade-
ovo que no quedasse muy temoriçado pa- lante , llegaron cerca de las ventanas de
ra el tiempo venidero por la vecindad de la casa, é allí los arrebató el agua é los
aquel monte, ques otro Etna ó Vulcano. apartó grand trecho, de arte que salieron
Traía aquella agua tanta tierra hecha muy mal tractados é pensaron peresçer.
cieno delante de sí, é tanta arena é pie- Francisco Cava acometió muchas veces
dras, é lodo junto corriendo con tan- en un caballo de passar adelante ; é no
ta velocidad como el Tiber por Roma, ó pudiendo hacerlo, se apeó, é porfiando
el Pó en Ferrara, ó el Ebro en Miranda, ó con grandíssimo trabaxo tardó hasta me-
el Tajo en Toledo, ó como los muy pode- dia noche en llegar al apossento de doña
rosos otros ríos correr suelen donde ma- Beatriz, é halló la cama caliente, en la
yor curso tienen; é yba la mesma agua qual si ella estoviera con sus criadas se
é lo demás mezclado todo de piedras tan salvaran, porque aquello solo quedó en
grandes como diez bueyes juntos, é tan pió en toda la casa, é no otra cosa sana
ligeramente movidas como si fueran cor- en toda ella. É al entrar, que entraba,
chos sobre el agua, é todo en tan grand halló en la mitad de la casa una vaca que
DE INDIAS. LIB. XLI. CAP III. 3!
tenia medio cuerno y en el otro una so- cos, en todo tiempo temiessen la muerte.
ga, é arremetió á él é lo tuvo debaxo del En la saçon quel trabaxo ques dicho
cieno dos veces, de tal forma quél pen- allí les vino, é segund el castigo que hiço
só morir. Esta vaca creían que era dia- en casa de los que padesçieron, túvose
blo , porque andaba en el ayre con gran- en parte por misterio é acote señalado de
de estruendo, é ponia grand temor y es- Dios, y él solo sabe por qué.
panto á los que la veian, porque demás Decían algunos ignorantes quel senti-
desso se puso la mesma noche en la pla- miento tan extremado que aquella señora
ça é no dexaba passar á hombre ninguno hiço por el adelantado, su marido, era
á socorrer á nadie. la causa, por ser tan excesivo que ni co-
Otras muchas vacas é ganados, con te- mía ni bebia ; é corrigiéndola de algunas
mor de la tempestad, vinieron con gran- palabras que con la passion é dolor deçia,
des bramidos á la cibdad (é dessas me dicen que dixo muchas veces que ya no
paresçc á mí que debiera ser essa vaca le podia Dios hacer más mal de lo que le
que les parcsció demonio). E la mesma avia hecho ; pero dexada su pena aparte,
noche, hacia la puerta del Levante, quas- su bondad, que era mucha y exemplo
si tres tiros de ballesta de la cibdad, sa- de chripstiana perfetta é devota, la des-
lió de encima de aquel mesmo monte ques culpan en parte. Posible seria que Dios
dicho semejante á Mongibel ó Vulcano, fuesse servido de su martirio corporal pa-
otra tempestad tan grande, é con tanta ra mejoramiento é beneficio de su ánima,
piedra é madera, que asoló é destruyó é para dar exemplo á los que andan vi-
quanto halló delante por donde passó, é vos para que por ningún trabaxo nadie
mató grand cantidad de ganado é muchos se desmande ni atreva en palabras desa-
indios: é créese que"no quedara hombre catadas , pues la blasfemia es pecar con-
vivo en la cibdad, si juntamente vinieran tra mandamiento expresso de Dios.
arabas tempestades á ella; pero quiso Mandó aquel reverendo perlado á to-
Dios repartir esse trabaxo ó dividirle, por- dos los de la cibdad que avunassen tres
que menor fuesse en cada parte de aque- dias, jueves é viernes é sábado, é que
llas por donde tocó essa desaventura. eon mucha devoción se encomendassen
Todo se atribuye á los pecados de los en la misericordia divina. Y en tanto que
hombres; é para aplacar la ira de Nuestro turó el officio divino, estaba el pueblo lle-
Señor, otro dia por la mañana aquel buen no de luto, porque se haçian las honras
perlado, obispo de Guatimala, que ave- del adelantado: é cómo los lloros eran
rnos dicho, persona muy reverenda é de muchos, por los otros defunctos é por él,
sancta vida y exemplo, mando haçer pro- encomendó y mandó el obispo que çes-
cession , é se cantó la letanía con mucha sassen las lágrimas é los lutos, é se ocu-
devoción, é aun hartos la lloraban con passen todos en honrar é servir á Dios, y
dolor de lo acaesçido delante del altar se alegrassen é le diessen gracias conti-
mayor. É hiço al pueblo un raçonamien- nuas é dexassen la tristeça ; pues no po-
to é devota amonestación, esforcándolos dia bastar en tan grandes pérdidas. É
á todos é dándoles á entender que á los hiço quitar los paños negros de la iglesia,
Jmenos avia Dios llevado á su gloria, é á assi por el consuelo de los españoles co-
los que no eran muertos, los avia dexa- mo porque los indios é naturales de la
do avisados para que fuessen tales que tierra no pensassen que estaban los
enmendado sus vidas, se saivassen; chripstianos tan desanimados é descon-
y exhortando para que, como cathóli- tentos , que tomassen alas é incurriessen
32 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en malos pensamientos y en alguna rebe- anduvieron con el mesmo adelantado, me
lión, que no seria de menos peligro quel escribió todo lo ques dicho por su carta
huracanó tormenta passada. É aunque los fecha á quatre de enero de mili é qui-
españoles que murieron, no fueron mu- nientos ó quarenta y dos años. Y fué as-
chos , la cibdad se comencé á velar é á saz presto sabido en esta tierra, porque
estar sobre aviso, porque viessen que en yo ove aqui la relación que he dicho á
los chripstianos no avia descuydo, é por los veynte é siete del mesmo mes de ene-
la falta del caudillo ó gobernador que per- ro. Torno á decir lo que dixe en fin del
dieron, porque el adelantado era muy capítulo precedente, que assi como sub-
varón é muy experimentado en la guer- çedieren las cosas, se escribirán por mí,
ra, é muy temido de los indios. Pero si en mis dias acaesçieren, ó quedarán á
ninguna alteración ovo en ellos : antes to- cargo del historiador que después de mí
dos los caciques é señores principales de continuare estas materias. Y digo demás
la tierra vinieron luego á la cibdad, mos- desto que este título de adelantado no le
trando mucho pessar de lo subçedido, é debe dessear ninguno en estas partes,
diciendo que aquello era cosa natural, é porque los adelantados que avernos visto
que otras veces se avia visto lo semejan- por la mayor parte les fuera más utilidad
te, aunque no tan grandes huracanes co- llamarse reçagados ó más templados en la
mo el que la historia ha dicho. cobdiçia de tales honores, pues tan mal
Juntamente con este trabaxo estaban acaban con ellos.
de propóssito aquellos vecinos de la cib- É porque se dixo que los indios de-
dad de Guatimala de hacer una ranchería cían que lo aoaesçido en Guatimala otras
grande en el campo, ó pueblo de bullios veces se avia visto, aunque no en tan-
de prestado, donde todos vi viessen has- ta tormenta, no es de maravillar, por-
ta tanto que se començasse á hacer otro que essas cosas son naturales, segund
pueblo nuevo, donde les paresçia que es- largamente Plinio, en el segundo libro
taría mejor aquella república ; porque en de su Natural historia, lo escribe, é dá
la mesma Guatimala, en aquel sitio, no las causas destas tempestades é terre-
hay hombre que quiera volver á su casa, motos : el qual dice que en tiempo de Ti-
aunque quedaron algunas pocas en su ser. berio emperador, doçecibdades se arruy-
Escriben ques cosa de grandíssima lás- naron ó se perdieron en una noche en el
tima ver tantas é tan buenas casas como Asia; y en el tiempo de la guerra de Aní-
allí se han perdido é se dexan ; é la igle- bal ovo çinqiienta é siete terremotos en
sia mayor é las casas del obispo, que Italia en un año. Pregunten á la cibdad de
eran edefiçios tales que adonde quiera se Puçol, que está á doce leguas y media de
tuvieran en grand estimación é valor, ni la cibdad de Ñapóles, si le es estos ter-
en estas partes (después de México é des- remotos cosa nueva (é aun en nuestro
ta nuestra cibdad de Sancto Domingo) di- tiempo se ha quassi destruydo con tales
cen que no avia tales fábricas ni de tanta tempestades) y decirnos há que la anti-
costa. quíssima cibdad de Cuma é Bayas están
Estas nuevas truxo á la isla Fernandi- hundidas cerca della. Pues pocos años há
na, alias Cuba, Johan de Alvarado, so- que en nuestro tiempo en España, en Al-
brino del mesmo adelantado don Pedro, mería é Muxácar de la costa del reyno
que aportó al puerto de la Habana, des- de Granada, se han hundido grand parte
de donde el capitán Johan de Lobera, su délias, é la villa de Vera emproviso se
amigo é uno de los milites que un tiempo perdió, sin quedar en ella casa enhiesta
DE INDIAS. LIB. XLI. CAP. III. 33
é con muerte de los vecinos é moradores. daños. En las partes que he dicho se han
No busquemos historias passadas ni visto, como en Guatimala, é aun algunos
antiguas, ni comparaciones fuera de muy peores podriamos traer á conseqüen-
nuestras Indias, pues que en Nicaragua, çia: y pues son cosas ordinarias á la na-
en la mesma costa austral continuada con tura y en el mundo acostumbradas, aun-
Guatimala, hay una provincia que llaman que de tarde en tarde acaesçe, y en es-
los Maribios, donde están tres montes pecial donde hay las dispusiçiones dessos
juntos de que sale continuamente gran- montes ó çufretales ó alumbres, debían
díssimo humo, é acaesçc baxar de aque- los fundadores de nuevas poblaciones
llas cumbres tal tempestad dello ó de fue- apartarse de tales vecindades ó assicntos
go, vertiéndose hacia la parte austral é á peligrosos; porque aunque tarde subçc-
la mar, que abrasa é destruye todos los dan semejantes daños, débese de consi-
heredamientos é hace grandes daños en derar que en qualquier tiempo que ello
aquella tierra. Y en la mesma goberna- sea, es destruyçion é desolación de los
ción de Nicaragua, en la provincia de hombres é provincias, donde tales tor-
Nagrando, á una legua ó poco más de la mentas intervienen.
cibdad de Leon, está un altíssimo monte, Volviendo al adelantado don Pedro de
de las cumbres del qual por diverssos Alvarado , digo quél murió sirviendo á su
humeros siempre sale humo; é suele Rey y en su officio de cavallero, é acabó
acaesçer que con tempestad é terremo- como cathólico, conosçiendo á Dios, é co-
tos saltan pedaços grandíssimos de pie- mo diçe Francisco Petrarca en un diálogo
dra é tierra del mesmo monte, é destruye de aquel su tractado De próspera é adver-
parte de la tierra. Todos estos terremotos sa fortuna, « ningún bueno muere mal, é
é tempestades se causan de las concavi- ningún malo bien ». Haya Dios misericor-
dades é cavernas que las tales montañas dia de aquella señora, su muger, é de to-
tienen en sus interiores, é porque son dos los que con ella murieron, é de to-
mineros de açufre ó de alumbre, é les dos aquellos que en su misericordia con-
vientos reinclusos en aquellos vaquos, fian. Amen.
quando espiran, revientan é hacen essos

CAPITULO IV.
De la ferUlidad de la tierra é gobernación de Guatimala, é de las particularidades della en general.

tLsta provincia do Guatimala es en la verssas aves, mucha miel é cera, mucho


Tierra-Firme en la costa de la mar del algodón, é son las mugeres buenas hi-
Sur, é la gente della belicosa é ydóla- landeras é hacen gentiles telas dello. Hay
tras. Son flecheros é no tienen hierba; muchos é buenos pescados, é los indios
comen carne humana ; la tierra es muy son grandes pescadores é buenos monte-
sana é fértil de muchos mantenimientos, ros, é matan muchas animabas salvajes
assi como mahiz é muchas fructas é le- con los arcos é también con çepos é otras
gumbres, fésoles de muchas maneras, é armaduras. Y en sus ritos é çerimonias
muchos animales de todos aquellos géne- hay muchas cosas que decir, y en sus sa-
ros que en las otras partes de la Tierra- criffiçios é matrimonios diverssas costum-
Firme. Hay buenas aguas, é muchas é di- bres é ritos diabólicos; porque donde
TOMO IV.
34 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hay ydolatria é se dexa de adorar é co- divina permita el mejoramiento de los
nosçer al verdadero Dios, ningún bien naturales, para que instruydos en las co-
puede aver, quantomás mezclándose con sas de nuestra sanctafée cathólica, se sal-
este principal error sacrificar hombres é ven é conozcan la iglesia é sus thessoros,
comer carne humana. Todo es bosque ó para conseguir la gloria celestial.
jardin infernal, hasta que la misericordia
Este es el libro quarto de la tercera parte, y es el quadragéssimo segundo de la Na-
tural y general historia de las Indias, islas é Tierra-Firme del mar Océano de la co-
rona é real çeptro de los Reyes é reynos de Castilla é de Leon : cl quai tracta de la
gobernación del reyno é provincia de Nicaragua é sus anexos.

CAPITULO I.
En el quai sc tractan sumariamente muchas generalidades notables de las provincias e gobernación del reyno
de Nicaragua é sus anexos , que cada una délias es memorable é todas juntas nescessarias á la historia, de
que aqui se tracta.

N icaragua es un grand reyno, de mu- cipal puerto de la gobernación, porque


chas é buenas provincias, é las más dé- es el más cercano de la eibdad de Leon
lias anexas á quatro ó cinco lenguas dis- de Nagrando, ques la cabecera de aquel
tintas, apartadas é diverssas las unas de reyno, ó allí es la silla episcopal. Quando
las otras. La principal es la que llaman yo vi aquella cibdad, en tiempo de los
de Nicaragua, y es la mesma que hablan gobernadores Diego Lopez de Salcedo é
en México ó en la Nueva España. La de Pedrarias, avia en ella más de doscien-
otra es la lengua que llaman de Chorote- tos vecinos, con buenas casas de made-
ga, é la tercera es Chondal. Essos chon- ra , muchas délias cubiertas de paja, é las
dales es ícente más avillanada, é moran demás al modo de la tierra de madera é
en las sierras ó en las faldas dcllas. Otra cañas é paja; y en Granada avia hasta
hay ques del golpho de Orotiñaruba hacia çient vecinos, poco más ó menos : é co-
la parte del Nordeste, ó otras lenguas mo tengo dicho, ambas cibdades están en
hay adelante la tierra adentro. Por la la costa de la laguna, la qual está muy
parte del Oriente tiene de frontera é cos- poblada toda por la costa, é dentro della
ta esta gobernación desde el puerto de la hay algunas islas buenas para madera é
Possesion hasta el puerto de la Herradu- otros provechos é pesquerías ; pero la que
ra çient leguas, é inclusive el golpho de llaman Coçabolca está poblada de indios.
Nicaragua al Sud de Orotiña. El puerto de Otra laguna hay mayor que la que he di-
la Possesion está en trece grados desta cho , en quien desagua la primera, é no-
parte de lu línia equinoçial, y es el prin- ticia hay de otra tercera más hacia el
36 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Norte, é assi ha paresçido ser la verdad, no se gobernaban por caciques ó úni-
é han salido aquellas aguas á la mar cer- co señor, sino á manera de comunida-
ca del puerto, en donde las aguas de la des por cierto número de viejos esco-
primera é segunda van á parar, é desde gidos por votos : é aquellos creaban un
allí siguen su curso; é de poco tiempo capitán general para las cosas de la guer-
acá se sabe é se tiene por cierto que sa- ra, é despues que aquel con los demás
len á la mar del Norte, que llaman Car- regían su estado, quando moría ó le ma-
lago , é por aquella costa (cosa de mucha taban en alguna batalla ó recuentro, ele-
importancia averse hallado este desagua- gían otro, é á veces ellos mesmos le mata-
dero). Desto, é de las lagunas que hay ban, si lo hallaban que era desconviniente
en aquella gobernación, más puntualmen- á su república. Después los chripstianos,
te se dirá adelante lo que yo pude com- para se servir de los indios é se entender
prender é vi. Desde el puerto de la Pos- con una cabeça, é no con tantas, les que-
sesion al Oçidente tiene de costa esta go- braron essa buena costumbre, é aquellos
bernación otras quarenta leguas, poco senados ó congregación de aquellos vie-
más ó menos, hasta la punta que está jos, como eran hombres principales é se-
más al Poniente del golpho de Chorotega. ñores de diverssas plaças é vassallos, é
El principio del descubrimiento de Ni- concurrían en una voluntad y estado jun-
caragua se tocó en el capítulo XXI del li- tos, separáronlos é hiçiéronlos caciques
bro XXIX de la segunda parte destas his- sobre sí para los repartimientos é subje-
torias. Es de las más hermosas é aplaci- çion nueva, en que los españoles los me-
bles tierras los llanos de Nicaragua que tieron , non obstante lo qual también avía
se puede hallar en estas Indias, porque caciques en algunas partes é señores de
es fertilíssima de mahiçales é legumbres; provincias é de islas.
de fésoles de diverssas maneras; de mu- Tenían libros de pergaminos que ha-
chas é diverssas fructas ; de mucho ca- cían de los cueros de venados, tan anchos
cao , ques aquella fructa que paresçe al- como una mano ó más, é tan luengos co-
mendras é corre entre aquella gente por mo diez ó doçe passos, é más é menos,
moneda, con la qual se han é compran que se encogían é doblaban é resumían
todas las otras cosas que de mucho ó po- en el tamaño é grandeça de una mano por
co presçio son, assi como el oro é los es- sus dobleces uno contra otro (á manera
clavos é la ropa é cosas de comer é todo de reclamo) ; y en aquestos tenían pinta-
lo demás. Hay mucha copia de miel é ce- dos sus caracteres ó figuras de tinta roxa
ra , é mucha montería de puercos é vena- ó negra, de tal manera que aunque no
dos é otras salvaginas é conexos é otros eran letura ni escriptura, significaban é
animales, é muchas é buenas pesquerías, se entendían por ellas todo lo que que-
assi de la mar como de los rios é lagunas: rían muy claramente; y en estos tales li-
mucha abundancia de algodón, é mucha bros tenian pintados sus términos y here-
é buena ropa que dello se haçe, é lo hi- damientos, é lo que más les paresçia que
lan é texen las indias de la tierra ; y es debia estar figurado, assi como los cami-
cadañero, porque cada un año lo siem- nos, los rios, los montes é boscagesé lo
bran é cogen. demás, para los tiempos de contienda ó
Hay mucha moltitud de gente, assi pleyto determinarlos por allí, con pares-
en aquella provincia de Nagrando, don- çer de los viejos, guegues (que tanto quie-
de está la cibdad de Leon, como en re decir guegue como viejo).
otras de aquel reyno, é muchas délias Tenian sus casas de oración, á quien
DE INDIAS. LIB. XLIl. CAP. I. 37

llaman orchilobos, como en la Nueva Es- to que ellas van á los mercados á se ven-
p aña, é sus sacerdotes para aquellos ne- der é á lo que se les antoja.
fandos diabólicos sacrificios : é delante de Tienen diverssos dioses, é assi en el
cada templo de aquellos un torrontero ó tiempo de su cosecha del mahiz, ó del ca-
montón de tierra á mano puesta, é tan cao ó del algodón ó fésoles, con dia se-
alto como una lança de armas, delgado ñalado, y en diferentes dias, les hacen
en lo alto é abaxo ancho, de la hechura señaladas é particulares é diferentes fies-
que en las horas está un montón de trigo tas, é sus arcytos é cantares al propóssi-
ó cebada, é unos escalonçillos cavados en to de aquel ydolo é recogimiento del pan
él, por donde sube aquel sacerdote del ó fructo que han alcançado. Son todos fle-
diablo é la víctima, ques el hombre ó mu- cheros; pero no tienen hierba.
ger ó muchacho que ha de ser allí enci- En algunas partes hay señores ó prín-
ma sacrificado ó muerto en el conspcc- cipes de mucho estado ó gente , assi-
to é presscnçia del pueblo. E muchos ri- mesmo el cacique de Teocatega y el de
tos tienen estos de Nicaragua, como los de Mistega, y el de Nicaragua y el de Nico-
la Nueva España, que son de la mesma ya é otros tienen vassallos principales é
lengua, como he dicho. Los de la lengua cavalleros (digo varones, que son cabe,
de Chorotega, que son sus enemigos, tie- ceras de provincias ó pueblos con señorío
nen los mesmos templos; pero la lengua, por sí con vassallos), á los quales llaman
ritos é çerimonias é costumbres diferentes galpones : é aquellos acompañan é guar-
de otra forma, tanto que no se entienden. dan la persona del príncipe ordinariamen-
Los chondales assimesmo son diferentes te, é son sus cortesanos é capitanes: é
de los unos é de los otros en la lengua, é son muy acatados los señores é sus prin-
no se comunica la de los unos con los cipales; é son muy crudos á natura, é
otros, ni se paresçe más que la del viz- sin misericordia, é muy mentirosos, é de
cayno con el tudesco. ninguna piedad usan.
En una cosa ó en las que diré se imi- Sus matrimonios son de muchas mane-
tan é son conformes; y es que cada ge- ras é hay bien que decir en ellos, é co-
neración destas tienen sus plaças é mer- munmente cada uno tiene una sola mu-
cados para sus tractos é mercaderias en ger, é pocos son los que tienen más, ex-
cada pueblo principal ; pero no se admite cepto los principales ó el que puede dar
en essas ferias ó plaças sino los de la mes- de comer á más mugeres ; é los caciques
ma lengua, é si estos otros van, es lleván- quantas quieren.
dolos á vender para los comer ó se servir Son grandes hechiceros ellos y ellas, é
dcllos por esclavos; é assimesmo son con- tienen con el diablo mucha comunicación,
formes en que todos los ques dicho co- en especial aquellos sus sacerdotes de Sa-
men carne humana, é todos ellos son ydó- tanás , que viven sobre sí é los tienen en
latras é siervos del demonio en diverssas grande veneración.
maneras de ydolatrias. En la manera de su gobernación son
Hay mugeres públicas que ganan é se muy diferentes, é los mensajeros é cau-
conceden á quien las quiere por diez al- dillos son creydos por su palabra en todo
mendras de cacao de las que se ha dicho lo que de parte del señor dicen ó man-
ques su moneda : é tienen rufianes algu- dan á la otra gente, si llevan un mosca-
nas délias, no para darles parte de su ga- dor de plumas en la mano (ques como
nancia , sino para so servir dcllos é que entre los chripstianos la vara de justicia);
las acompañen é guarden la casa en tan- y este moscador dalo el señor de su ma-
38 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
no al que vee que mejor le servirá, é por na dexan un flueco de cabellos más al-
el tiempo que le place que sea official tos , que paresçen como borla : estos
suyo. En las islas del golpho de Orotiña son como cavalleros muy estimados é hon-
é otras partes usan unos báculos luengos rados entre los mejores de los destas tres
de muy linda madera, y en lo alto dellos lenguas, nicaraguas, chorotegas, ochan-
una hoquedad ó váquo con unos palillos dales. Traen sajadas las lenguas por de-
allí dentro, que en meneando el palo, te- baxo , é las orejas, é algunos los miem-
niéndole fixo de punta en tierra, movien- bros viriles, é no las mugeres ninguna
do ó temblando el braco, suena de la ma- cosa destas, y ellos y ellas horadadas las
nera que aquellos juguetes que llenos de orejas de grandes agujeros ; é acostúm-
pedreçicas acallan los niños: é va un men- branse pintar con sajaduras ó navaxas de
sajero destos con aquel bordón á una pla- pedernal, y en lo cortado echan unos
ça de un pueblo , y encontinente corre la polvos de cierto carbon negro, que lla-
gente á ver lo que quiere ; y él, puesto man tiel, é queda tan perpetua la pintura
el palo de la manera que dicha es, dice á quanto lo es la vida del pintado. É cada
altas voces: «Venid, venid, venid». É cacique ó señor tiene su marca ó manera
dicho tres veces en su lengua dice lo quel desta pintura, con que su gente anda se-
señor manda á manera de pregón, é váse ñalada ; é hay maestros para ello, é muy
encontinente; y de paz ó de guerra, ó de diestros, que viven desso.
la forma que les es mandado, sin faltar Traen los hombres unos cosseletes sin
en cosa alguna, se cumple enteramente mangas de algodón gentiles é de muchas
lo que les fué denunciado. Estos bordo- colores texidos, é unos ceñideros delga-
nes son en lugar de los moscadores que dos ó blancos de algodón tan anchos co-
los que se dixo de susso traen Tos otros, mo una mano, é Uleréenlos hasta que
ó son como insignias del señorío ; y quedan tan gruessos ó más quel dedo pul-
en volviendo con la respuesta, ponen el gar, é dánse muchas vueltas al rededor
bordón alli donde están otra docena, ó del cuerpo, de los pechos abaxo hasta la
más ó menos dellos, cerca del príncipe, punta de la cadera : é con el un cabo que
para este é otros efettos; y él los dá de les sobra métenlo entre nalga é nalga, é
su mano segund é quando le conviene. sácanle adelante, é cubren sus vergüen-
Son gente de buena estatura é más ças con aquel, é préndenlo en una de
blancos que loros : traen rapadas las ca- aquellas vueltas del ceñidero ; é aquella
beças de la mitad adelante é los aladares vuelta é cabo suéltanle para orinar é des-
por debaxo, é déxanse una coleta de ore- cargar el vientre é hacer lo que les con-
ja á oreja por detrás desde la coronilla. viene. Las mugeres traen naguas de la
Y entrellos el que ha vencido alguna ba- parte abaxo hasta cerca de la rodilla, é
talla personal de cuerpo á cuerpo á vista las que son principales hasta cerca de los
de los exérçitos, llaman á este tal tapali- tovillos é más delgadas, é unas gorgueras
gui; y este, para señal destas armas opi- de algodón, que les cubren los pechos.
mas, trae rapada la cabeça con una co- Los hombres hacen aguas puestos en clu-
rona encima tresquilada, y el cabello de quillas, é las mugeres estando derechas
la corona tan alto como el trecho que de pies á dó quiera que les viene la ga-
hay desde la cintura alta del dedo in- na. Ellos traen çapatos, que llaman gu-
dex á la cabeça del mesmo dedo, para iaras , que son de dos suelas de venados
denotar el caso por esta medida del é sin capelladas, sino que se prenden con
cabello : y en medio de aquella coro- unas cuerdas de algodón ó correas desde
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. I. 39
los dedos al cuello del pié ó tovillos á ma- del, ó á pescar ó cacar ó hacer lo que
nera de alpergates. Ellas traen muchos sabe é tiene por exerçiçio.
sartales de qüentas é otras cosas al cue- Hay. buenas minas de oro, é no tienen
llo , y ellos son gente belicosa é astutos é hierro, é las saetas traen con pedernales'
falsos en la guerra é de buenos áni- é huessos de pescados en las puntas ; é
mos. son de carriços (que hay muchos por las
Tienen cargo los hombres de proveer costas de las lagunas), é los arcos son de
la casa propria de la labor del campo é lindas éfbuenas maderas.
agricultura é de la caça é pesquería, y Dexemos agora las generalidades, é
ellas del tracto é mercaderías ; pero antes assi en algo de lo que está explicado co-
quel marido salga de casa, la ha de dexar mo en otras particulares cosas yré dis-
barrida y encendido el fuego, é luego to- curriendo como convenga á la orden de
ma sus armas é va al campo ó á la labor la historia.

CAPITULO II.
En que se Iracta de cierta información que por mandado del gobernador Pedrarias Dávila tomó un padre
reverendo de la orden de la Merced, cerca de la creencia é ritos é çerimonias destos indios de Nicaragua,
para saber quáles eran chripstianos antes que Pedrarias fuesse á aquella tierra, é qué sentían de Dios e' de
la inmortalidad del ánima, é otras cosas que le paresció que se debia preguntar á los indios: é por evitar pro-
lixidad yrá dicho á manera de diálogo ; é quando oviere F. pregunta ó habla este religioso, llamado Fray
Francisco de Bobadilla, é donde oviere Y. responde ó replica el indio ques interrogado.

Um el tiempo que Pedrarias Dávila go- muy raros é poquíssimos son los indios
bernaba á Nicaragua, fué aviso desde Es- que se pueden decir chripstianos de los
paña que Gil Gonçalez Dávila, quando des- que toman el baptismo en la edad adoles-
cubrió aquella tierra á servicio del Empe- cente ó desde arriba. Para esta comisión
rador, nuestro señor, que avia converti- hiço comisario á un frayle reverendo,
do y hecho baptiçar treynta é dos mili grand amigo suyo, provincial de la Orden
indios ó más, é quel capitán Francisco de la Merced, llamado fray Francisco de
Fernandez avia assimesmo hecho bapti- Bobadilla, el qual lo aceptó de muy bue-
çar otra grand cantidad, é quel goberna- na voluntad, assi por complacer al gober-
dor Diego Lopez de Salcedo assimesmo nador, como porque él pensaba servir á
avia aprovechado mucho en la conver- Dios en ello y echar cargo al Emperador,
sion de aquella gente. É cómo Pedrarias nuestro señor, é hacer de más propóssito
los tuvo á todos tres por enemigos noto- chripstianos todos los indios que pudiesse
rios, é vía que le inculpaban de negli- atraer al camino de la verdad, para que
gente, quiso hacer una probança por se salvassen. É para esto partió de Leon
donde constasse que era burla é que aque- é fué á la provincia de Nicaragua, é lle-
llos no eran chripstianos: é la mesma se vó consigo á un Bartolomé Perez, escri-
pudiera hacer en Castilla del Oro, donde bano público del concejo de la cibdad
Pedrarias avia estado por gobernador llamada Granada, alias Salteba; y en una
quince años ó más avia. É sin dubda en plaça que se dice Teoca en el pueblo é
este caso yo pienso que por culpa de los provincia de la dicha Nicaragua, en tér-
chripstianos, ó por incapacidad de los in- mino é jurisdiçion de la dicha Granada,
dios , ó porque Dios los tenga por maldi- por interpretación de Luis Dávila é Fran-
ta generación por sus vicios é ydolatrias, cisco Ortiz é Francisco de Arcos, lenguas
40 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ó intérpetres, sobre juramento que pri- cho: Tamagostat é Çipattonal é Oxo mogo
mero hicieron en el dicho pueblo á los é Calchüguegue é Chicoçiagat.
veynfce é ocho de septiembre de mili é F. ¿Dónde están essos?
quinientos é treynta y ocho años, interro- Y. No lo sé; sino que son nuestros
gó algunos indios para ver cómo sentian dioses mayores, á quienes llamamos
de la fée ó de qué setta ó creencia eran, teotes.
y en todo lo que más le paresció que de- F. ¿Essos tienen padre ó madre ó
bían ser examinados. Y el primero fué hermanos?
un cacique llamado Chicoyatonal, al Y. No; que son teotes é dioses.
qual el dicho padre reverendo le bapticó, F. ¿É los teotes comen?
é llamáronle Alonso de Herrera : é pre- Y. No lo sé; sino que quando tene-
guntóle si sabia que avia Dios é que avia mos guerra es para darles de comer de
criado al hombre é al mundo é á otras la sangre de los indios, que se matan ó
cosas, é á todo respondió que no sabia toman en ella, y échase la sangre para
nada de aquello : antes se maravilló mu- arriba é abaxo é á los lados é por todas
cho de lo que le preguntaron. A un gue- partes ; porque no sabemos en quál de las
gue principal (porque como ya he dicho partes están, ni tampoco sé si comen ó
guegue quiere decir viejo), cuyo nombre nó la sangre.
proprio era Çipat, le preguntó si queria F. ¿Sabes ó has oydo decir si des-
ser chripstiano é dixo que no, é diósele pués quel mundo fué hecho, si se ha per-
á entender que avia parayso é infierno, é dido ó nó ?
no aprovechó nada: antes dixo que no se Y. A mis padres oy decir que mucho
le daba más yr á un cabo que al otro. É tiempo avia que se avia perdido por agua,
á quanto se le preguntó de las obras de é que ya aquello era passado.
Dios é del mundo, dixo que ni sabia quién F. ¿Ahogáronse, si sabes, todos los
lo hiço ni nunca tal le fué dicho, antes se hombres?
espantaba de lo que le fué preguntado. Y. No lo sé, sino que los teotes ree-
Interrogó á otro cacique que se decía Mi- deficaron el mundo de más gente é aves
sesboy, é dixo que era chripstiano é que é de todas las cosas.
le echaron agua sobre la cabeça, pero F. ¿Cómo escapáronlos teotes?.. Fué
que no se acordaba del nombre que le pu- en alguna altura ó canoa ó barca?
sieron. Y. No sé más, sino quellos son dio-
F. ¿Sabes quién crió el çielo é la ses: ¿cómo se avian de ahogar?
tierra? F. ¿Cómo los páxaros ó venados no
Y. Seyendo muchacho me dixeron se avian ahogado?
mis padres que Tamagostat é Çipattonal Y. Los que agora hay los teotes los
lo criaron. tornaron á hacer de nuevo, é assi á los
F. ¿Quién eran essos? Eran hombres hombres como á todas las otras cosas.
ó venados ó pescados? F. Esto que has dicho ¿sábenlo todos
Y. No lo sé, porque mis padres no los indios ?
los vieron, sino que lo oyeron decir: Y. Sábenlo los padres de las casas
ni sé si andan en el ayre ni dónde se de oración ó templos, que tenemos, é
están. todos los caciques.
F. ¿Quién crió al hombre é á la mu- F. ¿Quién sirve á essos teotes?
ger é á todas las otras cosas? Y. Á los viejos he oydo decir que tie-
Y. Todo lo criaron estos que he di- nen gente que los sirve, é que los indios
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. II. 41
que se mueren en sus casas questos se van Y. No: nadie, antes descienden dellos
abaxo de la tierra, é que los que se mue- toda la generación de los hombres é mu-
ren en la guerra, essos van á servir á los geres.
teotes. F. ¿Essos criaron á los chripstianos?
F. ¿Quáles mejor, yr abaxo de la Y. No lo sé, sino que nosotros los in-
tierra ó yr á servir á los teotes? dios venimos de Tamagastad é Çipattoval.
Y. Mejor es yr á servir á los teotes, F. Hay otros dioses mayores quessos?
porque ven allá â sus padres. Y. No: estos tenemos nosotros por
F. Si sus padres mueren en casa ¿có- los mayores.
mo los pueden ver allá? F. ¿Cómo sabeys esso?
Y. Nuestros padres son aquellos teo- Y. Porque assi lo tenemos por cierto
tes. entre nosotros, é assi nos lo dixeron
F. ¿Quando alguno se mucre, sábenle nuestros padres.
los teotes resucitar, ó ha tornado alguno F. ¿Teneys libros donde esso esté
de allá? por memoria como este que te muestro?
Y. No sé más, sino que los niños que (que era una Biblia).
mueren antes que coman mahiz, ó que Y. No.
dexen de mamar, han de resucitar ó tor- F. Pues que no teneys libros ¿cómo
nar á casa de sus padres, é sus padres os acordays de lo que has dicho?
los conoscerán é criarán ; é los viejos que Y. Nuestros antepassados lo dixeron,
mueren, no han de tornar ni resucitar. é de unos en otros discurriendo, se plati-
F. Si los padres mueren antes que ca, como he dicho; é assi nos acordamos
tornen los hijos ¿cómo los podrán ver ni dello.
criar ni conosçer? F. ¿Háslo dicho tú á tus hijos assi?
Y. Si fueren muertos los padres, per- Y. Sí, dicho se lo hé, é mandádoles
derse han los niños ó no. tengo que assi lo tengan ellos en la me^
F. ¿Pues qué se harán? moria para que lo digan á sus hijos, quan-
Y. No sé más de lo que he dicho ; y do los tengan , é aquellos lo digan des-
esto assi me lo contaron mis padres, é pués á mis nietos : por manera que no se
pienso que assi debe ser. pierda la memoria. É assi lo supe yo é
El cacique A vagoaltegoan dixo que era los que son vivos de nosotros los indios.
chripstiano é que sollama don Francisco. F. ¿Á essos vuestros dioses, veyslos?
F. ¿Es bueno ser chripstiano? Y. No; pero los primeros de aquel
Y. Creo que sí. tiempo los vieron, é los de agora no los
F. ¿Por qué lo crees? ven.
Y. Porque los chripstianos me han F. ¿X quién hablan vuestros sacerdo-
dicho quel chripstiano, quando muere, va tes ó padres de vuestras mezquitas?
al parayso, y el que no lo es, se va al in- Y. Despues que murió un cacique que
fierno con el diablo. llamaban Xostoval, padre de Cuylomegilte,
F. ¿Quién crió el çielo é la tierra y nunca más han hablado con nadie en las
estrellas é la luna é al hombre é todo lo mezquitas, é hasta estonces hablaban; y
demás? este murió mucho tiempo ha, que yo no
Y. Tamagastad é Çipattoval; é Tama- le conoscí, mas assi lo he oydo.
gastad es hombre é Çipattoval es muger. F. ¿Essos dioses que dices, son de
F. ¿Quién crió esse hombre y essa carne ó de palo, ó de quál materia son?
muger? Y. De carne son, éhombreé muger,
TOMO IV.
42 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é mocos, é siempre están de una manera cón los teotes, é los que son malos van
é son morenos de la color que nosotros abaxo á una tierra que se llama Miqtan-
los indios, é andaban por la tierra vesti- teot, ques abaxo de la tierra y es mala.
dos é comían de lo que los indios co- F. ¿Van como acá están con aquel
mían. cuerpo é cara é pies é manos juntamente
F. ¿Quién se lo daba? como acá viven en la tierra?
Y. Todo era suyo. Y. No; sino en muriendo, sale por la
F. ¿Dónde están agora? boca una como persona que se dice yulio,
Y. En el cielo, segund me dixeron é vá allá donde está aquel hombre é mu-
mis passados. ger , é allá está como una persona é no
F. ¿Por dónde subieron? muere allá, y el cuerpo se queda acá.
Y. No sé sino ques allá su morada, F. ¿Este cuerpo que acá queda, háse
ni sé como nasçieron, é no tienen padre de tornar á juntar algún tiempo con aque-
ni madre. lla persona, que dices que se salió por la
F. ¿Qué comen agora? boca?
Y. Lo que comen los indios; porque Y. No.
de allá donde están los teotes, vino la F. ¿A quál tienes por bueno para yr
planta é todas las otras cosas de comer. arriba, é á quál por malo para yr abaxo?
F. ¿Sabes ó has oydo si se ha perdi- Y. Tengo por buenos los que se acuer-
do el mundo, despues que estos teotes le dan de sus dioses é van en los templos é
criaron, ó no? casas de oración ; y estos van arriba, é
Y. Antes que oviesse esta generación los que esto no hacen, van abaxo de la
que hay agora, se perdió el mundo con tierra.
agua é se hiço todo mar. F. ¿Quién los mata, quando se mue-
F. ¿Pues dónde escaparon esse hom- ren los indios?
bre y essa muger? Y. Los teotes matan aquellos que no
F. En el cielo, porque estaban allá, é los quieren servir, é los otros van arriba
después baxaron á tierra é reedeficaron que no mueren, porque arriba están vi-
todas las cosas que hay oy, é dellos ve- vos, aunque acá mueren.
nimos nosotros. Interrogó este padre reverendo un in-
F. Pues dices quel mundo se perdió dio viejo llamado Taçoteyda, padre ó sa-
por agua ¿escaparon algunos hombres en cerdote de aquellos descomulgados orato-
alguna canoa ó de otra manera? rios de aquel pueblo de Nicaragua, que
Y. No: que lodos se ahogaron, se- al paresçer seria hombre de sessenta
gund mis passados me contaron, como años, é dixole si era chripstiano é respon-
dicho hé. dio que no era chripstiano.
F. ¿Por qué quando se mueren los in- F. ¿Quieres serlo?
dios no los resucitan essos teotes? Y. No: que ya soy viejo. ¿Para qué
Y. Desde que nosotros somos se usa he de ser chripstiano?
assi, que en muriendo algund indio, no F. Porque se te seguirán muchos bie-
hay más. nes en esta vida, si lo fueres, y en la otra
F. ¿Han de tornar á vivir en algún donde todos avernos de permanesçer; é
tiempo los que mueren? por el contrario, no lo seyendo, mucha
Y. No. mala vida é trabaxos acá é acullá en com-
F. ¿Dónde van los muertos? pañía del diablo, al qual, si fueras cathó-
Y. Los que son buenos van al cielo lico, no le verás ni le temerás.
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. II. 43

Y. Yo soy viejo é no soy cacique pa- F. ¿Anduvieron por la tierra?


ra ser chripstiano. Y. No.
Finalmente, por mucho quel padre Bo- F. ¿Tienen padre é madre?
badilla le predicó é amonestó, nunca qui- Y. No lo sé.
so ser chripstiano. F. ¿Despues quel mundo fué criado,
F. Pues eres hombre é no bestia, ¿sa- háse perdido, ó háse de perder?
bes quién crió el çielo é la tierra? Y. No lo sé ; é si otros lo han dicho
Y. Tamagastad é Çipattoval lo criaron ellos lo sabrán, que yo no lo sé.
é también las estrellas é todo lo demás. F. ¿Quando los indios mueren, dón-
F. ¿Son hombres? de van?
Y. Hombres son. Y. Van debaxo de la tierra, y los que
F. ¿Cómo lo sabes? mueren en la guerra de los que han vivi-
Y. Mis predeçessores me lo dixeron. do bien, van arriba, donde están Tama-
F. ¿Dónde están essos vuestros dio- gastad é Çipattoval.
ses? F. Primero dixistes que no sabias
Y. Mis antepassados me dixeron que dónde aquestos estaban: ¿cómo dices ago-
están donde sale el sol. ra que los que mueren en la guerra de los
F. ¿Están en el cielo, ó en la mar, ó que viven bien, van arriba con ellos?
dónde están? Y. Donde el sol sale, llamamos nos-
Y. Ko sé dónde están; mas quando otros arriba.
los aviamos menester para la guerra, é F. ¿Los indios que van abaxo, qué
antes que vosotros los chripstianos viniés- vida tienen allá?
sedes á ella, llamábamoslos nosotros á Y. Entiérranlos é no hay más.
que nos ayudassen , dándoles voces has- F. ¿Los que van arriba, están allá co-
ta el cielo. mo acá con el mesmo cuerpo é cara é lo
F. ¿Yenian á coro llamado, ó á vues- demás?
tros oratorios á hablaros? Y. No va más del coraçon.
Y. Nuestros antepassados dixeron F. Pues si le sacan el coraçon ¿cómo
que solian venir é que hablaban con ellos lo llevan?
mucho tiempo há; pero ya no vienen. Y. No va el coraçon, mas va aquello
F. ¿Aquellos teotes comian? que les hace á ellos estar vivos, é ydo
Y. Oy decir á mis passados que co- aquello, se queda el cuerpo muerto.
mian sangre é coraçones de hombres é F. ¿Los muertos han de tornar acá
de algunos páxaros ; é les daban sahume- en algún tiempo?
rios de la tea é resina, é que esto es lo Y. No han de tornar.
que comen. F. ¿Qué han de hacer después de
F. ¿Quién hiço á essos Tamagastad é muertos todos aquellos é Tamagastad é
Çipattoval? Çipattoval?
' Y. No lo sé. Y. En muriéndosc todos, no sé yo lo
F. ¿Son de carne, ó de piedra, ó de que se han de hacer.
•palo, ó de qué son? Pues viendo lo que estos indios decian.
Y. Hombres son mancebos, como los y desseando este padre apurar y examinar
indios. estas depusiçiones, para sacar algo desta
F. Pues si son hombres, ¿cómo ñas- gente é información en sí diferente y en
çieron, no teniendo mugeres? pocas cosas concordante, hiço llamar á un
Y. No lo sé. indio guegue del mesmopueblode Nicara-
44 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gua, la cabeça blanca de canas, que los cosa viva alguna ; y estos dioses que he
que lo vieron juzgaron por hombre de dicho lo tornaron á criar de nuevo, é as-
ochenta años ó más, el qual se llamaba Co- si lo tenemos por cierto, porque de mis
yevet. Preguntóle si era chripstiano; dixo padres lo supe.
que sí, que agua le avian echado en la F. ¿Dónde van los indios después de
cabeça; pero que no le pusieron nombre muertos?
ni se acordaba del. Y. Van debaxo de la tierra, é los que
F. Porque eres bueno, é lo ha sabi- mueren en la guerra, van arriba, como
do el Emperador, nuestro señor, ques el los teotes.
teyte grande de Castilla, me ha enviado F. ¿Van con el cuerpo como acá
para que te diga las cosas de la fée cathó- están?
lica, é para que tú me digas todo lo que Y. El cuerpo se pudre en la tierra, y
sabes de lo que té preguntare ; é habla el coraçon va arriba.
sin miedo, que ningún mal te ha de ser F. ¿Si le sacan el coraçon para lo lle-
hecho. var?
Y. Yo te diré lo que supiere. Y. No se lo sacan; que aquel coraçon
F. ¿Quién crió el çielo é la tierra é los que va es el que los tiene vivos, é salido
hombres é todo lo demás? aquel, se mueren.
Y. Tamagastad é Çipattoval lo cria- F. ¿Han de volver acá los que se
ron todo. mueren?
F. ¿Son hombres ó mugeres? Y. No, que allí se acaba.
Y. Son como dioses, é son hombres. En el mesmo pueblo de Nicaragua un
F. ¿Estos vienen á hablar con los pa- miércoles siguiente treynta de dicho mes
dres de vuestros templos ó mezquitas? fué interrogado el cacique Quiavit, señor
Y. No : ni sé quien los crió, é segund de la plaça de Xoxoyta, mancebo de
mis passados me dixeron, arriba están. treynta años, poco más ó menos ; é fué
F. ¿Tenes libros ó escriptura para preguntado por las lenguas si era chrips-
que se os acuerde de lo que decís? tiano, é dixo que no.
Y. No la tenemos, sino que de uno en F. ¿Quieres serlo?
otro, discurriendo por los passados, he Y. Si quiero.
sabido lo que digo. Bapticóle el dicho padre, é nombróle
F. ¿Essos vuestros dioses comen? don Francisco de Bobadilla, é fueron sus
Y. Comen sangre é coraçones de mu- padrinos Diego de Escobar, clérigo,, é
chachos é sahumerios de tea é resina, y Alonso de Herrera Dávila.
estos nuestros dioses son hombres, como F. ¿Sabes quién crió el çielo é la tier-
los indios, é son mancebos. ra é los hombres é lo demás?
F. Pues dices que son hombres, ¿có- Y. No lo sé.
mo nasçieron? F. ¿Dónde van los indios después de
Y. No sé más sino que son dioses. muertos, é si han de tornar acá, ó qué se
F. ¿Anduvieron por la tierra? hace dellos?
Y. No, ni sé si tienen padre ni madre. Y. Yo no sé nada desso.
F. Despues quel mundo fué criado Fué interrogado otro indio que se lla-
¿háse perdido, ó háse de perder ó hun- maba Astochimal, hombre de treynta
dir, ó qué sabes desto? años : dixo que era chripstiano, pero que
Y. Perdido se há por agua, é todos no sabia cómo le llamaron.
los hombres se ahogaron, que no quedó F. ¿Pues hombre principal eres, di-
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. IÍ. 45
me si sabes ó lias oydo deçir quién crió les sale por la boca, que llaman yulio.
el çielo é la tierra é todo lo demás? A todas estas preguntas, que turaron
Y. Tamagastad é Çipattoval: é Çipat- tres dias, estovieron pressentes, demás
toval es muger, é son dioses, é como no de las lenguas, Diego de Escobar, cléri-
los he visto, no sé si son de carne ó de go, y el capitán Johan Gil de Montene-
qué son; mas mis passados rae dixeron gro, é Alonso de Herrera Dávila. Hiço
que están arriba dentro del cielo. despues aqueste reverendo padre juntar
F. ¿Comen essos? trece caciques é principales é padres ó
Y. Sí. sacerdotes de aquellos infernales templos,
F. ¿Qué comen? é preguntóles si eran naturales de aque-
Y. Gallinas é mahiz é lodo lo que lla tierra de Nicaragua ó de dónde vi-
quieren. nieron.
F. ¿Comen sangre é coraçoncs de los Y. No somos naturales de aquesta
indios? tierra, é há mucho tiempo que nuestros
Y. No lo sé, ni lo he oydo. predeçessores vinieron á ella, é no se
F. Son essos dioses marido é muger? nos acuerda qué tanto há, porque no fué
Y. No lo sé; mas pienso que deben en nuestro tiempo.
ser marido é muger, pues que es el uno F. ¿De qué tierra vinieron vuestros
hombre y el otro muger. passados, é cómo se llama vuestra tierra
F. Después questos dioses criaron el natural donde vivian, é por qué se vinie-
mundo ¿háse perdido ó háse de perder ron é la dexaron?
en algún tiempo? Y. La tierra, de donde vinieron nues-
Y. Mis padres me dixeron que se avia tros progenitores, se diçe Ticomega é Ma-
perdido; pero no sé si por agua ni por guatega, y es hacia donde se pone el
fuego ni cómo se perdió. sol : é viniéronse porque en aquella tierra
F. ¿Cómo escaparon aquellos dioses? tenian amos, á quien servían, é los trac-
Y. No lo sé: dioses son. taban mal.
F. ¿Tamagastad murió alguna vez? F. ¿Aquellos sus amos eran chripstia-
Y. No. Dios es ¿cómo avia de morir? nos ó indios?
F. Quando mueren los indios ¿á dón- Y. Indios eran.
de van? F. ¿En qué los servían? ¿Por qué se
Y. Yulio (ques el ánima) del bueno vinieron?
va arriba con los dioses, é la del malo Y. En arar é sembrar é servir, co-
va debaxo de la tierra. mo agora servimos á los chripstianos, é
F. ¿Essos que van arriba qué hacen aquellos sus amos los tenian para esto é
allá? los comían, é por esso dexaron sus casas
Y. Allá se tornan hombres : no sé si de miedo é vinieron á esta tierra de Ni-
allá barren ó qué es lo que hacen. caragua ; é aquellos amos avian allí ydo
F. ¿El cuerpo va arriba como acá de otras tierras, é los tenian avassalla-
estaba? dos, porque eran muchos, é desta causa
Y. No sé : acá veo los huessos é po- dexaron su tierra é se vinieron á aquella
drir la carne. dó estaban.
F. Si se saca el coraçon ¿se va ar- F. ¿En quién creeys, á quién ado-
riba? rays?
Y. No va el coraçon, sino aquello Y. Creemos y adoramos á Tamagas-
que acá los tenia vivos y el ayre que tad é Çipattoval, que son nuestros dioses-
46 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
F. ¿Quién llueve é os envia todas las F. ¿Qué haçeys con los cuerpos de
cosas? los que assi se matan é sacrificays?
Y. El agua nos envia Quiateot, ques Y. Los chiquitos se entierran, é los
un hombre, é tiene padre é madre , y el cuerpos que son de indios grandes, comen
padre se llama Omeyateite, é la madre los caciques principales, é no come dellos
Omeyateçigoat; y estos están en cabo del la otra gente.
mundo, donde sale el sol en el cielo. F. Las ánimas é coraçones de aque-
F. ¿Essos que decís anduvieron acá llos que se sacrifican allí ¿adonde van?
en el suelo? Y. No van á parte alguna, que allí se
Y. No. quedan con el cuerpo.
F. ¿Cómo nasció esse que decís que F. Quando aquesso hacéis ¿envíaos
tiene padre é madre? el agua esse vuestro Dios?
Y. O vieron ayuntamiento carnal, é Y. Á las veces sí é á las veces no.
parió la madre aquel hijo, é aquel es el F. ¿Á qué vays á essos templos ú ora-
que envia el agua é hace los truenos é torios, é qué decís é haçeys allá?
relámpagos é llueve. Y. Estos nuestros templos tenemos co-
F. ¿De dónde vinieron? mo vosotros los chripstianos las iglesias,
Y. No lo sabemos ni alcanzamos. porque son templos de nuestros dioses, é
F. ¿Quién crió el çielo é la tierra é de allí les damos sahumerios, é pedimos
las estrellas é todo lo demás? á nuestros dioses que nos den salud quan-
Y. Tamagastad é Çipattoval. do estamos enfermos, é que nos den agua
F. ¿Criaron si sabeys á essos padres quando no llueve, porque somos pobres
de Quiateot? é se nos secan las tierras é no dan fruc-
Y. No los criaron: questo del agua era to. É vamos allí á rogar é pedir estas co-
otra cosa, é no sabemos más desto. sas é otras, y el mayor cacique de todos
F. ¿ Quiateot es casado ? hace la oración é plegaria por lodos den-
Y. No tiene muger. tro del templo, é los otros indios ó indias
F. ¿Quién le sirve? no entran allá ; y este cacique mas prin-
Y. Creemos que le debe servir algu- cipal está en esta rogativa un año conti-
na gente; pero no sabemos quién. nuo, que no sale de la casa de la oración
F. ¿Qué comen? ó templo, y en cumpliendo el año, sale é
Y. Lo que comemos acá, pues que de le haçen grand fiesta de comer é de can-
allá nos vino. tar. É luego buscan otro cacique grande
F. Quál teneys por mayor señor, al que entra y está en el templo de la mes-
padre ó á la madre ó al hijo? ma manera otro año, é desta forma siem-
Y. Todos son iguales. pre está uno en aquella casa é oración. É
F. ¿Adonde é cómo le pedís el agua después que sale cada uno, le horadan las
á esse que decís que os la envia? narices por señal que ha seydo padre de
Y. Para pedir el agua vamos á un tem- mezquita, por grande honra : y esto se
plo que tenemos suyo, é allí matan é se hace en los templos principales ; y en los
sacrifican muchachos é muchachas: é cor- otros comunes que tenemos, como orato-
tadas las cabeças, echamos la sangre para rios, cada uno puede poner su hijo allí,
los ydolos é imagines de piedra que te- é pueden estar dentro todos los que qui-
nemos en aquella casa de oración destos sieren, con tal que no sean casados é que
dioses, la qual en nuestra lengua se lla- los unos ni los otros no duerman con mu-
ma teoba. ger en todo aquel tiempo de un año que
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. II. 47
los dichos caciques ó padres están dentro, ley de no entrar allí mugeres en los tem-
hasta que salgan. plos?
F. Los casados que quisieren yr ahí Y. En los templos é casas de oración
é dexar sus mugeres ¿puédenlo hacer? principales, quando algunas mugeres son
Y. Sí; pero cumplido aquel año, han sacrificadas, no se hace más de sacrifi-
de volver á su muger, é si es cacique, carlas é matarlas fuera de la plaça, y en
vuelve á mandar como antes. los otros templos comunes se pueden ha-
F. ¿Quién les da de comer? cer sacrificios de mugeres dentro en ellos.
Y. Dánselo muchachos pequeños de F. ¿Qué haçeys de la sangre de las
casa de sus padres, y en toda la plaça ni indias que son sacrificadas fuera de las
en el templo donde están, entran allí hom- casas é templos principales?
bre ni muger en tanto que allí están, sino Y. Métenla en el templo é tómala el
solamente los muchachos pequeños que sacerdote, c con la mano roçia todas las
les llevan é dan de comer. figuras de los y dolos que allí están.
F. ¿En aquel año que están allí, ha- F. ¿Qué se hace del cuerpo?
blan con sus dioses, ó con quién hablan? Y. Lo comen los caciques, é por no
Y. Mucho tiempo há que nuestros dio- meter carne de muger en el templo no
ses no vienen ni les hablan ; pero antes lo come della el padre sacerdote que está
solían hacer, segund nuestros antepassa- dentro; pero si es hombre el sacrificado,
dos nos dixeron, é no sabemos más de dánle su parte al sacerdote para que la
quanto los que están en aquesta rogativa coma.
piden agua é salud, é lo ques más menes- F. ¿Estos que sacrificays, es por vo-
ter, á nuestros dioses. luntad dellos ó por suerte, ó quién los dá
F. ¿Habiendo guerra, salen de allí? é trae al suplicio ó pena?
Y. No : é las plaças adonde están los Y. Son esclavos ó de los que toma-
templos, siempre están muy limpias. mos en las guerras.
F. ¿Quién las limpia é barre? F. ¿Cómo es posible sacrificar á
Y. Los muchachos, é no viejos ni vuestros dioses lo peor, pues en tanta
casados. veneración los teneys?
F. ¿Teneys tiempo señalado por venir Y. Assi lo haçian nuestros passados é
todos al templo? lo continuamos nosotros.
Y. En un año tenemos veynle é un F. ¿Ofreçeys en essos vuestros tem-
dias de fiestas (é no juntos estos dias) é plos otras cosas?
previlegiados para no hacer cosa alguna, YT. Cada uno lleva de su casa lo que
sino holgar y emborracharse é cantar é quiere ofrendar, assi como gallinas, pes-
bay lar alrededor de la plaça, é no han de cado é mahiz é otras cosas, é los mucha-
entrar dentro della persona alguna. chos lo resçiben é meten dentro en el
F. ¿Las mugeres trabaxan en coger templo.
paxa ó traer madera ú otra cosa para ha- F. ¿Quién come essas cosas de essas
cer é reparar los templos? ofrendas?
Y. Las mugeres en cosa ninguna de Y. Cómelas el padre del templo, é lo
ningún género que sea tocante al templo, que les queda, comen los muchachos.
no pueden entender, ni son admitidas por F. ¿Llévanlo crudo ó guisado al tem-
ningún caso. pío?
F. Pues decís que algunas veçes sa- Y. Guisado, é ninguna cosa llevan
crificays mugeres ¿cómo corrompeys essa cruda.
48 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
F. ¿De essas ofrendas comia alguien F. ¿Por qué creeys que se lava el co-
primero quel padre sacerdote? raçon?
Y. No comia alguno ni llegaba á ello Y. No sabemos sino que nos queda
primero quel sacerdote: antes essa es limpio: decidnos vos, padre, el cómo é
una de las principales çerimonias de lo demás.
nuestros templos. F. De que os morís ¿qué recabdo de-
F. ¿Por qué os sajays é sacrificays xays en vuestras cosas, é qué provecho
las lenguas? para la otra vida?
Y. Assi lo acostumbramos hacer, Y. Quando nos morimos encomenda-
quando avernos de yr á comprar ó vender mos á los que quedan vivos nuestras co-
ó contractar, porque tenemos opinion que sas é hijos é hacienda, para que no perez-
por esso se consigue buena dicha, y el ca é que miren por ello, pues que nos va-
Dios que para esse efetto se invoca é lla- mos desta vida; y el que se muere, si
mamos se dice Mixcoa. es bueno, va arriba con los teotes nuestros
F. ¿Dónde está esse vuestro dios dioses, é si es malo, va abaxo de la tier-
Mixcoa? ra ; é nuestros dioses son Tamagastad é
Y. Esso es unas piedras que tenemos Çipattoval, los quales quando vamos di-
por figuras en reverencia suya. cen : « Ya vienen mis hijos ».
F. ¿Cómo sabeys que esse vuestro F. ¿Por qué quebrays unas figuras,
Dios os ayuda en las contractaçiones que que rompeys sobre las sepolturas?
teneys? Y. Porque haya memoria de nosotros
Y. Porque assi lo tenemos por cos- hasta veynte ó treynta dias : é después se
tumbre é nos hallamos bien dello para pierde por ahí aquello.
nuestro comercio é contractaçion. F. ¿Para qué os embixays con essa
F. ¿Por qué os sajays el miembro tinta colorada é os poneys plumages 6
generativo? cantays é tañeys é bay lays é haçeys fies-
Y. Esso no lo hacen todos, sino algu- ta, quando os morís?
nos bellacos, por dar mas placer á las Y. Nosotros no hacemos cosa alguna
mugeres; pero no es çerimonia nues- dessas; mas si tenemos hijos, los enterra-
tra. mos á las puertas de nuestras casas, re-
F. ¿En algún tiempo ha venido á es- vuelto cada uno en una manta, quando se
ta tierra de Nicaragua alguna gente, como muere : é todo lo que tenemos se queda
los chripstianos, que os haya dicho que para nuestros hijos, y ellos lo heredan si
hagays aquellas çerimonias quellos os son legítimos del padre é de su muger é
mandan, ó que os echeys agua encima nasçen dentro de casa; é si no tenemos
de las cabeças, ú otros que os corteys el hijos, todo lo que tenemos se entierra
capullo del miembro, ó supistes que los con nosotros.
chripstianos avian de venir á esta tierra? F. ¿Qué manera teneys en enterraros?
Y. No: nunca cosa alguna dessas avia Y. Quando algún señor ó cacique
venido á nuestra noticia, é despues que grande muere, búscanse muchas mantas
los chripstianos vinieron, nos han dicho é camisas é capirotes é ropa de la tierra
ques bueno echar el agua sobre la cabe- é plumages é moscadores é de cada cosa
ça é baptiçarnos. que hay un poco; é todo ello é al cacique
F. ¿Qué creeys que se lava con el ó señor lo queman juntamente con ello, é
agua echada en la cabeça? assimesmo el oro que tiene. É después de
Y. El coraçon. quemado, cogen la çeniça de todo ello y
DE INDIAS. LIB. XLII. GAP. 11. 49
échanla en un librillo ó urva, esto es olla tan é han mucho miedo, y en aquello ven
ó vasso, y entiérranlo en la çeniça delan- que se quieren morir ; é aquello que ven
te de su casa del tal cacique ó señor. no hablan ni les dicen nada más de espan-
F. ¿Por qué no los entierran en aque- tarlos, é algunos de los que mueren tor-
llos vuestros templos? nan acá, y essos ven la vision de muchas
Y. Porque no lo tenemos por costum- maneras y espantan á los que los ven.
bre. F. ¿Las cruces que ponen los chrips-
F. ¿Poneysle algo de comer? tianos, hallays que aprovechan en esso?
Y. Quando los quieren quemar pé- Y. Sí, mucho aprovechan; porque
nenles allí pocol (ques mahiz.) cocido en despues que los chripstianos pusieron cru-
una higuera (ques una taça de calabaça, ces, no vemos visiones.
ó como calabaça es la higuera), é átanse- F. ¿Quién os mostró hacer aquellas fi-
lo al cuerpo é lo queman juntamente con guras de los ydolos que teneys?
el cuerpo, segund está dicho. Y. Nuestros antepasados nos los de-
F. ¿Mueren el cuerpo y el coraçon y xaron hechos de piedra, é por aquellos
el yulio é ánima? hacemos otros que tenemos en nuestros
Y. Si ha vivido bien va el yulio ar- buhios.
riba con nuestros dioses, é si ha vivido F. ¿Para qué los teneys?
mal allí muere é peresçe con el cuerpo é Y. Tenérnoslos en nuestras casas pa-
no hay más memoria del. ra quando queremos tractar algunas co-
F. ¿Al tiempo de la muerte ven visio- sas , rogarles que nos den buena dicha en
nes estos vuestros indios ú otras cosas? ello, é para pedirles que nos den salud.
Y. Quando se quieren morir ven vi- F. ¿Sacrificays en las casas á aquellos
siones é personas é culebras é lagartos é ydolos, para que os ayuden é den salud?
otras cosas temerosas, de que se espan- Y. No.

CAPITULO III.
En continuación délos ritos é eerimonias de los indios de Nicaragua, é délo que más inquirió el dicho
padre reverendo Fr. Francisco de Bobadilla de sus matrimonios é costumbres en aquellas provincias, é de
los muchos indios que bapticó ; é de las maravillosas bocas de fuego é humo de ciertos montes, é de otras
muchas é notables particularidades á la historia anexas.

D'esseando este padre reverendo que- vos, é no inferiores, sino mejores que
dar bien informado de las cosas de Nica- nuestros pavos de España) é allegan ca-
ragua, é teniendo tan buen aparejo de cao (de aquellas almendras que corren
lenguas para interpretar y entender los por moneda) é algunos xulos (estos son
indios; é teniendo juntos algunos caciques unos perros gozques mudos que crian en
é indios principales é viejos, quiso saber casa), é son buen manjar, é otras comi-
qué manera tenian en sus matrimonios y das; é nácese mucha fiesta de areytos, é
en otras cosas, é dixéronlc assk los vecinos é amigos juntos, celébrase la
Y. Nosotros, quando queremos casar boda desta forma. Es preguntado el pa-
nuestros hijos, va el padre del hijo al pa- dre ó madre de la novia, ó aquel que la
dre de la hija é ruégale que se la quiera da, si viene virgen : é si dicen que sí y
dar por nuera ; é si es contento matan ga- el marido no la halla tal, se la torna, y el
llinas de las grandes (que son como pa- marido queda libre, y ella por mala mu-
TOMO IV.
50 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ger conosçida: pero si no es virgen y ninguna manera, ni casar con otra duran-
ellos son contentos, passa el matrimonio, te la vida de la primera. É aunque algu-
quando antes de consumar la cópula avi- nas veces reñimos é nos apartamos, pas-
saron que no era virgen, porque muchos sado el enojo, nos tornamos á juntar; é si
hay que quieren más las corrompidas que uno es casado é viviendo su muger, se ca-
no las vírgenes. El dote es árboles de sa con otra, témanle la hacienda é des-
fructa, assi como mameyes é nísperos é tiérranle de toda la tierra, é si torna, riñen
cocales é ciruelos de aquellos que hacen con él sus parientes del é tórnase á yr: é
vino, é tierras, é de la hacienda que tiene para reprehension é riña júntanse sus pa-
el padre della, é también el padre del le rientes á monexico ó concejo entre sí, é
da de lo que tiene á su hijo en casamien- repréndenle por de poca vergiiença é ma-
to ; é si esta muger é marido mueren sin lo y échanlo de allí ; pero no lo matan por
aver hijos que los hereden, vuelve la ha- ello. É la mesma pena se da á la que se
cienda al tronco de cada uno, é si los tie- casa con hombre que sabia que era casa-
nen, essos heredan. É quando se han de do, que assi le toman á ella la hacienda
juntar en uno, toma el cacique al novio é é la destierran. Y essa hacienda que se
á la novia por los dedos meñiques ó auri- toma, dánla toda á la primera rauger que
cularios de las manos izquierdas con su assi queda sin marido, é puédese ella tor-
mano derecha, é mételos á entrambos en nar á casar, pues que su marido tomó
una casa chiquita, que para ello tienen, é otra muger seyendo ella viva, y el ma-
di celes: «Mirad que seays bien casados, rido primero es ydo desterrado de la tier-
é que mireys bien por vuestra hacienda, ra; pero si del primero marido que assi
é que siempre la aumenteys é no la de- fué desterrado, quedaron hijos á essa mu-
xeys perder ». É déxalos allí solos con un ger primera, no se puede ella casar. É
fuego pequeño, que baste á darles clari- la muger ques adúltera, sabido el marido
dad, de unas astillas de tea, é los novios el adulterio, la castiga é la envia en casa
se están quedos, mirando cómo aquella po- de su padre con lo que ella tiene : é se
ca tea se quema : é acabada, quedan ca- puede él casar otra vez, porque su muger
sados é ponen en efetto lo demás. É lue- fué mala ; y ella no se puede casar.
go el día siguiente comen con mucha fies- F. ¿Que pena le dan al adúltero, que
ta é placer los parientes é los que allí van, se echa con la muger de otro?
é les dan de lo que tienen; pero antes des- Y. El marido della riñe con él é le da
ta comida, si el marido halló virgen la de palos; pero no lo mata.
novia, dicen que está buena é acuden con F. ¿Adonde se quedan los hijos de
una grand grita los parientes é del ban- que destierran é de la muger que queda
do della en señal de victoria: é si no la é se casó su marido por aver ella hecho
halló tal, sale muy enojado y envíala á adulterio?
casa de sus padres, é busca otra con que Y. Quedan adonde quiere el padre
se case. que queden, ó en poder della ó del. Si
F. ¿Puedo tener el indio más de una alguno saca ó lleva una muger casada
muger entre vosotros? otras partes, ninguno tiene que hacer con
Y. No más de una legítima casada; él, ni al marido della no se le da nada
mas algunos tienen otras, que son de sus que ella se vaya, pues ques mala muger,
esclavas, con quien se echan ; mas aque- ni cura della, ni á él le es imputada ver-
llas tales no son sus mujeres: é con la giiença ni cargo alguno; mas los pa-
que nos casamos no la podemos dexar por rientes della la blasphernan é resçiben
DE INDUS. HB. XLIÍ. CAP. III. öl
mucho enojo é aborresçimiento délia. qual vosotros llamays cvylon, si es el pa-
F. ¿En qué grados os podeys casar ciente?
con vuestras parientas? Y. Los muchachos lo .apedrean é le
Y. No podemos casar con nuestras hacen mal, é le llaman bellaco, é algu-
madres ni con nuestras hijas ni con nues- nas veces mueren del mal que les hacen.
tras hermanas ; pero con todas las otras, F. ¿Teneys mugeres malas entre vo-
de qualquier grado que sean de nuestro sotros, que ganan presçio por dar sus
linage, podemos casar, porque el paren- cuerpos?
tesco esté más junio. Y. Sí hay, y lo que ganan es para
F. ¿Qué pena dan al que se echa con ellas.
su hermana? F. ¿Essas mugeres tienen rufianes, á
Y. Nunca tal cosa se hace; pero el quien den parle de lo que ganan?
que duerme con la hija de su amo ó se- Y. Rufianes tienen; mas para servir-
ñor , todos los que están en la casa don- se dellos, é lo demás no se usa.
de esto acaesçe, parientes dellos, toman F. Al que fuerça alguna muger en el
los dos dclinqüentes fornicarios y entiér- campo ¿qué pena le dan?
ranlos vivos, sin ningún llanto ni dolor ni Y. Si ella dá voces, acude gente é to-
fiesta, diciendo todos : « Mueran : que son man al forçador é átanlo, é llévanloá casa
bellacos». del padre della; é tiénenlo atado cinco ó
F. ¿Teneys justicia, que castigue los seys dias hasta que se rescata ó contenta
delictos? á sus padres della ó á ella, si no tiene pa-
Y. No; é si alguno mata á otro , el dres : é si no se rescata, queda el força-
muerto se queda por muerto, é al que lo dor por esclavo de los padres della, si los
mata, no le dan pena ni le hacen daño; há, é si no, queda por esclavo de la mu-
pero si alguno mata á otro, ques libre, da ger força da.
á sus parientes é muger un esclavo ó es- F. Quando alguno viene' á pobreça
clava ó ropa ó de lo que tiene, é no se ¿qué hace ó de qué se sostiene?
le da otro castigo. Y. El que tiene extrema nesçessidad
F. ¿Qué pena dan al que mata algún é ha vendido quanto tiene, acaesçe que
cacique? venden los padres á los hijos, é aun cada
Y. Nunca tal acaesçe, porque el ca- uno se puede vender á sí proprio, si quie-
cique no comunica con personas ba- re é por lo que quisiere; pero puédensc
xas. los unos á los oíros rescatar con voluntad
F. Al que hurta ¿qué le hacen? del señor de los tales esclavos é no de
Y. Si le toma el dueño del hurto con otra manera.
el hurto, átalo é llévalo á su casa, é tie- F. Esla carne humana que come*
ndo atado hasta que le paga ó contenta ¿cómo lo haçés, si es á falta de manjares,
de aquello que Je hurtó ; é si no tiene de ó por qué?
qué pagar, tiéneselo por esclavo : é al que Y. Cómo se haçe es que se corta la
se ha rescatado, córtanle los cabellos en cabeça al que ha de morir, é nácesele el
señal que lia seydo ladrón, porque en cuerpo pequeños pedaços, é aquellos
tanto que le cresçen consiga el crédito que échanse á cocer en ollas grandes, é allí
del se debe tener para adelante ; é des- échase sal é axi é lo ques menester para
pués que le han cresçido, no se los cor- guisarlo. Después de guisado, traen çebo-
tan más. llos de mahiz, é con mucha alegria golo-
F. ¿Qué pena dan al ques puto, al sa siéntanse los caciques en sus duhos, é
52 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
comen de aquella carne, é beben maça- Y. Porque tenemos opinion que ha-
morra é cacao. É la cabeça no la cues- ciéndolo assi, no nos cansamos ni tenemos
çen ni assan ni comen ; pero pónese en hambre, ó que á lo menos haciendo esto
unos palos que están fronteros de los ora- no nos cansamos tanto é nos aquexa me-
torios é templos. Y esta es la çerimonia nos la hambre en el camino por donde
que tenemos en comer de aquesta carne, vamos ; y el nombre proprio del dios de
la quai nos sabe como de pavos ó puerco la hambre, llamárnosle Bisteot.
ó de xulo (id est, de aquellos sus perros) F. ¿Teneys otros dioses?
ques presçioso manjar entre nosotros ; y Y. Al dios del ayre llamamos Chi-
este manjar de la carne humana es muy quinaut y Hecat.
presçiado. Las tripas destos que assi co- F. En el tiempo de aquellas once fies-
memos, son páralos trompetas, á quien tas, que decís que teneys cada año ¿qué
llamamos escoletes, é los que les tañen al fiesta ó solemnidad haçeys á tales dias?
cacique con las trompetas en tanto quél Y. En aquellas fiestas no trabaxamos
come é las fiestas, é quando el señor se ni entendemos en más de emborrachar-
va á echar, como hacen los chripstianos nos ; pero no dormimos con nuestras mu-
á sus capitanes grandes. Estos escoletes geres, é aquellos dias, por quitar la oca-
lavan aquellas tripas é las comen, como la sión , duermen ellas dentro en casa é no-
carne. sotros fuera délia: é al que en tales dias se
F. Vosotros llamays á vuestros conce- echa con su muger, nuestros dioses les dan
jos é ayuntamientos secretos monexicos: dolencia luego, de que mueren; é por es-
¿teneys casas de cabildo, donde osjunteys? so ninguno lo osa hacer, porque aquellos
Y. Sí tenemos: é allí nos juntamos, dias son dedicados á nuestros dioses.
quando el cacique tiene nesçessidad de F. ¿Qué dioses son aquessos? ¿Cómo
proveer algunas cosas tocantes á la guer- se llaman por sus nombres proprios?
ra ó á otras nesçessidades, y el cacique Y. Llámanse los de las fiestas desta
(al qual en aquella lengua se llama teyte) manera: Agat, Ocelot, Oate, Coscagoate,
habla é propone el caso é nesçessidad Olin, Tapecat, Quiaüü, Sochit, Çipat,
pressente, é los exorta é pide su auxilio, Acat, Cali, Quespal, Coat, Misiste, Ma-
pues que lo que pide es bien universal de cat, Toste, At, hquindi, Ocomate, Mali-
la república. E despues que le han oydo nal, Acato. Estos dias son nuestras fies-
los otros, dan sus paresçeres, é de allí tas, como vosotros los chripstianos te-
sale acordado lo que se ha de hacer. neys los domingos, y estos dias reparti-
(Esta casa dé cabildo llaman galpón, pe- mos en un año.
ro segund yo vi muchos soportales en las F. Un año ¿quántos dias tiene entre
plaças de aquella tierra, é aquellos, aun- vosotros?
que juntos, es para tener sus divisiones, Y. Tiene diez çempuales, é cada
é son apartados cada uno para sí, en los çempual es veynte dias, y esta es nuestra
quales en cada uno hay un principal con cuenta é no por lunas.
cierto número de gente, que siempre es- F. ¿En essos dias ó en otros ayunays,
tán allí en guarda del señor principal, é dejays de comer carne ó pescado, ó co-
cada portal de aquellos llaman galpón). meys menos de lo que soleys?
F. Aquellas piedras que teneys pues- Y. En ningún tiempo dexamos de co-
tas en los caminos, é quando passays á mer cosa alguna ni tenemos ayuno : todo
par délias las echays hierba, ¿á qué pro- va parejo con el comer de todos man-
póssito es aquello? jares.
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. III. 53
F. Estos montones de tierra, que en árboles ó de madera ligera, é cubiertas
cada plaça está un montón alto delante de plumas é de labores de pluma é de al-
de la puerta de vuestros templos princi- godón ; é de tal manera, que son muy li-
pales, redondo y encima agudo, como un geras é lindas é fuertes, é unos jubones
montón de trigo ó tierras amontonadas, bastados de algodón, algunos hasta la
y encima está una piedra, é tiene el mon- çinta, é otros que les cubren los muslos.
tón unos cscalonçillos cavados en la mes- No tiran con hierba, que no la saben ha-
ma tierra para subir hasta la punta, ¿á cer ni tienen noticia della).
qué efetto los teneys, é cómo se llama es- F. ¿Enessas guerras que teneys, es
se montón? el cacique capitán, ó quién manda la
Y. Llámase tescuit, é á él se sube el gente, quando aveys de pelear?
padre ó sacerdote desse templo donde él Y. Escogemos á uno que ya está te-
está, el qual se llama tamagast: é allí nido y estimado por valiente hombre, é
corta la cabeça al hombre que sacrifica de quien se tiene vista la expiriençia ; é
con una cuchilla de pedernal, é con la aqueste ordena la gente é los amonesta
sangre aquel padre unta los ydolos de que sean valientes é maten quantos pu-
piedra, que tenemos, y en aquel templo dieren de sus enemigos, é corten bracos
están. é cabeças é lo demás de sus contrarios, é
F. Aquellas hacinas grandes de le- que no huyan.
ña apiladas, que estañen las plaças de los F. ¿Pues por qué dicen que huys, si
templos ¿para qué son? matan vuestros capitanes, é no osays es-
Y. Para que se alumbren los padres perar en viéndole muerto?
de los templos: la qual leña traen allí los Y. Porque aquel anima la gente é sa-
muchachos é mancebos, é no tocan en be lo que se ha de haçer , y el cacique
ella mugeres. É de noche queman de queda en el pueblo é no sabemos lo que
aquella en los oratorios, para que los que querrá hacer ; mas si el cacique es valien-
sirven á los padres, vean lo que está den- te hombre, también va á pelear, é aunque
tro. Y en aquellos portales que están á maten al capitán queda é gobierna el
trechos cubiertos en torno de la plaça, el exérçito, ó nombra luego otro capitán.
qual portal se llama galpón, allí duermen Mas si queda en el pueblo, quando torna
los mancebos que no tienen mugeres, é la gente, sálelos á resçebir con mucho
porque estén allí puestos é juntos para la placer, si vuelven con victoria, é si vienen
guerra ; é hacen su vela ordenada cada vencidos ó desbaratados Hora delante
noche, porque los contrarios enemigos no dellos con mucho sentimiento é dolor.
salten de noche. F. ¿Cómo se parten los despojos, que
F. ¿Sobre qué teneys essos contra- se han ávido de los enemigos?
rios é guerras? Y. No se parten : que los captivos é
Y. Sobre los términos de nuestras ju- despojos cada uno es señor de lo que to-
risdiçiones, é por echar los unos á los mó en la guerra, sin que dé parte á nin-
otros de la tierra. guno. Verdad es que de los esclavos que
(Las armas desta gente son lanças é ma- traen, luego sacrifican algunos en aquel
canas é arcos é flechas y espadas é rode- montón de tierra, ques dicho que está de-
las : é las espadas son de palo y en los fi- lante del templo.
los délias unos dientes de pedernales que F. É si no traeys esclavos ¿qué sa-
cortan como navaxas. Las armas defensi- crifican?
vas son aquellas rodelas de corteças de Y. Si no los traen, van allí á par del
54 HISTORIA GENERAL Y NATÜBAL
montón los capitanes principales é lloran de cada uno lo mejor quél puede, ó nin-
con mucha tristeça. É al que en la guerra guno del pueblo (que sea hombre) no
no hace Jo quel capitán le manda, quítan- puede entrar en el tiánguez (ques la plaça
le las armas é dánle con ellas é dícenle del mercado) á comprar ni vender ni
feas é injuriosas palabras, y échanle del á otra cosa, ni pararse á lo mirar desde
real, é no le pueden matar ni se acostum- fuera: é si lo miran les riñen, é si entras-
bra ; pero si le matasse el capitán, no le sen , les darian de palos é los ternian por
harian mal por esso. bellacos á qualquiera que por allí se ha-
F. Al cacique ¿ qué le dan ó con qué llasse ó passasse. Pero todas las muge-
le sirven ? res van al tiánguez con sus mercaderías,
Y. No le dan nada ni le sirven en co- é también pueden entrar los hombres é
sa alguna mas de la gente quél tiene en las mugeres, si son de otros pueblos é
su casa é sus esclavos : essos le sirven, é forasteros, en los dichos tiánguez é mer-
no puede el cacique mandar sino en las cados sin pena ; pero esta costumbre no
cosas de la guerra ó bien del pueblo, é es general para los forasteros en todas
aun para esto ha de ser primero acordado partes, sino entre los aliados é confede-
en el monexico ; pero no se puede tener rados amigos ; é á los dichos mercados
el monexico sin el cacique, por ser el van todo género de mugeres é aun los
principal señor. muchachos (si no han dormido con mu-
F. Estos indios que hay pobres en- geres). Allí se venden esclavos, oro,
tre vosotros y mendicantes ¿ por amor de mantas, mahiz, pescado, conexo é caca
quién piden limosna, ó qué es lo que di- de muchas aves, é todo lo demás que se
çeu, quando la demandan? tracta é vende ó compra entre nosotros
Y. No piden por amor de Dios, ni de lo que tenemos é hay en la tierra é se
dicen sino dadme esto, que lo hé menes- trae de otras partes.
ter , é dánselo porque diga bien de quien F. ¿Cómo no teneys vosotros la cabe-
se lo dá, é assi se haçe. Y essos pobres ça de la hechura que los chripstianos?
no van á pedir á todos, sino á quien Y. Quando los niños nasçen, tienen
creen que les dará lo que piden ; é tam- las cabeças tiernas, é hácenselas como
bién se lo dan, porque han mancilla de su veés que las tenemos con dos tolondrones
pobreça. É assi andan de casa en casa pi- á los lados dividiendo, é queda por me-
diendo. dio de la cabeça un grand hoyo de parte
F. Estos offiçiales que hay entre vo- á parte ; porque nuestros dioses dixeron
sotros ¿con qué les pagays sus labores é á nuestros passados que assi quedamos
jornales ó lo que se les compra ? hermosos é gentiles hombres, é las cabe-
Y. Con mahiz ó con cacao ó con man- cas quedan más recias paralas cargas que
tas é con aquellas cosas con que contrac- se llevan en ellas.
tamos, trocando unas cosas por otras ; é F. En aquellos veynte é un dioses é
assi vamos de unas partes á otras á hacer dias que nombrastes que guardays en el
nuestras mercaderías é de unos pueblos año, nombrastes Macat é nombrastes Tos-
á otros. te, é á los venados llamays Macat é á los
F. ¿Teneys ley é ordenanças é pres- conexos Toste. Veamos ¿essos animales
çios señalados de lo que se ha de dar por son dioses é los adorays, cómo ó por qué
cada cosa? los comeys?
Y. No, sino la voluntad de los dos Y. Verdad es que assi los nombra-
que contractan, é assi lo barata é ven- mos á essos animales, porque de cada
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. III. 55
uno dessos nombres tenemos un dios; Y. Porque assi está en costumbre é
mas no por esso comemos á dios, sino dcsta manera andovieron nuestros padres
para tomar essos animales é caçallos in- é antecessores.
vocamos al dios Macat, para tomar los F. ¿Es verdad que hay entre voso-
ciervos, éal dios Toste para tomar los co- tros el que mirando algunas personas á
nexos en más cantidad, é ponemos las otras, las matan?
cabeças á la puerta de la casa del que los Y. Sí; mucha verdad es que á los
mata por memoria. Tomamos la sangre de niños aojan é algunas veces se mueren
los venados después de degollados, é se- dello.
cada, envolvérnosla en unas mantas é po- F. Quando alguno de vosotros hace
nérnosla en una cesta colgada en casa, y alguna cosa mal hecha ¿decíslo á los pa-
esso tenemos por el dios de los venados. dres de vuestros templos, ó pedís perdón
F. ¿Cómo lomays essos animales? ¿Y á vuestros teotes, arrepintiéndoos é pes-
si teneys dioses de los otros? sándoos dello?
Y. Matárnoslos con los arcos é con Y. Decírnoslo á los viejos más anti-
çepos é redes é como mejor podemos ; pe- guos é no á los padres; é cómo lo avernos
ro no tenemos dioses de los puercos ni dicho, andamos descansados é con placer
de los pescados ni gallinas, mas tenemos de se lo aver dicho, como si no lo oviés-
el del agua, que se dice Quiateot, el qual semos hecho. É los viejos nos dicen:
llueve: é honrárnosle con sahumerios de «Anda : yos é no lo hagays otra vez». É
tea é resina, é si con este servicio no hacérnoslo assi, porque lo tenemos por
llueve, sacrificamos indios ó indias. bueno , é porque no nos muramos é
F. ¿Llueve con esso? nos venga otro mal, é porque pensa-
Y. A las veces sí, é á las veces no. mos que quedamos libres de lo que hici-
F. Quando algún indio se quiere yr mos.
de la tierra ¿puédelo hacer? F. ¿Esso decísselo público ó en se-
Y. Puédelo hacer ; mas no puede creto á los viejos, é á quántos viejos se
vender su hacienda, pero puédela dexar lo decís?
y sus parientes. Y. A uno solo y en secreto é no de-
F. ¿Por qué no admitís á las mugeres lante de nadie, y estando en pié, y este
que entren en vuestros templos? viejo no lo puede descubrir á nadie, sino
Y. Porque nuestros antiguos assi lo tenerlo secreto en su coraçon.
ordenaron, é también mandaron que es- F. ¿Qué pecados é males son essos
tando con su costumbre no durmiéramos que le decís á esse viejo?
con ellas en ninguna manera. Y. Decírnosle quando avernos que-
F. ¿Quando alguno tiene nesçessidad. brado aquellas fiestas que tenemos é no
préstanle oíros aquello que pide ó le fal- las avernos guardado, ó si decimos mal de
ta, y él págalo? nuestros dioses, quando no llueve, é si
Y. El que toma algo prestado, en su decimos que no son buenos; é los viejos
mano está pagarlo ó no ; pero si es mahiz nos echan pena para el templo.
ú olra cosa que se pueda tomar y entregar- F. ¿Qué pena os echan, ó cómo la
se, el que prestó váse al mahiçal del otro cumplís?
é págase de su mano, sin incurrir en pena. Y. Mándanos que llevemos leña, con
F. ¿Por qué andays desnudos, pues que se alumbre el templo ó que le bar-
que os podríades vestir, é teneys mucho ramos, é cumplimos essa penitencia sin
algodón é muy bueno? falta alguna.
50 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
F. ¿Essa confession haçe'ysla delante nas é devotas palabras cómo lo hacia Dios,
de qualquiera viejo? Nuestro Señor, é la gloriosa Virgen Sáne-
Y. No, sino á uno que está diputado la Maria; é que si messen chripstianos é
para esto é trae por señal al cuello una buenos, llovería á sus tiempos é les daria
calabaça; é muerto aquel, nos juntamos á buenos temporales, é se salvarían sus áni-
cabildo é hacemos otro, el que nos pa- mas, guardando la fée cathólica : é assi á
resçe más bueno, é assi van suçedién- este propóssito dixo muchas cosas, enca-
dole, y es mucha dignidad entre nosotros minándolos para su salvación. E un vier-
tal officio. Y este viejo no ha de ser hom- nes, dos dias de otubre de mili é qui-
bre casado, ni está en el templo ni en ca- nientos é veynte y ocho años, en la plaça
sa de oración alguna, sino en su casa de Totoaca, la quai plaça es en el pueblo
propria. de Nicaragua, este padre é los españoles
F. ¿Qué nombre tiene esse vuestro que alli se hallaron fueron en procession
confessor de la calabaça? é muchos caciques é indios é indias é ni-
Y. Ei que se tenia primero antes que ños , é truxeron allí muchos ydolos por su
tal officio toviesse. mandado, é despues que hiço un breve
F. Despues que aveys hecho essos é devoto sermon á los chripstianos, ex-
errores ¿qué tanto tardays en los yr á de- hortándolos á rogar á Nuestro Señor les
cir á esse viejo? diesse gracia ante él para que por su mi-
Y. Luego desde á poco, esse dia ó sericordia viniesse en los coraçones de
el siguiente ; pero no se dicen hasta que los indios para resçebir el Sacramento
el que yerra es de edad que llega á mu- Sancto del Baptismo, hiço luego enten-
ger, é no de antes, porque son mucha- der por sus lenguas á los caciques é in-
chos. dios la verdadera fée nuestra é principio
F. Quando se hacen los sacrificios de nuestra creación, conforme á la Sagra-
¿qué reça ó dice aquel padre ó sacerdote da Escriptura, de que Dios crió el mun-
que los hace? do , é después la encarnación del Hijo de
Y. Dice á aquellos ydolos é piedras Dios é su muerte é passion é resurreçion
que están en los templos, estas palabras: é asunción, é las cosas que le paresció
«Tomad, resçebid esto que os dan los ca* que se les debia decir más para los atraer
çiques», é diciendo aquesto, hacen los sa- á nuestra sancta fée cathólica. É respon-
crificios. dieron que algo de aquello avian oydo;
F. ¿Essos templos tienen renta ó algu- pero no tan bien ni tan largamente como
nos derechos é proprios, é los que sacri- aquel padre se lo avia dicho. É de su gra-
fican son de vuestros parientes ó vosotros? do con mucha alegría, por mano del pa-
Y. No tienen proprios ni rentas, ni dre reverendo y españoles que allí se ha-
comemos ni sacrificamos á nuestros hijos llaron , é por mano de los mesmos indios
ni parientes, sino de nuestros enemigos é también, se quemaron infinito número de
de esclavos ó forasteros.— ydolos é cabeças de venado é pellas de
Siguióse quando este padre reverendo sangre dellos, que tienen por dios de los
fué á aquella tierra de Nicaragua, que es- venados, todo junto en una grand hogue-
taba perdida por falta de agua, que avia ra de la plaça ya dicha. Hecho aquesto,
mucho que no llovia; é assi cómo llegó, bapticé este padre grand número de ni-
quiso Dios é llovió cinco dias á reo. É tu- ños é niñas en la forma que la Iglesia lo
viéronlo ios indios por señal de miraglo, manda, con voluntad de sus padres é ma-
é él dio á entender á los indios por bue- dres é de grand número de indios é ca-
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP III. 57

piques principales que allí estaban : é as- la Merced, baptiçado de hombres, mu-
simesmo bapticó muchos indios é indias, gères é niños en la provincia de Nicara-
6 les dio á entender sus errores é ydola- gua veynte é nueve mili En la provincia
de
trias é cómo eran malos ; é los dott-rinó en é sessenta y tres personas Nicaragua.
esse poco tiempo que allí estuvo, acor- en espacio de nueve dias. XXIXMLX1II.
dándoles lo que avian de haçer é les con- En el cacique de Oxo-
venia para salud de sus ánimas. É fecho, morio ochenta é cinco Oxomorio.
fueron todos en procession al templo (de personas LXXXV.
aquel pueblo) principal é lo bendixo, ver- En el cacique é provin-
tiendo por sus paredes é suelo mucha cia del Diria, con todos
agua bendita : é puso un altar y en el una los caciques sus comarca-
cruz, é mandó que aquella casa tuviessen nos, cinco mili é diez y Diria.
por iglesia , ó que allí fuessen á adorar la ocho personas VMXYI1I.
cruz 6 á pedir á Dios mercedes é miseri- En el cacique Bomba-
cordia. É luego adoraron todos la cruz, é cho, ques en la dicha pro-
desde allí los indios, bendiçiéndolos el vincia, tres mili é dos-
padre, se tornaron á sus casas. cientas é quarenta y una Bombacho.
Otro dia siguiente este padre reveren- persona II1MCCXLI.
do hiço llevar una devota ymágen de En el cacique de Massa-
Nuestra Señora á la iglesia nueva de Sáne- ya, ques en las dichas
la Maria é la puso sobre el altar : é dixo provincias, nueveçientas Massaya.
á los indios como era la ymágen de la Ma- é treynta é siete XXXYII.
dre de Dios, é que allí avian de yr á ha- En el cacique de Mata-
cer oración, é que tuviessen muy bien palete, ques en las di-
limpia é tractada é barrida la dicha igle- chas provincias, ciento é Matapalete.
sia , é allí se encomendassen á Dios é á çinquenta é quatro. . . . CLIV.
su gloriosa Madre, como buenos chrips- En el cacique de Ma-
lianos. É dióles á entender qué cosa son rinalte, ques en las di-
las ymágines é lo que repressentan, para chas provincias de Nica-
que no se repressentasse en los indios ragua , quatroçientas é Marinalte.
aquel error de los griegos (sobre lo qual nueve personas CCCC1X.
ya ovo contención sobre si se avian de En el cacique de Len-
omitir ó quitar las ymágines, diciendo que deri, ques en las dichas
era ydolatria; pero en el concilio de Cons- provincias de Nicaragua,
tancy fueron aprobadas, no que á ellas se baptiçaron dos mili é
adoremos, sino aquello que nos repres- nueveçientas é diez y sie- Lenden.
senta por ellas, como más largamente te personas IIMXIXVII.
tracta el bienaventurado Sancto Antonio En aquesta relación diçe que este padre
de Florencia, arçobispo, en sus Parles reverendo é un hidalgo llamado Mena,
historíales •). Y por fée de aquel escribano ques de Cibdad Real, é otro llamado Bar-
que dixe del concejo de Granada pares- roso, é otros pocos españoles subieron al
çe y vi signado que avia este padre re- monte de Massaya, é que $ la boca del y en
verendo Fr. Francisco de Bobadilla, pro- derredor pusieron cruces : é yo lo tengo
vincial de la Orden de Nuestra Señora de por dificultoso, porque á mi paresçer no

i El Antonio de Florencia, lib. XXII, cap. 6 , j, 3.


TOMO IV.
58 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
se pueden poner en lo alto al rededor de causa que se baptiçaron muchos indios de
la boca por la aspereça é fragosidad é al- su voluntad.
tíssimas cumbres del monte. Pero una En el cacique Mavitia-
pomo se baptiçaron sep- Mavitiapomo.
sola, cerca de la boca, yo la hallé allí, é
me dixo el cacique de Lenderi, que yba tenta é cinco personas. . LXXV.
conmigo á me mostrar aquel espantoso é En el cacique Nagran-
terrible fuego que allí hay, quel dicho do é Ariat é Mabitra y en
padre Bobadilla la avia puesto. De es- el de Mahonie tombo se Nagrando, Ariat,
Mabitra, Maho-
to se dará más noticia adelante, porque baptiçaron quinientas é metombo.
yo estuve aquel mesmo año allí, é lo vi ochenta y cinco personas. DLXXXV.
despues que los ques dicho allí estovie- En la provincia de Ma-
ron, y es cosa muy no- ribio se baptiçaron seys
mili é trescientas é qua- Maribio.
table IL
En Mangua bapticó el renta y seys personas. . VIMCCCXLVL
dicho padre mili é ciento , Mangua. En la provincia del vie-
é diez é seys personas. . IMCXYI. jo Tecoteaga se baptiça-
En el cacique de Mati- ron dos mili é ciento é Tecoteaga.
rari, ques en las dichas sessenta y nueve racLxix.
provincias, bapticó qua- Fueron baptiçados los
troçientas é veynte é una Matiari. indios é indias del núme-
personas CCCCXXI. ro ques dicho, desde pri-
Una india estaba en el camino por don- mero de septiembre del
de este padre yba en la provincia ya año de mili é quinientos
dicha, é tenia un niño que se le quería é treynta y ocho hasta
morir, de hasta tres años, é dixo á este cinco de marco de mili é
reverendo padre que se lo baptiçasse é quinientos é treynta y
le echasse agua ; y él le preguntó que pa- nueve años, que son por
ra qué quería que le baptiçasse, é la ma- todas las personas bapti-
dre replicó que para que se fuesse arriba çadas cinqüenta é dos
al çielo; y el padre le dixo: «¿Quieres mili é quinientas é cin-
que sea tu hijo chripstiano?» ; y ella dixo qüenta y ocho personas. LIIMDLVIH.
que sí. Estonces el padre sacó agua ben- En el qual tiempo que aquestos baptis-
dita de una calabaça en que la llevaba, mos se hicieron, da fée el escribano que
é teniendo al niño en bracos el capitán tengo dicho que aqueste reverendo padre
Andrés Garavíto, lo bapticó, é luego el quebró muchos ydolos, é quemó mezqui-
niño dio una voz que paresçio que deçia tas é oratorios é templos de indios, é pu-
cruz, éluego espiró, que estaba muy ma- so cruces en todos los caminos é plaças é
lo. É la madre luego quiso ser baptiça- lugares altos, donde se pudiessen ver
da, y este religioso la bapticó é la llama- muy bien, é hiço iglesias, é puso ymági-
ron Maria, é acabada de bapticar, comen- nes de Nuestra Señora é cruces é agua
có á dar voces, diciendo que via á su hijo bendita ; y en los más caciques dexó mu-
yr al cielo derecho. Y el padre comencó chachos ladinos, para que enseñassenálos
á decir las cosas de la fée, é volvió al indios el Pater Noster y el Ave María.
pueblo de Matiari é predicó á los indios Bien es de creer que, pues los chrips-
el miraglo, é llevó el niño á enterrar con tianos han perseverado en aquella tierra
pompa al modo de España, lo qual fué (digo los españoles é de otras naciones),
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. III. 59
avrán baptiçado é convertido más indios. baptismos ya dichos, que seyendo hom-
Pero yo haré esto : tómense todos los que bre de más de quarenta años, en un jue-
fueron baptiçados en tiempo de todos los go de cañas, que ovo en la cibdad de
gobernadoresé capitanes, que por aquella Leon en Nicaragua se hicieron másca-
tierra han andado desde que en ella entró ras, los del un bando llamándose mo-
el capitán Gil Gonçalez Dávila, é por ca- ros ó los otros chripstianos, é un capi-
da uno de aquellos baptiçados que se le tán que allí andaba, hecho moro, é otro
acordare el nombre é supiere el Pater arremetieron hacia donde estaban ciertas
Noster ni el Ave Maria, ni dar raçon de mugeres españolas, mirando la fiesta, é
sí, como chripstiano, yo pague un pesso díxoles: «Señoras, tornaos moras: que to-
de oro; é por el que no lo supiere, me do es burla sino ser moros », é otras pa-
den un maravedí solamente. É con tal labras á este propóssito ; é á unas tres
partido pienso que ganaría yo muchos di- veces que lo dix o, se cayó del caballo é
neros : porque la gente de aquella provin- nunca más habló palabra? Este bien ense-
cia é gobernación es mucha, é no aprove- ñaría á sus ahijados la fée, pues que ne-
cha baptiçar los indios ó dexarlos en sus gándola en alabar la setta condenada de
ritos é çerimonias é pecados é ydolatrias, Mahoma, murió súbitamente?..Yoquisiera
ni con solo llamarse chripstianos (é aun sin más ser aquel niño, quél tuvo en los bra-
acordarse de sus proprios nombres) se han cos, quando este padre reverendo lo bap-
de salvar estas gentes. Si este padre re- ticé , que dixo en alta voz cruzl é se mu-
verendo é otros allí residieran, no se en- rió luego, é lo vido la madre subir al cie-
friara esse chripstianismo ; pero estas re- lo, como la historia lo ha dicho, que no su
laciones, hechas assi de caballero ó de pas- padrino Andrés de Garavito, que tan ma-
so para enviar á España á Su Magestad, la fin hiço : el qual es aquel que Pedrarias
para los señores de su Consejo (más con Dávila perdonó, porque condenó al ade-
intención é propóssito de impetrar officios lantado Vasco Nuñez de Balboa é sus con-
é mercedes, é conservarse en los que sortes , quando los degollaron, segund la
tienen, é obispados é otras dignidades, historia en la segunda parte, en el li-
que no para continuar é perseverar en la bro XXIX, lo ha contado. Ved, letor, có-
enseñancade los nuevamente baptiçados), mo tiene Dios su cuenta con aquellos
no me agrada. Harto mejor seria que uno que acá no castiga la justicia del suelo.
quedasse perfeto y enseñado y entero Dexemos estos juicios á Dios, al qual
chripstiano que no mili baptiçados, que no plega que en tal estado Je tomasse su
se sepan salvar ni sean chripstianos : digo muerte desvariada que su ánima no se
de aquellos que entran en los catorce años condenasse. Pero volviendo á nuestra ma-
é de allí arriba ; y no hablo en los niños, teria é baptismo ¿quién puede ignorar
que si mueren en el estado de la inocen- aquella sagrada y evangélica verdad, que
cia é baptiçados, bienaventurados dellos. dice: «Predicad el Evangelio á toda cria-
Querría yo preguntar á essos padrinos, tura, é quien creyere é se baptiçare, será
que son compadres en estos baptismos de salvo, y el que no creyere, condenado S?
ciento é de quinientos baptiçados, qué les É assi parésçeme á mí que para esta
han enseñado é á qué se obligan en esse creencia desta gente nuevamente allega-
sacramento. O ¿qué quereys que enseñara da á la iglesia, que es más menester de
un padrino, que ovo entre los otros de los baptiçarlos é dexarlos, pues que sin creer,

i S. Math., cap. XVI.


60 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
como lo dice la mesma verdad evangéli- ó menos, segund es la cantidad de los ne-
ca, no se pueden salvar, sino condenar. gros; parésçeme que descomulgar al
Yo me remito al paresçer dessos sagrados dueño ó mandarle só graves censuras es-
theólogos é á lo que nuestra iglesia de to ques recia cosa, porque el negro no
Roma en esto y en lo demás to viere. É sabe en esse año ni en otros qué cosa es
aun en aquestos negros que traen cada dia quaresma. No sé hablar en esto ni quiero
á esta cibdad é isla é otro dia los bapti- decir lo que siento, puesto que á religio-
çan, sin que sientan ni sepan qué es fée sos destos he oydo decir que es mal he-
ni la pidan, y luego se pide ó mandan cho, é aun predicarlo assi delante de
nuestros provisores que, si les ovieren de nuestros perlados; pero súfrese, porque
dar carne ia quaresma, que saquemos una diçen quel dinero de aquestas licencias
cédula de licencia, para que puedan co- tales se allega para una custodia que se
mer carne en quaresma (porque hay fal- ha de hacer, quando Dios quiera, para
ta de pescado) estos negros nuevamente el Sancto Sacramento. Passe mos á las
baptiçados, é por una llevan al dueño de otras cosas, que están por decir de Nica-
los negros medio pesso ó un pesso, ó más ragua.

CAPITULO IV.
En el quai se tracta de las lagunas de Nicaragua, que unos decían que eran dos é oíros que tres, é yo digo
que no es sino una todas aquellas, pues que la una desagua en la otra, é la otra en la olra, é la otra é úl-
tima ó tercera en esta mar del Norte ; é también se tractará aquí de otras lagunas de aquel reyno é go-
bernación.

Iflas çerimonias é ritos é costumbres é cho por Gil Gonçalez é por el padre Bo-
cosas notables están por decir que no se badilla son ochenta é quatro mili é qui-
han dicho desta gobernación é sus ane- nientas é çinquenta y ocho personas) é
xos , é decirlas todas seria imposible, as- quiero que se añadan é atribuyan á cum-
si por no se entender tan particularmente plimiento de çient mill con los que en
como convernia, á causa de las diversi- tiempo del capitán Francisco Fernandez é
dades de lenguas, como porque la guerra de otros se baptiçaron), son quatro tantos
é conversación de los chripstianos y el é más los que se han sacado de la tierra
tiempo han consumido é dado fin á las é se han muerto á causa del nuevo seño-
vidas de los indios viejos é aun de los río, en que están. Pues ved si faltando
moços, é la cobdiçia de los jueces é go- tanta moltitud desta gente, si se han de
bernadores é de otros que han dádose aver olvidado las çerimonias é todo lo de-
mucha priessa á sacar indios con nombre más, acabándose las vidas. Todavía se
de esclavos fuera de aquella tierra, para dirán otras muchas particularidades, que
los vender en Castilla del Oro é para otras pude yo saber más quel frayle que he di-
partes. É si lo eran ó no, yo no quiero es- cho , porque residí más tiempo en la tier-
sa cuenta, pues quien la ha de tomar tie- ra, é muchas más quedarán por decir
ne tan sabida la copia é número de todos que no supe.
ellos, que en uno ni ninguno no puede Para inteligencia de lo que se tracta, es
ser defraudado ni esconderse el que lo ha de saber que los indios de la lengua de
de pagar ; pero sé yo muy bien que aun- Choi otega son los señores antiguos é gen-
que los baptiçados que la historia ha di- te natural de aquellas partes, y estos es
DE INDIAS. LIB. XLH. CAP. IV. 61
una cruda gente é valerosos en su esfuer- exerçitarla, como debía, dióse mal re-
ço, é muy mandados é subjetos á la vo- cabdo é volvió huyendo é desbarata-
luntad é querer de sus mugeres; é los do, é le mataron algunos chripstianos
que lia man é son de la lengua de Nicara- é indios de los de servicio, que lleva-
gua son muy señores de sus mugeres é las ban : é si no fuera por el buen ánimo y
mandan é tienen subjetas. É cómo los de esfuerço del capitán Gabriel de Roxas,
Nicaragua é su lengua son gente venedi- no quedara español con la vida. El qual
ça, estos (de dó quiera que vinieron) son hiço cara á los enemigos é peleó como
de los que truxeron á la tierra el cacao ó muy valiente soldado y experto capi-
almendras que corren por moneda en tán en cierto passo, de tal manera que
aquellas partes; y en poder dessos están resistió los contrarios é se pudieron reco-
los heredamientos de los árboles que lle- ger los chripstianos é salir de ciertos
van essa Eructa, é no en poder de choro- trampales é ciénegas é de donde estaban
tegas un solo árbol destos; y en poder de quassi perdidos, si por este capitán no
los chorotegas están todos los árboles de fuera. Assi que, este volvió á Leon, don-
los nísperos, que en aquella lengua se de en lugar de ser castigado, fué más fa-
llaman nunocapot, ques la mejor fructa de voresçido de su amo Pedrarias Dávila : é
todas las que yo he visto en estas partes quitó al capitán Diego Alvarez una entra-
ni fuera délias. De los unos é de los otros da que le avia dado y hecho gastar mu-
se tracta más particularmente en la pri- chos dineros en aderesçarse para ella é
mera parte destas historias, en el li- comprar caballos, é dióla al Estete, é
bro VIII; pero dexemos esto que se ha fué á ella é hícolo peor que en la ques
dicho destas dos generaciones de gente, dicho; é desdeñado Diego Alvarez, y eno-
é vengamos á particulariçar estas lagunas jado del descomedimiento de Pedrarias,
de Nicaragua, que son muy notable cosa. se fué de la tierra á Panamá. En aquel
Á estas lagunas han dado diverssas me- viage que Estete hiço á Votto, se ovo no-
didas , é la que está más cerca de la mar ticia de otra tercera laguna, é desde cier-
del Sur en la provincia de Nagrando, á tas cumbres algunos soldados españoles
par de la qual está la cibdad de Leon, di- la vieron muy léxos, tanto que unos de-
cen que tiene cinqüenta leguas de circun- cían que era agua é otros lo ponían en
ferencia; y á la que está más adelante está dubda.
hacia el Norte, á par de la qual está la Yo me hallé en essa sacón en aque-
cibdad de Granada, en la provincia de lla cibdad de Leon é oy á algunos ha-
Salteba, dánle de circunferencia ciento é blar en esto de los que fueron á aquella
cinqüenta leguas. entrada, é se afirmaron que era otra la-
Siguióse quel año de mili é quinientos guna el agua, que de léxos avian visto
é veynte y nueve, Martin de Estete (del más hacia la parte del Norte: é creian que
qual se hiço mención en el libro XXIX de la segunda grand laguna yba á vaciar ó
la segunda parte) fué por mandado de se desaguaba en la tercera. Esto está ya
Pedrarias á una provincia que se dice averiguado, porque el año passado de
Votto con cierta gente, para ver el fin mili é quinientos y quarenta años vino á
destas lagunas é si yban á vaciar en la esta cibdad de Sancto Domingo, é desde
mar del Norte, pues que la primera lle- aquí fué á España, el piloto Pedro Corço,
va su curso á vaciar en la segunda. É ques uno de los que se hallaron en el via-
cómo este capitán sabia más de amoti- ge de Votto con Martin Estete, é vido
narse é revolver que no de la guerra ni aquella tercera é dubdosa laguna, é me
62 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dixo que viniendo él de la Nueva Castilla seydo el más alto ó apto é más diestro ti-
(donde es gobernador el marqués don rano , ó por tal le han removido del offi-
Francisco Piçarro), halló ciertos amigos cio. Bien se cree que aunque oviesse en-
suyos é conosçidos de la provincia de Ni- viado á poblar en el dicho desaguadero
caragua en el puerto del Nombre de Dios: de las lagunas, que los que fuessen, ya
los quales tenian allí una fusta é un ber- hallarían en la costa de la mar al capitán
gantín, que en compañía de un hidalgo Machuca, que no daría lugar á que se
llamado Diego Machuca, que yo conozco perdiesse su tiempo é hacienda é traba-
(al qual está encomendado el cacique de xos para que con su malicia saliesse el
Lenderi é aquella tierra del infierno de dicho doctor, porque hasta esto tan bien
Massaya), avian fecho en la costa de la lo alcança un buen soldado veterano co-
laguna grande de Granada (cuyo nombre mo un famoso legista.
proprio en la lengua de los naturales de Preguntando yo á este piloto á qué par-
aquella tierra es Coabolco); é gastaron mu- te de la costa del Norte avian salido aque-
chos millares de pessos de oro en la la- llos navios por las lagunas, dixo que no
bor dessos navios y en los proveer, é to- se lo avian querido decir aquellos ; é yo
do á su propria costa, con determinación pienso quél no ovo gana que yo lo su-
de morir ó ver el fin de las dichas lagu- piesse, é aun me puso en sospecha quél
nas. É por tierra este capitán Diego Ma- yba sobre el mesmo negocioáEspaña. Por
chuca con hasta doscientos hombres si- parte de aquellos que hallaron el dicho
guió su camino, é la fusta é bergantín é desaguadero, yo pienso, é aun otros hay
algunas canoas por el agua hicieron lo de mi opinion, que aquel embocamiento
mesmo: é salieron los de los navios á desta mar para yr á las lagunas ques di-
esta nuestra mar del Norte, donde pa- cho, es en la bahia del puerto de Carta-
resçe que las dichas faguuas desaguan. go ó cabo de Arraçife ó por allí ; é puede
É cómo en la boca ó puerto donde salie- ser cinqüenta leguas, poco más ó menos,
ron, no conosçieron la tierra, para saber más al Oçidente del puerto del Nombre
adonde estaban, subieron la costa de la de Dios ; pero en sabiéndose aquesto más
mar al Oriente é fueron al puerto del puntualmente, se enmendará aqui ó más
Nombre de Dios, donde este piloto los vi- adelante en este pressente libro del nú-
do é habló é comunicó é comió é bebió mero XLII.
con essos que assi salieron de las dichas Agora quiero deçir mi opinion, pues
lagunas. É me dixo más: quel doctor Ro- que siempre he dicho questas lagunas no
bles , que gobernaba á Castilla del Oro, son dos ni tres ni más, sino sola una, por-
tenia pressos á aquellos que vinieron de que para dividirlas no se ha de comuni-
las lagunas é les avia embargado la fusta car ni continuar el agua de una con la
é navios, é quél quería yr ó enviar á po- otra, como lo hacemos en la tierra, que
blar aquel puerto del dicho desaguadero para ser isla, ha de ser cercada de agua,
para goçar de sudores ágenos, como por é assi para ser lago, hade ser cercado de
acá lo han acostumbrado algunos jueces tierra. Aviendo tantos millares de le-
letrados, y en esso han sabido emplear guas en la Tierra-Firme continuada, no
sus estudios é letras é robos más que en se tiene por isla, porque haya poco ca-
hacer justicia. Y este más que otro; por- mino desde Panamá al Nombre de Dios,
que hasta agora los otros eran bachilleres ni porque desde lo último destas lagunas
é licenciados, é aqueste es doctor, ques é más hacia el Sur esté cerca de la mar
más alto grado en sçiençia, é a&si lo ha austral: por manera que toda es una la-
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. IV. 63
guna, é segund sus vueltas é viages ó En la primera parte, libro XIII, capí-
assiento, á causa de los promontorios de tulo III, hallareys quáles son estos pes-
la tierra, yo pienso que hay más de dos- cados, y este que digo que hallé muerto
cientas é çinqùenta leguas en circunfe- fuera de la laguna no podia ser sino que
rencia de su entrada á la mar del Norte entró por el dicho desaguadero; é aun-
hasta la parte más austral de la dicha la- que era de más de doce pies de luengo,
guna por la una é otra costa della. É las era pequeño, porque aquella espada era
medidas primeras de Pedrarias é otros pequeña é no mayor que palmo é tres
claro está que son falsas, porque pues no dedos, é no más ancha en lo más ancho ó
sabian la longitud ¿cómo arbitraron la en su nasçimicnto que dos dedos. De mu-
circunferencia? Llamaron una laguna á chas é diverssas maneras hay pescados, y
aquella agua della, que estaba á par de el agua es muy buena é sana é no muy
Leon de Nagrando, porque quando llega delgada nies gruessa: y entran innumera-
á la tierra de un cacique de aquella cos- bles riosé arroyos en ella, é hartos dellos
ta, ques donde dicen que desagua en la muy calientes en algunas partes, á causa
de Granada, es aquello alli estrecho, y en de aquellos montes que echan fuego é
verano está tan baxo que un hombre lo mineros de açufre que están en las costas
atraviessa de costa á costal dándole el desta grandíssima laguna, la qual en algu-
agua á los pechos ó más abaxo ; é aquel nas partes es de ocho é diez é veynte bra-
passo ó el cacique se llaman Itipitapa. Hay cas ó más de hondo, y en otras menos,
en esta laguna muchos é buenos pesca- é muy baxa. É assi por todas partes no
dos en todas partes della (ó délias si qui- es navegable, sino á la medida é forma
siéredes que sean diverssas), pero yo ten- del hondo, haciendo los navios ó barcas
gola por toda una, é aun hay otra raçon para ello.
para ello muy perentoria, y es que hay Hay dentro muchas islas de muy bue-
pescados muy grandes en ella que son de nas maderas é para ganados é otros ser-
la mar, é della entran en la laguna, assi vicios. Hay otros islotes é peñones dentro
como tiburones é lagartos muchos é co- desta agua dulce ; pero la principal isla
catriçes. É lo que tengo en más é confir- que en ella hay es de más de ocho leguas
ma mi opinion é me ha hecho estar firme de circunferencia y está poblada de in-
en ques toda una agua é comunicable con dios, é otro tiempo lo estuvo más, é avia
la mar, es quel año de mili é quinientos en ella nueve ó diez pueblos, y es muy
é veynte y nueve yo hallé en la costa fértil, de muchos venados é conexos, é
desta laguna, en la playa, en la provin- llámase esta isla Omelepet, que quiere de-
cia de iSicaragua, un pescado muerto que cir dos sierras : orne quiere decir dos, é
la mesma agua debiera aver echado fue- lepet quiere decir sierra. La una é otra
ra: el qual nunca hombre vido ni es muer- sierra están continuadas, é la que está á
to sino en la mar, é llamante pexe vigüela, la parte del Leste es más baxa que la que
ques aquel que trae por hocico alto en el está hacia el Poniente, é aquella más al-
extremo de la mandíbula superior aque- ta es tan alta, que muy pocas veces se
lla ferocíssima espada llena de colmillos puede ver la cumbre della. É quando yo
muy agudos (en ambos filos) puestos á passé por la costa desta laguna, de ven-
trechos. E son grandíssimos pescados, y tura estuvo clara ciertas horas é la vi muy
yo le he visto tan grande, que un par á mi placer, porque dormí en una estan-
de bueyes con una carreta tienen assaz cia de un hidalgo, llamado Diego de Mo-
carga en tal pescado. ran, é de un Aviles, y el Aviles era el
64 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
estanciero: la qual estancia está en la tura y es luengo más de legua y media, é
costa de la laguna é á legua poco más de ancho quassi la mitad. Quando yo lo
ó menos de la dicha isla (que esto puede vi fué en fin de julio del año de mili é
estar de tierra), é aquel Aviles me dixo quinientos é treynta y nueve, é tenia po-
que avia más de dos años que estaba allí, ca agua.
é que sola otra vez avia visto clara la Ese Aviles que estaba allí en Songoca-
cumbre déla dicha isla, á causa que siem- ma tenia muchos puercos, que eran su-
pre está coronada é cubierta de nubla- yos é del Diego de Moran, de los quales
dos ó niebla lo alto desta sierra : é en la daban carne á la cibdad de Granada; é
cima delía está partida ; é por esso lo pin- cómo comían infinito pescado de aquel
té aqui, para lo dar mejor á entender al charco, parábanse muy gordos, tanto,
letor. La hendedura de aquella cumbre ó que de gordos, é porque tenían sabor é
valle dentre las puntas está del Leste al aun olor de pescado, eran aborresçibles,
Hueste : assi quel un pico es al Sur y el é por esso los traían ya apartados del
otro al Norte, y entre ambos se hace agua, é no los dexaban entrar en ella pa-
aquel valle, que los divide como en esta ra más de beber.
figura se vée [Lám. 7.a, fig. 77.a). Allí en la costa de Songocama hay cier-
La playa ó camino que está entre la ta generaçio'n de tigres negros, que avian
grand laguna, tiene de anchura, enfrente hecho harto daño en aquellos puercos; é
de otro lago que se llama Songocama, aqueste Aviles, con muy buenos é deno-
ciento é cinqüenta passos (porque yo lo dados perros, avia muerto algunos. Y en-
medí), é por esso llaman á aquella estan- tre otros perros tenia uno, que deçia que
cia que he dicho la estancia de Songo- aquel solo, sin ayuda de otros canes, avia
cama. El qual lago está á la banda del matado á dos ó tres de aquellos tigres. É
Sur, con el intervalo que he dicho desde me mostró el cuero de uno dellos tan ne-
la laguna. Y este lago ó braco es de aque- gro como un terciopelo é muy lindo el pe-
lla llovediça, é quando acuden las lluvias, lo; é me deçia que eran mayores é más
cresçe mucho, porque está más alio que fieros tigres los negros que los pintados:
la laguna, é desaguase en la laguna gran- é al perro se le paresçia bien en la lucha
de, é rompe un valladar ó montones de é insignias de sus batallas, porque assi la
arena que hay entre la una agua é la otra caraé cabeça, como todo el cuerpo, tenia
al trecho que dicen de los ciento é cin- lleno de las señales de las heridas é cica-
qüenta é doscientos passos en partes, é trices que avia baratado é ávido de las
atraviessa el agua la playa. Y en aquel, uñas é dientes de los tigres É me juraba
tiempo que la playa é camino de Ja cosfa aquel Aviles que no daría el perro por
tiene aquella corriente, entran de la lagu- quinientos pessos de oro; porque deçia
na en el dicho lago innumerables pesca- que sus puercos valían más de mili, é que
dos é grandes lagartos, ó mejor diciendo si los tenia, era por aquel perro, porque
cocatriçes: é çessadas las lluvias é veni- sin él ya se los ovieran muerto todos los
do el tiempo seco, sécase aquel desagua- leones é tigres, é assi ya no osaban lle-
dero de la playa é queda enxuto el cami- garse al charco de sus puercos, en oyen-
no, é yo passé por él en seco. É quando do ladrar un perro, qualquiera que mes-
assi está seco el pantano ó charco, matan se, para el qual efetto estaba ya bien pro-
á palos los indios innumerables lagartos é veydo de canes.
pescados; pero siempre queda alguna Volvamos á nuestras lagunas, porque
agua en partes é innumerables charcos, é ocurre una particularidad que yo noté
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. IV. 65
mucho, y es que en aquella cibdad de se dirá. Este monte se llama el monte Mas*
Leon é por allí hay más indios tuertos que saya, é de la parte de Mediodía baxa ten-
en toda la tierra é gobernación restante diéndose con un mal pays hasta el agua
de Nicaragua : y es la causa el continuo del dicho lago ó muy cerca, porque queda
polvo, que allí es muy cotidiano, é por alguna playa llana por aquella parte cerca
maravilla falta el viento del Leste, que del agua. Por las otras tres partes de Le-
sale de aquella laguna; é como hay mu- vante é Poniente é Mediodía está muy
cha arena é menuda, echa aquel polvo grande hondura de baxar é con mucha
sobre la cibdad. É de sí mesma la tier- dificultad : é cómo llegué al principio de
ra de Nicaragua es muy polvorosa, é si aquella baxada, vi una senda la más es-
va hombre por aquellos llanos, paresçe pantosa é dificultosa que se puede pensar
que pissa sobre terreno hueco, é de he- para descender de peña en peña, é de tal
cho espessas veces los caballos por donde género la peña que muchas piedras é par-
hombre va, meten el pié ó la mano un pal- te de la montaña parcsçen proprio fierro;
mo é atollan donde no se piensan. y en partes está aquella senda por donde
Otra laguna de mayor admiración que baxan al lago, tan derecha como una pa-
la muy grande, de quien se ha tracta- red rasa, á causa de lo qual en diverssos
do, se me ofresçe, la qual / aunque no lugares hay tres escalas de madera grues-
es en grandeça digna de compararse á sas de cada seys ó siete escalones, que
la de Cocabolca, es en calidad y en la se baxan no con menos temor que todo
forma del la cosa más de ver é de me- lo demás desta via. La qual está arbola-
jor agua : é llámase la laguna de Lende- da de muchos é diverssos géneros de ár-
ri, y el cacique principal se dice el caci- boles, é tura más de ciento é treynta bra-
que de Lenderi, ques á tres leguas de la cas: hasta el agua es descender, é allá
cibdad de Granada de Salteba, é muy abaxo está aquel lago muy hermoso é
grandes á mi paresçer, é aunque las 11a- claro, el que tiene de longitud legua é
massen quatro, me paresçe que las hay media ó más, é de latitud una legua.
bien cumplidas. Yo llegué allí dia del glo- Dixéronme este hidalgo Machuca é su
rioso Apóstol Sanctiago, veynte é cinco cacique, ques el señor principal de allí,
de julio del año de mili é quinientos é que hay en torno del dicho lago más de
veynte y nueve, é dormí en la estancia veynte escalas ó caminos peores quel que
de aquel hidalgo llamado Diego Machu- tengo dicho por donde yo baxé, por las
ca , de quien se hiço mención de susso, quales todos los dias del mundo baxan
donde fui muy bien acogido é hospedado; por el agua que beben todos los vecinos
é luego fui á ver con él aquel lago, ques de las poblaciones, que hay alrededor del
cosa muy extraña: é allí cerca de la ca- dicho lago, donde viven sobre çient mill
sa del Machuca está el un camino ó esca- personas. En verdad yo me vi arrepenti-
la más propriamente que camino, de mu- do más de una vez en aver començado á
chas baxadas, que hay para llegar al baxar por tan peligrosa senda, sino que
agua de aqueste lago ; y es desta mane- de una parte la vergüenca, é de la otra
ra. Está un cerro muy alto é redondo, en ver que otros lo haçian, é también que
la cumbre del qual hay un caos ó profun- subían cargadas muchas indias con cánta-
didad grandíssima, de la qual sale fuego ros de una arroba é más de agua, tan
ó tal resplandor como aquel de Mongibel sueltas como si fueran por un camino muy
en Seçilia, alias Etna, é mucho mayor é ltano, esto me hiço proseguir lo comen-
más continuo, como adelante en su lugar çado. En lo baxo, tocando el agua con
TOMO IV.
6Q HISTORIA GENERAL Y NATURAL
la mano, está tan caliente que de mala ga- llaman Managua á la dicha Lenderi, á un
na ó con mucha sed se beberá ; pero su- tiro de ballesta ó poco más de Managua,
bida en lo alto fuera de aquella sierra é está otra laguna muy hermosa é quadra-
profundo, luego en el instante se torna da que paresçe alberca, y está de mon-
templada é fria, y es de las mejores tes bien altos é de peña tajada en partes
aguas que puede aver en el mundo. é muy hermosamente cercada ; é assi los
Este lago, á mi paresçer (é assi lo juz- montes naturalmente puestos en quadra
gan otros) está en el pesso é hondura de diez é quince é veynte estados de alto
que está el fuego que dixe en el poco del aquellas cumbres alrededor hasta el agua;
monte de Massaya, que assi se nombra en é tiene solamente una entrada allá, ques
lengua de aquellos chorotegas (Massaya), la del camino, é tiene mucho pescado é
que quiere decir sierra ó monte que arde. bueno, y en los quatro ángulos ó rincones
Á este lago de Lenderi no le hallan suelo hay de uno á otro hasta trescientos pas-
por su mucha hondura, ni en él hay pes- sos, poco más ó menos. É llámase la la-
cado de ningún género, sino unos pesca- guna de Managua.
dicos tan pequeños como cabo de aguje- Otra laguna hay en la provincia que se
tas , que no se pueden comer por ser tan dice el Diria, y es mayor que la que se
menudos mejor que en tortillas de hue- dixo de susso Lenderi : esta es de agua
vos , é assi los comí yo en casa del dicho salada como la mesma mar, é tiene mu-
Machuca. cho pescado é muy bueno, que hace ven-
Dicen los indios que aquella agua les taja en el gusto é bondad á todos los otros
es muy sana é provechosa, porque no pescados de todas las otras lagunas dul-
consiente criar baço, é para se lavar ces ya dichas. Y está á dos leguas de la
é nadar en ella ; é assi quantos indios ó de Lenderi hacia Poniente, y está de la
indias baxan por ella, primero se lavan mar cinco ó seys leguas, y está aquesta
é nadan que tornar arriba, é aun la su- laguna del Diria á legua é media ó dos
bida es tal quel baço se deshiciera pres- leguas de Salteba, ques Granada; é to-
to á los que lo continuassen. dos los indios destas lagunas son de la
Yo le pregunté al cacique que por qué lengua de chorotegas, sino es aquella pro-
no echaban en aquel lago algunos buenos vincia de Nicaragua donde el padre Bo-
pescados, traydos de algunas partes, é badilla anduvo, baptiçando indios, como
me respondió que muchas veces se avia ya se dixo.
probado para que se multiplicassen é tu- Otra laguna hay á dos leguas de la cib-
viessen qué comer, é que luego se mue- dad de Leon, de agua dulce, que puede
ren é hieden, y el agua los sube encima bojar dos leguas ; é beben della los veci-
de sí, é aun la dañan ; é por esso, como nos que están cerca della : llámase Tegua-
cosa muy experimentada, no curan dello. çinabie.
Entre las otras escaleras que hay para Hay otra laguna á quatro leguas de
baxar por esta agua, hay una ques de be- Leon, que puede bojar otras dos leguas
xuco de alto á baxo ; é no hay otra agua ó algo más, de agua dulçe, é beben de-
hasta dos ó tres leguas de allí. É cómo en lla, la qual se llama Tecuañavete.
lo demás es tierra fértil, sufren é compor- Todas estas lagunas é lagos están po-
tan este trabaxo de traer el agua á los blados en las costas de mucha gente, en
pueblos de aqueste lago, é porque, como especial de los chorotegas ; mas pues des-
es dicho, es muy buena. tas lagunas é lagos se ha dicho lo que pa-
Yendo desde la población é plaça que resçe que basta al cumplimiento de lo que
DE INDJAS. LIB. XLIÍ. CAP. IV.
conviene á la historia, passemos á estos gibel é Vulcano é otros que son muy
montes espantables é fogosos, que á la nombrados por el mundo.
verdad me paresçe que exceden á Mon-

CAPITULO V.
El quai tracta del ardentíssimo y espantable monte de Massaya, del quai continuamente todas las noches
sale fuego, ó tal resplandor que muchas leguas léxos dtíl se ve aquella claridad; é de otros montes que
arden y echan humo en aquella provincia é gobernación de Nicaragua, é de los veneros de piedra açufre
é aceche, é de otras cosas que quadran á la historia.

ü-cuérdome que estando el Emperador, á ver si aquellos pulpitos avian scydo


nuestro señor, en la cibdad de Toledo el bien informados, ó ninguna cosa hallé ser
año de mili é quinientos é veynte é cinco, assi como la predicaron é aquella carta
le osaron escribir el gobernador Pedra- deçia. Y por lo que se dixo fui á la población
das é sus ministros que en Nicaragua se de Managua de la lengua de Chorotega,
avia hallado una cibdad de tres leguas en que á la verdad fué una hermosa é popu-
luengo, é otras cosas inciertas, é las ex- losa plaça, é como estaba tendida á ori-
orbitancias que se atreven descomedidos lla de aquella laguna, yendo de Leon á
á escribir á su Príncipe é Rey soberano: ella, tomaba mucho espacio; pero no tan-
que si se castigassen, sabrían que no hay to ni aviendo cuerpo de çibdad, sino un
licencia (donde hay vergüenca) para tan- barrio ó plaça delante de otro con harto
to atrevimiento. É llegó la cosa á tanto, intervalo : é quando más próspero estuvo
que demás de los traslados que embaxa- (antes que entrasse allí la polilla de la
dores y extrangeros por el mundo envia- guerra), fué una congregación extendida
ron de la copia de sus cartas (en que es- é desvariada, como en aquel valle de Ala-
sa grand mentira é otras estaban), les die- va ó en Vizcaya é Galicia y en las monta-
ron mucho crédito, con verlas predicar, ñas y en el valle de Ibarra é otras partes
como se predicaron en pulpitos é templos están unas casas apartadas é á vista de
principales de aquella cibdad, á vueltas otras, que tenian mucho compás. Pero
del sagrado Evangelio. É assi lo afirman aquestas de Managua estaban como soga
aquellos predicadores, como la mesma al luengo de la laguna, é no en tres le-
verdad, que son obligados á pregonar é guas ni una ; pero avia en su prosperidad
dar á entender á los fieles ; pero todo es- diez mili indios de arco é flechas é qua-
to no era con falta de artificio ni sin ma- renta mili ánimas, y era la más hermosa
licia, para engañar al Rey é á su Consejo plaça de todas, y estaba ya lamas despo-
é á quantos aquellos sermones oyan. É yo blada c asolada que avia en aquella go-
escuché alguno dellos, lo qual yo tuve bernación, quando yo la vi, que fué poco
por fábula, como lo era ; no porque yo lo más de tres años después de aquella carta
dubdasse por cosa imposible, sino por- é sermones. Esta población de Managua
que conosçia muy bien al inventor de está ocho leguas de Leon.
aquellas novelas, é sabia el crédito que Avia en Matinari quatromill ánimas, en
sus palabras meresçian : é assi lo dixe é que eran los seysçientos de arcos é fle-
desengañé á algunos de aquellos señores chas : en Matiari avia mili flecheros, que
del Consejo Real de Indias, aunque apro- eran más de doce mili ánimas, y en aquel
vechó poco; é propuse de yr á Nicaragua cacique de Itipitapa avia tres mili é qui-
68 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nientas ánimas, y eran en ellos ochocien- las espaldasé lados deste monte é sus ane-
tos areneros. De la otra parte del cacique xos, que turan en redondo más de cinco
de Itipitapa, en la otra costa de la laguna ó seys leguas, hay en muchas partes mu-
en seys leguas, avia bien seys mili ánimas chas bocas de agua hirviendo, de la ma-
é ochocientos archeros. En fin, porque en nera que en el Puçol á dos ó tres leguas
esto no nos cansemos, digo que en el tiem- de Ñapóles, hierve la çufretara; é assi
po quel capitán Gil Gonçalez fué á aque- pienso yo que es todo este monte é sierra
lla tierra, é después del el capitán Fran- mineros de açufre. Hay otros agugeros
cisco Fernandez, teniente de Pedrarias, por la tierra adentro de la dicha circunfe-
paresçia que hervía de gente aquella tier- rencia , por donde sale grandíssimo vien-
ra , segund yo lo supe en ella de los que to é muy caliente, tanto que no se puede
lo vieron. comportar de cerca. Hay otros agugeros
Dexemos aparte el asolamiento é cau- por donde no sale viento, sino algún po-
sas de tantas muertes de los indios, é co de a y re ; pero llegándose hombre cer-
tractemos de los montes que arden é de ca ( como lo hacen muchos sin peligro) se
los ríos calientes de aquellas partes, que oye muy grandíssimo ruydo, que paresçe
es lo que yo quiero predicar ó atribuyr á que allá dentro suenan diverssos é innu-
este quinto capítulo, é digo assi. merables fuelles de fraguas de herreros:
Desde Managua á Itipitapa hay dos le- é algunas veçes cessa aquella espantable
guas de camino, en el qual passo hay armonía por poco espacio, é torna á ha-
veynte é un arroyos de agua caliente, cer lo mesmo, é assi de quando en quan«
que entran en la laguna de Leon, en la do son aquellas pausas ó silencio; pero
costa de la qual están Managua é Itipita- el tiempo que cessa, es menos que la quar-
pa de la banda del Sur, é de más lexos ta parte del tiempo que se oye aquel es-
nasçe una legua de la dicha laguna, é to- truendo. También se halla mucho acije
dos ellos vienen de hacia la parte é mon- perfetto por allí, y entre las otras fuentes
te de Masaya ; pero comencemos del in- calientes hay una cerca de un pueblo que
fierno , que llaman los indios mamea, que se dice Totoa, tan caliente, que cuesçen
es cosa muy notable de ver é considerar. los indios allí la carne y el pescado y el
Y es desta manera (Lám /.*, fig. HI.*). pan que comen, en ella, y en muy breve
Legua y media de la eibdad de Leon espacio, que no se tarda en cocer tanto
está un cerro muy alto de la otra parte de como se tardará en decir dos veces el
la laguna, el qual es de la manera que le Credo ; é los huevos antes que se diga la
pinté aqui, é la cumbre más alta tiene mitad del Ave Maria se cuesçen. En el
muchos agugeros, por donde, apartados tiempo que truena ó llueve, ó en aquel
unos de otros, continuamente, sin çessar tiempo que las aguas se continúan (aun-
un momento, sale humo. Bien creo yo que que á la verdad muy pocas veces Hueve
hasta la cabeça é parte superior del mon- en aquella tierra); pero lloviendo ó sin
te , é desde Leon hay más de tres leguas, llover, ningún año passa sin temblar mu-
porque de más de diez y ocho ó veynte chas veces la tierra. É no es temblor assi
leguas se paresçe este humo, el qual de sumario ni presto, sino muy resçio é lar-
dia ni de noche no echa llama. Hay por go; é yo he estado en aquella cibdad, é
allí mucha piedra açufre é muy buena, é vi temblar de manera aquellas casas, que
aun tiénese por la mejor que se ha visto, nos salíamos, huyendo délias, á las calles
segund la loan artilleros, para hacer pól- y á la plaça, porque no se hundiessen so-
vora, é otros para diverssos efettos. En bre la gente : é conté en un solo dia é no-
DE INDUS. LIB. XLII. CAP. V. 69
che sessenta é tantas veçes essos temblo- cer grandíssimo daño en tres ó quatro ó
res, ó aquestas ó más muchos dias, é á más leguas y en los pueblos, que hay
veces tan continuos é unos tras otros, que muchos por allí, é no poder tornarla
es cosa de mucho temor. É á veces caen tierra en sí en essos quatro ó cinco años,
rayos é matan gente é queman casas. por la aver dexado quemada é destruyda
Todo lo que he yo visto en aquel pue- el fuego.
blo de Leon, é sin dubda no es compara- Otro monte hay en aquella provincia
ción en la tierra tremol ó temblores la de que llaman Massaya, del qual hablaré
la cibdad de Puçol (que por ellos la vi yo como hombre que le vi é noté después de
un tiempo quassi destruyda) con lo que aver "oydo muchas fábulas á diverssos
hacen en Leon ; é soy de opinion que si hombres que deçian aver subido á verle.
fuesse edeficada de casas de piedras, co- Visto hé á Vulcano, é subido hé hasta la
mo esta nuestra cibdad ó como las de Es- cumbre de aquel monte de que sale con-
paña, que muchas derribarian aquestos tinuo humo : é allá encima está un hoyo
temblores de la tierra con muertes de de veynte é cinco ó treynta palmos en
muchos. Passemos á los montes que se hondo, y en él no se ve sino çeniça, en-
llaman los Maribios, que también son co- tre la qual sale aquel sempiterno humo
sa notable. que se ve de día, é dicen algunos que de
Hay una cordillera de una sierra conti- noche se convierte en un resplandor ó lla-
nuada, yendo de la cibdad de Leon al ma. Pero yo estuve allí el dia que llegué
puerto de la Possesion, y en esta sierra dos horas antes que fuesse de noche, y
se alean tres montes, uno delante del otro estuve el dia siguiente todo, é con otros
continuados, é las cumbres dellos distin- salté en tierra, é subí á ver aquella cum-
tas, como aqui los pinté (Lám. //.*, fig. bre, y estuve encima más de un quarto
/.'): á la parte del Norte son de tierra ás- de hora ; é baxado, estuve en aquel puer-
pera , é á la del Sur tienen sus vertientes to también aquella segunda noche hasta
tendidas igualmente hasta los llanos. Y que fué de dia el tercero que alli llegué
es tierra muy fértil, é cómo allí es muy con la sereníssima Reyna de Ñapóles, mi
continuo el viento oriental, siempre pen- señora, á quien yo servia de guardaropa,
de un humo continuo é muy ancho é muger que fué del Rey don Fernando se-
luengo hacia la parte del Poniente, que gundo'; é con siete galeras estuvo Su Ma-
sale de los tres montes más altos de toda gostad en aquel puerto el tiempo que he
la cordillera: é quassi una grand legua dicho, año de mili é quinientos y uno, é
continuada va aquel humo, é turan essos desde allí fuimos á Palermo.
montes assi en aquel cuchillo de sierras También he oydo en Seçilia hablar á
seys ó siete leguas, y el más cercano muchos en aquel Mongibel, que los anti-
monte deste humo á la cibdad de Leon guos llaman Etna, é de quien tanta men-
estará quatro ó cinco leguas della. Acaes- ción hacen historiales é poetas antiguos '.
çe algunos años, ventando resçios Nortes» También he oydo hablar á muchos de
dexar el humo, que ordinariamente suele nuestros españoles en aquel monte frago-
llevar su camino á Poniente, é yr hacia so de Guaxoçingo en la Nueva España.
el Sur, é baxar por aquellas vertientes á También he oydo que en Grecia, en la
los llanos, é quemar é abrasar los mahi- provincia Lacónica, está el monte Téna-
çales é las otras labores del campo, é ha- ro, en que hay una boca escura é profun-

[ Ovidio, Metham., üb. X; Virgilio, Georg., Hb. IV; Solino, Polihyslor, cap. 7.
70 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
da, que algunos pensaban ser boca del que ninguna de las sussodichas es de tan-
infierno *. ta admiración ni tan notable cosa como
También he oydo que en la parte me- Massaya: de la qual diré lo que entendí
ridiana está el monte que los griegos lla- é vi, y el letor juzgue lo que le paresçie-
maban Honocauma (en la mar), el qual re del que lo haya cotejado con las cosas
siempre arde, desde el qual hay navega- sussodichas, ó con otras; é su figura es
ción de quatro dias hasta el promontorio aquesta (Lám. //.a, fig. 11.a), y pues he
Hesperiçeras, en el confín de África, cer- pintado ó puesto la figura de aqueste mon-
ca de los ethiopios é Hesperis. Esto es de te de Massaya, que quiere decir monte
Plinio, é pienso que dice por la isla del que arde , en la lengua de los chorotegas
fuego, ques una de las de Cabo verde. en cuyo señorío é tierra está é en la len-
En Licia arde el monte Chimera, é de gua de Nicaragua le llaman Popogatepe,
dia é noche tura la llama ; y en la mesma que quiere decir sierra que hierve, díga-
Licia hay montes llamados Ephesios, que se lo que vi.
tocándolos con un tiçon ardiendo, se en- Yo partí un dia veynte é cinco de ju-
cienden de tal manera que la tierra é la lio del año de mili é quinientos é veyn-
piedra é arena de las riberas arden en el te y nueve de la plaça ó pueblo de Ma-
agua, etc. Y en la tierra de los Batria- nagua , é fui á dormir á Lenderi, quatro
nos la cumbre del monte Chophanto ar- leguas, á la estancia de aquel hidalgo que
de de noche, é lo semejante interviene en he dicho que se dice Diego Machuca, que
Media, á los confines de la Persia. En el está á par de la baxada del lago que dicen
llano de Babilonia, por espacio de una de Lenderi, é obra de media legua del pié
yugada, arde la tierra de tal manera que deste monte de Massaya (pero tornando
paresçe un lago de fuego. En Ethiopia, atrás está una legua, porque yo yba de
cerca del monte Espero, hay campos que la parte del Norte, é la estancia está del
de noche paresçe que están llenos de es- otro cabo de aquesta sierra, hacia Salte-
trellas. Esto é otras más cosas escribe ba ó Granada). Y este mesmo dia baxé á
Plinio en su Natural historia 2. ver el lago, é aquella mesma noche de
Ya dixe en el libro XXXVIH de la se- Sanctiago, antes que fuesse de dia, partí
gunda parte, de aquellos tres montes de de la estancia para subir al monte de Mas-
la isla de Islandia, las cumbres de los saya é ver aquel fuego: é lo que allí hay
quales están cubiertas de perpétua nieve, es una sierra muy áspera é de dobladas
é al pió de cada uno un horrendo abismo montañas (pero pobladas de indios de la
de perpetuo fuego, semejante á aquel de lengua que he dicho de Chorotega), en la
Mongibel de Seçilia. También sé por auc- qual hay muchos tigres é leones é otros
toridad del mesmo Olao Gotho, que en la diverssos animales nocivos. Desta monta-
isla de Escocia hay un monte de continua ña que he dicho precede espacio de media
llama en aquella punta ó promontorio, que legua un pays ó terreno, que vulgarmente
circuye el mar de Calidonia. É otras co- assi llaman los españoles á una tierra fra-
sas semejantes é muchas podría traer á gosíssima, ques toda ella á manera de
propóssito destos montes ó partes que escorias de herreros ó peor: deste terre-
arden, para que no nos parezca ques co- no se encumbra un monte separado é
sa nueva ni de que debamos espantar- bien alto, desde el pié del qual á lo su-
nos desta Massaya. Pero á mí me paresçe perior de sus cumbres hay más de una le-

Plinio, lib. IV, cap. 30. 2 Plinio, lib. II, cap. i09.
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. V. 74
gua : terna de çircuyto la redondez infe- dia legua ó más apartado del monte : lo
rior tres leguas é media ó quatre Este qual ni dubdo ni afirmo, porque en Gra-
monte es redondo é distinto de todas las nada de Salteba, que está tres leguas de
otras montañas de la dicha sierra é co- allí, todas las noches que no hace luna,
marca. paresçe en la claridad que la hay por la
Bien sé que algunos han escripto de lumbre que redunda del resplandor de
aqueste monte de Massaya al Emperador, Massaya en toda aquella comarca , é aun
nuestro señor, é algunos han ydo á Es- algo más adelante de donde es dicho. Y es
paña que han dicho que le vieron, lo qual verdad que á diez é ocho é veynte leguas
yo no dubdo, é por esso huelgo yo de apartado de aquella sierra he visto é se
hablar en una cosa tan señalada é que no ve muy claramente aquel resplandor; pe-
falten otros que lo aprueben, aunque la ro aunque de susso dixe llama é pinté lla-
subida deste monte es de trabaxoso é ás- mas de fuego, é á la boca por dó sale
pero camino. Yo subí á caballo más de aquella luz fogosa, no alca ni hay llama
las tres partes del, é llevaba conmigo por alguna, sino humo tan encendido como
guia al cacique indio é señor de aquella fuego, que de dia no se ve de léxos, é
tierra, que estaba con su gente encomen- de noche es qual digo. Assi que, tornando
dada al dicho Machuca, é á otro hidalgo á mi camino, yba conmigo aquel cacique
llamado Barroso: y ningún chripstiano yba llamado don Francisco (é su primero
conmigo (porque uno ó dos que avian de nombre en lengua de Chorotega, antes
aguardar en la estancia é me prometie- que se baptiçasse, era Nacatime ) é un
ron de subir conmigo, é venían un dia negro é otros dos indios mansos mios; pe-
antes, quando llegaron á vista de Massa- ro aunque el negro era seguro, yo con*
ya, acordaron de no atenderme ni cumplir fiesso que fué error llevar tal compañia,
su palabra). Aunque dicen muchos que pero causólo el desseo que yo tenia de
han visto á Massaya, es desde léxos ; pe- ver el fin desto, é que al Machuca hallé
ro pocos los que se atreven á subir allí enfermo y que los que dixe aver faltado de
arriba : é porque algunos decían que tres su palabra se fueron á Granada antes que
leguas apartados deste monte vian de no- yo allegasse. Pero como yo no me podía
che á leer una carta, por la claridad que detener en mi viage, quise acabar de en-
del sale (lo qual yo no apruebo), yo par- tender las novelas é particularidades que
tí , como he dicho, de noche de aquella diferençiadamente me avian contado los
estancia de aquel hidalgo Machuca, é me que deçian aver allí subido.
amanesció encumbrado é bien cerca de Quando la dispusiçion del camino dio
lo alto de aquel monte ; pero no pude ver lugar á poder yr el caballo adelante,
á leer en unas horas de reçar que lleva- apéeme del é cálceme unos alpargates
ba , puesto que estaba ya menos de un (porque ningún ça pato es bueno ni bas-
quarto de legua de aquel cabeço que es- tante para tal terreno) ; é dexado allí un
tá en lo más alto de la montaña, aunque indio en guarda del caballo, seguí tras el
hacia muy escuro, é aquel resplandor que cacique que me guiaba, é al negro é al
de allí procede en noches escuras da ma- otro indio también los hice yr delante de
yor claridad. Verdad es que á personas mí. É assi como la guia llegó cerca de la
de crédito he oydo decir que quando ha- boca, donde está aquel fuego, assentóse
ce muy escura noche é llueve, resplandes- desviado della quince ó veynte passos é
çe más aquella llama é luz que deste mon- señálemela con el dedo adonde estaba
te sale, é que se ve á leer una carta á me- aquel temeroso espectáculo. É pocos pas-
72 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sos de allí, aunque ya era llano aquello sonas; é si no hubiesse un poço que hay
(pero de mala dispusiçion de peñas de en la dicha plaça (más acostado al Medio
color rubias é pardas é negras é otras co- día que á otra parte), seria mucho mayor
lores é mixturas), vi que toda la altura el número de gente que en aquella plaça
del monte, quan grande era, estaba sobre cabria. Todo está tan claro que ninguna
un poço, excepto por aquella parte que cosa se esconde ; ni fuera de la dicha si-
yo yba, que era de la banda del Oriente. ma ó plaça á la desde donde se mira no
Y era tan grande la redondez ó boca des- hay cosa más clara, ni en todo quanto el
ta sima, que ninguna escopeta (á mi pa- sol mira en todo el mundo [Lám. II.*, fi-
resçer) alcançara de una parte á otra por gura HI.*).
qualquier parte que la atravessassen (de Á la parte de Mediodía, como he di-
medio á medio tirando). Y de allí salia un cho, hay en aquella plaça baxa un poço,
humo continuo é no enojoso á la vista, ni que quando yo le vi me paresció que era
la empachaba ni excusaba de verse toda la tan hondo lo que se via del, como la mi-
parte é çircuyto de toda la redondez alta tad ó tercia parte de la altura que dixe
é baxa desta boca, á causa ele ser tan so- que avia desde la plaça á lo más alto de
bre el dicho humo, é también porque en la peña ó monte, é tamaño que en el tra-
aquella tierra aquel viento oriental, que vés de la boca desse poço podría aver
los marineros llaman Leste, es muy con- catorce ó quince passos, poco más ó me-
tinuo, é assi ventaba estonces, aunque nos, segund la vista mía arbitraba. Pero
poco. Assi que, los que allí suben, van en la verdad debe ser mucho más, por la
con el viento por propria dispusiçion de grand distancia que hay desde donde se
natura, y el viento no les da empacho ni mira hasta el poço, é de allí abaxo des-
les es molesto. Aquella hondura baxaba, de la boca del á la materia que allí den-
á lo que yo pude considerar (é aun assi tro se cuece, queda ó hay de espacio en-
lo he oydo decir y estimar á otros), cien- tre el poço é la peña, á la parte meridio-
to é treynta bracas ó estados, é allá en nal della, las tres partes menos que hacia
lo baxo no es tan ancho como en lo alto la parte del Norte. Después en Vallado-
é circunferencia de donde yo lo miraba. lid , año de mili é quinientos é quarenta
Este monte todo es muy más alto en y ocho, estando en la corte del Prínci-
todas las otras partes que la parte orien- pe, nuestro señor, me dixo Rodrigo de
tal desde donde se mira su profundidad, Contreras, gobernador de aquella pro-
ni que la del Mediodía : é paresçe como vincia por Su Magostad, que en su pres-
si fuesse hecho á mano, segund está liso sençia se avia medido esta altura ques di-
é pendiente de todas parles, salvo que cho , é que desde donde se mira esta si-
desde aqueste lugar ó miradero ques di- ma hasta la plaça hay ciento é treynta
cho está la peña más áspera é diferente, bracas, y en lo que se ve del poço has-
é hay algunas concavidades en ella, aun- ta la materia que en él arde, hay quaren-
que se ve poco de la pared (de la parte ta bracas.
que está el que mira) é hacia abaxo, por- Una de las cosas, de que yo más me
que no se osa hombre parar tan adelante. maravillo, es que oy decir al comendador
Abaxo, en el fin de aquesta hondura, fray Francisco de Bobadiila, provincial
está una plaça redondíssima, é tan gran- en aquellas partes de la Orden de la Mer-
de al paresçer que en otro tanto compás ced (que subió con otros á ver lo que digo
jodian jugar á las cañas más de ciento que allí hay), que estonces estaba el poço
de á caballo, é mirarlos más de mili per- en medio de la plaça, é que la materia ó
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. V.
fuego que dentro del hay, llegaba çerca (que tal pienso ques) la infinita grandeça
de la boca, é que no se vian de las pare- del otro fuego ó ardor infernal, que espe-
des del poço quatro palmos, al paresçer; ran los ingratos á Dios.
é no avian passado seys meses desde Encima de aquel poço ques dicho,
quel frayle lo vido hasta quando yo lo vi. quassi en el mesmo espacio que hay des-
Y creo que debia ser assi; porque demás de lo más alto desta montaña, é hasta la
de ser religioso é persona de crédito, oy boca del ó plaça ya dicha, volaban mu-
decir al mesmo Machuca que avia 61 visto chos papagayos de los de las colas luen-
la materia ó fuego que hay dentro del gas, que llaman œaxabes, á los quales
poço quassi ras con ras de la boca del. nunca pude ver los pechos, sino las es-
Digo que en la hondura é última parte paldas, porque yo estaba muy más alto
que yo vi deste poço avia un fuego líqui- quellos ; y estos criaban é se entraban en
do como agua, ó la materia quello es es- la peña debaxo de donde yo miraba. É los
aba más que vivas brasas encendida su que allí van, miran asi aquel poço é lo
color, é si se puede decir muy más fogo- ques dicho.
sa materia paresçia que fuego alguno Digo más, que yo arrojé algunas pie-
puede ser : la qual todo el suelo é parte dras, é también las hice tirar al negro,
inferior del poço ocupaba y estaba hir- porque era mancebo é resçio, é nunca ja-
viendo , no en todo, pero en partes, mu- más pude ver adonde paraban ó daban,
dándose el hervor de un lugar á otro, é sino que salidas de la mano hacia el po-
resurgie un bullir ó borbollar, sin çessar, co paresçia que se yban enarcando é se
de un cabo á otro. Y en aquellas partes, metían debaxo de donde hombre estaba
donde aquel hervor no avia (ó çessaba), mirando; en fin, que ninguna se vido
luego se cubría de una tela ó tez ó napa en- adonde paró, lo que notoriamente mos-
cima, como horrura ó resquebrada, é mos- traba la mucha altura que hay hasta la
traba por aquellas quebraduras de aque- plaça. Quieren algunos decir que assi por
lla tela ó napa ser todo fuego líquido co- andar allí aquellos papagayos, como por
mo agua lo de debaxo ; é assi por todo el poder un hombre humano sin fatiga estar
çircuyto del poço. É de quando en quan- atento mirando aquella plaça é poço, que
do toda aquella materia se levantaba pa- no es fuego, sino agua é materia de açu-
ra susso con grand ímpetu, é lançaba fre: esta determinación remito yo á los
muchas gotas para arriba, las quales se que mejor lo sabrán decidir, c también
tornaban á caer en la mesma materia ó no me aparto de su paresçer.
fuego, que á la estimación de mi vista Junto é continuando con aquella boca
más de un estado subian. É algunas ve- alta deste cerro sube un cuchillo de sier-
ces acaesçia caer á la orilla del poço allá ras á la parte del Leste , sobre el camino
abaxo fuera de aquel fuego, y estaba por donde van á ver lo ques dicho; y allí
más espacio de lo que se tardaría en de- está otra hondura tan grande como la que
cir seys veces el Credo, sin acabarse de tiene el poço, y está más alta aquella
morir poco á poco, como lo hace una es- cumbre, é de noche humea, é de dia no
coria de una fragua de un herrero. se ve tan claro el humo della, más de no-
No creo yo que hay hombre chripstia- che dá la mesma claridad que la otra, é
no que, acordándose que hay infierno, se mezcla el un resplandor con el otro;
aquello vea que no tema é se arrepienta pero en lo baxo della no hay plaça, sino
de sus culpas, en especial trayendo á un hoyo que en la abertura arriba es
comparación en este venero de açufre grande é desciende, disminuyéndose á for-
TOMO IV. 10"
74 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ma de una tolba, y en lo baxo paresçe viene extendiendo é cubriendo aquellos
todo çeniça. montes, lo qual no se puede ver sin mu-
Díxome aquel cacique quel fuego avia cha admiración y espanto: é si fuego
estado allí primero en tiempo de sus pas- fuesse, no quedaría árbol ni hoja ni cosa
sados, é que después se avia venido don- verde por todo aquello. Y es al contrario,
de agora está, y el un hoyo y el otro es- pues que toda la montaña está arbolada
tán distintos con ciertas peñas, é ambos é con hierba muy verde é fresca, é has-
juntamente tienen la circunferencia que ta muy cerca de la dicha boca de Mas-
tengo dicho, é como lo muestra la figura saya.
de susso. Despues que estuve más de dos horas,
Todo aquel terreno está en la mayor é aun quassi hasta las diez del dia de Sanc-
parte lleno de árboles salvages é sin fruc- ta Ana gloriosa, mirando lo que he dicho
to, excepto que hay muchos que llevan é debuxando la forma deste monte con
unas majuelas amarillas, tamañas como papel, como aqui lo he puesto, seguí mi
pelotas de escopeta ó algo mayores, é llá- camino para la cibdad de Granada, alias
manse nançi, é son buenas de comer, é Salteba, ques tres leguas de Massaya ; é
dicen los indios que restriñen el fluxo del assi en aquella cibdad como en más de
vientre. otras dos adelante resplandesçe Massaya
Ningunas aves allí vi por aquellas sier- de noche, como lo suele hacer la luna muy
ras , excepto los papagayos donde dixe, clara, pero quassi como luce pocos dias
' é acá fuera algunos cuervos. antes de ser llena.
Paresçe grand extremo ó cosa que en Oy decir á aquel cacique de Lenderi
ella mesma se contradice decir yo que vi que avia él entrado algunas veces en
aquel fuego en tanta hondura del poço, é aquella plaça donde está el poço de Mas-
que aquel religioso é Diego Machuca me saya con otros caciques, é que de aquel
dixeron é certificaron averio visto quassi poço salia unamuger muy vieja desnuda,
á vara de la boca : é platicando en esto, con la qual ellos haçian su monexico (que
supe que quando está cerca de la boca quiere decir concejo secreto) é consulta-
aquella materia, es porque de próximo ha ban si harían guerra ó la excusarían ó si
llovido, é con el agua que de las cum- otorgarían treguas á sus enemigos; é que
bres é de toda la plaça allí se recoge, ninguna cosa de importancia haçian ni
cresçe é sube é se aumenta para arriba obraban sin su paresçer é mandado; é
y está lleno hasta quel agua se consu- quella les deçia si avian de vencer ó ser
me y es vencida por el contrario ardor vencidos, é si avia de llover é cogerse
de aquel licor ó fuego. Con esto consue- mucho mahiz, é qué tales avian de ser
na lo que escribe aquel cosmógrapho é los temporales é subçessos del tiempo
docto varón Olao Gotho, que de susso ale- que estaba por venir, é que assi acaesçia
gué : el qual dice, hablando en el fuego como la vieja lo pronosticaba. É que an-
de los montes de Islandia, ques de ma- tes ó después un dia ó dos que aquesto se
nera que no puede encender ó consumir hiçiesse, echaban allí en sacrificio un hom-
la estopa, é continuamente consume el bre ó dos ó más é algunas mugeres é
agua. É assi debe ser el de Massaya; por- muchachos é muchachas ; é aquellos que
que es verdad que viendo de noche aquel assi sacrificaban, yban de grado á tal su-
resplandor desde una legua ó media del, plicio. É que despues que los chripstia-
paresçe no llama, sino un humo más en- nos avian ydo á aquella tierra, no quería
cendido que vivíssimas brassas, que se salir la vieja á dar audiencia á los indios
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. V. 75
sino de tarde en larde ó quassi nunca, é sas é templos de sus ydolatrias é diabó-
que les deçia que los chripstianos eran licos sacrificios.
malos é que hasta que se fuessen é los A par de la boca desta sima de Massa-
echassen de la tierra, no quería verse con ya estaba un grand montón de ollas é pla-
los indios, como solia. Yo le pregunté que tos y escudillas é cántaros quebrados é
cómo baxaban á la plaça, é dixo que pri- otras vassijas, é algunos sanos é de muy
mero avia por donde baxar por la peña; buen vidriado ó loca de tierra, que so-
pero que después se avia hecho mayor la lian llevar los indios, quando allí yban,
plaça, é avia caydo de todas partes la llenos de manjares é diverssos potajes, é
tierra, é se avia quitado aquel desçende- los dexaban allí, diciendo que eran para
dero é oportunidad de baxar. Yo le pre- que la vieja comiesse, é por la complacer
gunté que despues que avian ávido su é aplacar, quando algún terremoto ó tem-
concejo con la vieja ó monexico qué se blor de tierra ú otro resçio temporal se se-
hacia ella, é qué edad tenia ó qué dis- guía , porque pensaban que todo su bien
pusiçion : é dixo que bien vieja era é ó su mal procedía de su voluntad della.
arrugada, é las tetas hasta el ombligo, Aquella possada ó materia (donde aque-
y el cabello poco é alçado hacia arriba, é lla vieja deçia este indio que se recogía)
los dientes luengos é agudos, como perro, yo no la sabría comparar ni me paresció
é la color más escura é negra que los in- de otra manera que la pasta del vidrio,
dios , é los ojos hundidos y encendidos; quando está cociéndose, ó como el metal
y en fin él la pintaba en sus palabras co- ó bronce de una campana ó de un tiro de
mo debe ser el diablo. Y esse mesmo de- pólvora, é assi aquello que hervía en el
bía ella ser, é si este decía verdad, no poço de Massaya paresçia lo mesmo. Son
se puede negar su comunicación de los las paredes de la barranca mayor de pie-
indios é del diablo. É despues de sus con- dra resçia en parte é de tosca é delezna-
sultaciones essa vieja infernal se entraba ble en la mayor cantidad del çircuyto; y
en aquel poço, é no la vian más hasta el humo que sale del poço, es de la parte
otra consulta. del Leste, y extiéndese al Hueste por la
Destas vanidades é otras copiosamente continuación de la brisa, y en la boca del
hablan los indios, é segund en sus pintu- poço, á la orilla, hacia el Norte, tam-
ras usan pintar al diablo, ques tan feo é bién sale un poco de humo. Este monte
tan lleno de colas é cuernos é bocas é de Massaya está á seys ó siete leguas de
otros visages, como nuestros pintores lo la mar del Sur, é apartado de la costa
suelen pintar á los pies del arcángel Sanct dentro en tierra en doce grados y medio,
Miguel ó del apóstol Sanct Bartolomé, pocos minutos más ó menos, de la línia
sospecho que le deben aver visto, é quél equinoçial en la parte de nuestro polo ár-
se les debe mostrar en semejante mane- tico. E aquesto baste quanto á lo que
ra ; é assi le ponen en sus oratorios é ca- prometí escribir en este quinto capítulo.
7G HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO VI.
En que se tracta é hace memoria de cierta relación que escribió fray Blas del Castillo, de la Orden de Sánela
Doming-o, é la endereseó al reverendo padre fray Tomás de Berlanga, obispo de Castilla del Oro, el qual
frayle entró en el dicho infierno de Massaya; é por evitar prolixidad decirse há lo que hace al caso, dexan-
do muchas menudencias, que'l quiso decir á su propóssilo ó por su voluntad.

J. arde se remedian Jas palabras que por en el año de mili é quinientos é treynta y
el mundo se desparçen contra la verdad, seys fué desde México á Nicaragua, que
aunque esta, sabiéndose, las confunda é hay quatroçientas leguas por tierra; é
deshaga ; porque no todos los primeros fuésse á Granada, é acordó de yr á ver á
mal informados pueden después ser avi- Massaya despues que lo ovo comunicado
sados é desengañados de lo que antes se con un frayle de Sanct Francisco, flamen-
dixo. co ó francés que allí halló, llamado fray
Si este padre fray Blas del Castillo mi- Johan de Gandabo. Y para esto tomó en
rara que era posible venir á mis manos su su compañía á Johan Anton é Johan San-
relación, no dixera en la introduçion dé- chez Portero é Francisco Hernandez de
lia que Gonçalo Fernandez de Oviedo, Guzman, é llegaron á ver aquella sima
choronista de las Indias de Sus Magesta- martes en la tarde, dia de Sanct Basilio,
des, no más de porque avia visto el dicho doce de junio de mili é quinientos é treynta
infierno de Massaya, le pidió por armas é siete años. É dice este padre que ningu-
á Su Magestad, etc. Sin dubda á mí nun- no de los que allí han subido, no saben de-
ca me passó por pensamiento pedir tales cir ni afirmar qué cosa es aquello que ven
armas ni merced, ni yo ni otro chripstia- en aquel profundo; porque unos dicen
no las debe querer, y el frayle dixo lo ques oro, otros ques plata, é otros ques
que le plugo en ello. En lo que yo es- cobre, otros ques hierro, é otros piedra
cribí en el capítulo precedente dixe lo que acufre, é otros agua, é otros dicen ques
vi é lo que sentí, y este religioso dice lo infierno ó espiradero del mal ; que en el
que á él le fué mostrado por sus ojos, se- fin de su relación hablará sobre todos es-
gund lo entendió : é no me maravillo de sos paresçeres, pues no se confirman ni
que baxando á la plaça desta sima, tenga hay quien sepa dar á entender lo que ven
otra vista é haya más cosas que notar de á quien no lo ha visto. É dice que cres-
las que yo tengo dichas en este caso. É çido su desseo de entrar á ver qué cosa
por tanto, abreviando su relación, sin es aquello, que en aquel abismo con tan
dexar de decir lo que á su relación com- grand furia é ruydo de dia é de noche assi
pete y es substancial, diré lo que siento hierve, comencó á reprender los que
de su motivo é lo que después he enten- aquella tierra avian gobernado, pues que
dido desta materia, porque el letor que- en catorce años ó más que en ella avia
de más informado de la historia. chripstianos no se avia entendido qué co-
Este frayle, el año de mili é quinientos sa era aquello, porque aunque no fuésse
é treynta é quatro, estando en Nicaragua cosa de provecho lo que allí está, seria
oyendo hablar en este infierno de Massa- muy bien inquirirlo para la conversion de
ya , tuvo desseo de lo ver, é no pudo por los indios, é seria hacer mucho servicio
estonces porque yba al Perú, desde don- al Emperador, nuestro señor, el que es-
de volvió después á la Nueva España. Y ta verdad é secreto supiesse. É certificaba
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. VI. 77
á los qües dicho este padre que si le dies- Después, á los treynta de aquel mes,
sen aparejo é indios que entrassen con él, Johan Anton solo fué con mucha cantidad
quel entraria en aquel infierno, porque él de cuerda é lo midió ; é halló que hasta
solo no bastaría á sacar cosa alguna de lo cierto muladar ó montón de tierra é pie-
que en aquella caldera profunda ó poco dra que hay abaxo en la plaça, son ciento
ques dicho avia. É aquel Johan Anton é veynte bracas. Después, á los ocho de
dióle del codo, é díxole : « Callad, padre: agosto, volvieron á Massaya fray Blas é
que por ventura Dios no quiere que lo Johan Anton, para mejor se informar de la
descubran capitanes ni personas ricas, si- medida, é anduvieron el terreno de di-
no pobres é humillados. » cho infierno todo por arriba (en que hay
Despues que estuvieron allí platicando una legua é de malíssimo camino), por
é se hartaron de ver aquel fuego é si- considerar é ver por qué parte debía ser
ma, se tornaron á Granada, concertando la entrada más á propóssito é segura ; é
la entrada al dicho infierno : é desque es- tornando á medir, hallaron que avia hasta
tuvieron en la cibdad, consejáronse con la peña principal, que está ó sale en me-
aquel frayle flamenco, el qual ya antes dio del camino, sessenta é seys bracas,
avia visto á Massaya é desseaba saber é desde la dicha peña hasta el muladar ó
este secreto, é aun les dixo que aquello montón de tierra ques dicho que está aba-
que allí ardia, no podia ser sino metal de xo, otras sessenta é siete bracas : é desde
oro ó plata é la mayor riqueça del mun- allí hasta la plaça abaxo diçe este padre
do: é dábales algunas raçones para que que hay çient bracas, é desde la plaça
ello subçediesse assi, é que á su paresçer hasta aquella materia que hierve otras
seria bien entrar á lo ver. Pues cómo fray ciento; de manera que todas son trescien-
Blas é los demás oyeron esto, ó quel fray- tas bracas ó más, desde donde todos
le francisco hablaba á propóssito de su pueden llegar arriba á verlo é hasta don-
cobdiçia, acogieron otros dos compañe- de anda aquello que hferve. Y hecha es-
ros : el uno se deçia Gonçalo Melgarejo y ta diligencia, se tornaron á Granada.
el otro Pedro Ruiz, vecinos todos de la Esta medida yo no la apruebo ni la
mesma Granada. É todos seys é fray Blas creo, ni otros muchos que allí han esta-
juraron el secreto é capitulación : é pro- do , ni tampoco el gobernador Rodrigo
metió fray Blas de ser el primero que en de Contreras, que se halló pressente quan-
aquel infierno entrasse, y el Johan San- do este frayle entró la tercera vez en
chez Portero se profirió de ser el segun- aquel infierno ó sima, é otros muchos que
do , é Pedro Ruiz dixo quél seria el ter- en conformidad dicen que desde lo alto
cero : é assi les paresció que no avia nes- hasta la plaça no hay más de ciento é
çessidad que indios entrassen, sino que treynta bracas : é assi me paresçieron á
se estuviessen arriba con los otros com- mí, quando lo vi que podría ser ello, po-
pañeros restantes para meter é sacar los co más ó menos. Pero pues dixo que yo
que avian de entrar. pedí por armas aquel infierno, assi co-
Con este concierto ya dicho, el frayle mo en ello no dixo lo cierto, no me ma-
é Johan Anton é Francisco Hernandez fue- ravillo que se alargue en su medida, la
ron con cuerdas de cabuya á medir la qual no aceptará ningún hombre de ra-
hondura que avia hasta la plaça del dicho çon é buena vista que allí haya subido é
infierno; é no se pudo por estonces sa- visto aquella hondura.
ber , porque la cuerda se les quebró por Á los veynte de agosto se tornaron á
muchas partes. juntar el frayle é sus compañeros, é re-
78 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tincaron su compañía é ordenaron de con- cabestrante, quél puso é todo lo demás á
tribuyr en los gastos, y eximieron dessa punto para entrar otro día siguiente sá-
costa á este padre por ser religioso y el bado.
inventor desta su empressa, é se ofresçia Diçe este padre que la boca deste in-
de ser el primero que avia de guiar ó en- fierno es como una campana la boca ha-
trar donde es dicho. Assi, por las aguas cia arriba y ensangostándose para aba-
que sobrevinieron, para allegar los per- xo, é arriba en las orillas no está igual
trechos é maromas é cosas nesçessarias en altor como la otra ya dicha, é á la
para efettuar lo que estos desseaban, se parte oriental, ques hacia la otra, ó sea
dilató algunos meses este negocio; pero más igual é baxo, é por todas las otras
juntadas todas las poleas é recabdo de partes está mucho más alto, é al Ponien-
todo lo nesçessario, se pusieron en un te es quassi un tercio más alto que por
pueblo de indios, que se llama Mamboçi- el Oriente : quiere decir, que si á Oriente
ma, que está media legua de Massaya, el tiene trescientas bracas de hondo, como
qual pueblo servia á aquel Gonçalo Mel- diçe el frayle que las tiene, que son qui-
garejo , consorte de los sussodichos. lu- nientas é más al Poniente.
ciéronse muchos aparejos para esta labor, Crian por todas aquellas peñas é soca-
assi como poner una asa de hierro á un renas, que están hacia dentro del infier-
servidor de lombarda gruesso, é una no, muchos papagayos grandes é peque-
esphera grande redonda de hierro con sus ños, porque es mucha la distancia que hay
barras, que se podria abrir é cerrar, pa- de parte á parte de la boca, que será á
ra meter en ella cangilones de barro, que paresçer un tiro de falconete ó passavo-
en cierta manera metidos en aquel poco lante, é bien se puede andar la boca á
pudiessen sacar en ellos de aquel metal ó pié alrededor, aunque es mucha la dis-
licor. É porque faltaba un cabestrante é tancia, é hay una legua en torno é de mal
no lo mandaban hacer por no ser descu- camino: é yéndose ensangostando la bo-
biertos , el frayle lo hiço por su mano en ca desta sima para ayusso, como es di-
el lugar ques dicho que estaban todos los cho , nácese allá abaxo una plaça grande,
otros aparejos: é un miércoles, diez dias no bien redonda, prolongada un poco de
de abril del año de mili é quinientos é Oriente á Poniente, que terna de ancho
treynta y ocho, juntado el frayle é su abaxo quassi un tiro de escopeta ; é de
compañía, el Pedro Melgarejo les dixo la tierra que de muchos tiempos é años
questo era un peligro notorio é nunca ha caydo con las muchas aguas é temblo-
visto su semejante, é no quería estar pres- res de tierra (los quales en aquellas par-
sente á la entrada de aquel infierno, por- tes son muy continuos) hay tanta tierra é
que pensaba que quantos entrassen, avian piedra abaxo en la plaça, que se hacen
de morir é se quemarían vivos ; pero quél arrimados á las paredes de las barrancas,
se quería yr á su pueblo de Mamboçima alrededor de la plaça, unos muladares ó
é les daria indios é todo recabdo, é quel montones de tierra é piedra de çient es-
frayle é sus compañeros se fuessen con tados é más en alto. La tierra de las bar-
Dios. También se salió afuera el Francisco rancas é paredes alrededor es de muchas
Hernandez. Al fin los quatro compañeros colores, conviene saber: blanca, negra,
restantes Johan Anton, Johan Sanchez, roxa, açul, amarilla é parda: vienen al-
Pedro Ruiz é fray Blas procedieron en rededor en todas las barrancas de alto á
su tema é fueron á la cumbre de Massa- baxo, que paresçe que van al profundo
ya, y el viernes siguiente assentaron el hacia lo que hierve, unas cintas ó vetas,
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. VI. 9
unas derechas é otras dando vueltas co- atraydo á sí. En la plaça abaxo, de lo que
mo culebras, que se diferencian mucho ha caydo de arriba de peñas muy gran-
de la otra tierra de las barrancas; é las des, como quatro ó cinco carretas juntas,
dichas vetas son más anchas que palmo é de todas suertes, por su mucha hondu-
é medio é dos palmos. ra é distancia, paresçen desde arriba bolas
En toda la parte de dentro, en pare- ó chapines de mugeres: está la dicha pla-
des ni en la plaça, no hay rama ni hier- ça llena de espinas negras é un poco ru-
ba chica ni grande, sino tierra de peña bias, á manera de listas ó raspas de tri-
tosca, y de las más peñas que quiten dé- go, quel mesmo infierno arroja é despide
lias pedaços, son muy pessados, como que de abaxo con tormentas é huracanes,
tienen metal en sí. É lo mesmo tiene la quando essas escorias echa por el ayre
tierra que arrancaron de sobre las vetas, muy quemadas é recogidas é livianas, co-
non obstante que la vecindad del tan mo esponjas.
grand fuego todo lo tenga chupado é

CAPITULO VII.
De lo que dice el auctor ó choronista aculando ó advirtiendo al lelor en lo que está dicho de la relación del
fray le.

Antes que á más se proceda en la rela- en aquel monte subí, ni aquellas vetas de
ción deste padre fray Blas del Castillo, muchas colores é continuados, como él
porque el que lee no dexe de saber lo diçe, sino á partes ; é no por orden, sino
cierto, en que me paresçe é aun afirmo una mancha acá é otra acullá, desviadas.
que se engaña este religioso, ó yo no lo Torno á decir que no me maravillo que
sentí assi quando vi este espectáculo ó allá abaxo tenga aquella profundidad otra
monte de Massaya, pues diçe que la pla- figura ó paresçer muy distinto de lo que
ça baxa desta sima no es redonda, sino desde tan léxos pueden considerar ó ig-
prolongada, é aun me paresció redondís- norar los ojos humanos, viéndolo desde la
simamenle perfetto su círculo, excepto si parte superior que aquello se mira, é des-
se debe comprender é sospechar que no de donde yo estuve mirando aquella si-
siempre tiene una forma, sino que con ma: quanto más que aun en las cosas que
el tiempo haçe mudança, á causa de aquel los hombres miran desde tan cerca, los
continuo hervor que en lo baxo anda de unos como los otros lo suelen juzgar en
aquel fuego ó licor que allí está, pues quel diferente manera en muchas particulari-
poço le han visto en este tiempo que ha dades ; é assi las entienden diferenciada-
que los chripstianos están en aquella tier- mente por defetto de los mesmos ojos,
ra más hondo, al paresçer, de lo que en por la diferencia ó porque el sentido es
dichos tiempos otros le han visto, ó por diferente en los hombres, ó por otras cau-
aguas ó tierra tremol, ó por qualquier co- sas que á este propóssito se podrían dar,
sa quello sea. É aquellos muladares que en que no me quiero detener por proce-
este padre diçe que hay abaxo en torno der en la relación deste religioso.
de la plaça, tampoco yo no los vi quando
80 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO VIH.
En la prosecución de la relación de fray Blas del Castillo en lo que por e'l se nolo del infierno de Mas-
saya.

.Lia manera de la caldera ó poço que di- Dicen que por la parte de Poniente no
ce que está en medio de la plaça, me ha- van las peñas derechas hacia abaxo, sino
ce assimesmo sospechar en las mudanças echadas ó ensangostándose hacia el me-
de su forma. Quando yo lo vi, estaba más tal ó aquello que hierve ; de manera que
acostado á la parte del Sur que á otra par- arriba está ancha la boca del poço, é -*
te , como lo pinté en mi relación é histo- abaxo, junto á la materia que hierve, es-
ria ; é yo no contaba aquella hondura del tá angosto por aquella parte del Poniente,
poço desde la plaça hasta la materia que é que á la parte del Oriente no van assi
arde, como el letor puede aver oydo, si- las peñas, sino al revés ; que arriba está
no tan hondo como la mitad de tercia par- la caldera angosta, é abaxo, junto aquel
te, é yo arbitré de la altura que hay des- licor que hierve, está ancho ; de manera
de la dicha plaça á lo más alto de la pe- que lo demás de la plaça de aquella parte
ña , é dice fray Blas que tiene çient bra- está socavada ó en vago. Lo que anda
cas de hondo el poço desde la plaça á debaxo derretido, dice ques desta mane-
la materia. El gobernador Rodrigo de ra. Una laguna colorada, con tan grand
Contreras, é otros que se hallaron pres- ruydo como la mar, quando con mucha
sentes, quando la tercera vez este frayle furia bate en las peñas, y encendida esta
entró, dicen que no avia sino hasta qua- laguna ó licor sin llama, como el metal
renta ó cinqüenta bracas. de una campana quando está derretido é
Yo me maravillo también de que dice lo quieren soltar para que entre en el mol-
este padre que por arriba en la cumbre de , ó como el oro ó plata derretido lí-
se puede este monte andar muy bien en quido en la rielara, salvo que tiene una
derredor, como unas barandas de açotea tela ó napa encima, negra é muy grande,
que tienen su patio en medio, porque á mí de dos ó tres estados en gordo, al pares-
me paresció asperíssimo é imposible po- çer. Y es de notar que si no fuesse por
derse andar como él lo dice. También di- essa tela é horrura de escorias que aquel
ce que la boca del poço no es redonda, licor ya dicho encima de sí tiene, echaría
sino prolongada (como la plaça) de Orien- á toda sacón tanta claridad é resplandor
te á Poniente, é á mí me paresció desde de sí, que no solamente en la plaça aba-
arriba tan redonda como un compás po- xo no se podría estar ó entrar, mas arri-
dría hacer un círculo. ba en lo alto de la cumbre desse monte
Dice que terna de largo aquella calde- no avria quien por el mucho calor se pu-
ra tanto como dos carreras de caballo diesse asomar á verlo ; pues esta tela é
grandes, é una buena de ancho, é yo no horrura, ya se abre ó resquiebra por unas
la juzgara assi ni por la octava parte des- partes é ya por otras é ya por toda ella
sa grandeça; é como he dicho no me quie- juntamente, y estonces paresçe el licor é
ro detener en esto, que mejor lo pudo metal abaxo colorado, á manera de re-
tocar quien baxó, como el frayle, á aque- lámpago, quando va ondeando por el cie-
lla plaça, quel que lo miró desde donde lo, como culebra, y esto por muchas par-
yo lo vi. tes y en todo tiempo, sin jamás çessar.
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. VIII. 81
En medio dessa laguna ó metal saltan çufre, é no mucho á respeto de su grand
ó revientan dos borbollones ó manaderos cantidad, é todo aquel humo de la laguna
muy grandes de aquel metal continua- é de la cueva es grasiento, como en las
mente , sin ningún punto çessar, é siem- minas de la plata, quando funden el me-
pre está el metal ó licor allí colorado é tal. Finalmente, sale de toda aquella cal-
descubierto, sin escorias ; y echa allí dera hacia arriba tan grand calor é res-
aquel metal más alto, al paresçer, de plandor, que no se puede creer ni decir,
quatro ó cinco estados, é unas veces más si no se ve, porque de noche con el grand
que otras. resplandor é claridad que de sí echa, pa-
Está el un borbollón ó manadero un ti- ra todo el cielo ó ayre de encima de la cal-
ro de herrón bueno apartado del otro, y dera é de la sierra tan claro, ques cosa
esto es hacia enmedio de la laguna é á las de ver, desta manera : que de noche en
orillas hacia las peñas ó junto á ellas : é el cielo encima de aquel volcan ó sierra
salta é hierve é revienta aquel metal ó li- hay una claridad muy grande é muy cla-
cor, ya por una parte é ya por otra, que ra , é más arriba un trecho en otras nubes
paresçe que vienen de léxos á entrar en hay otra claridad tan grande é menos cla-
él arroyos ó gruessos caños de aquel licor ra como una corona de un papa, y esto
ó metal; y esto con grand ruydo ó furia, en las nubes ó en el ayre de encima. De
que andan las olas de una parte á otra manera que la dicha claridad dice fray
hacia las paredes ó peñas, como artillería, Blas quél la ha visto de noche muchas
quando baten muralla. É todo esto con veces por tierra doce leguas, é por otras
tan grand sonido como una mar, quando partes se ve más, y en la mar del Sur la
anda brava con tempestad, batiendo en ven los marineros de noche, quando por
peñas é rocas. Tiene todas las peñas ó pa- allí passan, veynte é veynte é cinco le-
redes que están alrededor juntas al me- guas , é quanto más escura es la noche,
tal siete ú ocho estados al paresçer muy más claridad paresçe. Está el dicho infier-
negras, que se diferencian mucho délas no de la mar del Sur la tierra adentro
otras peñas de más arriba ; y esto es que poco más de siete ú ocho leguas.
quando hierve, salta ó arroja aquel metal Es de notar queste fuego, ó lo ques, no
arriba é alcança hasta allí: al Oriente, echa llama ni abaxo la hay chica ni gran-
un poco más al Lesnordeste, allá abaxo de, salvo que quando desde arriba echan
junto al metal, va una entrada de cueva un palo ó una saeta tirada con ballesta,
por debaxo de las peñas muy honda é como dice este padre que las vio tirar en-
muy ancha al paresçer, que terna un tiro cima de la escoria, que estonces la hay
grande de herrón de anchor ; é del metal durante quel palo ó saeta arde, como una
6 licor de la mesma laguna entra por la di- candelica muy pequeña, é quemado aquel
cha cueva un arroyo á manera de rio de palo, no hay más llama.
aquel metal, que paresçe quel mesmo Dice el choronista Gonçalo Fernandez
metal de la laguna se va desaguando por de Oviedo que desde donde él vido aque-
la dicha cueva, de manera que corre un lla napa ó tela é horrura que está sobre
rato é párase otro, é corre otro é cessa aquel licor, de que aqui se tracta, no pa-
otro, é assi anda siempre. Sale de dentro resçia sino muy delgada, como una espu-
desta cueva hacia la laguna grand huma- ma que se hace en una olla al fuego pues-
da , porque es más el humo que sale por ta con agua, é que pues el frayle testifi-
aquella cueva quel de toda la aguna jun- ca de tanta grosura, como dice, que assi
ta , el qual humo huele un poco á piedra debe ser; pero no acepta que paresçe
TOMO IV. 11
82 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
aquel licor como relámpago debaxo de tal ó licor, no pueden ver por su grand
aquella horrura, ni creo que si no la tu- hondura todo el campo ó grandeça ó can-
viesse, echaría tan excesiva claridad, tidad del metal, é que quando mucho
como el padre dice, que no se pudiesse vieren, podrá ser la tercera parte, desta
entrar en la plaça ni asomarse arriba á manera : que si el que mira abaxo se po-
vello: é pruébase lo contrario, porque ne á la parte del Oriente, no ve abaxo en
quando huye aquella horrura con el bor- la caldera sino el tercio que della está al
bollar y hervor que alca aquel licor, ni Poniente; é si mira desde la parte del Po-
hay más claridad ni calor que hasta en- niente, no ve de la caldera sino lo que ella
trar. En lo demás no se debe dexar de tiene al Oriente. É assi de las otras par-
creer que estas cosas é otras quanlo de tes, excepto los que han entrado á la pla-
más cerca son consideradas, mejor se ça abaxo ó los que entraren, que aques-
penetran de nuestra vista é más propor- sos lo ven bien éaun no todo, é con mu-
cionadas al natural se entienden que des- cho peligro de caer dentro.
de léxos. Afirman en aquella tierra los indios, é
Hay mucha diferencia en ver este in- aun los españoles, que despues que se
fierno de dia ó de noche, porque de no- ganó aquella provincia, una vez que llo-
che echa tan grand claridad que paresçe vió mucho aquel año, subió ó cresció
muy bien y es cosa de ver. En verano ó aquel licor ó metal hasta arriba, é no sa-
en tiempo de aguas ó truenos hay tanta ben de qué manera ; é que con su grand
diferencia, que no se puede creer sin fuego quemó en una legua ó más alrede-
verlo, porque en levantándose el aguace- dor quanto halló, é que echó un roció ó
ro ó nublado, hace cosas é visages que vapor de sí tan caliente, que todas las
paresçe ques cosa viva é que siente, é no hojas de los árboles é ramas é hiervas en
cosa muerta é sin sentido : é quando el dos leguas é más alrededor se cocieron
agua cae derecha del cielo en la cal- en toda aquella tierra.
dera , en el ayre, antes que llegue á la Tienen los indios por su dios á este in-
escoria, con su grand calor la consume, fierno , é solian allí sacrificar muchos in-
tornándola humo ó niebla, de manera dios é indias é niños chicos é grandes, é
que todo lo oscuresçe. Esto es de dia; los echaban dentro en la plaça por aque-
porque de noche todo está claro, de for- llas peñas abaxo ; y esta causa diçe este
ma que desde lo más alto de la barranca padre que le movió principalmente á entrar
ó monte, donde todos pueden llegar los dentro, por quitar á los indios, si pudiesse,
que verlo quisieren, se lee muy bien á de tal creencia é fée como en esse diablo
qualquiera hora de Ja noche en todo el tienen. Y es de notar que si no eran ciertos
tiempo del año una carta ó las que quisie- viejos que allí tenían cuydado de los sa-
re. En sí dice esle padre que recó allí crificios, como sacerdotes, los demás, por
may tines é lo que quería, sin echar menos grand reverencia é temor, no osaban, ni
el dia para reçar. Algunos dicen en aque- aun agora osan, llegar á verlo. Diçe más
lla tierra que en unos pueblos de indios este padre : que no hay persona que lo
que están cerca del dicho infierno, una le- pueda ver, sin grand temor é admiración
gua abaxo apartados, han leydo algunas ó arrepentimiento de sus culpas é peca-
veces españoles las cartas mensajeras de dos , porque en esta vida no se puede ver
noche al resplandor : lo qual el frayle di- ni imaginar otro fuego mayor después del
ce quél no lo ha visto, é diçe que los que fuego eterno, ni hay quien perfectamente
mimo desde arriba la caldera desse me- pueda escribirlo ni dar á entender como
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. VIII. 83
ello es. Y á esta causa dice que en aque- veces lo hayan visto, porque alegra mu-
lla tierra los confessores han dado por pe- cho la vista aquel licor que allá abaxo an-
nitencia á algunos que han confessado, da hirviendo y encendido. Porque segund
que lo vayan á ver; pero que después de él dice, con toda verdad se puede decir
averio visto la primera vez, no se hartan ques aquel un lugar, donde no hay eseu-
los ojos humanos de verlo, aunque mili ridad ni noche.

CAPITULO IX.
En prosecución de la empressa é relación d e fray Blas en el infierno de Massaya,

X a tengo dicho (dice fray Blas) que có- el ruydo que yba haciendo, no se pue-
mo se truxeron los adéreseos nesçessa- den creer sin verlo ; pero totalmente este
rios sobre la barranca del infierno é los palo les aliñó é aseguró el camino.
assentaron para entrar, otro dia siguiente Desque lo tuvieron assentado abaxo,
sábado, pusieron el cabestrante treynta tornaron á tirar de la maroma como si la
pies apartado de la orilla de la barranca, quisieran subir, é assi se estiró ó atesó
é pusieron una viga de veynte é cinco el cable todo lo posible, en tal forma que
pies ó poco más con un agujero al cabo, se salvaban muchas peñas é socavaduras
y en él una roldana ó castillo con un per- ó soeareñas que hay en la barranca, é
no ó clavo gruesso ; y el cabo desta viga quedó el cable que paresçia estay de nao
salia afuera volante sobre la barranca (ques aquella cuerda que desde la gavia
quatro ó cinco pies, é destotra parte ó ca- de la nao, para la tener fuerte, va tira-
bo en tierra cargáronla de grandes pie- da hasta el castillo de proa), excepto que
dras. Esto era en derecho y en par del esta yba más derecha para abaxo: é
cabestrante, al qual se puso un gruesso aqueste era el camino para los que avian
cable ó maroma de ciento é treynta é cin- de abaxar.
co bracas : é metieron el cabo desta ma- Tenian otra roldana ó castillo redondo,
roma por la dicha roldana é polea que te- del tamaño de un plato, con un agujero
nia la viga, donde salia fuera de la bar- en la mitad tan grande como la muñeca
ranca. A este cabo del cable ataron un del braço; y essa roldana con un cerco de
troncón de un árbol de madera muy pes- hierro redondo que alrededor la apreta-
sada, é tan gordo como un buey é algo ba, é á una parte, después de ceñida en
más luengo que un estado é medio; é el mesmo cerco, una asa de hierro, á que
por medio dcste troncón tenia una mues- estaba atada otra gruessa maroma, tan
ca , por dó estaba atado el cable á esse grande ó tan luenga como la que tenia el
troncón, porque las peñas no le roçassen troncón. Y en esta segunda melian al que
por allí: é soltaron ó aflojaron el cabes- avia de entrar (salvo quel primero cable
trante poco á poco, é desta manera, é no ó estay yba metido por enmedio del car-
con poco trabaxo, metieron el tronco has- rillo de palo ya dicho é de su arco de
ta que se sentó sobre uno de los mulada- hierro), de manera que atado el hombre
res ó montones de tierra é piedra que la al haro ó asa de hierro de la roldana yban-
historia ha dicho que hay abaxo. Las pe- lo metiendo con la maroma é cabestrante
ñas é piedras é tierra queste troncón der- poco á poco : é no podia yr por las peñas
ribó por dó passó, por su grand pesso, y de la barranca acá ni allá, sino derecho
84 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
por el cable ó estay abaxo hasta el mu- les dio á entender que la cruz que en la
ladar, dó estaba el troncón assentado allá mano llevaba era la espada é armas de
abaxo. Y el hombre yba metido en un los chripstianos contra el dios ó diablo de
balso ó cincho como aquellos con que los indios, despidióse este padre de sus
cogen la orchilla en Grand Canaria: de compañeros, y ellos le encomendaron á
manera que si el que assi baxaba murie- Dios.
ra ó se desmayara en el camino, lo po- Entrado dentro por la forma ques di-
dian tornar á subir arriba. Estos artifi- cho , fué el primero hombre que tal cami-
cios peligrosos enseña la cobdiçia hu- no hiço, é no sin harto trabaxo é peligro,
mana á los cobdiçiosos, que sin temor porque como los que arriba quedaban no
de perder el cuerpo y el ánima, se ponen eran diestros en el officio, é muchas ve-
é aventuran tan determinadamente á po- ces le perdian de vista por las concavida-
ner las vidas en riesgo é aventura de mo- des de la barranca, soltábanle muchas
rir ó cumplir sus vanos desseos. veces en el ayre ó en vago quatro ó cin-
Assi que, llegado el sábado del año co estados ó más, como al que dan tracto
de mili é quinientos é treynta y ocho, y de cuerda. De manera que quando llegó
en el mes de abril, é antes de la domini- abaxo al troncón ya dicho, le faltaba la
ca de Ramos, trece de aquel mes, el fray- mayor parte del cuero de las manos, é le
le é sus tres compañeros se levantaron ovieran aprovechado assaz unos guantes,
muy de mañana, é después de se aver é á no llevar casco en la cabeça corriera
confessado é los que avian de entrar tras peligro su vida, porque le acertó á dar
él (que eran Johan Sanchez Portero é Pe- una piedra tamaña como una nuez en la
dro Ruiz), el fray Blas dixo missa de Nues- cabeça con tanta furia, que le hiço meter
tra Señora, é recó las horas de aquel dia el pescueço en el cuerpo é temblar todas
todas juntamente, é almorçaron. É fecho las carnes. Y es muy continuo caer allí
esto, se pidieron perdón los unos á los piedras é galgas de toda suerte juntamen-
otros con lágrimas, porque no sabían si te con tierra de muchas partes, en espe*
se avian de tornar á ver ni en qué avia çial estonces por donde yba este padre,
de parar este negocio, é luego el frayle porque los cables ya dichos derribaron
cogió muy bien las faldas de sus hábitos de la barranca muchas piedras.
á la çinta, é puesta la estola como sacer- Llegado abaxo, se hincó de rodillas, é
dote en cruz delante de su pecho, é ata- bessó la tierra, dando gracias á Dios que
da con la cinta bendita, lomó un martillo le avia guardado, é fuésse con su cruz en
pequeño, é púsosele en la cinta á la ma- la mano por el muladar abaxo hasta la
no derecha (para derribar Jas piedras plaça, que hay buen trecho é de cuesta
movediças por el camino ) é una calabaça muy derecha: é cómo llegó á la plaça, le
pequeña con hasta un quartillo de vino é perdieron de vista desde arriba sus com-
agua, é atada á la mano siniestra, é un pañeros por la mucha hondura.
casco de hierro en la cabeça, y encima Parésçeme quel atrevimiento é osadía
un sombrero bien atado. É assi se puso deste frayle es el más temerario caso que
en el balso ó cincho en que avia de en- he oydo, porque como he visto este in-
trar, é atado muy bien, tomó una cruz fierno de Massaya é me acuerdo de su
de palo pequeña, la qual llevaba en la profundidad, me maravillo más de lo
mano é á veces en la boca por su camino queste padre emprendió: é yo le tengo
ó maroma abaxo : é despues que á qua- por más osado é cobdiçioso que sabio,
renta ó cinqüenta indios que allí estaban pues muchas veces en su relación quiere
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. IX. 85
dar á entender que aquella materia que los indios, pensando que era muerto, se
hierve, es oro ó plata. huían, é los de arriba no los podían de-
Dice que baxado ya á la plaça, fuésse tener. Estonces este padre se fué al balso
santiguando con la cruz que llevaba en la ó cincho, é halló que se lo avian subi-
mano, é recatándose si por acaso avia, do en el ayre más de dos lanças en alto;
acercándose á la caldera fogosa, algún é á más no poder le fué nesçessario, pa-
peligro, porque en muchas partes en el ra alcançarlo, que se acordasse de lo que
llano mesmo de la plaça sale el humo co- avia aprendido á trepar antes que fuesse
mo de chimenea por entre las peñas ; é frayle, é con harto peligro por Ja tierra
yba diciendo el evangelio de Sanct Johan, que de lo alto caia. Podría estar en todo
é aquel acabado, deçia: «Non nobis, Domi- quanto estuvo dentro de la plaça, espa-
ne , non nobis ; sed nomini tuo da gloriam ». cio de tres horas largas: atado al balso, le
« No á mí, Señor, no á mí ; mas á vues- tornaron á subir arriba.
tro sancto nombre sea dada la gloria». E No dexo de creer que este frayle fué
comencó á mirar si por aquellos mulada- marinero algún tiempo, é que seyendo
res via los huessos de algunos indios de hombre de la mar, passó á las Indias, pues
los que allí avian despeñado ó algunos dice su relación que fray Tomás de Ber-
ydolos : é no vido cosa alguna, porque langa le dio el hábito en Sanctiago: el
aunque los oviesse, la tierra que cae de quai, mucho tiempo antes que fuesse obis-
lo alto lo ternia todo cubierto. Después po , fué morador en las Indias é perlado
llegóse este padre á una de aquellas ve- é buen religioso en el monesterio de la
tas que baxan de alto á baxo, é con el cibdad de Sanctiago de la Isla Española.
martillo que llevó, dio golpes en ellas, é De los peligros que se sospechaban an-
no halló nada más de paresçerle á él ve- tes que fray Blas entrasse en Massaya,
tas de metal de plata, é que por el grand diré algunos ; y eran tener por imposible
fuego de abaxo de la caldera, están chu- entrar allí hombre vivo, é ya que allá ba-
padas é mamadas sin virtud. xasse, ser imposible tornar á subir: lo se-
Desque esso ovo hecho, fué á una pe- gundo, que como desde arriba paresçe
ña de las grandes que está en la plaça, en la plaça todo lo que della se puede
y encima della puso la cruz de palo pe- ver pardo, pensábase que seria çeniça,
queña que llevaba, lo mejor que pudo, é no terreno tiesto é seguro, sino floxo é
con unas piedras en torno della, porque el caliente, por la vecindad de tan grand
viento no la derribasse. É volvióse fray fuego, é quel que entrasse allí, se sumiría
Blas por dó avia baxado, é le devisaron é se quemaría: lo tercero, porque se pen-
é vieron desde arriba sus compañeros, é saba que allá abaxo la calor seria exce-
no poco se holgaron, porque avia rato siva, é incomportable ella y el humo que
que no le vian en ninguna parte de la pla- allá anda. É otras muchas cosas decían
ça , á causa de la grand distancia; é pen- que se dexan por su prolixidad; é aun
saban que era ya quemado. Y cómo el platicaban entre los españoles quel que
fray Blas miró arriba, vido que le haçian allí entrasse, no avia de ser sino alguno ya
señas con un paño blanco, sin que las sentenciado por sus delictos á la muerte;
voces que le daban se pudiessen enten- é sospechábase que allá en aquella pro-
der ni oyr más del eco é retumbar dé- funda sima no andaba viento para tem-
lias , no claro lo que le decían ; pero en- plar tanta calor, é poder alentar el que
tendió que essas señas le llamaban para allí desçendiesse. En fin, subido fray
que se subiesse é atasse al balso, porque Blas, fué grande el goço de los compañe-
86 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ros, é muchas las preguntas que le hicie- de la tierra que de arriba cae el ayre ha-
ron de aquel infierno de donde venia : el ce mucho polvo é lo metia por los ojos;
quai les respondió, que quanto á subir é é quel que allá abaxo está, es menester
baxar ya ellos lo avian visto, é que quan- guardarse de las galgas é piedras que las
to á la çeniça no era lo que paresçia, si- barrancas despiden. É que de quando en
no espinas quel mesmo infierno echa fue- quando salen de aquella caldera unos
ra del poco quando las despide á manera bahos calientes grasientos, como de me-
de escorias; é que como las envia calien- tal, que huele un poco á piedra çufre;
tes, se van derritiendo en el ayre como pero que abaxándose el hombre un poco,
hilitos ó aristas ó raspas de las espigas atapada la cara é los ojos, luego passa
de trigo, é rubias un poco; é despues que aquello: é que otro peligro alguno en
se enfrian, quiébranse por muchas partes; Dios y en su consçiençia no avia tenido
é que no le pessara aver llevado guan- ni sentido allá abaxo ; é quél tenia á todo
tes, porque no pocas dessas espinas traía su juyçio por plata aquello que anda der-
hincadas en las manos. retido en la caldera de aquella profundi-
Quanto â la calor, dixo que no la avia dad, é que era menester que toviesse
allá abaxo, sino tanto ó más ayre que le más compañia para sacar la muestra de-
hay arriba ó fuera de aquella sima, tan- 11o é salir dessa dubda.
to que en partes era perjudicial, porque

CAPITULO X.
Continuándose la relación del frayle en las cosas del infierno de Massaya.

Viómo vieron fray Blas é sus compañe- que la cosa era tan rica, si saliesse como
ros el término en que estaba su empres- ellos lo arbitraban, que avia para sacar
sa , é que tenian abierta la puerta y hecho de nesçessidad á muchos. Assi que, ya
claro el camino para no temer cosa que eran siete compañeros, conviene á saber:
tan temerosa antes les paresçia, é quel fray Blas, Johan Anton, Johan Sanchez
estay ó todo lo demás estaba aparejado, Portero, Gonçalo Melgarejo, Pedro Ruiz,
acordaron que uno dellos quedasse allí á Benito Dávila y Francisco Fernandez. É
guardar todo aquello (este fué Pedro concertaron que otro dia, lunes de la se-
Ruiz, con algunos indios) y el frayle é mana sancta, disimuladamente, unos por
los demás se fueron aquella noche á Gra- una parte é otros por otras, se fuessen
nada á dar orden en acresçentar el nú- luego al infierno de Massaya á conseguir
mero de la compañía. Y el domingo de su propóssito; é assi se juntaron el mar-
Ramos, catorce del dicho mes, se junta- tes , diez é seys de abril, de la semana
ron por la mañana en Sanct Francisco, é sancta, encima del monte de Massaya. É
llamaron á Gonçalo Melgarejo é contáron- después de aver oydo missa, cada uno
le todo lo que avia passado: el qual se deçia que quería ser el primero que en-
holgó de oyrlo, é dieron parte á otro lla- trasse, por ganar honra; é para quitar
mado Benito Dávila, é dixo quél seria uno este litigio echaron suertes, y al primero
de los que entrassen en Massaya, é aun que cayó fué á Pedro Ruiz, é al segundo
seria el primero; é á su ruego tornaron cupo la suerte á Benito Dávila, é al ter-
á resçebir á Francisco Fernandez, pues cero á Johan Sanchez, é al quarto á fray
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. X. 87
Blas. Fecho esto, se escribió la capitula- quias al cuello, é se encomendaron á
ción desta compañía, é la firmaron de Dios, y en las oraciones de los que acá
sus nombres, é hicieron tres cédulas pa- quedaban, como los que van á morir.
ra las poner abaxo en la plaça á manera No es poco de loar cl esfuerço é osadía
de possesion que tomaban de aquella cal- desta nuestra nasçion ; y es cierto que
dera de metal que allí hierve, en nom- aunque esto está de muchos é muy lar-
bre de Su Magestad é dellos ; y essas cé- gos tiempos experimentado, é por incon-
dulas metió el frayle por todos sus com- tables auctores é ojos de los passados é
pañeros , cada una puesta en su encerado pressentes visto, que á quien ha mira-
sobre sí, que se escondieron en la dicha do este infierno de Massaya, como yo, le
plaça. parescerá ques una de las mayores osa-
Assi que, estando todo á punto, des- días que un hombre mortal puede acome-
pués de aver dicho missa este padre, é ya ter entrar en aquella sima tan profundís-
que querian almorçar para començar su sima, donde solo mirarlo desde arriba, y
entrada, vieron asomar gente de caballo estando seguro del peligro, es mucho es-
que venían en su rastro, y eran ciertos fuerço llegarse hasta aquella boca, quan-
vecinos dessa cibdadde Granada, llama- to mas descender adonde tan ciertos in-
dos Alonso Calero, Francisco Sanchez, convinientes é trabaxos están aparejados,
Francisco Nuñez, Pedro Lopez, Diego de é tan dificultosa la baxada é incierta la
Obregon é otros, de lo qual el frayle é sus vuelta. Cosa es verdad de grand espanto
consortes resçibieron pena en verlos; pe- pensarlo, é historia muy peregrina é muy
ro disimularon su enojo, pues que en estimada de quantas se han oydo ó es-
aquello pensaban que servían á Dios é al cripto por verdaderos auctores.
Emperador Rey, nuestro señor. É llega- AI primero que desta compañía le cupo
dos los que assi venían, maravilláronse entrar en Massaya, fué Pedro Ruiz; é
de ver el artificio para entrar en aquel in- atado en el balso, é atada consigo una
fierno, tan á punto é con tanta xarçia é cesta con una calabaça de agua dentro é
cadenas é lo demás, é conosçieron que comida, é alrededor puesta paja, porque
aquello era cosa pensada é aparejada des- no se quebrassen las vassijas por las pe-
de muchos dias antes, é aunque lo vian ñas, y encomendándole todos los mira-
no lo creian, porque les paresció que dores á Dios, anduvo el cabestrante é tor-
aquello era empressa de un príncipe más no , que lo traían indios, poco á poco, é
que de hombres semejantes. É cómo des- assi lo metieron hasta el muladar: é se
seaban ayudar á los primeros, no como desató allá á sí é á Ja cesta, ó fuésse por
testigos, sino como compañeros, unos se el muladar abaxo á la plaça. É tornaron á
quexaban al frayle, ó otros á los otros, subir el balso, é púsose en él Benito Dá-
en no les aver dado parte de aquel se- vila con otra cesta de bastimento ó comida
creto al principio. En fin, dadas sus bue- é agua é una cruz de palo pequeña, é fué
nas respuestas, todos almorçaron juntos, abaxado por la mesma orden, é desatán-
é los que avian de entrar se pusieron en dose, baxó desde el troncón hasta la pla-
orden, unos con guantes, é los que no los ça ; é llegado allá, le vieron desde arriba
tenían pusiéronse paños en las manos, cómo se hincó de rodillas á la otra cruz,
por las espinas quel frayle les avia dicho quel frayle avia metido allá el sábado an-
que avia, é cada uno con su casco en la tes, que estaba sobre una peña, y en otra
cabeça, por las piedras é galgas que caen: el Benito Dávila hincó ó clavó la cruz que
é algunos se pusieron nóminas con reli- llevaba, con un clavo. Vuelto el balso,
88 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
entró en él Johan Sanchez con otra cesta, ça tiembla. Assi que, levantados todos en
en que yban los cangilones de barro co- pié, fueron todos quatro á la viga é alis-
cidos, que dentro en la esphera de hierro tóse la soga, é començaron á meter el
se avian de meter cada uno por sí : é tor- mortero de hierro hasta una braca, é hin-
nado el balso arriba, entró fray Blas, é cáronse de rodillas é prometieron á Nues-
á él atados sus hábitos é puesta su estola, tra Señora de Guadalupe cierto voto ; é
como hiço la primera vez, é llevaba las levantáronse en pié é començaron á me-
tres cédulas de la possesion ; é metió otra terlo los tres dellos, porque el otro, que
cesta con las cadenas é la esphera de hier- fué Johan Sanchez, fué á la otra parte
ro, é un mortero ó servidor de lombarda de la caldera, quassi al contrario, en-
é un martillo é unas tenácas y escoplo é frente de los compañeros, para ver quán-
algunos clavos, por si fuessen menester. do llegaban abaxo.
Cómo todos quatro fueron abaxo, dióse Encima del mortero de hierro arriba,
orden de meter una viga grande de veyn- quanto una braca del en la mesma cade-
te é nueve pies luenga, con una roldana na, yban atadas ciertas hilachas blancas,
al cabo, en que se ocuparon é se passó para quel que yba á la otra parte viesse
aquel dia hasta la noche, dexando cansa- el mortero, é lo segundo para que quan-
dos los de arriba é de abaxo, por lo qual do se encendían é ardían essas hilachas,
no se les pudo meter agua ; é la que avian se entendiesse quel mortero allegaba aba-
llevado los que en la sima estaban era xo á la escoria. Finalmente, se metió el
poca, é con el trabaxo é la calor bebie- mortero tres veces, y en las dos no sacó
ron la que les quedó con muy estrecha nada, aunque les paresçia que avian lle-
ración, é assi passaron hasta el siguiente gado abaxo á las escorias ; pero la verdad
dia. É á prima noche, por su sed, no se era que no llegaba : la tercera vez, cómo
pudo hacer más de llegar la viga á la ori- la cadena y el mortero se pegaron con la
lla de la caldera, é assentáronla por don- escoria abaxo, tuvieron trabaxo en ar-
de les paresció que convenia, desta ma- rancar é despegar el mortero de la esco-
nera : sacaron el un cabo de la viga con ria por su grand pesso, é parescióles que
la roldana ó carrillo que tenia hasta cin- traía metal, y era quel mortero é la ca-
co pies fuera de la orilla de la caldera, y dena venían todo enfoscado é cubierto al-
el cabo que quedaba dentro de la plaça, rededor de escorias. Lo qual, subido ar-
é cargáronle de piedras, é pusieron Jas riba , é visto que no podian sacar más de
cadenas é maroma á punto ; y hecho esto las escorias de encima del metal, é que
se pusieron á dormir un rato dentro en la la escoria era mucha é negra é liviana é
plaça. agujereada de agujeros muy lucios é
De noche, la grand claridad que de sí blancos é resplandesçientes (como que
echa aquella caldera, es causa que lo que dellos se oviera sacado metal, é paresçia
avian de hacer lo podian como de dia que debia ser oro ó plata más que otros
efettuar, porque allí no hay noche en metales), é porque estonces quedaban
aquella plaça, é por esso no aguardaron cansados é con mucha sed, estos experi-
á la mañana ; sino cómo reposaron alguna mentadores tornaron á reposar hasta la
cosa, començaron á trabaxar, aunque el mañana.
sueño, segund el frayle dice, él solo dur- Quanto á la hondura de çient bracas
mió é no los demás, á causa del ruydo en la caldera hasta aquel licor, dice Ro-
por la balería de aquel licor en las pe- drigo de Contreras que no hay sino qua-
ñas é rocas, que paresçe que toda la pla- renta ó cinqüenta bracas, desde la boca
DE INDUS. LIB. XLII. CAP. X. 89
ó plaça hasta essa pasta ó lo que es, que é subieron los tres primeros é quedó el
fray Blas afirmaba ser oro ó plata, é los frayle á la postre. É llevaba consigo una
más tienen ques minero de açufre. cesta, en que la esphera y el servidor ó
Llegado el dia, los de abaxo enviaron mortero avian baxado, é dióles á enten-
con las sogas una carta para que les ba- der que allí yba lo que avian sacado ; y
xasseu agua ; é no les escribieron lo que en la verdad, si no usara deste ardid ó
passaba por no les desmayar: antes les les diera esperança con la cesta á los de
significaron que era grand riqueça ó que arriba, posible fuera que algún travieso é
avia muestra de plata ; y en tanto que la de poca consçiençia le hiciera alguna bur-
carta yba parescióles á los de abaxo que la é le cortara la soga. É acabado de su-
se debian salir luego, porque eran pocos bir, todos fueron á él, é le rogaron que
para lo mucho que avia que hacer, é por les mostrasse lo que traía ; pero él dixo
la grand hondura el mortero é la cade- que no lo podía hacer sin licencia de los
na é soga pessaban mucho, y las cator- compañeros, é con la mejor manera que
ce bracas de cadena que eran menester lo supo encubrir, metió la cesta en una ar-
más; porque la soga que metian yba á ca que allí tenia, é guardó la llave.
riesgo de quemarse, é cada vez salia cha- Visto esto, se apartaron de allí enoja-
muscada en partes, é á quemarse aque- dos los que atendían y escribieron al go-
lla soga, corrian los de abaxo grand peli- bernador Rodrigo de Contreras, que es-
gro , assi de no poder tornar arriba como taba en Leon, haciéndole saber lo que
de no los poder desde encima proveer de avian visto é que sospechaban que se avia
comida ni de agua, porque con aquella sacado grand muestra de riqueça. Y con
soga, que seria de ciento é quarenta bra- el Benito Dávila escribió fray Blas al go-
cas , ternian los de abaxo lo que desde bernador lo que avia passado, é dándole
arriba se les enviaba. á entender que no se debía ya llamar in-
Era essa soga tan gruessa como el de- fierno Massaya, sino parayso, aunque él
do pulgar, é con essa cuerda el balso era tampoco lo entendió, como los demás,
guiado ; é assi por lo ques dicho tenia de puesto que entró dentro.
tornar á meter la dicha soga en la calde- Aquella tarde desbarataron el cabes-
ra con las cadenas é lo demás, é por tan- trante é púsose en cobro lo demás, é
to estaba de voluntad de subir arriba pa- otro dia amanesçieron estos compañeros
ra volver á su labor con mejor aderesço y el frayle en Granada. Por manera que
á concluyr lo començado. publicada la cosa, y entrando en sospecha
Los de arriba holgáronse con la carta, que aquello era un grand thessoro, avi-
y enviaron luego una calabaça grande de sado el gobernador, él escribió que tu-
agua é una cesta con una carta, en que viessen á punto todos los aparejos que
les enviaban á decir, pensando que' avian convenían para entrar en aquella sima,
sacado mucha plata, que mirassen lo que porque él quería mandar entrar en aquel
haçian é cómo la sacaban, porque los hi- infierno, y estar pressente á ver qué co-
dalgos que allí avian venido, cobdiçiaban sa era aquella. É assise hiço: quel sába-
mucho ver é saber qué era lo que avian do, veynte é siete de abril de aquel año,
sacado, contra su voluntad, si de grado el gobernador fué en persona, é se puso
no se les mostrasse ; é que subiesse Be- en orden todo lo nesçessario ; y el mar-
nito Dávila primero. Cómo los de abaxo tes siguiente, postrero de abril, señaló
vieron esta carta, acordaron que dixes- siete personas que entrassen en el infier-
sen que avia grand muestra de riqueça; no, los qualçs fueron aquestos: fray Blas
TOMO IV. 12
90 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
del Castillo, Pedro Ximenez Panyagua, que sí : é la tercera vez salió el mortero
Johan Platero, Joan Martin, Anton Fer- de hierro atapada la boca, con grand
nandez, portugués, Nicardo, francés. Ca- bulto de escorias é pesso mucho, é pen-
da uno dellos se aparejó é proveyó de saban por esso que traían algo ; é subido
casquetes é guantes é lo que más les con- arriba, no avia sino escorias. Tornado á
vino : é mandó el gobernador alargar diez meter la quarta vez, entraron diez é siete
bracas de cadena, é fueron con las que ó diez é ocho bracas de cadena ; é como
primero tenia veynte é quatro bracas. Y la escoria está grande é tan gorda no de-
el martes por la mañana, postrero de xó passar el mortero abaxo al metal der-
abril de mili é quinientos é treynta y ocho, retido, é quedóse allá con aquellas bra-
despues quel frayle se ovo metido en el cas de cadena, la qual era delgada, po-
balso é le ovieron encomendado á Dios é co más gorda que la guarnición de una
començaron á lo meter, el gobernador se espada, y el resto de la cadena salió co-
fué de la otra parte contraria por le ver lorada, como si saliera de una fragua, no
mejor entrar ; y en fin él baxó é después derretida sino colorada; é la soga salió
del otros dos juntos, que eran Pedro Xi- por muchas partes quemada é chamus-
menez y el Nicardo. É volvió el balso ó cada.
cincho arriba é baxaron otros dos, que Hecho esto, luego desde arriba les ba-
eran Panyagua é Johan Platero, estos xaron agua é una carta del gobernador,
baxaron riñendo ; é tornando el balso á en que les deçia que le enviassen de lo
subir, baxaron Johan Martin é Anton Fer- que avian sacado é de la tierra que esta-
nandez, portugués, é venian maltrata- ba cabe las vetas : é assi se le subieron
dos de las piedras que caian, é riñendo unas piedras pequeñas é pessadas, de las
como los otros ; pero á essos otros se les de la plaça, é algunas escorias de las que
quebraron las vassijas de agua en el ca- se avian sacado de la caldera. Lo qual vis-
mino é quedaron con poca agua. É pas- to arriba, quedaron descontentos muchos
sóseles lo restante de aquel dia en meter que lo estaban ahí esperando, é cada qual
otra viga con su roldana al cabo, por dó se fué por su parte á la cibdad ; pero to-
avian de baxar las cadenas al metal, por- davía fray Blas porfiaba que aquella ma-
que la que la otra vez metieron, el fray- teria que allí anda derretida es metal, por
le la avia echado en el fuego por ver si muchas raçones quél quiere dar confor-
hacia llama. La siguiente noche, ya pues- mes á su cobdiçia, que no le deben ser
ta muy bien su viga, é con su cadena é creydas. É para que se le crean, dice que
polea, avia en Ja cadena que avian de todas las personas doctas que hasta es-
meter con el mortero tres señales en la tonces avian llegado á ver aquel infier-
cuerda, una braca apartada una de otra, no, son de su opinion, conviene á saber:
con ciertas hilachas ó cabos de soga blan- fray Francisco de Bobadiíla, de la Orden
cos para que mejor se déterminasse el de la Merced, y el maestro Alonso de Ro-
mortero allá abaxo, quando aquellas se xas, clérigo, é fray Bartolomé de las Ca-
ençendiessen. sas, de la Orden de los Predicadores, é
Despues que estuvieron juntos los de fray Johan de Gandabo, de la Orden de
abaxo, se hincaron de rodillas é hicieron Sanct Francisco ; é que todos essos deçian
oración ; é después de aver hecho su ple- que aquello era metal, á su paresçer: á
garia, metieron el mortero quatro veces, lo menos ninguno dessos que este pa-
y en las dos no sacaron nada, porque no dre nombra, negará quél no estaba te-
llegaban abaxo, aunque ellos pensaban nido por hombre de tantas letras co-
DE INDIAS. LIB. XLIL CAP. X. 91
mo cobdiçioso, porque yo los conos- ma , que pues no quería subir que subies-
çi muy bien á todos, excepto al Gan- se más tierra de cabe las vetas para que
dabo; pero en fin el mesmo fray Blas se pudiesse hacer ensayo ; é como no te-
dice que de cierto no se sabe que aque- nia barreta ni herramienta para ello, más
llo sea metal, porque el gobernador de de aquel martillo ques dicho, con él el
aquella provincia no avia consentido que frayle é Johan Platero arrancaron lo que
otros entren allí. É habla este padre con pudieron, é pusiéronlo en una cesta. Es-
mucho fervor é afición, porfiando que te Johan Platero deçia que sin dubda
aquella materia que en aquella sima arde aquello que estaba derretido en la calde-
es plata, é que todos ó los más lo juzgan ra era oro derretido. Estonces, cómo le
po? açufre ; y en la verdad assi me pares- oyó decir esto el Pedro Ximenez, dixo
ció á mí, é me paresçe quel gobernador, que se fuessen todos, que aquella veta
como sabio é prudente, é porque le pa- más principal que está hacia la parte de
resció notoria liviandad la deste frayle, no Leon, quél la tomaba en nombre de su
quería que los hombres se pusiessen á tan señor Alonso Calero.
notorio peligro ; é cómo Rodrigo de Con- Otro de los que estaban abaxo, que se
treras, á cuyo cargo está aquella tierra deçia Panlagua, dixo que se fuessen
por Sus Magestades, es cavallero pru- todos, que otra veta quél señalaba á la
dente, hacia muy bien en no consentir parte de Momborima, ques un pueblo de
que aquella temeraria opinion desse pa- indios, la tomaba para su señor Francis-
dre, é de otros cobdiçiosos que con él co de la Peña, primo del gobernador.
andaban embelesados con la opinion de Cómo el frayle oyó esto, creyendo ó
baxar á aquel infierno, proçediessen ade- barruntando que sus amos les avian man-
lante: antes si fuera otro gobernador, dado arriba que assi lo hiçiessen, antes
le maltractara á él é á los demás por su que allá entrassen, dixo : « Sedme testi-
loca osadia. É no quería el gobernador gos que yo no tomo essa veta ni essotra,
que sin consulta del Emperador, frayle ni sino que tomo essa caldera de metal que
otro hombre entendiesse en aquello: ni allá abaxo hierve, en nombre del Rey,
el frayle tenia licencia de su perlado para nuestro señor, é del mió é de mis com-
estar allí, ni para hacer essosjuramentos pañeros » : de lo qual se rieron todos.
é capitulaciones quel hiço, ó á los otros Después de esto començaron á reñir los
cobdiçiosos que con él se juntaron, ex- unos con los otros, é á se amenaçar pa-
hortados por él ; y en mucho peligro de ra quando oviessen salido de allí; y en
su ánima é consçiençia hiço todo lo que tanta manera cresció la rencilla, que
hiço, é assi lo he yo oydo platicar é cul- quantas calabaças de agua les baxaban
parle otros religiosos de su mesma Or- quebraban por reñir, no tirando como
den, muy letrados é de auctoridad, é avian de tirar la cuerda. Pero el frayle
aquella osadia no le llama ni llamará nin- los hiço allí amigos, é subieron de dos
gún prudente ni discreto varón celo de en dos, cada uno con el que avia baxa-
servir á Dios ni al Rey, sino especie de do esta tercera vez : que era Pedro Xi-
hurto, é querer él por aquella via nesçes- menez y el Nicardo, Panyagua é Johan
sitar para capitular después con su Mages- Platero, Johan Martin é Anton Fernan-
tad, si por caso salia el efetto al propós- dez, portugués; y el frayle subió á la
sito del frayle. Dice assimesmo su rela- postre con la cesta para hacer el ensayo
ción, quel gobernador les tornó á escri- de la tierra que en ella se sacó, é cómo
bir, estando él en persona mirando la si- fué arriba, la pressente al gobernador. Lo
92 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
qual después el gobernador en Leon lo permanesçer en su errada ó vana opi-
mandó ensayar, é no salió nada. nion. É dá assimesmo anchas raçones en
No cansado el fray le é los demás de su fin de todo para que se le crea que aque-
bando, suplicaron é aun requirieron al lla materia que allí hierve en aquella pro-
gobernador que les diesse licencia para funda sima es metal, é que no es boca
tornar á entrar en aquel infierno, é no se de infierno ni espiradero del ni agua; é
la quiso dar, ni permitir quessos ni otros dice que aquel ruydo tan grande que
allá fuessen á entrar en aquella sima. É allá anda, no es sino de metal, é no sali-
á esta tercera vez quel frayle é los otros tre ni piedra açufre, como algunos quie-
seys ques dicho entraron, el gobernador ren deçir. É dice que tampoco es hierro
estuvo pressente, con otros muchos que ni cobre y concluye que es oro ó plata ó
los vieron entrar é salir. juntamente oro é plata. Y afirma que los
Grand paciencia es la que ha menester que dicen ques plata, essos traen más ra-
é mucha prudencia el gobernador para çon; é yo pienso quél é los tales están
contentar á los subditos de su jurisdiçion, fuera della, é que no lo entienden. Ni yo
y en especial á algunos tan desatinados aqui pusiera esto, sino porque me paresçe
como andaban inducidos por este frayle: con viniente, por lo que agora diré: lo pri-
que como él no ponia dineros en el ne- mero, porque de nesçessidad aquel hoyo
gocio, ni le dolian los que los simples é sima ha de tener otra dispusiçion é vis-
companeros avian gastado, ni le penaba ta allá abaxo muy diferente de la que de
que se acabassen de perder tras sus pa- arriba pueden ver é considerar los que
labras. Pero como dicho es, el goberna- desde donde yo lo vi lo han visto ó lo vie-
dor , viendo el notorio peligro é aventura ren , é aquesto cuéntalo bien este padre,
en que aquellos querían traer sus vidas é aunque en la distancia é bracas de la
sus haciendas, no les quiso dar lugar á que hondura no dicen todos tantas como él;
se perdiessen; é aun porque todos aque- é yo he oydo después al gobernador Ro-
llos aparejos é xarçias subian los cuitados drigo de Contreras, que lo vido é se halló
indios por aquellas breñas é sierras con pressente la tercera vez quel frayle é los
excesivo trabaxo, de que tampoco se do- que he dicho que allí entraron ; é aun di-
lia fray Blas ni su compañia. ce que despues que entran en aquella pro-
Digo yo que dar licencia para entrar fundidad, hay otra dispusiçion, é cada dia
allí á algún chripstiano, no osara hacer la hay é se hunde más tierra en torno de
ningún gobernador cathólico, si nofuesse aquella plaça donde essos llegaron. Lo se-
desapiadado é cruel é de poca consçien- gundo que me movió á sacar ó poner aqui
çia, quanto más que bastaba ya lo expe- esta suma de la relación deste padre fray
rimentado para sacar á este padre é á los Blas, es porque se sepa un tan temerario
demás de su falsa opinion, é que se con- acometimiento como este religioso tuvo,
formassen con el paresçer de innumera- en que no solamente aventura la vida si-
bles, que todos creen ques aquel licor no el ánima, á lo que paresçe. Y en fin,
piedra açufre. todo ello es para dar loores á Dios en to-
Otras muchas cosas é novedades cuen- do lo ques dicho, é no dexar de dárselos
ta el frayle en su relación de poco fructo, por le aver librado de su desatino é cob-
en especial otro nuevo juramento quél é diçia á él é á los quél movió é truxo á su
otros quatro de sus compañeros hicieron opinion. Passemos adelante á otras cosas
encima de los Evangelios, é les tomó el notables.
frayle francés fray Johan de Gandabo, de
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. X. 93

CAPITULO XL
En el que se tracta de los areytos é de otras particularidades de la g-oberriaçion de Nicaragua e' sus anexos,
é assimesmo de algunos ritos é çerimonias de aquella gente, demás é allende de los que la historia ha con-
tado.

Acostumbraron los antiguos (en el oto- Y essa pintura era de borra de algodón
ño) acabados de coger los fructos de la picado (é primero hilado), que Jo ha-
tierra, que se juntaban los hombres en cen quedar como la borra que dexan
los templos é hacían fiestas é sacrificios, las tixeras de los tundidores, y era de
haciendo placer á sí mesmos é honra á quantas colores puede aver, é aquellas
sus dioses1. Pues luego, si tal costumbre muy finas. Algunos llevaban máscaras de
ovo antigua, y entre gente de tanta ra- gestos de aves, é aquel contrapás andá-
çon, no es mucho que los indios lo ha- banlo alrededor de la plaça é de dos en
gan. É assi digo que en la plaça del ca- dos, é desviados á tres ó quatro passos;
cique Viejo, que assi le llaman, porque y en medio de la plaça estaba un palo al-
él era muy viejo (é yo le conosçi é ha- to hincado de más de ochenta palmos, y
blé), pero su proprio nombre fué Aga- encima en la punta del palo estaba un
teyte, é su plaça é señorío se deçia Te- ydolo assentado é muy pintado, que di-
coatega, era uno de los mayores señores cen ellos ques el dios del cacagual ó ca-
de aquella gobernación de Nicaragua, é cao : é avia quatro palos en quadro pues-
tenia seys mili hombres de hecho de ar- tos en torno del palo, é revuelto á esso
co é flecha, é más de veynte mili vassa- una cuerda de bexuco tan gruessa como
llos entre hombres é mugeres chicos é dos dedos (ó de cabuya), é á los cabos
grandes. Y hálleme un dia á ver un arey- della atados dos muchachos de cada siete
to, que allí llaman mitote, é cantar en ú ocho años, el uno con un arco en la ma-
coro, como los indios suelen-hacerlo, y no, y en la otra un manojo de flechas ; y
era acabando de coger el fructo del ca- el otro tenia en la mano un moscador lin-
cao , que son aquellas almendras que en- do de plumas, y en la otra un espejo. Y
tre aquella gente corren por moneda, é á cierto tiempo del contrapás, salian aque-
de que hacen aquel brevage que por tan llos muchachos de fuera de aquel quadro,
excelente cosa tienen ; y fué de aquesta é desenvolviéndose la cuerda, andaban en
manera. Andaban un contrapás hasta ses- el ayre dando vueltas alrededor, desvián-
senta personas, hombres todos, y entre- dose siempre más afuera é contrapessán-
llos ciertos hechos mugeres, pintados to- dose el uno al otro, destorciendo lo co-
dos é con muchos y hermosos penachos é gido de la cuerda ; y en tanto que baxa-
calcas, é jubones muy bigarrados é di- ban essos muchachos, dançaban los ses-
verssas labórese colores, é yban desnu- senta un contrapás, muy ordenadamente,
dos, porque las calcas é jubones que di- al son de los que cantaban é tañían en cer-
go eran pintados, é tan naturales que co alambores é atabales, en que avria diez
ninguno los juzgara sino por tan bien ó doce personas cantores é tañedores de
vestidos como quantos gentiles soldados mala gracia, é los dançantes callando é
alemanes ó tudescos se pueden ataviar. con mucho silencio.

i Aristóteles, Eth., cap. VIII.


ö* HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Turóles esta fiesta del cantar é tañer é qua del Espíritu Sancto, desta manera.
baylar, como es dicho, más de media Delante del buhio del cacique estaban de-
hora ; é al cabo deste tiempo començaron baxo de una barbacoa hasta veynte in-
á baxar los muchachos, é tardaron en po- dios , pintados de bixa é de xagua, ques
ner los pies en tierra tanto tiempo como roxo é negro , é con muchos é lindos pe-
se tardaría en decir cinco ó seys veces el nachos , cantando de pié, con tres ó qua-
Credo. Y en aquello que tura el desarre- tro atambores é atabales; é fuera de aquel
volverse la cuerda, andan con assaz ve- portal, en la plaça, delante dessos músi-
locidad en el ayre los muchachos, me- cos , á veynte passos, andaban hasta diez
neando los bracos é las piernas , que pa- ó doce gandules disfraçados é muy pinta-
resçe que andan volando ; é cómo la cuer- dos assimesmo de bixa é xagua, con sus
da tiene cierta medida, quando toda ella penachos é tiras é moscadores é pelotes
se acaba de descoger, paran súbitamente de algodón é de otras maneras, baylan-
á un palmo de tierra. É quando ven que do á forma de contrapás. É desviados
están cerca del suelo, ya llevan encogidas destos, diez passos á la mano derecha,
las piernas, é á un tiempo las extienden, estaban otros quatro gandules, dispuestos
é quedan de pié los niños, uno á la una hombres, pintados como los sussodichos
parte é otro á la otra, á más de treynta de muchas colores, é las caras roxas co-
passos desviados del palo que está hin- mo sangre pintadas, con ciertas cabelle-
cado; y en el instante, con una grita ras é plumas é penachos, é como ellos se
grande, cessa el contrapás é los cantores suelen poner para mejor paresçer en la
é músicos, é con esto se acaba la fiesta guerra. É destos quatro los tres estaban
[Lám. V.\ fig. 7.a). parados ó quedos, que no se movían, y el
Y estáse aquel palo allí hincado ocho ó uno solo baylaba é andaba á manera de
diez dias, á cabo de los quales se juntan contrapás, sin salir ni se apartar más de
çient indios ó más é le arrancan, é qui- un passo ó dos á un lado ó á otro de Te-
tan de allí aquel cernió ydolo que estaba coatega, señor de aquella plaça, que es-
encima del palo, é llévanlo á la mezquita taba arrojándole varas al que baylaba
é templo de sus sacrificios, donde se está desde á tres ó quatro passos del ; é mu-
hasta otro año que tornan á hacer la mes- chas veces ó las más le daba por aquellos
ma fiesta. É sin dubda es cosa para hol- costados é lomos é vientre é bracos é
gar de verlo ; pero lo que mejor me pa- piernas é por donde le acertaba, pero
resció era la manera del atavio ó vestido nunca le tiraba á la cabeça. É al tiempo
qual es dicho, é los muchos é lindos pe- quel cacique soltaba la vara, el que la
nachos que llevaban, é ver de una librea atendía hurtaba ó torcía el cuerpo á un
ó forma de pintura dos dellos ó quatro, lado ó al otro, ó se abaxaba ó volvía las
é de otra diferenciada otros tantos, pa- espaldas, de forma que muchas veces le
reados é muy gentiles hombres; é digo erraba; pero las más veces le acertaba é le
assl que en España é Francia é Italia é daba buenos golpes, que le alçaban bien
Alemania paresçieran muy bien, y en las ronchas. É quitábase aquel y entraba
qualquiera parte del mundo. otro de los dichos quatro, y esperaba
Otra manera de areyto vi en la mesma otros diez ó doce tiros, ó los quel dicho
plaça .de Tocoatega, después de muerta cacique quería: é assi discurría de uno
el dicho cacique Viejo % al qual sucedió un en uno por todos quatro hasta que ovo
hijo suyo, gentil mancebo ; é fué un do- rompido hasta treynta varas en ellos. Es-
mingo diez é seys de mayo, dia de pas- tas varas eran más ligeras que cañas, á
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. XI. 95
manera de canalejas, delgadas como el ban mancebos de buen esfuerço, é altos
dedo menor de la mano, y en la parte é dispuestos para la guerra é de buen su-
más gruessa é cabo de la vara un cipote frimiento para las heridas. Y es cierto
ó cabeça de cera ; de manera que aunque quel cacique ques dicho, se las arrojaba
el golpe no era peligroso, era bestial bur- aquellas varas de buena gana, y era man-
la, por estar como estaban desnudos. Y cebo é resçio é les daba buenos papiro-
el que resçibia el tiro ningún sentimiento tacos , que les levantaba un dedo ó más
ni mudança hacia, ni se tentaba la heri- las ronchas.
da, ni se condolia de ningún golpe, sino Este dia, queriendo yo ver la hora que
luego se preparaba para esperar otro, é era en uno destos reloxes de sol que traen
con una mesma cara é semblante ; é tam- de Francia é de Flandes, con un espejue-
bién con la mesma vara tiraba el cacique lo é la caxa de marfil, que podía valer
tres ó quatro veces, hasta la quebrar ó tres ó quatro reales de plata en España,
Je errar é que la vara passasse adelante. me le pidió este cacique, porque dixo que
Desta manera quebró é despendió en le paresçia bien ; y él me dio otro de mar-
los dichos quatro indios bien treynta va- garita del tamaño de un ducado doble
ras de las ques dicho, y estaba mucha de los nuestros, engastado en una piedra
gente de indios, chicos é grandes é mu- de muy excelente jaspe ó pórfido verde,
geres, mirando la dicha fiesta ; é acaba- al qual espejo en aquella lengua se llama
das de tirar las varas, el cacique mandó chaschüe.
sacar cacao, é dio de su mano á cada uno Otros areytos é cantares, juntados con
de los quatro hasta quinientos granos é el bay lar é contrapases, usan los indios,
almendras del dicho cacao. Y hecho aques- é son muy comunes, como en otras par-
to , con una grande grita, se fueron los tes destas historias está dicho ; é aquellos
bayladores é músicos é cantores é los gol- son comunes y en el tiempo de sus obse-
peados ; é tras ellos mucha gente de in- quias é muerte de los caciques principa-
dios, á otras plaças á otros caciques é les , é que les quedan en lugar de historia
señores á hacer lo mesmo y esperarles é memoria de las cosas passadas, é van
otros tantos tiros, quatro mancebos otros acresçentando lo que subçede. Y otros
de los que estaban sanos é no garrocha- hay que ordenan sobre hacer alguna fray-
dos; é para esto ellos mesmos llevaban çion, como se hiço en la muerte de don
dos indios cargados con dos braçados de Chripstóbal de Sotomayor en la isla de
aquellas varas. Sanct Johan, como lo dixe en el libro XVI,
Assi cómo se fueron, yo pregunté al capítulo V.
cacique que para qué se hacia aquello, ó Otros areytos hay que son más comu-
que si era aquel dia fiesta entrellos, ó qué nes para hacer sus beoderas, en los qua-
misterio significaba : é dixo que no era les anda tan espeso el vino como el can-
fiesta, sino que aquellos indios eran de tar , hasta que caen hechos cueros borra-
otras plaças, y eran mancebos, é por su chos é tendidos por el suelo. É muchos
placer andaban como en aguinaldo á pe- de los que assi se embriagan se quedan
dir cacao á los señores é caciques que lo allí donde caen, hasta quel vino se les pas-
tenían, é quellos se lo daban, como él avia sa ó viene el dia siguiente, porque el que
hecho; é que primero que se lo diessen, le ve caer de su compañía, más le ha
acostumbraban tirarles veynte ó treynta envidia que no mancilla, é aun porque no
varas hasta las quebrar en ellos, segund entró á baylar sino para quedar de aque-
es dicho, en que paresçia que se mostra- lla manera. Pero diré aqui de otro que á
96 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
la verdad yo é un clérigo é otros tres ó otra parte de la plaça mesma se sentó
quatrb españoles que allí nos hallamos el cacique con mucho placer é fiesta en
quisiéramos estar léxos dellos, porque un duho ó banquillo pequeño, é sus prin-
ver septenta ú ochenta indios con su ca- cipales é hasta otros septenta ú ochenta
cique borrachos, é gente tan bestial é indios en sendos duhos. É comencé una
ydólatra é tan llena de vicios ( é que de moca á les traer de beber en unas higue-
los chripstianos yo creo que ningún con- ras pequeñas, como escudillas ó tacas, de
tentamiento tienen en la verdad, porque una chicha ó vino quellos hacen de mahiz
de ser señores los han hecho siervos, y muy fuerte é algo aceda, que en la color
en sus ritos é çerimonias é vicios les han paresçe caldo de gallina, quando en él
y do á la mano) ¿qué se puede pensar de deshacen una ó dos yemas de huevo. É
su amistad? É demás desto estábamos lé- assi cómo començaron á beber, truxo el
xos del socorro é ayuda de los chripstia- mesmo cacique un manojo de tabacos,
nos , y en casa de uno de los mayores se- que son del tamaño de un xeme, é del-
ñores de aquella gobernación, y en tierra gados como un dedo, é son de una cierta
que assi por mar como por la tierra te- hoja arrollada é atada con dos ó 1res hi-
nían aparejo para se salir con lo que hi- los de cabuya delgados: la qual hoja é
çiessen : todas estas conjecturas eran apa- planta della ellos crian con mucha dili-
rejo para temer lo que allí vimos. Verdad gencia para el efetlo destos tabacos, y
es que uno de los caciques que más se encendíanlas por el un cabo poca cosa, y
han presçiado de la amistad de los espa- entre sí se va quemando (como un pibe-
ñoles, es aqueste llamado Nicoya, y era te) hasta que se acaba de quemar, en lo
baptiçado, é se llamaba don Alonso, é qual tura un dia: é de quando en quan-
como indio se dice Nambi ; é si le pedían do metíanla en la boca por la parte con-
algunos indios para alguna cosa que traria de donde arde, é chupan para
oviéssemos menester, decía él: «Yo no dentro un poco espacio aquel humo, é quí-
tengo indios, sino chripstianos, é si tanla, é tienen la boca cerrada , é retie-
chripstianos quereys, yo os los daré.» nen el resolló un poco, é después alientan
— « Pues dadnos chripstianos que hagan é sáleles aquel humo por la boca é las na-
aquesto, de que tenemos nesçessidad ». Y rices. Ê cada uno de los indios que he
luego nos daba tantos indios como se le dicho tenia una destas hojas rehollada , á
pedian, é haçian lo que se se les manda- la qual ellos llaman yapoquete, y en len-
ba. Pero oyd agora lo que debaxo de su gua desta isla de Hayti ó Española se di-
baptismo este cacique é su gente hicieron, ce tabaco. É continuando el beber yendo
é fué aquesto. é viniendo indios é indias con aquel bre-
Un sábado diez é nueve de agosto de vaje, á vueltas del qual les traían otras
mili é quinientos é veynte y nueve años, higueras ó tacas grandes de cacao coci-
en la plaça de Nicoya, don Alonso, ca- do , como ellos lo acostumbran beber (pe-
cique de aquella provincia, por otro nom- ro desto no toman sino tres ó quatro tra-
bre llamado Nambi, que en aquella su gos, é de mano en mano, ora de lo uno,
lengua chorotega quiere decir perro, dos quando de lo otro, entremedias tomando
horas antes que messe de noche, á una aquellas ahumadas, é tañendo entre ellos
parte de la plaça començaron á cantar con las palmas un atabal é cantando
é andar en corro en un areyto hasta otros), estuvieron assi hasta más de media
ochenta 6 çient indios, que debían ser noche, que los más dellos cayeron en tier-
de la gente común é plebea, porque á ra sin sentido, embriagados, hechos cue-
DE INDIAS. LIB. XLIl. CAP XI. 97

ros. É cómo la embriaguez diferençiada- quanto mejor que otro entiende assi se
mente obra en los hombres, unos pares- aventaja entre los otros hombres, é más
çia que dormían sin se mover, otros an- le estiman todos é más meresçe ser hon-
daban llorando, é otros gritando, é otros rado ; é quanto más loco ó bobo ó insi-
dando traspiés desatinados. Y estando ya piente es, más semejante á las bestias: é
en este estado, vinieron sus mugeres é que bien sabia él que entre sus vassallos
amigos ó hijos, é los tomaron é llevaron avia principales que eran mayores seño-
á dormir á sus casas, donde se durmie- res é más cercanos debdos suyos que don
ron hasta otro dia á medio dia, ó hasta Diego (que era un principal muy privado
la noche siguiente algunos, é mas é me- suyo), é me avia dicho él que le quería
nos, segund que avian cargado é partici- más que á todos, porque era más sabio
paron de la beodera. Y el que aquesto é valiente que los otros, pues por el buen
desta gente no hace, es tenido entrellos saber suyo era más estimado; que por
por hombre de poco é no suficiente para qué perdian el saber é se emborrachaban
la guerra. é quedaban sin sentido, como bestias; é
En aquel tiempo que lloraban é grita- que los chripstianos no avian de hacer lo
ban , era cosa temerosa ver sus desatinos; quél hacia, que las más noches dormia
y en aquel tiempo quellos se están embor- con una moca virgen, que era grand pe-
rachando mucho más, porque quanto más cado é cosa muy aborresçible á Dios, ni
nos era encubierto el dubdoso fin de la avia de tener más de una muger sola y
fiesta, tanto más era de temer el peligro él tenia muchas, allende de aquellas que
en que nos paresçia que estábamos. Des- desfloraba.
ta mesma manera, aparte, lo hacen las Respondióme que en lo de las borra-
mugeres de la manera que está dicho; pe- cheras él via que era malo; pero que era
ro las principales. assi la costumbre é de sus passados, é
Bien pensamos una vez quel areyto y que si no lo hiçiesse, que su gente no lo
embriaguez avia de ser en daño de los querría bien é le ternian por de mala con-
seys ó siete españoles, que allí nos halla- versación y escaso, é que se le yrian de
mos , é por esso estuvimos en vela é con la tierra. Ë que en lo de las mugeres quél
las armas en la mano, porque aunque no no quería más de una, si fuesse posible,
bastássemes á defendernos de tantos con- que menos ternia que contentarse una que
trarios , á lo menos pensábamos vender- muchas ; mas que sus padres se las da-
les bien caras nuestras vidas, é procurar ban é rogaban que las tomasse, é otras
todos de matar al cacique é los que más que le paresçian bien él las tomaba, é por
pudiéssemos de los principales, sin los aver muchos hijos lo hacia ; é que las mo-
quales la otra gente inferior son para po- cas vírgines, quél lo hacia por las honrar
co , é muy desacaudillados é cobardes sin á ellas é á sus parientes, é luego se ca-
sus capitanes. Passada la borrachera , yo saban con ellas de mejor voluntad los
le dixe al cacique que pues era chripstia- otros indios, é por esto lo hacia.
no é deçia que assi lo eran sus principa- A todo esso se le replicó lo que me pa-
les é mucha parte de su gente, que para reseió, dándole á entender su error é có-
qué hacían aquella borrachera, porque un mo todo aquello era muy grave pecado,
beodo no es más, perdido el sentido, que é no eran obras de chripstiano, sino de
una bestia ó un animal bruto é sucio ; que infiel; y él aceptaba lo que yo deçia, é
bien conosçia que lo mejor quel hombre deçia que le consejaba bien, é que poco
tiene es la raçon y entendimiento, é que á poco se enmendaría. Pero en fin él tenia
TOMO IV. 13
98 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
el nombre como las obras é las obras como lo é muy presçiado. En aquel instante
el nombre Nambi, que como tengo dicho, que acaban aquel maldito sacrificio, todas
quiere decir perro. las mugeres dan una grita grande é se
Y entre las otras tienen otra mane- van huyendo al monte é por los boscajes
ra de areyto é rito, ques de aquesta é sierras, cada una por su parte ó en com-
forma. En tres tiempos del año, en dias pañía de otra, contra la voluntad de sus
señalados que ya tienen por fiestas prin- maridos é parientes, de doude las tornan
cipales , este cacique de Nico ya, é sus á unas con ruegos, é á otras con prome-
principales é la mayor parte de toda su sas é dádivas, é á otras que han menes-
gente, assi hombres como mugeres, con ter más duro freno á palos é atándolas
muchos plumages é aderesçados á su mo- por algún dia hasta que se les ha passado
do é pintados, andan un areyto á mo- la beodez; é la que más léxos toman, aque-
do de contrapás en corro, las mugeres lla es más alabada é tenida en más.
asidas de las manos é otras de los bra- Aquel dia ú otro adelante de la fiesta
cos , é los hombres en torno délias más de las tres cogen muchos manojos de
afuera assi asidos, é con intervalo de mahiz atados, é pónenlos alrededor del
quatro ó çinco passos entrellos y ellas, montón de los sacrificios, é allí primero
porque en aquella calle que dexan en me- los maestros ó sacerdotes de Lucifer, que
dio , é por de fuera é de dentro, andan están en aquellos sus templos, é luego el
otros dando á beber á los dançantes, sin cacique, é por orden los principales de
que çessen de andar los pies ni de tra- grado en grado, hasta que ninguno de los
gar aquel su vino : é los hombres hacen hombres queda, se sacrifican é sajan con
meneos con los cuerpos é cabeças, y ellas unas navajudas de pedernal agudas las
por consiguiente. Llevan las mugeres ca- lenguas c orejas y el miembro ó verga
da una aquel dia un par de guiaras (ó ça- generativa (cada qual segund su devo-
patos nuevos) ; é despues que quatro ho- ción), é hinchen de sangre aquel mahiz, é
ras ó más han andado aquel contrapás de- después repártenlo de manera que alcan-
lante de su mezquita ó templo en la plaça ce á todos, por poco que les quepa, é co-
principal en torno del montón del sacri- mento como por cosa muy bendita.
ficio , toman una muger ú hombre (el que Estos desta provincia de Nicoya traen
ya ellos tienen elegido para sacrificar) é oradado el labio baxo, hecho un agujero
súbenlo en el dicho montón é ábrenle por entre la boca é la barba, é allí puesto un
el costado é sáeanle el coraçon, é la pri- huesso blanco é redondo tamaño como
mera sangre del es sacrificada al sol. É medio real : é algunos traen en lugar del
luego descabeçan aquel hombre é otros huesso un botón de oro de martillo, é
quatro ó cinco sobre una piedra que está préndenlo por de dentro de la boca; é
en el dicho montón en lo alto del, é la aquello con que lo prenden y el asidero del
sangre de los demás ofresçen á sus ydo- botón, como topan en el assiento de los
los é dioses particulares, é uníanlos con dientes baxos, tanto quanto más bulto tie-
ella, é úntanse á sí mesmos los beços é ne , tanto más salido para afuera les hace
rostros aquellos interceptores ó sacerdo- traer el beço ó labio baxo de la boca ; é
tes, ó mejor diciendo, ministros manigol- para comer é beber se los quitan essos
dos ó verdugos infernales; y echan los botones, si quieren. Pero su hábito é tra-
dichos cuerpos assi muertos á rodar de je dellos es como el que usan los indios
aquel montón abaxo, donde son recogi- de México é los de Leon de Nagrando,
dos, é después comidos por manjar sáne- de aquellos coñideros luengos en torno
DE INDIAS. LÍB. XLII. CAP. XI. 99
del cuerpo, é assimesmo coseletes de al- saba ; é desde su principio tiraba hacia el
godón pintados é sin mangas. Las muge- viento Nordeste, ques entre la parte
res traen una braga muy labrada, ques oriental é Septentrion. É despues que pa-
un mandilejo de tres palmos, cosido en resçia la luna, estaba menos clara la dicha
un hilo por detrás ; é ceñido el hilo, mó- línia, é cada una noche de las siguientes
tenlo entre las piernas é cubren la natura, se paresció hasta los seys dias del mes de
é meten el cabo debaxo de la cinta por hcbrcro. Assi que, turó continuadamente
delante. Todo lo demás de la persona an- veynte é quatro noches las que yo la vi;
dan desnudas, é los cabellos luengos é pero decían otros que la avian visto algu-
cogidos en dos trancados, porque por me- nas noches antes que yo la viesse.
dio de la carrera ó crencha se peyna la Preguntando yo á los indios que qué
mitad de la cabeça, y el un trancado significaba aquella señal, decían los sa-
se coge derechamente sobre la oreja, é bios é más ancianos dellos que se avian
otro trancado sobre la otra con la otra mi- de morir los indios en caminos, é que
tad de los cabellos ; é assi bien cogidos aquella señal era camino, que significa-
los cabellos, traen aquellos trancados de ba su muerte dellos caminando. Y podían-
tres é quatro palmos, é más é menos, se- lo muy bien decir ó adevinar, porque
gund tienen el cabello luengo ó corto. Y los chripstianos los cargaban é mataban,
estos indios é otros muchos son, como es sirviéndose dellos como de bestias, acar-
dicho, de la lengua de Chorotega, é los reando é llevando á cuestas de unas par-
de las islas del golpho de Orotiña é Nica- tes á otras todo lo que les mandaban. As-
ragua que están allí cerca. Las mugeres simesmo digo que aquella señal ó luna,
de Nicoya son las más hermosas que yo assi como se yba adelgaçando é consu-
he visto en aquellas partes. miendo, cada dia más hasta ser del todo
Passemos á las otras cosas que propu- deshecha, también yba acortándose por
se decir en este capítulo, pues en lo de el pié ó nasçimiento de los cabos y extre-
los areytos he satisfecho ; y en otras par- mos della ; de manera que lo que á la pos-
tes destas historias se hace mención de tre se deshiço, fué lo que llegaba á medio
otras maneras de areytos, porque como cielo.
son diverssas lenguas é costumbres de Tienen los indios muchos dioses, á los
las gentes, assi lo son sus cantares é bay- quales llaman teotes, é sacrifican hombres
les é otras muchas cosas. é muchachos, como en muchas partes he
Son ios indios muy agoreros é çerimo- dicho, por su devoción é reverencia, ó
niosos; é acaesció que estando yo en la cib- por su maldad é golosina, porque les sa-
dad de Leon de Nicaragua, vi un jueves be muy bien la carne humana. É tienen
diez é nueve de enero de mili é quinientos dios del agua é de los mahiçes, é dios
é veynte y nueve, de noche en el cielo una de las batallas é de las fructas, é assi di-
línia, al paresçer tan ancha como suele pa- verssos nombres de dioses, é apropriadas
resçer ancho el arco del çielo, é aquesta sus potestades á las cosas é géneros di-
línia era de color blanca é transparente, verssos que les atribuyen é aplican, se-
porque las estrellas en el qual derecho gund sus nesçessidades. De manera que
ella passaba se vian : é nasçie de la parte se me figura que imitan á los ydólatras
del viento Subdueste, ques entre Medio- é gentiles antiguos, que á Çerere hacían
día é Poniente, é yba continuada hasta dea de la abundancia é á Marte dios délas
medio cielo ó la mitad de lo que se mues- batallas, é á Nepluno del mar é de las
tra del Oriente en lo alto, é de allí no pas- aguas, é á Yulcano del fuego, etc. É assi
100 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
acá en esta gobernación de Nicaragua lla- Hartados los perros, quedáronse los in-
man por diverssos nombres sus dioses, é dios en la plaça, á causa de que se pre-
con cada nombre le dicen teot, que quiere gonó que á quien de allí los quitasse le
decir dios, éaun al diablo teot le llaman, darían la mesma muerte ; porque de otra
é á los chripstianos también leotes los manera essa mesma noche los indios se
llaman. los llevaran para comérselos en sus casas.
De sus crueldades diré pocas cosas, É cómo la tierra es caliente, luego otro
porque son sin número, ó debaxo de co- dia hedian, é al tercero ó quarto dia que
mer carne humana todo lo demás se pue- allí estaban, por temoriçar ó dar exemplo
de creer é tener por averiguado. á los indios, como yo avia de passar por
Siguióse quel año de mili é quinientos allí de nesçessidad para yr á la casa del
é veynte y ocho salieron de la cibdad de gobernador, pedíle por merced que dies-
Leon el thessorero Alonso de Peralta é se licencia que se llevassen de allí al cam-
un hidalgo llamado Çûniga é otros dos po ó donde quisiessen, porque ya aquel
mancebos, hermanos, llamados los Bae- hedor era incomportable. Y el goberna-
ças; y estos é otros, hasta seys ó siete, dor , assi porque yo é otros se lo roga-
cada uno fué por su parte á visitar sus mos , como porque le yba su parte en ello
plaças é indios que los Servian ; pero nin- y estaba su casa en la mesma plaça, man-
guno dellos dexaron que no se los comies- dó pregonar que llevassen de allí aque-
sen, é aun á sus caballos. Después Pedra- llos indios; y en acabando de darse el
rias Dávila envió un capitán con gente á pregón, los hicieron muchos pedaços los
buscar los malhechores, é prendieron de- indios de la comarca, que cada dia vie-
llos diez é siete ó diez é ocho indios ca- nen al tiánguez ó mercado á la mesma
ciques é indios principales, é mandóles plaça, sin dexar cosa alguna dellos por
Pedrarias aperrear é que los comiessen á recoger, é se los llevaron á sus casas, é
ellos perros. É un martes, á diez é seys no poco goçosos, só color que lo llevaban
días de junio de aquel año, en la plaça á echar en el campo, porque sabían que
de Leon, los justiciaron desta manera: que á los chripstianos les paresçia mal aquel
le daban al indio un palo que tuviesse en manjar, é les avian amonestado que no
la mano, é decíanle con la lengua ó in- lo comiessen. Mas á ellos les paresció
térpelre que se defendicsse de los perros que les avia dado Dios muy buena cena
o los matasse él á palos : é á cada indio con aquel pregón.
se echaban cinco ó seys perros cachorros Un caso cruel é notable, nunca oydo
(por emponellos sus dueños en essa mon- antes, diré aqui, aunque aqueste no
tería), é como eran canes nuevos, anda- acaesció en el tiempo que yo estuve en
ban en torno del indio, ladrándole, y él Nicaragua, sino año é medio ó poco más
daba algún coscorrón á alguno. É quando antes, durante la conquista del capitán
á él le paresçia que los tenia vencidos con Francisco Fernandez, teniente que fué de
su palo, soltaban un perro ó dos de los Pedrarias ; é fué desta manera : que có-
lebreles é alanos diestros, que presto da- mo los indios vieron la osadía y esfuerço
ban con el indio en tierra, é cargaban los de los españoles, é temían mucho de los
demás é lo desollaban é destripaban é co- caballos, é nunca avian visto tales anima-
mían del lo que querian. É desta manera les , é que los alançaban é mataban, pen-
los mataron á todos diez é ocho malhe- saron en un nuevo ardid de guerra, con
chores , los quales eran del valle de OIo- que creyeron que espantarían los caba-
coíon é de su comarca. llos é los pornian en huyda c vencerían
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. XI. 401
á los españoles. É para esto, çinco leguas llegaban á sus mugeres, é dormían apar-
de la cibdad de Leon, en la provincia que tados délias en tanto que turaba la simcn-
se diçe de los Maribios, mataron muchos tera; ni comian sal ni tomaban aquellos
indios é indias viejas de sus mesmos pa- brevages que suelen tomar, y en fin vi-
rientes é vecinos, é desolláronlos, después vían en ayuno é guardaban en aquel
que los mataron, é comiéronse la carne é tiempo castidad los varones.
vistiéronse los pellejos, la carne afuera, Es opinion de muchos que en esta go-
que otra cosa del indio vivo no se pares- bernación de Nicaragua hay muchos bru-
çia sino solo los ojos, pensando, como xos é bruxas, é que quando quieren se
digo, con aquella su invención, que los hacen tigres é leones é pavos é gallinas é
chripstianos huyrian de tal vista é sus ca- lagartos : é de algunos sobre estas vani-
ballos se espantarían. Cómo los chrips- dades se hiço justicia en Leon, y ellos
tianos salieron al campo, los indios no mesmos confessaban que hablaban con el
rehusaron la batalla : antes pusieron en la diablo. É hánse hallado indios é indias
delantera essos indios que traian los otros muertos, é dicen que los matan los bru-
revestidos, é con sus arcos é flechas die- xos, quando se enojan, é á este propóssi-
ron principio á la batalla animosamente é to dícense mili vanidades, que no son pa-
con mucha grita é atambores. Los chrips- ra aqui, sin tener más expiriençia dello.
tianos quedaron muy maravillados de su Como he dicho, en aquestas diversi-
atrevimiento, é aun espantados del caso, dades de lenguas que hay en esta gober-
é cayeron luego en lo que era é comen- nación, de nesçessidad demás de diferir
çaron á dar en los contrarios é á herir é en los vocablos, assi en los ritos hay di-
matar de aquellos que estaban forrados ferencia. En Matiari llaman á Dios Tipo-
en otros muertos: é desque los indios vie* tani, é dicen que ovo un hombre é una
ron el poco fructo de su astucia é ardid, muger, del qual todos los mortales ovie-
se pusieron en huyda, é los chripstianos ron principio, que al hombre llaman Nen-
consiguieron la victoria. É de allí adelan- bitkía é á la muger Nenguüamalí : á Dios
te deçian los indios que no eran hombres llaman los de Nicaragua Thomaotheot, que
los chripstianos, sino teotes, que quiere quiere deçir grand Dios, é dicen que aquel
decir dioses, é aquellos dioses suyos &on tuvo un hijo que estuvo acá abaxo, é le
diablos é sin ninguna deidad. É de allí llaman Theotbüche: á los ángeles pequeños
adelante se llamó aquella tierra, donde de acá abaxo quieren deçir que se llaman
acaesció lo ques dicho, la provincia de Tamachas ; é Taraacazcali é Tamacasíoval
los Desollados. son los principales ángeles del cielo. Assi
Otra cosa inhumana é desapiadada lo dicen estos indios, é diçen quel ángel
acostumbra esta gente, que no es menos es criatura del çielo, é que vuelan é tie-
mala que comer carne humana ; y es ven- nen alas: é otras muchas vanidades di-
der en los mercados ó empeñar por pres- cen , que nunca se acabarían de escribir,
çio los proprios hijos, sabiendo é viendo si del todo se dixesse lo quellos platican;
que aquel, á quien se empeñaban ó ven- y en lo menos son conformes.
dían, se los avia de comer, si quisiesse. Questa gente barbaríssima é indocta
Pero á vueltas dessa mala costumbre é sea ydólatra no me maravillo , pues que
otras, despues que sembraban el mahiz los judíos hicieron aquel becerro de oro
hasta lo coger, vivían castamente, é no en memoria de Apis *, dios de los cgip-

1 Éxodo, cap. XXXII.


102 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
çios. Que tengan los indios ydolos é ymá- los judios adoraron el sol é la luna y es-
gines de piedra é de palo é de barro, las trellas , como la Sagrada Escriptura más
quales yo he visto, tampoco me maravi- largamente lo acuerda con otros sus erro-
llo , pues se escribe que Promotheo fué el res 3: é pues aquellos á quien tantos favo-
primero que higo ymágines de hombres res é tan señaladas mercedes hiço Dios,
de barro*. Los hebreos tomaron á Baal tales fueron, no me paresçe questotros
por su dios, é hicieron con él pleytesia indios bestiales son tan dignos de culpa,
de lo tener siempre por dios, é olvidaron ni dexo de creer que los unos é los otros
a! Dios verdadero, su Señor, que los avia dexan de ser dignos de la eterna conde-
librado de sus enemigos, como ingratos nación. Passemos á otras cosas.
desconosçidos2. Assimesmo sabemos que

CAPITULO XII.
En el quai se tracta de la luxuria é casamientos de los indios de Nicaragua, é de otras costumbres é parti-
cularidades é diverssas materias de aquellas partes.

! a he dicho que en Nicaragua hay mu- gente que á ella se junta, es costumbre
geres que públicamente é por presçio que las mugeres tienen libertad, en tanto
de aquella moneda ó almendras que cor- que tura la fiesta (ques de noche) de se
ren por monedas, ó por otra cosa que se juntar con quien se lo paga ó á ellas les
les dé, conceden sus personas á quien se placen, por principales que sean ellas é
lo paga. También hay mancebías é luga- sus maridos. É passada aquella noche, no
res públicos para las tales, é tienen sus hay de ahí adelante sospecha ni obra de
madres, ó mejor diciendo madrastras, tal cosa, ni se hace más de una vez en el
que son aquellas que en Flandes llaman año, á lo menos con voluntad é licencia
la porra y en España madre del burdel ó de los maridos : ni se sigue castigo ni ce-
de las putas, que como mesonera les al- los ni otra pena por ello, como se siguió
quila la botica é les da de comer por un á las romanas de aquella su devoción ó
tanto : é tienen sus rufianes, no para dar- putería bacanal, que castigó el Senado y
les ellas nada, sino para que las acompa- el cónsul Posthuniio, como más larga-
ñen é sirvan, y el salario no le pagan mente Livio la escribe, en el qual diabó-
ellas á essos rufianes en pescado, sino en lico ayuntamiento avia homecidios, é
carne, é tan sucia como ella es. Pues aques- adulterios é sodométicos, é tanto más
tas tales lupanarias moradas entre chrips- que dice el mesmo auctor aquestas pala-
tianos se admiten, por excusar otros da- bras: « Nunca jamás ovo tan grand mal
ños mayores, no me paresçe mal que las en la república, ni que á tantos hombres
haya entre aquesta gente, pues que hay tocasse *».
cuylones (que cuylon llaman al sodomi- Ni entre indios yo no sé ni he oy-
ta). Pero nunca oy de otra cosa más do- do tan herética é suçia é diabólica, ni
nosa ó viciosa é de bellaca generación más cruda ni viciosa maldad que aquesta
que la questos indios hacen ; y es que en que, como digo, ovo un tiempo en Roma.
cierta fiesta muy señalada é de mucha Pero porque la materia es mejor quanto
\ Lactancio, lib. Dedivinisinstitutionibus. 4 Livio, década IV.% lib. IV, cap. 8 é dende
2 Judith , cap. VIH. adelante.
3 Rogum, lib. IV, cap. 23.
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. XII. 403
menos délia se usa ni se platica, diré so- sentencia libidinosa, más que no matri-
lamente una forma de matrimonio que en monio, cenan juntos los gayones y ella é
aquellas partes se usó, é no se desusa- los padres é amigos de los unos é de los
ra tan presto entre los infieles. Acaesçia otros en aquella nueva casa, en quella y
que un padre ó madre tenían una ó dos el uno de los enamorados han de quedar
ó más hijas, é aquellas en tanto que no casados: é despues que han cenado, ques
se casaban por voluntad de sus padres á prima noche (porque la cena se comien-
(ó de las mesmas), con quien les pla- ça de dia) ella se levanta é dice ques ho-
cía , por via de acuerdo é contractaçion, ra de yr á dormir con su marido, é dales
no dexan de usar de sus personas: é en pocas palabras las gracias de lo que
dánse á quien se les antoja por pres- en su servicio aquellos sus servidores han
çio ó sin él, é aquella ques más des- trabaxado ; é dice quella se quisiera ha-
honesta é impúdica é más gayones ó ena- cer tantas mugeres, que á cada uno de-
morados tiene, é mejor los sabe pelar, llos pudiera dar la suya, é que en el tiem-
essa es la más hábil é más querida de sus po passado ya avian visto su buena vo-
padres. Y en aquel officio sucio gana el luntad é obra con que los avia contenta-
dote é con que se case, é aun sostiene la do , é que ya no avia de ser sino de un
casa del padre: é para apartarse ya de hombre, é quiero que sea aqueste : é di-
aquel vicio ó tomar marido, pide un sitio ciendo aquesto, tómale de la mano y én-
al padre allí cerca de donde él vive, é se trase con él donde han de dormir. Eston-
lo señala tan grande como le quiere. Es- ces los que quedan por desechados, se
tonces ella ordena de hacer la casa á costa van con sus compañías, é los parientes é
de majaderos, é dice á sus rufianes ó ena- amigos de los novios comiençan un arey-
morados (estando todos juntos) quella se to é á baylar é beber hasta caer de espal-
quiere casar é tomar á uno dellos por ma- das, é assi se acaba la fiesta. Y ella es
rido, é que no tiene casa é quiere que se buena muger de ahí adelante, é no se
la hagan en aquel lugaf señalado : é dá la llega más á ninguno de los conosçidos ni
traça de cómo ha de ser, é que si bien la á otro hombre y entiende en su hacien-
quieren, para tal dia ha de estar hecha, da. De aquellos que fueron desechados
ques de allí á treynta ó quarenta dias. É algunos lo toman en paciencia ó los más,
al uno dá cargo de traer la madera para é aun también acaesçe amanesçer ahor-
la armar, é á otro que trayga las cañas cado de un árbol alguno é algunos dellos,
para las paredes, é á otro el bexuco é porque haya el diablo más parte en la bo-
parte de la varaçon, é á otro la paja da. Pero es de notar que aunque las áni-
para la cubrir, é á otro que trayga mas de tales ahorcados se pierden, quel
pescado, é á otro ciervos é puercos é cuerpo no le dexan perder, si no que renue-
otras cosas, é á otro el mahiz para la co- van con la carne del su boda é convites,
mida en abundancia, segund el ser della porque siempre el ahorcado se desespera
é dellos. Y esto se pone luego por obra é queda allí cerca colgado de un bexuco.
é se cumple, sin faltar una mínima cosa Ved qué les muestran sus teotes ó dioses,
de todo ello: antes traen duplicado, por- pues que tal fin haçen é tan mal acaban.
que los tales son ayudados de sus parien- En las otras cosas de sus costumbres
tes é amigos, é tienen por mucha honra de aquestas gentes me paresçe una ques
quedar con la muger ávida desta manera, justa é honesta, assi como quando los ca-
é quél sea escogido é los competidores ciques han de proveer algunas cosas para
desechados. É venido el dia de la boda ó sus exérçitos ê* guerra, ó quando se ha
104 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de dar algún pressente á los chripstianos, bles árboles para ello, é son colorados;
ó se ha de dispensar en algún gasto ex- pero los cuescos son como los de los ho-
traordinario. Y es que entran en su mo- bos , y en fructa es buena, y en vino es
nexico ó cabildo el cacique é sus princi- bueno é tura un año. Y los nísperos é ma-
pales, y echan suertes (después de acor- meyes, que son excelentes fructos, é
dado lo que se ha de dar) á quál dellos otras que hay, ya de todos essos é otros
ha de quedar el cargo de proveello é de árboles está hecha particular mención en
repartillo por todos los vecinos, é hacer el libro VIH de la primera parte destas
que se cumpla de la manera que en el historias. É también hay brasil ó guaya-
monexico fué ordenado, é assi se hace, can ó palo sancto, é aquellos árboles que
sin faltar cosa alguna. destilan aquel licor oloroso, que los espa-
Los regidores é offiçiales de la comu- ñoles llaman liquidámbar. Otros vinos hay
nidad que han de asistir con el cacique ó demás del ques dicho, que hacen del
presidente en el monexico, son elegidos mahiz; é assimesmo de la miel, que hay
de quatro en quatro lunas, é aquellas mucha é buena, se hace otra é otras ma-
cumplidas, son como un otro vecino neras de vinos. É hay aquel brevage del
qualquiera, é sirven otros otro tanto; pero cacao, ques muy presçioso é sano é so-
siempre los hacen de los guegües, id est, bre todos estimado entressas gentes. De
viejos más principales. É lo primero que la montería también que se ha dicho, de-
hacen en aquellos sus ayuntamientos es más de los animales nocivos, como tigres
que señalan dos fieles executores por otros negros é de los pintados, é leones é lo-
quatro meses, los quales, ó á lo menos bos, hay otros assi como corras, é de las
uno dellos, nunca se quita de la placa é çorrillas que hieden, é hardas é otros.
tiánguez ó mercado : é aquellos fieles son Pero de los que son de buen pasto hay
allí alcaldes é absolutos gobernadores muchos ciervos é gamos é vacas, que lla-
dentro de las plaças, para no consentir man los españoles dantas, é muchos puer-
fuerça ni mala medida, ni dar de menos cos , é muchos encubertados, é osos hor-
de lo que han de dar ó trocar en sus ven- migueros é otros animales muchos, é mu-
tas é baraterías los contrayentes: é casti- chos conexos é liebres, ni más ni menos
gan sin remisión alguna á los trasgresso- que los de España, pero menores.
res de sus ordenanças é costumbres, é á De aves hay todas las que he dicho en
los forasteros hacen que se les haga más estas historias en otras partes; é yo vi en
cortesía é más buen acogimiento, porque los llanos de Nicoya, cerca del rio Grande
siempre vengan más á su contractaçion. que passa por las haldas de la sierra que
En la fertilidad dcsta gobernación, y dixe de Oroçi, muchas perdices pardas co-
en el assiento de la mesma tierra, y en mo las de Castilla, puesto que menores, é
ser muy sana é aplacible, é de buenas cómo se levantaban, haçian volando aquel
aguasé pesquerías, é de mucha caça é mesmo estruendo ó zurrió que hacen las de
montería, ninguna cosa en todas las In- España.
dias hay tanto por tanto que le haga ven- Pero pues se tracta de los manteni-
taja , é muy pocas provincias hay que con mientos , diré uno que me paresçe mu-
esta se igualen ; porque quanto al comer cho socorro para en tiempo de nesçessi-
es más harta é abundante que todas las dad ; y es que quando se tardan las aguas
que hasta agora se saben, assi de mucho para los majn^ales, tienen los indios es-
mahiz é legumbre ó buenos vinos que ha- cogido é apartado algún mahjz en grano,
cen de tas cirujas. qnc*bay innumera- é siémbranlo. é á mano cada un dia del
DE INDIAS. LIB. XLÍL CAP. XII. 405
mundo lo riegan é tienen muy limpio, y las mandan hacer á los indios assi las ha-
en fin de quarenta dias lo cogen granado cen.
é bueno. Pero cómo es trabaxoso de cu- Las minas del oro están treynta é cin-
rar , é las maçorcas que dá son pequeñas, co leguas de la cibdad de Leon, é son
assi lo que se coge desta manera es poco buenas é de buen oro de más de veyn-
en cantidad ; pero es mucho el socorro é te quilates, en el rio que se diçe Sanct
ayuda que dá á la sustentación de la gen- Andrés y en un pueblo, que se llamó Sanc-
te para esperar á que venga lo otro que ta Maria de Buena Esperança. É cómo
se cria con las lluvias. Plinio dice que esta grangeria no les agradaba á los in-
cerca el golpho de Traçia hay trigo, dios, porque avia de redundar en más
que viene á se coger en dos meses, el trabaxo suyo, dieron sobre los chripstia-
qual desde á quarenta dias que se sem- nos que allí se hallaron, é quemaron el
bró está maduro, lo quai me ha paresçido pueblo é hirieron á algunos españoles, é
lo ques dicho del mahiz '. los indios quedaron con la victoria é las
Hay muchas colores de todas quantas minas despobladas ó quassi. Esto fué año
maneras se suelen hallar por el mundo, é de mili é quinientos é veynte y nueve;
muy buenas é vivas, con que tiñen las pero non obstante esso se tornaron á po-
mantas y el hilado de algodón é las otras blar, é hay buenas minas allí y en otras
cosas que quieren pintar ; é hay de aque- partes de aquella gobernación. É quince
llas conchas ú ostras de la púrpura en el leguas de aquel pueblo avia primero otra
golpho de Orotina ó Nicaragua por aque- población de chripstianos, que se llamó
lla costa del cabo Blanco adentro, é assi- Villahermosa (en Valhermoso), á par de
mesmo hay perlas en una isla pequeña un rio rico de oro ; é dos años antes los
que se diçe Miapi. É allí cedieron algu- indios dieron sobre el capitán Hurtado é
nas al capitán GilGonçalez Dávila, quando los chripstianos que allí estaban, é le ma-
por aquella costa de Nicaragua anduvo; taron á él é á los más dellos, que no es-
é yo las vi en la isla de Pocossy. Y en la caparon sino muy pocos: é quemaron
isla de Chira tenia un estanciero de Pe- aquel pueblo, que como es dicho le avia
drarias Dávila, que aquel tiempo gober- hecho nombrar el gobernador Pedrarias
naba , más de tres onças de perlas é al- Villahermosa, nombre bien improprio á
jóphar : é las conchas ó nácares en que lo que le subcedió (é aun á lo demás). La
se crian, son muy hermosas é muy gran- desventura destos fué veynte é uno de
des, é yo llevé algunas de las mesmas is- enero de mili é quinientos é veynte y sie-
las á España. te años, é sobre seguro é viniendo los
En aquella de Chira se hace muy her- indios de paces á servir á los chripstianos,
mosa loca de platos y escudillas é cánta- que estaban en Villahermosa con el capi-
ros é jarros é otras vassijas, muy bien tán Benito Hurtado, al qual mataron é
labradas, é tan negras como un fino ter- diez é nueve chripstianos é veynle é cin-
ciopelo negro, é con un lustre de un muy co caballos. Y en los caciques de la co-
pulido açabache ; é yo truxe algunas pie- marca mataron diez é seys chripstianos, é
ças dessa loca hasta esta cibdad de Sanc- allí murió el capitán Johan de Grijalva, de
to Domingo de la Isla Española, que se quien se hiço mención en el libro XVII,
podían dar á un príncipe por su lindeça; que descubrió parte de Yucatan é de la
é del talle é forma que se les pide ó se Nueva España : é los indios que lo hiçie-

i Plinio, lib. XVIII, cap. VIL


TOMO IV. 14
106 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ron eran del valle de Olancho. Assi que, el salsas, y es muy buena é sana como los
nombre de Villahermosa fué allí muy im- mesmos cominos.
proprio. Como he dicho en otras partes, Otras minas hay en la gobernación de
harto mejor seria guardar los nombres an- Nicaragua, á par del rio de Maribichicoa,
tiguos que las mesmas provincias se tie- é assi se llama un pueblo en que hay
nen. ochocientos indios de repartimiento é son
Hay desde la cibdad de Leon nueve en él más de dos mili é quinientas ánimas:
leguas á Olocoton, é seys adelante están é los indios llaman al rio ques dicho Gua-
los primeros guaxenicos, ques cierta ge- tahiguala, y está á treynta leguas de
neración assi llamada ; é otras tres leguas Leon. El origen de aquesta gente de Ma-
adelante están otros guanexicos, desde ribichicoa es de la provincia de los Mari-
los quales hay tres leguas hasta Palan- bios, é por hambre se fueron á poblar en
gagalpa; é desde allí hay ocho hasta aquella tierra no ha mucho tiempo; por-
Anaguaca, é otras seys hasta Chalan, é que quando yo estuve en aquella tierra,
otras seys adelante hasta Guayape, é qua- avia hombres vivos que se acordaban de-
tro á Telpanega, dó mataron un hidalgo 11o, é se conosçen por parientes los unos
muy honrado que avia seydo juez desta á los otros, é se hacen honra como entre
nuestra Isla, llamado Alonso de Solís. É debdos.
quatro leguas más hacia la parte de Leon, Porque de la manera de la cabuya é
en la provincia de Telpanega, es donde del henequén en otras partes se ha tracta-
mataron al dicho Hurtado é los otros es- do, en especial en el libro VII, capítulo X,
pañoles en la dicha Villahermosa. É des- etc., quiero aqui decir dos maneras de
de allí hasta la villa de Trugillo, que es- hilo otras, que no las he yo visto en otra
tá en estotra costa del Norte, en la gober- parte sino en Nicaragua, porque quanto á
nación de Honduras, hay treynta é siete la cabuya y henequén más é mejor lo hay
leguas. Desde Leon á la costa de la mar allí que en parte de todas las Indias lo pue-
hay cinco ó seys leguas. De manera que de aver. Y en la cibdad de Leon vi yo ha-
de la una mar á la otra son ochenta é ocho cer dello hasta xarçia é buena para navios.
ó noventa leguas por el camino que está Pero lo que agora diré es una manera de
dicho. Yendo de Leon á Anaguaca, está la lino de hojas de palmas que hay en la cos-
sierra que llaman de Sanct Johan, é antes ta de la laguna grande ; y es muy singu-
de la dicha Anaguaca, en las vertientes, lar é muy delgado é resçio, y el que más
hacia el Norte, está Anguaca ; é allí, en se conserva en el agua que todos los otros
el fin de la sierra é vertientes, están los hilados: é de las hojas de las palmas
árboles del liquidámbar, é turan por la ábrenlas é sacan la hebra, é después la
dicha sierra más de diez é seys leguas. hilan, é de aquel hilo hacen redes é lo
Hay en aquellas provincias é goberna- que quieren. É luego que sacan la dicha
ción muchas hierbas é apropriadas á di- hebra, la hilan que no hay nesçessidad
verssas enfermedades; é porque desto de la poner á curar en el agua como á li-
hay libro distinto, é hay en Nicaragua to- no ó cáñamo ó henequén, sinc*encontinen-
das essas que en la Tierra-Firme en di- te que la sacan de las hojas es muy bue-
verssas partes se hallan, diré de una sola- na é apta para hacer lo que quieren, é
mente, que la topé en la halda de la sier- hilalla é labrar della las dichas redes. La
ra de Mombacho, la qual en el olor é sa- cabuya no la echan tampoco en el agua
bor era como perfettos cominos: los indios ni el henequén, si no quieren, para lo la-
no usan della, pero los chripstianos sí en brar ; pero ni lo uno ni lo otro no se con-
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. XII. 107
serva en el agua, como el hilo ques dicho Farfan, á quien estaba encomendado él é
de las palmas. su gente; é avia llegado aquel dia ú otro
Otra hierba hay que se dice ozpanguaz- antes, é aquella noche le dixo que le
te, de la qual se hacen escobas para bar- diesse un perro, porque avia miedo de
rer, y es del arte de las que en mi tier- los texoxes. Y el Farfan díxole que una
ra y en el reyno de Toledo llaman ajonge- perra pariría presto é le daria un perro,
ras, ó muy semejante, y esta echa unas que criasse é tuviesse consigo en su casa.
ílorecillas amarillas, é de las corleças dé- En fin él no entendió al cacique ni el mie-
lia puestas en agua algunos dias sacan, do que tenia, ni el cacique supo replicar:
despues que es descapada la cascara ó é lo que subcedió fué, que cómo no le
tez della, una hebra assaz resçia é de dieron el perro, porque el Luis Farfan le
que se hacen cuerdas é cordones resçios dixo que no lo tenia, aquella mesma no-
é sogas; é se sirven délias en Nicaragua, che el cacique tomó un niño suyo, de
como de cabuya, en cosas que no se hi- obra de seys meses, é quitólo de los bra-
len , é podríanla hilar, si quisiessen. cos de la madre, é abracado consigo é
Voy discurriendo por diverssidades de cubierto con una manta quel cacique te-
materias, diferentes é apartadas unas de nia rodeada, echado el niño entre sus bra-
otras, por satisfacer lo que propuse de cos , se echó á dormir, é á su lado su mu-
decir en este capítulo ; é porque esta en- ger, é allí á par dellos otros cinco ó seys
salada ó mixtura de cosas toda es en la indios suyos en torno. Y estando assi, se
mesma Nicaragua, donde entre otras abo- durmieron todos é le fué tomado el niño
minaciones hay una ques detestable é de entre los bracos é se lo llevaron, y el
aborresçible á Dios é á los cathólicos, di- padre é la madre é sus indios é otros de
ré lo que en aquesta tierra entendí de los aquella casa se levantaron á lo buscar é
bruxos é bruxas, de la qual secta mal- no lo hallaron. É cómo fué de dia, el ca-
dita hay muchos. Texoœe se llama la bru- cique dixo al dicho Farfan é á aquel pa-
xa ó bruxo ; é platícase en aquella tierra dre canónigo, cómo los texoxes le avian
é tienen por averiguado entre los indios llevado su hijo para se lo comer, y lloran-
questos texoxes se transforman en lagar- do por él los padres é los indios suyos.
to ó perro ó tigre ó en la forma del ani- É preguntáronle que cómo sabia que eran
mal que quieren. texoxes los que se lo avian tomado y di-
Estando yo en la plaça que se dice Gua- xo que sí, que texoxes eran ; porque po-
çama, que estaba encomendada á un hom- co antes quél le pidiesse el perro la no-
bre de bien, llamado Miguel Lúeas, es- che passada, los avia visto, que eran dos
taban allí un hidalgo llamado Luis Farfan, animales grandes, el uno blanco y el otro
natural de Sevilla ó de Carmona, y el ca- negro. E comencó de nuevo á buscar to-
nónigo Lorenço Martin, natural de Jerin- davía el niño, é halló el rastro de las pi-
dote, ques cerca de Torrijos en el reyno sadas de los dichos animales, como de
de Toledo (nombro los testigos porque es perros grandes : é desde á poco espacio,
acto ó diabólico caso, é nuevo en esta ma- que serian ya dos horas después de ama-
teria) , y acaesció martes en la noche de nesçido, é aun más temprano, halló cier-
Carnestollendas, á nueve dias de hebrero tos cascos de la cabeça del niño bien roy-
del año de mili é quinientos é veynte y dos, obra de un tiro ó dos de piedra de
nueve años, que un cacique llamado Gal- donde avian tomado el niño de los bra-
tonal , de la lengua de los maribios é de- cos de su padre, é alguna sangre por mu-
sollados . vino a hablar é ver al dicho Luis chas partes allí en torno entre aquellas
108 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hierbas. Los quales cascos é sangre del bragas, é todo lo demás traen desnudo,
niño yo vi, é oy al cacique todo lo ques é también en la provincia de Cheriqui y
dicho, con muchas lágrimas que vertia en Judea; pero Cheriqui ni Judea no son
de sus ojos ; y en mi pressençia, aquella desta gobernación, sino en la costa des-
mañana, é de los ques dicho, se averiguó de el golpho de Orotiña al Oriente hacia
lo que está dicho. É allí á par de los cas- Panamá. En las islas del golpho de Nica-
cos del niño estaba un sartalico de unas ragua ó de Orotiña todas las mugeres
piedras verdes como plasmas de esme- traen bragas ; é son chorotegas é lo mes-
raldas, quel niño tenia al cuello; é la mo los de Nicoya, como está dicho.
madre las tomó é bessábalas con muchos Desde Nicoya á la parte del Oriente ha-
suspiros é dolor de su coraçon. cia Panamá é Castilla del Oro é lo demás,
En aquella provincia crian los indios son los caciques señores : é de allí abaxo
muchos perros gozques é mudos para ccv al Poniente hacia Nicaragua son behetrías
mer en sus fiestas, y es assaz buen man- é comunidades, é son elegidos los que
jar, de los quales en el libro XII, capítu- mandan las repúblicas. É los chripstianos,
lo XVIII de la primera parte destas histo- cómo fueron á aquella tierra desde la pro-
rias se hiço mención, y en otras partes. vincia de Cueva acostumbrados á que los
Pero quiero decir un notable que vi desta caciques fuessen perpetuos señores, é no
carne: esta carne, como he dicho, es les estaba á su propóssito á los conquis-
buena , y en aquella estancia, donde tadores essa manera de gobernación é
acaesció lo que de susso se ha dicho de mudanças, sostuvieron á los que hallaron
los texoxes, estuvo cierta cecina destos elegidos, por su proprio interesse, para
perros ( á los quales llaman los indios œu- se servir dellos.
lo) puesta sobre un banco muchos dias, La provincia de los Cabiores es á veyn-
é la tenían bien á mano siete ú ocho per- te ó veynte é çinco leguas de Cheriqui,
ros de los de España que avia en aquella al Poniente en la costa del Sur ; é la pro-
estancia, é la pudieran comer de noche é vincia de Durucaca es junto á la de Ca-
de dia. É por experimentarlo la hice de- biores. En estas dos provincias hilan los
xar estar allí, por ver si la comerían, é lue- hombres como mugeres, é lo tienen por
go que allí se puso llegaron é la olieron; cosa é officio ordinario para ellos.
pero nunca tocaron en ella ni comieron La provincia que los españoles llaman
poco ni mucho delJa : antes uo la querían Judea, llaman los indios Barecla, la qual
mirar é se apartan délia. La qual cor- confina con Cheriqui y está en la mesma
tesía ó comedimiento de los perros no costa del Sur, seys leguas más al Ponien-
usan aquellos indios con la carne huma- te de la dicha Cheriqui : llamáronla Judea,
na , pues se comen unos á otros. porque es la gente de allí muy vil é sucia
En la costa del Sur, en el golpho de é para poco.
Orotiña, comiença la lengua de Nicara- En la provincia de Nicaragua é sus
gua , é de allí discurre hacia Poniente; anexos se presçian los indios de andar
é más adelante cinco leguas hay un grand muy bien peynados, é hacen peynes de
pueblo de chorotegas á la parte del Le- púas de huessos de venados, blancos,
vante; é ocho leguas al Poniente de la que paresçen de marfil, é otros hacen ne-
dicha Orotiña hay otro que se llama Co- gros de madera resçia é muy gentil, é
ribia. É son los indios de otra lengua son buenos é á manera de escarpidores,
apartada de todas las que se han dicho ralos los dientes. Y essas púas ó dientes
en esta historia : é allí traen las mugeres pónenlos engastados en cierta pasta que
DE INDIAS. LIB. XL1Í. CAP. XII. 109
paresçe barro cocido, é algunos dessos tierra á esta cibdad de Sancto Domingo
engastes son bermejos, é algunos negros; seys ó siete dellos : llegada aquella pasta
pero los unos é los otros son hienda é su- al fuego, está blanda como çera, é arde
ciedad que purgan los murciélagos, en lo de grado ó presto; y enfriándose, está
qual muchos indios á quien lo pregunté muy resçia é aprieta como el hierro las
fueron conformes. É yo he tenido algu- dichas púas de los peynes.
nos deslos peynes, é truxe desde aquella

CAPITULO XIII.
En que cuenta la historia la manera de cómo halló é vido el choronista al cacique de Tecoalega, por otro
nombre llamado el Viejo, é su proprio nombre era Agateyte, lo qual fué un jueves dos dias de enero do
mili é quinientos é veynte y ocho años.

Um Tecoatega estaba una grande é qua- sa é quando llega á los extremos de los
drada plaça, á la entrada de la qual, á la trópicos : de manera que quassi continua-
mano derecha, avia un buhio grande con mente passa el sol sobre el dicho portal,
mahiz é bastimento, á manera de des- é quando á la mañana sale, no entra por
pensa; y enfrente deste, á la mano si- la cabecera por más de un breve espacio,
niestra de la mesma entrada, avia otro é aun aquel le defienden los árboles que
buhio muy grande, descubierto hasta en están enfrente de la plaça de fructales; é
tierra, que tenia bien çient passos de lo mesmo subçédele, quando se va á po-
luengo, donde el cacique é sus mugeres ner ó de vísperas adelante. É por las
dormian. É hácenlos assi baxos y escuros aguas tiene alguna paja sobre las cañas,
por dos efettos : el uno porque son más aunque en aquella tierra llueve pocas ve-
resçios para los huracanes é temblor de ces, é también para más defensa del sol é
la tierra, ques allí muy usado ; é ningu- que no entre por entre las junturas de las
na puerta ni ventana tienen, por lo que cañas. Este portal es la estancia ordinaria
están muy escuros, sino es una pequeña del cacique en lugar de casa de su corte;
puerta, ques menester abaxarse hombre é á la parte oriental, á siete ú ocho pas-
para entrar ; é aquesta está de dia siem- sos debaxo deste portal, está un lecho de
pre cerrada, porque no entren mosquitos, tres palmos alto de tierra, fecho de las
que hay muchos en aquella tierra. Entran- cañas gruessas que dixe, y encima llano
do en la plaça é passando destos dos bu- é de diez ó doce pies de luengo é de cin-
nios adelante, está un porlal que llaman co ó seys de ancho, é una estera de pal-
barbacoa, de ochenta passos ó más de ma gruessa encima, é sobre aquella otras
luengo é diez de ancho, de tres naves, tres esteras delgadas é muy bien labra-
sobre postes ó estantes de muy buena é das , y encima tendido el cacique desnu-
resçia madera, cubierta de cañas, llana é do é con una mantilla de algodón blanco
sin ninguna corriente, é sobre las cañas, é delgada revuelta sobre sí : é por almo-
que son de las gruessas, que cada cañu- hada tenia un banquito pequeño de qua-
to es tan gruesso como la pantorrilla de tro pies, algo cóncavo, quellos llaman
la pierna, é muy bien atadas. El qual duho, é de muy linda é lisa madera muy
portal es hecho para defensa del sol, é bien labrado, por cabecera : é la cabecera
puesto del Leste al Hueste porque nunca de aqueste lecho era á Oriente, é los pies
le dé por los lados el sol, sino poca co- á la parte del Poniente. É de un estante
HO HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ó poste, allí cerca, colgado un arco é fiere al cacique, aunque está pressente,
ciertas flechas é una calabaça pequeña para que provea lo que fuesse su volun-
con miel, é á diez passos delante del di- tad é sepa lo que hay de nuevo; é assi lo
cho escaño avia en la una é otra nave, en provee luego é con pocas palabras de la
dos rengles, dos órdenes de esteras ten- forma ques dicho, mandando en el caso
didas , de más de treynta passos el tre- á un capitán ó más de aquellos lo que le
cho de luengo de muchas délias. Y en la paresçe ; é si es cosa de mucha importan-
una nave estaban diez ó doce indios prin- cia, aconséjase luego con ellos todos, é
cipales, y en la otra otros tantos, echa- acuérdase lo ques más provechoso á su
dos en tierra sobre las dichas esteras, y estado é persona. En el buhio del portal
enfrente dellos otros tantos, los pies de cubierto están siempre quarenta ó çin-
los unos hacia los pies de los otros, é por qüenta mugeres de servicio, moliendo ó
cabecera ó almohada sendos banquillos, despicando mahiz para el pan que cada
sin hablar é con mucho silencio todos. A dia come el señor é sus principales : los
los quales manda é ordena el cacique lo dos buhios chiquitos eran sepulturas de
que han de hacer ; é assi aquel á quien dos hijos suyos del cacique, que se mu-
él manda, se levanta en pié é se pone cer- rieron niños. En lo baxo de la plaça esta-
ca del para entender su voluntad, é va ban hincadas quatro cañas de las grues -
luego á lo poner por obra, si es cosa que sas é muy altas, llenas de cabeças de
ha de yr en persona : é si no é lo ha de ciervos de los quel mesmo cacique avia
mandar á otros, sale aquel capitán ó prin- muerto por su flecha, ques una represen-
cipal fuera de la plaça , y en unas casas tación de estado é de ser diestro en tal
é bullios que están á un tiro de piedra de arma. La casa que está cerca de las di-
la plaça, ó dando una ó dos voces, vie- chas cañas es el buhio en que están las
nen de aquellas casas corriendo luego diez mugeres del cacique de dia é las que las
ó doce hombres de la guarda continua sirven : de noche duermen aquellos prin-
que allí está, é provee lo que conviene; cipales en aquel portal ; é la guarda que
porque de los indios é criados destos prin- está de fuera en algunos buhios por allí
cipales siempre están allí diez ó doce de cercanos, se vienen á velar la plaça pul-
cada uno. Y en la voz que dá, quando lla- sus horas de tantos en tantos hombres,
ma, no dice sino su nombre proprio, para segund es el tiempo, é con cada quarto
que los que vinieren sean suyos é no de vela un capitán, cuya es la vela ó quarto.
los otros capitanes ó principales; é pro- Hasta quel sol es salido media hora, siem-
veydo, tórnase á su Jugar á aquella ra- pre está la guarda en la plaça, é después
mada ó portal, dó estaba acompañando se vuelven á sus estancias. Es cosa de ver
al cacique. Estos capitanes mandan á to- la gravedad con quel cacique está y el
do el resto de la señoría é provincia del acatamiento que se le tiene. En tomo de
cacique é á todos los otros indios, é les la plaça é buhios della hay muchos árbo-
refieren la voluntad del cacique, y en es- les de fructa, assi como ciruelas é mame-
pecial en las cosas que tocan á la guerra: yes é higüeros é otras fructas de diver-
é para coger sus tributos, tienen sus of- sas maneras; é tantos, que la plaça ni
ficiâtes é recaudadores, que en ello en- buhios della no se pueden ver hasta que
tienden. Quando algún mensajero viene ó está el hombre á par della. (Lámina 111.a)
trae alguna embaxada, no le dice al ca- Estando yo allí, truxeron de comer al
cique á lo que viene, sino á uno de los cacique, é como hombre sojuzgado é
dichos principales ; y este principal lo re- puesto en servidumbre, é no como quan-
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. XIII. \\\
do en su prosperidad é sin chripstianos es- é púsolo sobre el escaño, y echóse como
taba la tierra; porque de lo que yo vi á primero avia estado tendido, é los pies
lo que solia ser era la diferencia como de hacia los indios principales: los quales
liebre á ciervo, é como de un grand assimesmo, cómo acabaron de comer,
príncipe á uno de sus comunes ó media- se tornaron á tender en sus lugares acos-
nos vassallos, ó como de blanco aprieto. tumbrados.
Y está muy fácil para se juzgar, porque Tenia el cacique una mantilla delgada
vino una sola india, é truxo una cagúela de algodón blanco con que se cubria, ó
de barro de 1res pies llena de pescado, é su persona del estaba todo el cuerpo é
una higuera con bollos de mahiz é otra bracos é piernas é pescueço é garganta
con agua, é púsolo en la navéTque esta- pintado; y el cabello largo, é la barba
ba hacia el Sur ó hacia el portal, donde luenga, en la qual solamente tenia en la
le hacen el pan; é puesto en tierra lo punta de la barba y en cl beço muy po-
ques dicho, á seys ó siete passos del es- cos pelos é blancos, y en su aspecto yo
caño en que estaba echado en la otra na- le juzgué por hombre de septenta años ó
ve de enmedio déste portal, fuésse la in- más. Era alto de cuerpo é seco é grave
dia , y el cacique se levantó é tomó el en el hablar, en tal manera, que cómo
banquillo que tenia á la cabecera é llevó- yo era nuevo en la tierra, é le fui á ver
lo en la mano é sentóse en él á par de la en compañia de un capellán del goberna-
comida. É assi como él fué sentado, vol- dor Diego Lopez de Salcedo, é otros dos
vió la mesma india é dióle aguamanos, é ó tres hombres de bien, é vido que aque-
lavóse las manos é la cara é comió de su llos me honraban, é nunca me quiso ha-
espacio. É assi como el cacique comencó blar ni responder, hasta que la lengua le
á comer, truxeron de comer á los princi- dixo que era yo capitán é criado del Em-
pales otras indias pescado assimesmo, é perador, nuestro Señor, é pariente del
sentáronse á comer los más dellos juntos gobernador. Y estonces trocó la grave-
sobre los banquillos en çircuyto, puestos dad , é me mostró otra cara, é respondió
entre las unas é las otras esteras en el á lo que le preguntaba, como hombre de
medio de la latitud de aquel portal ó bar- gentil entendimiento, y en la verdad mos-
bacoa; é algunos otros de los dichos prin- traba bien la ventaja de su persona. É
cipales se estuvieron.echados é no co- quiso saber mi nombre é qué debdo te-
mieron sino pocos, y estos eran los más nia con el gobernador ; é aquel padre clé-
baxos é apartados de los que allí avia rigo le dixo que la muger del gober-
desviados del dicho escaño. Yo no sabré nador é la mia eran primas, é desde á \
decir si esto era por indispusieron de en- más de dos horas preguntó en mi ausen-
fermedad ó menos quilates del valor de cia á un criado mió este debdo é mi nom-
sus personas. bre , por ver si le engañaba el clérigo, y
Cómo el cacique ovo comido, se le- en fin quedamos amigos.
vantó é salió de la plaça solo, á lo que Una manera de jugar ó de voltear
bien le estuvo ó á se proveer de alguna usan los indios en Nicaragua, que no
vaquaçion natural, ó porque assi fuesse su dexa de dar admiración á los que no lo
costumbre. Y en tanto la india, que le tru- han visto, y es de la manera que aqui
xo de comer, llevó los relives de la co- está pintado (Lám. V.*, figura //.*) : que
mida é las vassijas é higueras, en que lo hacen una horca de tres palos, los dos
avia traydo ; é tornado el cacique, tomó fixos en tierra y el alto atravessado é
aquel su banquillo ó duho por su mano, muy bien atado sobre dos horcones; y en
112 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
estos horcones unos palos cortos atados dençia, é truxo dos muchachos que vol*
para que sirvan de escalones por donde teaban en este artificio ó rehilero, y eran
suban los volteadores al palo atravessado de la lengua de los chorotegas; pero des-
alto (ó á lo menos el uno de los que han pues vi yo el mesmo artificio ó columpio
de voltear, porque el otro desde tierra en aquella gobernación de Nicaragua, é
puede ponerse como ha de estar). Y en llámanle comelagatoazte. Es exerçiçio pa-
aquella horca ó palo alto anda otro horada- ra mancebos é muchachos, para hacerse
do é más gruesso que dos de los otros ó más sueltos é hábiles, é mostrar por su
como ambos horcones; pero es de madera placer una cosa que á otros servia de
ligeríssima, assi como çigua ó çeyba ú passatiempo é á los que lo hacen de con-
otros tales ó guaçuma, que son maderas tentamiento. Lo qual es de la manera que
livianas; é á aqueste palo gruesso dán- aqui lo he debuxado por lo dar mejor á
le tal medida, que quando los extremos entender, porque, como he dicho otras
del están en la parte inferior ó baxa, haya veces, muy al propóssito é del que lee es
tres palmos ó quatro , porque el que vol- el debuxo para quel auctor mejor sea en-
tea no toque con la cabeça en tierra. É tendido, y el que lee más enteramente
cerca de los extremos hay otros dos pa- quede informado. También vi este juego
los, que passan de parte á parte el palo en la plaça de Tecoatega, y por esso me
que anda alrededor, á los quales se tienen paresció ponerlo aqui; porque aquel ca-
los que voltean. Es sin dubda cosa para cique era el de más auctoridad de todos
holgar, viéndola, é de ningún peligro (esta los que yo vi en aquella tierra é de los
manera de rehilero ) ; é assi anda alrede- mayores señores délia. Y aquel portal ó
dor tan resçio é con tanta violencia como barbacoa en quél estaba é sus principa-
un rehilero, por el contrapesso quel un les , segund he dicho, otros muchos ca-
volteador hace al otro. La primera vez ciques lo tenían, assi como Mistega é
que yo vi este rehilero fué en Panamá en otros muchos, que eran señores principa-
casa del gobernador Pedrarias Dávila, les en aquella gobernación de Nica-
quando vino de Nicaragua á hacer resi- ragua.

CAPITULO XIV.
De la muerte del gobernador Pedrarias Dávila, por la qual quedó el licenciado Francisco de Castañeda al-
calde mayor en la gobernación cierto tiempo, é quando supo que ybaproveydo del officio el gobernador
Rodrigo de Contreras fue'sse al Perú , por no atender la residencia ; é también se tractan otras cosas, que
tocan á la historia, con ia brevedad que se requiere en semejantes materias.

ILra ya el gobernador Pedrarias Dávila licenciado Francisco de Castañeda, su al-


hombre constituydo en mucha edad, é calde mayor é contador officiai de Sus
antes passaba de ochenta años que no le Magestades: el qual se dio todo el re-
faltaba alguno para llegar á ellos, é aun cabdo quél pudo á enriquesçerse ; é pú-
segund deçia, eran noventa. Y cómo fué dolo bien hacer, pues no le quedó quien
hombre templado en el comer y en el re- le fuesse á la mano. Más como en Espa-
gimiento de su persona, conservóse has- ña se supo que Pedrarias era muerto, fué
ta la edad que tengo dicho, que lo llevó proveydo de la gobernación de Nicaragua
Dios en la cibdad de Leon de Nicaragua. Rodrigo de Contreras, un cavallero de
É quedó en el cargo de la gobernación el Segovia, yerno del mesmo Pedrarias, ca-
DE INDIAS. LIB. XLÍI. CAP. XIV 113

sado con doña Maria, su hija, hombre á cierta entrada, lo enviaron á llamar es-
de gentil criança é prudente, é bastante tos señores de la Audiencia de Sus Ma-
para el cargo é otro mayor, al quai el gestades , é vino aqui con el dicho Or-
Emperador, nuestro señor, hiço su capi- tal, muy trabados en sus libelos; é des-
tán general gobernador de Nicaragua é pués que en aquellos se puso silencio, fué
sus anexos. É assi cómo el licenciado á España el dicho licenciado, porque los
Castañeda supo que Rodrigo de Contre- señores del Consejo de Indias querían pe-
ras yba por gobernador, acordó de po- dirle cuenta dessos sus caminos en el car-
ner tierra é mar en medio, á no dar lu- go de Nicaragua.
gar á que personalmente fucsse fatigado En tanto, desde que Rodrigo de Con-
con la residencia, que avia de hacer, ni treras fué á aquella tierra, estuvo exerçi-
atender á los que avia querellosos del; é tando su officio, como buen gobernador,
fuéssé al Perú, donde se hiço rico muy é tuvo en paz é buena justicia aquellas
presto y en cantidad de muchos millares tierras é provincias, que por Su Magestad
de pessos de oro, que por allá ovo. E có- le fueron encomendadas, é procurando
mo los de Nicaragua dieron noticia á Sus la conversion ó buen tractamiento de los
Magestades de la fuga del licenciado, fué indios para que viniessen á conosçer á
proveydo que lo llevassen á Castilla. Esto Dios. Porque en la verdad, de todos
no se pudo facer, porque él estaba léxos aquellos baptiçados por el capitán Gil Gon-
por estonces; mas como después, desde al- çalez Dávila, é después por los goberna-
gún tiempo, vino á esta Isla, el presiden- dores Diego Lopez de Salcedo é Pedra-
te y los señores oydores desta Real Au- das Dávila, é por el padre comendador
diencia enviaron por él al puerto de la de la Merced, fray Francisco de Bobadilla
Yaguana, desde donde fué traydo á esta é por el protector Diego Alvarez Osorio,
cibdad. Y aquí él se dio tal recabdo, aun- electo de obispo de la dicha Nicaragua,
que estaba en son de presso, que lo en- lodos aquellos baptiçados fueron como
viaron por juzgar á la isla de las Perlas é acelerados, é tan poco exerçitados los
á la Tierra-Firme, entre el gobernador que los resçibieron en las cosas de nues-
Hierónimo Dortal y el gobernador Anto- tra sancta fée cathólica, que los más, ó
nio Sedeño. É porque en otras partes es- quassi todos, no tuvieron de chripstianos
tá dicho el subçesso de su camino, no ha- sino el nombre ; é aun esse en particular
ce aqui al caso decirlo, sino que allá en ó el proprio que se les dio con el agua del
pocos meses ovo más qucxosos del de los Espíritu Sancto lo olvidaron, é no les
que primero lo estaban, y el Hierónimo quedó en la memoria tampoco como las
Dortal el primero, por cuyo juez el yba, otras cosas que convenía saber para que
é á desagraviarle, é quedaron amigos. Y se sal vassen.
estando el Castañeda dando orden para yr

TOMO IV 15
4H HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XV.
De Jo que intervino á un milite, vecino de la cibdad de Leon de Nicaragua, con una çorrillu de las he-
diondas.

JL orque á este libro compete lo que aqui amo, á buscar el agua para se lavar.
se dirá, pues acaesció en la gobernación Yo le oy decir á este hombre, en la
de Nicaragua en el tiempo que yo estuve mesma Leon, que en todo aquel mes
en ella, é no léxos de la cibdad de Leon, no le supo bien cosa que comiesse, ni
dirélo aqui en tanto que otras cosas vie- los perros quisieron comer en dos ó tres
nen á mi noticia; é fué aquesto. dias, sino salíanse de casa é comían
Un español, yendo en su caballo é con hierba que su destinlo les enseñaba que
una lança en la mano, é ciertos con él, debia serles provechosa contra aquel
topó acaso con una çorrilla dessas hedion- impedimento que tenían. Ni el caballo
das, é hallóse tan çerca della que le dio en aquellos ocho dias no comió tanto
con la lança un quinchon é la atravessó mahiz ni hierba como en un solo dia so-
é mató ; y encontinente los perros, quas- lia comer , estando bueno. É assi la si-
si al tiempo quel cavallero la hirió, lle- lla é ropa della como el vestido del que
garon dos dellos á la morder, é tan pres- mató la çorrilla, é su lança, fué menes-
to como la mordieron la soltaron, é se ter que muchas veçes se lavasse é sahu-
apartaron estornudando; y el un perro masse hasta que perdió aquel mal olor,
eomencó á revessar y echar lo que tenia que se avia fixado de tal manera, como
en el vientre ó avia comido aquel dia, y es dicho, que fué menester todas essas
el caballo, como era de mañana é le to- diligencias para que perdiesse aquel he-
mó ayuno, también revessó mucha cóle- dor.* É porque deste animal se tracta
ra. Y en hiriéndola, soltó la lança, que no en el libro XII, capítulo XVII, é assimes-
pudo tenerla ; porque por ella hasta arri- mo en el libro XXIV, capítulo XIII, allí
ba le fué aquella infiçion é mal olor, é puede el letor ocurrir, si más se quisiere
le penetró de manera que desviado de informar deste animal; é púsose aqui,
allí á sotavento de aquel animal, por no porque, como he dicho, esto acaesció es-
se inficionar más, se apartó é vomitó co- tando yo en aquella tierra. É muchos ani-
mo he dicho, y el caballo eomencó á se males hay destos, assi en Nicaragua co-
revolcar. É ios perros, después de se mo en otras muchas partes de la Tierra-
aver estregado é volcado muchas ve- Firme , donde yo las he visto algunas, é
ces en tierra, se fueron, sin aguardar á su de muchas he sentido su mal olor.

* En esta parte hay una laguna en el códice au- Patrimonial de S. M., de que hicimos mención en
tógrafo, la cual se suple por el MS. de la Biblioteca la Advertencia que precede al tomo I.
DE INDIAS. LIB. XLII. CAP. XVI. 4 15

CAPITULO XVI.
En el quai se (racta del licenciado Francisco de Castañeda, é de su vîda é muerte, despues que desde
aquesta cibdad de Sancto Domingo de la Isla Española fué á España á dar cuenta de sus obras . é tam-
bién se dirá alguna cosa del subçesso del gobernador Rodrigo de Contreras, é de su yda á España.

ÍLS el caso quel licenciado Castañeda dio cribanos , que comen é viven desso, no
la cuenta cómo vivió, é acusándole el fis- curaré de tocar más en tales materias;
cal del Consejo de Indias, murió él defen- salvo que se puede tener por cierto que
diendo su justicia ; pero él murió con ruin Rodrigo de Contreras es buen cavallero,
estimación, é con su muerte se acabaron é si en algo ignoró la justicia, no fué con
las contiendas, que tuvo muchas. É Ro- voluntad de errar ni ofender á nadie, aun-
drigo de Contreras, gobernador de Nica- que en aquella tierra no faltan tales veci-
ragua , fué por las suyas á España, don- nos que hagan errar á quien los ha de te-
de en el Consejo Real de Indias pendie- ner en justicia, porque como son gente
ron sus diferencias, é después tornó á la tan diverssa en calidad y en obras, solo
tierra de su gobernación. Pero porque to- Dios basta á contentar tal gente é á saber-
dos essos litigios no son para historias tan la gobernar.
al propóssito como al de los letrados y es-
Este es el quinto libro de la tercera parte, y es quadragéssimo tercero de la Gene-
ral y natural historia de las Indias, Islas y Tierra-Firme del mar Océano de la co-
rona é çeptro real de los Reyes é reynos de Castilla é de Leon : el quai tracta de
la gobernación de Castilla del Oro, y en especial de la costa é mares australes,
porque lo demás, que á esta gobernación toca, ya se dixo en el libro XXIX de la
segunda parte ó tercer volumen destas historias.

CAPITULO i.
En el qual se Iractan algunas cosas en general de la gobernación de Castilla del Oro, concernientes à la
costa del Sur é á sus límites desde Panamá, assi al Poniente como al Levante.

Uicho se ha en el prohemio * los límites, sitores ni contradiçion ; é assi Pedrarias


que á esta gobernación le concedió el ca- se extendió por allí lo que pudo, é un al-
thólico Rey don Fernando. Vengamos á calde mayor suyo, llamado el licenciado
los que tiene en la costa de la mar del Espinosa, pobló á Nata , que está treyn-
Sur. Digo assi, pues, que pues por la cos- ta leguas de Panamá al Poniente, harto
ta del Norte tiene hasta Veragua, que lo más baxa que Veragua, en la otra costa
que con aquel corresponde en la costa del é opóssito al Norte. E después por essa
Sur puede ser la punta de Chame, que costa abaxo se extendió el dicho Pedra-
está quince leguas al Poniente de Pana- rias Dávila hasta Nicaragua, é la comen-
má , é desde allí para arriba seria Castilla có á poblar en perjuyçio del capitán Gil
del Oro al Oriente hasta lo que respon- Gonçalez Dávila, por mandado de su te-
diesse ó responde de Norte á Sur. Pero niente Francisco Hernandez, al qual gra-
cómo los gobernadores siempre quieren tificó como la historia lo ha contado en el
ensanchar su jurisdiçion, hacen lo que les libro precedente. Assi que, á Castilla del
paresçe, en especial donde no hay opo- Oro no la avria yo por más de hasta la

Ni por el códice original, donde falta el prin- que no parecía carecer de algún interés, pues que
cipio de este libro , ni por el MS. de la Biblioteca se hablaba en él de la circunscripción de términos
particular de S. M., donde no existe el prohemio á de la gobernación de Castilla del Oro, principalmen-
que alude Oviedo, es ya posible completar como te en el interior de dicha comarca.
fuera de desear, esta parte de la Historia de Indias,
DE INDIAS. LIB. XLIII. CAP. I. 117
punta de Chame á la parle del Poniente los naturales dan á su patria, assi en los
en esta costa, conforme á los límites pri- puertos é rios é ancones é promontorio s
meros asignados á Pedrarias ; pero en es- é provincias, como en todas las otras co-
to la voluntad del príncipe sea ley , é ca- sas; pero cada marinero é capitán quita
da dia enmiendan é cresçen é acortan, é é pone lo que se le antoja, é lo nombra
á sus provissiones é mandamientos nos como quiere, unos por su devoción, é
atengamos. En este caso sé decir que la otros con envidia ó malicia porque se ol-
lengua de Cueva es mucha tierra en aque- vide el premio de los primeros. É porque
lla gobernación, é acábase en la provin- de los primeros pilotos que llevaron los
cia de Chame, ques en la mitad del ca- capitanes Francisco Piçarro é Diego de
mino que hay desde Panamá á Nata, que Almagro, quando se encargaron de la
son quince leguas de Panamá é otras tan- empressa de aquella tierra austral, yo
tas á Nata ; é desde la dicha Chame ade- tengo una figura qucllos mesmos y el ca-
lante hacia Nata é al Poniente hay mucha pitán Diego de Almagro me dieron en Pa-
diverssidad de lenguas, y en poco espa- namá , año de mili é quinientos é veyntc
cio de tierra son tan diferentes que no se y seys, póngola aqui (Lám. IV.11); y los
entienden los unos indios á los otros, que pilotos eran Bartolomé Ruiz de Estrada
son sus vecinos por la parte del Oriente. é un Péñate. É yo la tengo por más cier-
En la costa del Sur tiene Castilla del Oro ta que las cartas de hasta aqui, hablan-
todo lo que tengo dicho en el prohemio, do sin perjuyçio de ninguno, porque sé
ques lo que tienen los gobernadores é go- yo que los pilotos que digo, todo lo que
bernaciones que declaré; pero pues al hay en esta figura lo anduvieron é vie-
adelantado Andagoya le han dado la más ron muchas é muchas veces en los navios
próxima gobernación de Castilla del Oro, de los dichos capitanes. Pues cotejada
no sé cómo se partirán essos límites, por- con la carta, ni consuenan los nombres
que él verná hacia el golpho de Sanct Mi- ni se conforman las figuras. Pienso yo
guel , é los de Castilla del Oro yrán hacia quel rio que está más acá del de Sanct
el rio de Sanct Johan. Desde la costa del Johan, que la carta llama del Perú, es el
golpho de Sanct Miguel adelante, á mi que estotra figura llama de Cartagena. As-
cuenta, responde el cabo de la Vela, cor- si que, estas congecturas é dubdas nas-
riendo al otro polo antartico de Norte á çen de la mutación de los nombres, é no
Sur quarenta leguas, poco más ó menos, es poco inconviniente á los que navegan,
al Oçidente de la boca oriental del Estre- ni poca confussion á los que dessean saber
cho de Magallanes; mas aunque corriesse verdad : é cómo yo busco aquesta, todo
á Castilla del Oro desde la mitad del gol- lo que cansada á otros, me pone más vo-
pho de Urabá, que son ciento é cinqüen- luntad de inquirirla, me dá la certinidad
ta leguas más al Poniente quel cabo de la dcstas materias; y este fué el propóssito
Vela en tierra, todas las otras quatro con que aqui puse la figura que los que
gobernaciones australes caen dentro de he dicho me dieron, desde la cibdad de
Castilla del Oro ; pero en fin no se avia Panamá hasta el rio de Sanctiago.
de contentar con lo que quedare averi- Pienso yo que de allí adelante hay al
guado con los límites de Andagoya. pressente muchos hombres de la mar é de
Dicho he muchas veces en aquestas his- la tierra que sabrán pintar é poner lo de-
torias, que quisiera é fuera útil á la geo- más por la mucha continuación que des-
graphia é assiento de la tierra, que dexa- pués ha tenido la navegación de aquellas
ran en su ser los nombres proprios que partes é mares australes : é no me quiero
118 HISTORÍA GENERAL Y NATURAL
detener más en esto, pues lo dicho basta Ha del Oro en la mar del Sur y en aquc-
para dar á entender lo que toca á Casti- lia costa de Panamá al Leste é al Hueste.

CAPITULO II.
En el quai se tracta de algunas particularidades de aquesta costa de Panamá en la mar del Sur , é de otras
cosas convinientes al discurso de la historia.

\je la poca justicia que ha ávido en es- aquellas, me dixo que no eran piedras,
ta gobernación de Castilla del Oro hasta sino canica de los lagartos grandes ó co-
el tiempo del doctor Robles, dicho se ha catriçes. Estonces yo tomé á algunos in-
en el libro XXIX, y placerá á Dios que dios aparte, é separados pregúnteles qué
desde el adelantado se mejore, assi en la cosa era aquello, é cada uno dixo que
buena gobernación como en la conversion era canica : estonces yo les pregunté que
de los indios, aunque son ya tan pocos, quién echaba aquella canica, é dixeron
respecto de los que avia quando Pedra- que los lagartos grandes como comen
rias Dávila fué á aquella tierra, que se guijarros, los desienten é se salen en tier-
puede tener quassi por despoblada. Pero ra á hacer cámara por baxo, y echan
pues ya no puede dexar de ser lo que aquella cosa ó canica blanda é como es-
passó, más valdrian essos pocos que que- ponjada , é con el sol y el ayre luego se
dan convertidos, que en lo de la gober- hacen duras é ligeras aquellas piedras,
nación el tiempo mostrará la enmienda. como corcho ú otra cosa ligera ; é se an-
Llaman los indios á la hienda del hom- dan sobre el agua. É son mejores que la
bre , é á qualquiera otra suciedad seme- piedra pomes y el esmeril para raspar é
jante , de qualquiera animal que sea, ca- limpiarlas espadas, é no las rascuñan;
nica, en lengua de Cueva. Tráese aquesto é quando no avia espaderos, con estas
al propóssito de un notable que cerca des- tales piedras, ó lo quello es, limpiaban
to yo averigüé con indios en aquesta go- los españoles sus espadas. A mí me vino
bernación , en especial en la villa de Na- luego á la memoria que he visto hallar-
ta , delante de algunos chripstianos, hom- les á estos lagartos una espuerta de gui-
bres de bien, é fué desta manera. Yo jarros en el cuerpo, é también me acor-
tenia en la cinta una espada, y en es- dé que dicen que los cocatriçes no tienen
tas partes, como la tierra es húmeda mu- espiráculo, por donde purguen lo que di-
cho , témanse de orín muy presto todas gisten , sino por la boca, é suenan é me-
las armas ; y en una possada donde yo nean la mandíbula alta como la baxa : é
estaba, vi una piedra, que me paresció assi la mandan ó menean estos lagartos;
como piedra pomes ó esmeril, é saqué mi pero tienen agujero abaxo por donde
espada de la cinta é düa á un page mió purguen.
(que estaba bien mohosa) é mándele que Una pesquería notable se me ofresció
le diesse con la dicha piedra raspando la desta gobernación, é aun en otra que di-
espada, é la limpió muy bien. Yo quise ré hay lo mesmo, y es de aquesta mane-
guardar la piedra, é díxome uno de aque- ra. En las islas de Taboga, que están en-
llos hidalgos españoles que no curasse de frente de Panamá pobladas de indios é de
guardarla, que quantas quisiesse de aque- grangerias de chripstianos, que están de
llas se hallarían presto por la costa; é la costa de la Tierra-Firme á legua é á
preguntando yo que qué piedras eran legua é media é poco más é menos, y en
DE INDIAS. LIB. XLIIÍ. CAP. II. 419
especial en una en que tiene hacienda un Grillos hay en esta gobernación, poco
hidalgo, vecino é regidor de Panamá, que menos dañosos que los ratones, é cantan
se diçe Alvaro del Guijo, acaesçe una ma- assi como los de Castilla; pero son malos
nera de pesquería estraña é de mucho para la ropa, que la roen é hacen peda-
placer, y es assi. Que en el invierno, que ços : lo qual experimentó de tai manera
son los meses de mayo é junio é julio é un sayo mió de paño de Valencia, en Pa-
agosto principalmente, é aun algunas ve- namá, que en una noche sola me lo de-
ces en los meses del verano, que son los xaron tal que no me lo pude vestir otro
de noviembre é diciembre y enero é fe- dia.
brero, á ciertos tiempos, é señaladamen- Una gentil particularidad quiero yo que
te dos veces en el mes (pero por la ma- quede notada en esta costa de Panamá y
yor parte siempre es más usado en las en la del Norte en el Nombre de Dios, y
menguantes de la luna) viene innumera- es que en Panamá los vientos Sueste é
ble cantidad de agujas paladares, é tras Sur é Sudueste son sanos, y el Leste é
ellas muchos tiburones é marraxos é otros Hueste son neutrales; y en la costa de
pescados grandes para se las comer. É Tierra-Firme, en el Nombre de Dios, es-
vienen las agujas huyendo á la playa has- tos neutrales lo son también en estotra
ta tierra, é los pescados assimesmo, por costa, é son enfermos los que dixe que
grandes que sean ; é pónense en banda los eran sanos en Panamá ; é los que en Pa-
indios con sendos palos en las manos, é namá son enfermos, assi como Norueste
matan á palos muchas délias, é tantas, é Norte é Nordeste, essos son sanos en
que acaesçe en un dia matar doscientas el Nombre de Dios. De manera que los
délias, é más é menos, un solo indio, é vientos de sobre la tierra son enfermos,
assi por consiguiente los otros indios to- é los que vienen sobre la mar, son sanos
dos que en la pesquería allí se hallan. Y é buenos : esto es muy probada cosa, é
dixe de susso de Alvaro del Guijo, por- no solamente allí, pero en esta isla nues-
que algunas veces me envió él en Panamá tra Española y en cada parte que se qui-
algunas dessas agujas, é son muy buen siere mirar en ello.
pescado ; é lo mesmo vi yo en la isla de En el libro XXIX, capítulo XXII, se
Pocosi la noche que la luna fué llena, dixo cómo los capitanes Francisco Piçar-
quel piloto Johan Cabeças, con poca gen- ro é Diego de Almagro fueron á descu-
te, mató de la mesma manera en mi pres- brir por la mar del Sur, aviendo hecho
sençia más de quinientas agujas destas; é compañia con el maestrescuela don Fran-
venían tantos tiburones tras essas agujas, cisco de Luque; é para este descubri-
que una noche mató trece dellos. Aque- miento dieron una quarta parte al gober-
lla isla es en el golpho de Nicaragua, alias nador Pedrarias Dávila, á pérdida é ga-
de Orotiña. nancia; pero para aquel principio no dio
En esta gobernación, en la costa del dinero, sino palabras á la compañia. Y
Norte, en las minas de Careta, hay ani- en el capítulo siguiente del dicho li-
me blanco é bueno; é demás de lo ques bro XXIX dixe cómo vino á Panamá el
dicho, se halla en otras partes de Castilla capitán Almagro, é truxo oro é plata é
del Oro, y en otras partes de la dicha pro- buenas nuevas de aquella tierra, é dexa-
vincia , en las rayçes de algunos árboles ba al capitán Piçarro continuando el des-
de los que están orilla de la mar, é tan cubrimiento en la costa del rio de Sanct
junto al agua que cae de las rayçes en la Johan ; é allí se dixo cómo Almagro assi-
mar é se anda encima del agua. mesmo echó fuera á Pedrarias Dávila de
MO HISTORIA GENERAL Y NATURAL
la compañía é armada que traian en la cubrimiento é compañía destos capitanes,
mar del Sur, de su voluntad é por mill desde aquesta gobernación é cibdad de
pessos de oro que le dio. Quiero agora Panamá ovo principio ; é despues, é por
deçir alguna parte de las nuevas que este el grand subçesso é riqueça que se siguie-
capitán Almagro truxo de aquella tierra, ron , se hiço gobernación por sí aquella
porqu3 aunque adelante se tractará en su tierra austral, é se llamó la Nueva Cas-
libro particular en lo que paró este des- tilla.

CAPITULO III.
Cómo el eapilanDiego de Almagro vino de su descubrimiento á pedir gente é caballos, é quedó conti-
nuando la empressa su compañero el capitán Francisco Piçarro, é de las grandes nuevas que truxo de
aquella tierra.

1 o dixe en el libro XXIX, capítulo XXII, tro é de nuestros amigos, quereys dar la
cómo con licencia del gobernador Pedra- vuelta? Nunca Dios quiera que tal ver-
rias Dávila avia ydo á descubrir por la giiença resçibamos : yo no tengo de de-
costa del Sur, desde Panamá, el capitán xar este propóssito, sino yr adelante ». É
Pasqual de Andagoya, é vino de allá muy assi salió en tierra en la costa de aquel rio
enfermo é con mal subçesso, á causa de lo de Sanct Johan, y en cierta batalla ó re-
qual dexó la empressa é la tomaron Fran- cuentro que ovo con los indios, le quebra-
cisco Piçarro é Diego de Almagro, com- ron el un ojo é le mancaron de dos ó tres
pañeros en sus haciendas con el maes- dedos en la mano izquierda, é ovo otras
trescuela Francisco de Luque ; é Pedra- heridas, é le mataron algunos compañeros.
das los hiço capitanes é les dio licencia Pero él sanó, aunque con la lision ques
para yr á descubrir por la dicha costa é dicho, é vino á pedir á Panamá gente é
mares del Sur. Y el gobernador tomó com- caballos al gobernador para continuar la
pañía con estos capitanes y el clérigo, é empressa, creyendo que, pues era com-
hicieron su armada é fueron por la costa pañero con estos capitanes, que le favo-
del golpho de Sanct Miguel, la via del Pe- resçeria é ayudaría, pues que no avia
rú , del qual se tenia noticia desde el año gastado un maravedí hasta estonces, sino
de mili é quinientos é catorce quel capi- el clérigo é" los dichos capitanes. Y entró
tán Francisco Becerra avia andado por Francisco Piçarro con ciento é cinqüenta
aquella costa. É passaron adelante é lle- hombres, continuando la empressa, é ya
garon hasta el rio de Sanct Johan, é ha- les faltaban y eran muertos de los que
llaron tanta resistencia en los indios é tan llevaron otros sessenta ú ochenta de en-
mal aparejo en la tierra, que por la vo- fermedades é de mano de los indios. É
luntad de Francisco Piçarro la negocia- halló Almagro á Pedradas privado del of-
ción se dexara, aunque ya avian gastado ficio y en residencia ; é avia ydo por go-
la mayor parte de su hacienda y estaban bernador un cavallero de Córdova, lla-
muy adebdados. Estonces el Diego de Al- mado Pedro de los Rios, el qual dio
magro le dixo : « No se ha de dexar lo co- licencia al capitán Almagro para llevar
mençado, sin que se acaben nuestras vi- cinqüenta hombres para socorrer aquella
das é lo que más nos queda de nuestras armada. Esto era ya en el mes de sep-
haciendas. ¿Cómo agora, que avernos tiembre del año de mili é quinientos ó
gastado quanto avernos podido de lo nues- veynte y seys años; é con estos compa-
DE INDIAS. LIB. XLIII. CAP. III. 121
ñeros é seys caballos se partió Almagro Johan decían que de la otra parte de la
en busca del capitán Piçarro, su compa- sierra es la tierra llana, é que está un rio
ñero, en una cara vela, en que avia veni- muy grande; éque allí hay un grand señor,
do , de hasta quarenta é cinco toneladas que se dice el cacique Coquo, que tiene
de porte, é otra menor la mitad le avia mucho oro; éque pensaba el dicho Alma-
quedado á Piçarro en la costa de aquel gro é otros que aquel rio es el rio Grande,
rio de Sanct Johan. É con este socorro que corresponde á la culata del golpho de
se partió de Panamá un martes en la tar- Urabá. É díxome quél é su compañero
de , ocho dias de enero de mili é quinien- Francisco Piçarro avian enviado con el
tos é veynte y siete años. piloto Bartolomé Buiz á descubrir por la
Yo comuniqué con Almagro esta su em- costa del Levante, donde andaba su ar-
pressa , porque me hallé en este tiempo mada, é quel capitán Francisco Piçarro
en Panamá y era mucho mi amigo ; é me quedó con la gente, y el dicho Almagro
dixo hartas cosas más, que yo no creí, de vino por el socorro ques dicho. E quel pi-
las riqueçasde aquellas partes, quel tiem- loto corrió la costa ciento é cinqüenta le-
po ha mostrado que eran ciertas, é mu- guas , é llegó á estar en un grado ó gra-
cho más de lo quél me supo deçir. Y en- do y medio de la otra parte de la línia
tre otras cosas, preguntándole yo qué co- equinoçial, é descubrió tierra llana é sin
sa era aquella de la isla de Sanct Felipe, montes é poblada de muchos pueblos, é
que por otro nombre algunos llaman la vio población que turaba una legua ó más
Gorgona, me dixo ques una isla que ter- (que al paresçer serian quinientos bunios)
na de circunferencia dos leguas, é que é las labranças cerca dellos, é tierra apa-
está desviada de la costa de Tierra-Firme rejada para gente de caballo é para labrar
dentro en la costa ocho leguas, é que se é criar ganados, é tierra de pocos rios.
vieron en ella culebras tan grucssas como É despues que halló esta tierra, el tiempo
pipas, é que estas fueron causa de se des- le dio causa que buscasse puerto, donde
poblar, é á los indios naturales della, por- se réparasse, é volvió atrás ; é volviendo
que se los comían. Pero que los chrips- entró en el paraje de aquel pueblo gran-
tianos, como con arcabuces y escopetas de, que deçia que tenia una legua de po-
las tiraban, las ojeaban é se huian, é que blación, é le puso nombre el cabo de la
algunas avian muerto del tamaño ques di- Galera. É vido venir del bordo de la mar
cho , é menores : é que estas culebras co- un navio que hacia muy grand bulto, que
men muchos guabipiquinajes, que son co- paresçia vela latina, y el maestre é los que
mo liebres, é hay muchos é son buen con él yban se aparejaron para pelear, si
manjar. É que hay muchos pavos de los fuesse menester; é arribó sobrel navio é
bermejos é también de los negros, é mu- le tomaron, é hallaron que era un navio
chos patos é papagayos é otras aves de de tractantes de aquellas partes, que ve-
diverssos géneros ó raleas, é muchos ga- nian á hacer sus rescates, en el qual ve-
tos monillos : é que se avian dado catas nían hasta veynte personas, hombres ú
y era rica de minas de oro. Y es tierra mugeres é muchachos.
llana é de muchas arboledas é mucha La manera deste navio era de muy
pesquería é innumerables agujas, é que gruessos maderos reatados fuertemente
avia ostras de perlas, é que está á quin- con sogas resçias de henequén, con su al-
ce leguas del rio de Sanct Johan. cácar é retretes é gobernalles, velas é xar-
Díxome más este capitán Almagro, que çias é pótales de piedras grandes , tama-
los indios de la tierra del rio de Sanct ñas como piedras de barbero, que sirven
TOMO IV. 16
m HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en lugar de áncoras. Llevaban conchas co- descubrimiento, é vido que se continua-
loradas, de que hay en Chaquira, id est ba la tierra poblada mucha parte más de
sartales, como los de las islas de Canaria, çient leguas de las ciento é çinquenta que
que se venden al rey de Portugal para el descubrió; é visto que aquello bastaba,
rescate de Guinea ; é por estas dan los in- segund la instruçion que le fué dada, se
dios todo el oro é plata é ropas que traen volvió á dar la buena nueva. É llegado
de rescate. Traian muchos cántaros ne- adonde los capitanes estaban, ya Alma-
gros é mucha ropa de diverssas colores, gro é Piçarro estaban juntos, é cómo fue-
de lana, é camisas é ayubas, é mantas ron informados del dicho piloto Bartolo-
de colores muy labradas, paños blancos mé Ruiz, é del escribano é veedor é de
con franja, todo nuevo, para contracter; los que con él fueron, los dichos capita-
é lana de colores, tinta en lana é otras mu- nes fueron con toda la gente á se certifi-
chas cosas sutiles é muy primas, en que car de lo ques dicho. É llegados al prin-
paresçia bien ser gente entendida. Y eran çipio de la buena tierra, desembarcáronse
de buena dispusiçion de personas; mas la gente é caballos en un puerto, al qual
tienen alguna semejança de berberiscos. pusieron nombre la bahia de Sanct Ma-
Decían la manera de cómo sacan el oro; é theo : el qual es muy bueno é seguro, é
deçian que hay ovejas é que las tresqui- pueden descender con una plancha en
lan cada año, é que hay islas pobladas, tierra los caballos é gente. Y estándose
é que hay muchas perlas, é que duermen desembarcando, vinieron diez é ocho ca-
en camas con sábanas de algodón. Ado- noas grandes, é las más délias mayores
ran ciertos ydolos : sus armas son lanças que no las avian visto chripstianos en
é tiraderas é macanas, como los indios de aquellas partes, las proas é popas muy
Cueva en algunas partes, é que en otras grandes é altas, con ciertos edefiçios de
no tienen guerra. Salan los pescados, pa- madera en ellas del altor de un hombre:
ra su mantenimiento, como nosotros. Los é venian á la vela é al remo, é llenas de
indios andan vestidos con camisas, é las gente con armaduras de oro é de plata
indias con sus enaguas é camisas é man- en su cuerpo é bracos é cabeças; y en
tas echadas debaxo del braco, á manera aquel edefiçio, que traian en las popas de
tie moras ó canarias. Traen toque para las canoas, puestas muchas pieças de oro.
conosçer el oro é romana para pessarlo É llegaron cerca de nuestros navios, á
é pessar la plata labrada é otros metales, menos trecho de un tiro de piedra, y los
é conóscenlo muy bien: é traian cierta capitanes nuestros llamáronlos para que
cantidad de lo uno é de lo otro, é dieron se llegassen seguros ; pero los de las ca-
noticia que en la tierra avia muchas pie- noas no hicieron más de estar quedos mi-
dras de valor. rando, é volviéronse á su pueblo, que
Tomáronse cinco personas, porque los estaba de allí quatro ó cinco leguas.
demás se echaron al agua é los recogie- Otro dia siguiente fueron los capitanes
ron del dicho pueblo; mas quedó presso é gente á su pueblo, por tierra, é con los
el cacique ó capitán de aquel navio, y el caballos ; é llegados cerca del pueblo, á
maestre de la caravela lo hiço soltar, é un quarto de legua, salieron á ellos tres
que se fuesse é volviesse á rescatar sus mili hombres ó más, é començaron los
hijos que se tomaron allí. É no volvió, chripstianos á tractar paces ; é vueltos á
porque paresció despues que su tierra era su pueblo, se retruxeron á la otra parte
qua tro jornadas de allí, y el piloto no pu- del pueblo, de donde los españoles venian.
do esperar, é tornó á continuar el dicho É apossentados allí los chripstianos, toda-
DE INDIAS. LIB. XLIII. CAP. III. 123
via andaban en contrataciones de paces, siete, porque segund lo que avian visto
y estuvieron en esto çinco dias. Hallaron los chripstianos en los indios de las canoas
en todas las casas mucho mantenimiento ya dichas, en los que vieron en la tierra
de mahiz muy gruesso, é fésoles é pes- é por relación de indios que tomaron , la
cado é habas de comer : pescan con chin- cosa era muy riquíssima é de grande es-
chorros, y es la tierra abundantíssima de perança para lo de adelante, é tan cerca
grandes simenteras é huertas de buenas de Panamá que se podía yr é venir cada
fructas. año una ó dos veçes, é traer de allá mu-
Algunos chripstianos, que avian estado cho oro é plata é indios é otras cosas, que
en la Nueva España, deçian que esta era se esperaban hallar en aquella tierra.
mejor tierra mucho. Hallaron ánsares de Esto se ha puesto aqui en este libro co-
Castilla. Va sembrado el mahiz con mu- mo por origen é principio, de donde se
cha orden, é la caña del es tan alta como principió la buena ó mala ventura del ca-
mo una lança gineta. En aqueste pueblo pitán Francisco Piçarro é la mala del ca-
podría aver mill casas, é llámase Cata- pitán Diego de Almagro; pero en la ver-
mez. Pero como los capitanes vieron gran- dad ninguna tengo por buena del uno ni
díssimo número de pueblos é moltitud in- del otro, sino del que se salvasse, sali-
numerable de indios, é se hallaron con do destos laços del mundo. Lo demás que
poca gente, é considerando que este ne- toca á aquella conquista de las tierras é
gocio era de mucho pesso é sus tuercas mares australes, decirse ha en los libros
eran pocas, parescióles que se debian re- de adelante. É volvamos á nuestra mate-
coger con la gente é ponerla en una isla ria é gobernación de Castilla del Oro, en
de veynte leguas más acá, donde avia la qual hay poco que decir demás de lo
mantenimiento. É assi se hiço, é quedó que está dicho, porque en el libro XXIX
allí el capitán Francisco Piçarro, é volvió se dixo todo lo que se puede saber, é
á Panamá el capitán Diego de Almagro, aqui solamente se podrian decir los sub-
en uno de sus navios, á dar noticia de lo çessos del Nombre de Dios é de Panamá,
ques dicho al gobernador Pedro de Jos que son la puerta de aquella gobernación
Rios, á le pedir gente é llevar algunos ca- que impropriamente llamamos el Perú; y
ballos, porque les paresció á los dichos como esto ha sido todo contenciones, es
capitanes que con doscientos hombres mejor dexarlo, é decirse ha adelante
más de los que allá tenian é otros treyn- quando estas pararen é Gonçalo Piçarro
ta caballos, que en la primera entrada sea convertido al servicio é obidiençia del
que hiçiessen, en poco tiempo se podrian Emperador, nuestro señor, ó se sepa
aver más de doscientos mili pessos de oro. puntualmente en qué paran los subçes-
Esta vuelta de Almagro fué aquel raes- sos de aquellas partes.
mo año de mili é quinientos é veynte y
Aqueste es el sexto libro de la tercera parte, ques quadragéssimo quarto de la Na-
tural y general Historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano de la
corona é çeptro real de los Reyes é reynos de Castilla é de Leon : el quai tracta
de la gobernación del rio de Sanct Johan é del Perú é sus anexos.

PROHEMIO'.

Oon tan dignas de saber las obras de tas monedas, y el comprador se defen-
natura y el assiento del mundo, que de- dió de la hambre, y el vendedor murió
xada la Sagrada leçion aparte de nuestra por no tener qué comer *. Pues en estas
fé cathólica é Testamento Viejo é Nuevo, historias, si aves, letor, leydo dende su
ninguna otra me paresçe que puede ser principio, avrés topado otro más caro y
más aplacible, ni en que el tiempo mejor espantable manjar quel de los topos, y
se gaste, ó mejor diciendo no gastado que cuesta el ánima é aprovecha poco al
sino bien empleándose, hallar ocasión de cuerpo ; y es que de nesçessidad se han
muchas maneras para dar gracias á Dios, comido unos chripstianos á otros. De lo
que es el que tantas é tan grandes é tan qual podes conjecturar quántas más mo-
continuas é tan nuevas maravillas, é por nedas dieran los tales hambrientos por
tantos é tan diverssos caminos é formas hallar qué comer que no dio esse otro
nos descubre cómo le podamos mejor co- por el topo. Grandes son las desaventu-
nosçer, é conosçiéndole servir como á ras que los hombres han passado en estas
tan soberano Señor nuestro. Escribe Pu- nuestras Indias, é intolerables muchas dé-
nió que teniendo Anibal cercada á Ca- lias , é las más buscadas por los que las
selino, un topo fué vendido por doscien- han padesçido. Mas á la verdad no tan

* Este proemio falta en el MS. de la Biblioteca fo , de donde se toma.


particular de S. M. ; pero no en el códice autógra- \ Plinio, lib. VIH, cap. 65.
DE INDIAS. LIB. LXIV. PR0HEM10. 125

sin causa como honestamente ofresçidos tificará su persona. É quando lo uno é lo


á ellas los hombres de bien que nasçieron otro acá faltare, avrá bien empleado su
pobres é obligados á seguir el hábito mi- tiempo, y si la riqueça del suelo faltare,
litar , ques una regla harto más estrecha no quedará sin mejor galardón en la otra
que la de Cartuxa é de mayor peligro; vida.
pues que los religiosos tales, aunque no Con este desseo se movió un hidalgo,
hablen ni coman carne, tienen buenas llamado Pasqual de Andagoya, á pedir al
casas é otros manjares é refrigerios assaz gobernador de Castilla del Oro, Pedrarias
para se sustentar é vivir descansados, si Dávila, licencia para yr desde Panamá á
quieren, con su clausura, é sus ánimas es- buscar el cacique del Perú, é por aquella
tán seguras, si temen á Dios, á quien sir- costa á descubrir, el año de mili é quinien-
ven, é le aman como deben. Pero el po- tos é veynte y çinco. É ávida la licencia,
bre soldado, que ni sabe dónde vá, ni en fué con cierta armada é gente, é salióle
qué anda, ni adonde parará, ni ha de de- su pensamiento muy al revés, é oviérase
xar de navegar por la mar, ni de pelear de ahogar, é tornóse á Panamá gastado
en ella ni en la tierra, ni de trabaxar con- y enfermo. Estonces tomaron la empres-
tinuamente , no ayunando, comiendo una sa mesma los capitanes Francisco Piçarro
vez al dia, como los frayles, sino passan- é Diego de Almagro, como más larga-
do uno é otro é otros sin manjar alguno, mente se dirá adelante en los libros XLVI
ni beber gota de agua ; helándose con las é XLV1I.
nieves, ahogándose de calor en los de- Tornado á Panamá el dicho Andago-
siertos y ríos, y passándolos sin puentes, ya , después de aver descubierto hasta el
y padesçiendo tantos y tan diverssos tra- rio de Sanct Johan de aquella costa, es-
baxos que son incontables. Y esta es su tuvo algún tiempo allí residiendo como
regla, é su orden no tener orden, ni co- uno de los regidores de aquella repúbli-
sa que suya sea, ni esté menos de obliga- ca , é hícose assaz rico, seyendo teniente
da á la muerte su persona á cada passo. del gobernador Francisco de Barrionue-
Y háse de haçer assi, y no es hombre ni vo. Pero vino allí por juez un licenciado
meresçe ser ávido por tal el milite, que á llamado Pero Vazquez, é queriéndole ha-
todo no se pone. Porque assi como dixo cer pobre, le tracto de manera que le en-
Marco Tullio Cicerón quel decreto del Se- vió presso á España, é condenado por
nado estaba encerrado, no menos que si ciertas sentencias: de las quales allá, no
se estuviesse en los libros, ó como el cu- solamente fué absuelto, pero hícole el
chillo en la vayna *, assi digo yo que son Emperador, nuestro señor, señaladas
los varones sin expiriençia. Y conviene, mercedes, y ennoblesció su persona con
para tenerla é ser valerosos, que prueben título de don é su adelantado é capitán
todos estos desasosiegos é peligros (á lo general é gobernador del dicho rio de
menos en el tiempo que la edad lo requie- Sanct Johan é otras provincias con sus
re), con tanto quel intento sea de servir anexos. La qual tierra fué á poblar el año
á Dios y al rey. É arrimado el militar offi- de mili é quinientos é quarenta, como
cio á estos dos pilares, el que assi se más largamente se tractará en este pres-
exerçitare terna de Dios segura la vida sente libro, segund el discurso de sus
con que los peligros se comporten; é subçessos. A lo menos diré lo que en mi
quedando con ella, honrarále el rey é gra- tiempo viniere á mi noticia ; é quien me

i Salust., De bello Cathilinario.


12G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
subçediere en estos tractados acresçiente del rio de Sanct Johan , al qual plega á
lo que le ocurriere en este y en todos Dios que le dé mejor fin que lo suelen ha-
ellos. Porque esta nuestra madre no se cer otros de tal título en estas partes. Y
quexe de todos (á lo menos de aquellos pues, como dice Job *, el hombre nasçe
que lo pudieren haçer é supieren conti- para la fatiga y el ave para volar, vea-
nuándolo, satisfacerla), é digo madre, mos lo que subcederá desta provincia é
porque Marco Tullio Cicerón madre de la rio tan nombrado, del quai al pressente
vida nuestra llama á la historia. Assi que, se dicen muchas cosas á pro é á contra,
comencemos aqui á tractar en lo que to- y el tiempo ha de mostrar lo que délias
ca al adelantado don Pasqual de Andago- se debe tener por cierto é no fabuloso.
ya é á su nueva empressa é gobernación

CAPITULO i.
En el qual'se tracta de la persona del adelantado don Pasqual de Andagoya é de su principio é origen, é
cómo fué á poblar el rio de Sanct Johan en la mar del Sur, é otras cosas que la historia é orden della pi-
den para su principio.

K asqual de Andagoya, natural del con- namá: é andando por allá, se oviera de
dado de Vizcaya en el valle de Quartan- ahogar en una canoa, porque son navios
go, ques á tres leguas de la villa de Ta- de poco sosten é llanos debaxo como ar-
vira de Durango, é una é media de la cib- tesas , de las quales yo dixe su forma en
dad de Orduña, fué hijo de un hidalgo lla- la primera parte destas historias, en el
mado Johan Ibañez de Arça. Este, seyen- libro VI, capítulo IV. Y aun Vegeçio, en
do mancebo, passó á la Tierra-Firme el aquel su tractado del Arte militar, habla
año de mili é quinientos y catorce, en ser- en cierta manera de navios, que pienso
vicio del gobernador Pedrarias Dávila ; é yo, segund lo que escribe, que aquellos
despues que algún tiempo le sirvió, le dio eran como aquestas canoas. Quedó Pas-
indios de repartimiento é le casó con una qual de Andagoya del mal subçesso de
doncella de su muger, doña Isabel de Bo- su camino muy gastado y enfermo, é vol-
badilla, á la qual llamaban...* de Tovar: vióse á Panamá é dexó la empressa ; é
laquai viviendo, y estando ya rico, pidió tomáronla los capitanes Piçarro é Alma-
licencia al gobernador para yr á descu- gro , como se dixo en el prohemio.
brir el cacique del Perd é la costa adelan- Despues que convalesció é sanó de su
te del golpho de Sanct Miguel. É Pedra- enfermedad, se tornó á reparar é ganó más
rias le hiço su capitán, é con su licencia hacienda, é se le murió la muger en Pa-
fué á buscar aquel cacique, del qual avia namá el año de mili é quinientos é ve yu-
dado noticia, diez años ó más avia, el ca- te y nueve: é después, el de mili é qui-
pitán Francisco Becerra. É deste viage nientos é treynta, vino á esta cibdad de
descubrió el dicho Andagoya el rio de Sancto Domingo de la Isla Española é se
Sanct Johan, que está en dos grados de casó segunda vez con una doncella, llama-
aquesta parte de la línia equinoçial, en la da doña Mayor Mexia, é la llevó á Pa-
mesma costa de la Tierra-Firme é de Pa- namá. É cómo fué por gobernador Fran-

1 Job, cap. V. el códice autógrafo como en el MS. de la Bibliote-


* El nombre de esta dama esta en claro, asi en ca particular de S. M., que tenemos presente.
DE INDIAS. LIB. XLIV. GAP. I. m
çisco de Barrionuevo, hiço su teniente al dor , nuestro señor, le hiço por sus ser-
dicho Pasqual de Andagoya, en el qual vicios, é con títulos de honor, como se di-
officio ó en el tiempo que le tuvo, como xo de susso. É tornando de Castilla, passó
se truxo mucho oro é plata por allí de las por esta nuestra cibdad el año de mili é
partes australes, adonde andaban los ca- quinientos é treynta y nueve, muy hon-
pitanes Piçarro é Almagro, cúpole harta rado é acompañado de cavalleros é hidal-
parte que ganó con sus navios é grange- gos é muy gentil gente : é fué á Panamá,
rias. Y estando rico, fué allí aquel licen- desde donde el siguiente año de mili é
ciado Pero Vazquez é le tomó residencia quinientos y quarenta siguió su viage para
con toda la riguridad que pudo, é le en- yr á poblar en la dicha su gobernación.
vió á España, de donde vino absuelto é Lo que en ello subçediere el tiempo lo
honrado, é con mercedes quel Empera- dirá.

CAPITULO II.
Del subçesso del viage del adelantado don Pasqual de Andagoya desde Panamá á su gobernación, é de lo
que descubrió ; é cómo después le prendió el gobernador de Popayan Sebastian de Benalcácar, é lo hiço sol-
tar el presidente licenciado Vaca de Castro; é cómo se le murió la muger, é otros trabaxos que lo subçedie-
ron; é cómo sobre su prisión é diferencias con Benalcácar volvió á España.

valuando passó por esta cibdad de Sanc- muger del adelantado, é se la llevasse
to Domingo el adelantado, quedó aqui por con su casa é con algunos compañeros que
su ordenación su cuñado el capitán Alon- estaban enfermos, despues quel galeón
so de Peña, porque ambos fueron casa- é otros navios, quel adelantado llevaba,
dos con dos hermanas, en esta cibdad, volviessen á Panamá. Y el adelantado pro-
hijasdalgo é del linage de los Mexias. É siguió su viage para su gobernación con
cómo este capitán fué hombre esperto é el dicho galeón é otra cara vela é dos ber-
cursado en las cosas de la guerra, é per- gantines con doscientos hombres é cin-
sona de quien pudo hacerse toda confian- qüenta caballos : é llegó á su gobernación
ça, encomendóle que con más gente é ca- á tiempo que restauró las vidas á los
ballos , é otras cosas nesçessarias para la chripstianos, que quedaron vivos después
empressa, le siguiesse con la más breve- que los indios mataron los capitanes Johan
dad quel tiempo le diesse lugar, é assi lo de Hempudia é Pedro de Añasco, con
hiço : que desde á pocos dias se partió en más de quarenta españoles; é los que es-
su seguimiento con ciento é cinqüenta caparon estaban cercados en Popayan, é
hombres é quarenta caballos é algunas los tenían en mucho estrecho Jos indios
municiones. É assi como llegó al puerto que dicen de Paez. É assi los muertos co-
del Nombre de Dios, el adelantado, des- mo los pocos españoles que quedaron vi-
de Panamá, le hiço llevar requas de ca- vos, eran de la gente del marqués don
ballos, en que se llevó todo lo que de Francisco Piçarro, y essos restantes esta-
nuevo el capitán Peña llevaba ; é assi esso ban ya para huyr é desamparar la tierra
como lo demás se embarcó en un gentil é tornarse al marqués : el qual, desde que
galeón del adelantado é otros navios, é supo que Benalcácar avia salido de Qui-
aceleróse su partida : é mandó quedar al to , donde estuvo por su teniente é andu-
dicho capitán Peña allí en Panamá, para vo alterando la tierra (en fin fué á Espa-
que acompañasse á doña Mayor Mexia, ña sin su licencia por el rio Grande des-
128 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de los Alcácares, como se dixo en el li- Llevó el galeón cantidad de pessos de
bro XXVI, capítulo XII), envió el mar- oro para el despacho de Panamá, quel
qués essos capitanes Hempudia é Añasco adelantado ovo en aquellos pocos dias
para ocupar aquello de Popayan y esquil- que avia que estaba en la tierra, é hiço
mar como es costumbre en estas Indias, su teniente en aquella nueva república á
é adjudicar cada uno destos gobernado- uno de sus milites, llamado Johan Ladri-
res quanto más pueden acomular é juntar llero, porque estaba reputado por diligen-
con sus jurisdicciones. te hombre é que entendía buenas cosas
En el tiempo que antes desso Benalcá- de la tierra é de la mar. É fecho aquesto,
çar estuvo en essa tierra, poblóá veynte el adelantado se entró la tierra adentro,
leguas de la cibdad de Cali un pueblo, é fué á aquel pueblo que se ha dicho que
é llamóle assimesmo Cali ; mas como des- se llamó Lile, ques veynte é quatro le-
pués á la postre llegó el adelantado An- guas la tierra adentro, aunque por el al-
dagoya, redimió aquel pueblo é salvó los tura no son catorce, por ser muy áspera
chripstianos ya dichos, é quitóle aquel region é montuosa : é con su llegada ga-
nombre é llamóle Lile, porque assi se naron las vidas los ques dicho que que-
llama la provincia en que está, é se avia daban de la Nueva Castilla ó gobernación
despoblado el otro primero que está del marqués don Francisco Piçarro, que
veynte leguas de allí, como es dicho. en aquella tierra estaban maltractados y
Pero tomando esta entrada del adelanta- en el estado ques dicho.
do en aquella tierra más puntualmente, Antes quel galeón llegasse á Panamá,
para que se entiendan los escándalos é ya por otros navios el capitán Alonso de
su prission, que delante se siguieron, es Peña avia escripto al adelantado cómo el
de saber que quando llegó á la costa, gobernador Sebastian de Benalcácar yba
descubrió la bahia de la Cruz, que es- proveydo de Popayan, é que en esta cib-
tá á cinco leguas de la isla de Palmas, dad de Sancto Domingo se rehiço de gen-
ques una de las más hermosas ensena- te é caballos é de otras cosas para prose-
das que hombres han visto, y entran en guir su empressa, por tanto que estuvies-
ella muchos rios grandes é pequeños. Y se muy sobre aviso, porque era informa-
subió por uno dellos tres leguas la tier- do quel Benalcácar yba con propóssito de
ra adentro, llevando siempre cinco bra- entrar por aquella gobernación del ade-
cas de fondo; é llegó á un puerto que se lantado á la suya ; é aun á la verdad no
cree ques uno de los mejores del mundo, tenia otra puerta ni camino á su voluntad
assi por su dispusiçion é grandeça y el sino aquel. En esse medio tiempo llegó
fondo ques dicho ó más de baxa mar, Benalcácar á Panamá, donde se detuvo
y en el qual las naos pueden poner las lo menos quél pudo, é prosiguió su cami-
planchas en tierra, aunque sean muchas no é navegación desde allí: é llegado á
é de porte de doscientas toneladas ó más. la otra costa, fué á surgir en la bahia ques
Tiénese por cierto que hasta el tiempo dicho de la Cruz, sin saber dónde esta
pressente ninguno se sabe mejor en estas ba ni por quál de aquellos muchos rios,
Indias, segund nuestros marineros afir- que en ella entran, él se metiesse. Y echa-
man ; é desde allí despachó el adelantado da alguna gente en bateles, quiso su ven-
su galeón para que volviesse por su mu- tura quel teniente del adelantado ó capi-
ger é por el capitán Peña é su casa, y él tán Ladrillero ovo sentimiento desta ar-
quedó fundando un pueblo, é llamóle la mada é vino á habla con Benalcácar, y
cibdad é puerto de la Buenaventura. en lo público no consintió que se desem-
DE INDIAS. LIB. XLIV. CAP. II. 429

barcasse en aquel puerto. Sus émulos di- excepto del puerto de la Buenaventura;
cen que fué maña, é que aunque dixo y estando las cosas en este estado, llegó
que aquello era de la gobernación del el capitán Alonso de la Peña á la costa con
adelantado Andagoya, dio aviso al Be- su muger é casa del adelantado en su ga-
nalcácar para que se fuesse por un puer- león é con otros navios, en que fueron
to nuevo, que se dice Realejo, ques por çient hombres é quarenta caballos. É có-
donde avia entrado el Andagoya, é lo mo supo la prission de Andagoya, avi-
avia descubierto la tierra adentro hasta la sóle de su llegada : el qual le envió lue-
cibdad de Lile : el qual nombre Benalcá- go una provission, fecha en Cali á veynlc
çar le quitó é llamó Cali. é dos dias de marco de mili é quinientos
Cómo el adelantado supo su yda, é que é quarenta y un año, en que le proveyó
llevaba doscientos arcabuceros é balleste- de su teniente de gobernador é capitán
ros, envió al encuentro un capitán, lla- general. E como hombre de honra y ex-
mado Luis Bernai, con septenta hombres piriençia en las cosas de la guerra, co-
ó más, para que supiessen de Benalcácar mencó á entender é considerar la forma
su intención é venida en aquella tierra ; y que se debia tener para la deliberación 6
en lugar de le resistir, se juntaron el ca- libertad del adelantado, en lo qual no se
pitán é gente ques dicho con Benalcácar podían excusar muertes é mucho riesgo
é se fueron á la cibdad de Lile, donde de la una é de la otra parte : é buscando
estaba el adelantado. É aposentáronse en los medios, que se debian seguir por su
un monesterio de Nuestra Señora de la parte, non obstante que tenia poca gen-
Merced, que está junto con las casas del te ó mucha menos que Benalcácar, llegó
pueblo, é començaron luego á entender á la costa el licenciado Vaca de Castro,
en tractos de la una parte á la otra , y en que yba proveydo por presidente de to-
examinar provissiones é cédulas reales das aquellas partes por Sus Magestades;
que cada uno de los dos gobernadores te- é yba muy cansado de trabaxos que le
nían, alegando que aquella tierra perte- avian acaesçido, assi en esta mar del Nor-
nesçia á cada uno dellos : é por medio te hasta llegar á la bahia de la Cruz, co-
de los buenos ó malos terceros de indus- mo más adelante en su lugar la historia
tria , é sin tomar conclusion alguna en la lo contará. É cómo llegó á aquella ense-
paz, llegó la noche. É assi cómo el sol se nada, sin saber dónde estaba, quiso Dios
fué, llevóse tras su claridad la vergüenca que por la diligencia del teniente Peña
de la gente del adelantado amotinada, é avia ydo un bergantín desde el puerto do
passáronse al Benalcácar con el cabildo la Buenaventura á reconosçer la costa, é
é mayor parte de los regidores de aque- vido dos bateles de los navios en que yba
lla cibdad, é tomáronle por su goberna- el presidente, é ávida habla, di<5 aviso al
dor, sin más averiguación é consultas. Ks- teniente: el qual, con mucha diligencia,
sa mesma noche, por mandado del gober- proveyó de pilotos, que metieron el ga-
nador Benalcácar, fué un teniente suyo, león, en quel presidente yba, é á los otros
llamado el bachiller Madroñero, con gen- navios en el puerto, donde fué servido é
te armada, é prendieron al adelantado é festejado, puesto quel teniente é los de-
le echaron unos grillos, é puesto á buen más de aquella cibdad estaban con mu-
recabdo, le tomaron quanto tenia; é des- cha tristeça por la prission del adelanta-
de allí lo envió Benalcácar á Popayan. do; ó á todos les paresció, como fué ver-
Desta forma quedó este gobernador en- dad, que con la yda del presidente el
señoreado de aquella tierra toda adentro, adelantado seria libre, é los negocios ter*
TOMO IV. 17
30 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nian otro subçesso. Allí reposaron el pre- naufragios é tormentas de la mar, en que
sidente é los que con él y ban ocho ó diez avian passado muchas desaventuras é pe-
dias, en los quales le sobrevino grand ligros , era mucho menos que estotro. En
fiebre é otras passiones, porque como era fin prosiguieron adelante con mucha nes-
anciano é avia padesçido en tan largo via- çessidad é hambre, porque faltaba el bas-
ge, alteróse su salud, é aun él sintió mu- timento, é paresçia que la mar é la tierra
cha pena, é más de congoja que por la y el cielo todo les era contrario, é cami-
passion corporal que tenia, é dixo que naron trece leguas que les quedaban; mas
desde á quatro ó cinco dias se partiría, aunque el camino fué corto, murieron diez
como quier que estoviesse : por lo qual el é siete españoles, entre los que se aho-
teniente Peña envió negros é chripstianos garon é peresçieron de hambre, con más
adelante á abrir el camino de Cali, ques de veynte caballos. É con esta manera de
veynte é quatro leguas la tierra adentro. nuevas fatigas llegaron los restantes á Ca-
É cómo se sintió el licenciado con un poco li, desde donde luego el licenciado envió
de mejoria, no atendió á más, é otro dia un mandamiento para que truxessen alií
siguiente se puso en camino, llevándole al adelantado Andagoya. Y en aquella cib-
en una silla algunos negros é aun espa- dad de Cali estaba assimesmo el gober-
ñoles; y el mesmo capitán Peña, como nador de Popayan, Sebastian de Benal-
hombre resçio, é por contentar al licen- cácar: el qual festejó al licenciado con-
ciado é que los otros inferiores hiçiessen forme al tiempo é á lo que se pudo hacer;
lo mesmo, también tomaba algunas veces y entendió el presidente en concertar es-
las varas, en que la silla yba puesta, é tos gobernadores. Cúlpanle algunos en no
ayudaba á yr adelante. É viendo su bue- aver dado algún buen medio para la paz
na voluntad é obra, le rogó el licenciado é amistad dellos, é también le desculpan
que se tornasse al puerto é pusiesse re- otros, porque contendían de lajurisdiçion
cabdo en su casa y en la del adelantado é términos, é convenia quel principal dé-
é se volviesse luego tras él : é assi lo hi- terminasse aquello : é también se sospe-
go, é lo fué á alcançar en la ribera de un chó que de prudente avia quedado esta
rio que llaman Dagua, ques á once leguas diferencia sin conclusion, assi por no se
del puerto de la Buenaventura, é halló tan detener en esso é passar adelante á enten-
malo al licenciado, que pensaron que allí der en los mayores negocios á que prin-
se acabaran sus jornadas é vida ; é sin cipalmente fué enviado, sobre las cosas
dubda, si por el teniente Peña no fuera, acaesçidas entre el adelantado don Diego
mucho más riesgo corriera el licenciado, de Almagro y el marqués don Francisco
é aun todos los demás. Y estando en esse Piçarro, ó por otros respectos. Lo que allí
trabaxo, siguióseles otro é muy grande, se hiço fué dar su paresçer al adelantado
porque á causa del mucho llover que ha- Andagoya que se fuesse á España, para
cia eresció en un instante el rio más de que Sus Magestades determinassen lo que
tres bracas en alto, é un arroyo deste rio fuesse su servicio, assi en essas diferen-
que de la otra parte del pueblo poco antes cias é agravios como en los límites de am-
estaba seco hiço lo mesmo, teniendo en- bas gobernaciones; é assi el adelantado
medio de entrambas aguas al licenciado é Andagoya lo puso por obra. É cómo el li-
los demás, de forma que poco faltó de cenciado se sintió algo más convalesçido
se perder todos allí, é fué nesçessario sa- se partió de Cali en el mes de agosto de
carle á nado é con mucho trabaxo. Pa- mili é quinientos é quarenta y un años
rescióles á los que escaparon, que los para Popayan, ques veynte leguas más
DE INDIAS. LIB. XLIV. CAP. II. 131

adelante Ja tierra adentro, camino dere- ñado el capitán Peña para Panamá, don-
cho de Quito, para desde allí yrse á la de llegados passaron desde allí por tierra
eibdad de los Reyes, alias Lima, donde al puerto del Nombre de Dios ; y el capi-
pensaba hallar al marqués. tán Peña se vino desde allí á esta eibdad
Quando el adelantado é su teniente Pe- de Sancto Domingo, donde vive é tiene
ña llegaron de vuelta á la eibdad é puer- su muger é assiento, del qual yo he sey-
to de la Buenaventura, hallaron que era do informado viva voce é como de testigo
muerta doña Mayor Mexia, muger del de vista que meresçe entero crédito.
adelantado, é otras mugeres de su casa, El pobre adelantado, desde el Nombre
sus debdos, en lo qual se renovaron sus de Dios se fué á España á negociar lo
trabaxos é dolor. É conformándose con la que pudiesse, aviendo gastado é perdido
voluntad de Dios, aunque lastimado, dán- tras su título é gobernación más de çin-
dole gracias por todo, despues que ovo qüenta mili pessos de oro, é con debda
fecho las obsequias de su muger é de los de más de otros veynte mili : el qual en
otros defunctos, se embarcaron el adelan- la verdad es hombre de noble conversa-
tado é su teniente, dexando en aquel ción é virtuosa persona, pero falto de ven-
puerto é población de la Buenaventura, tura ó falto de conosçimiento, pues que
en su lugar, á un hidalgo por capitán é lo vimos con una espada é una capa é sin
teniente suyo, llamado Payo Romero, en hacienda, é la que Dios le avia dado la ha
tanto que yba á buscar su justicia. Pero gastado é perdido de la manera que la
antes que de allá partiessen, se tuvo aviso historia lo ha dicho. Lo que adelante le
por cartas de Popayan, cómo avia allá subcederá, si yo lo supiere, continuarse
llegado el licenciado Vaca de Castro, é ha en este tractado; y en la verdad él ha
que luego á otro dia, é desde á dos que bien servido con su persona é quanlo tu-
estaba en Popayan, avia llegado por pos- vo á Su Magestad, é Benalcácar lo des-
tas á toda diligencia desde Quito el ca- compuso é solamente él quedó en aque-
pitán Lorenço de Aldana, ques ochenta lla tierra, aquella población é puerto ques
leguas adelante, é le avisó del estado de dicho de la Buenaventura. É desde allí
la tierra, é de cómo los españoles de Chi- envió al capitán Chripstóbal de Peña á po-
le, que avian militado con el adelantado blar otro pueblo en la bahia de Sanct Ma-
don Diego de Almagro, avian muerto al theo, que está cinco leguas de la provin-
marqués don Francisco Piçarro, é avian cia de Catamez.
elegido por gobernador á don Diego de La tierra, en que quedó el gobernador
Almagro, hijo del adelantado don Diego Benalcácar, es muy rica, é los pueblos
de Almagro, é que toda la tierra estaba ebripstianos que hay en ella son la eibdad
por él. É también deçia quel licenciado de Cartago, en que podrá aver al pres-
Vaca de Castro lo avia mucho sentido, sente çient vecinos (é tiénese esperança
porque le paresçia que con el tiempo yba que ha de ser muy grand población por las
dándose otro corte á los negocios de lo buenas minas de su comarca é por el mu-
quél pensaba determinar en ellos ; é no cho oro labrado que allí se ha visto en
es de maravillar, porque en España no poder de los indios naturales): otro pueblo
se sospechaba esso, quando Vaca de Cas- se llama Ançerma, de hasta cinqüenta
tro fué proveydo para venir á estas par- vecinos, é Popayan tiene ciento, é otro
tes. É porque el tiempo dirá lo demás, que se llama Pasto es de hasta quarenta;
volvamos á estotra materia de Andagoya, é Lile, alias Cali, tiene treynta, é otro
que como es dicho, se embarcó con su cu- que se dice Timaná es de treynta, é
132 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
aqueste es el más léxos de la costa, des- les, é muchas é buenas pesquerías. É
de el qual hay hasta los Alcácares ó Nue- porque es notable conviniente á la histo-
vo Reyno de Granada cinco dias de ca- ria, digo que desde la bahía de la Cruz
mino, en que avrá quarenta leguas ó po- hasta Panamá vinieron con mediano tiem-
co más; é Neyva es otro pueblo de treyn- po el adelantado y el capitán Peña en seys
ta vecinos, y destos todos quedó poseedor diasque navegaron, é podia aver çient
al pressente Benalcácar. En el pueblo del leguas de camino, poco más ó menos.
puerto de la Buenaventura, que quedó Pero esse pueblo de Ançerma que se di-
por Andagoya, hay hasta quarenta veci- xo de susso, no le compete á Benalcácar,
nos: toda la una é la otra tierra es fértil, sino al mariscal de Anliochia don Jorge
é los mantenimientos della son los que de de Robledo é á su gobernación, como se
la Tierra-Firme son ordinarios, assi como dirá adelante, segund yo lo oy después
mahiz é muchas fructas, é monteria mu- decir al dicho mariscal.
cha de puercos é ciervos é otros anima-

CAPITULO III.
De la mala gobernación é muerle de Payo Romero, teniente del adelantado don Pasqual de Andagoya.

Hin el capítulo antes deste se dixo cómo le entregó la gente, é habló á los caci-
el adelantado dexó en el puerto de la Bue- ques é les dixo quel teniente ios tracta-
naventura é de aquella tierra por su te- ria muy bien, é que fuessen buenos, é
niente al capitán Payo Romero, é assi- que assi le serian hechas buenas obras é
mcsmo del rio de Sanct Johan, que á la tractamientos, de manera quellos eslu-
sacón estaba poblado, y en él por capi- viessen en paz é goçassen desús casas.
tán don Johan de Andagoya, hijo del ade- En la mesma sacón yba el capitán Chrips-
lantado; y el Payo Romero quedó con tóbal de Peña por teniente del mesmo
el cargo de todo, y el adelantado vino adelantado Andagoya á poblar la bahía
presso á Panamá á se pressentar en aque- de Sanct Matheo, é llevaba un navio é un
lla Audiencia Real, é desde allí fué á Es- bergantín ; y este capitán y el Payo Ro-
paña para seguir su justicia contra Benal- mero partieron la gente, que seria toda
cácar. ella hasta ochenta hombres, é fueron á
Como el Payo Romero se vido absolu- proveherse de mahiz é comida á un rio que
to, é le paresció que no tenia á quien llaman de Tama ; é los caciques que es-
dar cuenta sino á Dios, é la que debia al taban de paz, fueron con el Payo Romero
Rey é al adelantado no la avia de dar tan é con el capitán Chripstóbal de Peña en
ayna, assi se desacordó de la espiritual canoas á llevar los soldados, porque aquel
como de la temporal, é comencó á tira- rio de Tama estaba de guerra, é les ayu-
niçar é tractar mal á los indios, é no bien daban los naturales á hacer guerra á los
á los chripstianos, é á robar quanto él po- indios, que no querían la paz.
dia. Avia en este tiempo quatro caciques Desde aquel rio se partió el Sebastian
de paz, que servían con toda quietud á los de Peña á continuar su empressa, y el
chripstianos en todo quanto podian, dando" dicho Payo Romero se quedó é volvió á su
les oro, dándoles de comer é dándoles la pueblo é rio de Sanct Johan, ques donde
obidiençia é haciendo con diligencia lo que avia tractado mal á los caciques é indios,
se les mandaba ; y el hijo del adelantado pidiéndoles oro é molestándoles. É del
DË INDIAS. LIB. XLIV. CAP. III. 433
nombre del ün cacique me diçen que se dios de guerra que los estaban atendien-
llamaba Tamayo* Y dando á este Payo do en celadas, puestos en ciertos esteros,
Romero los indios más de diez miíl pes- que son bracos de ríos ó grandes arroyos
sos de oro, un cacique avíale dado todo que se juntan con el mayor rio ó mar; é
lo que pedia ; é porque aquello no era tan- quando vieron tiempo los indios que lle-
to quanto el Payo Romero le pedia, le vaban á los chripstianos, trastornaron las
prendió é lo tuvo presso muchos dias ó canoas, é no pudiéndose defender los ma-
mal tractadó, á causa de lo qual el ca- taron é anegaron à todos, que ninguno
cique se soltó una noche é se fué á sus in- quedó con la vida sino el Payo Romero,
dios muy descontento. El Payo Romero que tuvieron aviso de tomarle vivo para
tuvo cuydado de inducir á otro cacique darle la más cruel muerte quellos supies-
para que hablasse al que avia huydo, é sen adbitrar ó pensar. É de los otros pe-
prometióle con buenas palabras que si vi- cadores chripstianos todos escapó un hom-
niesse de paces, le tractaria muy bien, é bre solo : el qual anduvo más de dos me-
no le seria fecho daño alguno ni enojo: ses con muchas heridas por el arcabuco
lo qual, como hombre de poca verdad, ó espesas arboledas de los montes : que
él no cumplió ni lo guardó assi ; antes al quiso Dios guardarle, permitiendo que
cacique le prendió, porque fió del, é lo oviesse quien dixesse cómo avia passado
aperreó é mató con perros bravos, á quien lo ques dicho, é que se supiesse la cau-
le hiço cruelmente despedaçar sin mise- tela, que tuvieron los indios para se ven-
ricordia ni respecto alguno. gar.
Viendo esto el cacique, de quien el Este chripstiano de noche salía á la
muerto se avia fiado, tuvo temor que la costa de la mar á comer cangrejos cru-
madre del cacique assi engañado, la qual dos , é de dia se tornaba á la espesura
era muger valerosa, le haría matar, é pro- del monte á se esconder, por miedo de
metióle á ella quél ternia manera que fues- los indios : los quales, assi como ovieron
se vengada; é para ponerlo por obra, con- muerto á los chripstianos, fueron é que-
certó con todos los otros indios quél lle- maron el pueblo, é tomaron ciertas ma-
varía al dicho Payo Romero á cierto indio geres españolas, de las quales hasta ago-
principal que estaba aleado, para que le ra , que estamos al fin del año de mili é
tomasse. É con esta cautela juntó todas quinientos é quarenta y cinco años, no se
las más canoas é gentes de guerra que sabe lo que délias se hicieron. Y estando
pudo, y embarcó al Payo Romero en una este pobre soldado esperando lo que Dios
canoa, como otras veces lo hacia como dispornia del, llegó don Johan de Anda-
amigo, é á los soldados chripstianos em- goya, hijo del adelantado, con un navio
barcó en las otras canoas ; é porque tal ó ochenta hombres, é halló muerto al Pa-
manera de barcas muchas veces se tras- yo Romero 6 quemado el pueblo ; y este
tornan [é no se hunden), acostumbran los hombre que andaba perdido, saliendo á
soldados atar las espadas é ballestas é las la playa á buscar su pasto de los cangre-
otras armas á las canoas, por no perde- jos, halló rastro de chripstianos; é no con
llas, hasta que llegan adonde se han de poco temor fué á los buscar é halló á don
desembarcar ó adonde las hayan de exer- Johan, al qual é á los demás contó el tris-
eitar; é assi lo hicieron. É cómo los espa- te subçesso de la muerte de sus compa-
ñoles yban dcscuydados, é pensaban que ñeros e capitán Payo Romero: el qual
yban con amigos, é sin recelo de lo que don Johan no era menos cruel quel otro.
les estaba aparejado, salieron muchos in- Todo lo ques dicho lo supe del capitán
134 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Chripstóbal de Peña, del qual la historia en pocos indios desde que tomó el negro
ha hecho memoria; é al pressente está officio de teniente, que fué á veynte de
en esta cibdad de Sancto Domingo de septiembre de mili é quinientos é quaren-
la Isla Española despachándose para yr ta y un años ; y fundó el pueblo de la Bue-
á Veragua por gobernador é teniente naventura, la qual no lo fué para él, y
del señor almirante don Luis Colom, du- descubriólo el adelantado don Pasqual de
que de Veragua; y es hombre digno de Andagoya. El qual en España despachó
crédito. Y dígolo assi, porque como ten- lo mejor quél pudo sus negocios, é se tor-
go dicho, en las cosas semejantes y en nó á las ludias con el licenciado de la Gas-
lo que yo no veo acostumbro dar los con- ea; y en su lugar, en qué pararon sus di-
testes , porque él andaba por aquella tier- ferencias con Benalcácar, el tiempo di-
ra ; é dice que no fué solo aquel cacique rá, é también cómo lo ha fecho aquel su
el que fué aperreado, que otros mu- teniente, llamado Ladrillero, que pobló
chos fueron los quel Payo Romero mató el pueblo del rio de Sanct Johan é hiço
de tal manera, ni aquellos sus perros no de paz los indios desse rio *.
aprendieron aquella ferocíssima materia

* Debe notarse que asi como en otras muchas cibido sin duda nuevas noticias, dejó la narración
partes de estas historias pensó Oviedo continuar la en la forma en que vá en el texto, sin añadir lo to-
relación comenzada, escribiendo después de termi- cante al Ladrillero , que dejaba anunciado.
nar el presente: Capitulo IV; pero no habiendo re-
Este es el libro séptimo de la tercera parte, y es quadragéssimo quinto de la Natural
y general historia de las Indias, Islas y Tierra-Firme del mar Océano de la corona é
çeptro Real de los Reyes é reynos de Castilla é de Leon : el quai tracta de la pro-
vincia é gobernación de Popayan é sus anexos en la Tierra-Firme.

PROHEMIO.

M,
itJ uy acostumbrada cosa son los fraudes Iom, que le hiço su teniente de goberna-
ó engaños é ardides en la guerra, y el dor en la isla de Cuba, y él tuvo manera
adquirir é buscar estas honras tempora- cómo el Rey Cathólico se lo confirmó con-
les é títulos nuevos de honor por todas tra la voluntad del almirante, que a él allí
las vias que los hombres pueden alcan- le puso. Lo mesmo hiço con el dicho Die-
çarlos. Pero háse de entender que para go Velazquez Hernando Cortés en la Nue-
ser loados, se deben exercer con ofensa va España i donde le envió por su r;ij>i-
del público enemigo, é no con daño del tiin , é se quedó con el officio, é le admi-
amigo, ni faltando en la verdad al uno ni tid el Rey, é se quedó en blanco Diego
al olro. Pero como esto es cosa vieja é Velazquez 6 con mucha pérdida. Lomes»
todo lo nuevo aplace, parésçeme que mo hiço el capitán Chripslóbal de Olit con
aquello que en los tiempos passados per- Hernando Cortés, que le envió á poblar á
mitía la milicia contra los adverssarios, en Honduras, é se le alcó con los navios é
nuestro tiempo se admite por malas vias é gente : é lo mesmo hiço el comendador
costumbre entre los amigos (ó que se lla- AI\ arado, á quien Cortés envió á conquis-
man amigos), que yo más los tengo por tar á Guatimala, é tuvo formas cómo el
enemigos familiares é ocultos dañadoi < - Rey le hiço gobernador de aquella tierra :
Desta manera lo hiço el capitán Diego Ve- é lo mesmo hiço el capitán Francisco de
lazquez con el almirante don Diego Co- Montejo en procurar la gobernación de
136 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Yucatan, donde él é otros avian ydo á rido decir con pocas palabras en esta
costa del dicho Diego Velazquez. E no h¡- mi introduçion del libro XLV, en el qual
ço menos burla, sino más pessada é fea, hay al pressente poco que cscrebir has-
el capitán Vasco Nuñez de Balboa al go- ta quel tiempo é subçessos del capitán
bernador Diego de Nicuesa, pues demás Benalcácar lo acuerden, al qual Su Ma-
de se quedar con la gobernación, lo echó gestad ha cometido la gobernación de
en un batel por essa mar, donde nunca la provincia de Popayan. É lo quél por
más paresçio. Francisco Piçarro é Diego allí hiço fué como official ó teniente del
de Almagro el gobernador Pedrarias Dá- marqués don Francisco Piçarro. De aqui
vila los hiço capitanes é los envió á des- delante se terna particular cuenta con él,
cubrir desde Panamá por la mar del Sur, para que lo que bien se hiciere se le ala-
é se quedaron después con la goberna- be, é lo que mal, no se disimule más con
ción de aquellas tierras : aunque aquello él que con todos los que en estos tracta-
fué algo más honesto que las otras cosas dos ha memorado mi pluma, matiçando
que están dichas, porque Pedrarias fué sus obras al proprio, sin les levantar ni
removido del officio, y estos capitanes apropriar cosa que no les competa é
avíanlo trabaxado por sus personas é con sea muy cierta é como ha passado. So-
sus haciendas proprias. lamente diré deste capitán que ha mu-
Despues que Francisco Piçarro fué go- chos años que le conozco, y en la ver-
bernador con auctoridad real, envió á dad por hombre de bien é buen compa-
poblar la provincia de Quito al capitán ñero, é bien quisto de todos aquellos con
Sebastian de Benalcacar, é fuésse desde quien ha militado é tractado; é assi creo
allí sin su licencia á España, é volvió go- que acertará á servir á Dios é al Empe-
bernador de la provincia de Popayan é rador, nuestro señor, pues Su Magestad
con mercedes. le ha honrado é quitado de ser subjeto á
Paresçe que esto es ya una materia ó ninguno, sino solamente á Su Gessárea
uso común en estas partes, é aun de- Magestad, é le ha honrado é tenídose por
chado para que otros se aprovechen de servido de su persona, é le ha hecho
lo ques usado; pero también es aviso adelantado é su "capitán general é gober-
para que cada uno mire cómo fia del nador de aquella provincia de Popayan
otro y el Rey de todos. Quien passare é sus anexos, como más largamente se
esta General historia de Indias, enten- tractará de sus subçessos en el pressente
derá más particularmente lo que he que- libro.

CAPITULO I.
En el qual se Iracta de la persona del adelantado don Sebastian de Benalcácar.

Hd honor é la gloria hacen ligeríssima la Sebastian de Benalcácar militó en la


fatiga del príncipe, sabiendo que la fama Tierra-Firme, en las provincias é gober-
y el loor es compañía de los afanes '. Esta nación de Castilla del Oro, en tiempo del
sentencia es la yesca que hace á los hom- gobernador Pedrarias Dávila, é fué teni-
bres de buen ánimo encender los pensa- do por buen hombre de su persona é gen-
mientos para yr adelante. til compañero. Siguióse que yendo con el

i Xenolbnte, lib. I.
DE INDIAS. LIB. XLV. CAP. I. 137
capitán Diego Albitez é un escribano é dreman, é se concertaron todos tres de
otras personas, por mandado del dicho yr á España á dar cuenta á Sus Magesta-
gobernador, á la gobernación de Hondu- des, y el Benalcácar é Fedreman no á sus
ras, los prendió el comendador Diego Lo- gobernadores, cuyos tenientes eran, por-
pez de Salcedo é los envió pressos á esta que cada uno deçia pertenesçerles aquella
Audiencia Real, que reside en esta cibdad tierra. É assi, fecha una barca, vinieron
de Sancto Domingo de la Isla Española: en compañía por el rio grande de Sancta
en la qual sacón asistía por oydor, é aun Marta, é aportaron en Cartagena, desde
quassi absoluto en ella, el licenciado Gas- donde se fueron á Castilla ; y el dicho li-
par de Espinosa , alcalde mayor que cenciado pensó quedar con la goberna-
avia seydo del dicho Pedrarias en Tierra- ción de Sancta Marta é lo de los Alcáca-
Firme; é cómo eran sus amigos, los soltó res y esmeraldas, con voluntad del ade-
é dio licencia que se tornassen á Tierra- lantado don Alonso Luis de Lugo, que
Firme á Nicaragua, donde quando llega- avia subçedido á su padre el adelantado
ron á la cibdad de Leon, ya Pedrarias es- don Pedro de Lugo, con quien se dixo
taba allí por gobernador, é tenia presso quel dicho licenciado avia partido muy
en la fortaleça al dicho Diego Lopez injus- bien sus esmeraldas. Pero Su Magestad
tamente , é assi ovo lugar que le resca- no le quiso passar el officio ; y el capitán
tassen ó le echassen como á Pedrarias le Fedreman, porque no se perdiesse la cos-
paresció é quiso por gratificarlos con ha- tumbre que en la introduçion se dixo de
cienda agena. É aun en la verdad Benal- burlar á los superiores, tuvo forma cómo
cácar fué el más comedido que ninguno su gobernador Jorge Espira fuesse remo-
de los otros, de lo qual yo soy testigo é vido de la gobernación del golpho de Ve-
me hallé pressente á ello; é como vido en neçuela é se la diessen á él. Pero prove-
nesçessidad á Diego Lopez, no quiso del yólo Dios mejor, porque desde á pocos
más de lo que Diego Lopez le quiso dar, días despues quel Fedreman fué á Espa-
por sus gastos. É hablando á lo cierto har- ña, el gobernador Jorge Espira expiró, é
to les dio á todos ellos Diego Lopez en los passó desta vida con fama é nombre de
aver enviado aqui pressos é no los aver buen varón, é los significados de Fedre-
castigado de su mano, como pudiera con man é su malicia fueron entendidos, é no
justicia hacerlo, pues yban á alterar é al- consiguió lo que llevaba de acá arbitra-
borotar la tierra é poner escándalo, don- do. Y el Benalcácar procuró cómo se le
de ellos ni Pedrarias no tenian que hacer. quitasse lo otro de Quito al marqués don
Después, como las cosas de la tierra Francisco Piçarro, su gobernador, é se
austral subçedieron en tanta riqueça, y le diesse á él con título de adelantado é
el Benalcácar de largo tiempo antes era gobernador é capitán general de Quito é
amigo de los capitanes Almagro é Piçar- otras provincias ; pero no se le dio Qui-
ro, fuésse á ellos, é hícole su teniente en to, sino Popayan é otras provincias de
Quito el gobernador Francisco Piçarro, aquellas comarcas. Assi que, este es el
donde estuvo un tiempo poblando aquella fundamento de su persona deste capitán,
tierra. É desde allí fué á parar á los Al- é su origen é naturaleça es de la villa de
cácares, donde estaba poblado el licen- Benalcácar en Castilla. É assi como tuvo
ciado Gonçalo Ximenez con la gente de sus despachos, volvió á estas parles, y en
Sancta Marta , en nombre del adelantado la isla de la Gomera, donde hiço escala,
de Tenerife don Pedro de Lugo; é allí se le quemó un grande y hermoso galeón
aportó en el mesmo tiempo el capitán Fe- con quanto traia, en que perdió, segund
TOMO IV. 18
138 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
él aqui me dixo, más de quince mili du- ra, á los siete de diciembre del mesmo
cados de valor. É vino á esta cibdad año, con dos naos grandes, en que fue-
nuestra de Sancto Domingo, á la qual lle- ron çient caballos ó más é trescientos é
gó á los diez é siete de septiembre de ochenta hombres por todos, entre solda-
mili é quinientos é quarenta : é aqui se hi- dos é hombres de guerra é marineros. É
go de más gente é caballos é yeguas pa- llevó su derrota derecha para el puerto
ra su empressa, é de otras cosas conve- del Nombre de Dios, en Tierra-Firme, é
nientes á su propóssito. É acompañado de de allí passó á la cibdad de Panamá, don-
los offiçiales de Sus Magestades, que ve- de allegó con toda su gente, para hacer
nían con él para aquella tierra, é de otros desde allí su camino é viage derecho á su
cavalleros é hidalgos, se partió desta cib- gobernación : del quai subçesso se trac-
dad un martes, víspera de Nuestra Seño- tará desde allí en los capítulos siguientes.

CAPITULO II.
Del subçesso del viage del adelantado e' gobernador de Popayan Sebastian de Benalcácar, é de lo que le
intervino con los fuegos repentinos del Nombre de Dios é Panamá, en que perdió mucho; é cómo passó
desde Panamá á la costa de la mar austral para su gobernación; é cómo piendió al adelantado don Pasqual
de Andagoya, gobernador de las provincias del rio de Sanet Johan é sus anexos, é otras cosas concer-
nientes á ia hi,loria pressente.

V^osa es para mirar ver quán atinado an- tualmente en aqueste libro, oyd, orejas
do en estas historias é vidas destos go- humanas, é no os desacordeys de mis
bernadores de Indias, de Jas quales, co- pausas é puntos de la introdugion, porque
mo hombre que ha tanto tiempo que lo mejor podays arbitrar é medir é juzgar
miro, paresçe que escribo pronosticando por lo passado lo pressente, ó á lo menos
lo que despues subçede ; é aunque no tan hasta agora entendido é visto, que esta-
puntualmente lo adivino como el tiempo mos un año adelante é más, despues que
lo muestra, á lo menos no dexa de conos- Benalcácar passó por esta cibdad de Sanc-
gerse en lo pressente quán verisímil es de to Domingo de la Isla Española, desde
lo que temia, quando en las cosas passa- donde partió para el Nombre de Dios. É
das hablé. llegado en aquel puerto, se puso fuego ca-
La introdugion deste libro la escribí es- sualmente á una casa, é quassi todas las
tando en esta cibdad de Sancto Domingo que allí avia se quemaron, é se quemó é
el capitán Sebastian de Benalcácar, y lo perdió mucha hacienda de los vecinos é
que agora se dirá en este tractado é ca- de los aventureros, que se hallaron en
pítulo pressente, lo escribo desde á un aquel pueblo, é del adelantado de Popa-
año quassi después. Y por aqui conosçe- yan é su compañía todo quanto allí tenían.
reys mejor, los que aqueste leyéredes, si É después, desde á pocos días qué! é su
comprendo las materias de que tracto, é gente passaron á la otra mar, por tierra é
quán desnudas vaa mis palabras de lusin- fueron á Panamá, acaesció otro incendio,
gar ó halagar á ninguno con la pluma, ó se quemó aquella cibdad, ó lo más é
sino colmada mi intención de verdad, mejor dello, é assimesmo á este gober-
repitiendo brevemente los subçessos des- nador quanto tenia, é á los que con él es-
tos adelantados é gobernadores. É porque taban, á vueltas de los vecinos é pasage-
de Benalcácar é sus hechos se tracta pun- ros y entrantes en aquella cibdad : de for-
DE INDIAS. LIB. XLV. CAP. 0. iaa
ma que dentro de un año le subçedieron mo lo hiço ; y un poco antes, porque es-
todos tres incendios desastradamente, en te letrado más saneado fuessede su sçien-
que perdió muchos bienes é valor de su çia, é no se perdiesse la costumbre de
hacienda, é á todo mostró buen semblan- los motines, algunos de los regidores de
te, como hombre de gentil ánimo. É des- aquel pueblo, con la mayor parte de la
de aquella cibdad de Panamá passó á la gente del Andagoya, se le passaron á
costa del rio del Perú, é fué á aportar Benalcácar. De manera que çessadas las
con sus navios é gente á la bahia de la disputas, saquearon é tomaron Ja ropa
Cruz, como ya se dixo en el libro prece- é quanlo pudieron aver del adelantado
dente en el capítulo II. É como en la ver- Andagoya, é su persona pusiéronla á
dad él no tenia otra parte por donde en- buen recabdo, é por mayor seguridad
trar á su gobernación tan apropóssito co- lleváronle con buena guarda á la cib-
mo por allí, ovo habla con el teniente del dad de Popayan, para enseñorearse de lo
adelantado Andagoya, llamado Ladrille- restante de la tierra el adelantado Be-
ro ; é diósc tan buena maña, que quando nalcácar sin alguna resistencia, como lo
el Andagoya envió cierta gente á le resis- hiço. Y estando con esla prosperidad en
tir con un capitán, llamado Luis Bernai, Cali, llegó el presidente Vaca de Cas-
al qual assimesmo supo traer é juntar á tro, como se dixo en el capítulo alegado
su devoción, é á todos los que con él del libro antes deste, é mandó traer allí
yban, que eran hasta ochenta hombres, al Andagoya é que fuesse suelto, é con
con los quales, é con doscientos arcabu- su licencia se fuesse al puerto de la Bue-
ceros y escopeteros con que yba, passa- naventura, como lo hiço, é desde allí á
ron hasta la cibdad de Lile, el qual nom- Panamá: é desde Panamá passó al Nom-
bre Benalcácar le quitó é llamóla Cali. Y bre de Dios, donde se embarcó, é fué á
estaba allí Andagoya con su gente, pues- España á pedir justicia contra Benalcácar
to que á la verdad es mal dicho llamarla é á saber de Sus Magcstades cómo se han
de nadie, sino del que más puede; y en de entender sus provissiones é las de su
esse punto començaron á tractar ambos contrario : que aunque las unas é las otras
gobernadores, é sus consejeros á exami- se hicieron y escribieron en lengua caste-
nar las provissiones é cédulas reales, quel llana, acá no se entienden más que si en
uno y el otro tenia de Su Magostad, é so- lengua caldea el Rey las diesse, excepto
bre cuya era y en quál gobernación é tu- aquellas que tiene el que más puede ó
tela entraba aquella tierra, é quién de los más astuto es. Aquestas están muy claras
dos debía poseerla, mediante sus títulos é intelegibles, é las otras de la parte cay-
ó mediante sus cautelas por estonces. Lo da ó menos poderosa son otra lengua tan
qual mostró el sol en hacer su continuado diferente quanto lo muestran los efettos.
viage é la sobreviniente escuridad do Ja Desto es mucha causa que la cosmogra-
noche, en la qual, poniendo silencio en phia de la corle é la de por acá no se con-
las palabras é libelos, Benalcácar envió forman hasta agora, ni se conformarán
á un bachiller, su teniente, llamado Ma- hasta quel Rey recoja é confunda todos
droñera, más acompañado de gente é ar- estos padrones é se verifiquen por el ori-
mas que de letras, para que de dere- ginal de su justicia.
cho en derecho le diesse á entender á Yo hablé en esta cibdad al uno é al otro
Andagoya las provissiones y el efetto de destos gobernadores, é por cierto á mi
cómo se avian de entender, é para que paresçer ni el uno ni el otro se entendían
entretanto le echasse unos grillones, co- ni pensaban que se enlendian ellos mes-
140 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mos; é assi hacían la relación á Su Ma- Dexemos aparte las contestaciones, é
gestad é á los señores de su Consejo, é volvamos á Benalcácar, que ydo el licen-
assi les darían las provissiones conforme ciado á Popayan , supo allí, por aviso de
á una carta de navegar ó pomo del or- un capitán, Lorenço de Aldana, la muer-
be , como el Gaboto é otros que los pin- te del marqués don Francisco Piçarro, lo
tan los hacen : los quales, quando vie- qual se tractará en el libro XL VIH, y en
nen á examinarse con la vista é la sonda este se escribirá lo quel tiempo mostrare
en la mano, son otra cosa de lo que di- en estas baraxas é apassionados varones.
ce la pintura, en especial en las partes De la tierra, eifque este gobernador está,
que no están puntualmente vistas : á la se sabe que es rica cosa; que los españo-
prueba vengamos. les tienen poblado siete pueblos, que son:
Quando Pasqual Andagoya entró en la Cartago, en que hay çient vecinos ; é Po-
bahia de la Cruz, él ni hombre de quan- payan , de otros tantos ; Ançerma, de çin-
tos con él yban no avian allí entrado, ni qüenta; Pasto, de quarenta; Lile, alias
en la carta avia tal figura ni rios como allí Cali, de cinqüenta; Timaná, de treynta,
hay ; é assi á escuras subió por uno de- é Neyva, de otros treynta. Es tierra de
ltas é halló aquel excelente puerto, é lo muchas é ricas minas, é los mantenimien-
pobló é lo llamó de la Buenaventura (é tos son mahiz é las fructas que hay en las
si lo fué para él ó no, la historia lo ha otras partes de la Tierra-Firme, é mu-
dicho é dirá adelante) : ni quando aportó chas salvaginas de puercos é ciervos, é
por allí estotro gobernador Benalcácar, otros muchos é diferentes animales , é de
tampoco se sabia, salvo por alguna poca muchas pesquerías é buenos pescados , é
de relación ó lengua que tomaron en Pa- muy buenas aguas. Deste Timaná, ques
namá de los que avian dexado al Anda- pueblo más léxos de la costa de los que
goya en la tierra. se han nombrado hasta la provincia de
Verdad es quel Ladrillero, quel des- Bogotá, que otros llaman los Alcácares
pues topó, dicen que fué el que le enseñó ó el reyno de la Nueva Granada, donde
mejor la entrada ó le dio lugar á ella : lo se han descubierto las esmeraldas, hay
qual si assi es, yo no le loo lo que hiço. camino de cinco dias, que serán quaren-
Pues el licenciado Vaca de Castro, quan- ta é cinco leguas ó menos.
do volvió atrás picado del tiempo é con la Las culpas que assi al Ladrillero como
nesçessidad que en su lugar adelante se al Madroñero, é al capitán Luis Bernai, é
dirá, tampoco sabían aquel puerto pilotos á los regidores de Cali, é los que se amo-
ni marineros de todos los que en su flo- tinaron al Andagoya, y el cargo que le
ta yban, sino acaso aportaron allí : é ya echan ó inculpan á Benalcácar en lo que
se querían volver las barcas, con que está dicho, se ha sabido por via de los
avian hecho buscar el puerto, quando un amigos de Andagoya. Tiempo verná que
bergantin que envió el teniente Alonso de inquerida más puntualmente la cosa, ó sea
Peña á reconosçer la costa, topó con ellas: lo mesmo que está dicho ó algo diferente
lo qual fué cosa de recobrarse el licen- ó muy peor para la reputación de algu-
ciado é los que con él yban, porque qui- nos: el bien que avrá en esto es que la
so Dios ayudarlos, é porque-el Andagoya verdad no puede faltar, ni en las cosas
no muriesse en la prission en que Benal- más substanciales que están dichas no
cácar lo tenia, de la qual el licenciado puede aver falta ni dexar de aver assi sub-
Vaca de Castro, segund es dicho, lo çedido, aunque en la forma podria ser
saco. que oviesse alguna parte de menos culpa
DE INDIAS. LIB. XLV. CAP. II. U1

que hasta el pressente tiempo se suena. Y facilidad se efettue é se traguen é conclu-


torno á deciros, Ietor, que no olvideys lo yan todas estas defensiones : de las qua-
que dixe en mi introduçion ó prohemio les muchas se ovieran excusado, si aque-
para dó quier que passáredes por estas llos principios de la población destas par-
historias é capitanes, pues á los más de- tes se continúan, en los quales no se ad-
llos se puede aplicar lo que allí dixe tan mitían extranjeros, ni aun de todas par-
al proprio como los que allí nombré, lo tes de España, sino solamente castellanos.
qual no es poca desaventura é desasosie- Dexemos esta materia, porque aun-
go para estas tierras é nuevos pobladores que no es desconviniente ni fuera del
délias, é no menos dañoso á los naturales propóssito destas historias, hablemos en
indios, sobre cuyas cabeças é generas- las otras de mejor gusto á los letores, non
çion carga el pesso de semejantes bulli- obstante que aquesto que está dicho no
cios. Lo qual en la verdad es anexo á la puede mi consçiençia dexar de tocar, ni
guerra, é mucho más en los exérçitos des- yo caresçeria de culpa, si no hiçiesse me-
tas partes, porque no son los conquista- moria de lo que he dicho. En este caso,
dores de una lengua (puesto que hablan é porque aun yo no tengo entera relación
castellano), sino de quantas hay en de lo que toca al dicho Sebastian de Be-
chripstianos, é aun no sé si se pueden de- nalcácar, demás de lo que he dicho, pues-
cir tales, porque al tino destas riqueças to que sé de cierto que en las contencio-
andan bárbaros africanos é levantiscos de nes que después tuvo con el mariscal don
muchas generasçioncs, é italianos de to- Jorge de Robledo, le descabecó á él é
das partes é provincias de Italia, é ale- otros, é aquello se requiere expressa é
manes é franceses é ingleses é de otras verdadera relación de cómo passó, pues
nasçiones tantas, é tan disimulados al- yo al pressente me hallo en España é de
gunos é diestros en nuestra lengua, que camino para tornar á la Isla Española,
solo Dios los puede acá conosçer, si ellos adelante se acrescentará la verdad desto
no se quisiessen manifestar por quien son. en la pressente historia con lo que más
Las culpas de los motines é travesuras é fuere deste jaez. Pero pues ques notorio
contestaciones todas se atribuyen á los que Benaleácar cortó la cabeça al maris-
españoles, como es raçon, pues que los cal ques dicho, é se queda hasta el pres-
cabos é los que mandan son de España; sente con aquella tierra é pueblos sobre
mas en essas mesmas revueltas siempre que contendían, quiero decir aqui qué
intervienen extranjeros, porque para la tierra es é algunas particularidades della
salsa de tales guisados es menester un po- quel mesmo mariscal me dixo, é después
co de vinagre ó de otro sabor apartado pocos meses antes de su muerte me lo
del principal manjar, para que con más escribió por su carta.

CAPITULO III.
En que se Iractan algunas particularidades de aquella üerra é pueblos, de que era mariscal don Jorge de
Robledo, sobre que debatían él é Benaleácar , c al fin sobre ello le mató , é quedó la tierra en el Benaleácar
hasta el pressente tiempo, que estamos en el año de mili é quinientos é quarenta y ocho años.

JCJI año de mili é quinientos é quarenta de la Isla Española, que volvia de Casti-
y cinco estuvo el mariscal don Jorge de lia con su muger, doña Maria Carvajal,
Robledo en la cibdad de Sancto Domingo muy bien acompañado de cavalleros é
U2 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gente de honra, é su inuger con quince en ella la llaman Ançerma, y esto es
ó diez y seys mugeres doncellas bien dis- lo queste malafortunado avia poblado: la
puestas, parientas algunas deltas del ma- Anthioehia está en la provincia de Ibixico
riscal é del la. É quiso él yr adelante, é y Nori : en essos tres pueblos puso tres-
dexó aqui á doña Maria é su casa, y él cientos hombres, é los doscientos dellos
fué á Je aderesçar la casa é su passage : é de caballo. Quanto á la gente natural de
después que algunos meses gastó en esso la tierra, me deçia que eran gentiles, por-
envió á un hidalgo, llamado Mendoça, con que en Ançerma, alias Umbra, afirma-
dineros para que la llevasse. E assi se ba el mariscal que adoran al diablo, é
partieron de Sancto Domingo su muger que habla con ellos algunas veçes, é les
del mariscal é su casa, é fueron á la go- dá á entender quél cria los mahiçes é
bernación de Cartagena, donde el maris- quél llueve, é essos tristes assi se lo creen.
cal la atendia: é despues que algunos dias Andan las indias cubiertas con sus naguas
estuvieron descansando de los trabaxos é sus mantas encima de los hombros al
que en la mar avian passado, no les fal- uso de los de Nicaragua : los indios traen
taron otros mayores en la tierra. Porque cubiertas sus vergüencas con los maures,
el mariscal la dexó en Cartagena, y él se que son unos ceñideros de algodón de
fué á aquella tierra de las contenciones muchas vueltas: é sus mantas cubiertas,
que pensó gobernar, para venir con ca- é tienen horadadas las ventanas de las
ballos é indios para passar á su muger é narices, é traen allí unas perillas de oro
su casa; é como su adversario Benalcá- como un garbanço, é desde allí pendien-
çar no dormia, le prendió é hiço matar á tes sus çarçillos por un agujero, é algu-
él é otros. De la manera quello fué, aun nos traen collares de oro é qüentas de lo
no lo he puntualmente entendido: en la mesmo. Es gente muy limpia é muy bien
qual sacón doña Maria su muger é todas tractada: píntanse las caras con ciertas
aquellas sus mugeres adolesçieron en Car- unciones ó betumes de muchos colores.
tagena , é las más deüas murieron, é la y embíxanse los cuerpos. Assimesmo se
doña Maria estuvo muy al cabo de la vi- pintan las mugeres, é quanto más princi-
da , é quedó para angustias é trabaxos de pales son, más pintadas andan; é son gen-
la viudez. tes de buenos rostros é gentiles façiones.
Quando Mendoça fué por doña Maria Y quando algún señor dessos venia á ver
me truxo una carta del mariscal, fecha en al mariscal traíanle en hombros sus indios
Cartagena á seys de agosto del año que por auctoridad; é tráenle un duho, en que
tengo dicho de mili é quinientos é qua- se assiente, é á par de sí siete ú ocho
renta y cinco, que vino á mis manos á mugeres á dó quiera quel tal principal
trece de otubre del mesmo año, é por ella vá, é quando le falta el duho é no se le
entre otras cosas dice que su título es traen, assiéntase en las rodillas de una
mariscal de Anthioehia, de donde tenia de aquellas sus mugeres. Hablan muy
nueva de la yda de Benalcácar, que yba despacio, representando una gravedad
á conquistarla, puesto quel dicho maris- de señores. Sus manjares son cacas ó mu-
cal dice averia él poblado é no otro. chas hierbas guisadas é muchas fructas
Hay otra cibdad, que se dice Carta- de la tierra : é son muy amigos de borra-
go, en la provincia de Quimbaya, é otra cheras é areytos, á los quales salen muy
cibdad que se dice Sancta Ana en la ricos de joyas de oro é plumages. Son
provincia de Ançerma, ques su natural limpios del pecado nefando contra natu-
nombre Umbra, é por la sal que hay ra, é antes son muy amigos de las muge-
DE INDIAS. LIB. XLV. CAP. III. 143
res, y heredan sus mayorazgos enlrellos. ladera. Todas las gentes desfas provincias
Tienen muy buenas casas, é cercadas traen mantas, como las de Nicaragua, ó
las paredes de peña, é lo alto cubierto de las mugeres lo mesmo : comen carne hu-
paja; y en fin esta es muy buena gente. mana essos de Arma é Poco mucha, por-
La provincia de Quimbaya, donde es- que son muy carniceros.
tá Cartage, es catorce leguas de los que Preguntó este mariscal á un cacique de
avernos dicho, y es de la mesma arte; pe- Panamá, ques junio á la provincia de Ar-
ro hay mayores señores é más ricos de ma , que quántos indios sacrificaban cada
oro : é son diferentes en la lengua á los dia, é respondióle que cinco, 6 que los
sussodichos en mucho extremo. sacrificaban al diablo por temor que te-
La provincia de Poco, que está repar- nian del, c que quando lo dexaban de
tida a Cartago, es de gente belicosa, 6 hacer , que les daba enfermedades.
assi fué más dificultosa de se conquistar: Estas provincias son savanas ó tierra
en la qual los indios tenian en sus casas desocupada, sin montes ó árboles, é pas-
ydolos muchos, de tan grandes estaturas sa por medio délias el rio de Sancta Mar-
como los hombres, puestos por orden. É ta. Es tierra templada é participa más de
no avia casas señaladas dessos ydolos, si- frió que de calor. Hay muchas maneras
no en cada casa ; y el ques más señor tie- de fructas de las de Indias : hay venados,
ne más ydolos, é allí hay sacrificios. conexos é las otras bestias é animales que
En Arma, ques más adelante, é tam- en la Tierra-Firme son comunes : hay pa-
bién está repartida á Cartago é ahí po- lomas, tórtolas, codornices é las otras
bló Benalcácar villa, es belicosa gente é aves, que assimesmoson ordinarias en la
de otra fengua apartada de todos los que Tierra-Firme.
he dicho : allí hay quarenta é nueve qües La provincia de Anthiochia está sessen-
de madera, en que sacrifican ó matan al ta leguas más abaxo que las dos cibda-
sacrificado dessa gente. Y es belicosa ge- dcs ya dichas, é los indios della son be-
nerasçion, é salían á pelear con los espa- licosos é muy entendidos, é más carnice-
ñoles cubiertos de armaduras de oro, con ros que todos los otros que se han nom-
la qual vista los chripstianos perdían el brado de susso, porque tienen jaolas de
cansancio é se les doblaban las fuercas madera, donde ponen á engordar indios
por desarmarlos. Y en una loma, donde para los matar é comer después, quando
dieron la primera guacábara á este maris- les paresçe que están bien en carnes, co-
cal, se quedó aquella loma con nombre mo se hace con los puercos en Castilla;
de loma de los Armados. Esta es gente ó para que engorden más presto, quié-
tosca é más salvage é bestial que las sus- branles los ojos. Es tierra fria ó muy sana.
sodichas : sus casas son redondas é gran- Esta relación es la quel infeliçe maris-
des, tanto que en casa alguna hay veyn- cal me dio desta tierra : lo que más se su-
te é cinco vecinos casados: avia en esta piere adelante con el tiempo se acresçen-
provincia tres mili casas, todas en una tará en este libro.
Este es el octavo libro de la tercera parte, y es quadragéssimo sexto de la General
y natural historia de las Indias, Islas y Tierra-Firme del mar Océano de la corona
é çeptro real de los Reyes é reynos de Castilla é de Leon : el quai tracta de la go-
bernación de la Nueva Castilla é sus anexos, desta é de la otra parte de la linia
equinoçial.

PROHEMIO.

lluien baçe compañía con los injustos dad, que huyendo de su propria pobre-
no puede ser justo él *. Antigua senten- ça, passaron acá á poner entredicho é çi-
cia es de Ciro, rey de los persas. Ovo caña é muerte con su compañía en la
en estas Indias nuestras dos amigos é amistad é conformidad quel hermano avia
compañeros en las haciendas, tan her- tenido hasta allí con su compañero. Di-
manos é conformes, que un tiempo fue- gámoslo más claro. Francisco Piçarro (hi-
ron una voluntad é un querer, é pares- jo bastardo de un escudero hidalgo, lla-
çian un mesmo hombre en dos cuerpos. mado Gonçalo Piçarro, natural de Truxi-
É aquestos fueron dos personas, que de 11o) passó á estas partes con una espada
poco é baxo principio subieron á ser muy é una capa mucho tiempo há; é si os
señalados é nombrados varones por el acordáredes, letor, yo he fecho mención
subçesso é riqueças, que truxo Dios á sus del en estas historias en diverssas partes
manos é determinación. Después, andan- délias : buena persona é de buen ánimo,
do el tiempo, recresçiéronsele al uno de- cuerpo robusto, é hombre sin ninguna le-
llós tales hermanos que de España vinie- tra ni industria para gobernar. Este pas-
ron á acompañarle por el principio que só á la Tierra-Firme desde aquesta cibdad
vieron en la aumentación de su prosperi- de Sancto Domingo con el gobernador de

i Xenofonte, lib. II.


DE INDIAS. LIB. XLVI. PR0HEM10. US

la provincia é conquista de Urabá Alonso dirá adelante la historia en su lugar.


de Hojeda, é como subçedieron sus co- Estando estos dos buenos amigos en
sas muy adversas é le mataron parte de Panamá, tomaron otro compañero terce-
la gente é otros se le murieron de ham- ro, é hicieron partícipe en la amistad é
bre y enfermedades, acordó venir á esta hacienda á un clérigo, llamado el maes-
Isla por socorro: é dessos pocos que ya trescuela don Fernando de Luque, perso-
le quedaban, dexó â este Francisco Piçar- na muy acepta al gobernador Pedrarias
ro por su teniente en Urabá: el qual quan- Dávila : el qual tenia un cacique llamado
do después ganó el Darien, se halló en Periquete, mejor é de mejor gente que la
ello, é quando se descubrió la mar del de los compañeros, pero mucho á su pro-
Sur, fué uno de los soldados quel capitán póssilo y en comarca de los indios desso-
Vasco Nuñez de Balboa consigo llevó. É tros. É fecha esta union ganaron mucha
después mililó debaxo de la gobernación hacienda, é fiçieron un muy buen hato de
de Pedrarias Dávila en Castilla del Oro. vacas en la ribera del rio Chagre, quatro
En el qual tiempo hiço compañía con otro leguas de Panamá : é labraban minas é
compañero, llamado Diego de Almagro, é tenían otras haciendas é grangerias, que
fueron ambos un espejo y exemplo de mucho les ayudaban, á causa de la dili-
buenos é conformes amigos, sobre todos gencia del Almagro é del regimiento del
quantos en estas partes hasta hoy se sa- Piçarro. É desque estuvieron ricos, que
be que hayan tenido compañía. Yo creo alcançaba é valia lo que tenían quince ó
sin dubda que sí entre estos amigos diez é ocho mili pessos de oro, siguióse
acaesçiera tal nesçessidad como la que quel capitán Pasqual de Andagoya vino
Valerio Máximo escribe de Damon é Pi- perdido á Panamá y enfermo del viage
thias *, que estando condenado á muerte que avia fecho en busca del cacique del
uno dellos, el otro salió por fiador que Perú é descubrimiento de aquella costa
á cierto término volvería á padesçer, é del Sur, é apartóse de la negociación.
que si no volviesse le matassen á él ; é Estonces Piçarro é Almagro suplicaron
queriendo experimentar esta miraculosa á Pedrarias que se la diesse á ellos, é por
amiçiçia , el tirano rey Dionisio de Sira- respecto del clérigo que tenia compañia
cusa «lió licencia para quel condenado con ellos se la concedió, é los hiço capi-
fuesse donde le con venia, é que su fia- tanes para el descubrimiento, é aun to-
dor cstuviesse presso en su lugar é mu- mó una quarta parle en la compañia á
riesse, si al término asignado el amigo pérdida é á ganancia é igual costa. Pero
no tornasse; pero volvió el que estaba en essa no puso más de palabras; y es-
condenado é pidió al rey que soltasse á tos capitanes continuaron la empressa, é
su amigo é fiador, é que exécutasse en gastaron quanto tenían é se adebdaron
él la sentencia. Maravillado del caso Dio- en mucho más, antes que goçassen ni sa-
nisio le perdonó, é les rogó que le tomas- cassen el caudal que avian puesto, con
sen á él por tercero é participante en su assaz más cantidad, que debían á otras
amistad. Esta, pues, ovo no menos per- terceras personas sus amigos. E cómo en
fetta entre Piçarro é Almagro, é turó los principios la cosa era de mucho gasto
hasta que los hermanos del Francisco é peligro, é costaba ya muchas vidas de
Piçarro entraron enmedio, ó el común hombres, é la ganancia estaba dubdosa,
enemigo del linage humano, como lo é Pedrarias no quería contribuir como

i Val. Max., lib. IV.


TOMO IV. 19
146 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
particionero para que se proçediesse á cordias Hernando Piçarro, su hermano.
cuenta, requerido por Almagro que los Todo esto é lo que más el tiempo ha
ayudasse, salióse afuera por mili pes- obrado en estos escándalos é diferencias
sos de oro que le dio el Almagro, demás é otras cosas del jaez de la historia de
de le soltar lo que debia á la compañía. aquellas partes se tractará en este libro
Todo esto está dicho más particularmente XLVI con la menos pessadumbre é proli-
en estas historias donde convino hacerse xidad que yo supiere hacerlo, é no sin
memoria dello. aver lástima del uno é del otro destos dos
Echado Pedrarias fuera de la nego- compañeros. É sin passion alguna diré lo
ciación, prosiguieron los capitanes lo que será probable é notorio; é aunque
que tenian començado, é tomóse Cata- alguno sospeche que la tengo, no me de-
mez é otras poblaciones en la tierra aus- be juzgar por tan desacordado contra mi
tral, é començaronse á mostrar las ri- consçiençia que crea he de escribir ni
queças de aquellas partes tan de golpe, decir cosa en este caso ni en otro sin te-
que en breve tiempo cresçieron estos ca- nerla muy bien sabida y examinada. Por-
pitanes en títulos y estados é grandíssi- que demás de dar noticia á Su Magestad,
ma auctoridad. Y el Emperador, nuestro por cuyo mandado escribo las cosas des-
señor, hiço á Francisco Piçarro adelan- tas partes, é ante su acatamiento no se
tado é su capitán general de cierta parte ha de atrever hombre alguno á hablar ni
de aquella tierra, é mandóla llamar la escribir frustratorios renglones, Francis-
Nueva Castilla, é aprobó la compañía su- co Piçarro é Diego de Almagro fueron
ya é de Almagro ; é hiço merced al Die- mis amigos desde muchos años há ; y el
go de le dar título de mariscal, é al maes- uno y el otro resçibieron buenas obras de
trescuela nombróle por electo obispo en mí, quando yo pude en algo darles con-
aquella tierra. Siguióse después la pris- tentamiento : é aunque fueran mis enemi-
sion del rey Atabaliba, con la qual se gos, yo no sabré decir sino lo que la ver-
ovieron grandes thessoros, é se encumbra- dad permitiere, porque tengo muy en la
ron las cosas en tanta abundancia de ri- memoria aquellas palabras del philósopho
queças como la historia lo dirá ; é la Çes- que dicen : « La mentira por sí misma es
sárea Magestad hiço al dicho Almagro mala é digna de vituperio» *,
adelantado é su capitán general é gober- Pues no querrá Dios questos capitanes
nador del nuevo reyno de Toledo en la ni otros de todos los que hoy viven, ni
tierra é mares australes. É con las rique- de los muertos, ni de los que nascerán,
ças que ya los hermanos del adelantado me hagan á mí tan olvidado de mi ver-
Piçarro tenian, resultó de la ganancia güenca é crédito que diga cosa que sea
tanta soberbia en ellos, que fueron causa contraria de lo cierto, porque el mentir
á que después oviesse rompimiento con no es tan liviana culpa, ni señal en la
el dicho mariscal, é se diessen muy in- cara que se quite con la mandragora 2:
justa é ultrajosa muerte. Después de antes es un delicto que mata el ánima 3 é
todo lo qual quedó absoluto en la tier- quita el crédito á los hombres, y este con-
ra el adelantado don Francisco Piçar- servaré yo (mediante Jesu Chripsto) de
ro, é con título de marqués; é fuesse tal manera, que antes se me acabe la vi-
á España el inventor de aquestas dis- da que la verdad.
i Aristóteles dice : Est enim mendatium per se 2 Pün., lib. XXV, cap. 9.
iptum improbum ac viluperatione dignum (Ethic, 3 Os qui mentitur, octidit animam. (Sapient.,
lib. HI. cap. I.)
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. I. U7

CAPITULO I.
En que se tracta de los dos compañeros é capitanes Francisco Piçarro é Diego de Almagro, é de cómo los
indios del pueblo de Tumbez mataron ciertos chripstianos, é del castigo que sobrello se hiço, é cómo des-
pués fué el cacique é su gente resçebidos á la paz é amistad de los chripstianos é á la obidiencia de Sus
Magestades.

listos capitanes Francisco Piçarro é Die- ta de no tener posibilidad para más), no


go de Almagro, como se ha dicho en los fueran sus fines tan peligrosos ni de tanta
precedentes libros destas historias, vi- inquietud. Assi que, encargáronse de esta
vieron en tanta conformidad é amistad negociación viéndose ricos, é aviendo
que eran exemplo de grandes personas; descubierto la tierra é mar austral por
é fué esso principio de su auctoridad é aquellas partes, é viendo removido á Pe-
crédito, aunque no era todo tan fundado drarias de la gobernación de Castilla del
sobre verdadero amor (segund el tiempo Oro (por cuyo mandado avian ydo á des-
lo mostró adelante) como por arte é nes- cubrir) , é aviéndole echado de la compa-
çessidad. Declaróme: Almagro era hábil, ñía suya, como la historia más puntual-
diligente, liberal, expedito en lo que mente lo dice en el libro XLII, capítu-
avia de haçer, é hombre del campo: Pi- lo III, é aviendo subçedido Pedro de los
çarro lento ó espacioso, é al paresçer de Rios, gobernador, acordaron, quando
buena intención, pero de corta conversa- ya vieron el grand principio de riqueça
ción é valiente hombre por su persona: é de aquella tierra, é avian ávido alguna
ambos muy conformes é unánimes, sin cantidad de oro, de yr á pedir al Empe-
saber el uno ni el otro leer ni escribir, ni rador, nuestro señor, aquella goberna-
tener entre sí cosa conosçida ni más apro- ción , antes que se descubriesse tanto que
priada al uno que al otro en sus hacien- los desechassen á ellos para tan grand
das. Y en la verdad desavenidos tuvieran officio. E como buenos amigos, porfiaron
menos que algunos de sus vecinos, é con quál seria gobernador é yria á pedir Ja
la compañía del padre Luque ó loco (que gobernación á Su Magestad, é por pura
assi le llamaban algunos por se aver jun- importunación de Almagro cúpole á Pi-
tado con estos capitanes)- estaban favo- çarro (porque siempre Almagro túvole
resçidos, é hacíase la hacienda de todos respecto é desseó honrarle ) : é assi ovo
bien, é si estuvieran separados, corrieran de yr en España, é truxo la gobernación
á la par con otros muchos. É assi fueron para sí é confirmada de la compañía de
parte para hacer hacienda, como la hicie- ambos, é diósele el hábito de Sanctiago,
ron , é con ella pusiéronse en tomar aque- é aun mandóles dar el Emperador salario
lla empressa, que á mi juicio fuera mejor á ambos para que sustentassen la tierra
para sus ánimas é vidas, é aun para el en la continuación de la conquista é paci-
Rey é su tierra, é para muchos que han ficación délia. Y eligió Su Magestad por
padesçido, nunca averse hallado ni visto obispo al padre Luque, compañero des-
ni comencádose tal empressa, é como un tos capitanes, con cuya hacienda hicieron
tiempo ganaron su vida con sus bateas é ellos sus hechos, puesto quel uno y el
gente, é haciendo una vida de sendos es- otro se lo pagaron con ingratitud, segund
tancieros , ó seyendóselo ellos de sus pro- á raí me lo escribió el mesmo electo de
prias haciendas (lo qual no se les pue- su mano.
de atribuyr á vituperio alguno, sino á fal- Venido Francisco Piçarro de España
148 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
con estos despachos, truxo tres ó quatro á poblar. Y él fué muy alegre é contento,
hermanos suyos, tan soberbios como po- acordándose que en su prission se le hiço
bres, é tan sin hacienda como desseosos buen tractamiento, é dixo que yba con
de alcançarla : el uno se llamaba Hernan- voluntad de servir á Sus Magestades de
do Piçarro, y el otro Johan Piçarro, y el ahí adelante.
otro Gonçalo Piçarro, é otro Francisco Porque en aquella isla no se podia ha-
Martin. É de todos ellos el Hernando Pi- cer más fructo por estonces, salióse el
çarro solo era legítimo, é más legitimado gobernador della con algunos españoles é
en la soberbia : hombre de alta estatura cavalleros, que en tres navios que allí es-
é gruesso ; la lengua é labios gordos, é la taban cupieron, é fuésse al pueblo de
punta de la nariz con sobrada carne, y Tumbez, que estaba de paçes; é dexó
encendida ; y este fué el desavenidor del allí la otra gente con un capitán, en tanto
sosiego de todos, y en especial de los dos que los mesmos navios tornaban por ella;
viejos compañeros Francisco Piçarro é é para ayudar á passar con más brevedad
Diego de Almagro. É llegaron estos qua- á los españoles, vinieron por mandado
tro hermanos á Panamá el año de mili é del gobernador ciertas balsas de Tumbez,
quinientos é veynte y nueve ; é de hasta quel cacique envió, é metieron en ellas
trescientos hombres que Piçarro traia de tres chripstianos con alguna ropa. Y en
Castilla, se le murieron allá en pocos dias tres dias de navegación vinieron los na-
el un tercio de la gente ó más. vios á desembarcar en la playa de Tum-
De la contención é diferencias que allí bez : é cómo el gobernador saltó en tier-
ovo entre los capitanes, é cómo Almagro ra, halló la gente de los pueblos alçada, é
quiso deshacer la compañia, porque el inquiriendo la causa de aquella novedad,
Piçarro, su compañero, en aquel camino súpose de algunos indios, que se tomaron,
vino comendador é honrado é aventajado cómo se avian aleado é Hevádose los tres
é tuvo más cuidado de sí que del compa- chripstianos é ropa que en las balsas traian.
ñero, é tuvieron grandes contiendas é de- Cómo nuestros navios ovieron echado
bates, decirse ha adelante en el prohemio en tierra la gente é caballos é ropa, vol-
del libro XLVII; pero dióse medio entre- vieron á la isla por los otros españoles
Uos é prosiguióse la conquista: la qual que allá avian quedado, y el gobernador
nunca o viera efetto si Diego de Almagro é la gente se apossentaron en el pueblo
no se oviera tornado á convenir é venir del cacique en dos casas fuertes cerca-
en que se continuasse aquella navegación, das, una de las quales era á manera de
y el alçamiento quel cacique é indios de fortaleça : é mandó el gobernador yr cor-
la isla de Sanctiago avian ordenado se redores por la tierra, é que subiessen
castigasse é les fuesse hecha la guerra. por la costa de un rio arriba, que entre
Esta isla se llama en lengua de los natu- aquellas poblaciones passa, é por saber
rales della la Puna, y está en tres grados de los tres chripstianos que en las balsas
de la línia equinoçial ; é apremiados los avian llevado, por ver si los podrían re-
indios, la desampararon é se passaron á la mediar antes que los indios los matassen;
Tierra-Firme. É por ser aquella isla tan ri- pero las diligencias aprovecharon poco.
ca , fértil é poblada, é que no se acabas- Recogióse en aquellas dos casas toda la
se de destruyr, soltó el gobernador don comida que se pudo aver, é tomáronse
Francisco Piçarro al cacique, é aseguró- algunos indios, de los quales el goberna-
le, porque recogiesse su gente que anda- dor envió mensajeros á que llamassen al
ba alterada é derramada, é se tornasse cacique é sus principales, asegurándolos
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. Í. U9

é convidándolos con la paz, é que truxes- « El cacique Chilimassa, mi señor, dice


sen los tres chripstianos vivos, é que los que por el mucho temor que tiene de los
perdonaría é admitiría al servicio de Su chripstianos no osa venir, é que si luvies-
Magestad, puesto que eran agresores; con se por cierto que no le avían de matar,
aperçebimientoquesi assi no lo hiçiessen, él vernia de paz. » Y el capitán le respon-
les seria hecha la guerra á fuego é á san- dió que viniesse, sin aver temor alguno,
gre, sin misericordia alguna. A todo se porque el gobernador le resçibiria por
hicieron sordos: antes se fortalesçieron vassallo del Emperador é le perdonaría el
de la otra parte del rio, que yba eston- delicto que avia fecho. É con este seguro
ces bien cresçido é no se podia vadear, é vino el cacique con algunos principales;
decían que passassen allá los chripstianos: pero no sin mucho temor: y el capitán
que pues á los tres de las balsas avian los aseguró é hiço alegre recogimiento, é
muerto, también se podrían defender de le prometió de no le hacer más guerra de
los otros é aun ofenderlos. la que le avia fecho, pues que avia veni-
^t Passada ya toda la gente desde la isla, do de paz é deçia que quería ser vassa-
mandó el gobernador hacer una buena llo del grand Rey de Castilla é quería ser
balsa, é hiço passar en ella un capitán amigo de los españoles ; é díxole que hi-
con quarenta de caballo é ochenta peo- çiesse venir su gente á sus pueblos.
nes , é mandóle que pues los indios con- Despues quel capitán é su gente torna-
fessaban aver muerto á los chripstianos, ron á passar el rio, aviendo primero he-
que les hiçiesse la guerra; pero que si cho passar algún mantenimiento de lo
después de los aver castigado, conforme que se avia hallado, fuésse adonde el go-
al delicto que avian cometido, viniessen bernador avia quedado, é llevó consigo
de paces, que los resçibiesse á ellas. Es- el cacique é sus principales, é hiço rela-
tuvo la gente ques dicho en passar de la ción de lo ques dicho; y el gobernador
otra parte del rio desde bien de mañana se alegró mucho, porque aquel castigo se
hasta vísperas ; pero dióse tan buena ma- avia fecho sin daño de los españoles. E
ña el capitán en lo que le fué ordenado, despues que ovo dado gracias á Dios por
que cómo tuvo su gente junta, se partió ello é por aver venido aquel cacique de
luego, é anduvo toda aquella noche, lle- paces, hícole preguntar por la lengua ó
vando sus guias, é al quarto del alba dio intérpelre que por qué se avia aleado é
sobre cierto real que los indios tenían as- muerto los chripstianos, pues avia seydo
sentado, é desbaratólos é mató muchos bien tractado é le avia fecho restituyr
dellos, é púsolos en huyda; é siguió el mucha parte de su gente, quel cacique de
alcance todo aquel día, hiriendo é matan- Ja isla le tenia usurpada, é le avia fecho
do é prendiendo los que pudo, é ya que entregar los ^principales capitanes, que le
era cerca de la noche, recogióse con los avían quemado su pueblo é muértole su
chripstianos en un pueblo. Otro día luego gente, para quel hiçiesse justicia dellos,
por la mañana envió sus quadrillas en bus- creyendo que fuera buen servidor de Su
ca de los enemigos, é también se les hi- Magestad é agradesçiera sus beneficios.
ço daño ; pero paresçiéndole que lo hecho A esto respondió é dixo : « Yo supe que
bastaba para notable castigo y escarmien- ciertos principales mios, que en las balsas
to , envió á llamar al cacique, requirién- venían, llevaron tres chripstianos é los ma-
dole con la paz é asegurándole : el qual taron, é de temor que ove que no me
envió un principal nyo, que dixo al ca- matásedes echándome á mí la culpa de
pitán é á los españoles dcsta manera: aquellos, me alcé, porque yo no lo supe
450 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ni fui en ello ni los mandé matar, El go- te, é luego el cacique envió á llamar su
bernador le replicó é dixo que hiçiesse gente é á los principales; é los que fueron
traer aquellos principales malhechores, en la muerte de los chripstianos dixo que
para que se supiesse la verdad, é que la no se pudieron aver, porque se avian
gente se fuesse á sus pueblos seguramen- huydo é y dose de la tierra.

CAPITULO II.
Cómo el gobernador Francisco Piçarro se partió del pueblo de Tumbez con su gente, é fué la via de Chin-
cha , é cómo en el camino fueron castigados los caciques de Cango é Iotu, é fueron reducidos á la paz , é
cómo hiço quemar al cacique Amotape é sus principales é otros del cacique de la Chira, é cómo en la ribera
de un rio é tierra del cacique Tangarala pobló la cibdad de Sanct Miguel, seys leguas de la mar, é otras
cosas anexas al discurso de Ja historia.

Uespues quel gobernador Francisco Pi- repossó una noche : é desde á tres dias
çarro ovo estado algunos días adonde es después llegó á un pueblo de un cacique,
dicho, é viendo que los indios matadores que se dixo que avia nombre Silan, que
no podían ser ávidos para hacer justicia está entre unas sierras, é repossó allí el
dellos, é que aquel pueblo de Tumbez es- gobernador tres dias, porque la gente
taba destruydo é quemado, é por algu- yba fatigada. Y en otras tres jornadas de
nos edefiçios de tapias que avia derriba- camino por la tierra adentro, la via de
dos , é por aquellas dos casas ques dicho Chincha seys dias, se halló una ribera de
que la una délias tiene tres muros de tier- un rio, bien poblada é bastecida de mu-
ra ciegos, é sus patios é apossentos é sus chos mantenimientos de la tierra é de ga-
puertas con sus defensas, que para entre nados de ovejas de aquellas, de quien es-
indios es buena fortaleça, mostraba que tá la relación en el libro XIÍ, capítu-
Tumbez debia aver seydo pueblo de mu- lo XXX; y el camino era todo fecho á
cha importancia é buena cosa, é dixeron mano, ancho é bien labrado, y en algu-
los naturales de la tierra que á causa de nos malos passos fechas sus cascadas. Lle-
una grand pestilencia é de la guerra que gados á este rio, el qual se llama Tunea-
les avia fecho el cacique de la isla, estaban ran , assentó el gobernador su real en un
destruydos. É porque no avia caciques ni pueblo grande, que se llama Puecho: é los
indios en la comarca más de los que eran caciques todos de la costa de aquel rio
subjetos á este cacique, acordó el gober- abaxo vinieron allí de paçes, é al camino
nador de se partir de allí con alguna gen- salieron indios deste pueblo á resçebir al
te de pié é de caballo en busca de otra gobernador, é de otros pueblos assimes-
provincia que fuesse más poblada, para mo. Y él los rescibió á todos, mostrándo-
assentar en ella é poblarla de algún pue- les mucho amor é haciéndoles buen trac-
blo de chripstianos; é aquel cacique que- tamiento : é mandábales notificar é dar á
dó de paz recogiendo su gente á sus pue- entender con las lenguas el requirimiento
blos. É assi partió, dexando allí su te- que Su Magestad manda que se les haga
niente con los españoles que quedaron en á los indios, para traerlos en conosçimien-
guarda del fardage, primero dia de ma- to de nuestra sancta fée cathólica, é re-
yo de mili é quinientos é treynta é dos quiriéndoles con la paz é que obedezcan
años, é á los diez y seys dias de aquel á la Iglesia apostólica de Roma, y en lo
mes llegó á un pueblo pequeño, donde temporal den la obidiençia á Su Mages-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. IL 45*
tad é á los Reyes sus subçessores en los ra que venidos se eníendiesse en la po-
reynos de Castilla é de Leon. É respon- blación de los chripstianos. É porque le
dieron que assi lo querian é harían, guar- paresçio despues que era menester de-
darían é cumplirían enteramente; y el más del mensajero é convenia que fuesse
gobernador los rescibió por tales vassa- persona de auctoridad, á quien el cacique
llos de Sus Magestades por auctoridad é indios de Tumbez tuviessen respecto,
ante notarios, é dieron servicio de indios. temor é acatamiento, para que ayudassen
é indias para los españoles, é bastimen- á venir la gente é traer el fardage, envió
tos é lo que fué nesçessario. Un tiro de á Hernando Piçarro, su hermano é capi-
ballesta antes de llegar á este pueblo de tán general suyo, para lo ques dicho. É
Puecho, estaba una grand plaça con una ydo, supo el gobernador que dos caci-
fortaleça cercada, é dentro en ella mu- ques, que estaban el rio arriba en la sier-
chos apossentos, donde el gobernador é ra, que se decían el uno Cango y el otro
los españoles se apossentaron, porque los Icotu (é otros sus comarcanos áellos), no
naturales no resçibiessen daño ni enojo, querian venir de paces ni les placía la
estando en su pueblo apossentados : é as- vecindad de los chripstianos (caso que
si á este pueblo como á todos los demás avian sido enviados á llamar é á reque-
que venian de paces mandó el goberna- rir de parte del gobernador) ; por lo qual,
dor por pregón é só graves penas que no vista su desobidiençia, envió un capitán
les fuesse fecha fuerça ni descortesia, é con veynte é cinco de caballo é gente de
que se les hiçiesse muy buen tractamien- pié para traellos, si posible fuesse, con
to por los españoles é á sus criados é na- buena maña á la obidiençia de Sus Ma-
borías, que en su servicio traian. É assi gestades é á la paz é amistad de los
los indios cada dia traian abundantemen- chripstianos. E halláronlos alçados de los
te de comer para todo el exérçito é hier- pueblos, y el capitán que á esto fué los
ba para los caballos, sirviendo con grand envió á llamar, requiriéndolos con la paz:
diligencia en todo lo que los españoles les la respuesta fué que vinieron de guerra
mandaban. sobre el capitán y españoles, é cómo fue-
Cómo el gobernador vido que aquella ron sentidos de los nuestros, salieron á
ribera de aquel rio era gentil é fértil é ellos é trabóse la batalla ; pero en breve
poblada de buenos pueblos, é la tierra espacio fueron los indios vencidos, é se
aplacible é llana, mandó que se viesse la siguió el alcance, hiriendo é matando de-
comarca délia, é que se mirasse si avia llos é prendiendo á otros. Después de lo
puerto en buen parage: é después de qual el capitán los tornó á requerir con la
passeado é reconosçido por personas que paz, protestando destruylíos, si diessen
lo supieron muy bien considerar, hallóse lugar á que la guerra se continuasse : é
buen puerto á la costa de la mar cerca vinieron de paçes, é fueron resçebidos á
de la dicha ribera, é buenos caciques se- ellas, é quedó pacífica aquella provincia.
ñores de mucha gente, y en dispusiçion Y el capitán y españoles se volvieron al
que con poco trabaxo podian venir á ser- gobernador, é llevaron consigo los caci-
vir al rio ya dicho. Y el gobernador fué ques, é fueron bien resçebidos é tracta-
á ver por su persona é á visitar todos los dos del gobernador, é mandólos volver á
pueblos del rio abaxo, é quedó muy sa- sus pueblos é que recogiessen su gente é
tisfecho de la comarca ; y envió á mandar se sosegassen en sus casas é haciendas.
al teniente y españoles, que quedaron en En los pueblos destos caciques de la
Tumbez, que se viniessen á aquel río, pa- sierra, dixo este capitán que avian halla-
152 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
do minas de oro fino, é que los vecinos cacique de Amotape é sus principales é
de aquellos pueblos lo cogen en ellas, é algunos indios é todos los principales de
truxo muestra dello : las quales minas di- los de Lachira é algunos de sus indios:
xo que estaban veynte leguas deste pue- deste cacique de Lachira no se hiço la
blo de Puecho. mesma justicia, porque paresció que te-
El capitán que á Tumbez fué por la nia poca culpa, é que era apremiado de sus
gente, vino con ella desde en treynta días: principales. É porque estas dos poblacio-
alguna della vino por la mar con el far- nes quedaban sin cabeças é no se per-
dage en balsas de Tumbez y en un navio diesse ni derramasse la gente délias, en-
é un barco que avian venido de Panamá comendóselas el gobernador al mesmo ca-
de mercaderes; pero no truxeron gente cique de Lachira, certificándole que si
á la tierra, porque decían quel capitán de ahí adelante no fuesse bueno, que en
Diego de Almagro quedaba haciendo cier- la primera ruindad que le tomasse que le
ta armada, é tenia tomada toda la gente costaría la vida é le destruyria; é man-
que avia de venir á esta población, con dóle recoger su gente é la de Amotape,
propóssito de poblar por sí. Sabido por el é que los gobernasse é rigiesse en tanto
gobernador que la gente de Tumbez ve- que un muchacho pequeño, heredero de
nia por la mar en navios é balsas, é que aquel señorío de Amotape^ fuesse de edad
estaban ya en el puerto, porque con bre- para gobernar su estado.
vedad se desembarcassen y el fardage se Este castigo puso mucho temor en la
llevasse por el rio, partióse del pueblo tierra toda é sus comarcas, en tal mane-
de Puecho el rio abaxo con alguna gen- ra que cierta junta que se dixo tenian
te ; é llegado á un cacique de aquella ri- aparejada los comarcanos para venir á
bera , que se dice Lachira, halló allí cier- dar en el gobernador y españoles, se des-
tos chripstianos que ya se avian desem- hiço é desconcertó su mal propóssito ; é
barcado , é quexáronsele quel cacique les de allí adelante todos sirvieron mejor é
avia hecho mal tractamiento, é la noche más solícitos é con mayor temor.
antes no avian dormido sueño, de temor Hecha aquesta justicia, é recogida la
que ovieron de ser muertos, porque los gente é fardage que de Tumbez avia ydo,
vieron andar muy alterados é acaudilla- é vista muy bien la comarca é ribera, é
dos. Y el gobernador hiço luego tomar la ávido su consejo con fray Vicente de Val-
información de los proprios indios natu- verde, de la Orden de los Predicadores
rales, é hallóse quel cacique de Lachira, de Sancto Domingo, é con los offiçiales
con sus principales é gente, é otro que se de Su Magestad é otras personas pruden-
llama Amotape, que está el rio abaxo, tes, porque en aquella comarca é ribera
cerca destotro, tenian concertado de ma- les paresció que concurrían las causas é
tar aquellos chripstianos el proprio dia calidades que deben mirarse para la bue-
quel gobernador allí llegó. É sabido esto, na fundación de los nuevos pueblos, é
el gobernador, secretamente, envió á para que los españoles é los naturales pu-
prender al cacique Amotape, é á todos diessen mejor sustentarse é servir con me-
los que se pudiessen aver de sus princi- nos trabaxo, se assentó é fundó en nom-
pales, y él prendió al de Lachira é sus bre de Sus Magestades en la ribera, jun-
principales : é algunos de sus indios, có- to al dicho rio, en tierra de un cacique,
mo fueron pressos, confessaron su delic- llamado por su nombre Tangarala, á seys
to. É luego mandó el gobernador que se leguas del puerto de la mar, é se hiço
hiçiesse justicia dellos, é fué quemado el una población á honor é reverencia del
DE INDIAS. LIB. XLVL CAP. II. 153
arcángel Sanct Miguel, é púsosele nom- dían sostener, ni poblarse el pueblo sin
bre la cibdad de Sanct Miguel ; é porque repartirse los caciques en personas que
los navios que de Panamá avian venido los administrassen é procurassen de suer-
no resçibiessen detrimento, dilatando su te que los naturales resçibiessen el menos
despacho, el gobernador, con acuerdo de daño que fuesse posible en sus personas
los offiçiales de Su Magostad, mandó (porque como los chripstianos tengan co-
fundir cierto oro que aquellos caciques y nosçidos los indios que tienen en admi-
el de Tumbez avian dado de pressente ; ó nistración son bien tractados é mejor con-
sacado el quinto para Sus Magestades, servados), desta causa, con acuerdo del
lo restante, que pertenesció al exérçito religioso ya dicho é de los offiçiales de
de la conquista, el gobernador lo tomó Su Magestad, depositó los caciques é in-
prestado de los compañeros, para se lo dios en los vecinos desto pueblo para que
pagar del primer oro que se oviesse. É ayudassen á los chripstianos á se susten-
con esto se despacharon los navios é fue- tar, y ellos los doctrinassen en las cosas
ron pagados de sus fletes, é los maestres de nuestra sancta fée cathólica, confor-
se aviaron é despacharon de sus merca- me los mandamientos de Sus Magestades,
derías é se fueron contentos su viage ; y entretanto que otra cosa Su Magestad pro-
el gobernador envió á avisar al capitán veyesse. É ordenó los otros offiçiales de
Diego de Almagro, su compañero, quán- alcaldes é regidores é personas convinien-
to Dios é Su Magestad se deservían de tes á la república, para la tener en justi-
intentar otra población, no pudiéndose cia, é á los caciques é indios de la tierra
sostener aun aquella, para estorbarle su en paz; é puso allí un teniente é capitán,
propóssito. É proveydo el gobernador el en nombre de Sus Magestades, en su lu-
despacho destos navios, repartió entre las gar, porque en todo oviesse la buena or-
personas que se avecindaron en aquella den que con venia á la auctoridad real,
nueva cibdad de Sanct Miguel las tierras bien é procomún de los chripstianos é de
é solares ; é porque los vecinos, sin ayu- los naturales de la tierra.
da é servicio de los naturales, no se po-

CAPITULO III.
Como el gobernador Francisco Piçarro se partió de la cibdad de Sanet Miguel, la via de Caxamalca, eri
demanda del grand rey Atabaliba, é de la relación que un capitán, que avia enviado Piçarro á Caxas, le
truxo déla tierra de Atabaliba, é del mensajero ó embaxador é pressente que Atabaliba le envió, é de la
respuesta que con el mesmo mensajero le envió el gobernador.

Uespues quel gobernador Francisco Pi- era el mayor señor de aquellas parles: al
çarro dexó fundada é ordenada é provey- qual todas aquellas provincias obedes-
da aquella nueva república de la cibdad çian, é que de léxos tierra, de donde era
de Sanct Miguel, tuvo noticia que la tier- natural, avia venido, é conquistando é
ra adentro la via de Chincha é del Cuz- ganando todas las poblaciones que topa-
co avia muchas é grandes poblaciones é ba. É que cómo llegó á aquella provincia
ricas, é que á doce ó quince jornadas de de Caxamalca, por ser tan rica é aplaci-
la cibdad de Sanct Miguel estaba un va- ble , assentó en ella, é desíde allí yba ga-
lle poblado, que se dice Caxamalca, don- nando y enseñoreándose de toda la tier-
pe residía en essa sacón Atabaliba , que ra ; y era este príncipe tan temido é obe
TOMO IV. 20
loi HISTORIA GENERAL Y NATURAL
desçido por todos los de la ribera de Sanct Miguel le escribieron que quedaban
aquel rio de Tunearan é sus comarcas, pocos españoles para la guarda é defen-
que deçian que Atabaliba era su señor é sa de aquella cibdad, mandó pregonar el
no otro, é que muy pequeña parte de su gobernador que todos los que quisiessen
hueste bastaba para matar á todos los es- volverse á la cibdad de Sanct Miguel é
pañoles, é pensaban atemoriçarlos con él, avecindarse allí, demás de los vecinos
é contaban del muchas é grandes cruel- que allá quedaban, él les depositaría re-
dades. É por conquistar é pacificar aque- partimientos de indios con que se sostu-
llas provincias é traer los naturales délias viessen, como lo avia hecho con los otros
á la obidiençia de la Iglesia en lo espiri- vecinos; é que con los españoles que que-
tual, é para que en lo temporal conosçies- dassen, pocos ó muchos, yria á conquis-
sen á Sus Magestades, cuyos vassallos tar é pacificar la tierra en demanda é pro-
eran, por Reyes é naturales señores, co- secución del camino que llevaba. E assi
mo porque convenia abaxar la soberbia se volvieron desde allí cinco de caballo
é tiranía de Atabaliba por fuerça de ar- é quatro hombres de pié: por manera que
mas ó con buena maña resistirle ó atraer- con este poco socorro se cumplieron á
le al servicio de Sus Magestades, y qui- cinqüenta é cinco vecinos en Sanct Mi-
tado este inconviniente de enmedio (que guel, sin otros diez ó doçe que quedaron
era grandíssimo), todo lo demás era fa- sin vecindades por su voluntad. Assi que,
cilíssima cosa en breve tiempo pacificar- le quedaron al gobernador para seguir su
lo , acordó de partirse de Sanct Miguel en viage sessenta é dos de caballo é ciento ó
busca de Atabaliba. É partió de allí á seys de pié.
veynte é tres dias del mes de septiembre Allí mandó que todos hiçiessen armas,
del año de mili é quinientos é treynta y los que no las tenían, para sus personas é
dos; é aquel dia passó el rio ques dicho, caballos, é reformó los ballesteros, cum-
é toda la gente en dos balsas pequeñas, pliéndolos á veynte, é puso una persona
é los caballos á nado, porque yba cresçi- que tuviesse cargo dellos : é dado en to-
do é no se podía vadear, é fué a dormir do la orden que se pudo, partió con la
á un pueblo de la otra parte. É luego otro gente, é aviendo aquel dia caminado has-
dia siguió su camino, y en tres dias lle- ta quel sol estuvo más encumbrado é co-
gó al valle de Pivia á una fortaleça del mençaba á declinar, llegó el gobernador
cacique de aquel valle, donde halló un á una plaça grande, cercada de tapias,
capitán suyo con ciertos españoles, que de un cacique que se dice Pavor, ó apos-
por su mandado avian ydo adelante á pa- sentóse allí con su gente. É súpose que
cificar á aquel cacique, é á estar allí co- este cacique era grand señor é tenia mu-
mo en frontera, porque no pusiessen en cha población algún tiempo antes, é que
nesçessidad el pueblo de Sanct Miguel. estaba destruydo al pressente, porque di-
Allí estuvo el gobernador diez dias des- xo quel señor del Cuzco, padre de Ata-
cansando el exérçito é reformándose de baliba , le avia quemado é asolado veyn-
lo que era menester para proseguir su ca- te pueblos é le avia muerto la gente de-
mino ; é allí mandó hacer alarde para ver llos , porque no le avia esperado de pa-
qué gente tenia (aunque se podia contar ces : é aun con todo esse daño tenia mu-
bien presto), é halláronse sessenta é sie- cha gente, é junto con su tierra estaba
te de caballo é ciento é diez peones, y otro su hermano, no menos señor que
en ellos tres escopeteros é algunos balles- aqueste. É aquestos ambo3 están de paz
teros. E porque el teniente é vecinos de é sirven en depóssitos á los vecinos de la
DE INDIAS. LIB. XLVi. CAP. III. loo

cibdad de Sanct Miguel. Esta población de un valle fértil é gentil tierra, que as-
é la Piura están en unos valles llanos é simesmo fué repartido é depositado para
muy buenos, y el gobernador se informó el servicio de la cibdad de Sanct Miguel.
allí de los pueblos é caciques comarca- El gobernador estuvo donde es dicho
nos é del camino de Caxamalca, é ovo ocho dias esperando é reformando su gen-
entera relación de todo. te é caballos para su viage, é á cabo des-
Dos jornadas deste pueblo, la tierra se tiempo vino el capitán é los que avian
adentro, está un pueblo grande que se ydo á Caxas, é hícole relación de lo que
dice Caxas, en el qual estaba gente de le avia subçedido. E dixo que avia esta-
guarnición del rey Atabaliba, esperando do desde que partió de Pavor hasta lle-
los españoles, si fuessen por allí. É sabido gar á Caxas dos dias é una noche, sin
por el gobernador, mandó secretamente á parar ni repossar más de á comer, su-
un capitán que luego partiesse con gente biendo muy grandes sierras por tomar
de pié é de caballo para aquel pueblo de sin ser sentido aquel pueblo ; pero que
Caxas, porque si gente de guerra ovies- con todo su buen recabdo é diligencia no
se'de Atabaliba, no se ensoberbesçiessen, pudo llegar, aunque llevó buenas guias,
ni pensassen que por su temor se dexa- sin que en el camino topasse indios espías
ba de yr á ellos : é mandóle que buena- del pueblo; é que tomó algunos dellos é
mente procurasse de paçificallos é atrae- le dixeron de la suerte que estaba la gen-
llos al servicio de Su Magestad, requi- te , é que puso los españoles en orden é
riéndoles con la paz, conforme á los man- siguió su camino hasta llegar al pueblo.
damientos de Sus Magestades. É á la entrada del halló un assiento de
Ydo este capitán á lo que dicho es, real, donde pare6çia que avia estado gen-
otro dia se partió el gobernador, é fués- te de guerra : é halló el pueblo de Caxas
se á un pueblo que se diçe Çaran, donde assentado en un valle pequeño entre unas
quedó que esperaría al capitán é gente sierras, é la gente del esperándole; mas
que envió á Caxas; é antes de mediodía levantados. É cómo por él fueron asegu-
llegó á una fortaleça de Çaran, en la qual rados é les dio á entender que no yba á
halló á un cacique esperándole de paz les hacer mal ni daño, salvo á habla líos
con otros principales ó indios suyos, é de parte del gobernador é rogalles que
truxeron al gobernador é su gente de co- de su voluntad obedesçiessen al Empera-
mer, é ovejas é otras cosas. Repossó allí dor Rey, nuestro señor, é quisiessen la
essa noche, é luego ofro dia siguiente amistad de los chripstianos é la paz, á es-
partió de allí el gobernador é fué al pue- to paresció ahí un principal que dixo que
blo de Çaran, donde assentó su real pa- estaba puesto por Atabaliba, resçibiendo
ra esperar á los que avian ydo á Caxas: Jos tributos que en aquellos pueblos le
los quales, desde á cinco dias, enviaron daban, del qual se informó del camino
mensajero al gobernador, haciéndole sa- de Caxamalca é de la intención que Ata-
ber lo que les avia subçedido ; y él res- baliba tenia para resçebir los españoles
pondió cómo los estaba atendiendo en é de la población del Cuzco. É le dixo que
aquel pueblo, é que fecho lo que les man- desde allí al Cuzco avia treynta jornadas
dó, se viniessen á juntar con él, é que de de camino, é que avia assimesmo una
camino visitassen é paçificassen otro pue- cibdad muy grande que también se deçia
blo que cerca de Caxas está, que se diçe el Cuzco, é que tenia un dia de andadu-
Guancabamba. Aquel cacique de Çaran ra la cerca ; é que su casa de apossenlo
es señor de buenos vassallos é pueblo, é de Atabaliba tenia más de quatro tiros do
loG HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ballesta, é que en una sala, donde esta- ninguna mezcla tenian, é con su açotea
ba muerto su padre de Atabaliba, llama- alta de canteria, con dos escaleras de pie-
do Guaynacava, el suelo era chapado de dra enmedio de dos apossentos principa-
plata, é las paredes é techo era chapado les de la fortaleça ; é que por medio de
de láminas de plata é de oro entretexidas aquel pueblo passa un rio pequeño, de
unas con otras. É que de un año á essa que aquellos pueblos se sirven, é tienen
parte avian estado aquellos pueblos é to- sus puentes con sus calcadas muy bien
dos los demás de la tierra por el hijo de hechas de piedra.
Guaynacava, como subçessor de su pa- Passa por aquellos dos pueblos un ca-
dre . á quien antes obedesçian, hasta que mino hecho á mano que atraviessa toda
Atabaliba, su hermano, se levantó é vi- aquella tierra, é viene desde Quito has-
no conquistando é ganando la tierra, po- la el Cuzco, que hay más de trescientas
niéndolos á todos debaxo de su señorio leguas de tierra : va muy llano, puesto
y echándoles grandes pechos é tributos. que por muy grandes sierras, é muy bien
É cada dia hacia muchas crueldades é echado é labrado, é tan ancho que seys
castigos, é demás del tributo ordinario de caballo pueden yr por él á la par, sin
que se le daba de las haciendas é gran- llegar uno á otro. Van por este camino
gerias, también se lo daban de sus hijos caños de agua, de donde Jos caminantes
é hijas ; é que aquel assiento del real que beben, traydos de sus nasçimientos é de
allí paresció, fué de Atabaliba, que avia otras partes, é á cada jornada una casa
pocos dias que avia allí estado con cier- á manera de venta, donde se apossentan
ta parte de sus exérçitos. É que se halló los que van é vienen. A la entrada deste
en aquel pueblo de Caxas una casa gran- camino, en el pueblo de Caxas, está una
de , fuerte é cercada de tapia, con sus casa al principio de una puente, donde
puertas, en las quales estaban mugeres reside un guarda que resçibe el portazgo
hilando é texiendo ropa para el exérçito de todos los que van é vienen, é págan-
é gente de Atabaliba, sin tener varones lo en la mesma cosa que llevan : é ningu-
más de los porteros que las guardaban; no puede sacar carga del pueblo, si no la
é que á la entrada del pueblo halló cier- mete; y esta costumbre es allí antigua,
tos indios ahorcados por los pies, é dixo é Atabaliba la suspendió en quanto á lo
aquel principal que Atabaliba avia hecho que se sacasse para su gente de guarni-
justicia dellos, porque uno dessos avia ción. É ningún passagero podia entrar ni
entrado en aquella casa de las mugeres á salir por otro camino con carga, salvo
dormir con una dolías, por lo qual él é por este, donde aquella guarda reside, só
todos los que lo supieron é consintieron, pena de muerte. También dixo que halló
é todos los porteros, fueron ahorcados: en estos dos pueblos dos casas llenas de
é que aquel principal de Caxas le dio dos- calcado é panes de sal é axi por muni-
cientas mugeres de aquellas que en la ción é depóssito para la hueste de Ata-
casa avia. É que cómo ovo pacificado la baliba , con otras muchas cosas ; é dixo
gente de aquel pueblo, fué al de Guanea- que avia mucho que contar de la buena
bamba, ques una jornada de allí, é mu- orden de aquellos pueblos, é de la gente
cho mayor quel de Caxas é de mejores dellos é de su limpieça é atavio en su
edefiçios, é la fortaleça mejor, toda de vestido é manera, muy aventajada á los
piedra muy bien labrada é assentada, las destotros valles.
piedras grandes del largor de çinco é seys Con este capitán vino un indio princi-
palmos, é tan juntas que paresçia que pal con otros, que le acompañaban, el
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. III. \'ól
qual estando en Caxas, vino á él por men- cia , é supo que avia conquistado la tier-
sajero de Atabaliba, con cierto pressente ra, haciendo guerra á sus enemigos, de-
para el gobernador, é llegado antel go- terminó de no parar hasta verle é ser su
bernador, dixo su embaxada por la len- amigo y hermano é favoresçerle en su
gua : en que se contenia cómo su señor conquista con los españoles que traía. É
Atabaliba le enviaba á él desde Caxamal- mandó que á este mensajero é á los indios
ca en busca suya, creyendo que se halla- que en su compañía venian, se les diesse
ra en Caxas, é que como halló allí á su de comer é todo lo que oviessen menes-
capitán, se vino con él á le traer aquel ter, é fuessen apossentados como emba-
pressente que Atabaliba le enviaba, que xadores de un príncipe tan grande. É
era dos figuras de fortaleças á manera de despues que ovieron repossado la mayor
fuentes con que bebiesse, figuradas en parte de aquel dia, mandólos venir ante
piedra, é dos cargas de patos secos de- sí el gobernador, é díxoles si se querian
sollados, para que hechos polvos se sahu- volver ó repossar allí algún dia, que h¡-
masse con ellos (porque dixo que asi se çiessen á su voluntad ; y el principal em-
usaba entre los señores de aquella tierra): baxador dixo que quería yrse con su res-
é que le enviaba decir quél tenia volun- puesta á su señor Atabaliba. Y el gober-
tad de ser su amigo é de esperarle de pa- nador dixo assi : « Dirásle de mi parte á
ces en Caxaraalca. El gobernador resçi- tu señor lo que te he dicho, é que no pa-
bió el pressente é respondió quél holga- raré en ningún pueblo del camino, por lle-
ba mucho de su venida, por ser mensaje- gar presto á verme con él ». É dióle una
ro de Atabaliba, á quien él desseaba mu- camisa é otras cosas de Castilla para que
cho ver é conosçer por las nuevas que le llevasse.
del tenia ; é que assi como tuvo del noti-

CAPITULO IV.
Cómo el gobernador Francisco Piçarro se partió del pueblo de Çaran la via de Caxamalca; ó de algunos
träges é ritos é condepnados sacrificios, é de sus mantenimientos é sementeras; é cómo el gobernador en-
vió un indio de la provincia de Sanct Miguel á hablar al principal Atabaliba, é á considerar qué gente te-
nia; é otras cosas se cuentan que á la historia convienen *.

Jtartido el indio principal, que por em- leça : é no se sabian determinar si era se-
baxador ó espia envió el gobernador á da ó lana, segund su fineça, con muchas
considerar el estado del exérçito de Ata- labores é figuras de oro de martillo de
baliba, detúvose allí el gobernador dos tal manera assentado en la ropa que era
días, porque el capitán é gente que avian cosa de maravillar, é que en España y en
venido de Caxas descansassen; y escribió todo el mundo se estimara por muy rica
desde allí á los vecinos de Sanct Miguel é sutil obra. Assi que, ydos essos mensa-
la relación que de la tierra se tenia é las jeros á la cibdad de Sanct Miguel, par-
nuevas que de Atabaliba avia. Y envióles tió el gobernador é su exérçito en segui-
las fortaleças é pieças de lana de la tierra miento de su viage ; é anduvo tres dias
que de Caxas se truxeron, que era cosa sin hallar pueblo ni agua en el camino más
mucho de ver, segund su primor é genti- de una pequeña fuente, de donde con tra-

Oviedo suprimió de este epígrafe algunas cláusulas de poca importancia.


158 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
baxo se proveyó la gente. É á cabo de en ellas. Sacrifican cada mes á sus pro-
Jos tres días llegaron á una plaça grande prios naturales é hijos, é con la sangre
cercada, pero sin gente ; é súpose que dcllos untan las caras á los ydolos é las
era de un cacique señor de una población, puertas de las mezquitas é se van con ellas
que se dice Copz, que está cerca de allí encima de las sepolturas de los muertos;
en aquel valle, é que aquella forlalcça es- é los proprios de quien hacen sacrificios,
taba despoblada, porque allí no avia agua, se ofresçen de grado á tal manera de
si no se traía de media legua de allí. muerte, riendo é baylando é cantando,
Otro dia, antes que amanesçiesse , se quando van á morir, y ellos piden aquel
partió el gobernador con la luna, porque infernal fin despues que están hartos de
avia grand jornada hasta llegar á otro beber, antes que les corten las cabeças.
pueblo, é á medio dia llegó á una casa También sacrifican las ovejas.
cercada, con sus apossentos muy bien Los templos son diferenciados de sus
hechos, de los quales salieron á resçebir casas, cercados de piedras é de tapias
al gobernador algunos indios : é porque muy labrados, é assentados en lo más alto
allí no avia agua ni mantenimientos, se fué de los pueblos; y en cada pueblo hay mu-
á apossentar al pueblo del cacique, que chos oratorios destos. Y en todas essas
estaba dos leguas de allí, donde allega- poblaciones, y en Tumbez assimesmo, es
do, mandó qué la gente se apossentasse la gente como esta, é del mesmo trage é
junta á una parte del pueblo. É de cier- de la mesma ydolatria é sacrificios é tem-
tos principales é indios supo que aquel plos. Siembran de regadío en las vegas
pueblo se deçia Motrip, é quel cacique de los ríos, repartiendo las aguas en mu-
del estaba en Caxamalca con Atabaliba, é chas acequias, é con este riego cogen
que avia llevado consigo trescientos hom- mucho mahiz é otras semillas é legumbres
bres de guerra por mandado de Atabali- é rayçes é hierbas, quellos comen : é lo
ba. Hallóse allí un principal puesto por se- tienen en mucha abundancia, pero de
ñor de aquella gente por Atabaliba. lluvias no se podrían sostener, porque en
Repossó allí el gobernador quatro dias, aquella tierra ó nunca ó muy pocas veces
y en ellos se vido alguna parte de la po- llueve. La vivienda de Tumbez es de la
blación deste cacique, y era mucha gen- manera que viven los destos valles.
te é un valle fértil; y todos essos pueblos Desde allí caminó el gobernador dos
que hay hasta el rio de Sanct Miguel es- dias por unos valles muy poblados, abun-
tán en valles, é assimesmo todos los otros dosos é de mucho mantenimiento: é cada
que avia hasta el pié de la sierra, que se dia yba á dormir en una casa fuerte, cer-
passa antes de Caxamalca por aquel ca- cada de tapias é de buenos apossentos, que
mino. La gente toda es de un arte é de los señores de aquellos pueblos tienen,
una manera de vivir : las muge res visten donde Guaynacava, padre de Atabaliba,
una ropa larga que arrastra por el suelo, se apossentaba quando venia á visitar la
como hábito de muger de Castilla, é los tierra é gente de aquellas poblaciones. É
hombres traen camisas cortas. Es gente su- todos salían de paces al gobernador.
cia: comen carne é pescado crudo énjah« Otro dia caminó por una tierra seca de
cocido é tostado : tienen otras torpeças ó muchos arenales hasta la tarde, que allegó
vicios, é sacrificios é mezquitas ó casas de á otro valle muy bien poblado é grande,
oración con ydolos, los quales templos por el quai passa un rio caudal ó pode-
tienen en mucha veneración é acatamien- roso é de grand corriente é furioso, é yba
to : todo lo mejor de sus bienes ofresçen tan cresçido que no se podia vadear, á
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. IV. 159
causa de lo quai el gobernador é su gen- mano , estaba ; é después que un poco es-
te durmieron destotra parte. Pero mandó pacio repossó, mandó llamar á un cacique
aquella noche á un capitán que passasse que allí estaba, é venido ante él, quísose
secretamente é á nado con alguna gente informar de las cosas de la tierra é de
de pié é de caballo, é que fuesse á los Atabaliba. Este le dixo que estaba ade-
pueblos que de la otra parte estaban, por- lante de Caxamalca, en Guamachuco, con
que no sobreviniesse gente á defendelles mucha gente de guerra, é que de cada
el passo. Passado luego su capitán gene- pueblo destos é de toda la tierra avian
ral Hernando Piçarro, su hermano, ó los ydo allá los caciques por mandado de
españoles, vinieron a ellos indios del pue- Atabaliba con gente de guerra ; y el go-
blo que de la otra parte estaban, de paces, bernador le preguntó que qué tanta can-
é tenían una fortaleça cercada, donde se tidad de gente tenia Atabaliba, é dixo
apossentaron los nuestros: é cómo este que çinqiienta mill hombres. Cómo el go-
capitán vido que la gente estaba aleada bernador oyó tanto número de gente,
de los pueblos é los tenían yermos é al- creyó quel indio no era buen aritmético é
eado todo lo que tenian, puesto que avian que se erraba en la cuenta ; é quiso infor-
salido á él de paces algunos indios, tomó marse de qué manera cuentan essos in-
algunos dellos é preguntóles por Atabali- dios, é supo por las lenguas que cuentan
ba é si sabían que esperaba de paz ó de desde uno hasta diez, é de diez dieces ha-
guerra á los españoles. É ninguno le qui- cen ciento, é diez cientos hacen mili, é por
so decir la verdad, á causa del mucho esta orden tienen su cuenta, ó que cinco
temor que tenian á Atabaliba, hasta que dieces de millares era la gente que Ata-
tomó un principal aparte é le atormentó, baliba tenia consigo de guerra. Este de
é aqueste le dixo que Atabaliba estaba quien el gobernador se informó, era un
con su hueste esperando de guerra en cacique que vive en aquel rio abaxo, é
tres partes á los chripstianos ; la una al dixo que al tiempo que Atabaliba vino
pié de la sierra, é la otra en lo alto dé- por aquella tierra, se escondió de miedo
lia, é la otra en Caxamalca, con mucha que del ovo, é que cómo Atabaliba no
soberbia, diciendo que avian de matar á le halló en sus pueblos, que de cinco mili
todos los españoles. Lo quai dixo este hombres que tenia le mató los quatro mili,
principal que assi lo avia oydo y enten- é le tomó seysçientas mugeres é seys-
dido. çientos muchachos para repartir entre su
Luego otro dia por la mañana Hernan- gente de guerra: é que aqueste cacique,
do Piçarro lo hiço saber al gobernador, señor deste pueblo é fortaleça donde es-
su hermano ; é luego el gobernador, có- taba apossentado el gobernador, se lla-
mo amanesció aquel dia, mandó cortar ma Çinto y estaba con Atabaliba. Hallóse
árboles de la una é la otra parte del rio, allí un capitán de Atabaliba puesto por se-
é hiço hacer tres pontones por donde la ñor de aquella tierra, que la gobernaba.
gente é fardage passassen ; y en aquello Allí repossó el gobernador é los españoles
se ocupóla mayor parte de aquel dia. Pe- quatro dias.
ro en fin passó el cxérçito é gente sin nes- Un dia antes que se partiesse, habló con
go alguno, é los caballos á nado: é no un indio principal de la provincia de Sanct
trabaxó poco por su persona el goberna- Miguel, é díxole que si se atrevería á yr á
dor este dia hasta tener de la otra parte Caxamalca por espía é traer raçon é aviso
del agua su hueste. É fuésse á apossentar délo que oviesse en la tierra, el qualres-
á la fortaleça, donde el capitán, su her- pondió é dixo: * Yo no osaré yr por espía:
160 iUSTOHíA taüröRAL Y NATURAL
mas yré por tu mensajero á hablar con grandes cercadas como forlaleças, que en
Atabaliba, é sabré si hay gente de guerra cada pueblo hay, donde con los suyos
en la sierra é qué propóssito tienen ». Y el ordinarios de su servicio é gente possaba.
gobernador le dixo que fuesse como qui- Algunos de los españoles eran de pa-
siesse, é que si en la sierra oviesse gen- resçer quel gobernador é todos fuessen
te de guerra, como allí se avia sabido, por aquel camino á Chincha, pues que sa-
le enviasse aviso dello con un indio de bían que la sierra era muy fragosa é ma-
tres ó quatro que consigo llevaba, é que la de passar para Caxamalca, é que en
hablasse con Atabaliba é su gente é les ella avia gente de guerra de Atabaliba,
dixesse el buen tractamiento quél é los porque yendo por el otro camino, se ponia
españoles hacen á los caciques de paces, el exérçito á mucho riesgo é peligro no-
é que no haçian guerra sino á los que se torio. Y el gobernador les respondió que
ponian en ella, é que de todo les dixes- ya Atabaliba é su gente tenian noticia de
se la verdad, como él mesmo lo avia vis- los chripstianos, desde que avian par-
to; é que si Atabaliba quisiesse ser bue- tido del rio de Sanct Miguel é venían en
no , quél seria su amigo y hermano é le su demanda; é que si llegados allí, dexas-
favoresçeria é ayudaria en su guerra é sen aquel camino de la sierra é se fues-
conquista. É con esto se partió este prin- sen por el otro, dirian que de miedo no
cipal , y el gobernador y españoles con- osaban yr á ellos, é se doblaría su sober-
tinuaron su viage por aquellos valles, ha- bia : é por otras muchas causas que avia,
llando cada dia pueblos con su casa gran- dixo que no se avia de dexar la deman-
de cercada como fortaleça. Y en tres jor- da é camino derecho de Atabaliba hasta
nadas desde aquel pueblo llegó á un pue- dó quiera quél estuviesse, é que todos se
blo que está al pié de la sierra, é dexó animassen y esforçassen á hacer como de-
á la mano derecha el camino que hasta llos esperaba é como buenos españoles lo
allí avia traydo, porque aquel va siguien- suelen hacer; é que no les pusiesse temor
do por aquellos valles la via de Chincha, la moltitud que se deçia que avia de gen-
y estotro va á Caxamalca derecho: el te ni el poco número de los chripstianos:
qual camino que assi dexó, va poblado que aunque menos fuessen é mayor el
hasta Chincha de buenos pueblos desde exérçito contrario, la ayuda de Dios es
el no de Sanct Miguel, hecho á mano de mucho mayor, y en las mayores nesçes-
calcada sobre la tierra fixa, é cercado de sidades socorre é favoresçe á los suyos,
tapias de una parte é de otra, é pueden para desbaratar é abaxar la soberbia de
yr á la par dos carretas por él, é desta los infieles é traerlos en conosçimiento de
manera va hasta Chincha, é de allí al Cuz- nuestra sancta fée calhólica, como mu-
co. Es un edefiçio de mucha admiración chas veces se ha visto hacer Nuestro Se-
é cosa mucho de estimar é contemplar, ñor semejante miraglo é otros mayores.
segund su anchura é costa é longitud é Assi que, tuviessen confiança: que lo mes-
sustentación en tanta tierra : en mucha mo haría Dios con ellos, pues su intención
parte del hay árboles de una parte é otra, é obra era traer aquella gente bárbara á
puestos á mano, para que hagan sombra la union de la república chripstiana, sin
á los caminantes é porque el sol les dé les hacer mal ni daño, salvo á los que lo
menos fatiga. Este camino dicen que fué quisiessen contradecir é ponerse en ar-
hecho por mandado de Guaynacava, por mas.
donde él venia á visitar aquellas provin- Hecho este raçonamiento, é con bue-
cias, é se apossentaba en aquellas casas nas palabras, como buen capitán, todos
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. IV. 161
dixeron que fuesse por el camino que Ja vanguarda, fuesse adelante. E assi lo
quisiesseé viesse lo que más convenia: hiço con çinqiienta de caballo é sessenta
que todos le seguirían con buena volun- peones, é los demás quedaron con un ca-
tad é obra al tiempo del efetto, é vería lo pitán é con el fardage ; é mandóle que
que cada uno dellos haría en servicio de fuesse en su seguimiento en mucho con-
Dios é de Su Magestad é suyo. cierto, é quél siempre avisaría desde la
La verdad es que un príncipe tan gran- delantera lo que le subçediesse é lo que
de como Atabaliba no seria menos buen oviesse de haçer. É assi se partió con la
aritmético que la historia ha dicho que lo avanguarda, é subiendo la sierra, lleva-
son los otros indios : ni debia dexar de ban los caballos de diestro, hasta que á
estar informado del poco número de los medio dia llegaron á una fortaleça cerca-
españoles, pues que seyendo tal sierra da , que estaba encima de una sierra, en
por dó entraban, no se les mostró resis- un passo tan malo que poco número de
tencia , é quiso que entrassen donde pen- gente de guerra, que en él estuviera, bas-
saba que estaban atados, por ser tan po- tara (si españoles le defendieran) á resis-
cos los chripstianos, por muy valientes tir muy grand número de gente contra-
que fuessen ; puesto que en la ventura y ria; porque era tan agro que en algunos
efettos militares una cosa es pensar los passos avia que subir como por escalera,
hombres lo que su sesso les dicta, é otra é no avia otra parte por donde subir sino
cosa es ver el cuento, en que para la for- por solo aquel camino. En fin subióse es-
tuna. Ni se cuenta á prudencia despre- te passo, sin que ninguna gente lo defen-
ciar Xerxes con un millar de soldados diesse. Esta fortaleça es cercada toda de
(los septeçientos mill de sus reynos é los piedra muy fuerte, assentada sobre una
trescientos mill de sus valedores) el po- sierra cercada de peña tajada toda á ia
co número de sus enemigos y de Leo- redonda, salvo el camino por donde su-
nida, capitán de los espartanos, pues al ben á ella. Allí paró el gobernador á des-
cabo huyó herido. cansar é á comer ; y es tanto el frió que
Siempre oy decir ques falta de sesso alli haçe, que como los caballos yban
tener las cosas en poco : é assi le acaes- acostumbrados á la calor, que en los va-
ció después á Atabaliba, porque ninguna lles abaxo hay, é tan súbito y en tan po-
nesçessidad tenia él de confiar del tiem- ca distancia hallaron tanto frió, que era
po, ni de dexar á los españoles passar la incomportable, se resfriaron algunos de-
sierra, donde con mucha facilidad les pu- llos. De allí, prosiguiendo el camino, fue
dieran excusar la subida, é no la pudie- el gobernador á dormir á un pueblo que
ran porfiar sin perderse, por la disposi- cerca de allí paresçia, y envió á decir á
ción natural de muchos passos malos é ás- la gente, que yba en la reçaga, que ca-
peros, que estaban en aquel camino. minassen seguramente é subiessen aquel
En fin, llegado el gobernador al pié de passo é trabaxassen por llegar á dormir
la sierra, para dar orden cómo se sublea- á aquella fortaleça.
se, reposaron allí un dia, en cl qual el Llegado el gobernador á aquel pueblo,
gobernador juntó consigo aquellas perso- se apossentó en una casa fuerte, cerca-
nas de expiriençia é más sabias del exér- da de piedra labrada á manera de gentil
çito é ovo con ellos su consejo : é pares- cantería, las piedras muy grandes é bien
ció que era bien que la relroguarda se assentadas, é tan ancho el muro que
quedasse é subiesse la sierra de su espa- qualquiera bien fundada fortaleça le avria
cio, é quel gobernador en persona, con por muy bueno, con sus puertas, çerca-
TOMO IV. 21
162 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
da á la redonda de apossentos, é tan bien visto, tornaría con la respuesta, é que nin-
edeficada que paresçia que ni faltaban guna gente de guerra avia hallado en todo
maestros ni el arte, é la piedra en sí muy el camino. Luego el gobernador hiço saber
fuerte é gentil. todo esto por su carta al capitán que yba
La gente de aquel pueblo estaba alea- en la retroguarda, é que otro dia haria
da, é no avia en él sino algunas muge- poca jornada, por esperar la reçaga, por-
res é pocos indios, de los quales mandó que fuessen todos juntos adelante.
el gobernador tomar dos de los que pa- Otro dia por la mañana caminó el go-
resçian más principales, é mandó á un bernador con su gente, subiendo todavía
capitán que les preguntasse aparte, cada la sierra, y en un llano que sobrella se
uno por sí, de las cosas de la tierra é dón- hacia, á par de unos arroyos de agua,
de estaba Atabaliba é su gente, é si es- paró á esperar la reçaga : é apossentáron-
peraba á los chripstianos de paz ó de se los españoles en sus toldos ó pabello-
guerra. É luego el capitán lo hiço como nes de algodón de la tierra que llevaban,
le fué mandado, é supo dellos cómo Ata- luciendo fuegos, para defenderse del mu-
baliba avia tres días que avia venido á cho frió que en aquella sierra hace, por-
Caxamalca desde Guamachuco, donde que sin ellos no se pudieran valer, sin pa-
avia estado, é que tenia consigo mucha desçer mucho trabaxo; é segund á los
gente ; pero que no sabian lo que pensa- chripstianos les paresció (é aun como era
ba hacer: que siempre avian oydo decir lo cierto) no podia aver más frió en par-
que queria paz con los chripstianos ; é que te de España en invierno.
la gente de aqueste pueblo estaba con Toda aquella tierra, desde que se co-
Atabaliba. mencé á subir la sierra, es rasa de mon-
Ya quel sol se queria poner, llegó á te , toda savana de una hierba como es-
este pueblo al gobernador un indio de los parto corlo: algunos árboles hay, pero
quel principal que fué por mensajero avia pocos é desparçidos léxos unos de otros.
llevado consigo, é dixo cómo el principal Las aguas son buenas ; mas eran tan frias
le avia hecho volver desde cerca deCaxa- que sin calentarlas, no las podían beber.
malca , porque allí avia topado dos men- Desde á poco espacio quel gobernador
sajeros de Atabaliba, que atrás venian, avia allí allegado, vino á se juntar con él
los quales llegarían allí otro dia siguien- el restante de su exérçito que atrás avia
te ; é que le hacia saber que Atabaliba quedado; é allí llegaron los mensajeros
estaba en Caxamalca, é quel principal no de Atabaliba con el pressente é mensaje-
quiso parar hasta hablalle é verle, é que ría, que en el siguiente capítulo se dirá.

CAPITULO V.
Como estando el gobernador Francisco Piçarro é los chripstianos en la cumbre de las sierras, llegaron cier-
tos mensajeros de Atabaliba é llevaron pressentadas diez ovejas é le hicieron su embaxada ; é cómo llegó
el principal de la provincia de Sanct Miguel quel gobernador avia enviado, é tracto mal al de Atabaliba é
dixo que era mentiroso, é que Atabaliba estaba de guerra , é desengañó al gobernador e' á los españoles;
é otras cosas que convienen á la historia.

llegados los mensajeros de Atabaliba, sentaron diez ovejas, que su señor Ataba-
de que ya tenia el gobernador aviso có- liba dixo que enviaba para los españoles,
mo venian, con mucho acatamiento pres- é que rogaba Atabaliba al gobernador
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. V 163
que le dixesse quándo seria en Caxamal- hermano no solamente no lo quiso hacer;
ca, para que le enviasse comida al cami- pero mató á los mensajeros é á un her-
no; y el gobernador los rescibió muy mano de ambos á dos, que con su emba-
bien, é les dixo que holgaba con su veni- xada avia y do.
da, por enviarlos su hermano Atabaliba, »Visto esto por Atabaliba, é la guerra
é que su llegada á Caxamalca seria lo más que le venia haciendo, matándole mucha
presto que pudiesse. É desque ovieron gente de su tierra, salió en campo con
comido é reposado, el gobernador les toda la gente de guerra que pudo aver
preguntó por las cosas de la tierra é de contra Guaseara, su hermano, haciéndo-
las guerras de Atabaliba que avia tenido; le guerra hasta llegar á la provincia de
y el uno destos mensajeros, que era hom- Tomepumpa, que era del señorio do su
bre de buena raçon é mejor informado, hermano. Y por defendérsele la gente,
respondió é dixo que Atabaliba, su se- quemó é asoló el pueblo principal de
ñor , estaba en Caxamalca cinco dias avia aquella provincia, é toda la gente del
que avia llegado de Guamachuco (ques mató: y estando haciendo guerra á los
otro pueblo que está más adelante) á es- otros pueblos de aquella provincia, para
perar allí al gobernador, é que no tenia la acabar de destruyr é asolar, por avér-
consigo sino poca gente, porque la avia sele defendido, le vinieron nuevas cómo
enviado á hacer guerra á su hermano su hermano Guaseara venia entrando en
Guaseara. El gobernador quiso más par- su tierra por otro camino, é fuésse sobre
ticularmente informarse de lo que á Ata- él, dexando de hacer aquella guerra é
baliba avia passado en las guerras é del asolamiento que allí haçia. Y cómo sil
discurso de su vida, é cómo avia comença. hermano supo su yda de Atabaliba, dexó
do á conquistar é avia alcançado tan grand la tierra é conquista en que andaba, é
señorío ; é aquel mensajero, paresçién- volvióse huyendo á su cibdad, donde re-
dosele que se le ofresçia ocasión, con que sidía. Atabaliba vino por todas las tierras
pudiesse servirá su señor, engrandesçien- é provincias de su hermano, señoreán-
do susöcosas, diciendo verdad, dixo assi: dolas á todas, sin que ningún pueblo se
«Atabaliba, mi señor, es hijo de Guay- le defendiesse, porque avian sabido el
nacava, ques ya muerto, é señoreó é so- grand daño que en Tomepumpa avia he-
juzgó todas estas tierras: éá este su hijo cho : é de todos los pueblos que señorea-
Atabaliba le dexó por señor de una grand ba, se rehacía de gente de guerra. É lle-
provincia, que está adelante de Tomcpu ñi- gado á Caxamalca, cómo la ovo señorea-
pa, que so dice Quito, y á otro su hijo do, por paresçcrle buena tierra é abun-
mayor dexó todas las otras tierras é se- dosa de mucho ganado de ovejas é otros
ñorío principal. Y este mayor, no seyen- bastimentos para su exérçito, assentó allí
do contento de aquella separación de rs- para acabar de tomar é ganar todas las
tado, hacíasele de más la parte que su otras tierras de su hermano. Y envió con
padre le dexaba á Atabaliba : ni querien- un capitán suyo dos mili hombres de
do que le quedasse menos de todo lo quel guerra sobre la cibdad, donde su herma-
padre tuvo, vino con mucha gente á dar no residía, é cómo era poderoso é tenia
guerra á Atabaliba é á tomarle su tierra. mucha gente, matáronle estos dos mili
Y Atabaliba le envió muchos mensajeros, hombres; pero Atabaliba tornó á enviar
rogándole que le dexasse pacíficamente mucha más gente con dos capitanes de
en aquella provincia que su padre le avia los suyos, podria aver seis meses,é dixo
dado, é no le hiçiessc guerra: lo qual su que pocos dias avia que truxeron nuevas
164 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
destos sus capitanes que han ganado toda dopoderoso, que crió el çielo é la tierra,
la tierra del Cuzco hasta llegar al pueblo é ponerlos debaxo del señorío de Su Ma-
do estaba su hermano, é lo han desbara- gestad. Y en su nombre yo he venido é
tado á él é á su gente, é traen presso á desbaratado con estos poquitos españoles,
su persona , é le tomaron mucha cantidad que traygo otros grandes señores, é si
de oro é plata. » É dicho esto, calló este in- Atabaliba quisiere mi amistad y resçebir-
dio : é á la verdad paresçia quél avia con- me de paz, como lo han hecho todos es-
tado la historia con algún artificio, por solros señores que de mí han tenido no-
engrandesçer á Atabaliba é admirar á los ticia , yo le seré amigo é le ayudaré en su
chripstianos. conquista, é quedarse lia en su estado é
El gobernador respondió á este mensa- señorío, porque yo voy por esta tierra de
jero por las lenguas, queriendo también largo hasta descubrir la otra mar del Me-
mostrar alguna jactancia artificiosa, favo- diodía. É si quisiere guerra, yo se la haré
resçiendo su partido, porque el indio no como la he hecho al cacique de la isla de
pensasse que se espantaba ni tenia en tan- Sanctiago, alias de la Puna, é al señor de
to lo que avia dicho de Atabaliba , é diso Tumbez é á todos los demás que conmigo
assi : — « Mucho he holgado con lo que la han querido; porque á ninguno yo ha-
has dicho, por saber de los hechos que á tu go guerra ni enojo, si él no la quiere. »
señor Atabaliba le han acaesçido, é de la Oydas estas palabras por los mensaje-
victoria que contra su hermano consiguió, ros , estuvieron un ralo que no hablaron
é de traelle como dices presso, porque como atónitos de oyr que tan poquitos
no contentándose con lo que tenia, quería españoles haçian tan grandes hechos: ó
abaxar á tu señor, su hermano, del estado desde á poco dixeron que se querian yr
en que su padre le avia dexado. É á los á dar la respuesta á Atabaliba é decirle
soberbios assi les suele acaesçer, que no que presto llegarían, porque enviasse re-
solamente quedan desbaratados, mas fresco de mantenimiento al camino ; y el
pierden todo lo que tienen é las personas gobernador los despidió é les dixo que
con ello.» Écreyendo el gobernador que fuessen en buen hora.
todas aquellas cosas quel mensajero avia Otro dia siguiente por la mañana par-
dicho seria por mandado de Atabaliba, tió de allí el gobernador, é caminó hasta
por poner temor á los españoles é dar á la tarde todavía por sierras, y en unos
entender su pujança, le dixo :— « Yo creo pueblos que en un valle halló, paró á re-
que todo lo que me has dicho es assi, possar é dormir aquella noche. Y assi co-
porque Atabaliba es grand señor, é ten- mo nuestro exérçito llegó á aquellos pue-
go noticias ques valiente hombre é buen blos, desde á poco llegó el principal men-
guerrero ; mas hágote saber quel Empe- sajero de Atabaliba que avia venido pri-
rador, ques Rey é señor de las Españas mero á Çaran por la vía de Caxas con el
é de todas las Indias é Tierra-Firme des- pressente de las fortaleças, y el gober-
tas partes, liene muchos criados mayores nador le rescibió con mucho placer, mos-
señores que Atabaliba, é á muchos seño- trando que se holgaba con él, como ami-
res de mayor estado é más poderosos go que ya conosçia. Y preguntóle por Ata-
quel Atabaliba han vencido é desbarata- baliba qué tal quedaba, é dixo que bue-
do é presso capitanes suyos, como yo no , é que le enviaba con diez ovejas que
soy: é como á uno dellos, me envió á es- allí traía para los españoles; é comencó á
tas tierras á verlas é á traer á los morado- hablar muy desenvueltamente, y en sus
res délias en conosçimiento de Dios To- palabras mostraba ser hombre vivo é bien
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. V. 465

hablado. Y cómo ovo hecho su raçona- de Gaxamalca, le anduve todo sin que ha-
miento, preguntó el gobernador á las len- llasse gente en él, é todo el hato ó mue-
guas que qué era lo que deçia, é dixe- bles alçado. Y de ahí fuy á las tiendas de
ron que avia dicho lo mesmo quel otro Atabaliba, que está frontero del pueblo,
indio que avia venido el dia antes, é en una halda de una sierra, é vi que tiene
otras muchas raçones, loando el grand gente de guerra de los de las orejas gran-
ser de la persona de Atabaliba, é su mu- des de los que truxo de su tierra, é otros
cho señorío y estado, é su grand pujança muchos que ha recogido destas provin-
y exérçito de guerra que tenia, é asegu- cias é caciques : é tiene tantas tiendas as-
rando é certificando al gobernador que su senladas en su real, que no las pude con-
señor Atabaliba lo resçibiria de paces é lo tar, é todos están con sus armas á punto
(pieria tener por amigo y hermano. El de guerra. Y quisiéronme matar, é assi
gobernador le respondió muchas é bue- lo hicieran, si no fuesse porque les dixe
nas palabras, é lo mesmo que al otro in- que sí me mataban, los chripstianos mata-
dio avia respondido, é le hiço buen trac- rían á sus embaxadores, é hasta que yo
tamiento. Este embaxador traia servicio volviesse no los avian de dexar volver;
de señor é cinco ó seys vasos de oro fino, é con esto me dexaron. No me quisieron
con que bebían : é con ellos daba á beber dar de comer, sino lo que yo por mí res-
á los españoles de su chicha ó vino quél caté é les compré : díxeles que me dexas-
traia, é dixo que con el gobernador se sen ver á Atabaliba é deçille la embaxa-
quería yr hasta Gaxamalca. da que llevaba, é no quisieron, diciendo
Otro dia adelante por la mañana partió que estaba ayunando é no podia hablar á
el gobernador de aquellos pueblos, é ca- nadie. Un tio suyo salió á hablar conmi-
minó por sierras como de antes, é llegó go, é yo le dixe cómo era tu mensajero é
á dormir á otros pueblos poblados de lodo lo que mandaste que le dixesse ; é
gente, los quales é los otros todos estaban después de dicho, me preguntaron que
por Atabaliba. Y estuvo allí un dia repos- qué gente eran los chripstianos é qué ar-
sando, porque los españoles é sus caba- mas traían : é díxeles que eran muy va-
llos yban muy fatigados de las grandes lientes hombres é grandes guerreros, é
sierras : é otro dia vino allí el principal de que traen caballos que corren como el
la provincia de Sanct Miguel, quel gober- viento; que los que van en ellos traen
nador avia enviado á Atabaliba, é con unas lanças largas é con ellas matan á lo-
mucho enojo arremetió al mensajero del dos los que topan, porque en dos ó tres
gobernador, é trabóle por las orejas, ti- saltos los aleançan, é los caballos con los
rándole délias resçiamente hasta quel go- pies é con las bocas matan á muchos: é
bernador mandó que le soltasse: que á los chripstianos que andan á pié, dixe que
dexarlos, passera entrellos una buena es- son muy sueltos, é que traen en un braco
caramuça. El gobernador le preguntó que una rodela de madera, con que se defien-
por qué avia hecho aquello al mensajero den de las armas de los indios, é que
de su hermano Atabaliba; respondió é di- traen unos jubones de algodón bastados
xo assi:—« Este es grand bellaco mentiro- muy fuertes, que aunque les den muchas
so, leñador de Atabaliba, que viene aqui lançadas, no los pueden herir, é unas es-
á hacerse principal é decir mili mentiras; padas muy agudas que cortan por ambas
porque Atabaliba está de guerra con mu- partes de cada golpe un hombre por me-
cha gente en el campo fuera de Caxamal- dio , é á una oveja les llevan la cabeça
ca, porque como yo entré por el pueblo á cercen, é con ellas cortan las armas
166 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que los indios tienen, ó que otros traen porque assi lo tiene por costumbre des-
ballestas con que de íexos tiran, é de ca- pués que comencó la guerra : é á la sacón
da saetada matan un hombre é dos si los que esse tu mensajero llegó, mi señor Ata-
toman juntos, é tiros de fuego que tiran baliba ayunaba á su dios, como lo acos-
unas piedras ardiendo, que matan mucha tumbramos, é no se lo dexarian ver, por-
gente. Y ellos me dixeron que todo era que los días que estamos en ayuno, no se
nada, que eran poquitos los chripslianos ha de hablar con alguna persona. Y es-
é los caballos no traían armas, é que lue- tando Atabaliba retraydo, no sabría de]
go los matarían con sus lanças : é yo les mensajero ni ninguno osaría hacérselo sa-
dixe que no aprovechaba nada, porque ber ; porque si él lo supiera, él lo hiciera
tenían los cueros muy duros, é que las llamar é le mandara dar de comer. »
lanças suyas no podrían entrar en ellos, Otras muchas raçones dixo, asegurando
que luego se quebraban. È dixéronme que Atabaliba estaba esperando de paces,
que de los tiros de fuego no traiades más y en satisfacción y excusa del mal conten-
de dos, que ya lo sabían : é al tiempo tamiento quel otro indio avia traydo, co-
que me quería venir, les rogué que me lorando lo mejor quél pudo las sospechas
dexassen ver á Atabaliba, pues que sus que se podían tener de lo ques dicho.
mensajeros vian é hablaban al goberna- El gobernador respondió que bien creía
dor, que era mejor quél; é no quisieron, que era assi, como él deçia, porque no te-
é assi me vine. Mira si tengo raçon de nia menos confiança de su hermano Ata-
matar á este bellaco, porque seyendo un baliba , é no dexó de haçelle de ahí ade-
indio leñador de Atabaliba, como me han lante tan buen tractamiento como de an-
dicho ques, habla contigo quanto quiere tes. É riñó con el principal su mensajero,
é come á tu mesa ; é yo yba por tu men- por dalle á entender que le pessaba aver-
sajero, que eres bueno, mejor que su se- ie aquel tractado mal en su pressençia,
ñor, é soy hombre principal, y no me qui- teniendo por otra parte por cierto todo lo
sieron dexar hablalle ni darme de comer, quel principal le avia dicho, por el co-
é con buenas raçones me defendí que no nosçimiento quel gobernador tenia de las
me matassen. » cautelas de los indios.
El mensajero de Atabaliba, confuso é Otro dia por la mañana partió de allí
atemoriçado, respondió como espantado el gobernador, é llegó á dormir á un lla-
de ver cómo aquel principal hablaba con no de una sa vana, por poder entrar otro
tanta osadía, é dixo assi: —«Si no está Ja dia á medio dia en Caxamalca, que de-
gente en el pueblo de Caxamalea, es por cían que estaba çerca; é allí vinieron
dexar las casas vacias,enque los españo- mensajeros de Atabaliba con comida para
les se apossenten; é si Atabaliba está los españoles.
en el campo apossenfado con su gente es
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. VI. 467

CAPITULO VI.
Cómo el gobernador Hoyó á Caxamalca, é de la dispusiçion de aquel pueblo é sus fuerças é assienlo de
aquel valle, é de los templo« de los indios en reverencia del sol, é de la manera de la gente é su traje, é
del assienlo del real de Alabaliba, é mensajeros que de una parle á otra ovo para concertar las vistas ; é
dtl racionamiento que Atabaliba y Hernando Piçarro , hermano del gobernador, passaron , é cómo se con-
certó la vista para otro dia siguiente, é aquella noche eslovieron los chripstianos con el recabdo é vela que
fué nesçessario.

Otro dia en amanesçiendo, partió el go- ñoles que todos estuviessen en la plaça,
bernador con su gente puesta en orden, los de caballo sin apearse hasta ver si
é anduvo hasta una legua de Caxamalca, Atabaliba venia : é visto el pueblo, no se
donde esperó la reçaga, porque venia al- halló mejor apossento que aquella plaça
go atrás: é cómo fueron juntos, mandó en que estaban.
que se armassen todos é sus caballos, é Aquel pueblo es el principal del valle
púsolos en mucho concierto para la entra- de Caxamalca, y está assentado en la
da del pueblo en tres esquadrones ó pe- halda de una sierra, é tiéndese mucha
queñas batallas, puesto quel número de parte del por lo llano del valle, que tiene
todos aun era poco para un solo esqua- una legua de tierra llana de través é de
dron. Mas porque assi convenia, en la hierba corta á manera de pradería. Pas-
una parte destas yba su persona, y ea san por este valle dos rios, é vá assi lla-
las otras dos sendos capitanes; é desta no el valle mucha tierra, é todo poblado
manera caminó, enviando mensajeros á de pueblos, é de una parte é de otra cer-
Atabaliba para que viniesse allí al pueblo cado de sierras : podría aver en este pue-
á verse con él, hasta llegar á la entrada blo hasta dos mili vecinos. Passan junto á
de Caxamalca, desde donde se vido estar la población dos rios é tienen dos puen-
el real de Atabaliba, como el principal lo tes : la plaça ques dicho, es mayor que
avia dicho, apossentados en sus tiendas, ninguna de las de España, é toda cerca-
en la halda de una sierra, una legua des- da con dos puertas que salen á las calles
te pueblo de Caxamalca. del pueblo. Las casas de apossento della
Llegado, como es dicho, á Caxamalca son de más de doscientos passos en luen-
( viernes á hora de vísperas, que se con- go cada una, muy bien hechas, cercadas
taron quince dias de noviembre de mili é de tapias fuertes, de altura de tres esta-
quinientos é treynla é dos años), entró en dos las paredes, y el techo cubierto de
una plaça grande que está enmedio de paja é madera sobre las paredes de las
aquel pueblo, cercada de casas de apos- casas. Están los apossentós desta plaça
sento é de tapias á manera de merca, éno repartidos en ocho cuartos mejor hechos
se halló gente. É allí estuvo el goberna- que los otros, las paredes dellos de can-
dor con todos los que traia, y envió lue- tería , muy bien labradas y encaladas, é
go un mensajero á Atabaliba, haciéndole cercados estos apossentós por sí con su
saber cómo avia allí llegado é que le es- muro de cantería é sus puertas, por donde
taba esperando: que se viniesse á ver entran á ellos; é dentro en los patios hay
con él é á señalar dónde se apossentasse; pilas de agua trayda de otra parte por ca-
y entretanto mandó ver el pueblo para ños para el servicio destas casas, que pa-
saber si avia otra mejor fuerça, donde se resçen ser apossentós de señor. Por la de-
apossentasse su real, é mandó á los espa- lantera desta plaça, á la parte del campo,
168 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
está incorporada en la propria plaça una é faxadura traen cubierta una manta cor-
fortaleça de piedra, pequeña, que pares- ta desde la cabeça hasta media pierna,
çe castillo, con una escalera ancha muy que quiere paresçer mantillo de mugeres.
bien labrada de cantería, por donde su- Los hombres visten camisetas sin mangas
ben desde la plaça á la fortaleça: é por é unas mantas cubiertas encima. Todas
la delantera della á la parte del campo es- en sus casas tienen por exerçiçio texer
tá otra pequeña puerta con otra escalera lana é algodón, de que hacen la ropa ques
angosta, todo sin salir de la cerca de la menester, é calcado para los hombres,
plaça: fuerça es bien hecha é de buena de lana é algodón , hechos como çapatos.
defensa. Sobre este pueblo en la ladera Cómo el gobernador ovo estado mucho
de la sierra, adonde comiençan las ca- ralo en esta plaça con los españoles, es-
sas dél está otra fortaleça, assentada enci- perando que Atabaliba viniesse ó envias-
ma de un peñón, la mayor parte dél ta- se á le apossentar, é vido que no venia
jada la peña, y esta es mayor que esso- é se hacia ya tarde, envió un capitán con
tra, cercada con tres cercas, hecha subi- veynte de caballo á hablar á Atabaliba é
da como caracol, porque quassi toda la decirle que viniesse á verse con él : al
fortaleça la van rodeando para subilla. qual mandó que fuesse pacíficamente, sin
Fuerças son que entre indios no se han que con su gente tuviesse contienda al-
visto otras tales como estas. Entre la sier- guna, aunque ellos lo quisiessen, salvo
ra y esta plaça grande está otra plaça más buenamente lo mejor quél pudiesse llegas-
pequeña, cercada toda de apossentos, y se á hablar á Atabaliba, é con lo que res-
en ellos avia muchas mugeres, que esta- pondiesse, tornasse.
ban allí en servicio de Atabaliba. Cerca Este capitán llegaría á medio camino
deste pueblo, antes de entrar en él, hay del real de Atabaliba, quando el gober-
una casa muy bien hecha, cercada de un nador, desde la fortaleça de la plaça, vi-
grand corral de tapias y en él arboleda do adelante de las tiendas en el real muy
puesta á mano : esta casa dicen ques del grand número de gente en pié : é porque
sol, porque en cada pueblo hacen sus los que avia enviado no se viessen en de-
templos é oratorios al sol. trimento, si los quisiessen ofender, é pu-
Otros muchos oratorios hay en este pue- diessen más á su salvo salirse de entre
blo de Caxamalca ; é assi allí como en to- tanta moltitud é defenderse, envió otro
da la tierra los tienen en mucha venera- capitán hermano suyo con otros veynte
ción é acatamiento, é quando entran en de caballo, al qual mandó que no hiçies-
ellos á hacer sus sacrificios, se quitan á la sen alboroto ni lo consintiesse.
puerta sus çapatos. De todas las poblacio- Desde á poco despues que partieron
nes, despues que se comiença á subir la estos capitanes, porque comencé á llover
sierra hacen mucha ventaja á toda la otra é caergraniço, mandó el gobernador á
gente de la tierra que atrás les quedaba, los españoles que se apossentassen en los
porque es gente limpia é de mejor raçon, apossentos desta plaça, y el capitán del
é las mugeres honestas ; é todo lo que ha- artillería con los tiros en la fortaleça. Es-
cen é guisan es con mucha limpieza. tando en esto, llegó un mensajero de
Traen sobre la ropa que visten las muge- Atabaliba á decir al gobernador que se
res, unas reatas anchas como la mano, é apossentasse donde él quisiesse, con tan-
de más de quatro bracas luengas, hechas to que no subiessen á la fortaleça de la
de lana, muy labradas, faxadas por la plaça, é quél no podía venir por estonces,
barriga muy apretadas, é sobre esta ropa porque ayunaba. El gobernador le res-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. VI. 169
pondió que assi se haria, é que á su her- frente, assida con sus cordones de la ca-
mano avia enviado á hablarle de su par- beça, é le baxaba hasta junto á los ojos:
te é á rogarle que viniesse á verse con la qual lo hacia muy más grave de lo quél
él, porque tenia mucho desseo de verle era, los ojos puestos en tierra, sin alear-
é conosçerle, por las buenas nuevas que los á mirar á parte alguna. É cómo llegó
del tenia; é con esta respuesta se tornó ante él este capitán, le dixo por la len-
el mensajero. gua quél era uno de los capitanes quel
El capitán Hernando Piçarro y los es- gobernador en su compañía traia, é ve-
pañoles que avian ydo á hablar á Ata- nia de su parte á verle é á decir de su
baliba, volvieron en anochesçiendo ; é parte el mucho desseo que tenia de ver-
llegados ante el gobernador, dixeron que se con él, é que si le pluguiesse yr á ver-
en el camino avian hallado un mal passo lo, holgaría mucho el gobernador: é jun-
en una ciénega, que de antesparesçia aver to con esto le dixo otras buenas raçones;
estado hecho de calcada, porque desde mas á cosa alguna no respondió ni alcó
el pueblo yba todo el camino ancho he- la cabeça á mirarle, salvo que un princi-
cho de calcada de tierra é piedra hasta pal suyo, que á par del estaba, respon-
el real de Atabaliba, é como sobre los dió á lo quel capitán hablaba.
malos passos yba hecha calcada, la avian En esto llegó el otro capitán adonde
rompido en aquel mal passo, é con tra- avia el primero dexado la gente, é pre-
baxo lo passaron, desechándolo por otra guntóles por el capitán, é dixéronle:—
parte. É que antes de llegar al real pas- « Allá está hablando con Atabaliba ». É de-
saron dos rios, é por la delantera del xó allí su gente, como el otro lo avia he-
passaba otro rio que los indios le passa- cho, é passó el rio; é llegando cerca de
ban por una puente ; de manera que por donde Atabaliba estaba, el capitán que con
aquella parte todo el real estaba cercado él estaba, díxole : « Este es hermano del
de agua : é quel capitán que primero avia gobernador: habíale, que viene á verte».
ydo, llegado á aquella puente, dexó des- Estonces alcó los ojos el cacique (ó me-
totra parte del rio los que con él yban, jor diciendo príncipe é señor de muchos
porque los de la hueste no se alborotas- caciques)é habló, é dixo:— «Maycabalico,
sen , é no quiso passar por la puente, por- un capitán que tengo en el rio de Tunea-
que el caballo no la hundiesse, é passó ran, me envió á decir como tractábades
por el agua, llevando consigo la lengua. mal á los caciques, é que los echábades
É passada aquella puente, estaba un grand en cadenas, é me envió una collera de
esquadron de gente toda en pié, é passó hierro, é me hiço saber quél avia muerto
por entrellos pacíficamente ; y llegado al tres chripstianos é un caballo ; pero yo
apossento de Atabaliba, que junto con la huelgo de yr mañana á ver al goberna-
puente un trecho estaba y delante del dor, é quiero ser amigo de los chripstia-
en una placeta avia hasta quatroçientos nos, porque son buenos». Hernando Pi-
indios que paresçia gente de guardia ; é çarro le respondió, é dixo:—«Maycabali-
Atabaliba estaba á la puerta de su apos- co es un bellaco, é á él é á todos los in-
sento , sentado en un assiento baxo, con dios de aquel rio matara un chripstiano.
muchos principales al rededor del, é con ¿Cómo podía él matar chripstiano ni caba-
mugeres en pié delante del, que quassi llo, seyendo todos ellos unas gallinas? El
lo rodeaban : é tenia una borla de lana, gobernador ni los chripstianos no tractan
que paresçia de seda de muy fina grana, mal á los caciques ni á sus indios, si no
tan ancha como dos manos, puesta en la quieren guerra con él, porque á los que
TOMO IV. 22
MO HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quieren ser sus amigos é son buenos, trác- algodón assentadas en el campo en uua
talos muy bien, é á los que quieren halda de una serreçuela pequeña, é to-
guerra, se la hace hasta destruyllos. Y maban las tiendas una legua de tierra de
quando tú veas lo que hacen los chrips- luengo, y enmedio de todas ellas estaba
tianosen la guerra, ayudándote contra tus la de Atabaliba. La gente estaba toda de
enemigos, conoscerás é verás cómo May- fuera de las tiendas en pié, é sus armas
cabalico te mintió en todo quanto te en- hincadas en el campo delante de las tien-
vió á decir».' Atabaliba dixo: — «Un caci- das , que son unas lanças luengas como
que no me ha querido obedesçer : mis in- picas. La gente de su exérçito era mucha:
dios yrán con vosotros é haçelle heys la todos hombres bien dispuestos, mance-
guerra». Respondióle Hernando Piçarro: bos é resçios, y embixados é pintados de
— « Para un cacique, por mucha gente que otros betumes, como se usa entre la gen-
tenga, no es menester que vayan tus in- te de guerra de aquellas partes ; é segund
dios, sino diez chripstianos de caballo lo que estos capitanes decían, les paresció
yrán é lo destruyrán que no le dexen in- que avia más de treynta mili hombres en
dio vivo». Atabaliba se rió é le dixo que el real de Atabaliba.
bebiessen: los capitanes dixeron que ayu- Oydo por el gobernador lo que sus ca-
naban , por excusarse de beber su breva- pitanes le dixeron que con Atabaliba avian
ge ; é importunados é rogados por Ataba- concertado, é la manera de su campo é
liba, lo o vieron de hacer. gente, mandólos yr á repossar ; é prove-
Luego vinieron ante él mugeres her- yó que aquella noche se hiçiesse de bue-
mosas, bien dispuestas, con vassos de na guarda é oviesse mucho recabdo en
oro medianos, de altor de un palmo, el real. Y su capitán general, que era el
gruessos y el oro fino, en que traían chi- mesmo Hernando Piçarro, su hermano,
cha (ó vino) de mahiz ; é cómo Atabaliba entendió luego en ello, é requirió á sus
las vido, alcó los ojos á ellas, sin les de- tiempos las rondas é velas, é con mucho
cir palabra alguna, é fuéronse presto é aviso se hiço la guarda toda la noche, co-
volvieron con otros vassos de oro fino más mo convino en torno del real, assi de hom-
grandes, de altura de un cobdo é pessa- bres de pié como de caballo, por sus
dos, é con ellos les dieron á beber. É co- quartos, hasta que esclaresció el siguien-
mo ovieron bebido, se despidieron de Ata te dia, sábado diez é seys dias de no-
baliba, quedando concertado que otro día viembre , año de la natividad de nuestro
por la mañana vernia á verse con el go- Redemptor de mili é quinientos é treynta
bernador. Estaba su real de tiendas de y dos años.

CAPITULO VII.
Cómo el grand príncipe Atabaliba vino á Caxamalca á se ver con el gobernador Francisco Piçarro; é có-
mo fué presso Atabaliba é mucha de su gente muerta é pressa, é fué desbaratado su grand exérçito; é de
los mensajes é otras cosas que passaron aquel dia, é otras cosas permitidas á la verdadera historia.

Uli sábado siguiente, que era el dia asig- al gobernador un mensajero de Atabali-
nado para verse Atabaliba con el gober- ba, é le dixo assi :— «Mi señor Atabaliba
nador Francisco Piçarro, como más lar- te envia decir quél queda de partida ade-
gamente la historia lo ha dicho en el ca- rescándose para venirte á ver, é que
pítulo precedente, bien de mañana vino quiere traer consigo su gente de guerra
DE INDIAS. LTB. XLVI. CAP. VII. 174
armada, pues que tú enviaste ayer la tu- capitanias, sin que ninguno saliesse de su
ya á verlo con sus armas, é dice que le possada á la plaça: é mandó al capitán
envies un chripstiano con quien venga ». de la artilleria que tuviesse los tiros ases-
El gobernador le respondió:—«Vuelve, é tados hacia el campo de Atabaliba, é
díle que venga enhorabuena como él qui- quando viesse que convenia que les pu-
siere: que de la manera quél viniere le siesse fuego. Y en las calles que entran
resçebiré por amigo y hermano, é que no en la plaça, mandó estar gente de pié,
le envió chripstiano, porque no se usa en- porque si oviesse celada por las espaldas,
tre nosotros enviallo un señor á otro». estuviesse todo prevenido é hallassen re-
Con esta respuesta se tornó luego aquel sistencia en la entrada, é questos estu-
mensajero, el qual seria ya llegado al real viessen secretos, sin que messen vistos. E
de Atabaliba, quando las atalayas que so- con su persona lomó el gobernador veyn-
bre la fortaleça estaban, vieron salir del te hombres de pié, é con ellos estuvo en
mucha gente hacia Caxamalca. E desde á su apossento , porque estos tuviessen car-
poco rato llegó otro mensajero ante el go- go con él de prender la persona de Ata-
bernador, é dixo que Atabaliba, su se- baliba , si cautelosamente viniesse, como
ñor, le enviaba á decir que no queria paresçia que venia, con tanto número de
traer su gente de guerra armada ; porque gente como traia : é mandó que fuesse to-
aunque viniessen con su persona mucha mado á vida, é á todos los demás mandó
gente, vernian sin armas, porque los que- que no saliesse alguno de su possada,
ria traer consigo é apossentallos en este aunque viessen entrar los contrarios en la
pueblo, é que le aderesçassen un apos- plaça, hasta que viessen soltar la artille-
sento de los de aquella plaça donde él pos- ria. E dixo quél ternia atalayas para que
sasse, é que fuesse una casa que se lla- viendo que venían de mal arte, avisaran
ma de la Sierpe, porque tiene dentro una quando oviessen de salir, é saldrían todos
sierpe muy grande de piedra. El gober- de sus apossentos á caballo, quando oyes-
nador le respondió que assi se haria, que sen decir Sancliago. Con este concierto
viniesse presto, que tenia mucho desseo qual es dicho estuvo el gobernador espe-
de verlo; é assi volvió este mensajero. rando que Atabaliba entrasse, sin que en
Todavia salia mucha gente del real, y la plaça paresçiesse español alguno, salvo
en poco proçesso de tiempo vieron venir el atalaya que estaba dando aviso de lo
el campo lleno de gente, reparándose á que via en la hueste é campo de Ataba-
cada passo y esperando á otra que del liba; y el gobernador é su capitán gene-
real salia ; é assi turó todo el dia el venir ral, su hermano, Hernando Piçarro, anda-
la gente por aquel camino hasta la tarde, ban requiriendo los apossentos de los
que paresçia que toda la tierra cubrían; chripstianos é viendo cómo estaban aper-
é venían repartidos en muchos esquadro- çebidos é á punto para salir, quando fues-
nes. Passados todos los malos passos, as- se menester, como hombres determina-
sentaron en aquel campo, cerca del real dos de morir ó vencer : é decíanles á to-
de los chripstianos, quassi una milla del, dos que hiçiessen de sus coraçones forta-
é todavia salia é venia más gente del real leças, pues vían que no tenian otras ni
contrario. otro socorro ni ayuda sino la de Dios,
El gobernador mandó á los españoles que socorre en las mayores nesçessidades
que secretamente é sin alboroto se ar- á los que andan en su servicio. É acor-
massen é tuviessen sus caballos ensillados dábanles que aunque la moltitud de los
é á punto y estuviessen repartidos en tres enemigos era tanta, como vian, é que pa«
172 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ra un chripstíano avia quinientos infie- una librea de colores, hecha como esca*
les , que tuvíessen esfuerço é ánimo como ques : estos venían quitando las pajas del
cathólicos é como los buenos en tales suelo é barriendo é limpiando el camino,
tiempos lo han de tener, é que Dios pe- é poniendo en él mantas. Tras estos ve-
learía por ellos; é que mirassen que al nían otros 1res esquadrones vestidos de
tiempo de acometer, fuessen con mucha otra manera, todos cantando é baylando;
furia é no menos tiento, rompiendo, sin é luego venían otros esquadrones de mu-
que los de á caballo se encontrassen unos cha gente con armaduras é patenas é co-
con otros. Con tales palabras é otras á es- ronas de oro é plata. Entre estos destas
te propóssito el gobernador é su hermano armaduras venia Atabaliba en una litera,
Hernando Piçarro exhortaban é animaban toda aforrada de dentro é de fuera de
á los españoles para que perdiessen el plumas de papagayos de muchas colores,
temor á tan grand exérçito, como en el tan bien assentada la pluma, que pares-
campo paresçia ; mas todos los españoles çia que allí avia nasçido, é guarnesçida
estaban con más voluntad de salir de las toda la litera de chapas de oro é plata: la
possadas é verse ya en el campo revuel- qual traian muchos indios alta sobre los
tos con los enemigos, que no atendiendo hombros, que desde léxosparesçia enme-
en ellas la licencia para pelear. É cada dio de su gente un castillo de oro muy re-
uno pensaba en su ánimo que pelearía lumbrante. Tras aquesta litera venían
por muchos, porque todos los más eran otras dos literas é dos hamacas, en que
nombres diestros é veteranos y experi- venian otras personas principales: é tras
mentados soldados con indios, é la canti- estas literas mucha gente, toda puesta en
dad de los adverssarios no los espantaba: concierto é por sus esquadras, con coro-
antes pensaban quequantos más fuessen, nas de oro é plata en las eabeças ; é cómo
tanto más segura estaba la ganancia. la delantera ovo entrado en la plaça, apar-
Viendo el gobernador quel sol se que- tábanse é dábanse lugar á que entrassen
ría poner é Atabaliba no se avia movido los otros. É cómo Atabaliba llegó á la mi-
de donde avia reparado, é que todavía tad de la plaça, mandó que todos parassen
venia gente de su real, envióle á decir y estuviessen quedos, é todavía la litera
con un español que entrasse en la plaça é en quél estaba é las otras en alto, sin as-
viniesse á velle antes que fuesse noche. sentallas en el suelo, é no dexaba de en-
Ë cómo llegó delante de Atabaliba por en- trar mucha gente en la plaça toda quanta
tre su gente, le hiço su acatamiento, é cupo. Por la puerta de los de la delantera
por señas íe dixo que caminasse ó fuesse salió un capitán de entrellos con ciertos
donde el gobernador estaba : é luego se hombres, é subió en la fuerça delà plaça
levantó é comencó él é su gente á andar, donde estaba el artillería, é vuelta la ca-
y el español volvió delante é dixo al go- ra hacia la gente del campo por donde su
bernador que ya venia, é que la gente exérçito venia , alcó dos veces una lança
que en la delantera venían, traian armas larga que traia á manera de señal que ha-
secretas debaxo de las camisetas, vesti- cia á los suyos. El gobernador via todo
dos jubones fuertes de algodón, é talegas esto desde su apossento.
escondidas de piedras, é hondas, é que Visto que Atabaliba avía reparado, dixo
le paresçia que no venían de buena in- á un reverendo padre de la Orden de los
tención. Luego la delantera de la gente Predicadores, llamado fray Vicente de Val-
comencó á entrar en la plaça, é venia de- verde, que con él estaba, é Sus Magestades
lante un esquadron de indios vestidos de le avian mandado yr á aquella tierra, para
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. VII. 173
la conversion de los indios, que si queria que paresció que los aperçebia y esforçaba.
yrá hablarle con una lengua, y él dixo que El religioso dixo al gobernador lo que
sí, é fué con una cruz en la una mano y en con Atabaliba avia passado é la mu-
la otra una Biblia *de la Sagrada Escriptu- cha soberbia, con que avia echado la Sa-
ra, y entró por entre la gente de Atabaliba grada Escriptura por el suelo, é que le
hasta llegar á la litera, donde estaba, é paresçia que venia de mal arte. El gober-
díxole por la lengua :— «Yo soy siervo de nador se armó luego un sayo de armas
Dios y enseño á los chripstianos las cosas de algodón, é tomó su espada é una da-
de Dios, é assimesmo vengo á enseñar á raga, é fué con los españoles que con él
vosotros; y lo que les enseño es lo que estaban, y entró por entre toda la gente
Dios nos habló, que está en este libro. Y de Atabaliba con mucho ánimo, ó llegó
por tanto de parte de Dios é los chripstia- hasta la litera con solos quatro hombres
nos te ruego que seas su amigo, porque que le pudieron seguir, é sin ningún te-
assi lo quiere Dios, é venirte ha bien de- mor le echó mano del braço é dixo: Sanc-
llos, é vete á assentar con el gobernador, tiago\ Y en este instante soltaron los tiros
porque te está esperando.» Dixo Atabali- de pólvora, é tocaron las trompetas, é
ba al religioso que le diesse el libro para salieron la gente de pié é de caballo de
velle: el religioso se lo dio cerrado; é golpe. É cómo los indios vieron el tropel
queriéndolo abrir el Atabaliba é no acer- de los caballos é animales no vistos ni
tando , el religioso estendió el braco para conosçidos, de cuya ferocidad é mañas
se lo abrir, y el Atabaliba con grand des- avian oydo muchas cosas, é oyeron los
den le dio un golpe en el braco, apartán- tiros é olieron la pólvora, cosa tan nueva
dosele , que no queria que le abriesse : é é improvisa é no esperada ni pensada
porfiando á abrille, le abrió, é no maravi- (antes se les figuró que era de aquellos
llándose de las letras ni del papel, como mesmos truenos é saetas que los antiguos
otros indios suelen hacer, le arrojó luego atribuían á Júpiter é los naturales á aque-
cinco ó seys passos de sí ; y entendidas llo que es), volvieron las espaldas mu-
por Atabaliba las palabras del religioso, chos de los que en la plaça estaban, é fué
respondió:—«Bien sé todo lo que aveys tanta la furia con que huyeron é fuerça
hecho por esse camino : que aveys ran- que pusieron en un lienço de la cerca de
cheado mis pueblos é tomado la ropa á la plaça (porque la puerta estaba emba-
mis caciques é cómo los aveys tractado, raçada de los otros que la tenían ocupada
é aqui aveys saqueado mis buhios é to- á huyr por ella , é por ser tantos no po-
mado la ropa, que en ellos tenia. » El reli- dían darse lugar) que dieron con un lien-
gioso le dixo:—«Los chripstianos no han ço de aquel muro en tierra, é cayeron
hecho nada : que unos indios suyos ayer allí los unos sobre los otros ; é los de ca-
fueron á unos buhios é truxeron ropa, sin ballo salieron por encima dellos á rienda
quel gobernador lo supiesse, é toda la suelta, hiriendo é matando quantos topa-
mandó volver esta mañana á un princi- ban delante, é siguieron el alcance. La
pal tuyo. » Atabaliba replicó: —«Nopartiré gente de pié se dio tan buena maña é
de aqui hasta que todo me lo traygan de- priessa con los que en la plaça quedaron,
lante.» Y el religioso se volvió al gober- que en breve espacio la mayor parte de-
nador á le dar la respuesta é decir lo ques llos fueron muertos. El gobernador, que
dicho : é Atabaliba se puso de pié en sus todavía tenia del braco á Atabaliba, no
andas, volviéndose á una parte c á otra lo podia sacar de las andas, como esta-
hacia los suyos, é los habló con soberbia, ba en alto, é los españoles continuando la
174 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
matança en los que las andas tenían, ca- baratado tan grand exérçito. Assi que, lle-
yeron con su señor en el suelo é con ellas gado el gobernador á su apossento, man-
juntamente; y si el gobernador no puna- dó luego sacar ropa de la tierra, con que
ra tanto con su espada en la mano por los señores se visten, é mandóle vestir é
defender la vida á Atabaliba, allí se aca- assentar en una silla á par del, é con las
baran con su trono él é sus pompas é cruel- lenguas le aplacaba é consolaba del grand
dades, porque entre las manos se lo que- enojo é turbación, que tenia de verse tan
rían matar. Todavía por defenderle, fué presto privado de su libertad é de su es-
herido el gobernador de una pequeña he- tado grandíssimo. Y entre otras palabras
rida en la mano. le dixo el gobernador que no tuviesse por
En todo esto no ovo indio que alçasse afrenta ni se maravillasse de averie pres-
armas contra español, porque fué tanto so é desbaratado su exérçito con tan po-
el espanto que les puso ver entrar al go- quitos españoles, como el gobernador
bernador entrellos, é al mesmo punto sol- traia, é díxole assi:
tar el artillería é salir el tropel de los ca- «Con menos que estos he yo subjetado
ballos , que se turbaron de tal forma que é señoreado otra mucha más tierra que
no tenian sentido sino para huyr, por sal- la tuya, y he desbaratado otros mayores
var las vidas, sin quedar en ellos esfuer- señores que tú, poniéndolos debaxo del
ço ni tiento para resistir á los chrips- señorío del Emperador, mi señor, cuyo
lianos. vassallo é criado yo soy, é lo son estos es-
Todos los que traían las andas de Ata- pañoles que conmigo por su mandado vie-
baliba murieron á par délias, é todos eran nen. El qual es Rey é señor de España,
hombres principales: también murieron y universal Emperador de los chripstianos
los que venían en las literas é hamacas. Y de todo el mundo ; é ando conquistando
el de la una litera era un paje suyo grand é atrayendo para su real servicio estas
señor quél mucho estimaba, é los otros tierras, para que todos vengays en co-
eran caciques é señores de mucha gente nosçimiento de Dios é de su sanctíssima
é consejeros suyos. Murió allí assimesmo fée cathólica. Y con tan buena demanda é
el cacique señor de aquel pueblo de Ca- tan justa é sancta raçon, como traemos,
xamalca, é otros señores é capitanes mu- permite Dios todopoderoso, ques criador
rieron, que se dexan de decir por su del cielo é de la tierra, de nosotros é de
mucho número; pero es de notar que to- vosotros, é de todas las otras cosas nasçi-
dos los que venían á la redonda y en das é criadas, que porque le conozcays é
guarda de la persona de Atabaliba eran salgays de la bestialidad é vida diabólica
señores, é todos los más murieron ante en que vivís, que tan poquitos como so-
sus ojos. mos subjetemos é señoreemos tantas tier-
El gobernador se fué á su possada con ras é tanta moltitud de gentes, como en
la persona de Atabaliba, é despojado de ellas viven. Y de que lo hayays bien en-
todas sus vestiduras, que por sacarlo de tendido é veays el error, en que hasta aqui
las andas los españoles se las avian rom- aveys vivido, conosçereys el beneficio
pido é lirado, porque era maravillosa co- que aveys resçebido en aver venido nos-
sa de ver su labor é riqueça : é mucho otros á la tierra por mandado de Su Ma-
más para espantar ver en tan breve espa- gestad : é debeys tener á buena ventura
cio de tiempo un señor tan grande é que que no aveys seydo presso ni desbarata-
con tanta magestad é soberbia venia, ver- do por gente cruel, como vosotros soys,
le derribado de su trono é presso, é des- que no days vida á ninguno en vuestras
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. VII. 475
guerras : antes usamos de mucha piedad seguido el alcance no eran tornados del
con los que en nuestras manos tenemos, campo, é mandó tirar Jos tiróse tocar las
aunque sean nuestros enemigos é nos ha- trompetas porque se recogiessen, é des-
yan ofendido. Y no hallarás que yo haya de á breve espacio entraron todos en el
hecho guerra sino á quien me la ha he- real por la plaça con muchos prissione-
cho á mí; é aun con poderlos destruyr, ros, hombres é mugeres, en que avia más
no lo hago : antes los he perdonado, por- de tres mili personas. É llegados ante el
que teniendo presso al cacique señor de gobernador, él les preguntó .si venían to-
la isla de Sanctiago ( seyendo meresçedor dos buenos, é si avia ávido algún herido;
de muerte), lo solté é puse en su liber- é su hermano é capitán general suyo, Her-
tad, é le dexé en su isla, porque de allí nando Piçarro, dixo que todos venían
adelante fuesse bueno, é lo mesmo hice buenos, é que solo un caballo avia resçe-
con el cacique de Quaque é con Chilima- bido una pequeña herida. A lo qual el go-
sa, señor de Tumbez, y con otros mu- bernador, con mucho placer, replicó é
chos señores, que teniéndolos en mi po- dixo:—«Yo doy muchas gracias á Dios,
der é meresçiendo que se les diesse la Nuestro Señor, é todos vosotros, seño-
muerte, no se la he dado. Y si tú fuiste res, las debeys dar, por tan grand mira-
presso é muerta la gente que se te ha glo como en este dia por nosotros ha he-
muerto, fué porque venias con tan grand cho : que verdaderamente podemos creer
hueste armada contra nosotros, envián- que sin su ayuda no éramos gente para
dole yo á rogar con el religioso que en- entrar en esta tierra, quanto más para
trasses de paces á verme, é no solamente vencer é desbaratar tan grand exérçito.
lo dexastes de hacer, mas tomastes tanta Plega á él por su misericordia, que pues
soberbia que echaste las palabras de Dios tiene por bien de hacernos tantas merce-
por el suelo; é assi permitió Dios de des, lo tenga assi en ayudarnos á hacer
echarte á tí por tierra é abaxar tu sober- obras, con que le sirvamos y alcancemos
bia , é que ninguno de los tuyos pudiesse su sancto reyno. É porque, señores,
ofender á español alguno ». verneys fatigados, yos á repossar; pero
Hecho este raçonamiento por el gober- mirad que la victoria no nos descuyde,
nador, dixo Atabaliba que avia seydo en- é que agora se haga mejor vela que nun-
gañado de sus capitanes é principales, ca se ha hecho, porque aquestos van des-
que le avian dicho que seyendo tan po- baratados y es gente mañosa é diestra en
quitos los españoles, no los estimasse ni la guerra é han perdido á su señor: el
tuviesse sino en poco: quél mucho qui- qual es muy temido é obedesçido dellos,
siera venir de paz, é los suyos no le de- é han de presumir toda ruindad é caute-
xaron. É que los que le aconsejaron que la por sacarle de nuestro poder. Esta no-
tuviessen guerra con los chripstianos, to- che é todas las demás haya la guarda é
dos eran muertos en su pressençia é ya recabdo de velas é rondas en tal manera
avian pagado su culpa ; é que bien avia que nos hallen aperçebidos ».
visto é conosçido la bondad é ánimo de Con esta amonestación é mandamiento
los españoles é lo mal que sus capitanes se fueron á çenar é repossar, y el gober-
del le avian aconsejado, é que Maycaba- nador hiço lo mesmo, é sentó á cenar
lico en todo lo que le envió á decir de los consigo á Atabaliba, é haciéndole muy
chripstianos, le mintió. buen tractamicnto é sirviéndole como á
Ya que se escuresçia ó acabó el día, el su mesma persona. É luego le mandó dar
gobernador vio que los nuestros que avian de sus mugeres, que fueron pressas, las
no HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quel quiso é señaló para su servicio ; é tos , é con tanto ánimo é furia, que pa-
mandóle haçer buena cama, en que se resçia que ningún mal avian tenido ; é as-
acostó, en su propria cámara donde el si essos como todos los demás anduvieron
gobernador dormia, suelto, sin prissio- aquel dia tan enteros é frescos como si no
nes, salvo que tenia guardas que lo ve- ovieran andado jornada, ó como si eston-
laban de noche é de dia. ces salieran holgados de las caballeriças.
Turó este rompimiento desde que los El capitán general Hernando Piçarro
españoles salieron contra Atabaliba é su requirió aquella noche las velas é rondas
gente hasta que se recogieron media en los lugares é partes é puestos que les
hora ó poco más, porque el sol era pues- mandó hacer la guarda ; é mandóles te-
to , quando se comencó ; é si la noche ner el cuydado é poco sueño que en tales
con su escuridad no lo atajara, de más casos se requiere, como hombre que lo
de treynta mili hombres que vinieron, entendía, y era veterano soldado y exper-
la mayor parte dellos murieran. Algu- to capitán. Y assi de quando en quando
nos que avian visto gente de guerra jun- por su persona visitaba las estancias, é
ta , fueron de opinion que avia más de mandaba las velas é guardas, é las re-
quarenta mili hombres. Todavía queda- novaba, como con venia á la guarda de un
ron en el campo más de dos mili hom- príncipe tan grande como á las manos se
bres , sin otros muchos que se escaparon les vino, á mi paresçer como hombre de
heridos. Vídose en este trance una cosa mal consejo é poca industria, ó como lo-
digna de notarse, é fué que algunos ca- co é desatinado, ó mejor considerándolo,
ballos quel dia antes no se podian tener, porque assi fué la voluntad de Dios, sin
que fueron resfriados en la sierra y en la qual imposible fuera aver tal evento ó
el camino, anduvieron tan ligeros é suel- salida las cosas, como lo tuvieron.

CAPITULO VIH.
En el quai se tracta cómo el dia siguiente á la prission de Atabaliba fué recogido el campo, é del grand
despojo é prissioneros que ovo el segundo dia de la prission de aqueste grand príncipe, é la forma de las
armas de aquella gente, é la manera é assiento de la casa que Atabaliba tenia enmedio de su exérçilo, é
otras cosas que la historia pide que no sean olvidadas.

O, 'tro dia siguiente de la desaventurada El capitán con los de caballo recogie-


ó infeliçe prission para Atabaliba, assi co- ron lo que en el campo é real é tiendas
mo amanesció, envió el gobernador un de Atabaliba se halló, é volvieron antes
capitán con treynta de caballo á recoger de medio dia al real de los españoles con
el campo, é mandóle que hiçiesse que- tan buena pressa que truxeron muchos
brar todas las lanças é armas, que de los prissioneros, hombres é mugeres é mu-
indios avian quedado sembradas por tier- chachos , é ovejas, é mucha ropa é oro é
ra. Y entretanto la otra gente que avia plata. Y en el oro quel dia antes se avia
quedado en el real con muchos indios de recogido é lo que en estotro dia se reco-
los que la noche antes avian seydo pres- gió é se truxo, ovo quarenta milipessos,
sos, sacaron todos los cuerpos muertos de todo buen oro, é siete mili marcos de pla-
la plaça, y echáronlos fuera en el campo ta é catorce esmeraldas. Y en el oro é
en parte, donde no pudiessen dar mal olor plata ovo pieças muy grandes, é cánta-
á los vivos. ros ,é ollas, é copones, é brasseros, é
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. VIII. 177
otras diverssidades de vassijas, é todas En aquel pueblo de Caxamalca se ha-
pessadas : lo quai todo dixo Atabali.ba que llaron ciertas casas llenas de ropa, que
era vaxilla de su servicio ordinario, é paresçe que estaba allí depositada, é
otra mucha cantidad que dixo que sus in- puesta en fardos arrimados hasta la te-
dios que avian huydo, llevaron. chumbre de las casas, tan bien puestos é
Todas las ovejas, porque eran mucha ordenados como los suelen tener los pu-
cantidad é hicieran mucho embaraço en lidos mercaderes en Flandes y en Medina
el real, mandó el gobernador que las sol- del Campo ; é de aquella ropa se bastecía
tassen é se echassen al campo, é que dé- el exérçito de Atabaliba. Los españoles
lias los españoles matassen cada dia las tomáronlo que quisieron dessaropa, é
que oviessen menester. todavia quedaron las casas tan llenas, que
Los indios é mugeres é todos los que paresçia que no avia hecho falta la que se
la noche antes se avian recogido pusié- tomó délia. Y era la mejor ropa que en
ronlos en la plaça, y eran ocho mili áni- ninguna parte de Indias se ha visto en
mas ó más : destos mandó el gobernador aquestas partes; y en España y en todo el
que los españoles tomassen cada uno las mundo la ovieran ávido por muy buena
pieças que para su servicio quisiesse é é muy linda : é la mayor parte della era
oviesse menester, é que todos los demás de lana muy delgada é primal ; otra de
fuessen sueltos é se fuessen á sus tierras, algodón de muchas é diverssas colores fi-
porque eran de diverssas provincias que nas é bien matiçadas.
los tenia Atabaliba recogidos para soste- Las armas que se hallaron, con que
ner sus guerras é para el servicio de su estas gentes hacen la guerra, é la ma-
exérçito. nera de pelear son estas. En la delan-
Los españoles eran de opinion que á tera vienen honderos, que tiran con sus
todos los indios, que eran hombres de hondas piedras guijeñas lisas, hechas á
guerra, los matassen ó les cortassen las mano, de hechura de huevos é tan gran-
manos; y el gobernador lo estorbó, é di- des como ellos ; y estos honderos traen
xo que no se hiçiesse tal crueldad, por- rodelas, quellos hacen de tablillas an-
que aunque eran muchos los que Ataba- gostas bien fuertes: traen jubones col-
liba tenia é los que podría recoger de las chados de algodón. Tras estos vienen
tierras de su señorio, es sin comparación otros con porras é hachas de armas:
mayor el poder de Dios que ayuda á los su- las porras son tan luengas las astas co-
yos: é que tuviessen por cierto que pues mo una braca é media é de á braca, de
los avia librado del peligro del dia antes, gordor de una lança gineta : la porra que
los libraría de otros muy mayores, se- está al cabo engastonada, es de metal éV^
yendo sus intenciones buenas para atraer tan gruessa como el puño, con cinco ó
aquella gente bárbara á su servicio; é seys puntas agudas 7 tan gruessa cada
que en ninguna manera quisiessen pares- punta como el dedo pulgar: juegan con
çer á ellos en las crueldades é sacrificios, ellas á dos manos. Las hachas son del
que en sus guerras haçen y executan en mesmo tamaño é mayores, é la cuchilla
los que prenden. «Basta, dixo el gober- de metal, de anchor de un palmo, hecha
nador, los que se matan en la batalla, y como alabarda : algunas destas hachas é
essos que se han Ira y do, como ovejas á porras hay de oro é plata, que traen los
corral, no es bien que mueran ni se haga principales.
otra justicia en ellos». É assi fueron suel- Tras estos vienen otros con lanças pe-
tos todos. queñas arrojadiças como dardos.
TOMO IV. 23
178 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
En la retroguarda vienen piqueros con que; é quando quieren que no venga fria,
lanças luengas de á veynte é çinco é de detienen aquel caño, é viene solamente
treynta palmos, y en el braco izquierdo la caliente; é por el opóssito, quando
traen una manga con mucho algodón, so- quieren la fria sola, detienen la caliente.
bre que juegan con la pica. Todos estos El estanque es grande, hecho de piedra
vienen repartidos en sus esquadras, con de canteria. Fuera de la casa, á una par-
sus capitanes que las mandan é con sus te del corral, está otro estanque, no tan
banderas diferenciadas, é con tanto con- bien hecho como el ques dicho: tienen
cierto como podrian tener turcos ú otra sus escaleras de piedra, por donde ba-
gente diestra en la guerra. Muchos dellos xan á lavarse.
traen capacetes grandes, que les cubren Los apossentos es uno donde Atabali-
hasta los ojos, hechos de madera, muy ba se recreaba y estaba entre dia : es un
trabados, con mucho algodón, que de corredor alto, é junto con él estaba una
hierro no pueden ser más fuertes. Toda cámara, donde dormia, con una ventana
la gente que Atabaliba tenia en su exér- sobre el patio y estanque ; y el corredor
çito, eran muy diestros en la guerra, é assimesmo cae sobre el patio. Las pare-
andaban cursados en ella, y eran hom- des desto es todo enxalvegado de un be-
bres animosos é feroces, mancebos é tume bermejo, mejor que almagre, que
grandes de cuerpo ; é hallóse que mili de- luce mucho: la madera sobre que cae la
llos bastaban á asolar qualquiera pobla- cobija de la casa, teñida de la mesma co-
ción de aquella tierra, aunque toviesse lor. Otro quarto frontero deste, á la otra
veynte mili hombres. parte del patio, es de quatro bóvedas re-
La casa de apossento de Atabaliba que dondas como campanas, todas quatro en-
enmedio de su real tenia, era la mejor corporadas en una: este es encalado blan-
que entre indios se avia visto, aunque pe- co, como una paloma. Los otros dos son
queña; pero no tan chica que no se pu- dos casas de servicio. Son apossentos de
diesse apossentar en ella qualquier grand ver, y por mucho primor é concierto la-
señor. Tenia quatro quartos y enmedio brados ; y por la delantera deste apossen-
dellos un patio, y en este patio un estan- to passa un rio muy gentil é de gentil ri-
que , al qual viene agua por un caño, tan bera.
caliente que no se puede sufrir en ella un Y pues se ha dicho de la victoria ávi-
poco espacio tener la mano: esta agua da contra Atabaliba y de su prission, y la
viene de una sierra cerca de allí, donde manera de su real y exérçito, dígase
nasçe hirviendo. Viene otro caño de agua quién era este príncipe, é quién fué su
v fria por medida tanta como la caliente, y padre, é cómo se hiço señor, é lo que
en el camino se juntan ambos : é juntas sojuzgó é posseia, é de su estado é grand
estas aguas, vienen por un caño al estan- ser de su persona, é otras cosas.
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. IX. 179

CAPITULO IX.
En el quai se tracta la relación quel mesmo Atabaliba hiço al gobernador Francisco Piçarro de su persona
y estado, é de los hijos que tuvo su padre Guaynacava , é de sus grandes thessoros , e' de las diferencias
entre él é su hermano mayor; é del castigo que hiço en Tomepumpa, porque se le puso en defensa; é có-
mo fué presso por su hermano; é del grand thessoro de oro é plata que prometió Atabaliba al goberna-
dor *, é dio noticia de una mezquita ó templo muy principal é riquíssima de oro, é de otras cosas á la
historia competentes.

JLIespues que Atabaliba estuvo con me- é á mí me dexó mi padre por señor de la
nos alteración, é que como prudente pa- provincia de Quilo, apartado del señorío
resçia que tornaba en sí é resistia con principal. Y el cuerpo de mi padre está
mejor cara tan grand cayda de su estado en aquella provincia de Quito, donde mu-
é potencia, é disimulando su trabaxo é rió , é la cabeça del se llevó á la cibdad
prission, el gobernador se informó del de del Cuzco, é la tienen con muchas guar-
las cosas que en el capítulo de susso se das é riqueça de oro é plata y en mucha
ha dicho. É dixo que su padre, Guayna- veneración. É la casa dó está la cabeça,
cava , subjetó é tuvo debaxo de su seño- es el suelo é paredes é techo todo chapado
río todas aquellas tierras é provincias, é de oro é plata, entretexido uno con otro,
que de más de trescientas le obedesçian é é sin essa casa hay en aquella cibdad
daban tributo : el qual fué natural de una otras veynte casas, las paredes chapadas
provincia más atrás de Quito, é como ha- de una hoja delgada con planchas de oro.
llasse tierra aplacible é abundosa é rica Y es muy grand población, de ricos é
de mucho oro, aquella donde estala grand buenos cdefiçios; é allí tenia mi padre un
cibdad del Cuzco, assentó en ella, é fué thessoro, que era tres buhios llenos de
tan temido é obedesçido que quassi fué pieças de oro, é cinco buhios de plata, é
tenido por su Dios, y en muchos pueblos çient mili tejuelos de oro (que lo avian
tenían figurada su persona de bulto, é sacado de las minas, cada tejuelo de
hoy en dia le tienen , é por los españoles pesso de çinqiienta castellanos), lo qual
se ha visto en pueblos algunos de la tier- ovo de los tributos que le daban en las
ra. Tuvo çient hijos é hijas, é la mayor tierras que avia señoreado.
parte dellos son vivos. »Murió avrá ocho »Más adelante desta cibdad está una
años, é dexó todo su señorío á un hijo su- provincia que se dice Collao, donde está
yo, mayor que yo, que agora llaman un rio que tiene mucha cantidad de oro,
Guaseara, é otros le llaman Guaynalca- é cavando poquito, quassi á la haz de la
va, é otros le dicen Inga, é otros le nom- tierra, sacan granos de oro tan gordos co-
bran señor del Cuzco : el qual ha residido mo huevos é como nueces. É camino de
siempre en aquella grand cibdad. Este Chincha, diez jornadas desta provincia de
Cuzco ó Guaseara, mi hermano, era hijo Caxamalca, está otro rio en otra provin-
mayor é legítimo de mi padre, hijo de su cia que se dice Guanaco, tan rico de oro
muger legítima (llaman muger legítima á como el de Collao; y en todas estas pro-
la más principal muger é que más quie- vincias hay minas de oro é muchas é muy
ren ellos), y era mayor de dias que yo; ricas de plata. É la plata se saca en las

* De este lugar suprimió Oviedo la siguiente »hasta una raya, que señaló de estado y medio de
cláusula: «Señalando que henchiría una sala de oro »alto en la pared».
180 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
sierras en ciertas partes con poco traba- no , se me puso en defensa, é lo asolé é
xo : que cada indio saca cada dia cinco ó quemé é maté toda la gente, é todos los
seys marcos de plata envuelta con plomo pueblos de aquella comarca quise asolar
y estaño é piedra açufre, é la apuran; é é destruyr, é porque quise seguir á mi
para sacalla, pegan fuego á la sierra, don- hermano, lo dexé por estonces de hacer.
de ella está, é con la piedra açufre arde, Y como él vido el daño que yo le hacia,
é como se quema, cae la plata á pedaços. tuvo por bien de volverse huyendo á su
Y en Quito hay la mejor mina de plata, tierra, é yo vine por estas provincias so-
porque sacan más cantidad que en ningu- juzgándolas , é se me daban pacíficamen-
na parte, y en Chiaca sacan tanto como te, acordándose de lo que en Tomepum-
en Quito. Y toda la tierra desde ahí al pa hice por a vérseme defendido. Y po-
Cuzco va bien poblada de grandes pue- drá aver seys meses que envié dos capi-
blos ; é hay quarenta leguas de camino tanes mios, el uno se dice Quizquiz y el
desde aqui de indios cargados; y Chincha otro Chalcuchima, buenos hombres de
está á medio camino, ques grand pobla- guerra, con quarenta mili hombres de los
ción é la mejor de la tierra después del que saqué de Quito sobre la cibdad del
Cuzco, y en toda ella hay mucha cantidad Cuzco de mi hermano: é fuéronle ganan-
de ganado de ovejas más que aqui (y en do todas las otras tierras é pueblos hasta
esta provincia de Caxamalca hay tantas llegar á aquella cibdad donde mi herma-
como en Soria de España), é muchas se no residía, é se la tomaron, é mataron
hacen montesas, por no poder sostener mucha gente, é prendieron su persona,
tantas como se crian. » Entre los españoles é tomáronle todo el thessoro de oro é
que con el gobernador allí estaban mata- plata de mi padre. Y hecho esto, mis ca-
ban cada dia ciento é çinqiienta cabeças pitanes me lo hicieron saber luego, y en-
é más, é paresçia que ninguna falta ha- vióles á mandar que me enviassen á mi
cían ni hicieran en aquel valle, aunque hermano presso; é tengo nueva cómo me
estovieran allí un año. Los indios gene- lo traen é que muy presto llegarán aqui
ralmente las comen en aquella tierra toda. con él é con mucha cantidad de oro en
Procediendo Atabaliba en su relación, vassijas para el servicio de mi persona, é
dixo assi: « Después de la muerte de mi mucha plata: esto del thessoro que allí
padre, yo é mi hermano estuvimos en tomaron. Mis capitanes residen y están
quietud siete años, cada uno con lo que en aquella cibdad que ganaron, guardan-
nos dexó, é podrá aver un año ó poco más do á ella é al thessoro que allá está, con
que mi hermano se levantó contra mí, diez mili hombres de guarnición de los
con voluntad de tomarme mi señorío por quarenta mill que llevaron, porque por
fuerça de armas : é yo le envié á rogar ser tierra tan poblada, no la han querido
que no tuviesse conmigo guerra é se con- desamparar; é los otros treynta mili hom-
tentasse con tan grand señorío como mi bres desde allí se fueron á descansar á su
padre le dexó, é como no quiso venir en tierra con algún despojo de lo que o vie-
ello, salí de Quito de mi tierra con toda ron , porque no avia más que hacer en la
la más gente de guerra que pude, é vine conquista de la tierra. Y todo lo que mi
á Tomepumpa, donde ove con mi herma- hermano posseia estaba ya puesto debaxo
no grand batalla, é le maté mili hombres, de mi señorío ; y estos dos mis capitanes
é lo hice volver huyendo con la gente que generales andan en andas, como mi mesma
le quedó. Y aquel pueblo de Tomepum- persona. Y despues que comencé la con-
pa , ques una buena cibdad de mi herma- quista, he muerto mucho número de hom-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. IX. 181
bres é gente y hecho grandes justicias, é á mili indios cargados de oro é muchos
todos los señores de las tierras que he gana- otros de plata : esto sin lo que venia de
do, he tenido siempre conmigo: y he pues- camino con su hermano, que lo traian
to en ellas mis gobernadores naturales é presso.
de mi tierra, de mi mano, porque de otra El gobernador le preguntó que en
manera no pudiera tener tan subjeta é quántos días yrian sus mensajeros al Cuz-
pacífica la tierra, como la he tenido. Y con co : dixo que quando enviaba con priessa
esto he seydo temido é obedesçido de to- á hacer saber alguna cosa ó á saber nue-
dos los naturales, é yo los he bien trac- vas , corren por posta de pueblo en pue-
tado : é agora tenia pensado, si no acaes- blo , é llega la nueva en cinco dias á sus
çiera mi prission, de me yr á descansar capitanes al Cuzco, donde residen; é de
á mi tierra, é de camino acabar de aso- otra manera, caminando todo el camino
lar todos los pueblos de aquella comarca los que llevan el mensaje, andando bien
de Tomepumpa, que se me puso en de- indios sueltos, van en quince dias.
fensa. V pensaba poblarla de nuevo de mi Assimesmo le preguntó el gobernador
gente, é para poblar el pueblo principal que ciertos indios que se hallaron en su
de Tomepumpa, que asolé, me envian real, recién muertos, las cabeças corta-
mis capitanes de la gente del Cuzco que das , el dia que los españoles recogieron
han subjetado quatro mili hombres casa- el campo, que por qué los avian muerto.
dos. É venido aqui mi hermano, que me Dixo que quando fueron de su parte á
lo traen presso, yo te lo entregaré para hablarle su hermano con los otros espa-
que hagas del lo que quisieres: é porque ñoles la tarde que llegó á este pueblo de
á mí no me maten los españoles, que les Caxamalca, uno de los españoles arreme-
hé grand temor, yo te daré á tí é álos que tió el caballo, é que lodos aquellos que
me prendieron mucha cantidad de oro é estaban muertos huyeron de miedo, cómo
plata». Jo vieron correr, é que de todos ellos hi-
El gobernador le preguntó que qué ço justicia é les cortó las cabeças, por-
tanto le daría y en qué término. Dixo que otros no hiçiessen otro tanto; porque
que de oro daría una sala de apossento la gente de guerra, como aquellos eran
donde el gobernador residía entre dia, (que eran de los que de su tierra avia sa.
que tenia veynte é dos pies de luengo é cado), no han de huyr de cosa que vean.
diez y siete de ancho llena hasta una raya Atabaliba era hombre de hasta treynta
blanca de cal que á la mitad del altor de años ó treynta é dos, á lo que por su as-
la sala estaba, hasta la que avia desde el pecto mostraba : bien dispuesto é propor-
sucio estado y medio: lo qual daría y cionada su persona, algo gruesso en car-
henchiría de oro en cántaros é ollas é te- nes é resçio ; el rostro grande y hermoso
juelos maçiços é otras diverssas pieças; é é feroz, é los ojos encarniçados ó algo
que de plata daría todo aquel buhio dos bermejos encendidos. Hablaba con mucha
veces lleno, é que lo cumpliría dentro de gravedad é reposso, como señor, é tenia
dos meses. El gobernador le dixo que muy buena platica é vivo juicio. Hacia
despachasse luego mensajeros por ello, é buenos racionamientos, que entendidos
que cumpliendo lo que deçia, no luviesse por los españoles, le juzgaban por hombre
temor alguno ; é luego Atabaliba despa- sabio. Era hombre alegre, aunque quan-
chó mensajeros para sus capitanes, que en do hablaba con los suyos ó con algunos
el Cuzco residian, para que luego le cn- señores que yban á verle, estaba adusto
viassen del thessoro que allí ovieron dos y no mostraba alegría.
482 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Entre otras cosas dixo al gobernador no hay otro Dios verdadero sino el de los
que camino del Cuzco, diez jornadas de chripstianos, que crió el çielo é la tierra
allí de Gaxamalca estaba un templo ó ca- é á todos los hombres del mundo é todas
sa de oración, que entre todos los natu- las otras cosas que en él hay, é á él han
rales la honoraban é tenian por templo de conosçer é tener por Dios, é resçebir
general en toda la tierra, en la qual todos agua de baptismo, é cumplir lo que Dios
antiguamente han continuado y estonces manda : é que haciéndolo, alcançarian su
continuaban á ofresçer oro é plata : é que reyno y en esta vida les daría los bienes
su padre Guaynacava la honró mucho é temporales, é no se perderían ni yrian á
tuvo en grand veneración. Y lo mesmo los infiernos, donde para siempre están
deçie que avia hecho él despues que era ardiendo en fuego todos sus antepassados
señor, é todos los de la tierra han hecho que han tenido tal opinion, sirviendo al
é haçen, é que tenia mucha cantidad de diablo, é le han hecho aquellos sacrificios
oro, porque aunque cada uno en su pue- é ofrendas é templos que deçia. Lo qual
blo tenia sus mezquitas, donde tienen sus todo de ahí adelante avia de çessar, por-
dioses, en quien adoran é á quien hacen que á esso le avia enviado acá el Empe-
sus sacrificios, allí deçia que estaba el rador Rey é señor de los chripstianos é
dios de todos ellos general. É de toda la de todos ellos; é que por vivir como han
tierra van allí á honralle é sacrificalle, é vivido, sin conosçer á Dios, permitió que
que á una persona principal, que allí es- con tanto poder de gente, como tenia, fues-
taba por guarda de aquel templo, era se desbaratado é presso por tan poquitos
muy sabio, é sabia lo que avia de acaes- españoles. Y que mirasse quán poca ayu-
çer en qualquier cosa que se comience, da les hiço su dios, pues que en tan bre-
porque hablaba con su dios é se lo deçie. ve punto fué caydo de tan grand estado
Oydas por el gobernador estas pala- como él tenia, por donde conosçeria cla-
bras , aunque ya antes desde Tumbez te- ramente que es malo y que es el diablo que
nia noticia deste templo, le dixo é hiço los engaña. Á lo qual Atabaliba dixo que
entender por la lengua que todos aquellos hasta agora, como no avia visto chripstia-
sus dioses eran burlería, y el diablo que nos , no sabia ni sus antepassados supie-
los tenia embaucados é les hacia entender ron nada desto, é quel vivia en la vida
é creer aquellos desvarios é otros por lle- quellos vivieron: quél quedaba espanta-
varlos á su total perdición, como avia lle- do de lo que le avia dicho, é holgaba de
vado á todos los que en aquellas tierras sabello : é que bien via que su dios no
avian vivido en la vida que vivían : é que era bueno, pues tan poco le ayudó.
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. X. 483

CAPITULO X.
Cómo el gobernador Francisco Piçarro, despues de la vicloria é prission de Alabaliba hîço haçer en Caxa-
malca una casa para templo, en la mesma plaça donde fué presso, para que de ahí adelante se célébrasse
en ella el culto divino; é cómo vinieron á ver al gobernador muchos señores, sabida su victoria, é del acata-
miento que haçian á Alabaliba *; y cómo llegaron ciertos navios que venían de Nicaragua é otros de Pana-
má, en que yba el capitán Diego de Almagro; é cómo vinieron el cacique é guardian de aquel templo ri-
co que se dixo de susso. E Alabaliba pidió al gobernador que los echasse en cadena hasta que truxes-
sen el oro de dicho templo, y enviaron por ello é se truxo; é otras cosas que á la historia competen c son
notables.

ti unlamente con lo que está dicho en el quales cómo llegaban delante de Atabali-
capítulo precedente, proveyó el goberna- ba, le haçian grandissime acatamiento,
dor Francisco Piçarro escribir sus cartas, bessándole los pies é las manos, y él los
y envió con ellas sus mensajeros al pue- resçebia sin alçar los ojos aun á mirarlos,
blo de Sanct Miguel, haciéndoles saber á porque su gravedad é grandeça deste
los vecinos la victoria é prission de Ata- príncipe era muy grande é la obidiençia
baliba é todo lo que la historia ha dicho; de sus subditos conforme á ella, é cada
é quiso saber dellos cómo les yba, é si dia le traian muchos pressentes de la tier-
eran venidos algunos navios con gente. Y ra. Quando queria escopir, no avia de ser
proveydo esto, mandó hacer una casa en en tierra, porque aquella su saliva, como
la plaça de Gaxamalca para templo, don- cosa presçiosa, no avia de echarse por
de se célébrasse el culto divino; y el ahí como la de los otros hombres : é por
lienço é cerca de la delantera de aquella tanto una muger muy principal, que siem-
plaça, por ser baxo, lo mandó derribar pre á par del estaba para este efetto, po-
é hacer otro más alto, y en quatro dias nia la mano en que escupiesse. Assi pres-
fué hecho de tapias de altor de más de dos so como estaba, tenia ma gestad de grand
estados, y es de quinientos é cinqüenta príncipe, mezclada, sin se desautoriçar,
passos de luengo este lienço. Otras cosas con alegre é regocijado semblante, como
mandó proveer convinientes á la guar- si en su libertad esto viera.
da de su real é gente, informándose ca- El gobernador le hacia muy buen trac-
da dia de indios de la tierra, allegados á tamiento é muchos halagos, aunque ú
los españoles, para saber si se hacia algu- vuellas desso le dixo algunas veces que
na junta, é de las otras cosas que en la indios suyos avian dicho á los españoles
tierra passaban. cómo se hacia junta de gente de guer-
Sabida por los caciques é señores de ra en Guamachuco, é otras cosas que de
aquellas provincias la yda del gobernador indios se avian sabido: á lo qual Atabali-
á Caxamalca e la prission de Atabaliba, ba dixo que en toda la tierra no avia na-
muchos é de diverssos pueblos vinieron, die que se moviesse sin su consentimien-
é aun algunos desde bien léxos, á ver al to, é que tuviesse por cierto el goberna-
gobernador, de paces, ó algunos dellos dor que si gente de guerra viniesse, quél
eran señores de á veynte é treynta mili la mandaba venir; é que estonces podría
indios, é todos subjetos á Atabaliba : los hacer del lo que quisiesse, pues que le
* Oviedo tachó en este sitio lo siguiente : « non »mucho oro y plata que cada dia le Iraian indios á
»obstante su prission , é cómo los que Iraian pres- »Atabaliba, para dar al gobernador y á los chrips-
to á su hermano de Atabaliba le tnalaron , ¿ del »lianos».
184 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tenia presso. Pero muchas cosas de las Veynte dias eran passados del mes de
que los indios decían paresció ser menti- diciembre del año ques dicho, quando lle-
ra todo, aunque los españoles no dexa- garon á aquel pueblo de Caxamalca cier-
ban de resçebir alteración dello. tos indios mensajeros del pueblo de Sanct
Entre muchos mensajeros que cada dia Miguel, con cartas, en que hacían saber
le venian á Atabaliba de toda la tierra, le al gobernador cómo avian arribado á la
vino uno de su gente que venia con su costa, á un puerto que se diçe Cançebi,
hermano presso á le decir cómo sus capi- junto con Quaque, seys navios, en que
tanes, assi como supieron su prission é venian ciento é çinqiienta españoles é
desbarato, le avian muerto: lo qual sabi- ochenta é quatro caballos. Los tres navios
do por el gobernador, mostróle que le mayores dellos yban de Panamá con el
pessaba mucho dello, é díxole que era capitán Diego de Almagro, é con los cien-
mentira, que no le avian muerto, é que to é veynte hombres de los ques dicho;
se lo truxessen luego vivo, donde no é las otras tres caravelas yban de Nicara-
quél perdería la vida por ello. Atabaliba gua con treynta hombres ; é que venian á
afirmó que sus capitanes le avian muer- aquella tierra con voluntad de servir en
to , sin quél supiesse nada dello, ó que á ella. É que desde Cançebi, como o vieron
él le pessaba mucho, é que no quisiera echado allí los caballos é gente para ve-
que mataran á su hermano. El gobernar nir por tierra, se adelantó un navio á sa-
dor se informó aparte destos mensajeros ber dónde el gobernador estaba, é llegó
é de otros que cada dia venian, é supo hasta Tumbez, y el cacique de aquella
que era cierto que le avian muerto. provincia no le quiso dar raçon del, ni
Passadas estas cosas, desde algunos mostrarle la carta quel gobernador le de-
dias vino gente de Atabaliba, é un her- xó para dar á los navios que por allí vi-
mano suyo que venia de la cibdad del niessen, y este navio se volvió sin llevar
Cuzco, é trúxole ciertas hermanas é otras nueva del gobernador. É que otro que
mugeres del proprio Atabaliba; é trúxole tras aquel avia^salido, siguió la costa ade-
vassijas de oro é cántaros é ollas é otras lante , hasta que llegó al puerto de Sanct
pieças dello, é mucha plata, é dixo que Miguel, donde se desembarcó el maes-
por el camino venia mucha cantidad de tre é fué al pueblo, en el quai se resçi-
oro é plata. Pero que como era tan largo bió mucha alegria con la yda de aquella
el camino, se cansaban los indios que lo gente. É luego se volvió el maestre é lle-
traian é no podían llegar tan ayna; é que vó las cartas quel gobernador avia escrip-
cada dia entraría oro de lo que le traian to á los del pueblo, en que les hiço saber
en aquel pueblo. É assi se haçia, é dias la victoria é prission de Atabaliba, é la
avia que entraban veynte mili, é otras mucha riqueça de la tierra, para mostrar-
veçes treynta, é otras çinqiienta é ses- las á los españoles que yban nuevamente
senla mili pessos de oro, en cántaros y á ella, porque se despachassen con bre-
ollas grandes, de á tres é á dos arrobas, vedad. Fué tanto el placer quel goberna-
é más é menos, de pesso cada pieça, é dor é los españoles que con él estaban
otras muchas vassijas ; é todo lo manda- ovieron con estas nuevas, que no lo resçi-
ba el gobernador poner junto en una ca- bieron mayor con la prission de Atabali-
sa, donde Atabaliba tenia sus guardas, que ba; é todos dieron muchas gracias á Dios,
le guardaban hasta tanto que con ello é porque assi se encaminaban las cosas.
con lo que avia de venir cumpliessc lo Luego el gobernador despachó sus men-
que avia prometido. sajeros al pueblo, y escribió al capitán
DE INDIAS. LfB. XLVÍ. CAP. X. 185
Diego de Almagro, haciéndole saber é Atabaliba se la echó al guardian é dixo
quánto se holgaba con su venida, é tam- que no se le quitasse hasta que truxesse
bién escribió á otras personas de los que todo el oro, que tenia en el dicho templo
con él yban; y ordenó que llegados que ó mezquita, para los españoles; é dixo el
messen á aquel pueblo de Sanct Miguel, Atabaliba quél lo queria dar á los chrips-
porque no lo pusiessen en nesçessidad, tianos, pues su dios de aquel mal sacer-
se saliessen á los caciques comarcanos dote era mentiroso, é dixo assi : « Yo
que en el camino de Caxamalca están, quiero ver agora tu saber, é cómo tu Dios
porque tienen mucha abundancia de bas- te quita de essa cadena ». Y el guardian
timentos, donde podian descansar los dias y el cacique despacharon luego sus men-
que quisiessen. É para el aviamiento de sajeros, para que truxessen el oro de aquel
los navios, porque no oviesse dilación en templo é lo quel cacique tenia, é dixeron
su vuelta, le hiçiessen saber el oro que ¿jue desde en cinqüenta dias tornarian
era menester para despachallos é que vol- con todo ello.
viessen pagados de sus fletes, é que lue- Visto por el gobernador que algunos
go lo proveheria; é otras cosas escribió á indios avian dicho que se hacia junta de
su teniente del pueblo de Sanct Miguel, gente en Guamachuco, envió al capitán
para que proveyesse en todo lo que fues- Hernando Piçarro, su hermano, con veyn-
se menester. te de caballo é algunos peones, hasta
Cómo cada dia venian caciques é seño- Guamachuco, que está tres jornadas de
res á ver al gobernador é á Atabaliba, Caxamalca, assi para saber lo que avia
llegaron entrellos dos caciques que se de- en la tierra é si se hacia junta, como pa-
cían de Jos Ladrones, porque su gente ra que hiçiesse dar priessa al oro é plata
dellos robaban é salteaban á todos quantos que se ha dicho que venia, é creían que
passaban por su tierra, y están en camino estaría ya en Guamachuco. El qual fué
del Cuzco. Assimesmo vinieron, passados con la gente ques dicho, é partió víspera
sessenta dias después de la prission de de los Reyes, que se contaron cinco dias
Atabaliba, un cacique del pueblo donde del mes de enero de mili é quinientos é
está aquella mezquita general de Pacha- treynta y tres años.
cama y el guardian délia ; é llegados an- Partido Hernando Piçarro quince dias
te el gobernador, preguntó á Atabaliba avia de Caxamalca, llegaron ciertos espa-
quién eran, é dixo quel uno era señor ñoles con mucha cantidad de oro é plata,
del pueblo de la mezquita ó templo ya di- en que avia más de trescientas cargas en
cho , y el otro el guardian, é que se hol- cántaros é ollas é diverssas pieças, y era
gaba con su venida, porque pagarian las cosa de maravilla ver venir la requa de
mentiras que le avian dicho; é pidió que le indios cargados con ello. É assi como lle-
truxessen allí una cadena para echársela gaba, lo mandaba poner el gobernador
á aquel guardian, porque era un bellaco con lo demás que avia hecho venir Ata-
mentiroso, que le avia dicho é aconseja- baliba en una casa por sí cercada de ta-
do que toviesse guerra con los chripstia- pias con una puerta, donde el mesmo
nos, que su dios le avia dicho que los Atabaliba tenia puestas sus guardas, por-
mataria á todos, é que también dixo á su que él avia dicho que lo queria tener á
padre Guaynacava, quando se quiso mo- recabdo, pues avia de cumplir lo que te-
rir, que no moriría de aquella enferme- nia prometido, para que venido lodo lo
dad , certificándole que su dios lo decía. que avia mandado traer, entregasse todo
El gobernador mandó traer la cadena, junto lo que avia de dar. É porque á me«
TOMO IV. 24
486 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
jor recabdo estuviesse, puso el goberna- de ver el pueblo del Cuzco, é de todo
dor guarda de chripstianos, que de día é truxessen relación. Los quales se partie-
de noche por sus quartos é horas lo guar, ron de Caxamalca á quince dias del mes
dassen : é al tiempo que se metía en la ca- de hebrero del año ya dicho.
sa, se contaba todo por sus pieças, porque El capitán Diego de Almagro llegó á
no oviesse fraude en el oro ni en la plata. Caxamalca con alguna gente de la que
Después llegó un hermano de Atabali- traia víspera de pasqua de Resurreçion,
ba, é dixo que en Xauxa quedaba mu- que se contaron catorce dias de abril de
cha mayor cantidad de oro, que venia de mili é quinientos é treynta é tres años ; é
camino, é con ello uno de los capitanes del gobernador é de los españoles que
de Atabaliba, que se deçia Chillicuchi- con él estaban fué bien resçebido.
ma. Hernando Piçarro escribió al gober- Un negro, que avia ydo con los chrips-
nador quél se yba informando de las co-fc tianos que fueron al Cuzco, entró en el
sas de la tierra, é no avia nueva de junta pueblo de Caxamalca á los veynte é qua-
de gente ni de otra cosa, salvo quel oro tro dias de abril con ciento é siete cargas
estaba en Xauxa é con ello uno de los ca- de oro é siete de plata ; y en el oro avia
pitanes de Atabaliba ; que viesse lo que más de ciento é veynte arrobas en cánta-
mandaba quél hiçiesse, é si quería que ros é otras vassijaséplanchas. É dixo este
passasse adelante, porque hasta ver su negro que desde Xauxa se volvió con este
respuesta, no se partia de allí. El goberna- oro, que lo hallaron allí los chripstianos,
dor le respondió que llegasse á la mezqui- viniendo que venia camino, é le enviaron
ta ó templo, porque tenia presso al guar- con ello porque con más brevedad vinies-
dian délia, é Atabaliba avia mandado se, y ellos se fueron al Cuzco, y Hernan-
traer todo el oro que en ella avia, é que do Piçarro vernia muy presto, porque en
se despachasse presto é hiçiesse traer to- el camino supo cómo avia llegado á Xau-
do el oro que en ella avia, é que de cada xa á verse con Chillicuchima. Y el gober-
pueblo le escribiesse lo que le subçedies- nador mandó poner este oro en el buhio,
se^ é assi lo hiço. en que estaba todo lo demás que se avia
Viendo el gobernador la dilación que traydo; é contáronse todas las pieças,
avia en el traer del oro, assi para que se porque oviesse raçon dello.
diessen priessa á que con brevedad vi- Veynte é cinco dias eran passados del
niesse todo lo que estaba en Xauxa, co- mes demarco de mili é quinientos é treyn-
mo para ver el pueblo del Cuzco, envió ta é tres años, quando entró en Caxamalca
tres chripstianos, é al uno delíos dio po- Hernando Piçarro con todos los chripstia-
der para que en su lugar y en nombre de nos que con él avia llevado é con el capi-
Su Magestad é de la corona real de Casti- tán Chillicuchima. Fuéle hecho por el go»
lla, por ante escribano que con aquellos bernador y españoles muy buen resçebi-
yba, tomasse la possesion del pueblo del miento, con mucho placer é regocijo, é
Cuzco é de sus comarcas é provincias ; é truxo veynte é siete cargas de oro de
con ellos fué un hermano de Atabaliba. Á aquel templo ó mezquita ques dicho, en
los quales mandó que no hiçiessen ningún que ovo noventa mili pessos de todo oro
mal tractamiento á los naturales ni les to- é dos mili marcos de piala : é dio y entre-
massen oro ni otra cosa alguna contra su gó al gobernador una relación por escrip-
voluntad, ni hiçiessen más de lo que aquel to, firmada del que avia ydo con él por
principal que con ellos yba quisiesse, por- veedor en aquel viaje, é porque hay co-
que no los matassen, é que procurassen sas notables en ella se pone aquí ala letra.
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XI. 187

CAPITULO XI.
Del viaje que hiço el capitán Hernando Piçarro por mandado de su hermano, ei gobernador Francisco Piçar-
ro, desde el pueblo de Caxamalca al pueblo de Pachacama, en demanda de la casa é templo que allí hay é
de sus riqueças , é desde allí fué á Xauxa é á otros pueblos, que se vieron en aquel camino, é otras cosas
que en el viaje subcedieron dignas de la pressente historia.

Ifl ucho quieren paresçer las fábulas de tierra llaman sagrada, é deçian que era
los indios á las de los antiguos en sus madre de los dioses, etc. Todo esto
templos é ydolatrias. Hacen mucha men- es vanidad, é quien allí daba aquella res-
ción los escriptores del templo de Del- puesta débese creer que era el diablo ; y
phos, una isla de las Çiclades, segund ese mesmo era el que dixo á aquel guar-
Isidoro '. Y por cosa muy famosa puso dian del templo de Pachacama las menti-
Eusebio este templo, porque ocurrian á él ras, de que Atabaliba le culpaba, quando
de todas las partes del mundo: y era Apolo le hiço echar la cadena en pressençia del
entre los dioses gentiles el que declaraba gobernador Francisco Piçarro, é le man-
las cosas escondidas, por lo qual le atri- dó que hiçiesse llevar todo el oro del tem-
buyeron los gentiles la sabiduría é adi- plo á Caxamalca, para darlo á los españo-
vinación , é por esto en las cosas escon- les. Pero por otra parte el gobernador,
didas ó venideras, quando los hombres como la historia lo ha contado, avi-
desseaban aver cononosçimiento délias, só á su hermano Hernando Piçarro que
yban á consultar con este dios más que fuesse á Pachacama é hiçiesse traer to-
ninguno de los otros. É aquesto no solo do el oro que hallasse : é assi lo hiço, é
era por sí mesmo, mas por el lugar dó llevó consigo un hidalgo que entre los
estaba; porque en los otros templos dó otros nombró el gobernador por veedor
estaba Apolo, no le preguntaban assi de de aquel viaje, llamado Miguel Estete, el
las cosas escondidas, é aunque se le pi- qual escribió aquel camino á la llana co-
diesse no respondía ; mas en aquel lugar mo lo vido. Y assi como él nos lo dio, lo
respondía, y por tanto aquel templo era resçiba quien lo leyere, é si más vido,
mucho estimado, é yban allí á le pedir él é los que con él fueron se lo saben é
dubdas. Y aun los romanos allí yban, se- lo contaron; pero lo quél firmó, dice:
gund lo declara Lucano2, é quiere decir < Miércoles dia de los Reyes seys dias
que la respuesta que allí daba venia de la de enero de mili é quinientos é treynta é
virtud del lugar, puesto que todo se ha tres años partió el capitán Hernando Pi-
de tener por falso. Tito Livio s escribe çarro desle pueblo de Caxamalca con
que quando los romanos enviaron sus em- veynte de caballo é ciertos escopeteros,
baxadores por la madre de los dioses en é fuymos á dormir á unas caserías, que
Asia, enviaron á consultar con el oráculo están cinco leguas deste pueblo.
de Delphos; y él les dio la respuesta, di- » Otro dia siguiente fuymos á comer á un
ciendo quel rey.Átalo los contentaría: é pueblo que se dice Ychora, donde el se-
aquel los llevó en Frigia á Pesimonte, é ñor del pueblo é sus indios nos resçibie-
ovieron aquella piedra que en aquella ron bien é dieron todo lo nesçessario, as-

i Isid., Elhimolog., lib. 14. 3 Tito Livio, década HI, lib. IX , cap. 10.
2 Lucano, Phars., lib. V.
188 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
si de comida como de indios para cargas; y aquel capitán; é ordenada su gente, tomó
el mesmo día fuymos á dormir á un po- el camino derecho é fué á dormir á un
bleçuelo pequeño, que se dice Guancasan- pueblo pequeño que se dice Tambo, ques
ga, subjeto del pueblo de Guamanchurco. subjeto á Guamanchurco; é allí se tornó á
»Otro dia viernes de mañana llegamos informar, é á quantos se preguntaba, de-
al pueblo de Guamanchurco *, el qual es cían lo que los otros avian dicho. En aquel
grand población y está en un valle entre pueblo se hiço buena guarda toda la no-
sierras. Es de buena vista é buenos apos- che , é otro dia por la mañana prosiguió
sentos é muy junto : del señor del quai é su camino, é no halló al capitán ni nueva
de sus indios fuymos bien resçebidos é del más de la que primero el hermano de
servidos. Llámase el señor del Guarnan- Atabaliba avia dado, que era que estaba
choro. Y el mesmo dia que allí llegamos, en un pueblo que se diçe Xauœa, con mu-
vino allí un hermano de Atabaliba, que cho oro, é que venia de camino.
venia de dar priessa al oro que traían de »En este pueblo de Andamarca le alcan-
la cibdad del Cuzco, ques una grand can- cé la respuesta del gobernador, la que
tidad : al qual se le preguntó si venia más, era, que pues tenia noticia que Chillicu-
porque el capitán Hernando Piçarro de- chima y el oro venían tan léxos, que ya
cía que queria yr á darle priessa, é dixo sabia quél tenia en su poder al obispo de
que no venia más hasta veynle jornadas la mezquita ó templo de Pachacama y el
de allí, que venia el capitán Chillicuchima mucho oro que avia mandado ; que se in-
é traía toda la cantidad que su señor Ata- formasse del camino que avia para yr allá,
baliba avia mandado á los chripstianos. é que si le paresçia que era bien yr allá
»Visto esto, é cómo el oro venia tan lé- por ello, que fuesse, porque entretanto
xos, el capitán hiço mensajero al goberna- llegaría lo que venia del Cuzco. El capi-
dor , haciéndole saber lo que está dicho, tán se informó luego del camino é jorna-
para que viesse lo que mandaba que hi- das que avia hasta aquel templo ; é aun-
çiesse, é que allí atendería su respuesta. que la gente que consigo llevaba, yba mal
En aquel pueblo se quiso informar de otros aderesçada de herrage é de otras cosas
indios si era verdad quel capitán Chillicu- nesçessarias á tan largo camino, visto el
chima venia tan léxos como le avian di- servicio que á Su Magestad se hacia en
cho , é tomados algunos principales apar- yr por aquel oro, antes que los indios lo
te, é apremiados á que dixessen verdad, alçassen, é también por ver qué tierra
dixeron quel capitán Chillicuchima queda- era, é si avria dispusiçion para poblar
ba en el pueblo de Andamarca, que era chripstianos en ella, aunque tuvo noticia
siete leguas de allí, con veynte mili hom- que avia muchos rios é puentes de redes
bres de guerra, é que venia á matar los é largo viaje é malos passos, determinó
chripstianos é á sacar á su señor de poder de yr allá, é llevó algunos principales
dellos, en lo qual se retificaron, é dixe- consigo, que avian estado en aquella tier-
ron (en especial un indio dixo) que otro ra por su devoción. É á los catorce dias
dia antes de aquel avia comido é bebido de enero de mili é quinientos é treynta y
con él : é tomado aparte otro compañero tres años partió de aquel pueblo de An-
de aqueste principal, dixo lo mesmo. damarca ; y el mesmo dia se passaron al-
»El capitán Hernando Piçarro, oydo to- gunos passos malos é dos rios, é fuymos
do esto, determinó de yr allá á verse con á dormir á un pueblo que se dice Toto-

* Guamanchurco: alguna vez se lee Gamanchurco.


DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XI. 189
pamba, y está en una ladera áspera, bien porteros que piden portazgos; é por la
poblado. É fuymos bien resçebidos é nos otra passan los señores é capitanes, y es-
dieron muy bien de comer é lo que fué ta está siempre cerrada, é la abrieron pa-
nesçessario para aquella noche, é dieron ra que passasse el capitán Hernando Pi-
indios para las cargas. çarro é su gente ; é passaron por ella muy
»Otrodia, quince dias de enero, fuymos bien los caballos. En aqueste pueblo, que
á dormir á otro pequeño pueblo que se se llama Guayllesmarca, descansamos dos
dice Corongo, é al medio camino está un dias, porque los caballos yban fatigados
grand puerto de nieve é agro : é hay por del mal camino, é porque descansasse la
todo el camino en muchas parles mucha gente de pié é indios de servicio. Del se-
cantidad de ganado, con sus pastores que ñor dcstc pueblo é de sus indios fuymos
lo guardan, é tienen sus casas en las sier- bien resçebidos, é servidos de comida é
ras al modo de España. En este pueblo de todo lo que fué menester: llámase el
dieron comida é todo lo que fué menester señor deste pueblo Pumapacha.
para aquella noche, 6 indios para las car- »Sábado veynte é uno de dicho mes,
gas : é aqueste pueblo es subjeto al de partió el dicho capitán deste pueblo de
Guamanchurco. Guayllesmarca , y esté dia fué á comer á
»Martes diez é seys dias de enero, fuy- un pueblo pequeño de la jurisdiçion del
mos á dormir á un lugar pequeño que se ques dicho, donde se dio todo lo nesçes-
diçe Ymiga, é no se halló en él gente, por- sario. Y luego, junto á este pueblo, se
que se ausentaron de miedo ; y esta jor- passó otra puente de red de la mesma ma-
nada fué muy mala, porque avia una ba- nera que se dixo de susso, é fuymos á
sada de escaleras hechas de piedra, muy dormir dos leguas de allí, á otro pueblo
agrá é peligrosa, porque á ladearse los assimesmo subjeto á Guayllesmarca; é sa-
caballos ó tropeçar, con poco al vieso que lieron de paz é dieron comida é indios
se apartassen de la senda, yrian á caer para cargas. Esta jornada fué por un va-
doscientos estados abaxo. lle abaxo de mahiçales é pueblos peque-
»Otro dia, miércoles diez é siete del mes, ños de una parte é otra del camino : llá-
antes de medio dia, llegamos á un pueblo mase este pueblo Ymigay.
grande que está en un valle entre sierras »Otro dia, domingo, partió Hernando
de muchos mahiçales ; y enmedio del ca- Piçarro de aquel pueblo, é fué por el
mino hay un rio grande muy furioso, 6 mesmo valle poblado é de muchos mahi-
tiene dos puentes juntas, hechas de red, çales , é llegó á Almajar, un pueblo sub-
desta manera: que sacan un grand ci- jeto de Guayllesmarca, donde halló buen
miento de piedra desde el agua é lo su- resçebimiento de comida é gente de ser-
ben bien arriba, é de una parte á otra vicio. Y este dia fué á dormir á un pue-
del rio hay unas maromas, hechas de bc- blo subjeto de Guayllesmarca, en el mes-
xucos á manera de mimbres, é tan grues- mo valle, é allí truxeron muchas ove-
sas como el muslo de la pierna de un jas é chicha é todo lo que fué menester.
hombre ; é tiénenlas atadas á muy resçias Toda aquella tierra es muy abundosa de
piedras, é de la una á la otra hay anchor ganados é mahiçales, porque por todo el
de una carreta, é alravessados resçios camino se veian andar los hatos del gana-
cordeles muy texidos, é por debaxo po- do como en España.
nen unas piedras grandes para que aple- »Otro dia, lunes, partió el dicho capitán
gué la puente. É por la una destas puen- deste pueblo, é por el mesmo valle fué á
tes passa la gente común, é tienen sus comer á un pueblo grande, que se diçe
190 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Guaray; y el señor del se llama Pumaca- grandes rios, que de la sierra baxan é rie-
xinay, y él é sus indios resçibieron muy gan toda la tierra é llanos é los hacen muy
bien al capitán é los españoles con comi- fértiles de comida é fructas, é aplaci-
da é gente de cargas é servicio. Este pue- bles.
blo está en un llano, á par de un buen »Otro dia, viernes, partió del dicho
rio : parésçense desde él é por el camino pueblo, é por un rio abaxo de fructales é
algunos pueblos, y es de mucho mahiz é labranças, fué á dormir á un pueblo pe-
ganado, tanto que solamente para dar de queño que se dice Guaracanga.
comer al dicho capitán é la gente que con »Otro dia, sábado, fué á un pueblo
él yba, tenían en un corral más de dos- grande, que se dice Perpunga, que está
cientas cabeças de ganado. De allí salió junto á lámar, en el qual hay una casa
tarde, é fué á dormir Hernando Piçarro á fuerte, de cinco cercas ó adarves ciegos,
otro pueblo mayor, que se dice Sucura- é pintada de muchas labores por de den-
coay, donde hicieron buen resçebimiento tro é por de fuera, con sus portadas muy
é dieron todo lo que fué menester para bien obradas, al modo de España, con
aquella noche. Llamábase el señor princi- dos tigres á la puerta principal : é los in-
pal de aqueste pueblo Marcoama é otro dios deste pueblo andovieron rebotados
Collas. En este pueblo descansó el dicho de miedo de ver una gente que nunca
capitán un dia por respecto de la gente avian visto, é los caballos, ques de lo
de pié, é por los caballos é gente de ser- que más se espantaban. El capitán les ha-
vicio. En este pueblo se hiço buena guar- bló con la lengua é les aseguró, é sirvie-
da , por ser grande y estar cerca de don- ron bien, aunque el señor del pueblo no
de deçian que estaba el capitán Chillicu- paresció. En aqueste pueblo se tornó á to-
chima con cinqüenta mili hombres. mar otro camino muy ancho que viene
»Otro dia, miércoles, partió deste pue- hecho á mano por las poblaciones de la
blo , é por un valle de labranças é muchos costa, é tapiado de paredes de la una
ganados fué á dormir á dos leguas de allí, parte é de la otra, que tienen los natura-
á un pueblo pequeño, que se dice Pacha- les de la tierra hecho á mano, ques cosa
coto: aqui se dexó el camino real, que va de ver. Y en este pueblo de Perpunga es-
á la cibdad del Cuzco, é se tomó el dé los tuvo el capitán dos dias, por dar descan-
llanos. so á la gente y esperar algún herrage,
»Jueves siguiente partió deste pueblo, que avia mucha falta dello.
é fué á dormir á otro pequeño, que se di- »Miércoles adelante se partió el capitán
ce Marcara 7 y el señor del Corcora. Este de Perpunga ; é luego á la salida del pue-
es de señores de ganados que tienen en blo está un rio hondable, que se passó en
él sus pastores, y en cierto tiempo del balsas é los caballos á nado, é fué á dor-
año los llevan allí, como á pastar, como mir á un pueblo grande que está en una
lo hacen en Extremadura los de la Mesta. barranca sobre la mar, que se dice Gua-
Desde este pueblo se vierten las aguas á mamayo, que será legua é media del ca-
la mar. Hace diferencia la tierra de la pas- mino, todo tapiado de las mesmas pare-
sada que se ha dicho, porque toda la tier- des. Junto á este pueblo passó otro rio
ra adentro es fria é de muchas aguas é grande á vado con harta dificultad, por-
nieve, é la costa es muy caliente é nun- que yba muy cresçido é resçio. En estos
ca llueve, sino es en algunas partes muy rios de la costa no hay puentes, porque
poco ; pero no cosa que sea para bastar é van muy grandes é derramados, é no se
sembrar en ella, á lo qual suplen los pueden hacer por la mucha furia que lie-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XI. 191
van. El señor deste pueblo é su gente lo villo, porque aun en el oro traian más
hicieron bien, que ayudaron á passar to- errada la cuenta, como se dirá en su lu-
da la gente de cargas, é dieron muy bien gar; en fin, yo digo lo questa rela-
de comer é gente para servicio é car- ción dice) queste dicho treynta de ene-
gas. ro de mili é quinientos é treynta é tres
»Deste pueblo de Guamamayo partió el salió el capitán deste pueblo de Pacha-
dicho capitán jueves veynte é nueve dias cama, que es donde está la mezquita
de enero, é fué á comer á un pueblo bue- ó templo del diablo, é al medio camino
no é subjeto á Guamamayo, que serian está otro pueblo grande, donde el dicho
tres leguas de camino, é lo más dello por capitán comió, que se diçe Ârmatambo, y
población é labranças é arboledas de fruc- el señor del se llama por su nombre
tales, y es camino limpio é tapiado. Y es- Trianchumbi. El pueblo de Pachacama y
te dia fué á dormir á un pueblo grande el señor principal del salieron de paz é
que está cerca de la mar é se dice Guar- mostraron buena voluntad á los espa-
va : este pueblo está en buen sitio é tiene ñoles.
grandes edefiçios de apossentos é pare- »Luego el dicho capitán con su gente
des, é de los señores del pueblo é de sus se fueron á apossentar á unos apossentos
indios fueron bien servidos, é dieron to- grandes que están á una parte del dicho
do lo que fué menester para aquel dia. pueblo, é dixo quél yba por mandado
>Otro dia, viernes, fué á dormir á un del señor gobernador por el oro quel ca-
pueblo que se dice Llachay, al qual estos cique é obispo de aquella mezquita avian
españoles llamaron el pueblo de las per- mandado al dicho gobernador, é que lue-
dices , porque avia tantas que no avia ca- go á la hora lo juntassen é se lo diessen,
sa en todo el pueblo sin ellas. Los indios ó lo llevassen adonde el gobernador esta-
deste pueblo salieron de paz é sirvieron ba en Caxamalca. É juntos todos los se-
bien, é no paresció el cacique. ñores del pueblo é principales é pages de
»Otro dia, sábado siguiente, partió el aquel ydolo que allí tenían, dixeron que
capitán deste pueblo bien de mañana, lo darían é andovieron disimulando é di-
porque la jornada le dixeron que era latando: en conclusion, que truxeron muy
grande, é fué á comer á un buen pueblo poco é dixeron que no avia más. El capi-
que se dice Suculachumbi, que serán cin- tán disimuló con ellos, é dixo que quería
co leguas ; y el señor deste lugar é sus yr á ver aquel ydolo que tenían, que lo
indios salieron de paz é dieron todo lo llevassen allá, é assi fué. Él estaba en
nesçessario de comida para aquel dia. Y una buena casa, bien pintada é bien avia-
á hora de vísperas, por llegar otro dia da ; y en una sala muy escura y hedion-
temprano al pueblo donde está la mezqui- da , muy cerrada, tienen un ydolo hecho
ta, salió el capitán deste pueblo é passó de palo muy sucio, é aquel dicen ques su
un grand rio á vado, é por la población dios, el que los cria é sostiene é cria los
del mesmo pueblo el camino tapiado, fué mantenimientos. A los pies del tenían
á dormir á un lugarejo del dicho pueblo, ofresçidas algunas joyas de oro: tiénenle
legua é media del. en tanta veneración, que si no son aque-
»Otro dia, domingo treynta del dicho llos sus pages é criados, que dicen quél
mes de enero (pero en esta cuenta des- señala que le sirvan, no osa otro ninguno
tos dias me paresçe questa relación anda entrar donde él está, ni aun es digno al-
errada, salvo si en aquella tierra enero guno de tocar la mano en las paredes de
no trae mas dias que acá, é no me mara- su casa. Averiguóse ques el diablo, é que
492 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
se reviste en aquel ydolo é habla con dos, é les hiço entender qué cosa era Dios,
aquellos sus criados, é les dice cosas dia- Nuestro Señor, é muchas cosas de nuestra
bólicas, que manifiesten por toda la tierra. sancta fée cathólica, é les señaló por ar-
Á este tienen en toda aquella tierra por su mas para que se pudiessen defender del
dios, é le hacen muy grandes sacrificios, diablo la señal de la cruz.
é van en romería á aquella casa, con oro »Este pueblo de Pachacama es grand
é plata é ropa, desde trescientas leguas é cosa, é muy junto tiene á una parte del
más: é los que llegan, van al portero é pi- á par dessa mezquita una casa en un cer-
den su don, y él entra é habla con aquel ro , bien obrada, de cinco cercas ó mu-
ydolo, é otórgaselo. Antes que ninguno ros , é dicen los indios ques del sol. Hay
destos sus ministros entre á serville, dicen assimesmo en el pueblo otras casas mu-
que ha de ayunar muchos dias, é no se chas grandes, de terrados al uso de Es-
ha de aver comunicación carnal con mu- paña. Debe ser cosa muy antigua, por-
ger. Por todas las calles deste pueblo, é que hay muchos edefiçios caydos, é ha
á las puertas principales del, é á la re- seydo cercado el pueblo, aunque al pres-
donda desta casa tienen muchos ydolos sente lo más de la cerca está cayda : tie-
de palo é los adornan á imitación de su ne sus puertas principales para entrar
diablo. dentro é sus calles. Llámase el principal
»Háse averiguado con muchos señores señor el Taurichumbi, é hay otros muchos
de la tierra que desde el pueblo de Taca- principales.
mez, ques al principio de aquella gober- »A este pueblo vinieron á ver al capitán
nación , toda la gente de la costa servia Hernando Piçarro muchos señores de la
aquella mezquita con oro é plata, é tribu- tierra con pressentes de lo que avia en la
taban á un tanto cada año: tenia sus casas tierra ó con algún oro é plata, admirados
donde se echaba el tributo, en las quales de aver tenido osadía de aver entrado á
se halló algún oro é muestra de aver al- ver el ydolo é averie desbaratado. El se-
çado mucha cantidad dello ; é se averi- ñor de Mala, que dixo que se llamaba
guó con muchos indios de la tierra que le Lincoto, vino á dar la obidiençia á Sus
lenian como nosotros á Dios, é que les Magestades é truxo pressentes de oro é
hacia entender que los podia confundir á plata. El señor de Noax, que dixo que se
todos, si le enojaban é no le servían bien, llamaba Allaucax, hiço lo mesmo. El se-
é que todas las cosas del mundo eran en ñor de Huaico, que dixo que se llamaba
su mano. Guaralla, assimesmo truxo algún oro é
»Estábala gente tan escandaliçada é te- plata. El señor de Chincha, con diez prin-
merosa de solo aver entrado el capitán cipales suyos, truxeron pressente de oro
Hernando Piçarro á verle, que pensaban é plata, é dixo que se llamaba Chumbiau-
que en yéndose de allí los chripstianos, ca. El señor de Guar va, que se llamó
les avia de destruyr. Á todos se les hiço Guagchapaycho, y el señor de Collipa,
entender el error en que estaban, é cómo que se llamó Acja, y el señor de Süllicas-
aquel diablo los tenia engañados, é que de marca, que se llamó Yspillo, é otros seño-
ahí adelante no creyessen en él ni hiçies- res principales de las comarcas, truxeron
sen lo quél les consejasse, é otras muchas sus pressentes de oro é plata, que se jun-
cosas se les dixeron para los desviar de tó con lo que se sacó de la mezquita;
sus ydolatrias. Y el dicho capitán mandó y en todo ovo noventa mili pessos de oro.
deshacer aquella-bóveda, donde el dicho A todos los quales señores é principales el
ydolo estaba, é quebrarle delante de to- dicho capitán, en nombre del Emperador
DE INDJAS. LIB. XLVI. CAP. XL 193
Rey, nuestro señor, habló muy bien, que siempre lo hiçiessen assi, é los envió
agradesçiéndoles su venida ; é mandóles muy contentos á sus tierras. »

CAPITULO XII.
En continuación de la relación que dió el veedor Miguel Estele del viaje del capitán Hernando Piçarro al
templo de Pachacama ; é cómo á la vuelta fué á buscar á Chülicuchima, general capitán de Atabaliba, que
estaba en Xauxa, é vinieron ambos á Caxamalca: é de otras cosas perlenescienles á la historia.

« J. uvo noticia Hernando Piçarro, en el »Otro dia siguiente, quatro de marco,


pueblo de Pachacama, quel capitán Chi- fué á dormir á un pueblo pequeño, que se
llicuchima estaba quatro dias de camino dice Ayllon, ques junto á la sierra, sub-
de allí con mucha gente é con el oro, é jeto del pueblo de Caxatambo, de mu-
que no queria passar de allí ; antes se de- chos ganados é mahiçales.
cía que venia á dar guerra á los españo- » Otro dia, cinco del dicho mes, fué á
les. El dicho capitán acordó de enviarle dormir á otro pueblo subjeto del dicho Ca-
un mensajero para asegurarle, é á decir- xatambo , que se dice Chinchi ; y en el
le que andoviese con aquel oro, porque camino está un puerto de nieve muy agro,
ya sabia que su señor estaba presso, é avia tanta que daba á las cinchas á los
aguardando muchos dias avia, é que as- caballos. El qual pueblo está encumbra-
simesmo el señor gobernador tenia enojo das todas las sierras , y es pueblo de mu-
de su dilación : é que no oviesse miedo chos ganados; é allí estuvo el capitán dos
ninguno, porque haciéndolo que debia, dias, porque descansasse la gente é los
no se le haria ningún mal tractamiento, é caballos.
otras muchas cosas le envió á decir cer- »Sábado, siete del dicho mes, partió el
ca de le asegurar, porque aquel estaba capitán deste pueblo é fué á dormir á Ca-
muy sobresaltado. É porque él no podia xatambo: este es pueblo grande y está
yrse á ver con él, por el mal camino que en un valle hondo y es de muchos gana-
avia para los caballos quél se despachará dos; é hay por todo el camino, desde
presto, é que en un pueblo que estaba en Chinchi hasta él (que serán quatro leguas),
el camino el que másayna llegasse, aguar- mucha cantidad de corrales é ovejeros.
dasse al otro: el qual mensajero fué é tor- Llámase el señor deste pueblo Sachao: fri-
nó con la respuesta del dicho Chülicuchi- cólo bien en el servicio de ios españoles.
ma , en que era contento de hacer lo quel En este pueblo se tornó á tomar el cami-
dicho capitán le enviaba á deçir, é que no ancho, que se avia dexado quando el
en ello no avria otra cosa. Oydo esto, dicho capitán se apartó para los llanos.
el capitán se despachó del pueblo de Pa- »Desde este pueblo é camino real,por
chacama , é fué por las mesmas jorna- donde el dicho Chülicuchima avia de yr,
das hasta el pueblo de Guarva, que es- hay tres dias de traviessa ; é allí se quiso
tá en los llanos junto á la mar; é allí de- informar si el dicho Chülicuchima avia
xó la costa é tornó á entrar la tierra aden- passado á juntarse con él, como avia que-
tro. A los tres dias de marco de mili é dado. É todos quantos indios se pregun-
quinientos é treynta y tres salió del pueblo taban decían que ya era passado é lleva-
de Guarva, é por un rio arriba de arbole- ba todo el oro, é segund paresció des-
das caminó aquel dia , é fué á dormirá un pués eran prevenidos para que assi lo di-
pueblo que está junio al dicho rio, subje- xessen, porque el dicho capitán Hernan-
to de Guarva, que se dice Vilcaguaranga. do Piçarro se viniesse, y él se quedaba
TOMO IV. 2¿
194 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en Xauxa sin ningún pensamiento de ve- cho oro que venia del Cuzco, é no se osa-
nir. Écomo de los indios se tiene por cier- ba yr con tan poco.
to que muy pocas veces dicen verdad, »Desde este pueblo, el dicho capitán
no contento ni satisfecho el capitán con Hernando Piçarro hiço un mensajero al
lo que le avian dicho, determinó, aun- dicho Chillicuchima, visto quél andaba
que se seguía mucho peligro é trabaxo, con mentiras, asegurándole é haciéndole
de yr á salir al camino real, por donde saber cómo, pues quél no avia querido
el dicho capitán Chillicuchima avia de yr, venir, quél yba allá, que no tuviesse mie-
para saber si avia passado; é si no fues- do ninguno. Y en este pueblo descansó
se passado, yrse á ver con él, dó quiera un dia, porque los caballos fuessen algo
que esloviesse, assi por traer el oro como aliviados, para si fuesse menester pelear
por quitar é deshacer un tan grand exér- con el dicho Chillicuchima.
çito como tenia, é por atraelle con bue- »Viernes, catorce del dicho mes de
nas palabras, é si no quisiesse por bien, marco, el dicho capitán con su gente de
dar en él é prendelle. É assi el dicho ca- caballo y escopeteros partió del dicho
pitán con su gente tomó la via de un pue- pueblo de Pombo para yr á Xauxa; y este
blo grande, que se dice Pombo, que está dia fué á dormir á un pueblo que se dice
en el dicho camino real ; é lunes nueve Chacamarca, que serán seys leguas de ca-
de dicho mes fué á dormir á un pueblo mino, todo llano é de muchos pueblos.
que está entre unas sierras, que se dice Hay en el camino una laguna de agua dul-
Oyú; y el señor del salió de paz é dio to- ce, que comiença desde junto á este dicho
do lo que fué menester aquella noche. pueblo, que puede tener de circunferen-
»Otro dia, martes, fué á dormir á un po- cia ocho ó diez leguas, toda cercada de
bleçuelo de pastores, que está junto á una pueblos, é á la redonda dellos muy grand
laguna de agua dulce que baxará tres le- cantidad de ganados, que á lo que les pa-
guas aun llano, donde se vieron tanta resció á los españoles avia más de çient
cantidad de ganados medianos, como los mill cabeças. Es muy hondable é de mu-
de España é de lana fina, que era cosa cho pescado pequeño, é de muchas aves
mucho de ver, seguncl su moltitud. de agua, que se crian en ella. En esta la-
»Miércoles siguiente, doce del dicho guna tenia el padre de Atabaliba (y él te-
mes, por la mañana, llegó al pueblo de nia en essa saçon) muchas balsas traídas
Pombo, é salieron á resçebirle los seño- de Tumbez para su recreación é placer.
res del pueblo é otros capitanes de Ata- Sale délia un rio caudal, que va á salir al
baliba, que estaban allí con cierta gente; dicho pueblo de Pombo, é passa por la
é assimesmo hallaron allí hasta ciento é una parte dél muy sesgo é hondable, é
cinqüenta arrobas de todo oro quel dicho pueden venir en las dichas balsas á des-
capitán Chillicuchima enviaba, y él se embarcar junto á una puerta dél, por don-
quedó con su gente en Xauxa. É luego, de todos los que passan pagan portazgo
como el capitán Hernando Piçarro se apos- (como se hace en España en algunas par-
sentó, preguntó á los dichos capitanes tes). Por toda la costa del rio hay assi-
que quál era la causa por qué el dicho mesmo muchos ganados; é púsosele nom-
Chillicuchima enviaba aquel oro, é no ve- bre Guadiana, porque la paresçe mucho.
nia él, como avia quedado : los quales »Sábado, quince del dicho mes, partió
respondieron, que porque él tenia mucho el dicho capitán del dicho pueblo de Cha-
miedo de los chripstianos no avia venido, camarca , é fué á comer á una casa que
é también porque estaba esperando mu- estará tres leguas de allí, donde tenian
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XII. 195
buen resçebimiento de comida ; é fué á tienen, sospechó que yba á le prender ó
dormir otras tres leguas adelante, á un matar.
pueblo que se dice Tarma, que está en »El dicho capitán llevaba consigo un
una ladera de una sierra. Allí hay una grand señor, hijo de Guaynacava; é co-
buena casa pintada é buenos apossenta- mo vido quel dicho Chillicuchima se avia
mientos, donde llevaron á apossentar al ausentado, dixo quél quería yr á hablar-
dicho capitán é su gente ; y el señor des- le, é quél le traería otro dia; y el capi-
te pueblo lo hiço bien, assi en le dar tán Hernando Piçarro le habló bien é di-
de comer como en proveer gente para xo quél le aseguraba. É assi fué en unas
cargas. andas donde el dicho Chillicuchima esta-
»Domingo, diez é seys dias del dicho ba. Toda aquella noche estovieron los ca-
mes, partió el capitán temprano por la ballos ensillados y enfrenados, é se hiço
mañana de aqueste pueblo, porque la jor- buena guarda ; é se mandó á los señores
nada era grande; é puesta la gente en del pueblo que ningún indio paresçiesse
orden de guerra comencó á caminar, re- en la plaça, porque los caballos estaban
celándose é pensando quel dicho Chilli- enojados é los matarian.
cuchima estaba de mal propóssito, por »Otro dia, lunes siguiente, á hora de
no le aver hecho mensajero. É á hora de missa, vino el dicho capitán Chillicuchi-
vísperas llegó á un pueblo, que se dice ma, con aquel señor que avia ydo á bus-
Yanaymarca, donde los del pueblo salie- carle, ambos en andas, bien acompaña-
ron á leresçebir é haçerfiesta:é allí supo dos de gente. En entrando por la plaça,
cómo el dicho Chillicuchima estaba fuera se apeó é dexó toda la gente, é con algu-
de Xauxa, lo qual causó mayor sospecha, nos que le acompañaron, fué á la possada
é no hiço sino comer un bocado é cami- del capitán Hernando Piçarro á le ver é
nar, porque á una legua estaba Xauxa dar su desculpa por no aver ydo, como
de allí. É llegó á vista della desde un cer- avia quedado que yria, á se juntar en el
ro, é viéronse muy grandes esquadrones camino é parte que la historia lo ha dicho,
de gente, é no se sabia si eran de guerra é assimesmo por no aver salido á le res-
ó del pueblo, porque como es dicho, nun- çebir, diciendo que con sus ocupaciones
ca se avia ávido mensajero. no avia podido hacer más. Y estando as-
»Llegados á la plaça principal del pue- si hablando, cerca de no aver querido yr
blo, lodos aquellos esquadrones eran del á juntarse con el capitán, como avia que-
pueblo, que estaban aguardando para ha- dado, el dicho Chillicuchima dio por res-
cer areytos é fiestas al dicho capitán : el puesta que su señor, Atabaíiba, le avia
qual, assi como llegó, pregusto por Chi- mandado que se estoviesse quedo, é por
llicuchima, sin se apear ningún español, esto no avia ydo á juntarse con él. Y el
é dixeron que era ydo á ciertos pueblos, capitán le replicó, que pues ya él no avia
é que otro dia vernia á ver al capitán. É querido yr, quél no tenia enojo alguno;
fué que só color de decir que era ydoá ne- pero que se aparejasse, que avia de yr
gocios, se ausentó hasta saber de los prin- con él á ver al señor gobernador, é assi-
cipales, que con el dicho capitán yban, mesmo á su señor que estaba presso, é
la intención que los españoles llevaban, no se avia de soltar hasta que cumplies-
porque como él vido que avia hecho mal se la sala de oro que avia prometido que
é no cumplido lo que avia dicho, é que daria ; é quel sabia que tenia mucho oro,
yba ochenta leguas á verse con él, y el que lo juntasse todo é se fuessen junios,
mucho miedo que á la gente de caballo que á él le seria hecho muy buen tracta-
496 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
miento. El qual respondió que su señor le tanta la gente que paresció allí de la del
avia mandado que se estoviesse quedo, é mesmo pueblo é sus comarcas, que otra
que sin ver mensajero en que le mandas- semejante en un solo pueblo no se ha
se otra cosa quél no osaría yr, porque él visto en Indias, porque al paresçer de
tenia á cargo aquella tierra, é como era quantos españoles lo vieron, se juntaban
nuevamente conquistada, si él faltaba de cada dia en la plaça principal más de
allí, se tornaría á rebelar. El capitán Her- çient mill ánimas, y estaban los mercados
nando Piçarro estuvo porfiando con él é otras plaças é calles del mesmo pueblo
mucho, y en conclusion quedó quél se tan llenos de gente t qué paresçia cosa
vería en ello aquella noche, é por la ma- de maravilla su grandíssima moltitud.
ñana le hablaría al dicho capitán. Quiso Avia hombres, que tenían cargo de contar
el dicho capitán porfiar con él é atraelle aquella gente cada dia, para saber los que
por buenas raçones á que se viniesse con venian á servir á la gente de guerra: otros
él, antes que por fuerça prendelle, por- tenían cargo de mirar todo lo que entraba
que fuera alborotar la tierra é pudiera ve- en el dicho pueblo.
nir daño á tres españoles quel goberna- »Tenia este capitán mayordomos, que
dor avia enviado á la cibdad del Cuzco, é entendían en proveer todo lo que era me-
no convenia dar en él ni en su gente. nester para los mantenimientos de su gen-
»Otro dia por la mañana dicho capitán te : toda la leña que este quemaba, tenia
Chillicnchima fué á la possada de Hernan- muchos carpinteros que la labraban é
do Piçarro, é dixo que pues él quería que otras muchas grandeças cerca de su ser-
fuesse con él, que no podía hacer menos vicio é guarda de su persona. Tenia assi-
de lo que mandaba, quél se quería yr mesmo tres ó quatro porteros en su casa;
con él, é que con la gente de guerra que finalmente, en su servicio y en todo lo
allí tenia él quería dexar otro capitán, demás imitaba á su señor. Este era temi-
porque aquella tierra no se rebelasse otra do en toda la tierra, porque le tenían por
vez. É assi lo proveyó, é aquel dia juntó muy valiente hombre ; é á la verdad en-
hasta treynta arrobas de oro viejo, é ade- tre indios lo era, porque se averiguó que
rescó su parlida, é concertaron de se yr conquistó por mandado de su señor más
desde á dos días, en los quales vinieron de seysçientas leguas de tierra, en que
hasta treynta ó quarenta arrobas de pía* ovo muchos recuentros en el campo y en
ta. En estos dias ovo mucha guarda entre passos malos; y en todos fué vencedor, é
los españoles, é de noche é de dia esta- ninguna cosa en toda la tierra le quedó
ban ensillados los caballos, porque averi- por ganar é subjetar.
guadamente aquel capitán se via tan po- »Viernes veynte dias del dicho mes el
deroso de gente, que si viera descuydo capitán Hernando Piçarro partió del dicho
en ios españoles, se cree que diera de no- pueblo de Xauxa para dar la vuelta á
che en ellos. Caxamalca, é con él el dicho Chillicuchi-
»El pueblo de Xauxa es grande, y "está ma, y por las mesmas jornadas vino has-
en un valle muy hermoso, y es tierra ta el pueblo de Pombo, ques donde vie-
templada : passa un rio poderoso por la ne á salir el camino real del Cuzco, dó
una parte del pueblo. Es abundoso de estuvo aquel dia é otro, é hasta este pue-
bastimentos é ganados ; está hecho á ma- blo hiço quatro jornadas.
nera de pueblo de España, muy junto, é »Miércoles partieron del dicho pueblo
sus calles bien tragadas. Hay á vista del de Pombo, é por un llano de muchos ha-
otros muchos pueblos sus subjetos, y era tos de ganados fué á dormir á unos apos-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XII. 49r
sentos grandes, que pueden estar tres le- parte, viniendo á este pueblo de Caxamal-
guas de allí, y este dia nevó mucho é hi- ca, hay una grand subida é agrá mucho.
ço muy grand frío. En aqueste pueblo hicieron al capitán
»Otro dia jueves partió del dicho pue- buen resçebimiento, é dieron todo lo que
blo, é fué á dormir á un pueblo, que fué menester para el servicio de los espa-
está entre unas sierras, que se dice ñoles: é dos dias que allí descansaron le
Tambo, é hay junto á él un rio honda- hicieron muchas fiestas. Llámase el señor
ble, que tiene una puente; é para aba- principal de aquel pueblo Pumachanchis:
xar al rio hay en las peñas hechas escale- es pueblo de muchos ganados, é tiene
ras encañadas é agras en las mesmaspie- otros muchos pueblos á él subjetos.
dras é peñas, que á aver resistencia arri- »Martes, postrero de dicho mes, el capi-
ba, harian mucho daño. Del señor dcste tán Hernando Piçarro partió de aquel pue-
pueblo é de sus indios fué el capitán bien blo , é á media legua del passó una puen-
resçebido é servido de todo lo que fué te del rio caudal, hecha de maderos muy
menester para él é su gente, é hicieron gruessos, é avia en ella porteros que te-
muchas fiestas de areytos, assi por res- nían cargo de cobrar el portazgo, como
pecto del capitán Hernando Piçarro, co- entre los indios es allí costumbre. E
mo por venir allí el dicho Chillicuchima, aqueste mesmo dia fué á dormir quatro
á quien continuamente la solían hacer. El leguas del dicho pueblo á otro subjeto su-
señor deste pueblo se llama Pumabare. yo, que se dice Taparacomarca, donde el
»Viernes veynte é siete del dicho mes dicho Chillicuchima tenia proveydo lo que
partió del dicho pueblo é fué á dormir á fué menester para aquella noche.
otro pequeño que se dice Tonsucancha, y »Otro dia primero de abril salió deste
el cacique principal del Tillayna, donde dicho pueblo é fué á dormir á otro, que
fué muy bien resçebido ó proveydo de se dice Pmdosmarca : este pueblo está en
todo lo que ovo menester, é ovo mucha una ladera de una sierra áspera : llámase
gente de servicio, porque aunque el pue- el cacique deste pueblo Parpay.
blo era pequeño, vinieron allí otros sus co- »Otro dia jueves dos dias del dicho mes
marcanos á hacer areytos é á ver los partió del pueblo ya dicho por un valle
chripstianos. Este es pueblo de mucho é población é mahiçales, é fué á dormir
ganado pequeño é de muy buena é fina á un pueblo bueno que se dice Guary,
lana, que paresçe á la de España. hasta el qual serian tres leguas de cami-
»Sábado veynte é ocho del mes de mar- no, y en la mitad del hay otra puente de
co por la mañana partió el dicho capitán otro rio muy hondable y ahocinado y es-
deste pueblo é fué á dormir á otro que se tá muy fuerte por tener muy grandes
dice Guanaco, que serán cinco leguas de barrancas de ambas partes. Aquí dixo
camino, lo más del enlosado y empedra- el capitán Chillicuchima é otros indios
do por mucha orden, y hechas sus ace- que ovo cierto recuentro con la gente
quias por dó corre el agua. Dicen ques de Guaseara, hermano mayor é contra-
hecho por causa de las muchas nieves, rio de Atabaliba, que le aguardó allí,
que en cierto tiempo del año caen por é se defendieron dos ó tres dias, é al fin
aquella tierra, ques cosa harto de ver es- los entró : é desde que vieron que yban
te edefiçio. Es grand pueblo este de Gua- de vencida é que alguna gente era pas-
naco, y está en un valle cercado de sier- sada, quemaron la puente, y el dicho
ras no muy ásperas: tiene este valle tres Chillicuchima con su gente passó á nado
leguas de circunferencia, é por la una é mató muchos dellos. Paresçe cosa muy
498 HJSTORÍA GENERAL Y NATURAL
dificultosa por la aspereça que hay en Ja inahiçales, y está entre sierras: el caci-
dicha puente. que dél é sus indios dieron lo que fué me-
»Viernes tres dias del dicho mes partió nester é gente de servicio para los espa-
el capitán del pueblo ques dicho, é fué á ñoles.
dormir á otro que se dice Guancabamba, »Otro dia miércoles partió destepueblo,
hasta el qual serán cinco leguas de cami- é fué á dormir á otro que se dice Anchu-
no áspero é de sierras. co, que estaría quatro leguas de camino
»Otro dia sábado partió de Guancabam- é muy áspero, el qual pueblo está en una
ba, é fué á dormir á otro que se dice hoya entre sierras: é media Jegua antes
Piscobamba, que serán tres leguas de ca- que lleguen á él, va el camino muy ancho
mino : este pueblo es grande y está en é cortado por peña, y hecho de escalones
una ladera de una sierra : llámase el ca- de piedra: muchos malos passos hay é
cique del Tanguane. Dél é de sus indios fuertes, que aviendo defensa en ellos, se-
el dicho capitán é su gente fueron bien rian inexpugnables.
servidos, é dieron todo lo que fué me- »Jueves siguiente partió el dicho capi-
nester. Á la mitad del camino de Guan- tán de aqueste pueblo, é fué á dormir al
cabamba hasta este rio hay otro rio hon- pueblo de Andamarca, ques de donde se
dable, y en él otras dos puentes juntas apartó para yr á Pachacama, é á este
hechas de red é de la mesma manera de pueblo se van á juntar los dos caminos
las que se dixo de susso en el capítulo reales que van al Cuzco, ques el uno el
precedente, que sacan un cimiento de que llevó á la yda, y el otro este que
piedra de junto al agua é lo alçan mucho, traia, que se van á juntar otra vez, como
é de una parte á otra hay unas maromas está dicho, al pueblo de Pombo. Del di-
tan gruessas como el muslo ó más, he- cho pueblo de Anchuco á este de Anda-
chas de bexucos, é sobre ellas atravies- marca hay trece leguas de camino muy
san muchos cordeles gruessos muy texi- áspero, porque viene por una hoya muy
dos, é hacen sus bordos altos, é por de- honda, aunque está muy bien deshechado
baxo ponen unas piedras grandes que é ancho, y en las baxadas é subidas tie-
cuelgan, para tener resçia la puente. Pas- ne hechas sus escaleras de piedra, é por
saron muy bien los caballos por ella, aun- la parte que hay ladera, tiene su pared ó
que es muy tembladora, que se anda mu- petril de piedra bien fuerte para que no
cho é se mueve, de forma ques cosa te- se puedan resbalar, porque por algunas
merosa para los que no la han passado partes podrían caer que se hiçiessen pe-
otras veces; pero no hay peligro ninguno, daços, é para los caballos es grand bien,
porque está muy fuerte. En todas estas porque corrían peligro no aviendo aque-
puentes hay guardas, como en España dó llos petrilcs. Al medio camino hay una
hay portazgos, é tiénese la mesma orden puente de piedra é madera bien hecha,
que la historia ha dicho. entre dos peñones grandes, muy fuerte,
»Martes siete del dicho mes el capitán éá la una parte de la puente unos buenos
Hernando Piçarro partió del dicho pueblo apossentos é un patio empedrado, donde
de Piscobamba, é fué cinco leguas dél á dicen los indios que quando los señores
dormir á unas caserías. de la tierra caminaban, les tenían hechos
»Otro dia miércoles partió de las dichas banquetes é fiestas.
caserías, é vino á dormir á un pueblo »Desde aqueste dicho pueblo de Anda-
que se dice Agua, subjeto del dicho Pis- marca fué el dicho capitán por las mes-
cobamba: es buen pueblo é de muchos mas jornadas que de la yda avia llevado,
DK INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XII. 199
hasta que llegó á Caxamalca, donde en- que con él yban ; y el dicho Atabaliba
tró, é con él Chillicuchima, á veynte é mostró tanta magestad, que con no tener
cinco dias del mes de mayo de mili é qui- en todos sus reynos á quien tanto quisies-
nientos é treynta é tres años : allí se vido se, no le miró á la cara ni hiço más caso
una cosa que no la avian visto chripstia- del que hiciera del más triste indio que
nos después que las Indias se descubrie- tenia. Esta çerimonia de cargarse para en-
ron , y es cosa notable é de aquesta ma- trar á ver á Atabaliba, es çerimonia real
nera. AI tiempo que este capitán Chillicu- que se hace á todos los señores que han
chima entró por las puertas, donde estaba reynado en aquella tierra.»
presso su príncipe é señor Atabaliba, un É con esto se dá fin á la relación quel
poco antes de llegar á la puerta tomó á veedor Miguel Estete escribió del viaje en
uno de los indios que consigo traia una que fué é se halló con el dicho capitán
carga mediana é se la echó encima, é con Hernando Piçarro, assi como en este ca-
él otros muchos principales que traia con- pítulo y en el precedente se ha dicho: yen
sigo, é assi cargados él é los otros entra- la verdad á este hidalgo que lo escribió
ron donde estaba su señor. É desque los yo le conozco, ó tengo por cierto quanto
vio, alcó las manos al sol é dióle gracias dice; pero quisiera yo que supiera él de-
porque se le avia dexado ver, é luego cir en qué altura é grados están los pue-
con mucho acatamiento llorando, se llegó blos é lugares, que deste camino se han
á él é le besó en el rostro é las manos é nombrado.
los pies é assimesmo los otros principales

CAPITULO XIII.
En que se continua la primera relación que cumencó en el primero capítulo é se siguió hasta en fin del
décimo, del qual jaez é auctor de los dichos diez capítulos es lo que .se sigue desde este capítulo XIII has-
ta en fin del capítulo XIV, é los capítulos XI y XII paresçe que fueron ingertos en la relación (porque la
hiço el veedor Miguel Eslete del viaje del capitán Hernando Piçarro á Pachacama, como está dicho). E
agorase dirá de la fundición del oro é repartimiento del, é de la plata que se ovo por la prission de Ataba-
liba , é otras cosas que convienen á la historia.

T iendo el gobernador Francisco Piçarro dieron , é de todo lo demás que yba de


que estaban seys navios en el puerto de camino, é que llegaría antes que la fun-
Sanct Miguel, é no se podían sostener por dición se acabasse, porque fundido é re-
la broma é que dilatando su partida se partido no se detuviesse allí más el go-
perderían, los maeslres dellos fueron á bernador , é fucsse á poblar como Su Ma-
Caxamalca á se quexar é informarle de- gestad lo tenia mandado. É assi se prego-
11o, é le pidieron é requirieron que se nó, é se comencó la fundición á trece dias
despachassen é les mandasse pagar sus del mes de mayo de mili é quinientos é
fletes. É assi para esto como para que se treynta y tres años ; é desde á diez dias
hiçiesse relación á Sus Magestades de lo que en esto se entendía, llegó á aquel
subçedido en la tierra, acordó, juntamen- pueblo de Caxamalca uno de los tres
te con los officiates de Sus Magestades, chripstianos que avian ydo al Cuzco por
que se hiçiesse fundición de todo el oro escribano, é truxo la raçon de cómo se
que avia en Caxamalca que Atabaliba avia tomó la possesion por Su Magestad en
traydo é dado á los españoles que le pren- aquella cibdad del Cuzco, é la relación
200 HISTORÍA GENERAL Y NATURAL
de las poblaciones que hay en el camino, ocho indios por carga. É que traían poca
é dixo que eran treynta é dos pueblos plata, porque no avia indios para traella
principales, sin el Cuzco, é allende de (que mucha cantidad avia si Ja pudieran
otros pueblos pequeños, de que no higo . traer), porque los serones en que tienen
mención : é dixo que la cibdad del Cuzco el mahiz en el Cuzco son de plata: é quel
no es tan grand pueblo como se avia di- oro con los chripstianos venia poco á po-
cho, é que está assenfado en una ladera, co é deteniéndose, porque avia menester
é parte del es llano é bien concertadas las muchos indios para ello, é lo venían re-
calles por buena orden y empedradas, é cogiendo de pueblo en pueblo, é que
que en ocho dias que allí estovieron no creia que llegaria á Caxamalca de allí á
pudieron ver todo lo que avia. É que una un mes.
casa del Cuzco tenia chapería de oro, é El oro que se ha dicho que venia del
que la casa es muy bien hecha quadrada, • Cuzco, entró en el pueblo de Caxamalca á
é tenia de esquina á esquina trescientos los trece de junio del año ya dicho, é vi-
é çinqiienta passos ; é que de las chapas nieron doscientas cargas de oro é veynte
de oro que aquella casa tenia, quitaron é cinco de plata, y en el oro, al pares-
septeçientas planchas, que una con otra çer , avia más de ciento é treynta quinta-
temían á quinientos pessos, é que de otra les. É después de aver venido lo ques di-
casa que allí avia assimesmo chapada de cho, vinieron otras sessenta cargas de oro
oro, quitaron los indios para darles can- muy baxo.
tidad de doscientos mili pessos de oro, é Todo este oro, la mayor parte del eran
que por ser muy baxo, no le quisieron planchas á manera de tablas de caxas, de
resçebir : que ternia de ley siete ú ocho á tres é á quatro palmos de luengo, é á
quilates el pesso. E que no vieron más ca- palmo ó más de ancho, é aquesto quita-
sas chapadas de oro destas dos, porque ron de las paredes de los buhios, é traían
los indios no lo dexaron ver todo lo que agujeros por dó paresçia aver estado cla-
en la cibdad avia ; é que por la muestra vadas.
é paresçer de la cibdad é sus edefiçios, Acabóse de fundir é repartir lodo es-
creia que era mucha su riqueça, é que te oro é plata que se ha dicho, dia de
allí hallaron al capitán Quizque, que tenia Sanctiago, que fueron veynte y cinco
aquella cibdad por Atabaliba, con treyn- dias del mes de julio ; é pessado todo el
ta mili hombres de guarnición, con que oro é plata por una romana, y echada
la sostenía; porque confina con caribes é cuenta reducido á buen oro, ovo en ello
con otra gente que tenia guerra con aque- un cuento é trescientos é veynte é seys
lla cibdad, é con aquella guarnición esta- mili é quinientos é treynta y nueve pes-
ba segura; é ques poblada de mucha gen- sos de buen oro, de lo qual perlenes-
te , é otras cosas dixo mucho. ció á Su Magestad (de su quinto, des-
Dixo más: quel principal que con ellos pués de sacados los derechos del fundi-
fué, venia con los otros dos chripstianos dor, que son de ciento uno), doscientos
con septeçientas planchas de oro é otra é sessenta é dos mili é doscientos é çin-
mucha cantidad que les dio en Xauxa el qiienta y nueve pessos de buen oro. Y en
principal que allí dexó Chillicuchima en plata ovo çinqiienta é un mili é seysçien-
su lugar; é que en todo el oro que trae (os y diez marcos de plata, é della vino
venían ciento é septenta é ocho cargas, á Su Magestad, de su quinto, diez mili é
é las cargas tales que cada una traía qua- ciento é veynte y un marcos. Todo lo de-
tro indios como angarilla, é algunas á más, sacados los derechos del fundidor y
DE INDIAS. LIB. XLVi. CAP. XIII. 201
el quinto real, repartió el gobernador en- fundió en Caxamalca; é tengo opinion que
tre todos los conquistadores que lo gana- lo que este quiso decir fué que se quilaló
ron. É cupo á los de caballo á ocho mili é é no se fundió : é para pagar al fundidor,
ochocientos y ochenta pessos de buen que dixo, de ciento uno, é sacados essos,
oro, é á trescientos é sessenta y dos mar- quintarlo, é para el Rey convenia darle
cos de plata; é los de pié á quatro mili é nombre cierto ó el que quisiessen al oro,
quatroçientos y quarenta pessos de oro, para que de aquel en que lo tasassen, se
é á ciento é ochenta y un marcos de pla- sacassen los derechos. Assi que, las nue-
ta , é algunos á más é otros á menos, se- ve forjas no fundieron estas pieças que he
gund que paresció al gobernador que ca- dicho ; pero otra cosa pudiera él decir con
da uno meresçia, conforme á la calidad mucha verdad é no poco substancial, é
de su persona é trabaxo. fué que cómo no se podia hacer ensaye
De cierta cantidad de oro, quel gober- de tanta cantidad de oro, para saber su
nador apartó é dexó por repartir, dio justo presçio, é por no morder ó desha-
parte dello á los vecinos que quedaron en cer aquellas pieças, é porque el tiempo
el pueblo de Sanct Miguel é á toda la gen- no se passasse (que era menester tardarse
te que fué con el capitán Diego de Alma- dias en ello), hiço el quilate á ojo é por
gro , é á todos los mercaderes é marine- las puntas, ques á discreción, como el
ros que después de la guerra hecha, vinie- comer los soldados en Italia sobre capas
ron á la fundición : por manera que á to- agenas : á la pieça que era de veynte qui-
dos los españoles que en aquella tierra é lates , dábanle catorce ó quince , ó quan-
rey no se hallaron, alcancó parte. do más diez é seys, de forma que to-
Vióse en aquella fundición una cosa de do el oro quilatado fué en aquella sacón
notar, é aun de maravillar : que ovo dia muy baxamente tasado. É aun para hacer
que se fundieron ochenta é cinco mili pes- los punçones, ni quisieron que se gastasse.
sos, é comunmente se fundían cada dia tiempo, sino con un puñal ó cuchillo ha-
çinqiienta é sessenta mili pessos, é fué cíanle una raya assi á la antigua ó solda-
hecha por los indios, entre los quales hay desca, porque todo se quedaba en casa:
grandes plateros é fundidores; é fundían é assi, conforme á este auctor, andaban
con nueve forjas. los presçios de lo que se vendía entre los
Aqui quadra bien aquel ojo que puse españoles ; porque segund dice el que es-
de susso en la margen, donde puse «Aca- cribió esta relación, en Ja mesma Caxa-
bóse de fundir », porque es burla que este malca (é como otros muchos han dicho)
oro, si se fundió, como dice el auctor . se vendia un caballo en dos mili é qui-
desta información ó relación, que yo ten- nientos pessos de oro, y en tres mili é
go original firmada de su nombre (el qual trescientos ; y el presçio común de un ca-
yo diré adelante), con nueve forjas ó fue- ballo era dos mili é quinientos pessos, é
lles , paresçe ser al revés ; porque es no- no se hallaba á este presçio. E una botija
torio que á España fueron naos cargadas de vino de tres açumbres costaba sessen-
de oro con grandes pieças é vassijas é cán- ta pessos de oro : un par de borceguíes
taros é ollas é otras pieças, é por esta treynta 6 quarenta pessos, y unas cal-
nuestra cibdad passaron otras, é aun al- cas otro tanto, é una capa de contray
gunas quedaron aqui, que si se fundie- çient pessos é ciento é veynte, é una es-
ran, se hicieran todas rieles ó barras pada quarenta é çinqiienta, é una cabeça
ó planchas fundidas. De manera que yo de ajos medio pesso. É assi á este res-
tengo por cierto que lo menos del oro se pecto su boca del vendedor era la medi-
TOMO IV. 26
202 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
da, é assi como lo quería vender, assi le no acabar : pieça ovo, que paresçia ser
pagaban. Una mano de papel diez caste- assiento de señor, que pessó ocho arro-
llanos ó pessos, y una onça de açafran bas de oro; é fuentes ovo grandes con
veynte é quatro pessos, é aun dañado. sus caños, corriendo agua en un lago he-
Mucho avria que decir en esto de los cho en la mesma fuente, donde estaban
presçios desaforados é de lo poco en quel aves de diverssas maneras, é hombres
oro era tenido é la plata assimesmo ; é sacando agua de la mesma fuente, to-
llegaron las cosas á términos que si uno do hecho de oro, que era cosa mucho de
debía á otro dineros, le daba un pedaço ver.
de oro á bulto, sin pessarlo, é aunque le Assimesmo se sabia de cierto, por di-
diesse al doble de lo que debía, no lo te- cho de Atabaliba é de Chillicuchima é de
nia en nada. É de casa en casa andaban otros muchos, que en Xauxa tenia Ata-
los que debían, con sus indios cargados baliba ciertas ovejas, é pastores que las
de oro, á buscar á sus acreedores para guardan, hechas de oro, é las ovejas é
pagallos, é aun algunos se escondían por pastores grandes como los que hay en
no lo resçebir ; é otros, ya que eran ha- aquella tierra ; é que estas eran de su pa-
llados , decían que no querian tomar la dre Guaynacava : las quales prometió de
paga, porque el tiempo no era llegado dar á los españoles.
para hacerla, é quería más que lo guar- Grandeças se cuentan de la riqueça de
dasse el debdor que no tomarlo aquel á este Atabaliba é de la que su padre pos-
quien se avia de dar. seyó, que paresçe que no se debe creer,
Repartido el oro é plata, é acabada la aunque en la verdad los que están en
fundición, como está dicho, bueno es de aquella tierra é la han andado é visto é
considerar la groseça de la tierra ; é có- conosçido su grand señorío, creen ques
mo estuvo estimado el oro en tan poco, mucho más de lo que se ha dicho.
assi entre los españoles como entre los Y este auctor llama en esta relación en
naturales de la tierra : é por la noticia que muchas partes Cuzco á su padre de Ata-
se tenia del Cuzco, que en essa sacón es- baliba, é debe ser porque quando la es-
taba por Atabaliba, donde se deçia que cribió, aun no tenia entendido que su nom-
avia dos casas hechas de oro, é que la bre era Guaynacava y el de su hijo ma-
paja délias con que estaban cubiertas, era yor Guaseara ; pero porque en otras par-
de oro; é á vueltas del oro que se truxo tes he dicho que de lo que no he visto da-
del Cuzco truxeron ciertas pajas hechas ré los auctores (é assi lo he hecho en es-
de oro maçiço, con su espiguita al cabo, tos mis tractados), quiero agora, dando
propriamente hecha como nasçe en el fin á esta relación, poner el capítulo si-
campo. guiente á la letra, de bueno ó mal roman-
La diverssidad de las pieças de oro que ce, é no mejor ni peor escripto que está
se truxeron, si se oviesse de decir seria en el original.
DE INDIAS. LIB. XLVÍ. CAP. XIV. 203

CAPITULO XIV.
En que se concluye esta relación é la vida é muerle del grand principe Atabaliba , assi como la escribió
quien pressente se halló é lo vido.

«Agora diremos una cosa que no es para labras?» É declaróle todo lo que avia sa-
dexar de escribir. Paresció ante el gober- bido é tenia por información.
nador un cacique, señor deste pueblo de »Atabaliba respondió é dixo. — «Apo
Caxamalca, é por las lenguas le dixo.— (este vocablo Apo es nombre de los gran-
«Hágote saber, que despues que Ataba- des señores) ¿burlaste conmigo? Siempre
liba fué presso, envió á Quito, su tierra, me hablas cosas de burlas. ¿Qué parte só
é por todas las otras provincias, á hacer yo ni toda mi tierra á enojar á tan valientes
junta de gente de guerra para venir so- hombres como vosotros? No me digas es-
bre el gobernador é los españoles á mata- sas burlas». Y todo esto sin mostrar sem-
llos á todos, é que agora viene con un su blante de turbación, sino riéndose, por
grand capitán que se llama Luminarri, mejor disimular su maldad: é otras mu-
que está muy cerca deste pueblo, que chas viveças de raçonamientos de hom-
presto vernán aquí é darán en este real bre muy sabio dixo despues que fué pres-
de noche, quemándolo por todas partes, so, de que los españoles que se las oyan
é al primero que procurarán de matar se- se maravillaban de caber en un hombre
rá al gobernador, é sacarán de prission bárbaro tanta prudencia.
á su señor Atabaliba ; é que vienen en la »El gobernador mandó traer una cade-
gente natural suya de Quito doscientos na é se la echó al pescueço, y envió dos
mili hombres de guerra, é de los caribes indios por espías á saber dónde estaba
que comen carne humana, traian treynta este exérçito, porque se deçia estar sie-
mili hombres; é que de otra provincia te leguas de aqui, para saber si estaban
que se diçe Paacta é de otras partes ve- en parte donde se pudiessen aprovechar
nia grand junta de gente». de los caballos, enviar sobrellos ciento de
»Oydo por el gobernador este aviso que caballo. Y súpose que estaban en tierra
este cacique le dio, agradescióselo mu- muy agrá é que se venían acercando; é
cho é hícole por ello honra, mostrándole assimcsmo se supo cómo Juego que le fué
más amor que hasta allí: é mandó á un echada la cadena á Atabaliba, envió sus
escribano que lo assentasse, é luego con mensajeros á hacer saber á aquel su grand
diligencia hiço sobrello información, é to- capitán cómo el gobernador lo avia muer-
mó el dicho á un tio de Atabaliba que es- to. Y que sabida esta nueva por él é los
taba en este pueblo, é á otros señores é de su hueste, se retruxeron atrás con pro-
principales, é á algunas indias de la tier- póssito de no venir á dar en este real ; é
ra de las que están allegadas á los chrips- que luego tras este mensajero envió otro,
tianos, é súpose ser verdad todo lo quel en que les envió á mandar que luego vi-
cacique de Caxamalca dixo en su dicho. niessen sin detenerse, enviándoles aviso
«El gobernador habló á Atabaliba é le cómo é por dónde, é qué hora avian de
dixo.—«¿Qué trayçion es esta que tenias dar, porque él estaba vivo, é que si se
armada, habiéndote yo hecho trabamien- tardassen, lo hallarían muerto.
to como hermano é como á grand señor, »Sabidos por el gobernador todos estos
como lo eres, conüándome yo de tus pa- avisos, mandó poner mucho recabdo en
204 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
el real, é mandó que todos los de caballo Y assi fué hecho, y estuvo allí hasta otro
rondassen toda la noche, haciendo tres dia por la mañana, quel gobernador con
quartos cada noche : é cada quarto ronda- los españoles é todos los religiosos lo lle-
ban çinqiienta de caballo, y en el del alba varon á enterrar á la iglesia con mucha
todos ciento é çinqiienta de caballo anda- solempnidad con toda la más honra que
ban sobre sus caballos rondando. Y en to- se le pudo hacer, como á tan grand se-
das estas noches el gobernador é sus ca- ñor. Y assi acabó este cruel, y murió con
pitanes no dormían, andando sobre las mucho ánimo, sin mostrar sentimiento,
rondas, requiriéndolos á todos, mirando diciendo que encomendaba al goberna-
el recabdo que su real tenia : é toda la dor sus hijos. Al tiempo que lo llevaban
gente, los quartos que les cabían de dor- á enterrar, ovo grand llanto de mugeres é
mir , dormían armados é aperçebidos, é criadas de su casa. Murió en sábado á la
los caballos ensillados; é con este recab- propria hora que fué presso é desbarata-
do estuvo el gobernador hasta que la nue- do, al tiempo que se perdió, que assimes-
va yba más refrescándose. Y sábado, á mo fué en sábado, é paresçe que sus pe-
puestas del sol, vinieron dos indios de los cados permitieron que en el mesmo dia é
que Servian á los españoles á decir al go- hora que fué presso, fuesse muerto.
bernador que venian huyendo de la gente »El acabó é pagó los males grandes é
del exérçito, que estaba muy cerca, tres daños que en sus naturales avia hecho,
leguas de aqui, en unas sierras fragosas, porque todos á una voz dicen que fué el
é que esta noche ú otro dia siguiente da- mayor carnicero é cruel que hombres ja-
rían en este real ; porque á grand priessa más vieron, que por muy pequeña causa
venian acercándose por lo que Atabaliba mataba é asolaba diez mili ánimas. Por
Jes avia enviado mandar. un delicto que uno de aquel pueblo come-
»Luego el gobernador, con acuerdo de tiesse lo destruía todo, é por tiranía te-
los ofûçiales de Su Magestad é de otros nia subjeta toda esta tierra, é de todos
capitanes suyos é personas de expirien- era muy mal quisto.
çia en la tierra, sentenció á muerte á Ata- »Luego el gobernador tomó á otro hijo
baliba , é mandó por su sentencia, por la del Cuzco, llamado Tubaliba, que paresçe
trayçion á él cometida, que muriesse que- tener amistad álos chripstianos,y hombre
mado, si no se tornasse chripstiano, por la mancebo y de buen arte , y lo puso en el
seguridad de los españoles é por el bien señorío en pressençia de otros caciques y
de toda la tierra é de la conquista é pa- señores comarcanos y de muchos indios,
cificación della, porque muerto todo se y les mandó que lo tuviessen todos por
desbarataría: faltándoles este grand señor, señor, é le obedesçiessen como antes ha-
no ternian tanto ánimo para ofender é ha- cían á Atabaliba ; pues este es señor na-
cer el daño qnál les avia mandado é or- tural por ser hijo legítimo del Cuzco, y
denado que hiçiessen en los españoles. Y todos dixeron que lo ternian por tal se-
assi lo sacaron á hacer del justicia, é lle- ñor y lo obedesçerian como el goberna-
vándolo á la plaça, dixo que quería ser dor les mandaba.
chripstiano. Luego lo hicieron saber al »Agora quiero decir una cosa, que pa-
gobernador, é lo mandó baptiçar, é res- resçe profeçia : que avrá veynte días an-
cibió el baptismo por fray Vicente, que tes que esto acaesçiesse ni se supiesse
lo yba esforçando ; y el gobernador man- desta hueste é junta que Atabaliba tenia,
dó que no muriesse quemado, salvo que estando Atabaliba muy alegre é riendo
lo ahogassen atado á un palo en la plaça. con algunos españoles, una noche pares-
DE INDIAS. LIB. XLVI. GAP. XIV. 205
ció una señal en el cielo á la parte del caras al sol é le dieron gracias, las ma-
Cuzco, como cometa de fuego, que turó nos juntas, por avelle dado señor natu-
mucha parte de la noche; y vista por Ata- ral. Y assi fué resçebido este señor al Es-
baliba, dixo que muy presto avia de mo- tado, y luego le pusieron una borla muy
rir en la tierra un grand señor. rica atada por la cabeça, que desciende
»Cómo el gobernador ovo puesto en el desde la frente, que quassi les tapa los
estado é señorío de la Tierra á Tubaliba, ojos, que entrellos es como corona , que
como ya está dicho, díxole el goberna- continua trae el que queda en este seño-
dor que quería notificalle lo que Su Ma- río del Cuzco, como la traia Atabaliba.
gestad manda y lo que ha de haçer é Fin.»
cumplir para ser su vassallo, y en su «Acabóse esta relación por Francisco
nombre assentar con él las paces : é res- de Xerez, escriptor della por mandado del
pondió que quatro dias avia de estar re- gobernador, en el pueblo de Caxamalca
traydo sin hablar con nadie, porque se destos rey nos de la Nueva Castilla, en
usa entrcllos assi, quando un señor mue- postrero de julio de mili é quinientos é
re para quel subçessor sea temido é obe- treyntaé tres años.— Francisco de Xerez.»
desçido, y á cabo dellos le den todos la Dice el choronista que á Francisco de
obidiençia é lo resçiban. Y assi estuvo los Xerez se le olvidó de decir en su relación
dichos quatro dias, y passados, el gober- que no fué él solo el que essa su relación
nador assentó con él las paces con solemp- ordenó. É la original que yo tengo firma-
nidad de trompetas, y le entregó la ban- da de su nombre no procede con buen
dera real, y él la rescibió é alcó con sus estilo ; pero arrimándome yo á lo quél es-
manos por el Emperador, nuestro señor, cribió é á lo que he podido inquerir de la
dándose por su vassallo. Luego todos los prission é muerte injusta de Atabaliba, he
señores caciques é principales de la tier- escripto con toda limpieça de mi pluma
ra que pressentes se hallaron, con mucho aquello ques dicho, é lo demás quél calló
acatamiento lo resçibieron é le bessaron ó no lo supo, é lo que ha subçedido des-
las manos y en el carrillo, é volvieron las pues quél se vino á España.

CAPITULO xv.
En el quai vá inserta una carta quel capitán Hernando Piçarro escribió á la Audiencia real que reside en
aquesta cibdad de Sancto Domingo desta Isla Española desde la villa de la Yaguana, ques al fin desfa Isla,
é por otro nombre se llama Sánela Maria del Puerto , donde tocó yendo á España con una nao cargada de
oro é plata, para dar relación al Emperador, nuestro señor, de la prission de Atabaliba é de lo subçedido
en aquellas partes.

11 ingun historial yo sé que haya ávido que deben), assi es odiosa la leçion á
en España que enseñasse lo que escri- unos é á otros no. É demás desto, tampo-
biesse ni aun que se viesse su obra en co sé que semejantes historias se exami-
tiempo de los vivos por quien passan las nassen en el Consejo Real ni por otra per-
cosas de quien sus historias tractan ; por- sona más de aquella á quien toda la obi-
que assi como han de escribir de vidas é diençia é servicio se permite, ques el
honras agenas (é los hombres no son to- mesmo príncipe é señor soberano. Todo
dos amigos de bien vivir, é aun por nues- esto es al revés en estos mis tractados,
tros pecados es mayor el número de los pues que lo que en ellos se dice se pone
que yerran que de aquellos que hacen lo al juicio común de los que lo vieron é sa-
206 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ben, é á la enmienda é corrección de los de camino para passar á España por man-
señores del Consejo, á quien el Empera- dado dei gobernador Francisco Piçarro, á
dor, nuestro señor, es servido que lo informar á Su Magestad de lo subçedido en
vean. Y por tanto yo, como obidiente, aquella gobernación del Perú é la manera
escribo debaxo destas reglas, é doy infi- de la tierra y estado en que queda: é por-
nitas gracias á Dios por ello, porque todo que creo que los que á essa cibdad van,
es para más seguridad de mi consçiençia darán á vuestras mercedes variables nue-
é para más auctoridad destas historias , é vas, me ha paresçido escribir en suma lo
para confundir la mala inclinación de los subçedido en la tierra, para que sean in-
murmurantes, é para que á ninguno le formados de la verdad.
quede quexa de mí (que justa sea), é »Despues que de aquella tierra vino
convierta su odio sobre su propria culpa, Isasaga, de quien vuestras mercedes se
si culparme quisiere. Á este propossito informarían de lo hasta allí acaesçido, el
porné aqui á la letra una carta, quel capi- gobernador fundó en nombre de Su Ma-
tán Hernando Picarro escribió á la Au- gestad un pueblo cerca de la costa, que
diencia Real que reside en esta cibdad de se llama Sanct Miguel, veynte é cinco le-
Sancto Domingo, quando tocó en esta Isla, guas de aquel cabo de Tumbez. Dexados
yendo con una nao cargada de oro é pla- allí los vecinos, é repartidos los indios que
ta de los despojos del grand príncipe Ata- avia en la comarca del pueblo, se partió
baliba, el qual oro era de Su Magestad con sessenta de caballo é noventa peones
Cessárea é de otras personas particulares en demanda del pueblo de Caxamalca:
é del mesmo capitán no poca parte dello. que tuvo noticia que estaba en él Ataba-
Y pongo á la letra lo que á estos señores liba, hijo del Cuzco viejo, y hermano del
escribió, porque aunque en muchas cosas que al pressente era señor de la tierra : y
se conforma con lo escripto por Francisco entre los dos hermanos avia muy cruda
de Xerez, escribano é secretario del go- guerra, é aquel Atabaliba le avia venido
bernador Francisco Piçarro (á quien has- ganando la tierra hasta allí, que hay des-
ta aqui he seguido en los capítulos prece- de donde partió ciento é cinqüenta leguas.
dentes), también en algunas cosas lo dice »Passadas siete ú ocho jornadas, vino
de otra manera, é hay otras particulari- al gobernador un capitán de Atabaliba, é
dades que convienen á la inquisición de díxole que su señor Atabaliba avia sabido
aquellas materias é verdad de la historia. de su venida é holgaba mucho dello, é
É cómo este capitán fué mucha parte en tenia desseo de conosçer á los chripstia-
los negocios de Atabaliba y en las cosas nos : é assi cómo ovo estado dos dias con
de aquellas partes, no es de preterir lo el gobernador, dixo que quería adelan-
que en esta su epístola dixo, desta ma- tarse á decir á su señor cómo yba, é quel
nera : otro vernia al camino con pressente en
señal de paz.
«A los magníficos señores, los señores » El gobernador fué de camino adelan-
oydores de la Audiencia Real de Su Ma- te hasta llegar á un pueblo que se dice la
gestad , que residen en la cibdad de Sancto Ramada, que hasta allí era todo tierra
Domingo. llana, é desde allí era sierra muy áspera
é de muy malos passos: y visto que no
Magníficos señores. volvia el mensajero de Atabaliba, quiso
informarse de algunos indios que avian
»Yo llegué á este puerto de la Yaguana venido de Caxamalca ; é atormentáronse,
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XV. 207
é dixeron que avian oydo que Atabaliba caballo, é otros caballos mancos, é que
esperaba al gobernador en la sierra para sacar quince de caballo de Jos mejores
darle guerra. É assi mandó aperçebir la que era yerro, porque si Atabaliba algo
gente, dexando la reçaga en el llano, é quisiesse hacer, no eran para defenderse,
subió; y el camino era tan malo, que de é que acaesçiéndoles algún revés, que le
verdad si assi fuera que allí nos espera- harian mucha falta. É assi mandó que yo
ran ó en otro passo que hallamos desde fuesse con otros veynte de caballo que
allí á Caxamalca, muy ligeramente nos avia para poder yr, é que allá hiçiesse
llevaran, porque aun del diestro no podía- como me paresçiesse que convenia.
mos llevar los caballos por los caminos, é »Quando yo llegué a este passo de Ata-
fuera de camino ni caballos ni peones. baliba, hallé los de caballo juntó con el
É esta sierra hasta llegar á Caxamalca hay real, y el capitán avia ydo á hablar con
veynte leguas. Atabaliba. Yo dexé allí la gente que lle-
»Á la mitad del camino vinieron men- vaba , é con dos de caballo passé al apos-
sajeros de Atabaliba, étruxeron al gober- senlo ; y el capitán le dixo cómo yba é
nador comida, é dixeron que Atabaliba quién yo era. É yo dixe al Atabaliba quel
le esperaba en Caxamalca, que quería ser gobernador me enviaba á visitarle, é que
su amigo, é que le hacia saber que sus ca- le rogaba que le viniesse á ver, porque
pitanes que avia enviado á la guerra del le estaba esperando para holgarse con él,
Cuzco, su hermano, le traían presso, é que é que le tenia por amigo. Díxome que un
serian en Caxamalca desde en dos dias, cacique del pueblo de Sanct Miguel le
é que toda la tierra de su padre estaba ya avia enviado á decir que éramos mala
por él. El gobernador le envió decir que gente é no buena para la guerra, é que
holgaba mucho dello, é que si algún se- aquel cacique nos avia muerto caballos é
ñor avia que no le quería dar la obidien- gente. Yo le dixe que aquella gente de
çia, quél le ayudaría á sojuzgarle. Sanct Miguel eran como mugcres, é que
» Desde á dos dias llegó el gobernador un caballo bastaba para toda aquella tier-
á vista de Caxamalca, é halló allí indios ra, é que quando nos viesse pelear, vería
con comida: é puesta la gente en orden, quién éramos : quel gobernador le quería
caminó al pueblo, é halló que Atabaliba mucho, é que si tenia algún enemigo, que
no estaba en él, que estaba una legua de se lo dixesse, quél lo enviaría á conquis-
allí en el campo con toda su gente en tol- tar. Díxome que quatro jornadas de allí
dos. É visto que Atabaliba no venia á ver- estaban unos indios muy resçios, que no
le , envió un capitán con quince de caba- podía con ellos, que allí yrian chripstia-
llo á hablar á Atabaliba, diciendo que no nos á ayudar á su gente. D/xele quel go-
se apossentaba hasta saber dónde era su bernador enviaría diez de caballo, que
voluntad que se apossentassen los chrips- bastaban para toda la tierra, que sus in-
tianos, é que le rogaba que viniesse, por- dios no eran menester sino para buscar los
que quería holgarse con él. En esto yo queseescondiessen. Sonrióse, como hom-
vine á hablar al gobernador, que avia ydo bre que no nos tenia en tanto.
á mirar la manera del pueblo, para si de »Díxome el capitán que hasta que yo
noche diessen en nosotros los indios, é llegué, nunca pudo acabar con él que le
díxome cómo avia enviado á hablar á hablasse, sino un principal suyo habla»
Atabaliba. Yo le dixe que me paresçia ba por él, y él siempre la cabeça ba-
que en sessenta de caballo que tenia avia xa. Estaba sentado en un duho, con to-
algunas personas que no eran diestros á da la magestad del mundo, cercado de
208 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
todas sus mugeres, é muchos principa- nar, é que no avia de cenar hasta que
les cerca del : antes de llegar allí es- fuesse. Tornaron los mensajeros á decir
taba otro golpe de principales, éassi por al gobernador que le enviasse allá un
orden cada uno del estado que eran. Ya chripstiano, quél queria venir luego, é
puesto el sol, yo le dixe que me queria que vernia sin armas.
yr, que viesse lo que queria que dixesse »El gobernador envió un chripstiano, é
al gobernador. Díxorne que le dixesse luego Atabaliba se movió para venir, é
que otro dia por la mañana le yria á ver, dexó allí la gente con las armas, é llevó
é que se apossentasse en tres galpones consigo hasta cinco ó seys mili indios sin
grandes, que estaban en aquella plaça, é armas, salvo que debaxo de las camise-
uno que estaba enmedio le dexassen pa- tas traían unas porras pequeñas, é hon-
ra él. das é bolsas con piedras. Venia en unas
»Aquella noche se hiço buena guarda: á andas, é delante del hasta trescientos ó
la mañana, envió sus mensajeros, dilatan- quatroçientos indios con camisetas de li-
do la venida hasta que era ya tarde ; é de brea, limpiando las pajas del camino é
aquellos mensajeros que venian hablando cantando; y él enmedio de la otra gente,
con algunas indias tenian los chripstianos que eran caciques é principales, é los más
parientas suyas, é les dixeron que se hu- principales caciques le traian en los hom-
yessen, porque Atabaliba venia sobre bros. En entrando en la plaça, subieron
tarde para dar aquella noche en los doce ó quince indios en una fortaleçilla
chripstianos é matarlos. que allí está, é tomáronla á manera de
»Entre los mensajeros que envió, vino possesion con una bandera puesta en una
aquel capitán que primero avia venido al lança.
gobernador al camino, é dixo al gober- »Entrado hasta la mitad de la plaça, re-
nador que su señor Atabaliba deçia que paró allí, é salió un fray le dominico, que
pues los chripstianos avian ydo con ar- estaba con el gobernador, á hablarle de
mas á su real, quél que queria venir con su parte quel gobernador le esperaba en
sus armas. El gobernador le dixo que vi- su apossento, que le fuesse á hablar : é
niesse como él quisiesse, é Atabaliba par- díxole cómo era sacerdote, é que era en-
tió de su real á medio dia, y en llegar viado por el Emperador para que les en-
hasta un campo, que estaba medio quarto señasse las cosas de la fée, si quisiessen
de legua de Caxamalca tardó hasta quel ser chripstianos, é díxole que aquel libro
sol yba muy baxo. Allí assentó sus toldos era de las cosas de Dios ; y el Atabaliba
é hiço tres esquadrones de gente, é á to- pidió el libro é arrojóle en el suelo, é di-
do esto venia el camino Heno, é no avia xo:— «Yo no passaré de aqui hasta que
acabado de salir del real. deys todo lo que aveys tomado en mi tier-
»El gobernador avia mandado repar- ra : que yo bien sé quién soy s vosotros y
tir la gente en los tres galpones que esta- en lo que andays». É levantóse en las an-
ban en la plaça en triángulo, é que estu- das é habló á su gente, é ovo murmullo
viessén á caballo é armados hasta ver qué entrellos, llamando á la gente que tenian
determinación traia Atabaliba. Assenta- las armas.
dos sus toldos, envió á decir al goberna- »El frayle fué al gobernador é díxole
dor que ya era tarde, quél queria dormir que qué hacia, que ya no estaba la cosa
allí, que por la mañana vernia: el gober- en tiempo de esperar más. El gobernador
nador le envió á decir que le rogaba que me lo envió á decir. Yo tenia concertado
viniesse luego, porque le esperaba á ce- con el capitán de la artillería que haçién-
DE INDIAS. LIB. XLVJ. CAP. XV. 209
dole una seña, disparasse los tiros, é con la »El gobernador le dixo que no venia á
gente, que oyéndolos saliessen todos á un hacer guerra á los indios, sino quel Em-
tiempo, é assi se hiço. E como los indios perador, nuestro señor, que era señor de
estaban sin armas, fueron desbaratados todo el mundo, le mandó á venir porque
sin peligro de ningún chripstiano: los que le viesse é le hiçiesse saber las cosas de
traían las andas é los que venían alrede- nuestra fée, para si quisiesse ser chrips-
dor del, nunca lo desampararon, hasta tiano ; é que aquellas tierras é todas las
que todos murieron alrededor del. El go- demás eran del Emperador, é que le avia
bernador salió é tomó á Atabaliba, é por de tener por señor ; é le dixo que era con-
defenderle, le dio un chripstiano una cu- tento. É visto que los chripstianos reco
chillada en una mano: la gente siguió el gian algún oro, dixo Atabaliba al gober-
alcance hasta donde estaban los indios con nador que no se curasse de aquel oro,
armas. No se halló en ellos resistencia que era poco : quél le daria diez mili te-
ninguna, porque ya era noche: recogié- juelos é le henchiría de pieças de oro
ronse todos al pueblo donde el goberna- aquel buhio, en que estaba, hasta una ra-
dor quedaba. ya blanca, que seria estado é medio de
»Otro dia, de mañana, mandó el go- alto, y el buhio ternia de ancho diez é sie-
bernador que fuéssemos al real de Ata- te ó diez é ocho pies, é de largo treynta
baliba: hallóse en él hasta quarenta mili ó treynta é çinco; é que cumpliría den-
castellanos é quatro ó cinco mili marcos tro de dos meses. Paseados los dos me-
de plata, y el real tan lleno de gente co- ses quel oro no venia, antes el goberna-
mo si nunca o viera faltado ninguna. Re- dor tenia nuevas cada dia que venia gen-
cogióse toda la gente, y el gobernador te de guerra sobre él, assi por esso co-
les habló que se fuessen á sus casas, quél mo por dar priessa al oro que viniesse,
no venia á hacerles mal, que lo que se el gobernador me mandó que saliesse con
avia hecho avia seydo por la soberbia de veynte de caballo é diez ó doce peones,
Atabaliba; y el Atabaliba assimesmo se hasta un pueblo que se dice Guamachu-
lo mandó. Preguntando á Atabaliba poi- co, que está veynte leguas de Caxaraal-
qué avia echado el libro é mostrado tan- ca, ques adonde se deçia que se hacia
ta soberbia, dixo que aquel capitán suyo, junta de los indios de guerra : é assi fuy
que avia venido á hablar al gobernador, hasta aquel pueblo, adonde hallamos can-
le avia dicho que los chripstianos no eran tidad de oro é plata, é desde allí la en-
hombres de guerra, é que los caballos se vié á Caxamalca. Unos indios que se ator-
desensillaban de noche, é que con dos- mentaron, me dixeron que los capitanes é
cientos indios que le diesse, se los ataría gente de guerra estaban seys leguas de
á todos; é que este capitán y el cacique aquel pueblo ; é aunque yo no llevaba co-
que arriba he dicho de Sanct Miguel, le misión del gobernador para passar de allí,
engañaron. Preguntóle el gobernador por porque los indios no cobrassen ánimo de
su hermano, el Cuzco: dixo que otro dia pensar que volviamos huyendo, acordé
allegaría allí, que le traían presso, é que de llegar á aquel pueblo con catorce de
sus capitanes quedaban con la gente en caballo é nueve peones, porque los demás
el pueblo del Cuzco. É segund después se enviaron en guarda del oro, porque te-
paresció dixo verdad en todo, salvo que nían los caballos cojos.
á su hermano lo envió á matar, con te- »Otro dia, de mañana, allegué sobre
mor quel gobernador le restituyesse en el pueblo, é no hallé gente ninguna en él,
su señorío. porque segund paresció avia seydo mea-
TOMO IV. 27
210 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tira lo que los indios avian dicho, salva guardadas, que están recogidas de los ea
que pensaron meternos temor para que çiques comarcanos, para quando passa el
nos volviéssemos. señor de la tierra sacan de allí las mejo-
•Á este pueblo me llegó licencia del res para pressentárselas; é sacadas aque-
gobernador para que fuesse á una mez- llas, meten otras tantas. También tienen
quita , de que teníamos noticia, que es- cargo de hacer chicha para quando passa
taba çient leguas de la costa de la mar, la gente de guerra. Destas casas sacaban
en un pueblo que se dice Pachacama: indias que nos pressentaban. A estos pue-
tardamos en llegar á ella veynte é dos blos del camino vienen á servir todos los
dias; los quince dias fuymos por la sier- caciques comarcanos: quando passa la
ra, é los otros por la costa de la mar. gente de guerra, tienen depóssitode leña
El camino de la sierra es cosa de ver, é mahiz é de todo lo demás, é cuentan
porque en verdad en tierra tan frago- por unos nudos en unas cuerdas de lo que
sa en la chripstiandad no se han visto cada cacique ha traydo. E quando nos
tan hermosos caminos, toda la mayor avian de traer algunas cargas de leña û
parte de calcada. Todos los arroyos tie- ovejas ó mahiz ó chicha, quitaban de los
nen puentes de piedra ó de madera : en nudos de los que lo tenian á cargo, é
un rio grande, que era muy caudaloso é anudábanlo en otra parte: de manera que
muy grande, que passamos dos veces, en todo tienen muy grand cuenta é raçon.
hallamos puentes de red, ques cosa ma- En todos estos pueblos nos hicieron muy
ravillosa de ver. Passamos por ellas los grandes fiestas de danças ó bayles.
caballos. Tienen cada passage dos puen- »Llegados á los llanos, ques en la cos-
tes : la una por donde passa la gente co- ta, es otra manera de gente más bruta,
mún ; la otra por donde passa el señor de no tan bien traclados, mas de mucha gen-
la tierra ó sus capitanes. Esta tienen siem- te. Assimesmo tienen casas de mugeres é
pre cerrada é indios que la guardan. Es- todo lo demás como los pueblos de la sier-
tos indios cobran portazgo de los que pas- ra. Nunca nos quisieron decir de la mez-
san. Estos caciques de la sierra é gente quita: que tenian en sí ordenado que to-
tienen más arte que no los de los llanos. dos los que nos lo dixessen, avian de mo-
Es Ja tierra bien poblada : tiene muchas rir; pero como teníamos noticia que era
minasen mucha partedella. Es tierra fria: en la costa, seguimos el camino real has-
nieva en ella é llueve mucho : no hay cié- ta yr á dar en ella. El camino va muy an-
negas: es pobre de leña. En todos los cho, tapiado de una banda é de otra. Á
pueblos principales tiene Atabaliba pues- trechos casas de apossento fechas en él,
tos gobernadores, é assimesmo los tenian que quedaron de quando el Cuzco passó
los señores antecessores suyos. por aquella tierra. Hay poblaciones muy
»En todos estos pueblos hay casas de grandes : las casas de los indios de cañi-
mugeres encerradas : tienen guardas á las ços; las de los caciques de tapias, é ra-
puertas ; guardan castidad. Si algún indio madas por cobertura, porque en aquella
tiene parte con alguna délias, muere por tierra no llueve. Desde el pueblo de Sanct
ello. Estas casas son unas para el sacrifi- Miguel hasta aquella mezquita avrá cien-
cio del sol, otras del Cuzco viejo, padre to é septenta ó ciento é ochenta leguas por
de Atabaliba. El sacrificio que hacen es la costa de la tierra muy poblada. Toda
de ovejas, é hacen chicha para verter por esta tierra atraviessa el camino tapiado:
el suelo. Hay otra casa de mugeres en ca- en toda ella, ni en doscientas leguas que
da pueblo desto? principales, assimesmo se tiene noticia en la costa adelante, no
DE INDIAS. LIB. XLVl. CAP. XV. 211
llueve. Viven de riego, porque es tanto dios. Assi como estos mensajeros de los
lo que llueve en la sierra, que salen dé- caciques dicen al obispo su embaxada, en-
lia muchos ríos, que en toda la tierra no tran aquellos pages del diablo dentro á una
hay tres leguas que no haya rio. Desde camarilla, donde dicen que hablan con él;
la mar á la sierra hay en partes diez le- é quel diablo les dice de qué está eno-
guas, á partes doçe, é toda la costa va jado de los caciques, é los sacrificios que
assi. No hace frió. se han de hacer, é los pressentes que
»Toda esta tierra de los llanos é mucha quiere que le traygan.
más adelante no tributa al Cuzco, sino á »Yo creo que no hablan con el diablo,
la mezquita. El obispo della estaba con sino que aquellos servidores suyos enga-
el gobernador en Caxamalca : avíale man- ñan á los caciques por servirse dellos;
dado otro buhio de oro, como el que Ata- porque yo hice diligencia por saberlo, é
baliba mandó. A este propóssito el gober- un page viejo de los más privados de su
nador me envió yr á dar priessa para dios que me dixo un cacique que avia di-
que se llevasse. Llegado á la mezquita é cho que le dixo el diablo que no oviesse
apossentados, pregunté por el oro é ne- miedo de los caballos, que espantaban é
gáronmelo que no lo avia: hícose alguna no haçian mal, hícele atormentar y estu-
diligencia é no se pudo hallar. vo rebelde en su mala setta, que nunca
»Los caciques comarcanos me vinieron del se pudo saber nada más de que real-
á ver é truxeron pressente; é allí en la mente le tienen por dios.
mezquita se halló algún oro podrido que » Esta mezquita es tan temida de todos
dexaron, quando escondieron lo demás: los indios, que piensan que si alguno de
de todo se juntó ochenta é cinco mili cas- aquellos servidores del diablo le pidiesse
tallanos é tres mili marcos de plata. Este quanto tuviesse é nolodiesse,avia de mo-
pueblo de la mezquita es muy grande é rir luego. Y segund paresçe los indios no
de grandes edefiçios : la mezquita es gran- adoran á este diablo por devoción sino
de é de grandes cercados é corrales : fue- por temor: que á mí me deçian los caci-
ra della está otro cercado grande, que ques que hasta estonces avian servido
por una puerta se sirve la mezquita. En aquella mezquita porque le avian miedo,
este cercado están las casas de las mu. que ya no avia miedo sino á nosotros,
geres, que dicen ser mugeres del diablo, que á nosotros querían servir.
é aqui están los silos, donde están guar- »La cueva donde estaba el ydolo era
dados los depóssitos del oro. Aqui no en- muy escura, que no se podia entrar á
tra nadie donde estas mugeres están: ha- ella sin candela, é de dentro muy sucia.
cen sus sacrificios como las que están cu Hice á todos los caciques de la comarca
las otras casas del sol, que arriba lie di- que me vinieron á ver entrar dentro para
cho. Para entrar al primero patio de la que perdiessen el miedo; é á falta de pre-
mezquita, han de ayunar veynte dias: pa- dicador, les hiçe mi sermon diciendo el
ra subir al patio de arriba, han de aver engaño en que vivían.
ayunado un año. En este patio de arriba »En este pueblo supe que un capitán é
suele estar el obispo: quando suben algu- principal de Atabaliba estaba veynte le-
nos mensajeros de caciques que han ya guas de nosotros en un pueblo que se di-
ayunado su año, á pedir al dios que les ce Xauxa: envíele á llamar que me vi-
dé mahiz é buenos temporales, bullan el n i esse á ver, é respondió que yo me
obispo cubierta la cabeça é assentado. fuesse camino de Caxamalca, quél saldría
Hay otros indios que llaman pages del por otro camino á juntarse conmigo. Sa-
<z\% HISTORIA GENERAL Y NATURAL
bido por el gobernador quel capitán es- La plaça es grande é tiene un quarto de
taba de paz é queria yr conmigo, escri- legua. Llegados al pueblo, é como nadie
bióme que volviesse, y envió tres chrips- nos salia á resçebir, yba la gente toda
tianos al Cuzco, ques cinqüenta leguas con pensamiento de pelear con los indios:
más adelante de Xauxa, á tomar la pos- al entrar en la plaça salieron unos princi-
sesion é ver la tierra. Yo me volví ca- pales á resçebirnos de paz, é dixéronnos
mino de Caxamalca por otro camino quel quel capitán no estaba allí, que era ydo
que avia ydo, é adonde el capitán de á pacificar çierlos caciques, é segund pa-
Atabaliba quedó de salir a mí no avia sa- resció de temor se avia ydo con la gente
lido : antes supe de aquellos caciques que de guerra, é avia passado un rio que es-
se estaba quedo é me avia burlado porque taba junto cabe el pueblo, de una puente
me viniesse. Desde allí volvimos hacia de red. Envióle á decir que viniesse de
doade él estaba, y el camino fué tan fra- paz, si no que yrian los chripstianos á le
goso é de tanta nieve, que se passó harto destruyr.
trabaxo en llegar allá. Llegado al cami- »Otro dia de mañana vino la gente que
no real á un pueblo que se dice Bombón, estaba en la plaça, que eran indios de
topé un capitán de Atabaliba con cinco servicio, y es verdad que avia sobre
mili indios de guerra que á Atabaliba lle- çient mill ánimas : allí estuvimos cinco
vaba en achaque de conquistar un caci- dias. En todo este pueblo no hicieron si-
que rebelde, é segund después ha pares- no baylar é cantar é grandes fiestas de
çido, eran para hacer junta para matar á borracheras. Púsose en no venir conmi-
los chripstianos: allí hallamos hasta qui- go : al cabo, desque vio la determinación
nientos mili pessos de oro que llevaban de traerle, vino de su voluntad. Dexé
á Caxamalca. Este capitán me dixo quel allí por capitán al principal que llevé con-
capitán general quedaba en Xauxa, é sa- migo.
bia de nuestra yda é tenia mucho miedo. »Este pueblo de Xauxa es muy bueno
Yo le envié mensajeros para que estu- é muy vistoso é de muy buenas salidas
viesse quedo é no tuviesse temor : hallé llanas : tiene muy buena ribera : en todo
allí un negro que avia ydo con los chrips- lo que anduve no me paresció mejor dis-
tianos que yban al Cuzco, é díxome que pusiçiou para assentar pueblo los chrips-
aquellos temores eran fingidos, porque el tianos, é assi creo quel gobernador assen-
capitán tenia mucha gente é muy buena, tará allí pueblo, aunque algunos que pien-
é que en pressençia de los chripstianos san ser aprovechados del tracto de la mar
la avia contado por sus nudos, é que avia son de contraria opinion. Toda la tier-
hallado treynta é cinco mili indios. Assi ra desde Xauxa á Caxamalca por donde
fuymos á Xauxa : llegado media legua del volvimos es de la calidad que tengo
pueblo, visto quel capitán no salia á res- dicho.
çebirnos , un principal de Atabaliba que »Venidos á Caxamalca, é dicho al go-
llevaba conmigo, á quien yo avia hecho bernador lo que se avia hecho, me man-
buen tractamiento, me dixo que hiçiesse dó yr á España á hacer relación á Su Ma-
yr los chripstianos en orden, porque creia gestad desto é de otras cosas que convie-
quel capitán estaba de guerra. Subido á un nen á su servicio. Sacóse del montón del
cerrillo que estaba cerca de Xauxa, vimos oro çient mill castellanos para Su Mages-
en la plaça grand bulto negro, que pensa- tad en cuenta de sus quintos.
mos ser cosa quemada. Preguntado qué »Otro dia de cómo partí de Caxamalca,
era aquello, dixéronnos que eran indios. llegaron los chripstianos que avian ydo al
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XV. 213
Cuzco, é truxcron millón y medio de »Molina va á essa cibdad: del podrán
oro. vuestras mercedes ser informados de to-
»Despues de yo venido á Panamá vino do lo que más quisieren saber.
otro navio en que vinieron algunos hidal- »A la gente cupo do parte, á los de ca-
gos. Diçen que se hiço repartimiento del ballo nueve mili castellanos, al goberna-
oro : cupo á Su Magestad, demás de los dor sessenta mili, á mí treynta mili. Otro
cien mili pessos que yo llevo é cinco mili provecho en la tierra el gobernador no le
marcos de plata, otros ciento é sessenta ha ávido, ni en las cuentas ovo fraude ni
y cinco mili castellanos é siete ú ocho mili engaño. Dígolo á vuestras mercedes, por-
marcos de plata, é á todos los que ade- que si otra cosa se dixere, esta es la ver-
lante venimos nos han enviado más socor- dad. Nuestro señor las magníficas perso-
ro de oro. nas de vuestras mercedes por largos tiem-
» Después de yo venido, segund el go- pos guarde é prospere. Fecha en esta vi-
bernador me escribe, supo que Atabaliba lla de Sancta Maria del Puerto á veynte é
hacia junta de gente para dar guerra á tres dias de noviembre de mili é quinien-
los chripstianos, ó dice que hicieron jus- tos é treynta é tres años. A servicio de
ticia del : hiço señor á otro hermano su- vuestras merçedes.=Hernando Piçarro.»
yo , que era su enemigo.

CAPITULO XVI.
En que se tracia cierla relación quel choronisla ovo en esla cibdad de Sánelo Domingo de Diego deMolinaf
ques aquel á quien hace crédilo el capitán Hernando Piçarro en su caria de susso *, é traía, segund decía,
dos mili pessos de oro que le cupieron deslos negocios, é muy hermosas pieças de oro que yo vi é toda
esta cibdad, porque eran las mayores que nunca se avian visto en esta isla hasta estonces.

Um el mes de diciembre del año de mili no en pressençia de algunos hombres de


é quinientos é treynta é tres años estuvo bien que tanto ó más que yo le pregunta-
en aquesta cibdad de Sancto Domingo de ban; é assi satisfacía, no como oración
la Isla Española (é aun parte del año si- ordenada, sino como suelen responder
guiente) un mancebo, hombre de bien é los que de diverssos son interrogados. Y
natural de Baeça, llamado Diego de Moli- á vueltas de su plática estaban allí en su
na, ques aquel á quien en la carta de susso possada y en pressençia de todos dos
hace crédito el capitán Hernando Piçarro, cántaros ó tinajuelas de oro de quatro
como á testigo de vista é hombre que ve- palmos de alto, é de cada diez ó más de
nia de donde fué presso Atabaliba: del redondo con sus coberteras ó tapaderos
qual, como yo le conosçia primero, é era assimesmo de oro. Cabían á seys arrobas
persona que me avia de decir la verdad, de agua, é pessaban á más de tres milj
quise informarme de algunas cosas de é quinientos pessos de oro cada una. Ve-
aquella tierra. É me dixo loqueen este ca- nían señaladas con unas rayas hechas con
pítulo diré assi simpliciter, como á nues- un cuchillo ó puñal, la una por de doce
tro raçonamiento ocurría, no secreto, si- quilates é la otra por de trece, é las co-

* De esle lugar quilo Oviedo la siguiente cláu- dose á conocer en eslas lineas la diligencia con que
sala: «De quien se quiso informar [el chorotiista] co- procedía Oviedo, ha parecido conveniente conser-
mo de testigo de vista, que se halló en la prission de var esta noticia, si bien la repite en el cuerpo del
Atabaliba, é al quai conosçia de antes, etc.» Dan— capítulo.
214 HISTORÍA GENERAL Y NATURAL
berteras de catorce; pero notablemente se supo que assi lo quería Atabaliba; é
paresçia que era mucho mejor oro que! aqueste estaba en la frontera é junto á la
quilate deçia. Llevaba muchos copones raya del Cuzco, é más atrás eslaba con
de oro, unos más finos que otros, é una treynta mili hombres otro capitán de Ata-
olla, que podria caber ana arroba de baliba, llamado Chillicuchima, hombre
agua, de muy buena plata é muy bien la- mucho de guerra ; pero no se halló en la
brada, é otras cosas muchas de ver de prission del Cuzco.
oro é plata; é muy hermosas camisetas é El Cuzco viejo alias Guaynacava, pa-
mantas muy finas de lana é de algodón de dre destotro Cuzco, dicho Guaseara, é de
la ropa que en aquellas partes se usa, la- Atabaliba, dexó por señor de su estado
brada con mucha solileça é primor. é reyno al Cuzco, su hijo mayor (á quien
Colígese de aqui, que quando este man- yo digo que se llamaba Guaseara); é de-
cebo que era un pobre compañero lleva- xó á su segundo hijo Atabaliba la provin-
ba esto, qué seria lo que los capitanes é cia de Quito, fuera de las sierras é de la
hombres principales que en este negocio otra banda del Sur; de manera que las
so hallaron, les cabria de parte, é qué lle- sierras están entre la provincia de Quito
varía Hernando Piçarro. Deçia que la nao é la costa del Perú é llanos de la costa del
en quel yba, yba llena de tales é muy Norte de aquella tierra.
mayores linaxas de oro é otras pieças de Donde en la carta de susso dice, en el
mucha admiración. É pues todo aquello capítulo precedente, é nombra á un pue-
se vido en España, y es público en el blo la Ramada, á esse llaman los indios
mundo, é no se aver visto ni escripto otra Cullique.
cosa semejante, no quiero perder tiempo Donde dice en la carta de susso que
en esto, ni dexar de escribir lo que de- envió el gobernador Francisco Piçarro un
más oy al dicho Molina. capitán con quince de caballo, este fué el
Y porque dicen algunos queste grand capitán Hernando de Soto, é los que le
príncipe se llamaba Atabalica, digo que acompañaron fueron los siguientes:
no han do llamarle sino Atabaliba: é á su El capitán Hernando de Soto.
padre y hermano llaman algunos á cada Ginés de Carranca.
uno dellos Cuzco; é también se engañan, Luis Maca.
porque estonces, como traían más la me- Alonso Perez.
moria en recoger dineros que en entender Lope Velez.
los nombres proprios de cuyos eran, no Miguel Astete *, natural de Sancto Do-
acertaban el lenguage, ni era esso lo que mingo de la Calcada.
yban á buscar estos soldados. Gonçalo del Castillo.
Dicho tengo, é adelante se dirá, quel Fuentes.
padre de Atabaliba se deçia Guaynacava, Pedro Cataño, natural de Sevilla.
é su hijo mayor, contendor de sn her- Pedro de la Barrera, de Madrid.
mano Atabaliba, era su nombre proprio Hernando de Baena, hijo de Francisco
Guaseara. Prosupuesta aquesta verdad, Marquez, vecino de Madrid.
deçia Diego de Molina quel capitán gene- Morgovejo de Quiñones.
ral de Atabaliba se deçia Quizquiz, y este Diego de Molina, vecino de Baeça.
es el que peleó con el hermano é le pren- Johan Piçarro de Orellana.
dió , é después le ahogó, porque diz que Johan Piçarro, hermano del gobernador.

Atiles !e ha llamado Estele.


DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XVI 215
Su hermano Gonçalo Piçarro. oro como la carta dice ; pero que cree
Y el chripstiano que fué enviado por el que de buen oro seria lo que se ovo un
gobernador Francisco Piçarro á Atabali- millón é doscientos mili pessos de oro fi-
ba, quando quiso venir á le ver, fué un no é cinqüenta mili marcos de plata.
hidalgo llamado Aldana. En la ermita de Pachacama faltó el
Preguntóle uno de los circunstantes al herraje á Hernando Piçarro é al capitán
Diego de Molina cómo se llamaba aquel Hernando de Soto é los que llevaban, que
padre dominico que le fué á hablar á Ata- eran treynta é cinco de caballo , é hicie-
baliba antes de su prission, quando arro- ron hacer herraje de herraduras é clavos
jó un libro quel frayle le enseñó de la Sa- para sus caballos, de plata, las quales hi-
grada Escriptura, é cómo avia passado cieron los indios fundidores muy buenas
aquello: dixo que se llamaba fray Vicen- é quantas quisieron dolías, con el qual
te , é ques natural de Yepes ; pero deçia herraje andovieron dos meses.
el dicho Molina que aquel padre reveren- Á la oveja dice Molina que la llaman
do no se quitó de cerca de Atabaliba, col en la tierra llana, y en la sierra se dice
quando el Atabaliba con su soberbia le llama, é al carnero macho llaman urco, é
echó el libro en el suelo é le respondió lo al cordero uña, al pato muñoma.
que la carta dice, sino que viendo su so- Hay muy buena canela, é de aquesta
berbia é determinación, dixo: «Chripstia- se truxo una carga ó dos, por mandado
nos, qué haçeys?» É que estonces se pu- de Atabaliba, de hacia la provincia de
so por obra por los chripstianos lo que la Quito, y es de otra forma que la canela
carta dice: tenia el padre una chaverina de la Especiería, porque esta es como
en la çinta é una cota vestida, bastada. vassillos ó engaste de alguna fructa.
Dixo que murieron en la plaça al tiem- Deçia este que aquellas mugeres cas-
po que fué presso Atabaliba, hasta dos tas que dice la carta es burla, que no son
mili é ochocientos indios, é que en se- castas; pero ques verdad que las guar-
guimiento clellos matarían otros tantos ó dan hombres castrados, é questos son
pocos menos ó más fuera de la plaça. capados de todo punto, que ni tienen
Dixo que llevaba Hernando Piçarro un verga ni compañones.
grano de oro de minas de dos mili é qui- É deçia que las mugeres se entierran
nientos pessos, é otro de mili é tantos, é con sus joyas de oro é plata, é los hom-
muchos de á quinientos é desde abaxo; é bres con las suyas, é que hacen unas sc-
questa muestra vino de las minas de oro polluras soterranas de más de un estado
que están çient leguas adelante del Cuzco de alto, que están por encima cubiertas
en una provincia que llaman Collao; pero de tablado, é sobre aquel tierra, é son
que los chripstianos no las avian visto las quadradas, de más de quince ó más pies
dichas minas en esse tiempo. Tiene ata- de ancho ; y en cada una sepoltura se en-
bales é trompetas de oro baxo. tierran diez ó doce ó más personas, é dc-
Djsde el pueblo de Sanct Miguel á Ca- xan un agujero enmedio de la sepoltura
xamalca hay ochenta leguas, é desde Ca- por donde en ciertos dias les entran á dar
xamalca á la mezquita doscientas é çin- de beber á los muertos.
qüenta. Hay mucha yuca de la buena, que se
Al galpón llaman guaçin, é galpón come sin que mate, é mucho mahiz, é
quiere decir en la lengua de Nicaragua muchos ajes, é buenas fructas, assi como
portal cubierto. guayabas é otras, é cierta manera de pe-
Este Molina no dice que fué tanto el pinos, no como los de Castilla , pero que
246 HfSTORíA GENERAL Y NATURAL
les quieren paresçer en lo exterior, é as- La gente de guerra tiene muy sojuzga-
si tamaños; pero es mejor fructa que dos á los que son labradores é gente del
nuestros pepinos, é son plantas que se campo que entienden la agricoltura; é la
ponen como los ajes. gente llana é labradores no tienen armas
Hay muchos pavos é tórtolas é anado- algunas ni se las consienten tener los
nes ó patos; é muchos ciervos, é ovejas hombres de la guerra. Pelean con arcos
de las grandes é otras menores : hay ti- é flechas, é no tienen hierba, é pelean as-
gres; é muchos é buenos pescados é aves simesmo con varas y estóricas é hondas é
de mar. macanas de dos manos, que son algunas
Andan las mugeres cubiertas, que no hechas como roncas, é assimesmo con
se les vé de las personas quassi la punta porras de madera resçias.
del pié, é cubiertas de mantas delgadas, La chicha que hacen es de mahiz ; pe-
é sus camisetas faxadas, é los cabellos ro muy limpio, é muy buen vino se hace
cortados por delante é lo demás luengo, dello, éno lo mascan el mahiz para haçe-
é los bracos desde los cobdos descubier- llo, como en algunas partes de la Tier-
tos, é son blancas é de buenos gestos. ra-Firme.
Pero esta blancura yo no la apruebo, por- Traen çarçillos los hombres é las mu-
que aqui se han traydo délias, é me pa- geres en algunas partes é provincias de
resçe que son como los otros indios ó in- aquel señorio de Atabaliba, y en diferen-
dias de aquestas partes en la tez, verdad tes maneras ; é también como los de Ni-
es que mejor tractadas. Los hombres caragua de rodajas de huesso encorpora-
traen el cabello cortado por delante sobre das en las ternillas baxas de las orejas,
la frente é lo demás en igual de la barba: redondas, é tan grandes como un doble
é son lempiños é sin barbas ; é andan cu- ducado de España, é mayores é menores,
biertos de unas mantas, é aun sobre las como á cada uno le place.
cabeças como alárabes, é sus camisetas. Los indios duermen en camas de. col-
Tienen gobernadores é mucha justicia, chones pequeños: los de los llanos de al-
y en la sierra son gente limpia del peca- godón, é los de la sierra de lana.
do nefando de Sodoma, é tienen muchas Hay en aquella tierra muchos coris é
mugeres, é algunos tienen por mugeres á muy buenos ; pero mayores que los des-
sus hermanas. Deçia este Diego de Moli- ta nuestra Isla Española mucho, porque
na que un chripsliano se quiso casar con son como conexos en el grandor; y en
una hermana de Atabaliba, é le dixo que todo lo demás, assi en la hechura como
no quería , que era su muger y hermana, en las colores, son como estotros.
é aquella noche durmió con ella estando Deçia Diego de Molina que hay muchas
presso. é buenas çanahorias de las moradas. E
Tienen sus heredamientos en ganados con esto se concluye la relación del testi-
é otras haciendas distintos, é sus plaças go alegado.
en que hacen cada dia su tiánguez ó mer- Passemos á otras cosas de aquella
cado. tierra.
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XVII. 217

CAPITULO XVII.
En el quai se memoran diverssas cosas de la gobernación de Francisco Piçarro, quel auctor destas histo-
rias ha entendido por ifnormacion de testigos fidedignos, sus conosçidos, é a ssiserá el pasto deste capítulo
como pepitoria de diverssas partes ó apetitos deste manjar, ó como aquella conserva llamada composta,
ques una confiçion de diverssos géneros de fructas (revuelto todo) en un mesmo vasso; y aqui los que
fueren amigos de la leçion, ques mas dulçe é delectable exerçiçio , por la mucha ó incomparable diferen-
cia del juicio é racon natural, á Jos paladares *.

I^omo estas cosas de la Nueva Castilla res ó puertas señaladas abren el agua pa-
son en sí tan grandes, é tan apartadas, é ra regar lo baxo á los de concejos ó co-
tan nuevas, y tan importantes, é tan des- munidades en tiempos diputados, é repár-
viadas y peregrinas, assi no he çessado tenlas segund tienen las heredades: é des-
de inquirir todo lo que he podido escudri- pués entre el año cada uno toma el agua
ñar, para me informar de todo lo que se que quiere é há menester é no más, y en
permite á la pressente historia, y en es- este caso muchos testigos de vista he vis-
pecial de aquellos hombres que saben me- to conformes; y aun algunos dicen que la
jor que otros entender y examinar lo que labor destas acequias, considerado dónde
veen. Y assi por su buen juicio como por están, es un edefiçio para un muy pode-
su edad y expiriençia larga quel piloto roso é rico príncipe.
Pedro Corço tiene en estas cosas de In- Decíame este piloto quel gobernador
dias , donde muchos años há que navega Francisco Piçarro hacia su assiento en la
é anda por la mar y en la tierra, algu- cibdad de los Reyes, que los indios lla-
nas veces que ha venido á esta cibdad, man Lima, é que se le dio essotro nom-
después de nuestro largo conosçimiento bre porque en dia de la Epiphania ó de
de Tierra-Firme, ha dicho lo que agora los Reyes se principió su vecindad de los
diré, preguntándole yo por las cosas de españoles en ella. É que los naturales de
la tierra é mares australes. la tierra van los hombres vestidos con ca-
Este me ha dicho quel pueblo de Sanct misetas sin mangas é hasta medio muslo,
Miguel está veynte é cinco leguas dentro é las mugeres con camisas largas hasta en
en tierra apartado de la mar, é que las pié, é muy anchas é sin mangas, é á ma-
doçe délias es todo arenales, é aun quas- nera de alba se las ciñen, é assi andan.
si todo lo demás; é que se apartó aque- Y traen los cabellos cortados comunmente
lla población por llegarse á la sierra é al ellos y ellas en general, excepto los se-
fresco é donde hay verduras ; pero que ñores é hombres principales é mugeres de
comunmente toda la tierra es estéril, aun- los tales, que traen luengos los cabellos.
que se puede regar lo de los llanos, é Dice este piloto que aquella cibdad de
que se riega, porque en ellos nunca llue- Lima está en diez grados de la otra par-
ve. É por lo alto de las sierras vienen las te de la línia equinoçial, á la parte del
aguas por acequias hechas á mano, de polo antartico.
uno é dos estados de hondo, é más é me- Los heredamientos de sus haciendas
nos , é de ocho é diez pies en ancho, é çércanlos de tapias muy buenas, é las
algo más é menos en partes; é por luga- arenas en montes que hay délias están (\

* De este epígrafe quitó Oviedo algunas cláusu- dar razón de ello el deseo de que sea enteramente
las, bien que de poca importancia, moviéndonos á conocido el MS. original, que sirve de texto,
TOMO IV. 28
248 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quatro ó cinco leguas de la mar, desde Hay guayabos muy buenos é de muy
Sanct Miguel adelante. buenas guayábase grandes.
Hay una hierba que enrama las paredes Hay axi mucho é de muchas maneras,
é huertos, fresca é de muy lindas flores, assi colorado como verde é amarillo, é
é tiénenla en los huertos, é las hojas de- redondo é luengo é menudo é de todas
lia saben é son en el gusto é olor como las otras maneras que se halla en estas
verdaderas alcaparras; pero la tierra es partes.
tal, que no hay hierba donde no hay Hay cerrajas, verdolagas, mani, apio
agua. é muy bueno ; mucha yuca de la que no
Hay raposos grandes ó corros, como mata, que llaman boniato,, é no hay des-
en España, é bien armados de dientes, é totra que mata: ajez, mahiz, é aquella
de la mesma color é pelo. hierba que llaman lingua canina ó lengua
Hay unos animales del tamaño de cier- de perro : arthemisia muy buena, verbe-
vos é de uña hendida, y en todo é por na, albahaca mucha, llantén, hierba mo-
todo son como ciervos, salvo quel pelo ra , é muchas otras é buenas hierbas.
es áspero y espesso mucho, é no tienen Unas ray ces hay tan gruessas como el
cuernos, ni los comen los indios ; é son á braco, é más é menos, é muy semejan-
la manera de los animales que llaman en tes en el sabor é olor é color á las çana-
Italia mufros, é andan en grandes mana- horias, salvo que no tienen aquella me-
das de çinco é seys mili, é más é menos, dula ó tallo de enmedio duro como la ça-
juntos. nahoria, sino todo este fructo ó rayz se
Hay anones muy buenos, como los de come muy bien.
Nicaragua é destas islas. Hay unos árboles que son grandes y
Hay un árbol que hace una fructa de hermosos, é llevan una fructa que quie-
dos é de tres palmos de luengo, é grues- re paresçer mucho á los que en Tierra-
sa como poco menos que la muñeca, é Firme llaman membrillos, é assi el cues-
tiene de dentro el comer della, á manera co dividido en tres y en quatro partes é
de una pasta muy dulçe é çumosa : é tiene de buen sabor ; é lo que se come desta
cuescos á trechos, que quieren paresçer á fructa es muy bueno é sano manjar, y el
habas verdes, y entre cuesco é cuesco árbol se llama hicomas.
hay un buen bocado de aquel manjar ó Hay otra fructa ques como nabos, gran-
fructa. Llámase este árbol coabay y es ár- des é gruessos como la pantorrilla, é me-
bol grande é gruesso é de resçia madera, nos é más algunos, é son como agua, dul-
é la hoja del es quassi como de ser- ces, é la carnosidad como nabos; pero
val \ luego se deshacen en la boca. Es como
Hay unos árboles grandes que llevan agua, é llámase chicomas : de fuera, so-
ciruelas, todas de cada dos cuescos, é bre la haz de la tierra, echa ramas tendi-
cómense aunque no son de muy buen sa- das como hierbas, é quiere paresçer esta
bor, é la carnosidad délias se pega á los planta á la de los ajes.
dientes, y el vino sabe muy mal, si lo Para coger la plata, que hay mucha,
beben tras esta fructa. hacen en la sierra, cinco ó seys leguas de
Hay perales grandes de aquellas peras Sanct Miguel, unas cavas; é desque han
de la Tierra-Firme, que nunca maduran hecho un trecho de cava, hacen un hoyo
en el árbol, sino después de cogidas. ancho al cabo é pegan fuego á la cava (ó

Véase el capítulo XXXV del libro VIII de la primera parle.


DK INDIAS. LIB. XLVJ. CAP. XVII. 219
tranchea) é derrítese el metal é va á pa- diçe de açeyte ni trementina, porque la
rar en el hoyo, donde se recoge en mu- pez es cosa común é sabida que se hace
cha cantidad la plata, é después se refina de los pinos, y el açeyte de los olivos, é
é sacan de un quintal de aquel metal qua- la trementina del terebinto. Pero no dis-
tro marcos é más de muy buena plata. Pe- putemos desto : basta que hay las fuentes
ro es muy dificultoso de sacar, porque no ó manantiales donde es dicho de algún li-
hay leña en la sierra é se ha de llevar á cor ó betume como aquel de la isla de Cu-
cuestas allá desde lo llano; y la leña que bagua, ú otros que avernos tocado en es-
llevan es de aquellos garrobos, que se di- tas historias, ó de otro género incógnito.
xo de susso, la qual es muy buena é res- Y puedo decir que ya son muchos los que
çia madera. me han certificado que la una dessas fuen-
Todo lo que está dicho en este capítu- tes es en el olor como la mesma tremen-
lo hasta aqui, es del dicho piloto Pedro tina.
Corço, é de otros que en muchas cosas Deste piloto é de otros muchos he sa-
de las sussodichas me dixeron lo mesmo. bido é tuve noticia de las islas que aqui
Añadiendo á la pepitoria ó composta diré; pero ni él ni ellos me supieron pun-
que se dixo de susso, digo que otro pilo- tualmente decir sus grados: opuesto que
to, llamado Johan Cabeças, que en aque- sea tan diferenciada materia la geogra-
llas partes anduvo (é hombre muy cursa- phia é assiento délias de lo que hasta
do en Indias) me dixo que en aquella cos- aqui se ha tractado (pues que en esta ne-
ta de Sanct Miguel, donde se dice la punta gociación é descubrimiento de la Nueva
de Finisterrce, hacia Chincha dos leguas, Castilla se hallaron é ovieron noticia dé-
están unas salinas que á mí me es cosa lias los españoles), quíselas poner en es-
muy nueva la forma deíías, sobre el agua ta composta basta que más particularmen-
de la mar, media legua de ancho, ó dos te yo sepa su sitio é forma délias. Este
ó más de luengo de la costa, tan alta la piloto deçia quél descubrió la una destas
sal como á la cinta, é menos ó algo más, islas, é que la llaman isla de Cocos, por-
hecha como peña ó roquedos quaxados; que hay muchas palmas dellos, é que es-
é debaxo de las tales peñas de sal es lo- tá doscientas é treynta leguas de Panamá
do agua de la mar. É continuamente an- é ciento é treynta del puerto de la Posse-
daban sobre dos mili indios corlando la sion de Nicaragua ; é segund esto, á mi
dicha sal con herramientas é picos ; é ar- cuenta estará en dos grados y medio, po-
rancando el pedaço, está el agua de la co más ó menos, de aquesta parte de la
mar debaxo á la rodilla, é más é menos; línia equinoçial, si en essas leguas que he
é la sal es muy blanca é muy buena, é dicho este piloto no se engañó; é dice
mucho cosa de ver é aun de maravi- ques gentil isla é de buenas aguas.
llar. Otra nueva isla dixo este piloto que es-
Tres fuentes de pez me dixo el mesmo tá á ochenta leguas de Panamá é á qua-
Johan Cabeças (yen aquesto de Jas fuentes renta de las islas de Çcbaco: la qual isla
yo he hallado testigos) que hay en la pun- es muy alta é llena de nieve en lo alto do-
ta de Sancta Elena (la qual punta está dos lía, é llamáronla Malabrigo. Y tiene dos
grados é algunos minutos de la otra parte sierras, y es toda peña rasa c sin árbo-
de la línia del cquinoçio, en aquella costa les ; é si este piloto contó é tasó bien las
de la Nueva Castilla). É la una délias de- leguas que diçe, pienso yo que está en
çia ques de açeyte ó trementina; pero de quatro grados desta parte de la línia equi-
pez no lo pueden ser, ni tampoco la que noçial , poco más ó menos.
220 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Dicho tengo en otras partes quel Perú petir algo de lo dicho, no debe resçebfr
es en unas sierras que pueden estar treyn- pessadumbre el Ietor, porque siempre
ta é cinco ó quarenta leguas de Panamá avrá acresçentamiento é otras novedades,
á Ja parte de Levante, porque desde y por tanto puse á este capítulo el nom-
aquella costa començaron los capitanes bre que dixe de la pepitoria ó compostai
Francisco Piçarro é Diego de Almagro á é desto es causa ser más personas las que
hacer su descubrimiento, é llamaron Perú informan destas cosas, entre las qualeá
á la tierra que agora llaman la Nueva dicen que en aquella costa está una isla
Castilla : é desde aquella tierra á la parte que los españoles llamaron la Gorgona por
de hacia Levante çient leguas, poco más las muchas serpientes que en ella hay.
ó menos, es tierra anegada é llana, todo Está seys leguas de Tierra-Firme; es algo
manglares, é más poblada la costa, é la alta é muy llena de árboles, los quales
gente que la habita son flecheros, é vi- nunca pierden la hoja; pero esto es co-
ven en barbacoas ó casas sobre árboles é mún en estas Indias. Hay en ella muchos
postes altos é de árboles, como las que guabeniquinaxes é muchas é muy grandes
hay en el rio Grande de la culata del gol- culebras ; pero son provechosas, porque
pho de Urabá. Algunos indios tienen tira- las comen los que allí van con nesçessi-
deras é macanas, y es tierra donde las' dad, é hay muchas œaybas. En derecho
lluvias son muy continuas, é assi hay desta isla, çient leguas ó más la vuelta
muchos rios é muy grandes é los más de- de la mar está en el golpho que passan
llos navegables para barcas é berganti- de Nicaragua al Perú á una isla que lla-
nes. Y hallábase en poder de los indios man de Cocos, que dixe de susso; y es
mucho oro labrado, é traían çarçillos de- muy alta é de muchos palmares é otros
11o en las orejas é narices y en.otros ca- árboles ( pero en esto de las leguas más
bos ; é por allí se hallaron algunas made- creo lo que se dixo de susso). Tiene de
xas de oro tirado, é decían los indios que circunferencia quatro leguas, poco más ó
avian este oro de una gente que habitan menos, é alrededor de sí mesma es lo
detrás de una cordillera de sierra que va más della de peña tajada : descienden dé-
prolongada toda la tierra, á veynte le- lia muchos caños de agua muy altos, y
guas ó menos de la costa de la mar, é encima es mucha parte della llano. Hay
decían que era muy buena tierra la de la muchas aves assi marinas como de tierra;
otra parte de la dicha sierra. Y era assi son como çorçaîes é consienten se to-
la verdad, porque adonde señalaban es mar: hay muchos ratones tan grandes co-
|a tierra que después descubrió el capitán mo corís, é son blancos; muchos é muy
Sebastian de Benalcácar; é avian aquel buenos cangrejos. Hay mucho pescado de
oro á trueco de pescado é de sal, la que diverssos géneros ; é assi el pescado co-
hacen desta manera. Toman rayces de mo las otras animalias é aves no huyen.
mangles quemadas, é de la çeniça hacen Tienen muchos palmares de cocos á la cos-
lexia, con la quai é con agua de la mar ta de la mar, que paresçen ser venedi-
cuácenlo todo junto hasta que se cuaxa é ços como los de Burica. Allí se hallaron
se hace sal: que por el mucho llover no ciertos y dolos labrados de piedra.
hay salinas en aquella tierra. Es gente des- Passadas las çient leguas de la costa de
nuda , é mantiénense de los bastimentos, Anegadiços é llegándose á la equinoçial,
monterías é pesquerías, como en Castilla hay mucha diferencia en la tierra, porque
del Oro. no hay manglares; pero es tierra montuo-
Ya tengo dicho que si se tornare á re- sa, é los árboles son çeybas. Hay algodo-
DE INDIAS. LIB. XLVl. CAP. XVII. %%\

nales monteses de mançanillos de la ma- tierra de Puerto Viejo es tierra rasa é de


líssima hierba é otros árboles, é toda la pocos montes, é arde mucho el sol en ella
costa de la mar barrancas blancas é muy y es algo enferma. Todos los más indios
altas: es tierra enferma, é hay yuca é que habitan en la costa son sodomitas
axes é las otras fruclas que en la Tierra- abominables, é usan con los muchachos,
Firme de Castilla del Oro.Los indios traen é los traen é andan ellos muy enchaqui-
Camisetas cortas é sus vergüencas de fue- rados é ornados de sartales con muchas
ra : las mugeres naguas ó mantas de la joyuelas de oro. Tractan mal las mugeres:
cinta abaxo, como en Castilla del Oro. ellos visten camisetas cortas é las ver-
Tienen é traen oro é plata en joyas é çar- güencas de fuera. Comen tortillas de
çillos y en las narices: el cabello traen co- mahiz y el pescado crudo, é lo más que
mo los indios coronados de la costa de allí hay son bonitos, é créese que de aquel
Sancta Marta é del rio Grande. pescado proceden las berrugas ques di-
Hánse hallado en aquella tierra muchas cho á los que comen esse pescado.
é buenas turquesas y esmeraldas: é las Por aquella tierra adoran unas ymági-
esmeraldas se crian en guijarros é piedras nes de sierpes muy grandes, é también
como marmoleñas, pero lo blanco más de cabrones é de tiburones: tienen y ma-
claro quel mármol é no trasparente en las gines destas cosas, en que adoran, como
enterioras de tales piedras, porque se ha es dicho.
visto esmeralda acabada de sacar del gui- Hay por allí poca agua, é beben de
jarro , y es de una parte esmeralda é de pocos, que en toda aquella costa, desde
la otra guijarro claro ó trasparente. Pero que comiença á se allegar á buena tierra
aunque se han ávido algunas piedras des- hasta Tumbez, no se hallan sino tres rios
tas esmeraldas de mucho valor é otras caudales, ques uno la bahia de SanctMa-
muchas de medianos presçios, no se ha theo, é otro el de Caraque, é otro el de la
hallado en esta gobernación el nasçimien- Puna.
to, é los indios lo tienen secreto. Tornando á contar desta tierra de Puer-
Hay muchos lagartos de los grandes ó to Viejo, la tierra adentro hacia la parte
cocatriçes en los rios-, é son muy dañosos. del Leste, prolongándola por debaxo de
En aquella tierra sacrifican indios mu- la línia ó cerca della, va toda la tierra llana
chachos é mugeres ; é desollados, los cue- de pocos montes (quiero decir sierras),
ros los hinchen de paja é los ponen cruci- porque toda ella va de muchas arbole-
ficados dentro en los templos. Adoran das: es tierra rica de oro é piala. Quando
unos ydolos quassi de hechura de cabro- don Pedro de Alvarado entró por allí la
nes , negros : é aquestos pénenlos encima via de Quito halló tanta falta de agua,
de unos altares baxos, dos dellos en cada que peresçiera su gente si no hallaran
templo, é allí les dan ciertos sahumerios unos cañaverales de las cañas gordas de
é los sirven. Castilla del Oro, que cortándolas las ha-
En aquella tierra quassi todos los espa- llaron llenas de agua, de que bebieron
ñoles que en ella están, de un mes arriba las gentes é los caballos. Cerca desta tier-
crian unas berrugas sucias é grandes, ra le llovió al dicho Alvarado dos dias
que á algunos les salen en la cara é á tierra bermeja, lo qual ovieron por mal
otros en el cuerpo, é huelen mal, é si re- pronóstico: é tal le subcedió, porque al
vientan se desangran por ellas é aun pe- passar un puerto de nieve adelante le que-
ligran algunos, assi en Puerto Viejo como daron helados mas de septenta ú ochenta '
en otras partes de la tierra. En aquella hombres ó mugeres entre indios y espa-
222 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ñoles. Yo estaba algo incrédulo desta re- quebrar, é huelen á hinojo, y echan una
lación, que un hidalgo é persona de buen resina muy olorosa, que tienen los indios
crédito me avia escripto desde la tierra é en mucho, porque sahuman sus ydolos
gobernación de Francisco Piçarro, é otros con ella.
que de allá vinieron me lo avian dicho ; é Entre la punta de Sancta Elena é Tum-
después passó por aqui el adelantado don bez hay un rio muy grande é bien pobla-
Pedro de Alvarado, y él mesmo me cer- do : la gente que lo habita andan todos
tificó que tres dias continuos le llovió tier- desdentados, que no tienen dientes en la
ra, é que para dar hierba á los caballos mandíbula superior, assi hombres como
é quitársela.era menester lavarla primero mugeres: que por cierto delicto que hi-
para que la pudiessen comer. Y después cieron al Cuzco j alias Guaynacava, padre
he visto que no es aquessa la primera vez de Atabaiiba, les impuso aquella peniten-
que ha acaesçido lo semejante en el mun- cia, é al pressente la guardan.
do, porque Livio en muchas partes de En la boca deste grand rio ques dicho,
sus decadas escribe aver llovido piedras hay una isla que llaman la Puna, que ter-
é sangre é otros prodigios ; pero aquesto na de circunferencia doce leguas, llana é
de llover tierra también lo pone, é dice de pequeños montes, pero muy viciosa.
que en Piçeno una cabra avia parido en Avia en ella pocos más ó menos de seys
un parto seis cabritos, é que en Arezzo ó siete mili vecinos indios : es de muchas
nasció un niño que no avia sino una ma- é buenas pesquerías de diverssos géneros
no, é que en Amiterno llovió tierra, é de pescados, é un hermoso puerto, que
que en Formio avia seydo tocada la puer- echan plancha en tierra los navios. Hay
ta de la cibdad y el muro del rayo celes- muchos venados en ella. Beben de pocos,
te , é que allí mesmo un buey avia habla- y es muy rica de oro é plata.
do diciendo: Guárdate Roma.1 De manera Todos los indios é principales se sirven
que por esta auctoridad se colige que ya con vassijas de oro : el señor desta isla
llovió tierra en Italia, segund este auctor salió de paz al gobernador Francisco Pi-
dice. çarro, é le passó toda su gente é caballos
Tornando á nuestra historia desta go- en balsas desde la Tierra-Firme á Ja isla,
bernación de la Nueva Castilla, muchos que hay una legua, porque allí usan las
afirman que en la punta de Sancta Elena balsas, é puede llevar una balsa por la
ee hallan muchos veneros de pez é alqui- mar dos é tres caballos. Son hechas de
trán ó á lo menos le paresçe, é brean los unos palos gordos é livianos tablados co-
navios con elfo. Toda la tierra ques dicho mo vigas, é otros atravessados, en que
é aun la que se dirá es de diverssas len- van atados, é sus barbacoas enmedio, é
guas, tanto que cada población tiene su sus velas latinas, é remeros por los lados
lengua, é aunque con los vecinos algu- con sus nahes. El señor desta isla se sirve
nos se entienden es con mucha diverssi- con mucha pompa, é quando sale de su
dad de vocablos mezclados con los otros casa es con trompetas é atabales: tienen
comunes. porteros é guardas de sus mugeres, é
Todos los más de los árboles que hay porque estos no les parezcan bien á ellas,
desde Puerto Viejo adelante hasta Sancta traen cortados los beços é narices é los
Elena por la costa, son á la manera de miembros genitales ; é la manera que tie-
fresnos en la hoja, é son muy tiernos de nen para cortarles los miembros es que

i Década IV, lib. V, cap. 30.


DE INDIAS. LIB. XLVl. CAP. XVII. 223
tendidos les ponen una viga sobre los pe- é alabardas son desta manera que aqui
chos é otra sobre los muslos, é después las pinto (Lám. ///.*, ftg. ///.a). É también
de le aver cortado aquello, los vuelven de traen estóricas, é las porras traen con un
boca en tierra hasta que se desangran: palo metido por aquel agujero de enme-
que dicen que aquella sangre se avia de dio, é tan luengo el palo como un cobdo,
convertir en materia, é luego con dieta é con una lacada de cordel al cabo, donde
ciertos polvos de hierba que le echan meten la mano ó la muñeca quando vie-
sana. nen á los bracos : é sin pelear traen al
En esta isla y en toda la tierra ya dicha cuello la porra, y es de gorda como un
desde los manglares á ella, hay muchos puño.
patos é corís, que crian en sus casas los Este señor que llaman Inga pobló el
indios : aqui dieron mucha guerra al go- Cuzco, é hiço una cibdad muy fuerte pa-
bernador Francisco Piçarro. Hasta aqui ra residir él ; y es de edeíicios mucho de
llegaba el señorío del Cuzco, ése halló un ver, porque es de muy buena cantería é
mayordomo ó recogedor de los tributos. muy bien labrada, porque hay en el Calis-
É aunque saltemos á otra materia, pues po (que assi llaman los indios la fortaleça
quel título desle capítulo lo permite, es del Cuzco) de piedras tan grandes como
bien que como en su lugar apropriado se tres bueyes, é tales, que paresçe cosa
diga, sin proceder adelante, qué cosa es imposible fuercas humanas poderlas subir
el Cuzco y el señor del, que se llama allí. É con esta gente orejones é con otros
Inga. de aquella tierra que se le juntaron, con-
El Cuzco es una tierra que podía estar quistó por todas aquellas comarcas lo po-
passada la línia equinoçial hacia el polo blado é pobló lo despoblado : é después
antartico trescientas leguas, pocas más ó vino á ser tan grand señor este é sus sub-
menos (que son diez y siete grados é mi- çessores, que se vino á llamar el señor
nutos ) de camino derecho : es tierra muy del Cuzco Capac-Inga, solo señor ó úni-
áspera é muy rica de oro é plata. Á esta co señor ó monarca. Començando á
tierra vino antiguamente un grand señor usar de tal nombre, ganó muchas más
con una gente que llaman inga, é agora tierras : é hiço entender á todos los indios
se llaman orejones, é solo al superior se- que era hijo del sol, é lo tienen assi crey-
ñor le llaman Inga. Á esta su gente lla- do. Y en aquella tierra tienen é adoran al
man orejones, porque traen abiertas las sol por su dios, é diçen quel sol es su
orejas como las indias chorotegas de Ni- padre é la tierra su madre.
caragua ó como las guarichas en estotra Passada la línia equinoçial hacia la par-
costa de las perlas. Traen metidos unos te del antartico polo, la tierra de Tum-
çarçillos en las orejas desta forma, é tan bez es algo llana á la parte de la mar:
redondos como una manilla é tan gran- tiene muchas sierras á quatro leguas;
des; é andan tresquilados é sobre peyne: llueve poquito: tiene un hermoso rio, de
las cabeças algo luengas é atadas las ca- que riegan sus mahiçales : tienen muchas
beças con unas cintas del gordor del de- fructas de guayabas, é otras muchas pes-
do menor de la mano, que le dan dos ó querías á la mar. Allí se començaron á
tres vueltas alrededor de la cabeça. Traen hallar las ovejas grandes, de quien se
camisetas hasta las rodillas é pánicos. Es tracto en el libro XII, capítulo XXX.
gente muy belicosa é muy diestra: sus Los indios tienen el trage que en la is-
armas son picas é hondas, porras é ala- la de la Puna: el cabello cortado; cami-
bardas de plata é oro é cobre : las porras setas é pánicos. É las mugeres unoshábi-
224 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tos hasta los pies, ceñidos, que paresçen bo, por grande que sea, é quiébranle los
frayles, quassi como si tomassen una sa- ojos á picadas, é assi lo matan. Hay otras
ca grande é le abriessen los cogujones aves en la mar tan grandes como patos,
para sacar los bracos, é por medio sacas- que tienen las alas de cuero, sin pluma
sen la cabeça ; é á fuer desta tierra de ninguna, é vuelan poquito. En toda la
Tumbez visten é andan en treynta leguas tierra hay patos, corís, é muchos gana-
alrededor, hacia la parte de la sierra. dos de ovejas; porque desde Tumbez ha-
En quinientas leguas adelante, hacia el cia el Sur para adelante se hallan las ove-
Sur, no llueve, ni truena, ni relampa- jas, que de allí para atrás ni debaxo de
guea , ni hay frió ni calor demasiado, y la línia no las hay en toda aquella tierra
esto se entiende toda la costa de la mar ó quinientas leguas ques dicho. Hay en
é veynte leguas en ancho hacia la sierra. cada provincia una lengua é quassi un
Y va la tierra poblada desta manera: que trage : esto por los llanos é costa de la
á jornada é á dos jornadas hay rios que mar.
descienden de la sierra, é todos essos rios En el rio que llaman de la Pira, ques
están muy poblados, que los valles dellos á treynta leguas, passado Tumbez, don.
son muchos é muy viciosos , é producen de primero se pobló Sanct Miguel, hay
muchas fructas de las ya dichas. Con el una legua, é llámanse lailanes. Andan ar-
agua dessos rios riegan las tierras, é co- rebocados los hombres todos con unas to-
gen muchos mahices, ajos, yuca, habas, cas de muchas vueltas, 6 assi traen las
fásoles, ó unos pepinos buenos mucho é de cabeças muy grandes con aquellos rebo-
suave gusto. Todos los árboles que nas- cos , é á los cabos sus rapaçejos colgados
çen en aquestos valles destos rios son por que paresçen barbas. Unos dicen que Jo
la mayor parte espinos, é producen una hacen, porque diz que tienen en el colo-
fructa que los españoles la llaman garro- drillo ó cogote un rabo de carne, tan
ba, porque tiene aquel sabor, é son de gruesso é luengo como el dedo mayor de
hechura de unas baynas de fésoles. Fue- la mano : otros dicen que traen aquellos
ra destos valles, donde hay rios, es toda tocados porque la tierra es enferma de
la tierra arenales; é lo ques sierra son los ojos, é á dó quiera que vean venir de
peñascos desnudos de hierba, que como dos indios arriba, pueden apostar ques
nunca llueve, no produce la tierra cosa vi- uno tuerto ; é assi han cegado muchos es-
va allí. pañoles en aquella tierra.
Las monterías é caça é aves salvages A la boca deste rio mueren muchos
que hay, son venados, leones, gatos, pescados, assi como atunes é bonitos é
corras (perdices, tórtolas en los valles); otros, é desde aqui adelante hacia el Sur
todo esto al proprio como lo de Castilla. ó polo antartico en ningún rio ni en la
Hay gallinas de aquellas grandes negras é mar no se ha visto ni hallado lagarto al-
bellacas de las de Castilla del Oro : hay guno , pero en aqueste rio muchos é gran-
unas grandes aves, que las llaman los es- des é muy dañosos. Créese ques la causa
pañoles buytres, que tienen catorce pal- que desde allí hacia acá es la tierra fria,
mos de vuelo, abiertas é tendidas las alas, ó más cierto las grandes corrientes de los
de punta á punta del ala ; é aquestas an- rios que avienen por los llanos ques di-
clan á la costa, é se mantienen de lobos cho , é corren con tanta velocidad, que
marinos, que hay muchos en toda la cos- sacan las piedras de debaxo de los pies.
ta , é mátanlos quando salen en tierra, que En otras ochenta ó noventa leguas que
cargan quatro ó cinco buytres de un lo- hay desde aqueste rio hasta la villa de
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XVII. 225
Truxillo hay otras lenguas que llaman palo. (Después los españoles han desenter-
mochicas, é las mugeres se visten como rado muchos para les sacar el oro.) Y en
las de Tumbez, é los indios camisetas é aquel tiempo acuden allí los sacerdotes de
pánicos y en las cabeças unas madexas los templos é los más ancianos de los pue-
de lana hilada colorada é muy fina , una blos á estorbar que no aparten huesso de
vuelta dada á la cabeça y echado su bar- lmesso, porque dicen que han de tornar
biquexo : é traen todos unas mantas por á juntarse, é que han de vivir (y en esto
capas, porque tienen por afrenta andar dicen verdad , é será quando el final jui-
sin ellas, é los señores se sirven de mu- cio). Échanles sobre la sepoltura chicha,
cho arte. Tienen sus pages é sus officia- é dicen que les dan á beber : en fin ellos
lés é cocineros, todos hombres, no mu- tienen claramente que aunque muere el
geres : andan en hamacas : si no es en la cuerpo, que no mucre el ánima.
lengua, en todo lo demás, en trage, en En los tiempos de hacer las sementeras
servicio, en sacrificios é çerimonias todos ó yr á coger el oro á las minas ó empren-
acuerdan en una cosa. der alguna guerra, ayunan primero cinco
En aquellos llanos, como es dicho, en ó seys dias, é andan vestidos de blanco
quinientas leguas, tienen los templos en durante este ayuno, é no comen bocado
alto puestos, é los ydolos que tienen de de cosa ni manjar ni otro mantenimiento
piedra: llamábanle Guatan, é lo mesmo alguno, sino beben chicha.
llaman á un remolino que ven de viento é Quando quieren que los crean, juran por
polvo, aunque otros ydolos tienen en sus el sol é por la tierra : este es el mayor ju-
templos de palo, hechos á manera ó fi- ramento que tienen, bessan la tierra é
gura con sus mitras. A estos templos alean las manos al sol, é al sol dan gra-
ofresçen oro é plata é ropa : los sacerdo- cias, quando han algún bien. É aquesta
tes dellos andan vestidos de blanco, é no çerimonia hacen quando ven al Ynga: que
se echan con muger, é viven castos (se- alçan las manos é chupan los beços para
gund ellos dicen): no comen axi ni sal. adentro, é lo mesmo hacen todos los in-
Quando se juntan á haçèr sacrificios de • dios á los caciques é á los españoles ; é
ganados ó de indios, todos los que suben Ilámanlos á los españoles virachas ó vira-
al templo, van vestidos de blanco, con cocha , porque á la mar llaman cocha y es-
muchos atabales é bocinas de caracoles puma quiere deçir vira, é que vinieron
grandes : tienen trompetas de mala gracia de la mar por gordura de la mar ó cosa
c doloroso oyr, é de grandes alharidos de salida de la mar.
mucho dolor. Sacan el coraçon en vida á La tierra de Sanct Miguel, ó donde se
aquellos que sacrifican, que quassi vivo hiço aquella población de españoles assí
el coraçon ó palpitando lo ofresçen al sol; llamada, la llaman los indios La Chira, é
é después untan los hocicos al ydolo con la que agora se dice Truxillo la dicen los
la sangre. indios Canda. En esta cibdad ovo anligua-
Quando se entierran, en especial los mente un grand señor, que se llamó Chi-
señores, es en unas bóvedas muy gran- mocapa, que sojuzgó doscientas leguas;
des, revueltos en toda su ropa é colcho- é allí en donde está Truxillo ovo un grand
nes é quanto tienen, é todo su oro é pla- templo, que avia en él más de veynte mili
ta meten allí con ellos, é á sus mugeres marcos de plata, enterrados debaxo de
é pages é á los criados, que más quisieron las ymágines del. Esto halló un hidalgo
en su vida, vivos; é pénenles encima de llamado Martin Estete, natural de Sancto
la sepoltura su ymágen (ya dicha) de Domingo de la Calcada , del quai se hiço
TOMO IV. 29
226 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mención en el libro XLÍ, capítulo prohc- mejante se le iguala en aquellas partes, é
mio; pero gocólo poco, porque se murió. aun en el mundo ó lo que del se sabe por
Este Chimocapa acordó de yr á dar los chripstianos. É porque los rios que
guerra al Ynga: é sabiéndolo el Ynga, vi- atraviessan estos caminos, son muy rea-
no sobre él, é venciólo é tomóle toda la cios é de peña tajada á las orillas, á los de
tierra de los llanos ya dichos ; é con esta la sierra (que hay rio que tiene de bar-
grand victoria crescióse el ánimo al Ynga ranca diez estados hasta el agua) les man-
é ganó é sojuzgó septeçienfas ú ochocien- dó haçer é tenian hechas sus puentes, é
tas leguas, las trescientas de aquella otra adonde no alcançaban maderas, están he-
parte del Cuzco hacia Levante é hacia el chas de maromas texidas de cabuya ó be-
Sur, é las demás hacia el Norte. En toda xuco, tan gorda cada una maroma como
la tierra de los llanos no tienen casas, é un hombre ; de manera que pueden pas-
viven en corrales de carriços. sar ovejas é caballos por ellas. Y para
Venido el tiempo de un Ynga, que se sostenerlas aquestas puentes é los tambos
llamaba Guaynacava, este fué el mayor se- de apossentos, repartió los pueblos é pro-
ñor é más querido que ha ávido en aque- vincias más comarcanos, los que avian de
llas partes; é aqueste mandó é instituyó tener cargo de cada cosa : y en todas es-
en los llanos todos que no tuviessen armas tas septeçientas leguas tenia puestas pos-
ni usassen délias, é los hiço tributarios, tas de correos de mancebos sueltos é muy
assi á essos como á los de las sierras. É ligeros á cada quarto de legua, en una
de quantas cosas Dios cria en la tierra le casa diputada para los tales ; por manera
passaban tributo en cada provincia, é te- que sabia en muy breve tiempo todo lo
nia casas ó aduanas donde se recogían que se hacia en su tierra. Este señor or-
aquellos derechos ó almoxarifadgo, y en denó que sus milites é gente de guerra
cada provincia un gobernador, y en cada anduviessen vestidos de colores é de bue-
pueblo un mayordomo; y estos tribu- nas mantas, é los otros plebeos no, ni
tos no tocaba en ellos, porque deçia que aun çapato el villano ó agrícola, sino
eran del sol, é no los gastaba sino quan- abarca, y el hombre de guerra çapato.
do la gente de guerra suya por allí pas- La manera que aquestas gentes tenian
saban. Y en cada pueblo avia un apos- para elegir el Ynga ó su rey é señor so-
sento, donde se podia apossentar un gran- berano era aquesta : que quando el que
de exéreito : é á este llamaban tambo. lo era se moria, después de visto á quién
Este grand señor Guaynacava mandó pertenesçia la subçesion del estado, aquel
que no sacrificassen hombres, é que no subçesor se encerraba adonde no le via
matassen las hembras del ganado, é que persona alguna, vestido de ropa muy fi-
los sacrificios fuessen de animales. Este na de color roxa ó carmesina, c ayunaba
hiço dos caminos, uno por los llanos y quatro ó çinco dias; é después de aver
el otro por la sierra, de treynta pies de hecho essa çerimonia, le ponen en lu-
ancho, poco más ó menos ; é por estos gar de corona una borla de color de un
so podían caminar septeçientas leguas, finíssimo carmesí, de lana hilada é tor-
que señoreaba. Al camino de los llanos cida , tan grande como de simentales
hiço hacerle una pared por un lado é otra de caballo, en la frente, que le llega
por el otro, tan alta como tapia é media; hasta las cejas, desta manera (Lám. V.\
y el de la sierra va cortando las peñas é fiü* IV.*). É luego que sale con esta
peñascos ques cosa de mucha admiración borla, ques la investidura real, assi co-
verlo, é una obra á la qual ninguna se- mo á Jos duques de Milan ó de Venecia
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XVII. 227
la birreta ducal, ó á los cardenales el ca- narlos de lindas é ricas tapicerías, é á
pelo , ó al rey la corona, ó al Papa la tia- mayor solempnidad interponen brocados
ra , assi este, en seyendo Ynga , se po- é telas de oro é chaperías de oro é plata,
ne aquella borla, é todos los señores de todo esso es muy poca cosa en valor con
su reyno é señoríos le sirven é adoran en esta manera de planchas de oro fino (de
él ; é aunque todos los Yngas passados tu- las quales yo vi muchas que á pedaços
vieron la orden é potencia ques dicha, traian por esta Isla, é llevaron algunos á
ninguno la tuvo assi como Guaynacava, España de aquellos que en la prission de
que fué muy varón, é su persona fué muy Atabaliba se hallaron, que fueron traídas
valerosa é de mucho esfuerço é pruden- por su mandado á Caxamalca después de
cia. Este tuvo trescientos hijos é hijas en su prission).
diverssas mugeres: este vino señoreando Aqueste Guaynacava ganó la tierra de
hasta debaxo de la línia equinoçial, é pa- Quito, ques quassi debaxo de la línia del
ra tener seguras las provincias é pueblos equinoçio la tierra adentro ; pero porque
que ponía debaxo de su dominio, higo es aquí á nuestro propóssito, diré lo que
que las gentes é vecinos de una provin- muchos afirman destos nuestros españo-
cia fuessen á vivir á otra, é los de la otra les que lo han visto, y en esta cibdad de
á la otra; é por léxos que fuesse lo uno Sancto Domingo de la Isla Española hay
de lo otro, los trocaba. algunos, que dicen que debaxo de la lí-
En los despoblados, aunque oviesse nia en algunas partes della hallaban ca-
treynta ó quarenta leguas, hiço hacer á lor, y en otras mucha nieve é frió.
cada jornada un tambo, é sosteníanlo los Essa tierra de Quito es medianamente
pueblos más cercanos, como ya está di- poblada, é los indios belicosos, é tienen
cho de susso. é usan las armas que los del Cuzco. Es
Avia en cada provincia sus casas é mo- tierra en que llueve é hace frío é nieva é
nesterios de mugeres dedicadas al sol, é graniça ; pero también hay valles calien-
deçian que le guardaban castidad : estas tes, donde siembran los mahiçales, pero
hacían ropa para el templo del sol, é las no cresçen más que hasta el cobdo las ca-
que délias remanesçian preñadas, decían ñas del mahiz, é haçen miel délias; é
quel sol las avia empreñado. hay muchas hierbas como las de Castilla
Todos los Yngas passados, é Guayna- al proprio, assi como berros, cerrajas,
cava más que todos, recogieron todo el lantén, esparto é otras muchas hierbas.
oro é plata que en todas aquellas partes Á una parte de Quito se ha descubier-
se sacaba é avia, é lo pusieron en el Cuz- to é hay canela, que nasçe en unos ár-
co, porque allí estaba el principal templo boles pequeños, é trácnla á rescatar á
del sol (aunque en otras partes avía oro Quito, que son unos capullos de cierta
en los templos) ; pero la riqueça deste del fructa, é pues ellos son tales que imitan
Cuzco no era comparable con otro algu- en el sabor á la perfeüa canela, muy me-
no : que las paredes del hallaron los es- jor debe ser la fruefa.
pañoles forradas é planchadas de muy Gno En la tierra de Quito hay muchos ríos
oro. É assi como en los templos sagrados é muchos ganados é conexos é venados:
de los chripstianos, y en el palacio apos- los mas árboles son alisos. Allí se halla-
tólico del Sumo Pontífice de Roma, é los ron é vieron los españoles muchos mon-
palacios reales ó imperiales suelen estar tes de huessos de hombres muertos en la
comunmente blanqueados de yeso ó cal, guerra, é hay un cercado lleno de hues-
y en fiestas solempnes acostumbran ador- sos en memoria de una batalla que allí
228 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ovo. Muerto Guaynacava, dexó por Ynga Ynga hiçiesse juntar todos los capitanes é
á un hijo suyo, llamado Guaseara; é de la señores que consigo tenia, é se diesse as-
tierra de Quito dexó por señor á otro su siento en la concordia; é assi se juntaron
hijo, llamado Atabaliba: el Guaseara, des- para este efetto el Ynga é los demás. Pe-
pués que fué Ynga, envió á decir al Ata- ro salió el negocio de otra manera, por-
baliba, su hermano, con un su capitán, que después de juntos, acordaron de ha-
que le obedesgiesse é tuviesse la tierra cer primero una borrachera (porque sin
por él. Atabaliba le respondió que no que- ella nunca consultan nada), y el dia de
ría, porque aquella tierra le avia dexado la borrachera, los capitanes de Atabaliba
su padre. Aquel capitán envió á decir al mandaron secretamente á su gente que
Ynga esta respuesta, é que le enviasse no se emborrachassen; é desque vieron
dos mili orejones, quél prendería á Ata- que estaban los otros borrachos, dieron
baliba, porque hallaba buena voluntad en en ellos é prendieron al Ynga, é descabe-
los caciques de Tomepumba, ques una çaron á los otros sus capitanes, é quedó
provincia á la entrada de Quito, donde por señor Atabaliba. En este tiempo lle-
estaba una hermosa cibdad ribera de tres gó el gobernador Francisco Piçarro á Ca-
rios. Y cómo el Ynga envió los dos mili xamalca, é fué Atabaliba sobre él, pen-
orejones, sabiéndolo Atabaliba, fué so- sando tomarle allí á manos, y el gober-
bre aquel capitán, é ovieron batalla so- nador lo prendió é mató después, como la
bre las puentes de Tomebamba ó Tome- historia lo ha contado, é se ovieron tan
pumba, é fué vencido é presso Atabaliba: grandes thessoros como es dicho. Y tu-
é una noche horadó con una barreta de vieron después los españoles mucho tra-
cobre una torre é huyóse á Quito, é higo baxo é guerra en recobrar las tierras de
entender á su gente que se avia converti- los indios de Quito, que la tenían ocupa-
do en culebra é se avia salido de la torre, da ; é al fin los que quedaron se fueron la
do estaba presso, por un agujero é revol- vuelta de Quito con un capitán llamado
vió con grande exérçito sobre los ore- Quizquiz, Con el qual el mariscal don Die-
jones, é los venció é metió á cuchillo ses- go de Almagro ovo dos ó tres recuentros,
senta mili hombres en Tomebamba vel é al cabo los mesmos indios suyos le ma-
Tomepumba ; é desdo allí vino ganando taron, por no andar perdidos Irás él.
ó sojuzgando toda la tierra de los que le Quando la prission de Atabaliba, huyó
eran rebeldes, á fuego é á sangre; é á un capitán suyo de Caxamalca, ó de su
los que le obedesçian, dábales lo que to- real de Atabaliba, con cinco ó seys mili
maba de los otros. hombres, é aleóse con la tierra de Quito,
Desque tuvo juntado grandíssimo exér- é traia unos hijos de Atabaliba que allá
çito, hiçose llamar Ynga, é despues que estaban; é Atabaliba, estando presso,
passó de Caxamalca envió sus capitanes envió por ellos á un hermano suyo, y es-
al Cuzco contra Guaseara Ynga, su her- te , no queriéndoselos dar lo mató, é le
mano, el qual salió contra ellos é ovieron higo sacar todos los huessos por cierta
batalla ; é viendo los de Atabaliba que les parte, quedando el cuero entero, é lo hi-
yba mal é llevaban lo peor, movieron go atabal ; de tal manera que la una par-
treguas, diciendo que Atabaliba no venia te del atabal eran las espaldas, é la otra
sino para que el Ynga le confirmasse la parte era la barriga; é curada la cabeça
tierra de Quito, pues se la avia dexado é pies é manos, estaba entero como pe-
su padre. É para dar orden en esto que nado, fecho atabal ó atambor. Esto higo
se messen á la cibdad del Cuzco, é quel por asegurar su tiranía é por poner temor
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XVII. 229
á otros, á quien amenaçaba que no le tas y escripturas yban de Lima, dixo á
seyendo obedientes, serian assi converti- ciertos españoles que tenia pressos que
dos en semejantes atambores. Y son tan las queria quemar, é uno dellos le dixo:
celosos en esto, por su poca fidelidad, «No las quemes : que yo te diré cómo dés
que los capitanes de Atabaliba, quando mucho mayor enojo con ellas á los del
prendieron á Guaseara Ynga en el Cuz- Cuzco». Y el Ynga creyólo, y el español
co, le mataron quantos hijos tenia chicos le dixo : «Rásgalas hasta la mitad, y en-
é grandes, é abrieron á todas sus muge- víaselas que las vean los chripstianos ras-
res para ver si estaban preñadas, porque gadas, quesmuy grand injuria para ellos».
no quedasse subçesor del dicho Guaseara. Y el Ynga hiçolo assi, y enviólas al Cuz-
. Contado ha la historia cómo el gober- co ; é por ellas supo Hernando Piçarro có-
nador Francisco Piçarro, despues que mo avian muerto los indios todos los so-
mandó matar al Atabaliba, hiço Ynga é corros quel gobernador avia enviado, y
señor en su lugar á otro. Este, desque se entre aquellas escripturas fué el jubileo é
vido señor, pensó cómo podria libertar lo ganaron los cercados en el Cuzco. To-
sus tierras con muerte de los chripstia- do lo demás que aqui se podria decir des-
nos todos ; é desque vido quel maris- to es para adelante, y en su lugar se di-
cal era partido la vuelta del estrecho des- rá , porque la pepitoria ó composta pro-
de el Cuzco (como la historia contará ade- ceda é tenga su definición conviniente.
lante), é que quedaba poca gente en la La gente de la sierra de aquella gober-
tierra, mandó que todas las provincias nación andan vestidos de camisetas de la-
hiçiessen armas é sembrassen mucho pa- na é de algodón, como se ha dicho, é
ra la gente de guerra, é puso guarnicio- traen bragas ó paños menores, y en las
nes entre Lima y el Cuzco, que son quas- cabeças unas hondas revueltas: las mu-
si çient leguas; é mataban quantas gentes geres unas camisas sin mangas, é los es-
é mensajeros yban ó venian, que ni los tómagos faxados con unas como cinchas
españoles del Cuzco sabian de los de Li- de caballo, con muchas vueltas é unas
ma , ni los de Lima de los del Cuzco. É mantellinas, é la cabeça de fuera; é aque-
mató en veces quinientos hombres ó más, llas mantellinas assidas con alfileres luen-
é tomóles mucho despojo é caballos y es- gos de cobre é de oro é de plata, segund
clavos é algunos españoles á prission ; é el ser ó posibilidad de cada una.
puso real sobre el Cuzco, é tuvo allí cer- Quando camina la gente de guerra, es
cado al capitán Hernando Piçarro é los en esquadrones, é cada uno de los mili-
españoles; pero del alçamiento deste Yn- tes lleva sus armas: é llevan su avan-
ga muchos culpan al Hernando Piçarro, guarda é retroguarda, é la gcnle servil é
por los malos tractamientos que al Ynga de cargas enmedio.
le hiço, como se dirá adelante. En toda aquella tierra hay ofíicialcs pla-
El gobernador, pensando que acerta- teros, carpinteros, alhamíes, pintores que
ba, hiço señor á otro hermano suyo, y viven por ello: la lana hilan hombres é
envió con cierta gente de españoles á so- no mugeres, porque hay offiçiales de hi-
correr al Cuzco; é llegando cerca de la lar.
mitad del camino, vino gente de guerra En todos los rios hay salces, como en
sobre aquellos españoles é matáronlos, y Castilla: minas de plata muchas por las
este que avian fecho nuevo señor, alcóse sierras : veneros de tierra de todas colo-
también. res, y en especial amarillo, verde, colo-
Como el Ynga avia tomado quantas car- rado, açul muy fino : lo verde es hierba,
230 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é las otras colores ques dicho, son de tier- con licencia é título dado para esto por el
ra. Hay algodón, que su mesma color na- Ynga ; é assi los tales traen un page cada
tural es de su nasçimiento encarnado, é uno con su duho, é todos los demás, aun-
leonado otro, é de lo blanco assimesmo, que sean principales, se assientan en el
é mucho. suelo.
Un castigo cruel se usa entre aquella Una fructa hay en aquella tierra, por
gente, y es una nueva manera de tor- donde anduvo el mariscal don Diego de
mento é lision: la qual yo no he leydo ni Almagro , de la otra parte del Cuzco, que
oydo hasta agora otra mayor ni su seme- la produce de sí mesma la tierra; é son
jante, quedando vivo é ciego el que pa- como ajes, redondos é tan gruessos como
desçe; y es que toman un carrizo tan el puño, é llámanlos pipas, é quieren pa-
luengo como palmo é medio, é todo hue- resçer turmas de tierra.
co, é pónenselo al delinqüente sobre el En la tierra del Collao y en la de To-
ojo, é dánle con la palma tan resçio de la pisa es tierra llana é rasa en muchas par-
otra parte, que le hacen saltar los ojos, é tes, é los indios traen camisetas é bragas,
viene incontinente á dar en la mano por é algunos traen unos bonetes de lana, á
el camino adelante, é assi le sacan los manera de turcos.
ojos. Á los adúlteros que duermen con Hay algunos pueblos en la tierra del
muger casada, mátanles por ello é es ley Collao, que traen sobre las orejas unas
usada. pelotas de algodón, tan grandes como un a
El Ynga traía en su corte todos los pri- bola, ó mayores quel puño cerrado, é re-
mogénitos de los señores, y el que no te- dondas : esto los hombres, porque las mu-
nia hijo, andaba él en persona; é todos ios geres es su trage como las del Cuzco.
caciques é gente de cada provincia que Porque se ha dicho que en aquella tier-
andaba en su corte, vestian trage de su ra de los llanos no tienen casas, entién-
tierra cada uno. dese donde no llueve, que en las sierras
Traen una hierba, que la hoja della es muy hremosas casas tienen, cubiertas con
menuda como la murta ó arraihan, quan- esparto, ques la mejor manera del mun-
do andan en la guerra é fuera della, que do para cobrir, digo para de hierba, por-
con los polvos desla hierba se pueden sos- que nunca se pudre. La varaçon que echan
tener dos dias sin comer é sin beber, con en la sierra á las casas, son unas varas
solamente traerlos en la boca: á esta hier- muy derechas que crian é siembran para
ba llaman coca, é* tiénenla en mucha esti- este efetto (como en Vizcaya los fresnos
mación é criánla con mucho regalo, y es para astas de lanças) ; é aunque se diga
como digo á manera de murta la hoja, al- essa generalidad de sierra, no se hade
go mayor. entender ques todo de tierra áspera, por-
El Ynga anda continuamente en andas que en ella hay muy buenos llanos é va-
guarnesçidas de oro é plata, é aquestas lles.
traen caciques sobre sus hombros, por- Las balsas que usan en aquellas partes
que villanos ni gente baxa no se admite en lugar de navios, desde el rio de la
á tan preheminente cosa ó tan honrosa, ni Chira hacia la parte austral, sonde juncos.
las pueden ni osan tocar, sino solamente La gente de la sierra comen muchas ve-
los caciques ó capitanes ó otros señores ces la carne cruda; especialmente quando
que andan en su corte. Otros, pero raros se hallan en parte donde no puede'n aver
é por muy grand merced, pueden traer fuego, no se dan mucho por él: é también
andas en su corte é assentarse en duhos la comen muchas veces cruda en los lia-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XVII. 231
nos en la costa de la mar. Y el pescado doce leguas: este pueblo, con dos ville-
lo comen assimesmo crudo muchas veçes. tas á él anexas, ternán veynte mili hom-
En toda la tierra, desde que passan de bres.
la línia equinoçial hacia el Sur, hay gran- Delante de Pachacamá, hacia Chincha
des salinas artificiales é naturales, por- diez leguas, está la fortaleça de Guarco-
que hay salinas en algunas partes que tu- que, dentro del agua de la mar, á par
ran una legua, ques toda la tierra é las de una villeta de pocos vecinos en su ju-
piedras sal. risdiçion.
Desde que passan de Puerto Viejo ade- Desde la fortaleça de Palmonga hasta
lante al Sur, no comen pan en toda la la Sierra Morena, que está más acá, hay
tierra, sino mahiz cocido ó pescado. ciento é treynta leguas, pocas más ó me-
No serán desconvinientes de nuestra pe- nos, y en la mitad del camino está Puer-
pitoria é diverssidad de cosas las que ago- to Bermejo, donde hay un pueblo ; pero
ra se dirán, é aunque á los que leen les ochenta leguas de la fortaleça de Palmon-
parezca que se desordena la historia, mu- ga, hacia Puerto Bermejo, hay un rio
darán propóssito considerado el género é grande, que no sale á la mar sino muy
diferencias de la composta é título deste poca agua del, porque lo demás se pier-
capítulo. Y quiero mezclar aqui las opi- de por la tierra de otro grand señor de
niones de algunos pilotos en la distancia quarenta mili indios ó más. É aqueste rio
é alturas é grados de aquellas tierras y se llama Guayas, é la tierra por donde
en otras particularidades, que mirada é passa la llaman Sanoa: é yendo de allí ha-
investigada é advertida cada una por sí, cia la Sierra Morena, treynta leguas an-
no son de desechar, pues todo es aviendo tes de llegar á ella, está un buen puerto
respecto á informar de la verdad en todas que se llama Guanampe, é los chripstia-
y en cada una cosa destas, de que se ha- nos le llaman puerto de Torres, porque
ce memoria, é aun algunas délias muy paresço á un puerto de las Asturias de
nesçessarias de saberse ; porque dicen los Oviedo, que se llama Torres. A la Sierra
pilotos (que en aquellas partes han anda- Morena la llamaron assi por dos efettos:
do) que hasta este tiempo la postrera tier- el uno en memoria de la Sierra Morena de
ra descubierta en la costa austral de la España, que está yendo de Toledo al An-
mar del Sur (en la gobernación de Fran- dalucía, y el otro porque está negra de
cisco Piçarro), se llama Chincha, é que continuo; é* llega hasta la mar y entra mu-
corriendo del cabo de Finistenve por el chas leguas en Ja tierra: es muy alta, y
Sueste darán en las islas de la Trinidad, en muchas partes della está nevada. Y
que están tres leguas adelante de la dicha desde la dicha Sierra hasta Chincha van
Chincha , é más acá (la vuelta hacia Pa- las dichas sierras, que turan doscientas
namá) septenta leguas está la dicha punía leguas, muy altas é ásperas é muy dobla-
de Finistcrrae, é desde aquella punta ha- das; y entre esta sierra é la mar quedan
cia Chincha, doce leguas, están las sali- unos llanos arenales de anchura de doce
nas. De la punta de Finisterrac hasta el ó quince leguas, pocas mas ó menos,
pueblo de Consolación, hay catorce le- hasta la mar. En todo el dicho espacio de
guas, é siete leguas mas acá (digo hacia las doscientas leguas ya dichas é aques-
Panamá), está la fortaleça que llaman tos llanos, es la tierra donde se ha dicho
Palmonga, ques de un señor que terna que nunca llueve ; pero todos están pobla-
hasta veynte mili vassallos. dos ó llenos de gente, é riégase todo de
Pachacamá está delante de Finislerree muchos rios que baxan de las sierras, con
232 HISTORfA GENERAL Y NATURAL
muchas acequias que la historia ha dicho se assi, porque hallaron allá un poco de
que sacan dellos. plata.
Mas acá de la Sierra Morena, treynta De Puerto Viejo, sessenta leguas más
leguas, está la punta del Aguja, ques acá, está el cabo de Sanct Francisco, é
buen puerto é un lugarico de çient veci- ocho leguas más á la costa está Catamez:
nos; é hasta la dicha Sierra Morena des- este fué un lugar de doscientos vecinos
cubrió el piloto Bartolomé Ruiz de Estra- quando se descubrió, é agora no hay al-
da , en el quäl officio él sirvió muy bien, guno, porque se despobló. Todo lo ques
é fué piloto mayor en aquellos descubri- dicho hasta aqui de la otra parte de la lí-
mientos de los capitanes Francisco Piçar- nia equinoçial es muy poblado, é desde
ro é Diego de Almagro : é de allí adelan- allí acá hasta Panamá es tierra estéril é
te, todo lo ques dicho de aquella costa manglares, puesto que en algunas partes
hasta Caxas (ques un señor que está ade- hay indios.
lante de Chincha veynte é cinco leguas), Desde Panamá á Catamez hay ciento é
descubrió el piloto Johan Cabeças, por veynte leguas, pocas más ó menos. Pero
otro nombre llamado Johan de Grado, avia olvidado que antes de llegar al di-
asturiano. Este señor de Caxas manda cho Puerto Viejo, yendo del cabo de
quince mili indios ó más. Sanct Francisco veynte leguas, en un
Desde la punta del Aguja hasta el puer- puerto que se dice Passao, por allí passa
to é pueblo de Sanct Miguel, que está la línia equinoçial puntualmente, segund
más acá, hay veynte é cinco leguas : avrá yo fuy informado del piloto Johan Cabe-
allí de chripstianos quarenta vecinos, é ças, que estuvo allí muchas veces. Este
seysçientos de indios. Mas acá de Sanct mesmo piloto me dixo que está Chincha
Miguel, treynta leguas está Tumbez, en diez é ocho grados de la otra parte de
ques una fortaleça de indios, é tiene cer- la línia equinoçial, hacia el polo antartico.
ca clella lugares, en que avrá tres mili Todo esto paresçe que competía más al
indios. libro XXXVIII, donde se tracto de la geo-
Doce leguas más acá de Tumbez, la graphia desta costa, que á la pepitoria
costa abaso, están dos islas: la una se deste capítulo ; pero guardóse para aqui,
dice Sánela Clara é no está poblada, é la porque no quise redargüir la carta en lo
otra se dice Támbala, ques poblada; é hay que yo no he visto, é porque los que las
de la una á la otra dos leguas, é des- pintan tengan cuidado de esse examen;
de la que está poblada á la Tierra-Firme pero es la verdad quél piloto Cabeças é
hay media legua : é hay en esta isla Tám- otros buenos marineros en conformidad
bala veynte mili hombres, é señalóse en assi dicen averio visto é medido muchas
el repartimiento para el Rey, nuestro se- veces, como lo tengo dicho; é yo para
ñor, y es muy fértil. Más acá de Tamba- mí lo tengo por más cierto que las cartas
la , veynte é dos leguas > sale una punta fechas hasta en fin del año de mili é qui-
en la mar de la tierra é costa firme, que nientos é treynta é seys, que se corrigió
se dice la punta de Sancta Elena : la qual el patron délias en Sevilla, estándolo mi-
entra en la mar trece leguas, é de ancho rando acá estotros, é hallándolo como he
tiene una legua, poco más ó menos; y en oydo á ellos y escripto.
aquesta punía es donde están las fuentes Donde la Sierra Morena se junta á la
de pez ó betume que la historia ha dicho. mar, entrando por ella é passando de la
Treynta teguas más acá de la punta está otra parte á la via del Nordeste, obra de
Puerto Viejo é la isla de la Plata, é díxo- quarenta teguas, poco más ó menos, está
DE INDIAS. LIB. XLVL CAP. XML 233
Caxamalca, donde fué presso Atabaliba. ra, aviones, golondrinas, vencejos, mi-
Frontero de Chincha la tierra adentro sep- lanos , muchos halcones, é aves de ra-
tenta leguas está el Cuzco. De Chincha piña muchas é de diverssas maneras é* ra-
otras septenta leguas dentro en tierra, so- leas, y esmerejones muchos, é gavilanes
bre la mano derecha, está la provincia acores. Mahiz mucho, ajes; yuca hay po-
que llaman Collao. ca, pero essa que hay es de la boniata,
Aunque de algunos destos animales é que se come asada é cocida ; melones es-
aves é pescados é otras cosas se ha he- tons de los grandes é medianos. Guaya-
cho relación en otras partes desta histo- bos: guabas, ques una fructa tan grues-
ria é tierras, de quien este libro XLVI sa como bellotas, é passambas y es bue-
tracta, quiero decir aqui lo que oy á un na fructa, é los árboles en que nasçe son
hidalgo, hombre de crédito, é al mesmo grandes: hobos, amero, aliso, cedro de
piloto Johan Cabeças juntamente, que lo lo destas Indias; nabos naturales de la
avian visto. Ciervos hay muchos: ovejas sierra. Los que llaman los chripstianos
muchas de aquellas grandes, salvajes é pepinos no lo son, aunque les dieron esse
domésticas: conexos períettos como los de nombre, ni tienen mucha semejança de
España, excepto, en las colas, que son pepinos, puesto que son assi prolonga-
luengas como de raton : adibes, que son dos, é tienen unos trechos ó division é
ciertos animales tan grandes como perros 1res ó quatro rayas entre hueco é hueco,
gozques, é aun como podencos, é de la é las pepitas menudas, é pénenlos de ra-
color son como raposos: raposos como ma; é la hoja es como de berengena, al-
los de España: muchos perros mudos co- go menor, é huelen tan bien ó mejor que
mo los xulos de Nicaragua: tigres, alias las pinas de aquestas partes, y el sabor
ochies: leones bermejos é rasos: gatos es muy suave é delicado, é no hace da-
como los de España en las casas, é tié- ño aunque coman muchos : chicoria, ber-
nenlos en mucho los indios. Pescados ros, cerrajas, axi mucho, bixa, xagua.
muchos é de muchas maneras que no los En aquella tierra, en especial en los
hay en España; pero como los de allá: llanos de la costa, hay hombres muy vie-
hay muchas sardinas é más que en Cas- . jos, de más de çient años muchos dellos,
tilla: cagones, corbinas, lenguados, ace- é no se acuerdan de aver visto llover.
días, pargos, mero, cabras, atunes mu- El vino que tienen es de mahiz, é se
chos, doradas, toninas, bogas, salmone- sostiene un año é dos é más en tinaxas
tes, rayas, calamares, xaibas, cangre- de veyntc arrobas é de treynfa, é de allí
jos, muxillones, percebes, ostras; é al- para abaxo, y enterradas é barradas: pe-
gunas perlas, pero pocas se han visto, é ro comentándola háula de beber é aca-
no dexo de creer que las hay. Lobos ma- bar, si no bácese vinagre.
rinos, innumerables tiburones, camaro- En la mesma tierra de las sierras los
nes muchos é buenos, de mar é de rio, cuerpos de los hombres en las parles
cavallas en mucha abundancia. Perdices, muy frias, é de la otra parte de la equi-
tórtolas, palomas torcaces é coritas, gor- noçial en el otro trópico, é hacia el polo
riones naturales, patos muchos, papaga- antartico, los cuerpos no se pudren sobre
yos de muchas suertes é de los pardos, la tierra , é se están enteros , como balsa-
garças reales, muchas garçotas, cerce- mados, muchos años; é donde ha seydo
tas, paxaritos moscas de muchos ó muy alguna batalla assi se están enteros mu-
lindos é diverssos plumajes. Alcarava- chos tiempos, é se enxugan sin los abrir
nes, é crian en cuevas sobre la tier« ni baçer con ellos otra diligencia alguna.
TOäiO IV. 30
234 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Del mahiz que la historia ha dicho que É con tanto se dá fin á este capítulo ó
viene á los quarenta dias, hacen los in- pepitoria, é passaré á la continuación de
dios buen arrope del, é aun es quassi co- la historia después de la muerte del grand
mo miel. príncipe Atabaliba.

CAPITULO XVIII.
En que se tracta de la yda de Hernando Piçarro á España, é de la mala intención suya contra Almngro ; é
cómo procuró de tornar á las Indias , donde su hermano estaba , só color de llevar los quintos del Rey , é
la forma que tuvo para llevar él las provissiones de la gobernación quel Emperador, nuestro señor, con-
cedió al capilan don Diego de Almagro en aquellas partes; é otras cosas se tocarán aqui ques bien quel
lelor tenga en la memoria para mejor considerar y entender las diferencias de adelante entre aquestos ca-
pitanes.

Ï o confiesso á Dios é á vos , letor, que ausencia ; é si algo mandays que yo ha-
para mi condición yo holgara más de con- ga, encargádmelo á buen seguro, é dad-
tinuar la historia en cosas de la calidad me vuestro poder». Y el Almagro, cre-
del capítulo precedente de la pepitoria yéndose del, dióle su poder para enten-
que escribí de susso, que no en lo que der en sus negocios, é por otra parte se-
de aqui adelante se ha de tractar de las cretamente dio otro poder á un amigo
discordias destos dos tan verdaderos é suyo, llamado.el capitán Chripstóbal de
buenos amigos, como un tiempo fueron los Mena. Y llegado á España, lo primero que
capitanes Francisco Piçarro é Diego de hiço Hernando Piçarro para dañar al Al-
Almagro, hasta que los títulos de adelan- magro, fué favoresçer é indignará una
tados , é abundancia de riqueças en que muger de un Rodrigo Perez, natural de
se vieron después de la muerte de Ata- Fuentes de Cantos, grand pleytista é mal-
baliba , trocaron los tiempos é sus condi- sín é revolvedor, é de mala habilidad ó
ciones y é por su poca prudencia comen- mal empleada, al qual por sus méritos el
carón á dar oydo á diverssos tramadores capitán don Diego de Almagro le avia he-
é dañosos consejeros, envidiosos de su , cho ahorcar en una de las islas de Tabo-
buena ventura é conformidad. É por evi- ga ; é para que aquella muger acusasse al
tar discordias, viendo la terribilidad é so- Diego de Almagro, díxose que la ayudó
berbia condición de Hernando Piçarro, con dineros el Hernando Piçarro, é la hi-
parescióles que quitándole de enmedio, ço yr á la corte. Mas por la diligencia del
se conservarían mejor, acordaron los dos capitán Mena é de otro amigo de Alma-
compañeros de quitar de sí esse padras- gro, llamado Johan Tellez, túvose forma
tro é notorio escrúpulo; é porque fuesse cómo la muger se apartó de aquella de-
con su grado é voluntad sobre las partes manda ó acusación, é aviendo considera-
que avia ávido de aquellos despojos é ri- ción é respecto Su Magestad é los señores
queças de Atabaliba, cumpliéronselos á de su Real Consejo de Indias á los seña-
sessenta mili pessos para que se fuesse en lados é grandes servicios de Almagro,
España. È al tiempo que se quiso partir, pudo aprovechar en esso la industria de
dicen que dixo Hernando Piçarro al ade- los factores de Almagro ya dichos, en tal
lantado Almagro estas palabras : « Pídoos, manera quel litigio cessó, é no de volun-
señor, perdón de lo passado, é protexto tad de Hernando Piçarro. El qual, des-
serviros en lo porvenir, porque mi con- pués que ovo heredádose con los dineros
dición es mala en pressençia é buena en que llevó á Castilla, é aviéndole fecho Su
DE INDUS. LIB. XLVI. CAP. XVW. §35
Magestad Çessarea merced del hábito de gar de derecho \ Exemplos tenemos en
Sanctiago é otras mercedes, parescióle nuestros tiempos vistos é usados, assi co-
que donde en tan breve tiempo él avia mo la prission del Rey de Granada é la
ávido tanta riqueça, la materia estaba del Rey Francisco de Francia, pues que
dispuesta, volviendo á las Indias, para sus personas é rescates, aunque el Rey
aver mucho más; y para este efetto, có- Cathólico ni el Emperador, nuestro señor,
mo vio que no se podian por su industria no se hallaron pressentes á sus prissiones,
escuresçer los servicios de Almagro, é sino sus capitanes, á lo menos goçaron
quel Emperador, nuestro señor, le hiço de sus prissioneros Reyes ya dichos, é de
adelantado é su gobernador en la mesma otros grandes intéresses, ¿pues qué par-
tierra austral, doscientas é septenta le- te eran los Piçarros para que se hiçiesse
guas adelante de la gobernación del com- menos en la prission del rey ó príncipe
pañero Francisco Piçarro, llamada la Nue- Atabaliba, con quien más thessoros se
va Castilla, para que desde aquellas ade- ovieron en comparación que con los Re-
lante otras doscientas leguas gobernasse yes ya dichos, pertenesçiendo' á Su Ma-
el Almagro, é su gobernación se dixesse gestad la persona é hacienda é hijos é
el Nuevo Reyno de Toledo, pidiendo las servicio ordinario del grandíssimo caudi-
provissiones el capitán Mena, siguióse llo é rey, dicho Ynga en su lengua, é
que tracto el Piçarro de tornar al Perú, por proprio nombre Atabaliba? Esto que
dando á entender quél é su hermano digo ley es de romances que la saben los
harian que Jos conquistadores sirvies- niños en España y es usada é guardada *,
sen á Su Magestad Çessarea con par- por manera que assi para pedir el servi-
te é mucha de lo que avian ávido de cio ó empréstito ques dicho, como para
aquellos grandes thessoros, é mal repar- otras cosas, se determinó en el Consejo
tidos, que fueron de Atabaliba, con título de Indias, con acuerdo de Su Magestad,
que pertenesçia á Sus Magestades con- que Hernando Piçarro volviesse á aquella
forme á las leyes de Castilla. É aun ha- tierra é que Uevasse á España la resta de
blando la verdad, mucha fué la clemencia los quintos Reales, .que eran mucha su-
é liberalidad del Emperador, nuestro se- ma de oro é plata, lo que estaba recogi-
ñor , con su gobernador Francisco Piçar- do para el Rey ; é como mostró el poder
ro , é con todos los que en la prission de que Diego de Almagro le avia dado, die-
Atabaliba se hallaron, é mucho más con ron le las provissiones del título é gober-
quien hiço el repartimiento, é osó dexar nación que Su Magestad le hiço merced al
al Rey sin parte, allende de sus quintos; Almagro, aviendo consideración á lo quel
porque lo que los demás ovieron no digo Hernando Piçarro llevaba entre manos en
que hicieron mal en tomarlo, pero quien que poder servir, é no se las dieron al
se lo dio, al Rey lo tomó, é lo podria pa- dicho capitán Mena ; pero él sacó los tres-

• En el MS. de la Biblioteca particular de S. M. nal de Francia, los que los prendieron, militaban
se lee al margen de este pasaje la siguiente nota, »en las banderas y sueldos de los Reyes de Castilla;
puesta sin duda de mano del Maestrescuela D. An- »y acá como digo, no uvo nada, ni el Emperador
drés Gaseo, que según advertimos oportunamente »podia partir la tierra que no era suya por ningún
mandó en el siglo XVÍ copiar del original de la casa »derecho, dando á Piçarro tanta y á Almagro tan-
de la Contratación de Sevilla la Historia general de »ta y asi á los demás. Y quando estos capitanes
Indias: «Mas digo yo ¿qué parte era el Emperador »ovieran consumido su hacienda, les oviera dado
»para quitar el quinto á estos soldados , pues ellos »un real el Emperador?...»
ȇ su costa propria, aventurando las vidas, gana- 1 Partida II.*, til. XXVI, ley V.*
»ron esto? Quando prendieron al Rey de Granad i y
236 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
lados simples y envíeselos á Almagro: y ovo en aquella tierra austral otras cosas
en la verdad al Francisco Piçarro le pes- notables é recuentros, é se ovieron mu-
só de la vuelta de Hernando Piçarro, sos- chos más thessoros para colmo de los
pechando, como quien bien le conosçia, ávidos , es bien que se diga sumariamen-
que los avia de revolver á él é á Alma- te alguna cosa ó parte dello con breve-
gro , como lo hiço é la historia lo dirá en dad , en tanto que llega la historia adon-
su lugar. de deba continuar las otras cosas de Her-
Pero porque en tanto quél se despa- nando Piçarro.
chaba en Castilla é vol via á estas" partes

CAPITULO X!X.
En el qual se Iractan algunos recuentros que los chripslianos ovieron con los indios despues de la prission
é muerte del rey Alabaliba, é lo que se hiço en demanda de aquellos thessoros suyos con que se alearon
ciertos capitanes; é cómo el capitán Diego de Almagro fué á la provincia de Quilo, é otras cosas concer-
nientes á la historia.

D espues que fué muerto Atabaliba, par- chos cántaros que avia de la casa del Sol,
tióse el gobernador Francisco Piçarro de é otras riqueças.
Caxamalca con doscientos é noventa hom- Al son destas nuevas partieron los es-
bres la vuelta de Quito á buscar los thes- pañoles, é más desordenados de lo que
soros de Atabaliba, é llegó á Tomebam- convenia, porque los más eran chapeto-
ba, alias Tomepumpa, é de allí passó á nes novicios en la tierra; é á causa des-
un pueblo que se dice Churnabalta, don- to, no sin trabaxo dessos é de los vete-
de estaba una guarnición de gente de ranos, llegaron á un pueblo que está ocho
guerra de Quito, é hicieron acometimien- leguas de Riobamba; é allí les dixeron
to de esperar é al mejor tiempo huyeron; que doce leguas adelante, á par de un
é los españoles, siguiendo el alcance, to- rio, estaban cinqüenta mili hombres he-
maron muchas mugeres é ovejas é otros chos fuertes, con fosos é albarradas, por-
despojos. que los chripstianos no podian passar si-
Allí, después de lo ques dicho, vinie- no por allí. Pero no dexaron de proseguir
ron tres mili indios de paz, que se lla- su camino, e fueron los españoles á po-
maban los carales, que eran enemigos de ner su campo una legua del real y exér-
Atabaliba, que les avia tomado sus mu- çito contrario, y enviaron diez de caba-
geres é hijos é se los tenia en Quito ; é llo á ver la dispusiçion en que los enemi-
lloraban é quexábanse por señas pidien- gos estaban; é cómo los chripstianos no
do justicia, pero sus señas eran mal en- hicieron señal de acometer, ni querian
tendidas. más de ver é considerar el assiento que
Desta gente se supo que veynte dias los indios tenian, creyeron que huian los
antes avia passado por allí un capitán con nuestros quando los vieron que se torna-
cinco mili hombres, el qual se llamaba ban, é desmandáronse más de veynte mili
Orominani, é que todos los más yban car- hombres tras los diez de caballo, dicien-
gados de oro é de plata, que se avian ydo do: «Aguarda, aguarda, que daros he*
huyendo, quando fué presso Atabaliba. mos el thessoro de Atabaliba, ó pagar-
ino se deçia que en Quito avia nos heys su muerte». É assi á este pro-
tres cusas llenas de oro é plata, sin mu- póssito decían otros desatinos é amenaças.
DE INDIAS. LIB. XLYI. CAP. XIX. 23'
Los españoles se retruxeron callando é diez mili hombres, é. llegáronse quassi
sacándolos á lo llano ; é cómo desde el hasta entrar en el real de los chripstia-
real chripstiano los vieron, salieron pas- nos ; é salieron contra ellos algunos cava-
so á passo quarenta de caballo, é llegá- lleros en los mejores caballos de los que
ronse tan cerca de los contrarios, que les quedaban, ó que menos cansancio te-
desque vieron que avia oportunidad ba- nían , y era ya la noche tan cercana que
tieron las piernas con la voz de Chripsto por esso, é por la priessa que los espa-
é apellido del Apóstol Sanctiago, é die- ñoles les dieron, se retruxeron los enemi-
ron en los indios é mataron muchos, é gos á.más de su grado, é los nuestros se
rompiéronlos é fueron en su alcance hi- tornaron á su real. E hícose buena vela
riendo é alanceando hasta cerca de su essa noche; y estaban tan cerca unos de
real. É cómo dieron los nuestros la vuel- otros que se oyan quanlo hablaban; pe-
ta, salió á ellos un capitán con más de ro por priessa que se dio el sol á dar
treynta mili hombres, é tan determinado claridad al siguiente dia, no se dieron po-
que pensaron los chripslianos que venia ca como los chripslianos á dar sobre los
á pedir paz; é traia en los pechos una di- indios, é mataron muchos dellos, é los
visa de oro é otra en la cabeça, é quatro demás huyeron.
varas en la mano izquierda é la estorica Con estos castigos no osaban ya ser tan
en la derecha, é las varas volteadas de acometidos los enemigos; mas estaban al-
alto á baxo con cintas de oro batido, é tos é señoreaban con la vista el campo
venia diciendo á voces: «Ninguno huya chripstiano, é tenían hechos muchos ho-
ni se torne al real, porque el que se tor- yos para que no se pudiesse passar á ellos
nare yo le mataré allá*. E no paresçia sin mucho riesgo: é tuvieron los nuestros
que estimaba nuestra gente en lo que ho- conosçimiento desto, é la siguiente no-
llaba , é los españoles se retiraban á lo che buscaron con mucha diligencia passo
llano con buen tiento ; é cómo vieron que seguro é halláronle, pero guardado de
los indios estaban ya bien dentro en la quinientos hombres, con quien pelearon.
tierra rasa, revolvieron sobrellos é mata- Y desque ovieron tirado sobre dos mili
ron muchos en poco espacio de tiempo, é varas, huyeron é desampararon el passo,
no quedó hombre con hombre, é fué é los nuestros entraron por allí é dieron
presso aquel bravo capitán, del quai se por las espaldas en el real de los infieles,
supieron muchas cosas. sin ser sentidos, á media noche, é con
Retraydos los españoles al real, por- una niebla muy escura, é los indios hu-
que algunos de sus caballos tornaron he- yeron, é dexaron taoto bastimento que
ridos, salió otro capitán con quince mili avia de comer para vcyntc mili hombres
indios de tan buena gente, que los espa- ocho dias. Allí se ovieron algunas vassi-
ñoles se vieron con ellos en mucho tra- jas de oro é plata é más de cinco mili mu-
baxo, porque mataron quatro chripstia- gères, é quarenta mili ovejas que traian
nos é otros tantos caballos, é los españo- cargadas de mahiz é de unas rayçes que
les tuvieron bien que les resistir, é de llaman papas, que son á manera de tur-
cansados se retruxeron á su real Gon har- mas de tierra. En fin, caso que los indios
tos caballos heridos, puesto que quedó huyeron, estaban cerca, pero de la otra
muy Lien vengada essa pérdida é muer- parte del rio, é descubrieron los chrips-
tos muchos de los contrarios. tianos hoyos que tenían fechos, que eran
Al tiempo que los nuestros se apeaban más de quinientos, con muchas estacas
salió otro capitán de la sierra con otros hincadas en ellos puntiagudas para arri-
238 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ba é gruessas como la muñeca del braco liaron otros esquadrones de gente aten-
ó más, é avia más de otros tres mili ho- diendo con sus armas, é también los rom-
yos menores llenos de púas de á palmo, pieron á essos é otros hasta que llegaron
y estas eran de cañas ; é todo ello pues- á la cibdad de Quito, donde avia mucha
to de forma que estaba muy peligrosa co- gente de guerra, que assimesmo fué ven-
sa aparejada, si de otra manera por allí cida por batalla, é siguieron el alcance
entraran los nuestros. con mucho daño de los contrarios, éovie-
Repossaron donde es dicho los espa- ron muchos prissioneros.
ñoles lo que les paresció, é siguieron su Óvose en Quito algún oro é plata, é no
camino; é yban los indios en su seguimien- mucho, porque cinco dias antes se avia
to una legua de tierra, é quando pares- ydo de allí Oromanavi, que era el señor,
çian daban tamaña grita que paresçia que con quatro mili mugeres é once hijos de
abrian el çielo. Y assi llegaron á la cib- Atabaliba; é fueron á sentar su real en
dad de Riobamba, donde estaban más de una provincia que se dice Yumbo, adon-
treynta mili hombres; pero como tenían de fué contra él el capitán Sebastian de
aviso de lo passado, no osaron atender en Benalcácar, é le desbarató é huyó, é le
lo llano, é los chripstianos hicieron essa tomó los hijos de Atabaliba é hasta veyn-
noche buena vela ; é allí se les murieron te mili pessos de oro en joyas, é no ha-
cinco chripstianos, é otro dia por la ma- llaron más, porque todo el oro de Ata-
ñana los enterraron juntos en una huessa, baliba ya lo avia enterrado.
porque el tiempo no daba lugar á más. É El dicho Orominavi faltó poco de ser
luego dieron en los indios, y entraban é presso; é con esta victoria los chripstia-
salian por ellos, y en aquellas escaramu- nos se tornaron á Quito, desde donde el
ças les mataron tantos, que tuvieron mu- capitán Benalcácar hacia la guerra guer-
cho temor, é aun no osaban volver la ca- reada , peleando los más dias con los ene-
ra á mirar los caballos. migos, que era una copiosa generación,
En aquella cibdadde Riobamba estuvie- é tanta que paresçia que quantos más ma-
ron ocho dias descansando é curándose taban más se multiplicaban. É un dia se
los españoles heridos é los caballos, que juntaron todos los indios de las comar-
también lo estaban algunos; é tenían bue- cas, é antes que amanesçiesse, una ma-
nos apossentos, é avia sala, ó mejor di- ñana dieron en el real de los españoles
ciendo pieça, de doscientos pies de luen- con grande ímpetu, é como aun era no-
go, é llenas de mucha chicha é sobre che escura, no subieron á caballo, sino á
veynte mili troxas de mahjz, que estaba pié se pusieron á la defensa porque no
todo en depóssito para la gente de guer- se los matassen, é atendieron en los pas-
ra , en la qual sacón se hacia allí una ca- sos por donde querían entrar en el real,
sa para el señor de la tierra, que era co- é hicieron mucho daño en los enemigos,
sa mucho de ver en grandeça é otras par- é assi á escuras peleaban los unos é los
ticularidades della. otros con grandíssimo ánimo. Y assi como
De allí se partieron los españoles, é fué esclaresçiendo, pusiéronse á caballo
fueron á un pueblo que se dice Catacun- diez hombres de hecho, é á más correr
ga; é dos leguas antes que allá allegassen, en un instante salieron rompiendo é derri-
a par de un rio, los esperaban hasta cin- bando los indios, é pusiéronlos en huyda,
co mili indios del pueblo, en los quales con mucho daño é muerte dellos; é con es-
se hiço mucha matança; é passaron á otro to cessó.la furia de la batalla, después de
pueblo que se dice Panccdlo, donde ha- aver seguido el alcance lo que les paresció.
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XIX. 239
Otro dia siguiente vinieron de paces do é lo tenían escondido, é que lo avian
siete caciques, é fueron admitidos á la repartido quando supieron que los chrips-
amistad, é bien tractados sirvieron de ahí tianos yban allá. Y durando esta conquis-
adelante á los chripstianos. Desde allí pas- ta y en busca destos thessoros, llegó el
saron á una cibdad que se llama Caiambe capitán Almagro de Xauxa, donde el go-
é á otra que se dice Carangue, donde se bernador, su compañero, quedaba; é
halló una casa del sol chapada de oro é traia un mandamiento para recoger esta
plata por de dentro é de fuera, aunque gente, porque le avian escripto que don
pequeña ; pero á honor de Sanct Bartolo- Pedro de Alvarado entraba poderosamen-
mé fué desollada presto. É con esse des- te en la tierra con mucha gente ; é cómo
pojo se tornaron los españoles, é acom- ocurrió esta nesçessidad, salió el dicho Al-
pañados de mucha gente de paz que avian magro de Xauxa con uno solo de á caba"
salido á dar la obidiençia; pero no muy lio, é como era bien quisto, la gente se
contentos por no aver podido conseguir holgó con su llegada, é aunque les pessó
los nuestros aquellos thessoros que bus- del estado que se aparejaba en la con-
caban de At aba l iba. Con todo, un indio quista, para aver aquel oro que buscaban,
de la provincia de los carates, que se avia porque un dia ú otro pensaban toparlo
perdido, dixo quél sabia dónde estaba todo ó mucha parte dello, ovieron pa-
el thessoro escondido, é fueron allá é ha- ciencia , é pingóles á una voce de se dis-
llaron once cántaros grandes de plata é poner á servir é seguir al capitán Diego
tres de oro ; é preguntándole por lo de- de Almagro, como más largamente se di-
más dixo que cada señor escondió el thes- rá en el capítulo siguiente..
soro, quel señor Atabaliba lo avia envia-

CAPITULO xx.
En el quai se tracta de la yda del comendador don Pedro de Alvarado á la tierra austral; é cómo el capi-
tán don Diego de Almagro le salió al encuentro la tierra adentro ; é cómo se concertaron en ciertos milla-
res de pessos de oro; é de la discordia que se siguió entre los capitanes Almagro é Piçarro sobre el dere-
cho del Cuzco , é cómo vinieron en concierto por medio de Antonio Tellez de Guzman , juez de comisión
que se deçia sin lo ser; é tráctanse otras cosas á la historia convinienles.

i artió de Xauxa, como de susso se di- precedente, tomó también los hijos de
xo, el capitán don Diego de Almagro é Atabaliba, y en ciertos recuentros que
fuésse á la cibdad de Sanct Miguel, é ha- ovo con el capitán Orominavi, en todos
lló por su información que don Pedro de le venció é ganó muchos despojos; é
Alvarado llevaba septeçientos hombres la después los mesmos indios le mataron,
vuelta de Quito, é aun fuéle dicho que se viendo el poco fructo que se les se-
carteaba Sebastian de Benalcácar con Al- guía de seguir al dicho Oromina vi. É
varado (mas fué falso). Y en essa sacón por sus jornadas fué Almagro á la cibdad
llegaron dos navios de Nicaragua con de Riobamba, é hiço guerra al señor dé-
ciento é septenta hombres, é recogiólos lia , que está en cierto passo doce leguas
Almagro é fuésse la vuelta de Quito á to- de allí, 6 venciéronle émataron innume-
marle el passo é la delantera la tierra rables indios, á causa que los indios de
adentro ; é recogida assimesmo la gente servicio que los chripstianos llevaban eran
de Quito, como se dixo en el capítulo los que haçian grand carneçeria en los
240 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
contrarios. É fué presso el señor de aque- fin, que la cosa llegó á estado que estu-
lla cibdad, al qual le llegó un mensajero; vieron á punto de se perder, si rompieran,
y este cacique, informado del mensajero, ó á lo menos estuvo bien aparejada una
apartó en secreto al capitán Almagro, é mala jornada, porque Alvarado traia do-
dtxole cómo venían muchos chripstianos bladamente é muy bien armada é de me-
é gente quel capitán Alvarado traia, é jores caballos é más descansados, puesto
mucha artillería é muchos caballos, é que que á los de Almagro, aunque no eran
le avian salido muchos indios al encuen- sino doscientos é cinqüenta hombres, no
tro é tenían mucha guerra con el dicho les faltaba voluntad para la resistencia;
Alvarado. é ya los que primero avian blandeado,
Por este aviso Almagro recogió su cam- como conosçian la liberalidad de Alma-
po é fuésse á la cibdad de Riobamba, é gro é las buenas obras que acostumbra-
mandó que diez de caballo fuessen por ba hacer, determinaron de morir é no le
corredores para saber qué gente eran dexar. É cierto fué obra de Dios no se
aquellos chripstianos, é que mirassen la matar los unos é los otros, porque el se-
orden que traían ; é diéronse tal recabdo ñor de aquella cibdad, que tenia presso
quel Alvarado los prendió é supo dellos Almagro, avia fecho venir en su ayuda
lo que ellos yban á saber de su campo. diez mili hombres de guerra, é si se co-
É uno dellos se soltó de noche, é tomó un mençara la batalla no pudiera ser difinida
caballo é volvió á dar nueva à Almagro sin morir todos los españoles ó la mayor
de lo que passaba, é díxote que Alvara- parte dellos. En conclusion, se dio assien-
do llevaba seysçicntos hombres españo- to en que la gente de Alvarado se apos-
les, pocos más ó menos, é que eran sentasse en ciertos apossentos de indios
buena gente. Luego Almagro hiço romper naborías é amigos de la parte de Alma-
una puente é hacer cavas ó fosos é bes- gro; pero aquella noche cada uno hiço
tiones é se comencó á fortalesçer, porque buena guarda en su real. Y non obstante
le paresció quel Alvarado (como era la esso se le amotinaron aquella mesma no-
verdad) estaba mucho más poderoso que che más de ciento á Alvarado é se pas-
no él. saron á Almagro, á causa ele lo qual otro
Entre los de Almagro ovo muchas opi- dia capituló, como le convino, é fué el
niones é flaqueça de palabras, porque de- concierto este : Que Almagro le dio çient
cían unos que se fuessen é no esperassen mill pessos de oro á Alvarado, porque le
pues que eran pocos : otros decían que no dexasse los navios é pertrechos é la gen-
se hiçiesse tan grande error: otros deçian te é se volviesse á su gobernación de
que no querían pelear contra chripstia- Guatímala. É assi se hiço é se juntó toda
nos ; y en fin los más eran de voto é la gente con Almagro ; é luego que se ovo
acuerdo que se fuessen antes del quarto concluido ovo mucha murmuración con-
del alba. Y aquella noche se les fué la tra Alvarado, é grande aborresçimiento
lengua é se passó al adelantado Alvara- de su persona en muchos cavalleros hi-
do, que estaba cinco leguas de allí, é le dalgos de los que con él avian ydo, di-
dixo la determinación en que estaban ; é ciendo mal del é oyéndolo sus orejas, é
como Alvarado lo supo, soltó los corre- deçian: «Veys aquí quien nos ha vendi-
dores que avia prendido, é partióse tras do». Y en especial sus debdos é parien-
ellos con su exérçito é llegó á vista del tes y hermanos, é aun en algunos ovo
real de Almagro, é de los unos á los otros lágrimas, blasfemando del é de su po-
començaron á andar rcquirimientos. En quedad. Y él estaba tan corrido é arre-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XX. 241
pentido que no aleaba los ojos de tierra, aunque es muy fría, es fértil, é quiere
descontento de su concierto, é aun deçia paresçer en el temple á la de España. La
lástimas contra sí é su mal acuerdo, por- hierba es corta, é las sierras llenas de
que él é su gente avian trabaxado é gas- nieve todas. Hay grandes hatos de ove-
tado mucho hasta allí, y empeñándose jas como en Soria é Cuenca, puesto que
por hacer aquella armada con que avia las ovejas son de otra manera, é la lana
salido del puerto de la Possesion de Ni- assimesmo.
caragua con once navios entre chicos é Toda la gente de aquella tierra es de
grandes, muy bien armados é pertrecha- las provincias de Collao é Condesuyo, que
dos, con que se fué á desembarcar en latruxoGuaynacava, quando la conquistó
Puerto Viejo, en Ja gobernación de Fran- porque no se le alçassen, é la gente de
cisco Piçarro, donde hiço harto daño en allí natural llevóla adonde sacó essotra; é
los naturales de la tierra, la qual atra- desta manera señoreaba é lo hacia en lo
vessó para yr á Quito á buscar los thes- que nuevamente conquistaba.
soros de Atabaliba. Y en el camino halló Ninguna fructa hay en esta tierra: allí
un rio muy grande en que se tardó mu- supieron los españoles de Condelumar é
cho en lo passar, porque tiene dos leguas de su señorío: allí hallaron canela muy
quassi, por donde lo passó, de ancho; y buena, á manera de unos vassillos como
él é su exérçito padesçieron muchos tra- de bellotas, pero mayores é quassi lla-
baxos é hambres é dolencias. É desde á nos, é no tan encasquillados como los de
tres dias despues que estuvo de la otra la bellota, sino más abiertos é quassi lla-
parte de aquella grand ribera, llegó á un nos, porque la fructa debe ser mucho ma-
puerto, donde estaban dos sierras cu- yor que bellotas.
biertas de nieve; y estando al pié de aquel De Riobamba partieron cinqüenta de
puerto comencó á llover tierra del cielo, caballo para yr al Cuzco, donde estaba
que cegaba los hombres é Jos caballos, ya el gobernador don Francisco Piçarro;
de lo qual atrás queda fecha memoria ; é y en el camino encontraron un capitán de
fué de tal manera, que los árboles é hier- Atabaliba, que se deçia Quizquiz, con
bas se henchían de tierra : é assi con veynte mili hombres de guerra, hacien-
aquella tormenta, comencó á subir el do todo el mal quel podia , quemando é
puerto, é se le murieron ciento é çin- asolando la tierra por donde passaba; é
qüenta españoles é diez mugeres, é llevaba seysçientas cargas de oro, y era
quassi nueveçientos indios é indias na- primo de Atabaliba. Y pelearon con él é
borías y esclavos que llevaban de ser- venciéronle, é tomósele mucha parte de
vicio; é passaron el puerlo. E llegados su fardage é más de ve\ nie mill ovejas
con estos trabaxos adonde es dicho, paró cargadas
O
de mahiz, é más de vevnte
w

mili
el armada en el concierto que la historia personas fueron pressos; pero el oro avía-
ha contado, é Almagro hiço su hecho y el lo enviado por otro camino. Allí mataron
de su compañero el gobernador Francis- en la batalla dos caballos ó hirieron otros
co Piçarro, porque á la verdad, si Alva- treynta ; mas la victoria quedó por los es-
rado no se fuera á juntar tan cerca de Al- pañoles , é fué desbaratado el capitán
magro, otro evento se cree que tuvieran Quizquiz, aunque era hombre de guerra
las cosas. é muy astuto, é sobrino de Guaynacava.
Almagro fundó dos villas en Riobamba Todavía se ovo mucho oro é plata en este
é otra en la cibdad de Quito, é comencó recuentro ; é siguieron los chripstíanos su
á pacificar é poblar aquella tierra: la qual, Camino 6 llegaron á la villa de Tangarala,
TOMO IV. 31
242 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
donde no falló alboroto, porque Al vara- Al varado, del qual tenian noticia aqui que
do supo, é le dixeron, quel gobernador era ydo á aquella tierra con armas é gen-
de Castilla del Oro, Francisco de Barrio- te. É aunque las provissiones para lo de
nuevo , yba con quatroçientos hombres. Al varado ya no eran menester, é no ha-
Desde allí fué Almagro á la cibdad de blaban en essotra contención, el Antonio
Pachacama, donde fué pagado AI varado Tellcz vino al tiempo aparejado, ó aque-
de sus çient mill pessos, é le hiço embar- llas provissiones eran equívocas, ó él se
car. Quedaron prósperos el gobernador las mostró por las espaldas con aquel se-
Piçurro é Almagro, su compañero, é con llo Real (quanto más que aunque á cada
assaz gente; é acordaron de hacer el re- uno dellos dos, digo Francisco Piçarro é
partimiento de los indios de servicio, é Diego de Almagro, se las diera á leer,
que Almagro quedasse en el Cuzco y el ninguno dellos las entendiera, pues no
gobernador residiesse en la costa de la aprendieron ni conosçian letra, una ni
mar. Y dada esta orden, como el dicho ninguna) ; de forma que sin ser juez para
Almagro avia enviado á pedir la gober- nada de aquello, él se dio tan buen re-
nación del Nuevo Reyno de Toledo, lle- cabdo que se hiço juez, por la simplici-
gáronle los treslados que le avia enviado dad de los principales altercantes. Y en-
el capitán Mena ; é Almagro pretendia, trometido en el juzgado, como juez de co-
que segund los límites declarados entre misión que se deçia (sin la tener), comen-
él é su compañero (conforme á las pro- cé á poner penas á los unos é los otros,
vissiones Reales del uno é del otro), quel haciendo dar pregones para que dexassen
Cuzco entraba en su jurisdiçion, é aun las armas é no escandaliçassen la tierra,
harta más tierra , é quiso tomar la posse- só pena de las vidas é perdimiento de to-
sion. Pero resistiéronse los dos hermanos dos sus bienes para la cámara é fisco de
del dicho Francisco Piçarro, que se de- Sus Magestades. Y les puso tales temores é
cían Johan é Gonçalo Piçarro, con sus se dio tal maña con ambos competidores
amigos, é con un alcalde é dos regidores quel gobernador é Almagro se conforma-
que se allegaron á su opinion: é se pu- ron , é ovieron por bien de estar en paz,
sieron á un bando, é los amigos de Al- como buenos compañeros; é al intruso
magro á otro bando, con armas, y en re- juez se lo pagaron muy bien, é le dieron
quirimicntos é contenciones, sin venir á diez ó doce mili pessos de oro, segund
Jas manos, pero debatiendo. En esto es- se dixo públicamente, con que se fué á
taban cada dia para pelear los unos con- Toledo en España, de donde era natural.
tra los otros (y en espacio de septenta Y los litigantes pararon en renovarla amis-
dias), hasta que llegó el gobernador Fran- tad é compañía é comunes ganancias en-
cisco Piçarro con mucha gente ; é se pen- tre los dichos Piçarro é Almagro, de lo
só que aquel dia oviera mucho mal, é as- qual resultó quel Ynga les dio sobre dos-
si fuera ello, sino que llegó un cavallero, cientos mili pessos para la concordia : y
natural de Toledo, llamado Antonio Te- el gobernador Piçarro se fué á la cibdad
llez de Guzman, con ciertas provissiones de los Reyes, é Almagro dio orden en
quel Audiencia Real, que reside en esta poner por obra su partida en demanda
cibdad de Sancto Domingo de la Isla Es- del famoso estrecho que descubrió el co-
pañola, le avia dado, para yr á poner en mendador é capitán Hernando de Maga-
p*x á estos dos capitanes Piçarro é Alma- llanes en la mar austral, de la otra parte
gro, su compañero, con don Pedro de de la línia del equinoçio.
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XXI. 243

CAPITULO XXI.
Cómo el adelantado don Diego de Almagro se partió del Cuzco en demanda de la provincia de Chile ; é
también se tracta de la venida de Hernando Picarro á la tierra austral, é de la vuelta de Almagro al Cuz-
co ; ë cómo prendió á Hernando Picarro é después al capitán Alonso de Alvarado ; é también se tracta de
otras cosas que son nesçessarias é esta materia.

I a se dixo en el capítulo de susso cómo de él é la gente hicieron la excesiva pe-


por los treslados de las provissiones Rea- nitencia que se dirá en el libro siguien-
les avia querido Almagro tomar la pos- te, é halló con una tierra frigidíssima,
sesion del Cuzco, é cómo el gobernador donde ni les faltó sed ni hambre ni otros
Francisco Picarro fué allá á lo estorbar, é trabaxos nunca antes oydos á chripstia-
le halló con el Alvarado contendiendo en nos; é la gente que toparon pobre é sal-
demandas é respuestas. Assi que, ydo vage, vestida de cueros, é las moradas
allá, acusóle de mal amigo, porque pen- debaxo de tierra, como osos, sin saber
saba Piçarro que aunque vinieran las ori- qué cosa es oro ni plata, ni averio me-
ginales provissiones, no hiciera Almagro nester. En el qual tiempo Hernando Pi-
lo que con los treslados intentaba; é co- carro llegó al Cuzco, é como halló que su
mo amigo é compañero le rogó, é como hermano el gobernador é Almagro, su
gobernador le mandó, que hasta que pa- compañero, estaban en conformidad, non
resçiessen las firmas de Sus Magestades obstante las diferencias passadas, envió á
nose hablasse en aquello, é que fuesse Almagro con Johan de Herrada, mayor-
adelante con quinientos hombres que allí domo del dicho don Diego de Almagro,
avia, que no tenían en qué entender. Y las provissiones Reales quél llevaba de
mediante el juez de comisión inserto que Sus Magestades, é algunos caballos é ne-
de susso se dixo, é la buena manera quel gros y herrage é otras mercaderías, pa-
Antonio Tellez de Guzman é otros cava- ra que las tomasse é se las enviasse á pa-
lleros que se atravessaron, tuvieron en gar, juntamente con las albricias ó trayda
ello para la paz é concordia, se con- de las provissiones del título de adelan-
certó é reformó la amistad de ambos tado é gobernación (esto sospechando que
capitanes, como la historia lo ha rescata- las cosas del Almagro no podian parar si-
do: é prometió el gobernador al Almagro no en mucha prosperidad). El qual Johan
é le dixo que si adelante hallasse otra de Herrada le halló ya de vuelta , por no
tierra mejor ó tan buena, que le dexasse aver hallado tierra donde poder poblar,
aquella, pues quel interesse é ganancias ni aun sostenerse; é cómo el adelantado
avian de ser comunes del uno é del otro, don Diego vido aquel despacho, holgóse
é si no que se volviesse, quél partiría con mucho con el mayordomo suyo que se lo
él como con hermano é compañero. É as- llevaba, é todos los de su compañía no
si se confirmaron é lo juraron, é passó menos placer ovieron dello, porque Al-
adelante Almagro (con relación que tu- magro era muy bien quisto. Y dióse pries-
vieron de muy buena tierra) la vuelta de sa á la vuelta, por tomar la possesion de
Chile é de Chiriguana, conforme á los su gobernación en la cibdad del Cuzco
conciertos dados entre ambos compañe- con las provissiones originales (pues con
ros, jurados é assentados; é fué quinien- los treslados no avia podido), 6 también
tas leguas ó más adelante del Cuzco, don- por descercar á los chripstianos que esta-
244 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ban cercados allí dias avia con Hernando é que tuviesse por cierto quél se avia de
Piçarro, y el Ynga los tenia en mucho satisfacer quando pudiesse después de
aprieto. Porque Hernando Piçarro avia venido, é que mirasse que don Diego de
seydo causa quel Mango Ynga Ypangüe Almagro no lo hacia sino para enviarle
se rebelasse (que este es su proprio nom- presso á Castilla.
bre del rey de los indios en aquella tier- Esta carta dióle Ynga á los mensajeros
ra), el qual andaba alçado á causa de le de don Diego de Almagro, que yban é
pedir más oro de lo que podia dar, é si venían, y envióle á decir que le quería
lo podia cumplir no quería, é por otras engañar; é cómo el adelantado don Die-
causas é ultrages é malos tractamientos go vido que no le podia apaciguar ni traer
que se le hicieron; é tuvo un año cerco á concordia, fué á la cibdad del Cuzco;
sobre el Cuzco, donde estaban ochenta de é sabida su yda por Hernando Piçarro, se
caballo, poco más ó menos, é doscientos armó, é le envió á decir desde fuera de
chripstianos entre todos. É llegado el di- la cibdad, estando en el campo con sus
cho adelantado don Diego de Almagro é banderas tendidas con su gente de chrips-
su gente á Hurco, ques siete leguas del tianos é indios de guerra, á los quales el
Cuzco, envió sus mensajeros al Ynga, Hernando Piçarro avia mostrado á pelear
que estaba en un pueblo (llamado Tam- con grandes picas, tendiéndolas é ponien-
bo) hecho fuerte, el qual está otras siete do el qüento debaxo del pié para esperar
leguas Norte Sur de la dicha cibdad; y á los de caballo; é las palabras fueron
envióle á decir por le mudar de su pro- estas: «Que si venia como vecino del Cuz-
póssito, quél sabia que avia seydo mal- co é compañero del gobernador, su her-
tractado é venia á le desagraviar, é quel mano , seria obedesçido é agradado é ser-
Apo de Castilla (que assi llaman ellos al vido; é que si pensaba usar é aprove-
Rey) le avia escripto que le ayudasse con- charse de las provissiones Reales quél le
tra los que le avian enojado. Y él le res- avia enviado, que aparejasse ó aprestasse
pondió quél le tenia por padre é lo que- los puños, que pues su hermano Johan
ría mucho; pero quél é sus principales Piçarro, sin barbas, se lo avia defendido
caciques deçian que para que fuesse crey- quando quiso tomar la possesion del Cuz-
do, enviasse doçe chripstianos vecinos del co por los treslados délias, que raçon era
Cuzco (que nombró) los quales, teniéndo- quél, con barbas, se lo defendiesse ». A
le presso Johan Piçarro, le mearon en la lo qual, con ciertas personas principales,
cara, é le mataban las candelas de sebo, le respondió y envió á notificar las pro-
pegándoselas ardiendo á las narices, é se vissiones Reales ; é dixo que las obedes-
echaban con sus mugeres delante del rnes- çia como cartas de su Rey é señor, é
mo Ynga, é otras injurias muchas que se quanto al cumplimiento, quél no era par-
le hicieron. te, pues no hablaban con él ni con el go-
Viendo Hernando Piçarro que no le en- bernador su hermano, cuyo teniente era,
viaba mensaje ninguno el don Diego de sino con la justicia é regimiento; que las
Almagro, supo que contractaba con el pressentasse en su ayuntamiento , é quél
Ynga; é recelándose dello escribió una cumpliría lo quellos respondiessen (como
carta al Ynga , y envióle á decir que pues hombre que sabia que la respuesta avia
no se avia querido dar á él, que no se de ser la quél quisiesse). Y los mensaje-
dicsse á don Diego de Almagro, que le ros le dixeron que le requerían que pu-
haría grand afrenta, é dirían quél lo avia siesse el cabildo en libertad ; y Hernando
levantado y essotro le avia apaciguado; Piçarro dixo que assi lo haria, é que se
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XXI. 245
fuessen á la iglesia, que allí los hallarian juicio de su honra. Y Almagro fué con-
ayuntados: é fueron é requirieron al di- tento de lo facer, con tanto que Hernan-
cho cabildo, é respondieron que en la do Piçarro jurasse é hiçiesse pleyto ho-
cibdad estaba don Alonso Enriquez y el menage que no se haria fuerte en la cib-
capitán Hernand Ponce de Leon y el li- dad en aquellos tres dias, ni se inovaria
cenciado Francisco de Prado y el thes- cosa alguna durante aquella tregua, é
sorero Alonso Riquelme, que los querían que era para bien de paz é no para más
llamar, porque aunque no eran regido- guerra ni muertes de hombres, de que
res, querian tomar sus paresçeres; é lla- fuessen Dios y el Rey deservidos ni des-
mados , platicando en el negocio pidieron acatados. Y assi lo concedió, é ambos hi-
al licenciado que les diesse su paresçer, cieron la dicha pleytesia en manos del
el quai dixo que le paresçia que debian mesrao capitán Gabriel de Roxas: el qual
resçebir al dicho adelantado don Diego de prometió, como cavallero é hombre hijo-
Almagro, assi porque deçia Su Magestad dalgo, de avisar á don Diego de Alma-
en su provission que si no lo resçibies- gro si algo oviesse contra el dicho pleyto
sen le daba por resçebido, é poder para homenage, é se pusieron las treguas por
quitar é poner varas é castigar á los des- los dichos tres dias. Y en la segunda no-
obidientes, como por venir de parte del che , después de lo ques dicho, estándose
dicho don Diego de Almagro una provi- passeando (cerca del dia) el Hernando Pi-
sion quél avia hecho entre su gente, en çarro é don Alonso Enriquez, llegó el
que avia dos pilotos, de cómo yba fuera dicho capitán Gabriel de Roxas, con lá-
con más de çient leguas el Cuzco de la grimas , é dixo á Hernando Piçarro:-«¿Có-
gobernación é límites de la jurisdiçion del mo, señor, quereys amenguarme, que
gobernador don Francisco Piçarro, é que he dado la palabra á don Diego de Al-
estaba dentro el Cuzco de la de don Die- magro de le avisar, si vays contra el pley-
go de Almagro; pero que fuesse con con- to homenage que le teneys dado en mis
dición, que para ver si probaba otra cosa manos?» Y Hernando Piçarro dixo:-«¿Por
el gobernador don Francisco Piçarro, que qué lo decís?» É Gabriel de Roxas repli-
se viessen ambos adelantados antes de có:-«Porque fortalesçeys la cibdad, que
tomar la possesion, porque viéndose, se agora vengo de ver cómo Çisneros, vues-
tomaría más en conformidad. tro criado, está deshaciendo una puente».
A esto respondió don Diego de Alma- Respondió Hernando Piçarro:-«No acri-
gro, quél tomaba el paresçer primero é mineys las cosas tanto, señor capitán:
no el segundo consejo, porque él no se lo que á un traydor como esse ha de aver
pedia ni lo quería, porque á mandamien- dos alevosos, como el señor don Alonso
to del Rey no avia de aver ni preferirse é yo».
otra voluntad, ni medios ni conciertos. Ved qué respuesta ó lea liad de home-
Luego el Hernando Piçarro le envió á nage de hidalgo, é qué culpa tenia don
decir á don Diego de Almagro, con el Alonso en lo qué no sabia ni era para le
capitán Gabriel de Roxas, que pedia por hacer participante.
merced á su señoría no entrasse en la cib- Luego la noche siguiente, sabido por
dad por fuerça ni por grado hasta darle sus espías de don Diego de Almagro que
tres dias de término, de lo qual quería por parte de Hernando Piçarro eran rom-
su palabra é pleyto homenage, é quél pidas las treguas, entró á más de media
quería esto por pensar cómo mejor servir noche é prendió al dicho Hernando Piçar-
a
su señoría, é que fuesse menos en per- ro, con muerte de dos hombres (de cada
246 HISTORIA GExNERAL Y NATURAL
parte el suyo), é puso en libertad el ca- capitán é gente venían, envió el gober-
bildo , y en la iglesia mayor requirióles nador don Diego ciertos cavalleros é per-
le diessen la possesion é le resçibiessen sonas principales á decirle que obedes-
por gobernador, sin aditamento alguno; çiesse las provissiones de Sus Magesta-
y él prometió que no les vernia daño por des, é requiriéronle con ellas que se tor-
lo que conforme á justicia hiçiessen. nasse á su gobernador, ó se viniesse al
Respondiéronle que los dexasse aver gobernador Almagro para servir á Sus
su información de pilotos si cabia aquella Magestades debaxo de su bandera ; pero
cibdad del Cuzco en su gobernación, y él él lo que respondió fué prender los men-
lo ovo por bien ; é diputaron para la to- sajeros que con essa embaxada le fueron,
mar á los alcaldes é a un regidor, é to- é dixo que le avian de dar á Hernando é
maron juramento á Hernando Piçarro el Gonçalo Piçarro antes quél soltasse á es-
primero, el qual juró que entraba la cib- sotros; é sabido por el gobernador Diego
dad del Cuzco en la gobernación de don de Almagro, fué allí con quinientos hom-
Diego de Almagro, é que por su honra bresj é hallóle fecho fuerte en un rio, éhí-
la defendía por avella defendido (como çole requerir que soltasse sus mensajeros;
se dixo de susso) su hermano Johan Pi- é nolo queriendo hacer, entróle por fuerça
çarro , é assimesmo lo juraron otros qua- é sacóle los pressos, é prendió al Alonso dé
tro pilotos, é fué resçebido el dicho ade- Alvarado,énoámás porque todos los otros
lantado Almagro del dicho cabildo, uná- dixeron que le querian por gobernador.
nimes é conformes. Luego hiço pregonar Y fecho aquesto, se tornó al Cuzco con la
el dicho gobernador don Diego de Alma- una é otra gente. Después de lo qual fue-
gro, que á quien le faltasse algo, por ron por embaxadores del gobernador don
aver él entrado do noche, viniesse ante Francisco Piçarro el licenciado Gaspar de
él, que se lo pagaría ; é no paresció sino Espinosa y el licenciado Antonio de la
uno, que dixo que le avian muerto una Gama é Diego de Fuenmayor, hermano
puerca, é pagóle por ella sessenta pessos del señor Presidente desta Real Audien-
de oro, porque dixo que se los daban cia de Sancto Domingo, é Guillen Xuarez
por ella. de Caravajal y el dottor Hernando de Se-
Puesto Almagro en su possesion de go- púlveda y el alcalde Diego Nuñez de Mer-
bernador y exerçitando su cargo, trama- cado , para (radar de la concordia (nom-
ba de prender á Ynga ; y en essa sacón brólos aqui, porque como he dicho en
vino un capitán con gente, quel gober- otras partes, huelgo de dar los testigos
nador don Francisco Piçarro enviaba en en lo que no he seydo pressente) : é que-
socorro de sus hermanos, pensando que daron con el gobernador don Diego Nu-
estaban todavía cercados de indios, el ñez y el dottor Sepúlveda, para le con-
quai se deçia Alonso de Al varado, é ya sejar é acordar que estuviesse en querer
estaban pressos Hernando é Gonçalo Pi- la paz siempre, é los demás tornaron con
çarro por el gobernador don Diego de Al- la respuesta al gobernador don Francis-
magro, assi por se aver defendido quan- co, é á decir que por su paresçer dellos
do entró en el Cuzco é no aver querido el adelantado don Diego se abaxaria á los
cumplir las provissiones Reales, como por llanos, é traería consigo á Hernando Pi-
quexas que ovo contra ellos de robos é çarro para lo embarcar y enviar presso á
fuerçasé afrentas é cohechos, é aver fe- Su Magostad, asegurándole de no mata-
cho levantar al Ynga é á los indios é natu- He : lo que tuvieron por buena negocia-
ales de la tierra. Y cómo supo que aquel ción , porque letrados le dieron firmado
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XXI. 247
al dicho Almagro quel Hernando Piçarro dolencias en los nombrados ; é los gober-
rneresçia muerte; pero que no eran en nadores , assi por su poca constancia co-
quél se la diesse, sino que lo remitiesse mo por falta de prudencia, lo admitie-
á Su Magestad, porque no paresçiesse ron, é aun se dixo que yba pagado. Y
que se queria vengar de los enojos que le dio cierta sentencia, de la qual é de lo
avia fecho. que se siguió della, é de otras cosas des-
Vueltos los mensajeros (excepto el li- ta materia, se ha de tractar en el libro
cenciado Espinosa, que se murió durante siguiente; pero la sentencia fué tal, que
su embaxada en el Cuzco de enfermedad en pronunciándola esse frayle, le dixo lue-
que ya él de dias antes se tenia), se par- go el alcalde Diego de Mercado estas pa-
tió el adelantado don Diego de Almagro labras: «Dígoos, padre, que aveys dado
con el presso Hernando Piçarro é con el una sentencia la peor é más injusta que
oro que estaba recogido para Sus Mages- se ha dado hasta agora».
tades de sus quintos é intéresses Reales; E para mejor inteligencia de lo de ade-
é desde el camino envió adelante el ade- lante , é de la desventurada fin é injusta
lantado don Diego sus mensajeros al go- muerte del adelantado don Diego de Al-
bernador don Francisco, é prendiéronlos magro, es de saber que como durante el
en el camino é los llevaron hasta doce le- cerco del Ynga sobre el Cuzco el gober-
guas de la cibdad de los Reyes, donde nador don Francisco Piçarro, assi á Es-
salió el gobernador Piçarro é los hiço sol- paña como á todas las otras partes destas
tar. Y en nombre de todos los otros men- Indias, envió á pedir socorro para des-
sajeros ó embaxadores de Almagro, dixo cercar al Cuzco é los chripstianos que en
don Alonso Enriquez estas palabras:-«Se- él estaban: é para sojuzgar los indios é
ñor gobernador, á estos señores é ami- reducirlos al servicio de Sus Mageslades,
gos envia don Diego de Almagro á vues- fué desta Isla Diego de Fuenmayor, her-
tra señoria por bien de paz': é dice quél mano del Presidente desta Real Audien-
no es tirano ni alevoso, como los de vues- cia , con gente de pié é de caballo ; é fue-
tra compañía lo haçen é vuestra señoria ron de otras muchas partes é cresció el
los oye; é que en señal desto, aunque exérçito del adelantado don Francisco Pi-
bastaba aver seydo vuestro compañero, çarro de mucha gente de pié é de caba-
que lo pongays en manos de cavalleros llo é artillería, creyendo que yban á ser-
é personas singulares é sin passion, é quél vir á Dios é al Emperador Rey, nuestro
estará por lo que juzgaren, hasta en tan- señor, é á pacificar los indios, é no con-
to que venga juez competente que lo de- tra chripstianos, como después lo rodea-
termine». De lo qual fué muy contento ron los pecados é malicia de los unos ó
don Francisco Piçarro, é señaló por su de los otros. De lo qual se siguieron mu-
parte al capitán Francisco de Chaves é á chas muertes é robos é fuerças é cosas
fray Johan de Olias, vice provincial de mal pensadas é peor obradas, en deser-
la Orden de Sánelo Domingo ; é don Die- vicio de Dios é de Sus Magostados, y en
go de Almagro señaló por la suya al al- daño de los chripstianos que padesderon
calde Diego Nuñez de Mercado é á don é de la tierra toda, como la historia ade-
Alonso Enriquez. Y estando en esto con- lante lo dirá más puntualmente, porque
formes, subcedióque un frayle, llamado de nesçessidad se han de repetir algu-
fray Francisco de Bobadilla, provincial nos passos que en este libro XLVI se han
que se deçia de la Orden de la Merced, escripto sumariamente para cumplir con
se entrometió en este juzgado, poniendo la orden historial ; é digo que estarán más
248 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
largamente repetidos como en lugar más adelantado don Diego de Almagro, é á los
acomodado é conviniente al proçesso de fechos é subçessos del adelantado é des-
la infelicidad del adelantado don Diego pués marqués, don Francisco Piçarro, é
de Almagro, é al discurso destas mate- de su hermano el capitán Hernando Pi-
rias de aquellas partes é tierras é mares çarro.
australes, é á los fechos é subçessos del

CAPITULO XXII.
En quo se traela sumariamente la causa por qué murió Atabaliba, é la forma que se tuvo en lo matar; é
del grand ser de la persona de Atabaliba é del mucho daño que de su muerte se ha seguido; é de la renci-
lla del gobernador ó marqués don Francisco Piçarro con otras personas señaladas; é assimesmo se tracta-
rán cosas en este capítulo, que avian de estar escriptas en lo que atrás queda dicho; pero no vinieron á no-
ticia del auclor de sus historias hasta aver eopilado los capítulos precedentes , é parescióle ques mejor po-
ner en este capítulo lo que se sigue.

Dice el Evangelio: «¿Coge por ventu- xando la tierra, é que assimesmo serian
ra alguno de los espinos uvas, ó de las más parte para se sostener en ella sin
carcas higos? » É antes desto dice la mes- aquel escrupuloso impedimento, que no
ma verdad : « En los fructos dellos los conservándose la vida de un príncipe tan
conosçereys» ', Assi acaesçe á los prin- grande é tan temido é acatado de sus na-
cipales é á los capitanes generales, que turales y en todas aquellas partes. É la
cerca de sí tienen hombres de poco en- expiriençia ha mostrado quán mal acor-
tendimiento, é sin expiriençia para las dado é peor fecho fué todo lo que contra
cosas grandes é de mucha calidad é im- Atabaliba se hiço despues de su prission
portancia. É de los consejeros de flaco en le quitar la vida: con la qual, demás
juicio no se puede coger ni resçebir sino de deservirse Dios, quitaron al Empera-
flacos paresçeres é dañosos efettos, é de dor, nuestro señor, é á los mesmos espa-
los hombres cobdiçiosos é mal inclinados, ñoles que en aquellas partes se hallaron,
trisles é perversos é condenados fines. é á los que en España quedaron que es-
Mucho aviso ha de tener el ques señor tonces vivían, é á los que agora viven é
ó caudillo en saber entender á los que nascerán, innumerables thessoros que
cerca de sí tiene, porque es muy más pe- aquel príncipe les diera; ó ninguno de
ligroso el consejo de un amigo ó criado sus vassallos se moviera ni alterara, co-
doméstico é acepto (si no lo es qual debe mo se alteraron é rebelaron en faltando
ser) que la espada del enemigo, de la su persona.
qual con más facilidad nos podemos guar- Notorio es quel gobernador le aseguró
dar. E assí, quando el marqués don Fran- la vida, é sin que le diesse tal seguro, él
cisco Piçarro tuvo presso al grand rey se le tenia, pues ningún capitán puede
Atabaliba, le consejaron hombres faltos disponer, sin licencia de su rey é señor,
de buen entendimiento que lo matasse (ó de la persona del príncipe que tiene pres-
él lo ovo gana) ; porque como se vieron so, cuyo es de derecho; quanto más que
cargados de oro, parescióles que muerto Atabaliba dixo al marqués, que si algún
aquel señor, lo podrian poner más á su chripstiano matassen los indios, ó le hi-
salvo en España , ó donde quisiessen, de- çiessen el menor daño del mundo, que

Math., cap. VU.


DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XXII. 2*9
creyesse que por su mandado se hacia ; é sus delictos é crueldades passadas quél
que quando esso fuesse, le matasse ó hi- avia usado entre sus indios y enemigos
çiesse del lo que quisiesse, é que tractán- en el tiempo passado (de lo qual ninguno
dole bien, él le chaparía los caminos de era juez sino Dios), queriendo saber la
plata é le allanaría las sierras é los mon- verdad, épor excusar tan notorios daños
tes, é le daria á él é á los chripstianos como se esperaban que avian de proce-
quanto oro quisiessen, é que desto no tu- der, matando á aquel señor, se ofresçie-
viesse dubda alguna. Y en pago de sus ron cinco hidalgos de yr en persona â sa-
ofresçimientos, encendidas pajas, se las ber é ver si venia aquella gente de guer-
ponían en los pies, ardiendo, porque di- ra (que los falsos inventores é sus men-
xesse qué trayçion era la que tenia orde- tirosos espías publicaban) á dar en los
nada contra los chripstianos ; é inventan- chripstianos.
do é fabricando contra él falsedades, le En fin, el gobernador (que también se
levantaron que los queria matar. É todo puede creer que era engañado) lo ovo por
aquello fué rodeado por malos, é por la bien, é fueron el capitán Hernando de
inadvertencia é mal consejo del goberna- Soto y el capitán Rodrigo Orgonez é Pedro
dor, é començaron á le haçer proçesso Ortiz é Miguel Estete é Lope Velez á ver
mal compuesto é peor escripto, seyendo essos enemigos que decían que venían, y
uno de los adalides un inquieto, desaso- el gobernador les dio una guia ó espía,
segado é deshonesto clérigo, é un escri- que deçia que sabia dónde estaban. Y á
bano falto de consçiençia é de mala habi- dos dias de camino se despeñó la guia de
lidad, é otros tales que en la maldad con- un risco (que lo supo muy bien hacer el
currieron: é assi mal fundado el libello, se diablo) para quel daño fuesse mayor; pero
concluyó á sabor de dañados paladares, aquellos cinco de caballo que he dicho
como se dixo en el capítulo XIII, no acor- passaron adelante, hasta que llegaron al
dándose que les avia henchido las casas lugar donde se deçia que avian de hallar
de oro é de plata, é le avian tomado sus el exórcito contrario, é no hallaron hom-
mugeres é repartídolas, y en su pressen- bre de guerra ni con armas alguno, sino
çia, viéndolo él, usaban délias en sus todos de paz; é aunque no yban sino es-
adulterios y en lo que les placía á aque- sos pocos chripstianos ques dicho, les hi-
llos á quien las dieron, Y como les pares- cieron mucha fiesta por donde anduvie-
ció á los culpados que tales ofensas no ron, é les dieron todo lo que les pidieron
eran de olvidar, é que meresçian quel de lo que tenían para ellos é sus criados
Atabaliba les diesse la recompensa cómo é indios de servicio que llevaban. Por
sus obras eran, asentóseles en el ánimo manera que viendo que era burla é muy
un temor y enemistad con él entrañable; notoria mentira é falsedad palpable, se
é por salir de tal cuidado é sospecha, le tornaron á Caxamalca, donde el gober-
ordenaron la muerte por aquello quel no nador estaba : el qual ya avia fecho mo-
hiço ni pensó. É de ver aquesto algunos rir al príncipe Atabaliba, segund la his-
españoles comedidos, á quien pessaba toria lo ha contado; é cómo llegaron al
que tan señalado deservicio se hiçiesse á gobernador, halláronle mostrando mucho
Dios é al Emperador, nuestro señor, y sentimiento, con un grand sombrero de
que tan grande ingratitud se perpetraba fieltro puesto en la cabeça por lulo é muy
é tan señalada maldad se cometía, co- calado sobre los ojos, é le dixeron:—
mo matar á un príncipe tan grande sin «Señor, muy mal lo ha fecho vuestra se-
culpa, é viendo que le traían á colación ñoría , é fuera justo que fuéramos atendi-
TOMO JV. 32
250 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dos para que supiérades ques grand tray- la forma que la historia lo ha contado.
çion la que se le levantó á Atabaliba; por- Sabida la muerte de Atabaliba, é par-
que ningún hombre de guerra hay en el tido el gobernador de Caxamalca para el
campo ni le hallamos, sino todo de paz, Cuzco, vinieron muchos indios é allana-
é muy buen tractamiento que se nos hiço ron aquel pueblo, é no dexaron en él pie-
en todo lo que avernos andado ». Y el go- dra sobre piedra, é desenterraron el cuer-
bernador respondió é les dixo:—«Ya veo po de Atabaliba é se lo llevaron, é no se
que me han engañado ». supo dónde le pusieron.
Desde á pocos días, sabida esta ver- Súpose, é díxose por cosa muy cierta,
dad , é murmurándose de la crueldad que quel capitán Orominavi (que la historia ha
con aquel príncipe se usó, vinieron á ma- dicho que se alcó con cierta gente con los
las palabras el gobernador é fray Vicen- thessoros de Atabaliba) se fué con doce
te de Valverde y el thessorero Riquel, é ó quince mili hombres de guerra, é que
cada uno dellos deçia quel otro lo avia llevó sessenta mili cargas de oro á Quito
fecho, é se desmintieron unos á otros mu- é á otras partes donde le paresció que lo
chas veces, oyendo muchos su rencilla. podría mejor encubrir, como se encubrió,
Finalmente, como el oro estaba por par- que no se ha hallado ni ávido de todo ello
tir, ellos se apaciguaron. sino muy poca cantidad, non obstante
Ocurrióme á la memoria que aquellos quel capitán Benalcácar en essa demanda
consejeros del gobernador, antes que mató é assó muchos indios principales en
Hernando Piçarro, su hermano, partiesse Quito é por aquellas comarcas ; pero nun-
para España (porque quando Atabaliba ca se pudo saber dello ni alcançar este
murió ya él era partido), tuvieron una gen- secreto, ni dónde está aquel oro. É acaes-
til cautela para le ayudar, é fué quel go- ció estar atormentando tres ó quatro in-
bernador hiço juntar la gente en una ca- dios (é más é menos) para que lo dixes-
sa é se acordó que le diessen siete par- sen, é deçia uno dellos: «Essos lo sa-
tes, é puesto que á los más dellos les ben*. É preguntado á los otros, cada uno
pessó lo ovieron de otorgar, porque no respondia lo mesmo quel otro ; é assi pa-
osaron hacer otra cosa, é aun sobre esso desçian todos la muerte tan cruda é dila-
añadieron después diez mili pessos de oro tada como se la querian dar, sin se po-
que se le diesscn sin las parles ques di- der entender ni sacar dellos otra cosa;
cho, porque fuesse á España á pedir mer- pero sábese de indios principales, que
cedes á la Cessárea Magestad para todos; preguntándoles si le quedaba á Atabali-
é assi se partió con todo el oro quél pudo ba más oro del que avia dado á los chrips-
llevar. É assi el hermano, como gober- tianos, tomaban un çelemin ó más de
nador, é su compañero el adelantado don mahiz del granado é haçian un montón
Diego de Almagro trabaxaron de le en- dello, é de aquel sacaban un grano solo
viar rico, por quitarle de entrellos, é por- é deçian : « Este grano es lo que ha dado
que yendo muy rico, como fué, no tu- Atabaliba de sus thessoros, é lo que le
viesse voluntad de tornar á aquellas par- queda es essotro », señalando el montón
tes. De manera que partido para Castilla con el dedo, queriendo significar que era
Hernando Piçarro, se siguió la muerte de sin número ni comparación lo que le que-
Atabaliba, y el gobernador, con acuer- daba.
do de los ofiiçiales é otras personas, se- Passemos al libro XLVII, donde se
gund dice su secretario Francisco de tractarán otra muerte é muertes del ade-
Xerez, dio aquella sentencia contra él de lantado don Diego de Almagro é otros es-
DE INDIAS. LIB. XLVI. CAP. XXIÍ. 251
pañoles, que assimesmo fué todo ello en para la población de aquellas profundas é
notorio deservicio de Dios é del Empera- perpétuas é infernales cárceles que tiene
dor, nuestro señor, porque la condición Dios para castigo de los malos, apare-
de los pecados es que nunca se cometan jadas tan ciertas como es su justicia, pues
sencillos, sino que de uno en otro peor no pueden faltar á los meresçedores dé-
pendan, é se continúen hasta que la insa- lias, si no faltasse su poder é rectitud,
ciable voluntad del enemigo de la huma- ques infalible, é no puede errar ni dexar
na natura salga victorioso con sus artifi- de galardonar á cada uno, segund sus mé-
cios y engaños, tragando vidas é ánimas ritos.
Este es el libro noveno de la tercera parte, y es quadragéssimo séptimo del número
principal de la Natural y general historia de las Indias, Islas y Tierra-Firme del mar
Océano de la corona é çeptro Real de Castilla é de Leon : el quai tracta de la go-
bernación del Nuevo Reyno de Toledo, de que fué capitán general é gobernador
el infeliçe adelantado don Diego de Almagro, de buena memoria, en las pariese
mares australes, entre la línia del equinoçio y el polo antartico.

PROIIEMIO.

I ullo Hostilio fué de una pobre casilla la Cibdad de Dios, que no tuvo más de
solitaria, é su juventud aplicada en apa- quatro obradas de tierra, é labrábalas
centar bestias; pero quando fué de edad con sus manos; é fué por los romanos
perfetta, fué rey tercero de romanos é do- quitado del arado é fecho emperador ó
bló aquel imperio. Lucio Tarquino Prisco capitán general, é despues que ovo ven-
fué el quinto rey de Roma, pero extran- cido á los enemigos, se tornó á su pobre-
gero, é quando se fué á vivir á ella, al- ça, é no quiso aquel superior estado ni
quiló una casa para él é su muger, en que ser más que sus vecinos2. Otros muchos
morassen. Tullio Servio, de pequeño es- podrían decirse que de baxo estado su-
tado, subió á ser rey de Roma, en la bieron á mucha riqueça ó dignidades é
qual nasció siervo, pues era su madre potencias grandes por su industria é pru-
esclava, quando le parió. Todo lo dicho dencia ó esfuerço, ó porque la fortuna
es de Valerio Máximo, é Tito Livio assi los quiso más que á otros, ó mejor di-
dice que fué siervo é hijo de sierva 4. ciendo porque Dios assi lo permite. No
Quinçio Çinçinato, dice el glorioso Sanct curemos de los passados, é vengamos al
Augustin en aquel libro que escribió de pressente tiempo, en que há pocos años

1 Val. Max., lib. Ill, cap. IV; Tilo Livio , dé- 2 Aug., De Civitate Dei, lib. V, cap. XVIIÍ.
cada I, lib. I , cap. xxxvn.
DE INDIAS. LIB. XLVII. PR0HEM10. 253
que conosçemos á Diego de Almagro, mejor que entre hermanos. Después se
natural de la villa de Almagro en Espa- juntaron ambos con un clérigo, que se de-
ña , ques una villa de la Orden de Cala- cía el padre Fernando de Luque, maes-
trava (ó de una aldea de aquella repú- trescuela de la iglesia episcopal de Casti-
blica), hijo de un labrador é nieto de lla del Oro, natural de Porcuna en el An-
otros, sin mezcla de otras estirpes de mo- dalucía: el quai era muy acepto al go-
ros ni judíos, sino de chripstianos viejos, bernador Pedrarias Dávila, é le avia da-
agrícolas é hombres que por sus sudo- do un muy buen cacique á este clérigo
res é trabaxosviven. Este, aborresçiendo (que se deçia el cacique de Periquete), ó
aquella vida ó exerçiçio de sus passados, metióle en compañía de todos tres : y á
é llamándole su habilidad para más que la verdad fué mucha parte este clérigo
aquello, se fué á la corte é assentó vi- de los hacer ricos, assi porque los indios
vienda con el licenciado Luis de Polanco, eran mejores, cómo porque por sus res-
alcalde, uno de los quatro de la corte de pectos los compañeros eran bien tracta-
los Reyes Cathólicos don Fernando é do- dos é favoresçidos del gobernador. É la
ña Isabel, de inmortal recordación, don- diligencia de Almagro'fué mucho caudal
de estuvo algún tiempo sirviéndole en su para la riqueça de todos tres ; é llegaron
casa. Siguióse que acuchilló á otro man- á tener catorce ó quince mili pessos de
cebo sobre cierta diferencia, como suele oro, sin vacas é otras haciendas.
acaesçer á los que con la mocedad se Siguióse que un hidalgo, llamado Pas-
desconciertan ; é las heridas fueron tales, qual de Andagoya, criado del goberna-
quel Almagro (aunque su amo era alcal- dor Pedrarias, con su licencia fué á des-
de) no quiso ni osó atender á su juicio, é cubrir por la costa de la mar del Sur des-
ausentóse, é fué por unas partes é otras de Panamá é del golpho de Sanct Miguel
vagando, é finalmente fué á parar á la adelante hacia el Oriente, con ciertos na-
Tierra-Firme, llamada Castilla del Oro, vios é canoas, en demanda del cacique
donde era gobernador Pedrarias Dávila. del Perú; é llegó hasta el río que llaman
E despues que anduvo (en aquella vida de Sanct Johan, donde por allá se oviera
peligrosa para el cuerpo é para el áni- de ahogaré perder en aquella costa, como
ma de aquellas entradas) pacificando é se dixo en el libro donde se tracto de la
conquistando la tierra, militando como geographia. É volvió perdido é gastado ó
un pobre soldado é buen compañero (dc- muy enfermo de aquel viaje, édexó/a em-
baxo de la bandera de diverssos capita- pressa de aquel descubrimiento, e tomá-
nes), dióse tan buen recabdo, que allegó ronla Francisco Piçarro é Diego de Alma-
dineros y esclavos é indios que le sir- gro: é por intercesión del dicho padre Lu-
viessen. Y en el repartimiento de los ca- que se la concedió Pedrarias, é los hiço
ciques é indios, como buen poblador, capitanes, é tomó compañía con ellos para
ovo unos indios, los quales, con otros de que tuviesse en la ganancia de todo lo que
Francisco Piçarro, se metieron en com- se descubriesse ó oviessen la quarta par-
pañía: é fueron ambos tan buenos com- te, é assi contribuyesse en los gastos. É
pañeros, é tan bien avenidos, y en tanta tomada su conducta é licencia, hicieron
amistad é conformidad, que ninguna co- ciertas armadas é viajes al Perú (ques di-
sa de hacienda, ni indios, ni esclavos, cho), como la historia adelante lo conta-
ni minas en que sacaban oro con su gen- rá, é á costa de los tres compañeros, el
te, ni ganados avia entrellos sino común, clérigo é capitanes, sin poner el gober-
é no más del uno que del otro, mucho nador en ello sino palabras. Despues, co-
234 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mo al principio las cosas no respondían de su hacienda é lo buscasse, que no
al propóssito de sus cobdiçias, ni haçian queria que con sus bienes hiçiesse más
sino gastar dineros é morirse hombres, sus fechos, como hasta allí lo avia fecho.
tuvo forma el Almagro, porque Pedra- El Piçarro quedó con esto muy alterado,
das no quería ayudar ni contribuyr en la é sin dubda no pudiera hacer el viaje, si
negociación, como por ciertos pessos de se despartiera la compañia, ni pagar las
oro que le dio se salió Pedradas de la debdas é cambios é fletes que traia. A
compañia, como la historia adelante lo esta contienda (ó diferencias) acudió el
dirá. Aquesto era ya seyendo Pedrarias licenciado Antonio de la Gama, que es-
removido de la gobernación de Castilla taba allí por juez de residencia en Pa-
del Oro, é haciendo residencia en Pana- namá ; é por favoresçer á Piçarro, depos-
má ante el licenciado Johan de Salmerón, sitó aquellos tres mili pessos de oro ó po-
esperando de se yr á Nicaragua, donde cos menos de minas que estaba fundien-
murió. Estos capitanes Piçarro é Almagro do el dicho Almagro de la compañia, y
é los dineros é hacienda del padre Luque embargáronse en mi poder, como veedor
(ó padre loco , que assi le llamaban al- de las fundiciones del oro, é yo los tuve
gunos, por se aver juntado con estos ca- en depóssito hasta que se dio assiento en-
pitanes) porfiaban siempre en la empres- tre los dos capitanes é se tornaron á con-
sa de su descubrimiento, é acordaron certar é á su amistad primera (aunque
que Piçarro fuesse á España (á assi lo siempre de allí adelante fué muy escru-
hiço) para negociar lo que á la compañia pulosa , á causa de lo ques dicho, é por
de todos cumplía. É truxo la gobernación respecto de un hermano del Piçarro que
para sí de aquella tierra, y el Empera- truxo consigo, soldado platico, llamado
dor le dio el hábito de Sanctiago,é le hi- Hernando Piçarro). Assi que, concerta-
ço otras mercedes, porque ya se avia dos estos capitanes, passaron á su con-
descubierto Tumbez é otras cosas de quista , é siguióse la prission del grand
aquella tierra, é vino empeñado en tres príncipe Atabaliba, de quien tantos thes-
ó quatro mili ducados, é truxo hasta dos- soros se ovieron como es notorio é la his-
cientos é cinqüenta ó trescientos hom- toria lo dirá en su lugar. Después de lo
bres, é los más dellos mancebos, para qual la Cessárea Magestad hiço mariscal
continuar el descubrimiento. é adelantado al dicho Almagro, é le man-
Viendo Almagro quel Piçarro avia ne- dó llamar don Diego, é teniéndose por
gociado para sí lo que pudo, é que del muy servido de su persona, le hiço mer-
Almagro, que avia fecho tanto ó más en ced de la dicha gobernación de las pro-
la negociación, no avia memoria, quiso vincias del Nuevo Reyno de Toledo, só
deshacer la compañia é yrse, ó enviar á ciertos límites, desde la gobernación de
España á negociar lo que le tocaba, é su compañero el adelantado don Francis-
avisar á Su Magestad de sus servicios é co Piçarro adelante hacia el antartico po-
trabaxos é gastos. lo ; é paresçe ser que la notable é fortís-
En essa sacón tenia Almagro sacados sima cibdad del Cuzco (ques la cabeça
quassi tres mili pessos de oro <le minas, de aquellas parles é la silla real donde
é dixo á Piçarro que tomasse su mitad é Atabaliba residía) cada uno destos ade-
assimesmo de las vacas é hacienda y es - lantados pretendía que entraba en los lí-
clavos é indios é todo lo que tenia, por- mites de su gobernación. Piçarro deçia
que no queria más su compañia, é que si que la avia ganado é se le avia dado to-
debdas é cambios traia, que los pagasse do aquello despues de la prission de Ata-
DE INDIAS. LIB. XLVIÏ. PROHEMIO. 233
baliba. Almagro deçia que también se en total rompimiento é batalla, estando
avia conquistado con su hacienda como el Almagro muy enfermo. En fin, Alma-
con la de Piçarro, é por virtud de la com- gro fué desbaratado é presso, é muerta
pañía igual que entrellos avia, é lo otro mucha parte de su gente, y Hernando
porque estaba en sus límites é goberna- Piçarro quedó vencedor: el qual no curó
ción. de atender essos consejos ó términos de
Estas cosquillas andaban un poco sor- justicia quel Almagro usó con él (quando
das é como disimuladas entrellos. Alma- lo tuvo presso), sino hiçole un proçesso á
gro estaba dentro del Cuzco é juntaba la soldadesca é mandóle ahorcar en la cár-
gente de pié é de caballo para yr â con- cel, é después, con pregón público, por
quistar é pacificar lo que locaba á su go- tirano lo hiço sacar á la plaça del Cuzco é
bernación , é yr la vuelta del Estrecho de descabeçarlo, cosa fea é no vista seme-
Magallanes con una armada por la mar jante, por ser Almagro hombre de título é
austral, y él con otra por tierra: é cómo capitán general é gobernador, y el Her-
se partió del Cuzco, assi como fué des- nando Piçarro un soldado ó capitán parti-
viado algunas jornadas, lancóse dentro cular, puesto quél dio por excusa que su
Hernando Piçarro, que ya avia vuelto hermano el adelantado don Francisco Pi-
de España, é apoderóse de la cibdad, çarro lo avia assi mandado: el qual yba
é tracto de tal manera al Ynga (ques con más gente en la retroguarda tras el
el señor principal de aquella tierra é sub- Hernando Piçarro, quando fué el rompi-
çessor de Atabaliba), que se alcó é apar- miento ; é caso quél lo mandasse, no fué
tó de la amistad de los chripstianos (é juez para ello, pues entre iguales no hay
aun en algunos passos é partes mató har- superioridad, quanlo más que contendían
tos dellos), é tuvo cercado en mucho es- en lo de la jurisdiçion, é la opinion de pi-
trecho al Hernando Piçarro é á los espa- lotos é de personas que lo entendían es
ñoles que con él estaban dentro del Cuz- quel Cuzco, donde Almagro fué muerto
co. É durante aquel çerco, no subcedíén- (de la forma ques dicho), entraba en su
dole á Almagro su entrada ó viaje como gobernación.
pensó, dio la vuelta ; y en el camino di- Desta manera que sumariamente se ha
xéronle que los indios tenían cercada ó dicho, se acabó el título é debuxos del
avian tomado la cibdad del Cuzco, é acor- adelantado don Diego de Almagro é su
dó de yr derecho allá por la socorrer é estado, mas no se acabará ni perderá su
cobrar. É como Ynga supo su venida, al- buena é loable fama; é desto se tract aní
có luego el campo; pero anduvo en trac- en este libro.
tos de paz movida por Almagro, atqual Queda deçir en esta mi introduçion,
no le quiso acoger Hernando Piçarro en que aquellas quatro personas ó principa-
la cibdad : por lo qual Almagro se dio tal les que señalé de susso (tres reyes é un
recabdo, que tomó la cibdad é prendió al dictador de Roma), que de baxos prin-
Hernando Piçarro, é quísole cortar la ca- cipios subieron á tan altas dignidades y
beça é hiço cierto proçesso contra él, é estados, ninguno dellos hiço ventaja á es-
no estuvo en más su vida del voto é pa- te infelíce adelantado don Diego de Al-
resçer del licenciado Francisco de Prado, magro en las cosas que agora diré, pues
el qual le consejó que no lo hiçiesse ; é que he dicho su pequeño é baxo principio.
después, con cierto assiento, le soltó, El ser de su persona era tan valerosa
aviendo capitulado lo que por parte de quanto pensarse puede : su esfuerço no
los Piçarros no se guardó, é vino la cosa mediocre, sino de un Alçides ó Perseo, ó
2ö6 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
el que quisieren escoger de aquellos fa- sia tener de qué pagar lo que debían, hí-
mosos Hércoles, igualándose á los muy çolos juntar é díxoles assi: — «Señores,
famosos, señalados é osados varones an- hijos, hermanos é compañeros mios, yo
tiguos militares ; porque por nesçessidad he conosçido vuestro cuidado é pena que
que tuvíesse, nunca del se eonosció temor tenes por lo que debes; é pues no ha
ni poquedad : antes en los mayores tra- seydo la voluntad divina que en esta jor-
baxos é peligros, mirándole los soldados, nada vosotros ni yo más medrássemos,
cobraban nuevas fuerças é ánimos para demos gracias á Nuestro Señor por todo
resistir su cansancio é hambre é temor. lo que haçe, é conformémonos con él,
Lo segundo en que hiço ventaja á to- pues por vuestra parte ni la mia no ave-
dos los capitanes de Indias modernos, é rnos çessado de trabaxar, ni nos queda
sobrepujó los passados en ellas é aun en que quexarnos de nosotros mesmos. Yo
el mundo, es que nunca ningún señor con sola una cosa vuelvo contento é rico;
(que rey no fuesse) dio ni repartió tan y es que todos conosçeys que por mucho
largamente tantos ni tan grandes thesso- oro ó thessoros que halláramos, teneys
ros é avères (de lo suyo proprio) como capitán é gobernador que de mejor gana é
este. con entera voluntad os lo repartiera todo,
Lo tercero porque nunca llegó á él que no guardara para sí parte alguna de-
hombre de bien é de buena sangre (ni de 11o, si no fuera para dárosla assimesmo. E
mala), que del se partiesse descontento pues aquesto sabeys ques assi, Dios es tes-
ni sin mercedes ; ni sabia responder mal tigo, é yo os digo en mi verdad, que mi
ni enviar á ninguno que á él viniesse sino intención nunca fué ni es ni será de pe»
sin nesçessidad, y en especial era tan diros lo que me debeys, ni pensaba con
amigo de los buenos, que toda su gloria las obligaciones que me heçistes cons-
é placer era acogerlos é sacarlos de po- treñiros á la paga délias : é si las he man-
breça. É porque oygays, letor, á qué tan- dado guardar, ha seydo esperando á ve-
to se extendía su liberalidad, diré sola ros ricos, é allende de lo que Dios os
una de las innumerables que usó, é por diesse, daros vuestras cautelas é contrac-
esta é su cantidad podres juzgar quán fá- tos». É hiço traer allí todas las obligacio-
cilmente usaria en las otras que eran me- nes, é tomándolas una á una, llamaba al
nos. debdor é decíale: — «Yos, fulano, debes
Aveys de saber, que quando salió del por esta escriptura quinientos, ó dos mili,
Cuzco para yr la vuelta del Estrecho con ó mili pessos de oro (ó lo que montaba) »
las dos armadas de tierra é de mar, fe- Y el debdor respondía :—«Señor, sí debo
chas á su costa, debíanle los de sus exér- por cierto ». Estonces replicaba, é hacien-
çitos é soldados CLM pessos de oro 4, do la escriptura dos pedaços, deçia: —
que les avia prestado é fecho dar é «Pues catad ahí vuestra obligación, é yo
comprarles é fiarlos para que se lo pa- os la suelto». É dábasela, é deçia él: —
gassen de lo que ganassen en el viaje « No creays que por esto dexaré de daros
é de sus bienes; y como salió al re- á vos é á mis amigos lo que me queda,
vés la ganancia é determinó de dar la porque nunca desseó dineros ni hacien-
vuelta é vido su gente en cuidado, di- da sino para darlo ». É desta manera dio
ciendo que volvían perdidos é pobres é é soltó aquel dia los ciento é cinqüenta
1 CLM pessos montan LXVIf qüentos, DM ma- dellos en un dia esle adelantado don Diego de Al-
ravedís , nue reducidos á ducados de buen oro son magro.
CLXXXM ducados ; los qualcs dio é hiço merced
DE INDIAS. LIB. XLVII. PROHEMIO. nr
mill pessos que he dicho ; é mandó á los tural que sentía, quando se ofresçia oca-
escribanos que testassen é cançellassen los sión para socorrer á quien avia menester.
registros, y en cada uno dellos assentas- É porque de tan larga compañia é amis-
sen que se daba por contento é pagado tad como entre aquestos adelantados ovo
de la debda é daba por ninguna la escrip- desde que eran sendos compañeros con
tura. poca hacienda, hasta que se hicieron ri-
Pues oyd ó leed todos los auctores que quíssimos é tan prósperos como la histo-
quisiéredes, é cotejad todo lo que todos ria lo dirá, resultar al fin tanta discordia
han dado uno á uno (que reyes no hayan y escándalos é muertes parescerá á los
seydo), é vereys cómo este hombre no que lo oyeren una cosa de admiración, é
tuvo par en lo ques dicho, ni hallares mucho mayor á los que los conosçimos en
quién se le compare (como digo, no se- su pobreça é sabemos su prosperidad ; é
yendo príncipe). Porque los reyes pueden por tanto decirse ha en este libro las cau-
é saben dar, quando les place, cibdades sas que truxeron á tal estado las cosas, y
y estados é señorios é otras cosas grandes; en especial diré lo que subcedió desde
pero un hombre que le vimos ayer po- quel adelantado don Diego de Almagro
bre, é quanto tenia era muy poco, bas- salió del Cuzco hasta la batalla é su muer-
tarle el ánimo á lo que tengo dicho, tén- te (é de otros muchos). Y quando conven-
golo en tanto, que no sé cosa semejante ga , daré los auctores que lo digan é que
en nuestros tiempos ni otros que se le lo supieron muy bien é vieron mucha par-
iguale. te dello, por donde daré cuenta de mi
Por cierto yo vi, quando Piçarro, su verdad, seyendo nesçcssario ante jueces,
compañero, vino de España é truxo aque- sin passion; porque la cosa ha seydo de
lla compañia á Panamá de aquellos tres- manera que ha aficionado á unos, é á
cientos hombres, que si Almagro no los otros inficionado ó sonado en estas par-
acogiera é hospedara con tanta liberali- tes é Indias (é aun sospecho que fuera dé-
dad é obra (segund la tierra estaba en- lias) , hasta que llegue todo al más alto
ferma é falta de mantenimientos, que la tribunal, donde se determinen las culpas
hanega de mahiz valia dos ó tres pessos, é méritos de los unos é de los otros en
y el arroba cIcTvino seyj? ó siete de oro), cosa tan mal pensada é peor obrada. É
que pocos ó ninguno dellos escaparan. puesto en efetlo, solamente quiero acor-
A todos era padre y hermano é com- dar al Ietor que hé septenfa años *, y que
pañero , abrigo é socorro de los nesçessi- todo el dinero que ambos adelantados tu-
tados: tanto quanto á unos es grato é vieron " no bastaria á hacerme escribir
aplacible el adquirir é allegar é guardar mentira (si yo sé que lo es), ni á dexar
dineros é hacienda, tanto é más dulce le de poner aqui la verdad (si no la ignoro).
era á él repartir é dar ; y el dia que no Á vueltas destas diferencias y escandalo-
daba algo, contábale por perdido, y en la sos tumultos destos gobernadores, hay
cara se le conosçia el placer é alegría na- otras cosas particulares que tocan á la çe-
* En el códice original se advierte, aunque bor- en los términos siguientes: «Y que lodo el dinero
rado por el mismo Oviedo, que tenia ya escrita es- »de ambos adelantados, quel uno aun vive y el
ta parte de la Historia desde la edad de sesenta y »otro antes que muriera tuvieron, etc.» De aqui se
tres años, retocándola en la de sesenta y seis hasta deduce claramente que Oviedo escribió este libro
llegar á la de setenta, en que no vuelve á poner consumado ya el injusto suplicio de Almagro y an-
mano en dicho trabajo. tes del asesinato de Pizarro, habiendo dado la última
** También es notable la circunstancia de haber lima á su obra después de llegada á su noticia to
enmendado Oviedo cela cláusula, concebida antes catástrofe del vencedor de Atabaliba.
TOMO IV. 33
258 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
neral historia, que no dexarán sin de- neral historia anden acompañadas (como
lectación á quien las supiere ; y es nes- lo andan) en aquestos tractados é volúme-
eessidad que assi Ja natural como la ge- nes de mis vigilias é libros.

CAPITULO I.
FAXque se tractan y escriben las causas que le movieron al adelantado don Diego de Almagro á gastar
muchos millares de pessos de oro é yr á conquistar nuevas provincias en la tierra austral é partes incógni-
tas hacia el polo antartico, é otras cosas que no discrepan de la historia, que todas son muy dignas de ser
oydas é notadas de todo valeroso capitán.

instando el adelantado don Diego de Al- liberalidad y excelencias, que no se pue-


magro en la cibdad fortíssima del Cuzco den decir por su grand número, ni se po-
(en la qual la real silla é corte del grand drían ni pueden negar por los muchos tes-
príncipe Atabaliba é Guaynacava, su pa- tigos que tuvieron sus obras é persona.
dre , residieron en el tiempo que vivieron Del quai é de los que con él militaron no
é reynaron), muy bien quisto é amado puede faltar perpetua memoria ; pues que
de los españoles, -é temido é amado de con tanta calor é constancia, acompañada
los indios, é muy rico é próspero de thes- de fiel desseo, como buenos subditos é
soros de oro é plata é joyas, escribió al vassallos, sirvieron tan apartados de la
Emperador, nuestro señor, las causas que pressençia de su Rey, y en otro nuevo ó
le movieron á disponerse personalmente segundo emispherio. Y porque una cosa
á conquistar é descubrir nuevas tierras é semejante requiere atención, assi contem-
provincias, é aun envió la relación é pro- plando la dispusiçion, calidad é discre-
banca de alguna parte de los gastos é tra- ción de la tierra, como la manera del vi-
baxos que tuvo en la prosecución de la vir é costumbres de los naturales della,
jornada. Y aunque particularmente dixo no resçibays, letor, pcssadumbre si os
é dio cuenta á Su Magestad sumariamen- paresçiere que me detengo en daros no-
te , no dexaron de quedar en la original ticia de lo que en este camino se vido é
é general memoria suya é de los que le subcedió, porqu% no será la leçion desto
siguieron, más extensa é copiosa relación de poco provecho é aviso generalmente á
de todos sus subçessos, é la continuación muchos, é aun en particular á los que pi-
ó perseverancia que tuvo, sirviendo á den nuevas gobernaciones en estas In-
Dios, por aumentar la república chrips- dias. Ni será poco útil á la memoria del
tiana, é al Emperador en le sojuzgar é Rey é de su Real Consejo para lo de ade-
poner en su Real obidiençia é servicio lante , á causa de los armadores cobdiçio-
nuevos estados é señoríos, á su propria sos y engañadores de sí mesmos é de
costa, gastando quanto tuvo é aun empe- otros muchos, que les paresçe que con de-
ñándose para ello, sin excusar su perso- cir al Rey: «No ha de poner Vuestra Ma-
na de ningún trabaxo ni peligro que se gestad dineros ni costa alguna, sino una
ofresçiesse. firma, haciendo general ó gobernador á
Todo se dirá aqui llana é brevemente quien lo procura», es fácil cosa la conces-
como baste para ser entendido, sin ver- sion , y provechosa al Estado Real, é útil
ter palabras ni perder tiempo en circun- á los milites, y para que la chripstiandad
loquios: antes quedarán en silencio tantas se ensanche é la tierra se descubra é los
cosas de su bondad, agilidad, fidelidad, secretos della ; é assi á este propóssito
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. I. 259
dando otros colores para justificación de é después á sus milites, é después á quan-
sus demandas. Pero no diçen en su peti- tos lo ovieran menester, é lo menos guar-
ción los que tal piden si son para ello ó si dara para sí, sino con propóssito de darlo.
lo han fecho antes, ni si pierde el Rey Al tiempo que determinó de efettuar su
vassallos que acá vienen é de ciento no viaje, buscó las mejores lenguas é guias
quedan veynte, é dessos veynte no que- que ser pudo é halló de lo de adelante:
dan tres ricos, ni si de todos los defunc- de las quales se informó muy particular-
tos murieron los medios (ni la quarta par- mente, assi de las calidades de Jas regio-
te) confessados y en estado de gracia, ni nes é provincias donde quería yr, como
si lo que llaman conquistado lo dexan des- de la mucha distancia é longitud del ca-
poblado é destruydo é quemado, é aso- mino , como de los grandes despoblados
lados é muertos los naturales ; ni si por su é falta de bastimentos é de agua que es-
industria de uno que se salve lleva el dia- taban aparejados é que avian de pades-
blo noventa; ni si los baptiçan á monto- çer, é de los puertos é nieves que avian
nes, sin que sepan ni sientan qué cosa es de passar, é de muchos trabaxos futuros
la fée ; ni si hay crueldad ni tormento que que se le repressentaron antes de inten-
no den al que ha venido á Su Magestad tar la jornada. Y de tal manera tuvo la in-
hasta que le dé el oro é quanto tiene, to- formación, que otro no osara tomar la
mándole las mugeres é los hijos é hacién- empressa ni acometerlo (ni él tampoco),
dolos esclavos, sin que lo merezcan ser, si no le estimularan é incitaran é movie-
é vendiéndolos é sacándolos de su tierra, ran la mucha esperança que tenia en Dios
e usando de otros abominables delictos, y en la ventura de Çéssar, que fueron los
como en otras partes destas historias está medianeros, juntamente con el dema'sia-
dicho. Desto tal no avisan al Rey ni á los do proveymiento é intérpetres é guias,
señores de su Consejo ; pero ya ha ávido que fueron causa para no se perder, co-
tantas cosas é fealdades, que las pare- mo parescerá por el discurso de la his-
des tienen oydos, é todos quatro elemen- toria , é porque su principal intención de
tos están llenos desta noticia. servir, é sirviendo acresçentar el Real
Este pecador deste adelantado don Die- patrimonio, le ponian espuelas á la em-
go de Almagro, no le quiero hacer recto, pressa.
ni creo que dexó de pecar, porque la Movióle assimesmo á passar adelante,
compañía de tantas gentes é tan largas salir de Ja gobernación del adelantado don
consçiençias no podían dexar de prestar- Francisco Piçarro, é querer conosçer é
le ó pegarle algún aviesso ; pero puédese passear é pacificar lo que por la capitula-
creer que fué uno de los escogidos é más ción é províssiones de Sus Magestades se
acabados capitanes que á Indias han pas- le hiço merced en partes tan léxos é re-
sado(y aun que fuera della han militado): motas de donde estaba ; é assimesmo le
yo no he visto ni oydo capitán general ni movió ver en la tierra doscientos é çin-
particular, acá ni por donde he andado qüenta hombres hijos-dalgo, personas de
(que ha seydo mucha -parte del mundo), honra, de los que con el adelantado don
que no quisiesse más para sí que para sus Pedro de Alvarado avian allá ydo, sin los
soldados ni su príncipe, sino este : que si de Castilla nuevamente desembarcados, é
todo quanto oro é plata é perlas é piedras que de cada dia á él acudían tan perdi-
presçiosas hay en estas Indias é fuera dé- dos é nesçessitados de todo proveymien -
lias estuvieran en su poder é determina- to, ganosos é importunos de servir á Su
ción lo osara dar, primeramente á su Rey Magestad é de buscar de comer, é que
260 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
solo el remedio y esperança de todos de- ridos los que estaban pressentes, proveyó
pendía en disponer su persona é hacien- de lo nesçessario para los que estaban por
da , é assi la gastó, é aun se empeñó en venir, é ordenó el exérçito é armadas
grandes sumas de pessos de oro; é socor- desta manera.

CAPITULO II.
En que se relata é principia el camino é viaje del adelantado don Diego de Almagro desde que partió de
la cibdad del Cuzco hasta que comencó á entrar en la provincia que se llama Xibixuy.

JLa cibdad de los Reyes ,vque assimesmo Nombre de Dios, y por las dolencias de
entraba en la gobernación del adelantado aquellas dos cibdades y tierra.
don Diego de Almagro (entrando el Cuz- Con su diligencia é hacienda allegó el
co) , era donde enviaba á proveerse de adelantado con tal copia de gente, que se
muchas cosas por la oportunidad de su as- podia estimar por la flor de las Indias,
siento: y envió allá tres capitanes, y es- pues los más dessos milites las avian ayu-
tos fueron Ruy Diaz é Johan de Herrada dado á conquistar, é los nuevamente ve-
é Rodrigo de Benavides, é llevaron mu- nidos eran personas valerosas é de gen-
cha cantidad de pessos de oro, para quel tiles desseos : é sirvieron de manera, que
uno por la mar en navios quel dicho ade- sabiendo el Emperador la verdad no les
lantado tenia (proprio» suyos) para aquel faltaran mercedes por su continuada é
ofetto en el puerto de aquella cibdad, le amplíssima liberalidad. Y no muriendo el
llevassen alguna gente ; y el otro capitán adelantado, quedando sus negocios en
para que llevasse la mayor parte por la buen subçesso, quando les faltaran las
costa, por ser el más breve é bastecido mercedes del Príncipe por no las pedir ó
camino; é quel capitán Johan de Herra- procurar, ya sabien que lo quel adelan-
da volviesse por el camino del Cuzco é se tado tuviesse no les avia de ser negado;
juntassen todos en la provincia de Poca- porque era testigo de sus trabaxos y pér-
yapo, para que á menos daño de los in- didas ; y aun assi lo escribió él al Empe-
dios é mejor proveymiento de los espa- rador , nuestro señor, que quando no bas-
ñoles se hiçiesse la jornada, é que todos tassen los repartimientos que en nombre
llegassen á un tiempo, porque más fuerça de Su Magestad se les diessen para des-
luviesse el exérçito : que á yr todos jun- cargo de su real consçiençia, por lo que
tos estos peresçieran los más de hambre, le avian servido, que lo que de su vida é
é los naturales de la tierra quedaran des- hacienda propria le avia quedado lo daria
truydos. para su remedio, aunque ya era tan po-
Estos capitanes hicieron lo que les man- co, que quando Dios lo llamasse dexaba
dó el adelantado, socorriendo á los com- á don Diego su hijo paupérrimo é deshe-
pañeros con caballos é armas é otras co- redado , para que. Su Magestad le remé-
sas: é no fué pequeño, sino señalado ser- diasse. Y assi fué que desde á pocos dias
vicio el que en esto hiço el adelantado, despues que esso escribió, subcedió su
por excusar que essa gente no se perdies- muerte, é quedó su hijo el más pobre de
se ; pues que si por él no fuera, se avian toda la tierra. Volvamos al camino.
de volver á Castilla y passar por las nes- Envió el adelantado don Diego á la
cessidadfis ordinarias de Panamá é del provincia de Paria, ques en su goberna-
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. II. 261
çion, ochenta leguas del Cuzco, al capi- tocantes al servicio de Sus Magestades é
tán Johan de Saavedra con ciento de ca- al buen despacho é aviamiento de su ar-
ballo, para que conforme á la relación mada.
que tenia, se reformassen de las cosas de Cumplido esto, é convalesçidos algu-
la tierra á la guerra nesçessarias: é man- nos dolientes de la compañía, principió su
dóle recoger mucha cantidad de ovejas é camino por la provincia del Collao, en la
mahiz (de que abunda aquella comarca), qual hay cinqüenta leguas, é tanta molti-
para que igualmente los naturales se re- tud de ganado, que en toda la tierra an-
levassen en el repartimiento, porque des- tes ni después jamás se vio tal cosa. Co-
de allí adelante confinaban los despobla- gen muy poco mahiz, é allí se ovieron
dos, é los pueblos que avia eran de muy muchas ovejas, é cada español lle-
muy pocos bastimentos. Y proveydo es- vó lo nesçessario para su camino de qui-
to, proveyó á los que en el Cuzco que- nientas leguas, que de aquella provincia
daron de los caballos é armas é cosas se avian de proveer para los despoblados
nesçessarias que pudo aver, é tomó re- de adelante.
cabdo para los que adelante avian ydo, Aquella tierra de Collao tiene buena
é con mucha cantidad de indios de ser- dispusiçion é sitio : hay en ella una lagu-
vicio que cada español llevaba de los na que tiene quarenta leguas de circun-
que por su propria voluntad siguen á los ferencia , y es dulçe é fondable é de mu-
chripstianos (cuyo intento ó manteni- cho pescado ; y en una isleta que dentro
miento es la guerra), partió el adelan- se hace, tiene aquella gente la principal
tado de la cibdad del Cuzco á los tres casa de sus ydolatrias y sacrificios, y es
días de julio del año de mili é quinien- de mucha veneración enlrellos, é van allí
tos é treynta y cinco años, dexando en como en romería desde muy léxos tierra.
aquella cibdad al capitán Rodrigo Argo- Los hombres de aquella provincia es ge-
nez, su lugarteniente, para que socor- nerasçion cresçida é viciosa é de torpe
riesse é recogiesse los españoles que entendimiento: quedaron de paz é por
allí quedaban, é de cada dia venían en vassallos de Sus Magestades é de la coro-
su seguimiento. Y en el pueblo de Moy- na real de Castilla.
na, cinco leguas de aquella cibdad, se Passado el adelantado é su exérçito de
detuvo ocho días, dando despachos nue- aquella provincia, llegó á la de Paria,
vamente para que en las cibdades de Pa- donde halló al capitán Saavedra, que
namá é del Nombre de Dios en la Tierra- avia cumplido muy bien lo que le avia or-
Firme é pueblo de Piura é los demás de denado, é tenia recogidos muchos basti-
aquellas partes en quel adelantado tenia mentos para los despoblados, é assimes-
casas é haciendas, acogiessen todos los mo tenia aparejada la gente de armas de
españoles que á la tierra viniessen é les la tierra de calcado é otras cosas convi-
diessen lo nesçessario para su jornada; nientes para la conquista. Y las lenguas
porque le avian certificado de la mucha dieron aviso que por estonces era invier-
gente que de hambre é dolencias avian no en las provincias de adelante, á causa
fallesçido é de las nesçessidades que pa- de lo qual el adelantado se detuvo un
desçian, puesto que avia muchos dias mes allí con toda la gente, porque si
que lo avian mandado proveer juntamen- aquel tiempo no aguardara, con las mu-
te con el gobernador don Francisco Pi- chas aguas é frió peresçiera el ganado
çarro, su compañero, con el quai assi- que llevaban é la gente de servicio, por-
mesmo dio conclusion en algunas cosas que es la cosa que más los desbarata, é
262 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
á faltar este detenimiento, se perdiera el ra adentro. É supo que por el de Acata-
armada. ma avia quarenta jornadas de despoblado
Esta provincia contiene veynte leguas: é sin agua; salvo solamente para poder
es algo poblada é pobre, aunque de bue- passar quatro ó cinco de caballo, é aun
/ na gente é bastecida de pan de mahiz é con dificultad podrían llevar su servicio,
/ ganado. Hay algunas minas de plata en é quel puerto estaba nevado dos bracas
ella, pero pobres, é poca posibilidad de en alto, é su camino era de muchos é
gente para las labrar. grandes rios, é de treynta é seys jorna-
Partió el adelantado de aquella provin- das de despoblado, é de gente caribe é
cia de Paria, é fué por otra que se dice salteadores, que no tenían sementeras ni
Aulaga, que con ella confina, é tiene de ganados ni comían, salvo hierbas é ray-
término hasta veynte é cinco leguas. Es ées campestres. Allí supo por estenso el
tierra bien poblada, é los naturales della adelantado la maleça é dispusiçion del uno
de mediana estatura: son pobres, pero é del otro camino. Puédese decir, segund
cogen pan de su mahiz, é tienen gana- se conformaron las obras con las que las
dos : é vinieron de paz, y el adelantado guias dixeron, que fueron incomportables
los admitió á ella en nombre de Sus Ma- los trabaxos questos españoles sufrieron,
gestades, é quedaron pacíficos é vassa- pues que desde el dia que salieron del
llos del çeptro real de Castilla. Allí se de- Cuzco hasta que allá tornaron, no dexaron
tuvo este exérçito diez dias, porque des- de padesçer peligros, hambres, pérdidas
cansassen é con mejor aliento passassen de haciendas, caballos y servicio y las
un despoblado de adelante. vidas en condición á cada passo de-
De aquella provincia de Aulaga se par- más de las muertes particulares. Y como
tió el adelantado don Diego é su gente, en dos tan resçios extremos, nuevo sesso
é fué por un despoblado quarenta leguas, é proveymiento fué menester, después
las quales anduvieron en muchas jorna- de aver consultado con general' delibe-
das, con assaz falta de agua, é la gente ración de todos, se escogía por más se-
se vido en mucha nesçessidad, aunque guro lo más peligroso del puerto : y assi
de unas partes se proveían para otras lo el adelantado envió adelante al capitán
mejor que podian ; y en fin llegaron á la Rodrigo de Salcedo con el tercio de la
provincia de Chincha, y en un pueblo que gente para que calasse é supiesse el ca-
se dice lupissa, ques la cabecera de mino que más seguro fuesse de la gente
aquella tierra, estuvo el adelantado é su de guerra, y escribió á Francisco de No-
exérçito dos meses esperando el medio guerol que recogiesse los españoles que
é retroguarda que quedaban atrás : y en por el camino yban en su seguimiento,
tanto que llegaban los postreros, se reco- que avian salido del Cuzco por le alean-
gió todo el mahiz que fué posible, é tam- car; é con el resto caminó sus jornadas
bién se ocuparon haciendo clavos y her- ordenadas hasta salir de la dicha provin-
raduras de cobre por la mucha falta que cia , la qual es muy fragosa é pobre, de
de hierro tenían. Y en este medio tiempo belicosa gente é algo despoblada. Contie-
el adelantado se informó de lo despobla- ne quarenta leguas en sí de despoblado:
do y estéril de la tierra de adelante con otras tantas tienen mahiz é poco ganado,
sus intérpetres é con otras nuevas guias é son gente astuta en la guerra. Por este
que ovo : las quales le avisaron que avia camino en muchas partes llevaron los ca-
dos caminos, uno por Acatama, que era ballos de diestro é á riesgo de se despe-
el de la costa, é otro por el puerto la tier- ñar. Essos dos meses quel adelantado se
DE INDIAS. LIB. XLVIÍ. CAP. II. 263
detuvo en Tupissa fueron assimesmo for - çonasse é se pudiessen proveer dello. De
çosos, para que se deshiçiesse la nieve manera que á faltar qualquiera destos
que en el puerto que passaron avia, é avisos, çessara la jornada con total perdi-
fuera cosa imposible, no haciéndolo assi, ción del exérçito. Y plugo á Dios que con
dexar de se perder el armada. Y aun tam- la buena diligencia del adelantado é de
bién ayudó á esse detenimiento quel pan sus caudillos é capitanes se pudo conse-
no estaba cogido ni granado, é convenia guir ó proceder en el viaje.
de nesçessidad esperarlo para que se sa-

CAPITULO III.
Cómo el adelantado don Diego de Almagro é su exérçito entraron en la provincia de Xibixuy, ë dase no-
ticia de cierta gente que los españoles llaman alárabes, porque en alguna manera imitan á los alárabes de
África; pero los indios que con ellos comarcan los llaman juries, é de sus costumbres; é también se tracta
del subçesso del camino é de otras provincias hasta que llegaron á la provincia de Pocayapo, é otras
cosas notables.

JL assado el adelantado y su gente de la seen, é qué forma tienen en sus guer-


manera que está dicho en el capítulo pre- ras, é su dispusiçion é personas, é de
cedente, llegó á la provincia de Xibixuy, qué se mantienen, ques cosa para no ol-
ques frontera de una gente como alárabes, vidarse. Y es de saber que desde los
que confinan con otras bárbaras provincias: confines del Collao é Paria é Aulaga, Tu-
la qual estaba aleada ó despoblada é los pissa é Xibixuy hasta el Estrecho de Ma-
bastimentos escondidos, á causa que so- gallanes hay (ó á lo menos allá va enca-
bre seguro mataron seys españoles que minada) una cordillera de sierra muy ás-
yban delante en busca de comida, po- pera , que no saben donde nasçe, inhabi-
niendo fuego á una casa donde los espa- table , y en algunas partes de la qual (es-
ñoles estaban, é quemáronles los caballos pecialmente cabe las dichas provincias) se
é flecharon á todos ellos. Bien quisiera el començaron á recoger algunos ladrones é
adelantado castigar los malhechores ; pe- salteadores, cuyos hijos allí cresçieron é
ro no pudo, á causa de las ásperas sierras se criaron é aumentaron. Y como los que
donde se acogieron. mal viven, son amigos de libertad exenta
La gente de aquella frontera tienen é sin superior, aprendieron de tal forma.
muy buenas fuercas para entre indios é esta regla sin regla, que salteaban los lu-
aun para con chripstianos sin artilleria. gares más flacos de aquellas provincias,
La tierra es fragosa, y en ella se ha- é captivando los naturales délias, dában-
ce un valle de buena dispusiçion para les muertes crueles, robábanles sus ha*
simenteras. Hasta allí es todo despobla- çiendas, mugeres y hijos (é servíanse de-
do, é de allí adelante lo es assimesmo llos por esclavos), é hacían otros muchos
hasta otra provincia que se dice Chicoct' insultos. Ni dexaban camino apartado se-
na, que solia tener mucha población, guro, ni avia noche alguna que los de-
porque la tierra es fértil para ello; pe- xassen dormir en sosiego, en tanto gra-
ro despoblóse á causa de la gente alá- do que los miserables afligidos que que-
rabe que tienen vecina, de quien resçi- daron en los pueblos, tuvieron nesçessi-
ben grand daño. É porque quadra aqui, dad de desamparar su patria é naturaleça
decirse há la noticia que se pudo aver de de sus casas é despoblar la tierra.
aquellos bárbaros, é de la tierra que po- Estos indios malhechores son muy al-
264 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tos de cuerpo é cenceños, que quassi en aquella provincia de Chicoana avía mu-
muestran no tener cintura ni intension del chos bastimentos de pan é carne, é que
vientre, é segund la sequedad de sus lo tenian alçado, é la gente con ello se
miembros al natural paresçen la muerte avian entrado en la tierra : para remedio
figurada. Son tan ligeros, que los indios de lo qual dexó el adelantado la retro-
comarcanos los llaman por proprio nom- guarda con el capitán Noguerol, recogió
bre juries, que quiere decir avestruces, todo el mahiz é ganado que pudo para
é tan osados é denodados en el pelear, pressentes é ausentes é proveimiento de
que uno dellos acomete á diez de caballo. los vecinos despoblados, porque el mahiz
Comen carne humana é algunas aves que que los españoles llevaban ya era acaba-
matan con sus flechas é arcos, en que do todo, é avia ocho dias que no lo co-
son muy diestros. Andan de diez en diez mían ni ellos ni sus caballos. Y la diligen-
é de veynte en veynte, sin ropa alguna: cia quel adelantado puso en aver essa co-
no tienen simenteras ni quieren esse cui- mida que se ovo, é los trabaxos é ardi-
dado : comen garrobas é rayçes é otras des con que se sacó, no se podría acabar
cosas de poco é flaco mantenimiento : es de escribir ; pero ovo más de dos mili ha-
gente torpe de ingenio y enemigos de tra- negas de mahiz, puesto que se compra-
bado. ron muy caras con la sangre de los espa-
De allí passó el adelantado á la provin- ñoles, é por señalada ventura escapó el
cia de Chicoana, ques de septenta leguas adelantado, é faltó poco para le matar en
ó más de señorio, é hasta llegar á ella una celada en que se puso para tomar
es todo despoblado de valles muy hermo- guias que le dixessen de los bastimentos;
sos , en que se muestran edeficios anti- mas quedó á pié, porque de un flechaço
guos de poblaciones ru y nadas é deshechas le passaron á su caballo el coraçon. En
por los juries ya dichos de la cordillera fin, bastó el mahiz que ovo para sostener
de las sierras, que los saltearon é asola- la armada dos meses en aquel pueblo, ó
ron todos. Hay tan grandes rios, que á para enviar á los españoles que atrás que-
passarse en otro tiempo antes ó después daban, é para proveymicnto de los dés-
del que nuestra gente los passó, peres- poblados. A aquel pueblo llegó Noguerol
çiera el ganado y el servicio, é aun assi con la gente reçagada, y el adelantado le
les faltó mucha parte, con poner grandíssi- envió al camino socorro de mahiz, de que
mo recabdo é diligencia. En aquellos va- traian mucha nesçessidad. El detenimien-
lles se crian avestruces; son de cuerpo de to en esta provincia fué muy nesçesario,
un potro de quatro meses, tan ligeros, porque el exérçito se reformasse é des-
que no los atcança un caballo, é los per- cansasse, é por ver si los naturales de la
ros con trabaxo los toman: ponen en sus tierra se podrían traer á la paz é al servi-
nidadas veynte, treynta, çinqilenta é cio de Sus Magestades, é porque los que
ochenta huevos, que con cada uno po- atrás venían hallassen aquello seguro. Y
drían comer quatro hombres é passar demás destas é otras causas que se po-
ocho á nesçessidad. En algunas partes drían decir, fué muy conviniente inver-
desle camino passaron estos españoles un nar allí, principalmente por dos efettos:
día é aveces dos sin agua, para los qua- el uno porque no se perdiessen todos,
les se proveían en unas calabaças cam- porque aviendo, como hay, desde aquella
postres y en otras vassijas que para se- provincia á la de Pocayapo cinqüenta jor-
mcjantes nescessidades llevaban. Fué el nadas de despoblado, excepto tres ó qua-
adetantado mformado de los guias que lro pobleçuelos de caribes (de la calidad
DE INDIAS. LIB. XLVJL CAP. IÍL 265
de los juries), era ncsçessario esperar al- ron el mahiz por no tener en que llevar-
gunas simenteras que tenian é que estu- lo, y en el rio se sumió mucha parte de-
viessen granadas; lo segundo é más prin- llo, de forma que fué forçado más de las
cipal, porque en aquel tiempo el puerto treynta jornadas (hasta que llegaron á Ja
estaba nevado é no convenia caminar has- provincia de Pocayapo) socorrerse y man-
ta que se deshiçiesse la nieve. Y faltando tenerse de algarrobas y rayçes tan sola-
la prudencia que se tuvo en cualquiera mente, y passar los caballos con hierbas:
dessos avisos, é si tan buenas guias é in- de manera que los que lo vieron, queda-
térpetres no tuvieran, imposible fuera es- ron espantados como avia quedado vivo
capar de tan evidentes peligros. hombre dellos, aunque muchos caballos
Los que no son cosmógraphos pensarán é indios peresçieron de hambre.
que hallar tan á menudo la nieve é ser en En este camino hallaron dos pueblos
Indias, ques imposible, por la calor que se desta gente de guerra, y en una fucrça
dice que hay en ellas; y á essos digo qucste estaban todos recogidos, y por requerir-
camino y españoles estaban del otro ca- les con la paz é amistad é que viniessen
bo de la línia equinoçial ó tórrida çona á obidiençia de Sus Magestades, mataron
en el otro hemispherio, donde hay tanta un español y hirieron malamente otros
nieve é frios como desla otra parte, se- quatro; pero los delinqüentes quedaron
gund los grados é regiones lo permiten castigados de suerte que no les quedé
de natura. Tornemos á la historia. vida para más ofenderá nadie.
Esta provincia de Chicoana está en Esta gente tienen algún mahiz, é có-
sierras é tierra muy áspera : es gente de menlo verde la mitad del año, y el tiem-
guerra; cogen mucho mahiz é hay mu- po restante se mantienen con garrobos
cho ganado de aquel que tracté en el li- é otras fruclas de árboles secas é de po-
bro XII, capítulo XXX, puesto que no lo ca sustancia. Es gente crcsçida: no co-
pudieron aver los nuestros, porque más nosçen señor ni le quieren, ni comen
de quarenta leguas la tierra adentro lo carne sino la que cacan : sus armas son
avian metido é puesto en las sierras. Allí arcos é flechas. Son hombres ligeros é
mataron un español é quatro caballos, lo cenceños, de fuerças dobladas, amanera
que fué tan bien castigado é les puso de los juries. Ni temen ni deben; porque
tanto terror y espanto, que será imposi- uno dellos acomete á un español de caba-
ble olvidarlo los vivos ni dexarlo sin llo, y enclavado, passado é cosido con la
acuerdo á los venideros. La tierra es ma- tierra con una lança no quiere rendirse:
la de sojuzgar, sin gastarse en ello algún antes allí está excrçifando su arco. Y en
tiempo. este estado ha ávido tales que hirieron
De allí partió este exérçito con toda muchos caballos. En aquellos pueblos,
orden por aquellos yermos, llevando el destas algarrobas que allí avia recogidas
ganado que les quedó cargado de mahiz, en cantidad, se hiço délias miel épan pa-
aunque estaba muy flaco y cansadóTAssi- ra sostenerse la gente, porque ya no avia
mesmo hallaron avestruces en este cami- carne, si no eran algunas ovejas tan fla-
no y tierra ya dicha. Siguióse continuan- cas que era pestífero comerlas. Pues có-
do este trabaxoso viaje, que un dia en- mo el camino fué tan largo é los trabaxos
tero fué el exérçito por un rio sin salir del extremados, y la falta del bastimento, lle-
agua, en el qual murió la mayor parte del gó este exérçilo al pié del puerto con los
ganado que llevaban é los indios de ser- caballos muy fatigados é los españoles
vicio se ausentaron é fueron. Allí dexa- muy desfigurados é cansados ; é como en
TOMO IV. 34
26G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
el puerto avia siete jornadas, é unos te- llos y ropa : del adelantado quedaron sie-
nían algún poco de mantenimiento é otros te caballos y de sus milites más de ciento
morían de hambre, hiço el adelantado é cinqüenta.
juntar el mahiz é ovejas que avia, y re- En el dar é socorrer de comida no se
partiólo igualmente á los españoles, so- valia el hijo al padre, ni se ayudaban los
corriendo al mayor peligro é nesçessidad. hermanos en la resistencia del frío, ni
Y porque aquello no bastaba para soste- avia abrigo ni amigo que conosçiesse á
nerse en el puerto, assi por la mucha fla- otro, é de sí mesmos andaban escandali-
queça de todos como por el frió é dema- çados, esperando de sus personas lo mes-
siados vientos que de continuo allí se re- mo que la muerte avia fecho con sus es-
cresçen, adelantóse el capitán general clavos é indios que los servían, é assi se
con veynte de á caballo bien aderesçados les repressentaba á cada passo. En aques-
é los más dispuestos que le paresció pa- ta tan grand aflicción nunca el adelantado
ra poder resistir á la gente de guerra quel dexó de llamar á Dios en su socorro é de
passo les quisiesse impedir; y trasdo- encomendar á sí é á todos en su miseri-
blando jornadas, en tres dias, sin comer cordia, llorándole el coraçon é mostrando
bocado los dos dellos, entró en la dicha un esfuerço invencible é una alegría cons-
provincia que cautelosamente estaba so- tante, ayudando al uno é al otro con dul-
segada, é luego envió muchas ovejas é ces palabras é darles quanto podia : y pa-
mahiz á los capitanes que atrás quedaban resçia que miraglosamente se ayudaban,
para reparo de la gente que por el puerto é passaron adelante con la bandera de la
venia. Fueron tantas veces las que socor- fée y nombre de Jesu Chripsto é del glo-
rió, y tan nesçessario el socorro, y tan rioso apóstol Sanctiago, patron de las Es-
buena la diligencia que se puso en el si- pañas, é con la ventura de la Cessárea
tio ó discurso de las jornadas, que á fal- Magestad, por donde desde que Dios crió
tar qualquiera destas cosas peresçieran el mundo no se sabe ni se escribe que
todos; y los que quedaron, su capitán ge- chripstianos andoviessen. Desta manera
neral les dio las vidas por lo ques dicho, entraron todos desbaratados de aquel
con el favor de Dios, porque con adelan- puerto en la provincia de Pocayapo, y en
tarse él é los que con él fueron, corrieron él se hallaron por número más de mili é
mucho riesgo. Porque es no tan solamen- quinientos indios, é dos españoles, é cien-
te espantosa cosa passar aquel puerto, to é cinqüenta negros, é ciento é doce ca-
mas aun acordarse delio los que lo vieron ballos.
tornaba á renovar su temor, segund los Parésçeos, Ietor, oyendo esto que nos
daños que allí resçibieron é la desconíian- espantemos de los trabaxos de Catón en
ça que de su salud les causaba verse en Africa, porque en invierno congregasse
tal estado, porque como eran hombres y muchos asnos para llevar agua é vitua-
tan fatigados, aunque estuvieran resçios llas, é llevando consigo ciertos pueblos
y hartos, ó que fuera cada uno dellos de ó gentes que se llaman psilles, los qua-
hierro ó de mármol, sospechara su pro- les medican los bocados de las serpientes,
pria muerte é que estaba en la última ho- chupándolos con la propria boca el vene-
ra de la vida. En fin, el mejor librado no de tales heridas, é aun encantando las
perdió su hacienda é quedó sin servicio serpientes, y en tal manera Catón conti-
de indios é negros, que se les murieron, nuamente caminó siete dias á pié, ven-
é otros sin pies é manos ó sin dedos, y dóle él siempre delantero é su gente si-
los que mejor 1*> fué, perdieron sus caba- guiéndolo por la Libia ó en África. No es
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. HI. 267
comparación igual en la verdad, ni cosas siderando y ponderando las regiones y \a*
las que están dichas del adelantado é de nesçessidades y trabaxos (an sin segun-
los que con él se hallaron en este viaje dos, sin número y tan continuados. Pas-
que no se deban preferir á quantos traba- sernos á lo demás.
xos están escriptos de gente militar, con-

CAPITULO IV.
En que se conlinúa el viaje e' descubrimiento del adelantado don Diego de Almagro hasta que llegó á la
provincia de Chile, desde donde envió al capilan Goniez de Alvarado con gente adelante; é de la Iraycion
de un indio lengua llamado Felipillo, é de otras cosas é notables trabaxos que se le siguieron en esta
empressa.

1^0 penseys, Jetor, que los trabaxos é teniendo con essos pobres cbripslianos
desventuras de aqueste exérçito están di- una ficta disimulación, é mostrándolos
chos. Debeys saber que esta provincia Co- buena cara los descuidaron, yen un pue-
payapo ó de Pocayapo (que de la una é blo del valle de Guaseo les dieron muy
de la otra manera la nombran) tiene tres cruel muerte, assi á los chripstianos co-
valles, donde se coge mucho mahiz é hay mo á sus caballos é indios é negros que
ganado en abundancia : en el primero de llevaban. Y como á esta causa estaban te-
los quales el adelantado estuvo reforman- merosos é recatados los caciques de aque-
do la gente é caballos algunos dias é hiço llos dos valles, alearon los bastimentos
curar los dolientes. En el qual tiempo su- secretamente y escondieron su gente, pa-
po cómo los caciques é indios de aquellos ra que los españoles muriessen de ham-
valles, en especial de los dos dellos, que bre.
uno se dice el Guaseo y el otro Coquimbo, El adelantado los aseguró, é de nuevo
avian muerto tres españoles que se fue- los convidó con paz é amistad ; pero su
ron desmandados, sin su licencia, por el intención era perseverar en su rebelión, y
camino de Atacama, é avian escripto al con dañado propóssito aleáronse de todo
adelantado que se adelantaban seguros punto, é solamente sirvió bien y estuvo
con un indio orejón del Cuzco, á cuya sossegado aquel principal del primero va-
subjeçion estaba la dicha provincia de Po- lle de Copayapo con lo á 61 subjeto.
cayapo; é puesto quel adelantado los res- Considerando que qualquicra dilación
pondió por su carta, diçiéndoles que en era peligrosa, assi para no poder castigar
ninguna manera se pusiessen á tal peligro, los culpados como por los bastimentos,
é que le esperassen en el pueblo de Tu- dexó el general un capitán con los dolien-
pissa, adonde los avia enviado, no para- tes é passó al segundo valle de Marcan-
ron en parte alguna é se fueron á la di- dey, que se dice el Guaseo, adonde es-
cha Pocayapo, donde hicieron apercibi- tuvo seys dias asegurando la poca gente
miento á los caciques é indios para que que en él halló, la qual estaba de mal ar-
sirviessen á Sus Magestades é conosçies- te. Y de allí passó al otro valle de Coquin-
sen á Dios, é proveyessen de bastimentos ga, ques cabecera de todos tres valles,
á los que por el camino yban con el ade- donde halló al señor principal con algunos
lantado. Y aunque los resçibieron de paz, caciques de la tierra é con muy poca gen-
cautelosamente ó por no les agradar el te , porque toda la tenían escondida con
sermon é aperçebimientoque les hicieron, los bastimentos.
268 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Á estos indios les higo un racionamien- mucho mahiz, é puede aver en todos ellos
to, acordándoles quán sancta es la paz millé quinientos hombres de guerra. Tie-
é quán segura cosa á los hombres para go- nen muchos ganados : son viciosos, pero
çar de su tierra é de los otros bienes, é son belicosos : son de grande estatura é
que amassen á un solo Dios verdadero é bien proporcionadas sus personas. Aques-
se apartassen de sus vicios é ydolatrias, é tos indios avisaron á la gente de servicio
sirviessen á los chripstianos é los diessen é indios mansos que los chripstianos lle-
de comer é los quisiessen por amigos, é vaban , que la tierra de adelante era mala
se viniessen todos á sus pueblos con sus y estéril, ácausa de la qual nueva se hu-
haciendas é hijos é bastimentos ; é que si yeron todos los indios que llevaba del
fuessen leales, hallarían buena amistad é Cuzco, é quedaron los españoles sin te-
tractamiento ; é les daban á entender que ner quien les diesse un jarro de agua. Y
assi manda el grand Emperador Rey de era cosa de lástima ver que cada uno bus-
España que se haga. Y todo esto se les casse de comer para sí é para su caballo,
dixo con halago é perdonándoles sus er- é lo guisasse con sus manos el que no era
rores passados ; pero como ellos estaban acostumbrado á soplar tiçones. Toda aque-
determinados en lo contrario, no sola- lla provincia contiene ciento é cinqüenta
mente lo dexaron de hacer, mas aun te- leguas de distrito.
nían acordado poner fuego á los apossen- Desde aquel pueblo de Coquembo * en-
tos del adelantado é su gente é huyrse vió el adelantado mensajeros indios á un
aquella noche. Y como desto se higo in- español que estaba en la dicha provincia
formación , higo prenderlos é processóse un año avia : el qual se avia ydo desespe-
contra ellos, é fueron quemados treynta rado desde la cibdad de Xauxa á los in-
de los más principales, juntamente con dios de guerra, por cierto castigo que en
los señores que fueron en la muerte de él exercitó la Real justicia , é anduvo solo
los chripstianos, que se dixo de susso. más de scysçientas leguas, hasta llegar á
Fué nesçessario este castigo, é apro- la provincia de Chile; y entre los indios
vechó tanto que se aseguró la tierra, de della vivia, sin resçebir daño alguno, el
tal forma que un indio de un español an- tiempo que está dicho, que paresció cosa
daba por toda ella, sin que le fuesse fe- de misterio y encaminada por Dios su fu-
cho algún daño; y envióse á recoger el ga para el aviso é seguridad de los indios
mahiz é ovejas para passar á la provincia de aquella tierra. El qual, como supo la
de Chile é á los Picones, de los quales venida del adelantado, previno é consejó
avia grand fama de su mucha riqueça é á los señores de Chile que resçibiessen al
buena tierra. adelantado é los chripstianos de paz, é
Antes que se hiçiesse el castigo que se que se estuviessen en sus casas é assien-
ha dicho, certificaron los indios al ade- tos é no hiçiessen mudança ; é como este
lantado de lo mesmo que después vido en hombre tenia crédito ya con los indios,
lo de adelante en aquel valle ; é se reco- enviaron sus mensajeros ó embaxadores
gieron los españoles que avian quedado á Copayapo al adelantado, ofresçiéndole
en el primero valle, é descansaron algu- su amistad. Y llegaron á tal tiempo, que
nos dias é se reformaron con los basti- vieron el castigo que se hiço, é la histo-
mentos que se avian recogido. ria ha contado, é causó en los embaxa-
Son aquellos tres valles fértiles é de dores y en los que los enviaron, que se

Coquingo le ha llamado antes.


DE INDIAS. LIB. XLVÍI. GAP. IV. 269
fixó en sus ánimas el temor é paz que guas de costa), llegó un español al dicho
despues guardaron, é perdieron la osadia pueblo, que venia de un navio, con car-
que pudieran tomar con la muerte destos tas é relación que estaba surto un navio
chripstianos ya dichos, si los perpetrado- sotil de los del adelantado, que se decía
res quedaran sin punición conforme á sus Sanctiago, en un puerto veynte leguas
delictos. adelante de la cabecera de Chile, é que
El adelantado rescibió con mucho pla- venia mal acondicionado é hacia mucha
cer la embaxada, é tracto muy bien á los agua, é no traia ya estopa ni pez para se
que la truxeron é los satisfiço con su gra- poder calafatear, por la mucha broma
ciosa é agradesçida respuesta ; é se par- quel navio traia. É venia cargado de mu-
tió con su exérçito para Chile, dexando cha cantidad de armas é hierro é ropa de
pacíficos los valles de Copayapo, é por vestir, é de cosas muy nesçessarias para
señor dellos á un indio que se dice Mon- reparo é proveymiento de la gente é ca-
triri, legítimo subçessor heredero de ballos; porque entre todos juntos no avia
aquel estado, y por vassallo de Sus Ma- dos mili clavos é çient herraduras (y es-
gestades : el qual fué resçebido de sus na- tos eran de cobre), é los españoles anda-
turales. ban vestidos é calcados de mantas é ropa
En la raya de la provincia de Chile ha- de la tierra, de que hacían camisas é ju-
lló el adelantado dos caciques que le res- bones é calcas é capas para cubrir sus
çibieron de paz, con hasta doscientos gan- cuerpos ; é aunque desso avian sacado as-
dules naturales de aquella tierra, é tru- saz de Lima é del Cuzco, como el servi-
xeron algunas ovejas é mahiz, que aquel cio peresció en el puerto, y los caballos
dia comieron los españoles : á los quales y españoles yban tan fatigados é debilita-
el general les habló graciosamente é les dos de hambre, por dichosos se tuvieron
dio algunas joyas de las suyas, assi pa- en escapar con las vidas, dexando el res-
ra que perseverassen en la amistad que to en la nieve, que aquel puerto todo lo
ofresçieron, como porque los de adelante consumió.
hiçiessen lo mesmo. Y escribió á aquel es- Este mensajero truxo assimesmo rela-
pañol ques dicho para que de su parte les ción que otro navio grande, llamado
ofresçiesse é çertificasse que serian muy Sanctiago, que traia el capitán Ruy Díaz
bien tractados; é prosiguió su camino has- por la costa, en que yba don Diego de
ta un pueblo que dicen de la Ramada, Almagro, hijo del adelantado, avía arri-
donde halló que estaban en sus casas la bado (porque hacia mucha agua) á la tier-
gente. Y estando allí el dia de la Ascen- ra de Chincha , que estaba de guerra ; ó
sion (señaladamente) bien desconfiado é que allí les tomaron la barca é mataron
descuydado de los navios quel adelanta- siete hombres en ella. El piloto deste na-
do traia en el descubrimiento de la mar vio grande se deçia Alonso Quintero, é
(por ser la navegación de aquellas costas tenia poder del adelantado é fué á repa-
peor é más vagarosa que quantas hasta rar el navio al puerto de Lima, porque
el pressente tiempo se saben ó se han na- no se perdiesse del todo, para que se-
vegado en estas Indias, á causa de las yendo tomada el agua estanco, volvies-
grandes corrientes é contrarios vientos, se á seguir el viaje; antes de lo qual él
que por allá son continuos, é impiden tan- dicho capitán Ruy Diaz avia sacado por
to la navegación, que acaesçe hallarse tierra la gente que en el navio venia.
atrás de lo que han derrotado é trabaxa- Antes que á más se proceda, será bien
do, navegando cinco meses sessenta le- que se diga la intención para qué quiso
270 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que su hijo fuesse por la mar en este des- ra las islas é lagunas que hallassen, é bar-
cubrimiento, contra la voluntad de sus cos para los rios, todo se llevó en aques-
amigos que le aconsejaron , que assi por ta armada, con los adéreseos y herra-
ser muchacho é no de edad para compor- mientas nesçessarias á tales obras, ques
tar las fatigas é trabaxos que en la mar y la cosa más conviniente á una conquista
en la tierra se esperaban seguir, como semejante.
porque no tenia otro, é porque se criasse La nueva de la llegada deste navio é
é aprendiesse lo que convenia á persona socorro puso una general alegría en el
quo avia de heredar su estado, no les exérçito, porque estaban desconfiados de
paresçia, ni le convenia, que era bien ni los navios é armada de la mar.
debia sacar á don Diego del Cuzco. A lo De allí se partió el adelantado, é llegó
quel adelantado les respondió quél ni su hi- al pié de un puerto de nieve, é querien-
jo no tenían otro bien sino á Dios é al Em- do descansar allí un dia, sobrevino tanta
perador, é que quería que començasse á tempestad de agua é nieve que en tres
servir é á participar sus trabaxos, porque dias no cessó ; é como allí avia pocas ca-
desde su tierna edad se imprimiesse en sas, en que recogerse los españoles é sus
ellos, y supiesse que avia de vivir é mo- caballos, los más dellos estuvieron al
rir sirviendo lealmente á su Rey é señor agua y frío, con solo aquel cobertor co-
natural, é que esta escuela quería que lu- mún del cielo, de que resultaron muchos
viesse de allí adelante. Tornemos á la his- hombres tullidos é no menos caballos ato-
toria. roçonados, sin aver quien les pudiesse
Para esta navegación gastó el adelan- dar remedio. Y como avia falta de basti-
tado muchos pessos de oro, dando suel- mentos assi en lo de atrás como en aquel
dos cresçidos á pilotos escogidos é los más pueblo, fué forçado, para que todos no
diestros que se hallaron de aquella mar se perdiessen, quel puerto se passasse;
austral. Y dexó mandado que llegado un é aunque el capitán general envió prime-
galeón que ovo del adelantado don Pedro ro á abrir el camino con agadones é bar-
de Alvarado (á Lima), le truxesse Johan retas, si Dios miraglosamente no prove-
Fernandez, piloto, para que si la tierra yera de un dia tan claro é sereno, ningu-
respondiesse, como pensaban, fuesse por na cosa aprovechara, por lo qual la ma-
el Estrecho de Fernando Magallanes á yor parte de la nieve se deshiço, é aun
Castilla. con este alivio le passaron á las cinchas
De las armas é ropas que truxo el na- de los caballos, y en partes se sumían del
vio ya dicho, se aderesçaron é vistieron todo. Aunque este puerto tiene dos jorna-
los españoles, é del hierro se hiço herra- das de nieve, de verano está sin ninguna.
ge , el quai costó diez mili pessos de oro Passado el dicho puerto, dióse toda pries-
en la cibdad de Lima, á luego pagar de sa por llegar á Cuncancagua, cabecera de
contado; porque fué lo quel navio le lle- la provincia de Chile ; y en un pueblo que
vó al adelantado seysçientos ternos de está en el camino, quatro jornadas antes
herramienta, sin otros algunos quintales del que se dice Lúa, to vieron la pasqua, é
que en plancha venian. Para ello aprove- mensajeros cómo el cacique é principales
charon dos fraguas que en caballos biço de Chile estaban juntos é de paz, con mu-
cl general llevar por tierra, é háse de chos bastimentos, para pressentar á los
notar que, sin artillería é munición, como chripstianos. Y assi fué, que llegados al
carpinteros, herreros é los otros officios dicho pueblo de Cuncancagua, estaba el
nesçessarios para hacer bergantines, pa- señor de Chile con más de sessenta caçi-
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. IV. 271
ques é principales haciendo areyto en la tiano, era el más mañoso é cauteloso in-
plaça del dicho pueblo con mucha fiesta é dio é amigo de novedades que jamás se
placer ; é assi resçibieron al adelantado é ha visto. Y como con el tiempo fué cres-
á los españoles, con buena gracia é amor çiendo su persona é fuerças, assi se fué
é buen conosçimiento. Y el general les aumentando en él la malicia, y esta en-
mostró todo el amor é afabilidad que pu- cubría él con una apariencia sossegada y
do , é les ofresció el favor de Su Mages- poca risa, y mostrando que aborresçia co-
tad y el buen tractamiento é amistad de sas deshonestas : de manera que no avia
los chripstianos, é les dio joyas é presseas nadie que no pensasse que era bueno é
de las quél tenia, para los enamorar é cuerdo, é que amaba á su amo é á los
atraer al conosçimiento y provechos de la chripstianos, é que lo era él enteramente.
paz ; é les dixo que otro dia los hablaría Este traydor, quando en Quito se ha-
largamente cerca de lo que avian de ha- lló Almagro con el adelantado don Pedro
cer para que conosçiessen á Dios é á su de Al varado, teniéndole por intérprete,
Rey, é para que la amistad se conservas- se passó al dicho adelantado, induciéndo-
se: é con esto quedaron muy contentos le quel otro ojo que le quedaba á su se-
por estonces, é ofresçieron voluntario ser- ñor se le sacassen ( porque en cierto re-
vicio. Y estando las cosas en este estado, cuentro avia perdido dias avia el un ojo).
como el común adverssario y enemigo Y tenia concertado con los indios de la
de la humana generasçion siempre está en tierra que luego que oviessen rompido el
vela para nuestro daño y extravio de to- Álvarado é Almagro, viniendo alas armas,
do lo que ve encaminado á buen fin, diessen sobre los que quedassen vivos é
ofresció un caso de que no poco inconvi- vencedores é los matassen é alçassen á él
niente se siguió, é aun puso en condi- por señor, porque sabría muy bien ser su
ción las vidas de todo el exérçito ; y fué capitán é destruyr los chripstianos, para
aqueste. que ninguno quedasse en aquella tierra ni
Quando el adelantado anduvo en el des- otros allá osassen yr. Y cómo las cosas
cubrimiento de la Nueva Castilla (qucs vinieron en concierto, perdonóle Almagro
tierra de la gobernación del adelantado por contemplación del adelantado Alvara-
don Francisco Piçarro), ovo un indio, hi- do, creyendo que de liviano é moco se
jo de un labrador, é llevóle á Panamá é avia movido: é cómo le avia criado, des-
crióle en su casa como hijo, trayéndo- seaba que se cnmendasse, é tornóle á to-
le vestido de sedas é dándole caballos mar é servirse del por lengua, porque en
proprios en que cabalgasse, y tractándo- toda la tierra ninguno otro avia que Jan
le como hijo verdadero, é haciéndole en- bien lo supiesse haçer. Assi que, este mal-
señar y dottrinar las cosas de nuestra dito en estotro viaje ordenó muchas ve-
sancta fée cathólica y la policía de nues- ces la muerte al adelantado don Diego de
tro vivir. Y fué de tal ingenio, que demás Almagro, é de secreto hieo que se alcas-
de hablar y entender muy bien la lengua sen los indios, é que los de Pocayapo
castellana, sabia distinguir é conosçer qué matassen aquellos chripstianos: é cómo el
cosa era ánima vegetativa y sensitiva é la general estaba desso descuydado, fian
racional; y era gracioso, é servia muy dose de su interpretación, envió á llamar-
bien, é sabia ganar las voluntades á quan- los caciques, ofresçiéndoles toda paz é
tos comunicaba, y era sus pies é manos concordia, conforme á la real ó sancta
é servicio de su amo, junto con lo qual, voluntad de Sus Magestadcs ; y el malo
é con su baptismoé apariencias de chrips- díxol»s quel adelantado los quería que-
272 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mar á todos, é que mirassen lo que les co, é que los caballos no hacían más sino
cumplía, que lo mesmo avia fecho con correr mucho; é que muertos los caballos,
los de Pocayapo, é que los chripstianos vencerían fácilmente á todos los chrips-
eran perros descreydos, sin fée ni ley ni tianos: é declaró otras falsedades é bella-
verdad. É á este propóssito díxoles otras querías, que particular é generalmente
palabras tales que los escandalice», en tal avia cometido en el tiempo que sirvió al
manera, que otro dia de mañana estaban adelantado; é mandóle hacer quartos é
todos huydos. Pues cómo el general vido ponerlos en los caminos.
su alçamiento é no supo la trayçion del Fecha aquesta justicia de aquel tray-
intérprete, hallóse muy confuso, sin sa- dor, envió sus mensajeros á los indios,
ber á qué lo pudiesse atribuyr, é con al- avisándoles de la maldad del interprete é
guna gente de caballo corrió siete leguas, del buen desseo é justificación suya, é de
desde las tres de la mañana hasta que la voluntad de Sus Magestades, é del
otro dia amanesció : é como él pensaba buen tractamiento que les mandan ha-
tomar al cacique é principales, por saber cer; y envióles joyas y presseas. Y assi
de que proçedia tan súbita alteración é poco á poco vinieron por el buen tracta-
mudança, como era de noche, fuéronse miento que se les hiço é por el buen co-
la via de la sierra fuera de camino, por- medimiento de la gente del exérçito : en
que todos los caminos estaban prevenidos todo lo ques dicho no passaron veynte
é guardados de antes. Plugo á Dios que días de tiempo.
aunque por estonces no se tomaron los in- En aquel pueblo se repararon mucho
dios , tenían en ciertas casas como esta- los caballos, que estaban muy flacos é
ban pacíficos tanta cantidad de mahiz é perdidos, é durante esta reformación, he-
ovejas, que bastó para proveer el real é á chos juntar los caciques é principales, se
los que después fueron el tiempo que allí informó de lo que avia en la provincia y
estovieron : é aun para la vuelta quedó en la tierra de adelante hasta el Estrecho
alguna parte, é mandólo todo recoger el de Magallanes : é por cierta relación di-
general, é hícolo partir entre los españo- xeron la pobreça é poquedad de la pro-
les. Y venido al dicho pueblo de Cuncan- vincia de Chile, é cómo era muy mayor
cagua, y con grand desseo de saber la é peor la de adelante ; y que los Picones
causa del alçamiento, aquella noche se eran quince ó veynte pueblos, que cada
huyó el intérprete Felipillo, é llevóse es- uno tenia diez casas de gente muy po-
sos pocos indios de servicio que avian bre, vestida de pellejos. Que quanto más
quedado en el exérçito; y el general, sa- la tierra yba adelante, más estéril era é
bida su fuga, envió tras él con toda dili- pobre y frigidíssima é inhabitable ; c que
gencia , é halláronle en unas sierras neva- los que la habitaban no cogían ni comían
das , haciendo mochila para se volver al mahiz, sino ciertas rayçes é hierbas del
Cuzco é decir que los chripstianos queda- campo, é unos granos que echan Jos ble-
ban muertos, para quel Ynga, que estaba dos á manera de mijo. Los quales se es-
rebelado, matasse todos los españoles tán hasta medio dia en sus casas (que son
que en la tierra avia. Assi como truxeron unas cuevas en que viven de temor del
al Felipillo, confessó espontáneamente los frío) é salen á buscar de comer por espa-
delictos que avia cometido, é cómo avisó cio de dos horas en aquel liempo quel sol
á los indios para que de noche matassen tiene más fuerça en el dia, é se recogen
los españoles, quemándolos dentro en las á las dichas cuevas ; é que en toda aque-
casas, porque sin caballos eran para po- lla tierra no hallarían una punta de oro.
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. IV 273
Gomo quiera que por lo passado é guas é guias para se informar de la tier-
pressente pudiera juzgar el general que ra; é que de lo que hiçiessen avisassen al
lo que estaba por ver seria semejante á capitán Gomez de Alvarado, que yba cer-
lo visto, é que los indios le decían lo cano á la costa : é segund después pares-
cierto, por dar más copiosa relación á Su ció en veynte dias anduvo seys leguas. Y
Gessárea Magestad, é porque quien avia el general se partió de allí la tierra aden-
passado los trabaxos que la historia ha tro, é visitó lo que della mejor avia, y
contado, no podia temer otros mayores ni envió mineros é hiço dar catas, é halla-
iguales que le hiçiessen volver atrás en ron las minas é quebradas é nasçimientos
su propóssito, obra é desseo de servir á délias tan bien labradas como si españo-
su Rey, determinó de yr personalmente les entendieran en ello; y por buena dili-
á ver lo de adelante. Y estándose aderes- gencia que se puso, la mejor batea no sa-
çando para ello, rescibió carta del capi- có de doce granos arriba : assi que eran
tán Ruy Diaz (que venia por la costa), tales minas que excedería el gasto al pro-
cómo avia llegado á la provincia de Co- vecho.
payapo con ciento é diez españoles de pié Los pueblos quel adelantado anduvo,
é de caballo ; é assi por le recoger como tenían á diez é á quince casas hechas á
por importunación é ruego de los princi- manera de chocas ó cavanas de viñade-
pales é de todo el exérçito, acordó de le ros , non obstante que la tierra es dispues-
aguardar en el dicho pueblo de Cuncan- ta para labranças é se coge mahiz en ella
cagua, y envió adelante en su lugar al en abundancia.
capitán Gomez de Alvarado, hermauo del Cosa de maravillar paresçe que (desde
adelantado don Pedro de Alvarado, per- el Cuzco hasta el Estrecho, segund dicen)
sona valerosa é cavallero experimentado hay ochocientas leguas de camino, no se
en la militar disciplina. Y entretanto fué halla un árbol que produzca fructa que se
al descubrimiento, anduvo el general per- pueda comer, ni menos de recreación de
sonalmente visitando la provincia de Chi- que los queste viaje anduvieron les quede
le é la de los Picones, su comarcana : las que loar de su gusto : é créese que no fué
quales ambas conternán hasta ciento é desútil esto para su salud, pues que de
sessenta leguas de largo, poco más ó me- natural dolencia solos tres hombres mu-
nos. É primeramente vido la costa de la rieron, é quassi ninguno (después de los
mar, é mandó reparar é calafatear el na- del puerto) aunque estaban debilitados.
vio ya dicho con ropa de indios é sebo de Estando en esta visitación el general,
ovejas : en el qual mandó entrar un capi- é la gente en orden para proseguir Ja jor-
tán con sessenta hombres, é ordenóle que nada, resçibieron cartas del capitán Go-
passassen hasta llegar al Estrecho, é que mez de Alvarado cómo se volvía, tenién-
fuesse costeando la tierra, é sabiendo los dose por cierto que antes avia intentado
puertos é aguadas, é que bojasse las is- lo dificultoso que dexado de andar lo que
las que hallasse y en todas tomasse len- fuesse posible.

TOMO IV. 35
274 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO V.
Cómo el adelantado don Diego de Almagro dio la vuelta desde la provincia de Chile, por la imposibilidad
é dificultades del camino , é frios, y esterilidad, é fragosidad , é nieves é otros estorbos de la tierra de
adelante, é porque su exérçito totalmente no se perdiesse; é de los nuevos trabaxos de su camino, al retor-
narse hasta que llegó en la provincia de Catama.

lio se cree ni se sabe que humanos qual, cómo rescibió las cartas del capitán
hombres padesçiesseu ni experimentas- Gomez de Alvarado, é por ellas supo que
sen é con efetto viessen tan largo é tan daba la vuelta, hiço muy particular inqui-
malo é crudo camino como el quel ade- sición entre los señores de la provincia,
lantado don Diego de Almagro é su exér- para que le declarassen si atravessando
çito anduvieron, assi á la yda como á la la cordillera de la nieve que hasta el Es-
vuelta. Y paresçerle há al que ha leydo lo trecho prosigue podria hallar tierra hacia
de hasta aquí cosa de mucho trabaxo y la mar de suerte que se pudiesse poblar:
espanto á los que en ello se hallaron, é al los quales, demás de la grand dificultad
que lo oyere no pequeña maravilla aver que avia en passar la dicha cordillera de
podido bastar la vida á ninguno para tan- sierras, dixeron que turaban quince jor-
ta tribulación y fatigas tan cotidianas : y nadas nevadas é sin camino, tan áspe-
cotejado con lo que está por deçir paresçe ras que se avian de despeñar todos los
lo dicho tolerable é joyoso ó dulce, con- caballos. Y certificáronle que la gente de
templando lo que se dirá. ¡Oh thessoros que tenian noticia son caribes, é no co-
de las Indias!.. Muchas veces me acuerdo gen pan ni tienen ganado (á manera de
de lo que dice Plinio : « Hacemos profun- los juries), é que lo demás es despoblado
díssimas cavas en la tierra por hallar las é cenagoso, é que si allá fuessen los
gemmas é algunas pequeñíssimas piedras: chripstianos, todos se perderían juntos.
de manera que le cavamos las interioras, Por más se certificar de lo ques dicho, el
por traer las gemmas. jOhquántas manos adelantado envió algunas personas al
se rascuñan ó malfractan porque un solo puerto de aquella cordillera de sierras, é
dedo resplandesca ! Si oviesse algún in- no pudieron passar los caballos por la fra-
fierno , ya nosotros con aquestas cavas le gosidad , y ovieran de peresçer en el ca-
avriamos descubierto, en tanto que por mino , é á la segunda jornada se tornaron
avaricia é luxuria buscamos las cosas es- espantados de la sierra, amonestando é
condidas1». Todo es del auctor alegado. requiriendo al general que no le passasse
Pero aunque Plinio niegue ó dubde el in- por pensamiento tan conosçido error é
fierno, los cathólicos bien sabemos é culpa como seria yr adelante ; pues no po-
creemos que le hay ; é tanto más culpa dían llevar caballos ni hombres que los
que los gentiles tienen los chripstianos, osassen seguir, ni ganado para se susten-
que por desordenadas cobdiçias é por tar , que todo no quedasse en el puerto
aver este oro é bienes temporales á tan é los chripstianos con ello.
excesivos é inauditos trabaxos se dis- En este tiempo llegó el capitán Gomez
ponen. de Alvarado, 6 dixo quél avia passado
Volvamos al camino del adelantado: el adelante de aquella provincia de Chile é

1 Plinio, lib. H, cap. LXV.


DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. V. 275
Picones ciento é cinqüenta leguas, é que podian tener en pié. Y diçe esta relación
quanto más yba la tierra, más pobre é fria que los trabaxos del puerto, hambres y
y estéril é despoblada é de grandes rios, nesçessidades passadas no se igualaron á
ciénegas é tremadales la halló, é más fal- este trabaxoso camino ; y que si todo el
ta de bastimentos ; é que halló algunos in- exérçito fuera, como fueron çient hom-
dios caribes, á manera de los juries, ves- bres con el Alvarado, los menos volvieran.
tidos de pellejos, que no comen sino ray- Quiero yo agora preguntar á Gomez de
çes del campo ; é que informándose de la Alvarado por qué, pues le dixeron don-
tierra de adelante, supo é le dixeron que de fué que aquellas gentes estaban cerca
estaba cerca de la fin del mundo, é le del fin del mundo, por qué no les pre-
dieron la mesma noticia quel adelantado guntó quál era el límite de su principio.
se tenia antes que lo enviasse en Chile; é Assi que, en este caso bien se muestra
que queriendo proseguir el viaje hasta el lo que de la geographia é assiento del
Estrecho, hacia tantas aguas é tempestad universo sentian los que esso le dixeron.
é frió, que en una jornada se le murie- Lo otro es, que me paresçe que aque-
ron çient indios de servicio ; é viendo es- llos tres pilotos, quel adelantado diçe que
to , é que avia veynte é cinco dias que no deçian quel Estrecho está en cinqüenta é
comian mahiz ellos ni sus caballos, ni te- seys grados, muestran bien que ninguno
nían carne con qué sustentarse, los com- dellos le avia visto ni passado ; é porque
pañeros unánimes le requirieron que se del Estrecho, en el libro XX de la segun-
tornasse adonde el adelantado estaba, da parte, he dicho lo que las verdaderas
pues hacer otra cosa seria perderse to- cartas de navegar dicen, é lo que testi-
dos. Y por la carta de navegar, quel ade- gos de vista deponen, claro está el error
lantado hiço ver en Chile á tres pilotos, de los cinqüenta é seys grados, pues que
no se hallaba aver doscientas ó cinqüenta no son sino cinqüenta é dos grados, en
leguas hasta el Estrecho, las ciento é cin- que está la punta ó cabo de las Vírgines,
qüenta de las quales avian andado Gomez ques el principio de su embocamiento, é
Alvarado é su compañia; é dice la rela- algunos le ponen en cinqüenta é dos é
ción , por donde yo el chronista me sigo medio ; é aunque fuessen los cinqüenta é
(ques otra tal como la quel adelantado en- dos é medio, se engañaban essos pilotos
vió al Emperador, nuestro señor), quel de Almagro en tres grados é medio, ques
Estrecho está en cinqüenta é seys grados grand error é notorio desvario. Assi que,
é quellos se hallaron en quarenta é siete, ellos no le avian visto, ni ellos ni sus car-
é que corrían á diez é seys leguas cada tas no sabían lo cierto. Pero si es verdad
uno. É que visto por el dicho capitán los que Gomez de Alvarado estuvo en qua-
grandes rios que avia, é que no podian renta y siete grados, no avian de contar
vadearse, é cómo en quatro leguas pas- á diez é seys leguas el grado, sino á diez
saban veynte rios ; é considerando la fal- é siete é medio de Norte á Sur, ques el
ta de comida, estaba claro que á la yda grado de las siete quartas menor de toda
ó á la vuelta (si la pudieran hacer) se la esphera, é desde quarenta é siete has-
avian de perder todos; assi, por las difi- ta cinqüenta é dos é medio son cinco
cultades ya dichas é demasiado frió, é grados é medio, que al dicho respecto
que las sierras se estrechaban á la mar, de diez é siete leguas é media por gra-
requerido como es dicho, se volvió adon- do, son noventa é seys leguas é un quar-
de el general estaba, con la gente muy to de legua las que Gomez de Alvara-
fatigada y los caballos que quassi no se do é los hidalgos que con él fueron es-
276 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tovieron del Estrecho (si le tovieron de gund era poca en calidad é distante en
Norte á Sur, lo qual yo dubdo). Assi que, longitud é pobre de oro é falta de gente,
he querido decir esto aqui, porque es ma- no bastaba á dar de comer á quarenta
teria que lo requiere : y aun el más dies- españoles, estando toda ella junta, quanto
tro de los pilotos, que en servicio del ade- más siendo tan divididas é remotas unas
lantado andaban, era Alonso Quintero, é provincias de otras para se poder poblar,
bien creo que no era ninguno de los tres; contractar é socorrer é bastecer de lo nes-
y que lo fuera, tampoco lo entendiera, çessario, é quel adelantado avia hecho é
porque una cosa es navegar por alturas é intentado é gastado para lo saber é servir
otra por derrotas. Yo le conosçi bien, y á Sus Magestades más de lo posible, pues
él era marinero diestro y no del quadran- que entre él é sus compañeros se despen-
te, sino assi arbitrario á las derrotas é sa- dieron para esta armada más de un mi-
ber común, é más aficionado que otro á llón é medio de pessos de oro, é queda-
una baraxa de naypes ; pero en el astro- ron los más pobres é adebdados hombres
labio ynorante. Volvamos á nuestra ma- que jamás se vieron, porque un caballo
teria é al trabaxoso camino, questa gente valia siete é ocho mili pessos de oro, é un
atendía. negro dos mili, é una cota de malla mili,
Quando el capitán Gomez de Alvarado é una camisa trescientos, é á este respec-
llegó al adelantado, avia algunos dias quel to todo lo demás; cerca de los quales
capitán Ruy Diaz é sus compañeros esta- presçios e! adelantado por sí y por todos
ban en Chile con el general ; y contarse los que debian envió á suplicar á Céssar
por extenso los traba xos que passaron en los mandasse moderar, porque no que-
el camino 6 puerto, é las hambres é nes- dassen empeñados ó perpetuos esclavos
çessidadcs que sufrieron, é muertes de de sus acreedores; y el infeliçe adelanta-
hombres que les sobrevino, es cosa para do en grand confusion é afliçion por no lo
no se acabar sin mucho cansancio é do- poder remediar ; y estos presçios passa-
lor de oyr, por ser tantos y tan cresçidos ron assi en las almonedas de los defuntos
y no usados tormentos. Puédese creer como en lo demás que los vivos vendie-
que ningún grano de mahiz ovieron que ron. Por manera que aviendo platicado é
á sangre no le pessassen. Matáronle in- consultado el general lo que se debia ha-
dios doce españoles: faltáronle muchos cer , é ávido el paresçer é consejo de to-
caballos. dos sus compañeros para ver lo que se
En la rnesma sacón rescibió el adelan- podia é debia proveer, con general deli-
tado cartas de su teniente Rodrigo Argo- beración é amonestación, acordaron de
nez, que estaba ya con socorro de gente dar la vuelta atrás con toda brevedad,
en Copayapo ; y en la relación de su via- pues no avia medio de detenerse en la
je y compañía no faltaron menos peligros, dicha provincia de Chile ni Pocayapo ni
porque assi á él como á los compañeros en lo de adelante, assi por no aver hecho
que le siguieron, en el puerto se les que- simenteras aquel año, como porque las
daron á unos los pies é á otros los dedos del passado estaban comidas. Pero fué
de frió. Pues considerado que en los tra- una de sus mayores congoxas arbitrar é
vesses ni adelante no avia remedio ni tier- ordenar essa vuelta, cómo se haría é or-
ra que poder descubrir, é que segund lo denaría para la salvación de todos, por-
passado qualqtiier nuevo descubrimiento que estaban cercados de grandíssimos é
era temerario ó falta de prudencia, é que muchos peligros é faltos de remedio. Por
toda la tierra andada é descubierta, se- una parte no tenían bastimentos y por
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. V. 277
otra avian de escoger de dos extremos de se adelantó con treynta de caballo y toda
caminos el que menos daño fuesse ; é am- diligencia al "pueblo de Pocayapo (donde
bos eran tales, que sin ordenarlo Dios no los despoblados é falta de agua se si-
bastaba sesso humano para la eleçion, ni guen), para dar orden en el repartir de
desçerner si seria por el del puerto, que los bastimentos y en cómo la gente cami-
estaba muy nevado y en treynta leguas naría: y en quince dias llegó al dicho
adelante del no avia grano de mahiz, ni pueblo con los treynta de caballo, y en
las garrobas estaban saçonadas, que es- los diez dias dessos con solo mahiz tosta-
tonces començaban los árboles á produ- do é los caballos con hierba, é algunos
cir aquel fructo, é lo que avia añejo esta- dias les faltó. Y llegados, yban tales que
ba ya comido é gastado ó aleado en las no los pudieran llevar adelante dos jor-
sierras, cinqüenta leguas dentro de tier- nadas, si forçosas fueran.
ra: los ríos estaban muy cresçidos. Pues En aquel pueblo era ya llegado el ca-
el otro camino de Atacama era despobla- pitán Johan de Herrada con el resto de la
do ó sin agua é arenales más de doscien- gente, é con él el contador Johan de Guz-
tas leguas, é qualquiera destos dos cami- man é otros regidores proveydos por Sus
nos paresçia ser imposible cosa andarle é Magestades: el qual capitán informó al
quedar con la vida. adelantado que la provincia del Collao,
Plugo á la misericordia de Dios, des- que avia dexado pacífica, quedaba de
pués de se aver encomendado todos á guerra, á causa de muchos robos é insul-
Nuestro Señor, é con missas é oraciones tos é malos tractamientos que los indios
suplicándole que los alumbrasse y guias- avian resçebido, y que avian muerto mu-
se, y unánimes acordaron tomar su viaje chos españoles en el camino, é aun creia
por Atacama, porque les paresçio quel quel Cuzco quedaba de guerra. Y assi-
camino del puerto era sin remedio ; y si- mesmo le informó de los grandes traba-
guieron el de Atacama, y para seguridad xos, hambres é nesçessidades, pérdidas
de aquella provincia que estaba de guer- de caballos é negros é haciendas que en
ra, y también para recoger bastimentos el camino passaron, y cómo se vieron en
para la gente que por tierra Ilegasse, en- tan extrema nesçessidad, que en cinqüen-
vió el general en busca del dicho navio, ta dias sus caballos no comieron mahiz, é
é mandó yr en él un capitán con ochenta los españoles se mantuvieron con algarro-
hombres de pié y de caballo: al qual or- bas, los quarenta dellos repartidas á diez
denó que después de pacífica la dicha algarrobas por hombre, las quales co-
provincia é recogidos los bastimentos que mían con Jos caballos, que se les morían
hallasse, enviasse á abrir los xagueyes y de flacos, y deshechos los huessos emo-
aguadas del dicho camino (que son po- lidos los daban á la gente que los servia,
cas hechas á mano) ; pues seguir la costa para su sustentación. É porque para siem-
que se navega en quatro leguas estaría pre quede desto memoria, no se debe
doscientas é cinqüenta leguas de la dicha dexar de escribir que en diez jornadas
provincia de Chile; é escribió luego á del puerto comían los españoles por fies-
su teniente para que recogiesse todo el ta muy señalada los caballos que avia cin-
ganado é mahiz que pudiesse aver en Po- co meses que se les avian muerto á los
cayapo para socorrer la gente, y en Chi- que primero passaron con el adelantado:
le se tomó todo el mahiz é ovejas que los los quales estaban conservados, no como
españoles hallaron. É hicieron matalotaje carne momia, sino frescos é sin hedor,
ó mochilas para el camino, y el general por el demasiado viento é frío é sequedad
278 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de la tierra : y sobre les tomar los sessos de caballo, con dobladas cabalgaduras,
y lenguas se acuchillaron algunos hom- para que supiessen el camino, é negros
bres, porque quien los eomia, pensaba con haçadones para que abriessen los xa-
que tenia mirrauste é manjar blanco, ú gueyes : é mandóles que le enviassen la
otro de más presçioso é agradable sabor. relación de lo que avia é viessen é ando-
Bien creereys, letor, que aquel caba- viessen cada dia; y en cinco tuvo tres
llo del Rey don Johan, quél é otros ca- cartas, en que le certificaron de lo que
valleros comieron en el castillo de Mon- los indios deçian, é que con lo que avian
talvan, que le tomaran estos con mejor abierto é cavado en los xagueyes se po-
apetito, sin que se perdiera cosa alguna dría aventajar mucha cosa. Y por esta re-
dél é de otros dos de que dice que comie- lación principió á enviar la gente de seys
ron el conde don Fadrique y el conde de en seys é de ocho en ocho, para que de
Benaventey Alvaro de Luna, que después donde parliessen los unos allí fuessen á
fué condestable de Castilla é maestre de dormir los otros, pues en Acatama tenían
Sanctiago, é deçian que era dulce carne las espaldas seguras con el capitán Fran-
é muy buena de comer, salvo que era cisco Noguerol, que avia llevado por la
moUiçia*; pero no les faltaba leña ni bue- mar la gente que se dixo de susso ; é pro-
nos cocineros, ni padesçian el frió que veyó el general que los unos avisassen é
aquestos nuestros españoles, donde es di- socorriessen á los unos y los otros. Assi-
cho passaron, para defensa é reparo del mesmo mandó que los delanteros se re-
qual, de cuerpos de hombres muertos hi- cogiessen á la entrada de Atacama dos ó
cieron paredes para detrás délias abri- tres dias para se fortificar en número de
garse. veynte juntos, para que pudiessen resis-
Oydas estas cosas é otras desaventu- tir á qualesquier indios de guerra, en tan-
ras, le paresció al adelantado que las quél to que los demás españoles llegassen;
é otros avian passado eran grand bonan- porque por una é otras partes estoviessen
ça, cotejadas con lo que este capitán con- sin peligro los españoles para llevar agua
tó de su camino, y que los primeros en á la gente de carga é servicio é beber los
este viaje fueron los mejor librados. caballos en los arenales é que no peres-
En Pocayapo tenia Rodrigo Argonez re- çiessen de sed. Y para esto se hiço mu-
cogida alguna cantidad de mahiz, con mu- cha cantidad de vassijas, assi de barros é
cha guarda, que para lo aver no se puso calabaças como de unos zaques ú odrinas
poca diligencia; y el adelantado, por su de los pellejos de las ovejas. Las jornadas
persona, lo repartió entre todos. avian de ser de tres ó de quatro leguas,
Allí hiço juntar los caciques con indios porque si más and o vieran, assi el gana-
que tenían expiriençia del camino de Aca- do como la gente peresçieran, por las
tama , los quales informaron que avia en cargas que de su mantenimiento é de los
él xagueyes, que distaban á siete é á ocho chripstianos llevaban ; y aun en esto con-
é trece leguas, y otros á tres é quatro, y venia mucha diligencia en los sobrelle-
que en cada uno dellos podian beber cin- var , é aun assi no se pensaban valer sin
co de á caballo con su servicio de los in- peligro, ni los caballos en tan luengo ca-
dios (los quales se les tornaron á juntar mino podrían turar, si mayores jornadas
en el dicho valle, como les vieron dar la hiçiessen.
vuelta}. É RSflj el adelantado envió cinco Con la orden é proveymiento ques di-

i Chron. del rey don Johan Ii, cap. 381.


DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. V. 279
cho intentaron el despoblado é infernal veynte leguas de este yermo que andu-
camino de Atacama, en cuyo discurso ha- vieron , no se vio sitio ni aparejo para po-
llaron tantas diverssidades de agua y ca- blarse una choça. Bien paresçe que jus-
lidades de tierra que si los trabaxos pas- tamente lo dio la Providencia divinsa á tan
sados no los tuvieran convertidos é habi- bárbara é dañada é ydólatra generasçion
tuados á diverssas fatigas, y fueran estos é infiel gente.
españoles gente nuevamente llegada de Decir la orden, que se tuvo en conser-
Castilla, dificultoso fuera no se corrom- var las ovejas é hacerles calcado para que
per ó inficionar con muertes ó diverssas no se despeassen ; en repartir el mahiz;
enfermedades. Pero cómo ya el regalo de en la continuación de las jornadas, seria
la patria avia olvidado esta gente, y el un proçesso muy largo. Y con hacerse to-
que hallaba el xaguey de agua gruessa é do lo posible, murieron en este camino,
no dulce, mal remedio era traer á la me- de flaqueça é dolencias, más de otros
moria aquellas délectables é generosas é treynta caballos; pero por la misericordia
delgadas aguas de las fuentes que tienen de Dios ningún chripstiano corrió riesgo,
los frayles en la claustra de Guadalupe. Y ni perdió la vida.
á los xagueyes salados, ¿qué remedio les El adelantado don Diego quedó atrás
podría poner aquella excelente fuente é en Pocayapo hasta que salió toda la gen-
agua de Caspe? A los xagueyes cenago- te , é fué el postrero que partió de aque-
sos, ¿qué ayuda les podría prestar aque- lla provincia é de los primeros que á Ata-
lla limpieça é salutífera fuente que en Ma- cama llegaron, porque fué quassi como
drid llaman la Priora? A los xagueyes he- en posta para socorrer la gente en el ca-
diondos, ¿qué socorro podían traer los mino y proveer lo de adelante á la nes-
pensamientos que se acordassen de la çessidad de toda el armada. Y mediado
claridad é bondad del rio Darro de Gra- el mes de otubre, se halló con su teniente
nada? A los xagueyes viscosos é sucios, Rodrigo Argonez, que le avia entiado
¿qué ayuda era aquel que conosçia la ex- adelante, en el pueblo principal de Ataca-
celencia del agua de Tajo, que passa por ma : el quai y el capitán Noguerol, que
Toledo, y en el mundo es tan famoso por antes del por la mar avia ydo desde Chi-
la extremada é cordial agua suya? A los le , hallaron la tierra aleada é de guerra,
xagueyes, que causaban hinchaçon é carga y la gente por los montes, fuera de sus
al vientre, ¿qué prestaría acordarse del casas é assientos, y puestos en montañas
agua del rio Segre, que passa por Léri- y sierras muy ásperas en partes, que no
da, é tan apropriada es á la digestion é se podían sojuzgar. La causa de su alça-
conservación de la vida?.. Pues ya que miento fué aver muerto algunos chrips-
aquellos xagueyes é sus aguas encharca- lianos de los que en seguimiento del ade-
das eran malas ¿tenían estos pecadores lantado yban, é assimesmo por mandado
otros alivios ó refrigerios algunos sino que del Ynga, que, como paresció, estaba al-
hoy los fatigaba el frío é los proveía de eado, dando guerra á los españoles de
temblores, mañana los asaba el calor, toda la tierra.
porque á las sierras subçedian arenales 6 Estos dos capitanes tenian recogida al-
á los arenales pedregales espessos, y to- guna cantidad de mahiz é ganado, que
do el camino falto de leña, é la que se bastó para reformar el armada, con lo
halla son unas ramas ó matas que en lla- quel general hieo buscar en el pueblo y en
ma se van ó consumen? Es tan llena de otros de su comarca, con que pudieron
maldición aquella tierra, que en ciento y passar adelante hasta los confines de*
280 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Collao, que están á ochenta leguas del ligencia en ello; porque en la verdad que
Cuzco. los indios que no son castigados, jamás
La provincia de Acatama tiene quaren- reconosçen superior, ni sirven como son
ta leguas de término, sin lo despoblado, obligados ni á derechas, porque como
ques mucha cantidad, y en toda ella avrá son falsos é dicen muchas mentiras, é tie-
hasta septeçientos hombres de guerra. Es nen tan anchas sus settas é sucios é cru-
gente belicosa é viciosa, vestidos á mane- dos ritos, qualquiera buena regla de vi-
ra de yungas. Paraessos que son, cogen vir les paresçe estrecha, é los angustia é
mahiz, é tienen ganado en abundancia. congoxa sus vidas.
Tienen assimesmo garrobas, é unos cues- Allí repossaron el adelantado é su exér-
cos pequeños que también los hallaron en çito cansado é caballos enflaquesçidos
Pocayapo, é se muelen é se comen. diez é ocho dias, é no sin mucha congo-
No se pudieron allí aver más indios de xa é alteración de la guerra que adelante
guias para el camino, aunque se puso di- les estaba aparejada.

CAPITULO VI.
En que se tracta é cuenta la prosecución é discurso deste camino ; en la qual relación se relatan otros tra-
baxos que subcedieron , é cómo el adelantado don Diego de Almagro comencó á sentir la rebelión de la
tierra del Cuzco, é la nescessidad que los chripstianos tenían ; é cómo entre estas relaciones el chronisla
topó é vido en ellas cómo se avia ahogado en un rio el veedor Francisco Gonçalez de Valdés, su hijo úni-
co , é aunque como padre lo sintió, resçita é cuenta la historia en este capítulo hasta quel adelantado es-
cribió cierta carta al Ynga para que cessasse en la guerra contra Jos chripstianos.

Jjjn nuevos subçessos, nuevos trabaxos: Ovidio ensartando disparates, que veni-
á malas nuevas, nuevos sufrimientos; y dos al alegórico senso todo es poco, é in-
á malos eventos firme constancia convie- digno de tanta memoria como há que tu-
ne. Ó á lo menos es bien que en los hom- ran essas ficciones.
bres no falte prudencia, con que la pasi- Oyd, pues, los que de libros vanos é
bilidad humana no cause poquedad ni fabulosos no os presçiays: escuchad, los
desesperación en los hombres. ¡Oh ren- que de verdaderas historias quereys par-
glones perdidos y fábulas de poetas, que te, la continuación deste infeliçe camino
encaresçcys y pinlays y sublimays esse é infeliçe exérçito, é infeliçe capitán ge-
viaje de Jasson yendo á buscar aquel ve- neral del, é infeliçe chronista que os lo
llocino de oro á la isla de Coicos r, y os cuenta ; y sabrés quanta parte me cupo
desvelays novelando é pintando metápho- destos trabaxos, é vereys que no son
ras y vanidades, diciendo que le guarda- metáphoras, sino tan al proprio discanta-
ba un dragon que nunca dormía, é dos da la historia, que basta para que desso
toros indómitos que echaban ferviente poco que de la vida me queda sea de pa-
fuego por las narices, é otras cosas fictas dre desconsolado é lastimado con la muer-
é de poco fructo, é para la cosa en una te de un solo hijo que tenia, é mis peca-
putería ó hechicería de Medea y en la dos dieron lugar que allí se perdiesse. Y
crueldad de matar al hermano Absirçio dexando mi desventura aparte, volveré
con dolor é mala vejez del padre, por á la de muchos, porque la historia se con-
huyr con su enamorado! É por aqui va tinúe.

i Ovidio, Melham., lib. VI.


DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. VI. 281
Allí recogió el adelantado el ganado é raba de inquirir é informarse del daño
mahiz nesçessario para proseguir su ca- que en la tierra avia, é porque en essa
mino , el qual no menos hallaron falto de dilación los enfermos cobrassen salud é
agua é despoblado é de mala comporta - posibilidad para yr adelante; y aunque se
çion quel de Acatama, porque á doçe y á ovieron algunos indios para essa informa-
trece leguas avia las aguadas en más de ción , eran de poco crédito, pobres é co-
çient leguas continuadas de camino. Por munes: los quales, apremiados é secre-
manera que paresçia que la mesma nes- tamente cada uno por su parte interroga-
çessidad é trabaxos eran anexos é inevi- dos, discrepaban tanto en sus dichos,
tables á estos españoles, á causa de lo que los unos afirmaban ser vivos los
qual á lo menos háse sacado algún pro- chripstianos y estar Ynga de paz, é los
vecho é no pequeño; yes averse ávido otros que estaban de guerra en un pueblo
noticia de tan grandes desiertos; é porque quatro leguas del Cuzco: otros diçien
el Ynga no quedasse con tanta victoria, que los españoles eran ya muertos : de
dióles Dios tales alientos á los españoles, forma que ninguna certinidad se podia co-
que pudieron hacer su viaje. En aquella legir de sus confessiones. Pero el adelan-
provincia se informó el adelantado cómo tado jamás pudo desechar de sí la mala
el Cuzco estaba de guerra é Ynga aleado; sospecha, é tomando lo peor por lo más
é aunque no muy afirmativamente, lo de- cierto, dióse priessa á salir de la provin-
cían los indios. cia; é aquel dia que partió, tomóse un in-
De allí, siguiendo esta armada é atri- dio que dixo quel navio de Sanct Pedro
bulado exérçito sus jornadas, con la or- estaba surto en un pueblo de la provin-
den é vigilancia que se requería, llega- cia de Tacana, é que los indios daban
ron á otra provincia llamada Turacapa, guerra á la gente de la mar. En la hora
ques la primera del Collao, é dista ochen- proveyó el adelantado que fuessen allá á
ta leguas del Cuzco : la qual hallaron (y le socorrer el capitán Johan de Saavedra
estaba) aleada é retirado el ganado é bas- con treynta de caballo, con toda la dili-
timentos; y en el primero pueblo della, gencia é brevedad posible: al qual mandó
que se dice Pica, hallaron muchas armas assimesmo recoger los bastimentos que
é ropa de españoles que avian muerto: y pudiesse, é que tomasse las lenguas é
con muchas lágrimas el adelantado los hi- guias que hallasse; é informado de lo
go enterrar. que en la tierra avia le avisasse dello,
Cosa de mucha lástima é compassion para que si nesçessario fuesse el adelan-
seria oyr Jas crueldades que ensayaron tado socorriesse á los españoles ó prove-
los indios en las muertes que les dieron, yesse lo que conviniesse. Y el capitán an-
pues tenían los cuerpos despedaçados y duvo veynte leguas que dista la dicha pro-
los sessos sembrados por las paredes, con vincia del puerto donde el navio estaba,
su sangre pintadas sus bellaquerías : de é como los indios que le tenian cercado,
forma que notificaban clara é cierta ene- supieron su venida, é tovieron noticia de
mistad capital, que tienen al nombre de Ja gente que con el general yba, retirá-
chripstiano. ronse á unas sierras de ásperas huydas é
Allí se detuvo algunos dias este exér- dexaron al navio : que á no llegar tan ay-
çito, porque la gente é caballos se repa- na el socorro, le tomaran las anclas y
i assen, é recoger mahiz de lo que tenian quemaran el navio con muchas balsas que
«nsilado, aunque ovejas se pudieron aver para ello avian hecho, sin que se lo pu-
pocas ; y entretanto el adelantado procu- diera resistir la gente que en él avia ; ni
TOMO IV. 3G
282 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
menos se podia hacer á la vela, porque atraer al Ynga con todo proferimiento á
no tenia bastimentos ni agua para nave- la amistad primera que mostraba aver te-
gar, y en qualquiera puerto que arribara, nido á Almagro, y su hermano hiço lo
passáran el mismo riesgo, pues todos es- mesmo por su parte, á lo menos en pres-
taban aperçebidos á causa que en todo el sençia de los chripstianos. Y aunque de
tiempo quel hermano del Ynga anduvo nuevo el general le tornó á preguntar lo
con el adelantado daba avisos al cacique que sabia, siempre vaciló é avisó á los
su hermano del estado de los españoles é otros indios para que se le encubriesse lo
del general. Do manera que sin lo saber, cierto, é por le conservar convino que se
aunque estaban del recatados, traían al disimulasse todo, porque si daño estaba
enemigo casero, haciendo fieldad del pa- hecho no tenia remedio, é si paz se avia
ra que fuesse medianero en la paz de su de tractar, por su causa se concluyesse é
hermano, resçibiendo del adelantado é conservasse. Deste valle é de los de ade-
de todos los de su exérçito muy buenas lante no se haçe discussion, por ser sub-
obras y tractamiento, puesto que le man- jetos al Cuzco é que le sirven.
daba velar y guardar de secreto con mu- De allí se partió el adelantado por la
cho recabdo: el qual indio, quando de costa, aunque se rodea mucho, á causa
Chile partieron, avisó de la vuelta de los de que por el más breve camino del Co-
españoles á su hermano ; é teniendo por llao avia grandes ciénegas é sierras de
cierto que Almagro viniera en el navio nieve que passar que destrocaran el ar-
con algunos de sus compañeros para bre- mada, por ser el coraçon del invierno,
ve proveymiento de la armada é reforma- é también por se abastecer en el valle de
ción della en las dichas dos provincias, se Arequipa, ques abundoso de mahiz é ga-
lo envió á decir, y el cacique Ynga pro- nado, para yr hasta el Cuzco proveydo
veyó de gente en todos los puertos para ó determinarse en lo que convenia hacer-
que le malassen al general é á los que se. Y en los pueblos de Moquiguaya é
con él viniessen. Lo qual le escribió el ca- Araguaya é Quinoaeslaca é Umati é Sa-
pitán que avia sabido de algunos indios ña , camino de la dicha Arequipa, tomó
que tomó en unos pueblos que estaban algunas lenguas, que apremiadas é apar-
cabe la costa, é que assimesmo Ynga es- tadas unas de otras, discreparon en sus
taba de guerra é la daba á los españoles, relaciones. Unos afirmaban ser muerto el
assi en la cibdad de los Reyes con sus ca- gobernador don Francisco Piçarro é los
pitanes, como en la del Cuzco con su per- chripstianos de Lima, é que en el Cuzco
sona , é que tenia cercados los españoles avia pocos chripstianos cercados é sin re-
que en ellas estaban; y el adelantado no sistencia : otros deçian que avia doscien-
tuvo otra certidumbre alguna ni la halló tos chripstianos é que daban guerra al ca-
en aquel valle de Tacana despues que lle- cique , é que por sus quadrillas salian por
gó, aunque para lo saber fueron apre- la tierra á buscar bastimentes, é quel go-
miados algunos indios. bernador é los chripstianos de Lima eran
En el pueblo principal deste valle estu- vivos: otros hablaban en diferente mane-
vieron ocho dias con todo el real, reco- ra ; de forma que ninguna cosa se podia
giendo el mahiz é ganado que se pudo averiguar que cierta fuesse, salvo creer
aver; y desde allí envió el adelantado in- que de lo uno é de lo otro avia passado
dios mensajeros al Ynga é cartas á los mucha parte.
Nfpfofet para que le avisassen del esta- El adelantado se dio toda priessa por
do en que estaban, é para halagar é llegar á Arequipa, que estaba cinqüenta
DK INDIAS. LIB. XLVII. CAP. Vi. 283
leguas del Cuzco, para saber la ver- para que se lo déclarasse, diçiéndole que
dad , y en el camino passaron un rio tan le haria quemar, si le mintiesse en cosa
hondable é tan furioso, que fué mara- alguna, por tanto que se informasse de la
villa no desbaratarse la gente, aunque verdad de personas que lo supiessen é lo
se ahogó en él el desdichado Francis- oviessen visto, ofresçiéndole toda liber-
co de Valdés, veedor de Tierra-Firme, tad, si no mintiesse, é que declarándole
hijo del capitán Gonçalo Fernandez de lo cierto como amigo, le tractaria mejor
Oviedo, chronista desta General historia que á su proprio hijo ; é púsole públicas
é Indias, porque pueda más al propós- guardas para que supiesse que no podía
sito dolerse con los demás é le quepa tan- huyr. El qual, informado de lo que ya él
ta parte destas desaventuras; é porque sabia, certificó al adelantado quel gober-
su dolor no fuesse sencillo, le quedaron nador Francisco Piçarro é todos los de Li-
un niño é una niña, hijos del dicho vee- ma y Paula é Truxillo eran muertos, y
dor , é desde á pocos dias despues que que en el Cuzco avia ochenta hombres,
supo la desaventurada muerte del hijo los quales creia que serian assimesmo
ahogado, le llevó Dios el nieto en edad acabados, porque se les daba continua
de cinco años en esta cibdad de Sancto guerra; y que la cabeça del gobernador
Domingo de la Isla Española. Bendito sea con otras ciento de chripstianos de Lima
Dios por todo; y aunque seyendo, como se avian traydo al Ynga pressentadas, y
soy, hombre passible, y la falta de tales un hato ó rebaño de caballos tan grande,
debdos no puede dexar de lastimarme, sin como de ovejas. La qual nueva fué muy
dubda la mayor pena que siento es llevar triste á todo el exérçito, é al adelantado
Dios aquel mancebo en la flor de su edad particularmente, quanto se puede repres-
de veynte é siete años con tal manera de sentar á todo buen juicio natural : prime-
muerte. Tengo yo confiança de la miseri- ramente por la muerte de su compañero
cordia divina que por acelerado que fues- é único amigo, á quien tanto amor tenia
se su fin, es pronto é poderoso tu socorro, de tan larga é sociable compañía, é por
Señor, para que en tal agonía le diesses la pérdida é vida de tantos españoles é
memoria de su Dios é Redemptor para se tan nobles é valerosas personas entrellos:
te encomendar, Señor, é que fuesse en é lo otro por la pérdida general é dub-
estado que su ánima no peresçiesse. dosa recuperación de la tierra, porque
En el mesmo rio é passo se ahogaron es de tan grandes é ásperas sierras, que
muchos indios de los de servicio é gana- se requería mucha gente é distancia de
do, é se perdió mucha ropa é armas é tiempo para cobrarla, seyendo perdida.
otras cosas nesçessarias al proveymiento Luego mandó el adelantado hacer her-
del caminó, sin se poder remediar. raje, porque estaban sin él, é mandó as-
De allí llegaron á Arequipa, en la qual simesmo hacer armas de algodón de la
hallaron los indios cautelosamente pacífi- tierra para la gente de á caballo é peo-
cos ; é no tuvieron lugar de se alçar los nes, é assimesmo lanças é rodelas é la
bastimentos é haciendas, é queriéndose munición nesçessaria á las ballestas y es-
el adelantado informar dellos, vacilaban copetas, porque á un tiempo estoviesse
é discrepaban, como los de atrás prime- todo aperçebido, y envió sus mensajeros
ros. É visto quel hermano del Ynga, que al Manco Ynga Inpangue con una carta,
se dice Paulo, era la causa é quél sabia el tenor de la qual es el siguiente.
la certinidad de la guerra, púsole temor
284 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO VIL
En que se escribe lo que contenía una carta quel adelantado don Diego de Almagro escribió á Ynga, é de
un caso nunca oydo, en que juntamente lodos los españoles ovieron de ser ciegos, é perdieron la vista,
é cómo los indios se le quexaron de los españoles del Cuzco y hermanos del gobernador Francisco Pizar-
ra *, é de otras cosas que de la mesma historia penden.

i lfluy amado hijo y hermano mió (Man- poderosa, que basta á sojuzgar mucha
co Ynga Inpangue). Estando en Chile bien parte del mundo, y cada dia espero otros
descuydado, entendiendo en que aque- dos mili hombres, no pienso en cosa salir
llos caciques sirviessen al Emperador, de vuestro paresçer y consejo, ni nega-
nuestro señor, é señor de la mayor parte ros el amor é voluntad que siempre os
del mundo (el qual está en Castilla), cu- tuve.
yo capitán é vassallo yo soy, me dieron »Yo os he enviado muchos mensaje-
nuevas de los malos tractamientos que ros, y assimesmo he escripto al Rey quán
los chripstianos haçian á vuestra persona, mal con vos se ha mirado: créeme que
é de los grandes robos de vuestra hacien- por esta vez disimulará el castigo que los
da é casa, é toma de vuestras queridas malos resçibieron, como vos le tengays
mugeres (de que yo he mas dolor é sen- é acateys por señor: que si estoviéssedes
timiento que si se hiciera conmigo), en de otro propóssito, no le pagariades el
especial porque crey que essos trabaxos buen tractamiento que me escribe é man-
los resçebistes sin causa. Y cómo yo os da que se os haga, ni seriades agrades-
presçio é amo é os tengo por hijo y her- çido á tan verdadero amigo, como yo os
mano verdadero, luego que lo supe de- soy.
terminé de me venir con mili hombres »Informado soy que tenes en vuestro
chripstianos é septeçientos caballos, que poder á Hernando Piçarro é otros espa-
están en mi compañia, con cartas é man- ñoles : ninguno dellos matareys por amor
dado é poder del Rey, mi señor, para de mí, é dadles buen tractamiento, y es-
restituyros todo lo que os tomaron é cas- pecialmente á Hernando Piçarro, no tan-
tigar los culpados en ello y en el mal trac- to por él como porque es criado del Rey
tamiento de vuestra persona, como sus é le quiere mucho.
delitos lo meresçian. Porque si os alzas- »A Paulo, vuestro hermano, tengo
tes ó distes guerra, causólo ser tan malos conmigo, é le amo como á mi hijo, y él
que no los pudistes sofrir ; y aunque con os quiere mucho y en todo os es buen
su castigo debeys estar satisfecho, pues- hermano.
to que yo quisiera ser el executor por mi »Como vengo de tan léxos tierra é to-
mano, para los enviar pressos al Rey que do se ha gastado, no tengo que enviaros
allá los mandara matar, parésçeme que al pressente, é bien sé que de ropa é
con mi venida debeys aseguraros é tener vino de Castilla estays rico é noaveys
por cierto que nunca os faltará mi ayuda, menester ninguna cosa : con todo os
si ñola perdiéredes por vuestra parte. Y traygo guardada, para quando nos vea-
aunque la gente que tengo es tanta é tan mos, una ropa de aforros para el frió,

Oviedo suprimió en este epígrafe varias cláu- interés: «E de las quexas que contra los mesmos le
sulas, y entre ellas la siguiente que no carece de envió á notificar por sus mensajeros el Ynga» etc.
DE INDIAS. LIB. XLVH. CAP. VII. 283
que me envió el Rey que os diesse. nado para llegar hasta el Cuzco é socor-
»Lo que yo os ruego mucho es que rer los españoles que estaban cercados,
por agora sobresseays la guerra é me de- teniendo por cierto que la hambre que
xeys castigar essos chripstianos del Cuz- padesçian era su mayor é más cruel guer-
co, porque hareys en ello mucho placer ra. Y estando lodo aperçebido é á punto,
é servicio al Emperador, y en pressençia partió de la dicha Arequipa á ios doce
de sus hermanos é debdos serán mejor dias de marco del año de mili é quinien-
castigados. tos é treynta é siete años, y á la segunda
»Yo desseo en grand manera que me jornada de Arequipa entraron por un pá-
vengays á ver, si fuere posible, pues te- ramo de doce jornadas, todo lleno de
neys razón de hacerme entera conßanca, nieve, que cada dia los cercaba tres pal-
y que en tanto que yo más me acerco, me mos en alto ; y como dormían en el cam-
envieys vuestros mensajeros, con los qua- po é no podían hacer lumbre, passaron
les yo sea avisado de vuestra voluntad, aquellos dias con mahiz tostado é vizco-
que yo os los tornaré á enviar seguros é chos, del qual trabaxo estaban tan flacos
salvos, é para ello os doy mi palabra. Y los hombres, que al cabo de la jornada,
esto sea con brevedad, porque desseo sa- como la vista estoviesse sin fuerza é de-
ber de vuestra salud, la qual os dé Dios bilitada, é tuviesse blanco el objeto, so-
como vuestra persona lo dessea.» brevino una ceguedad general á todos los
Esta carta le envió el adelantado al españoles (sin que uno quedasse libre),
Ynga, porque fué informado que tenia con tan inmenso dolor é privación de la
chripstianos é intérpetres con quien es- vista, que aunque se les saltaran los ojos
cribía su voluntad á los del Cuzco, que del casco, no pudieran sentir mayor tor-
tenia cercados: é por otra parle envió mento; é no vían un palmo de tierra. So-
indios por toda la tierra para que le tru- lo un consuelo se tuvo, é paresció de la
xessen los caciques de paz con toda la mano de Dios, quel remedió fué breve
templança é palabras graciosas que eran para la salud de todos, porque al terce-
menester. Lo qual aprovechó para que al- ro dia ninguno estaba doliente de tal
gunos caciques comarcanos, dexada la mal. Tiénese por averiguado que si qual-
rebeldía, se reduxessen á la obidiençia quier acometimiento de indios en tal sa-
de Sus Magestades, é como hallaban en cón se hiciera, que ningún español que-
el adelantado verdad é buenas obras é dara vivo, porque ni el dolor se afloxaba
tractamiento, asegurábanse en sus casas un momento, ni la vista se extendía á ver
que tenían yermas, é llevaban al exérçi- un cresçido bulto. Fué en tanto grado
to la comida nesçessaria de su voluntad é sentido esto, que de todos los trabaxos
albedrio, sin que resçibiessen molestia; deste exérçito se tuvo aqueste por el más
porque la gente del armada, demás del importuno.
çelo que tenían de servir al Emperador é Passada la nieve, llegaron á un pueblo
hacer lo que debían, tenían por punto de que se dice los Canes, veynte é cinco le-
honra complacer en estos casos al adelan- guas del Cuzco ; é halláronle pacífico, y
tado, porque á la verdad, hablando sin el cacique é principales del resçibieron al
perjuicio de nadie, no se ha visto en es- adelantado con toda alegría, dándole cri-
tas partes tan amado caudillo ó capitán de minosas quexas de los españoles que que-
su gente. daban en el Cuzco é del mal tractamien-
Entretanto que las armas y herraje se to que dellos avian resçebido : á los qua-
hacían, mandó recoger mucho mahiz é ga- les oyó con mucha compassion que les te-
286 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nia, é mostrándoles mucho amor, édán- dejaron muger ni hermana á quien no
doles á entender que de todo lo mal he- forçassen, ni oro que no se tomassen, ni
cho contra ellos le pessaba mucho; é ropa que no saqueassen, ni tierra en que
ofrescióles la enmienda en nombre de pudiesse hacer sus simenteras. Y en su
Sus Magestades, asegurando sus perso- persona sufrió muy grandes oprobios,
nas ó la restitución de sus haciendas é allende de los temores que cada dia le
mugeres. ponían, que fueron tan grandes, que en-
Aquel día hicieron un areyto, é por in- viaba á rogar á los chripstianos quél pen-
terpelación de las lenguas, la sentencia saba que tenia por amigos, que pues es-
de lo que cantaban era esta: «Damos taba cierto que avia de morir, por no po-
gracias al sol que ya vinieron nuestros pa- der complir tanta cantidad de oro é joyas
dres, ya vinieron nuestras madres, ya como Hernando é Johan Piçarro le pedían
vinieron los yaguitas, nuestros valedo- (pues ya les avia dado lo suyo é lo de sus
res : comamos, bebamos, holguemos, principales), que por amor de Dios no le
pues de hoy más no tenemos por qué es- quemassen ni aperreassen, ques muerte
tar tristes ni temerosos». entre indios muy aborresçida, sino que
Á este pueblo envió Ynga al adelanta- le ahorcassen, porque fenesçiesse presto.
do sus mensajeros, haciéndole saber la A estos mensajeros oyó el adelantado,
causa de su alçamiento, é los malos trac- é no sin mucha tristeça é dolor del Ynga;
lamientos que avia resçebido, robos é é hablólos con mucho amor, y dióles al-
tuercas que se le hicieron (cosa de mucha gunas cosas de su casa para ellos, y otras
compassion); porque fueron tantos los de más presçio envió á Ynga ; y envióle
desafueros, robos é menosprecios que luego sus mensajeros con otros suyos, y
rescibió este señor (seyendo en su tiem- una carta consolatoria, que será el prin-
po el más temido é acatado príncipe de cipio del .siguiente capítulo.
todos los infieles del mundo), que ni le

CAPITULO VIH.
En que se contiene una segunda carta quel adelantado don Diego de Almagro escrib ió al Ynga, consolán-
dole y exhortándole á la paz; é cómo traclándose las vistas entrellos escribió Hernando Piçairo desde el
Cuzco al Ynga que le mentía Almagro é que le quería engañar *. En el ca mino el capitán Paucal le hiço un
raçonamiento notable que adelante se dirá: é cómo Hernando Piçarro estorbó tanto, que en conclusion mo-
vió las cosas de forma que Almagro fué al Cuzco é lo lomó, é prendió al Piçarro é otros sus amigos.

«lYluy amado hijo y hermano (Manco condición é camino de perderte. Porque


Ynga Inpangue). Destos mensajeros que ningún otro pudieras tomar en que más
me enviastes he sabido los malos tracta- tu destruyçion se aventura, pues pensan-
mientos, fuerças, robos, injuriase des- do salvarte con el poder de gente que
acatos que Hernando ó Johan Piçarro é tienes, é confiado del, cometías cosas en
otras personas te hicieron, que fueron grand perjuicio de tu honra é reposso é
causa para que no solamente te hiçiessen total perdición de tu tierra y asolamiento
alçar, mas aun que toviesses de tu vida de tus subditos y naturales. Y avia otros
poca conûança é remedio , poniéndote en muchos caminos para te amparar de los
De este pasage borró Oviedo en el MS. origi- lo que contenia su carta, y se concertaron las vis-
nal lo siguiente: uE do la alteration que causó en tas , y yendo á ellas el adelantado», etc.
el Ynga, é cómo escribió Ynga al adelantado e de
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. VIII. 287
dichos chripstianos, porque la voluntad que en ello te va, é lo que por la otra le
del Rey, mi señor é tuyo, es que tú seas he escripto, que yo no te miento ni des-
muy bien tractado, favoresçido y estima- seo tu daño, antes procuro tu reposso: el
do , como la auctoridad de tu persona y qual te dé Dios todopoderoso, é alumbre
estado lo requiere; é assi por sus cartas tu juicio para salvar tu ánima ó asegurar
é provissiones me lo manda, é que seas tu persona y Estado».
desagraviado enteramente de los daños Luego se partió el adelantado al pue-
resçebidos, é restituydo en tu hacienda y blo de Urcos, donde Ynga le avia certi-
heredades y en tus mugeres y hermanas ficado con su criado que le yria á ver ; é
y en lo demás que te falta de tu casa é todos los pueblos del camino le salieron
hacienda (é á este fin vine con tanta pries- de paz por su mandado, é assimesmo lo
sa, como te escribí), guardándote toda paz envió otros muchos mensajeros ofrcsçién-
é justicia. Pero ya que tú, por te librar dole su vista y pronta voluntad para ser-
de tantos agravios", é principalmente de vir á la Cessárea Magestad é para la pa-
la muerte (que assi temías), hiciste lo que cificación de la tierra. É llegado al pueblo
no quisieras ni debieras, no por esso te de Urcos (que está seys leguas del Cuz-
tengo agora de desmamparar ni dexar de co), le envió otros mensajeros: los qua-
favoresçerte : antes acordándome de tu les le dixeron de su parte, que para que
amistad (y porque el Rey, mi señor, assi conosçiesse que en todo le guardaría ver-
lo manda é quiere), te mantente toda paz dad, é que no era fingido lo quel ade-
é justicia, castigando los que te fueren lantado le prometia, como lo avia seydo
culpados, é reformando tus pueblos que lo que le enviaban á requerir los chrips-
tan asolados é perdidos los tienes, favo- tianos , debaxo de cuya palabra é ofres -
resçiendo tus naturales y estimando tu cimientos tantos daños é injurias avia res-
persona como de hombre de tanto valor. çcbido, que le enviasse dos mensajeros
Por tanto asegura é repossa tu coraçon é chripstianos, con los quales se vernía. Y
juicio, é ten toda buena confiança de tu el adelantado le envió á Pedro de Oñate,
salud é remedio, que mediante Dios to- alguacil mayor J é á Johan Gutierrez, per-
dopoderoso, é viniendo tú de paz (como sonas de buen entendimiento é celosas del
me envias á proferir con tu criado), yo real servicio de Sus Magestades, para
te cumpliré lo que digo; y estarás segu- que le induçiessen é af raxessen á Ja paz é
ro que por los daños passados, assi de á lo que era obligado, é á que fuesse á
muertes de chripstianos, tomas de ha- verse con el adelantado é le confirmasson
ciendas é cercas de pueblos, ni por lo lo quél le avia escripto. A los quaies res-
demás que tú é tus gentes aveys cometi- cibió con lodo amor é regocijo é con
do, no serás castigado ni maltractado. Y grand pompa émagestad, é Jes dio algu-
para que mejor dés assienlo en ello y en nas joyas é cosas de las que avia toma-
lo que más me envias á decir, yo te rue- do á los chripstianos, que mataron en el
go mucho me vengas á ver al pueblo de camino del Cuzco.
Urcos, donde te aguardaré: que por es- Estando Ynga determinado de le yr á
ta , en nombre del Rey, te aseguro é pro- ver otro dia siguiente con los dichos dos
meto de te dexar volver como vinieres, españoles, lloró una carta que Hernando
libre é sin que resçibas ningún daño; y Piçarro le escribia (el qual estaba por te-
porque más cierto tengas este seguro. yo niente de su hermano en el Cuzco), en
juro á Dios é á Santa Maria é á esta cruz que le deçia que por ninguna manera cre-
de lo mantener enteramente. Mira bien lo ycssc á Almagro ni fuesse á él, porque
288 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
le mentía en todo ; que no era goberna- ras en que sembraba. Di á Johan Piçarro
dor ni tenia poder para él complir lo que mili é trescientos ladrillos de oro é dos
le prometiesse, porque solo su hermano, mili pieças de oro de puñetes é vassos é
Francisco Piçarro, avia de gobernar toda otras pieças menudas: di á más siete cán-
la tierra, y él en su nombre, é que se taros de oro é plata. Di más á Hernando
fuesse á él de paz é le perdonaría. Con Piçarro dos hombres de oro é siete car-
esta carta Ynga rescibió tanta alteración, gas de oro é mucha plata. Decíanme:
que mandó cortar las manos al que se la « Perro, daca oro : si no, quemarte hé ».
llevó; y estando comiendo, se levantó de Y amenacábanme Mesa, Toro é Sola-
la mesa é propuso de matar los mensaje- res, é Maldonado tomóme la ropa, y Pi-
ros del adelantado, diçiéndoles palabras çarro y Ximenez y Setiel todos estos
injuriosas é ayradas como á hombres que me deçian malas palabras, é decían que
pensó que le tractaban engaño. Y es- me querían quemar. Los otros chripstia-
tando determinado de los matar, espiró nos del Cuzco son poco bellacos: estos
Dios en él para que se consejasse con son muy malos ; y si me los entregas ó
unos españoles que tenia en su poder, los castigas, yo te verné de paz. Y para
los quales avian tomado sus gentes en el dar orden en todo, te yréá ver: á Yucay
camino de Lima, sin otro español que á llevarás la mitad de tu gente, é la otra
él se fué huyendo del Cuzco por los ma- mitad quédese en Urcos, porque entre-
los tractamientos que le hiço Hernando mos al Cuzco por dos partes; é si no qui-
Piçarro : los quales españoles le asegura- sieres venir, envíame á Rodrigo Argonez.
ron algún tanto é mitigaron su furia, di- A Pablo mi hermano trae contigo, é si no
çiéndolc quel adelantado don Diego de vinieres, no venga. Yo no soy indio de
Almagro era bueno y era gobernador, é por ahí que tengo de mentir. Almagro,
que cumplida é manternia toda verdad, tú eres mi padre: téngote por hermano é
y Hernando Piçarro mentiroso. Por lo por verdadero amigo. Quando me escri-
quai Ynga dexó volver los mensajeros li- bieres, envíame muchos juramentos. Ahí
bres , é se ofresció de nuevo á la paz é te envió un puerco para que comas, é si
de yr á ver al adelantado cierto dia se- ovieres menester alguna ropa de Castilla
ñalado; y envióle con ellos una carta, ó armas, yo te las enviaré, que tengo
que! mesmo Ynga notó con su intérprete, mucho. Oñate te hablará de mi parle: mir
del tenor siguiente: raque te hablo bien y con buen coraçon.
« Dice Ynga que ha de venir Almagro Manco Ynga Ynpangue. Y avisóte que
á se ver con él a! pueblo de Yucay , fue- no creas los chripstianos del Cuzco, que
ra del camino del Cuzco , por donde es- son mentirosos, sino á mí, que no tengo
tán sus guarniciones, é que todos estarán de mentir. »
de paz porque él tiene buen coraçon, Vista la carta, para que Ynga en todo
que assi me lo ha dicho el que me guar- conosçiesse quel adelantado le manternia
da la chuspa, mensajero que le he en - verdad, é que desseaba su amistad é re-
viado; é que en Yucay le saldré de paz. medio, é que por su parte lo procuraba,
Si por Dios: yo no miento: para esta le envió al capitán Ruy Diaz, hombre de
cruz, si yo me alcé fué por los malos buena habilidad, para que le dixesse có-
tractamientos que me hicieron más que mo el adelantado yba á complir lo quél le
por el oro que me tomaron, porque me pedia por su carta é le comunicasse otras
lhmaban perro é me dieron de bofe- cosas convinientes á la paz. Y Juego se
tones , *'• me tomaron mis mugeres é tier- partió con ciento é cinqüenta hombres de
DE INDUS. LIB. XLVII. CAP. VIII. 289
pié é de caballo al pueblo de Yucay, ques injuriando nuestras personas con malas
dos leguas de Tambo, donde el dicho palabras; y lo que más sentimos y desma-
Ynga estaba para verse con él, y en el ya nuestros coraçones es que un señor
camino tenia puestas sus guarniciones, las natural que Dios nos dio, que tan estima-
quales le resçibieron de paz, y en una do , servido é querido é acatado ha sey-
délias estaba un capitán, llamado por do, sea tractado como el menor de no-
nombre Paucal, el qual á la letra hiço al sotros. Por estas causas avernos hecho lo
adelantado el raçonamiento siguiente: passado; y pues tú agora vienes y publi-
«Oh capitán Almagro: bien sé que ter- cas otra voluntad y haces otras obras, de-
nas sentimiento del alçamiento del Ynga cimos, y yo en nombre de lodos, que os
é todos nosotros, é de los chripstianos tornaremos á servir y estaremos de paz,
que en la guerra avernos muerto, porque como de primero, guardando lo que tú
eres chripstiano, como ellos, pariente y nos guardares. Si piensas hacer lo que
hermano de todos é su natural ; pero aun- debes é lo que dices que tu Rey te man-
que sea justa la causa de tu pessar, quié- da, declárate con nosotros, é si no, luego
rote haçer conosçer quánto mas justa fué nos desengaña, porque con tu venida nos
la de nuestro alçamiento. El Ynga has de hemos holgado; y seas muy bien venido.
saber que antes que chripstianos en esta Tenérnoste por padre é por señor é por
tierra viniessen era como el sol, señor so- defensor de nuestros agravios. Ruego al
berano, é tenérnosle por su proprio hijo; sol todopoderoso te ponga en voluntad
é nosotros los orejones sus cavalleros que lo cumplas, porque nosotros seamos
exentos, temidos, acatados é honrados bien tractados é tú nos gobiernes con
de nuestras nasçiones, comiamos é be- tranquilidad é sosiego. »
bíamos é holgábamos sin que nadie nos Con esto acabó aquel capitán, dexando
pidiesse la cuenta; otros lo labraban é ai adelantado admirado de sus palabras y
sembraban é comíamoslo nosotros. Nues- con mucha lástima: é ninguno le oyera sin
tras mugeres é hijas estaban seguras, 6 tenerla mesma, aunque fuera de piedra;
nuestras haciendas é casas sin resçebir porque assi como acabó de hablar, le ocur-
perjuicio de nadie. Agora , despues que rieron á los ojos tantas lágrimas, que no
los chripstianos venistes, de libres nos he- eran sino chorros ó torrentes más copio-
çistes esclavos é de señores sus siervos. sos que nunca en hombre se pudieron
El Ynga perdió su reputación é auctori- ver, con no menos sospiros, y volvió la
dad, é nosotros la libertad é refrigerio: cabeça sin poder más decir.
en lugar de ser servidos, os servíamos; El adelantado en pocas raçones dixo
é lo que no sabíamos ni acostumbrába- que presto vernian las cosas en mucha
mos aprendimos para nuestro contenta- paz é descanso, mediante la gracia de
miento. Hecímonos obreros é fundamos Dios, é que estoviessen seguros, que por
vuestras casas; labradores, sembramos su parte todo avria buena conclusion. É
las tierras con nuestras proprias manos; procedió adelante, muy espantado de
residimos en vuestras casas dexándolas aver oydo tan sabiamente decir aquel ca-
nuestras. Aveys seydo tan mal agrades- pitán las culpas de los chripstianos é la
çidos, que en lugar de nos tractar bien y justificación de los indios é con tanta
mantener en justicia, nos tomásteys nues- verdad.
tras mugeres é hijas para mancebas : ro- Llegado á Yucay, hiço saber al YTnga
bástesnos nuestras haciendas, quemándo- (aunque él ya lo sabia, porque tenia pos-
nos é aperreándonos para nos las sacar, tas por toda la tierra) cómo era llegado.
TOMO IV. 37
290 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é que estaba esperando; y el siguiente aquellas cartas, y el Rey perdió muy
día despues que allí fué, le envió por dos grandes intéresses, pues fué forçado que
veces sus mensajeros, teniéndole en di- la guerra se continuasse é la tierra no
laciones , é tan diverssas sus embaxadas fuesse segura; é muy mayor fuera, si
de los primeros ofresçimientos, que le no se buscara remedio, como adelante se
pusieron en confusion é admiración. É dirá.
otro dia adelante envió sobre el adelan- Visto quel Ynga estaba alterado, y que
tado cinco mili indios para que le diessen por estonces no se podia entender en lo
guaçabara ó batalla, y el apellido é grita que convenia para atraer á la paz ó por
que tenian era: «Mentiroso es Almagro: guerra á la obidiençia de Sus Magesta-
engañarnos queria: ya se descubrió su des, movió el adelantado para la cíbdad
cautela : la verdad sabemos de todo ». Y del Cuzco, para pressentar las provissio-
queriendo investigar la causa (bien des- nes de la gobernación, por poder mejor
cuydado del auctor della) llegaron los concluyr la guerra. Y segund Hernando
corredores del campo con quatro de ca- Piçarro la tenia en voluntad con chrips-
ballo que Hernando Piçarro envió por es- tianos, Almagro, que estaba ynoçente de
pías para que supiessen con qué gente es- sudesseo, oviera de perderse todo, si fal-
taba Almagro, porque con sospecha que tara sufrimiento para excusarlo : é á este
traia poca (é que assimesmo lo era la buen fin Almagro desde el camino le en-
quél dexó en la reçaga ), avia ydo per- vió dos mensajeros, que fueron el capi-
sonalmente con la quél tenia al pueblo de tán Vasco de Guevara é Lorenço de Al-
Urcos, donde Almagro la dexó, ó inten- dana, hombres hijos-dalgo: con los qua-
tó desbaratarla. Y como halló mas poder les le hiço saber el subçesso de su viaje
é resistencia quél quisiera, é por ningún é la causa que le truxo al Cuzco, que era
medio ni ofresçimiento ni dádiva pudies- venir á descercar los chripstianos é repa-
se convencer al capitán Johan de Saave- rar é reformar la tierra, que estaba perdi-
dra, que en lugar del adelantado queda- da, é á pressentar las reales provissiones
ba , aunque lo intentó por todas vias, en- que tenia para mejor poder entender en
vió después de vueltos al Cuzco estos ello. Y como quier que á estas palabras
quatro de caballo para dar en Almagro, é hiço el rostro é oydos alegres, quando
venciéndole ó desbaratándole, poder so- oyó del que se avian de pressentar pro-
juzgarlo todo : á los quales mandó que le vissiones, alteróse en tanta manera como
espiassen, é que assimesmo echassen de si vinieran del turco ; y envióle á decir
la otra parte del rio un indio con una car- con el thessorero Alonso Riquelme é con
ta que escribió al Ynga, del tenor que fué el licenciado Francisco de Prado y con
la primera, mediante cuyas palabras Yn- los capitanes Hernán Ponce de Leon y
ga se desconfió de la paz que Almagro le Gabriel de Roxas y otros amigos suyos,
ofresçia, porque la de Hernando Piçarro que si le venia ú socorrer, fuesse muy
ni la queria ni avia procurado, que esta- bien venido ; pero que si awa de pressen-
ba enojado del. Y assi determinó de mo- tar provissiones, apretasse desde luego los
rir antes que de passar lo que de prime- puños, porque la cibdad se alteraba en
ro , y temiendo quel adelantado le enga- decir que avia provissiones reales que avia
ñaba, envió contra él aquella gente de de pressentar, porque él daba al diablo
guerra. su ánima é desde luego se la ofresçia, si
Grand desman é pérdida fué el daño avia de dexar el Cuzco por ninguna cosa.
que á la tierra vino por el torcedor de El adelantado le replicó que se maravr
DE INDIAS. LIB. XLV7Í. GAP. VIII. 291
Haba en que nadie se escandaliçasse con deshiço el dicho cabildo, é salió á punto
las provissiones de Sus Magestades, y de guerra á le resistir la entrada de la
mucho más él, que era el que las avia cibdad al adelantado. El qual, por excu-
traydo; y que no queria guerra ni apre- sar muertes de hombres y el alboroto
tar los puños, sino toda paz é justicia; que se podia recresçer, se detuvo en un
questa se debia guardar mejor por su par- barrial çenagosso, el lodo hasta la cincha
te , pues le constaba délia y era criado de de los caballos, al agua é nieve (que ja-
Su Magestad, de quien tantas mercedes más cessó aquellos dias que allí estuvo):
avia resçebido, é quel adelantado no é de allí pressente una probança é hiço
avia de dexar de pressentar sus provissio- otros requerimientos é diligencias; é pas-
nes : que le pedia por merced no diesse sados muchos cumplimientos, requeri-
lugar á escándalo en ellas. Y con esto é mientos é amonestaciones, é viendo lo
por lo excusar, se quedó aquella noche en que la gente padesçia, é que estándose
el campo media legua del Cuzco : tenien- dando assiento en las cosas, é aviendo
do nueva que venian indios de guerra á Hernando Piçarro ofresçido á los terceros
dar en su exérçito é reçaga, y enviándo- que entendían entrellos de no innovar co-
la á socorrer con treynta de caballo, or- sa alguna, comencó secretamente una
denó Hernando Piçarro de los prender, noche á romper puentes é hacer otros re-
que avian de passar por el Cuzco, para paros é fortificarse para de hecho resistir
romper en el real de Almagro aquella al adelantado, en tanto que le tenian en
noche, por lo qual cessó el socorro ya di- pláticas. Y avissado desto el adelantado, é
cho, é por otras causas el dicho rompi- por excusar mayores daños, acordó una
miento. noche de se entrar en la cibdad, assi pa-
Otro dia por la mañana se fué el ade- ra se apossentar y librar el cabildo é re-
lantado desviado de la cibdad un quarto gimiento, que estaba opresso, como por-
de legua, para se juntar con su retroguar- que su gente no padesçiesse más de lo
da, é passando á vista de la cibdad, hiço padesçido donde estaba en una ciéne-
Hernando Piçarro repicar las campanas é ga , á peligro de se perder los hombres
que los indios diessen grand grita al Al- é los caballos; y en el instante quel ade-
magro, é salió con su gente al campo, ha- lantado comencé á entrar, repicaron
ciendo acometimiento de batalla, que contra él las campanas, é queriendo Her-
por ventura otro no lo pudiera sofrir; y nando Piçarro encontrar con su gente,
sin embargo desso se passó el adelantado diéronse los otros tal maña, que sin da-
tres leguas adelante del Cuzco, donde el ños ni muerte fué presso Hernando Piçar-
mesmo dia se juntó con él su reçaga é ro é otros muchos que en su casa tenia,
restante exército, é otro dia siguiente se dó estaba fortalesçido de dia é de noche
vino camino de la cibdad, y envió delan- para le acudir á la resistencia.
te con su poder para pressentar las pro- Otro dia el cabildo, unánimes é nemi-
vissiones de.Su Magestad en cabildo, é ne discrepante, por la provission é proban-
con ciertos requerimientos al Johan de cas quel adelantado hiço, é por la decla-
Guzman é á Hernando de Sosa é al ba- ración de Hernando Piçarro, resçibiéron-
chiller Guerrero, los quales las pressen- le á Almagro por gobernador pacífica-
taron; y estando avisados los regidores mente: é luego ovo tantas quexas de
por Hernando Piçarro de lo que avian de agravios é mercas contra el dicho Her-
responder, dilataron la respuesta é de- nando Piçarro, que era cosa de admira-
terminación, aunque Hernando Piçarro ción ; y el adelantado hiço de todo infor-
w HISTORIA GENERAL Y NATURAL
maçion con los oficiales é capitanes de Su conviniesse, daria los auctoresque dixes-
Magestad é con los vecinos del pueblo, é sen lo que tengo dicho y diré desta ma-
púsole á buen recabdo. Y por su defetto teria. Agora digo que yo he nombrado ya
determinaba el adelantado de enviar el algunos en lo que hasta aqui la historia
thessoro que avia de Sus Magestades á ha contado, é adelante se hará mención
España con el thessorero Riquelme con dessos é de otros que lo verifiquen; y el
toda brevedad é todo el oro que en la que esta cuenta me quisiere pedir, no es-
tierra oviesse pertenesçiente á la hacien- pere á que los testigos se mueran ni que
da real. yo no pueda responder por la verdad:
No es de creer quel letor avrá olvida- que assi ella me valga, mi intención no es
do que dixe quassi al fin del prohemio ó principalmente sino de escrebir lo que en
introduçion deste libro XLVII que quando efetto ha passado.

CAPITULO IX.
En que se tracla cómo el capitán Alonso de Alvarado,que yba por mandado del gobernador don Francisco
Piçarro á socorrer á su hermano Hernando Pizarro hiço é dixo algunas palabras contra el adelantado don
Diego de Almagro, é cómo lo prendió, é cómo descompuso por aucto del estado al Ynga, é invistió en
él á Paulo su hermano, é le hiço señor; é cómo el capitán Rodrigo Argonez, teniente de Almagro, desba-
rató al Ynga y se escapó huyendo; é de los escándalos é bullicios denlre ambos gobernadores *, é de
otras cosas á la historia concernientes.

Estando .as cosas en el estado «ae la basse, atapó los oydos é no quiso ver las
historia lo ha contado, el adelantado pro- provissiones, diciendo algunas palabras
venía y entendía con el Ynga é otros in- desacatadas é mal dichas contra ellas, é
dios señores cómo la paz oviesse efetto ó prendió los mensajeros, que eran offiçia-
la tierra se asosegasse: é supo cómo un les de Su Magestad, é otras personas
capitán del gobernador don Francisco Pi- principales, é los maltractó. É sabido por
çarro , llamado Alonso de Alvarado, que Almagro, tornóle á enviar un alcalde é
avia ocho meses que era partido de Li- un regidor del Cuzco é un escribano, que
ma con quinientos hombres para socor- de nuevo la dicha provission é manda-
rer la cibdad del Cuzco é los cercados en miento le notificassen : á les quales no
ella, estaba treynta leguas delia destru- quiso ver ni oyr ; antes quebraron la vara
yendo la tierra é asolando los pueblos y al alcalde é la echaron por el rio abaxo,
herrando por esclavos los indios libres de haciendo muchos fieros con la gente y
guerra. Y envióle sus mensajeros con un poder que tenia, diciendo quél yria á
escribano, y el traslado de la provission echar del Cuzco al adelantado y á sacar
real de Su Magestad, y el Cumplimiento de la prission á Hernando Piçarro. É co-
del cabildo del Cuzco, é cierto manda- mencó á correr el campo con treynta de
miento para que se fuesse al adelantado caballo, los quales fueron pressos; é co-
de la dicha cibdad á le dar favor é ayuda mo Almagro le envió á decir que le avia
en la conquista del Ynga : el quai porque de prender, pues tantos atrevimientos no
su officio de capitán absoluto nose le aca- se debían comportar, hícose fuerte en un
Ovicdo omitió en este punto la siguiente cláu- é se soltaron é prendieron ellos al teniente de Al-
•»!• , que no carece de interés: «B cómo prendió á magro , el capitán Gabriel de Roxas», ele.
ciertos principales Almagro (de la parle de Piçarro)
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. IX. 293
rio con al barradas é artillería y escopete- tes é desacatos, lo castigue. El castigo del
ros é ballesteros, porque tenian quinien- suelo no sé qué tal será ; pero el del cie-
tos infantes ó más, é soltaba la lengua lo, ques el que los pecadores menos te-
contra el adelantado é su gente. men, y el que no puede faltar, visto es
Es menester para entender la medula que no se porná en olvido, porque la pa-
desta discordia y lo que causó esta dife- ga é promission más perpetuamente y sin
rencia sobre tan buena amistad é compa- remedio duela.
ñía de tanto tiempo, é tanta igualdad é Tornando á la historia, digo que sobre
amor como se avia conservado entre el este fundamento é contención de la juris-
adelantado don Diego de Almagro y el diçion, é que cada uno destos goberna-
gobernador Francisco Piçarro, que la dores pretendía quel Cuzco caia en su go-
condición del Hernando Piçarro era muy bernación ; y también como los que avian
soldadesca é áspera é no amigo dessas de menear la guerra vian que ya no avia
equidades. Al Almagro desamábale, é qué repartir de los thessoros de Atabali-
teníale en poco, por no ser hombre de ba, é que estando los gobernadores en
linage, ó á su hermano el gobernador en paz, o viera poca nesçessidad de la gente
menos, porque era bastardo. Y á la ver- de guerra, porque esta no cessasse, cada
dad ambos eran hijos de un hidalgo, lla- capitán y soldado era un tiçon de fuego,
mado Gonçalo Piçarro, que yo conosçi é puestas las cabeças en nesçessidad de
buen escudero é pobre. Y avia otra co- fuerça, avian de comunicar con los miem-
sa que impedia la amistad é se con- bros de sus exérçitos sus thessoros é to-
vertía en una intensa y entrañable ene- do lo demás. Pues cómo Almagro deter-
mistad perpetua, que los Piçarros conci- minó de enviar á pedir á Alonso de Alva-
bieron contra Almagro; y fué que como rado aquellos que tenia pressos, predica-
era liberalíssimo é daba á todos, era muy ron tácitamente tantos bienes de la con-
amado é querido de la gente militar. Los dición, liberalidad é otras gentileças de
Piçarros, si daban algo, era con mucha Almagro, que le amotinaron la gente; é
ó demassiada templança; y destos dos quando pensó defenderse é dieron sobre
extremos se engendró tanta envidia, que él, no tuvo con quien resistir su presun-
vino á nasçer délia un aborresçimiento y ción, non obstante que esla no fué sin
enemistad tamaña quanto primero avia sangre é muertes, ni el Al varado dexó
seydo entre los compañeros la union é de mostrarse por valiente de su persona :
conformidad. en fin, él é otros fueron pressos, é los
Junto con esto, en la opinion de los demás se passaron como es dicho, á la
Piçarros y en la de Almagro, acudieron gente vencedora.
luego tantos soldados é otros géneros de Pues cómo el adelantado redució é
gentes nesçessitadas, que con sus con- añadió á su cxérçito esta gente, é avia
sejos pusieron tanta estopa é pez, quel fecho muchos requerimientos é diligen-
fuego ó ira que se encendió era de tal cias para traer al Ynga á la paz é nin-
perpetuidad, que pospuesto el temor de guna cosa aprovechó, hiço un auclo pú-
Dios é del príncipe, é la vergüenca de- blico, en que descompuso del señorío
positada (ó muy léxos) pararon las cosas al Manco Ynga Inpangue, é invistió del
en lo que la historia dirá, ó no pararon é dio la borla, ques la insignia ó cetro
ni se acabarán hasta quel mesmo Dios y del Estado, á Paulo Ynga Inpangue, gtt
el Rey, en cuyo deservicio fueron essas hermano, hijo natural de Guaynacava,
alteraciones, escándalos, robos é muer- legítimo é verdadero subçessor de aquel
294 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
señorío, hombre bien quisto é valero- al adelantado ó estaban bien con él. É
sa persona. Pero porque esta borla no en- luego envió á su teniente Rodrigo Argo-
tenderán todos qué cosa es, digo que nez con quinientos hombres á prender ó
notoria cosa es que la investidura del du- desbaratar al otro Ynga, porque noovies-
cado de Milan, la insignia della es la se sino uno é cessasse la cisma de los Yn-
barreta duquesca ó bonete ducal; y el gas, é todas las opiniones de los indios
Sancto Padre, al que hace cardenal, pri- se reduxessen en el nuevo Ynga, que era
mero le da un bonete en señal de capelo amigo del adelantado é de los chripstia-
ó dignidad, ó se lo envia, como el año nos ; pero el otro era señor del campo y
passado nuestro muy Sancto Padre el de los exérçitos é gente militar, é tenia su
Papa Paulo III envió á Veneçia este bo- real en tres partes, y la más de su gente
nete al reverendíssimo monseñor el car- y poder en un pueblo que se llama Bideos,
denal Pedro Bembo, persona de grandes la cosa más fuerte que en el mundo pue-
letras é meresçimiento; asi pues entre de aver ó se sabe (segund muchos dicen).
aquestos grandes ó infieles príncipes su Y como el teniente era muy valeroso é
título es Ynga, como quien dice empera- diestro soldado é de grande expiriençia,
dor ó monarca ó rey de muchos reynos; como prudente capitán, trasnochó é dio
é la insignia suya, como en lugar de co- de sobresalto una madrugada en los ene-
rona , una borla rox.a, tan fina como un migos é rompió tres esquadrones, en que
excelentíssimo carmesí, de aquella lana avia diez mili hombres, é puso al Ynga
presçiosa que en aquellas parles hay, no en huyda, y en tanta nesçessidad que es-
inferior ni de menos hermosura que seda capó con solo Villaoma, ques como sumo
muy escogida. Y esta borla es tan ancha sacerdote entre aquellos indios, ó como
ó más que una mano, é luenga como un entre chripstianos el Sancto Padre, el Pa-
xeme, é arriba resumida como talle de pa en la suprema reverencia é acata-
escobilla de limpiar ropa, é lo de abaxo miento que le haçen. É ambos á dos se
ancho aquel flueco que pende de la cane- escondieron en unas sierras, donde no se
ca hasta los ojos encima de la frente, é pudieron hallar, aunque con chripstianos
la trae continuamente puesta, é assi cu- é indios los buscaron por muchas partes;
bre las çejas é parte de los párpados al- é pensóse que se ahorcara ó echara Ynga
tos ; de forma que para poder ver el Yn- en un rio, porque lo mesmo hicieron sus
ga á su placer, ha de alçar la barba ó mugeres, las más principales, á quien él
apartar Ja borla. Esta es una real insig- más quería, é sin que se pudiesse excu-
nia, é no permitida á otro alguno sino so- sar ni remediar, non obstante que todos
lo el Ynga, como soberano rey é señor, sus captivos fueron pressos, é libertados
é porque dicen aquellas gentes que nin- quatro españoles que tenia en su poder,
guno es digno de ver exenta y entera- é se le tomó toda su gente é la hiço de
mente la cara del Ynga, ques hijo del sol, paz con lo más de la tierra. Y el dicho
ni es menos de muy señalada merced mi- Ynga, teniendo noticia de un capitán su-
rar él al que quiere honrar é favoresçer. yo, llamado Chirimanchi, que avía esta-
Assi que, dada la borla al nuevo Ynga, do dando guerra en los llanos (y al passo
con paresçer quel adelantado tomó de los donde mataron los trescientos españoles)
officiates de Sus Magestades, é de los ca- que venia adonde él estaba, baxóse ha-
pitanes é del exérçito, con quien lo co. cia los llanos al fin de la sierra, é tomó
municó, fué obedesçido é acatado de los por el camino algunos pueblos que le si-
indios, en especial de los que obedesçian guiessen, é castigó otros donde no le obe-
DE INDIAS. LEB. XLVII. CAP. IX. 295
desçian, é anduvo con alguna gente, aun- aviamiento dellos, en gastar como gastó
que poca, haciendo daño en la tierra. muy grand suma de pessos de oro de la
El adelantado fué en su seguimiento hacienda real, por su voluntad é opinion
para le prender ó echar de toda ella con sola, por escuresçer é olvidar al compa-
quinientos chripstianos, para pacificar lo ñero, pudiendo enviar á llamarle en un
que estoviesse de guerra é para que fues- navio, con publicar que era muerto Al-
se conosçido é apossesionado el Paulo Yn- magro, convocando muchas gentes de
ga Inpangue *, porque la tierra toda es- extrañas gobernaciones porque Almagro
toviesse en perfetta possesion de paz é no ganasse la gloria de la recuperación
subjeta á Sus Magestades perpetuamente. de la tierra, ni goçasse de lo que Su Ma-
Y de camino truxo el oro que en el Cuzco gestad le hiço merced por sus servicios,
tenia de Sus Magestades el thessorero peligros, gastos é trabaxos, é que avia
Alonso Riquelme, para que assi aquello seydo la mayor parte en la conquista é
como lo que se oviesse en la fundición población della, como el dicho goberna-
que esperaba hacer, se Hevasse con toda dor lo confessaba, y era á todos notorio;
brevedad á España. é que hasta estonces el gobernador don
En la relación que destas cosas el ade- Francisco Piçarro avia goçado de descan-
lantado hiço al Emperador, nuestro se- so , honra é provecho, y el dicho adelan-
ñor , se duele porque no se hallaba con tado llevado la carga (é aun pudiera de-
posibilidad de servir á la Cessárea Mages- cir aver perdido el un ojo é ciertos dedos).
tad con alguna cantidad de oro, á causa É deçia más : que como la cobdiçia y en-
de los gastos que hiço en la jornada de vidia se arraiga en los de su edad , tiene
Chile, y en los que después se le ofres- tanta fuerça que oprime é ciega los sen-
çieron, é que estaba empeñado, sin le tidos , como avia fecho al dicho goberna-
aver quedado un pesso de oro. Y dice dor. El qual, antes que supiesse la pris-
más : que estando á punto para efettuar sion de Alonso de Al varado , estaba tan
lo ques dicho, fueron á él los licenciados furioso é soberbio, que publicaba que
Espinosa é de la Gama y el fattor Guillen avia de hacer volver á Chile al adelanta-
Suarez é Diego de Fuenmayor, hermano do al mejor librar; y escribió una carta de
del presidente desla cibdad é puerto de fieros al dicho capitán Alonso de Al vara-
Sancto Domingo, por parte del goberna- do é á Hernando Piçarro, su hermano, en
dor don Francisco Piçarro, para tractar que manifestaba su dañada intención. Y
con él algunas cosas tocantes al goberna- quando se vido poco menos poderoso, le
dor, su compañero, é deliberación de envió al adelantado los sussodichos me-
Hernando Piçarro, é partición de los lími- dianeros para el efetto ques dicho : é có-
tes ; é porque las cosas de Hernando Pi- mo el adelantado lo desvió por satisfacer
çarro tienen muchas vias ó cargos, é los á lo que debia al servicio de Sus Magesta-
principales echaba el adelantado al gober- des , é porque paresçiesse el auctor de las
nador, por querer pagar á su hermano lo culpas, luego quel gobernador Piçarro lo
que le debia con la sangre é hacienda del supo, hiço algunas informaciones con al-
cacique é indios naturales é no de su ha- gunos de los amotinadores, é que se le
cienda , como por el mal procedimiento avian huydo, de los que prendió el ade-
que en la guerra tuvo, donde le mataron lantado con el capitán Alonso de Alvara-
trescientos españoles, y en el despacho é do, como le paresció ; é con aquellas des-

Aqui dice Oviedo : Inga Yanpangui.


296 HISTORíA GENERAL Y NATURAL
pacho todos los navios que en el.puerto los quales era uno, é de los que más par-
estaban, que avia detenido mucho tiempo, te eran con él, Antonio Picado, su secre-
á efetto que si el adelantado viniesse en di- tario, hombre de poca calidad é mala in-
simular los delictos de Hernando Piçarro, tención é peores obras ; pues que muchos
é dexasse de dar dueño á las culpas, se sin passion, y aun el mesmo Almagro le
conformaría con él para que ambos escri- juzgaban al gobernador Francisco Piçarro
biessen una mesma cosa. Y assi se le pi- por hombre de sana intención. La qual
dió al adelantado por parte del goberna- aprovecha poco al que no tiene libertad
dor Piçarro : y como en lo que tocaba al ni conosçimiento para usar della por su
servicio del Emperador, avia bien que mi- buen juicio é persona, pues vemos quel
rar y desculpar de algunos yerros no bien que no tiene tal habilidad, é le falta cien-
sonantes (assi como impedir la libertad á cia y expiriençia en las cosas arduas, é
los vassallos de Sus Magestades é tractan- aun en las de poco pesso, qualquier pa-
tes, y el despacho de las cartas é provis- resçer le quadra ó concluye.
siones de Su Magestad, tomándolas y en- Y assi dexó el gobernador en un ancón
cubriendo las que yban como las que ve- del puerto de Lima dos navios, pensan-
nían de Su Alteça, é otras cosas feas, as- do engañar al adelantado con cautelo-
si de las que eran en ofensa del adelanta- sa paz, é de romper con él, si se ha-
do como de particulares personas) como llasse pujante, á fin de que si bien le
quien tiene mal pleyto, metiólo á barato; saliesse el dicho rompimiento, dénigras-
é publicando consçiençia, rehiçose de se y escuresçiesse las obras é servi-
gente como tenie los puertos, despoblan- cios del adelantado con informaciones,
do los pueblos de su gobernación, por sa- como pueden absolutamente hacer los
tisfacer su voluntad sobre la prission de vencedores en infamia del vencido, que
Hernando Piçarro, su hermano. É fué al no ha de ser oydo; puesto que la justi-
pueblo de la Nasca, de la gobernación cia é bondad divina siempre da lugar al
del adelantado, más allá de Lima ochen- tiempo para que manifieste la verdad.
ta leguas, destruyendo la gente que te- Pues cómo Almagro se fundaba en su
nia la tierra é robando los caciques é sa- Iimpieça é desséo, que era el servicio de
cando el oro de sus enterramienlos, don- Dios é de su Rey, é dessear la paz é
de le mataron muchos españoles (por la buen tractamiento de los naturales, é des-
cobdiçia é desorden que tenian para le te paresçer no se podía partir su volun-
buscar) de los que se desmandaban de tad por ninguna manera : por convencer
suexérçito: que fué causa quede nue- malicias, salió de la cibdad del Cuzco á
vo se tornasse á alterar mucha parte de pacificar la tierra y en seguimiento del
la tierra que venia de paz al dicho Ynga; Ynga, que estaba en los llanos, é á traer
y propuso algunas cosas que de sí mes- el oro de Su Magestad ; é de camino tru-
mas paresçia su indignación, assi por car- xo de paz á los indios é caciques que es-
ta como por los dichos licenciados, todas taban en las comarcas, é llegó al pueblo
remitidas al albedrio del dicho Hernando de Chincha, en el qual edeficó la cibdad
Piçarro é á su voto é auctoridad ; é que de Almagro, por ser en la parte más con-
de otra manera no se concluyesse cosa viniente é á propóssito que al adelantado
conviniente á tos límites ni conformidad. é offiçiales de Su Magestad é á otros mu-
Y por otra parte se pertrechó con caute- chos les paresció, treynta leguas de la
las de personas de poca auctoridad, á cibdad de los Reyes. É antes que á aque-
cuyo sesso é parcsçer se sojuzgaba ; de lla cibdad de Almagro llegasse, envió
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. IX. 297
mensajeros al dicho gobernador, cavalle- badilla, provincial de la Orden de la Mer-
ros é personas de aucloridad é un religio- ced, que le fué enviado por medianero
so, para que tractassen sobre lo de la de su parte, por le concluir del todo y
partición de los límites, en conformidad excusar sus calupnias; é fecho cierto
é compañía, porque Sus Magestades fues- aucto y dada orden que se viniessen, pu-
sen mejor servidos, é conforme á su real so el gobernador secreta excusa por don-
voluntad é con ella para que se paçificas- de çessaron las vistas. Y aun en ellas,
se la tierra é se reformasse ; é con essos segund fué después avisado Almagro, se
mensajeros enviaba estos despachos é re- le tractaba la muerte por parte de Gon-
lación á Su Magestad : é la gente del go- çalo Piçarro, hermano del gobernador,
bernador, por su mandado, salieron á los é Alonso de Alvaradojé Lorenço de Alda-
mensajeros al camino, é tomáronlos é na, álos quales el adelantado avia dexa-
abrieron los despachos, prendieron é mal- do pressos en el Cuzco ; é amotinaron mu-
trataron á los mensajeros con feas pala- cha gente de la cibdad, en número de
bras é no los dexando entrar en la cib- quarenta ó cinqüenta hombres; é con
dad, ni que hablassen á persona ni que grand escándalo, quebrantando la cárcel,
alguno hablasse con ellos. Y para dar mal se soltaron é prendieron al capitán Ga-
nombre al adelantado, decían é publicaban briel de Roxas, queftllí avia quedado por
los de la parte del gobernador que se avia teniente del adelantado, é le tomaron su
aleado con la tierra, a viéndola él ganado; hacienda é caballos é los de otros vecinos
é assi otras vanas palabras que la gente de la cibdad : é pusieron fuego á las puer-
común suele sin información creer, é los tas de la casa, donde moraba Francis-
prudentes no saben afirmar ni descreer: co Peces, alcalde ordinario, para le pren-
tanto quel sufrimiento del adelantado se der é matar, é se escapó huyendo por
le atribuía á poquedad é flaqueça, y él una ventana, con mucho riesgo de su vi-
lo comportaba todo por evitar rompimien- da é persona. É fecho esto, los delin-
to, é que la mala dispusiçion de las in- quientes fuéronse á la cibdad de los Re-
tenciones dañadas no se extendiessen á yes al dicho gobernador don Francisco
mayores peligros. Piçarro, assi su hermano como los de-
Con efetto, por todos estos respectos más , con cuya llegada hiço grandes fies-
lo puso é comprometió en manos de un tas é regocijos é juegos de cañas.
religioso llamado fray Francisco de Bo-

CAPITULO X.
En el quai se Iracta la relación c conclusion de lo quel adelantado don Diego de Almagro escribió al Em-
perador, dándole noticia del estado en que estaban las cosas entre e'I y el gobernador don Francisco Pi-
çarro, é las causas que le movieron á soltar á Hernando Piçarro; é cómo se recelaba del rompimiento, é
suplicando á Su Mageslad lo proveyesse: é dícense otras cosas en continuación del historial proçesso des-
tas materias.

A viéndose soltado del Cuzco los capita- assi como de buena voluntad fueron res-
nes ya dichos, con mucho escándalo é çebidos, con la mesma fué impedida la
aumentando nuevos delictos é ydose al notificación de las requisitorias, dando
gobernador don Francisco Piçarro, envió aucloridad á los delinqüentes, como si
el adelantado sus cartas de justicia ; mas ovieran hecho alguna hacaña ; antes pro-
TOMO IV. 38
298 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
pusieron de matar al adelantado ó pren- porque por no se lo aver dado el gober-
derle en las vistas que se dixo en el ca- nador, avia aventurado otra relación con
pítulo precedente. Antes que los navios quatro hombres en una balsa, y estaba
saliessen del puerto, fué requerido el go- en condición que se tomasse á riesgo del
bernador por el thessorero Manuel del que la llevaba secreto. Esta balsa sé yo
Espinar é veedor Johan de Turégano, offi- que se tomó por los espías é amigos del
ciates de Su Magestad 5 de su subçesso é gobernador Piçarro, é que la relación no
para informarle de lo que en la tierra yria, pues no le complia á él que Ahna-
passaba: lo qual no quiso hacer, por de- gro fuesse oydo.
tenerle sus despachos mucho tiempo pa- Despues de lo qual el gobernador don
ra que se diesse auctoridad á los suyos. Francisco Piçarro juntó toda la gente que
Estaba assi la cosa indeterminada en lo pudo para yr á quitarle al adelantado, por
que tocaba á los límites, y el provincial fuerça, á Hernando Piçarro, su herma-
ya dicho entendía en ello; pero tenia no; é puso su real á cinco leguas del otro,
creydo Almagro por cierto que qual- é llevó treynta bocas de fuego ó doscien-
quier camino de conformidad se desvia- tos escopeteros é ballesteros é novecientos
ría por parte del gobernador, é que po- hombres de pié é de caballo. É hiço tan-
dría ser que quisiesse rompimiento, ora tos acometimientos de rompimiento quel
por su voluntad, ó por inducimiento de adelantado, por los excusar é que no mu-
la gente que tenia, por ser más en nú- dessen tantos chripstianos de una parte é
mero de doscientos hombres quel adelan- de otra, de que Su Magestad tan deser-
tado é más bien armada. Y por tanto su- vido seria, vino en soltar á Hernando Pi-
plicaba á Çéssar conosçiesse su justifica- çarro, su hermano, teniendo por mejor
ción y el celo que á su servicio tenia, y su deliberación, ó que por su mano diesse
fuesse servido que se amparasse y defen- á Su Magestad cuenta, que no dar lugar
diesse, si las cosas viniessen á tanto es- al rompimiento. Y sobre aquesto, para la
trecho , por quel no entendía sufrir ni paz é conformidad, se hicieron é assen-
consentir tiranía en tanto quél fuesse vi- taron ciertos capítulos ; y desde á quatro
vo , aviendo resçebido tan eresçidas mer- dias después desta deliberación de su her-
cedes de la real mano de Su Magestad. Y mano , quebrantó la fée é pleyto home-
quando en tal caso perdiesse la vida, con nage é juramentos que hicieron, tomando
solo el título de leal vassallo á su Rey é públicamente á los offiçiales é á otros sus
señor natural heredaría á su hijo, pues haciendas, é consintiendo se las lomar,
no le dexaba otra cosa : del qual suplicó por ser del real del adelantado é su gen-
á Çéssar toviesse memoria, é de la vo- te: é desde á otros dos dias, teniendo en
luntad é servicios de su padre, porque su poder una provission de Su Magestad,
con dexarle remitido á tan bien aventura- en que mandó que cada uno se estovies-
do é gratíssimo príncipe, pensaba yr des- se en los límites de su gobernación, y
cansado, quando muriesse, certificando en caso que estoviesse en la del otro no
muchas veces por la fée que debia á la se excluyesse, por evitar rompimiento é
real corona, que todo quanto deçia son muertes de hombres é otros inconvinien-
verdades sencillas, de que Su Alteça po- tes, seyendo el fin de la dicha provission
día estar certificado délias é de la suma- la paz é conformidad de ambos, la divul-
ria probanca que le envió de alguna par- gó entre sus capitanes con nuevos enten-
te de lo que passaba ; é que más copiosa- dimientos para que peleassen contra el
mente se podría hacer teniendo navio, adelantado como contra moros. É por un
DE INDUS. LIB. XLVII. CAP. X. 299
requirimiento le pidió que le dexasse el campo para donde el adelantado avia sa-
Cuzco é se fuesse adelante dél, publican- lido , é de camino despobló Ja villa de Al-
do que Su Magestad se lo avia dado y magro quel adelantado avia poblado , é
ciento é treynta leguas más adelante, é tomó las varas á los alcaldes é los pren-
que llevaría los despachos el obispo del dió en contradiçion de la provission real
Cuzco y el licenciado Caldera: y publi- é de lo que entre ambos estaba capitula-
caba quel adelantado avia cometido gran- do é assentado por solempnes fées, pley-
des delictos é desacatamientos contra Su tos homenages, juramentos, penas é pos-
Magestad, por enemistarle con todos. turas : é passó más adelante de donde de-
Assi que, por todas estas causas é otras, bía por el dicho contracto, dentro de la
recelaba el dicho adelantado quel gober- gobernación del Almagro, dando lugar á
nador don Francisco Piçarro, viéndose fuerças é robos é prissiones á los espa-
pujante, quería yr contra él á le destruyr ñoles é naturales, salteándolos caminos,
y escuresçer sus servicios, é con su muer- é tomando los despachos é cartas que á
te cargarle las culpas; pero confiado de Sus Magestades se enviaban. Y prendie-
su justicia, pensaba resistir é defenderse. ron á siete chripstianos que venían de la
Y estaban ocho leguas el uno del otro; y cibdad del Cuzco con cartas para Su Ma-
por una parte el Piçarro le hico notificar gestad é ciertos proçessos que se hicieron
la cédula real en que mandaba que con- contra su hermano Gonçalo Piçarro é con-
servassen la paz é amistad é compañía, é tra su capitán Alonso de Alvarado é Lo-
por la otra tenia (más avia de mes é me- renço de Aldana é otros delinqüentes que
dio) deshecha la compañía secretamente, en aquella cibdad avian presso al tenien-
é aquel mesmo día le hiço notificar el te Gabriel de Roxas, y herídole querién-
aucto de cómo la avia deshecho. Demás dole matar, tomándole la vara de justi-
desso alcósele con su hacienda é navios cia , é fechos otros muchos insultos.
é con todo lo demás que tenia Almagro Destos truenos é relámpagos ¿qué fies-
en la gobernación y poder de Piçarro, tas, qué evento podia esperar Almagro,
dexándole empeñado en doscientos mili viendo que como claro enemigo suyo Pi-
pessos, é se quedó con todo el oro é pla- çarro publicaba que le avia de tomar
ta é navios é hacienda que tenian é les quanto tenia ó repartirlo ó darlo todo á
pertenesçia á los dos hermanablemente los que le seguían al Piçarro, é viendo
por la compañía que tenian. Pero para que le avia tomado por la mar los despa-
evitar tantos daños como el común ad- chos que en la balsa avia enviado á Sus
verssario urdía, se retiró el adelantado Magestades, avisando de todo lo subçedi-
veynte leguas atrás de donde estaba, por- dohasta estonces? Y estaban ya la cosa de
que le certificaron que dentro de tres dias forma que los offiçiales del Rey que esta-
el gobernador don Francisco Piçarro da- ban con Almagro no osaba yr al real de
ría en su real, daba crédito á estos, ro- Piçarro á intimar una provission de Su
bándole el campo que atrás dexó, é á los Magestad, acordada para que sus vassa-
españoles que en él quedaron, tomándo- llos toviessen libertad de yr á le dar re-
le los caballos é haciendas , y escribien- lación de lo que subçedie: y porque Al-
do cartas de sobornos amotinándoles á magro conosçia é via claro el riesgo que
otros que en su real estaban. Y assi se su persona corria é las de todos los que
certificó Almagro del rompimiento, y por la seguían, é que su adverssario estaba
los españoles espias que en su campo de- poderoso é rico y él pobre é adebdado,
xó el Piçarro; y luego movió con todo su é quel remedio del Rey estaba léxos é su
300 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
perdición cerca, escribió á Su Magestad questreynta é cinco leguas más atrás, é
el estado de las cosas é todo lo ques di- que si todavia le siguiesse Piçarro para
cho hasta aquí, é con más palabras; é romper con él, intentaría el mejor reme-
diçen que pensaba retirarse hasta Vilcas, dio que le fuesse posible.

CAPITULO XL
En el quai se comiença otra relación acerca de lo que passó en estas diferencias deslos dos gobernadores
Piçarro é Almagro, la qual en muchas cosas se conforma con lo que la historia ha contado en los diez ca-
pítulos de susso (é aun algunas délias dice más especificadas) é otras que subçedieron adelante.

I o sigo en estas materias una regla que consçiençia fué á España á informar á la
me paresçe que conviene á todo buen Cessárea Magestad destas cosas; donde
auctor ó chronista que ha de tractar de también fué por otra parte Hernando Pi-
vidas é honra de diverssos hombres, ó de çarro (ques la principal pieça destos es-
otra qualquier materia, que assi dessea cándalos) y otros cavalleros hidalgos,
conservar su crédito é guardar su cons- que se hallaron en aquellas contencio-
çiençia , é dexar limpios é seguros de ca- nes y perdieron las capas y otros las
lupnia sus renglones; y es aquesta. Lo acresçentaron : entre los quales, si qui-
que viere, testificarlo de vista llanamen- sieren corregir mis palabras, será me-
te; y k> que oyere, decir á quien lo oyó; jor que, recogidas sus consçiençias, reco-
é lo que leyere, dar el auctor. Y assi lo jan sus memorias, é no contiendan con-
he hecho siempre en estos tractados, y migo sino consigo é con sus obras. Ver-
conviene mucho más en este libro que en dad es que no me maravillaré en que
todos los desta General historia. Y los tes- contra mí no les falte murmuración, por-
tigos de lo que está dicho hasta aqui en que turarán más estas historias que sus
este libro del número XLVII é preceden- vidas é la mia ; pero dessa culpa yo me
te ya quedan nombrados, é de unos ver- tengo por absuelto y por condenados á
balmente ó wo voce, é de otros por sus los que me condenaren á mí por sus de-
cartas (y los unos é los otros personas fi- lictus é obras: pues mi intención no es
dedignas) yo he sabido y entendido lo culpar á los que delictos no tienen, ni á
que está dicho, é de la mesma manera se los que están con ellos dexar de acordar-
continuará lo que está por deçir. Y si en les quán justo es que se sepa y entienda
lo que diré, paresçiere que la orden de la el valor de cada uno, é que las historias
historia podria yr más hermosamente di- permanescan para loor de lo que meres-
cha, yo no soy en esto auctor sino copi- çe ser loado, é parte de penitencia sean
lador de una carta ó relación de uno de á los que no hacen lo que deben é aun á
los principales testigos de lo que subceclió sus descendientes.
en estos escándalos, hombre sin passion Dice el auctor , que agora sigo ó aqui
é celoso del servicio de Dios é de Su Ma- estará algunas veces nombrado, quel año
gestad, á quien la envió, é que me dixo de mili é quinientos é treynta é cinco fué
todo lo que de aqui adelante se sigue has- el obispo de Castilla del Oro, fray Tomás
ta el fin del capítulo XX. Y passó por es- de Berlanga, á la cibdad de los Reyes á
ta cibdad de Sancto Domingo de la Isla entender en lo que Su Magestad le man-
Española, y aun para mejor descargar su dó. Dice más : quel levantamiento del Yn-
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XI. 301
ga fué el año de mill é quinientos é treyn- Cuzco del socorro que les yba, é que an-
ta é siete ; é aquel año envió Francisco Pi- tes que esse llegasse á Ja cibdad, cierta
çarro á Alonso de Alvarado á Xauxa con gente que Almagro tenia en Aporima,
quinientos hombres, que se hicieron é se (ques once leguas del Cuzco) le avian
pagaron con ciento é tantos mili pessos prendido é llevado ante Almagro: del
que para ello se tomaron de los quintos qual supo cómo yba Alonso de Alvarado
del Rey. Dice más: que passado Alvara- con quinientos hombres é mucha arti-
do sussodicho hasta Xauxa, se alcó la lleria é más de quatro mili indios ; é que
tierra por dó passó é hasta Sanct Miguel, luego el mariscal hiço escribir una carta
donde quedaba Francisco Piçarro, y es- para Alonso de Alvarado, fingiéndole
tovo mucho tiempo que no podian saber que la escribía Hernando Piçarro, en que
los unos de los otros. le decía que fuesse bien venido, é que
Vilcas es quarenta leguas del Cuzco; y con la mitad de la gente que tenia diesse
el gobernador acordó de salir de Sanct en el Ynga por tal parte, é la otra mitad
Miguel éyr por los llanos al Cuzco; y en es- enviasse por otra parte, é quél con la
sa sacón llegó Felipe Gutierrez, goberna- gente que tenia yria por otra, é assi to-
dor que avia seydo de Veragua, con gente marían al Ynga; la quai decían que le
que se le allegó para yr á aquella tierra, avia escripto el mariscal, por dividirle la
y envióle el gobernador delante hasta Lu- gente é tomarlos desta manera. Desto fué
naguanques, veynte é cinco leguas de la avisado Alonso de Alvarado de uno que
cibdad de los Reyes, pacificando la tierra, fué del Cuzco á le avisar con una carta
é hícolo muy bien. El gobernador salió en sin firma, que le deçia el estado en que
principio de junio con la gente que pudo, estaba la cibdad y Hernando Piçarro é su
é fué por el mesmo camino : é llegado á hermano, é que toviesse su gente recogi-
Guarco, ques veynte leguas de los Re- da é hiçiesse saber á don Francisco Pi-
yes , vino allí Felipe Gutierrez ; é teníale çarro lo que passaba ; é que aunque se
mucho bastimento aparejado para la gen- deloviesse, fuesse muy poderoso é no de
te é aun para enviar á la cibdad de los otra manera, é que si Almagro le envias-
Reyes, que tenia harta nesçessidad dello. se algunos mensajeros, que sin oyllos los
Allí vinieron trece de caballo que envia- prendiesse, é otras cesas : que vistas en-
ba Alonso de Alvarado desde Cochacaxa, - trambas cartas, Alonso de Alvarado avia
ques veynte é quatro ó veynte é cinco le- respondido al mariscal lo que le parescía,
guas del Cuzco ; y envióle á decir al go- dándole á entender que le entendía. Lo
bernador por su carta que en la guerra qual visto por Almagro, envió á Diego de
del Cuzco los indios avian muerto á Johan Alvarado é á Gomez de Alvarado (her-
Piçarro, su hermano, de una pedrada, é mano del adelantado don Pedro de Alva-
quel mariscal don Diego de Almagro es- rado) é á Johan de Guzman, contador
taba en el Cuzco desde el diez y siete del de su gobernación, é á don Alonso Enrí-
mes de abril, que avia entrado en él por quez, é al licenciado Prado, é al factor
fuerça y de noche y saqueando la cibdad, Diego de Mercado, é á Hernando de So-
é que tenia pressos á Hernando Piçarro é sa, su secretario, para que de su parte
á Gonçalo Piçarro é á otros ; é que llega- requiriessen á Alonso de Alvarado con
do Alonso de Alvarado cerca de donde las provissiones de Su Magestad; é quél
quedaba, se le avia ydo un vecino del los avia prendido sin oyrlos é los tenia en
Cuzco que se deçia Palomino, sin licen- cadenas é grillos, é que estaba en un as-
cia, para yr á pedir albricias á los del siento muy fuerte, é que dos ó tres le-
302 fflSTOMA GENERAL Y NATURAL
guas de allí estaba la puente de Anacay, grande; y envió á la cibdad de Sanct Mi-
ques un rio muy poderoso é de muchas guel á comprar todas las armas que
piedras, é quel la tenia tomada é con oviesse é á mandar que se fuesse para él
buena guarda; é que ya el mariscal avia toda la más gente que ser pudiesse, y
venido allí con su gente, é quel Alonso envió á rogar al licenciado Gaspar de Es-
de Alvarado avia enviado treynta hom- pinosa, que estaba allí, que se fuesse
bres á guardar un vado del rio, de los allá.
quales avia sabido el mariscal; é pensan- En este tiempo llegó al puerto de la cib-
do que era mucha la gente é que le yban dad de los Reyes el navio que avia ydo á
á tomar el Cuzco, avia escripto á su te- Chile, é vino luego gente de la mar á dar
niente que si fuesse allí gente de Alonso las nuevas, é dixeron que venia cargado
de Alvarado, que cortasse la cabeça á de oro y de plata, é que los másteles traia
Hernando Piçarro antes que llegassen, y forrados en planchas de oro, y que en lu-
él se avia vuelto huyendo hasta eJ Cuzco gar de pavesinas venia cercado de plan-
é su gente tras él. É demás de lo ques di- chas de oro. Y serian dos horas antes de
cho escribió Alonso de Alvarado al go- la noche quando llegó á la cibdad de los
bernador que se diesse priessa, é que Reyes la nueva del navio, é luego fueron
entretanto le escribiesse lo que avia de á la mar el teniente é offiçiales de Su Ma-
hacer. gostad y aderesçados para dormir allá: é
Los que vinieron con estas cartas de- quando llegaron, no hallaron cosa alguna
cían muchas cosas del mariscal é su gen- de lo que se avia dicho ; é con todo esso
te, que después paresció no ser verdad: voló la nueva deste navio, multiplicándo-
las quales nuevas pusieron mucha altera- se aquella mentira, en que hiço harto
ción á don Francisco Piçarro é tristeça daño á muchos é provecho á otros.

CAPITULO XII.

En continuación de la segunda relación de las diferencias de los dos gobernadores Piçarro é Almagro , é
cómo fué presso el capitán Alonso de Alvarado, é de otras muertes é trabaxos que siempre se yb'an
aumentando en daño de los unos é de los otros.

H[asta aqui en esta segunda relación lla- Llegado el licenciado Espinosa al Guar-
ma á Almagro mariscal, y en la primera co, donde el gobernador don Francis-
le nombra la historia adelantado, y á la co Piçarro estaba, por su consejo en-
verdad es que primero Su Magostad le vió quarenta de á caballo á Alvarado,
hiço mariscal, é desde algún tiempo ade- y escribieron ambos al adelantado é á
lantado: y los de la parte de los Piçarros otras personas de las que con él estaban
le llamaban mariscal (porque es menos tí- é de los del Cuzco, y enviaron las car-
tulo que adelantado) é los que eran adhé- tas con un sobrino del padre Luque,
rentes al Almagro, decíanle adelantado. llamado Nicolás de Rivera, hombre de
Assi que, en qualquiera destosdos títu- buena intención. Y el gobernador es-
los aves de entender, letor, ques Alma- cribió á Alonso de Alvarado lo que avia
gro ; en el qual, por el grand ser de su de haçer; é porque tenia sospecha que
propria ptM'sona, cssos é otros mayores Almagro con dádivas ó por otras caute-
Ululos é dignidades cabían. las avia atraydo á sí la gente de Al va-
DE INDIAS. Lffi. XLVII. CAP. XII. 303
rado, mandóles que antes que llegas- mado Perálvarez Holguin, con treynta de
sen allá, se informassen si el dicho AI- caballo passase la puente á correr el
varado estaba donde le avian dexa- campo y. é á prender al mariscal é á Argo-
do : é supieron cómo no estaba allí, por- nez su teniente, porque le avian dicho
que paresçe ser que quando Almagro que estaban seys ó siete leguas de allí en
supo que Alvarado yba, le envió á dar la puente de Aporima.
la norabuena de su venida é á rogarle En este medio tiempo los pressos, co-
quél é los que se quisiessen venir pa- mo eran cavalleros, personas principales
ra él á le ayudar, se fuessen al Cuzco, é de buen entendimiento é sagaces, avian
prometiéndoles mucho galardón, é que dado á entender á los demás del real de
los que esto no quisiessen, se volviessen Alonso de Alvarado en quán mal caso
al gobernador Piçarro, si quisiessen, caian en pelear contra los chripstianos, se-
y quel que quisiesse estarse allí donde yendo todos vassallos de Sus Magostados
estaban, que holgada dello, con tan- é seyendo el adelantado gobernador en
to que no hiçiessen daño á los natura- aquella gobernación por Su Magestad, é
les de la tierra ni les estorbassen de yr á como tal resçebido en cabildo. En espe-
servir al Cuzco. Y que para esto le mos- cial don Alonso Enriquez, que como se
trassen las provissiones que de Su Magos- vido en grillos é cadena é que le tractaban
tad tenia, y el resçebimiento del cabildo muy mal, tirándole muchas veces de la
de la cibdad del Cuzco, por donde les cadena é amenacándole que le avian de
constasse ser gobernador de aquella cib- matar, hiçose grand predicador; é sa-
dad é sus límites, todo lo qual le dixo el bíalo muy bien hacer, porque demás de
licenciado Prado : é quando le quiso mos- tener mucha raçon para ello, no le falta-
trar las provissiones, sin darles lugar á ba habilidad para decir lo que quería: co-
ello, los prendió, como tengo dicho, e mo muchos de los más principales de
aun dixo algunas palabras desacatadas aquel exérçito estaban mal con su capitán
contra las provissiones. Todo lo qual supo Alonso de Alvarado, porque se avia de-
el mariscal, y envió un alcalde é un es- tenido tanto en el camino, pues avia sa-
cribano á mandar é requerir á Alonso de lido á socorrer al Cuzco, é porque con
Alvarado que soltasse los pressos sus ellos se avia ávido como hombre mal so-
mensajeros, é se messe de allí, ó no es- frido é soberbio, é gobernádose como
toviesse destruyendo la tierra é haciendo mancebo sin expiricnçia, decían que Be
los indios della esclavos ( porque á la ver- avia detenido porque le turasse más la
dad , assi en Xauxa como por el camino, capitanía, é aun porque fuessen acabados
avia Alonso de Alvarado fecho herrados los del Cuzco quando él Ilegasse, porque
más de tres mili hombres 6 mugeres é toviesse más que tomar para sí é que dar
muchachos); é que si no se quería yr, que á los que avían venido con él de los Cha-
se fuesse al Cuzco, é conquistarian al Yn- chapoyas. Y por esto no ovo menester
ga é pacificarían la tierra, pues para esto predicarles mucho, y aun porque la libe-
le avia fecho la gente quél traia. É llega- ralidad é franqueça grande del adelanta-
dos el alcalde y el escribano á la puente, do se estaba predicada é notoria : é des-
le tomaron la vara é la echaron en el rio de á tres días que los pressos estaban de-
é lo tractaron muy mal de palabra, as- tenidos , se pudieron alçar con la más de
si al alcalde como al mariscal é su gen- la gente de Alonso de Alvarado é pren-
te. É no contento con esto el Alonso derle. Y con todo esto ovo algunos de su
de Alvarado, hiço que un cavallero lla- compañía que le dixeron que no enviasse
304 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
á Peralvarez Hoíguin á correr el campo, diesse su gente en once estancias ; é fe-
porque si le tomaban, era echarse á per- cho aquesto, toda una noche hiço que
der; mas poco aprovechó, porque no Paulo é sus indios estoviessen tirando mu-
quería tomar el paresçer de nadie. chas piedras é dando grita, por desvelar
El adelantado supo desta gente que yba á Alvarado é á su gente : é á la madru-
é passó el rio de Aporima á nado á caba- gada passó Argonez * con la gente el rio á
llo , é Argonez, su teniente assimesmo, é nado, é ahogósele un hombre de pió é
tras ellos hasta quince ó veynte de los matáronle otros de caballo, é un arcabu-
suyos, é topáronse con algunos de los cero del adelantado mató á un don Pedro
treynta. Y cómo yban topando, assi yban de Sotomayor, que era de los de Alvara-
prendiendo ( porque á la verdad avian do, é ovo algunos heridos, é los más de-
poca voluntad de pelear) hasta que llega- ltas de la parte de Almagro, porque él
ron al Perálvarez Holguin, el qual se de- avia mandado que procurassen de pren-
fendió como hombre de gentil esfuerço; der á Alonso de Alvarado é á otros capi-
pero al fin, como era solo, le prendieron, tanes, sin hacer mal á la otra gente. É
é de los treynta fueron pressos veynte é al fin prendieron á Alonso de Alvarado é
tres ó veynte é quatro, de los quales su- á Gomez de Tordoya é á Ghripstóbal de
po el adelantado cómo Alonso de Alva- Villalva é otros ; é Villalva adolesció en
rado avia enviado á llamar al goberna- la prission, é desde á poco que llegó al
dor don Francisco Piçarro, é cómo la más Cuzco murió.
de la gente estaba mal con Alonso de Al- Deçia Alonso de Alvarado que avia ávi-
varado ; é algunos destos llevaron cartas do concierto entre su gente y el maris-
de los cavalleros pressos del adelantado, cal; pero nunca se pudo averiguar otro
avisándole del campo é maña de Alvara- concierto sino que la gente estaban mal
do. É cómo esto supo Almagro, salió con con él, que fué harto.
su gente del Cuzco con algunos vecinos, Luego mandó pregonar el adelantado,
é de algunos que no lo siguieron tomó los que si á algunos se les oviesse tomado
caballos é armas que tenia«, diciendo algo lo dixessen, para que se lo hiçies-
quel se los pagaría ó volvería ; é fué á la sen tornar ó que se lo pagassen; é assi
dicha puente de Avancay, adonde Argo- se hiço, aunque no á todos, en especial
nez hiço con la gente acometimientos por algunos caballos é armas de los que te-
muchas partes para passar el rio, hasta nían pressos, que repartió por los suyos,
que hiço quel Alonso de Alvarado divi- diciendo quél pagaria lo que valiessen.
* Constantemente ha dicho Argonez, pero en cual, estando escrito de mano del mismo Oviedo,
estos capítulos se lee algunas veces Orgonez , lo parece digno de ser notado.
DE INDIAS. LIB. XL VU. CAP. XIII. 305

CAPITULO XIII.
En continuación de las discordias de los gobernadores; é cómo el gobernador don Francisco Piçarro en-
vió con su poder ciertos hombres principales, para que juntamente con sus hermanos Hernando é Gonçalo
Piçarro, é no sin ellos, enlendiessen en le concertar con el adelantado don Diego de Almagro; é cómo el
capitán Argonez, teniente del adelantado, dio sobre el Ynga é lo desbarató, é se escapó huyendo, con
mucho daño de su gente*; é cuenta á vueltas desso las mesmas cosas que la historia dixo hasta en fin del
décimo capítulo; pero más particularmente, é otras cosas.

Heñiré la gente del capitán Alonso de Al- Piçarro, é que no podia excusarse si se
varado fué un Johan Pinel, escribano, tomaba el paresçer de Argonez, le dexó
que le llevó secretamente al adelantado é se tornó al Cuzco con la una gente é la
la provission que Su Magestad avia envia- otra, é por esto no hallaron lo ques dicho
do al obispo de Tierra-Firme, fray Tomás que enviaba don Francisco Piçarro á Alon-
de Berlanga, para que partiesse los tér- so de Alvarado en Cochacaxa, é torná-
minos é déclarasse los límites de las go- ronse , é dexaron yr á Nicolás de Ribera
bernaciones entre ambos gobernadores, solo con cartas: de lo qual ovo mucho
é una probança que ante el mesmo obis- enojo don Francisco Piçarro, porque se
po hiço Johan de Espinosa, procurador temió que le matarían indios, por estar
del adelantado, con pilotos que avian es- la tierra de guerra. É quando tornaron
tado en aquellas partes, por la qual cons- estos, el gobernador estaba en Ca xa mal-
taba llegar los términos de la goberna* ea , ques un pueblo del cacique Nanasca,
çion de Almagro hasta cerca de la cibdad sessenta leguas de la cibdad de los Re-
de los Reyes. É luego Argonez quisiera yes, ó algo más del Cuzco, con hasta
yr á tomar la possesion con toda la gen- quatroçientos hombres; é sabido lo que
te , é Diego de Alvarado é don Alonso passaba rescibió mucha pena, porque jun-
Enriquez é otros cavalleros, por consejos to con estas nuevas le dixeron que creían
del licenciado Prado, lo estorbaron, que quel adelantado avia justiciado á Hernan-
les dixo que seria grand daño, si vinies- do Piçarro, é determinó de enviar á mo-
sen en algún rompimiento entre los go- ver partidos al mariscal. Y para esto en-
bernadores. É si assi se pusiera por obra, vió al licenciado Gaspar de Espinosa, que
estaba la mayor parte de la gente de Pi- era amigo de ambos de mucho tiempo
çarro para se passar á la parte de Alma- atrás, al factor Guillen Xuarez de Carva-
gro , por ser tan liberal como era, é por- jal é á Diego de Fuenmayor é al licenciado
que supieron que quando quiso volverse Antonio de la Gama é á un Fernán Rodri-
desde Chile á socorrer al Cuzco é vido su guez, con su poder, juntamente con sus
gente tan alcançada é pobre, les soltó á hermanos Hernando é Gonçalo Piçarro, é
todos más de doscientos é cinqüenta mili no sin ellos, para que conçertassen à él
pessos de oro que le debían por escrip- é á Almagro. É rogó al alcalde de Nica-
turas é obligaciones firmes. Assi que, co- ragua, Diego Muñoz de Mercado, que
mo los ques dicho le dixeron que baria avia ydo á servir en el alçamiento de
grand deservicio á Su Magestad, si algún aquella tierra con un galeón é mucha gen-
rompimiento ovicsse con don Francisco te é caballos, á su costa, é al dottor Fer-
* De este lugar quitó Oviedo lo que sigue: marse del viaje de Almagro á Chile, é de las
(i É cómo alguno de los intervenidores en la paz otras cosas demás hasta la prission de Hernando
(por parte de Piçarro) quiso de su motivo infor- Piçarro ».
TÓMO IV. 39
30G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nandode Sepúlveda, médico, que fuesse podido echar. Para lo qual socorrió á mu-
con los sussodichos para intervenir en lo chos de los de Alonso de Alvarado de lo
que fuesse menester ; y porque la tierra que avian menester; é una madrugada
estaba de guerra, envió quarenta hombres Argonez, con toda la gente, dio en la
que los acompaííassen. Y escribió á Alma- gente del Ynga é mataron á muchos de-
gro y envióle cierto refresco de conser- llos, é desbaratáronlos é tomaron todo su
vas, é vino é otras cosas, é partieron de servicio é sus mugeres, é hasta sus an-
allí á veynte é dos dias de julio, dia de das : é tomaron al capitán Ruy Diaz é á
la Magdalena : é rogóles que se diessen los otros chripstianos quel Ynga tenia
mucha priessa á caminar, porque pudies- pressos, é algunos esclavos y esclavas,
sen estorbar que no matassen á Hernando é oro é plata é mucha ropa, assi de la
Piçarro. É assi anduvieron hasta Coehaea- tierra como de Castilla, que avia robado
xa, donde hallaron á Nicolás de Ribera, el Ynga, de los chripstianos que avia
que venia con la respuesta de las cartas muerto : é tomáronle el sol, ques el que
que avia llevado, é al contador Johan de essos indios tienen por dios, é Argonez
Guzman é al factor Diego de Mercado, le dio á Paulo por tenerlo contento. É con
que venian á hablar á don Francisco Pi- esto se remediaron los chripstianos de lo
çarro é requerirle ciertas cosas como of- que avian menester, é turó muchos dias
ficiates de Su Magestad, é de parte de que se vendian ropas é otras cosas de Cas-
don Diego de Almagro, é para enviar tilla en el tiánguez ó plaça del mercado,
relación de todo lo passado á Su Mages- de lo que los yanaconas y esclavos de los
tad. É vieron la respuesta de las cartas chripstianos avian tomado. Y el Ynga es-
que traía Ribera, por la quai paresçia que capó en una quebrada de una peña con
las que llevó fueron algunas amenaças : é solo otro indio.
respondíale á ellas, y en ellas le rogaba Porque en este tiempo tuvo nueva Al-
que no diesse causa que entrellos oviesse magro por indios que yban chripstianos
discordia, é trabaxaron mucho con estos de la cibdad de los Reyes, é pensó que
mensajeros que no passassen de allí hasta era don Francisco Piçarro que yba sobre
ver lo que estotros haçian con el adelan- él, y eran los mensajeros ó intervenido-
tado ; é acabaron con ellos que esperas- res ques dicho, á esta causa envió lue-
sen allí, é hicieron un mensajero al ade- go á llamar á Argonez é á decir que dies-
lantado, haciéndole saber su yda. se la vuelta sin hacer detenencia con toda
En este tiempo, como el adelantado la gente : é por esto se dexó de buscar
avia enviado á hacer muchos requirimien- el Ynga é de seguir el alcance, que se-
tos al Ynga para que viniesse de paz, é gund los chripstianos, é anaconas** y es-
no avia querido hacerlo, mandó á Argo- clavos los buscarían, no se excusaba de
nez*, su teniente, que con la mejor gente hallarle é prenderle ; é con esto se volvió
de la que avia venido de Avancay, y de al Cuzco.
los que estaban allí, fuesse contra el Yn- Luego llegó el mensajero que le avian
ga , que estaba en un pueblo que se di- fecho los que Francisco Piçarro enviaba,
ce Tambo, seys leguas del Cuzco, adon- de quien supo que yban ; é saliólos á res-
de avia estado todo el tiempo de la guer- çebir con mucha gente é mucho placer
ra fecho fuerte, que nunca de allí lo avian hasta dos leguas del Cuzco. É aquel dia

Aquí ie llama Orgones : en otras parles ha ** Anles dijo yanaconas.


escrito asimismo OrgoÄo.
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XÍII. 307
que llegaron al Cuzco fué la fiesta de vino con su gente por aquel camino del
Sanct Llórente, é despues de aver comi- Cuzco, y escribió al Ynga una carta, por-
do, los que llevaban el poder explicaron que supo que tenia chripstianos consigo
su embaxada, y el adelantado dixo quél que se la leerían, é aun le dixeron que
ninguna cosa desseaba tanto como la paz tenia presso á Hernando Piçarro : é de-
é conformidad; que nunca él se aparta- cíale en la carta que avia sabido en Chi-
ría de todo aquello que fuesse justo. Y en le de su alçamienlo por el mal tractamien-
quatro dias no se concertó cosa alguna, to que los chripstianos del Cuzco le avian
porque lo que les paresçia á los interve- hecho, é robos de sus mugeres, é que le
nidores que era bueno no quería venir en avia pessado mucho, é que por esto avia
ello Hernando Piçarro, é lo que Hernan- determinado de venir con mili chripstia-
do Piçarro quería, no podian los demás nos que traia con seysçientos de caballo,
contradecirlo, porque el poder era con- é cartas de Su Magestad para restituirle
dicional, como está dicho. todo lo que le avían robado é castigar á
En este tiempo que andaban los trac- los culpados en ello y enviarlos pressos á
tos uno destos intervenidores enviados por Castilla. Y que aunque con los chripstia-
Piçarro se quiso de su motivo informar nos que traia era bastante á sojuzgar la
de las personas que vido más sin passion tierra sin otros dos mill que esperaba, no
del viaje que avia hecho el mariscal é su queria salir en cosa alguna de su pares-
gente á Chile, é supo lo que se sigue: çer; y quél avia escriplo á Su Magestad
Supo Almagro en Chile el levantamien- lo que hasta allí avia hecho, pues tanta
to del Ynga é de toda la tierra, y el peli- raçon avia tenido para hacerlo, é que Su
gro en que estaban todos los chripstianos Magestad le perdonaría con tanto que tor-
de cierta gente que yba en su demanda á nasse á su obidiençia; é que le escribía
le servir é Paulo, hermano del Ynga, que que le hiçiesse buen tractamienlo. É por-
tenia consigo; é junto con esto le llegaron que le avia dicho que tenia en su poder
las provisiones, por dó paresçia hacerle pressos ciertos chripstianos, que le roga-
Su Magestad gobernador desde donde se ba que los tractasse bien, en especial á
acababan las doscientas é seplenta leguas Hernando Piçarro, é que por venir de tan
de ques gobernador don Francisco Piçar- léxos tierra no le traia cosa, sino una ro-
ro. Y con esto dio la vuelta con mucha pa de aforros para el frió, que Su Mages-
priessa, é llegó á Arequipo, ques çin- tad le avia enviado para que se la diesse.
qiienta ó sessenla leguas del Cuzco ; y en É mostró á los mensajeros una ropa de
el puerto dexó un navio que se deçia terciopelo forrada en armiños; é díxoles
Sanct Pedrillo, que le avia ydo á buscar que era aquella, é que le rogaba que so-
á Chile é volvia con él, é mandóle que le breseyesse la guerra hasta que se vies-
aguardasse allí cinqüenta ó sessenta dias, sen, é le dexasse á él castigar los chrips-
porque queria enviar en él relación de lo tianos del Cuzco, porque en esto haría
passado á Sus Magestades, é del estado en mucho servicio al Emperador, nuestro
que se hallasse la tierra. (Y este es aquel señor, é que le viniesse á ver primero
navio que se dixo de susso que avia lle- que le enviasse sus mensajeros con quien
gado al puerto de la cibdad de los Reyes le hiçiesse saber su voluntad. Y llegado á
con la fama del mucho oro quando el go- un pueblo que se dice los Canes, treyntn
bernador Francisco Piçarro estaba en el leguas del Cuzco, caciques é indios del
Guarco.) salieron de paz, dándole muchas q:iexas
El adelantado don Diego de Almagro de los chripstianos de! Cuzco . y él los oyó
308 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é prometió de parte de Su Magestad de con esto se apaciguó é dexó volver á los
satisfacerlos con enmienda de todo ; é allí mensajeros, é con ellos escribió una car-
llegaron los mensajeros del Ynga é le di- ta al adelantado, diciendo que le vernía de
xeron la causa porque se avia aleado, é paz ; y en ella le contaba los malos trac-
que pues él estaba en la tierra quel Ynga tamientos que le avian fecho los chrips-
deçia que le vernía de paz, que le envias- tianos en el Cuzco, y el oro que avia da-
se algunos chripstianos con quien vinies- do á Hernando Piçarro é á su hermano
se. É desde Pomaguancha, ques quince Johan Piçarro : é se quexó de uno que se
leguas del Cuzco, tornó á escribir al Yn- dice Toro, é de otro que se dice Sola-
ga, é le envió á uno que se llamaba Pe- res, é de Diego Maldonado é otros, é pe-
dro de Oñate, é á otro que se decía Johan dia que se los entregasse ó los matassen.
Gutierrez Malaver : é fueron al pueblo de É dió á estos mensajeros de lo que tenia
Tambo, donde estaria el Ynga, é diéron- que avia tomado á los chripstianos que
le la carta, é dixéronle de parte de Al- avia muerto, y enviólos é dixo quél se
magro quán amigo suyo era, é que le vería con don Diego de Almagro en Yu-
quería como á hijo, é hiçiéronle muchas cay, ques quatro leguas del Cuzco é dos
ofertas, diçiéndole que le restituyrian de de donde estaba el Ynga, é que no 1 le-
todo lo que avian tomado los del Cuzco. vasse consigo sino ciento é çinqiienta
Y el Ynga los rescibió muy bien, é les chripstianos.
mostró la mucha gente é armas que tenia Estos mensajeros hallaron á don Diego
para la guerra, é les dixo que otro dia se de Almagro en Urcos, seys leguas del
y ría con ellos. Cuzco, é diéronle la carta del Ynga, é
Y en este mesmo tiempo dicen que dixéronle lo que con él avian passado: y
llegó una carta que Hernando Piçarro aun dicen que le llevaron la carta quel
escribió al Ynga, en que le deçia que no Hernando Piçarro avia escripto al Ynga. É
creyesse al mariscal, porque le mentía luego el adelantado quiso escrebir á Her-
en todo ; que no era gobernador ni po- nando Piçarro é hacerle saber su venida,
dia cumplir con él lo que le prometía, é todos le dixeron que pues ya la sabia,
porque él solo é su hermano eran gober- no le escribiesse hasta hacer paces con el
nadores, é que si viniesse á él de paz, Ynga ; pues si sabia que se carteaba con -^
que le perdonaría. Con esta carta diz que los del Cuzco, no vernía de paz, por la
rescibió tanta alteración y enojo el Ynga, enemistad que les tenia. Parescióle bien
que hiço cortar la mano al indio que la é dexó de escrebirle, é dexó allí á un ca-
llevó, é quiso matar los mensajeros de vallero que se dice Johan de Saavedra
don Diego de Almagro, y ellos le dixeron con trescientos hombres, é llevó consigo
que mirasse que Hernando Piçarro quería á Argonez con ciento é çinqiienta, é avia
mal á don Diego de Almagro, é que por enviado al capitán Orgaz é á Perico Ri-
esso le enviaba á decir aquello, é porque quelme, lengua, para que hablassen al
avia miedo que lo avia de castigar por el Ynga é le toviessen de buena voluntad. Y
mal tractamienlo que á él avia fecho, é el Almagro fué su camino, y llegando á
que Hernando Piçarro era mentiroso é tres ó quatro leguas del Cuzco, halló pues-
muy malo, é quel mariscal quería al Yn- tas las guarniciones del Ynga con muchas
ga , como si fuesse su hijo. Y el Ynga mercas de albarradas contra los de la
apartó á los otros chripstianos que tenia cibdad, é todos le salieron de paz. Y en-
consigo, é preguntóles si era verdad lo trellas salió una guarnición con un capitán
que aquellos decían, c dixeron que sí: é del Ynga, llamado Paucal, el quai hiço
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XIII 109
un breve raçonamiento desta manera: do. É pues tú agora vienes é publicas
« j Oh capitán Almagro ! Bien sé que otra voluntad é haces otras obras, deci-
ternas sentimiento del alçamiento del Yn- mos, é yo en nombre de todos, que os
ga é de todos nosotros, é de los chrips- tornaremos á servir y estaremos de paz,
tianos que en la guerra avernos muerto, como de primero, guardando tú lo que
porque eres chripstiano, como ellos, pa- nos prometes. Si piensas hacer lo que de-
riente é amigo y hermano de todos y su bes é lo que dices que tu Rey manda,
natural ; mas aunque sea justa la causa de declárate con nosotros; y si no, luego nos
tu pessar, quiérote haçer conosçer quán desengaña, porque con tu venida nos he-
más justa fué la de nuestro alçamiento é mos holgado; é seas muy bien venido.
del Ynga. Has de saber quel Ynga, antes Téngote por padre é por señor é por de -
que á esta tierra chripstianos viniessen, fensor de nuestros agravios. Ruego al sol
era, como el sol, señor soberano: tené- todopoderoso que te ponga en voluntad
rnosle por su proprio hijo; y nosotros los que cumplas lo que dices, para que noso-
orejones sus cavalleros exentos, tenidos é tros seamos bien tractados é tú nos go-
acatados é honrados de nuestras nasçio- biernes en paz é sosiego». E con esío
nes, comiamos é bebíamos é dormíamos acabó.
é holgábamos sin que nadie nos pidiesse Dixo el adelantado que avia quedado
la cuenta. Otros lo labraban é sembraban, espantado del raçonamiento del indio, é
é nosotros lo comíamos. Nuestras muge- mostró que se dolia mucho del mal que
res estaban seguras : nuestras haciendas é les avian hecho, é quél lo remediaría to-
casas sin resçebir perjuicio de nadie. Ago- do; é passó á Yucay á esperar allí al
ra que los chripstianos venistes, de libres, Ynga.
nos heçistes esclavos; de señores, vuestros En este medio dicen que Hernando Pi-
siervos : el Ynga perdió su reputación é çarro envió al capitán Gabriel de Roxas,
auctoridad, é nosotros la libertad é refri- que era alcalde, á Urcos, á que supiesse
gerio. En lugar de ser servidos, servía- de Almagro, é qué gente traía é cómo
mos; é lo que no sabíamos ni acostum- estaba, para yr á dar en él. Y el capitán
brábamos deprendíamos para vuestro con- Roxas fué é se informó cómo estaban di-
tentamiento. Hecímonos obreros, é funda- vididos y dónde estaban, y envió dos
mos vuestras casas: labradores, é sembra- de caballo á hacerlo saber á Hernando
mos las tierras con nuestras proprias ma- Piçarro. É desque lo supo, junio toda la
nos. Residíamos en vuestras casas, dexan- gente de guerra é indios que estaban en
do las nuestras. Aveys seydo tan mal la cibdad, que le ayudaban, é les dixo
agradesçidos, que en lugar de nos tractar que Almagro la venia á tomar, é pues te-
bien é mantenernos en justicia, tomástes- nia dividida su gente, qué! quería dar so-
nos las mugeres é hijas para mancebas: ro- bre la que estaba en Urcos é desbarata-
bastesnuestras haciendas, quemándonos é lía, porque aquella desbaratada, no seria
aperreándonos para sacárnoslas, injurian- Almagro parte para entrar en la cibdad.
do nuestras personas con malas palabras; Lo qual le contradixeron el capitán Her-
élo que más sentimos, é lo que da más nán Ponce de Leon y el thessorero Riquel-
mal á nuestros coraçones es que un señor rae é don Alonso Enriquez y el licenciado
natural quel sol nosdió, estimado, querido Prado, diçiéndole que demás de pares-
é acatado é servido, ha seydo tractado é çer muy mal, era lo que deçia en grand
desacatado, como el menor de nosotros. perjuicio de Dios é del servicio de Su
Por estas causas avernos hecho lo passa- Magostad yr á aver rompimiento con los
3Î0 HISTORIA GENKRAL Y NATURAL
que le venían á socorrer, aunque fueran thessorero Riquelme, é de allí los tomó
alárabes, quanto más seyendo chripstia- el licenciado Prado. É otro dia por la ma-
nos y vassallos de Sus Magestades. ñana, despues de aperçebida la gente,
En esta sacón llegó el capitán Roxas : é como se dixo de susso, llamó al licencia-
luego Hernando Piçarro hiço juntar en su do Prado é le dixo que se fuesse con él
casa al dicho capitán é á los ques dicho á Urcos, y el licenciado le respondió quél
é al factor Diego de Mercado, é tornó á no queria yr con él á romper con la gen-
mover la plática, diciendo que queria sa- te de Almagro; y Hernando Piçarro le
lir á dar en la gente de Almagro, los qua- respondió que no yria á hacer tal cosa:
les respondieron lo que antes le avian di- antes yba allá por socorrerlos, que le
cho , é que no saldria con ello. É con to- avian dicho que estaban cercados de in-
do esto diz que hiço juntar toda la gente dios; y el licenciado Prado le dixo que
de guerra, assi chripstianos como indios, era muy bien hecho, é se fué con él. Y
é les dixo que otro dia luego de mañana Hernando Piçarro, llegado donde estaba
acordaba de dar en la retroguarda de la la gente de Almagro, habló al capitán de-
gente de Almagro; que se armassen é çi- líos, que era Saavedra, haciéndole mu-
ñessen unas faxas coloradas sobre las ar- chas ofertas, é dicen que le tentó si se
mas , porque fuessen conosçidos en la ba- queria passar á él, é quel Saavedra le
talla , é mandó á los indios que le ayuda- respondió no muy bien. Y en esto comen-
ban que matassen á los chripstianos que zó la gente, que yba con Hernando Picar*
no truxessen aquellas faxas; é teníanlos ro, á aparejarse para dar en la gente de
empucstos en cómo avian de pelear con- Almagro, y el capitán Saavedra á reque«
tra los chripstianos con las picas, é có- rirle que se voíviesse, é no diesse causa
mo avian de ponerse para matar los ca- á que oviesse rompimiento entre chrips-
ballos. tianos; é toda via se dixo que la oviera, si
Quando supo Hernando Piçarro que es- no por quel licenciado Prado afeó mucho
taba en Urcos Almagro, antes que en- á Hernando Piçarro lo que queria hacer,
viasse allá á Gabriel de Roxas, conos- é desque vido que no le podía apartar de
çiendo que avia de tener nesçessidad del su propóssito, despidióse del é volvióse
licenciado Prado, é visto que no le avia hacia la cibdad, diciendo que no queria
dado cosa despues que estaba en la tier- hallarse pressente en cosa tan contraria
ra , aunque siempre le avia servido de le- al servicio de Dios é del Rey, é que tan
trado, acordó de enviarle cinco mili pes- mal paresçia. Y con él se començaron á
sos de oro, y envióselos con un criado venir otros, lo qual fué causa de dexar
suyo, llamado Felipe Boscan; y envióle Hernando Piçarro su propóssito é volverse
á decir que se los enviaba por lo que avia á la cibdad, é porque pensó que estando
hasta estonces aconsejado, é que le ro- él fuera, se podría entrar Almagro en ella,
gaba que de ahí adelante lo hiçiesse en lo anduvo de noche hasta entrar en la cib-
que se le ofresçiesse, quél se lo satisfaría dad. Otro dia luego envió á Aldana é á
muy bien, porque aquello no se lo daba Villegas é á Quintero é á Johan Jullio, ve-
por paga. Y el licenciado se ofresció de cinos del Cuzco, para que supiessen dón-
ayudalle en todo quanto pudiesse, é no de estaba Almagro, é con ellos envió in-
quiso tomar los dineros; y Hernando Pi- dios , con quien envió una carta al Ynga
çarro porfió con él que los tomasse, por- del tenor de la primera, diciendo que
que más que aquello le debía : é assi en porque le queria mucho le avisaba que no
estas cortesías se pusieron en poder del viniesse de paz á Almagro, que le enga-
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XIII. 311
ha, é los indios passaron con la carta al le hicieron la embaxada, sosegóse é hol-
Ynga. É al tiempo que los quatro chrips- góse mucho, é volvió con ellos á la cib-
tianos se volvían, topó con ellos un capi- dad , y envió al capitán Hernand Ponce
tán del adelantado Almagro é llevólos an- de Leon é ai thessorero Riquelme é al li-
te él; é sabido á lo que venian los soltó, cenciado Prado á darle la buena venida
é les dixo que dixessen á Hernando Piçar- al adelantado, é que le dixessen cómo
ro que se dexasse de andar en aquello, se holgaba mucho de su venida, é que si
que no venia á pelear con chripstianos, venia á ayudarles quél viníesse en buen
sino á socorrerlos é descercarlos. hora, é que se apossentasse en la cibdad;
En este tiempo el Ynga avia enviado é que si venia á aver enojos é hacer re-
muchos mensajeros al adelantado, dicien- quirimientos é tomar aquella cibdad, que
do que luego vernía ; é cómo le llegó la mirasse que era alborotarla toda, que no
carta de Hernando Piçarro, alborotóse de lo hiçiesse. La qual embaxada le hiço el
tal manera que prendió al capitán Ruy licenciado Prado muy mejor que Hernan-
Diaz é á Perico Riquelme, é dio causa á do Piçarro les dixo, y el adelantado los
confirmar lo que la carta deçia, saber él rescibió muy bien é les tornó las gracias
de los indios (que continuo le yban con de las ofertas, é les dixo quel no venia
mensajes de lo que hacia Almagro) que á aver enojo ni passion con chripstianos,
avian estado quatro chripstianos del Cuz- sino á socorrerlos é servir al Emperador,
co hablando con Almagro, é que los avia nuestro señor : que ya sabia Hernando Pi-
dexado yr sin prenderlos ni hacerles mal çarro las provissiones que tenia, pues él
ninguno. É luego el Ynga envió muchos in- las avia traydo, quél las pressentaria en
dios sobre Almagro é su gente, los quales cabildo é respondicssen lo que viessen que
venian con grand grita, diciendo: « Men- era justicia, que con aquello seria con-
tiroso es Almagro: engañarnos quería». É tento; é con esto se volvieron á Hernan-
la gente de Almagro se comencó á de- do Piçarro. Y ya que venian al Cuzco,
fender dellos é mataron algunos del los; diz que toparon á un criado de Hernan-
é los indios hirieron algunos chripstianos, do Piçarro, que les dixo de su parte que
é á Argonez le mataron el caballo, é lue- Hernando Piçarro avia sabido que Alma-
go el adelantado se volvió á su gente é gro venia á pressentar las provissiones de
se vino hacia la cibdad ; é desde dos le- su gobernación, con lo qual estaban al-
guas antes que á ella llegasse, envió men- borotados todos los de la cibdad : que le
sajeros á Hernando Piçarro, é fueron dixessen de su parte, que si avia de pres-
Vasco de Guevara é Lorenço de Aldana, sentar provissiones, que desde luego
é díxoles que le dixessen la causa por apretasse los puños, porque daba al dia-
qué hasta estonces no los avian enviado, blo su ánima, é desde luego se la otres-
ni él avia escripto ; é cómo avia venido á çia, si él entraba en la cibdad. Lo qual
servir á Su Magestad é á socorrer los dicen que le volvió á decir el capitán Ga-
chripstianos é conquistar al Ynga é paci- briel de Roxas; y el adelantado respon-
ficar la tierra ; é antes que llegassen estos dió lo que avia dicho, é que se maravi-
mensajeros, supo Hernando Piçarro por llaba de Hernando Piçarro decir que los
sus espías cómo venia Almagro, é dicen de la cibdad se alborotaban por pressen-
que hiço tocar alarma é repicar las cam-, tar las provissiones de su Rey é señor:
panas, é salió al campo con la vara de quél no avia de dexar de hacer lo que Su
teniente en la mano con la gente de guer- Magestad le mandaba por sus provissio-
ra. Y como topó los dichos mensajeros é nes. É con todo esto determinó de que-
312 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
darse en el campo, por excusar escánda- le respondiessen que aquella cibdad has-
lo, porque supo que Hernando Piçarro ta estonces estaba por de la gobernación
avia fecho tocar alarma é repicar las cam- de don Francisco Piçarro, en nombre de
panas , é salido con sus banderas con la Su Magestad ; é que quando el adelanta-
gente de guerra que tenia, é dado grita do probasse é les mostrasse que estaba
á la gente de Almagro : el qual rescibió en su gobernación, que ellos le resçibi-
mucho trabaxo en detenerla que no rom- rian, segund en su provission se conte-
piessen con Hernando Piçarro, y el thes- nia ; é que si nescessarío era, que desde
sorero Riquelme y el licenciado trabaxa- luego le avian por resçebido por tal go-
ron mucho por excusar este rompimiento, bernador.
é no se apartaron de en medio hasta que En este medio tiempo el thessorero Ri-
los dexaron sosegados. É porque supo el quelme, y el licenciado Prado, y el capi-
adelantado que indios venían á dar en su tán Gabriel de Roxas andovieron en me-
retroguarda, envió á un cavallero, que se dios entre Hernando Piçarro é Almagro,
dice Sotelo, con quarenta de caballo que é se assentaron treguas entrellos por cier-
la socorriesse ; é diçen que cómo lo supo tos dias, con tanto que Hernando Piçarro
Hernando Piçarro que avia de passar por no fortalesçiesse la cibdad ni quebrantas-
ciertas calles del Cuzco. hiço tocar alar- se algunas de las puentes por donde á ella
ma, é apercibió la gente, é mandó que entraban, é que en el entretanto el ade-
los prendiessen á todos é los matassen. lantado hiçiesse su probança con pilotos.
Sabido por el adelantado, hícolos que- Y assi la hiço: por la qual probó entraren
dar aquella noche, é otro dia se fué por su gobernación, no solamente la cibdad
de fuera de la cibdad á se juntar con su del Cuzco, mas hasta cerca de la cibdad
retroguarda, aunque no dexó Hernan- de los Reyes, donde se acaban las doscien-
do Piçarro de salir al campo á darle gri- tas é septenta leguas que Su Magestad tiene
ta; y este dia se acercó más al Cuzco, y dadas en gobernación á don Francisco Pi-
envió al contador Johan de Guzman é al çarro : é diçen que cómo lo alcancó á sa-
bachiller Guerrero ó á Hernando de Sosa, ber Hernando Piçarro, aquella noche man-
con su poder é con las provissiones de Su dó á un Çisneros, criado de su hermano,
Magestad para que las pressentassen en que quebrasse ciertas puentes. É có-
cabildo é hiçiessen ciertos requirimien- mo lo supo el capitán Roxas, fué á decir á
tos; é assi lo hicieron: é diçen que antes Hernando Piçarro que por qué quebraba
que respondiesse el cabildo lo desbarató las treguas : quél no podia hacer menos
Hernando Piçarro. de passarse con Almagro como lo avia
Sabido esto por el contador Johan de prometido, é ovieron malas palabras so-
Guzman, tornóles á requerir, é los del brello, é Roxas fuésse á su possada; é
cabildo enviaron á rogar al licenciado luego envió á decir á Almagro cómo Her-
Prado é á otras personas que viniessen á nando Piçarro no complia lo que avia
cabildo, á los quales pidieron su pares- prometido, é avia fecho quebrar las puen-
çor, é todos se remitieron á lo que dí- tes, lo qual oydo por Almagro, envió á
xesse el licenciado Prado. El qual, des- ver si estaban quebradas. é hallaron la
pués de vistas las provissiones, les dixo ques dicho quebrada. Estonces Argonez
que si á ellos les constaba quel Cuzco en- con toda la gente, sin voluntad de Alma-
traba en la gobernación del adelantado gro, movieron para el Cuzco: porque co-
don Diego de Almagro, que eran obliga- mo estaban apossentados en una ciénega
dos á resçebirlo, é si no, que no; é que é no hacia sino llover, y el dia antes avia
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XIII. 313
enviado á rogar á Hernando Piçarro que fuera. Y prendiéronlos, é queríanlos ma-
le dexasse apossentar en la cibdad, y él tar: é Almagro envió á decir que no pu-
le avia respondido que se apossentasse en siessen mano en ellos. Y assi estovieron
las casas del sol, é junto con esto avia di- en la plaça y en la iglesia hasta la maña-
cho á ciertas personas: « Dexadlos venir na , que Almagro hiço juntar á cabildo
á apossentar: que yo les mando mal re- los alcaldes é regidores, é mostróles la
posso». De lo qual avisaron al adelantado, probança que tenia hecha, y ellos envia-
é con esto se quedó allí, é por esso poca ron á llamar al licenciado Prado para que
causa les bastó para moverse: é luego Al- les dixesse lo que avian de responder, é
magro se fué en pos dellos. É antes que respondióles quél les avia dicho lo que
enlrassen en el Cuzco, fueron sentidos por alcançaba é que no era su letrado; que
las rondas de Hernando Piçarro, é toca- mirassen ellos si el adelantado avia fecho
ron las campanas é dieron alarma ; mas lo que le avian pedido. Y ellos miraron la
no acudió la gente, porque no estaban probança, é vista, le resçibieron por go-
muy bien con Hernando Piçarro desde bernador unánimes é conformes, segund
que les tomó medio por fuerça el servicio paresció por fée de un Narvaez, que es-
para Su Magestad, é también porque des- tonces era escribano del cabildo : é luego
pues que fué teniente tractábalos tan mal, mandó pregonar que si los que venian en
que no lo podían ver, é assi se halló solo su compañia avian tomado algo, lo vol-
con su hermano Gonçalo Piçarro é otros viessen, diciendo quél se lo haria volver
quince ó diez y seys hombres armados en ó pagaría. É no se halló que hombre
un galpón de su casa ó portal. Y cómo ovíesse tomado valor de un agujeta ni
Almagro llegó al Cuzco, fuéssé á la iglesia más, si no fué que á uno le avia un hom-
é mandó pregonar, sopeña de muerte, bre de á pié muerto un puerco, que dixo
que ninguno entrasse en casa de hombre que valia más de quarenta pessos, é man-
ni vecino de la cibdad ni fuesse osado de dóle dar el adelantado cinqüenla pessos
tomarles cosa alguna, é Argonez con la por él: é otro que se dice Cárdenas é un
más de la gente se fué donde estaba Her- criado de Hernando Piçarro dixeron que
nando Piçarro, é requirióle que se diesse les avian tomado cierto oro é plata, é có-
á prission, é no quiso : antes le respondió mo eran hombres viciosos en el hablar, no
algunas palabras feas, é hiço tirar algu- pudieron mostrar quién se lo avia toma-
nos tiros de ballesta, é hirieron algunos do, ni se halló otro que dixesse averie
de los de Almagro, é de una saetada le tomado cosa alguna; é por esso no se lo
mataron un hombre. pagaron.
Viendo esto Argonez, envió á decir Luego hiço el adelantado juntar el ca-
al adelantado Almagro que quería ma- bildo, é hiço nombrar é nombró alcaldes
tar á Hernando Piçarro é á los que con é regidores, é luego diz que le dixeron
él estaban, é Almagro le envió á de- muchas quexas de Hernando Piçarro muy
cir que en ninguna manera lo hiçiesse: graves; porque como estaba mal quisto,
é desque esto vido Argonez, é que no ninguna cosa de más placer resçibieron
les podia entrar, porque se defendían que de verle quitado de teniente, é de-
muy bien, con esperanças que tenian nunciaron del muchos delictos graves é
que los socorrerian los de la cibdad, pu- feos que avia fecho. E cómo esto supo
so fuego al galpón; é como era techa- Hernando Piçarro, é que don Alonso En*
do de madera é paja, fué tan grande el riquez é otros trabaxaban mucho porque
fueeo, que les fué forçado á lodos salir le quilassen la vida, rogó al licenciado
TOMO IV. 40
3H HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Prado, que siempre le avia hallado buen da, lo truxeron ambos á memoria, des-
amigo, que en essa sacón en que estaba pués que Hernando Piçarro entró en el
fuesse su letrado é le ayudasse á defen- Cuzco, passado el rompimiento, quexán-
der , quél se lo satisfaría muy bien ; y el dose el licenciado que sobre tan buenas
licenciado le respondió que le ayudaría en obras como del avia resçebido le daba
lo que pudiesse. tal galardón, é le tenia presso é fecha po-
Cómo el mariscal tuvo presso á Her- ner una falsa acusación de lo que no era
nando Piçarro é Gonçalo Piçarro, mandó á cargo ; y en fin de muchas alteraciones
luego secrestarles todo el oro é plata que entrellos confessó Hernando Piçarro ser
se pudo aver suyo ; é luego envió á rogar verdad todo lo ques dicho, é le dio la
é requerir al licenciado Prado que fuesse cibdad por cárcel, é le ofresció su ha-
su letrado, porque tenia nesçessidad del cienda para lo que se le ofresçiesse. E
para cosas que cumplían al servicio de después se siguió el proçesso contra el li-
Sus Magestades ; y el licenciado le res- cenciado Prado, é lo sentenciaron el licen-
pondió que ya él tenia letrado, con quien ciado de la Gama y el licenciado Caldera,
se podia aconsejar, é que á él no le avia por mandado del gobernador don Fran-
menester ; é Almagro todavía porfiaba en cisco Piçarro, é le dieron por libre é qui-
que avia de ser su letrado, é se lo man- to. Y diçen quel proçesso sacó el licen-
dó con muchas penas : é dicen que lo ha- ciado Prado é lo llevó á Castilla para su
cia porque Hernando Piçarro no toviesse descargo, é para que Su Magestad vea
letrado que le ayudasse. por las provissiones que truxo Çavallos los
El Hernando Piçarro alcancó á saber falsos testimonios que del licenciado é de
esto, y envió a decir al licenciado Pra- don Alonso Enriquez escribieron á Su Ma-
do que le pedia por merced que le ha- gostad. Aquesta causa movió al que esla
blasse ; y en viéndole, le rogó que fues- relación ovo de lo poner aqui.
se su letrado del mariscal, porque le yba Tornando á la historia, aceptó el li-
la vida en ello, porque él confiaba de su cenciado Prado, por mandamiento de Al-
eonsçiençia que le hiçiessen agravio; y magro , de ser su letrado, y él y el ba-
el licenciado le respondió que mirasse chiller Guerrero vieron el proçesso que
bien si le cumplía assi ; y el Hernando Pi- estaba hecho contra Hernando Piçarro, é
çarro le replicó que le yba la vida en ello, ambos concordaron que meresçia muerte
y el licenciado le dixo que si esso quería por los delictos que avia cometido, é dis-
que tornasse á tomar el oro que le avia cordaron en quel bachiller Guerrero deçia
enviado; y Hernando Piçarro no lo que- que era juez el mariscal para mandar ma-
ría tomar, diciendo que se lo avia dado tar al Hernando, y el licenciado Prado
por lo que de antes le debia del tiempo deçia que no, sino que lo avia de remi-
que se avia aprovechado de sus consejos, tir á su Príncipe con el proçesso ; y en es-
desde que en aquella cibdad estaba, sin to estuvieron discordes, sin querer firmar
dalle cosa. El licenciado replicó que no el uno lo quel otro deçia, é diçen que lo
entenderia en cosa, entretanto que no alcancó á saber Hernando Piçarro de Lo-
tomasse su oro ; é assi Hernando Piçarro renço de Aldana, ques de su tierra, y era
mandó á aquel Felipe Boscan, que lo avia de los que avian venido con Almagro de
llevado, que lo tornasse á tomar, é assi Chile ; y Hernando Piçarro diçen que con
lo tomó. este Aldana secretamente envió dos mili
Esto ques dicho del licenciado Prado, pessos de oro al bachiller Guerrero, é lue-
delante del dottor Hernando de Sepúlve- go firmó con el licenciado Prado quel ma-
DE INDIAS. LIB. XLVJÍ. CAP. XIII. 31o
riscal remitiesse al Piçarro con lo pro- toda vino diciendo de Almagro que avia
cessado á Su Magestad. mandado á Paulo que pusiesse indios por
En este tiempo alcancó á saber el ma- los caminos que matassen los chripstianos
riscal de los dos mili pessos que Hernan- que se fuessen del Cuzco, é que en el
do Piçarro avia enviado al bachiller Guer- Cuzco, si topaban los de Chile á alguno
rerro : é dicen que le tomó tres mili pes- con buena capa ú otra cosa que les agra-
sos que le avia dado, é como supo quel dasse, se la quitaban é decían: «Esta es
licenciado avia dexado por ser su letrado buena para mí ». É que si el otro deçia
cinco mili pessos de Hernando Piçarro, «viva el Rey», que los de Chile deçian
envióle otros tantos. « viva Almagro, que no hay otro rey », é
En este tiempo supo la nueva de como que si deçian « juez verná que castigará
Alonso de Alvarado estaba en Cochacaxa, todo esto », deçian : « si el juez hiciere
é aconteció lo ques dicho: é luego, como lo que queremos, bien, é si no, no le
volvió Argoncz del Ynga, muchos de los obedesçeremos hasta que haga perdón
chripstianos que antes estaban con Alonso general ». É que aun sobre esto avian da-
de Alvarado, començaron á huyrse del do á uno una cuchillada por la cara, é
Cuzco é venirse para don Francisco Pi- otras cosas semejantes questas, que se
çarro, porque eran mal tractados de pala- cree que nunca passaron por pensamien-
bra , é alguna gente común de los de Chi- to á nadie ; porque dice el questa relación
le, diçiéndoles que no eran para guerra, tomó que nunca las oyó en más de un año
sino para comer pasteles é buñuelos, é que estovo en el Cuzco hasta que vino á
que por esto avian estado medio año en la cibdad de los Reyes, que le dixeron
llegar al Cuzco, a viendo gastado çient que avian enviado probança dello al con-
mili pessos que les avien dado del oro de sejo de Su Magestad, de lo qual mucho
Su Magestad. É junto con esto el maris- se maravillaba. Y diçe que tienen raçon
cal les mandó quitar muchos esclavos los señores del Consejo Real en no dar
herrados de la tierra que llevaban, dicien- crédito á probancas fechas en Indias, es-
do que no los avian podido hacer escla- pecialmente fechas sin parte, porque di-
vos , é también porque muchos amos de ce que ha visto probanças que llevan mu-
los caciques, cuyos eran essos esclavos, chos que de acá van para que Su Mages-
requirieron á Almagro que se los diesse, tad les haga mercedes, probando servi-
para volverlos á sus caciques cuyos eran, cios y cosas que no han hecho, de que
é dióselos. É con esto estaba ya la gente está espantado.
toda más mal con él que avian estado bien Verdad sea que le dixeron en el Cuzco
al principio; porque en aquella tierra tie- que un vecino de allí dixo ciertas cosas y
nen algunos en tanto quitarles un indio ó cometió algunos alborotos, y que se te-
una india como en otras quitarle la muger, mió del mariscal, y que huyó del Cuzco
é más lo sienten. También muchos vecinos con el oro que tenia, é que Almagro en-
del Cuzco se vinieron para don Francisco vió indios tras él, é que lo mataron é le
Piçarro, porque començaron á estar muy ti uxeron la cabeça del y el oro que lle-
mal con Almagro, porque les suspendió los vaba ; é que á uno porque dixo ciertas co-
indios con achaque que los que no tenian sas en desacato de las provissiones de Su
indios no querían conquistar la tierra si Magestad, le mandó ahorcar.
no se suspendían los indios, é que á quien Esta es la información que alguno de
mejor trabaxasse en la guerra, á aquel se los intervenidores en la paz por parte de
diesse mejor repartimiento. Y esta gente Piçarro quiso informarse de su motivo en
3 IG HIST0RL4 GENERAL Y NATURAL
el Cuzco, assi del viaje de Almagro á passion de todo ello ; é vuelve agora la
Chile como de las otras cosas hasta la relación segunda á su continuación é dis-
prission de Hernando Piçarro, para dar curso.
noticia á Su Magestad como hombre sin

CAPITULO XIV.
De io que subcedió despues quel licenciado Gaspar de Espinosa y el factor Guillen Xuarez de Carvajal y
el capitán Diego de Fuenmayor y el licenciado Antonio de la Gama é Fernand Rodriguez fueron por emba-
xadores é con poder del gobernador don Francisco Piçarro para que, juntamente con sus hermanos Her-
nando é Gonçalo Picarro, é no sin ellos, tractassen de la paz *;é cómo se partió del Cuzco el adelantado é
llevó consigo á Hernando Piçarro, é la causa por qué el doltor Sepúlveda se quedó en el Cuzco, é otras
cosas é particularidades de la historia.

1^4ómo el licenciado Espinosa é los de- ba que le haria, é quán grand bien con
más embaxadores de don Francisco Pi- ellos avia venido á toda la chripstiandad
çarro no se pudieron concertar en el é vernia, é quántas mercedes el Empera-
tiempo ques dicho, á causa de la forma dor, nuestro señor, les avia fecho, con
condicional del poder é condición de Her- harta envidia de muchos, y quántas se
nando Piçarro, rogó el licenciado Espi- esperaba que les haria : todo lo quai se
nosa al alcalde Diego Nuñez de Mercado perdería é se perderían ellos con sus dis-
é al dottor Hernando de Sepúlveda que cordias , é que Su Magestad ternia en más
cada uno por sí hablassen al mariscal : é á quien más dellos sufriesse por la con-
assi lo hicieron. Y lo quel dottor passó cordia ; é que mirasse quánto amor le te-
con él fué que diçiéndole que mirasse la nia don Francisco Piçarro, segund quel
hermandad que tenia con don Francisco mesmo dottor del avia conosçido en lo
Piçarro tantos años avia, é quán poco avia que le vido sentir, quando vino nueva
que andaban con las mochilas á cuestas, que era muerto en el viaje de Chile, é
y que en aquel tiempo no avia quien los que le quería más que á todos sus her-
cizañasse, y en quanta prosperidad se manos. É díxole que le avia visto ha-
vian en tan poco tiempo, é que aunque cer é decir muchas cosas, é para en
Dios, seyendo dos hombres sin letras é prueba desto, é que Su Magestad le ter-
sin saber leer, los avia escogido entre nia en muy señalado servicio si por ex-
tantos para tan grand cosa, que no se en- cusar rompimiento, se sometiesse á todo
soberbesçiessen por esso, porque lo avia lo que quisiesse don Francisco Piçarro, é
hecho Dios en la buena ventura de su otras cosas muchas le dixo, que oyéndo-
Príncipe é para dar á entender á todos las, él tenia bañada la cara é barbas en
cómo descubre sus maravillas á los hu- lágrimas en tanto quel dottor le hablaba.
mildes é de poco saber, é las esconde de A lo qual respondió que Dios era testigo,
los sabios soberbios, por mostrarnos que é muchos lo sabían, é don Francisco Pi-
no somos nosotros sin él suficientes á ha- çarro mejor que otro, cómo siempre le
cer algún bien. Y que no fuessen causa avia obedesçido é acatado como á her-
con su soberbia que los tornasse á abatir; mano mayor, é avia procurado que fnes-
é que mirassen quántos servicios avia he- se gobernador quassi contra su voluntad,
cho á Su Magestad, é quántos se espera- porque si no fuera por él, muchas veces al

De este epígrafe suprimió Oviedo algunas cláusulas insignificantes.


DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XIV. 317
principio de la conquista, de aquellas par- debia más de çient mill pessos, á lo qual
tes se volviera don Francisco Piçarro ; y replicó quél sabia mejor quel dottor dón-
él se lo avia estorbado, diçiéndole que la de se avian de aver, é que ya estaba ávi-
vida le avia de costar ó avia de ser go- do é aun harto más. El dottor le dixoque
bernador ; é que si el diablo no metiera por esso le paresçia que se viessen en
enmedio á sus hermanos, y en especial á cierta parte con cada diez ó doce de ca-
Hernando Piçarro, no creia que persona ballo. Estonces le dixo Almagro quél le
fuera bastante á deshermanarle. Mas quél respondería, que se fuesse á repossar,
con su soberbia é demasiada cobdiçia porque quando acabaron de passar esto,
avia metido cizaña entrellos, é que le era más de media noche. É créese que lo
descubría una cosa que tenia voluntad de mesmo passó con el alcalde Diego Nuñez
hacer más por don Francisco Piçarro que de Mercado, porque en fin se juntaron el
por quantos oviesse en la tierra, é que le alcalde y el dottor, é concertaron que Be
daba su fée de en viéndole, no negarle co- viessen con cada diez de caballo, é co-
sa de quantas le pidiesse. Y diçiéndole el municáronlo con el licenciado Espinosa,
dottor que lo començasse á mostrar con diciendo quellos querían andar el cami-
los que estaban allí en su nombre, dixo no hasta concertarlos, porque tenían apa-
que no queria que otro sino él ganassen rejo de caballos é muías para andar las
las gracias con don Francisco Piçarro : é postas, é respondióles que no cumplía,
diçiéndole que assi las ganaba, dixo al que no lo avian de hacer don Francisco
dottor en mucho secreto que la causa por Piçarro; é assi lo dexaron. Y cómo le
que no queria concertarse con los que allí contaron lo que avian passado con el ma-
estaban, era porque no queria que á Su riscal, hiço juntar á todos, é hícole un
Magestad se dixesse que aviendo estado raçonamiento pidiéndole que se concer-
discordes, avia seydo menester tantos pa- tasse con don Francisco Piçarro, y él le
ra concordarlos, sino que si avian reñi- respondió lo que al alcalde é al dottor
do, como otras veçes é como herma- avia respondido; pero no les dixo lo quo.
nos suelen hacer, ellos se avian concor- en secreto avia dicho al dottor é al al-
dado. Y por esto queria yr á verse con calde.
él, é no por aver enojo ni rompimiento Dice esta relación que para todas las
con él, porque él se excusaría desto, aun- discordias hallaron mucho aparejo en to-
que supiesse dexárselo todo; é que vién- das las personas principales que estaban
dose con él, daria orden en esto y en có- con el adelantado, en especial en Diego
mo hiçiessen á Su Magestad un servicio de AI vara do é Gomez de AI varado é don
de doscientos é cinqüenta mili pessos ó Alonso Enriquez y el licenciado Prado,
doscientos mili pessos de oro, y entender aunque algunos dcstosdeçian que se con-
en descubrir por la mar ó por la tierra cordassen los gobernadores, con tanto
más de lo que estaba descubierto, por- que no soltassen á Hernando Piçarro, por-
quedeçia que hasta estonces no avian vis- que si le soltassen no aprovecharian los
to más quel camino real, é que con esso conciertos: y creíase que lo deçian por la
enviarían á suplicar á Su Magestad les enemistad que tenian á Hernando Piçar-
diesse algunos vassallos con títulos. É di- ro ; mas despues se vido que deçian ver-
çiéndole el dottor que no sabia de donde dad.
avia de aver tanto oro para el servicio Como Fuenmayor vido que no se efel-
que deçia, pues dicíen que estaba tan po- tuaba cosa alguna, hiço ciertos requiri-
bre, é don Francisco Piçarro deçia que mientos con una provission que llevaba
318 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de la Cnancillería que reside en esta cib- bió al bachiller Gabriel Diaz, su capellán
dad de Sancto Domingo desta Isla Espa- é letrado é sabio é celoso del servicio de
ñola, donde su hermano el obispo don Dios é de Su Magestad, é secretario del
Alonso de Fuenmayor es presidente ; é dicho don Francisco Piçarro, para que
requirió á Almagro é á otras personas, todos echassen agua en estos negocios é
poniéndoles á todos muchas penas é que no metiessen fuego. Y volvióse al Cuzco,
no saliessen del Cuzco. Él avrá dicho á donde hablando con algunos de aquellos
Su Magestad la respuesta que le dieron: vecinos, los halló de mala voluntad en los
que la llevó por escripto. negocios de la paz, porque estaban muy
En este tiempo murió el licenciado Es- mal con Almagro; é decían que aviéndo-
pinosa , cuya falta se cree que hiço harto lo resçebido por gobernador con mucho
en estos negocios, y quedó el factor Gui- placer, en resçibiéndole, luego suspendió
llen Xuarez de Carvajal y el licenciado los indios é amenacó á los que avian es-
de la Gama é los demás, que trabaxaron cripto al Ynga que lo avian tractado mal,
harto para quel mariscal truxesse consigo diciendo que con los proçessos los avia
á los conciertos á Hernando Piçarro ; é á de enviar á Su Magestad: é con esto
importunación de los muchos que con él prendió á muchos, é les hiço poner acu-
estaban, lo hiço. É con esto se partieron saciones, porque avian ydo con Hernan-
los mensajeros ya dichos del Cuzco, é do Piçarro contra él, quando estaba en
quedáronse el alcalde Mercado y el dot- Urcos. Y condenaron á muchos dellos en
tor para que siempre hablassen al ade- penas pecuniarias, é aun los castigara
lantado en la concordia, aunque el factor más resçio, si no fuera por el licenciado
Guillen Xuarez hiço quedar al dottor, di- Prado que le yba á la mano, diçiéndole
ciendo que volvería presto, é que avia que no era justicia, porque aquellos avian
conosçido de muchos vecinos del Cuzco fecho lo que les mandaba el que tenían
(pie cizañaban é indignaban con cartas é por teniente é capitán. È á algunos de-
mensajeros á don Francisco Piçarro, é llos, quando partió del Cuzco, tomó los
metian mucho fuego para que no se con- caballos é armas que tenían, diciendo
certasse con Almagro. É díxoles que los qué! se los pagaría, que eran menester
metiesse por camino é les hiçiesse enten- para darlos á la gente que venían con el
der quán errados estaban, é quánto mal oro de Sus Magestades, é aun porque pu-
haçian en aquello ; é desde á poco se par- so muchas penas que ninguno fuesse á
tió el adelantado, é fué con el alcalde ranchear los caciques, é mandó ahorcar
Mercado, y el dottor salió con él buen dos negros suyos, que fueron los prime-
rato del Cuzco habiéndole en la concor- ros que cayeron en ellas.
dia , é le dixo que toviesse por cierto, que Todo esto bueno fuera en otro tiempo
si fuesse menester para la paz yr de ro- más sosegado en servicio de Dios é del
dillas adonde estaba don Francisco Piçar- Rey ; pero en tal sacón, é teniendo nes-
ro , lo haria. É assi el dottor escribió á çessidad de amigos perder los que tenia,
don Francisco Piçarro todo lo que avian é no solo perderlos, pero cobrarlos sus
sentido del mariscal, é que le paresçia contrarios, grand imprudencia me pares-
que llevaba voluntad para que por bien çe é falta de buen consejo. Passemos ade-
haría del todo lo que quisiesse ; y escri- lante.
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XV.

CAPITULO XV.
En continuación de las discordias de los dos gobernadores Piçarro é Almagro; é cómo el adelantado pro-
siguió su camino; é cómo nombraron terceros para sus diferencias, é cómo se entremetió entre ellos el co-
mendador fray Francisco de Bobadilla, provincial de la Orden de la Merced, é dexaron ambos gobernado-
res en sus manos sus diferencias ; é cómo se soltaron Gonçalo Piçarro y el capitán Alonso de Alvarado,
que avian quedado pressos en el Cuzco ; é de otros trabaxos é cosas concurrientes á la materia.

Uespues quel adelantado don Diego de sermones del dottor hicieron poco fructo,
Almagro se partió del Cuzco, llevando en más de rogar por algunos de los que
consigo presso á Hernando Piçarro, los cometían é hablaban cosas con que yban
que allí quedaron, assi de los de Chile, á la cárcel é queríanlos castigar, y el
que fueron pocos, como de los de Alonso dottor excusaba todo el mal que podía;
de Alvarado, que fueron muchos, ran- y grangeó con su buena intención que los
cheaban la tierra só color que lo querían unos é los otros quedaran mal con él.
para comer, é muchos lo vendian é res- Los vecinos escribieron á don Francis-
cataban é lo jugaban, é tornaban por más, co Piçarro que le era contrario, é los de
aunque les llevaban muchas penas, de las Chile escribieron al adelantado que ayu-
quales se proveyó la iglesia de hartas co- daba á los de don Francisco Piçarro, sus
sas que no tenia, en más de quinientos enemigos; pero Piçarro no les dio cré-
pessos. Y si los vecinos pedían licencia dito, é Almagro escribióle que estaba eno-
para yr á sus caciques, el teniente no se jado del, pero él le satisfiço.
la daba, diciendo que lo hacia porque no En este tiempo el adelantado siguió sa
los matassen allá, é con esto muchos de- camino, con el oro de Su Magestad, pa-
ltas compraban lo que avian de comer; é cificando la tierra por donde yba ; é co-
por esto deçian que no podian estar bien mo llevaba consigo á Paulo, hermano de
con Almagro, é que les avia de costar las Ynga (á quien él avia hecho Ynga), toda
vidas é las haciendas, porque no gobernas- la tierra le salió de paz, en especial por
se en el Cuzco ; é diçiéndoles el dottor Se- los llanos; porque estaban todos los ca-
púlveda que por bien haria qualquier cosa, ciques muy mal con la gente de don
ellos deçian que ya no lo avia de hacer Francisco Piçarro, porque como estovie-
sino por mal, é que por esto ya avian en- ron mucho tiempo apossentados en sus
viado á ofresçer á don Francisco Piçarro pueblos é la gente era muy mal manda-
çient mill pessos ó doscientos mili, para da , luciéronles muy malos tractamientos:
hacer gente é quitar al mariscal el Cuz- y aunque dello resçebia mucha pena
co. El dottor les dixo que fuera mejor Francisco Piçarro, no lo podia remediar.
servir á Su Magestad con ellos para la Lo qual era de otra manera en la gente
guerra del grand turco, é que les en- del adelantado, porque nunca más obi-
viara quien les hiçiesse justicia. Mas ellos dientes fueron á su capitán en exérçito
estaban tan indignados que aprovechaba del mundo, sin enojar á un indio por no
poco quanlo se les deçia, segund la mala enojarle á él; y esto más consistía en el
voluntad tenian tan aparejada de la guer- mucho amor que su gente le tenia, que
ra é que se matassen unos chripsüanos por temor de su castigo, é dcsía causa
con otros, aunque estaban entre infieles, era muy bien quisto de todos los indios;
por verse vengados. Y desta causa los y entre quatroçicnlos é çinquenta horn-
320 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
bres que traia, no ovo un ruido el menor hasta veynte de caballo de don Francisco
del mundo. Y desta manera caminó has- Piçarro é prendiéronlos, é tomáronles los
ta que Negó á ochenta leguas más allá de despachos que llevaban para Su Mages-
Lima, y quando allí llegó, ya Diego de tad; é aun díxose que los avian abierto é
Fuenmayor avia llegado á la Añasca con que les tomaron el oro que traian, ame-
los otros embajadores que volvieron del nacándoles é diçiéndoles palabras inju-
Cuzco, que Piçarro avia enviado, de los riosas: y en especial á don Alonso Enri-
quales supo la venida de Almagro: é dicen quez tractaron tan mal é tan avinadamen-
que Fuenmayor le hiço á Piçarro é sus te que no pudo ser más, porque pensa-
capitanes otro tal requerimiento como el ban quél era el que metia todo el mal. Y
que avia hecho á Almagro en el Cuzco. á la verdad estaban muy engañados, por-
Á esta causa se vino á la cibdad de los que aunque procuró mucho que matassen
Reyes con la gente toda, donde destru- á Hernando Piçarro, porque le avia él
yeron los mahiçales que estaban para co- Iractado muy mal, seyendo teniente del
ger, é aun no contentos con esto toma- Cuzco, en lo demás siempre procuró que
ban el mahiz que traían para los vecinos no oviesse rompimiento entre los gober-
é aun dentro de sus casas, é assimcsmo nadores é que estoviessen en toda paz é
las ovejas; é ovo hombres que les toma- concordia; é les dixo las verdades é lo
ron á septenta é ochenta puercos, é no que cumplia al servicio de Su Magestad,
era de maravillar, porque la gente no te- porque como es cavallero é de buena cas-
nia qué comer. ta , é criado del Emperador, nunca se vi-
Cómo el adelantado supo que don Fran- do en él sino mucho cuidado de la paz.
cisco Piçarro avia venido á aquella cib- Los malos decíen que lo hacia por se
dad, por quitarle de toda sospecha, en- poder yr con su oro más que por otro
vióle á decir con el contador Johan de buen çelo; y que desseasse guardar su ha-
Guzman é con don Alonso Enriquez é con cienda no erraba, quanto más que aun-
el alcalde Diego Nuñez de Mercado é un que fué uno de los que más riesgo corría,
Johau de Borregan, su procurador, con su nunca dexó de trabaxar lo posible, como
poder, é un escribano, cómo él venia á buen servidor de su Rey, en concertar los
verse con él, é á entender en su confor- gobernadores, de cuyas passiones pendia
midad y en la pacificación de la tierra é el mal de todos.
conquista del Ynga, é que traia á Her- Antes que estos mensajeros llegassen
nando Piçarro consigo y el oro de Su Ma- ante don Francisco Piçarro, les hiço tor-
gestad para que se enviasse á España. nar todo lo que les avian tomado, é sa-
Estos llevaban poder para hacer qual- lió á resçebirlos una legua fuera de la
quier concierto con Piçarro, é para divi- cibdad, é los rescibió muy bien; é con-
dir con él los términos ; é con ellos escri- certaron con él que se pusiessen las dife-
bió y escribieron los officiates de su go- rencias quél é Almagro tenían en manos
bernación á Su Magestad todo lo passado, de personas que para ello nombrassen. E
y encomendó mucho á estos mensajeros nombró don Francisco Piçarro á fray
que diessen orden cómo él é don Francis- Johan de Olias, viçeprovinçial de Sancto
co Piçarro se viessen. Y llegados estos Domingo, é á Francisco de Godoy, pa-
mensajeros al pueblo de...* ques trece le- ra que lo determinassen con don Alonso
guas de aquella cibdad, salieron á ellos Enriquez y el alcalde Diego Nuñez de

Hay un claro en el MS. autógrafo.


DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XV. 321
Mercado, é con esto se volvieron al ma- bre de mili é quinientos é treynta y siete
riscal. Y el provincial de la Orden de la años, cómo estaba prevenido para esso
Merced, fray Francisco de Bobadilla, el que ponia las velas, echó á.unos cria-
fuésse con ellos, porque dixo que que- dos del Gonçalo Piçarro por guardas, é
ría yr á hablar al mariscal en Chincha, metió con los pressos á un criado suyo,
ques veynte é ocho leguas de la cibdad é con este aparejo se soltaron todos á me-
de los Reyes, é allí avia poblado la cib- dia noche, sin ser sentidos, É vino aquel
dad de Almagro; é cómo supo los que Lorenço de Aldana con mucha gente ar-
estaban nombrados, holgó mucho dello. mada , é todos entraron en la possada del
Dicen que aquel padre Bobadilla se teniente, que possaba en casa del gober-
apartó con él, é que le dixo que estando nador, donde ellos estaban pressos, é
puesto en manos de tantos, que le pares- prendiéronle é hiriéronle en una mano, é
çia que nunca se conçertaria, é que seria prendieron al procurador de la cibdad ó
mejor que lo dexassen entrambos en sus á ciertos regidores é otras personas que
manos, que sabia muy bien la mucha jusr les eran sospechosas ; é fueron á la casa
tiçia quel mariscal tenia, porque se le en? de un alcalde é prendiéronle, é pusieron
tendia del altura ó cosmographia, é que fuego á las puertas é huyó por unos cor-
le prometía de le dar por términos de su rales. É andovieron por la cibdad, sa-
gobernación hasta quince ó veynte leguas queando los caballos é armas que halla-
de la cibdad de los Reyes; é otros dicen ron é aun otras cosas, puesto que no ovo
que le hiço muchos juramentos. É con es- muerto ni herido alguno más del tenien-
to Almagro lo dexó en sus manos ; é assi te, porque no ovo resistencia.
le hicieron juez entrambas partes para que AI dottor Sepúlveda le tomaron tres
entendiesse entrellos, é dividiesse los tér- caballos é sus negros, y él salió en cami-
minos conforme á lo que Su Magestad sa con una espada é una rodela, y en
avia mandado al obispo de Castilla del abriendo la puerta, le dieron dos botes de
Oro, don fray Tomás de Berlanga ; é lue- lança en la rodela, diciendo: «Viva don
go concertó que se viessen entrambos go- Francisco Piçarro». Y él juntóse con ellos,
bernadores con cada doce de caballo é por que no le hiriessen : é preguntando
su servicio. qué era aquello, pidiéronle los frenos é
En este medio tiempo, cómo el maris- las sillas de sus caballos; é diciendo é
cal avia dexado pressos á Gonçalo Piçarro obrando, tomáronle dos daragasé dos lan-
é á Alonso de Alvarado en el Cuzco, é allí ças: é queriéndole saquear la casa, estor-
avian quedado más de doscientos hom- bólo uno de aquellos, que le conosçia é
bres de los que Alonso de Alvarado avie avia resçebido buenas obras del. Y cómo
tenido consigo, é los más vecinos estaban vi do esto, quiso yrse á informar mejor, é
muy mal con Almagro, Lorenço de Al- halló en la plaça á los ques dicho con más
dana, que avia venido de Chile con el de ciento é cinqüenta hombres, é todos
mariscal, é se avia quedado en el Cuzco, llamaban capitán á Gonçalo Piçarro é á
diciendo que estaba enfermo, concertó Alonso de Alvarado é á Lorenço de Al-
con muchos cómo soltassen á Gonçalo Pi- dana : é llegóse á Gonçalo Piçarro é dí-
çarro é á Alonso de Alvarado. Y el te- xole que por qué andaban á robar, y él
niente Gabriel de Roxas barruntó algo preguntó que quién era, é dixéronle quel
dello é prendió cinco ó seys, é no acertó dottor Sepúlveda. Estonces cl Gonçalo
en quién eran los culpados; é un domin- Piçarro le dixo que no se tomaría cosa,
go en la noche, veynte é tres de septiem- sin pagarlo, é que aquello que hacían
TOMO IV. 41
322 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
avie seydo por soltarse. Y el dottor le di- Assi como fueron ydos, soltaron al te-
xo que desque fuesse de dia, mandasse niente é al procurador é regidores, é lue-
pregonar que todos los que oviessen to- go escribieron al mariscal y enviáronle la
mado algo lo viniessen á deçir é que información é processos que se hicieron
se lo pagarían, é que assi lo hiçiesse él contra los sussodichos; é de los bienes
pagar; é que desta manera sabrían que que hallaron, tomaron las condenacio-
no era su voluntad tomar cosa robada : é nes, y entregáronlas al receptor de las
dixo que assi se haría. penas de la cámara, é pagaron algu-
En esto diéronle al dottor en las espal- nas cosas á los dañineados de lo que les
das con un qüento de lança, é antes que avian robado, de los bienes del Gonçalo
le diessen con el hierro, acordó de yrse á Piçarro.
su possada. É cómo fué de dia, volvió al Luego el teniente envió á llamar mu-
Gonçalo Piçarro para que hiçiesse lo que chos chripstianos que estaban fuera de la
avia dicho, é muy enojado le respondió cibdad, porque tenían nueva de indios de
que se fuesse de allí ; y él pidióle sus ca- guerra; é despachó á un regidor de la
ballos ó alguno dellos, diçiendole que mi- cibdad, llamado Luis Matos, é á otros
rasse que la tierra estaba de guerra, é seys hombres con él, con los proçessos é
quel era viejo é no podia andar á pié ; y pesquisas del Gonçalo Piçarro é sus con-
él le respondió que no estaba en tiempo sortes , para que los viesse el mariscal é
de dar caballo á nadie, é que si tenia más, los enviasse á Su Magestad, é proveyes-
quél se los tomarie. É desque aquesto vi- se lo que conviniesse en ello.
do el viejo dottor, hícole un requirimien- El Gonçalo Piçarro é Alonso de Alvara-
to ante un escribano é testigos que le do é Lorenço de Aldana, é los que con
diesse sus caballos; y enojado desto Alon- ellos se huyeron de la cibdad del Cuzco
so de Al varado, arremetió á caballo con de la forma ques dicho, se fueron á la
una lança en la mano é quísole alancear, cibdad de los Reyes, donde don Francis-
y él se metió en una casa ; é assi se es- co Piçarro estaba ; é por su llegada se hi-
capó. cieron muchas alegrías, é ovo juegos de
Estos se partieron del Cuzco á los cañas é grandes regocijos, é muy buen
veynte é quatro de septiembre, que fué acogimiento que hallaron en el goberna-
el siguiente dia despues que se soltaron, dor, por se aver assi escapado de la pris-
é fueron con ellos hasta cinqüenta ó ses- sion su hermano Gonçalo Piçarro é los de-
senta hombres, porque no ovo caballos más.
para más.
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XVI. 323

CAPITULO XVI.
Que tracta cómo ambos gobernadores se vieron, é Almagro concedió todo lo que Piçarro le pidió, y en lo
de la deliberación de Hernando Piçarro se remitió al licenciado Prado é al licenciado de la Gama: é de la
sentencia que en ello pronunciaron *, é de otras tribulaciones é desasosiegos que á los unos é á los otros se
siguieron, que sumaria é suslançialmente esta relación los cuenta.

Uon Francisco Piçarro fué desde la cib- que se avia de concertar dexó allí á Die-
dad de los Reyes á **... á verse con el ade- go Nuñez de Mercado é al licenciado Pra-
lantado don Diego de Almagro, y él vi- do é á Johan Rodriguez, su procurador,
no allí de la manera que lo avia con- é á Alonso de Silva, escribano. É porque
certado el padre Bobadilla, é otorgó fué avisado cómo Gonçalo Piçarro con
á don Francisco Piçarro todo lo que le quinientos hombres estaba en celada pa-
pidió ; é quando le dixo que soltasse á ra prenderle, si no otorgasse lo que le
Hernando Piçarro, respondió Almagro pidiesse don Francisco Piçarro, disimu-
que allí estaba el licenciado de la Gama ladamente se 'despidió é se fué, porque
y el licenciado Prado, que diessen en ello Francisco de Godoy le dio priessa que lo
manera cómo lo pudiesse soltar sin que hiçiesse, por evitar escándalos. É assi se
le fuesse puesta culpa por Su Magestad; fué á dormir tres leguas de allí; é cómo
é assi sentenciaron estos licenciados que don Francisco supo que Almagro yba re-
soltasse á Hernando Piçarro, con condi* sabiado de la celada, envió á Francisco
çion que dentro de cierto término se pres- de Godoy que le desculpasse con él, di-
sentasse con el proçesso fecho contra él ciendo que no avia sabido della ; é Fran-
ante Su Magestad, é hiçiesse primero cisco de Godoy fué é le habló, diçiéndo-
pleyto homenage de complirlo, é de no le que la verdad era que don Francisco
ser contra el mariscal directe ni indirecte, Piçarro no avia sabido de la celada, sino
é de hacer que le enviassen al puerto de que Gonçalo Piçarro la avia fecho, sin le
Sanct Miguel, en un navio en que en- dar parte. Y el mariscal respondió quél
viasse los despachos para Su Mages- lo creería, sino que vido que al tiempo
tad. Todo lo qual mandaron só graves pe- que se llegaron á ver él é don Francisco
nas, é fueron fiadores de Hernando Pi- Piçarro, no avian tocado las trompetas
çarro, para complir todo lo dicho, el que tenia allí don Francisco Piçarro, por-
capitán Hernand Ponce de Leon é An- que le avian dicho que estaba concerta-
tonio Picado é Johan Bárbara é Bachi- do, con los trompetas por señal, que quan-
cao é Hernand Gonçalez, vecinos de la do las tocassen, saliessen los de la celada
cibdad de los Reyes; é para lo demás é le prendiessen. Con todo esto Almagro

? Debe advertirse, para mayor conocimiento del gobernaciones ; é cómo Almagro, só ciertas capitu-
códice original, que de este sitio quitó Oviedo las laciones , soltó á Hernando Piçarro; é cómo vino
siguientes líneas: «E de la celada que se puso pa- una provission de Su Magestad é le dieron el enten-
ra prender á Almagro é cómo se libró de ella ; é có- dimiento que quisieron, é no se guardó nada de lo
mo envió una balsa con ciertos despachos á Su Ma- prometido, é del robo fecho á los oficiales de Su
gestad é tuvo aviso dello Piçarro é despachó un na- Magestad , é cómo el licenciado Guillen Xuarez de
vio tras ella é la tomaron é robaron lo que llevaba Carvajal dexó la vara, porque no le dexaron hacer
rf prendieron los que en ella yban é tomaron los justicia».
despachos que yban á Su Magestad; é la senlenria •* Hay un claro en el original. Las vistas de Pi-
que dio el frayle Bobadilla en lo de los limites de las zarro y de Almagro se tuvieron en Mala.
324 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
respondió que no.dexaria por esso de ha- é no se extendía á lo que su sentencia
cer lo que avia prometido, porque él te- deçia ; pero como la sentencia se pronun-
nia tanta gana de las paces, que no avria ció, dixo el alcalde Diego Nuñez de Mer-
cosa que le estorbasse de venir en ellas: cado allí luego al frayle que la dio: — «Dí-
é assi se volvió Godoy con esta respues- goos, padre, que aves dado una senten-
ta, é" Almagro se fué á Chincha. Y cómo cia la más injusta é agraviada que se ha
vido que no le daban la nao, acordó de dado despues que Pilato sentenció á Jesu
hacer una balsa ; y hecha, envió en ella Chripsto hasta agora ». É respondióle el
los despachos que tenia para Su Mages- frayle:-«Pues si injusta es* á España y're*
tad, suyos é de los officiates de Çéssar, mos é lo veres ». É Diego de Mercado le
y envió seys ó siete chripstianos en ella, replicó é dixo:—«Todos yremos allá, é
diestros de la mar, con algunos indios acá diré yo esto é quantos sin passion lo
que la guiassen, y envió algún oro para quisieren entender». Assi que, apelada,
sus factores, é otras personas enviaron entremetiéronse á concertar estos gober-
oro. De lo qual fué avisado don Francis- nadores el capitán Hernand Ponce y el
co Piçarro ; é dicen que pensó que en- alcalde Diego Nuñez de Mercado é Fran-
viaba allí á Hernando Piçarro, é mandó á cisco de Godoy : é hicieron ciertas capi-
ciertos marineros que fuessen en una nao tulaciones é conciertos, con homenages é
con cierta gente donde les mandasse graves penas, assi de parte de don Fran-
Francisco Martin de Alcántara, su her- cisco Piçarro é sus capitanes, como por
mano de madre (porque de la madre des- Almagro é los suyos, con muchos jura-
te fueron hijos el don Francisco é Johan mentos é penas, como lo ordenó el licen-
é Gonçalo Piçarro, é todos tres eran bas- ciado Prado. Y en cumplimiento desto
tardos, é solo el Hernando era legítimo). Almagro soltó luego á Hernando Piçarro,
El Francisco Martin fué hasta cerca de é lo envió adonde estaba su hermano, y
vcynte leguas de la cibdad de los Re- envió con él á le acompañar á su hijo don
yes, donde llegado el navio supieron Diego de Almagro é á otros cavalleros; y
nuevas de la balsa, é sin esperar al Fran- estovieron allá una noche con él, en la
cisco Martin fueron allá é la tomaron, é qual fueron avisados que no les avian de
le tomaron primero ciertos tiros. Toma- guardar cosa de las prometidas, porque
da, les quitaron á los que en ella yban, ya Hernando Piçarro concertaba de yr
los despachos que llevaban, é les roba- con más de ochocientos hombres contra
ron el oro é plata é lo repartieron entre el mariscal : entre los quales avia muchos
sí, é los llevaron á la cibdad pressos en arcabuceros que avia llevado Per Ançurez
cadena con sus colleras, é pusiéronles en é otros, que se avian allegado con los ar-
la cárcel pública, é la justicia cobró al- cabuces que se compraron con el oro de
guna cosa del oro é depositólo. Su Magestad; é con esta mala nueva otro
En este tiempo el provincial Bobadilla dia se tornaron á Almagro é le dixeron lo
dio la sentencia, en que mandó que Al- que avian sabido. Él retiróse seys leguas
magro restituyesse en el Cuzco á Hernan- atrás, é fundó allí la villa de Almagro con
do Piçarro é requiriesse con las provissio- hasta treynta vecinos, é puso alcaldes é
nes de Su Magestad á don Francisco Pi- regidores conforme á las dichas capitula-
çarro ; é otras cosas mandó ó declaró, de ciones.
lo qual todo apeló el procurador del ma- En este tiempo llegaron los que traían
riscal, porque dixo quel poder que le cartas del teniente Roxas, en que le ha-
avian dado para sentenciar era limitado, cia saber de la manera que se avia sol-
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XVI. 325
tado Gonçalo Piçarro é Alonso de Al- ron quel clérigo é otros con él avian or-
varado é los demás, é cómo la cibdad denado la carta. É Diego de Alvarado,
del Cuzco estaba alterada, y él tenia po- por aver amonestado muchas veces al
ca gente para apaçigualla, que le pedia clérigo que se apartasse de aquellas co-
que le enviasse á Diego de Alvarado para sas , estovo para empozalle, sino que al-
que la sosegasse; y el adelantado don gunos le dixeron que era mal caso, é aun
Diego de Almagro rogó mucho á Diego solamente por le tener presso, si no fues-
de Alvarado que fuesse con sus poderes se en lugar honesto, para remitirlo á su
á sosegar aquella cibdad, y él lo hiço perlado lo más pronto que pudiesse; é si
despues de muy importunado. É cómo no lo hiçiesse assi, que estaba descomul-
llegó al Cuzco, halló la cibdad muy escan- gado : é por esto se lo dio al dottor Sepúl-
dallada, é se movían algunos motines: veda para que lo pusiesse en casa del te-
é habló á los vecinos, atrayéndolos por niente Roxas.
bien é apercibiéndolos que castigaría á En essa sacón llegaron cartas de Alma-
los que no se apartassen de aquellos al- gro, haciendo saber á Diego de Alvarado
borotos ; y en especial avisó mucho á un cómo después que en cumplimiento de las
clérigo que avia estado presso sobre la capitulaciones se avia retraydo en Chin-
soltada de Gonçalo Piçarro, porque le pa- cha é fecho allí la villa de Almagro, le
resció que era muy bullicioso. É con todo enviaron don Francisco Piçarro é su her-
esto, aunque algunos se dexaron dello, mano á notificar una provission de Su
supo que en casa de Narvaez, escribano Magestad, en que mandaba á don Fran-
del cabildo, se avian juntado ciertos hom- cisco Piçarro é á él é á don Pedro de
bres á escrebir á Francisco Piçarro, para Mendoça (ques el capitán que fué á po-
le hacer saber cómo en aquella cibdad te- blar el rio de la Plata) que se estoviessen
nia más de doscientos hombres, é que adonde les notificassen aquella provis-
fuesse allá é luego la tomada, ó que les sion , aunque alguno dellos oviesse entra-
enviasse un capitán con quien se alçassen do é poblado en la gobernación del otro;
por él. É dixéronle á Diego de Alvarado, é quél le avia obedesçido y fecho prego-
quel mullidor é movedor de todo era nar con muchas fiestas, é que se avian
aquel clérigo, lo qual supo de un hijo de holgado mucho con ella, porque le pa-
Diego Rodriguez de Figueroa, que por resçia que era para quitarlos de enojos, é
verle un dia entrar é salir muchas veces quél poseería hasta donde estaba hasta
en aquella casa, le prendieron sobre sos- que Su Magestad otra cosa proveyesse,
pecha, é confessó lo ques dicho, é quél como aquella provission lo deçia ; é quél
era en ello, porque Diego de Alvarado, avia enviado su procurador con la mesma
luego que llegó al Cuzco, avia prendido á provission á requerir á don Francisco Pi-
su padre por algunos alborotos que con çarro (porque avia sabido quél y Hernan-
sus pláticas haçia, é le avian puesto en do Piçarro se aparejaban para darle guer-
una prission, donde no se sabia del. Lue- ra); y que en saliendo de Chincha por las
go Diego de Alvarado envió cierta gente muchas revueltas que avia entre la genio
á la dicha casa, é hallaron muchos de los de don Francisco Piçarro, avian hecho
que aquel avia dicho, juntos, é prendié- maestre de campo á un Valdivia, é que
ronlos á todos é al clérigo con ellos, é híco- aqueste con ciertos capitanes avia ydo
los echar en el cepo : é aquella noche pu- con gente ; é robaron toda su retroguar-
so á muchos dellos á tormento, é confes- da, é robaron al thessorero Riquelme to-
saron ser verdad aquello, é algunos dixe- do lo que tenia, é que sabia quel thesso-
326 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
rero se avia ydo á quexar á don Fran- los avia traydo á la cibdad de los Reyes,
cisco Piçarro de lo que le robaban, é á é que en el camino se avia ahogado don
requerirle que les mandasse que no los Chrípstóbal **...éuno que se decía Luis
robassen, é mirassen que no robassen el de Sanct Millan; é que avie sabido que avie
oro de Su Magostad: é que le avia res- prendido á Maldonado, su caballeriço, é
pondido que no podia hacer más; quél un Pero Gomez, é se avia ahogado un
tenia recabdo para que no llegaran al oro Vazquez que estaba con ellos, é que yria
de Su Magestad. É que yendo el thesso- sobre él. É que avie sabido que Valdivia
rero á su possada á quitar lo que le roba- avia ahorcado á uno de los de don Fran-
ban , le dixo Bachicao que le avisaba si cisco Piçarro, porque le halló detrás de
quería salvar su vida, que no fuesse á unas paredes diciendo que estaba allí pa-
su possada, é que diesse al diablo la ha- ra huyrse é yrse adonde él estaba, é no
cienda , é assi se quedó. É que sa- le aprovechó al pobre hombre decir que
bia que avian robado á Johan Rodri- no avie pensado tal cosa ; é que después
guez Borregan é al veedor Turégano, é deçia el mesmo Valdivia que más le avia
al factor Mercado, é que avian tomado al ahorcado, por poner miedo á los demás,
factor Guillen Xuarez de Carvajal hasta para que no se le passassen á Almagro,
dos mili pessos de valor, de refresco que á que no por cosa que aquel oviesse hecho.
él le enviaba. É que aviendo el licenciado É quél se avia subido á Guaytara, ques
Carvajal prendido los que pudo aver de en la sierra, é avie fecho poner un capi-
los que lo hicieron, avian ydo de noche tán con cierta gente en un passo muy
á la cárcel, é la quebrantaron é soltaron fuerte, para que por allí no entrasse la
los pressos; é hiço pesquisa delio, é có- gente de don Francisco Piçarro ; y que
mo no le dexaron hacer justicia é vido las en este tiempo se hinchó de bubas é le
cosas de la manera que yban, dexó la dieron muy resçios dolores. É que avia
vara de teniente, é por mucho quel go- escripto á don Francisco Piçarro, que le
bernador don Francisco Piçarro hiço con pedia por merced que guardasse las ca-
él, porque la tornasse á tomar, nunca lo pitulaciones entrellos fechas, pues no po-
quiso haçer. É que don Francisco Piçar- dia tardar juez de Su Magestad que les
ro no dexaba yr á los mercaderes de partiesse los términos de las gobernacio-
aquella cibdad á contractar sus mercade- nes , é que no diesse causa á muerte de
rías adonde él estaba. É cómo cada uno chripstianos ; é lo mesmo le avian escrip-
pensasse que»aquella provission real que to don Alonso Enriquez y el licenciado
llevó Per Ançurez hacia su favor de su de- Prado é otras personas celosas del servi-
recho (don Diego de Almagro para estar- cio de Dios é de Su Magestad, é aun los
se donde estaba, é don Francisco Piçar- que con Piçarro estaban le deçian lo mes-
ro para echarle dello) hicieron alegrías mo. É que les deçia é respondía don
con ella , y escribió don Diego Almagro, Francisco Piçarro que le restituyesse Al-
que se avia retraydo á *.... é que estan- magro el Cuzco é lo pusiesse en tercerías
do allí supo cómo don Francisco Piçarro en tres personas que lo tuviessen hasta
avia enviado á despojar la villa de Al- que Su Magestad proveyesse; é que Her-
magro, de donde avian llevado pressos á nando Piçarro nombraba las personas que
los alcaldes é regidores del la, é que assi avian de ser, que era la una el hijo legí-
Hay en el MS. autógrafo un elaro ; pero debió " El apellido está en blanco en el códice origi-
decirse indudablemente Zangalla, valle á donde nal.
Almagro se retrajo desde Chincha.
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XVI. 327
timo de Gonçalo Piçarro, é la otra Her- taba allí, quando prendieron á Luis Ma-
nando Piçarro, é la otra él mesmo. É que tos é á los otros, le soltó, é los demás
á ellos no los avia respondido don Fran- llevó pressos ante el mariscal.
cisco Piçarro, é que avia enviado al con- É de los que llevaron esta carta á Diego
tador Johan de Guzman, é al licenciado de Alvarado se supo que porque don Die-
Castro, predicador, con despachos para go de Almagro avia sabido que un page
Su Magestad, é con ellos le avia enviado suyo avisaba de todo lo que passaba á don
á requerir con una provission, por la Francisco Piçarro, le avia mandado ahor-
qual mandaba Su Magestad que ninguno car. Y enviaba don Diego de Almagro á
tomasse cartas ni despachos que fuessen pedir á Diego de Alvarado que le envias-
á Sus Magestades ni los impidiessen : é se la más gente que pudiesse ; y envióle
que notificándole la provission, cómo un mandamiento para que para ello to-
ellos debian ciertas debdas, prendiéron- masse cierto oro de lo que eslaba em-
les por ellas, por embaraçarlos. É que có- bargado de Hernando Piçarro é Gonçalo
mo lo supo don Diego de Almagro, les en- Piçarro. É Diego de Alvarado envió á Pe-
vió lo que debian; é non obstante esso no dro de Oñate con hasta çient hombres de
los dexaron yr ni enviar los despachos: é los que allí estaban, para los quales tomó
volviéronse huyendo adonde estaba el algunos caballos de los del Cuzco. É lue-
mariscal, é que avia sabido cómo le avian go le llegó otra carta, en que deçia que
tomado la balsa, que nunca hasta eston- don Francisco Piçarro ni Hernando Piçar-
ces lo supo. É que Felipe Boscan é otros ro no guardaban las capitulaciones ni ju-
treyuta con él estaban en el cacique de ramentos que con él tenían, é que ya se
Yucay, ques quarenta y cinco leguas de avian desvergonçado de manera que se
la cibdad de los Reyes, é avia prendido querían alçar con la tierra; que le rogaba
á Luis Matos é á los otros seys que con é requería, como áleal vassallo de Su Ma-
él venían á traer los proçessos que contra gestad, que le fuesse á ayudar á defendér-
Gonçalo Piçarro é sus consortes se avian sela. É junto con esta carta fueron nue-
fecho : é que les tomaron los caballos é vas que Hernando Piçarro yba al Cuz-
proçessos é cartas é oro é plata que traían, co, é que estaba en Vilcas, ques qua-
é los avian llevado pressos ante don Fran- renta leguas del Cuzco. É luego Die-
cisco Piçarro, y él los avia enviado pres- go de Alvarado aderescó para partir-
sos á la dicha cibdad. É que cómo él avia se: é algunos le importunaban que jus-
sabido esto, envióá Alonso del Valle, un tiçiasse algunos de aquellos que avian
soldado de Italia, á Yucay con diez y sie- fecho el motin; é no quiso hacerlo, di-
te compañeros, é dieron en el Felipe ciendo que pues no se avia seguido mal
Boscan é los que con él estaban una ma- dello, que bastaba tenerlos pressos, por-
drugada, é aunque mataron uno de los que con esto se asegurarían, é que no se
de Almagro con las ballestas é arcabuces tornarían á alçar. É á la verdad el Diego
que tenían, prendieron al dicho Felipe de Alvarado es hombre que no le movían
Boscan é á Johan de Barrios é á un Flo- passiones para hacerle hacer otra cosa
res, é hirieron á otros, é robáronles los sino loque fuesse raçon. Y es mañoso en
caballos é otras cosas, é los demás hu- saber contentar é atraer la gente, é te-
yeron. É porque supo Alonso del Valle nerla en paz é justicia : é conosçiendo es-
que Johan de Barrios no avia ydo allí á to del, le nombró don Diego de Almagro
pelear, mas de á ver su cacique é defen- por gobernador hasta que Su Magestad
der que no le maltractassen, é que no es- proveyesse; é como hombre constante, no
328 HISTORA GENERAL Y NATURAL
le movieron en esto que le pedían ni otras pensaba tornarla á conquistar. É metié-
cosas de que era importunador. É luego ronse ciertos cavalleros enmedio é con-
salió del Cuzco con treynta hombres con certáronlos.
intención de resistir á Hernando Piçarro Quando Felipe Gutierrez en el assiento
la yda del Cuzco en ciertos passos, que del cacique Nañasca * vido que la guerra
hay tan malos que era harta parte para avia de ser con chripstianos, dexó el car-
ello. go de capitán y estúvose en la cibdad de
En este medio tiempo ovo diferencias los Reyes hasta que soltaron á Hernando
entre don Francisco Piçarro y Hernando Piçarro, que se juntó con él é tomaron
Piçarro, é llegaron á tanto, que se despi- mucha amistad ; pero nunca quiso acep-
dió Hernando Piçarro para yrse á Casti- tar cargo de gente, sino en apaciguar mu-
lla; é pluguiera á Dios que lo hiciera, y chos chripstianos que avia entre la gente
excusáranse tantos males, como ovo é de don Francisco Piçarro, é consejarlos
avrá. Diçen que dixo don Francisco Pi- que quisiessen la paz.
çarro que antes quisiera que fuera ydo, Diçen que dixo que quería yr con él
porque sin él avia conquistado cierta tier- hasta el Cuzco, para entender entre él é
ra é quél se la avia alçado ; é que sin él don Diego de Almagro.

CAPITULO XVII.
Eo que se tracta de la batalla ó recuentro de Hernando Piçarro contra el adelantado Diego de Almagro, é
fué vencedor Hernando Piçarro; é cómo fué tomado el Cuzco é presso el adelantado Almagro; é de las
crueldades é robos de los vencedores contra los chripstianos é gente de Almagro, é otras particularidades
é cosas mal fechas en esta jornada en deservicio de Dios é del Rey, y en daño de muchos españoles.

U na madrugada Hernando Piçarro con si como entraron por la sierra se almadia-


la gente dieron en el passo que tenia el ron, y estaban tan desbaratados que con
capitán de Almagro é tomáronselo, que çinqiienta hombres los prendieran á to-
no fué poco segund es fuerte, pero falta- dos , porque su gente, como estaban he-
ron los ánimos á los defensores ; é cómo chos á las sierras, eran mucho más dies-
lo supo Almagro, tollido como estaba é tros en esso y estaban á punto : y el ca-
muy enfermo, salió de Guaytara é juntó pitán Noguerol prendió dos de los corre-
su gente que tenia derramada, é caminó dores de don Francisco Piçarro, aunque
de noche, é con él don Alonso Enriquez, él quedó malamente herido en un braco.
con mucha tempestad de viento é agua, É cómo supieron el desconcierto que en
é por tan mal camino que don Alonso En- los contrarios avia, querían yr á dar en
riquez se despeñó, é cayó con su caballo ellos, é diçen que Almagro dixo que no
por entre unas peñas muy altas, donde quería pelear con chripstianos, sino quél
quedó muerto el caballo, y él escapó con los traería tras sí é los cansaría, hasta
un braco quebrado, é se tuvo por mira- que fuesse juez de Su Magestad que los
glo no hacerse pedaços. quitasse de aquellas diferencias; pero
Almagro supo por sus espías cómo to- créese que su enfermedad fué la que le
da la gente de don Francisco Piçarro as- hiço tener essa paciencia, puesto que mu-

Antes ha dicho Añasca : otros historiadores serva en nuestros días la población que era cabeza
sus coetáneos escribieron Nasca, nombre que con- asiento de este señorío.
DE INDIAS. L113. XLVJI. CAP. XVII. 329
chos deçian quel licenciado Prado era taré. É si tus chripstianos no quisieren
causa desso, porque siempre le conseja- JT, déxame yr á mí solo con mis indios,
ba que se fuesse retrayendo antes que é yo haré lo que digo; questos tus chrips-
romper con don Francisco Piçarro. É as- tianos, con tantas mugercs como tienen,
si levantó su real de Guaytara é se fué no hacen cosa á derechas». É nunca Al-
por la sierra hasta Vilcas; é allí llegó magro consintió. É preguntándole algu-
Oñate con la gente que traia del Cuzco, nos por qué no dexaba yr á Paulo á ha-
é luego llegó Diego de Alvarado, é supo cer aquello, dixo Almagro que no quería
que las nuevas que deçian era que estaba que los indios supiessen que eran bastan-
allí cerca Hernando Piçarro, é que don tes para desbaratar á mili chripstianos,
Francisco Piçarro se volvió á los llanos, que le deçian que venian allí. É cómo es-
é concertó con Hernando Piçarro que se to respondió Almagro, muchos ovo que
fuesse con la gente al Cuzco é dióle sus blasfemaban del é del licenciado Prado,
poderes, y^ él fué á la cibdad de los Re- con el qual muchos estaban mal, porque
yes. Como Hernando Piçarro supo que deçian quél avia seydo causa dos veces
Almagro se retraía, fué tras él é tomóle que no oviesscn desbaratado á don Fran-
algunas cosas de la retroguarda ; é aun cisco Piçarro é á Hernando Piçarro con
dicen que mataron dos hombres de los los consejos quél daba al adelantado don
de Almagro, que hallaron. Diego de Almagro ; é que lo hacia de mie-
Estando el mariscal en Vilcas adolesció do.
de muy graves fiebres sobre las bubas é Este dottor Sepúlveda, médico, como
dolores quél se tenia, é llegó muy al ca- buena persona é celoso del provecho de
bo de su vida; y escribió una carta al Dios, é que quisiera él verlos á todos en
dottor Sepúlveda al Cuzco para que fues- paz, preguntó al adelantado que por qué
se á verle é le hiçiesse llevar algún refri- estaban tan mal con el licenciado Prado,
gerio , porque nunca don Francisco Piçar- y él le dixo: — «Noestarán mal con él sino
ro avia permitido que le llevassen cosa hombres locos é de poca suerte ; porque
alguna. Y el dottor se partió del Cuzco en los demás bien ven quel consejo quél me
fin de enero, año de mili é quinientos é dá, excusando qualquier rompimiento, es
treynta y ocho, y en el camino topó otros de buen chripstiano é de buen servidor
dos mensajeros que yban á llamarle; é de Sus Magestades; é assi le pienso yo
quando llegó cinco leguas de Vilcas, to- pagar sus buenos consejos». Édíxole más
póle allí que yba en unas andas, muy Almagro: que avia ganado mucha honra
fatigado de sus enfermedades. E por- con don Francisco Piçarro, quando se
que sabia que Hernando Piçarro se yba vio con él, porque avia fecho más de lo
á más andar á meter en el Cuzco, é que á este dottor é al alcalde Diego Nu-
traia Almagro consigo á Paulo con has- nez de Mercado les avia prometido, é que
la quatro mili indios, díxolc allí Pau- hiciera más, si más le pidiera; de lo qual
loeste raçonamiento, como hombre que dixo que eran testigos los que con entram-
le pessaba del trabaxo, en que via al bos avian estado, é que se informasse de
mariscal:—«Yo quiero tanto á mis mu- don Alonso Enriqnoz, que avia séydo
geres como tus chripstianos á las suyas, pressente á todo lo que le deçia. quél se
é las dexaré, y dexen ellos las suyas; y lo dirie bien.
vamos a la ligera, y en passos que hay Ya en este tiempo se apartaba de los
yo mataré la mayor parte de la gente consejos de sus amigos el adelantado, as-
que trae Hernando Piçarro é le desbara- si de Diego é Gomez de Alvarado é I icen
TOMO IV. 42
330 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
çiado é otras personas, por no aver eno- dottor les dixo que, si ellos la entendían
jo con tantos como se atrevían â hablar, bien, que era en favor de entrambos; por-
viéndole tan enfermo, qué de antes, es- que lo que sentía della (y estaba claro,)
tando él sano, no se atrevían á hablar era que la voluntad de Su Magestad fué
tan largo. que no oviesse rompimiento, é que aque-
Eu esta sacón envió el adelantado á su llo se avia proveydo como si vieran en
teniente Orgonez *, con hasta çient hom- Castilla lo que por acá avia de acontes-
bres, para que se metiesse en el Cuzco çer, é que no curassen de darles otros en-
antes que Hernando Piçarro allegasse, é tendimientos , porque ella mesma se de-
assi lo hiço. É como llegó al Cuzco, hiço claraba bien. Y cómo á algunos dellos les
albarradas é fortificó las calles, é mandó paresçia quel paresçer de un médico no
pregonar las capitulaciones de la provis- era tan bastante como el de un legista,
sion que avia llevado Per Ançurez, é man- muchos fueron con el mesmo dottor al li-
dó que todos hiçiessen alarde : é hiço pre- cenciado Prado, para que les dixesse lo
gonar assimesmo las provissiones, que don que le paresçia del entendimiento, que se
Diego de Almagro tenia de Su Magestad debia dar á aquella provission; y él les
para ser gobernador; é les dixo que don dixo lo mesmo quel dottor les avia dicho.
Francisco Piçarro é sus hermanos se que- Mas cómo traían diferentes los apetitos
rían alçar con la tierra contra las provis- de su passion, cada uno seguia lo que su
siones de Su Magestad, é que todos los sesso les dictaba, aunque muchos se ti-
que quisiessen favoresçer é ayudar al go- raron afuera de los que estaban muy me-
bernador don Diego de Almagro para de- tidos en su error, é quisieron-ser neu-
fenderse dellos, servirian á Sus Majesta- trales.
des , é quél los proveería de lo que ovies- Al tiempo questa gente de los Piçarros
sen menester. É con esto atruxo á sí mu- llegó, estaban los mahices del valle del
chos , é los socorrió del oro é plata que Cuzco para cogerse é todo lo destruye-
allí estaba de Hernando é Gonçalo Pi- ron , sin ser parte don Diego de Alma-
çarro. gro ni otra persona para estorbárselo;
En este estado ques dicho, llegó el ade- porque deçian que muy peor lo hacían
lantado Almagro con la gente restante en la cibdad de los Reyes Ja gente de don
que tenia, é tornó á hacer pregonar to- Francisco Piçarro, porque aun dentro de
das las dichas provissiones Reales é ca- las casas se lo tomaban á los vecinos.
pitulaciones; é requirió de parte de Sus Y este destruymientode los mahiçales fué
Magestades á los vecinos é á otros mu- mucha causa para la grande hambre, que
chos que le ayudassen á resistir aquella se siguió después en el Cuzco.
tiranía é fuerça que le querían hacer don En este tiempo supo el mariscal que
Francisco Piçarro é sus hermanos. Hernando Piçarro estaba veynte leguas-
Muchos preguntaron á aquel dottor mé- del Cuzco : é hiço juntar los alcaldes é re-
dico, como hombre sabio é que estaba gidores é offiçiales de Su Magestad, é re-
fuera de passion, que qué le paresçia de quirióles que fuessen á requerir á Her-
aquella provission, que avie llevado Per nando Piçarro que no fuesse á aquella go-
Ançurez, é que les dixesse en cuyo fa- bernación con mano armada, como yba;
vor de los dos gobernadores era: y el porque seria causa de muertes de hom-

Ucsde aqui en adelante le apellida asi cons- del siglo XVI.


tantemente, conforme con los demás historiadores
DE INDIAS. LIB. XLVil. CAP. XVII. 331
bres chripstianos é otros muchos males. pagaron del oro é plata de Hernando é
É no ovo quien osasse yr á hacerle el re- Gonçalo Piçarro. É supo Almagro que
quirimiento, diciendo que Hernando Pi- avian ydo dos cartas de Hernando Piçar-
çarro tractaba tan mal á los mensajeros, ro para algunos de la cibdad, é halló que
que no avia quien osasse yrle con mensa- eran en ello dos vecinos del Cuzco : uno
je, é porque sabían que avia mandado á los de los quales se deçia Pedro de Castro
arcabuceros que matassenáqualquier que (en poder de quien las hallaron); el otro
le fuesse con conciertos ó requirimientos; se llamaba Diego Rodríguez Limosin: é
é que toda la gente que consigo traia ve- prendiéronlos é loviéronlos para ajusti-
nia muy indinada contra don Diego de ciar ; y el contador Johan de Guzman y
Almagro é contra los que con él estaban, el dottor trabaxaron quanto pudieron por-
porque los vecinos que se avian ydo del que se les diesse la vida, é acabáronlo é
Cuzco les avian hecho creer que Almagro que se quedassen pressos.
é todos los suyos estaban aleados contra En essa sacón un vecino del Cuzco, que
el servicio de Su Magestad, é deçian que se deçia Villegas, habló con Paulo Ynga
Hernando Piçarro les avia prometido el para que se fuesse con él á don Francis.
saco del Cuzco y el repartimiento de la co Piçarro, diçiéndole que Almagro no
tierra. É cómo el dottor Sepúlveda supo era gobernador, é otras cosas feas contra
que ninguno queria yr á hablar á Hernan- él, é que tenia más de otros cinqüenta
do Piçarro, aunque él estaba enfermo de chripstianos para yrse; é Paulo descu-
una cayda, dixo quél queria yr, é fué á briólo al gobernador don Diego de Alma-
la cárcel á ver á unos criados é amigos gro. Y él envió dos españoles á casa de
de don Francisco Piçarro, que estaban Paulo para que estoviessen escondidos é
pressos ; y estando hablando con ellos, le oyessen lo quel Villegas deçia, porque el
apartó un criado de Hernando Piçarro, Paulo avia concertado con él que fuesse
que era como su secretario, que se deçia á la noche por la respuesta; é assi fué. é
Felipe Boscan, é le dixo que le avian di- oyeron los españoles todo lo que dixo Vi-
cho que queria yr á hablar á Hernando llegas, y el Paulo se excusó con él, di-
Piçarro : que no lo hiçiesse, porque no le ciendo que no osaría yr con él.
cumplía. É nunca pudo sacar del el por Otro día prendieron al Villegas, é con-
qué ; mas de quanto le rogó que por lo fessé todo lo que Paulo avía dicho é con-
que al mesmo dottor cumplía, no lo hr- denó á otros muchos; é assi le ajusticia-
çiesse. ron, sin que alguno fuesse parte para ex-
En esta sacón llegó uno que se avia cusarle la muerte, é prendieron á otros
ydo huyendo de Hernando Piçarro, é dos de los que avia condenado é también
dixo que era cierto que Hernando Piçar- los ajusticiaran, sino que Diego de Al va-
ro avia mandado á los arcabuceros que, rado é Gomez de Al varado los escaparon,
en viendo que alguno yba con algunos quassi contra la voluntad de la más de la
conciertos é requirimientos, que le ma- gente.
tassen sobre su ánima é la de Felipe Gu- Yo oy decir al dottor Sepúlveda que se
tierrez ; é con esto, é con estar el dottor avia hallado á tomar el dicho á Paulo so-
enfermo, no le paresció que era camino bre lo de Villegas, y estando solos don
de convalesçer, é dexó la yda. Diego de Almagro y este dottor é Paulo
Almagro é su teniente Orgonez toma- é una lengua ; é dixome quel Paulo avia
ron algunas armas é caballos de los que dicho que por qué aquellos chripstianos
no los querían ayudar, aunque las más se querían yr del mariscal don Diego do
332 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Almagro á don Francise* Piçarro, é que enfermos por importunación del contador
le dixo Almagro que porque él no tenia Johan de Guzman y el dottor Sepúlveda,
oro ninguno que les dar, que se le tenia de los quales murieron dos.
todo don Francisco Piçarro, é que replicó El achaque por donde essos fueron
Paulo, é le dixo:—«Pues acaba esto de pressos, fué decir que muchos dellos
Hernando Piçarro, y yo te daré oro har- avian dicho que en llegando Hernando Pi-
to para dar á todos». É díxole el ma- çarro é su gente á pelear con el mariscal
riscal que avia menester mucho para en- é la suya, que ellos avien de dar en la
viar al Emperador, nuestro señor, cuyos gente del mariscal por las espaldas, é á
criados eran él é todos los chripstianos; algunos dellos les hallaron armas escon-
é Paulo le dixo:— «También te daré para didas (otros deçian que las escondían
esso más oro é plata que dio Atabaliba, porque no se las tomassen), Pero*en la
mi hermano; é ya sabes que hasta aquí verdad muchos de aquellos pressos esta-
no te he dado ni prometido cosa, porque ban apassionados por don Francisco Pi-
no tenia los camayos de oro, é agora que çarro é por sus proprios intéresses, por
tengo los de mi padre é de mi hermano, decir más verdad; mas ellos no tenían
te los puedo dar ; é te mostraré minas de saber para le aprovechar en cosa, sino
oro é plata, donde saques más que todo para dañarse á sí é para alborotar, como
lo que te han dado é yo te daré». É des- algunos haçien en el tiempo de las comu-
te ofresçimiento le hiço un grand jura- nidades en Castilla (é aun se debe creer
mento, bessando la tierra en confirma- que algunos son dellos) y essos fueron
ción de su promesa ; é assi quedó con- grand parte para el mal que se hiço. É no
certado. É le dixo que si él vençiesse á es maravilla; porque muchos destos re-
Hernando Piçarro, que su hermano Man- volvedores hay que tienen repartimientos
co Ynga le vernia de paz :. que assi se lo cada uno que avria para seys, y essos ta-
avia enviado á decir con unos orejones, les tenían miedo que Almagro les avia de
porque á los Piçarros no osaban venir de dar compañeros en ellos, é por esto no
paz, por aver muerto á Johan Piçarro, su quisieran que tuvieran paz, é assi les cum-
hermano, é porque en su tiempo le avian plió el diablo su desseo.
tractado muy mal, é aquellos vecinos del El mariscal, para socorrer á algunos de
Cuzco avían fecho lo mesmo. los que le ayudaban, tomó del oro é pla-
En este tiempo supo don Diego de Al- ta que estaba secrestado de Hernando é
magro que venia cerca Hernando Piçar- Gonçalo Piçarro hasta veynte mill pessos
ro, é mandó prender á algunos vecinos con lo que hasta estonces se avia toma-
del Cuzco é á muchos de los otros estan- do dello, diciendo quél lo pagaría á Su
tes, que serian sessenta ó septenta, por- Magestad, que lo avia de aver. É hiço
que no quisieron yr á pelear contra la hacer muchos petos de hierro, é algunos
gente de don Francisco Piçarro, é metié- coseletes é celadas é otras armas de pla-
ronlos en los cubos é tapiaron todas las ta é cobre ; é con esto, como tenían for-
puertas é ventanas, é dexáronles una luz talesçido el Cuzco, Orgonez é otros que
abierta por lo alto. La prission era tal que algo sabían no quisieran salir del, dicien-
aunque el Cuzco es frió, se asaban de ca- do que allí le esperarían á Hernando Pi-
lor; é porque el capitán Noguerol estaba çarro. Y aun fuera lo mejor, porque el
manco de un braco, de la herida que le Orgonez era un veterano é valiente sol-
dieron en Guaytara, dexáronle poralcay- dado é hombre de expiriençia en las co-
de de los pressos. É de allí sacaron algunos sas de la guerra. É otros fueron causa de
DE INDUS. LIB. XLVfl. CAP. XVII. 333
hacerlos salir de la cibdad, diciendo que que seria poco más de media legua del
muy mejor estarian fuera ; é assi salió ha- Cuzco, en las salinas, camino del Collao.
cia el camino del Collao, é los más de los Estaba Almagro cerca de su gente en un
que con él yban deçian que no avian de corral, echado en sus andas, é maravi-
pelear contra chripstianos, é se confes- llóse de ver al dottor, é díxole á lo que
saron é comulgaron. yba, é que viesse aquella carta primero
El viernes de Lácaro en la noche en- que la enviasse, é no quisó : antes dixo
traron don Alonso Enriquez y el thesso- que se corría si pensaba el dottor quél
rero Manuel del Espinar á casa del dot- toviesse alguna sospecha del é de sus co-
tor Sepúlveda, que estaba enfermo, é di- sas ; é fué á dar la carta á un anacona pa-
xéronle que pues clérigo ni frayle no se ra que la llevasse. É vido el dottor las
movian á poner la paz entre aquellas gen- banderas de Hernando Piçarro muy cer-
tes (porque á la verdad los más dellos ca , que acababan de subir una cuesta con
estaban más apassionados que los mesmos toda su gente, é comencó á tirar su arti-
legos, é assi tenian entre sí bandos) que llería é venirse hacia donde estaba Orgo-
por amor de Dios, como él pudiesse, nez con la gente de Almagro, é Orgonez,
fuesse á hablar á Hernando Piçarro, é haciendo rostro á los enemigos, se retru-
que podria ser que se excusasse tan gran- xo á una hoya cabe unas cuestas. Eston-
de mal. El dottor les respondió que ya ces el dottor entró donde Almagro esta-
sabían que deçian que Hernando Piçarro ba , é díxole que se fuesse de allí, no Je
avia mandado matar á quien fuesse á en- alcançasse algún tiro, porque estaba muy
tender en paçes, é don Alonso le repli- cerca ; é assi le hiço yr en un caballo con
có que para su seguridad escribiesse pri- tres ó quatro hombres, que le ayudaban
mero una carta á Hernando Piçarro, pi- á tenerse.
diéndole licencia, é como respondiesse, En esto llegaron los indios que traia
assi hiçiesse, é assi lo hiço ; é á la maña- Hernando Piçarro, é començaron á tirar
na , que fué sábado, seys días del mes á los indios de Paulo, que estaban cerca
de abril, escribió Ja carta para Hernan- de la gente de Almagro, é los de Paulo
do Piçarro, diçiéndole lo que del se de- los hicieron retraer; é luego volvieron
cía , é que si le daba seguro para yr á él, con ellos cinco ó seys chripstianos á fa-
que yria á ver si avria algún medio para voresçerlos : é desque los indios de Paulo
excusar tantas muertes, como se apare- vieron los chripstianos, no tiraron á los
jaban. otros; porque decían que assi se Jo avia
Aquella mañana se hiço una procession mandado don Diego de Almagro, que no
por la paz é se dixo una missa á Nuestra tirassen á chripstiano.
Señora , cosa de harto dolor para los que Dicen que cómo Hernando Piçarro vi-
eran cathólicos é algo sentían ver que do Ja gente de Almagro, dixo á los suyos
oviesse nesçessidad en tierra de infieles assi:—«Señores, no os quiero decir más
de haçer procession por la paz entre sino que hoy estoy tan presso como quan-
chripstianos, seyendo todos vassallosde do estaba en el cubo ; é assi aveys de ha-
Sus Magestades é sobre la tierra, que no cer cuenta que hoy me sacays de pris-
tenian ni les pertenesçia más de lo que su sion». É luego movió con su gente: é
Rey les quisiesse dar. cómo llegó cerca de la de Almagro, luego
Hecha la procession é dicha la missa, el artillería de Almagro comencó á jogar
se fueron el thessorero Espinar y el dot- é mató dos chripstianos de los de Her-
tor adonde estaba Almagro con su gente, nando Piçarro. Y luego començaron á ti~
334 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
rar los arcabuceros de Hernando Piçarro, el otro no lo quiso hacer, é aquel diz que
los más de los quales arcabuceros tiraban dixo:— «Sedme testigo que malo á Pedro
con perdigones, é mataron algunos de los de Lerma. » É dióle siete ú ocho heridas
de Almagro, é comencó á remolinar la é dexóle por muerto; pero aun vivo para
gente de Almagro. Dicen que Orgonez en- que con él se hiçiesse otra crueldad, que
vió á decir á un capitán de genle de ca- adelante se dirá.
ballo de los del mariscal que rompiesse El dottor Sepúlveda estovo allí espe-
con su gente en la infantería de Hernan- rando por ver si podia remediar algunos
do Piçarro ; é respondió que si le envia- heridos, é llegaron dos de los de Piçarro
ba á la carnesçeria. Y en fin, juntado Or- que le conosçian, é dixéronle que se
gonez con los contrarios, afinque de la fuesse á la cibdad, que venian allí mu-
parte de Almagro arremetieron pocos, chos bellacos, y entrellos muchos extran-
porque luego començaron á huyr la más jeros que no le conosçian é le maltracta-
de la genle (sino fueran algunos cavalle- rian. É yéndose á la cibdad, yban las
ros é personas de vergiiença), Pedro de andas del mariscal cabe este dottor, é
Lerma encontró el caballo de Hernando muchos llegaban é dábanles de lançadas,
Piçarro é dio con él en el suelo ; é los que diciendo : — « Muera el puto viejo », pen-
le aguardaban hirieron á Pedro de Ler- sando que venia allí Almagro.
ma, é derrocáronle é desarmáronle é le Quando el dottor llegó á la cibdad ha-
dexa ron ; é assi se encontraron unos con lló en ella mucha gente, diciendo : « Pi-
otros. çarro, Piçarro!..» é otros huyendo é los
Murieron en este recuentro veynte é pressos sueltos é por la plaça. Otros arras-
cinco hombres de ambas partes ; é cómo traban la bandera de Almagro ; é cómo
ya huían los de Almagro, algunos cava- su officio deste dottor era de médico é
lleros de los que yban con Hernando Pi- cirujano, se fué á su possada, é de una
çarro , pusiéronse á salvar á los que de parte é otra avia muchos heridos : é Fe-
don Diego de Almagro conosçian, que es- lipe Gutierrez estaba ya en ella, é dexa-
taban allí entrellos : é cómo la otra gente ron entrar al dottor, aunque no dexaron
de Hernando Piçarro era mucha é de di- de robarle á sus esclavos todo lo que les
verssas nasçiones, començaron á seguir hallaron, y á uno dellos le hirieron; y con
el alcance, é hacían desarmar á muchos mucha paciencia él se puso á curar los
después de rendidos, é desque estaban heridos. Y el primero que curó fué á Per
desarmados, soltaban en ellos los arcabu- Ançurez una cuchillada por la cara : y cu-
ces é ballestas, é assi los mataban. É des- ró otros septenta heridos, en que gastó
ta mala manera mataron más de ciento y todo el vino é açeyte é trementina é bál-
veynte, é hirieron á muchos otros de cu- samo (de lo destas partes) que tenia, por-
chilladas por la cara é de otras feas heri- que destas cosas no avia en el Cuzco más
das , en que ovo más de doscientos heri- de lo quél avia llevado. Y estando allí cu-
dos de una parte é otra : é á muchos ma- rando, entró un despensero de don Fran-
taron, trayéndolos rendidos á las ancas de cisco Piçarro, é traia la cabeça de Orgo-
los caballos los mesmos de Hernando Pi- nez por las barbas, é deçia que teniéndo-
çarro. le otros muchos tendido en el suelo, des-
Uno llegó donde estaba Pedro de Ler- armándole, llegó él, é como quien corta
ma cay do, é preguntóle que quién era, é en carnesçeria, se la cortó. É luego que
sabido, dixo á uno que estaba cabe él el dottor le ovo curado, tomó la cabeça é
que tomasse su espada é le matasse, y colgóla en la picota; é hícola quitar Feli-
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XVII. 335
pc Gutierrez. É aunque el dicho dottor sos de oro, haciéndose muy pobre; más
estaba bien enfermo, estovo desde medio al fin no les dio cosa alguna é los en-
dia hasta dos horas después de media no- gañó.
che curando: é cinco cirujanos que avia Este dia, en tanto queste buen dottor
curaron más de otros ciento é treynta he- curaba los heridos, otros le hurtaron
ridos; é aun quedaron algunos por curar cierta plata para que su trabaxo no
hasta otro dia, que anduvo este dottor en quedasse sin galardón, é ninguna paga
un caballo con un cirujano, buscándolos se le dio, si no fué un poco de plata que
para curarlos, porque no se osaban des- le envió un hidalgo llamado Sotelo de la
cobrir, porque no los matassen. cura que le hiço.
Este dia é otros muchos anduvieron ro- Quando el dottor llegó á la possada,
bando por la cibdad, en especial robaron Felipe Gutierrez le dixo que si quería sal-
al thessorero Espinar tres mili pessos é var la vida al mariscal, que le díxesse
seysçientos marcos de plata, é al comen- adonde estaba ; y él le dixo que creia que
dador Vega todo lo que tenia, é robaron estaba en la fortaleça, porque via yr ha-
el oro é plata de un Ruy Diaz é de un cia allá mucha gente de Hernando Piçar-
Diego de Vera, que avian muerto estan- ro. Y porque al Felipe Gutierrez se le
do rendido. É robaron de un Johan Ro- avia cansado su caballo, fué allá en una
driguez Borregan cinco mili pessos, é muía del dottor, é truxo al mariscal á las
quanto tenia don Diego de Almagro é to- ancas; y en llegando con él, le mandó
dos sus criados, que no les dexaron ca- Hernando Piçarro echar en el cubo, don-
ma, en que se echar: é á algunos offícia- de él avia estado, é mandóle echar gri-
les dieron tracto, por sacarles lo que te- llos é cadenas : é á su hijo don Diego é á
nían ; é algunos mataron sobre quitarles otros muchos mandó poner en otro cubo,
algunas indias é lo que tenían, que no é á don Alonso Enriquez en la cárcel, é
era parte alguno para estorbárselo. En- desde á ciertos días le passó en casa do
traban de noche en las casas é tomaban un vecino con unos grillos : é al licencia-
los caballos que tenian, é aun maltrata- do Prado mandó prender é le puso en su
ban á los que se los querían defender; y possada por cárcel. É á los otros mandó
en Nuestra Señora de la Merced entraron só graves penas que saliessen del Cuzco
á matar á un Francisco Pina, criado de dentro de cierto término, é á uno porque
don Diego de Almagro, que se avia aco- no salió en el término, le mandó acotar. É
gido allí con lo que le avia quedado: é si luego puso los alcaldes é regidores que
no huyera, le mataran é lomaran quanto estaban, quando á él le prendieron, é
allí tenia , que no fueran parte los frayles desde á pocos dias nombró otros alcaldes
para estorbarlo. Y en los caminos salían é regidores, é nombró entrelíos á Felipe
á los de Chile é les tomaban los caballos Gutiérrez por regidor, é dióle los indios
é lo que llevaban; y el dia de la batalla que avían scydo del capitán Hernando de
sacaron á don Alonso Enriquez al campo, Soto, de los quales el capitán Hernand
é le pidieron que hiçiesse cortesía unos Ponce avia fecho dexaçion en el mariscal
arcabuceros, é pusiéronle enmedio dellos don Diego de Almagro, porque le avia
con los arcabuces assestados para él, é comprado sus casas y esclavos é otras co-
don Alonso les quitaba el bonete é les ha- sas en qualro mili pessos.
cia muchas reverencias en lugar de la Á Almagro le dexaron tal, que la no-
cortesía que le pedían ; y en fin, querién- che que le prendieron envió á pedir una
dole matar, les prometió quinientos pes- camissa,quc se vistiesse, al dottor Sepúl-
336 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
veda é otra para don Diego su hijo; y el de tres mili hanegas de mahiz é más de
se las envió, é á otros pidió un colchón, quatro mili ovejas é carneros, que valían
en que se echasse: é si este dottor, de más de quince mili pessos : lo qual par-
compassion del, no le comprara el mahiz tieron entre Hernando Piçarro é Gonçalo
é aves é las otras cosas que avia menes- Piçarro.
ter, no lo tenia, aunque le tomaron más

CAPITULO XV1H.
Cómo se usó una grand bellaquería con Pedro de Lerma, porque es raçon que demás de ser crueldad tenga
lal nombre; é de las esmeraldas quel ¡nfeliçe adelantado dio á Felipe Gutierrez, é de la armada de Pedro
de Candía, é del proçesso que de hecho (sin guardar derecho) hiço Hernando Piçarro contra Almagro, é
del oro que eonfessó que tenían en compañía él é Francisco Piçarro, un qüentode pessos de oro*, é de otras
cosas contingentes à la historia.

V iendo los grandes daños ó robos que ha fecho mención, quél la vido é ques la
en el Cuzco se hacían, entremetióse Feli- mejor pieça que nunca vido. Dicen ques-
pe Gutierrez á estorbar que no se hiçies- tas esmeraldas fueron de un piloto que
se más mal é á hacer volver á algunos lo murió en aquella tierra, é que aquella
que les tomaron, con voluntad de Her- media qüenta era compañera de otra que
nando Piçarro, de quien tuvo licencia pa- se llevó á Castilla. É sin aquestas tres
ra ello. Y movióse á esta buena obra, por- pieças, le dio el mariscal al mesmo Feli-
que supo que á uno á quien avia afronta- pe Gutierrez otras tres esmeraldas.
do Pedro de Lerma entró á la possada En este tiempo se movió el capitán
donde estaba, é fué á la cama, é como Candia á yr á poblar cierta tierra de la
tenia muchas heridas no le conosció, é otra parte de Chalcas, é gastó hasta ha-
preguntóle si era él Pedro de Lerma, y cer la gente é aderesçarse treynta mili
en diciendo que sí, dióle de estocadas é pessos que tenia en oro é plata : é fuéron-
murió desde á pocos días. Quieren decir se con él muchos de los unos é de los
algunos que esto é lo que se dixo en el otros, assi de la parte de los Piçarros co-
capítulo precedente es toda una cosa, é mo de la de Almagro. Y Hernando Pi-
que no passó lo del campo, sino esto que çarro escribió á su hermano don Francis-
aquí se dixo dentro del Cuzco; pero en co Piçarro, haciéndole saber lo que pas-
efetto ello fué mal hecho, é de aver saba : é aunque muchos le dixeron que
acaesçido esto postrero ninguna dubda con toda aquella gente fuesse á conquis-
hay. tar al Ynga é pacificar la tierra, no qui-
Cómo supo el mariscal lo que hacia Fe- so : antes á los unos envió con aquel capi-
lipe Gutierrez, envióle á rogar que le tán Pedro de Candia é á otros con Alonso
viesse, é dióle secretamente tres esme- de Alvarado á los chachapoyas, é á otros
raldas que tenia atadas en el braco. en- envió con Alonso de Mercadillo á los
tre las quales le dio media qüenta de es- guancachupados, é otros fueron con el ca-
meralda muy perfettíssima. Á mí me dixo pitán Vergara á los bracamores, é á otros
el mesmo dottor Sepúlveda, del quál se con Orellana á la Culata de Sanct Miguel,
Oviedo suprimió de este lugar las cláusulas matar á don Alonso Enriquez, é lo pusieron pur
que siguen: «E lo dixo en secreto al dottor Sepul- obra, é aun se cree que salieran con elio, si por
to ï-<5 eónrjo ciertos hombres una noche quisieron Felipe Gutierrez no fuera».
DE INDIAS. LIB. XL Vil. CAP. XVIII. 33'
dó está Ja isla de la Puna. Este Orellana Jo que quiere el gobernador ó su tenien-
salió del Cuzco ocho dias después de la ba- te, y es mucho daño dar tal facultad á
talla, con el qual el dottor Sepúlveda escri- ningún gobernador para que nombre re-
bió á don Francisco Piçarro lo que le pa- gidores, porque los nombra tales como
resció que se debia hacer, para que no se fué y es aquel alcalde ques dicho que se
acabasse de perder aquella tierra ; pues diçe Diego Rodriguez Figueroa, el que se
tan grand mal como el que estaba fecho ha dicho que avia prendido Diego de Al-
no se podia excusar, á lo menos para que varado por revolvedor. Ante este se pres-
se remédiasse lo porvenir. É aquellos sente Gonçalo Piçarro é algunos otros
mensajeros le tomaron en la cibdad de de los que avian huydo del Cuzco con él,
los Reyes, é ya el obispo de aquellas par- é dio las sentencias passadas por ningu-
tes estaba allí desde principio de abril é nas , é con su mandamiento c de Hernan-
avia pedido al gobernador gente para yr do Piçarro quitaron el oro é plata á quien
al Cuzco, é con dilaciones le detuvieron. los otros alcaldes la avian pagado, é lo
Después de pascua de Resurrección se que avian dado que pertenesçia á la cá-
partió don Francisco Piçarro para el mara : é porque no lo queria dar el thes-
Cuzco. sorero de Su Magestad Espinar, le pren-
En despachando los mensajeros para dieron , y entraron en su possada é se la
su hermano, creó por fiscal á un escriba- lomaron, é por lo que faltó que le avian
no llamado Lope de Alarco, el qual puso robado le prendieron é molestaron ; é aun
acusaciones al mariscal é á muchos de los hasta la cibdad de los Reyes enviaron
suyos é á los alcaldes é regidores que le tras él con cartas de justicia deste alcal-
avian resçebido, é á algunos otros vecinos de é con mandamiento del gobernador. É
que avian ydo con él á la puente de Avan- á muchos tomaron los bienes que avian
cay. Decían que avia hecho poner estas sacado en las almonedas, que avian fecho
acusaciones á los alcaldes é regidores é á de los bienes de algunos delinqilentes por
los vecinos, para que disculpándose á sí mandado del alcalde é teniente, diciendo
mesmos, culpassen al mariscal, é unos que lo hacia porque le diessen el oro é
probassen con otros que avia entrado por plata que avian tomado. É Johan Bae-
fuerça é fechóse gobernador, é que lo ça, su contador, buscó prestado entre
avian resçebido por fuerça; é assi lo hi- unos é otros hasta que no les quedaron á
cieron. Dice esta relación que ovo mu- deber á Hernando Piçarro é Gonçalo Pi-
chos perjuros, é que si les oviessen de çarro sino mili marcos de plata é eeya
quitar los dientes ó quitar Jas vidas (que mili de oro; mas ellos se avian pagado
seria mejor ó más justo), escarmenlarian en las ovejas é rnahiz, que se dixo que
otros en ellos. El mariscal é muchos otros avian tomado.
denegaban por juez á Hernando Piçarro; Hernando Piçarro envió á don Diego,
mas él se pronunció por juez, é aunque hijo del gobernador den Dietro de Alma-
esto é otras cosas le requirieron que lo gro, é Gomez de Alvarado á la cibdad de
viesse con letrado, no quiso, é respondió los Reyes para don Francisco Piçarro: é
quél tenia leyes en su cabeça, por donde partieron juntos con Alonso de Alvarado.
avia de sentenciar. que los traia en guarda, é con ellos el
Entre los alcaldes que hiço Hernando dottor tornó á escribir á don Francisco
Piçarro (é diçe que hiço porque assi se Piçarro para que se diesse priessa á yral
puede decir quél los hiço) porque en es- Cuzco, porque si no se la daba, no halla-
tas partes no se hace más en el cabildo de ría vivo al mariscal. Estos dos le topa-
TOMO IV. 43
338 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ron en Xauxa é le dieron las cartas. esmeraldas. É cómo el dottor possaba en
En este tiempo hiço el mariscal un tes- la casa que Felipe Gutierrez, mostróle la
tamento cerrado, en que dexaba al Em- cédula é pidióle su paresçer de lo que
perador, nuestro señor, por heredero, é debia hacer ; y él le dixo que pues Her-
diólo á guardar á Johan Baeça, é hurtá- nando Piçarro le avia mandado con pena
ronselo con otras escripturas é cierto oro que diesse las esmeraldas, que se las
que tenia. Por más denegaciones é pro- diesse antes que se desvergonçasse con
testaciones é plaços que hiço é pidió Al- él á hacerle una afrenta con el mando
magro no le aprovechó, y Hernando Pi- que tenia ; é que hiçiesse una protesta-
çarro se dio priessa en el proçesso : é ne- ción, quando las diesse con consejo de
goció con algunos regidores que le re- letrado; é al fin se las dio desta manera.
quiriessen en cabildo que matasse á Al- Desde estonces acabaron de quedar muy
magro, porque assi cumplia ai servicio enemigos.
de Su Magestad é bien de la tierra. É có- Estas esmeraldas al tiempo que en el
mo en cabildo se propuso, dicen que Fe- Cuzco se quitaban las esmeraldas, las hiço
lipe Gutierrez respondió qué! no quería vender Hernando Piçarro , y echó un sa-
tal: antes él requería que no le matassen, cador para ellas, é púsolas en çient pes-
porque era echar á perder la tierra é los sos, y el dottor Sepúlveda las puso en qui-
que en ella estaban, sino que ya que al- nientos para un amigo suyo, é pujando á
go quisiessen hacer que lo remitiessen á tema el sacador y él, las puso el dottor en
Su Magestad Cessárea, pues quel Hernan- mili é quinientos pessos, hasta que clara-
do Piçarro no era su juez, porque esto mente le dieron á conosçer quel otro las
era el servicio de Su Magestad. É assi sacaba para Hernando Piçarro, é púsolas
se lo dixo después muchas veçes é se lo aquel en mili é quinientos é cinqüenta
importunaba cada vez que en el caso ha- pessos, porque el dottor no osó pujar más
blaban, diçiéndole que no se hiçiessc por no enojar á Hernando Piçarro. É assi
juez, porque no lo era : é desde estonces se las llevó: que no las llevara en tres
comencé Hernando Piçarro á estar mal mili pessos, sino quel dottor no quiso
con él, é lo apartó de sí, é antes desto enemistarse con Hernando Piçarro, por-
estaban como hermanos. que estaba tan absoluto en su mando, que
Y en este tiempo buscó Hernando Pi- no paresçia que tenia superior ni Rey.
çarro las esmeraldas que sabia que te- Hernando Piçarro concluyó el proçesso
nia Almagro; é alcanzó á saber que las del mariscal sin le guardar los términos
avia dado á Felipe Gutierrez, y envióse- que le pedia, diciendo que le queria en-
las á pedir, diciendo que tenia cédula viar con el proçesso á don Francisco Pi-
de Su Magestad é poder de los herede- çarro , su hermano, é que allá se avi-
ros del piloto para tomarlas donde quie- niessen.
ra que estoviessen é llevarlas. É Felipe Acordaron don Alonso Enriquez y el
Gutierrez le envió á decir que le mos- licenciado Prado y el dottor de hablar á
trasse la cédula y el poder que deçia é Hernando Piçarro, para que se concertas-
que se las daría: é no quiso, antes con se con Almagro é señalasse donde qui-
pena le mandó que las diesse, é un Yuste siesse por su gobernación, é que diesse
de Montoya, secretario de Hernando Pi- Hernando Piçarro una persona, é que
çarro, escribió una cédula á Felipe Gutier- aquella señalasse el mariscal é le diesse
rez de secreto, en que le deçia quo si no poder para yr á poblar, é que con aquel
queria ser mal tractado, que diesse las tal yria toda la gente que andaba derra-
DE INDIAS. LIB. XLVJI. CAP. XVIII. 330
mada; é respondióles que no tenia poder trabaxado tanto en su compañia; équan-
para hacer conciertos : que fuessen á ha- do esto deçia, lloraba tan resçiamente,
cerlos con su hermano el gobernador. É que le puso mucha lástima al dottor.
assi los despidió : que no aprovechó mo- En este tiempo entraron ciertos hom-
ver partidos, porque él tenia pensado lo bres armados en la possada de Felipe Gu-
que avia de haçer y estaba determinado tierrez, y el uno dellos se puso á la puer-
en quitarle la vida. ta del apossento del dottor y el otro á la
Como dixo Hernando Piçarro que que- puerta del apossento de los criados de
ria enviar al mariscal á la cibdad de los Felipe Gutierrez, é otros dos con las es-
Reyes, requirióle Johan Baeça que de- padas desenvaynadas entraron adonde
xasse entrar médicos á curarle para que estaba Felipe Gutierrez é don Alonso En-
le purgassen antes que se partiesse; y riquez sentados á un brasero, que acaba-
Hernando Piçarro dio licencia para que el ban de venir con sus espadas é capas de
dottor le visitasse, é quando Almagro le casa de Hernando Piçarro ; é cómo Felipe
vido, holgóse mucho con él por comuni- Gutierrez los viesse entrar é que yban á
carle algunas cosas que convenian á su acuchillarlos, puso la espada delante de
ánima, porque él tenia por muy cierto don Alonso, diciendo:—«Traydores,¿por
que le avian de matar una noche, é aun qué quereys matar á este cavallero? » É
le dixo que lo sabia de cierto; é díxole don Alonso echó mano á la espada é su-
que hiçiesse á Johan Baeça escribiesse frió muchas cuchilladas; mas al fin le hi-
otro testamento como el que le avian hur- rieron en la cabeça y en un braço, é co-
tado: é porque tenia pensamiento que mo se sintió herido, quebró un pestillo de
también avian de matar á don Diego, su un cerrojo de una cámara que estaba con
hijo, hiço el dottor que le escribiesse una llave é metióse dentro. É Felipe Gutier-
carta é que le consejasse é mandasse lo rez quedó con los dos acuchillándose, de
que avia de haçer para excusarle la muer- los quales deçia que se avia defendido, ti-
te ; é díxole lo que de su parte le avia de rándoles con tino estocadas á las caras : é
decir el dottor quando le viesse. É ha- la gente de casa daban muchos gritos, é
llándole en su testamento, díxole el dottor assi los malhechores, de miedo que acu-
que cómo era posible, no teniendo él na- diera gente, se fueron, aunque era al pri-
da y estando don Francisco Piçarro tan mero sueño, y Felipe Gutierrez quedó he-
pobre, tener un qiiento de pessos de oro rido en la mano izquierda é con quince ó
en compañia, que en qué lo tenia ; é res- diez y seys estocadas en la capa. É ydos
pondió quél lo sabia, porque aun lo de aquellos, le dieron voces al dottor, á las
Caxamalca no era salido á luz, c otro oro quales despertó, é no creyera que por
é plata que se avia ávido en el Cuzco, ellos avia passado lo ques dicho, sino los
que todo estaba enterrado en poder de viera heridos é llorando los indios de ca-
don Francisco Piçarro, é que antes se sa, porque no avian sentido cosa : é curó-
acortaba que no se alargaba en la suma les. Y envió el dottor á decir á Hernando
ques dicha, porque no queria encargar Piçarro lo que passaba, y él respondió
su ánima. É otras cosas le dixo, encomen- que allí estaba la mañana : que se haria
dándole mucho su ánima, diciendo que lo que se avia de haçer. Y en la mañana
no le daba pena la muerte por sí ni por lo fué Hernando Piçarro á ver á Felipe Gu-
que tocaba á su persona, que bien via tierrez , é luego fué á ver á don Alonso
que avie vivido lo más, sino porque de- en casa del capitán Gabriel de Roxas,
xaba tanto trente sin remedio, a viendo donde possaba, y entre otras pláticas le
340 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
preguntó que cómo se avia metido en la Hernando Piçarro. Y el Johan Rodriguez,
cámara é dexado solo á Felipe Gutierrez; por miedo, confessó que era verdad: y
y él respondió que porque avia visto que Hernando Piçarro preguntó al thessorero
lo hacia tan bien, determinó de dexarle que quién era en aquel motin, y él negó
solo, porque él solo ganasse la honra, aver tal motin ; é preguntóle si le avia di-
porque estando él en compañía ninguna cho alguna cosa el dottor del alboroto ú
honra ganara Felipe Gutierrez en defen- otra cosa , y el thessorero le dixo lo quel
derse, como se defendió. dottor avia passado con él, é con ser cosa
En este tiempo fué el dottor á ver al tan sancta como dessear la paz entrellos,
thessorero Espinar, é díxole que enten- le envió á decir Hernando Piçarro con
diesse en concordar á Hernando Piçarro Felipe Gutierrez que entendiesse en cu-
con el mariscal, é que no curasse de ha- rar sus enfermedades é dexasse de andar
cerle requirimientos ; porque no aprove- en conciertos. Y él le respondió que assi
chaba á más de para indinarle é apretar- lo haria, aunque el gobernador, su her-
le al mariscal las prissiones. Y respondió- mano , no le avia enviado al Cuzco á cu-
le que ya sabia que deçia Hernando Pi- rar enfermos, sino á hacer aquello que
çarro que no tenia poder para hacer con- hacia. Y en fin condenó al Johan Rodri-
ciertos; y el dottor le replicó que le diesse guez en destierro perpetuo y en perdi-
licencia para yr á don Francisco Piçarro miento de sus bienes é repartimiento de
á hacerlos, é respondió que ya que se la los indios que tenia, é tomólos para sí;
diesse que cómo avia de yr solo, que no é después diz que los dio á otros, aun-
tenia quién fuesse con él. El dottor le di- que el Johan Rodriguez apeló é le requi-
xo que oviesse la licencia : quél yria con rió con una provission de Su Magestad
él á entender en qualesquiera conciertos, para que le otorgasse la apelación, é no
porque sabia que Su Magestad seria muy le aprovechó. Y después dicen que murió
servido dello. aquel portugués, é dixo que lo que avia
Este dia, un portugués de los que fue- dicho del thessorero, lo avia dicho por
ron con Hernando Piçarro, le dixo quel congraciarse con Hernando Piçarro, é no
thessorero Manuel de Espinar é Johan Ro- porque fuesse verdad. A otros algunos
driguez, su huésped, hacían cierto mo- quitó Hernando Piçarro los indios, é los
tín para soltar al mariscal é matar á Her- dio á los que con él y ban.
nando Piçarro, é*mandólos prender el

CAPITULO XIX.
Cómo Hernando Piçarro sentenció a muerte al adelantado don Diego de Almagro é fué ejecutada en su
persona, é la forma que de hecho usó en ello; é cómo fué contra los capitanes Mesa é Candia que le avian
dicho que se avian aleado, é aunque fué menlira ahorcó á Mesa é desterró á Candia ; é de otros escánda-
los é palabras de rencilla entre don Francisco Piçarro y Hernando Piçarro su hermano, é fueron luego ami-
gos * ; é de otras cosas desle jaez de la segunda relación destas opiniones y escándalos de aquellas partes.

tocas horas ó ninguna hay segura al que satisfaga ni contente al malo, ni ri-
que bien no vive, ni hay vida de bueno queça que le harte al cobdicíoso. Yo
Aqui se lee en el original, aunque tachado Ynga mató ciertos chripstianos, é de la villa de
al parecer de mano del autor: «É de la riqueça de Sancl Johan de la Frontera que fundó don Francis-
las minas de plata que dicen de Chalcas, é cómo el co Piçarro, é se fué aJ Cuzco».
DE INDIAS. LIB. )£VII. CAP. XIX. 341
confio de la expiriençia que tengo por los Este comendador dixo al dottor des-
que he visto en estas Indias que sabría en pués, é á otras personas muchas, que
estas relaciones no las dexar tan cojas, avia muerto tan bien como si de su enfer-
ó las daria más copiosamente á entender medad muriera, é que no avia conosçido
que los que las pusieron tan sumarias; en él que tuviesse rencor con persona del
pero como he dicho en otras partes, de mundo - É assi como se acabó de confes-
lo que no vi ó no me hallé pressente no sar, le dieron un garrote é le ahogaron
soy el auctor, sino copilador ó desperta- allí en el cubo, é assi muerto le sacaron
dor; é assi proseguiré en este capítu- á la plaça é le degollaron. É de seys tes-
lo XIX y en el siguiente, lo que por di- tamentarios que dexó, no ovo quien le hi-
cho desta segunda é verdadera relación çiesse enterrar; y estonces el dottor (por-
del fin del infeliçe adelantado don Diego que los quatro estaban pressos, é Johan
de Almagro, muerto por envidia é por Baeça estaba como muerto, atónito) ro-
ser tan bueno como desdichado, é tan gó á Hernando Piçarro é á otros cavalle-
desdichado como liberal é franco, é tan ros que fuessen á su enterramiento, é to-
franco como virtuoso é como leal é ca- dos los clérigos é frayles de la cibdad ; y
thólico. enterráronle en el monesterio de Nues-
Una noche repente, y estando en si- tra Señora de la Merced, donde el mandó.
lencio ó repossados los vecinos é gentes La mañana que dixeron que estaba el
que se hallaron en la cibdad del Cuzco, mariscal sentenciado á muerte, el licen-
tocaron al arma, é decían que venia la ciado Prado le dixo al dottor que fuesse
gente del capitán Gandía, é con ella Me- á hablar á Hernando Piçarro á decirle que
sa, de color loro, que avia seydo capi- mirasse lo que hacia en malar al maris-
tán del artillería de Hernando Piçarro , é cal , porque era echar á perder la tierra
que estaba dos leguas de allí, é venia á é á muchos hombres, é quitar muchos
soltar de la prission al mariscal, lo qual thessoros á Su Magestad, é nunca los de-
todo fué burla é fingido. É luego cómo xó entrar á le hablar : antes los envió á
amanesció, Junes ocho dias del mes de mandar, só graves penas, que se fuessen
julio, fué el alguacil Toro á la possada de allí; é porque se detenían un poco,
del dottor Sepúlveda é tomó un reposte- asestaron los tiros contra ellos. Y assi se
ro que allí estaba, é dixo que le avia me- fueron á sus possadas.
nester Hernando Piçarro, que se lo ven- Perdió la Cessárea Magestad uno de los
diesse ; é sin poner presçio ni atender res- buenos vassallos é leales servidores que
puesta , tomóle é llevóle, é desde á dos en las Indias tenia, é más cobdiçioso de
horas se dixo que Hernando Piçarro avia descubrir tierras, y el más querido capi-
sentenciado á muerte á don Diego de Al- tán de su gente que en estas partes se ha
magro , é quél avia apelado é no le quiso visto hasta agora. Quedó tanta tristeça
otorgar la apelación. Y entraron á confes- en lodos, que cada uno de los de Chi-
sarle ciertos religiosos, é no quiso confes- le le paresció que le avian muerto á to-
sarse con ellos, y el dottor le envió á de- do su linage, é comunmente todos los
cir que se confessasse con el comendador que le conosçieron quedaban muy las-
de la Merced, que se llamaba el bachiller timados; é con mucha raçon, porque
Vargas; é á este dio el Johan Baeça el dice el auctor desta triste relación que
testamento que tenia fecho: el qual lo cree que nunca reynó en el adelantado
otorgó é añadió en él muchas cosas, y en Almagro cobdiçia de thessoro, ni lo des-
acabando el testamento, se confessó. seo sino para darlo, como hombre quo
342 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Jo tenia en la estimación que se han de parescióle cosa de burla; y envió á Gomez
tener Jas riqueças peresçederas. de Tordoya, que avia ydo con él, por te-
Luego Hernando Piçarro soltó á todos niente al Cuzco. É llegado Tordoya, soltó á
Jos pressos é prendió á los officiates de los officiates de Su Magestad é á los demás
Su Magestad, porque le hicieron un re- pressos, é dio licencia á ciertas personas
quirimiento que les señalasse quál era la para que se fuessen á la cibdad de los
gobernación de don Diego de Almagro é Reyes: é quando llegaron á los aymarás,
querian yr con Diego de Al varado á po- ques quarenta leguas del Cuzco, diéron-
blarla, pues le avia nombrado Almagro les cartas de don Francisco Piçarro, he-
en su testamento hasta que Su Magestad chas á ocho de agosto, de veynte leguas
proveyesse otra cosa; é acabado de re- del Cuzco, en que les mandaba que vol-
querirle , los echó en un cubo con grillos viessen allá. É cómo allí venían muchos
y cadenas. vecinos del Cuzco é de la cibdad de los
Luego Hernando Piçarro comencó á se Reyes é otras personas, que podian ser
aparejar para yr sobre el capitán Candia todas hasta septenta ó septenta é cinco,
é sobre Mesa, el loro, porque deçian que respondieron al gobernador que la gente
yban á poblar los Chalcas, porque por venia muy embaraçada é cansada, é que
donde primero intentaron su camino pa- volviendo, seria echarlos á perder: que
ra la conquista que llevaban no pudieron despachasse lo que quisiesse y escribies-
passar, é volvieron para yr su viaje por se á Su Magestad, é quellos atenderían,
los Chalcas : é por esto les levantaron que andando poco á poco hasta el pueblo del
lo haçian por alearse con los Chalcas , é cacique Nañasca ; é toparon al obispo de
fué allá con alguna gente. É cómo Candia aquellas partes, que avie quarenta dias
é Mesa supieron que yba, viniéronle á que avia partido de los Reyes, é contá-
resçebir con mucho regocijo hasta veynte ronle lo que avie passado, porque aun de
é cinco leguas del Cuzco ; pero non obs- la muerte del mariscal no estaba certifi-
tante esso ahorcó al Mesa é desterró al cado. É allí supieron quel gobernador don
Candia é á otros, é fuésse él con la gen- Francisco Piçarro entró en el Cuzco me-
te por elCollao adelante hacia los Chalcas. diado agosto, é con él Johan de Espino-
En este tiempo algunos vecinos del Cuz- sa, con ciertas provissiones de Su Mages-
co levantaron que se querian alçar con la tad que llevaba para el adelantado don
cibdad los de Chile é Diego de Alvarado, Diego de Almagro, con las quates Diego
é prendieron á Diego de Alvarado é has- de Alvarado requirió á don Francisco Pi-
ta diez é ocho otros con él ; é un criado çarro para que le señalasse lo que dixes-
de Hernando Piçarro fué con la nueva de se que era de la gobernación de Alma-
cómo se querian alçar los de Chile con la gro, é se lo dexasse yr á poblar, ó en-
cibdad, para que volviesse luego á ella. viasse con don Diego, su hijo del maris-
É ya volvia, sino que en tanto que fué cal , á poblar la parte que Su Magestad
este mensajero, Felipe Gutierrez con los avie concedido á su padre, porque se re-
alcaldes é regidores hicieron Ja pesquisa, cogería mucha gente que andaba perdi-
é deçian los testigos que los de Chile se da. Dicen que le respondió que quando
querían alçar con la cibdad, é que lo las provissiones de Su Magestad llegaron,
avian visto en que andaban muy alegres ya era muerto Almagro, é que quando
más que solían, y enviáronlo todo á Her- señaló, no lo pudo haçer, é otras cosas no
nando Piçarro ; y él, cómo supo que no bien dichas; é quél enviaría quien lopo-
eran sino diez é ocho é vido la pesquisa, blasse.
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XIX. 343
El gobernador don Francisco Piçarro bernador, rogó al factor Guillen Xuarez
volvió los indios á algunos de aquellos á fuesse allá con otros quarenta hombres,
quien los avie quitado Hernando Piçarro, é que tomasse los que allá estaban. É lle-
y envióle á llamar é vino, y estuvo con gó á Vilcas, é todos los pueblos de alre-
él tres dias : el qual tiempo dicen que ri- dedor le salieron de paz, é supo quel Yn-
ñeron sobre muchas cosas, en especial ga estaba en çierla parte, donde dando
que don Francisco Piçarro deçia que no de noche en él, le matarían, si le tomas-
le avie mandado dar la batalla ni matar sen primero ciertos passos. É teniendo
al mariscal, y él deçia que sí ; é porque aviso desto, envió primero á un Villadie-
le pedia para yr á España á estos nego- go con treynta hombres á tomar un pas-
cios ochenta mili ducados é no se los da- so, é que se estoviesse allí: el qual, con
ba fc En fin, se partió enojado porque le cobdiçia de tomar al Ynga, se fué para
enviaron á deçir que Gonçalo Piçarro es- donde le dixeron que estaba, é subiendo
taba cercado de indios, é llevó algunos una cuesta, ya que estaba al medio dclla,
arcabuceros é artillería que allí avie; é dicen que hasta doscientos indios les co-
quando llegó adonde estaba Gonçalo Pi- mençaron á dar grita desde lo alto de la
çarro, halló que era burla é que estaba cuesta; y en dando la grita, como era
comiendo é a viendo placer. gente recién venida de Castilla é no acos-
El gobernador envió al capitán Candia tumbrada á oyr gritas de indios, luego
adonde primero yba, y envió con él á huyeron. É desque vieron los indios que
Per Ançurez para que entrasse con él por huian los chripstianos, siguiéronlos é ma-
los Chalcas, y Hernando é Gonçalo Piçar- taron al Villadiego é á otros trece ó ca-
ro se fueron por el Collao con Paulo el torce é muchos negros é indios de Nica-
Ynga, que llevaban consigo. É decían ragua é yanaconas. É cómo esto supo el
que yban sacando oro é plata de los caci- factor é vido quán mal mandada gente
ques; é después vino nueva que estaban eran, quiso ahorcar los que quedaron ; é
en las minas de plata de los Chalcas, don- sabido por don Francisco Piçarro, partió
de segund fama son las más ricas que en del Cuzco con hasta treynta hombres, que
el mundo se saben, porque todo lo que no pudo sacar más, é fué á Aquamagna,
délias se funde es plata quassi cendrada. donde estaba el factor, é pobló allí una
Deslas minas dice el chronista que se di- villa, é púsole nombre Sanct Johan de la
rá adelante más particularmente su gran- Frontera; 6 puso hasta treynta vecinos
díssima riqueça, porque no se interrum- allí é repartióles algunos indios de los que
pa la relación, de que aqui se tracta. tenian allí algunos vecinos de la dicha ril>-
El gobernador, luego que llegó al Cuz- dad de los Reyes é del Cuzco. Y envió á
co, dio la vara de teniente al licenciado mandar á ciertos vecinos de la eibdad de
de la Gama, é supo que Maldonado esta- los Reyes, que tienen allí indios, que
ba en su cacique, ques el de Andagoylas, fuessen allí á poblar dentro de cierto tiem-
é avíale pedido el cacique quatro ó cinco po, só pena de perdimiento dcllos: é los
chripstianos para traer al Ynga, que sa- vecinos de los Reyes fueron, é los regi-
bia dónde eslaba, y él se los avie dado, dores de la eibdad enviaron su poder pa-
y el cacique los mató é fuésse al Ynga. ra que les hiçiessen ciertos requirimien-
É sabido por el gobernador, envió un ca- tos para que no quitasse los indios é tér-
pitán sobre Vilcas, adonde estaba Ynga minos de aquella eibdad.
con cierta gente, del qual le mataron sie- En aquel tiempo llegó á aquella villa
te ú ocho hombres ; é cómo lo supo el go- Çavallos con las provissiones que de Su
3H HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Magestad llevó, con el qual el goberna- le avia tomado Benalcácar. Y en saliendo
dor se fué al Cuzco. el thessorero de Quito, quando vino á es-
Desde aquella cibdad de los Reyes, to, Benalcácar descerrajó la caxa del oro
donde el dottor Sepúlveda estaba ya, es- de Su Magestad, é tomó dello juntos cin-
cribió algunas veces al gobernador don co mili é tantos pessos que avia, y envió-
Francisco que diesse á don Diego, hijo selo á decir al thessorero ; é desque lo
del mariscal, los indios de su padre ; é supo, no osó volver con el oro que avia
respondió quél lo tenia por hijo, pero no cobrado, é dexólo en la cibdad de Sanct
hiço nada. Y tornóle á escrebir que ovies- Miguel, é volvió á Quito. É cómo de allá
se lástima de don Diego é de sus criados, tornó, fuésse á la cibdad de los Reyes é
é mandasse que le volviessen algunos in- descargóse del officio, por no se ver en
dios de los del mariscal, su padre, por- otra tal como aquella passada.
que no andoviessen vendiendo las capas Deçian aquellos de Quito que tienen
para comer; é á esto no respondió. nueva de muy rica tierra de minas é muy
Desde á pocos dias llegaron á los Re- poblada, é junto á Quito lo de la Canela,
yes muchos vecinos de Quite, é dixeron que dicen ques cosa de mucha riqueça;
que en tanto que las cosas ya dichas pas- é dicen que hay tierra para dos buenas
saban en el Cuzco, el capitán Benalcácar gobernaciones, é que en lo del rio de
llegó allí á Quito, é fué á casa del thesso- Sanct Johan hasta los caraques hay otra,
rero Rodrigo Nuñez, é que por fuerça é que desde allí hasta los términos de la
avia abierto la caxa, adonde estaba el oro cibdad de los Reyes hay otra goberna.
de los quintos de Su Magestad, é que tomó çion, é que de allí en lo de adelante hay
de allí tres mili é ochocientos pessos, é otra, é lo demás dicen que no es tierra
pagó con él á ciertos mercaderes, á quien para poder hacer pueblos. Esto se entien-
debia: é visto aquesto, el thessorero vino de en lo del camino real que está descu-
á Tumbez é á Payta, que son ciento é bierto ; porque en lo de los lados é tra-
cinqüenta leguas de Quito para tomar los vesses no se sabe más sino que hay nue-
puertos é requerir á las justicias que to- va é rica tierra: lo qual han de mostrar
massen los dineros á aquellos que los lle- los trabaxos de los hombres y el tiempo,
vaban ; é aprovechó andar presto el ca- como lo disponga la voluntad de Dios.
mino , porque se cobró todo el oro que

CAPITULO XX.
En el qual se concluye esta segunda relación deslas contenciones de los gobernadores Piearro ¿Almagro,
é junio con esto se dice el paresçer del que la escribió, como celoso del servicio de Dios é del Rey é del
bien é procomún de la tierra, ¿ otras cosas notables é que quadran á la historia.

Uesde á pocos dias después fueron á la ternán harto que hacer en remediarse
cibdad de los Reyes cartas é mensajeros desde á muchos años, porque ni les de-
del Cuzco ; y ellas y ellos deçian cómo xan manta con que se cobigen, ni camisa
Hernando é Gonçalo Piçarro é los que con que vistan, ni lana de que la hagan, por-
ellos andaban avian enviado al Cuzco más que faltando las ovejas é los depóssitos
de çient mill ovejas é carneros é muchos que solia aver de la lana, de los quales
otros bastimentos; é dexaron los indios ya no hay alguno, no tienen de qué hacer
por donde passaron de tal manera, que ropa. Y con esto y con lo passado de la
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XX. 345
destruyçion ques dicho de los mahiçales las derraman son de los apassionados.
del valle del Cuzco, quedaron muchos in- También escribieron que Hernando Pi-
dios con cruces en las manos, pidiendo çarro yria muy presto á España á dar
por amor de Dios de puerta en puerta, é cuenta á Su Magestad de lo que ha fecho,
los hallaban cada dia muertos por las ca- é assi se cree que no osara facer otra co-
lles caydos de hambre, puesto que un de- sa. Quia non est quise abscondat a Cœsare,
voto religioso de la Orden de Sancto Do- de la justicia de Çessar, ni hay ninguno
mingo andaba sacando mahiz á los veci- en estas partes que no le lleven atado con
nos para repartir á los pobres. Mas como qualquier mandamiento de su Real Conse-
eran muchos, dicen que eran muertos más jo ; y en la verdad aqueste auctor ques-
de sessenta mili indios de hambre; é vien- ta relación escribió, como testigo de vista,
do esto los offiçiales de Su Magestad del dice que siempre conosció en don Fran-
Nuevo Rey no de Toledo, requirieron al cisco Piçarro é don Diego de Almagro
nuevo marqués don Francisco Piçarro* grandíssimo cuydado de no enojar á Sus
que mandasse volver á sus hermanos é á Magestades, é questo fué la causa que hi-
la gente que con ellos andaban , é que no ço á don Diego de Almagro que no cor-
destruyessen aquella tierra, ques de Sus tasse la cabeça á Hernando Piçarro, por-
Magestades é de su corona real de Casti- que segund eran muchos los que le impor-
lla , diciendo que lo haçian porque como tunaron que lo hiçiesse, no oviera otra co-
no era su gobernación é se la avie de qui- sa que se lo estorbara. É quando Almagro
tar , queríanla desipar primero : é sobre volvió al Cuzco, retrayéndose de sus ene-
esto, como el thessorero Manuel de Espi- migos, muchos le deçian que si él cortara
nar fué el que más habló, los criados del la cabeça á Hernando Piçarro, no se viera
marqués é otros que pressentes estaban Je en el aprieto que se via, é que espérasse
tractaron muy mal con palabras é aun po- que lo quél avia dexado de hacer, Her-
niendo las manos en él. nando Piçarro lo haria, cortándosela á él.
Otros que después vinieron del Cuzco Por esto tal quadra aquel proverbio ó re-
dixeron que Hernando Piçarro traia con- frán vulgar, que dice que « quien á sus
sigo por los Chalcas á todos los arcabu- enemigos popa, á sus manos muere*. A es-
ceros é otros que fueron en la batalla ; é to dixo Almagro á sus amigos que más
sus pláticas eran como de hombres alça- queria padesçer mill muertes é no avcr
dos, é deçian que hasta que Su Magos- hecho cosa contra el servicio de Su Ma-
tad enviasse perdón general, no han de gestad, que verse muy próspero, a vién-
obedesçer á nadie : é otros deçian que si dote en algo deservido.
el juez que fuesse entrasse resçio, que Dícese por cosa muy cierta una genli-
todo era matarle, é otras cosas semejan- Icça quel mariscal don Diego hiço con
tes. É dicen que Hernando Piçarro ha re- Hernando Piçarro, quando le tenia presso
cogido más de quatroçientos mill pessos en Chincha : é fué que una noche que de-
de oro é plata, é que deçia que todo lo cían que yba don Francisco Piçarro con
que avia hecho se avie de apaciguar con su gente á romper con la de don Diego
dinero; pero estas nuevas teníanlas por de Almagro, deçian que assi como se co-
tales como las que antes se deçian contra mençasse el rompimiento, luego avian de
don Diego de Almagro, porque los que cortar la cabera á Hernando Piçarro, por-

• En la margen derecha del MS. original se lee: Francisco Picarro».


«De aquí adelante llama la historia marqués á don
TOMO IV. 44
34G HISTOMA GENERAL Y NATURAL
que era causa de todo aquello con las |os indios de servicio que tenían los es-
cartas que escribia : é aun diçen que uno pañoles, é se informassen é los instruy-
se puso con Ja espada desnuda cabe él rian en las cosas de nuestra sancta fée ca-
para hacerlo. E sabido por don Diego de thólica, ó si no que apremiassen á sus
Almagro, hiço apartar aquel de allí, é amos, para que lo hiçiessen ó se los qui-
mandó aderesçar un caballo que tenia tassen ; y esto seria la verdadera protec-
muy ligero, y enviólo á Hernando Piçar- toría destas gentes, é no preguntarles
ro, é mandó que le dixessen que si sin- con quién quieren estar é dallos á quien
tiesse algún alboroto, que se acogiesse á ellos quieren; porque los indios quieren
aquel caballo é se fuesse ; porque si ovies- estar con quien les dá mas libertad, pa-
se rompimiento él no seria parte para li- ra haçer sus çerimonias é ritos é otros
brarle de la gente, si allí quedasse. pecados. Y esso no es darles libertad,
Tornando á las nuevas que en estas sino dexarlos en el captiverio del dia-
partes más que en otras osan afirmar, se- blo. Y procurar que se traygan los hi-
yendo falsedad, diçe este buen auctor jos de los caciques é principales, para
(que á la verdad más de tres veces se ha que sean dottrinados en las cosas de
nombrado en esta relación por su proprio nuestra sancta fée , porque la gente co-
nombre) ques la causa porque hasta ago- mún destos indios es la que más sigue á
ra no ha ávido quien castigue los que ta- sus señores de quantas gentes se han vis-
les nuevas derraman, que también de Be- to. Y diçe el queste consejo da á Su Ma-
nalcácar dixeron al marqués don Francis- gestad, que no crea que lo diçe porque le
co Piçarro que yba aiçado é que avia hayan quitado algunos indios (porque, á
muerto ciertos tenientes; é deçian des- Dios gracias, en diez é seys años que há
pues que era falsedad é que estaba en que está en las Indias, nunca se ha servi-
servicio de Su Magestad, é avian escrip- do sino de sus dineros), sino porque vee
lo los mesmos tenientes, é que si el mar- quanta nesçessidad hay que Su Magestad
qués le enviasse un pa!o que le obedesçe- lo sepa, é porque ha visto que lo que más
ria, é quel no haçe más de lo quellos manda y encomienda en sus reales pro-
quieren. É diçe quel licenciado Johan de vissiones es la conversion destas gentes;
Vadillo, oydor desta Real Audiencia en é porque el fructo que se ha fecho en al-
esta Cnancillería de Sancto Domingo, pas- gunos indios que los frayles dominicos
só por allí é lo vido, é que traia nuevas han tomado á cargo de los industriar, que
ques la más rica tierra de minas que ja- ha bastado á tanto, que en muchas casas
más se ha visto ; é que no falta sino que dicen en areytos en su lengua la dottrina
en cada una de aquellas provincias ovies- chripstiana. É seyendo los obispos destas
se un gobernador, é con esto se descu- partes como es dicho, los clérigos é reli-
briría mucho más é la hacienda real é sus giosos procurarían de industriarlos, é aun
quiiilos se aumentarían. los legos harían lo mesmo, porque aun-
Cada una destas gobernaciones puede que no les moviesse esto, los forçarian á
ser un obispado é aquella de los Reyes hacerlo por no verse despojados del ser-
arçobispado ; porque diçen que en aque- vicio que tienen.
lla tierra hau de ser los obispos como eran Diçe más : que avia poco que á aquella
on otro tiempo, que procuraban más de cibdad de los Reyes avia allegado Diego
convertir infieles á nuestra sancta fée é de Alvarado, que yba á España á dar
ganar ánimas, que no de hacer mayorad- cuenta de lo passado á Sus Magestades,
gos. E que procurassen para esto do ver é don Alonso Enriquez y el licenciado
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XX. 347
Prado ; é despues llegó Hernando Piçar- los más se mueren, é á los que quedan,
ro, é no con tantas riqueças como se avia córtanles los cabellos é hácenlos anaco-
dicho, é también deçia que yba á dar ra- nas. É desta manera presto se acabará
çon é cuenta á su Rey de lo que avia fe- aquella miserable gente, si Su Magostad
cho. Y los que con él vinieron dixeron Cessárea no lo provee con enviar una
cómo cerca de la villa nuevamente fun- Cnancillería á aquellas partes é hombres
dada los indios mataron tres chripstianos, que prepongan el servicio é celo de Dios
ó assi hicieran á todos los de la villa, si é del Rey al intéresse, porque se sosten-
no fueran avisados de los anaconas, que ga una tierra, de donde tantas riqueças
les descobrieron cómo los querían matar han salido é se esperan otras muchas más
á todos; é fué tan presto, que tovieron sin comparación, para ensañamiento de
lugar de prender á los caciques que te- la república chripstiana.
nían allí consigo antes que se fuessen. E Diçe más el que escribió esta relación
ha venido Gonçalo Piçarro con cierta gen- á Su Magestad: que se atrevió á lo hacer,
te á asegurar la tierra, porque está peor porque ha mirado con mucha atención las
que nunca estuvo con estas disensiones, cosas de aquella tierra, é porque ha visto
sin las quales serian las más ricas tierras el fructo que ha seydo de las Audiencias
que hay en el mundo é más fértiles ; por- Reales que Su Magestad tiene en esta
que diçe que de unos granos de trigo é de nuestra cibdad de Sánelo Domingo de la
cebada que sembraron, se cogieron más Isla Española y en México. Y porque la
de veynte hanegas, porque de cada un tierra se repartiesse cómo los naturales
grano comunmente salen septenta ú ochen- se conservassen é se diesse á muchos
ta espigas ; é que ha visto el questa rela- más de comer en ella en lo que está re-
ción escribió que de un grano de trigo partido ; porque si hay al rededor de los
salieron doscientas é cinqüenta espigas, é pueblos quince ó veynte mili indios, no
de un grano de cebada trescientas. estarían repartidos en quatro ó cinco ve-
En fin diçe que no falta en aquella tierra cinos, como están, Porque si de los indios
sino que sepan los delta qué cosa es justi- que están junto al pueblo se diesse á ca-
cia é que Su Magostad está en ella é no da vecino un principal con doscientos ó
á tres mili leguas ; porque hasta aqui no trescientos indios, estos servirian de lo
han sabido bien qué cosa es aquello, por- que oviesse menester en sus casas y en
que si lo supieran no oviera ávido las sus labranças, é para lo demás, dándo-
muertes que ha ávido : que sin Ja gente les indios de los que están léxos y en la
que murió en la batalla del Cuzco, han sierra, se sustentarían, é los indios no se
muerto más de otros ochocientos chrips- destruyrian ni vernian á menos : antes se
tianos, despues que se començaron estas aumentarían, porque contesçc que vi-
discordias, assi ahogados como muertos niendo á servir á su amo los indios de la
de indios. Porque es cosa de mucha lás- sierra é los que están léxos, se mueren la
tima lo que cada día acontesçe, é lo peor mitad dellos primero que á sus pueblos
es conosçer la mucha raçon que tienen tornen : lo qual se excusaría con lo ques
los indios de estar levantados, porque dicho, porque aquella tierra es muy dife-
aquellos capitanes que salieron á poblar, rente de otras, porque quaudo en la cib-
como es dicho, llevaron de los indios de dad de los Reyes es verano, en la sierra
paz á tres mili é á quatro mili indios para es invierno, é quando en la cibdad es in-
cargas, é como los sacan de sus naturalc- vierno es verano en la sierra, é tura cada
ças, por maravilla vuelve indio, porque temporal destos medio año; y esto es
348 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en toda la más de la tierra, que no está gas. Y dice que los tornó el gobernador
más de tres ó quatro leguas una de otra, don Francisco Piçarro á enviar para que
con la diferencia ques dicho. É con esto entren por otra parte á la conquista don-
hay tanta mudança en los cuerpos huma- de yban. Dios los encamine á todos.
nos, y mucho más esto en los indios que También vino allí á los Reyes uno, que
en los españoles ; porque como los chrips- se deçia Valdivia, á hacer gente para yr
tianos están mejor mantenidos que los in- á poblar á Chile ; mas se cree que con la
dios , no imprimen tanto en nosotros esta que de allí llevaría, no lo poblara.
diferencia de tierras. Y esta es la causa En todas las revueltas é diferencias de
porque los más que allá enferman, son los gobernadores, que ha ávido en aquella
pobres, aunque en todos haga alguna im- tierra, lo peor paresçe es el poco conosçi-
pression la mudança de los llanos á la miento que tienen los unos é los otros
sierra ó de la sierra á los llanos. de lo que han hecho, aviéndose ávido
Para en prueba desto es quel capitán con aquella tierra como si la hereda-
Candia y Per Ançurez, con la gente de la ran de sus antepassados, é unos contra
conquista donde fueron, con no se aver otros peor que moros é chripstianos, é
alejado mucho de los Chalcas, volvieron como si no toviessen á quien dar cuenta
al Cuzco con seplenta ú ochenta chrips- de lo que hacían. Y con esto no cessa-
tianos menos, é con çient caballos que ban los bandos entre piçarros é chileños, ó
les faltaron, que se comieron de ham- aun algunos se han muerto y matarán en
bre: é dice que era tan grande el calor los caminos sobrello : é con esto ni el Yn-
de la tierra, que les mató los ques di- ga se conquista ni la tierra se pacißca, é
cho , é no truxeron gente de servicio de de cada día se pierde más, si no le va el
quanta llevaron, é se les murieron más remedio nesçessario de la Cessárea Ma-
de quatro mili indios é indias de servi- gestad, al qual el Espíritu Sancto alum-
cio , de lo qual se puede conjecturar qué bre y favorezca en esto para que se con-
tantos serian los que murieron de las car- siga el servicio de Dios.

CAPITULO XXI.
En continuación del discurso principal de la historia é officio del historiador.

t-d que esta información de susso é tan propóssito hasta dar noticia á Çéssar viva
puntualmente é como testigo de vista me voce, le llevó Dios desta vida. Assi que,
dio por escripto, é conforme á lo que con- él cumplió en lo que en él fué, é del me
tenia , aqui lo he puesto con menos pala- informé de lo ques dicho, é lo vi escrip-
bras , fué el dottor Sepúlveda, que como to é firmado de su nombre, para lo dar al
albaçea del adelantado don Diego de Al- Emperador.
magro fué á España por complir con su Adelante deste dottor yba Hernando
consçiençia é con el servicio de Su Ma- Piçarro, é tras él, en su seguimiento,
jestad, aunque flaco y enfermo, vino á Diego de Alvarado é otros ; é aun los que
esta cibdad, por visitar á su muger é hi- saben de cierto que todo lo que la histo-
jos, é repossó poco por complir con lo ria ha contado, lo han dicho, é mucho
que era obligado. É no halló al Empera- más, á los señores del Consejo Real de
dor, nuestro soñor, en España, é atendió las Indias. É assi se debe creer que da-
à Su Magostad ; é continuando su buen ría« in seriplis relación particular é gene-
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XXI 349
ral de todo lo que ha passado á Su Ma- de Leon, cavallero de la Orden de Sanc-
gestad, por léxos é apartado que esto- tiago : el qual llegó á esta cibdad de Sanc-
viesse de España: quando más que allende to Domingo, bien acompañada su perso-
de lo que Diego de Alvarado puede decir na, miércoles veynte é nueve de diciem-
en estas cosas, están assimesmo en Es- bre del año de mili é quinientos y quaren-
paña don Alonso Enriquez é Diego Nuñez ta. E partió de aqui un domingo en la
de Mercado, alcalde de Leon de Nicara- noche, que se contaron cinco días de he-
gua , é Johan de Espinosa é otros, que se brero del siguiente año de mili é quinien-
debe creer que assimesmo avrán infor- tos é quarenta y un años, con tres cara-
mado de la verdad. Pero como á esta velas, para yr derechamente á la cibdad
virtud nunca faltaron mendaces contradi- é puerto del Nombre de Dios, ques en la
tores, ello é todo yrá á parar donde Dios Tierra-Firme : después de lo qual se supo
permitiere; y este juicio á elle remitamos, por sus cartas, é por el maestre de la ca-
é supliquemos como chripstianos que ravela, en que su persona yba, é por
alumbre á Çéssar, é á aquellos señoresque otras personas que á esta cibdad torna-
le consejan, para que acierte á remediar ron, que llegó el licenciado al Nombre de
en esto y en todo lo más que sea servicio de Dios en trece dias, é que passaron traba-
Dios y bien y apropóssito de la conversion xo en la mar, porque corrieron tormenta
destos indios, é de la población de los tres dias ó más, é aportaron entre unas
chripstianos españoles y extrangeros que islas, junto adonde este mesmo año poco
por acá andan, aunque todos se Maman antes se avian perdido las naos del obis-
españoles sin lo ser: antes muchos de- po de Panamá don fray Tomás de Ber-
llos son enemigos de nuestra nasçion, é langa, que se llaman de Secatura, é por
todas las culpas de los unos é de los otros otro nombre se dicen islas de Sanct Blas.
se atribuyen á los españoles, y es justo Y por una carta quel licenciado Vaca de
que se le den, pues lo sufren é no se re- Castro escribió desde Panamá, á los dos
media. Pero no se crea que hay total des- dias de marco de mili é quinientos é qua-
cuydo en aquestas cosas de acá, pues Su renta y uno, dice que llegó á aquella cib-
Mageslad é Real Consejo de Indias, aun- dad á los veynte é seys de hebrero, é que
que han oydo estas cosas que han passa- se partiría de allí para el Perú é tierra
do en la tierra austral, ó la muerte de austral antes de ser mediado el mes da
don Diego de Almagro, cómo sea cosa marco. Dios le guie é le dexe acertar á
de tanto pesso é importancia en aquel servir á Dios é al Rey, nuestro señor, é á
grande señorío, se buscó en España un poner remedio en lo pressente é por venir,
hombre dotto é de buena casta, é le pro- para el bien de aquellas partes, assi en la
veyeron de grandes salarios é le envia- conversion é pacificación de los naturales
ron al Perú ó tierra austral, donde esta- délias, como en la pacificación é sosiego
ba el marqués don Francisco Piçarro, á de los chripstianos que por allá andan! En
inquirir la verdad destos negocios, que- lo qual, y en saber la verdad de lo acaes-
dando presso en la corte, en la villa de çido, si Dios no pone su mano en ello,
Madrid, Hernando Piçarro, á pedimento me paresçe que avrá dificultad por todos
de los procuradores del adelantado Al- estos respectos: lo uno, porque siempre
magro, á quien él mató. los vencedores suelen hallar los testigos
Este juez que digo que envió Su Mages* á su propóssilo mejor é más ayna que los
tad á aquella tierra, fué el licenciado Va- injuriados é danificados: lo otro, porque
ca de Castro, natura) de la rea! cibdad el que queda con la victoria, tiene qué
35-fr HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dar y en qué haçer merced, y el muerto otras muchas causas quel tiempo mostra-
no puede hablar por sí, si Dios no habla rá adelante, é yo diré en su lugar, si la
por él: lo tercero, porque son muertos vida me turare hasta ver el fin destos ne-
é ausentes, los que osaran decir lo cier- gocios , porque son de calidad ques me-
to, ó han huydo de la tierra, por no ser nester que se espere á quel Emperador
raaitractados: lo quarto, porque el dia vuelva á Castilla, é que sepamos lo que
de hoy pocos son los que en pendencias se determina después en la persona de
agenas quieren' délias más de oyr é ca- Hernando Piçarro, é lo que por acá obra
llar, é se excusan de decir la verdad: lo la venida del licenciado Vaca de Castro.
quinto, porque quedándose el marqués Assi que, dexado esto, volvamos á las
don Francisco Piçarro en su officio é go- otras materias de mejor gusto, é dexe-
bernación , ninguno le osará enojar, aun- mos estas apassionadas pendencias á cu-
que del é de sus hermanos haya resçe- yos son, é á los que las han de juzgar,
bido malas obras, ni se las haya visto pues á los unos les va las ánimas, ó las
hacer á otros: lo sexto, porque la bolsa ponen por prenda de lo que determina-
de Almagro é de su hijo é amigos era ya ren , é á los otros las vidas é honras é
corta é agotada, é la contraria estaba col- haciendas.
mada é siempre ganaba : lo séptimo, por

CAPITULO XXII.
De las minas de plata de los Chalcas, é quán diversamente hablan en ellas.

Jlíl licenciado Johan de Vadillo. oydor es fecha en el mes de ottubre del año que
de Sus Mageslades en esta Audiencia Real, passó de mili é quinientos é quarenta, y
que aqui en esta cibdad de Sancto Do- es hombre que lo entiende muy bien esto
mingo reside, estovo el año passado de de las minas; y escribe desde las mesmas
mili é quinientos é quarenta en la tier- minas de los Chalcas, donde fué con más
ra austral, é platicó é comunicó al ca- de treynta negros suyos á buscar alguna
pitán Hernando Piçarro, despues de todo buena mina. Y habla en esto como hom-
lo que passó en el Perú : é dice que le bre que está arrepentido de aver fecho
certificó que treynta negros sacaban cada tal camino; é dícelo de manera que se
dia tres mili marcos de plata en las minas puede creer que hay en las Indias otras
de Chalcas, é que de un quintal de vena más ricas, porque no es con mucha parte
salia la mitad, ó quassi, de plata muy fi- lo que otros han pregonado de los Chal-
na ; é quél daria al Emperador de renta cas : antes se puede colegir que si saca-
por estas minas en cada un año doscien- ren el jornal é costa, es mucha ventura ó
tos mili pessos de oro, é que pensaría poca más ganancia que la costa. De que
él demás desso ganar un thessoro muy se infiere que lo que dixo Hernando Pi-
grande para sí con las dichas minas. çarro es burla quanto á la plata, que tam-
Muy al contrario desto he visto una bién dice Vadillo que le dixo que la ve-
carta de Francisco de Barrionuevo, go- na era tan gruessa como un buey ; é con-
bernador qóe fué de Castilla del Oro, el jeturadas las palabras de Hernando Pi-
qual después que dexó el officio, se pas- çarro, y entendiéndolas conforme al es-
eó al Perú desde Panamá: la qual carta tado en que estaba, temeroso por lo
DE INDIAS. LIB. XLVII. CAP. XXII. 351
acaesçido con Almagro, bien deçia si to ni registrado, es un grand thessoro.
el Rey entrara con él en granjeria; é Esto de las minas también se apurará
bien creo que no solamente los doscien- é sabrá cada dia más puntualmente que
tos mili pessos le diera de renta, sino aun hasta aqui, porque se espera que la tier-
doblados. El caso es que no solamente en ra se porná en tal concierto, que assi los
Chalcas hay plata en aquellas partes, si- mineros de oro é plata como los hombres
no en otras muchas minas ; pues tan- é todas las otras cosas ternán su lugar é
ta ó en tan grandes pieças y en muchas raçon, é se acabará la behetría é descon-
maneras se ha llevado á España una ciertos que han acaesçido é cada dia
cantidad inextimable, é tan copiosa que acaesçen donde anda gente de guerra; en
no hay cuenta ni se puede saber, assi especial la que por acá ha andado tan
por yr por tantas vias é personas, co- suelta é libre é tan mal sojuzgada é de
mo porque es opinion de muchos que tanta divcrssidad de lenguas.
solo lo que se ha hurlado é no escrip-

CAPITULO XXIII.
En que hace con brevedad mención de la muerte del marqués don Francisco Piçarro, porque en el siguien-
te libro se dice más largamente; é con este capítulo se da fin a este libro XLV1I.

Vjómo las cosas que llevan errados los de los Reyes á los quince de julio, que fue
principios é medios, siempre dexan á los veynte dias después de aver muerto el
hombres en esperança que los fines no marqués. Y son las cartas que lo dicen de
pueden dexar de aver peor conclusion, personas que estaban en aquella cibdad,
assi ha acaesçido al marqués don Fran- quando allí fué muerto, é no se les puede
cisco Piçarro, que contento con solo el dexar de creer lo que dicen : porque la
título, é sin estado á él apropriado, se una es escripia por un hidalgo, llamado
subió y encumbró en tanta soberbia, que Esidre de Robles, ques de los antiguos
paró todo su hecho en que fuesse muerto pobladores de Tierra-Firme, é fué amigo
por mano de sus enemigos á los veynte del marqués é del adelantado don Diego
é seys de julio de mili é quinientos é qua- de Almagro, é los tracto é conversó mu-
renta y un años. Esta muerte se sonó chos años hasta los tristes fines quel uno
aqui en la cibdad de Sancto Domingo, é y el otro hicieron ; y es hombre de hon-
se supo á los quince de ottubre del mes- ra é buen servidor de Sus Magesfades ó
rao año por una cara vela, que vino del apartado de las passiones de los unos é de
Nombre de Dios, é dixo que al marqués los otros: la otra letra es de don Diego de
don Francisco Piçarro le avia muerto á Almagro, hijo del mesmo adelantado don
puñaladas un vizcayno é otros de la com- Diego, justificando la muerte que se le
pañía de los que avian militado con el dio al marqués: é la una carta é la olra
adelantado don Diego de Almagro , é que dirigidas al Revcrcndíssimo presidente é
juntamente con el marqués avian muerto obispo don Alonso de Fucnmayor, que en
otros quatro ó cinco: lo quai y cómo pas- la Real Audiencia reside en esta cibdad.
sé se supo más puntualmente por dos car- Y después, el viernes siguiente adelante,
tas, que llegaron en olra cara vela á esla llegó otra nao á esta cibdad, que ;
cibdad á los dos días de noviembre del mesmo viene de Tierra-Firme, y en ella
mesmo año, escriptas en la mesma cibdad ul capitán Peña, vecino dcsta cibdad, el
3ü2 HÍSTORIA GENERAL Y NATURAL
quai truxo nuevas del licenciado Vaca de refrán que dice:
Castro, que fué por presidente de las
Si Marina bayló
partes del Perú, que hasta aqui se avia tome lo que halló.
sonado que era muerto. Y assi de lo uno
como de lo otro se dirá más particular- me paresçe que acabó este marqués é su
mente en el siguiente libro, que acuerdo marquesado. Plega á Dios que su muer-
de añadir á estas historias; porque me te le tomasse en estado que su ánima no
paresçe que de la gobernación del Perú é se pierda, puesto que él acabó matando
de aquellas partes ya van muy enconados y matándole!... Y fuera más seguro fin
los Piçarros ó la mayor parte dellos y que el suyo, si fuera su penitencia de otra
será bien que de aqui adelante yo proceda forma y llorando sus culpas y pidiendo á
con los nuevos subçessos en nueva mane- Dios misericordia •
ra de historia. Y aun con aquel cantar ó
Este libro es el décimo de la tercera parte, y es quadragéssimo octavo de la Natural
y general historia de las Indias, Islas y Tierra-Firme del mar Océano é imperio oçi-
dental de la corona é çeptro Real de Castilla é de los Reyes délia : el quai tracta
de la muerte del marqués don Francisco Piçarro, é de las cosas que han subçedido
despues de su muerte en la gobernación de la Nueva Castilla, é qué forma se tuvo
para le matar, etc.; é tráctase de otras cosas demás desto ques dicho.

PROHEMia

Jitstoy maravillado y conmigo solo mu- puede aver para su sustentación, se apa-
chas veces disputando la causa de tan cienta de tierra é comporta su hambre
sangrientas historias como son aquestas, como puede hasta que Dios le provee de lo
é no poco admirado de tan malos fines que le falta de mejor mantenimiento1. Y
como han hecho la mayor parte destos seyendo hombres estos infelices capitanes
gobernadores de indias, cuyos pecados de quienes aquí se tractará, no fueron
é faltas de buen conosçimiento los consti- capaces para saber vivir, sin su muerte é
tuyó en tales officios; mas poco á poco las agenas, por su poca prudencia ó des-
concluyda mi disputación (y no poco al- ordenadas cobdiçias.
tercada), hallo que sus trabaxos é casti- Leo que un ave de las comunes é más
gos é tristes eventos han origen del ci- despresçiadas, para harlar su sed, halla
miento de sus cobdiçias. Y náceme más remedio ; é assi escribe Plínio de un cuer-
maravillar su poco entendimiento, que vo, que no pudiendo con el pico alcanear
no conosçen ni alcançan por su ceguedad el agua, que estaba en el fondo de un vas-
v distinto natural lo que un lobo entiende so, metió allí tantas piedras, que la hiço
(seyendo un bruto animal). El qual sin po- alçar en tal manera que alcancé á beber lo
nerse á la muerte, cobdiçiando loque no que le bastó *. Y estos cuytados, sobrán-

\ Pünio . lib. X, cap. LXXII. 2 Pünio, lib. X, cap. XLIII.


TOMO IV. 43
354 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
doles todo lo que otros dessean, metieron çebe ni confie de sus fuerças, ni de su
tantas cizañas é passiones en los vassos de proprio sesso ni poder, ni del tiempo, ni
sus malos arbitrios, que vertieron quanto de la riqueça : que todo esso es momen-
tenían con su propria sangre. Pues mucho táneo é presto passa.
mayor es el entendimiento délos hombres, Hágoos saber, amigos, quel justo jui-
ques aquel de los otros animales é aves; cio de Dios dará á cada uno lo que me-
é notad, sabio letor, que digo hombres. resçieren sus obras3. Assi lo dixo el glo-
Porque yo á los que determinadamente se rioso Sanct Pedro, al qual Dios encomen-
desacuerdan de sus consçiençias con per- dó su Iglesia. Y como lo tengo assi por
severancia, é se atreven á dar enojo á fée, é á lo que no puede faltar, no ha-
sus príncipes, no los cuento por hombres llo consuelo que baste á me quitar la
sino por menos que animales semejantes mucha lástima que tengo del adelantado
á los que he dicho. Regla natural es que don Diego de Almagro é del marqués don
las bestias irracionales guardan su intento Francisco Piçarro, y de los que á vueltas
é acostumbrada orden, é sin vacilar ni se de sus passiones con ellos ó por ellos han
apartar de aquella, segund la propriedad é padesçido por tantas vias é con tantas
género suyo; y el hombre de ánimo gen- crueldades, como han usado los unos con-
til é racional es inconstante en todas sus tra los otros : de forma que los leones é
vias f. tigres é animales fieros podemos tener
Yo no desalabo, como en otras par- por más sociables é piadosos é menos
tes he dicho, que los hombres de bien é crudos que á los hombres que por acá
los nobles é que son para más que otros, avenios visto. Al uno é al otro destos go-
busquen la vida en las Indias é fuera dé- bernadores conosçi, é fuy su amigo é con-
lias, assi en el arte militar como de otras versé sus personas, é les vi pobres com-
maneras honestas ; pero con tal aditamen- pañeros , é los he visto tan prósperos é
to que en qualquier forma que sean exer- ricos que su fama é inauditas riqueças
çitados, no olviden aquellas quatro pala- atronaban el mundo. No de la manera
bras del Apóstol que dice : « Un señor, que aquellas fabulosas que se atribuyen
una fée, un baptismo, un Dios »2. Mas al rey Mida, del qual el poeta Ovidio di-
qué puedo decir á esto sino que he visto ce que todo lo que tocaba, se convertía
por estas tierras nuevas tantos cambia- en oro, hasta tanto que por mandado de
banderas , desasosegados en sus obras é Neptuno se lavó en el rio Pactólo de Çer-
vidas, que me hacen sospechar que ni to- deña4, sino en efetto tan verdaderas co-
dos aman un señor é Rey natural, aunque mo la natura las produce, y en tanta
generalmente dicen viva el Rey; ni son quantidad quanta nunca hombres hasta
de una fée, aunque todos se santiguan; hoy, desde quel mundo es mundo, han
ni de un baptismo, puesto que se llaman poseydo, no se halla escripto. Y dixe bien
chripstianos; ni aman un Dios, como de- que atronaban el mundo, pues tan presto
brian hacerlo cathóücos?.. Y destas mez- se acabaron essos estruendos que los hi-
clas se consiguen los efettos, que adelante cieron varones tan estimados que á mu-
contará la historia, demás de los que ha chos reyes é príncipes causaron envidia,
contado. Pues no se engañe nadie ni se porque en sus reynos falta el oro é plata

t Vir, duplex animo, inconstans esl in omni- 3 Juslijudicü Dei,qui reddet unicuiquesecun-
bus viis suis (Jacobi, cap. I). dum opera ejus (Ad Roman., I, cap. If).
2 Unus dominus, una fides, unum baptisma, i Mctham., lib. X.
unus Deus {Ad Ephcs., cap. IV).
DE INDIAS LIB. XLVIII. PROHEMIO. 3öö
e perlas y esmeraldas que á estos capi- recogeros á puerto, donde salvárades las
lanes sobraban, é podían dar é repartir vidas é las ánimas, é con muchos carros
en grandes cantidades á quien les plu- de oro é plata é joyas colmados, para los
guiesse, sin que á ellos les faltassen. gastar de otra guisa que los empleastes,
No sé cómo pudo la industria de los que tiempo tuvistes, é muy posible os
malos terceros desavenir estos hombres fuera. Pero en lugar de los consejeros bue-
(si no fué por la poca prudencia del uno nos, que os faltaron, ya que vosotros mes-
é del otro) para incurrir en tanta ene- mos ignorábades vuestro remedio, os dio
mistad, a viendo seydo tan entrañables é vuestra desdicha otros que al revés de
buenos amigos, é tantos años é tan cor- lo que os convenia creystes, pues no
dialmente bien avenidos, y que vinies- supieron (ó no quisieron) echar agua de
sen totalmente á perderse, como se han buena equidad para templar é consumir
perdido. Y plega á Dios que no hayan ydo el fuego de vuestras desvariadas diferen-
sus ánimas á la perpétua perdición! cias; sino allegaron estopas é pusieron
jOh desdichados de vosotros, cómo más leña é alquitrán, para determinar é
aveys peresçido como personas de poco acresçentar vuestros rencores, y sacas-
arte ! Pues ya que vuestro entendimiento tes dellos el galardón más justo que vues-
no bastó á saberos conservar, grand in- tras pendencias.
felicidad fué la vuestra en faltaros amigos En fin, esta materia me paresçe muy
que os consejassen, para que las penden- inscrutable ó inteligible al que profunda-
cias é malas intenciones çessassen é vues- mente la quisiere investigar, pues que no
tra destruyçion se excusasse ; é si los tu- ha seydo en mano de nadie dexar de aver
visteys é os lo dixeron, más culpados subçedido las cosas á la manera que han
soys é dignos del pago que teneys, é no passade Para mí, yo pienso que pecados
se podrá decir que fuystes sin ventura, de los unos é desmeresçimientos de los
sino faltos de raçon é sentido. otros fueron la rayz de sus alteraciones
Mirárades lo que dixo de sí aquel vas- y el fundamento de los tristes edefiçios,
so de elección: « Hermanos, yo no pienso que tan desastradas é malas muertes les
a verme comprendido á mí mesmo» •. causaron; y no sin causa aquel espejo de
¿Pues quál es aquel que sabe ú oye esta paciencia dixo: «No hay cosa en la tierra
confession de Sanct Pablo, que piense hecha sin causa»2. Yesta no somos jueces
que se conosçe ninguno á sí mesmo. Yo los mortales para Ja juzgar. Y por tanto
creo quel que tal sospechare de sí, que remitámosla al universal juez de todos:
está muy apartado de lo cierto ; en espe- al qual plega perdonar los muertos, por
cial los que están cargados de culpas ó quien padesció en Ja cruz, é dar gracia
delictos, é teñidas las manos é las espa- á los vivos para que se enmienden é le
das en sangre humana. sirvan, y escarmienten en cabeças age-
En verdad, señores adelantados, no nas, pues tantas han padesçido (y tene-
sospecho que hay hombre tan vano y ene- mos por dechado) demás de aquel verda-
migo de sí que os haya envidia, sino lás- dero enseñamiento é aviso que la mesma
tima , pues no os acordastes de vuestro verdad por sus Evangelistas nos apercibe
principio é pobreça é nesçessidades en é certifica: «Owe con aquella medida quemi-
que primero estovistes, é yo os vi, para diéremos, seremos medidos3. Y si lo quere-
i Fratres, ego me non arbitro comprehendisse 3 In qua mensi fucrilis, remelietur vobis (Marc,
(Ad Phelip., cap. III). cap. IV; Luc, cop. VI).
2 Nihil in terra sine causn fit (Job, cap. V).
356 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mos mirar, cada dia se ve palpable, assi ro, ó marqués descuydado é imprudente,
en el discurso destos compañeros é capi- é á lo que hace al caso de la historia é
tañes Almagro é Piçarro, como en los que subçession de aquellas cosas de la gober-
los han seguido é otros muchos. nación é tierras é mares australes de la
Passemos á la triste é mal pensada Nueva Castilla, que impropriamente el
muerte del marqués don Francisco Picar- vulgo llama Perú.

CAPITULO I.
En que se Iracfa del Irançe é forma de cómo passó la muerte del marque's don Francisco Piçarro, gober-
nador é capilan general de los reynos é provincias e' costas é mares de la Nueva Castilla.

Üil que más puntualmente quisiere en- tró á visitar, é le preguntó si era él Pe-
tender las historias, en los capítulos par- dro de Lerma ; é cómo dixesse que sí, le
ticulares ha de venir instructo é informado dio otras muchas heridas é lo acabó de
del origen que traen ; é assi en este pres- matar, aunque él estaba tal sin esso que
sente libro conviene, para mejor gus- no podia escapar.
tarle , aver leydo los dos que le son pre- La causa desta maldad fué que avia,
cedentes, de donde se comprenden las como valiente hombre, peleado muy bien
diferencias de los dos capitanes, el ade- é señaládose en la batalla, pues quél fué el
lantado don Diego de Almagro y el mar- que encontró é derribó en ella á Hernan-
qués don Francisco Piçarro. Y en especial do Piçarro: é porque el caso fué tan feo,
ha de tener notado quién son aquellos acordó aquel que le cometió, que para su
que aqui llama la historia de Chile, por seguridad le convenia (pues tenia los jue-
los quales se entienden los milites, que ces é quien mandaba la tierra á su pro-
fueron con el adelantado don Diego de póssito), que era bien ser juzgado por ellos
Almagro al descubrimiento de la provin- é absuelto de su tacañería é delicto. Y as-
cia de Chile, é que con él se hallaron en si se pressente en la cárcel, é alegando
el rompimiento, en que fueron vencidos é sus méritos é llamándolos señalado ser-
desbaratados por la parte de los piçar- vicio fecho á Dios é al Rey, fué condena-
ros , en que quedó victorioso el comen- do en un marco de oro, que son cinqüen-
dador Hernando Piçarro, teniente de ca- ta pessos ; é desde á pocos dias después
pitán general por su hermano el marqués le dio el marqués un buen repartimiento
don Francisco Piçarro. En la qual jorna- de indios.
da fué presso el dicho adelantado, é mu- Assimesmo es menester quel letor ten-
cha parte de su gente muerta é pressa, é ga sabido cómo después el adelantado
lo que peor es, muy ultrajosamente trac- don Diego fué injustamente é só color do
tados, é con muchas cuchilladas por las justicia muerto, é con pregón público
caras despues de pressos é rendidos al- descabeçado por tirano, con el auctori-
gunos malamente ofendidos, é desde allí dad de Hernando Piçarro, como más lar-
adelante escarnesçidos é robados; é aun gamente se dixo en el libro XLVII, capí-
tal ovo que después le mataron en la ca- tulo XIX. El qual fué á España á la corto
ma , estándose curando de las heridas, de Çéssar, donde por el ausencia del Em-
que le dieron en la batalla. Este fué un perador, nuestro señor, su Real Consejo
hombre de honra, llamado Pedro de ker- lo mandó detener presso ; é defendiendo
ma, al qual el traydor que lo mató, le en- su causa é delictos, le acusó é persiguió
«vl. -f
DE INDIAS. LIB. XLVIII. CAP. I. ôol

principalmente un cavallero, llamado Die- da hora al nuevo juez. É teniéndole ya


go de Alvarado, amigo é albaçea é te- á la puerta, que era en la costa de la mar
niente del adelantado, é á quien dexó en- austral, por nueva cierta certificados, si-
comendado á su hijo don Diego de Alma- guióse que diez dias antes que sangre se
gro , en cuyo nombre acusó sus delictos vertiesse con mano armada en la cibdad
é culpas al dicho Hernando Piçarro, é de Lima, alias de los Reyes, ó que se si-
fué en su seguimiento. É tractándose esta guiessen los homicidios queaqui se dirán,
causa, fué proveydo el licenciado Vaca de se publicó é dixo en aquel pueblo, en-
Castro, del Consejo de Su Magestad, ca- tre los amigos del gobernador é sus par-
vallero de la Orden de Sanctiago, por ciales, quel dicho presidente que yba á
presidente, en cierta forma, de aquellas tenerlos en justicia, era muerto en la mar:
partes é tierras é mares australes, é des- é junto con ello se decía, que ya que á
ta é la otra parte de la línia equinoçial aquellas partes yba, no era para ser ri-
en la Tierra-Firme, de cuya venida se hi- guroso contra los chripstianos, sino para
ço mención en el libro ques dicho, capí- hacer sus negocios, dándoles más favor
tulo XXI. Y este cavallero continuó su del quel gobernador tenia.
viaje para poner en efetto lo que le fué Tras aquestas nuevas supo don Diego
mandado, é tener en justicia á aquellas quel gobernador se aperçebia é pertre-
tierras. chaba de muchas armas de todo género
Teniendo lo ques dicho el letor en la délias para le matar á él é á sus amigos
mente, si quiere ser informado de qué los de Chile, é á los que vivos quedassen
manera murió el marqués don Francisco dellos echarlos de la tierra, de arte que
Piçarro, ó le mataron, sabed que fué no le quedasse en ella escrúpulo ni per-
desta forma. sona que le pudiesse dar estorbo é pessa-
Cansada la fortuna de seguir á su hijo dumbre.
del adelantado, llamado assimesmo don Llegado esto á noticia de don Diego,
Diego de Almagro, é los de Chile, sus que estaba en alguna manera confortado,
amigos, é teniéndolos ya puestos en el esperando al presidente (en quien des-
mayor extremo de trabaxos que ser po- pués de Dios pensaba que consistía su re-
dia , y seyendo todo guiado por la mano medio) la víspera de Sanct Johan de junio
é rigor del gobernador ó marqués don de mili é quinientos é quarenta y uno, no
Francisco Piçarro é de sus justicias é ser- faltó quien le dixesse (de cierto) quel go-
vidores, determinada assimesmo con los bernador quería yr á le matar á él é á sus
unos é los otros de cambiarles sus esta- amigos que consigo tenia, é de hecho dar
dos. É á cabo de tres años que padesçian sobre él. É teniéndolo por cierto, recogió
é atendían los quexosos, esperando el en su casa hasta çient hombres de sus
remedio que la Cessárea Magestad les en- amigos, é algunos dellos con assadores,
viaba con su presidente el licenciado Va • por no tener otras armas para su defen-
ca de Castro (al qual cada dia pensaban sa , porque no les convenia buscar otras
ver en aquella tierra, é confiaban que con ni dar causa á que fuessen entendidos.
su llegada se les administraría algún con- Passado aquel dia con mucho temor é
suelo, é que desagraviaría assi al dicho cuydado de pensar que cada hora avian
don Diego como á sus amigos de los ma- de ser combatidos é resçebir la muerte,
les é desafueros que le avian hecho, é acordó don Diego quel capitán Johan de
cada dia les hacia el gobernador), es- Herrada (á quien él tenía por padre des-
ta esperança los sostuvo, atendiendo ca- pués que perdió al que lo era) fuesse á
338 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hablar al gobernador de parte de ambos, ron dando voces por la calle, desnudas
é le dixesse que por qué queria usar de las espadas en las manos, diciendo: «Vi-
tan grand crueldad con ellos é con sus va el Rey é libertad ». É atravessaron la
«imigos, y en pago y demás de los infini- plaça de la cibdad de tal manera, que al-
tos trabaxos é persecuciones que cada dia gunos de los que los vieron los tovieron
les hacia los queria matar. Y despues quel por repressentadores de farsas; é fueron
capitán Herrada le dixo lo que le paresció á las casas del gobernador, é con el ape-
en el caso, hallóle tan seco é desabrido llido ya dicho entraron, é atravessaron
en su respuesta, que salió de casa del go- dos patios y en ellos tres puertas sin al-
bernador el más descontento hombre del guna resistencia ; é subiendo por una es-
mundo, é aun conosció en él que estaba de calera, toparon á Francisco de Chaves,
mal propóssito. Visto aquesto, é que no que era un vecino de aquella cibdad,
lo aprovechó decir que si le avian dicho amigo é servidor del gobernador, al qual
algunos chismes, que muy de rayz se in- mataron. É á los gritos el gobernador se
formasse de la verdad é no diesse crédito retruxo de una sala, donde estaba depar-
á los revolvedores, que les levantaban lo tiendo con más de treynta hombres en
que no era, él se volvió á la possada de conversación, á una recámara, donde pa-
don Diego, que era la de ambos, muy ra entrar á ella avia tres puertas peque-
desesperado de ver el rigor é mala res- ñas; é sin ofender á ninguno otro de los
puesta del gobernador. que estaban con el gobernador, se entra-
El domingo siguiente, que se contaron ron hasta donde él estaba, al qual halla-
veynte é seys del mes é año dichos, no ron vestidas unas coraças é una celada en
salió el gobernador de su casa ni fué á la cabeça, é le mataron de una estocada
missa, é á las nueve horas del dia, es- que le dieron en la garganta. É también
tando la gente del pueblo ó la mayor par- mataron á Francisco Martin de Alcántara,
te en la iglesia, é don Diego en su possa- su hermano (los quales, segund dicen,
da con algunos de sus amigos, y el capi- pelearon muy bien en su defensa : y el
tán Johan de Herrada acostado en la cama gobernador antes que le matassen, mató
en su apossentamiento de la mesma casa, uno de los hombres de Chile). É assimes-
ó descuydados de lo que se siguió, é co- mo mataron dos pages del gobernador,
mo lastimados contemplando en sus tra- que estaban con su amo defendiéndole:
baxos passados é pressentes, é que de por manera que fueron los que allí murie-
cada dia le subçedian más; entró un hom- ron é salieron heridos, que después mu-
bre á hablar con Johan de Herrada, é dí- rieron , ocho españoles é un negro.
xole que pessasse á tal, que cómo esta- Hecho aquesto , salieron los de Chile á
ba tan descuydado y en la cama, quel la plaça, donde don Diego de Almagro é
gobernador no avia ydo á missa y estaba otros amigos suyos estorbaron que no se
m su casa armándose para yr á matarle hiçiesse daño alguno á vecino ni á otra
á él é á don Diego é á los que con ellos persona. Paresció lo ques dicho permis-
hallasse de sus amigos; é assi se lo certi- sion divina, porque no pensara hombre
ficó. Estonces, aburrido el Johan de Her- alguno que era posible acometerse tal co-
rada , parescióle que era mejor morir en sa é salir con ella tan brevemente é de
la plaça que en casa, é acabar aquellos tal manera ; porque todo fué en espacio
sobresaltos con uno solo: é assi, tomadas de media hora.
Ins armas, con diez hombres amigos de Passado aquel ímpetu, quedó la cib-
don Diego é suyos que le siguieron, fue- dad y estuvo desde adelante muy sosega-
DK INDIAS. LIB. XLVIII. CAP. I. 3Ü0
da é pacífica é los moradores della á una pressente no me he hallado ; é cómo este
voce diciendo que Dios avia querido que caso es de mucha importancia, aunque
assi se hiçiesse por las obras del mar- de muchas maneras é personas lo avia en-
qués , que avian seydo tales que divina tendido,.no me confiaba de sus varias
permission fué que assi muriesse. Ê atri- relaciones para escribirlo tan puntualmen-
buyeron á miraglo lo acaesçido porque te como la verdad lo requiere: porque
pocos dias antes que acaesçiesse ovo puesto caso que muchos é todos los que
en aquella cibdad muchos pronósticos é lo decían concluían que al marqués avian
hablas, assi de españoles como de in- muerto, en la forma de cómo passó dis-
dios , en semejança de lo que subcedió crepaban. Pero después vi una caria Sel
(y aun se predicó en el pulpito pocos dias mesmo don Diego de Almagro, que es-
avia antes quél muriesse). Cosas son dis- cribió al reverendíssimo señor president
pensadas por Dios, pues paresçe queste é obispo don Alonso de Fuenmayor (que
marqués murió segund la vida hiço : y en esta Real Audiencia de Sancto Domin-
ved en qué paró: que aun no tuvo (el que go presidia) la qual yo leí, é por la re-
poco antes mandaba aquellas partes) quien lación della noté lo que he dicho. La fe-
le llevasse desde su casa á la iglesia: que cha desta carta dice que fué en la cibdad
quatro ó cinco indios lo llevaron en una de los Reyes á quince de julio de mili é
manta, é aun le faltó tierra para acabar quinientos é quarenta y un años, que fué
de cobrir su sepollura. veynte dias después de muerto el mar-
Passado esso, aquel mesmo dia, junta- qués.
do el cabildo de aquella cibdad en su re- Demás desta letra vi é leí otra dirigida
gimiento, nombraron por gobernador á assimesmo al señor presidente, que le es-
don Diego de Almagro, paresçiéndoles cribió un hidalgo de los antiguos pobla-
que assi con venia, hasta tanto que Sus dores de la Tierra-Firme, llamado Esidrc
Magestades proveyessen lo que fuesse su de Robles, persona de honra é buen
real servicio : el qual fué obedesçido por crédito é apartado de las passiones de los
tal gobernador, é luego despachó sus Piçarros é Almagros, é que há veynte é
mensajeros á los otros cabildos é pueblos ocho años ó más que los conosçe é trac-
(que los españoles tienen poblados en ta. Este se halló assimesmo en aque-
aquella gobernación) para que lo oviessen lla cibdad en essa saçon quel marqués fué
por bien é se estoviessen en sus casas é muerto; é cuenta lo que passó quassi de
haciendas y en todo reposso ; diçiéndoles la inesraa manera que se ha dicho de susr
que su intención no era de quitalles nada so, é aun escribe que con el gobernador
de lo que tenían, sino de acresçentarlos don Francisco Piçarro estaban treynta é
é mejorarlos; é quél é sus amigos tenían 1res españoles, é que ninguno ovo que
por cierto que en viendo Su Magestad fuesse para cerrar una puerta ; é quel dot-
Cessárea las justificaciones que de su par- tor Johan Blazquez, que era teniente do
te ovo é justas causas para hacer lo que gobernador, se avia dexado caer por
se hiço, tenían por cierto que además de unas paredes en una huerta, é assi escapó.
aver servido en ello, se les daria premio É que cómo la gente, que estaba en la sa-
é mercedes por lo hecho, é que quando la, vieron venir los de Chile, é que se en-
otra cosa fuesse su real voluntad, obe- tró el gobernador en su cámara á se ar-
desçerian pecho por tierra. mar, se echó unas coraças encima é tomó
Yo he tenido por costumbre en estas un lançon é mató á un Narvaez de los de
historias de dar los testigos en lo que Chile, é les entraron tres ó quatro puer-
3G0 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tas: é que al tiempo quel gobernador se tenían nesçessidad del, decían aquello.
retruxo en la recámara, como es dicho, Dice más: que por ser miserable é no
Jos que estaban en la sala se descabulle- tener en su casa persona de bien ni una
ron, é se hiço lo ques dicho en tan bre- guarda, é lo que tenia le venia ancho,
ve tiempo, que no ovo lugar de acudir vinoá morir desastradamente, é de forma
vecino ni otra persona. É luego comen- que quando le ovieron de enterrar, le lle-
taron á salir más gente de pié é de caba- varon á la iglesia dos ó tres negros, é
llo de los de Chile, é tomaron todos los que quassi no se halló ningún español á
caballos é armas de los vecinos é mora- su enterramiento.
dores de aquella cibdad de los Reyes: y él Dice más : que hasta quando este es-
mesmo día en la tarde se juntó el cabildo, cribió su carta, ques fecha á los quince de
y eligieron á don Diego de Almagro por julio del año ques dicho, no se sabia del
gobernador hasta que Su Magestad pro- juez Vaca de Castro cosa alguna cierta, si-
veyesse, é por su administrador al capi- no que se decía que llegó á Puerto Viejo;
tán Johan de Herrada. Y en seyendo res- é que también se decía quel gobernador
cebido al officio, quitó las varas á los al- de Popayan, Sebastian de Benalcácar,
caldes y eligió otros, y envió sus mensa- * avia prendido al adelantado don Pasqual
jeros á los otros pueblos de aquella gober- de Andagoya, gobernador del rio de
nación, para que le oviessen por tal go- Sanct Johan é otras provincias ; é que
bernador. avia enviado trescientos hombres á lo de
Dice este hidalgo que la causa deste la Canela á requerir al capitán Gonçalo
desconcierto han seydo los del Consejo, Piçarro, que deçian que avie entrado el
que han querido tanto favoresçer al go- viaje de la Canela con más de doscien-
bernador muerto, assi con cartas como tos hombres. (Destas otras materias que
en la tardança del juez, y en lo que se Esidré de Robles dice en su carta la his-
sonaba de la poca justicia que querían toria lo cuenta más largamente en sus
guardar á los de Chile ; é que de aquesto lugares apropriados).
ha precedido lo acaesçido, é quiera Dios También dice que segund los de Chile
que no passe adelante é se pierda aque- han padesçido más há de tres años y es-
lla tierra; é que los clérigos hacían cada tando afrentados é algunos dellos injuria-
dia plegaria por la paz, ques bien me- dos, assi de cuchilladas por las caras co-
nester. mo de otras afrentas, no han mirado en
Dice assimesmo que cree que lo passa- las passiones passadas, ni han querido
do no fué en manos de los que lo hicie- más vengança que en solo el gobernador;
ron, sino porque Dios lo permitió; por- é que ha seydo mucho, é ques de se lo
que partiendo la hostia é quebrantando tener en mucho ; é que un hidalgo que se
muchos juramentos é pleytos homena- dice Sotelo, teniente de don Diego de Al-
ges é de burlarse con Dios, vienen á pa- magro , lo ha hecho muy bien, porque
rar en cosas semejantes. de la casa del secretario Picado que ro-
También dice que la noche antes que baron, avia hecho paresçer todo lo más
acontesçiesse la muerte del gobernador, de Ja plata é oro, que le avian tomado; é
fueron á él su secretario Antonio Picado que no se consintió que á mercader ni
y el cura de aquella cibdad é le avisaron vecino alguno se robasse ni fuesse hecho
que le querían matar; é dicen que les mal traclamiento, excepto que les toma-
respondió que algunos de su parte que ron los caballos é armas por estonces.
m INDIAS. LIB. XLVHl. CAP. II. 3G1

CAPITULO It
Eil quel historiador dice por qué causa el cabildo é regimiento de la cibdad de los Reyes nombraron al ca-
pitán Johan de Herrada administrador de la persona del nuevo gobernador don Diego de Almagro, ë
quién es aqueste capitán Johan de Herrada. É deciáranse algunos passos de los que de susso se han di-
cho en el capítulo precedente, para que con más facilidad el letor comprehenda la historia pressente.

Il o entiendo loar cosa mal hecha ni pen- su persona é habilidad para tan grand
sada en ofensa del prógimo en ninguna cargo como tuvo. Y assi, considerada su
manera ; porque no compete á mi officio poca prudencia, hallaron los rebeladores
de leal historiador, ni es justo ni honesto é malos terceros entrada con él para
que ninguno se atreva, sin ser juez com- quantos males en aquellas partes se han
petente, á poner las manos en persona seguido; y halló su hermano Hernando
que repressente ó tenga auctoridad real Piçarro puerta para exerçitar su sober-
é gobernación en la tierra. Antes digo bia, despresçiando la calidad é ser del
quel que tal error comete, incurre en gra- marqués, para juntar con tales ocasiones
ves penas é delictos, y es digno de no- su dañada intención. Los quales materia-
table castigo. Y assi entiendo que ni Her- les fueron las brassas, que encendieron
nando Piçarro fué juez para matar injus- todas las passionesé trabaxosque la his-
tamente , ni de otra manera, al adelan- toria ha contado ; porque demás de ser
tado don Diego de Almagro, ni el capitán soberbio à natura, tenia en poco al mar-
Johan de Herrada tenia comisión bastan- qués, é claramente deçia (y aun públi-
te , más de solo su temerario atrevimiento co) que era un asno; y el marqués, de
é desesperado é loco juicio, para poner mal aperçebido y confiado del, le dio
las manos en el marqués don Francisco tanta parte, quél no la tenia, ni quería
Piçarro, para vengarse del, matándole estorbar cosa que Hernando Piçarro qui-
de la manera ques dicho ni de otra for- siesse. Y assi de lance en lance revolvió
ma. Porque aquello tal es ofender prime- á los dos adelantados é compañeros, que
ro á la preheminençia é auctoridad real, desde que se juntaron, seyendo pobres
é notorio desacatamiento del príncipe, á soldados, avian estado en buena paz y
quien solamente compete el castigo é cor- concordia, y se avian hecho ricos con lu
ree, ion de sus jueces é personas de gran- diligencia del Almagro y escaseça de
des é preheminentes cargos é títulos. Jun- Francisco Piçarro; y enconándose más
to con esto me paresçe que un goberna- las diferencias que este tercero les causó,
dor descomedido é ultrajoso excusa de pararon las vidas de ambos gobernado-
tales atrevimientos, é como agresor tie- res en malos fines.
ne la culpa de sus malos subçessos. No quiero detenerme más en esso; pues
Assimesmo digo que ha muchos años la historia ha dicho el rompimiento é ha-
que conozco al marqués don Francisco Pi- talla campal que de una parte é de olra
çarro é le comuniqué; pero nunca le tuve passó, quedando vencedores los ptearros,
por tan hábil para gobernar como para ser sin dexar la vengança ni excusar mal-
mandado. Túvele por hombre valiente de tractamiento contra los vencidos, ni cruel-
su persona (y assi lo fué) y en esso el dad ni ultrage. ofendiendo su n.esnu
tenia probada su intención (aunque cru- nasçion ; por lo quoi no es de maravi-
do) ; pero en lo demás poco aparejo tenia llar si entre tantos hombres de honra é
TOMO IV. 46
362 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hidalgos que por sus linages é personas mucho en el sosiego é alteraciones de
no avian de ser assi vituperados, ha ávi- aquellas partes, aunque no le faltaron
do un Johan de Herrada, que demás de muchos trabaxos en la mar y en la tier-
aver seydo mayordomo é criado é amigo ra, y enfermedades, que fueron grand
del adelantado don Diego de Almagro, se estorbo en estas cosas, demás del luengo
déterminasse de vengar una muerte tan viaje, como se dirá en el capítulo si-
injusta como vido padesçer á su señor. guiente.
Pero non obstante esso, todavía digo que Tornando al capitán Johan de Herra-
por ser official real é gobernador el mar- da, cómo estaba lastimado é halló tan se-
qués , no debia tomar essa vengança otro ca é mala respuesta en el gobernador, de-
alguno por su espada, pues la ofensa de terminóse de morir é hacer lo que hiço;
Almagro no avia de ser castigada por otro porque demás de sus trabaxos, le fueron
particular, sino por el Rey solo ó su es- á deçir quel gobernador se armaba para
pecial mandado. Mas las vejaciones que yr á matar á don Diego é á él, é á los de-
á muchos que en particular y en general, más sus amigos. Y cómo don Diego era
é ofensas ultrajosas fechas á esse capitán moco de diez é ocho ó veynte años, acor-
é á los otros de Chile, é la continuación dándose que su padre fué muerto mala-
délias en tanto tiempo, no podiéndolas mente , é que á él le dexaron pobre es-
ya tolerar ni sofrir, aviendo esperado el perando ser grand señor, no me mara-
remedio de la justicia tres años, fué cau- villo que assi la edad como otros estímu-
sa quel Rey fuesse desacatado por tal for- los é otras muchas causas, é la compañía
ma , y el mal consejado marqués muerto. de los apassionados de Chile, que á su
No tengo por menor crimen aver echa- lado andaban y eran amigos de su padre é
do fama é publicado quel juez que yba suyos, no le dexassen entender un nego-
avia de ser parcial á los piçarros, porque cio tan grande é tan peligroso como era
aunque esso no lo puede ni debe hacer caer en tal delicto. Y aunque todos los de-
hombre que buen juicio tenga, sabiendo más de la otra parte de los piçarros eran
Ja notoria retitud del Emperador, nues- sus enemigos, é los neutrales no se mos-
tro señor (y la auctoridad de su Real traban á pro ni á contra, aunque por in-
Consejo de Indias, donde asistía un reve- dustria honrassen ó lagoteassen al maris-
rendo cardenal de Sevilla, é un illustre cal, para mí yo creo que don Diego fué
conde de Osorno, é tantos é tales é tan la menor parte y el de menos culpa en lo
dottos y experimentados padres cons- subçedido, non obstante que los de Chi-
criptos é de tan buena consçiençia), bas- le le tovieron por su cabeça, por ser el
taba ser conosçido el licenciado Vaca de principal ofendido y para se sostener á la
Castro por sabio é prudente cavallero é sombra de averie lástima, y por lo que
de letras jubilado, y por tal estaba re- amaban al padre, y porque el hijo no es-
putado, y como tal fué enviado para taba menos bien quisto; ques quanta he-
desagraviar al Rey é á sus vassallos, é rencia le quedó (y téngola por muy gran-
tener en justicia aquella tierra. Y si la di- de) juntamente con que quantos le co-
cha dessos contendores muertos, é de los nosçian le loaban mucho de virtuoso é
vivos sus adhérentes, diera lugar á ello, valeroso mancebo é digno de tan famoso
pienso yo quel tiempo mostrara el fructo y excelente padre, puesto que desdi-
que su persona hiciera, si este aprobaba chado.
la reputación en que estaba tenido; é En averie elegido gobernador en tan-
aun se debia esperar que aprovecharía to que Su Magestad provee me paresçe
DE INDIAS. LIB. XLVIII. CAP. II. 363
que los regidores de aquella cibdad de que nunca se oyeron sus semejantes ni
Lima, alias de los Reyes (ó de los ruy- tan excesivos. É por evitar prolixidad,
dos), lo miraron como buenos servi- leed el capítulo V del libro precedente, é
dores de Sus Magestades por muchos res- notad lo que le contesció, yendo á buscar
pectos : assi por excusar escándalos, co- al adelantado, su señor, la vía de Chile,
mo porque pudiera ser que si otra cosa é no os maravillareys de la estocada del
se hiciera, no salieran con ello é libraran marqués ni de las muertes de los que con
mal ; é aun porque conformándose con el él mataron : hombre era que avia visto
tiempo, no quisieran poner sus vidas é ha- muchos muertos, é aun dellos supo ha-
cienda en contiendas que no sabían en cer una muralla ó reparo para se defen-
qué pararían, viendo los negocios enca- der del viento é frió en aquel viaje de
minados de la forma que estaban, é avien- Chile.
do los homiçidiarios començado en la No quiero consentir la culpa, que algu-
principal cabeça. Y también me paresçe nos dan á los señores del Consejo en no
que aquellos regidores acertaron en dar aver proveydo antes en estas cosas, des-
al nuevo gobernador por coadjutor al Jo- pués que supieron la muerte del adelan-
han de Herrada, pues vian que aquel era tado don Diego de Almagro , pues que la
más parte que otro para hacer lo que qui- ausencia del Emperador, nuestro señor,
siesse; y en caso quellos no le dieran el estando en Alemania en favor de la fée é
cargo por amor ó por temor de su perso- religion chripstiana, sobre las cosas del
na , él se lo tomara, y el don Diego, as- herético Luterio é sus secaçes, ha sey-
sü como assi, no avia de hacer más de lo do el mayor estorbo de todos para la di-
quel le dixesse. lación é tardança del juez, é determina-
También los movió á tal eleçion ver ción de la prission de Hernando Piçarro,
quel dicho capitán era hidalgo é hombre é venir el que en aquesto del Perú avia
valeroso, é á quien avian de seguir otros de venir á entender.
muchos, porque á todos los de Chile les Las cartas de favor que dicen quel mar-
paresció que aqueste avia restaurado la qués tenia, no se deben juzgar por injus-
honra de todos é los avia vengado, é que tas, pues seria posible é conviniente que
todos eran obligados á morir con él; y en se escribiessen por las causas, que no en-
la verdad, como Esidre de Robles dice tiende la ignorancia del vulgo ; é aquellas
en su carta, este capitán é los de su pro- no serian de perdón ni para que se de-
póssito usaron de gentileça, é como hom- xasse de hacer justicia en su tiempo, si-
bres nobles, ellos é don Diego se conten- no para más justificación de la real cons-
taron con lo ques dicho, sin hacer más çiençia. Y si algunas cartas tales ovo,
daño ni aver respecto á lo passado, ni tampoco se debe creer que á voz de con-
aver querido imitar á lo que sus enemi- sejo ni acuerdo se escribiessen, sino de
gos hicieron viéndose vencedores. algún particular consejero, á quien no fal-
Quereys saber quién es este capitán, tará con el tiempo su castigo, si tal error
yo os daré unas señas, para que aunque cometió.
no le ayays visto ni le conozcays, ni ol- No me maravillo de ver á los próspe-
videys su nombre ni ignoreys quán expe- ros derribados ni á los baxos encumbra-
rimentado estaba en trabaxos; é no de dos, porque suele Dios quitar los poten-
los comunes á otros hombres, sino de los tes de las sillas é levantar á los humildes *.

I Deposuil pótenles de sede et exaltavi Immi- les (Canl. Beatae Mariae).


3Gí HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Y como dice el Vicario de Chripsto: que fué presso el poderoso Rey Francis-
« Dios resiste á los soberbios y da gracia co de Francia , el qual fué traydo á Es-
á los humildes4*. Officio es cotediano en paña y estuvo presso algún tiempo en el
el mundo las mudanças de las potencias alcácar de Madrid: é quedando Borbon
humanas y revoluciones de los Estados. tan honrado é victorioso en Pavia, desde
Yo vi al sereníssimo rey Federique de á poco tiempo puso á Roma á sacomano,
Ñapóles en su prosperidad é reyno, é le donde de un escopetaço ó arcabuz fué
vi salir del é perderle , é yr por el mun- muerto, porque se atrevió á Dios é á su
do con su muger é hijos, y él y ellos mu- Yglesia.
rieron por casas é tierras agenas ; y sos- Estos que he dicho son pocos en nú-
pecho que fué más por pecados de sus mero , é porque todo acaesció en nuestro
subditos que por los proprios, porque fué tiempo é hay muchos testigos de lo uno
un muy excelente príncipe, é la reyna, su é de lo otro: é de los antiguos podría
consorte, una sánela, é sus hijos peque- traer á consecuencia tantos, que no bas-
ños, que sus pecados serian de niños, tasse papel ni el tiempo para decirlo. Y
porque tal era su edad. aquestos que vi, eran sabios, é no dexó
Vi assimesmo al señor Ludovico, du- por esso la fortuna de hacer su officio é
que de Milan, que fué uno de los princi- las mudanças que he dicho: la qual tuvo
pales príncipes de chripstianos, é vilo assaz menos que hacer en derribar á Al-
derribado é quitado el Estado; é por la magro é Piçarro, que aunque tuvieron
trayçion de los suiços (que á sueldo te- más oro é plata que los que se han me-
nia) fué presso é vendido por ellos al morado , tenían poca calidad é prudencia
rey Luys de Francia, el qual le puso en en respecto de los que he traydo aqui á la
unajaola, donde murió. memoria del letor.
Vi al rey de Granada, antes de lo ques Ninguno dexe la vela de su persona é
dicho, perder su reyno; é fué á morir ánima, ni se desacuerde que dice la mes-
desterrado é pobre en África. ma verdad para Sanct Matheo : « Sed
Vi á don Çéssar de Borja duque de Va- prudentes, como serpientes, é símpli-
lentinoes, próspero, é hálleme en Italia, çes como palomas; é guardaos de los hom-
quando ganó muchas cibdades é villas é bres » 2. Esto es lo que hace á nuestro
castillos en la Romana; é víle después caso; y no es mucho que al marqués
presso en Medina del Campo en la Mola, Francisco Piçarro le llevassen á enterrar
de donde se supo soltar; pero no supo en una manta negros ó indios, como lo
enmendar su vida é soberbia, é fué á mo- escribieron los testigos que tengo dicho
rir en Navarra, donde le mataron espa- en sus cartas, porque aunque para la hon-
ñoles, pero peleando como valiente ca- ra mundana sea notable passo, no va mu-
vallero:é caydo, le desnudaron en cueros cho en ello ni tanto como en qualquier
los lacayos, por quitarle las armase lo forma que sea , muera el cathólico chrips-
demás. tiano en verdadera penitencia, loando é
También vi á Monssior de Borbon, en- conosçiendo á Dios. Y aunque, como di-
cumbrada su fortuna; é seyendo capitán cen , faltó tierra para acabar de cobrir la
general del Emperador, nuestro señor, sepoltura del marqués (ó que se queda-
ovo é venció aquella famosa jornada, en ra sin ella), muchos están en el infier-

rocl Pedro, epíst. I.», cap. V. simplices sicul eoiumke. Cávete autem ab homini-
2 Estole ergo prudentes, sicut serpenles, el bus (Math., cap. X).
DE INDIAS. LIB. XLVIIÍ. CAP. II. 3G3
no con sus sumptuosos mausoleos acá: Antonio Picado) é le dixeron que le que-
y muchos caresçieron dellos é de se- rían matar, y él no los creyó, no ]o pu-
mejante fausto, que goçan de la gloria, dieron estorbar los hombres : porque las
porque temieron é amaron á Jesu Chrips- señas que en el cielo están determinadas,
to. Verdad es que lo ques dicho, paresçe no es parte bastante la diligencia humana
cosa no vista ó contra lo natural ; porque para las revocar.
como una sepoltura se abre é la tierra Mayor é más poderoso fué el empe-
que se caba está tupida é muy unida de rador Jullio Géssar, é tampoco le fal-
su natura, é abierto el hoyo, el cuerpo taron pronósticos é avisos antes de su
que se añade é ponen dentro sepultado fin; pero como estaba acordado en él
assimesmo ocupa lugar, é después vol- más alto tribunal el fin que avia de aver,
viendo la mesma tierra á poner encima, quando le mataron Bruto y Casio é otros
por bien que se pisse, siempre sobra tier- conjurados contra él, no aprovechó aque-
ra é no falta. Passemos adelante. lla letra que so solor de libelo, le fué da-
Dice la carta que he dicho que estaban da para que se guardasse, la qual des-
con el mariscal treynta é tres hombres pués de muerto la tenia en la mano iz-
quando le yban á matar, é que aquellos quierda apretado el puño. Este aviso,
se descabulleron é se fueron : no es de quando entró donde le mataron, le dio
maravillar, porque como dice el Apóstol: Arthemidoro, segund dice Plutarco 3, é
«No hay ninguno que conozca lo que está otros dicen que se lo dio otro; pero dé-
en el hombre, salvo su espíritu, que está le quien quisiere, quél ni le pudo leer ni
dentro del» ?. Posible seria que áalguno le escapó de la muerte.
de aquellos les plugo su muerte. El caso es Tornando al marqués don Francisco Pi-
que estaba assaz mal quisto en lo que le çarro, no hallo desculpa á su descuydo y
culpaban de aver partido la hostia con su escaseça, pues que de avaro é de mal des-
compañero el adelantado don Diego de pendedor, no fué para traer consigo çin-
Almagro; y en la reconciliación después qüenta hombres siquiera de guarda é bien
en sus diferencias ovo juramentos é pley- pagados: é fuérale mayor utilidad que
tos homenages é averio todo quebranta- sobrarle en las caxas las pagas que les
do, é atrevídose á su consçiençia, mejor avia de dar; é assi las que avia dado c«
fuera se acordara de lo que dice Sanctiago adelantado don Diego de Almagro por
en su epístola cathólica: «Ante todas las otros respectos é por ser liberal é hion
cosas, hermanos míos, no querays jurar partido, essas é los más dineros que de-
por el cielo ni por la tierra, ni algún otro xó pagados á sus amigos, fueron su ven-
juramento » 2. Quanto más que claro está gança é la muerte para su enemigo. Per-
que lo tal es yr expresamente contra el done Dios al uno é al otro por su miseri-
mandamiento divino, jurando el sancto cordia, y tomen exemplo los hombres en
nombre de Dios en vano; y assi permilió ellos, é verán qué fructo se saca de los
que los que le fueron á avisar (como di- thessoros temporales.
cen que fué un clérigo é su secretario

i Quis enim hominis seit quae sunt nomine, ni- re, ñeque per coelum, ñeque per lerram (Sancl Ja-
si spirilus hominis, qui in ipso est? (Ad Corinth., cobo, Epist. cath., cap. V).
cap. IL) 3 Plutarco, In vita C. Julii Caesaris: item Sue-
2 Ante omnia autem , fratres mei, nolíle jura- tonio.
366 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO HI.
De parle del subçesso del camino trabaxoso del licenciado Vaca de Castro, que fué enviado por presidente
de la Nueva Castilla.

Uespues que por Sus Magestades fué tormentas, tanto que en el Perú le conta-
proveydo el licenciado Vaca de Castro, ban por muerto, é aun acá se tuvo sos-
del Consejo Real é cavallero de la Orden pecha que fuesse perdido. Después, á los
militar de Sanctiago, por presidente de quatro de noviembre, llegó á esta cibdad
los reynos de la Nueva Castilla, assi por el capitán Peña (nuestro vecino); y este
sus letras é prudencia é valor de su per- dixo que era vivo, del qual yo me quise
sona , como porque el marqués don Fran- informar del viaje del licenciado Vaca de
cisco Piçarro era assimesmo cavallero de Castro. É me dixo (y fué assi) quel li-
la mesma Orden é toviesse el juez al pro- cenciado se embarcó en Panamá en un
póssito de su hábito, dando efetto á su galeón del dottor Sepúlveda, y en su con-
camino, llegó á esta cibdad de Sancto serva otros quatro ó cinco navios, y des-
Domingo de la Isla Española un miérco- sos era uno un galeón del marqués don
les veynte é nueve de diciembre del año Francisco Piçarro: é con esta flota fué
de mili é quinientos é quarenta. Y luego hasta la isla Gorgona, y en surgiendo allí,
entendió en * se proveer de navios é caba- sobrevino tan resçia tormenta, quel ga-
llos é lo que más le convino para conti- león ó capitana garro é se le quebró el ca-
nuar su viaje, é salió del puerto desta ble: é de pura nesçessidad todos essos
cibdad un domingo en la noche, cinco navios y el galeón se hicieron á la vela, é
dias de hebrero del año siguiente de mili los demás navegaron al camino derecho
é quinientos é quarenta y uno, con tres de su viaje, excepto el del licenciado,
cara velas, muy bien acompañado é pro- que no pudo é tiró Ja vuelta de Panamá.
veydo : é continuando su navegación, le Y cómo los de los otros navios dixeron
dio una tormenta grande, que les turó acullá en la cibdad de los Reyes lo que
tres dias de mucho trabaxo é riesgo, é les avia acaesçido, é passaron muchos
aportó á las islas de Secativa (alias de dias quel licenciado no paresció ni supie-
Sanct Blas). En fin, desde á trece dias ron del, contábanle por muerto ó perdi-
que de aquel punto salió, se desembarcó do. El qual anduvo por la mar de unas
en el puerto del Nombre de Dios, bien fa- partes á otras temporiçando, é quando el
tigado el licenciado é su compañía; é pas- tiempo se abonancé, volvió á su via; pero
só desde allí por tierra á la cibdad de Pa- en cinqüenta dias ó más no pudo doblar
namá , á la qual llegó á los veynte é seys el promontorio ó cabo que llaman de
del mesmo mes de hebrero : é allí volvió Sanct Francisco, é tornó á volver atrás
á su navegación, y embarcóse en aquella hasta la isla de las Palmas, ques á cinco
otra mar del Sur en el mes de marco de leguas de la bahia de la Cruz : é quando
aquel año, é anduvo por la mar, donde allí llegó, ya se avian juntado con él otros
no le faltaron otros nuevos naufragios é dos ó 1res navios, é mandó que fuessen
De este lugar suprimió Oviedo las siguientes »del Emperador, nuestro señor, para ello) é prove-
cláusulas , que no carecen de cierto interés históri- »yó lodo lo que le paresció ser eonviniente á su
co: «Y luego entendió en visitar esta forlaleça, que »rehedeficacion é en lo demás, é junto con esto en-
ib« á mi cargo (porque tenia expresa comisión cendió , etc.«
DE INDIAS. LIB. XLVIII. CAP. III. 361
dos bateles en busca de algún puerto, si piricnçia dellos, é junto con esso la con-
le oviesse, porque aquellos pilotos nunca goxa del espíritu, demás de los corpora-
avian allí entrado. Y cómo en aquel an- les naufragios que passó, é destas causas
cón ó bahia entran muchos rios, proban- é otras alterada su complision é salud,
do á entrar los bateles por algunos é no adolesció é dióle muy grand calentura; pe-
les satisfaciendo, y en otros no hallando ro esforcándose todo lo quel podia, pro-
dispusiçion, ya que se querían volver á puso de passar adelante, é dixo que se
los navios, vieron un bergantin que salia quería partir de allí á quatro ó cinco dias
de un rio de los de la mesma bahia, el para Cali. Mas otro dia tuvo alguna me-
qual enviaba á reconosçer la costa el te- joría, é no atendió á más, é comencó sus
niente del adelantado Pasqual de Anda- jornadas, llevándole por su flaqueça en
goya ; porque como el adelantado estaba Una silla assentado algunos negros é tam-
presso en Popayan en poder del gober- bién algunos españoles, y el mesmo te-
nador Sebastian de Benalcácar, estaban niente por su persona, que como hombre
en vela el teniente del adelantado, que resçio é diestro en trabaxos, é por le
era el capitán Alonso de Peña é los que contentar é que los otros que le eran in-
con él estaban en el puerto é cibdad de la feriores se comidiessen á hacer lo mesmo
Buenaventura, ques tres leguas de aque- por su exemplo, también assia algunos
lla bahia un rio arriba. É fué mucha ratos de las varas en que la silla yba in-
ventura del licenciado é de los que con serta, é los ayudaba para yr adelante.
él yban aver salido aquel bergantin á vi- Cómo el licenciado vido su buena vo-
sitar la costa ; é assi cómo ovieron habla luntad é obra, le rogó que se tornasse á
con los de la flota, luego fué el bergantin la cibdad é puerto de la Buenaventura é
al pueblo, é dio noticia al teniente de có- dexasse recabdo en su casa y en la del
mo el licenciado Vaca de Castro estaba en adelantado é su muger é se fuesse tras
la bahia. Y en esse punto proveyó de pi- él, porque le quería á par de sí; y él assi
lotos que fuessen á meter el galeón é los lo hiço por le servir é complacer,- é por-
otros navios en el rio ó los truxessen al que en la deliberación del adelantado,
puerto, como se hiço ; y el teniente feste- que era su cuñado, casados con dos her-
jó é sirvió al licenciado todo lo que pudo manas, mejor se híciessen sus negocios.
é á todos los que yban en su galeón y en É tornó á dar la vuelta el teniente tras del
los otros navios: é descansaron é se re- licenciado, é alcancóle en Ja ribera de
pararon allí ocho ó diez dias. É cómo el un rio que se llama Dagua, ques á once
licenciado no quiso volver más á la mar, leguas del puerto de la Buenaventura, é
luego el teniente Alonso de Peña envió halló muy malo al licenciado, y en tal
treynta negros adelante con diez españo- manera procedió su dolencia, que se pen-
les á abrir el camino la via de la cibdad só que muriera allí. Y estando en este
de Cali, ques veynte ó quatro leguas ade- trabaxo, sobrevínoles otro é no pequeño:
lante la tierra adentro, en la qual estaba y fué que en un instante cresció aquel río
el gobernador Sebastian de Benalcácar más de tres varas en alto, é un estero
enseñoreado de aquella tierra. que estaba de la otra parte assimesmo,
Pues como el licenciado yba muy can- en tanta manera, estando enmedio de la
sado, assi por su edad, que era de más una agua é de la otra el licenciado é los
de cinqüenta años, como porque aquellas demás, que se ovieran de perder todos;
tormentas é trabaxos, demás de ser ex- é fué nesçessario sacar al licenciado á na-
çessivos, fueron nueva cosa para él la ex- do é con mucho trabaxo.
3GS HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Por estos trances é otros, que cada uno eran sobre una mesma jarisdiçion é se
es quassi la mesma muerte, andan los requería declaración del principal en el
hombres por estas partes luchando con caso, algunos, ó por sus passiones parti-
ella é obligados de cada passo, é los que culares ó por otros fines, le culpaban di-
escriben desde España no saben ni pue- ciendo que por ser aquello que avia pas-
den entender estos trabaxos, ni aun los sado entre el adelantado é Benalcácar el
querrían explicar en sus historias, y en lo primer trance de importancia , en que se
más hablan á tiento y en todo por oydas, pudiera ver ó mostrar su prudencia é rec-
sin saber si los que los informan dicen titud é la manera que se daba en los ne-
verdad, ni si ellos la escriben. gocios, avia temporiçado ó mostrado al-
En fin, siguieron su camino con mucha guna tibieça, ora que quedasse por su
nesçessidad é trabaxo é hambre é falta enfermedad, ó por la voluntad quél tenía
de bastimentos, de tal manera, que aun- de yr adelante, por atender á cosas de
que el camino fué corto murieron diez y mayor pesso, á que principalmente era
siete españoles dellos ahogados, é los que enviado, de las cosas acaesçidas entre el
no se ahogaron peresçieron de hambre, é marqués don Francisco Piçarro y el ade-
más de veynte caballos. É con esta fortu- lantado don Diego de Almagro, ó por
na llegaron á Cali, é desde allí el licencia- otros respectos que le moviessen. Lo que
do envió un mandamiento para que llevas- allí hiço fué dar su paresçer al adelanta-
sen al adelantado Andagoya , que estaba do Andagoya que se fuesse á España á
presso en la cibdad de Popayan, é lo tru- Sus Magestades, para que determinassen
xessená la de Calí, donde estaba assiraes- lo que fuesse su servicio, assi en sus di-
mo el gobernador Benalcácar, el qual fes- ferencias como en la division y entendi-
tejó al licenciado conforme al tiempo é á miento que se debía dar á los términos de
lo que se pudo haçer. É llegado el adelan- entre estos dos gobernadores; é assi el
tado, entendió en los concertar á aquellos adelantado lo puso por obra.
gobernadores ; pero cómo sus diferencias

CAPITULO IV.
En continuación del camino del licenciado Vaca de Castro, é cómo supo la muerte del marqués don
Francisco Piçarro, é otras cosas al propóssilo de la historia.

Continuando yo mi interrogación al ca- ra: é desde á cinco ó seys días que allí
pitán Alonso de Peña del subçesso del li- llegaron, tovieron aviso écartas cómo el
cenciado Vaca de Castro, me dixo que licenciado presidente avia llegado á Po-
assi cómo el licenciado sintió alguna me- payan , é avia llegado por postas ó á mu-
joría en su persona, se partió de Cali, en cha diligencia el capitán Lorenço de AI-
<'l mes de agosto, mili é quinientos é qua- dana desde Quito, ques ochenta leguas
renta y un años, para Popayan, que está adelante, é le dio relación del estado de
veynte leguas adelante la tierra adentro, la tierra, é le certificó la muerte del mar-
»amino derecho para Quito, é para des- qués don Francisco Piçarro. É que podría
de Quito yrse á la cibdad de los Reyes, aver un dia ó dos quel licenciado allí lle-
donde pensaba hallar al marqués. Y dice gó á Popayan, quando supo lo ques di-
esle capitán quel adelantado y él se vinie- cho; é aun díxose quel licenciado lo avia
ron á la cibdad é puerto de Buenaventu- mucho sentido. Y no me maravillo, por-
DE INDIAS. LIB. XLVIII. CAP. IV. 369
quel intento quel traia y en lo que se avia ro la medula y entendimiento verdadero
de ocupar, segund le era ordenado, de quédase para aquel que está pressente á
creer es que no seria conforme al subçes- todo, ques Dios, á quien ni se puede ha-
so, que acá halló en las cosas. Porque po- cer engaño ni dexa de castigar los erro-
cas é raríssimas serán las veçes que de res que de cada dia ovo, ni falta con su
España se acierten á proveer semejantes remuneración á quien la meresçe, sin ex-
negocios, pues quando acá llega la pro- cepción de personas.
vission está el mundo de otra forma, y Muy burlada anda esta justicia del sue-
es passado é mudado todo aquello sobre lo, si piensa acertar á juzgar tan aparta-
que acullá se fundan los proveedores , é da de los tranagresores de las leyes é del
concurren otros subçessos quel tiempo príncipe : divino ha de ser el juez, que
añade á los primeros, muy alienos ó dese- desde Europa lo supiere haçer é proveer;
mejantes del que los hombres pueden des- pero en ver las cosas que agora diré, po-
de Castilla congecturar, ni arbitrar sobre drían acertar el Rey é sus consejeros (ex-
las informaciones que tienen, aunque muy cepto si Dios de poder absoluto no lo qui-
verdaderas sean. Quanto más que aun en siesse hacer) : la una es que en la eleçion
esso se puede dubdar, porque hay mu- de los gobernadores é jueces é capitanes
cha diferencia del ver al oyr, especial- que acá passan se toviesse muy cierta
mente donde andan mezcladas las passio- noticia de su buena expiriençia é cons-
nes é las palabras de los hombres. Unas çiençia y exerçiçio en la paz y en la guer-
son de los vencedores, é otras de los ra ; y la otra en que no menos poder to-
vencidos : unas las de los lagoteros é sa- viesse que los dictadores romanos tuvie-
lariados, é otras de los que están sin pas- ron, ni para más tiempo que aquellos mes-
sion. É cómo los que son parte para oyr- sen proveydos.
los ó los escuchar son hombres, é tan Quédese aquí esta materia. hasta que
apartados de la cosa de que tractan, por más se sepa de las cosas de la Nueva Cas-
la grandíssima distancia del tribunal su- tilla é discursos del licenciado Vaca de
perior é real, no pueden entender las en- Castro é del nuevo gobernador don Die-
trañas de los querellosos ni de sus ému- go de Almagro, é de lo quel tiempo más
los, ni comprender de las letras que de obrare.
acá van, más de la color de la tinta. Pe-

CAPITULO V.
En continuación de la historia é desasosiego é alteraciones de la tierra austral, quel vulgo llama Perú.

¡üierapre he temido algunos años há que radas. Y porque, como en otras partes
las pendencias de Almagro é Piçarro destas historias he dicho, quiero ser obli-
avian de dar mal fin á sus personas é ma- gado á dar testigos de lo que por mi
los subçessos á otros muchos ; porque as- persona no veo, y esta materia veo que
si los vicios como Jas virtudes é los erro- la sienten algunos de manera que dan
res de los hombres andan pareados, é la culpa á los que otros llaman descul-
aun á veces en mucha moltitud, como en- pados, é assi al opóssito la sienten en
jambres de abejas, que no cabiendo en diferente manera ; aunque basta lo que
los corchos é vassos de sus colmenas , se queda escripto en los capítulos prece-
extienden á buscar nuevos peligros é rao- dentes, para se comprender la verdad
TOMO IV. 47
370 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de la muerte del marqués don Francis- allí passó no lo sé, más de que otro dia
co Piçarro, es bien que aquí se ponga lo supo Johan de Herrada, ques el que
una relación que un hidalgo natural de tiene y gobierna á don Diego de Alma-
la cibdad de Ávila, llamado Ordonez, en- gro, y agora es capitán general; y fué
vió à un cavallero desta cibdad é nuestro con una muy linda disimulación é cau-
vecino, natural delà dicha Avila, llama- tela á hablar al marqués, édíxole:—
do Alonso Dávila: la qual llegó á esta «Señor, hánme dicho que han venido á
cibdad de Sancto Domingo á los veynte decir á Vuestra Señoría que yo le quiero
de marco de mili é quinientos é quarenta matar : si Vuestra Señoría lo cree, des-
y dos ; é puesto que en alguna manera se tiérrenos ó échenos donde fuere servido;
conforma con lo que se ha dicho en los porque ya estamos hartos de padesçer tra-
capítulos de susso, es de otra forma é con baxos é nesçessidades, é aun con ellas
otras particularidades, é aun hace me- no nos quieren dexar». El marqués le res-
moria de otros nuevos trabaxos, que es- pondió:— t Señor Johan de Herrada, por
taban en aquella tierra muy aparejados. el hábito de Sanctiago que me lo han di-
Y dice assi: cho muchas veçes é no lo he creído : ver-
« Porque allá se contará de muchas ma- dad es que há más de quatro meses que
neras la muerte del marqués don Fran- no me dixeron nada, excepto que ayer
cisco Piçarro, diré cómo passó á Vuestra me dixeron una vez, é antenoche otra, é
Merced; y es assi muy cierto. hombre sacerdote que lo sabia é se lo
»Picado, como hombre que tiníe más avian dicho en confission; mas yo res-
parte con el marqués que otro ninguno, pondí á los unos é á los otros que no lo
deçia muchas cosas en favor de su amo creia, é que os dexassen con vuestra ma-
(cuyo secretario era) en que diçie quel li- la ventura, que harta tiníedes».
cenciado Vaca de Castro viníe por juez »La respuesta del marqués fué esta, é
en comisión, para hacer informaciones y con ella se despidió Johan de Herrada é se
enviarlas al Rey, é para castigar á los de fué á su poss*ada; mas segund certificaron
don Diego de Almagro sobre todos sus algunos, el mesmo dia de su muerte del
trabaxos; y él, demás desto, triunfaba marqués pensaba prender á don Diego de
dellos, sacando ropas con higas de oro de Almagro é á los principales cavalleros,
martillo. que con él estaban, creyendo que Johan
»Viendo esto los de Chile, como hom- de Herrada yba satisfecho de sus palabras.
bres desesperados, determinaron, segund Mas fué de otro arte, que estovieron muy
paresció, de matar al marqués é gober- á pique, segund paresció ; y el domingo
nador don Francisco Piçarro; é segund adelante, dos dias después de Sanct Jo-
se dixo en su determinación para el dia han, salieron quince ó diez é seys hom-
de Sanct Johan, é no fué la cosa tan se- bres , no más, segund se averiguó, y es-
creta que no se supiesse ; y fué desta ma- tos fueron dando voces desde que salie-
nera. ron de casa de don Diego de Almagro,
»Que se fué uno dellos, hombre de diciendo: «Viva el Rey, é mueran tira-
buena vida, áconfessar, é dixo lo que nos». Y entraron siete ú ocho hombres
tenia pensado de hacer ; y el cura, con en la sala donde el marqués estaba, adon-
quien se confessó, fué una noche arrebo- de avia más de quarenta hombres; é unos
cado á decirlo al marqués, que estaba saltaron á una huerta que allí estaba, aun-
cenando con su hermano Francisco Mar- que bien alto, é otros se metieron en las
tin, é Picado fué con este clérigo. Lo que cámaras, sino fué el pobre marqués que
DE INDIAS. LIB. XLVIII. CAP. V. 371
se puso á una puerta con una partesana, to unas esmeraldas. Estas se sospecha
segund dicen los mesmos que le mataron, que las tomó aquella mugerçilla, con
é se defendió muy bien, é aun tan bien quien después se casó.
que no le podían entrar, porque era la »En casa del marqués no se halló qué
puerta angosta, é fuéles forçado rempu- tomar, sino plata de su servicio: créese
jar unos á otros para entrar, é á la en- lo tiene todo enterrado, pues no paresció
trada murió uno dellos. Dicen que lo nada.
mató el mesmo marqués. »Lo que generalmente tomaron en toda
»Luego salieron diciendo á grandes vo- la tierra adonde llegaron, fueron armas
ces: «Libertad, libertad: que ya es muer- é caballos : á mercader ni á otra persona
to el tirano». Mataron allí á un su herma- no se le tomó un pesso ni más ; y esta es
no , que estaba con él, é á Francisco de la verdad. Y porque algunos dirán que
Chaves, un muy gentil cavallero de Tru- don Diego salió con estos que salieron á
xillo, é á otros dos ; é después murieron matar al marqués, mentirán; porque nun-
de heridas otros tres. Desta manera fué ca salió de casa hasta quel marqués era
la muerte del marqués. Téngolo por una muerto. Después salió á caballo , arma-
cosa de misterio, porque es más trecho do é con una espada desnuda en la ma-
desde casa de don Diego de Almagro has- no, como caudillo y principal: é después
ta la casa del marqués, que hay desde se tornó á la possada é tornó á salir vesti-
las quatro calles á la iglesia mayor dessa do de negro é una vara de justicia en la
cibdad; é todo este trecho fueron dando mano, é se pregonó por gobernador é
voces, diciendo las palabras que aquí he capitán general de entrambas las gober-
dicho. Si de otra manera allá se conta- naciones de los Reyes y el Cuzco. De la
re, á fée ques burla muy grande. del Cuzco decíe el pregón que por quan-
»Después de muerto el marqués, no pa- to le pertenesçia por herencia de su pa-
resçia hombre vecino : antes se metieron dre, conforme á la merced que Su Ma-
en sus casas y cerraron las puertas, no gestad le avia hecho, que era avérsela
creyendo escapar ninguno dellos de las dado por su vida é de su hijo ; é la otra
manos de don Diego y cavalleros que lo decía que por fin é muerte del marqués
siguen. Mas él lo hiço, no como ellos don Francisco Piçarro le pertenesçia te-
pensaban, mas muy humanamente: que nerla é posseerla con más justo título que
no se tocó en hombre ni tomaron á nadie otro : é por tal gobernador fué resçebido,
lo suyo, sino fué en casa de Picado, por- hasta tanto que Su Magostad proveyes-
que le tenian mucha ojeriça, porque sa- se y assi las tiene entrambas á dos.
bían que era mucha parte para haçelles »Hasta agora está muy bien quisto de
guerra de hambre y destierros. todos, excepto de algunos de sus ene-
»Digo en verdad, por Dios, que una migos.
estancia que tenian, á dó tenian recogi- »Tiene trescientos é cinqüenta de ca-
das algunas ovejas é cogían algún mahiz, ballo, é tiene cerca de otros tantos de
se la quitaron el mesmo Picado é otro ve- pié: hay entrellos doscientos arcabuce-
cino, é la repartieron entre sí. Assi que, ros é ballesteros, é quassi ciento é cin-
encasa deste Picado entró cierta gente, no qüenta piqueros é rodeleros é ballesteros:
de presunción, y se la saquearon, segund hacíanle en Lima cada dia dos arcabuces.
dicen, mucha cosa; é púsose tanta dili- »Partiese otro dia despues que yo me
gencia en que paresçiesse lo que le to- partí de la cibdad de los Reyes: va la
maron . que quassi paresció todo, excep- más lucida gente que yo he visto en mi
372 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
vida. Y assi lo diçen of ros, que han visto lindo latioo, é tiene muy linda hechura
más gente que yo en Italia. Y en la ver- de hombre, sino ques muy moreno é tie-
dad tienen raçon, porque van en extremo ne poquitas barbas : es de edad de veyn-
bien aderesçados ; é hay entrellos çient te é dos años. Esta es la relación suçessa
cavalleros hijosdalgo, que entrellos hay en el Perú.
hijos de señores de título en España é mu- »Á Picado degollaron: sacáronle pol-
chos hijos de mayoradgos é muchos deb- las calles con pregones, é deçia el pre-
dos de señores, y hay otros muchos hi- gón : i Manda Su Magestad que muera es-
josdalgo de no tanta calidad; é los demás te hombre por revolvedor destos reynos,
gente muy de bien é lucida. é porque quemó é usurpó muchas provissio-
»Partíanse para yr al Cuzco contra dos nes reales, encubriéndolas, porque venían
capitanes aleados de la parte del marqués en grand daño al marqués ; é porque cohe-
don Francisco Piçarro : llámase el uno Per chaba é avia cohechado mucha suma de pes-
Álvarez Holguin, y el otro Tordoya, que sos de oro en la tierra ».
son dos cavalleros valientes hombres. Di- Esto que he dicho es lo que en verdad
cen que tienen trescientos é cinqüenta contenia esta relación á la letra. Quéda-
hombres ó quatroçientos : no pueden te- me agora de decir al letor que se pare á
ner más ni aun tantos , é destos espera- considerar é con mente repossada é sin
ba los cinqüenta don Diego de Almagro. passion mire que en hilar de vidas é san-
Creo se avrá dado la batalla muy cruda, gre humana va encaminando el diablo, é
porque van tan empuestos en no dexar por qué forma hacia predicador de false-
hombre de los contrarios, que si Dios no dades á aquel secretario del marqués An-
lo remedia quedarán muy pocos. Y los tonio Picado, é qué chapería de oro de
otros están fundados en defenderse. Ple- martillo la de aquellas higas, de que se
ga á Dios remediarlo como es menester!.. puede colegir su prudencia é la del mar-
»El licenciado Vaca de Castro está en qués que tal permitía. Mirad el secreto de
Quito; no osa passar adelante; recoge aquel sacramento ó confession que aquel
toda la gente quél puede ; háse pregona- padre devoto cura con Picado por guia
do por gobernador del Cuzco é los Re- reveló al marqués : la qual cosa se veri-
yes. No sé en qué parará la cosa, por- fica por las relaciones atrás escripias. Y
que segund entendí don Diego de Alma- notad de la habla del Johan de Herrada,
gro no le piensa dar lo uno ni lo otro has- é del marqués qué imprudencia de go-
ta que Su Magestad provea de nuevo. Si bernador fué la de su respuesta á Johan
desbarata los del Cuzco, está tan pujante de Herrada. El trecho, que significa esta
que no basta desbaratalle quatro ni cinco relación desde la casa de don Diego de
mili hombres. De aqui á Sanct Johan ó Almagro á la del marqués, donde fueron
antes avrá en essa cibdad nuevas de lo á le matar, es quassi quatroçientos pas-
que oviere subçedido. sos. Y lo que yo con más pena siento des-
»Del gobernador don Diego de Alma- tas cosas es ver la pendencia quán brava
gro hago saber á Vuestra Merced que lle- está, é temer en lo que ha de parar esto
va muy grandes términos de hombre : no é lo que ha subçedido entre essas gen-
tiene nada de su madre ; antes responde tes que tan encaminado va á mayores da-
á su padre. Es muy largo é muy bien ños de los que han subçedido hasta aqui
criado; tiene muchas gracias; es muy ó que ya en el Perú están perpetrados.
gentil hombre de caballo de entrambas Picado alcancé el pago conforme á su
»illas, é muy diestro de las armas, é muy sesso é vida; é aun también ha venido
DE INDIAS. LIB. XLVIII. CAP. V. 373
nueva é dicen otros que con el Picado de- quez é á otras personas : lo qual no per-
gollaron al capitán Origüela, é assimesmo mitiera Dios por ventura, si este obispo
dicen que los indios han muerto (yes oviera enseñado á creer y entender aque-
verdad) á aquel reverendo obispo del lla Biblia, que daba Atabaliba, quando le
Cuzco fray Vicente de Valverde, é á un prendieron, segund la historia ha conta-
hermano suyo, é al dottor Johan Blaz- do. Passemos á lo demás.

CAPITULO VI.
En que se tracla cómo mataron al obispo fray Vicente de Valverde é â otros chripslianos con el los indios
rebelados de la isla de la Puna, é hácese aqui memoria de lasumptuosa prission que en la corle tuvo Her-
nando Piçarro, é memóranse otras cosas que son del jaez de sus culpas.

Cábese por testigos de crédito, que se la mar costa á costa ; pero luego otro dia
hallaron en la cibdad de los Reyes, quan- echados menos, envió don Diego un na-
do fué muerto el marqués don Francisco vio, é desde á pocos dias se tornó, no los
Piçarro, que todo lo que la historia ha di- hallando, porque permitió Dios que no
cho es como lo tengo escripto, é hallóme faltassen tiempo ni indios que vengassen
informado viva voce como primero lo avia la prission é muerte del príncipe Atabali-
seydo por cartas. Dicen más: que des- ba, en que tal intercessor avia seydo es-
pués de hecha justicia del secretario An- te perlado fray Vicente. Y fué assi que
tonio Picado, estando en aquella cibdad queriéndose yr él y el dottor al licenciado
el obispo fray Vicente de Valverde, que Vaca de Castro, que estaba en Quito jun-
so color de aplacar las alteraciones ya di- tando gente para yr á la cibdad de los
chas hiço algunos sermones, que más Reyes, desde la qual el gobernador don
eran indinar é poner escándalo que apa- Diego se partió después contra el Cuzco,
ciguar ni quietar ruydos é lo alterado. Su- aportaron este obispo y el dottor é los
po que don Diego el nuevo gobernador demás á la isla de la Puna, donde los in-
estaba indinado contra él, é aun fué con- dios délia é otros caciques que estaban
sejado que le pusiesse la mano é le ya rebelados, viendo las discordias de
echasse de la tierra ; é cómo su principal los chripstianos, los mataron con todos
intento avia seydo yr á favoresçer é ayu- los que con ellos yban, é les tomaron
dar al dottor Johan Blazquez, su cuñado, mucha cantidad de oro. Plega á Dios
que estaba presso por las cosas passadas, que les tomasse su suplicio en esta-
como persona muy acepta al marqués di- do de gracia, pues con la vida paga-
funto , é que por su consejo se avian he- ron parte de su pena é pecados pasta-
cho muchas cosas en desagrado é ofensa dos!...
de don Diego é sus amigos, é recelándo- Aquel puñal, que tenia ceñido este
se este perlado que se le podria seguir fray le quando fué presso Atabaliba, raçon
más trabaxo al presso é á él mesmo assi- fuera que le oviera guardado para defen-
mesmo, volvió á templar sus sermones, derse dessos indios de la Puna, que tam-
é tuvo forma como al dottor se le diesse poco me paresçe que entendían la Biblia,
su possada por cárcel. É de aquella una ni aun hasta estonces avian obedesçi-
noche se fueron secretamente el obispo do sino cautelosamente, por no ver en
y el dottor con sus amigos é criados, é dispusiçion el tiempo para su rebelión : é
metiéronse en una barca ó bergantín por poco antes que á estos matassen, avian
374 HÍSTORfA GENERAL Y NATURAL
muerto otros chripstianos é tomádoles te motivo é una grand sapiencia»2. Pero
mucho oro. de este capitán Hernando Piçarro, como
Esta rebelión, bien mirada, no lo es; á principal causa é causador de los tra-
porque llamar subjetos ni obligados á la baxos del Perú, no se le predique ni se
lealtad, no se pueden decir ni llamar los le acuerden mis consejos, pues son ya
que son forçados, tomándolos las mugeres fuera de tiempo. Dificultoso es levantarse
é hijos é haciendas é haciéndoles incapa- quien tiene sobre sí la piedra de la mala
ces de su libertad, llamándoles amigos é costumbre3.
sirviéndose dellos, como de esclavos. Et Pero en la verdad con tiempo é muchas
caso es que como essos indios avien en- veces yo escribí al marqués don Francis-
tendido la paz, assi la guardaron. co Piçarro, é como su amigo é fuera de
De forma que todos estos subçessos é passion é desde aquesta cibdad de Sanc-
malos fines é los que más se aparejan para to Domingo, le signifiqué su perdición, si
el discurso destas historias, todo pende é no se apartaba de los rencores é penden-
trae origen del primero desatino é crueldad cias que con el adelantado don Diego de
que Hernando Piçarro usó contra el ade- Almagro tenia : y aun antes mucho quél
lantado don Diego de Almagro, dándole volviesse de Chile, porque aqui en esta
una cruda é injusta muerte, sin ser juez cibdad se supo de cierto que no dexaban
paradlo; y en essa tomaron principio, el marqués é sus hermanos passar un
de que se fabricaron otras muchas, que hombre ni una carta ni un clavo de her-
en chripstianos é indios han subçedido é radura al pobre Almagro é á los que con
subcederán. él avian ydo; é les cerró el passo de tai
i Oh quánto han de mirar los hombres manera, que tampoco de los que estaban
en no dar lugar ni consentimiento á sus en aquella empressa y exérçito acá se sa-
proprios desseos, en daño de sus pró- bia cosa alguna, ni consintieron quel Rey
gimos para no executar la muerte en ni otro supiessen nueva de los de la otra
cabeça agena; pues sabemos que ningu- parte ni de ninguno dellos. De forma que
no hay tan poderoso quel tiempo no le mucho tiempo antes que Almagro se tor-
vença de dias, é quel juez superior todo nasse para el Cuzco ya le haçian la guer-
lo ve y todo lo ha de castigar é punir con ra é le quitaban los piçarros los alimen-
perfetta retitud I Nunca el prudente varón tos é noticia del Príncipe, nuestro sobe-
será acelerado en sus sentencias (puesto rano señor, é de todos los que tenían
que soldado sea como era Hernando Piçar- nesçessidad de saber de sus amigos é
ro); porque aunque el militar officio es debdos. Y assi paró esta mala obra en lo
apartado é contrario á los prolixos pleytos que se acabó su malicia é vidas.
é libelos, debe tener en la memoria el ca- Atendamos, pues, á lo que hará Dios
thólico capitán lo que la Sagrada Escrip- del principal auctor destas discordias,
tura dice: « Quien cree presto, ligero es ques Hernando Piçarro : el qual, segund
de coraçon»1. Y al mesmo propóssito dice aqui han dicho los que lo han visto dete-
aquel sagrado dottor Sancto Tomás «que nido en la corte, fué su prission de for-
creer súbito é sin deliberación é causa ma , que mejor se puede llamar triumpho
suficiente, es liviandad; é creer con deli- é gloria del mal que ha fecho por acá, que
beración é inspiración de Dios, es sufiçien- no pena para sus culpas ni satisfactoria
1 Qui cito credit, levis est corde ( Ecclesiáslico, 3 Dificiie surgit quem mola malse consuetudinis
cap. XIX). premit (Glosa sobrelcap. 11 de S. Johan).
2 Summa contra Gentiles.
DE INDIAS. LIB. XLVÍII. CAP. VI. 375
justicia para los querellosos é ofendidos mesma voluntad que á Dios continuamen-
del. La casa era el mesmo alcácar de Ma- te suplicamos quantos por acá vivimos
drid, donde el Rey de Francia estuvo que también remedie lo que á estas par-
presso no há muchos años é con menos tes es nesçessario que se provea para
libertad su persona real. La messa y pla- quel servicio de Dios y de Su Magestad
to de Piçarro era sumptuosamente servida en estas islas se reforme.
é acompañada de muchos nobles cavalle- Pero porque no es fuera del propóssito
ros, y él visitado y estimado de los altos de lo que he dicho de susso, traeré á me-
é grandes señores muchas veces. Muchas moria de los letores lo que vi en las bo-
maneras é diverssidades de músicas é das é casamiento del sereníssimo príncipe
cantores le acompañaban. Levantábase á don Johan, mi señor, de gloriosa memo-
medio dia, é su apossento era muy en- ria, al qual yo serví en su cámara ; y se-
toldado de ricas tapaçerias é doseles : sus rá esta recordación alguna recreación de
vaxillas colmadas é sumptuosas, con dife- personas graves y generosas de España
renciadas pieças de oro é plata, como la de los viejos que viven é aquello vieron
pudiera tener un grand príncipe. Verdad el año de mili é quatroçientos é noven-
es que aunque oye muy tarde missa, es ta y siete. En Burgos, en las casas del
porque le paresçie que aquella su pereça condestable don Bernaldino de Velasco,
con Dios é reposso de la blanda cama los Cathólicos Reyes don Fernando é do-
adornaban el estado é daban más auctori- ña Isabel celebraron las bodas del prín-
dad. Junto con lo que he dicho, nunca cipe don Johan su primogénito con mada-
faltaban dados ni naypes para passar el ma Margarita, su muger, hija de la Ces-
tiempo en juegos de mucho presçio, assi sárea Magestad del Emperador Maximi-
de dineros como de joyas é caballos. liano, y hermana del sereníssimo archi-
Estoy atónito de oyr lo que personas duque, que después fué Rey, don Felipe;
de auctoridad é verdad me han dicho y y estas velaciones fueron secretas con una
otros escripto en aqueste caso: y pública- missa regada, y desde á ocho dias salió
mente se alargan, é aun han osado decir la princesa á missa desde la dicha casa
que ha dado muchos dineros y esmeral- del condestable hasta la iglesia mayor de
das de mucho valor á personas grandes é Burgos. Y la fiesta deste dia fué tan
graves, é aun á algunos de los que tie- sumptuosa, que no faltaron la mayor par-
nen la mano en la gobernación destas te de los grandes é señores de España, é
partes é le podían favoresçer ; pero yo no las señoras más generosas ó mayor partí;
lo puedo conmigo acabar de creer hasta de sus reynos, é todos los atavíos é jo-
que acabe de ver en qué para este hom- yas que de toda España é fuera della se
bre, si fuere en mis dias. pudieron juntar, para solcmpniçar tanta
Junto con esto sabemos quel Empera- é tan desseada fiesta : en las quales cosas
dor, nuestro señor, es príncipe libre y es- no me detengo, por venir solamente á
tá ausente é fuera de España, cuya pres- decir que en la noche se hiço banquete ó
sençia, volviéndole Dios á Castilla (don- çena quel Rey é la Reyna en público die-
de se espera presto), es de creer que assi ron á sus hijos é grandes é cavalleros ó
en esto como en lo destas partes é Indias damas ; é para esto no consintieron ni ovo
porná el remedio que conviene; assi por- más de 1res aparadores con ricas vaxi-
que hay mucha nesçessidad dello, como llas é pieças muy ricas de plata é muy
porque no han de faltar lastimados que lo grandes, é algunas copas é saleros de
acuerden á su Cessárea Magestad con la oro.
376 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Destos tres aparadores el mayor é más mesmo Hernando Piçarro. Al qual el año
principal era del Rey é de la Reyna é del que passó de mili é quinientos é quaren-
Príncipe, de çinqùenta pies de luengo é ta y uno, se la llevaba un galeón que dio
quatro gradas en alto, cosa de mucho va- al través en la isla de Cuba ; pero salvóse
lor é para admirar los ojos humanos; por- el oro é plata que llevaba : é pocos me-
que avia pieças de ámphoras é de otras ses antes el duque de Veragua, almiran-
suertes, no menos altas que la estatura te destas partes, don Luys Colom, avia
de un hombre, ni de menos valor el ma- ydo á visitar su isla de Jamáyca, é desde
gisterio é artificio délias que la plata é oro ella passó á la de Cuba, donde halló en
que tenian. poder de los offiçiales de Çéssar todo el
Los otros dos aparadores, el uno era oro é plata quel galeón llevaba ; y estan-
del condestable y el otro del duque de do allí el almirante, por aviso que ya se
Béjar, don Alvaro de Cúñiga, no tan tenia en España, vino una nao gruessa
grandes, con diez pies ó doce de luengo, por el oro é plata que de aquel galeón allí
pero con no menos gradas, llenas de pla- avia de Piçarro ó de otras personas, é se
ta é de pieças muy ricas de plata é oro. le llevó en salvamento á Castilla.
Cosa fué esta que de la manera de tan- He oydo decir al mesmo almirante é á
ta riqueça de plata, los viejos que eston- don Chripstóbal Colom , su hermano, é á
ces vivian, é que avian visto fiestas muy otros cavalleros é hidalgos de su casa que
señaladas en tiempo del rey don Jo- lo vieron, que avia una vaxilla, de oro
han II é del rey don Enrique IV é de toda, de muchos platos y escudillas é
los reyes de Aragon, y en Francia é jarras é taças é saleros é copas é berne-
Italia é Inglaterra y en otras partes ex- gales é cuchilleras é fuentes, é de todas
trañas, deçian que esto precedía y era las otras pieças que suele aver en una
mucho más rico é sumptuoso, é de más complida vaxilla para el servicio de la
valor mucho que quanto se avia visto ni messa de un grand príncipe, é todo ello
escripto hasta nuestros tiempos. Y para de oro, sin mezcla de plata, é de exce-
esta manifiçençia sospecho yo que en los lentes maestros labrado ; é que demás de
dos aparadores de aquellos dos grandes las pieças que eran todas de oro, avia
que he dicho, no faltarían muchas pieças otras de plata é oro mezcladas, de ex-
ó vaxillas prestadas de otros señores é traño artificio.
grandes, puesto que los aparadores fues- Y entre las otras pieças avia fuera de
sen debaxo del nombre del condestable la vaxilla un cofre, del tamaño que estas
é duque de Béjar, y ellos tan ricos é señoras lo suelen usar, quando se tocan
grandes señores que aquello é más podían é visten, que seria de dos palmos é me-
hacer. dio tumbado, é de alto palmo é medio,
Quiero yo agora presuponer que en es- é de hueco ó ancho más de un palmo : el
sos tres aparadores oviesse doce ó trece qual era de plata é guarnesçido todo de
mili marcos de plata, que podrían valer barras de oro (assi como suelen traerlos
septenta ú ochenta mili ducados de oro, de Flandes con barras de hierro) é la cer-
que creo no me engaño de corto ; pero ya radura de oro, y en los espacios que
que fuesse algo más, traeré aqui á compa- tjuedaban de plata entre barra é barra de
ración una vaxilla que vino á mi noticia oro, estaba todo lleno de rosas de oro. Lo
que un soldado que pocos años há vimos que dentro deste cofre venia, eran mu-
pobre, é sin plata ni aun estaño ni hacien- chas barras de oro é délias lleno.
da hiço hacer en estas Indias, ques el Loábame mucho el señor almirante é
DE INDIAS. LIB. XLVJÎI. CAP. VI 377
otros linas mentes de oro desta vaxilla, pressentar en nombre de Hernando Piçar-
que eran tan grandes que quassi ningún ro, porque sepays, letor, que no he per-
hombre solo las podía tener para las ser- dido la memoria de lo que dixe de susso,
vir -, sin compañero que le ayudasse á las ó apunté de las sobornaciones de que le
sostener. culpan algunos, en lo qual yo no soy tes-
Finalmente > tantas cosas diçen é afir- ligo, ni hablo sino lo que por público por
man los testigos que he dado desta vaxi- acá se assienta *.
lla, que creo que sola ella valia mucho Pero pues ha venido al propóssito de
más que los tres aparadores que he dicho hablar en plata, quiero que sepays, le-
que ovo en aquella sumptuosa fiesta é ca- tor, que adelante hallareys fecha men-
samiento del Príncipe don Johan, mi se- ción de una nao que vino de las Indias
ñor, de gloriosa memoria. poco há, en el mes de diciembre de
Todo lo que aquella nao llevó á Espa- mili é quinientos é quarenta y ocho, é
ña , dicen estos cavalleros que passaba de víspera de navidad llegó el registro é car-
doscientos é cinqüenta mili ducados de tas desta nao á Sevilla, é truxo más pla-
oro, é no ha seydo la más rica de las que ta que valian las vaxillas, que he dicho
han ydo á España ; pero la vaxilla es la que vi en Burgos, ni con ellas junto lo
mejor que yo nunca oy decir ni vi hasta ques dicho de Piçarro, porque se quitó la
agora. piedra toda del lastre é la lastraron de
Atendamos, como dixe de susso, á ver plata, como más largamente lo hallareys
qué se come en ella ó en qué para ; pues en fin del libro IL destas historias, en el
que al cofre, que he dicho, ya le daba capítulo XVI, quarto notable.
nombre para quien él quería, ele llevaba á

* Acabado esle párrafo, se leia en el códice da de Blasco Nuñez é su muerte, etc.» Después
autógrafo la siguiente nota : «Aquí ha de venir el añadió Oviedo el úllimo párrafo, que está de diver-
estado en que está Hernando Piçarro é los subçes- sa tinta, y suprimió la nota referida, para tratarlos
sos del Perú é del de la Gasea desde que allá passó, sucesos, de que en ella habla, desde el capítulo VJI
é antes de lo del de la Gasea se ha de decir la cay- del libro XL1X en adelante.

TOMO IV. 48
Aqueste libro es el undécimo ó penúltimo de la tercera parte, y es el quadragéssi-
mo nono de la General y natural Historia de las Indias, islas y Tierra-Firme del
mar Océano del señorío é la casa é real çeptro de Castilla é de Leon : en el qual
se tracta de la conquista é población é gobernación de Quito é sus anexos, é del
descubrimiento que por la parte interior é desde sus nasçimientos del famoso é
grandíssimo rio del Marañon se hiço acaso é impensadamente por los españoles ; é
assimesmo tracta otras cosas tocantes á esta gobernación é sus anexos : y en suma
se dirá en qué pararon los subçessos del licenciado Yaca de Castro, é del desas-
trado ó impaciente visorey Blasco Nuñez Vela, é del general de la Gasea, é del
tirano Gonçalo Piçarro.

PROHEMIO.

|_ja batalla en que Foçion, capitán de Piçarro á ella fuesse) é de otras particu-
los Athenienses, venció los Maçedonios, laridades que convienen é son anexas al
fué renovada é de ambas partes comba- discurso destas materias, se tractará en
tida, con mucha sangre, con esperança este libro XLIX.
incierta é con victoria dubdosa. Bien se Lo que he querido decir es que en
puede apropriar ó comparar esto que dice aquella tierra de Quito siempre fué reno-
Plutarco * con estas batallas é revueltas, vada la contención é combatimiento de
que la gente del Perú é reliquias del exér- los chripstianos é de los indios entre am-
çito de don Francisco Piçarro renovaron bas partes, porque quando los españoles
en las provincias de Quito, militando con amonestaban é convidaban con la paz é
Gonçalo Piçarro, su hermano: al qual sosiego de la tierra, ofresçiendo buena
envió por su teniente á aquella tierra (en amistad á los contrarios, estonces eran
que poco fructo hiço) como la historia menos creydos de los naturales : porque
adelante dirá. Desto é del principio, que en las obras passadas hallaban de qué te-
aquella tierra tuvo para ser subjetada mer , acordándose de la destruyçion del
de los chripstianos (antes que Gonçalo rey Atabaliba, su señor ; y en las pres-

1 In vita Phocionis.
DE INDiAS LIB. XLiX. PKOHEMIO. 379
sentes no comprendían ni concebían se- la bestia que pensaba llevarlo, ó si esca-
guridad alguna que les pudiesse turar, pa ó no muere, pocos de los tales goçan
ni era posible conformarse por la cobdi- de sus malas ganancias. Y lo que peor
çia de los unos é poca constancia de los es é más peligroso que la muerte, que
otros. Y assi, aunque alguna muestra de en la otra vida han de hallar los tales
quietud se manifestasse en los indios, no el pago é galardón á la propria medi-
era para más de hasta ver tiempo para da de los males, que acá hicieron: y
alearse é defenderse de los españoles, é quedan los indios diciendo con Catón:
ofenderlos en quanto posible fuesse ; pues «Vivido avríamos bien, si Cessar no nos
que ya yban perdiendo el miedo á los ca- oviesse turbado» *. Puesto que Çéssar nin-
ballos por los aver visto, é tener expirien- guna culpa tiene de lo que se ha hecho
çia que se mueren ó que pueden matar- en deservicio de Dios é suyo en estas
los como á los hombres, é aun con más partes, porque su intención es sancta é
facilidad. Por manera que assi en los in- sus desseos muy al revés de las obras
dios como en los chripstianos ha salido que algunos crudos ministros cobdiçiosos
la esperança incierta é la victoria dubdosa é tiranos se han atrevido á hacer : cuyo
con mucha sangre, segund claramente el castigo, si se dilata ó ha dilatado, es por
tiempo lo ha mostrado : el qual ha dis- no aver llegado á noticia de Su Mages-
puesto de tal forma las cosas de aquella tad, ó porque no le han informado de la
tierra, que de dia en dia se fueron enco- verdad. Y cómo es hombre, é de hom-
nando , é cresçiendo los trabaxos é apo- bres se ha de fiar, y destos vemos por
cándose los interesses é riqueças é des- nuestros pecados quánto menor es el nú-
pojos é ganancias de la gente militar. mero de los buenos, ninguno se debe ma-
Pues cómo el officio de los tales es fun- ravillar si, estando tan apartado el prín-
dado sobre adquirir bienes ágenos, es- cipe de sus subditos, se cometen robos 6
tando paradas las armas, es nesçessario injusticias é delictos, á quien falte castigo
que para medrar sin ellas, se use tranqui- temporal. Pero no faltará el de aquel, que
lidad en los ánimos, é ninguna rapiña se no ha menester testigos para juzgarnos á
exerçite contra los habitadores de la tier- todos, ni serán nesçessarios los libelos é
ra, é que haya cuydado ordinario de la cautelas de los abogados del mundo, ni
conversion é buen tractamiento de aque- los procuradores y escribanos que de
llas bárbaras nasçiones, é una reveren- contiendas é pleytos ágenos allegan ha-
cia grande á la justicia; é que negando ciendas, perdiéndolas aquellos que liti-
la propria voluntad, sean obedesçidos é gan. Quiero decir que (en aquesta his-
acatados los gobernadores é sus minis- toria ó materias, de que tracto) mucho
tros, é que no falte constancia en Ja agri- he oydo, mucho he entendido, mucho he
cultura, ni caridad con el prógimo. Todas visto, mucho he comprehendido, mucho
estas condiciones, que son anexas á la he conosçido, mucho he palpado, que
paz, son ásperas é incomportables al gus- os declararé a. "É estad, atento, letor,
to de los que tienen los ánimos alterados assi en este libro pressente como en to-
ó viciosos, que en breves dias querrían dos los quarenta é ocho precedentes, 6
yr cargados de oro á Castilla y á sus pa- veres en todos é cada uno dellos quán
trias; y esperando esta carga, muérese sin passion é sin adulación ni excepción
1 Preciaré vixeramus, nisi Caesar otium nobis mulla vidi, multa comprehendi, mulla cognovi,
perlurbasset (Cathon). multa palpavi, qua; vobis declarabo (Cathon).
2 Quo in genere mulla audivi, mulla intellcxi,
380 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
hablo, porque illud enim agendum est. Y adulaciones ni simplicidad dañosa que
si viéredes que á los circunstantes que me excuse ni dé lugar á que la péndola
oyeren esta Ieçion, desplacen mis pala- se aparte de la retitud que soy obligado,
bras, eonosçerés que serán aquellos que mediante la gloria del Espíritu Sancto.
tienen la propriedad que acompaña á los Mas porque lo que se toco de susso de la
canes que han seydo escaldados con agua ropa ques dicho, no lo entenderán muchos
hirviendo, é de allí les queda temer del con tan breve relación, puesto que no lo
agua fría. sepa yo relatar con la gracia é lindo es-
Eu verdad mi fin no es morder con re- tilo que la lengua de Pedro Aretino lo di-
prehension de mis renglones á ninguno, ce, acordarlo he para mi propóssito é
ni espantar con essas aguas ques dicho comparación de susso.
al que estoviere culpado, sino relatar lo Dice, pues, este auctor, que un cierto
que en efetto ha passado. Y assi me man- señor, mirando un dia una caxa ó arca
da y quiere la Cessárea Magestad que suya, vido una ropa forrada de muy sin-
conforme á verdad, é no al estilo de los gulares martas que tenían muchas canas
lagoteros, escriba estas historias; y como blancas (como las suelen tener las que
lo he fecho en lo de hasta aqui se conti- son çevellinas, de mucho presçio é me-
nuará, placiendo á Nuestro Señor, en es- jores) é vistiósela, é metióse en su cáma-
te libro XLIX y en lo que queda por escri- ra con ella é quitóle todos los pelos blan-
bir, en tanto que á mi cargo fuere. Y de cos, uno á uno, pensando que en el ar-
los que mal han fecho en estas partes sus ca se avia encanesçido; é quitados llamó
officios, con peligro de sus ánimas, me al camarero, é díxole:—«Guardad esta
duelo; é de la vida de los buenos me he ropa, é catadla ahí nueva y hermosa ».
siempre deleytado, é nunca me arrepen- Esta hermosura no la perderá mi his-
tiré de averme fatigado por la patria. * toria por mis canas, ni quiero tal sos-
Assi que, conforme á lo que aqui pro- pechar, pues conozco que adquiriéndo-
meto , diré lo que á la pressente materia las en este exerçiçio historial, quedará
é libro penúltimo toca, é volveré la plu- más hermosa la labor destos tractados;
ma á su curso é reposso, no como aquel pues ellas los han hecho mayores, é á
varón ó grand señor rico volvió la ropa mí de más expiriençia para continuarlos
de martas sin canas á su camarero, sino quantas más canas me han nasçido, au-
con muchas más de lasque yo tenia, quan- mentándose con mis libros hasta llegarlos
do la comencé á exerçitar en estas histo- á tal estado.
rias. Quiero decir, que no incurriré en

1 Bonorum vita me semper plurimum deleeta- disse ( Cat. ülieensis).


vit, et nunquam me pœnitebil patriam meam défen-
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. I. 381

CAPITULO I.
En que se Irada cómo é por quién fué fundada la cibdad de Sanct Francisco en la provincia é gobernación
de Quito; é cómo el capitán Sebastian de Berialcácar, que allí estaba por mandado del marqués don Fran -
çisco Piçarro , se fué sin licencia de la tierra á España, donde fué proveydo por gobernador de Popayan;
è cómo el marqués envió á Gonçalo Piçarro, su hermano , á Quito, é cómo fué en demanda de la canela
é del rey ó cacique que llaman el Dorado. E cómo fué acaso descubriendo é navegando por la parte inte .
rior el rio Marañon, desde sus nascimientos hasta la mar del Norte, por el capitán Francisco de Orellana
con ciertos compañeros, cuyos nombres se dirán, é otras cosas que convienen á la historia.

ÍM capitán Diego de Ordas tuvo la em- mente á perderse. Pero si mis cartas res-
pressa del descubrimiento é población çibio, yo no fuy respondido, y si no me
del famoso é grandíssimo rio del Mara- creyó, de la ganancia que sacó verán si
ñon , é su mal subçesso se tracto en el li- mal le consejaba. En fin, él estaba deter-
bro XXIV destas historias. Mas para que minado de obedesçer á su apetito, y á los
se entienda lo que después se ha sabido tales incorregibles sus malos desseos les
deste rio é por qué via, conviene y es de dan el pago á proporción de su sesso, é
notar que despues quel marqués don Fran- con essos mesmos concuerda é ha lugar
cisco Piçarro é sus hermanos quedaron aquella sanctidad de la Sagrada Escriptu-
victoriosos de aquella batalla mal pensada ra: «Quando el loco va por su via, piensa
é peor efettuada, en que fué vencido é que cada uno que vé, es loco como él»2.
maltractado é después muerto el adelan- Yo no hé lástima solamente destos dos
tado don Diego de Almagro é los de su compañeros don Francisco Piçarro é Die-
opinion, quedaron muy orgullosos los que go de Almagro, que un tiempo tracté é
se vieron señores del campo; pero oso afir- conoscí bien pobres é después los vi muy
mar , segund lo quel tiempo después ha sublimados en títulos é señorío é grandís-
mostrado, que esa victoria fué tanto ó más simas riqueças; pero téngola muy grande
dañosa para los vencedores como para de los muchos pecadores chripstianos, que
los vencidos, y en los unos y en los otros tras ellos é por ellos se han perdido.
quadran bien aquellas palabras que Fran- Dexemos esto é tornemos á nuestro pro-
cisco Petrarca finge que passaron entrél póssilo de la gobernación de Quito, que
é Sophonisba , quando ella le respondió: fué el señorío quel grand rey Guaynaca-
« Si África lloró, Italia no se riyó : pre- va dexó á su hijo Atabaliba. Á la qual
guntadlo á vuestras historias * ». provincia envió por su capitán el marqués
Assi que, si á Almagro injustamente don Francisco Piçarro á Sebastian de Be-
é de hecho lo mataron los piçarros, en nalcácar, del qual en el libro XLV de la
su muerte granjearon la perdición de gobernación de Popayan se tracta. Y es-
los mesmos matadores ; é antes que as- te fué en seguimiento de Orominavi, ca-
si fuesse, yo se lo escribí al marqués pitán de Atabaliba, que se fué con mu-
con tiempo, quando supe sus diferen- cha parte del thessoro suyo, despues que
cias para que las dexasse é se confor- le vido presso ; y en demanda desse oro
masse con el adelantado é con la paz, fué Benalcácar, é hiço mucha guerra á los
porque me paresçia que los via yr clara- indios de Quito é sus comarcas. Y este
1 Se Africa pianse, Italia non ne rise: 2 Sed el in via slultus ambulans, cum ipse in-
demándate ne pur histoire voslre. sapiens sil, omnes stultos stimat (Ecclesiasles,
(Triutnpho de Amor, cap. II.) cap. X, vers. HI).
382 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
fundó la cibdad de Sanct Francisco, ques podia faltar, si su información no fuesse
el primero pueblo que ovo de chripstia- falsa; la qual tenia por cierta é de mu-
nos y el principal, que al pressente hay en chos indios. Quando fué de aquí este ca-
Ja dicha provincia de Quito: é aqueste pitán, pensamiento llevaba de la yr á bus-
Benalcácar desde estonces tuvo noticia car; pero como ya Gonçalo Piçarro era
mucha de la canela, é aun segund él me ydo mucho antes (ó en tanto que Benal-
dixo en esta cibdad de Sancto Domingo, cácar por acá andaba) en la mesma de-
quando tornaba de España proveydo por manda de la canela, siguióse de buscarla
gobernador de Popayan, su opinion era el descubrimiento délia é del rio Marañon
que hacia el rio Marañon la avia de ha- por la parte interior de la tierra, é de sus
llar, é que aquella canela se avia de lle- nasçimientos de aquel grand rio, de la
var á Castilla é á Europa por el dicho rio, manera que se dirá en el siguiente capí-
porque segund los indios le avian dado tulo.
noticia del camino, pensaba él que no

CAPITULO II.
En continuación de lo ques dicho é apuntado en el título del capítulo precédeme, é de la noticia que se
tiene del rey Dorado, é cómo é por qué via no pensada se descubrió el rio Marañon por el capitán Francisco
de Orellana, é con quinientos españoles le navegó hasta la mar del Norte; é cómo el capitán Gonçalo Pi-
çarro se tornó á Quito con mucha pérdida de la mayor parte de los chripslianos que avia llevado al
descubrimiento de la canela, é assimesmo se tocarán algunas cosas, demás de lo ques dicho, que son
convinientes al discurso de la historia.

Justando el capitán Sebastian de Benal- Nuevo Reyno de Granada, donde ya otros


cácar en la provincia de Quito debaxo de españoles tenían descubiertas las minas
la militar obidiençia que debia tener al de las esmeraldas. Assi que, yba aleado
marqués don Francisco Piçarro, que allí de su capitán general. Y con la mesma in-
le envió, porque no se perdiesse é dété- tención , apartándose del suyo, el capitán
riorasse la mala costumbre que otros ca- Fedreman avia dexado á su gobernador
pitanes han tenido en las Indias de faltar en la provincia de Veneçuela, llamado
á quien los elige é pone en tales cargos, Jorge Espira; y cada uno destos dos capi-
ó seguir otras derrotas é camino por don- tanes alterados se recogieron con la gen-
de no se llamen segundos smo primeros, te de Sancta Marta, que hallaron poblada
é procurar para sí los mesmos officios en en los Alcácares con el licenciado Gonça-
ofensa de sus superiores, y tener manera lo Ximenez (teniente del adelantado don
cómo se entiendan con el Rey é pierda las Pedro de Lugo), con el qual concertados,
gracias quien los puso en tales capitanías; todos tres se fueron á España cargados
assi este, como se sentia hombre más há- de nuevas traças é desseos, é con el oro
bil quel marqués, ó por otra causa qual- y esmeraldas que pudieron aver, como
quiera que sea, salió de la cibdad de más. largamente se dixo en el libro XXVI,
Sanct Francisco con cierta gente de pié é capítulo XII *, é desse viaje negoció cada
de caballo, é discurriendo por la tierra uno en diferente manera, é Benalcácar
adentro, fué á parar á los Alcácares é volvió con la gobernación de Popayan,

En el original se lee capitulo Xl\ pero con er- en el siguiente, como puede verse en la pág. 3C8
ror de pluma, pues que estos hechos se refieren del lomo II.
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. IÍ. 383
Pues cómo el marqués don Francisco Pi- é sobre aquella unción assienta é se pega
çarro supo que Benalcácar se avia partido el oro molido ó tan menudo como convie-
de Quito sin su licencia, envió allá al ca- ne para lo ques dicho, é queda toda su
pitán Gonçalo Piçarro, su hermano, y en- persona cubierta de oro desde la planta del
señoreóse de aquella cibdad de Sanct pié hasta la cabeça,'é tan resplandesçien-
Francisco é de parte de aquella provin- te como suele quedar una pieça de oro la-
cia, é desde allí determinó de yr á buscar brada de mano de un grand artífice. Y
la canela é á un grand príncipe, que lla- creo yo que si esse cacique aquesso usa,
man el Dorado (de la riqueça del qual que debe tener muy ricas minas de seme-
hay mucha fama en aquellas partes). jante calidad de oro, porque yo he visto
Preguntando yo por qué causa llaman harto en la Tierra-Firme, que los españo-
aquel príncipe el cacique ó rey Dorado, les llamamos volador, y tan menudo que
dicen los españoles, que en Quito han es- con facilidad se podria hacer lo ques di-
tado é aquí á Sancto Domingo han veni- cho.
do (é al pressente hay en esta cibdad Creia Gonçalo Piçarro que yendo aquel
más de diez dellos), que lo que desto se camino, avia de resultar de su viaje una
ha entendido de los indios es que aquel próspera é rica navegación, con grandís-
grand señor ó príncipe continuamente an- sima utilidad de las rentas reales é au-
da cubierto de oro molido é tan menu- mentación del estado é patrimonio de la
do como sal molida ; porque le paresçe á Cessárea Magestad é sus subçessores, é
él que traer otro qualquier atavio es me- para quedar muy ricos los chripstianos
nos hermoso, é que ponerse pieças ó que se hallassen en la conclusion de la
armas de oro labradas de martillo ó es- empressa. Para este efetto, con doscien-
tampadas ó por otra manera, es gro- tos é treynta hombres de caballo é de
seria é cosa común, é que otros seño- pié, fué la vuelta de los nasçimientos del
res é príncipes ricos las traen, quando rio Marañon, é hallaron árboles de cane-
quieren; pero que polvoriçarse con oro es la ; pero fué poca y en árboles muy léxos
cosa peregrina, inusitada é nueva é más unos de otros y en tierra áspera é desha-
costosa, pues que lo que se pone un dia bitada , de forma que la calor desta cane-
por la mañana se lo quita é lava en la no- la se enfrió, é perdieron esperança de la
che é se echa é pierde por tierra; é es- hallar en cantidad (á lo menos por eston-
to hace todos los dias del mundo. É es ces). Pero aunque aquesto pensaron al-
hábito que andando, como anda de tal gunos que en aquello se hallaron, otros
forma vestido ó cubierto, no le dá estor- de los mesmos me han dicho á mí que no
bo ni empacho ni se encubre ni ofende la creen que la canela es poca, pues que se
linda proporción de su persona é dispusi- lleva á muchas partes. Y caso que los ár-
eron natural, de quél mucho se presçia, boles que vieron desta especie, son salva-
sin se poner encima otro vestido ni ropa ges é que por sí los produce naturaleza,
alguna. Yo querria más la escobilla de la los indios dicen que la tierra adentro los
cámara deste príncipe que no la de las cultivan é labran, é son muy mejores , é
fundiciones grandes que de oro ha ávido dan más é más perfetto fructo.
en el Perú ó que puede aver en ninguna Siguióseles tanta nesçessidad de basti-
parte del mundo. Assi que, este cacique ó mento, que la hambre los hiço afloxar en
rey dicen los indios ques muy riquíssimo los otros cu y dados; é para buscar de co-
é grand señor, é con cierta goma ó licor mer, envió el capitán Gonçalo Piçarro con
que huele muy bien se unta cada mañana, çinqiienta hombres al capitán Francisco
384 ÎIÎSÎORÎA OËNËRAL Y NATURAL
de Orellana, é aqueste no pudo volvef llaron, los porné aqui, pues que algunos
por ser tan frió un rio por donde fué, que vi dessös en esta nuestra cibdad, adon*
en dos dias se hallaron tan apartados del de allegaron el capitán Orellana é diez
ejército de Gonçalo Piçarro, que le con- ó doce dellos uri lunes, veynte dias del
vino á este capitán é sus compañeros pro- mes de diciembre de mili é quinientos
ceder adelante con la corriente á buscar é quarenta y dos años. Mas porque de-
la mar del Norte, para escapar con las vi- más de los cinqüenta compañeros que sa-
das. Assi me lo dio él á entender; pero lieron del real de Gonçalo Piçarro con
otros dicen que pudiera tornar, si quisie- el capitán Orellana, ovo otros que se me-
ra , adonde Gonçalo Piçarro quedaba ; y tieron en el mesmo barco para yr á es-
esto creo yo, por lo que adelante se dirá. perar el restante exérçito en cierta parte,
Esta compañía, que assi fué con el capitán donde el dicho capitán Gonçalo Piçarro
Francisco de Orellana y él fueron los que avia de yr luego, contaré todos los que
hallaron é vieron el discurso deste rio Ma- en esta navegación se hallaron, los qua-
rañon, é navegaron por él más que nunca les son los siguientes:
otros chripstianos que en él hayan andado,
como se dirá más puntual é largamente en EL NúMERO DE LA GENTE, CON QUE EL CAPITáN
FRANCISCO DE ORELLANA SALIó DEL REAL DE GON-
el libro último destas historias en el ca-
çALO PIçARRO é DISCURRIó POR EL GRAND RIO
pítulo XXIV. La qual navegación é acaes- MARAñON.
çimiento se principió impensadamente,
é salió á tanto efetto, ques una de las Primeramente:
mayores cosas que han aeaesçido á hom- 1. El capitán Francisco de Orellana, na-
bres ; é porque donde he dicho estará es- tural de la cibdad de Truxillo en Ex-
cripto este viaje é descubrimiento del Ma- tremadura.
rañon ad plenum, no me déteme aqui en 2. El comendador Francisco Enriquez,
ello, excepto en algunas particularidades natural de la cibdad de Cáceres.
que, demás de lo que escribió como testi- 3. Chripstóbal de Segovia, natural de
go de vista un devoto frayle de la Orden Torrejon de Velasco.
de Predicadores, yo he sabido después 4. Hernand Gutierrez de Celis, natural
en esta cibdad de Sancto Domingo, del de Celis en la montaña.
mesmo capitán Francisco de Orellana é 5. Alonso de Robles, natural de la vi-
de otros cavalleros é hidalgos que con él lla de Don Benito, ques tierra de Me-
vinieron. Las quales el dicho frayle no es- dellin, alférez en esta jornada.
cribió en su relación, porque no se acor- 6. Alonso Gutierrez, de Badajoz.
dó, ó no le paresció que se debia ocupar 7. Johan de Arnalte.
en ellas ; y decirlo he como deste capitán 8. Johan de Alcántara.
é sus consortes lo entendí. É aunque no 9. Chripstóbal de Aguilar, mestiço, hi-
vayan tan ordenadas las materias como jo del licenciado Marcos de Aguilar é
con venia, yrán tan ciertas é á la llana co- de una india, en quien le ovo en esta
mo á mí me las dixeron : algunas assi co- Isla Española, é valiente mancebo por
mo yo preguntaba, é otras como les ve- su persona é hombre de bien.
nia á ellos á la memoria. 40. Johan Carrillo.
Y porque de un acaesçimiento tan pe- 11. Alonso Garcia.
regrino, tan largo é tan peligroso viaje, 12. Johan Gutierrez.
no es raçon que se olviden ni se callen 13. Alonso de Cabrera, natural de Ca-
los nombres de los que en ellos se ha- çalla.
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. JÍ. 38Ö
44. Blas de Águilar, asturiano. 42. Ginés Hernandez, de Moguer.
15. Johan de Bempudia, natural de Hem- 43. Andrés Duran, de Moguer.
pudia, el qual mataron los indios. 44. Johan Ortiz, del Maestrazgo.
IC. Antonio de Carranca, vecino de Frias, 45. Mexia, carpintero, natural de Se-
que assimesmo mataron indios. villa.
47. Garcia de Soria, vecino de Soria, que 46. Blas Contreras, del Maestrazgo.
también le mataron indios. 47. Johan de Vargas, de Extremadura.
48. Garcia de Aguilar, natural de Valla - 48. Johan de Mangas, del Puerto de Sáne-
dolid: murió en el viaje. la Maria.
49. Otro Johan de Alcántara, del Maes- 49. Gonçalo Diaz.
trazgo de Sanctiago : murió assimes- 50. Alexos Gonçalez, gallego.
mo en el viaje. 54. Sebastian Rodriguez, gallego.
20. Johan Osorio, del Maestrazgo: assi- 52. Alonso Esteban, de Moguer.
mesmo murió en el viaje. 53. Fray Gaspar de Carvajal, de la Or-
21. Pedro Moreno, natural de Medellin: den de los Predicadores, natural de
murió también de enfermedad. Truxillo.
22.Johanes, vizcayno, natural de Bil- 54. Fray Gonçalo de Vera, de la Orden
bao: también murió de enfermedad. de la Merced.
23. Sebastian de Fuenterrabia : murió en- Que son por todos, con el capitán
fermo en el viaje. Francisco de Orellana, cinqüenta é quatro
24. Johan de Rebolloso, natural de Va- personas : de los quales los cinqüenta, co-
lencia del Cid : murió de enfermedad. mo es dicho, salieron con él para buscar
25. Alvar Gonçalez, asturiano, de Ovie- de comer é mirar la tierra; é los frayles
do: murió de" enfermedad. é los demás yban en el mesmo barco pa-
26. Blas de Medina, natural de Medina ra esperar al exérçito, donde el capitán
del Campo. Gonçalo Piçarro mandó, y él avia de yr
27. Gomez Carrillo.' desde á pocos dias. Y del número ques
28. Hernand Gonçalez, portugués. dicho mataron los indios tres, é se mu-
29. Antonio Hernandez, portugués. rieron ocho : assi que los defunctos fue-
30. Pero Dominguez, natural de Palos. ron once hombres.
31. Antonio Muñoz, de Truxillo. Por cartas que vinieron despues que
32. Johan de Yllanes, natural de la villa este capitán Orellana llegó á esta cibdad
de Yllanes en Asturias. de Sancto Domingo, escripias en la cib-
33. Perucho, vizcayno del Passage. dad de Popayan, á trece de agosto de
34. Francisco de Ysasaga, vizcayno, es- mili é quinientos é quarenta y dos años,
cribano del armada, natural de Sanct hay noticia quel capitán Gonçalo, Piçarro,
Sebastian. envió á este capitán Francisco de Orella-
35. Andrés Martin, natural de Palos. na adelante con los dichos cinqüenta hom-
36. Johan de Palacios, vecino de Aya- bres ábuscar de comer para todos, á una
monte. laguna que está muy poblada, donde se
37. Matamoros, vecino de Badajoz. dice que está grandíssima riqueça, para
38. Johan de Arévalo, vecino de Tru- que mirasse la dispusiçion de la tierra, é
xillo. que le mandó esperar allí ; é que desde á
39. Johan de Elena. pocos dias el mesmo Gonçalo Piçarro,
40. Alonso Bermudez, de Palos. con el restante de su gente, llegó allí don-
41. Johan Bueno, natural de Moguer. de le mandó esperar, quassi tan presto
TOMO IV. 49
386 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
como el Oreilana. É cómo no halló á él nesçessidades para recoger gente é ca-
ni á la gente, pensó que maliciosamente el ballos, é que su vuelta á Quito era por
dicho Oreilana é sus compañeros se avian saber qué tal estaba la tierra y entender
ydo por un rio muy poderoso á sus aven- las cosas del presidente Vaca de Castro é
turas con un barco ó bergantín que lle- de don Diego de Almagro ; pero túvose
vaban (á buscar la mar del Norte) ; é que por más cierto queste capitán Gonçalo
assi quedó burlado el Gonçalo Piçarro, Piçarro volvió perdido, porque dedos-
porque en el dicho barco yba la pólvora çientos é treynta hombres que llevó, no
é toda la munición que tenia para su ar- tornaron sino ciento, maltractados y en-
mada, é aun se ha escripto que también fermos los más ; y essos é los que con
se llevaron los del barco mucha riqueça Francisco de Oreilana escaparon por el
de oro é piedras. Si esto fué assi, como rio se tienen por vivos, é todos los demás
estas cartas dicen, adelante con el tiem- por muertos, que segund la verdad fue-
po se sabrá. ron más de ochenta é siete; porque en el
Aquí este capitán é sus consortes pu- barco entraron con el Oreilana más de los
blicaban que venian pobres, é que no fué questos compañeros han dicho, cuyos
en su mano volver al dicho Gonçalo Pi- nombres no se acuerdan.
çarro , aunque quisieran, por la veloci- Visto este siniestro, que se siguió á
dad del rio é por las causas que más'lar- Gonçalo Piçarro, escriben assimesmo que
gamente se declararán en la relación del se daba mucha priessa el capitán Sebas-
frayle. Por manera que como quiera que- tian de Benalcácar en se armar é proveer
11o passasse, le fué forçado al Piçarro, para yr en busca del Dorado : lo que en
desque se vido perdido, dar la vuelta ello subçediere el tiempo lo dirá, para
para Quito ; é hasta verse allí, por falta que se acomule y escriba donde especial-
de no hallar bastimento, se comieron más mente se tracta de aquella su goberna-
de çient caballos é muchos perros que ción de Benalcácar; é para allí se quede
llevaban; é assi tornó á la cibdad de é tornemos á nuestra historia de Quito é
Sanct Francisco. Y escriben assimesmo á la relación queste capitán Francisco de
que se deçia que Gonçalo Piçarro dexa- Oreilana é sus consortes dan de aquellas
ba poblado en alguna parte, é que fingia tierras.

CAPITULO 111.
En que se dá relación de la calidad de la tierra é genle de la provincia de Quilo, é qué cosa son los árbo-
les de la canela quel capilan Gonçalo Piçarro é los españoles vieron, é de la grandeça del rio Marañon, c
de las islas muchas que en él hay *.

Laid tierra de Quito es fértil é muy po- algo menos de quatro grados de la otra
blada , é la gente natural de aquella pro- parte de la línia equinoçial.
vincia é sus comarcas belicosa é de bue- En sus batallas é guerras usan los in-
na dispusiçion, é la cibdad de Sanct Fran- dios traer banderas, y esquadras bien or-
cisco , ques el principal pueblo de chrips- denadas , é muchas trompetas é gaytas ó
tianos en aquella gobernación, está en ciertos instrumentos musicales, que sue-
Al final de esle epígrafe se leía : «E de la ydo- tan Francisco de Oreilana é los que con él salieron
latriay rilos é eerimonias, que en algunas provincias del real de Gonçalo Piçarro testificaron é yo oy de-
usan los indios; éoirás particularidades quel capi- llos viva voce». Parece borrado de mano de Oviedo.
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. III. 387
nan muy al propóssito como gavtas é é se han sacado innumerables millares de
atambores é rabeles; é sus personas con pessos de oro, ó nunca se agotará ni aca-
hermosos penachos : pelean con varas y bará hasta la fin del mundo; y esto po-
estoricas é lanças de treynta palmos é dría ser que también acaezca en la abun-
con piedras é hondas. dancia de aquesta canela.
Supe deste capitán Orellana é sus con- De la grandeça del rio Marañon me cer-
sortes que la tierra de los árboles de la tificaron el capitán Francisco de Orellana
canela está de Quito septenta leguas al é sus consortes, que aqui vinieron , que
Oriente, é al Poniente de Quito está la mili é doscientas leguas antes que alle-
mar del Sur é la isla de la Puna cinqücn- gue á la mar trac de anchura dos é 1res
ta leguas, poco más ó menos. La hoja leguas en partes; é assi como venían por
destos árboles es muy buena especia, y él abaxo, siempre se ensancha é aumenta
el vassillo de la bellota que echa por fruc- su latitud, á causa de otras muchas aguas
to ; pero ni la bellota ni la corleça del ár- é rios que de una é otra parte en ambas
bol no es tan buena. Son árboles tan al- sus costas se lançan en él ; é que septe-
tos como olivos, é la hoja como de lau- çientas leguas antes de llegar á la mar
rel , algo más ancha : la color de la hoja tiene de latitud diez leguas é más. E de
es mas verde que la del olivo, é vuelve ahí adelante cresçe su anchura más é más
sobre color amarilla. Los árboles que los hasta la mar, donde entra por muchas
españoles vieron en este viaje de Gonça- bocas, haciendo muchas islas, el número
lo Piçarro, fueron pocos é bien léxos unos de las quales ni destas islas estos descu-
de otros, en siérrase tierra estéril é fra- bridores no supieron ni pudieron por es-
gosa: de la qual especia quedaron muy tonces comprehender. Pero todos afirman
satisfechos quanto al sabor é bondad de- que en las bocas todas hasta la costa fir-
Ha, de muy fina canela, puesto que de me al Oriente é Poniente, lo que queda
otra hechura que la que hasta aqui suele enmedio se puede decir ques el rio, é son
llevarse á España é Italia de Levante é se quarenta leguas ó más de boca é agua
usa por el mundo. La forma de aquesta, dulçe, y esta entra rompiendo la salada;
digo de aquellos vassillos del fructo, ques é apartados de la costa más de otras veyn-
lo mejor della, ya yo lo escribí en el li- te é cinco leguas se coge agua dulce de
bro IX, capítulo XXXI, y aun debuxé la la que sale del dicho rio.
forma dellos*. Pero muy descontentos Jos Hallaron é vieron innumerables islas
dexó á estos milites la poca cantidad que pobladas é llenas de gente de diverssas
hallaron desta canela, é de aquí resultó armas, é unas que pelean con varas y es-
que algunos han dicho ques muy poqui- toricas é macanas, y en otras con arcos
ta , é otros dicen lo contrario , porque se é flechas; pero los flecheros no tienen
lleva á muchas partes é provincias ; pero hierba hasta los que están doscientas le-
mucha ó poca el tiempo lo mostrará, co- guas de la mar, porque de allí abaxo ti-
mo mostró el oro en esta nuestra Isla Es- ran con ella é la usan de diabólica é pés-
pañola, donde passaron algunos años sima poncoña.
despues que los españoles acá vinieron, Todas aquellas gentes son ydólatras, é
que no hallaban sino poco oro, é después adoran el sol, é ofrésçenle palomas é tór-
se descubrieron é hay muchas minas ri- tolas é chicha, ques el vino que beben
quíssimas y en muchas partes de la Isla, fecho de mahiz é de caçabi é otros sus

* Véase la figura I." de la lámina IV.1 del tomo I.


388 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
brevajes : é pónenlo delante sus ydolos, é son de madera é cubiertas de paja.
que son unas estatuas é personages de Esto de las casas es en la costa ó cerca
grandes estafuras. Sacrifican de sus ene- de la mar; y en algunas partes el rio ar-
migos algunos de los que toman en la riba son de piedra: las puertas de las ca-
guerra desta manera : córtanles las manos sas las tienen hacia donde sale el sol, por
por las muñecas é á otros por los cobdos, algún respecto çerimonioso.
é assi los tienen hasta que se mueren ; é La tierra de Quito es fértil de los man-
después de muertos ásanlos en barbacoas tenimientos ya dichos é assimesmo de to-
ó parrillas, é hácenlos polvos y échanlos das las fructas que se saben de la Tierra-
al viento: é también de sus prissioneros re- Firme; y es sana é de buenos ayres é
servan algunos, para se servir dellos por buenas aguas é templada, é los indios
esclavos. No comen carne humana en to- bien dispuestos é de mejor color ó no
do el dicho rio hasta los flecheros de la tan loros como los de la costa de la mar
hierba, que son caribes é la comen muy del Norte. Hay muchas é buenas hierbas
de grado. é algunas como las de nuestra España ; ó
Cuando se mueren los naturales (en las las questos españoles compañeros de Ore-
provincias más arriba de los flecheros), llana y él dicen que han visto son hierba
amortájanlos en mantas de algodón, y mora, bervena, verdolagas, albahaca,
entiérranlos en sus mesmas casas. Son mastuerço, cerrajas, cardos de comer,
gente bien proveyda, é guardan los bas- poleo é çarçamoras; é otras muchas se
timentos para entretanto que cogen, é cree questos no conosçen é quel tiempo
tienen otros en cámaras altas ó barba- Jas manifestará. De los animales dicen
coas levantadas sobre tierra un estado é que hay muchos ciervos, é gamas, é va-
como les place que sean altas : é tienen cas, beoris, é osos hormigueros, é cone-
allí su mahiz é vizcocho, que hacen de xos, é pericos ligeros, é tigres, é leo-
mahiz é de caçabi revuelto ó junto de nes, é todos los otros que son comunes
una pasta, é mucho pescado assado, é en la Tierra-Firme, domésticos é salva-
muchos manatís, é carne de venado. ges (assi como de aquellas ovejas gran-
En sus casas son ataviados, é tienen des del Perú é de las otras menores), y
esteras muy gentiles de palma é mucha encubertados, é çorrillas de las que hie-
loça é muy buena. Duermen en hamacas: den, é churchas, é de los perros de la
las casas están muy barridas é limpias, tierra, que no ladran.

CAPITULO IV.
En et quai se tracta del señorío de la reyna Conori é de las amaçonas, si amaçonas se deben decir, é de su
Estado é mucha potencia é grand señorío, é de los señores é príncipes que le son subjelos á la dicha rey-
na; é del grand príncipe llamado Caripuna, en cuyo señorío dicen que hay mucha abundancia de plata é
de otras cosas, con que se da fin á la relación de los descubridores , que navegaron el rio Marañon con
el capitán Francisco de Orellana.

ÍLn aquella relación que he dicho que ñorío de mugeres que viven por sí sin va-
escribió fray Gaspar de Carvajal, que rones , é militan en la guerra, é son po-
está puesta en el capítulo XXIV del últi- derosas é ricas é posseen grandes provin-
mo libro destas historias de Indias en- cias. Ya en algunas partes de aquesta
tre otras cosas notables dice que hay se- General historia de Indias se ha fecho me-
DE ÏNDÎAS. LIB. XLIX. CAP. IV. 389
moria de algunas regiones, donde las mu- payo; é otra provincia que tiene otro se-
gères son absolutas señoras, é gobiernan ñor que se diçe Yaguayo.
sus Estados, é los tienen en justicia, y Todos estos señores ó príncipes son
exerçitan las armas, quando conviene, grandes señores é señorean mucha tierra,
assi como aquella reyna llamada Oro- é son subjetos á las amaçonas (si amaço-
comay, como lo dixe y escrebí en el li- nas se deben deçir) é las sirven é á su
bro XXIV, capítulo X. É assimesmo en lo reyna Conori. Este Estado deslas muge-
de la gobernación é conquista de la Nue- res está en la Tierra-Firme, entre el rio
va Galicia, como queda dicho en el li- Marañon y el rio de la Plata, cuyo pro-
bro XXXIV, capítulo VIII del señorío de prio nombre es Paranaguaçu.
Çiguatan, é allí se pueden llamar amaço- A la mano siniestra de como estos es-
nas (si á mí me han dicho verdad) ; pero pañoles é su capitán Francisco de Orellana
no se cortan la teta derecha, como lo ha- venian por el rio de Marañon abaxo, dicen
çian las que los antiguos llamaron ama- que está un grand señor frontero de la
çonas, segund lo testifica Justino, elqual tierra de las amaçonas, el rio enmedio:
dice que se quemaban la teta derecha, el qual príncipe se llama Caripuna, el
porque no les estorbasse al tirar con el ar- qual sojuzga é tiene mucha tierra; é son
co. Lo uno é lo otro que en estas mis subjetos á él otros muchos señores que
historias se ha tocado de los señorios de le obedesçen, y es la tierra suya muy ri-
Orocomay é de Çiguatan es poco, á res- ca de plata. Pero porque la claridad é
pecto de lo questos que vinieron por el rio particular inteligencia no se sabe más
Marañon dicen que se platica de las ques- puntual al pressente, quise poner aqui
tos llaman amaçonas. De un indio,queste esto, no porque competa á la goberna-
capitán Orellana truxo ( que después mu- ción de Quito, sino para acuerdo de lo
rió en la isla de Cubagua), tovieron infor- que adelante subçediere é conviniere es-
mación que en la tierra questas mugeres crebirse, quando estas regiones é provin-
son señoras, se contienen é incluyen más cias mejor estén sabidas é vistas, é por-
de trescientas leguas pobladas de muge- que, como dicho es, por estos hidalgos
res, sin tener hombres consigo: de lo españoles que salieron de Quito se ha sa-
qual todo es reyna é señora una sola mu- bido é descubierto lo ques dicho. É assi
ger, que se llama Conori : la qual es muy para lo mejor entender, consejaría yo al
obedesçida é acatada é temida en sus rey- letor que llegando con su loción hasta
nos é fuera dellos, en los que le son co- aqui, sin proceder adelante, vea el capí-
marcanos; é tiene subjetas muchas pro- tulo XXIV del último libro desta General
vincias que la obedesçen é tienen por se- historia de indias, para que quede más
ñora é la sirven, como sus vassallos é tri- satisfecho del descubrimiento desle rio
butarios: los quales están poblados, assi Marañon é de lo que en él vieron el ca-
como aquella region, que señorea un pitán Francisco de Orellana é los que con
grand señor, llamado Rapio. É otra que él se hallaron en tan grande é tan nueva
tiene otro príncipe, que se dice Toronoy. é peligrosa navegación. É atendamos en
É otra provincia que tiene otro señor que lo demás á lo quel tiempo mostrare ó nos
llaman Yaguarayo. É otra que tiene otro, diere aviso, para que se aumente la histo-
que se diçe Topayo. É otra, que señorea ria del Marañon é también la de Quito,
otro varón Qüenyuco. É otra provincia, de que especialmente aqui se tracta.
quella ó el señor, cuya es, se llama Chi-
390 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO V.
En que se tracla el mal subçesso é muerte del capitán Francisco de Orellana é de otros muchos, que arri-
mados á sus palabras perdieron las vidas.

Jtlíste capitán Francisco de Orellana fué rió él y la mayor parte de la gente que
con quatroçientos y más hombres y una llevaba ; y essos pocos que quedaban,
gentil armada proveydo por adelantado é aportaron después perdidos á nuestra Is-
gobernador del rio de Marañon ; é tocó la Española, como se dixo de susso. É
en las islas de Cabo Verde, donde assi porque este capitán ninguna cosa hiço,
de enfermedades como por su mal reeab- que sea digna de loársele ni de que me-
do perdió mucha parte de la gente que rezca gracias, básteos, letor, esta breve
llevaba. É como pudo, non obstante sus relación del mal evento queste cavallero
trabaxos, passó adelante en busca de hiço, y que sus malos pensamientos se
aquellas amaçonas, quél nunca vidoé pre- acabaron, conforme al sesso que los mo-
gonó por España, con que sacó de senti- vió. É passemos á otras historias san-
do á quantos cobdiçiosos le siguieron; y grientas é desabridas, quel tiempo nos
al cabo llegó á una de las bocas con quel trae á la memoria é discurso desta mi
rio Marañon entra en la mar. É allí mu- ocupación.

CAPITULO VI.
En que se tracla sumariamente de las cosas que ovo para las guerras, que subçedieron en tas tierras é
mares australes impropriamente dichas el Perú : la qual ha seydo en mucho deservicio de Dios é de la Ces-
sárea é Calhólicas Majestades y en daño de la coronad çeplro real-de Castilla, é de los mesmos españo-
les é de los indios naturales de aquellas parles.

i^omo en España los judios é moros en puta algunos de los tales falsamente en-
nuestros tiempos se han baptiçado mu- noblesçidos ó allegados á los nombres
chos é venido á la sancta fée cathólica, é de los que he dicho é de otros genero-
dexado sus errores viejos é creencias é sos . que con tal cautela se han usur-
sectas, aquellos tales é sus descendientes pado, á ojos vistas.
llamamos conversos, puesto que algunos, El linage de los Piçarros es de hijos-
demás del proprio nombre de la pila, se dalgo, en la provincia que en esta nues-
adornaron del sobrenombre de sus padri- tra España se*llama Extremadura; pero
nos, que tuvieron en el baptismo, gene- entrellos hay mucha diferencia ó mejoría
rosos de Guzmanes ó Mendoças ó Manri- en sangre é virtudes, y en Truxillo é
ques ó Vélaseos ó Guevaras, ó de otras otras partes muy clara é distinta está la
clarase illustres genealogías; y por tiem- ventaja de los unos á los otros. Pero ade-
po olvidándose aquesto, pensarán algu- lante , por discurso de los años, menes-
nos que los nobles é los conversos desta ter es que tengan cuydado los limpios de
manera es una casta (puesto que dentro tal apellido, para que no sean juzgados
de España bien se sabe la verdad). Pero por de la estirpe de Gonçalo Piçarro (que
andando adelante las edades, olvidarse tales hijos engendró) para infamia de su
han estas conversiones é pornánse en dis- generasçion é de su patria. El qual fué
DE INDIAS. LIB. XLIX. GAP. VI. 394
un escudero pobre que andaba en las assi como los sussodichos meresçieron
guardas, é lo mataron franceses en la por sus proprias excelencias é fechos no-
guerra de Navarra ; pero aunque él vivió tables ser perpetuamente estimados é ala-
como hombre de bien é murió como va- bados, é presçiarse dellos España, assi es-
liente hombre, sirviendo á su Rey en el tos Piçarros que aquel su padre engendró,
arte militar, sus hijos se han empleado nasçieron para que en quanto el mundo
en estas nuestras Indias de tal forma, que fuere, se hable en sus maldades, y en es-
fuera mejor que nunca nasçieran, en es- pecial en el Gonçalo, tirano, que al pres-
pecial este tirano llamado assimesmo Gon- sente contra su Rey é contra su nasçion
çalo Piçarro. Acordarse han los que vi- tan perseverante é desleal é cruel se ha
ven , é los que nascerán oyrán, é leerán mostrado, tanto que al pressente es sin
los notables é valientes y esforçados ca- comparación su maldad.
valleros é milites, que en nuestros tiempos É porque quiero dar fin á estas histo-
se han señalado é honrado su patria, des- rias con una breve relación de los traba-
de que reynaron los Gathólicos Reyes don xos que la desaventurada sacón deslos
Fernando é doña Isabel, de gloriosa me- tiempos ha repartido por los españoles,
moria , los quales son incontables : é de que en las guerras de las tierras austra-
los que últimamente han adornado Ja fa- les é sus mares se han empleado, tenga
ma de nuestra nasçion, por todo el uni- el letor en memoria estos seys puntos,
verso se memoran un grand capitán don que han encaminado tantas desaventuras.
Gonçalo Fernandez de Córdova, duque Y es uno dellos é muy principal la insa-
de Terranova, un don Antonio de Leiva, ciable cobdiçia é grand crueldad del li-
príncipe de Ascoli (espejos en la militar cenciado Chripstóbal Vaca de Castro; y
disciplina), é agora un duque de Alba é se- el segundo punto es la acelerada é impa-
ñor tan illustre don Fernando Alvarez de ciente persona del visorey Blasco Nuñez
Toledo, que tantos é tan señalados ser- Vela: el tercero pundo es ser rodeadas
vicios ha hecho al Emperador, nuestro estas diferencias é guerras por la malicia
señor, é tanto ha honrado á España en la del tiempo é dispusiçion de malas cons-
continuación de las guerras y empressas, çiençias; é para remediar essos daños fué
que Su Magestad en África y en Francia é enviado por general de la Cessárea Ma-
Alemania ha continuado con inmortal glo- gestad el licenciado de la Gasea, para que
ria, é sin dexar el duque el arnés de á con su prudencia é buenos medios so rv-
cuestas en grandes peligros é trances, é mediassen las diferencias é cosas passadas.
con proprios é grandes gastos de su ha- Y el quarto punto y el todo de las culpas
cienda é renta, siguiendo con tan leal co- se puede atribuyr á la urania de Gonça-
raçon á su Rey é señor, ques un exemplo é lo Piçarro, que en tanto desasosiego é
gloria que hasta la fin del mundo se hable, mal estado lo ha puesto todo, no negan-
y escriban muchos y elegantes historiales do ser el origen de todo ello el Hernando
sus virtudes é tropheos. É assi Çéssar le Piçarro, su hermano, á lo qual todo ayu-
estima, como es mucha Tacón, por uno da la inadvertencia é malicia del marqués
de los más aceptos señores que hay en to- don Francisco Piçarro é de sus conseje-
dos sus reynos, é por tan cendrado é no- ros con la muerte del grand príncipe Ata-
bilíssimo capitán, que en los más expe- baliba, é con otros errores, á que este
rimentados é famosos antiguos está su fa- marqués dio mucha causa con su poca ó
ma en competencia. Pero el fin, con que ninguna habilidad. Assi que, estos seys
hablo en esto, no es sino para decir, que puntos son las causas de tantas turbaçio-
392 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nes, de incontables muertes de chripstia- otros siniestros les fué forçado parar por
nos é de indios, é de tantos robos é in- reformar este exérçito; é hallaron allí
sultos , que no se podrían decir ni escre- mucha comida, aunque la tierra es áspe-
bír tan copiosamente como se han puesto ra é de grandes montañas é quebradas,
por obra (puesto que hay harto apuntado é no les faltan ciénegas. Los naturales son
en estas historias). Pero por no cansar al gentes desnudas, é sus casas en monta-
que lee, quiero abreviar estas contencio- ñas, desviadas unas de otras.
nes é malos intentos de los apassionados Despues que ovieron descansado é re-
capitanes é soldados, que en tales baraxas cogido algún bastimento, procedieron es-
ocuparon sus vidas: é pues las cosas de tos españoles en demanda de la canela,
la guerra, assi como son violentas é apar- llevando consigo algunas lenguas, que
tadas de quietud, assi se requiere quel deçian que los llevarían hasta allá ; é por-
que délias escribe, se funde en decir con que no trabaxassen todos en esto, man-
pocas palabras la verdad, bien informa- dó Gonçalo Piçarro que fuessen con él (é
do é libre de las opiniones que podrían aquellas guias) hasta ochenta compañe-
ocurrir ó atravessarse para impedir la ros, é que los demás le .atendiessen. E
medula del más seguro ó cierto sentido, assi caminó sessenta dias á pié, por ser
en que consiste la fuerça y hermosura la tierra tan fragosa que no podian lle-
de la historia sin parcialidad alguna. var caballos.
Con estas condiciones, digo quel licen- En fin deste tiempo halláronse los ár-
ciado Vaca de Castro, despues que pas- boles de la canela: los quales son gran-
só al Perú, fué guiado á la provincia de des (é también los hay pequeños) é apar-
Quito : la qual gobernación deçia Gonça- tados mucho unos de otros é metidos en
lo Piçarro que su hermano el marqués ásperas montañas : las hojas de los qua-
don Francisco Piçarro, con poder é fa- les é unos capullos que tienen, son de sa-
cultad de Sus Magestades, le avia tras- bor de canela : la corteça ni lo demás no
passado é renunciado, assi lo que toca á tiene gusto bueno, ni sabe sino á made-
la gobernación de Quito como lo de Pas- ra. É cómo eran pocos los árboles que
to é la culata, ó ensenada é puerto é isla vieron, no les contentó lo que hallaron,
de la Puna, con otros más pueblos, é que paresçiéndoles que era poco el intéresse
deilo tenia la possesion. É hallándose en de Ja canela á respecto de tanta fatiga,
Quito, tuvo noticia del valle de la canela buscándola en tierra tan despoblada.
é de la laguna del rey ó cacique Dorado, De allí caminaron á otra provincia, que
é determinó délo yr á descobrir, seyendo se diçe Captia, é desde allí envió Gonça-
avisado (de indios) que era cosa riquís- lo Piçarro por la gente, que avia dexado
sima ; é se puso en camino con grandes atrás ; é llegó á otra tierra que se diçe
gastos é más de doscientos hombres que Güema, desde la qual passó á otra pro-
llevó á esto, assi de pié como de caballo, vincia que se llama Oguama, la gente de
atravessando montañas asperíssimas é sin la qual habita en la costa de un podero -
caminos, haciéndolos á mano con grand so rio, é tiene las casas junto al agua,
dificultad y excesivos trabaxos, passan- aunque desviadas unas de otras. Esta ge-
do muchos é grandes ríos é haciéndoles nerasçion tracta en canoas por aquella ri-
puentes con nueva industria é peligro no- bera , é visten camisetas de algodón; é la
torio , hasta que salieron á una provincia tierra adentro es mala de andar, por las
que se llama Çamaco, ques septenta le- muchas ciénegas que hay en ella.
guas de Quito, donde por el cansancio é Allí hiço haçer Gonçalo Piçarro un her-
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. VI. 393
gantin para passar aquel rio é llevar los canoas de las que llevaban, para que pas-
dolientes é arcabuces é ballestas é otras sassen los que con él yban ; é assi dixo
armas é municiones é otras cosas nesçes- Orellana que lo haría lodo, é partióse. Y
sarias á su empressa, juntamente con en lugar de dexar las canoas é volver
quince canoas que los españoles avian con el bastimento, se fué por el rio
hasta allí tomado de los naturales de la abaxo con los compañeros, que le avia
tierra. É procedieron con esta armada, dado Gonçalo Piçarro, é llevóse las ar-
aunque no les faltaban en contrario algu- mas y el herrage é todo lo demás; é al-
nas canoas que se les ponían ; mas como eado, se fué en busca de la mar del
los indios vian el bergantín y el estrépi- Norte.
to de los arcabuces, huian. Viendo Gonçalo Piçarro que Orellana
La mayor parte de los chripstianos tardaba é no volvia, ni avia nueva del,
yban por la costa del rio, siguiendo su más de aver llegado á las juntas de los
viaje ; é un día dixo á Gonçalo Piçarro rios, donde se hallaron ranchóse otras
su teniente (el capitán Francisco de Ore- señales de cómo avie estado allí, hallóse
llana ) que las guias decían que por don- burlado el Piçarro; é deçia que Francisco
de yban avia un grand despoblado, é que de Orellana avia usado de la mayor cruel-
no convenia passar adelante, sin pararse dad que ningún infiel pudiera cometer,
é bastesçerse primero de bastimentos pa- dexando al Gonçalo Piçarro é los demás
ra seguir su empressa, é assi se hiço. en aquellos desiertos entre tantos rios, é
Pero el bastimento, que se pudo aver, fué sin comida, que no tenían otra sino co-
poco. Estonces el capitán Orellana le di- gollos de binaos é algunos cuescos de pal-
xo quél, por servir á Sus Magestades é al mas; é la nesçessidad fué tanta que se
dicho Gonçalo Piçarro, yria el rio abaxo ovieron de comer muchos perros é más
con el bergantín é canoas é con sessenta de çient caballos é innumerables sabandi-
hombres, hasta las juntas de ciertos rios, jas de lagartijas é poncoñosos manjares,
donde se tenia por noticia que se hallaría á causa de lo qual murieron algunos com-
de comer, é recogería todo lo que más pañeros, é otros quedaron muy flacos y
pudiesse, é tornaría al real desde á diez enfermos.
ó doçe dias, é que Gonçalo Piçarro é la Cómo llegó Gonçalo Piçarro á las jun-
gente caminassen el rio abaxo y el Ore- tas , metióse con la gente que le quedó en
llana volvería el rio arriba en breve con cinco canoas que avia tomado, é con al-
el socorro de la comida; é que dessa gunos compañeros determinó de buscar
manera el exército se sustentaría, é po- de comer para él y ellos; é una jornada
dría conseguir su propóssito, sin nesçes- de allí hallaron de comer el rio arriba de
sidad. las juntas, é con la nueva deste socorro
Parescióle á Gonçalo Piçarro que era volvió al real ; pero todos en conformi-
buen medio el que Orellana decía é dióle dad le dixeron que antes morirían que
licencia é la gente é lo que más conve- passar de allí. Vista su determinación, en
nia é le avíe pedido, é mandóle que al aquellas canoas passó el rio Grande en
término que deçia tornasse, é que por espacio de ocho dias con la gente, é con
ninguna manera passasse de las juntas mucho trabaxo é no menos peligro, é ha-
de los rios, donde las guias decían que llaron mahiz é yuca donde las guias avian
avian de hallar de comer; é porque Gon- dicho que se hallaría comida. Allí se re-
çalo Piçarro avia de passar dos rios gran- formó la gente é descansaron algunos
des , dixo que le dexasse quatro ó cinco dias, é ydos adelante passaron otro granel
TOMO IV. 50
39i HISTORIA GENERAL Y NATURAL
despoblado, con mucha nesçessidad é qués su hermano, é le fué dicho que don
hambre, é tal, que se acabaron de co- Diego de Almagro, el moco, no quena
mer los caballos que les avian quedado, obedesçer los mandamientos reales. Por
en número de más de ochenta, é murié- lo quai Gonçalo Piçarro acordó de yr á
ronse algunos españoles. ¡ Oh pecadores buscar al presidente Vaca de Castro con
de hombres, é á qué términos os traen hasta seplenta compañeros, como salían
vuestras cobdiçias é vanos desseos, é de la jornada que la historia ha contado,
quán imprudentemente os ofresçeys á tan é con intención de obedesçer lo que le
intolerables fatigas, y qué bien las meres- fuesse mandado, segund quél lo escri-
çen vuestras culpas é desatinos ! bió á los amigos por sus cartas; é yo vi
Muchos dias les acaesció á estos espa- una délias fecha en Tomebamba, tierra
ñoles passar muchos é grandes rios é ha- de Quito, á tres dias de septiembre del
cer puentes é balsas para ello, é á veces año de mili é quinientos é quarenta y dos
caminar por el agua á la rodilla , á la cin- años.
ta ó más alto. En fin, entraron la tierra Assi que, este fué el fundamento de la
adentro más de doscientas leguas, é á la fuga é aiçamiento del capitán Francisco
vuelta fueron muchas más hasta volver de Orellana, é la causa de averse visto
á Quito ; é ya avia passado por allí el li- aquel rio Marañon de la manera que está
cenciado Yaca de Castro, é se avia fecho escripto en el libro último destas histo-
resçebir por gobernador de Quito é de lo rias, que habla de los naufragios, capí-
demás, quel Gonçalo Piçarro tenia de go- tulo XXIY.
bernación : é allí supo la muerte del mar-

CAPITULO VII.
Que tracta de la prission é subccsso del licenciado Chripstóbal Vaca de Castro, é de su crueldad é mala go-
bernación é mucha é insaciable cobdiçia; é de la prission de Blasco Nuñez Vela é olías cosas.

M2A licenciado Chripstóbal Yaca de Cas- Como quier que, quando Yaca de Cas-
tro vino á esta nuestra cibdad de Sancto tro fué enviado por Su Magestad se igno-
Domingo de la Isla Española para yr á re- rara la muerte, que dieron al marqués don
mediar las cosas é tumultos é disensiones Francisco Piçarro sus enemigos, llama-
de la Tierra-Firme é partes australes con dos los de Chile. Pues cómo Yaca de Cas-
grandes salarios é bastantes poderes de tro halló alterada la tierra por tanta no-
Sus Magestades, é aquí se le proveyó de vedad, parescióle é presumió quel tiem-
lo que convino para proseguir su camino: po le mostraba ocasión para quedar señor
en el qual tuvo mucho trabaxo de tor- é ser absoluto en el mando, hallando tan
mentas é tiempos contrarios, é á cabo de enconadas é formadas dos parcialidades
trece dias llegó al Nombre de Dios, ques de pigarros é almagros, é determinó de
puerto é Tierra-Firme, é de allí passó á proceder contra los culpados en la muerte
Panamá, á dó llegó á los veynte é seys del marqués é adhérentes á don Diego de
de hebrero de mili é quinientos é quaren- Almagro el mancebo. É assi se comencó
ta y un años. É de allí se partió en el si- á encender la guerra, queste juez pudiera
guiente mes de março, é passó á la otra excusar, é de cada parte se allegó gente
mar austral, é llegó á ella segund como é parciales : é de dia en dia cresçia más
la historia lo ha contado. la soberbia deste que avia de ser compo-
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. VII. 395
nedor 6 asosegador de las discordias, é tanta fuerça é vergtiença para aquellos,
por su imprudencia, mediante la mala que afrentados de tales palabras, salieron
dispusiçion de los ánimos de la gente mi- de refresco é dieron en la batalla al tiem-
litar que por allá andaba, llegaron las co- po que sus parciales se perdieran, si no
sas á tal estado, que se ovo de ocurrir á les fuera esse socorro, é diéronse tal re-
las armas é prepararse la batalla, de la cabdo, que pusieron á los contrarios en
una parte los de Almagro, que dicen huyda, é mataron é prendieron muchos;
de Chile, é de la otra los que tienen la é personas que pressentes se hallaron,
parte del Emperador, nuestro señor, con afirman que murieron en esta jornada
su presidente Vaca de Castro (puesto que más de trescientos hombres, é otros di-
los unos é los otros deçian viva el Rey) ; cen más é otros menos.
y por la parte de don Diego se movieron Con esta victoria quedó Vaca de Cas-
muchos partidos é justificaciones, quel li- tro tan soberbio é desacordado de la mi-
cenciado no le quiso admitir ni aceptar. sericordia que debiera tener, é tan par-
Àssi que, de nesçessidad se ovo de remi- cial enemigo de los vencidos, que dexó
tir la diferencia á la determinación,de la de ser juez justo, é como juez apassiona-
batalla ; porque este juez no dio lugar ni do hiço despues muchas crueldades, de-
quiso que sin sangre la tierra se paçifi- gollando á unos é ahorcando á otros.
casse. Y porque los tales trances suelen Don Diego, cómo se vido desbaratado,
ser dubdosos venidos á las manos é ver- fuésse al Cuzco, é allí lo prendieron é
tiéndose mucha sangre de ambas partes, después le cortaron la cabeça por manda-
entretanto que la victoria tardaba de con- do deste cruel vencedor con otros algu-
cederse á los unos (porque del vencer no nos; é aun tantos fueron los que hiço morir
estaba certificado Vaca de Castro) se pu- só color de justicia, que se tuvo á grande
so en cierta parte tras de un monte en tal inhumanidad. É assi quedó absoluto en la
dispusiçion de terreno, que su persona tierra, é presto se enriquesció de oro é
estaba segura de los tiros, acompañado plata y esmeraldas é otras joyas, é pen-
de copia de gente de caballo para entrar sando él que su trono estaba muy seguro,
en la batalla, si le conviniesse, ó dexarlo é que en lo ques dicho avia hecho grand
de hacer, de tal manera que sin peligro se servicio al Emperador, mandó á los in-
salvasse, si los de su parte perdiessen el dios que le hiçiessen cierta tapicería é re-
campo. Continuándose la pelea, salió dé- posteros con sus armas de oro é plata é la-
lia un soldado de los de su opinion é nas tan finíssimas como seda é á dos haces
partido, cortada una mano, é vínose para (assi que por el envés son tales como de
donde Vaca de Castro estaba, é cómo le la haz). É yo he visto algunos dessos rer
dolía la pérdida de su mano, comencó á posteros, é fuera mucho mejor labor aver
altas voces á reprehender á los que esta- sosegado la tierra é tenerla en justicia
ban con Vaca de Castro, é decíales:— sin muerte de tantos pecadores. Mas co-
f ¡Oh traydores, qué haçeys ahí, viendo mo esta nueva voló á España é con ella
matar á vuestros amigos é valedores de muchas quexas de sus crueldades é ro-
vuestra opinion é bandera ! ¿Por qué no bos , envió el Emperador, nuestro señor,
los socorres, malos hombres, cobardes é por su visorey á aquellas mares é tierras
de poca vergtiença?» É aquesto decía, australes á uu cavallcro de la cibdad de
nombrando por sus nombres á los que Ávila, llamado Blasco Nuñez Vela, veedor
assi vido estar parados en guarda del pre- de la gente de armas é guardas de Su
sidente. Esta acusación deste hombre fué Magestad, porque era hombre de guerra
396 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
é se creyó que era bastante persona é qualro de hebrero de mili é quinientos é
muy convídente á tan grande officio, é quarenta y quatro años, y el dia siguien-
tal como para aquella tierra era nesçessa- te se partió el licenciado Cepeda tras él.
rio. É mandó que con él fuessen qua tro Pero non obstante que por lascarlas ya di-
oydores: estos fueron el licenciado Diego chas avia ya algunos indinados contra el
de Cepeda, y el dottor Lison de Tejada, visorey, é que Vaca de Castro estaba muy
y el licenciado Alonso Alvarez, y el li- mal quisto por las causas que están ya di-
cenciado Pero Ortiz de Cárate, buenos chas , todavía el visorey fué resçebido en
letrados. Antes de lo qual el mesmo Blas- la cibdad de Lima con tanta pompa é
co Nuñez avia venido con una gentil ar- fausto como si resçibieran al Emperador,
mada á esta nuestra cibdad de Sancto nuestro señor; porque le metieron con pa-
Domingo por el oro que de Su Mageslad lio de tela de oro é las varas del las lleva-
aqui avia, é fué al Nombre de Dios por ron los regidores é principales hombres,
mucho más que allá estaba aparejado é á él á caballo y ellos á pié, muy ricamente
Cartagena é á otras partes, é volvió aque- ataviados. Todo lo qual comportó el viso-
lla armada con muchos millares de pessos rey con paciencia, viéndose en un trono
de oro, de que fué opinion que se llevaron tal: que demás de ser él ambicioso é des-
en ella más de un millón de ducados de seoso de tener estado, se le aumentó más
oro, en oro é plata é perlas. Pues cómo en la cobdiçia de mandar con tal fiesta, la
este viaje este ca vallero se dio buen recab- qual fué tan breve, que quiso paresçer
do por su solicitud, ganó crédito para lo la que se hiço á Chripsto el domingo de
demás, é Su Magestad le proveyó, como Ramos. E assi. Blasco Nuñez estuvo pocos
es dicho, por su visorey. El qual, llegado días acompañado de los oydores, repres-
á Panamá con los tres oydores (antes que sentando la auctoridad de su grand offi-
llegasse el licenciado Cepeda) hiço tomar cio , é no con la humildad que los pruden-
todos los indios que tenian particulares é tes suolfin templar sus goços, sino dando
que eran naturales del Perú, é mandólos á entender que era absoluto, desprecian-
tornar á su tierra dellos (á costa de los que do ó siniíicando que los oydores eran po-
los tenian). Y estos indios fué mucha la ca parte para le yr á la mano ó le estor-
cantidad dellos, á causa de ciertos capítu- bar cosa quél quisiesse hacer ó poner en
los en que Su Magestad mandaba hacer efetto.
libres los indios. Pues cómo aquellos En este medio tiempo fué presso Vaca
hombres estaban en poder de quien los de Castro, é puesto en un navio para lle-
avia comprado, é sin los oyr fuessen des- varle á España, por mandado del viso-
pojados los dueños dellos, esta novedad rey.
causó assaz division en los que los tenian En essa sacón entró en el Cuzco Gon-
á su paresçer con buen título ; y essos es- çalo Piçarro, para desde allí entenderlo
cribieron muchas cartas á los españoles quel tiempo disponía é ver lo que le con-
que estaban en el Perú muy cargados de venia hacer, é á su lado muy prójimo con-
indios, poniéndoles mala esperança é cer- sejero el licenciado Antonio de la Gama, á
tificándoles que avian de ser despossey- quien no le desplacían novedades: ni de-
dos de los indios que los servían, lo qual xaron de ser más aumentadas ellas é los
no dio poca alteración en la tierra. bullicios é alteraciones por su industria,
Enviados los indios, llegó después Ce- como el tiempo lo mostró adelante.
peda á Panamá, y el visorey se embarcó Como el visorey llevaba aquella capitu-
para proseguir su viaje á los veynte é lación ó nuevas ordenanças de los indios,
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. VII. 397
y él no quiso disimular en ellas, todos qual el factor, oyéndose llamar traydor,
aquellos conquistadores que allá estaban, le dixo: — «Yo no he hecho trayçion, ni
quedaron muy descontentos y les desplugo soy yo traydor, sino muy fiel é leal ser-
tal novedad, é les pessó en el ánima de la vidor é vassallo de Sus Magestades; é yo
yda del visorey: é començaron de se he servido é serviré en mi officio tan bien
allegar muchos dellos á Gonçalo Piçarro, como vos en el vuestro».
que se avia ydo al Cuzco, como es dicho, Desta respuesta se alteró tanto el viso-
é no le faltaban cizañadores ni malos con- rey, que echó mano á una daga ó puñal
sejeros para que contradixesse al visorey que traia en la çinta, é le dio una ó dos
é hablasse en favor de los conquistadores puñaladas, é mandó á los suyos que lo
españoles, que avian ganado é poblado la matassen. E assi lo hicieron ciertos pages
tierra. Y el Gonçalo Piçarro aceptó essa é criados del visorey que se hallaron pres-
mayoría quessos le daban, porque le pa- sentes: é muerto, lo mandaron echar de
resció que le competía de derecho la go- unas barandas abaxo en el palio, con mu-
bernación, por averia tenido el mar- cha crueldad é desatino. Lo qual dio mu-
qués , é comencó á enviar á España á cha alteración y espanto á quantos lo vie-
negociar, despues que ovo movido á ron é lo oyeron. Pues cómo de hecho el
quantos él pudo para que suplicassen de visorey hiço lo ques dicho, é sin pares-
las provissiones del visorey é diessen á çer del Audiencia, é viessen que aquello
entender á Su Magestad Cessárea quánto era usar de absoluto señorio, é no para
seria servido en mandar que Blasco Nu- se comportar, y en deservicio de Sus Ma-
nez saliesse de la tierra é quel Piçarro gestades, é camino de alterar é no paci-
quedasse gobernándola : é aun llegó á ficar la tierra, acordaron los oydores, y
tanta su osadía, que le movió partidos é en especial el licenciado Cepeda, de lo
le ofresció muchos dineros porque se tor- prender; é con mano armada púsose lue-
nasse á España. Pero como el visorey era go por obra. É aunque el visorey fué avi-
cavallero é hombre de grande ánimo, sado de lo que contra él se ordenó, aten-
despresció tales medios é comencó á pro- dió en su possada con intención de se de-
ceder secretamente contra Gonçalo Piçar- fender ; pero en fin fué presso é llevado
ro, é mandó pregonar que ninguno fues- á la mar á le poner en un navio para lo
se osado de yr adonde estaba só gra- llevar á España, é assi lo hicieron embar-
ves penas. É non obstante su pregón, car, é con él uno de los oydores para que
una noche ciertos sobrinos de Johan Xua- le llevasse á buen recabdo. Y este oydor
rez de Carvajal, factor de Su Magestad, á quien se encomendó, fué al licenciado
con otros diez ó doce de caballo, se fue- Álvarez.
ron al Cuzco é se passaron á Gonçalo Pi- En esta revuelta Vaca de Castro, que
çarro. estaba presso, y en un otro navio, cómo
Sabido por el visorey, envió á llamar vido la contienda que contra el visorey se
al factor, é luego fué allá como quier que avia movido, tuvo tiempo é forma cómo
estaba sin culpa, ni se le dio parte de la se alcó en el navio en que estaba, por la
fuga de los sobrinos, ni él dio consenti- industria de su sagacidad, pero con ayu-
miento ni consejo en ello, antes le lleva- da de Garcia de Montalvo, hijo de Johan
ron sus caballos. É cómo llegó, díxole el Vaca, vecino de Medina del Campo. El
visorey: —«Parésçeos bien esta trayçion, qual Garcia de Montalvo es aquel mesmo
que aveys hecho vos é vuestros sobri- que la historia ha dicho, en el libro VI,
nos?! é otras palabras injuriosas. Á lo capítulo XLVIII, que avia hallado reme-
398 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dio del solimán contra la hierba de los obras delante del tribunal de los señores
indios flecheros; é assi halló también la del Consejo Real de Indias, é allí aun
libertad para Vaca de Castro, é fuésse á pende la prission é litigios del adelanta-
Panamá é de allí al Nombre de Dios, é do , teniendo la corte por cárcel ; y el li-
passóse á la isla de Cuba, donde era juez cenciado Vaca de Castro fué llevado á la
el licenciado Johanes. Y en el mesmo fortaleça de Arévalo, donde está á me-
tiempo llegó á Cuba el adelantado de Te- jor recabdo que no él le puso en el offi-
nerife don Alonso de Lugo: é creyóse cio que se le encomendó. É desde á po-
queste licenciado Johanes les dio lugar á co tiempo fué traydo presso al Consejo el
que se fuessen á España, é aun también licenciado Johanes, de donde le fueron
se sospechó que partieron con él é le die- acordadas las culpas que cometió en la
ron de aquellas sus malas ganancias é oro administración de la justicia, que se le
quel uno y el otro llevaban. Pero llega- encargó de la isla de Cuba, é se dio
dos en Sevilla, fueron pressos por los of- una sentencia contra él, conforme á sus
fiçiales de la casa de la Contractaçion de obras, que le dexó obligado á no la ol-
las Indias, desde donde los pusieron sus vidar en quantos días viva.

CAPITULO VIII.
En que se Irada de cómo fué libre el visorey de la prission de la nao en que lo llevaban, é de cómo fué
enviado otro oydor á España contra Blasco Nuñez Vela é murió en la mar; é de la batalla en quel visorey
fué muerto é quedó vencedor Gonçalo Piçarro ; é cómo fué enviado por general de Sus Magestades el li-
cenciado de la Gasea; é de la tiranía de Gonçalo Piçarro, é de otras cosas, que á la historia competen.

JtLl oydor, que llevaba á su cargo la pris- diante la industria del común adversario
sion é persona del visorey, despues que del linage humano, que entendía bien
estuvieron en la mar é desviados de la que todo esso yba á parar en muchas
costa, concertáronse los dos, porque le muertes de hombres. Proveyeron los re-
paresció que era grave cosa ser carcele- beldes que otro oydor, llamado el dottor
ro de su visorey. Antes dixo que si tal Tejada, fuesse á España á dar relación de
cargo avia aceptado, fué para librarle de la impaciencia é mal gobierno del viso-
la muerte que le quisieran dar el licencia- rey , é informar que convenia quel Empe-
do Cepeda é los otros de su opinion, é rador, nuestro señor, debía dexar en la
para le tornar á poner en salvo y en la gobernación de aquellas partes á Gon-
mesma su presidencia é vireynado. çalo Piçarro, juntamente con la Cnanci-
Saltaron en tierra, donde les paresció llería.
que era conviniente, é de allí se fueron Este oydor, siguiendo su viaje para Es-
la via de Quito, é se le juntaron algunos paña , con harta copia de dineros para la
que no quisieron seguir la parcialidad del navegación, alcancóle la muerte é que-
tirano Gonçalo Piçarro é sus secaçes, con dóse en la mar, sepoltura bastante á tan
el quai se confederaron el licenciado Ce- falsas relaciones; porque aunque se pu-
peda é los émulos del visorey; é luego lo diessen quexar de la acelerada muerte
llamaron presidente al Cepeda, é cresció del factor, que fué en la verdad muy mal
mucho su partido é del Piçarro. Porque hecho lo quel visorey hiço, no por esso
la condición del mundo es tal, que al mal se daba licencia á se levantar el licencia-
nunca le falta favor ni adhérentes, me- do Cepeda ni los demás é juntarse con
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. VIII. 399
Gonçalo Piçarro contra el visorey, pues- Piçarro absoluto señor de la tierra; pero
to que con la voz real decían que lo ha- haciéndose llamar, capitán general é go-
cían. Esso es un broquel, de que han usa- bernador de la Cessárea é Cathólicas Ma-
do siempre en estas partes é Indias todos gestades, seyendo manifiestamente falso
los malos jueces é tiranos, llamando al tal título é usurpado con la color de la ti-
Rey, con este nombre ofendiendo la reti- ranía.
tud real, para usar de sus cautelas é in- Cómo en España fueron sabidas las al-
justicias , é con este título usurpar la ju- teraciones é pendencias que con el viso-
risdiçion, é ofender á quien quieren é rey é sus émulos se tractaban, proveyó
favoresçer lo que no debrian. Su Magestad é su Real Consejo de Indias
Despues que Gonçalo Piçarro 9upo quel en el remedio de tales escándalos, é fué
visorey se quedaba en la tierra, prove- elegido para ello el licenciado de la Gas-
yóse de toda quanta gente pudo é fuéle á ea, del Consejo del Emperador, nuestro
buscar, porque en efetto temia del even- señor, por hombre de mucha prudencia
to é fin de tan enconada ocasión, aunque é de tanto ingenio é buenos medios é con-
pensaba que todas essas novedades eran fiança de su persona, que sola essa se
á su propóssito, é assi se lo daban á en- creyó que bastaría para sojuzgar la tierra
tender el licenciado de la Gama ó otros. é ponerla en la obidiençia é buen estado
No me quiero detener en algunos tran- que al servicio de Dios é de Sus Mages-
ces é menudencias, que fueron muchas tades con venia. É assi vino al puerto del
é muchas las desvergiienças, que se usa- Nombre de Dios con ciertas naos é sin
ron é cometieron los de la opinion del ti- gente, más de la que convenia al servi-
rano , é yré al fin que tovieron para la cio é acompañamiento de su persona ; pe-
destruyçion del visorey: el qual, co- ro con muy bastantes poderes é provis-
mo hombre de grandíssimo ánimo é muy siones é cédulas reales, é con facultad de
determinado, é confiado de su lança, có- perdonar general é particularmente, é
mo se halló con alguna gente, puesto gratificar é castigar é administrar la justi-
que mucha menos en número que los cia tan cumplidamente quanto pensarse
enemigos, no rehusó las armas; por- puede, é con la forma é de la manera
que su intento era que peleaba por la que viesse ser nesçessario. É llegó á
honra de su officio, é los contrarios aquel puerto en el mes de julio del año
pensaban que combatirian contra aque- de mili é quinientos é quarenta y cinco
llos capítulos que les mandaban dexar años: é cómo llegó á Panamá, comen-
los indios é repartimientos dellos que pos- có á tractar de la paz, y envió al Pe-
seian. Pero con qualquiera opinion que rú á tentar todos los medios ó maneras
fuesse, venidos á las manos, el visorey que pudo, para que las cosas viniessen
las meneó é peleó por su persona con mu- en buena concordia é al propóssito que
cha osadía é como varón muy denodado; Dios se sirviesse ó la auctoridad real, é
mas era tanta la ventaja de los enemigos, la obidiençia que se le debe se conser-
quél fué roto é muerto por mano, segund vasse , é cómo aquella tierra se reformas-
dicen, del licenciado Carvajal, hermano se de manera que la justicia toviesse el
del factor quel visorey avia muerto en lugar que le toca. É fechos sus cumpli-
Lima : é murieron con el visorey más de mientos é no le saliendo apropóssito, en-
doscientos, é fueron pressosé maltracta- vió mensageros é cédulas reales á la Nue-
dos otros muchos. va España é á esta nuestra cibdad de
Desta victoria quedó el tirano Gonçalo Sancto Domingo de la Isla Española é ix
400 H1STORÍA GENERAL Y NATURAL
Nicaragua, é á todas las otras partes que qne aun no era muerto estonces ni el li-
están pobladas de chripstianos, para que cenciado de la Gasea llegado. É después
le enviassen gente é favor para abaxar la que fué en la tierra, como dicho es, en-
soberbia del tirano Gonçalo Piçarro é de vió Gonçalo Piçarro otra armada de gen-
los desleales que le seguian, viendo que te de guerra por mar con otro capitán
no avia aprovechado con averie ofresçido su general, llamado Hinojosa, é con muy
el perdón é clemencia real, é que Sus buena gente de guerra é un hermoso é
Magestades le harian tales é tan buenos bien artillado galeón, é otros navios, é ca-
partidos quél quedasse rico, é que en las ravelas, só color que venia á deshacer
cosas passadas avria todo el silencio é ol- los agravios quel Bachicao avia hecho é
vido perpetuo como conviniesse : todo lo atender ciertos despachos quel tirano Gon-
qual el tirano no quiso aceptar, ni lo per- çalo Piçarro diçie que se le avian-de traer
mitió Dios, ni sus culpas le dieron lugar de España, segund estos decían. É con
que quisiesse venir en ello. É assi todos esta segunda armada tuvo sus inteligen-
aquellos socorros que pidió pusieron lue- cias é tractos secretos el de la Gasea, é
go por obra de yr á los llamamientos que dióse tan buen recabdo en ello, quel ge-
de parte del sercníssimo príncipe don Fe- neral Hinojosa é los otros capitanes é gen-
lipe, nuestro señor, é por sus reales cé- te con toda el armada é navios se redu-
dulas envióállamar el de la Gasea; é de xeron á la obidiençia é servicio de Sus
la Nueva España envió el visorey á su Magestades, é no quisieron perseverar
hijo, don Francisco de Mendoça, con en el mal nombre ni compañía del tirano
mucha gente de caballo é infantería, é Gonçalo Piçarro, é dieron la obidiençia al
muy bien armados é proveydos para la licenciado de la Gasea en nombre de Sus
guerra; é desta nuestra isla fué el illustre Magestades. Lo qual el dicho Hinojosa hi-
almirante duque de Veragua, don Luys ço como buen cavallero ( y es natural de
Colom, con una buena compañía de ca- Truxillo), é no quiso faltar á la leal-
valleros é gente de pié é de caballo, muy tad que debía á su Rey é señor natu-
lucidos é bien armados, con más de dos- ral : el qual é otros muchos que por su
cientos caballos é otras tantas acémilas exemplo vinieron á la obidiençia, decían
para passar las armas é pertrechos é los que si antes no lo avian fecho, era por no
carruages desde el Nombre de Dios á Pa- aver ávido en aquellas partes bandera
namá; é desta fortaleça de Sancto Domin- segura de la Real Magestad, de quien
go, que yo sirvo á Sus Magestades, se se debiessen confiar. É assi de dia en día
enviaron veynte é cinco tiros de bronce en pocos meses cresçieron las fuerças del
de muy rica artillería, con la pólvora é exérçito de los leales, enflaquesçiéndose
municiones nesçessarias para la empres- las del tirano; é paresçiéndole al de la
sa. Pero en el tiempo quessos socorros Gasea que estaba con bastante é mayor
yban el tirano avia enviado una armada poder quel adversario, escribió á los que
con su capitán, llamado Hernando Bachi- yban en su ayuda que se tornassen, por-
cao, natural de Sanct Lúcar de Barrame- que no avia nesçessidad de tanta gente, á
da, hombre cruel, de larga consçiençia é causa de que la tierra austral estaba falta
de ninguna vergüenca ; é hiço en Pana- de bastimentos por los trabaxos é guer-
má muchas mercas é robos, é aun de sus ras passadas é por la pressente. E assi
capitanes inferiores degolló algunos por el almirante, desde Panamá se fué al
su passatiempo con poca ó ninguna cau- Nombre de Dios é se embarcó para yr á
sa: é de allí tiró en busca del visorey, su isla de Jamáyca, é don Francisco de
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. VIII. 401
Mendoça é todos los otros socorros, que se no, que andaba ausentado de temor del
avian convocado é le yban al de la Gasea, tirano, se entró en el Cuzco con la voz
se tornaron á sus casas. real é devoción del general de la Gasea,
Proveydo esto, puso en obra su cami- é hiço quartos al capitán Antonio de Ro-
no, y envió la armada al puerto de Lima bles, que tenia la parte de Gonçalo Piçar-
con Loienço de Aldana, despues quel ge- ro; y en poco tiempo se le juntaron tan-
neral de la Gasea quedó en la tierra aus- tos que passaban de quinientos hombres
tral para se yr con suexérçito por tierra: los que Centeno tenia en el Cuzco con la
é avia mandado que la dicha armada se voz de Sus Magestades, é apoderóse de
fuesse al puerto de la cibdad de Lima, todos los passos, con propóssito de dar la
é que llegada allí, el dicho Aldana fuesse á batalla al tirano, si allá fuesse. De todo es-
Lima á notificar los poderes reales que de to dio aviso el thessorero Riquelme al li-
Su Magestad llevaba el general, al regi- cenciado de la Gasea.
miento de aquella cibdad é los hiçiessen Cómo el capitán Lorenço de Aldana é
pregonar, é animassen aquella república los otros del armada llegaron á Lima, co-
é la exhortassen para el servicio de Sus mo es dicho, dieron aviso á Diego Cente-
Magestades, é les çertificassen cómo el no, que estaba en el Cuzco, para que su-
exérçito real yba con el dicho general piesse la yda del general é las mercedes
por tierra poderoso é con mucho orden é que Su Magestad hacia á todos los que á
concierto, acompañado de muchos cava- su servicio se allegaban. El tirano no dor-
lleros é hidalgos é muy buena é lucida mía , como hombre que sabia lo que en
gente de guerra; é assi se puso todo por ello le yba, y envió á un capitán suyo, di-
obra. cho Acosta , con trescientos hombres por
Cómo el tirano supo esto , salió huyen- la via de Xauxa, bien aderesçados ; é
do de Lima (quatro días despues que Lo- mandóles que no passassen de Guaman-
renço de Aldana llegó al puerto de Li- ga hasta quél llegasse , que yria por los
ma), é llevó consigo seysçientos hom- llanos á se juntar con él. Los del armada
bres é todas las bestias que avia, que enviaron á decir al capitán Centeno que
una no dexó ; é llevóse todas las merca- en ninguna manera peleasse con Gonçalo
derías compradas é tomadas las más : las Piçarro ni con Acosta hasta quel general
quales llevan diez mili indios de los lla- de la Gasea se açercasse é Je mandasse
nos (é los dexó despoblados). É antes que lo que avia de haçer; y en tanto el arma-
saliesse, degolló á un hidalgo, llamado Al- da se estaba queda, é cada dia se yban á
tamirano, é del camino se le volvieron ella cavalleros é gente de la de Piçarro.
los que quisieron venir á la voz del Rey, É como él se yba de la manera ques di-
assi como Martin de Robles y el licencia- cha, pregonáronse en Lima los poderes
do Carvajal, é Garçilaso, é los tres Mal- é provissiones reales del general, éairá-
donados, é don Pedro Puerto Carrero, ronse banderas por Sus Magestades.
con más de otros quarenta cavalleros é Viendo el tirano que sus cosas é parti-
personas calificadas, é más de otros çient do declinaba, temió, y envió por el li-
soldados: de manera que cada hora le cenciado de la Gama, para que tractasse
Faltaban los que llevaba; é presto le faltó con su poder algún concierto, é díxole
la tierra, que no le quedó della quassi si- el veedor Garcia de Salcedo:—«Señor,
no lo que hallaba, porque todo se aleaba no tenes otro remedio ni mejor concier-
por Sus Magestades. to, pues vays ya desbaratado, que pren-
En este tiempo el capitán Diego Çente- der al maestre de campo é al licenciado
TOMO IV. 51
02 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Cepeda, y enviarlos pressos al armada». to, porque los males que estaban apare-
Piçarro no respondió á esso cosa ningu- jados á ambas partes, çessassen é la paz
na, sino calió é apartóse con el licencia- se concluyesse. É fuéle respondido que
do de la Gama, é platicaron en secreto un era bien dicho é que todos holgarían cle-
grand espacio, é acabada su habla, le di- Ilo, é que se hiçiesse saber al general ; é
xo después el de la Gama al veedor:— con esto el licenciado se tornó al tirano,
« Parésçeme que Gonçalo Piçarro no está y el capitán Lorenço de Aldana dio noti-
muy apartado de lo que le dixistes ». É cia de todo al general, é le consejó que
luego el dia siguiente el licenciado de la viniesse á Lima por la sierra, porque su
Gama fué con poder del Piçarro al arma- exérçito podria mejor caminar que por los
da, donde el Aldana estaba, é comencé á llanos, é porque si fuesse menester seguir
tractar; é le dixo que seria muy bien la via que llevaba el tirano ó la del Cuz-
que se diesse algún medio para que Gon- co ó la de los Chalcas, con su venida
çalo Piçarro viniessc de paz con alguna se proveyesse lo que más conviniesse pa-
honrosa convenençia é buen apuntamien- ra la conclusion de la guerra.

CAPITULO IX.
Que se Irada la sentencia, que quatro oydores del Consejo Real de Castilla dieron contra Hernando Pi-
çarro , los quales estaban diputados para entender en sus causas é deudos por mandado del Emperador,
nuestro señor.

E, m el tiempo questas cosas del Perú se Alvarado por sí y en nombre de don Die-
tractaban, é quel chronista destas histo- go de Almagro difunto, Iñigo Lopez de
rias las continuaba, le fué enviado de la Mondragon, como señor de la instancia,
corte el treslado de una sentencia, que por de la una parte, é de la otra Hernando
algunos de los señores del Consejo Real Piçarro, reo acusado sobre la muerte del
de Castilla fué pronunciada contra Her- dicho adelantado, don Diego de Alma-
nando Piçarro, presso en la fortaleça de gro, solamente.
la Mola de Medina del Campo: la qual se »Fallamos, atento los autosé méritos
pone aqui á la letra. É porque el que lee del dicho proçesso, que por la culpa que
mejor la entienda, ha de saber que Her- resulta contra el dicho Hernando Piçar-
nando Piçarro fué el que injustamente, só ro sobre la dicha muerte del dicho ade-
color de justicia é sin ser juez para ello, lantado don Diego de Almagro, le de-
hiço matar al adelantado don Diego de bemos condenar é condenamos á que de
Almagro ; y este mesmo Hernando Piçar- la .prission, donde está, sea llevado á
ro es origen de todos los males ó discor- uno de los lugares de la frontera de
dias de la tierra austral : é acusándole un África, qual por Su Magestad fuere se-
cavallero, llamado Diego de Alvarado, ñalado; é allí sea entregado al capitán
murió é por su muerte continuó el litigio ó persona que por Su Magestad estovie-
Iñigo Lopez de Mondragon, procurador re, para que todos los dias de su vida
de causas en el Consejo Real de Indias, el dicho Hernando Piçarro sirva á su
como señor de la instancia. É dice la costa con su persona é armas é caballo
sentencia desta manera: en lo que por Su Magestad é por sus ca-
«En el pleyto é causa criminal que an- pitanes en su nombre le fuere manda-
te nos ha pendido é pende entre Diego de do, sin que pueda salir del dicho lugar y
DE INDIAS. LIB. ALIX. CAP. IX. 403
parte en lo que fuere señalado, só pena estantes en corte.—Martin de Ramoyn ».
de muerte natural, en la qual por el mes- Junto con esta sentencia fué el auclor
mo hecho incurra, lo contrario haciendo. destas historias avisado queslos procura-
Y más: le privamos é inhabilitamos para dores de ambas partes suplicaron della,
que perpetuamente, só la dicha pena de é fueron rcsçebidos á prueba con término
muerte, no pueda tener ni ejercer cargo de un año; y el Hernando Piçarro se está
ni officio de Su Magestad, só la dicha pe- á buen recabdo presso en la Mota de Me-
na de muerte. Condenárnosle más en todas dina del Campo. É sin este litigio le que-
las costas en pressençia desta causa he- dan otros muchos , que se le piden civil
chas, la tasación de las quales en nos re- é criminalmente , assi por parle del licen-
servamos. É por esta nuestra sentencia ciado Villalobos, fiscal del Consejo Real
juzgando, assi lo pronunciamos é manda- de Indias, como por otras personas, é
mos : con que debemos mandar é manda- créese que Hernando Piçarro tiene pley-
mos que entretanto é hasta que se fenez- tos para toda su vida, aunque muy lar-
can é acaben los pleytos que contra el di- ga fuesse.
cho Hernando Piçarro se tractan sobre É tornando á la historia, digo que á
los otros delictos é acusaciones, de que mi juicio la sentencia ques dicho fué har-
está acusado, esté presso é á buen re- to é sin comparación más piadosa que no
cabdo, segund é como por nos está man- fué Hernando Piçarro piadoso contra el
dado.—Dottor, Escudero.—El licencia- infeliçe adelantado don Diego de Alma-
do, Alderete.—El licenciado, Galarça.— gro; mas como el tiempo va adelante é
El licenciado, Francisco de Montalvo. Jos juicios de Dios son incomprehensibles,
»Dada é pronunciada fué esta senten- de todo se le den gracias. É plega á su di-
cia por los señores del Consejo Real, que vina bondad assi disponer estas cosas de
en ella firmaron sus nombres, en la villa Indias, y en especial las del Perú é de
de Valladolid á tres dias del mes de mar- aquellas partes australes que en buena paz
co del dicho año de mili é quinientos é se concluyan, é que essa secta picarreña se
quarenta y cinco años. — Ochoa de Lu- acabe, como Castilla lo ha menester: que
jando. á lo menos hasta agora grande es el daño
»En la villa de Valladolid, á tres dias que destos Piçarros se ha procedido, é
del dicho mes de marco del dicho año de muy notable el castigo que en el tirano
mili é quinientos é quarenta y cinco años, Gonçalo Piçarro é sus secaçes se debt'
notifiqué esta sentencia á Iñigo Lopez de permitir.
Mondragon, procurador de don Diego de Con lo que está dicho quel chronista
Almagro, como señor de la instancia, é hasta aqui ha escripto, pensó que se im-
á Sebastian Rodriguez, procurador de primieran estos tractados, y el tiempo no
Hernando Piçarro, en sus personas; los dio lugar á ello; é vinieron á su noticia
quales pidieron treslado della. Testigos: otras cosas que competen á la mesma his-
Ochoa de Luyando é Iñigo de Luyando, toria, que son las siguientes \

* Al terminar este capítulo se lee escrito con del capítulo XVI, último de este libro. En el códice
gruesas letras latinas: en el códice original, AQUí de la Biblioteca Patrimonial de S. M. se halla colo-
ENTRA LA RELACIÓN DE DON ALONSO DE MONTEMAYOR; cada en el lugar correspondiente , fegun aqui va á
la qual se encuentra en dicho manuscrito después continuación impresa.
404 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO X.
En que se tracta una larga relación , quel auclor destas historias ovo en España, que fué enviada al Em-
perador, nuestro señor, por un cavallero, llamado don Alonso de Montemayor, en la qual,se contienen
los subçessos queste cavallero vido en el Perú, en lo qual se halló pressente; é non obstante que la muerte
del visorey Blasco Nuñcz Vela é otras cosas que se han tocado de susso se tornarán aqui á memorar, di-
ce el chronista que por ser persona de crédito quiso ponerlo aqui.

JMegó al Perú el treslado de las nuevas de don Alonso de Montemayor es larga,


ordenanças que Su Magestad enviaba al é con menos palabras é tiempo se dirá
Perú, é que yban visorey é Audiencia todo lo que en efetto diçe, prosigue el
Real ; é súpose en el mes de enero de chronista con menos renglones, sin de-
mili é quinientos é quarenta y quatro. Y xar Cosa alguna de las que en substancia
escribió don Alonso de Montemayor lo é verdad competen á la historia.
que vido é subcedió en aquellas partes Vaca de Castro respondió á essos pro-
é gobernación del Perú al Emperador, curadores é apercibió algunos cavalleros
nuestro señor, desde el tiempo ques di- para que le acompañassen é fuessen con
cho hasta el año de mili é quinientos é él á Lima ; é quince dias antes de su par-
quarenta y seys, como hombre de vista tida envió delante muchas armas ofensi-
y en parte por cosa notoria, procurando vas é defensivas, assi como arcabuces é
entenderlo para dar aviso é relación ver- cotas é coraças é otras: é allegaron á diez
dadera en todo lo que aqui dirá. É dice é ocho leguas de Lima, é mandó que pa-
que estando por gobernador del Perú el rassen en un lugar que se diçe Guctrachi-
licenciado Chripstóbal Vaca de Castro é ri. É antes que Vaca de Castro llegasse á
residiendo en la cibdad del Cuzco, en el Lima, sessenta leguas, supo quel visorey
mes de enero del año ya dicho de mili é era desembarcado en el puerto de Tum-
quinientos é quarenta y quatro, llegaron bez, é que le avian resçebido por gober-
á él dos procuradores de la cibdad de Li- nador en la cibdad de Sanct Miguel y en
ma , el uno llamado don Antonio de Ri- la de Truxillo y en Lima, por virtud de
bera, y el otro Alonso Palomino, con los treslados que avia enviado de sus pro-
cartas del cabildo, llamándole para que visiones.
se hallasse pressente al tiempo quel viso- Assi cómo se supo en el real ó compa-
rey Blasco Nuñez Vela y el Audiencia Real ñía que llevaba Vaca de Castro, en que
llegassen, para le resçebir. É aquestos seria hasta çient hombres, ciertos cava-
procuradores llevaron el treslado de cier- lleros de aquellos que con él venían, le pi-
tas ordenanças, que Su Magestad enviaba, dieron licencia para yr á resçebir al viso-
con las quales se alteraron muchos ; y es- rey, y él se la dio; de los quales era uno
cribiéronlo á Gonçalo Piçarro sus adhé- don Alonso de Montemayor: el qual, lle-
rentes (el quai dias avia que tenia pensa- gado á Lima, halló la cibdad alterada, é
miento de se alçar) paresçiéndoles quel aun en determinación de no obedesçer
tiempo se aparejaba á su mal propóssito: las ordenanças ni resçebir al visorey; é
el quai Gonçalo Piçarro estaba en essa aqueste cavallero tuvo forma para quel
saçon en los Chalcas, çiento é sessenta cabildo se juntasse , é les consejó que no
leguas del Cuzco, quando se le envió lai hiçiessen tan grand error é que obedes -
aviso. çiessen, é que de lo que se agraviassen,
Pero porque la manera desta relación suplicassen á Su Magestad el remedio. E
DE INDIAS. LÍB. XLIX. CAP. X. 405
quedaron deste acuerdo y escribió la cib- de las quales envió treslados á todas las
dad con el mesmo don Alonso al visorey, cibdades é villas de aquellos señoríos, é
suplicándole que se diesse priessa á lle- poder para que lo resçibiessen, como Su
gar á Lima, porque no Ilegassen primero Magestad lo mandaba.
algunos que la alterassen. Cómo Gonçalo Piçarro tuvo el aviso
Con esta carta don Alonso caminó lo ques dicho, juntó sus amigos é todos los
que le fué posible, é halló al visorey çin- que pudo, é fuésse á la cibdad del Cuz-
qüenta leguas de allí, é dióle la carta é co é habló al cabildo é regimiento de
díxole que caminasse sin perder tiempo, é aquella cibdad para que le resçibiessen
otras cosas que, como buen cavallero, le por capitán general contra el Ynga, se-
paresció que convenían al servicio del Em- ñor natural de la tierra, dando á enten-
perador é al sosiego é bien de la tierra. der que yba contra ellos con mucha gen-
Y el visorey se holgó de su venida, é le te ; é con esta color é achaque le hicieron
dixo que la voluntad de Su Magestad no capitán, é hiço trescientos hombres y en-
era de agraviar á ninguno, sino de dar vió por diez ó doce tiros de artillería, que
orden cómo todos estoviessen en servicio estaban en la cibdad de Sanct Johan de
de Dios é buena justicia y en toda paz é la Vitoria, ques cinqüenta leguas del Cuz-
sosiego ; é que llegado á Lima, haría lla- co é sessenta de Lima.
mar los procuradores de todas las cibda- Teniendo Gonçalo Piçarro la gente ques
des é villas de la tierra, é que con pares- dicha, hiço que lo resçibiessen por pro-
çer de la Audiencia se haría lo que más curador del reyno para venir á suplicar
conviníesse á los pobladores chripstianosé de las ordenanças ya dichas, é assi fué
á los indios é naturales de aquellas partes. elegido por procurador ; é luego hiço dos
Y el visorey se dio priessa en el caminar compañías de gente de pié é de caballo.
para Lima : é ya avia llegado primero el De todo fué avisado el visorey, é de Ja
licenciado Vaca de Castro, é con él el li- mala intención de Gonçalo Piçarro; pero
cenciado de la Gama é Gaspar Rodríguez él no lo creia, é deçia que no era posible
é Diego Centeno y el capitán Carvajal é que hombre que toviesse parte de bueno,
Pedro de los Rios é Diego Maldonado y se desvergonçasse assi contra su Rey á
Hernando Bachicao é otros muchos: los suplicallecon la lança en la mano; é estu-
quales, ó los más, desque se certificaron vo assi incrédulo algunos dias, hasta que
quel visorey entraría de allí á ocho dias, llegaron los licenciados Diego de Cepeda
se tornaron al Cuzco, é llevaron las ar- é Alvarez ; y él y ellos, con información
mas quel licenciado Vaca de Castro avia bastante, que ovieron cómo Gonçalo Pi-
dexado en Guarachiri. çarro quería echar al Audiencia Real del
Llegado el visorey á quatro leguas de reyno, acordaron que se hiçiesse gen-
Lima, salieron della algunos regidores, é te de guerra é se gastasse en ello to-
suplicaron que se detuviesse un dia para do lo que fuesse nesçessario de la ha-
que se acabasse de aderesçar su resçibi- cienda del Rey; porque viendo que en
miento, é assi lo hiço; é desde á dos dias su real nombre esso se hacia, desmaya-
se partió é fué resçebido con mucha so- rían los de Piçarro é dexarian de ser tray-
lempnidad, é apossentóse en las casas que dores. É á este fin se enviaron provissio-
eran del marqués don Francisco Piçarro. nes á todos los pueblos para que acu-
Desde á pocos dias que llegó, mandó diessen en favor del visorey: el qual eli-
pregonar las ordenanças é otras muchas gió por capitán general á Francisco Ve-
provissiones que llevaba de Su Magestad: lazquez Vela Nuñez, su hermano, é por
406 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
maestre de Campo á Diego de Urbina, é na maña el visorey, que tenia seysçien-
por capitanes de caballo Diego Alvarez tos hombres muy bien armados é dies-
Cuello, su cuñado, é don Alonso de Mon- tros.
temayor : é hiço capitanes de piqueros á Gonçalo Piçarro, puesto en su tirania,
Pablo de Meneses é á Martin de Robles, envió muchas cartas á todas partes, dán-
é á Gonçalo Diaz de arcabuceros. Y en- doles á entender su buen çelo, é que no
vió á Hernando de Alvarado por capitán pretendia sino sustentar las haciendas
á la cibdad de Truxillo, ques cinqüenta de los conquistadores é pobladores de la
leguas de Lima, para que biçiesse gente tierra, porque el visorey era riguroso é
é le acudiesse con ella ; y envió á la cib- se las avia de quitar, é las vidas, por
dad de Leon por corregidor é capitán á qualquier cosa que oviessen hecho, por
Pedro de Puelles, para que assimesmo liviana que fuesse. Junto con esso, escri-.
recogiesse los que pudiesse é los truxes- bió á los oydores diçicndoles quél que-
se. Hecho esto, envió á fray Tomás de ría estar debaxo de su mano, é no de la
Sanct Martin, provincial del Perú (de la del visorey, porque él no pretendia ser
Orden de los Predicadores) al Cuzco,por- más de un vecino; pero que quería te-
que era buen servidor de Su Magestad, ner segura la vida. Pues cómo en aque-
para que hablasse á Gonçalo Piçarro é á llas partes tenia tanta parte la cobdiçia,
los demás, é los pusiesse en raçon é con- en la gente del Perú aprovecharon tanto
sejasse que con armas no suplicassen á essas cartas en los ambiciosos del man-
Su Magestad cosa alguna, sino con todo do, que los tres oydores Cepeda, Alva-
acatamiento. rez é Tejada hablaron al visorey, é dixé-
Este reverendo padre fué á lo ques di- ronle quel salario que Su Magestad les
cho , é tardó algunos dias que no se supo daba era poco é los gastos muchos, é que
del ; é viendo su tardança el obispo de sin indios no se podian sostener; é que
Lima don Hierónimo de Loaysa, pidió li- le suplicaban que se los diesse.
cencia al visorey para yr á hablar á Gon- El visorey les respondió que no conve-
çalo Piçarro é los demás al efetto ques di- nia quél ni ellos los toviessen, porque era
cho : é con el obispo envió un regidor de contra justicia é venia á la administrar,
Lima por rey de armas, que se llamaba é que le pessaba mucho porque tan bre-
Francisco de Ampuero, é un escribano vemente se hiçiessen á la cobdiçia de la
llamado Pero Lopez, para que requiries- tierra é olvidassenlo que Su Magestad les
sen á Gonçalo Piçarro que deshiçiesse la avia mandado.
gente, é sin ella viniesse á suplicar con Los oydores replicaron que bien sabia
humildad á Su Magestad, como era jus- Su Señoría que con el salario no se po-
to. Ydo el obispo é los ques dicho, é lle- dian sustentar, é que ya que no les que-
gados á veynte leguas del Cuzco, envió ría dar los indios, se lo cumpliesse á cuen-
Gonçalo Piçarro un capitán suyo, llama- to é medio, que son quatro mili ducados,
do Francisco de Almendras, para que los porque con esto vivirían sin nesçessidad.
detuviesse é dix.esse que no avian de en- Respondióles que en la verdad era po-
trar en su real, porque no alborotassen, co darles á cada uno dos mili castellanos.
porque otro tanto avia hecho el provincial como se les daban ; pero que no tenia él
fray Tomás de Sanct Martin, que con sus comisión de Su Magestad para más, pero
sermones les avia trastornado la gente. porque viessen que les era buen amigo,
Entretanto quel provincial y el obispo les daria de su salario á cada uno tres-
estaban ausentes de Lima, dióse tan bue- cientos mili marcos, é informaría á Su Ma-
DE INDIAS. LIB. XLIX. GAP. X. 407
gestad é le suplicaría les diesse el cuento den que pudiesse á se juntar con el viso-
é medio que pedían: é que si no fuesse rey, porque avia entendido de algunos
servido de se lo tomar en cuenta lo que que consigo traia que estaban de propós-
les acresçentaba, holgaría de perdello de sito de le dexar. Por lo qual Vela Nuñez
su hacienda, é que también disimularía se volvió hasta el pueblo de Guarachiri,
é disimulaba que possaban en casas de é allí acordó que Gonçalo Diaz llevasse Ja
vecinos , como possaban , donde los pro- retroguarda, quél se adelantaba á Lima
veían de possada, é de común, hasta que á ver lo quel visorey mandaba : é adelan-
Su Magestad les hiçiesse merced de acres- tóse, y el Gonçalo Diaz quedó, ó concer-
çentalles el salario. tó con diez ó quince amigos de se passar
Es de notar que quando los oydores á Gonçalo Piçarro. É para hacerlo más á
fueron con esta demanda, ya estaban da- su salvo, prendió á otros tantos de la com-
ñados con cartas de Gonçalo Piçarro é pañía de los servidores del Rey con sus
ofresçimientos dél é de vecinos del Perú, armas é caballos; é fuésse assi á Gonçalo
que estorbaban quanto podían quel viso- Piçarro. Decíase que esta yda é la de
rey hiçiesse gente, é deshacían la que te- Pedro de Puelles, fué sabiendo la del oy-
nia hecha, hablando á aquellos capitanes dor Cepeda é consejándoles él que assi lo
é soldados, dándoles á entender quel vi- hiçiessen.
sorey los quería matar, é que estando Llegados á Lima el provincial é Vela
apoderado en la tierra, avia de quitar á Nuñez, junto con ellos llegó la fuga del
todas las haciendas. Gonçalo Díaz, lo qual dio mucho escán-
En estos términos estando las cosas, dalo en la cibdad. É cómo el visorey tu-
viniéronle cartas al visorey de la cibdad vo nueva por via del provincial- que mu-
de Leon, haciéndole saber quel corregi- chos de los que venian con Gonçalo Pi-
dor é capitán que allí estaba, salió de allí çarro tenían buena intención al servicio
con treynta ó quarenta hombres, dicien- dél, disimuló é tuvo en poco la huyda
do que yba con ellos á Lima, é que era del Gonçalo Diaz , puesto que no dexó de
ydo camino del Cuzco á se juntar con Gon- sospechar que aquel estragaría las bue-
çalo Piçarro. É cómo lo supo el visorey, nas intenciones de los que se pensaba que
envió tras él á Vela Nuñez, su hermano, passáran á servir á Su Magestad. É hiço
é á Gonçalo Diaz, capitán de arcabuce- un raçonamiento el visorey á su gente, é
ros, con sessenta hombres; é mandóles díxoles que no toviessen en nada la íray-
que lo prendiessen ó matassen al Pedro çion de Gonçalo Diaz é de diez ó quince
de Puelles é á los demás. desleales, como él: que cartas tenia de
Ydo Vela Nuñez é los demás hasta muchos hombres de los principales que con
veynte é cinco ó treynta leguas á un pue- Gonçalo Piçarro estaban, que no faltarían
blo que se diçe Parracaça, toparon allí al al servicio de Su Magestad; é que porque
provincial, é díxoles que no podrían al- viessen quél quería haçer patron de los
cançar al Pedro de Puelles, que les lle- de Ja tierra, quél con la Audiencia tenia
vaba mucha ventaja ; é que les hacia sa- acordado de suspender las ordenanças,
ber que Gonçalo Piçarro era ya salido del de que más se agraviassen, é otorgar la
Cuzco, é no avia consentido quel obispo suplicación por dos años para que en es-
é los que con él yban, llegassen á su real; se tiempo Su Magestad fuesse informado.
é dixo en secreto á Vela Nuñez que mu- É assi luego públicamente fueron suspen-
chos de los del Cuzco traían buena inten- didas las ordenanças é otorgada la supli-
ción ; que se retirasse con la mejor or- cación, é para ello se hicieron Jas dili-
408 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gençias é cumplimientos, que se requirian. al Rey, é que no se podría efettuar su
Desde á pocos dias rogó el visorey al mala intención, dieron parte de todo á
provincial que volviesse con cartas se- algunos vecinos de Lima é á otras perso-
cretas á personas particulares que venían nas que con ellos comunicaban, é acor-
con Gonçalo Piçarro : é primero el mes- daron que cómo fuesse partido Baltasar
mo dia mandó hacer alarde, para que co- de Loaysa con el despacho del visorey,
mo testigo de vista, dixesse en el real de de enviar tras él, é que lo llevassen á
Piçarro qué gente avia en la parte de los Gonçalo Piçarro para que viesse el des-
leales : é salieron á la reseña seysçientos pacho, con que yba el clérigo, é que lo
hombres. É hiço sacar la bandera de Gon- atormentassen, é castigarían á los cava-
çalo Diaz arrastrando, é mandóla passar Heros de su real que avian procurado la
por las picas, como de capitán que avia embaxada, quel clérigo avia llevado, é
seydo desleal é traydor, é dio la compa- ofresçimienlo al visorey.
ñía suya de arcabuceros á Hierónimo de El visorey confirmó con toda brevedad
la Serna. lo que Loaysa le pidió, y envió el despa-
Cómo Gonçalo Piçarro tuvo hecha su cho con él al real del tirano para que
gente de trescientos hombres, como está aquellos cavalleros efettuassen su pro-
dicho, salió del Cuzco para yr á Lima ; é messa, é para que lo híciessen con espal-
otro dia siguiente se le huyeron veynte ó das mandó salir su gente de Lima, é se
treynta vecinos soldados los mejores de pusieron en el campo á punto de guerra.
su campo, bien aderesçados é proveydos É fueron luego aperçebidos ochenta de
de dineros, armas é caballos, é tomaron caballo de la compañía de Diego Álvarez
otro camino del que Piçarro llevaba para Cueto, para que saliessc más adelante;
yrse á juntar con el visorey. Lo qual fué pero viendo los oydores quel clérigo era
mucha alteración para Gonçalo Piçarro é salido de Lima con el despacho ya dicho,
a los que con él yban, é tanto, que quas- enviaron tras él quince ó veynte de ca-
si estuvieron para se perder; é assi se ballo á la ligera para lo prender é tomar
hiciera, si á la sacón no se juntaran con lo que llevaba, é para que lo llevassen á
él Pedro de Puelles y el teniente de la Gonçalo Piçarro; y entre aquestos que as-
cibdad de Leon, que fué causa de se so- si enviaron, yban tres sobrinos del factor
segar los ánimos de los alterados: é si- Guillen Xuarez de Carvajal, que possaban
guió su camino. en su casa, é todos ellos salieron á prima
El visorey desde á pocos dias que á él noche de la cibdad, sin ser sentidos de na-
vinieron los ques dicho que vinieron de die, sino de aquellos que entendieron en
Gonçalo Piçarro, tuvo nueva que otros se- su y da: é á más de medía noche un sol-
rian presto con él : la qual nueva truxo dado supo que eran ydos, é díó aviso al
Baltasar de Loaysa, clérigo, en que de- visorey, y él mandó dar alarma, é cómo
cía que perdonándolos de sus desobidien- se juntó la gente, vído por los compañeros
çias é confirmándoles los indios que te- que faltaban quince ó veynte, é supo que
nían, prenderían ó matarían á Gonçalo Pi- personas eran, y envió á llamar al factor
çarro é desharían todo su campo. Todo lo y metiólo en su cámara, de la qual de ahí
qual el visorey comunicó con los oydo- á media hora le sacaron muerto. Esta
rcs, é cómo ya ellos se alçaban con Gon- muerte queda dicha atrás de otra mane-
çalo Piçarro, é reynaba en ellos dema- ra , en que más culpado hacen al visorey
siada cobdiçia, sabiendo que la gente de su aceleración. É hiço luego aper-
que traía Gonçalo Piçarro quería servir çebir quarenta ó cinqüenta de caballo e
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X 409
arcabuceros para que fuessen con don que el visorey no les echasse de la tier-
Alonso de Montemayor en seguimiento de ra; é para ello hicieron una provision en
los que se avian huydo : é assi fué don que mandaban los otros oydores Cepeda
Alonso con toda la diligencia que pudo, é é Alvarez é Tejada que lodos, só pena de
tomóles dos caballos de los que llevaban, traydores, les diessen favor é ayuda para
é á uno de los sobrinos del fattor, llama- quel visorey no los embarcasse, porque
do Hierónimo de Carvajal; é los demás hicieron entender á lodos quel visorey se
huyeron con tan acelerada fuga, que en queriá salir de la tierra é llevarlos á to-
dia é medio anduvieron veynte é dos le- dos los casados. La provission que para
guas. É tomaron en el camino al clérigo esto hicieron é pregonaron, porque no
Baltasar de Loaysa con los despachos, ó osaron dar parte á la chançilleria de su
lleváronle al Gonçalo Piçarro: el quai, maldad, quitaron el sello á otra provission
viendo lo que se tractaba contra él, cortó que avia dias que estaba fecha, é pegá-
las cabeças á Felipe Gutierrez é al capi- ronla con essotra con alquitara: é aque-
tán Gaspar Rodriguez ó á Arias Maldona- lla noche ordenaron de prender al viso-
do, y estuvo también para matar al cléri- rey ó matarle. É para hacer otras provi-
go, y echólo de su real á pié é desnudo. siones á su propóssito envió el dottor Te-
Don Alonso desque vido que no podia jada á mandar á Bcnaldino de Sanct Pe-
alcançar á los que huyeron é los avia se- dro, que estaba por chanciller, que le
guido quince ó diez y seys leguas, escri- truxesse el sello, porque la cibdad estaba
bió de alií donde llegó á los vecinos del alborotada, é convenía que estuviesse en
Cuzco, que venian huyendo de Picar- poder de un oydor; é que le mandaba
lo, avisándoles para que no los topas- que se lo truxesse luego. É assi el chan-
sen descuydados los que yban huyen- ciller se lo entregó, ó sellaron secreta-
do del visorey ; é dio la vuelta á Lima, mente muchas provissiones á su propós-
porque assi se lo avia mandado el vi- sito; y en amanesçiendo, acudiéronlos
sorey que no tardasse más de tres ó dos oydores á casa del licenciado Cepe-
qualro dias en yr é volver, porque te- da , é todos tres y el capitán Martin da
nia nueva que Piçarro estaba cerca. Có- Robles , con diez ó doce soldados é otros
mo en Lima vieron que don Alonso era vecinos de la cibdad, acordaron de po-
salido tras los que huyeron, parescióles ner en efetfo su mal propóssito. Pero no
que si tomasse alguno, se sabría quién pudo ser tan secreto que dexasse d<- ser
los enviaba é descubriría la trayçion; 6 avisado el visorey, el qual mandó dar
acordaron los oydores que antes que se alarma: é cómo los oydores lo oyeron, en-
supiesse nueva de don Alonso, era bien tendieron que eran sentidos, é mandaron
dar sobre el visorey, porque con buena á los vecinos de la cibdad que se pusies-
gente estaba don Alonso desviado é se sen á los cantones de la plaça é cami-
podria mejor efettuar su mal propóssito. nasse la gente donde ellos estaban, ó
É hiçiéronlo assi, é juntaron en su com- dixesse que allí estaba el Rey. É no
pañía todos los mas vecinos de Lima y el bastó tanto este ardid que dexassen tie
capitán Martin de Robles é otros solda- acudir al visorey trescientos hombres, é
dos, dándoles á entender que era servi- los oydores no tenian más de ciento. K
cio de Sus Magestades que todos acudie- cómo se vieron perdidos, enviaron don-
ran á los oydores é los dcfendiessen, por- de el visorev * estaba á Nuñez Vaca é
* Virey dice en este sitio ; pero ha parecido con- Oviedo en toda la historia.
Teniente conservar esta voz tal como la ha eccrii«
TOMO IV. *%
410 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
otro cavaüero para que se abraçassen salieron délia é se metieron en la iglesia;
con él (que ya salia á la plaça) é le di- é allí se estuvieron hasta quel visorey fué
xessen que á dónde yba, que le hacían presso.
saber que aquella gente quél tenia á su Llegando don Alonso de Montemayor á
puerta era la principal que le avia de nueve leguas de Lima, supo de un sol-
matar ó prender, é para aquel efetto dado cómo los oydores avian presso al
se avian juntado en su casa é no para visorey, é avian dado licencia á los que
servillo : que era mejor que se subies- quisiesseu yr al Real de Piçarro : lo qual
se á lo alto, é que allí le acudirían al- don Alonso no podia creer, porque le pa-
gunos cavalleros, con que se podría resçia que personas de letras é con car-
mejor defender. Estas palabras fixáron- gos é officios de Su Magestad no serian
sele tanto, quel visorey, como tenia por en cosa de su deservicio ni en opinion de
amigos á los que se las decían, se subió un tirano. É prendió don Alonso al solda-
á un corredor cerca de su gente para ver do, é caminando cou la gente que traia
lo que passaba en la plaça. Vela Nuñezé en orden, de allí á media legua topó
Pablo de Meneses é Hierónimo de la Ser- con ciento é treynta de caballo é arca-
na , como oyeron estas palabras é que buceros que se y ban á Piçarro, é fué á
mediante ellas el visorey se retruxo, hi- ellos don Alonso é prendiólos, aunque
cieron ellos otro tanto, é fuéronse á Sanc- todos le dixeron que era verdad la pris-
to Domingo. Y cómo el esquadron que sion del visorey. Pero como le paresçia
estaba á la puerta del visorey vido que que era un caso tan inorme, no lo podia
era muy mayor quel de los oydores, aun- creer ; é tomando su acuerdo con algu-
que tenia falta de capitanes, fué contra el nos de los que con don Alonso yban, les
otro : é desque llegaron á quince ó veyn- dixo que le paresçia que debían de dar
te passos, preguntaron que quién venia en Lima é trabaxar de soltar al visorey:
allí, é los contrarios dixeron quel Rey y é dixéronle que antes seria esso dar cau-
el visorey, é cómo esto oyeron los del vi- sa que lo matassen, é que eran pocos
sorey , dixeron : « Todos somos unos » ; y don Alonso y ellos, no serian parte. É as-
en concordia ambos esquadrones se hi- si no ovo efetto su paresçer, é porque le
cieron uno. Cómo el visorey lo vido des- llegaron cartas de muchos de Lima, que
de los corredores dó estaba é no oyó lo le certificaron la prission del visorey, é
que avian dicho, dixo : « General es la que le consejaban que no prendiesse á
trayçion ; bien me dixeron vuestras mer- ninguno de los que yban á Piçarro, por-
cedes , señores Alonso Palomino é Diego que yban con licencia de los oydores, é
Nuñez Vaca». Fecho todo un esquadron, que le matarían, si prendiesse alguno.
adelantóse Martin de Robles é un su her- Visto esto, soltó los pressos, é fuésse
mano , con quince ó veynte soldados da- con los que llevaba á la cibdad, é metió-
ñados, é fueron al visorey é dixéronle se en el monesterio de Sancto Domingo:
que ya veía que toda la cibdad era con- é fué allá luego el capitán Martin de Ro-
tra él, que se díesse á prission ; é cómo bles, que era ya general de los oydores,
estaba cercado de los otros tres que se lo é lo sacó é lo llevó presso á su possada,
consejaron, se dio, é luego lo tomaron é donde tenia pressos á Pablo de Meneses
lo llevaron enraedio del esquadron á la é al sargento mayor Saavedra é á Serna
possada del licenciado Cepeda, é allí fué é á otras personas principales de los del
presso. Quando los esquadrones ya di- visorey.
chos estaban en la plaça, los oydores se Los soldados que avia en Lima, cómo
DE INDIAS. LIB. XLIX. GAP. X. 411
vieron presso al visorey é quellos lo avian dillas le suplicó, llorando, que le perdonas-
hecho, sin saber lo que hicieron, conos- se, é juró que no avia sabido ni avia sey-
çiendo que aquella era trayçion, dessea- do parte en la maldad que los otros oy-
ban tener causa para soltarle é ponerle dores hicieron en lo prender, sino que
en libertad : é cómo don Alonso estaba Cepeda le llevó una provission, y él, no
bien quisto, dixéronle muchos á él é á mirando lo que contenia, como vio fir-
Pablo de Meneses que si querían soltar mado al mesmo Cepeda é al dottor Teja-
al visorey, quellos tenian voluntad de per- da, la firmó; é después que vido lo que
der las vidas en tan buena demanda. É se metia debaxo de sus manos, le ofres-
como don Alonso é Pablo de Meneses çieron diez mili castellanos losoydores de
vieron su buena intención, concertaron la cibdad é se los dieron; é que con
con ellos de dar una noche en los oydo- aquellos dineros podría su señoria hacer
res ó prenderlos é poner en libertad al gente, é que le bastaría poca; porque ya
visorey (que á la sacón le tenian presso á todos los de Lima les avia pessado de
en una isla despoblada dentro en la mar su prission é tenian buena voluntad para
media legua de tierra): é para efettuarse acudille. Por todos essos respectos acep-
aquesto, estaban confederados más de tó de llevarle á España., é que pedia que
doscientos hombres, é aviándose de ha- por todas essas causas le tuviesse por
cer una noche, fueron descubiertos de servidor y en la reputación de buen ser-
uncavallero, á quien se avia dado parte vidor é vassallo de Su Magestad Cessárea.
desse secreto, é dio aviso al licenciado El visorey abracó al oydor Alvarez é
Cepeda antes que anochesçiesse. La no- le dixo que le perdonaba é le reservaría
che que se avia de hacer, fueron pressos de la culpa que pudiesse en las cartas que
por mandado de Cepeda veynte de los escribiesse á Su Magestad; é luego á
principales desle acuerdo leal, é los pu- ciertos que estaban con él envió á Lima
sieron en la cárcel pública con muchas á mandar á don Alonso de Montemayor ó
prissiones, é atormentaron tres dellos: los otros capitanes suyos que estuviessen so-
quales tuvieron tanta constancia en hacer bre aviso, é quél avia de parar en el
lo que debían, que no confessaron cosa puerto de Tumbez á hacer gente; é que
que en su daño fuesse. Pero no bastó ne- allí le acudiessen don Alonso é los demás
gar para dexar de raaltractar los pressos: con todo lo que pudiessen.
que al uno le cortaron la mano derecha é Despues quel visorey fué hecho á la
le truxeron á la vergiiença, é quassi á vela . desde á siete ú ocho días mandaron
todos veynte desterraron para diferentes los oydores que don Alonso de Montema-
partes; é mandáronles, só pena de muer- yor é los otros pressos fuessen en cum-
te, que ninguno dellos entrasse en térmi- plimiento de su destierro: é cómo don
no de la cibdad de Lima, por tres años. Alonso tuvo nueva donde el visorey yba
É no los soltaron de la cárcel hasta que á parar, dixo á algunos cavallrros, sus
avia ocho días que avian desterrado al amigos, que se fuessen á juntar ron él. É
visorey y encargádole al licenciado Alva- una hora antes que se partiesMft, habló á
rez, para que lo Uevasse á España : el los oydores, que estaban juntos en la cár-
qual se ofresció de llevarle por tener lu- cel , é díxoles que yba á cumplir su des-
gar de ponerle en libertad é pedirle per- tierro, doliéndose que en tan buenos le-
don de qualquier culpa que luviessc en trados oviesse ávido tan grand error en
su prission. Lo quai assi hiçodespues que prender á su presidente é visorey ; é
se vido en el navio con él ; porque de ro- mostrando tristeça por ello, les dixo que
4Í2 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
con algo pensaban dorar su culpa, que reyra á una provincia que se dice los Bra.
bien entendía que era pensando que Pi- camoros, que está cinqüenta leguas de la
çarro se metiera debaxo de sus manos é cibdad de Sanct Miguel, para que truxes-
le cortarían la cabeça é á otros de los que se çient hombres que avia allí. Y envió á
traia consigo, é que con esso se pornia la Quito á don Alonso de Montemayor, para
tierra en quietud é les excusaría batalla; que truxesse el oro, que avia allí de Su Ma-
porque les hacia saber que era ayre pen- gestad, é la gente que pudiesse recoger.
sarlo, porque la intención de Gonçalo Pi- Quando don Alonso salió de Lima, esta-
çarro era muchos dias antes de se alear ba Gonçalo Piçarro veynte ó treynta le-
con el reynb, porque le conosçia diez guas de allí, é venia con mucha gente;
años avia, é conosció este su mal intento porque se le avia ydo á su real la que fué
é propóssito; é que les hacia saber que quando fué presso el visorey : é los oydo-
antes que Piçarro llegasse á Lima ó en res le enviaron á rogar que no entrasse
llegando, los avia de dividir ácada oydor en la cibdad sino con veynte hombres é
por sí ó Iraellos tan avassallados, que despidiesse los demás que traia, pues que
fuessen poca parte, é que lo principal ya no era menester, pues avian echado
que avian entrellos de procurar, avia de al visorey de la tierra y eran sus amigos.
ser que no los matasse. A lo qual el li- Gonçalo Piçarro se riyó mucho desso, é
cenciado Cepeda respondió que en lo de fué más á punto de guerra que antes: é
la prission del visorey la cibdad lo avia como llegó à siete ú ocho leguas de Lima,
hecho, y ellos porque no le matassen, le envió delante á su maestre de campo
enviaban á España , aunque también él Francisco de Carvajal para que matasse
aprobaba la prission, é que quando fuesse algunos vecinos de los que se le avian
menester daria cuenta, si fué mal ó bien huydo del Cuzco é ya estaban en Lima.
fecho; é que en lo que deçia de Gonçalo É assi entró Carvajal con ciertos arcabu-
Piçarro que tenia ruyn intención, que se ceros ó prendió á los que Piçarro le avia
engañaba, porque él tenia muchas cartas mandado, é luego ahorcó á tres delíos,
suyas, en que prometía estar debaxo de que fueron el capitán Martin de Floren-
su mano de los oydores, si echassen al vi- cia é Pedro del Barco é Pedro de Saave-
sorey de la tierra ; é que no procuraría dra: á los quales llevó en pressençia de
ni querría él mandar un vecino della: de los oydores, sin quellos fuessen parte para
manera que por muchas causas reproba- defendérselo, ni aun lo procuraron. Y el
ba el paresçer de don Alonso de Monte- Carvajal les dixo que les consejaba que
mayor. É le dixo que se fuesse con Dios enviassen una provission de gobernador
á cumplir su destierro. É assi se partió á Gonçalo Piçarro, que si no gente traia
aquel dia por el camino de Tumbez con para hacer su voluntad; y ellos luego se
otros ciertos caballeros, entre los quales la enviaron del Nuevo Toledo, la qual tu-
yba Sancho Sanchez Dávila , primo her- vo el Piçarro en tan poco, que la rompió,
mano del visorey, y Hernán Vela, otro diciendo quél no avia de ser gobernador
debdo suyo, y el contador Johan de Guz- de cosa limitada : é los oydores le envia-
man, y el capitán Serna, y Hierónimo de ron otra provission de gobernador de to-
Lerma, alférez de Vela Nuñez, é Gonçalo do el Perú, é se metieron debaxo de su
Pereyra. É todos se juntaron en Tumbez mano por sus soldados, y délia resçibie-
con el visorey, é allí los dividió, y envió al ron indios todos tres.
contador Johan de Guzman á Panamá pa- Cómo el visorey avia enviado luego allí
ra que le truxesse gente, é á Gonçalo Pe- provissiones para todo el reyno para que
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 413
le acudiessen, fueron del Cuzco los que soga, y el mesmo Carvajal, por sus ma-
tengo dichos : de la cibdad de las Char- nos, acabóle de matar.
cas vinieron otros çinqiienta ó sessenla En aquel mesmo tiempo é dias sacó es-
vecinos é soldados, con el capitán Luys te Carvajal del monesterio de Sancto Do-
de Ribera, á servir á Sus Magestades é mingo de Lima, de debaxo del Sanctís-
acompañar al visorey; é llegando á la simo Sacramento, á un hidalgo, conquis-
cibdad de Arequipa, ques ciento é çin- tador del Perú, que se llamaba Rodrigo
qiienta leguas del Cuzco é otras tantas de Nuñez, é llevóle en camisa, é assi lo
la de Lima, supieron la prissiondel viso- ahorcó, porque era servidor del Rey. É
rey ; é cómo Gonçalo Piçarro avia ahor- dos vecinos del Cuzco que yban con el
cado tres de los que se huyeron del Cuz- Carvajal á buscallo, lo descobrieron de
co é quería hacer otro tanto á los demás, debaxo del altar: é reprehendiéndolos el
dieron la vuelta á los Chalcas, por no se provincial de Sancto Domingo, dixo quél
meter en las manos del tirano. El qual, esperaba en Dios que no cumplirían el
aviendo veynte ó treynta días que se avia año; é assi fué que murieron sin cumpli-
holgado en Lima, teniendo mugeres casa- Ilo: quel uno se ahogó en dos palmos de
das públicamente é haciendo robos, hiço agua y el otro murió ahorcado por Alon-
llamará un capitán suyo de infantería, que so de Toro, teniente de Gonçalo Piçarro
se deçia Diego de Gumiel, el qual le avia del Cuzco.
pedido licencia para volverse al Cuzco, Estando Gonçalo Piçarro en Lima, go*
donde era vecino, la qual licencia le ne- çando de los vicios que están dichos, su-
gó Piçarro; é paresçiéndole que quedaba po quel visorey hacia gente en el pueblo
desabrido del, lo metió en su cámara é lo de Tumbez, é que si allí le dexaba estar,
entregó á Francisco de Carvajal, y él le que le yria mucha en breve tiempo. É
dio luego un garrote, é lo sacó en un re- armó luego dos bergantines, é por capi-
postero donde estaba Gonçalo Piçarro con tán dellos á Hernando Bachicao, en los
mucha gente, diciendo: — « Aparta, se- quales metió septenta ú ochenta hombres,
ñores: que va aqui el señor capitán Diego é mandó que fuessen á dar sobre el vi-
de Gumiel ; y á buena fée que si él con sorey é lo matassen ó prendiessen ó lo
esto no escarmienta, ques mancebo é bien echassen de allí; y envió con él al dottor
liviano, que no sé con qué castigue». Tejada é á Francisco Maldonado á Pana-
Desde á tres ó quatro dias este Carva- má , para que se fuesse á España, é to-
jal ahorcó á un hidalgo que se deçia Pra- masse Bachicao aquella cibdad é la tovies-
do, porque le vio unas espuelas calcadas se por él. É assimesmo envió por tierra
é parescióle que yba fuera, é Gonçalo Pi- sobre el visorey tres capitanes, conviene
çarro avia mandado que nadie saliesse de á saber: Hierónimo de Villegas é Gouça-
la cibdad, sin su licencia. A este Prado Io Diaz y Hernando de Alvarado, é lle-
topó Carvajal en la calle, é cómo lo vi- varon alguna gente. É llegados á Sanct
do con espuelas, entrególo á dos negros Miguel, ques cinqüenta leguas de Tum-
suyos, verdugos, que siempre traia con- bez , supieron que Gonçalo Pereyra, ca-
sigo, é mandóle llevar á la picota y echar pitán del visorey, avia ydo por los çient
una soga á la garganta ; é pidiendo el po- hombres que estaban en los Bracamoros,
bre hidalgo confession, le dixo Carvajal é que los traía; é los capitanes de Pi-
que mancebo era é tenia pocos pecados: çarro enviaron ciertas personas que ha-
é assi, sin querer que se confessasse, lo blassen con algunos de los que venian con
ahorcó. Y estando colgado, quebróse la Pereyra, para que se los entregasse, é as-
414 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
si lo hicieron, porque hallaron traydores avia pocos dias que era partido de Tum-
que lo efettuaron é lo vendieron. É una bez para Quito, é le tomaron toda su ha-
noche los capitanes de Piçarro dieron so- cienda.
bre el del visorey, sin que fuessen sen- Antes que Bachicao saliesse de por allí,
tidos, é fué presso ; é cortáronle la cabe- puso dos tenientes por Gonçalo Piçarro,
ga al capitán é su alférez. uno en la cibdad de Sanctiago de Guaya-
En muy poco tiempo quel visorey es- quil é otro en Puerto Viejo; é prendió los
tuvo en aquel puerto, recogió çient hom- que estaban por el visorey, é con otros
bres, é algunos que le acudieron de Qui- vecinos y estantes llevólos á Panamá ; é
to é otros que yban de México é de Ni- con ellos é los que demás llevaba hiço
caragua : é por no se poder substentar allá la muestra de ciento é çinqiienta hom-
juntos, tenia á Vela Nuñez, su hermano, bres.
apartado de allí veynte leguas, en un Cómo el contador Johan de Guzman avia
pueblo que se dice Motape, con los dos pocos dias que era llegado á aquella cib-
tercios de la gente, é también para que dad, no tenia gente para defender la en-
toviesse aviso, si alguno viniesse por tier- trada á Bachicao, é la que avia en el pue-
ra de los de Piçarro. Y estando assi di- blo quiso que entrasse ; é assi entró sin
vididos , un dia amanesció sobre el viso- resistencia. É porque á la sacón salia del
rey el armada de Bachicao, que eran los puerto un navio é no le fué á dar la obi-
dos bergantines é un navio que avia to- diençia á Bachicao, fué tras él é mató á
mado; é viendo el visorey tres velas, un marinero é ahorcó al piloto, é colga-
paresçiole que yrian en ellas á lo menos do de una entena lo metió en el puerto
trescientos hombres, é que era bien re- de Panamá, é allí mató después tres ó
traerse un poco é dexar algunos por es- quatro hombres, é públicamente dio de
pías, para reconosçer los que viniessen, é palos á un frayle de Sanct Francisco. Era
si fuessen pocos los enemigos, volver é su mala costumbre á menudo renegar de
dar sobrellos. É para este efetto dexó á Dios é del Rey, é hacer robos é insultos
un hidalgo, que se deçia Gomez Destaçio, abominables.
el quai, como vido en tierra algunos de Quando el visorrey llegó á çinqiienta
los de Bachicao, fué á decir al visorey leguas de Quito, topó con don Alonso de
que venia mucha gente, é que se debia Montemayor, que le llevaba quarenta ó
retirar á Quito con tiempo. çinqiienta soldados de socorro, y Witre
Este Gomez Destaçio era hombre de él é su hermano traían veynte, y essos
ruin intención é amigo de Gonçalo Piçar- desbaratados é faltos de armas; é por re-
ro , segund despues paresció, porque lue- hacerse délias é de más gente, é dar
go quel visorey se fué la vuelta de Qui- fuerça á la que traían, acordó de yr á
to , fué él á juntarse con Bachicao ; y el Quito. É assi fué é juntó allí cumplimien-
visorey, dándole crédito, haciendo su to á trescientos hombres, y escribió al
paresçer, envió á decir á su hermano que adelantado Benalcácar é á su capitán ge-
se retirasse con la gente que tenia á Qui- neral Johan Cabrera que truxessen la más
to , porque otro tanto hacia él, é que allá gente que pudiessen, é viniessen á ha-
se juntarían ó reharían. É assi lo hicieron llarse en su acompañamiento, para casti-
ambos, caminando con la más priessa gar al tirano Gonçalo Piçarro é sus seca-
que pudieron, perdiendo mucha ropa é çes, que públicamente usurpaban la ju-
servicio , é todo lo ovo Bachicao ; é tam- risdiçion real.
bién envió tras el licenciado Alvarez, que Desque ovo enviado este despacho el
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 415
visorey, é proveydo su gente de caba- diligencia á dar sobre el Hierónimo de
llos é armas lo mejor quel pudo, le lle- Villegas que estaba con algunos soldados,
garon quatro hidalgos que se le huyeron é quando llegó á Piura hallólo huydo ; pe-
de Lima á Gonçalo Piçarro en un barco; ro todavía recogió alguna gente é con la
é diéronle aviso que la gente que tenia quel visorey llevaba eran quatroçientos
el tirano estaba muy descontenta, é di- hombres. É por estar aquella tierra falta
xéronle assimesmo cómo los tres capita- de comida é salud, en ocho dias ado-
nes de Gonçalo Piçarro avian desbarata- lesçieron ciento é cinqüenta hombres, é
do é muerto á Pereyra, que estaba con se murió quassi todo el servicio.
çient hombres ocho leguas de Sanct Mi- Pero porque esta relación en muchas
guel, é que podia el visorey yr por ca- partes repite este servicio é no dice qué
mino secreto á dar en ellos, é que era fá- cosa es, dice el chronista que los in-
cil cosa desbaratallos. É con esta nueva, dios y esclavos que en la guerra traen los
acordó de se partir é ponerlo por obra, españoles en su compañía é servicio, es-
llevando por capitán general á su herma- so es este servicio, para quel que lee, lo
no Vela Nuñez, é por maestre de campo entienda. Tornemos á la historia.
á Rodrigo de Campo, é por capitán de Desde á tres ó quatro dias del desba-
gente de caballo á don Alonso de Monte- rato dessos capitanes, lo supo el tirano
mayor, é por capitanes de arcabuceros á Gonçalo Piçarro de algunos soldados que
Hierónimo de la Serna é á Gaspar Gil, é en ello se hallaron, é por sus pies se fue-
capitanes de piqueros á Francisco Her- ron á toda diligencia á decir lo subçedi-
nandez é Johan Perez de Vergara. É fué do : é dessa nueva se vido tan afligido,
por un camino, que avia doce años que que le paresció quel mejor remedio que
no se caminaba-, por malo é despobla- le quedaba, era prometer mucho á un sol-
do, é abriendo boscages é haciendo dado de los suyos, porque fuesse á matar
puentes; é fué tan secreto que dio en al visorey, é halló aparejo en uno llama-
los capitanes é los desbarató; y el uno do Olmedo. El qual se lo ofresció á esta
dellos, llamado Hernando de Alvarado, desleal empressa ; y este se fué á Sanct
nunca más paresció, é otro que se de- Miguel, adonde el visorey estaba, é dí-
cía Gonçalo Diaz, aunque no se tomó, xole quél venia á servir á Su Magestad
trabaxó tanto huyendo, que murió de ahí huyendo del real de Gonçalo Piçarro. E[
á un mes; y el tercero capitán, Hieróni- visorey se holgó con él é lo abracó, é le
mo de Villegas estaba á essa sacón en prometió que si hiçiesse Jo que debia, le
Piura por teniente de Piçarro. É todos tres daria muy bien de comer. Este soldado
essos capitanes le avian escripto á Gonça- le dixo verdad de la gente que tenia el
lo Piçarro que fuesse á Quito á dar sobre tirano : que eran quinientos hombres bien
el visorey, antes que se rehiçiesse ; é fue- aderesçados, y entrellos más de trescien-
ron tantas las cartas é causas que escri- tos arcabuceros.
bieron para que con brevedad fuesse, é Viendo el visorey que su gente era po-
con la más gente que pudiesse aver, que ca y enferma, é que no era parte para
lo puso en efetto, é con quinientos hom- resistir á Piçarro, acordó de se yr á Qui-
bres llegó á Truxillo, é supo la nueva có- to , é no pudo levantar su real tan presto
mo el visorey avia desbaratado á los ca- quel de Piçarro no estuviesse á cinco ó
pitanes ya dichos. seys leguas ; pero fué avisado de la reti-
Cómo el visorey desbarató á los dos ca- rada del visorey por su maestre de cam-
pitanes ya nombrados, partióse con toda po Rodrigo de Campo, segund fué público
416 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
después y estonces se sospechó. É quan- noche por su maestre de campo, dixé-
do el visorey salió de Sanct Miguel, dexó ronle que era ydo adelante é la gente que
este su maestre de campo un soldado allí llevaba : estonces el visorey vido clara-
de su tierra, que se llamaba Costilla; y mente la trayçion é caminó con su gente,
el día que partió de allí el visorey, andu- é dos leguas de allí halló á los que se
vo quatro leguas, y el maestre de campo avian adelantado. É Vela Nuñez apartó
apossentó cerca de un rio é lo puso de la al maestre de campo é lo quiso matar, é
parte que venían los contrarios con los díxole que todos deçian que haçia tray-
de á caballo, é apossentó la infantería de çion , segund el mal cobro que ponia en
la otra parte del agua, de manera que no el real en adelantarse, é otras palabras.
se pudiesse tener provecho della: de lo Y estando en estas pláticas llegó el viso-
qual se enojó mucho el visorey é riñóle rey, é dixo Rodrigo de Campo:-—«Por
al maestre de campo, y él dixo que otra cierto si yo be errado, ha seydo de igno-
vez lo enmendaría. rancia , por no saber, más que de mali-
El otro dia fué el visorey á una cuesta cia ó voluntad de ser traydor».
muy agrá, é mandó apossenlar en la re- El visorey le dixo quél lo creia, é que
troguarda çinqùenta ó sessenta arcabuce- le rogaba que se desvelasse de ahí ade-
ros que bastaban á defender la subida (é lante en hacer bien su officio, é que lo
aun á diez mili hombres) ; é Rodrigo de que no alcançasse, lo preguntasse á él ó á
Campo quitó á media noche los arcabu- su hermano. Luego aquel dia se quedó el
ceros de adonde estaban, é mandólos yr maestre de campo en la retroguarda é
secretamente. É al quarto del alba la rescibió con Costilla (el soldado que de-
gente del Pícarro dio sobre la del viso- xó en Sanct Miguel), una carta de Gonça-
rey , é cómo no halló defensa, tomó más lo Piçarro é un mandamiento, en que le
de cinqüenta soldados, con muchas ar- mandaba é rogaba que prendiesse al vi-
mas é caballos é servicio: llegaron essos sorey é al oydor Alvarez, é quél se lo
de Piçarro hasta donde estaba el visorey, gratificaría.
y él, con algunos que allí tenia, le hiço Estas cartas le vido dar el capitán de
rostro, é los hiço retraer é aun perder al- la guarda del visorey, Diego de Ocam-
go de lo que traían é avian tomado. po, é otros soldados, é dieron luego avi-
Otro dia en la noche se apossentó el so al visorey; y el Rodrigo de Campo,
visorey en un pueblo que se llama Ca- cómo vido que le avien visto, también se
ceas, é allí le dixo su maestre de campo lo dixo, é pidióle por merced que no ma-
que se queria adelantar á buscar comida tasse al soldado que avia traydo aquel
para el real ; y el visorey le dixo que era despacho, y el visorey se lo concedió, é
mal hecho yrse delante sabiendo que los le mandó que no le tornasse á enviar, sin
enemigos venían detrás. É no le bastan- quél lo supiesse. Lo qual el maestre de
do esto quel visorey le dixo, se salió se- campo no hiço: antes le tornó á despa-
creto , é tomó consigo los dos capitanes char secretamente aquella noche, sin dar
de arcabuceros é al sargento mayor é á aviso al visorey, é caminó lo más que pu-
Olivera * (el soldado que envió Piçarro al do; é seyendo de dia, se adelantó Rodri-
visorey) é á algunos amigos suyos, é lle- go de Campo, é llevó los capitanes de
vólos delante dos leguas. É preguntando arcabuceros. É yendo media legua, dieron
el visorey dos horas despnes de media alarma en el real del visorey (que que-

* Asi eslá en el MS. autógrafo : antes le llama Olmedo.


DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X 17
daba atrás) y él los envió á llamar, é Ro- en seyendo de día, á tres leguas de allí
drigo de Campo respondió que no avia assentado el real. É mandólos caminar y
para qué volver ; porque lo que se avia ellos le dixeron que avien enviado á bus-
de hacer, ya estaba hecho. Los capitanes car ovejas é que las estaban esperando,
de arcabuceros que llevaba le rogaron é que en viniendo, se darian priessa é lo
que los favoresçiessa con Piçarro, y él alcançarian ; y el visorey fué una legua
dixo que sí haria; é caminando delante, adelante para esperarlos, é allí quiso,
paró en un arroyo é recogió allí hasta viendo clara la trayçion, cortar la cabe-
çient hombres, é mostróles aquel man- ça al maestre de campo é á uno de los
damiento é cartas de Piçarro. capitanes, porque avia visto que le avian
Estonces llegó el visorey é también lo hecho quedar toda la gente y ellos se an-
vido, é dixo:— « Por Dios que conosçe Pi- daban consultando. É paresçiéndole al vi-
çarro bien vuestro ser é casta, pues os sorey é á las personas de quien tomaba
tienta con essa trayçion». É dixo don paresçer y eran leales, que si pública-
Alonso de Montemayor:—«Bien muestra mente cortaba la cabeça al maestre de
en esso Gonçalo Piçarro su torpeça, pues campo é al capitán de arcabuceros, que
a viéndoos tractado, no os ha conosçido». por ventura avria escándalo en el real, é
Y el Rodrigo de Campo respondió á don que era mejor disimular aquel dia é que
Alonso que también le avia escripto Pi- á la noche se podría mejor efettuar esse
çarro que prendiesse al Vela Nuñez é al castigo, acordó que fuesse assi. Y con el
don Alonso é á Serna, é replicóle el don mejor semblante que pudo, rescibió á los
Alonso: — « No reça esso en su carta ». É capitanes é maestre de campo: é mandó
á esto dixo el traydor, é dixo:—«En que fuesse dos leguas de ahí á ciertas ca-
otra memoria que me escribió lo deçia, sas que avia en el camino real, é apos-
y hela perdido». A esto, riyendo el vi- sentasse allí la gente. É con esto se par-
sorey, le dixo:—«Ruyn memoria debeys tió el maestre de campo ; é paresçiéndolc
tener, maestre de campo, pues perdis- que era muy léxos, é que la noche no
tes la que importaba tanto». É viendo podria turar para que la genle del Piçar-
quel Rodrigo de Campo se turbaba, dí- ro diesse sobre el visorey sin ser de dia,
xole uno de su tierra, que era de Çamo- apossentó el real media legua no más de
ra:— t Y mira con vos, no sean dos*. Y el allí;é llegando el visorey á él, le dixo
visorey mandó çessar la plática é que to- que por qué no avía passado adelan-
dos caminassen : é dixo quél tenia entera te, adonde él le avia mandado. Rodri-
confîança que en todo su real no avia go de Campo respondió que allí donde
traydor, sino todos servidores de Su Ma- estaba, era tierra de mucha comida, é
gestad ; pero aunque assi lo dixo públi- por proveerse de allí, avia parado. El
co, bien entendía la trayçion que le trac- visorey no quiso parar allí, é mandó
taban. Pero caminó é fué á dormir tres ó que todos le siguiessen. Ya estonces no
quatro leguas de allí: y estando repossan- yban con él ciento é cinqüenta hombres:
do el visorey allí dó assentó el real, vi- que los ciento fueron en su acompaña-
niéronle á decir dos soldados , que avian miento , é Rodrigo de Campo se quedó
quedado atrás por corredores, que Piçar- dó estaba, é hiço que allí quedassen los
ro estaba una legua de allí ; é mandó lue- capitanes de arcabuceros y el capitán de
go llamar á sus capitanes, é supo que los la guardia é otros quarenta ó cinqüenta:
arcabuceros y el maestre de campo esta- é viendo el visorey quel maestre de can>
ban adelante: é caminó luego é hallólos, po é otros tres capitanes no le siguieron é
TOMO IV. 53
418 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
se avían quedado más de una legua atrás, mandó que todos hinchessen las alforjas
velóse muy bien con los que tenia, cre- del mahiz, y el visorey hiço lo mesmo,
yendo que aquellos que se quedaban se porque otra cosa no avia que comer para
avian de juntar con Piçarro para dar en quarenta leguas. Y estando todos embe-
él: é recatándose desto, mandó poner besçidos en coger aquel mahiz, el Serna
dos personas de confiança sobre el real y el Gaspar se descabulleron é se fueron
de Rodrigo de Campo, é que si viniesse adelante con toda la priessa que pudie-
é oyessen que los de Piçarro daban so- ron : é cómo el visorey los halló menos,
bre él, le viniessen á avisar. V estando tomó consigo algunos soldados é fué en
estas centinelas, puestas como el visorey su seguimiento, é alcáncelos dos leguas
mandó, dos horas después de media no- de allí (que se yban á levantar la cibdad
che oyeron que la gente de Piçarro llegó de Quito), é mandóles cortar las cabeças,
á la que tenia Rodrigo de Campo, é tira- é recogió su gente, que serian hasta ses-
ron algunos arcabuçazos: las centinelas senta hombres, é caminó con ellos.
vinieron á dar aviso al visorey, y él le- Passó tanto trabaxo el visorey é la
vantó su real, é saliéndose de dó estaba gente en quarenta leguas que avia desde
assentado, ya que amanesçia, llegaron donde se cogieron aquellas maçorcas de
los dos capitanes de arcabuceros Hieró- mahiz hasta llegar á unos indios que don
nimo de la Serna é Gaspar Gil é otros Alonso de Montemayor tenia en enco-
dos ó tres soldados, é dixeron que Pi- mienda en la provincia de Tomcbamba que
çarro avia dado sobrellos, é que te- no se comia otra cosa é algunas moras de
nían por cierto quel maestro de cam- carcas hasta que mataron un caballo des-
po Rodrigo de Campo los avia vendido sos pocos que llevaban (porque se les
é que era traydor. El capitán Serna, avian quedado muchos) é los más yban á
desque llegó á dó el visorey estaba, ha- pié é por falta de calcado corriendo san-
bló á algunas personas é les dixo que gre do los pies. A un hidalgo llamado
se huyessen á Quito, porque la gente Johan Delgadillo, alférez de don Alonso,
de Piçarro venia çerca é no podían de- que yba assi sangriento é muy fatigado
xar de prender ó matar al visorey é á los más que los otros, quitóse el visorey unos
que con él quedassen. Destos el Serna no alpargates é dióselos é se quedó él des-
halló respuesta: antes avisaron dello á calco , é díxole á él é á otros los que allí
Vela Nuñez, que estaba çerca, y él lo estaban:—« ¡Oh hijos mios ! Si los traba-
tomó luego é lo desarmó é mandó que se xos que aqui passays, fueran en pressen-
confessasse que lo quería ahorcar ; y es- çia de vuestro Rey, bien creo que diera
tando confessando, llegó el visorey é lo á todos vosotros todo el Perú ; pero yo
quitó, é le dixo que las cosas que avia en su real nombre os daré en él con que
hecho, causas eran para que no viviesse; vivays, é Su Magestadcomo chripstianís-
pero quel le quería dar la vida con tanto simo, será servido de confirmarlo é dá-
que la enmendasse é que andoviesse roslo perpetuo».
siempre en su acompañamiento, sin ade- Passóse grand nesçessidad hasta llegar
lantarse ni quedarse atrás, é que bien á Tomebamba, é allí hiço don Alonso sa-
via que la trayçion que avia ávido en su car bastimento bastante para todos: é
real, fué solo por parte de Rodrigo de también se le envió á Vela Nuñez, que
Campo. Yendo el visorey diciendo es- quedaba atrás treynta leguas, porque de
._
tas palabras al capitán Serna é otro tanto una cayda se le avia quebrado una islilla
á Gaspar Gil, llegaron á un mahiçal; é é quedaba muy mal dispuesto, é con él
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 419
venian veynte hombres, y él y ellos peres- Bachicao en aquel puerto, mató quatro ó
çieran de hambre, si no se les llevara el çinco de los que traia; y entró con su
socorro de comida que les envió don Alon- gente en la cibdad de Sanctiago de Gua-
so con aquel su alférez Johan Delgadillo. yaquil é sacó los servidores del Rey que
Quando la gente de Piçarro llegó dó allí avia, é como más principal á Fran-
estaba Rodrigo de Campo, él se apartó cisco de Chaves, un cavallero que allí
del camino y llevó consigo á Diego de vivía, que por poder servir mejor á Su
Campo, capitán de la guarda del viso- Magestad, como lo hiço, tomó la vara de
rey é á cinco ó seys que le siguieron, é teniente de Gonçalo Piçarro. É viendo Ba-
metióse en una quebrada, porque dicen chicao que antes les dañaba que no apro-
que fué su intento que prendiessen ó ma- vechaba en cosa alguna, túvolo para
lassen al visorey, é sin que paresçiesse ahorcar confessado é con la soga á la gar-
quel sabia ninguna cosa dello. É viendo ganta , porque era más en lo que hacia
que la gente de Piçarro assentó el real é no teniente por el Rey que por el tirano; y
siguió adelante, salió de la quebrada dó estando á punto de muerte, so escapó hu-
se avia metido con los demás, é topó en yendo é fuese á juntar con el visorey é
el camino á Vela Nuñez, é fingió pes- á darle aviso cómo Bachicao yba á toma-
sarle mucho aver quedado atrás é da- He la delantera. É al clérigo que confes-
do ocasión porque creyessen que era saba al dicho Francisco de Chaves ( que
traydor : é Vela Nuñez le dixo que todos era un cura que se deçia Ol vera) están-
le tenían por tal por las causas que avian dolo confessando, llegó un capitán de Ba-
visto; y él dixo quél daria su desculpa al chicao , que se llamaba Morales, é sacó
visorey, é para dársela dixo que se que- al clérigo de una manga una barra de oro
ría adelantar. É adelantóse, é llegó al que valia trescientos ducados, la qua I
pueblo de Tomebamba, dó el visorey es- perdió para siempre. Era este Francisco
taba, y el visorey lo mandó prender, é de Chaves de Truxillo.
con información bastante que tuvo, le hi- Viendo Gonçalo Piçarro quel visorey
ço dar un garrote, dexándole primero se retraía é yba perdiendo gente, envió
confessar ó hacer su testamento. á mandar á Bachicao que fuesse con toda
Fué cierto que como Rodrigo de Cam- la suya á salir veynte leguas de Quito por
po no pudo entregar el visorey á los ti- un camino muy breve que avia, é tomas-
ranos, envió á Serna é á Gaspar Gil para se la delantera al visorey, é quedaría
que se adelanlassen á la cibdad de Quito enmedio de ambos, é no podría salir de
é la alçassen por Piçarro, para que por sus manos. Y con toda diligencia efetluó
ninguna via el visorey se pudiesse esca- Bachicao este mandado, é salieron el vi-
par; é para este efetto el Rodrigo de sorey y él á un tiempo, que quassi lle-
Campo se daba priessa. garon á un pueblo que se deçia Lucia,
Quando el visorey estaba en Sanct Mi- veynte leguas de Quito ; y el visorey lle-
guel , llegó Bachicao á un pueblo que se gó algo delante é supo de Bachicao, é
llama Manta con quatroçientos hombres díóse tanta priessa, que entró antes en la
que traia de Panamá. Este pueblo Manta cibdad : é hallóla quassi airada por Piçar-
es cerca de Puerto Viejo, ochenta leguas ro, porque avian entrado en ella diez ó
de Sanct Miguel; é aunque estando allí doce dias antes Gomez Destaçio, la espía
el visorey, estaba enmedio de Gonçalo Pi- quel visorey envió en Tumbez, quando
çarro é de Bachicao, todavía ellos se trac- llegó allí Bachicao, é otros siete ú ocho
taban por balsas. É por buena llegada de amigos de Piçarro. V el visorey supo la
420 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
trayçion é aiçamiento que tractaba é cor- eo en el real de Piçarro á la puerta de
tóle la cabeça á él é á otros quatro, é con una tienda, en que estaba el retrato de
esta trayçion deshiço aquel aiçamiento. Su Magostad é de la Emperatriz, que en
Por la falta de comida é mucho traba- gloria está, é del Príncipe , nuestro se-
xo que avian passado Gonçalo Piçarro é ñor , un soldado bellaco viendo aquellas
su gente, no pudieron seguir de un tiro figuras reales, echó mano á la espada é
al visorey ; é pararon á descansar é á bus- dio al retrato de Su Magestad una grand
car comida quatro ó cinco dias en el as- cuchillada por los muslos, diciendo que
siento donde tomaron la gente á Rodrigo pessasse á Dios porque no era el vivo don
de Campo la última vez. Cinco ó seys le- Carlos. E de allí á tres ó quatro dias se
guas antes de adonde Piçarro hiço essa partió Piçarro á se juntar con su capitán
parada, ahorcó su maestre de campo Bachicao; é assi se juntó con él en el pue-
Francisco de Carvajal á cinco hidalgos de blo de la Isla, ques veynte leguas de
los del visorey , que tomaron en el alcan- Quito.
ce , y estando todos cinco juntos colga- Dice el chronista queste soldado debía
dos de unos palos, púsose Carvajal de- de ser de la estirpe de Johan de Cañama-
baxo é dixo á Gonçalo Piçarro, quando res, el que dio una cuchillada al Rey Ca-
allí llegó:—«¿Qué le paresçe á Vuestra thóíico en Barcelona, año de mili équatro-
Señoría á qué gentil sombra estoy?». Pi- çientos é noventa y dos años, en questas
çarro se riyó é le dixo: «Todo lo que nuestras Indias se descubrieron, é de aquí
Vuestra Merced haçe, es bien hecho». se colige ser no menos desleal el que tal
Otros muchos servidores del Rey que soldado comportaba en su exérçito. Pas-
allí tomaron, tuvieron las sogas alas gar- semos adelante : que no se acabaron allí
gantas, é á ruego de muchos los perdo- las maldades destos tiranos.
nó Gonçalo Piçarro, estando por essa mi- Despues quel visorey ovo hecho en Qui-
sericordia muy entristesçido su maestre to la justicia que se dixo de susso, supo
de campo. Como hombre cebado en car- que Piçarro é Bachicao se juntaban é
ne humana, no quería perder la costum- traían mucha gente, é quel capitán Johan
bre de hacer mal en quanto posible fues- Cabrera estaba veynte leguas de allí é
se; y estando un negrillo suyo, que avia traia çient hombres: é habló al cabildo de
diez años que le servia, cansado é los Quito para que se fuessen con él é no es-
pies hinchados, dixo á su amo que poco perassen á Piçarro, porque los matarían ó
á poco se yria tras él, y el Carvajal le di- haría renegar del Rey é los convertiría á
xo que bien entendía que quería yr ca- su secta. É todos le respondieron que con
balgando, é que en pago del servicio que entera voluntad servirían á Su Magestad
le avia hecho le llevaría en una acémila: (y eran diez y ocho) é que dexarian sus ca-
é mandó á otros negros que Jo echassen sas é haciendas para esso, porque en ello
en ella, é hiço que le echassen las sogas pensaban que servirían al Emperador,
por encima de los lomos, é hícoselas tan- nuestro señor. Mas porque aquel cavalle-
to apretar con un garrote, que el pobre ro questa relación escribió, hiço memoria
negro reventó por tres ó quatro partes ; y de los nombres de los que hicieron esse
esta muerte le dio por premio de sus bue- leal ofresçimiento, y entre aquessas gen-
nos servicios. É otras cosas de este arte tes andaban muchos dañados, no es ra-
hiço é robos en los que alcançaba del çon quel chronista los calle; é fueron
Rey (digo de la opinion del visorey). aquestos :
Subcedió que estando colgado un hen- Hernando Sarmiento, teniente.
DE ÍNIUAS. LIB. XLIX. CAP. X. n\
Diego de Torres, alcalde. Sanct Miguel, cogiéndole çarçamoras é
Rodrigo Nüñez de Bonilla, regidor per- buscando otras hierbas para que comies-
petuo. se, é trabaxaba de dormir siempre á sus
Francisco Ruiz, contador é regidor. pies, sino quel oydor Alvarez é don Alon-
Johan de la Puente, regidor é thesso- so de Montemayor é otros capitanes dor-
rero de Su Magestad é procurador de la mían allí çerca é le hacían apartar : el
cibdad de Quito. quai con aquellos sus fingidos servicios
Pero Martin Montanero, factor é re- pensaba tener oportunidad para le dar de
gidor. puñaladas, é teníale muy ganado en eré'
Sancho de la Carrera, regidor. dito, sino que Dios quiso 'proveerlo de
Martin de la Calle, regidor. otra manera.
Francisco de Londeño, regidor, é otros El dia siguiente que se dio alarma por
vecinos de aquella cibdad, é el alguacil aquel traydor, salió el visorey de Quito
mayor Hernando de la Parra : que por to- con çient hombres, é con ellos los diez y
dos eran diez y ocho, como está dicho. ocho vecinos ques dicho y el cabildo : é
É aqueste día envió el visorey con Ro- no quedó otro sino un alcalde viejo que
drigo Nuñez de Bonilla, regidor, á Be- se llamaba Johan Marquez, é para quedar
nalcácar para que le acudiesse con la gen- le dio licencia el visorey. É luego otro
te de su gobernación, é dio condutta dia fué á un pueblo, que se llama Otáva-
de capitán para hacer gente al dicho lo , ques diez leguas adelante en el cami-
Rodrigo Nuñez; é para esse efetto se no de la gobernación de Benalcácar, por-
partía por la posta, é fué diez leguas- que en ella era su intención de se re-
mas aquel mal soldado Olivera, para cum- hacer. En aquel pueblo de Otávalo halló
plir lo que avia prometido á Gonçalo Pi- al capitán Johan Cabrera con la gente que
çarro, que era que avia de matar al vi- le traia de socorro; é luego lo hiço su
sorey, dio alarma una mañana en la cib- maestre de campo, é holgóse con él un
dad , diciendo que avia visto mucha gen- dia, que era el de Sanct Johan de junio
te de Gonçalo Piçarro : é queriendo el vi- de mili é quinientos é quarenta y cinco
sorey salir al campo con la poca que te- años.
nia , trabajó el Olivera de meterlo en una Aquel traydor de Olivera, no apartado
cámara muy escura é apartada diciendo de su mal pensamiento, habló á Diego de
que le queria hablar secreto; y el viso- Ocampo, capitán que avia seydo de la
rey le dixo que en el campo le hablaría guardia del visorey, é le avia quitado el
lo que quisiesse. Y allá le preguntó qué cargo por sospecha que del tuvo é por ser
le queria, y el traydor le dixo que avi- debdo é amigo de Rodrigo de Campo é
sarle que huyesse, porque tenia poca averse quedado con él en el postrero al-
gente é de mala voluntad, é que era bien cance que Piçarro avia dado: é díxole
que se juntasse con el capitán Johan Ca- esse Olivera (pensando que estaba desa-
brera. brido por las causas ya dichas) quél avia
Con esta voz de alarma huyeron mucha venido á matar al visorey, é que seria
gente de la cibdad, é algunos vecinos de- bien que ambos lo hiçiessen.
xaron sus casas solas, é algunos fueron Aquella noche el Diego de Ocampo,
robados de soldados que avia de ruyn in- como era servidor del Rey é hombre bien
tención , que después se quedaron á espe* entendido, sacó del soldado lo más que
rar á Piçarro. pudo entender de su ruyn propóssito, é
Este Olivera vino con el visorey desde díxole quél estaba descontento del viso-
422 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
rey é que se lo ayudaría á matar; é con el qual oyéndolo se santiguó, é con lá-
buenas palabras é concediendo lo quel grimas en los ojos respondió assi:—«No
traydor deçia é ordenaba Olivera, se quiera Dios que un inocente pague las
apartó del é dio aviso al visorey de todo culpas de su padre. » É mandó que luego
lo que avia entendido : el qual mandó al el maestre de campo sentençiasse aquel
maestre de campo que lo prendiesse, é cauteloso traydor; é fué sentenciado á
déclarasse lo que avia platicado con Die- cortártela cabeça, é que cortada, fuesse
go de Ocampo. É presso, el maestre de ahorcado el cuerpo por los pies, porque
campo y el licenciado Alvarez le pusie- á nueva manera de maldad nueva forma
ron á quistion de tormento, é sin gastar de justicia la manifestasse. Y assi se exe-
mucha agua ni apretar cordeles, confessó cute en aquel traydor.
que Piçarro le avia enviado á matar al vi- Despues que fué muerto el traydor de
sorey: é porque lo hiçiesse, le avia prome- Olivera, otro dia siguiente salió el viso-
tido muchas mercedes, é quél lo aviade- rey de Otávalo, é desde á diez ó doce
xado de efettuar por el buen tractamien- dias llegó á un pueblo que se dice Ylle,
to quel visorey te avia mostrado : é que treynta leguas de Quito é doce de Pasto,
algunas cosas le pedia graves porque ne- ques en la gobernación del adelantado
gándoselas toviesse ocasión de se enojar, Sebastian de Benalcácar : é de allí envió
é ninguna de quantas le pidió le negó. É á Rodrigo Nieto con provissiones al Nue-
dixo después de quitado del tormento, vo Réyno de Bogotá para que le truxes-
que pues era Dios servido de averse des- se gente é armas, y envió á Vela Nuñez
cubierto su mala intención, que creia que á Panamá con veynte mili castellanos pa-
por algún grand misterio no avia dado ra que hiçiesse otro tanto, é toviesse
lugar á su dañado propóssito, é porque aquella cibdad y el Nombre de Dios por
muriesse á sus manos Gonçalo Piçarro, lo Sus Magestades. Y aunque para ello avia
qual él haría, é que se ofresçia a lo cum- enviado ocho meses avia al contador Jo-
plir, si le daban lugar que fuesse al real han de Guzman, é después á Johan de
del tirano, é que porque le creyessen que Lianes, confiaba de su hermano que con
lo cumpliría, daba seguro é prendas bas- más diligencia lo haría ; é para que en
tantes, é que serian aquestas. É dixo:— más breve passasse, le mandó hacer un
f Aquí trae el visorey un mestiço, hijo bergantín, adonde hallasse mejor apare-
de Gonçalo Piçarro, de diez años, en jo, en que se fuesse. É partió Vela Nuñez
quien su padre adora ; entréguenmelo é de allí é llevó consigo á su alférez Alon-
matarlo he : luego yré adonde está Piçar- so de Lerma é al sargento mayor é á
ro, é decirle he que dexo dado un bo- Saavedra; é llegado á la cibdad de Cali,
cado al visorey, é que no vivirá un mes; ques veynte é cinco leguas del puerto de
é la mesma noche que yo llegare, daré en la Buenaventura, paresçiéndole que allí
su real alarma, y en saliendo él áella, avia officiates é recabdo para hacer el
daréle un arcabuçaço é mataréle. É bien bergantín, lo hiço, para lo llevar desde
cierto puede ser el visorey é todos voso- aquella cibdad al puerto, en pieças.
tros, que aviendo muerto el hijo, no pue- Estando el visorey en aquel puerto de
do dexar de quitarle la vida al padre por Ylle, llegó un soldado de los que Gonça-
esta parla mia». lo Piçarro le avia tomado en el alcance de
Esto dixo aquel traydor al maestre de Caxas, que se llamaba Bartolomé de Ca-
campo Johan Cabrera é al licenciado Al- brera , debdo de Benalcácar ; é dixo que
varez, y ellos se lo dijeron al visorey: se avia escapado huyendo de Gonçalo Pi-
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 423
çarro, é que venia á servir al Rey con diessen yr espías é avisos al visorey é á
la voluntad que lo avia fecho antes. Este su gente, ni pudiesse aver comida. É as-
soldado era de la compañía de don Alon- si fué que luego envió el visorey cinqüen-
so de Montemayor ; é don Alonso viendo ta soldados, estando conquistando diez
que quando él deçia que le tomaron, no leguas del camino real, é veynte del, vi-
era assi, sino que se quedó por su vo- no Gonçalo Piçarro tan secreto, que si no
luntad entre los enemigos, avisó don fuera por diez ó quince corredores que
Alonso al visorey, é díxole que aquel no avia enviado el visorey quince ó veynte
venia sino por espia de Gonçalo Piçarro. leguas de allí, llegara el tirano sin ser
Y el visorey le mandó atormentar livia- sentido. Pero fué avisado por los corre-
namente é no confessó nada, é mandóle dores , é por priessa que se dio á retraer-
quitar ; é don Alonso le suplicó al visorey se, fué á vista de la gente de Piçarro : é
que le mandasse apretar los cordeles, diéronle diez leguas de alcance y en ellas
porque le conosçia bien al soldado por de le tomaron algunos soldados é muchos ne-
mala intención, é sabia que por su vo- gros é indios de servicio é ropa é ganado.
luntad se avia quedado; y el visorey, no Los cinqüenta soldados que fueron á
lo creyendo é de lástima, lo soltó é pro- conquistar los indios quedaron sin poder
curó de hacerlo amigo; é cómo estaba yr al visorey; pero luciéronlo tan de
informado que Piçarro le avia de seguir hombres de bien (si no fueron los que
hasta lo matar ó echar de la tierra, se quisieron yrse á Piçarro) que se escon-
partió de allí y entró en la villa de Pasto, dieron para esperar al visorey. Estuvo
Despues que Gonçalo Piçarro se juntó allí Gonçalo Piçarro cinco ó seys dias, é
con Bachicao, fueron juntos á Quito, é allí volvióse á Quito.
hicieron alarde de su gente, y envió lue- Deste alcance que dieron al visorey no
go á Pero Alonso de Hinojosa por capi- paró hasta la cibdad de Popayan, ques
tán general de su armada, é mandóle que quarenta leguas de Pasto ; é llegaron con
fuesse á la cibdad de Panamá á tomarla él ciento é cinqüenta hombres, é hiço lue-
por él, é dióle más de doscientos hom- go assentar dos fraguas é recoger mucho
bres é dineros. É partido Hinojosa, se fué hierro, é con dos buenos officia les que
á los navios, é tardó algunos dias en los tenia de arcabuces, hacían cada dia tres
aderesçar é proveer de bastimentos; y ó quatro.
enviada esta gente á la mar, se partió Pi- Vela Nuñez, desque ovo acabado de
çarro con la que le quedaba, que seria hacer el bergantín, llevólo en tres pieças
quassi quinientos hombres, en seguimien- al puerto; y estando del quince leguas,
to del visorey, é tuvo tan buena astucia, vínole nueva que avia llegado un navio,
que haciendo entender á todos los indios éparesçiéndole que era mejor abreviar su
que servían á la isla de Pasto quel viso- camino é yr en él que acabar el bergan-
rey los avia de robar é matar, por aver tín, le dexó; é con toda diligencia cami-
hecho otro tanto á los del Perú se yba nó hacia el puerto, al quai avia ya llega-
huyendo, é quél yba en su alcance, los do Pero Alonso de Hinojosa con el armada
hiço alçar; de manera que ninguno servia de Piçarro. Y cómo supo que Vela Nuñez
en Pasto, antes le daban la guerra que yba á embarcarse, envió ciertos solda-
podían, é mataron algunos españoles que dos por el camino á prenderle, é assi lo
entrellos avia. hicieron, é á los demás que con él yban,
Esto hiço Piçarro á efetto de cercarlos é tomaron todo el oro que llevaban ; é
con los indios de guerra, é que no pu- yba allí el hijo de Piçarro, el mesliço de
424 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
diez años, del qual se habló de susso, assimesmo pectos é barbotes é aderes-
que lo enviaba el visorey á Panamá, al çaban celadas, é la gente buscaba cue-
qual tomaron los soldados de Hinojosa en ros de dantas, é hacían dellos muchos gé-
bracos, diçiéndole: — «Vos soys nuestro neros de armas; y estando entendiendo
príncipe é conquistareys por la mar, é en esta obra, llegó el capitán Rodrigo Nu-
vuestro padre por la tierra ». nez de Bonilla con la nueva que venia el
Hecha esta pressa, Hinojosa partió con adelantado Benalcácar é traia ochenta ó
diligencia á Panamá, é llegó allá en bre- çient hombres. Y envió con él á decir al
ve tiempo, é ya estaba la cibdad bien á visorey que su sobrino, Bartolomé de Ca-
recabdo, con más de quinientos hombres, brera, el soldado que se dixo de susso
y entrellos doscientos arcabuceros é ses- quel visorey atormentó en Cali, supiesse
senta ú ochenta de caballo. É Hinojosa que era amigo de Piçarro, é como tal no
saltó en tierra con la mitad menos gente le haria daño en la gobernación ; é con él
que eran los de la cibdad; pero como avia le avia enviado á decir el tirano que es-
en ella muchos que desseaban más ven- taría su tierra guardada, con tanto que
der sus mercaderías que emplear como prendiesse al visorey ó le matasse; éque
hombres sus lanças, é otros que querían cartas de todo esto le traia, las quales avia
tenerlos por amigos é no por contrarios, dexado escondidas; é que aquesto le en-
debaxo de colorçillas é cautelas que to- viaba el adelantado á hacer saber al viso-
vieron, dexaron entrar á Hinojosa; é rey, é que le suplicaba que hallasse ahor-
desde á pocos dias estaba apoderado en cado aquel su mal sobrino Cabrera, quan-
la cibdad y en la del Nombre de Dios en do él Uegasse, porque si estoviesse vivo,
nombre de Piçarro, é á pessar del Rey estonces él lo haria quartos. É cómo el vi-
é de su gobernador el dottor Ribera. sorey supo esto, hiço prender é atormen-
Desde á diez ó doce dias que Vela Nu- tar al Cabrera, é confessó ser verdad que
nez fué presso, lo supo el visorey, é aun- traía despachos de Gonçalo Piçarro para
que le pessó entrañablemente, como de- el adelantado é para Johan Cabrera ; é
bía, porque le tuvo por muerto, con ale- que les rogaba que prendiessen ó matas-
gre semblante dixo:—«Envidia tengo á sen al visorey,é que haciéndolo, les seria
mi hermano, porque aunque yo he res- buen amigo, é si no, lo contrarie : é otras
çebido más mercedes de Su Magestad muchas trayçiones confessó que avia de
quél, muere primero que yo; é pluguiera hacer, por lo qual le fué luego dado un
á Dios que toviera yo aqui dos hijos mios garrote.
que le sirven, para quellos é yo fenes- De ahí á siete ú ocho dias llegó el ade-
çiéramos en tan justa demanda, como mi lantado con su gente, é con ella é con la
hermano fenescerá ó es fenesçido ». quel visorey tenia, é algunos soldados
Esta mala nueva no le puso turbación que le truxo Rodrigo Nieto de Bogotá,
ni temor para que dexasse de entrar en se juntaron trescientos; é tornó dísde allí
la labor de los arcabuces: antes se dio á enviar el visorey al mesmo capitán Nie-
tan buena priessa, que en menos de tres to á Bogotá, con nuevas provisiones,
meses se hiçierou ciento é ochenta, é te- para traer doscientos hombres que de allí
níalos él con su mano, quando los barre- les escribieron que vernian, enviando una
naban, é los principales de su compañia, provission al licenciado Aímendárez, que
porque todos holgaban de trabaxar siem- estaba allí por gobernador.
pre. El visorey se holgó con Benalcácar al-
Los herreros de los arcabuces hacían gunos dias, é mandó á la gente que traia
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 425
que buscassen algunos cueros para ar- Hiço este capitán Diego Centeno su maes-
mas, porque otras no avia de que poder- tre de campo á un cavallero, compañero
se armar. suyo, que se llamaba Lope de Mendoça,y
Gonçalo Piçarro, cómo llegó á Quito, estaban con el capitán treynta vecinos de
supo como era ahorcado un teniente suyo los Chalcas, todos de buena intención de
de los Chalcas, por mandado de los al- hacer el deber. Estando haciendo armas,
caldes de allí, que eran Alonso Perez fué sobre él Alonso de Toro, teniente del
Castillejo, un cavallero de Córdova, é el Cuzco, con doscientos é cinqüenta hom-
otro Diego Centeno, otro cavallero de Cib- bres bien aderesçados; é viendo el capi-
dad-Rodrigo, é que todo el pueblo en tán Centeno que no era parte para la re-
conformidad avia levantado banderas por sistencia, se retruxo con los que tenia
el Rey, é por el visorey en nombre de ochenta ó çient leguas atrás á ciertos
Su Magestad, é que avian elegido por ca- despoblados, é allí estuvo passando grand
pitán general á Diego Centeno. É para nesçessidad. Y el Alonso de Toro, como
castigar esto, proveyó quefuesse su maes- no los halló en la cibdad de los Chalcas.
tre de campo, Francisco de Carvajal, con por no dexar la del Cuzco muchos dias.
poderes de capitán é teniente general, é se volvió á ella é dexó á un capitán suyo,
para dar indios é gastar todo lo que le que se deçia Alonso de Mendoça en fron-
paresçiesse. É para esto sacó de Quito tera de Centeno en los Chalcas con gente:
quince ó veynte hombres, é por el cami- é como el capitán Centeno es cavallero 6
no recogió los que hallaba. tenia el çelo que debia tener, como leal,
Uno de los que llevaba, llamado Me- aunque estaba léxos, enviaba corredores
nocal, estando un dia hablando con ser- para saber nuevas: é unos que envió se
vidores del Rey, llamados Alonso de So- las llevaron é dixéronle que todos eran
sa é Francisco dS Mansilla, los quales le vueltos al Cuzco é quedaba en los Chal-
reprendieron al Menocal de su habla, di- cas Alonso de Mendoça con poca gente.
xo:—«Descreo de Dios, si Dios no es Pi- Aunque la del capitán Centeno eran me-
çarro s. nos, eran mejores en calidad y en vo-
Gonçalo Piçarro de Lima para seguir luntad; é su capitán animándolos, se par-
al visorey, envió por teniente del Cuzco tió para dar sobre el Alonso de Mendoça
á Alonso de Toro : en Arequipa á Pedro con toda diligencia; pero todavía los con-
de Contes, é de los Chalcas á Francisco trarios lo supieron antes, é el capitán
de Almendras. Este Francisco de Almen- Centeno, non obstante esso, le dio alcan-
dras, en llegando allá, cortó la cabeça á un ce, é le tomó mucha gente, unos porque
vecino de allí, que se llamaba don Gomez se quisieron quedar é oíros por no poder
de Luna, é quiso cortar otras á ciertos más, é con los que ovo é con los quél sc
cavalleros; y ellos, como leales servido- traia é ios que más juntó de la comarca
res de Su Magestad y enemigos de la ti- juntó doscientos hombres. Armólos me-
ranía, hicieron lo que dicho es. dianamente de las armas que tomó é otras
Juntó Diego Centeno çient hombres de- quél hiço hacer de plata, é assentó una
baxo de una bandera que levantó por Su fragua, é hacíanse arcabuces é otras ar-
Magestad, y en ella estaban las armas mas.
reales y el águiia del imperio, é por orla Aviendo ya tres meses quel visorey es-
della una letra que dice : taba en Popayan, aderescándose para la
Aunque mucho se combata,
guerra, vinieron á él dos ó tres hidalgos
Al fin se deiiend«'. é mala. de los que avian quedado en Pasto á çer-
TOMO IV.
426 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tifiearle que Gonçalo Piçarro era ydo de lo principal del Perú, está por el Rey ó
Quito con la mejor é más gente que tenia por Piçarro ó de por medio. Si por él, po-
á Lima, é que quedaba por su teniente ca nesçessidad tiene de yr allá : si está
Pedro de Puelles con trescientos hombres, por el Rey, es porque saben que soys vi-
á no otro efelto sino á huyr y sabiendo vo, é son pocos los que tiene Piçarro pa-
quel visorey yba. Esta nueva teníanla ra desbaratallos, é ha de esperar tres
por tan cierta los que fueron, é por tal meses para que le traygan el armada que
certificaron, é decían que les cortassen tiene en Panamá, que tiene quinientos ó
las cabeças si no fuesse assi, é que Pe- seysçientos hombres : si lo de arriba está
dro de Puelles tenia tan cerrado el cami- por medio, diçe Piçarro que esté assi,
no con palenques é guardas de chripstia- porque os tiene la delantera, é cada dia
nos é indios, que no podía passar nadie, echa nuevas, con que animan á los suyos
é aqueste recalamiento era por la flaque- é desmayan á los vuestros, é vos no po-
ça que tenia. deys hacer de vos lo que quereys, por-
Esta raçon quadró al visorey mucho, que , como he dicho, está vuestro contra-
é para hablar sobrello hiço consulta, en rio delante é tiéneos cerrada la puerta,
la qual entró con el gobernador Benalcá- como hombre de guerra, mostrando te-
car y el oydor licenciado Alvarez y el mores para daros á entender que no es él
maestre de campo Johan Cabrera, é al- el que está en Quito, sino Pedro de Pue-
gunos capitanes: é don Alonso de Monte- lles é que de temor vive recatado. E doy-
mayor , y el visorey é todos ellos, oyen- le paresçer á Vuestra Señoría que espe-
do lo que los mensajeros dixeron, fueron re la gente que ha enviado á llamar de
de paresçer de yr á Quito, paresçiéndo- Bogotá ; é si esta nueva que Piçarro no
les bastantes las causas que aquellos de- está en Quito no es de persona que haya
cían para creer que Gonçalo Piçarro no visto que allí no está, nö es de creer tal
estaba en Quito, é que era bien yr, por- nueva, pues ques de oydas*.
que la tierra era más gruessa que la de Acabada su habla de don Alonso, que
Popayan, é que se reharían de lo que les á la verdad habló como prudente, se di-
conviniesse. Don Alonso, contra el pares- xeron allí otras cosas muchas é loóse su
çer de todos, dixo que Gonçalo Piçarro paresçer, porque dio otras causas sufi-
estaba en Quito, é que á ello pornia su cientes, assi como la nesçessidad de la
cabeça, é dio estas causas al visorey por gente, de comida é otras cosas. Otros é
donde se fundaba, é dixo assi: los demás dixeron que debían yr á Qui-
«El mayor enemigo é más principal, que to, pues los mensajeros tanto se certifica-
Gonçalo Piçarro tiene, soys vos, é me- ban que Piçarro no estaba en él ; y el vi-
diante vuestra vida está la suya desaso- sorey mandó que todos se aperçibiessen
segada: é más guerra le haçeys con solo para yr á Pasto, é llegó allá con su gen-
vuestra persona que quinientos hombres te é recogió los soldados que avian que-
sin ella. Otra puerta para entrar en el Pe- dado , é con ellos é los demás se cumplie-
rú no teneys sino Quito: no es raçon que ron á trescientos é treynta hombres.
os la dexe abierta Gonçalo Piçarro y os Estando en aquella villa, holgando la
dé lugar que allí os fortalezcays ; pues os pasqua de Natividad, llegó un indio que
la tiene cerrada con seysçientos hombres enviaba un hidalgo que avia ydo allá por
é hay bastimento bastante para poderlos espia del visorey; é aquella espia era ve-
sustentar diez años. É la tierra de arriba, ciño de Pasto, amigo de Pedro de Pue-
Truxillo, Lima, el Cuzco é Chalcas, ques lies, y envió á pedir licencia para yr á
DE INDIAS. LIB. XLIX. GAP. X. 42'
Quito, y él se la envió é fué allá y entró traçada la orden que avian de tener en
públicamente, é aunque el indio dixo que el caminar é Ja que avian de tener en
estaba allí Gonçalo Piçarro, díxolo por los esquadrones y en el pelear, ó hícolos
tantos rodeos é contradiciéndose en tan- ensayar para que mejor se entendiessen.
tas cosas, que lo más cierto que daba á É aviendo andado siete ú ocho leguas, co-
entender á buenos entendimientos era es- mençaron á topar corredores de Piçarro,
tar solo Pedro de Puelles é alguna gente é todos decían que hacían muestra para
bien poca. É cómo el visorey era ene- entretenerlos del visorey, mientras Pedro
migo de tractar mal á indios, no quiso de Puelles huia de Quito; é creyendo es-
atormentar aquel indio: antes dio crédi- to é no otra cosa, llegaron al pueblo de
to á solo su dicho simple, y entendió é Otávalo, ques diez leguas de la cibdad.
creyó que Piçarro no estaba en Quito; é é allí se supo cierto de los indios que
todos, desseosos de yr, decían que sin Gonçalo Piçarro era el que estaba en ella
dubda era ydo á Lima, porque lo de ar- con mucha gente, é que tenia nueva quel
riba le importaba más. É don Alonso, co- visorey llevaba más. É no dexando de
mo es dicho, fué de contraria opinion de caminar, se pusieron á quatro leguas de
todos, é suplicó al visorey que hiçiesse Quito, en un rio que se dice Gvallabam-
ciertos ardides para saber la verdad; é ba: é los contrarios estaban de la otra
porque fueron dados por su paresçer, no parte en una sierra alta é puestos en el
los quiso escrebiren esta su relación. camino, porque como tenia nueva que
Passada la pasqua, salió el visorey de los leales eran muchos, no osaba espe-
aquella villa de Pasto, y en siete ú ocho rar los contrarios sino en passo fuerte. Y
dias llegó á un pueblo que se llamaba estando los corredores del visorey é los
Tuso, veynte leguas de allí é otras tan- de Piçarro no más léxos sino el rio en-
tas de Quito. En este camino lomó mu- medio, les dixeron los nuestros que para
chos naturales é algunos que salian á ser- qué querían ser traydores, é que por ta-
vir, é todos le dixeron que Gonçalo Pi- les los pregonassen en España y en todas
çarro era ydo á Lima, é que Pedro de partes, é que viniessen á servir al viso-
Puelles quedaba allí en Quito con tres- rey , pues repressentaba la persona de su
cientos hombres; y el visorey mandó lue- Rey natural, é dexassen de seguir á un
go llamar sus capitanes, que eran Cepeda tirano, el más mísero del mundo é hijo de
y Bacán, de gente de caballo, é tenían un molinero. É los otros corredores di-
cada treynta de caballo, y eran capitanes xeron que Gonçalo Piçarro era muy gen-
de arcabuceros Sancho Sanchez Dávila é til cavallero é gobernador por el Rey, é
Francisco Hernandez, é tenían cada çin- quel visorey no era más que un hombre,
qüenta de capitania. É Rodrigo Nuñez que se llamaba Blasco Nuñez Vela, é que
era capitán de piqueros, é capitán de la su Cessárea Magostad le avia enviado û
guarda Pedro de Heredia, é tenia algunos llamar para que no gobernasse ; é que la
piqueros, é con essos é con los de Ro- gobernación de todo el rey no avia da-
drigo Nuñez eran ochenta hombres: é do á Gonçalo Piçarro, é questo era çierlo,
también tenia veynte ó treynta arcabu- porque les avia dicho que le venían ya
ceros Johan Cabrera, maestre de campo. las províssiones dello.
E allí hiço en aquel pueblo el visorey su Esta nueva avian echado Piçarro y el
general á don Alonso de Montemayor, é licenciado Cepeda, quando supieron que
dióle sessenta de caballo que tenia en su yba el visorey para animar su gente, por-
compañía; é fecho esto, dio el visorey que la tenia temerosa en pensar que avia
428 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de dar batalla á un visorey que traia más Prisca, año de mili é quinientos é qua*
de mili hombres; porque entrellos se tenia renta y seys años.
esto por muy cierto, é los corredores del Toda aquella noche estuvo Piçarro en
visorey lo dixeron á los suyos, é también arma, hechos sus esquadrones, y en
los de Piçarro refirieron á los suyos lo amanesçiendo, envió corredores al rio; é
que los nuestros deçian. É replicaron los siguiendo el camino toparen un clérigo
leales que aunque los enemigos oviessen que venia con el visorey, y él á ciegas
de aquella batalla la victoria, que miras- se metió entrellos. Y del supieron la po-
sen que peleaban con un Emperador el ca gente que llevaba el visorey é que
mayor del mundo é su Rey natural, é que yba mal aderesçado, é cop esto los con-
podia enviar tanta gente sobrellos que no trarios cobraron ánimo; é algunos que
los dexassen parar ni vivir en ninguna avía entrellos, que tenian voluntad depas-
parte. sarse á servir al Rey aquella noche é lo
La gente de Piçarro no podia juzgar avian procurado é no avian podido, có-
desde arriba la cantidad de la del viso- mo supieron quán flaco estaba el real de
rey ni essotros la de Piçarro, é por dar- los leales, acordaron de estarse en el de
les á entender que los nuestros eran mu- Piçarro, porque claro vieron, por la mu-
chos é que yban regocijados, campea- cha ventaja quel tirano tenia de más gen-
ban con sus banderas, tiraban arcabu- te é mejor armada, quién avia de aver la
ces, corrian caballos á unas partes é á victoria.
otras, mostrando regocijarse. También supo Gonçalo Piçarro, des-
Allí usó el visorey de un buen ardid, que no volvieron sus corredores por el
é fué que ya que anochesçia hiço muestra camino que yba el visorey, que debia
de los indios de servicio que llevaba (que darse toda priessa á defenderle la entra-
eran más de dos mill) que passaban el rio, da en la cibdad, pero no pudo llegar á
é que por allí avia de acometer; é dexó tiempo, porque media hora antes que lle-
á un clérigo con dos arcabuces é un atam- gasse avia entrado el visorey. É luego
bor, para que en seyendo bien escuro, lo supo de algunos que en ella avia que Pi-
tocasse é se disparassen los arcabuces, çarro tenia más de septeçientos hombres
para dar á entender que allí estaba toda bien aderesçados, é doscientos arcabu-
la gente. Viendo esto los contrarios, pu- ceros é doscientos de caballo é trescien-
sieron toda su fuerça en la avanguardia, tos piqueros: é con saber esto, desmayó
y el visorey caminó por otro camino que mucho la gente del visorey, y él los ani-
avia mucho que no se caminaba ni Piçar- mó diciendo que no se espantassen de
ro tenia noticia del é no le guardaba. ver muchas picas é lanças, que ya po-
Este camino estaba seys leguas de Qui- drían venir en poder de indios é negros,
to é podia por él dar en las espaldas á Pi- é que la causa quellos sustentaban, era
çarro; é aunque para este efetto se dio justa y en servicio de Dios é de su Rey,
mucha priessa, pensando que la noche é que les rogaba que todos peleassen ani-
turara é que antes del día lo pudieran ha- mosamente é como quien eran. E assi pu-
cer, amanesció dos leguas antes que lle- so su gente en orden é salió un tiro de
gassen á ponerlo en efetto, porque el ca- ballesta de la cibdad, donde avia ya lle-
mino no se usaba y estaba tan áspero que gado Gonçalo Piçarro, é su gente traían
se lardaron: é quando llegaron á Quito por nombre é apellidando: «Libertad,
era dos horas después de medio dia, lu- libertad» : y el visorey mandó á la suya
nes diez é ocho de enero, dia de Sancta que dixessen: «Lealtad, lealtad». Allí co-
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 429
mençaron los arcabuceros sobresalientes á lló:— «No haga Vuestra Merced tan grand
tirarse, y eran cinqüenta á cinqüenta; é baxeça: córtesela un negro». É assi llegó
los del visorey retiraron un poco á los un negro de Carvajal é se la cortó, te-
enemigos; pero acabóseles luego la pól- niendo muchos al visorey las manos é los
vora, que no tenian para más de quatro piés; é quando se la cortaban, comencó á
ó cinco cargas ó tiros, é los de Piçarro decir el salmo de Misserere met, Deus, hi-
llevaban mucha; é viendo el visorey que riéndose lo mejor que podía en los pe-
le haçian daño é no lo resçibian los ad- chos; pero no se lo dexaron acabar.
versarios, adelantóse de la retroguarda, Después de cortada la cabeça, dice que
donde su gente le avia suplicado quedas- llegaron muchos é le pelaron las barbas,
se con quince de caballo, é púsose en la é alcancó la mayor parte délias Antonio
primera hila, diciendo con voz alta: — de Robles, hermano del capitán Martin
«Cavalleros, yo tengo de ver el ser de de Robles, é dixo que las quería para
vuestras personas, é hoy days la tierra á mostrar en Lima. É cómo le tiraron las
vuestro Rey é la quitays de poder de ti- barbas y él estaba sin cabello, no sabia
ranos: la causa es de Dios». É dicho es- el negro cómo llevar la cabeça; mas á
to tres veces, mandó arremeter, é salió su placer diólc una cuchillada en el car-
en los primeros. Estaba la gente de ca- rillo, é metiéndole el dedo por la boca
ballo de Piçarro detrás de su infantería, é sacándole por la cuchillada la llevó, é
que no se paresçia sino tres ó quatro fi- fué con ella tras su amo el licenciado Car-
las, é no pudieron topar con más, é ovo vajal. É truxéronla por las calles é plaças
poca resistencia en ellos. El visorey en- de la cibdad, algunos dicen que prego-
contró á uno que se llamaba Montalvo é nándola por alborotador; é lleváronla Car-
dio con él en el suelo. vajal é Pedro de Puelles á poner en la pi-
Las primeras filas de caballo del es- cota, y estándola atando en ella, llegaron
quadron del visorey encontraron en las dos hidalgos, que se llamaban Johan
tres ó quatro que se paresçian de los de Dolmos é Johan de Olea, é á ruego dellos
Piçarro é los rompieron, é la demás gen- se dexó de hacer; porque dixeron que
te de caballo del visorey, no hallando paresçia mal traer tan afrentadamente la
con quien encontrar, passaron algo de cabeça de un visorey, que repressenía-
largo; y el golpe é mayor cantidad de la ba la persona de un rey, el más podero-
gente de caballo dio en ellos por un tra- so del mundo.
vés, é fácil cosa de desbaratallos. El cuerpo quedó en el campo, donde
Estando ya el visorey perdida la lança fué dexado, é le quitaron Jas armas ó
del encuentro, recogía la gente suya; é vestidos é quedó en carnes, sin ropa al-
viendo esto un hidalgo de Jos de caballo guna que lo cubriesse; é algunos cava-
de Piçarro, que se llamaba Hernando de lleros, que se hallaron con Piçarro, que
Torres, encontró al visorey é derrocólo, eran de Ávila é conosçian al visorey, con
pero no lo hirió; é allí cargaron del mu- licencia del tirano fueron al campo é tru-
chos de los contrarios, y estándolo mal- xeron el cuerpo é juntáronlo con la ca-
tractando, llegó el licenciado Carvajal é beça , é pusiéronlo en casa de un vecino.
díxole:—«Blasco Nuñez, conosçeysme La infantería del visorey hícolo tan
que soy hermano del factor Guillen Xua- bien, que quassi tuvo desbaratada la de
rez de Carvajal?» Y el visorey calló. Y el Piçarro, sino que como eran pocos, luego
licenciado se apeaba á cortarle la cabe- murieron los más; é los que quedaron des-
ça, é dixo Pedro de Puelles que allí se ha- mayaron, como vieron muerto al maes-
430 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tre de campo Johan Cabrera é á Sancho missa, pusieron su silla y estrado encima
Sanchez Dávila, é mal herido á Rodrigo de la sepoltura del visorey, é todos juz-
Nuñez de Bonilla. Murieron de la parte garon que fué por menospresçio por te-
del visorey quarenta ó cinqüenta á los nelle debaxo de sus pies.
primeros encuentros ; é después de ren- Cortó allí Gonçalo Piçarro las cabeças
didos, mataron los contrarios más de é ahorcó al capitán de la guardia Pedro
ochenta ; é de la parte de Piçarro murie- de Heredia, é Alonso Castellanos, é Alon-
ron veynte é cinco ó treynta, é salieron so Vello, é á Pedro Antonio, é Alonso de
muchos heridos de ambas partes. Roxas: sacó del monesterio de Sanct
El adelantado Benalcácar salió poco Francisco, debaxo del Sanctíssimo Sa-
herido, é despues que estaba en una ca- cramento , despues de passada la batalla
sa do le avian llevado, entró Antonio de más de dos meses, al capitán Diego de
Robles é dióle otras dos ó tres heridas Torres é á Sancho de la Carrera, vecinos
en la cabeça é una en la mano, é quitó- de Quito; les cortó las cabeças é luego
le una cota de malla. casó sus mugeres por fuerça con dos sol-
El oydor Alvarez salió mal herido en dados suyos.
la cabeça de dos ó 1res hachaços. Desde á diez ó doce dias que passó la
Don Alonso de Montemayor salió con batalla, fué á la possada de don Alonso de
una estocada que le passó todo el pes- Montemayor un capitán de Piçarro, ami-
cueço é gaznate (que lo que comia é be- go suyo, é le dixo en secreto que avian
bía echaba por la boca de la herida), en acordado en consulta que pues no morían
un muslo y el caballo ; y estando pelean- de las heridas el adelantado Benalcácar
do dentro del esquadron de Piçarro, ha- é don Alonso y el oydor Alvarez, que si
ciendo lo que podia, conosçiéronle algu- los matassen públicamente que sonaría
nos cavalleros que estaban en él, amigos mal, pues los avia perdonado, é que
suyos, los quales eran el capitán Gomez era bien que muriessen, echándoles en
de Al varado é Johan de Saavedra é Fran- las heridas con que los despachassen,
cisco Marmolejo é Diego de Carvajal é é si no muriessen assi, con darles algún
otros. É aunque eran de la amistad de bocado. El que dio este aviso á don
Piçarro, le defendieron é ampararon de Alonso también avisó á Benalcácar, é dí-
los que acudian á le acabar de matar, xoîc á don Alonso que le pessaba, por-
é lleváronle á la cibdad al monesterio de que no tenia lugar de avisar al oydor Al-
la Merced, é dexáronle allí con guarda; varez, é por esso creería que morirían
é fueron á Gonçalo Piçarro á pedirle en brevemente: é assi fué que después de
merced la vida de don Alonso, é no lo estar sano de las heridas, le convidó el li-
quiso conceder hasta que supo que esta- cenciado Cepeda, é salió del convite con
ba con heridas de muerte ; é seyendo de- tal basca en el estómago, que no se le
llo informado, dixo quél le perdonaba, quitó hasta que murió de ahí á quatro
porque estaba tan malo. dias. El gobernador Benalcácar é don
Aquellos cavalleros de la tierra del vi- Alonso guardaron secretamente el aviso:
sorey, desque juntaron el cuerpo é la ca- no se pudo efettuar en ellos la mesma
beça , lo enterraron no en lugar muy pre- muerte, é viendo Gonçalo Piçarro que
minente en la iglesia, porque otros que don Alonso vivia, acordó de le desterrar
estaban allí enterrados estaban más aden- para Chile, que hay mili leguas de allí,
tro en el altar mayor ; é de ahí á tres ó é que fuesse debaxo de la mano de un su
quatro dias, que Gonçalo Piçarro fué á capitán, llamado Antonio de Ulloa, quél en-
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 431
viaba allá, é también desterró para aque- montañas que se han visto en Indias, é
lla jornada á çinco vecinos de Quito, que quedaron sin tener quien les llevasse co*
eran el capitán Rodrigo Nuñez de Boni- mida ni ropa ni otra cosa, á merced de
lla , el contador Francisco Ruiz, el thes- Dios , que por su infinita bondad fué ser-
sorero Johan de la Puente, Hernando de vido de sacarlos de allí é poner el monte
la Parra, Johan Gutierrez de Pernia, é é ciénegas mejor que nunca avian es-
á dos vecinos de Sanctiago de Guayaquil, tado.
que se llamaban Francisco de Chaves é Tenian Gonçalo Piçarro é los principa-
Hierónimo Rodriguez é á otros diez ó do- les de su campo por mancebas las muge-
ce soldados del visorey. É también des- res casadas é solteras, á pesar de sus
terró á un frayle de la Merced, comen- maridos ó debdos : é dice don Alonso que
dador de Quito, confessor del visorey: al preguntó á unos vecinos de Quito si sa-
qual acaesció un buen qüento con otro bían que oviesse en aquella cibdad alguna
frayle de su Orden, de missa, que se lla- muger libre que se oviesse podido guar-
maba fray Pedro Nuñez, que andaba con dar de Piçarro. Dixéronle que Piçarro
Gonçalo Piçarro; é fué quel fray Pedro tenia una muger de un Pedro de Fructos,
entró en la batalla con una cota é otras vecino de allí, é que por tenerla más or-
armas debaxo del hábito, é un sombrero dinariamente, envió al marido que resi-
de terciopelo pardo con los cordones de diesse en unas minas que son más de
oro encima de un casco, é porque los cinqüenta leguas de allí, y estando el po-
soldados de Piçarro llevaban bandas ro- bre hombre allá, parescióle al tirano que
xas, púsose el buen frayle por banda una era bien matarle, y envió á decir que lo
estola roxa y el manípulo en el molledo hiçiesse un Hernando de Çavallos, que
del braco derecho : é despues que la vic- estaba allí por alcalde de minas; é aquel
toria quedó por Piçarro, topó este fray era hombre de buena consçiençia é no lo
Pedro con el comendador, y echó mano quiso hacer. Por lo quai Piçarro envió á
á la espada, é dióle quatro ó cinco espal- prender á Çavallos, dando á entender
daraços en la cabeça tan reseios, que lo que avia hurtado mucho oro en las mi-
derribó de una muía en que yba, y en el nas ; é sabiendo que Jo traían presso, en-
suelo le tornó á dar muchos puñetes é vió á su sargento mayor para que lo ahor-
coçes, diçiéndole: « Pesse á tal con el casse en el campo, é assi se hiço; é por
frayleçillo denodado », é díxole otras pa- otra parte envió á un soldado, llamado
labras feas. Assi que, no le bastando al Viçençio, para que matasse al Pedro de
pobre comendador ser tan maltractado Fructos, é lo mató de tres ó quatro esto-
de la manera que está dicho, lo echaron cadas que le dio durmiendo en su cama,
de su casa é lo desterraron con los otros y en pago deste servicio le dio Piçar-
vecinos de Quito para Chile é con los de- ro dos mili pessos de oro y echólo de la
más : é mandóles Piçarro que fuessen por tierra.
el peor camino de tres ó quatro que Dice esta relación que dexa de ha-
avia, y envió con ellos á su maestre de blar en otros adulterios públicos de Gon-
campo Pedro de Puedes para que les qui- çalo Piçarro é sus secaçes con casadas é
tasse los indios de carga que llevaban en solteras, y en la manera que este tuvo en
la parte que tuviessen más nesçessidad matar á sus maridos, por venir á hablar
dellos. É assi lo hiço: que se los quitó en lo que hiço Franciscode Carvajal, des-
donde avia cinqüenta leguas de despo- pues que salió de Quito, é que se dirá
blado por las mayores ciénegas é rios é en suma, porque aunque lo dixesse en
432 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cifra ó letra por cada caso, es poco á está en el monesterio de la Merced en
respecto de lo que higo por todo el cami- Lima.
no , por donde fué recogiendo la más Traia este alcalde por toda la cibdad
gente que pudo para yr sobre el capitán ordinariamente cargados de sogas dos ó
Diego Centeno, porque tenia nueva que tres negros, é tomó esta orden de Fran-
tenia doscientos hombres, y él metería cisco de Carvajal, al qua! esta invención
en Lima quarenta ó çinqiienta, é llevólos era ordinaria. É deçia aquel Pero Martin
consigo camino del Cuzco. E cómo todos que no se le daba más yr al cielo que al
los más soldados eran de los que avian infierno, é hiço otras muchas crueldades:
servido al visorey, yban tan contra su é después de aver atormentado aquellos
voluntad, que acordaron estos é otros cavalleros, envió á decir á Carvajal que
que avia en Lima de buena intención que matasse algunos de los que llevaba, por-
quando Carvajal fuesse salido de allí é que ellos le querían matar. É no lo dixo
llegado á çinqilenta ó sessenla leguas, al- á sordo, porque luego ahorcó (res en la
gunos de los que yban con él lo tomas- cibdad de Sa net Johan de la Victoria,
sen: é los que quedaban en Lima hi- donde le llegó aquel mal aviso, y essos
cieran otro tanto al teniente de allí, que fueron Perucho de Aguirre, é Pineda y
era Lorenço de Aldana, é que luego se Hernando de Çambrana. É caminó luego
juntarían todos é alçarian banderas por á Lima con la gente que llevaba, aunque
el Rey. Acordado esto en ambas partes, algunos se le huyeron de los que estaban
descubrióse en Lima á un alcalde de allí, en aquel acuerdo de matarle : que fueron
que se deçia Martin de Seçilia, grand Hernando Pantoja, Hernando de Rivas,
amigo de Piçarro é muy villano, cruel é Toribio de Güemes é otros hidalgos ser-
igual á Francisco de Carvajal. Este alcal- vidores del Rey. É dexó Carvajal de yr
de prendió á muchos é ahorcó luego á adelante, porque también le avisaron de
tres hidalgos, llamados Pero Girón, Pe- Lima Melchor Verdugo, vecino de Tru-
ro Rodriguez é Bermudez, é dio tormen- xillo, que avia tomado en aquel pueblo
to muy resçio á dos cavalleros ó tres; el un navio que tenia mucha ropa suya é de
uno se deçia Johan Velazquez, capitán Hernando Bachicao, que eran ambos
de la guarda del visorey, que por no le compañeros, é avian metido en éj ciertos
poder seguir avie quedado allí, é túvolo soldados é no sabian donde yr con ellos.
al pié de la horca, é á ruego de muchas Llegado que fué á Lima Francisco de
mugeres lo dexó de ahorcar, é por se Carvajal, estuvo allí un mes, en el qual
aver bien con él, le cortó la mano dere- tiempo procuró matar á muchos, en espe-
cha (é no manda la siniestra del tormen- cial al provincial de Sancto Domingo, por-
to que le dio) é trúxole á la vergüe*nca,é que predicaba el servicio de Dios é del
después de hecho esto le mandó que se Rey é les mandaba á los frayles que no
metiesse frayle, si no que le mataría. El absolviessen á los que fuessen contra es-
pobre cavallero lo hiço assi, y es frayle to : é para efettuar su mal desseo, envió
en el monesterio de Sancto Domingo, é dos soldados á un horno de cal, que es-
no puede comer, si no le ponen el manjar taba media legua de la cibdad, donde
en la boca, porque no tiene manos. Tam- estaba el regente, é los soldados, aun-
bién dio allí tormento este Pero Martin que fueron allá é hablaron con él, no lo
sobre el proprio caso á otro hidalgo, osaron efettuar.
que se llamaba Cortés, é fué tal que no Allí tuvo cierta nueva Carvajal quel ca-
se puede aprovechar de manos ni pies, y pitán Centeno estaba en los Chalcas con
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. X. 433
doscientos hombres, é porque tenia la ros que deçia que traie. Para esto acordó
voz del Rey y era hombre liberal, cada Centeno que su maestre de campo Lope
día juntaba más. É sacó el Carvajal de de Mendoça quedasse con çient hombres,
Lima ciento é çinquenta, y para haçeliose é todo el real y él fuésse con otros ciento
proveellos de algunas cosas, echaba pecho á la sierra á dar vista al real de Carva-
á los vecinos de la cibdad é á los officia- jal: é assi lo hiço, é dióla de dia, pensan-
tes é otras personas que tenían algo, é do que algunos se le passarian, é á me-
hasta las mugeres enamoradas, é á cada dia noche tornó otra vez, metiéndose en
uno conforme á lo que tenia, é algunos el real de Carvajal, é viendo que no se le
tallaba en todo lo que sé le antojaba : é passaba gente, parescióle que no se le
después de recogido esse pecho, lo toma- passaban por estar fuerte é con grand
ba para sí. En fin, sacó la gente que ten- exérçito Carvajal, é acordó de hurtaile
go dicho, é fué con ella al Cuzco; y en el cuerpo é juntarse con Lope de Mendo-
llegando, ahorcó á tres vecinos de allí, sin ça é yrse al Cuzco, porque este soldado
ponerles cargo alguno, sino porque eran Hernando de Rivas avie dicho que en la
ricos: decíanse Hernando de Aldana, Die- cibdad del Cuzco avian quedado muchos
go de Narvaez é Gregorio de Setiel; é servidores del Rey, é quedesseabanjun-
también ahorcó allí á un soldado que se tarse con capitán que tuviesse su real
llamaba Pineda. Y echó en aquella cibdad nombre. É con este paresçer deste solda-
otro pecho como en Lima, é lo mesmo do caminó Diego Centeno é su maestre
hacia en los otros pueblos, é assi lo que de campo é sus capitanes é soldados, é
se recogía como lo que quedaba de los todos lo aprobaron, é con toda diligencia
assi muertos injustamente todo lo aplica- tomaron el camino del Cuzco, porque dar
ba para sí con color que era para los gas- batalla á Carvajal, su gente estaba fir-
tos de la guerra. Juntó allí trescientos me y era perder Centeno la suya, porque
hombres bien aderesçados, é fué con era menos é no bien armada. Aquella
ellos á buscar al capitán Diego Centeno; noche que Diego Centeno dio en el real
y estando él veynte leguas del, como de Carvajal tenia tanta guarda en él, que
yban todos los soldados ó los más dellos todos estaban puestos en sus esquadro-
mal con Carvajal, concertaron diez dellos nes é ninguno podia salir sin ser sentido;
de se passar á Centeno é avisarle que to- é como fué claro que vio la gente de
dos los que Carvajal llevaba yban de ma- Centeno, reconosció que solo venia á dar-
la gana con él, é que si se acercaba, mu- les arma, é mandó á la suya que cabal-
chos se le passarian. É fué tan mohíno es- gasse é siguiesse el alcance, porque los
te capitán que todos los diez que se le contrarios venían de huyda: é siguió aquel
passaron no llegó á su real sino uno é los alcance trece ó catorce leguas, y en él tu-
demás se perdieron ; é aunque aquel sol- vieron algunas escaramuças, sin passarso
dado era de crédito é avia servido al viso- nadie á Diego Centeno. Antes le tomaron
rey é se avia huydo de Carvajal una vez un soldado de los que llevaba, que se
en Guamanga (y era Hernando de Rivas) deçia Vidal, é lomáronlo quassi noche, é
é les deçia á Diego Centeno é su gente mandó Carvajal que no lo malassen lue-
que la que tenia Carvajal venia de mala go, é hícolo desnudar en carnes é atar
gana con él, é que si Centeno les pressen- pies é manos, é mandóle echar en un
tasse la batalla, se le passarian muchos; prado donde se apossentó, que hacia el
no le dieron crédito por yr solo, antes le mayor frió del mundo, y el pobre solda-
tenían por espia por no yr los compañe- do daba toda la noche muy grandes vo-
TOMO IV. 55
434 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ces á Carvajal é á los de su real, diçién- é no sin lágrimas dixo que les rogaba
doles que por amor de Dios le matassen que todos se dividiessen en pequeñas
é no hiçiessen tan grand crueldad en él: quadrillas é se escondiessen é tuviessen
que seria causa de desesperarse á causa aviso de saber donde se levantaban.
de la mucha nieve é frío que caia sobre Centeno se apartó con solo un criado
él ; é Carvajal mandó que lo dexassen as- suyo ; el maestre de campo Lope de Men-
si estar, é à la mañana fué á él é hallólo doça llevó diez; Alonso Perez Castillo con
quassi sin habla, é para aliviarle de su otros pocos; Luis de Rivera llevó otros
trabaxo, mandóle dar un garrote, é allí lo siete ú ocho consigo, y en fin todos se
dexó muerto. dividieron, sin saber los unos donde
El capitán Diego Centeno caminó con yban los otros ; é acabados de se apartar
sus soldados hacia el Cuzco, que está del puerto, llegó á él el navio, y en él el
ciento y- treynta ó ciento y quarenta le- capitán Rivadeneyra ; é luego el Francis-
guas, é algunos por llevar los caballos co de Carvajal, siguiendo el alcance (que
fatigados se quedaban, é otros se escon- avia desde donde lo comencó á seguir
dían, paresçiéndoles que yban desbarata- más de ciento é veynte leguas) é sabia
dos é que si Carvajal los topaba los haria de los que avia tomado cómo avia Cente-
quartos, como lo acostumbraba.* E (antos no enviado á tomar el navio. Yen llegan-
se le quedaron á Centeno, que no le que- do, le mandó tirar á ciertos arcabuceros
daron sino sessenta ú ochenta hombres. é cavear, pensando que era aquella seña
Paresçiéndole que no era parte con ellos de Centeno; pero como era otra, no acu-
para entrar en el Cuzco, acordó de en- dió Rivadeneyra, é viendo esto Carvajal,
viar un capitán suyo de arcabuceros, lla- le envió unos indios en una balsa con una
mado Diego de Rivadeneyra , con quince carta de seguro para él é su gente, é
soldados á tomar un navio que estaba en prometióle muchas cosas, si se viniesse á
un puerto que se dice Arica, é lo Uevas- meter debaxo de su mano; pero Rivade-
se á otro que se llamaba Arequipa, que neyra, como buen servidor del Rey, le
está el uno del otro einquenla leguas, é respondió que no seguía él á tiranos.
que ios que con él yban se meterían en Avia en aquel navio dos ó tres mili bulas
él é se saldrían de la tierra : é dio Cente- que llevaban á Chile, y envíeselas todas
no á Rivadeneyra cierta seña para que Rivadeneyra á Carvajal, diciendo que
en viendo que se la hacían de la tierra, se las enviaba porque según sus peca-
se Ilegasse á la costa con el batel é no de dos é maldades las avia menester para
otra manera. asolverse, é luego Rivadeneyra se hiço
Francisco de Carvajal siguió á Centeno á la vela, é vino á desembarcar á Gua-
con tanta diligencia, que desde á tres ó timala con su gente para esperar allí lo
quatro dias le tomó nueve soldados, é á que subçediesse éSu Magestad mandas-
todos los ahorcó juntos; pero aunque los se, é sirviendo allí guardando aquella
mataba, no le impedia para que se estor- costa.
basse en el caminar. Con aquella muestra que hiço Diego
Llegó el capitán Centeno al puerto de Centeno de yr al Cuzco fueron allí á dar
Arequipa, donde creyó hallar el navio, é aviso dello algunos chripstianos é indios
no avia llegado, é creyendo que por ven- que avia por ahí, espiasde Alonso de To-
tura no se avia podido tomar, é sabiendo ro; é luego que se supo que Centeno yba,
Centeno quel Carvajal lo seguía. habló á creyendo que con victoria, salió huyen-
los que con él avian llegado hacia la mar, do de la cibdad con quince ó veynte ami-
m INDIAS. LIB. ,\LIX. CAP. X. k ÚO
gos suyos la via de Lima, é los que que- muerto á su visorey é otros muchos ve-
daron en el Cuzco apellidaron en nombre cinos é soldados; que después Carvajal
del Rey é de Centeno en su real nombre, desbarató â Centeno; é también les dixo
porque ya tenían nueva quel visorey era que si ellos eran servidores del Rey ó le
muerto. Y el obispo del Cuzco fray Johan querían servir, quel tiempo era apareja-
de Solana habló á todos los vecinos é sol- do; el qual tenia ochenta mili ducados
dados, é hiço juntar los alcaldesa algua- que les repartir, é púsoselos delante pa-
cil mayor, y eran alcaldes Martin de Sa- ra que comprassen ó hiçiessen dellos lo
las é un tal Mançano y el alguacil ma- que quisiessen. El capitán Nicolás de He-
yor Johan Baptista; y estuvo la cibdad redia le dixo quél venia por capitán ge-
por el Rey dos ó tres días hasta que se neral de aquella gente; pero porque via
supo quel capitán Centeno yba huyendo que Lope de Mendoça hablaba como buen
é desbaratado. E con esta nueva volvió cavallero, é como tal avia servido á Su
Alonso de Toro á la cibdad 6 ahorcó á Magestad, él se metería con todos los
Martin de Salas, el alcalde nuevo, y el que traia debaxo de su mano, y ellos mo-
otro alcalde Baptista se escapó huyendo. rirían por restituyr al Rey su tierra. É to-
Este Alonso de Toro supo en el Cuzco dos los que allí venían dixeron que no
cómo el visorey era muerto é hiço mu- querían nada de los ochenta mili duca-
chos regocijos, é porque el obispo que- dos, sino morir haciendo lo que debian,
ria hacer honras funerales por el visorey, é que para ello se metían debaxo de la
envióle á decir Alonso de Toro que jura- mano de Lope de Mendoça, como su ca-
ba á Dios que si las mandaba hacer de pitán Heredia lo mandaba, é quél orde*
ahorcarle é á qualquier clérigo ó frayle nasse lo que se debia de hacer, porque
que le dixessc missa. . con entera voluntad seria obedesçido de
Como Francisco de Carvajal vido yr el lodos.
navio de Rivadeneyra, é no supo por dó Lope de Mendoça se lo agradesció mu-
iba Centeno é su gente, recogió él la que cho , é ordenó la gente é fué sobre Fran-
tenia, é volvió á los Chalcas á goçar de cisco de Carvajal, que estaba muy cer-
unas minas de plata muy ricas que avia ca; é acometiéronle sessenta arcabuce-
descubiertas, é llevó doscientos é çin- ros é otros tantos piqueros: acometió
qüenta hombres, y enviólos á un pueblo Mendoça con tan grand ímpetu, que me-
de indios, que se dice Colabamba. tió gente en el real; pero al entrar le
Lope de Mendoça, yendo á unos in- mataron muchos. É aquella noche mudó
dios suyos que tenia en término de los Carvajal tres ó qua tro capas de colores
Chalcas, con diez ó doce hidalgos que le diferentes, por no ser conosçido de su
seguían de los de Centeno, topó con cien- gente, porque se temía más della que de
to y çinqiienta hombres que salieron de la contraria ; pero no pudo disfraçarse
una entrada que avian ydo á hacer dos tanto que uno de los suyos no Je conos-
años avia, é por ser gruessa la tierra y çiesse, é tiróle un arcabuçaço; é como
ellos pocos dieron vuelta. Era su capitán siempre el diablo le ayudaba, no le acer-
dellos un vecino del Cuzco llamado Nico- tó sino muy poco, y en parte donde no
lás de Heredia, é todos venían bien ade- fué nada la herida. Y viendo Lope de
i esçados de armas é caballos, é Lope de Mendoça que por allí no podia entrar, lii-
Mendoça les dixo todo lo subçedido en la ço retirar, é retirándose passáronsele un
tierra, é cómo Gonçalo Piçarro la tenia soldado ó dos de los de Carvajal, é di-
usurpada á Su Magestad, é que le avia xéronle que todo el fardaje que Carva-
436 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
jal tenia quedaba atrás, qualro leguas de blo á donde se la cortaron más de cien-
allí, é que fuesse á tomallo : é assi fué to é treynla leguas.
luego Lope de Mendoça é lo tomó; pero Notad, letor, la buena criança por es-
llevaba quassi toda su gente desbarata- carnio de las buenas palabras de Carva-
da é algunos heridos. jal con aquel cavallero en tal tiempo di-
Luego Carvajal, como se apartó Men- chas por más ofenderle. Muchas poque-
doça , mandó que los suyos cabalgassen dades pueden colegirse dichas é obradas
é siguiessen tras él, é assi lo hicieron, é por essos tiranos é su cabeça. Passemos
tornaron á cobrar su fardage é algunos á lo demás.
soldados; é otro dia á media noche al- En este alcance prendió Carvajal á mu-
cançaron á Lope de Mendoça é le dieron chos, é cortó la cabeça al capitán Nicolás
dos ó 1res heridas. Díxose que le hirie- de Heredia é á otro soldado que se lla-
ron algunos quél llevaba, é otros dicen maba Johan Garcia, é otros soldados se
que tres ó quatro soldados de Carvajal; huyeron que aun no han paresçido, é al-
pero lo que se tuvo por más cierto, fué gunos perdonó; ó tiene toda via en los
que yendo á pié y el caballo de diestro, Chalcas doscientos hombres de guarda,
llegaron á ellos los soldados de Carvajal; sin darles paga. Y es fama que ha saca-
é como supieron que era el que yba á pié, do de las minas de plata más de dos-
se apearon con las lanças, é Lope de cientos mili ducados ó castellanos, é Iraia
Mendoça se defendió un rato con la es- consigo más de otros çient mill que avia
pada , pero no pudo tanto que se le de- ávido de haciendas de muertos, é sin
xasse de dar tres ó quatro laucadas, de justicia é con sus crueldades é de pechos
que lo dexaron por muerto; é de ahí á que ha echado á toda la tierra, só color
un rato llegó Carvajal ele dixo:—«Se- de substentar la guerra por Gonçalo Pi-
ñor capitán Lope de Mendoça, hábleme , carro.
Vuestra Merced, que bien sé que traia Desde á quatro ó cinco meses que fué
pensado darme la más cruel muerte que dada la batalla en Quito, salió de allí
pudiesse ; mas yo le digo á Vuestra Mer- Gonçalo Piçarro, é dexó repartidos los
ced que pensaba yo otro tanto, é assi lo . indios que tenían los vecinos de allí que
efettuaré». Lope de Mendoça estaba cay- siguieron la voz de Su Magestad, é dió-
do é no respondía cosa alguna, é luego los á soldados que se hallaron con él en
llegó un atambor de Carvajal, que tam- la muerte del visorey ; é los repartimien-
bién le servia de verdugo, que se llama- tos que solían servir á unos, diólos á dos
ba Peña, é díxole Carvajal:—«Peña, ó tres, é mandóles á essos á quien los
cortadle la cabeça al señor Lope de Men- dio que hiçiessen compañía de dos en
doça». Y el verdugo llegó á cortarla, é dos, é quel uno de los compañeros resi-
le dixo:—«Señor Lope de Mendoça, en- diesse con los indios, é quel otro andu-
comendaos á Dios, que os quiero cortar viesse con él siempre.
la cabeça». Y él respondió: — «Haz loque Salió de Quito con quatroçientos hom-
has de hacer: que en esso estoy enten- bres é llegó con todos á Tomebamba,
diendo». É assi se la cortó, é después de ques cinqüenta leguas de aquella cibdad;
cortada, la dio Carvajal á su maestre de é allí dividió de sí dos capitanes con más
campo Dionisio de Bobadilla, é mandó de doscientos é cinqüenta hombres, y en-
que la Uevasse á la cibdad de Arequipa vió cada uno por sí porque conquislassen
é la pusiesse en la picota; é assi la puso é ciertos indios que avia en comarca, é
no se quitó de allí. É hay desde esse pue- mandóles que si oviesse aparejo de po-
DE INDIAS. LÍB. XLIX. CAP. X. 437
blar que poblassen, con tal aditamento ovo esta relación la dá, é libra al letor
que fuessen tan çerca que todas las veçes en don Alonso; é á quien quisiere saber
que fuesse menester hallarlos, le acu- muchas cosas de portentos remite á las
diessen y estuviessen prestos. É quedóse Décadas de Tito Livío é á Dionisio Ha-
Gonçalo Piçarro en Tomebamba con çient licarnaseo en el IV libro de sus histo-
hombres, poco más ó menos ; y estando rias. Pero no dexando de verse en las
allí subcedió en Quito una cosa notable, nubes muchas figuras que bastan á los
é por la grande alteración que Gonçalo ligeros é vanos hombres para más des-
Piçarro rescibió, mandó que no se publi- vanesçerlos, si dexan de entender que
casse; pero al fin se supo algo, é fué son naturalmente causadas del viento, é
que un dia, á medio dia, se eclipsó el con él en breve passan. Pero como esta
sol é se hiço una nube muy grande en el tiranía de Gonçalo Piçarro é sus cruel-
lugar donde fué puntualmente la batalla, dades le haçen tan odioso méritamenle,
y en la nube estaba formado un león, no me maravillo que se juntassen essos
muy visible é cercado de mucha gente portentos; é los aurispiçes é adivinos,
de caballo é de pié é muchas armas, é que nos los han de declarar con su casti-
toda essa imaginería en el cuerpo de la go, no han de ser las nubes, sino la jus-
nube, é tan cerca de tierra que paresçia ticia divina é humana, pues á entrambos
no estar más alta que los tejados; é jun- gladios se ha desacatado é atrevido: lo
to, cabe ella, se formó otra nube peque- qual con el tiempo se nos manifestará con
ña con otro león dentro della, pero no su fin. Tornemos al camino.
tanto ni con mucho tan grande el león ni Gonçalo Piçarro salió de Tomebamba
tan fiero el león como el otro. É ambas con hasta ciento é cinqüenta hombres, é
nubes con essos esquadrones se pusieron fué camino de Lima, y envió delante
encima de la cibdad, é la una con la otra mensajeros á todos los pueblos del rey-
pelearon, é quedó el león grande con su no que estaban poblados de chripstianos,
gente por vencedor de la nube pequeña, para que enviassen sus procuradores á
é la consumió con todo lo que traia. «Ha Lima, porque entendía en breve tiempo
seydo esto tan público en toda la tierra, ser allá é consultaría con ellos cosas im-
que lo truxeron é tomaron por testimonio portantes.
de ciertos escribanos á Gonçalo Piçarro Creíase de todos, segund vian su cla-
á Tomebamba ; é para acabarse de cer- ra tiranía, que Gonçalo Piçarro mandaba
tificar desto, don Alonso de Montema- hacer esta junta de procuradores é de tres
yor dice en esta su relación, quél lo pre- obispos, que eran el del Cuzco é Lima
guntó á dos frayles dominicos que esta- é del Nuevo Reyno de Bogotá, que traia
ban con Gonçalo Piçarro é hartos sus ami- consigo, que era para hacerse coronar
gos, é ser lo ques dicho puntualmente. E por rey, é assi lo decían público sus so-
dice que los frayles se deçian, el uno caces, como hombres que lo desseaban;
fray Alonso de Montenegro, y el otro é aun no lo dudaban los servidores de Su
fray Luya de la Magdalena. É que otros Magestad, viendo quán á la clara hacia
muchos dicen que quando se juntaron las é ha hecho sus tiranías. É dice don Alon-
nubes, se oyó decir «viva el Rey», é que so que lo quél cree no es sino que al pres-
cayeron en tierra algunas gotas de san- sente no quiere más de desconosçer á su
gre, é que de espanto se amortesçieron Rey, hasta que esté más pujante, por-
muchos de la cibdad ó murió uno ó dos. que pocos hay tan dañados de los que le
Dice el chronista que al prcsçio que siguen, que no pretendan que Su Ma-
438 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
gestad les ha de perdonar haciéndole al- aparejo de salirse de la tierra á informar
gunos notables servicios. á Su Magestad, é dióle cierta cifra para
Llegó Piçarro á la cibdad de Truxillo, entrellos dos. Pero no eran parte para
ques ochenta leguas de Lima, é allí qui- tomar el navio, porque él é otros dos so-
tó cinco ó seys repartimientos á vecinos los que yban dentro eran servidores de
que tenían voluntad de servir al Rey ; é Su Magestad, é de los contrarios eran
de allí envió á su sargento mayor Johan doce ó quince, é díxole don Alonso que
de Sil vera por su teniente á Arequipa, le enviaría socorro para entrar á su sal-
é para que cortasse la cabeça al que an- vo é alearse con el navio. É con este con-
tes estaba por él, llamado Pedro de Fuen- cierto é cifra se apartaron, é se fué por
tes, é otros vecinos de allí, assi como la mar el Francisco Martinez é los de los
Gomez de Leon é Pedro Piçarro. dos navios, é don Alonso por tierra con
Fué esta nueva de yrlos á matar tan Antonio de Ulloa; éaqueste navio é los que
pública é cierta, que no hay dubda sino yban por tierra llegaron quassi á un mes-
que se cumplió, é luego por muertos los mo tiempo al puerto llamado Acari, ques
cuenta el auctor desta relación á todos ochenta leguas de Lima; é de allí escri-
tres, porque dice quel que lo avia de exe- bió don Alonso a! capitán Francisco Mar-
cutar ya llegaba cerca de Arequipa, é tinez , que quando oyesse voces á media
que no lo dexaria de hacer por miseri- noche, hiçiesse poner el batel junto á
cordia ni ruego. tierra, fingiendo con los marineros algu-
El capitán Antonio de Ulloa llegó á Li- na cosa, é que los que llevasse serian
ma , é allí metió todos los vecinos de gente que le fuesse á dar socorro, é que
Quito é de Guayaquil, que yban con él ya don Alonso avria presso al capitán An-
desterrados á Chile; y envióles á decir tonio de Ulloa é á los que con él yban,
Gonçalo Piçarro que sc saliessen de allí con algunos cavalleros, que para este efet-
antes que llegasse, si no que juraba á to él los avia hablado. É Francisco Mar-
Nuestra Señora de ahorcarlos, sin que tinez le envió á decir á don Alonso que
para ello fuesse parle ruego alguno de assi lo haria como se lo escribió, é que
muger de las que essos pensaban que te- le rogaba que se diesse buena maña,
nían prevenidas para ello. É los que assi porque el caso era resçio prender don
yban desterrados rogaron al capitán que Alonso, con diez sin armas, á un capi-
con brevedad los sacasse de allí, é assi tán que tenia treynta, é todos armados.
lo hiço; y envió delante dos navios que Pero como la causa era justa é con su
fuessen en la jornada, é por capitán del buen celo acometieron los pocos á los mu-
uno á Luys de Figueroa , un soldado que chos , é prendieron al capitán é á los des-
se avia hallado con Gonçalo Piçarro en leales y echáronlos en cadenas, y envió
la batalla, y en el otro navio á otro lla- don Alonso tres de caballo al navio; é
mado Francisco Martinez, que se avia assi cómo salió el batel á tierra, tomáron-
hallado de parte del Rey, y era su leal lo y entraron en el navio, élos tres que
servidor ; é aqueste, antes que açeptasse en él yban, con los que en el batel se
el cargo, quiso tomar su paresçer de don metieron, fueron parte, mediante Dios é
Alonso, diciendo que se le hacia de mal su buen ánimo, que tomaron é se ense-
tomar tal cargo de mano de un capitán ñorearon en el navio. É luego llegó don
desleal á Su Magestad. É don Alonso le Alonso con los demás é se embarcaron,
consejó que lo açeptasse, porque yendo é pusieron en efetto su navegación é fue-
el don Alonso en aquel navio, ternian más ron á aportar á Soconusco, en la Nueva
DE INDIAS. LIB- XLIX. CAP. X. . 439
España, término de México; é luego se Francisco Flores.
fueron á aquella grand cibdad, donde in- Briceño.
formaron de las cosas del Perú al señor
visorey don Antonio de Mendoça. En Sanct Miguel.
Sigúese una relación ó copia de los ve-
cinos del Perú que ha muerto é quitado Hernando Çavallos.
los indios Gonçalo Piçarro, desde que co-
En la cibdad de los Heyes.
raencó á tiraniçar hasta veynte é quatro
de otubre del año de mili é quinientos é Pedro de Heredia.
quarenta y seys, con la qual don Alonso
En la cibdad de Leon.
concluye su relación ; é el chronista no
quiso aqui nombrar los despojados, por- Rodrigo Nuñez.
que viven é con el tiempo se podrán tor- En el Cuzco. •
nar á restituyr; pero pone los que don
Alonso nombra muertos, porque rugue- El capitán Gaspar Rodriguez.
mos á Dios por ellos, pues perdieron las El capitán Felipe Gutierrez.
vidas en servicio de Dios é del Rey, é por- El capitán Martin Gutierrez.
que no los atiendan en sus patrias é ten- Martin de Andia.
gan cuy dado de hacer bien por sus ánimas. Johan Baptista.
Alonso de Çamudio, vecino de la cib- Martin de Salas.
dad de Arina. Diego de Narvaez.
El licenciado Gallegos, vecino de An- Setiel.
tiochia.
Pedro Cobo, vecino de Cali. En Arequipa.
Hoyos, vecino de Bogotá. Luys de Leon.
Herrera, vecino de Pasto. Pedro de Fuentes.
Gomez de Leon.
En Quito. Pedro * Piçarro.
Johan Gutierrez de Medina. En los Chalcas.
Pedro de Fructos.
Francisco de Londoño. Pedro del Barrio.
Bartolomé de Çamora. El capitán Lope Mendoça.
El capitán Diego de Torres. Hernando de Aldana.
Sancho de la Carrera. Alonso Perez Castillejo.
El capitán Hernando Sarmiento. Don Gomez de Lima.
Johan Gutierrez de Pernia. Estos todos no son más de treynta é
ocho, sin numerar los que en la batalla
En Guayaquil. que murió el visorey é otros muchos más
en recuentros en diverssas partes, quel
Francisco Hurtado. tirano é sus secaçes é ministros mataron,
como lo ha contado ha historia ; é lo que peor
En Puerto Viejo.
es questa cuenta va corriendo é las cruel-
Bartolomé Perez. dades se continúan en tanto deservicio

Gonçalo Piçarro dice el códice original ; pero del tirano, antes ha mencionado á esle hidalgo del
eon error de pluma, pues sobre ser tal el nombre partido del virey con el nombre de Pedro.
440 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de Dios é del Rey , como es notorio, has- Pedro de Mesa.
ta que Dios lo remedie con su misericor- Alonso Vello.
dia. Porque en la verdad las cosas que Pero Anton.
en el Perú han passado son tan enormes Alonso de Torres.
é de tanta deslealtad, que no se pueden Johan de Roxas.
atajar, sin verterse más sangre humana, Peruche de Aguirre.
assi de los leales para lo castigar, como Pineda.
de los tiranos hasta los traer á la obidien- Zambrana.
çia de su príncipe. Por cuya absençia é Johan Nuñez.
conquista de infieles é de Alemania ha Otro Pineda.
seydo forçado á residir fuera de España Luis Alvarez.
en estos tiempos que las guerras del Pe- Sotomayor.
rú se han seguido é han passado segund El ginete.
se cuenta por estas historias. É al chro- El carpintero.
nista convino venir á España como pro- Alonso Perez Caxero.
curador de la Isla Española á la corte é Anton Hernandez.
Consejo Real de Indias, por cosas impor- Pedro Gallego.
tantes al servicio de Sus Magestades é á El contramaestre.
la gobernación del estado de aquella Isla, El maestre Cola.
en el qual tiempo esta información vino Vargas.
á España, é la halló en poder de Pero Pero Lopez.
Mexia, chronista de Sus Magestades, é Tremiño.
amigo del auctor é historiador destas ma- Alonso de Lerma.
terias , é como cosa deste jaez la puso en El sargento Saavedra.
este volumen é tractado del Perú. Johan Nuñez de Veneçuela.
También me paresçe que con los muer- Nicolás de Heredia.
tos ya dichos no se deben olvidar los sol- Johan Guerra.
dados que mataron Gonçalo Piçarro é sus Vidal.
capitanes fuera de la batalla, que los Otros nueve que ahorcó juntos Cara-
ahorcaron é hicieron quartos é mataron vajal.
con garrotes; y son aquestos los que Avila.
ocurrieron á la memoria de don Alonso El Mestiço.
de Montemayor, aunque él dice que al- Johan Rodriguez.
gunos se le deben olvidar.
Vadillo. Á los que se ha dado tormento después de
Arias Maldonado. la prission del visorey.
Pero de Saavedra.
Rodrigo Nuñez. Alonso del Barrionuevo, en Lima.
Prado. Alonso de Lerma, en Lima.
Bermudez. Aguirre, en Lima.
Pero Rodriguez. El capitán de la guarda Johan Velaz-
Giron. quez, en Lima.
Rafael Vello. Cortés, en Lima.
Val cacar. Alonso de Origüela, en Gueytara.
Moreno. Figueredo, en el Cuzco.
Gonçalo Pereyra. Marrochin, en Ochoquiçara.
DE INDUS. LIB. XLIX. CAP. X 44*
Âguilar, clérigo, en Quito. Maldonado, en Quito.
Fray Melchior, en Choquito. Alonso Mesa, en el Cuzco.
El padre fray Alonso Guerra, en Via- Antonio Qüixada, en los Chalcas.
chia. Villareal en Arequipa.
Villamizar, en el Cuzco. Quirós, en Chuaquitro.
Herrera, en el Cuzco. Escobar en Chicaito.
Cárate, en el Cuzco. Assi que estotros son septenla y dos,
Velasco, en Arequipa. que hacen mayores las cargas é culpas
Dionisio de Bobadilla, en Lima. que los tiranos culpan B ponen á los fieles
El secretario Paz, en Lima. servidores de Sus Magestades, para que
Leonardo, en el Cuzco. algún tiempo adelante pudiessen aprove-
Francisco de Guzman, en Lima. char estos memoriales á los mesmos pa-
Cárdenas, en Lima. desçientes ó á sus descendientes por la
Otro Truxillo, en Lima. agradesçida bondad de la Cessárea Ma-
Martinez, en Tumbez. gestad é sus subçessores en la casa é si-
A otro dio tormento Picarro en Lima. lla real de Castilla.

CAPITULO XI.
En que se tracta cierta relación, que por carias de la tierra austral vinieron á Valladolid, estando en aquella
villa el príncipe don Felipe, nuestro señor, de los subçessos del tirano Gonçalo Piçarro, ë publicáronse á
los veynte de agosto de mili é quinientos é quarenla y ocho años, hallándose en la corle de Su Alleça el
chronista é auclor destas historias.

A los seys de marco de mili é quinien- Hinojosa, que en ninguna manera dexas-
tos é quarenta y ocho años escribió un hi- se passar al licenciado de la Gasea, sino
dalgo , llamado Pero Ortiz, en la cibdad que lo faiçiesse embarcar en el Nombre
de Truxillo en el Perú, á otro su amigo de Dios para que se volviesse á España.
Diego de Aguilera é otros que allá esta- Quando estos procuradores llegaron á
ban , cartas que contienen lo que en este Panamá, ya el Hinojosa se avia declarado
capítulo XI resumiré con mucha más por buen servidor de Sus Magestades, é
brevedad que las cartas lo relatan. É di- avia entregado el armada é su obidiençia
ce, que después de la victoria que Gonça- al de la Gasea ; é con essos procuradores
lo Piçarro consiguió contra el visorey yban el obispo de la cibdad de los Reyes
Blasco Nuñez Vela, le llegó un fulano Mal- y el obispo de Bogotá y el regente é otros
donado quel tirano avia enviado á Espa- religiosos, que avian prometido á Gonçalo
ña, é le dio nueva de la yda del licencia- Piçarro de procurar el bien de aquellos
do de la Gasea ; é que llegado á Panamá reynos y el suyo ; pero desque se vieron
el de la Gasea, despachó á Pero Hernan- desviados del tirano, essos é los demás
dez Paniagua con despachos para Piçarro, siguieron al de la Gasea y el servicio del
que estaba en Lima, donde los oyó é vi- Rey, á quien eran más obligados. E los que
do é no los aceptó ni quiso merced ni par- quedaban en Lima y en aquellos reynos,
tido: antes envió luego á Lorenço de Ai- como todos desseaban á su Rey é supie-
dana é á Gomez de Solís, como procura- ron lo quel Gonçalo Piçarro avia manda-
dores de aquellos reynos, y envió á man- do al Hinojosa, pessóles dello, é conos-
dar á un teniente de su armada Pedro de çieron claramente que se queria alçar é
TOMO IV. 56
442 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
liraniçar contra Sus Magestades, puesto de Yllanes, para que fuessen á Lima. É
que antes desso los más lo tenian ya en- juntado Diego de Mora é los que con
tendido é desseaban oportunidad para su él yban con la dicha armada, acorda-
libertad. É un hidalgo, llamado Diego de ron que se tomasse tierra en el arraçi-
Mora, llamó á Miguel de la Serna é á Pero fo de Guanchaco, para se proveer de lo
Gonçalez é á Pero Ortiz é á Rodrigo de Paz nesçessario; é assi se hiço, y el armada
y conformes acordaron de servir á su Rey é tiró adelante, é Diego de Mora quedó en
salir de qualquier otra opinion, é se jura- tierra é apellidó é juntó á la voz del Rey
mentaron para ello: é como aquel pueblo tantos, que eran ya ciento é çinqiienta
lo tenia á cargo el Diego de Mora, todas hombres, é los cinqüenta dellos de ca-
las cartas que yban para Gonçalo Piçarro ballo. É por su escrúpulo hicieron lo mes-
de Quito é de Puerto Viejo é Sanct Miguel mo otros capitanes é personas calificadas:
é otras partes abríalas é daba parte á sus en la qual sacón Rodrigo de Salaçar, el
confederados, y exhortábalos en la lealtad Corcobado, en Quito se conjuró secreta-
que debían tener con el servicio de Sus mente , é salió con otros para servir á Sus
Magestades. Magestades, é mató al capitán Pedro de
En Sanct Miguel estaba por teniente de Puelles, que allí estaba por Gonçalo Pi-
Piçarro Bartolomé de Villalobos, é avisó- çarro. Y en essa mesma saçon Francisco
le al tirano que se deçia quel armada con de Olmos mató en la Culata á Manuel
su teniente Hinojosa se avia passado al Destaçio, é assi en otras partes ovo se-
de la Gasea, é que le paresçia que debia mejantes novedades; é de Lima ade-
poner recabdo en Truxillo, donde estaba. lante para abaxo todo en breve se puso
Diego de Mora é sus consortes fueron en la obidiençia real é ordenación de su
los primeros que se alçaron por Sus Ma- general el de la Gasea.
gestades, é otros por respectos suyos en El tirano Gonçalo Piçarro envió un na-
Truxillo, é tomaron un navio que avia vio á Quanape para sentir del de la Gas-
diez meses que estaba en aquel puerto al ea qué haçia. En este navio yba por ca-
través: le hiço Diego de Mora adobar con pitán el licenciado de Leon, é llevaba or-
mucha diligencia é presto, convocando á denado que tomasse las haciendas de Die-
los del pueblo á que sirviessen á su Rey go de Mora é de otros para él é aquellos á
é saliessen de tiranía ; é tal sermon les hi- quien el tirano las daba; é que fecho esto,
ço, que hallando aparejo en su lealtad le passasse á Panamá á hacer ciertos requí-
acudieron con efetto, determinando de rimientos é diligencias con la Gasea é pa-
poner las vidas é haciendas en servicio ra que volviesse con la respuesta ; pero
de Sus Magestades. É assi se pregonó el armada tomó este navio con los que en
públicamente, y eligieron por su capitán él yban, los quales se reduxeron al ser-
al mesmo Diego de Mora á los trece de vicio de Su Magestad, é assi çessaron
abril de mili é quinientos é quarenta y essos motivos de Piçarro. É destos que
siete años, un miércoles: é luego el con el licenciado de Leon yban, se huye-
viernes siguiente, con quarenta é ocho ron un fray Pedro é uno dicho Alcántara,
hombres, se embarcaron en Guanape, é se tornaron al tirano, é le dieron aviso
é navegaron á la via de Panamá á bus- del armada ó del mal subçesso de aques-
car al de la Gasea; é toparon en la mar te navio.
con el armada quél enviaba adelante Los que estaban en tierra con la voz
con Lorenço de Aldana é Johan Alon- real y el dicho Diego de Mora, cómo tu-
so Palomino y Hernando Mexia é Johan vieron buena copia de gente de pié é de
DK INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XL 443
caballo declarados en la lealtad de su mucha gente de guerra, é Martin de Ro-
Rey, en tanto que la armada de mar yba bles con toda su capitania, é Aliaga, é
adelante, enviaron á avisar al de la Gas- Diego Maldonado; é á la quarta jornada
ea para que supiesse que ellos estaban en le faltaban quatroçientos hombres, é ya
servicio de Su Magestad : é el que lle- no llevaba sino quinientos hombres; é un
vó la embaxada fué Pero Ortiz, que de maestre de campo suyo, llamado Carva-
susso se dixo, ques el auctor de la carta jal, cantaba:
destas nuevas. Y entrando el general á
Estos mis cabellos, madre,
Tumbez, le dixo á lo que yba, é fué muy dos á dos se los lleva el ayre;
bien resçebido é acogido é respondido
como era raçon al leal ofresçimiento de del qual se escriben muchas crueldades.
los que le enviaban. É también dicen essas cartas quel Diego
Gonçalo Piçarro estaba en Lima atóni- Centeno hiço saber al presidente, que te-
to de ver cómo todos se le revelaban; é nia mili hombres, é que viesse qué era lo
como Aldana llegó al puerto, halló al tra- que mandaba que hiçiesse, é que le res-
vés ciertos navios que Gonçalo Piçarro pondió que se conservasse é que en nin-
avia mandado dar con ellos en la costa, guna manera viniesse á las armas con
porque no se le fuesse la gente en ellos, Gonçalo Piçarro; é tuvo por cierto que
é también porque ni eran bastantes ni Centeno lo haria assi, é ya era la gen-
avia medio de poderlos armar; é assi no te real (digo que tenia la voz del Revy
tuvo resistencia el armada que traia Alda- muchos.
na, ni se le pudo contradecir la entrada El general tenia por acabado el nego-
en el puerto. Luego vino nueva al tirano cio de la guerra ; mas Gonçalo Piçarro
é á la armada que Diego Centeno avia con quinientos hombres, aunque Centeno
salido de donde avia estado escondido é se deçia que tenia mili, envióle á rogar
con él quarenta hombres, é que se entró que se juntasse con él é que ambos des-
en el Cuzco é lo tomó, estando dentro truirían al de la Gasea é partirían des-
quinientos hombres, é que avia hecho pués la tierra é las gobernaciones, é que
quartos á Antonio de Robles, que estaba para esto le daria todas las seguridades
por Gonçalo Piçarro y era allí su tenien- que quisiesse. A este propóssito le ofres-
te. Por las quales cosas que están dichas, ció todo lo quél supo decir, en lo qual
viendo el tirano los términos que las co- Centeno no quiso venir; é viendo esto, le
sas llevaban, salió de Lima con novecien- envió al padre Herrera con una ymágen,
tos hombres, con pensamiento de yr al rogándole que le diesse passo, porque él
Cuzco é desbaratar á Diego Centeno é quería dexar al Perú y entrarse en lo de
volver sobre el de la Gasea ; é con otros Diego de Roxas; é que si esto no quisies-
trescientos hombres envió adelante al ca- se, que supiesse quél no se avia de dexar
pitán Johan de Acosta, porque los más se matar, sino que se defendería, é que los
avian huydo, ó se volvieron é se fueron muertos é daños que en esto avria, pro-
á la armada de Aldana. É llegado Gon- testaba que fuessen á cargo de Centeno
çalo tirano á Vilcas, quatro leguas de é no suvo.
Lima, se le fué el licenciado Carvajal con
kfkk HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XII.
Kn continuación de la relación de que se ha tractado del precedente capílulo de cómo vinieron á las arma*
Gonçalo Piçarro é la gente de Centeno, é quedó el tirano victorioso, é se entró en el Cuzco, é se escapó,
huyendo Centeno, é de algunas crueldades notables de Gonçalo Piçarro é su maestre de campo Carvajal,
é otras cosas.

v¿uando la mala ventura ha de venir tán de infantería, con todos los demás.
no hay quien lo excuse despues que de Dice esta carta que no sigue al pressente
Dios está ordenado. Dicho se há de susso hombre de afición é de buena calidad al
cómo Centeno na quiso venir en aquellos tirano, sino esse Garçilaso, de nesçio.
desleales ofresçimientos de Gonçalo Pi- Murió assimesmo Luys de Ribera,
çarFo; é cómo los del Cuzco se hallaban maestre de campo ; Silvera, sargento ma-
con más pujança, acordaron de le defen- yor; Diego Alvarez, de Chile; Pedro de
der la entrada de la tierra en un llano, los Rios Carrera, Gomez de Leon , Johan
quatro leguas de la otra parte del des- de Arves ó otros hombres de bien. Se es-
aguadero de la laguna de Tiguicaca, á caparon con Centeno Alonso de Mendo-
los veynte é uno de otubre de mili é qui- ça, Hierónirao de Villegas, Pero Mato,
nientos é quarenta y siete años, á las oa- Antonio de Ulloa, Luys Garcia, Amamos
çe horas del dia, que podrían ser quan- é Olia, los quales acudieron é se fueron,
do los del tirano, é al opóssito de la par- al real del presidente á Xauxa. Pero es
te de Centeno, vinieron á las manos con de notar el castigo de Dios, é cómo al-
sus banderas tendidas é sus voluntades é gunas veces castiga los malos á él des-
armas prontas á la batalla: en la qual acatados con otros tales. Dígolo por
Diego Centeno fué vencido é desbarata- aquel Bachicao que la historia ha dicho
do y el tirano Gonçalo Piçarro quedó ven- que en Panamá hiço crueldades é robos,
cedor por pura buena orden, non obstan- y era uno de los diabólicos ministros del
te lo qual le mataron ochenta hombres y tirano, al qual antes del rompimiento ya
entrellos un hermano del licenciado Ce- dicho le hiço ahorcar, porque supo que
peda, é Galçeran Ferrer, é Beltranillo, é se quería passar á Centeno ; é ávida la
Diego de Santillana. É de la otra parte de victoria ya dicha, ahorcó á fray Diego,
los de Centeno é de los del Cuzco murie- que poco antes se avia passado á Cen-
ron doscientos hombres, y entrellos Johan teno.
de Vargas, hermano de Garçilaso, capi-

CAPITULO XIII.
En que se tracla el estado en que las cosas del Perú estaban é quedaron aquellas partes después de la
batalla ya dicha conforme á la relación de aquellas cartas.

Habiendo Gonçalo Piçarro conseguido á Xauxa al real de los leales. Y elliçen-


la victoria de la batalla, que en el capítulo çiado hiço allí alarde de dos mili hombres
de susso la historia ha contado, entróse en de pié é de caballo de muy buena é cali-
el Cuzco é apoderóse de aquella cibdad; é ficada gente é bien armada, é los capita-
ls que escaparon de sus manos fuéronse nes della son los siguientes :
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XIII. 445
ea llevaba, los seysçientos dellos bastan
Capitanes de gente de caballo. á romper al tirano, porque son muy bue-
na gente é muy ordenada é con buena
El gobernador Sebastian de Benalcá- artillería, é que se partirían otro día pa-
çar.—Johande Saavedra.—Diego de Mo- ra el Cuzco, donde Gonçalo Piçarro es-
ra.—Gomez de Alvarado.—Diego Cente- taba con propóssito de los atender, de lo
no.— Alonso de Mendoça.— Francisco qual los nuestros llevaban contentamien-
Hernandez, general de Benalcaçar.—Ro- to; puesto quel tirano mala amigos y á
drigo de Salaçar.—Don Pedro de Cabre- enemigos, y entrellosmató á la muger del
ra.—Alonso de Mercadillo. Hierónimo de Villegas é ahorcó dos fray-
Íes é abades. É dice este capitán Diego
Capitanes de infantería.
de Mora que los indios acuden á los nues-
Johan Alonso Palomino.—Pablo de Me- tros , é que no se ha rancheado cosa al-
neses.—Hernán Mexia. — Miguel de la guna , aunque el número de la gente mi-
Serna. — Valentino Pardane. — Gomez litar deste exérçilo es el ques dicho, an-
Arias.—Pasqual de Andagoya. — Fran- tes dicen que viven por ración, la qual
cisco Dolmos. — Don Baltasar de Casti- es tolerable; é que hay en nuestro cam-
lla.—Chripstóbal Mosquera, hermano de po tres obispos, é adelantados é paterni-
Gomez de Alvarado.—Gomez de Solís.— dades, corno llovidos, é frayles é clérigos
Johan Porçel, alférez general.—El licen- sin cuento, aunque escandallados de ver
ciado Carvajal.—Maestre de campo, Alon- que los ahorca Piçarro.
so de Alvarado.—Capitán general, Pedro Esta caria se escribió de Guamanga á
de Hinojosa. diez é siete de enero deste pressente año
Hay en ellos al pié de seysçientos de ca- de mili é quinientos é quarenta y ocho
ballo é los demás piqueros é arcabuceros,é años; y que este campo nuestro avia ya
mucha artillería é pólvora é municiones; é doce dias que estaba allí, é se partia otro
yo veo que todo será menester, si Dios no día, á los veynte ó ocho de enero, con
pone su mano para domar este tirano. El ocho banderas de caballo é doce de in-
qual, yendo victorioso á se entrar en el fantería, é quel mariscal llevaba la re-
Cuzco, topó en el camino un clérigo, que troguarda; é que en Andaguaylas se jun-
llevaba cartas del presidente para Cente- ta rian bien mili é ochocientos hombres,
no, é ahorcóle: é después en el Cuzco en que hay septeçientos arcabuceros é
ahorcó al licenciado Martel é al licenciado quatroçientos de caballo, el resto de pi-
Guerrero é otros ocho ; y envió luego á su queros é once píecas de artillería ; é que
maestre de campo Carvajal á Arequipa, la calidad desta gente es mucho más que
é robóla, é á los que supo que estaban con la cantidad, é á ningún indio se le hace
el presidente, tomóles las mugeres é lle- sinraçon; é que en Andaguaylas están los
vólas al Cuzco, que eran hasta once, y capitanes Alonso Mercadillo é Johan Alon-
entrellas la de Silva é la de Villegas, due- so Palomino con ciento é cínqüenla hom-
ñas muy honradas é honestas: é allá las bres, á los quales han acudido todos los
hiço matar con título de ser mugeres de indios de aquella tierra é los de Conde-
los que estaban de la parte del Rey. suyo é otros. En conclusion, no hay in-
Otra carta entre las otras hay del ca- dio que dexe de favoresçer á los nues-
pitán Diego de Mora, hombre de bien é tros, é los que sirven á Gonçalo Piçarro
de honra, é se conforma con lo ques di- son los que viven junto al Cuzco, é los
cho: é dice que la genie quel de la Gas- de la otra parte. Andaguaylas está veyn-
446 HISTORIA GENERAL V NATURAL
te é ocho leguas del Cuzco, é el tirano no que escape de la horca : é han escripto
ha enviado sobrellos, é decíase que pen- él é su maestre de campo é otros al pre-
saba aguardar allí, cosa bien desseada sidente é á otras personas cartas de gran-
para nuestro campo. díssimas desvergüencas, porque ningún
No es de olvidar que aquel Carvajal, género de bellaquería les quede por ha-
* maestre de campo de Gonçalo Piçarro, cer ; pero los nuestros sospecharon que
entre las mugeres que llevó de Arequipa Piçarro se retirará á los Chalcas, é otros
fué la de Hierónimo de Aguilera, y en dicen que revolverá sobre Lima. El ca-
el Cuzco le hiço dar un garrote : lo qual pitán Gabriel de Roxas es capitán del ar-
dio mucha lástima é dolor á todos los que tillería nuestra.
la conosçian, é assi lo dará á los que tan Esto ques dicho es en suma lo questas
desaforadas crueldades oyeren. É ningún relaciones é cartas, que vinieron á Valla-
indio va con carta adonde el tirano está, dolid en el tiempo ques dicho, contenían.

CAPITULO XIV.
En que se contiene olra relación quel auclor deslas historias halló en España en poder del chronisla Pedro
Mexia, en descargo del capitán Diego Centeno: la qual en suma é con menos renglones pone aqui lo
que allá se contiene , porque la historia ha dicho algo menos de lo quesla relación dice en el proçesso del
general de la Gasea ; é porque es bien de oyr las parles, é Diego Centeno es buen servidor de su Rey, é
como tal ha servido, con brevedad se dirá; é lo quesla relación dice es aquesto.

Al tiempo quel visorey Blasco Nuñez saba, suplicándole que viesse lo que le
Vela llegó á la cibdad de los Reyes, Die- mandaba que hiçiesse. É ofrescióse que
go Centeno se halló allí é le atendía có- con sus amigos y él matarían á Gonçalo
mo supo su venida; é fué, como buen Piçarro, é que quando esto no pudiesse
servidor de Sus Magestades, á se le ofres- haçer, que con ellos se yria á servir al
çer é servir, y él le rescibió como á tal; Rey donde le mandasse.
é con su licencia se fué á su casa. É le Estando allí Centeno mal visto, llegó
mandó llevar dos despachos, uno para nueva cómo le avian presso al visorey los
Guamanga é otro para la cibdad del Cuz- oydores, é allí donde llegó al tirano esla
co, para que le resçibiessen en nombre nueva cortó la cabeça al capitán Gaspar
de Su Magostad, é assi lo puso por obra; Hernandez, compañero del mesmo Cen-
y en Guamanga, por essos recabdos que teno, y él estuvo en el mesmo peligro,
Centeno llevó, lo resçibieron al visorey. del qual se tuvo por miraglo escapar. E
É prosiguió sú camino al Cuzco, donde Gonçalo Piçarro se fué á la cibdad de los
halló á Gonçalo Piçarro que avia abaxa- Reyes con toda la gente que llevaba, é
do de los Chalcas con desleal intención é fué resçebido por gobernador con todas
la ponia ya por obra, y estaba resçebido las formas é cautelas que le fueron posi-
por capitán general, é traia sus at ambo- bles é son anexas á tiranos; é con su li-
res é juntaba gente: é como Centeno alle- cencia salió Diego Centeno de su compa-
gó> tomóle las provissiones que llevaba ñía, dándole á entender que yba á un ne-
contra su voluntad, é visto Centeno que gocio forçoso ; é para esso le dio todas
no podía salir de allí fácilmente , acordó las fianças quel uno pudo y el otro qui-
de disimular é hacer buen rostro al tiem- so, para volver dentro de tres meses.
po; é secretamente despachó un mensa- Con esta seguridad, é con dexar Cen-
jero al visorey, avisándole de lo que pas- teno en Lima su casa poblada, se fué por
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XIV. 447
la posta á los Chalcas, adonde halló á nos, hasta en tanto que Su Magestad fues-
Francisco de Almendras por teniente de se restituydo, ú otra cosa en su favor é
Piçarro, é todos los más vecinos dester- servicio fuesse por Su Magestad provey-
rados é desposseidos de sus haciendas, y do. Centeno aceptó el cargo é comencó á
hecho justicia de algunos : especialmente convocar é allegar todos los que podia al
avia muerto á don Gomez de Lima, por- servicio de Sus Magestades, á costa de
que no le avia acudido é se avia declara- su hacienda é de Lope de Mendoça, su
do por juez de Su Magestad. compañero, al qual luego nombró por su
Allí estuvo con Centeno tres meses, maestre de campo. Al qual envió con
atrayendo amigos para se emplear con treynta de caballo á correr la tierra, é
ellos en servicio de su Rey, é procuró desde á pocos dias salió él con su bande-
una vara de alcalde, é guardando la nue- ra tendida, apellidando la tierra en nom-
va y el subçesso del destierro del viso- bre de Su Magestad, é juntáronsele has-
rey; é desde á pocos días supo quel vi- ta ciento é cinqüenta hombres mal ade-
sorey estaba en Quito, é que Gonçalo Pi- resçados: écon ellos passó cinqüenta le-
çarro salió pujante desde la cibdad de los guas del Cuzco é treynta de Arequipa á
Reyes en su seguimiento ; é paresçiéndo- recoger gente de guerra ; y envió cartas
le á Centeno que avia coyuntura para ser- al Cuzco á amonestar á un teniente de
vir á Su Magestad, habló con un cavalle- Gonçalo Piçarro que se reduxesse al ser-
ro natural de Mérida, llamado Lope de vicio de Su Magestad, y aun se creyó quél
Mendoça, que era su compañero en los lo hiciera, si no lo estorbara la nueva que
indios é haciendas (aunque á la sacón es- en cssa sacón llegó que Gonçalo Piçarro
taba desposseydo dellos, por averse pres- avia desbaratado al visorey é le avia da-
çiado de servidor de Su Magestad) é con do un alcance grande, é aun se decía
Alonso Perez de Castillejo, otro cavalle- que le avían muerto.
ro de Cordova que era alcalde, é con Viendo la parte de Piçarro é vecinos
otros vecinos ; é dióles á entender su vo- de aquella cibdad de que por Su Mages-
luntad é que no harían lo que debían, si tad no avia más dessos pocos que se-
faltassen al servicio de Su Magestad en guían á Centeno, é quel tirano estaba
(al tiempo de tal tiranía: é todos se ofres- en la tierra apoderado, no lo quisieron
çieron, como leales, de no faltar á lo que creer ni conformarse con él : antes Alon-
eran obligados. so de Toro, teniente del Cuzco, juntó
Cómo tuvo Centeno esta palabra, tomó más de trescientos hombres, con los
la bandera en la mano, é con un cria- de Arequipa que le atendieron, é fue-
do suyo fué á la casa de Francisco de ron hasta donde Centeno les aguarda-
Almendras é le prendió; y estando pres- ba. É cómo le faltaron fuerças para sos-
so, llegaron los demás confederados al tener el apellido é voz real, é los adver-
servicio del Rey, é lo llevó á su possa- sos eran muchos más, se retiró dosçienlas
da ; é atenta la información que contra leguas, en las quales por las nesçessi-
él se ovo, fué sentenciado á muerte : la dades é ocurrencias le faltó el tercio de
qual se le dio como á adhérente é pro- la gente é perdió cl fardage. É vien-
fessado en la opinion del tirano Gonçalo do los enemigos que se alexaba é que la
Piçarro. gente que le quedaba era fiel, é que se
Hecho esto, se juntaron en regimiento, metia en tierra áspera é montuosa, acor-
é fué elegido Centeno por capitán é justi- daron los tiranos de tractar parí idos; y
cia mayor de aquella villa é sus térmi- enviáronle mensqjetOfl para que se vol-
448 HISTORIA GENEKAL Y NATURAL
viessen á sus casas, con ofresçimientos donde se partió de Lope de Mendoça, por
de buenos é seguros partidos, con tanto no aver hallado el navio que envió las bu-
que la justicia estuviesse por Gonçalo Pi- las á Carvajal para que se absolviesse.
çarro, é Centeno é los de su opinion le Assi que, es de saber que Carvajal se dio
fagan buenos servidores. Pero como es- tanta priessa, que llegó adonde es dicho
totros eran leales, no quisieron otorgar que estaba aderesçando Centeno, é jun-
partidos ni medios que discrepassen del to con esto llegó la nueva de la batalla é
servicio de Sus Magestades, ni obedes- muerte del visorey, con que desanimó
çer al tirano : é assi acordaron los con- mucho la gente leal é cresció el favor á
trarios de se tornar é dexar á Centeno Carvajal é los que llevaba ; é fuésse reti-
como desterrado. Y él se quedó en aque- rando hacia el Cuzco y en partes escara-
llos montes con aquella leal compañía, muçando, é algunos se les yban de los de
padesçiendo muchas nesçessidades ; é los Carvajal á los contrarios, é otros que no
enemigos se tornaron á los Chalcas, adon- eran tandesvergonçados se le escondían.
de dexaron çient hombres en guarda que É visto esto, envió Centeno al capitán Ri-
les paresció que bastaban, é los demás vadeneyra con quince ó veynte arcabu-
se tornaron al Cuzco é Arequipa. E des- ceros para que tomassen un navio que le
de á pocos dias Centeno volvió sobre la dixo estaba en la costa de Arequipa, é
villa de los Chalcas ,*é viendo el capitán lo llevasse al puerto de aquella cibdad,
é gente que allí avia quedado, su deter- donde yban á guaresçer las vidas, por-
minación , no le osaron esperar é se fue- que otro remedio no les quedaba: é aquel
ron al Cuzco, é siguió el alcance é tomó- capitán fué é tomó el navio, é quando
les el fardage é parte de la gente, é tan- llegó al puerto, halló á los enemigos en él
ta que no les quedaron sino pocos que se é hícose á la vela la vuelta de Guatima-
escaparon á uña de caballo con su capi- Ja, viendo que Centeno no paresçia. Pe*
tán. É después desto dio la vuelta á la ro ya Centeno avia llegado á la costa an-
villa de los Chalcas, dó avia dexado á tes, é cómo no vido navio, acordó con los
Lope de Mendoça, su maestre de cam- que llevaba de se desparçir su gente pa*
po, con hasta sessenla de caballo, é se ra que se salvassen essos pocos que ya
rehicieron de armas é otras cosas nesçes- eran. É pocos á pocos tiraron por su par-
sarias; é allí tuvo doscientos hombres te despues quel capitán Centeno les ovo
bien aderesçados. dicho con lágrimas una oración llena de
Antes que Piçarro desbaratasse al vi- lealtad, para que se juntassen é acudies-
sorey, supo que Centeno andaba aleado sen después en el mesmo ánimo é volun-
en servicio del Rey; ó temiéndose del, tad á continuar el servicio del Rey.
despachó á Francisco de Carvajal, su É assi se fué el maestre de campo con
maestre de campo, con alguna gente é diez de caballo fuera de camino é por
muchos poderes contra Centeno : el qual despoblado á los Chalcas, é Alonso Pe-
se vino á Lima é al Cuzco é recogió toda rez Castillejo á la provincia del Cuzco, é
la gente que pudo, que serian más de Diego Centeno se quedó con el capitán
trescientos hombres, é los ciento é çiu- Luys de Rivera é con un solo criado por
qüenta arcabuceros, ó más. un despoblado, y estuvo en una cueva é
En lo que queda atrás dicho se encon- tierra deshabitada. Y en acabando de se
trará agora la historia en algunas partes; dividir, llegó Carvajal á la costa con su
pero no se entiende aquello sin esto, por- gente ; é allí fué donde el capitán Riva-
que allí no se higo mención sino hasta deneyra envió las bulas, con que se ab-
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XIV. 449
solviesse, como la historia lo ha contado: Arequipa, llamado Miguel Cornejo, que
é Carvajal tomó la via de los Chalcas. le ayudó á substentar alli con mucho tra-
Como Lope de Mendoça llegó á los baxo, é desta manera estuvo un año; é
Chalcas, donde le envió Centeno, supo como ya no se podia más sofrir, envió á
de ciento é çinqiienta hombres que avia un criado suyo que allí tenia, disfraçado,
tres años que con el capitán Diego de Ro- á entender por la tierra qué nuevas avia
xas avian ydo á cierto descubrimiento en del mundo, é aun sospechando que la ar-
demanda del rio de la Plata, é por cier- mada de Piçarro que estaba en Panamá,
tas diferencias que entrellos avia ávido se reducida al licenciado Pedro de la Gas-
se tornaron; é dióles noticia del estado ea, que ya se avia publicado que yba por
de la tierra y exhortólos á servir á Su presidente é le loaban de muy prudente é
Magestad, é tan bien lo supo hacer que persona de grand auctoridad é tal como
se juntaron con él. Y estándose aderes- convenia. É también para que buscasse
cando llegó Carvajal, que volvia del al- algunos de los amigos suyos, servidores
cance fecho á Centeno, é una noche jun- de Su Magestad, de aquellos que anda-
tó Lope de Mendoça su gente é fuéle á ban al monte desde su desbarato; é sali-
acometer en una plaça cercada é no fué do este su criado, topó con un clérigo que
posible entrarle: en el qual combate mu- se decía Domingo Ruiz Duran, vizcayno,
rieron cinco ó seys de la una parte, é de hombre belicoso é buen servidor del Rey,
la otra se hallaron muchos heridos. É vis- é que avia andado con Centeno en las co-
to esto, Lope de Mendoça se retiró, é al sas passadas, é avia con él concertado,
retirar le faltaron las dos partes de la quando le desbarataron, que no entrasse
gente, é con la que le quedó se fué la en pueblo poblado hasta que Centeno sa-
vuelta de unas montañas; é siguiendo liesse. Y juntos el clérigo y el criado fue-
Carvajal, dio sobrél una noche en la costa ron á buscar más gente, é toparon á Die-
de un rio, sin ser sentido, é allí le acon- go Alvarez, natural de Çafra, que era
tesçieron aquellas palabras de buena uno de los que avian salido de la entrada
enanca ó escarnio, donde mató á este de Diego de Roxas ; é concertáronse to-
cavallero por la forma que la historia lo dos tres de yr á dar en un pueblo que
ha contado, é ahorcó á otros quatro hom- servia al veedor de Su Magestad en tér-
bres de los leales. mino de Lima, donde avia ciertos caba-
Cómo vido Carvajal que Centeno se llos é armas: é sacaron quatro ó cinco
avia quedado en término de Arequipa, caballos é començaron á caminar por
pensó que no sabiendo el Centeno lo que donde Centeno estaba, y en el camino
avia hecho, saldria á le resistir, é para el dicho Diego Alvarez aleó una bandera
esse efetto envió la cabeça de Lope de c dixo:— «Esta bandera alço en nombre
Mendoça á clavar á la picota de Arequi- de Dios é del Rey é de su capitán Diego
pa ^ é junto con esto llegó nueva como in- Centeno, é para entregársela como á su
dios avian muerto al capitán Alonso Perez capitán general». É juntáronse allí siete
de Castillejo. Acordó Centeno, dando gra- ú ocho con el dicho Diego Alvarez, é
cias á Dios, de atender que aplacasse concertaron con aquel criado suyo que
Nuestro Señor su yra y esperar algún tomasse dos caballos de aquellos, é fues-
buen proveymiento de España, y estarse se á sacar al capitán Luys de Ribera é á
en aquella cueva haciendo una estrecha Centeno de donde estañan ; é quel Diego
penitencia. É como no era posible vivir Alvarez é los demás los aguardarías en-
sin comer, encomendóse á un vecino de tre el Cuíco e Arequipa, É assi se biçc
TOMO ÏV. O,
450 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
todo, é se juntaron donde estaban ya, lo é deliberación con que venian, que era
doçe, é llegado Centeno le entregó Die- reducir aquella cibdad al servicio del Em-
go Alvarez la bandera, como á su ca- perador é morir en la demanda. É detu-
pitán general. É luego comencó Centeno viéronse tanto las cartas que no llegaron
á despachar cartas á quien le paresció á tiempo que pudiessen ser vistas: é des-
por la comarca, é aunque de todas partes pués que les ovo dicho Centeno lo que
avia dañados tiranos, le acudieron algunos convenia, animando sus milites, puestos á
amigos brevemente, é llegó el número de una legua del Cuzco, quatro horas antes
aquellos leales á quarenla hombres ; é an- que amanesçiesse, con una luna bien cla-
tes que partiessen, dio aviso con su carta ra, víspera de Corpus Chripsti, se apea-
Diego Centeno á Hernando de Silva , ve- ron de sus caballos é les quitaron los fre-
cino de Arequipa, como á servidor de Su nos é los dexaron allí, porque ninguno
Magestad, para que con sus amigos al- tuviesse respecto más de á vencer ó mo-
eassen bandera por el Rey, como buenos rir , é se hincaron de rodillas é hicieron su
é leales hijosdalgo, con todas las buenas oración encomendándose á Dios é á su
palabras que supo escrebir, porque es- gloriosa Madre ; é tomándola por aboga-
tando Hernando de Silva en nombre de da, començaron á caminar, é llegaron á
Su Magestad tenia el Centeno las espaldas la cibdad del Cuzco dos horas antes que
seguras por aquella parte, é dióle á en- fuesse de dia: é no pudieron lomar la
tender quél yba allá. É fecho esto,tomó gente de la cibdad tan descuydada, por-
la via del Cuzco, é porque les faltaban ar- que como estaban haciendo gente para
mas , hiço parar la compañía en un pue- Gonçalo Piçarro é tenían ya hechos qui-
blo , é hiço á los indios hacer astas de los nientos hombres, tenian espias por los
palos que hallaban en casas que desba- caminos é supieron cómo yban, y estaban
rataban para ello, é poner cuchillos é da- á pique é pertrechados los de dentro. E
gas en las puntas para servir de lanças, juntáronse aquella noche en la plaça en
con la mayor diligencia que se pudo ha- dos esquadrones trescientos hombres de
cer, é caminó luego á doçe ó quince le- pié é de caballo ; pero no sabiendo cer-
guas cada dia hasta llegar al Cuzco. É tificadamente el número de los que yban:
antes que fucsse de noche, hiço hacer al- los quales llegaron á la plaça con mucha
to , como agora se usa á la italiana ó fran- orden, donde los trescientos estaban, lle-
cesa , ó mejor diciendo en nuestro roman- vando la Madre de Dios delante, é dicien-
ce, pararon; é dio Centeno la orden que do: «Çéssar, Çéssar» en su apellido. Con
avian de tener en la entrada, sin ser sen- grande ímpetu é osadía dieron en la gen-
tidos, é hiçoles un raçonamiento, como te de Piçarro, é aunque hirieron muchos
buen capitán, exhortando su gente al ser- de los de Centeno y mataron á un cavalle-
vicio de Dios é de Su Magestad, trayén- ro, llamado Alonso Perez Desquivel, é al
doles á la memoria la gloria de la lealtad general Centeno le dieron dos heridas é
en que se ocupaban, é acordándoles el cayó en tierra, fué Dios servido que que-
mal nombre é opinión del mundo todo dasse vencedor, é que los contrarios
contra los desleales. É porque les pares- volviessen las espaldas; é de los piçarros
ció ser imposible entrar, sin ser sentidos quedaron cinco muertos é otros muchos
en la cibdad, escribió cartas al teniente heridos, é desta manera diciendo : « Vic-
de allí y á los obispos del Cuzco é Quito, toria é Carlos». Salieron los obispos del
que á essa sacón allí se hallaron', dándoles Cuzco é Quito é otras personas servido-
á entender su buena demanda é sancto ce- res de Sus Magestades que en la cibdad
DE INI HAS. LIB. XLIX. CAP. XIV. 451
avia, los quales é los obispos, de parte Cornejo que á Centeno tuvo escondido, é
de Su Magestad Çessarea é del capitán la solicitud de Miguel de Vergara é Johan
Centeno, entendieron luego en asegurar Dervás, vecinos de aquella cibdad, con-
é atraer los vecinos é la gente al servicio certaron que al tiempo que se saliessen
de Sus Magestades : á la qual sacón avian para Lima de prender al teniente de Gon-
venido cartas de Gonçalo Piçarro para çalo Piçarro é alçar banderas por Sus
que le llevassen gente, porque deçian Magestades. É assi lo hicieron, y envia-
que estaba en la tierra el presidente de ron un mensajero á Centeno, sin saber
Su Magestad que le avia tomado el arma- adonde estaba, para que fuesse á tomar
da en Panamá; y esta nueva fué mucha cargo de aquella gente, como antiguo é
causa para que juntamente con la venida cierto servidor de Su Magestad ; é sabido
del dicho Centeno, que era amigo de antes que estaba en el Cuzco, luego se pusie-
de los de aquella cibdad, é le tenían por ron en arma é se aderesçaron para se
hombre de verdad é que compliria su pa- juntar con él. Sabido esto, despachó lue-
labra, fueron todos juntos, sin faltar nin- go Centeno con indios al presidente de la
guno aquella mañana á le dar la obidien- Gasea, dándole particular cuenta de todo
çia como a capitán por Su Magestad. El lo subçedido, para que le enviasse á man-
qual les quitó las armas é las hiço guar- dar lo que avia de haçer, y entretanto
dar, é hiço juntar la justicia é regimien- allegó toda la gente que pudo é aderes-
to á cabildo, é quitó las varas é cargos cóse de armas é municiones, y escribió
que tenían é púsolos en nombre de Su muchas cartas á diversas partes, convo-
Magestad ; é luego le nombraron por ca- cando á los amigos y exhortándolos á ha-
pitán general ajusticia mayor, en tanto cer lo que debían. Y paresçiéndole que
que Sus Magestades otra cosa proveyes- todo lo hecho era poco, si antes que fues-
scn, ó su presidente en su real nombre. se á servir al presidente no dexaba lo del
Estando las cosas en este estado, sub- Cuzco arriba por Sus Magestades, acor-
cedió que un Antonio de Robles que á la dó de yr á los Chalcas ; é primero que sa-
sacón allí avia ydo por capitán de Gonçalo liesse envió mensajeros al capitán Alonso
Piçarro, para le llevar dineros é Ja gente de Mendoça,requiriéndoIe que hiçiesse lo
ques dicho, dixo ciertas palabras, y es- que al servicio de Su Magestad convenia.
tando ya vencido é trabaxando Centeno é haciéndole saber las nuevas que en la
de le atraer á que sirviesse á Su Mages- tierra avia, é que la voluntad de Cessar
tad , coinencó á andar desasosegado ; é era que Gonçalo Piçarro no gobernasse.
cómo el tiempo requería que no se disi- É Juego tras los mensajeros, dentro de
mulassen algunas cosas, mandóle Cente- veynte dias despues que avia entrado en
no prender é hícole cortar la cabeça. Es- el Cuzco Centeno, salió con quatroçientos
te Antonio de Robles es el que la historia hombres, todos encabalgados é muy bien
ha contado que quitó la mayor parle de aderesçados; é fué por sus jornadas hasta
las barbas al visorey, para las mostrar cinqüeuta leguas del Cuzco, donde le sa-
en Lima, al tiempo que lo mataron. lió al camino la gente de Arequipa con
En este tiempo, como la carta de Cen- más de ciento é cinqüenta hombres bien
teno llegó á Arequipa, é andaba la gente en orden de armas y de lo demás, é con
alterada con la venida del presidente de la grand voluntad de servir al Rey : los qua-
Gasea, é desseosos que se le abriesse ca- les se metieron debaxo de ia bandera
mino para le servir, mediante la buena ma- real, é allí se juntaron otros hasta cin-
ña de Hernando de Silva é aquel Miguel qüenta de aquellas comarcas: assi que v
4o¿ HISTORIA GENERAL Y NATURAL
eran en iodos seysçientos hombres. É otra parte avia enviado á Johan de Acos-
desde allí higo otro mensajero al dicho ta, su capitán, la vuelta del Cuzco, en-
Alonso de Mendoça, persuadiéndole á tendiendo que Centeno queria passai* á
que híciesse lo que á buen servidor é leal juntarse con el presidente. Visto esto por
de su Rey debia hacer: el qual, como ya el dicho capitán Johan de Acosta, é que
estaba informado de lo acaesçido en el los leales no entendían de passarse al de
Cuzco, é como celoso del servicio de Su la Gasea, él se fué á juntar con Piçarro
Magestad, tenia ya hechos trescientos en Arequipa. Y esto se supo por un men-
soldados, é con ellos se fué á juntar con sajero de Gonçalo Piçarro, que envió á
Centeno, é se puso debaxo del estandar- Centeno. haciéndole saber cómo él venia
te real, é le dio la obidiençia como á su con grand pujança, é persuadiéndole que
capitán general. se juntassen ambos á resistir la venida
Estando las cosas en estos términos, del presidente é á los demás que quisies-
llegó un mensajero del presidente con sen venir: é movióle muchos partidos é
cartas para todos los vecinos de la tierra grandes, assi por sus cartas como por
y el treslado de las provissiones é pode- palabras del mensajero. Al qual trabaxó
res suyos, é las mercedes é perdones de ganalle la voluntad é de hacerle ami-
que Su Magostad por su real clemencia á go, para que volviesse á entrar en su cam-
todos hacia , é la fecha desta carta, é tres po , con cartas é palabras para los solda-
indios eran de Panamá, sin saber que dos que allí venían ; é respondió á Gon-
Dieí?o Centeno fuesse vivo. É cómo la çalo Piçarro conforme á sus cartas é á la
gente estaba algo cahareña por los casos calidad del negocio que entre las manos
é delictos passados, se holgó é regocijó traia, é tornó á despachar el mesmo men-
mucho con tan grandes nuevas, é le ani- sajero é informóse del de muchas cosas,
maron para restituyr la tierra á Su Ma- como de hombre que le tenia ganada la
gestad é resistir al tiranoGonçalo Piçarro. voluntad. Y él se fué al campo de Gonça-
Desde allí envió Centeno otro mensaje- lo Piçarro con sus despachos, adonde hi-
ro, y escribió al capitán Antonio de Ulloa, ço el fructo que pudo; é acordó Centeno
que yba á Chile por gobernador de Pi- de tomar la lengua del campo de Jos ene-
çarro, é por cartas é avisos del capitán migos é de hacer alto ó parada allí para
Alonso de Mendoça se volvió á juntarse que Gonçalo Piçarro por ninguna parte se
con él, como de antes lo avia fecho: é le pudiesseyr, sin le salir al encuentro, é
como Antonio de Ulloa vido lo que le es- porque cada dia perdía el tirano de su
cribieron estos capitanes, se volvió é jun- compañía mediante las cartas é inteligen-
tó con sessenta hombres á la obidiençia cias que Diego Centeno metia en el cam-
real é con Centeno. É juntos todos, acor- po del tirano, huyéndole unos é tenien-
daron de se poner en una laguna, que se do los otros ruyn voluntad. É visto Gon-
dice el Desaguadero de Payta en la provin- çalo Piçarro el daño que resçebia, co-
cia del Collao, cinqüenta leguas de Are- mencó á caminar la vuelta de los Chalcas
quipa é ochenta del Cuzco, donde hicie- con la gente que le avian quedado, que
ron hacer coseletes é arcabuces é otros serian más de quinientos hombres, é más
portrechos de guerra, de que tenian nes- de los trescientos dellos arcabuceros : é
çe-sidad. Y estando allí, tuvieron nueva llevaba su gente muy bien recogida, é
que Gronçalo Piçarro era salido de Lima acordó de no venir por donde Diego Cen-
á desbaratar aquel nublado tan grande teno estaba, é fuésse á la redonda de la
qne se le avia puesto allá arriba, é por laguna é por otro camino diez leguas del
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XIV. 453
campo de los leales, donde avia nove- en la laguna é siguiessen su jornada, por
cientos é sessenta hombres, los ciento é que su çelo é intento desde el fundamen-
sessenta dellos arcabuceros, é doscien- to deste negocio nunca fué sino tener de-
tos é cinqüenta de caballo é los demás lante el servicio de Dios é de Su Mages-
piqueros. tad é la paz é quietud de la tierra, por-
Paresçiéndole á Centeno que aquella que le paresçia que muriendo en esta de-
tierra resçebiria grand daño de aquel ti- manda, él quedaba con premio de todos
rano, si passasse la vuelta de los Chalcas, sus trabaxos. É desta manera, quedando
adonde podria hacer muchos males á su todos conformes, partió el campo de Su
salvo é turbar la quietud é sosiego de Magestad en la mayor orden que se pudo
aquellas partes, é que á todos pornia en tener, é acordaron de llevarle en unas
grandes trabaxos; que la guerra no se andas, como á hombre muerto, é al se-
podria acabar tan presto si él no quisies- teno dia de su enfermedad aflójesele algo
se de su grado dexarla : vista la grand el dolor ; y estando ordenando su testa-
pujaoça del campo que tenia la voz de Su mento , vinieron nuestros corredores dan-
Magestad, é considerada la justa empres- do alarma, é decían que avian visto ve-
sa é por las voluntades é aparejo que en nir á los enemigos, é salían los nuestros
la gente halló Centeno para salir al cami- al encuentro en un llano donde los otros
no , mandó pregonar que todos se apare- lenian puestos sus esquadrones en orden.
jassen para otro dia. E los leales hicieron lo mesmo, y estando
Como los juicios de Dios son tan gran- quassi á vista Jos unos de los otros, lle-
des é sus fines incomprehensibles de los varon á Centeno en unas andas á ver la
hombres, dieron lugar á ello; y estando gente, é aunque flaco y esforcándosc to-
en esta coyuntura le dio súbito una calen- do lo que en él fué, habló á todos Jo que
tura á Diego Centeno con un dolor de eñ tal caso é coyuntura convenia, acor-
costado tan grande, que de todo punto dándoles su lealtad é Ja honra de Espa-
le derribó para no ser deste capitán nin- ña, é que, como valerosos milites, obras-
gún provecho; é visto quánto al servicio sen en esta jornada lo que debian á Dios
de Dios é de Su Magestad convenia quel é á su JRey é á sus proprias vidas é hon-
tirano no se passasse sin castigo, juntá- ras, llevando en sus bocas é coraçones la
ronse todos los capitanes é platicaron en- voz de Dios é de Çéssar.
trellos el negocio, é viendo quel mal del Á hora de medio dia, jueves veynle
capitán Centeno yba cada dia cresçiendo de otubre de miJJ é quinientos é quarenta
é faltándole el juicio para mandar é regir y siete años, movieron Jos esquadrones
aquel exérçito, é quél les habló é declaró unos contra otros, é aunque Ja gente leal
su enfermedad, diçiéndoles como á hom- era más que la del tirano, estaba la fuer-
bres que comunicaban todo el campo é las ça desta determinación en Ja mayor can-
voluntades de todos, é lo que al servicio tidad del arcabucería, y esía teníanla de
de Su Magestad más convenia y al bien su parte los desleales. É assi fué tanta la
de la tierra que lo que hiçiesse, é fuesse priessa que se dieron á derribar gente,
conformando con la voluntad del maestre queen los primeros cayeron seys capita-
de campo Luys de Ribera, buen cavallero nes de Ja infantería nuestra é avanguar-
é cierto en el servicio de Sus Magestades da, que fueron Francisco Negral, Diego
é de buen celo, como convenia ; é que si Pantoja , Johan de Vargas, Francisco de
para esto su mal les hacia algún impedi- Retamoso, Diego Lopez é otros. E vien-
mento, que les rogaba que lo echassen do la gente que les faltaban los caudillos
454 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
y el mucho estrago que en ellos hacían, avia quedado, fué causa que no siguiessen
volvieron las espaldas, sin hacer resisten- alcance ninguno ni pudiessen hacer más
cia ninguna. La gente de caballo nuestra, de recoger su gente herida. É assi, con
como vido que la infanteria lo passaba assaz trabaxo salido Centeno, desde á
mal, rompió con el esquadron de caballo quatro dias se escondió, y estuvo veyn-
de los enemigos con muy gentil ánimo, é te dias escondido, curándose : é cómo
tal recabdo se dieron, que en poco espa- se halló aliviado, tomó el camino pa-
cio no tenían caballos con quien pelear: ra donde estaba el presidente, que serian
que los más estaban muertos ó rendidos, doscientas leguas de allí; é no fué poca
excepto algunos que se avian retirado al ventura salvarse, por estar ya tomados
abrigo de su infanteria. Viendo la gente de los caminos. Pero con todos los inconvi-
caballo que les avian faltado los caudillos nientes recogió ochenta hombres, porque
é toda la infanteria, y entrellos el maes- por otro camino venían más de quatro -
tre de campo y Pedro de los Ríos, un ca- cientos en busca del presidente é campo
vallero de Córdoba, que era capitán de de Su Magestad. É assi se fué Centeno
gente de caballo, y el alférez Diego Alva- por sus jornadas á juntar en el mesmo
rez , aunque la victoria de los de caballo exérçito real, donde halló al presidente
estaba por los nuestros, quando quisieron con más de mili é septeçienlos hombres
acometer á la infanteria no fueron parte, con la gente que de la batalla ya dicha se
porque los arcabuceros les haçian muy avian escapado, é prosiguió adelante ; y
grand daño por las mercas de las picas estaban ya á treynta leguas de los ene-
que los mamparaban. È desta suerte les migos.
fué nesçessario yrse retirando hacia el Fué resçebido el capitán Diego Cen-
real de los que tenian la voz de Su Ma- teno del presidente, como buen ser-
gestad, que estarían un quarto de legua vidor de Su Magestad, donde se ofresció
de donde se dio la batalla, pensando que de trabaxar en la conquista é tomar la
allí ©viera gente de infantería para tornar parte que le cupiere de los sudores de la
á rehacerse é dar en los enemigos : é co- milicia, sirviendo á Dios é á Sus Mages-
mo todos avian huydo á más andar, con- tades.
vínoles para salvarse hacer ellos lo mes- Y esta relación es la verdad de lo
mo, é no pararon hasta el campo de Su que á este cavallero toca, é sus servicios
Magestad. Murieron, demás de los capi- fueron mayores que su ventura hasta en
tanes ya dichos, doscientos hombres, sin el estado pressente: é bien paresçe por
otros çinqiienta que se sabe que mataron el discurso de la historia aver seydo é
á cuchillo, é de los enemigos se sabe que passado como es dicho, porque la rela-
murieron çient hombres, sin los que ovo ción antes escripta, que como es dicho
heridos. vino á Valladolid al Sereníssimo Príncipe
Esta relación es del mesmo Diego Cen- don Felipe, nuestro señor, é las cartas
teno , e| qual dice que vista su desdicha quel chronista dice que allí vido de capi-
é mala fortuna, y que no avia remedio tanes é personas del conosçidas é de cré-
alguno para el cuerpo, encomendando á dito, en muchas cosas concuerdan con es-
Dios el ánima, dixo á unos criados suyos ta relación que en Sevilla vino á sus ma-
que le sacassen á morir fuera de los ene- nos en el mes de diciembre deste pres-
migos; y ellos lo pusieron sobre un caballo sente año de mili é quinientos é quarenta
lo mejor que pudieron, é con la poca fuerça y ocho. Y esto es lo que se sabe de las
de gente de caballo que de los enemigos cosas del Perú; é no dexan en España de
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XIV. 453
estar admirados todos los que atienden Sancto Domingo de la Jsla Española con
con desseo de saber los subçessos desta los despachos que de la Cessárea Mages-
guerra, como quier que ella en sí tan tad é del Príncipe, nuestro señor, ha ne-
desacatada é desleal por parte dessos Pi- gociado para la buena gobernación de
ca rros é sus secaçes. Dios lo trayga todo aquella tierra, é á cabo de escrebirse é
al fin que más sea su sancto servicio é co- continuarse estas historias, hoy lunes tres
mo Sus Magestades más se sirvan é aque- dias de diciembre del año ya dicho ; y si
llas tierras é rey nos se pacifiquen. antes de su partida se supieren otras co-
Estando al pressente el chronista en sas , ó despues que en Sancto Domingo
Sevilla, atendiendo que abonancen los sea llegado, ponerse han de aqui ade-
tiempos para volverse á la cibdad de lante.

CAPITULO XV.
Del subçesso é fin deslos desleales Gonçalo Piçarro é sus secaçes, y el fin quel y ellos hicieron por la
bondad de Dios é buena ventura del Emperador, nuestro señor, é prudencia del illustre é muy reverendo
licenciado Pedro de la Gasea, é por el leal comedimiento de los cavalleros é gente militar que al pressente
estaban opressos é tiraniçados en la mesma tierra por el tirano Gonçalo Piçarro é sus ministros.

A Sevilla llegó un sábado en la noche, cias á aquel sin cuya bondad é clemencia
ocho dias de diciembre de mili é quinien- ninguna cosa bien se concluye, é loando
tos é quarenta y ocho años, un cavalle- la prudencia de tan buen gobernador é
ro llamado Fernand Mexia, veynle é qua- capitán general como este valeroso li-
tro de la mesma cibdad é uno de los ca- cenciado de la Gasea se ha mostrado en
valleros que se hallaron en la prission é estos negocios tan enconados é tan per-
vencimiento del tirano é traydor Gonçalo didos é desatinados, tan ensoberbesçi-
Piçarro. E despues en el domingo siguien- dos en tanta diversidad de lenguas é nas-
te dio relación de la victoria quel illustre çiones é mezclas de gentes roteras é suel-
é muy reverendo señor el licenciado Pe- tas por el mundo de hombres de la mar
dro de la Gasea, teniente general de Sus é de la tierra, capaces para tantos é ta-
Magestades, consiguió contra el dicho ti- les trabaxos é desaventuras como las
rano ; é prosiguió su camino para la cor- proprias personas lo han contado. Y en
te de los Serenísimos Príncipes Maximi- la verdad como ha dias quel auctor des-
liano é doña Maria, que al pressente go- tas historias siente esta falta é mezcla de
biernan á España por el Sereníssimo gente, en diversas partes ha apuntado la
Principe don Felipe, nuestro señor, que poncoña disimulada que en esta guerra,
pocos dias avia era passado en Italia é más que civil é no menos infernal, ha an-
ydo á la corte de su padre el Emperador, dado de diversas generasçiones, colma-
nuestro señor, que en essa sacón estaba da de levantiscos é griegos. É si querés
en Flandes en la villa de Bruselas. É las ver, letor, qué gente es aquesta, mirad
nuevas queste cavallero Mexia truxo, é cómo han defendido su generasçion á los
por diversas cartas consta, assi del mes- infieles turcos; mirad qué tanto tiempo há
mo presidente licenciado de la Gasea, co- que le obedesçen al grand turco é le son
mo de otras muchas personas calificadas subditos ; é por ahí veres qué han apren-
é de crédito, son las que aqui se remiten dido de los infieles, é qué amistad tienen
con brevedad, dando primeramente gra- con los cathólicos, é qué se puede pegar
45G HISTORIA GENERAL Y NATURAL
á los que su compañía tienen. Pues des- le é uno de otubre, á legua é media de
tas generasçiones hacia caso Gonçalo Ti- Guarina, en un llano cabe un arroyo
rano; é como su fin no era de fiel, sino entre dos sierras baxas, á causa del do-
enemigo de su mesma patria, é rebelar- lor de costado que súbito le tomó á Cen-
se á su Rey é señor nuestro, recogía es- teno, porque quiso Dios suspender el cas-
sos extrangeros, é juntaba é recogía tigo de los piçarros para adelante." Pero
otros cobdiçiosos é malos españoles de murieron en essa batalla çient hombres
su opinion, y en fin quantos malos á él de Gonçalo Piçarro é trescientos de par-
se allegaron, hallaban en él favor é mer- te de Diego Centeno ; pero trescientos
cedes; é de día en día, favoresçiéndole hombres ó más de los leales escaparon é
la malicia del tiempo é otras cosas que sin se fueron al real de Su Magestad, adon-
larga escriptura no se podrían especifi- de el de la Gasea estaba. É murieron en
car , assi como los thessoros de la mesma essa mesma jornada Luys de Ribera,
tierra que estaba enseñoreando, la distan- maestre de campo, é á Luys Garcia Sama-
cia grande del camino hasta España, la nes, sargento mayor, mandó haçer Gon-
poca consçiençia suya é la ninguna de los çalo Piçarro quartos: murió el capitán
que á él se allegaban, todos estos apare- Diego Alvarez, alférez mayor, y el capi-
jos guisaron é aparejaron é dieron oportu- tán Pedro de Barrios y el capitán Diego
nidad á su soberbia y el mal fin quél é sus Lopez Destúniga; el capitán Retamoso,
adhérentes hicieron , é contiénese aqui. el capitán Negral, el capitán Rodrigo de
Cómo ello fué, será en relación é su- Panloja, el capitán Johan de Vargas, el
mariamente, porque en los capítulos pre- capitán Johan de Cira, el capitán Sil-
cedentes están dichas otras cosas que vera, cinco alféreces é otros muchos é
truxeron estos términos al estado en que personas señaladas. Y el capitán Diego
Dios lo ha puesto. É yré salpicando é Centeno se escapó en una laguna en una
discantando en parte algo de lo que queda balsa;ó después de salido della, se fué á
dicho de susso, ó á lo menos más especi- la cibdad de los Reyes, donde se rehíco
ficado en algunos passos que de susso en de armas é caballos é gente de sus ami-
los capítulos precedentes se ha tocado. gos é buenos servidores de Çéssar, con
Assi como en lo que se díxo del tiempo que se fué al de la Gasea: al qual halló
que Diego Centeno estuvo escondido en en Xauxa, ochenta leguas adelante de
la cueva, no dixe que le daba de comer é Lima, é lo rescibió con muy buen acogi-
traía secreto un minero, amigo suyo, éque miento. Ê cómo vido quel tirano con la
le prometió vcynte mili pessos de oro, victoria ávida contra Centeno le acresçiera
porque no le descubriesse : los quales le la soberbia, é porque no se enconasse más
dio é cumplió después, como se lo avia pro- el tiempo, envió á todas partes á reque-
metido ; y este minero le daba aviso de rir á los servidores de Su Magestad con
todo lo que passaba hasta quel de la Gas- solícitos mensajeros; é cada dia le ve-
ea llegó ala tierra. É sabida esta nueva, nían de todas partes gente de pié é de
salió de su espelunca á servir á Su Mages- caballo á la cibdad de los Reyes, donde
tad, como lo hiço, aunque después fué tuvo la pasqua de Natividad. É cómo se
desbaratado é perseguido por Francisco vido con dos mili hombres, prosiguió en
de Carvajal, maestre de campo de Gonçalo busca del tirano, no dexando de le enviar
Piçarro, como está dicho; é después de mensajeros é cartas para le atraer en paz
aver mucho servido, fué desbaratado por é sin sangre al servicio de Su Magestad,
el tirano, dia de Sancta Brígida , á veyn- é ofresçiéndole mercedes.
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XV, 437
Todos essos cumplimientos é falagos ni se defender, sino muy acobardada-
le ensoberbesçian á Gonçalo Piçarro, é mente. É á los once de abril del dicho
los despresçiaba, é respondía negando la año de mili é quinientos é quaranta y
paz é con amenaças; é en esse tiempo lo ocho le fué cortada la cabeça donde se
quel tirano no quería entender, aceptaban dio la batalla, en el valle de Xaquixa-
otros de los que con él estaban é se ve- guana, como agora se dirá por la sen-
nían al campo de Su Magestad: é aunque tencia que contra él se pronunció, en esta
essos no eran muchos, daban desmayo á manera:
los rebeldes. «Vista y entendida por nos el maris-
Salió Piçarro del Cuzco cómo supo quel cal Alonso de Alvarado, maestre de cam-
de la Gasea yba â dalle la batalla qua- po deste real exérçito, é el licenciado
tro leguas del Cuzco, en el valle que di- Andrés Cianea, oydor de Su Magestad
cen de Xaquixaguana, é assentaron sus destos reynos, subdelegados por el muy
reales á vista los unos de los otros. É á illustre señor el licenciado Pedro de la
los nueve de abril el campo de Su Ma- Gasea, del Consejo de Su Magestad é de
gestad se levantó para yr contra el tira- la sánela é general Inquisición, presiden-
no, y él hiço lo mesmo, é se pusieron te destos reynos é provincias del Perú,
los exérçitos muy cerca, que una loma por lo infraescripto é en declaración de los
de un cerro raso los cobria ; y el presi- muy graves é atroces delíctos, que Gon-
dente mandó subir á una parte del cerro çalo Piçarro ha cometido é consentido co-
un tiro de bronce y el artillero le puso meter á los que le han seguido, después
fuego, é de aquel tiro dio en la tien- que á estos reynos vino el visorey Blasco
da de Gonçalo Piçarro é mató á un pa- Nuñez Vela, en deservicio é desacato
ge que le estaba armando, é luego sa- de Su Magestad é de su preheminençia
lió armado á caballo, é mandó que fues- é corona real, é contra la natural obli-
sen doscientos hombres á tomar aquel ti- gación é fidelidad que, como suvassallo,
ro; pero hallaron tan buena guarda de debia tener é guardar á su Rey é señor
aquella pieça de artillería por ambas par- natural, é de personas particulares: los
tes ó laderas del cerro, que en vien- quales son tantos, é por ser tan notorios
do el estandarte real, sobresaltados de de derecho no se requiere orden ni tela
temor, é viendo que se le huian del cam- de juicio, mayormente que muchos de los
po á Piçarro otros é se yban al general, dichos delictos, por coníission del dicho
desmayaron é huyeron del campo, que Gonçalo Piçarro confiessa la notoriedad de
no le quedaron doscientos hombres al todos con la información que se ha toma-
Gonçalo Piçarro. Y el presidente prove- do, é conviene para la pacificación des-
yó, viendo que no tenia resistencia, que tos reynos y enxemplo con brevedad ha-
no matassen á hombre ni se tirasse tiro cer justicia del dicho Gonçalo Piçarro:
de artillería ni arcabuz, sino que á los * Fallamos, atento lo sussodicho, jun-
enemigos que quedaban, los tomassen en to la disposición del derecho, que de-
medio; é assi se hiço: que á todos los to- bemos de declarar é declaramos al dicho
maron. Y venia Gonçalo Piçarro á caba- Gonçalo Piçarro aver cometido crimen
llo, armado con un estoque, animando á lesœ majeslatis contra la corona real de
los suyos, é quando no se cató, vióse sin Su Magestad é de España, en todos los
remedio é cercado de toda la gente de grados ó cabeças en derecho contenidas,
Su Magestad, é dióse á prission al maes- despues que á estos reynos vino el viso-
tre de campo, sin pelear por su persona rev Blasco Nuñez Vela ; é assi lo decía-
TOMO IV. 58
458 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ramos, é condenamos al dicho Gonçalo Condenárnosle más en perdimiento de lo-
Piçarro por traydor, é aver incurrido él dos sus bienes, de qualquier calidad que
é sus descendientes, nasçidos despues sean é le pertenezcan, los quales aplica-
quél cometió el dicho crimen de trayçion, mos á la cámara é fisco de Su Magestad,
por línia masculina hasta la segunda ge- y en todas las otras penas, que contra los
nerasçion, é por la femenina hasta la pri- tales en derecho están ynstituidas. Por
mera , en la infamia é inhabilidad é inha- esta nuestra sentefîçia definitiva juzgan-
bilidades ; é como á tal condenamos al do, assi lo pronunciamos é mandamos en
dicho Gonçalo Piçarro en pena de muer- estos escriptos é por ellos.—El licencia-
te natural, la quai mandamos que le sea do Andrés de Cianea.—Alonso de Alva-
dada en la forma siguiente: rado» \
»Que sea sacado de la prission en que Otro dia siguiente ahorcaron é hicie-
está, é cavallero en una muía de silla, ron quartos al maestre de campo Fran-
atados pies é manos, é traydo publica- cisco de Carvajal, hombre cruelíssimo é
mente por este real de Su Mageslad con digno de su muerte, é tal qual por lo que
público pregón que manifieste su delic- la historia ha dicho de su persona se pue-
to , é sea llevado al tablado que por nues- de con verdad creer que ha seydo otro
tro mandado está fecho en este real, é peor que Nero.
allí sea apeado é cortada la cabeça por A Maldonado cortaron la cabeça é le
el pescueço. É después de muerto natu- arrastraron, é la cabeça se puso en un
ralmente , mandamos que la dicha cabe- rollo.
ça sea llevada á la cibdad de los Reyes, Al licenciado Guevara, que era casa-
como principal cibdad destos reynos, é do en Sevilla, le cortaron la cabeça, é
sea puesta é clavada en el rollo de la di- fué puesta en el rollo, por traydor. ,
.cha cibdad, con un rótulo é letras gran- AI capitán Johan de Acosta fiçieron
des que diga: íEsla es la cabeça del tray- quartos por traydor.
dor Gonçalo Piçarro, que se fiço justicia Al capitán Guevara le cortaron la ca-
dél en el valle de Xaqiiixaguana, donde beza é fué hecho quartos.
dio batalla campal contra el estandarte real Todo lo quai se hiço en el valle ya di-
de Su Mageslad, queriendo defender su cho, donde se dio la batalla. É desde en
trayçion é tiranía : que ninguno sea osado seys dias, en la cibdad del Cuzco, ahor-
de la quitar, só pena de muerte natural». caron al capitán Maldonado, é se puso su
»Otrosí mandamos que las casas, quel cabeça en una jaola de hierro en el ro-
dicho Gonçalo Piçarro tiene en la cibdad llo , con un rótulo que deçia : « Esta es la
del Cuzco, sean derribadas por los ci- cabeça del traydor de Maldonado».
mientos é aradas de sal, é donde agora Nidos, vecino del Cuzco, fué ahorca-
está la puerta principal, sea puesto un do porque no quiso passarse á servir á
mármol con un letrero que diga : « Estas Su Magestad, pudiendo hacerlo. É fué
casas eran de Gonçalo Piçarro, las quales hecho quartos el bachiller Castro, é sa-
fué mandado derribar por traydor; é nin- cáronle de la iglesia de Sancto Domingo.
guna persona sea osado á las tornar á fa- Acotaron al padre Griego, frayle, por-
cer é edeßcar, sin licencia expresa de Su que hiço artillería á Gonçalo Piçarro, é
Mageslad, só pena de muerte natural». desterráronle para España.
* Esla sentencia, incluida también por Zarate H. Prescoll en su Conquista del Perú, apéndi-
en el primer original de su conocida historia, ha ce XIV; pero con algunas variantes.
eido publicada últimamente por el erudito "William
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XV. 459
Acotaron septenta é siete hombres é de la Vega y el licenciado Cepeda. É un
desterráronlos para España, é que los Francisco Martin, alcalde de Lima é de
pongan en galeras perpetuamente ; é por- la parte del tirano, tenia un caballo
que no son conosçidos, por ser extran- muy ligero, é al que se passaba á la par-
geros, no se dicen sus nombres. te de Su Magestad, le alanceaba ; é assi
Esto es lo que en algunas partes des- de su mano el licenciado Cepeda se esca-
tas historias clama el chronista destas pó con una lançada, é se fué delante del
gentes extrañas é bárbaras y enemigos presidente pidiendo misericordia: elqual
de nuestra nasçion, que á Indias pas- ledixo:—«Cómo, licenciado, tan tarde
san levantiscos, é los más dellos mari- aviedes vos de venir á esso».. Y él con
neros , de cuya conversación é mezcla se mucha humildad replicaba ó pedia mise-
han seguido muchos daños en aquellas ricordia, y el presidente le perdonó en
partes. nombre de Su Magestad ; pero mejor le
Acotaron á un frayle de la Orden de fuera averie Dios llevado desta vida que
Sancto Domingo, porque predicaba ab- venir á tales términos, aviendo ydo á
solución general á los de Gonçalo Piçarro, aquellas partes oydor y el principal de
é lo descompusieron é lo tapiaron dentro los que passaron con el visorey Blasco
del monesterio, donde se fiço essa justi- Nuñez Vela.
cia públicamente. Al tiempo de la batalla se salieron del
Ahorcaron á Valencia, alguacil mayor esquadron del tirano más de çient arca-
de Lima. buceros é otra gente : lo qual dio mucho
Cortaron la cabeça á Carvajal, el ga- desmayo á los tiranos, porque quiso Dios
lán , porque forcó una muger casada é por su clemencia que assi se hiçiesse,
por deservidor de Su Magestad. para más loor suyo é para más gloria de
Ahorcaron á Viedma, alférez de Gon- tan prudente general. El qual ha mostra-
çalo Piçarro. do bien ques persona qual convenia para
Ahorcaron á Diego de Contreras, ve- tan grande é tan arduo negocio, al qual
cino del Cuzco é natural de Triana, por- ha dado fin mediante la bondad divina é
que hiço pólvora para el tirano Gonçalo la buena ventura de la Cessárea Mages-
Piçarro. tad é la industria é sancto celo de tan
Huyeron Bobadilla é Johan de la Torre sapiente caudillo, para quel tirano é sus
y Espinosa, adhérentes al tirano; pero secaçes fuessen castigados, é la tierra
túvose por cierto que no podrian escapar fuesse reducida á la corona real de Cas-
ni dexar de ser justiciados por tales, co- tilla, cuya es, épara que quede disipada
mo los sussodichos. essa secta desleal de aquellos piçarros,
Al tiempo que se quiso dar la batalla, que de tantos daños é crueldades han
se passaron al estandarte real el licencia- seydo causa.
do Johan Nuñez de Prado é Garçilaso

CAPITULO XVI.
En quel chronista dá fin á este libro , é pone siele servicios que se han fecho en tas indias al Emperador
Rey, nuestro señor, é al çeplro real de Castilla: é son los siguientes.

ïues ha plasçido á la divina clemencia con victorioso fin las cosas de la tierra
de traer las cosas á tan buen estado, é austral, é á mí me ha hecho Nuestro Se-
4G0 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ñor señalada merced que en mis dias es- te muy calificadas é dignas de perpetua
te libro haya ávido el fin, que los fieles memoria, é tales que no consienten ni
vassallos de nuestra nasçion de España puede aver olvido en ellas entre los que
desseaban con el castigo é fin del tirano viven é han de venir al mundo después
Gonçalo Piçarro, quiero con este capítulo de nosotros; é son aquestas:
concluyr relatando siete servicios señala- La primera é principal de todas, é la
dos que de todas essas historias son los que ha dado causa é ilustra las demás,
principales ó más encumbrados, é decir- es atribuyda al primero almirante don
los hé brevemente; porque á la verdad Chripstóbal Colom, que descubrió estas
cada uno dellos es digno de historia muy Indias : con el qual ningún descubrimien-
copiosa por la grandeça del ser de cada to se puede comparar, ni mayor servicio
uno dellos. É si yo no me engaño, co- se pudo haçer al çeptro real é Reyes de
sas son de grandíssima estimación, é de Castilla Cathólicos, don Fernando é doña
perpétua obligación quedan los Reyes de Isabel, en cuyo tiempo acaesció, é á los
Castilla prendados, para nunca olvidar tan Reyes sus subçessores pressentes é futu-
señalados servicios; pues han seydoacres- ros en su señorío.
çentando su real patrimonio é ennoblesçi- Segundo servicio notable, fué el que hi-
da, ó mejor diciendo, perpetuada la fama ço el adelantado Blasco Nuñez de Balboa,
de nuestra nasçion en general, é particu- que descubrió la mar del Sur ó austral, é
larmente la de aquellos que con excesi- fué el primero chripstiano que la vido é
vos trabaxos en la mar y en la tierra y entró en ella de todos los que la saben é
en partes tan apartadas de nuestra Euro- hiço los primeros navios, que nuestros es-
pa acabaron é concluyeron tan arduas pañoles en ella pusieron.
empressas é grandes hechos como por es- El tercero servicio notable fué el que
ta General y natural historia de Indias se hiço el capitán Fernando de Magallanes,
puede colegir y entender en estas tres que descubrió el grande é famoso Estre-
partes della en cinqüenta libros distintos cho austral, que está en cinqüenta é dos
quo ahí están acumulados, desde el año grados é medio de la otra parte de la Ií-
de mili é quatroçientos é noventa y dos nia equinoçial ó tórrida çona, á la parte
hasta en fin del año siguiente de mili é del polo antartico ; y entró por él é fué
quinientos é quarenta y ocho años, á lo al Poniente, é llegó á la Especiería é is-
monos lo más é más substancial é impor- las de Maluco: é una de las naos que
tantes subçessos. Y espero en Jesu Chrips- llevó, volvió á España cargada de clavos
to que en la quarta parte, que se seguirá * y especias por el Oriente, llamada la nao
vernán é avrán otras muchas materias su Vitoria, é dio una vuelta al mundo, cir-
lugar: é aun en partes estoy ya informa- cuyendo el orbe, en que vivimos los mor-
do de cosas, que ninguna délias están di- tales , seyendo piloto é capitán della Se-
chas ni escriptas por mí ni por otro, en bastian del Cano.
que començaré de ahí adelante á em- El quarto servicio notable hiço el mar-
plear mi tiempo, esso que Dios fuere qués del Valle don Fernando Cortés, que
servido que hacerlo pueda. Pero entre conquistó la Nueva España, ques un im-
las cosas que en esta General historia yo perio riquíssimo é tan grande, que en él
hallo más bastantes é principales, son sie- se podría extender y heredar, no uno,

* Este intento abrigó Oviedo; pero le sorpren- te el año de 1557, según en su Vida queda adver-
dió la muerte, cuando empezó á publicar la 11.a Par- tido.
DE INDIAS. LIB. XLIX. CAP. XVI. 461
pero muchos reyes; é dél avernos visto é de Sus Magestades é de la corona real
venir en este raes de diciembre de mili é de Castilla é en honor é utilidad de Espa-
quinientos é quarenta y ocho años 'una ña , el illustre é muy reverendo licencia-
nao lastrada é cargada de plata con más do Pero de la Gasea : que estando el
de sessenta mili marcos, sin otras muchas Perú é todas las tierras é mares australes
riqueças é grandes thessoros é plata que é reynos tiraniçados contra el Emperador
ha venido antes de agora, é que se espe. por el traydor de Gonçalo Piçarro é sus
ra venir é traer, que están en poder de secaçes é adhérentes; yen mucha prospe-
nuestros españoles. ridad , é aviendo muerto al visorey Blas-
El quinto notable é señalado servicio le co Nuñez Vela é á otros muchos cavalle-
hicieron dos pobres soldados é compañe- ros nobles é fidalgos é otros que Servian é
ros, llamados Francisco Piçarro é Diego seguían el servicio de Sus Magestades, é
de Almagro : el descubrimiento del Perú de tal forma enseñoreado en aquellas par-
é tierras australes, de donde tantos é tan tes, que se tenia quassi por imposible, sin
grandes thessoros é millones de oro é pla- mucho tiempo é grandes exérçitos, sob-
ta y esmeraldas é perlas se han traydo á juzgarle, passó el dicho licenciado á aque-
España é vienen cada dia. llas partes sin gente ni compañía más de
El sexto servicio notable hicieron el la que para servicio de su persona con-
adelantado de Tenerife don Chripslóbal venia j é mediante la Providencia divina
de Lugo, gobernador de Sánela Marta, é ventura de Çéssar, é por el buen co-
que puso en obra el descubrimiento del medimiento de los fieles subditos españo-
Rio Grande , y envió tal teniente en el li- les, cavalleros é fidalgos que le acudie-
cenciado Gonçalo Ximenez de Quesada, ron c se apartaron del tirano, á que es-
que con mucha prudencia y esfuerço ovo taban subjetos, se dio tan buena maña,
tan rica empressa é tan gloriosa é falló el que le truxo á la muerte, é le fué corta-
nasçimiento de las esmeraldas: lo qual da la cabeça por traydor, é se fiço justi-
hasta nuestro tiempo no vieron chripstia- cia de otros muchos sus adhérentes, é no
nos ni se sabe que oviessen visto tal secre- sin aver llevado las cosas á pública cam-
to en parte del mundo, é sobjuzgó aquel pal batalla del exérçito real de una parte
Nuevo Reyno de Granada, que los natu- y el tirano de otra, donde obró Dios tan-
rales llaman Bogotá , é otras provincias. to, que quassi sin sangre de la parte
El séptimo é notable servicio, que se de los leales, en essajornada se dio fin
puede decir el sello, é tan grande é im- al más arduo negocio é importante á Es-
portante quanto considerar y estudiar se paña de nuestros tiempos, por lo qual
debe por la obra mejor que yo lo sabré sea Jesu Chripsto loado por siempre ja-
ni otro encaresçer ni escribir, es el que más *.
ha fecho é concluydo á servicio de Dios

* En el MS. de la Biblioteca Patrimonial de bro XII desta tercera parte : el principio del qual
S. M. se lee, terminado este libro : «Aqui se aca- está al fin é postre del libro XIX de la primera im-
ba el libro XLIX desta General historia, ques el pression é parle, é debe ponerse aqui»... Lo de-
libro XI desta tercera parte. Sigúese luego el li- más no puede leerse por estar recortado en dema-
bro L é úllimo desta General historia, ques el li- sía el MS.
Este es el libro quinquagéssimo é el último libro de la Historia natural y general : el
quai tracta de los Infortunios é naufragios acaesçidos en las mares de las Indias,
islas y Tierra-Firme del mar Océano.

PROHEMIO.

"eterminado tengo de reducir en este sas. Bien es de creer que si en Bilbao se


último libro algunos casos de infortunios hiciera este libro, que no faltaran cosas
é naufragios é cosas acaesçidas en la muy grandes que escribir, porque como
mar, assi porque las que á mi noticia los vizcaynos (más que otras nasçiones)
han venido, son cosas para oyr é notarse, son exerçitados en las cosas de la mar,
como porque los hombres sepan con de nescessidad avrán visto é algunos de-
quántos peligros andan acompañados los llos experimentado é otros oydo á sus
que navegan. É si los que yo no he sabi- mayores algunas (y aun muchas) historias
do ni aqui se escriben todos se oviessen desta calidad ; y lo mesmo podrían afir-
de decir, seria uno de los mayores trac- mar otras gentes, que viven en las otras
tados que en el mundo están escriptos é costas de las mares de España, testifi-
de mayor volumen ; porque assi como las cando otros diverssos acaesçimientos, e
mares son en diverssas partes navegadas assi al propóssito en otras generasçiones
por diverssas gentes é lenguas, assi es del mundo. Pero aqui no se tractará ni
imposible venir á noticia nuestra todo lo haré mención de lo acaesçido, sino en lag
que en ella ha acaesçido de semejantes co- mares que hay desde España á estas In-
Cotno habrán podido notar los lectores, al fi- proemio el lugar del primer capítulo , por lo cual
nal de la primera parte ( tomo J, pág. 614) publi- aparece aquí alterada la numeración, sujeta extric-
có Oviedo once capítulos de este libro en la edición tamente á la del códice original, que tenemos á la
que hÍ2o de aquella en to3o. En ella ocupaba este visla.
DE INDIAS. LIB. L. PROHEMIO. 463
dias é partes oçidentales de acá, desde por el Levante, é volvió á la mesraa Se-
el año de mill é quatroçientos é noventa villa. É aun despues hiço aquella nao un
y dos años, que estas tierras se descu- viaje desde España á esta cibdad de Sanc-
brieron por el almirante primero destas to Domingo desta Isla Española é tornó á
Indias don ChripstóUal Colom. Y no po- España á Sevilla, é desde allí tornó á es-
dré decirlas todas ; pero serán aquellas ta cibdad cargada, é á la vuelta que vol-
más notables y de quien yo tuviere ente- vía á España se perdió, que nunca más
ra é certíssima información. se supo della ni de persona alguna de los
Muchas veces me acuerdo quando al- que en ella yban. Pero lo que primero
gunas destas desaventuras oygo de lo se dixo que navegó esta nao, harto más
que escribe Plinio del lino, donde dice: sin comparación es que todo lo quel Pli-
« ¿Qué mayor miraglo puede ser que aver nio dice que alguno en el mundo ovies-
una hierba que haga assi vecino el Egip- se navegado. Ni tampoco debe entender-
to de la Italia? * » trayéndolo este auctor se que solo el lino es el instrumento de
al propóssito de las velas, que se hacen las velas en el mundo, pues que también
del lino ó cáñamo para los navios. É dice se hace del cáñamo, ques otra hierba as-
que de aquesta pequeña simiente nasçe saz conosçida. É assimesmo en muchas
cosa que trae el mundo de una parte á partes del mundo se usan las velas de
otra, no paresçiéndole al hombre que le hojas de palmas, hechas como esteras, y
bastaba morir en tierra, sin que paresçies- en otras partes de algodón (en especial
se sin sepoltura; é á tal que sepamos que entre los indios destas partes é Indias)
la pena nos es favorable, ninguna hierba ques otra hierba ; y aun también las po-
se engendra más fácilmente, porque en- drian hacer de lana donde hay ganados.
tendamos que aquesto se hace contra vo- Pero dexemos las velas, que no son
luntad de la natura, el lino quema el cam- más de culpar que la madera de los ár-
po y le hace estéril más que otra cosa. boles en este caso, pues délias se hacen
Todo esto se hallará en el principio del los navios ó másteles y entenas dellos; é
libro XIX de Plinio; é muy mejor é con dése solamente la culpa á los que podrian
más causa lo dixera, si vinieran á su no- vivir en la tierra é se van á la mar á ex-
ticia tan apartadas mares é tan continua- perimentar estos trabaxos. É ya yo me
mente navegadas como estas mares, ques vi en la mar en tal término, que pudiera
otra distancia muy mayor que la del con más expiriençia propria temer y en-
Egipto é Italia, pues desde ella á la boca tender los peligros della que Píinio, in-
del rio Nilo, que riega el Egipto, hay formado por sus libros ó por marineros
pocas más de trescientas leguas. Y este de su tiempo, porque de verlo á oyrlo
mismo lino é velas apartaron al capitán hay mucha desproporción ó diferencia. E
Sebastian del Cano é á la nao Vitoria no diré en este caso cosa que la sepan
tanto de España; porque salió aquella nao pocos; pues el año que passó de mili é
del rio Guadalquivir (que passa por la quinientos é veynte é 1res atravessé des-
cibdad de Sevilla) é dio una vuelta ai po- de la costa de Tierra-Firme, é partí des-
mo del orbe ó redondez del mundo, é de á par del puerto de Sánela Marta para
anduvo todo lo quel sol anda por aquel esta Isla Española, é fuy á parar en la de
paralelo (que la nao que digo bojó el Cuba, en una pequeña caravela mia : la
mundo), yendo por Poniente é tornando qual estaba tan comida do la broma, que

i Plinio , lib. XIX.


464 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
nos anegábamos los que en ella ybamos, vio se perdió después en las islas de los
é con las camisas que teníamos, ybamos Alacranes el licenciado Alonso Çuaço, co-
atapando algunos agugeros por donde mo se dirá adelante en el capílulo décimo
entraba el agua ; é hacia tanto viento é deste último libro. Pero este trabaxo mió
mar que nos cubrian muchas veces las ni ha seydo solo ni¿Ie más peligro que
ondas. Finalmente, nos vimos en tanto otros que por mí han passado; porque el
peligro que de hora en hora esperábamos año de mili é quinientos é treynta estuve
la muerte; é yo más que otro, porque de- en llegar desde el puerto que llaman de
más de lo que he dicho, yba muy enfer- Ja Possesion, en la provincia de Nicara-
mo: tanto que queriendo un marinero gua (donde estuvo por gobernador é mu-
aprovecharse de un serón de esparto, que rió Pedrarias Dávila, en la costa de la
allí estaba debaxo de un colchón, en que mar del Sur), hasta Panamá, que son
yo yba echado, le dixo un criado mió:— trescientas leguas, quassi cinco meses
«No<tomes el serón, que ya veys quel por falta de tiempos ; y en una isla que
capitán está muriéndose, é muerto, no se dice Pocossí, ques dentro del golpho
hay otro en que envolverlo y echarlo á la de Orotiña, estuvimos más de veynte
mar ». Lo qual yo oy y entendí muy bien, dias; é allí hallamos el timón ó goberna-
é assentéme en la cama enojado con mi lle todo comido de broma, é dos tablas
criado, é dixe:— «Saca esse serón de del coslado de la caravela podridas é bro-
ahí é dádsele á esse hombre : que no ten- madas , é la sacamos en tierra ; é por la
go de morir en la mar, ni querrá Dios diligencia del maestre Joaquin Cabeças (ó
que me falte sepoltura en su sagrada igle- Joaquin de Grado), hidalgo asturiano é
sia». Y desde essa hora tuve alguna me- buen piloto, nos salvamos todos. É allí
joría. lo mejor que se pudo (aunque nos falta-
Aquel navio ninguna cubierta tenia, ba quassi todo lo nesçessario para el ado-
donde pudiesse hombre esconderse de bo del navio) lo aderescó, é tornamos á
los aguaceros ni del sol, ni teníamos pan la mar é navegamos doscientas leguas
ni vino ; é con estas é otras muchas difi- hasta Panamá; é quiso Dios que aquellas
cultades plugo á Nuestro Señor que apor- las andoviéssemos en ocho dias, ó me-
té en salvamento á la isla que he dicho, nos, porque nos socorrió la misericordia
y entré en el puerto de la cibdad de divina con buen tiempo, é las anduvimos
Sanctiago, donde á la sacón gobernaba presto en los dias ques dicho. Y en las
el adelantado Diego Velazquez de Cué- otras çient leguas aviamos estado más de
llar, del qual fuy muy bien hospedado; quatro meses y medio, y en todo este
é allí me curé é se reparó mi salud en tiempo yo estuve quartanario, é aun al-
quince dias que allí descansé. Passados gunos meses despues. Y en todo aquel
estos torné á la mar é proseguí mi cami- viaje ningund vino, ni pan, ni bastimen-
no para esta Isla Española; pero vendí to de los de España tuvimos, sino los
allí en Cuba la caravela, con condición destas partes, assi como mahiz é fésolcs;
que á mí é á los mios nos truxesse hasta pero no nos faltaban pescado é otras
la Yaguana, qucs un puerto en fin desta viandas no buenas, en especial para do-
Isla al Poniente, porque yo no avia me- lientes. Y también era esla navegación en
nester el navio para más, é porque es- caravela rasa, descubierta al sol é á las
taba muy bromado; é assi se hiço. Y el lluvias, que eran muchas.
que lo compró volvió en él á Cuba, é lo No hago mención de las muchas veces
reparó é adobó. Y en aqueste mesmo na- que en estas mares de acá y en las de
DE INDIAS. LIB. JL PBOHEMIO. 46o
España y de Italia y Flandes yo me he vis- los chronistas que no navegan. Pero de-
to en tormentas muchas é muy grandes, xado esto aparte, ques común lo que por
de másteles quebrados é velas^y entenas mí ha passado é cosas quassi ordinarias
rompidas, é otras fatigas, que cada una á los que navegan é cursan la mar, pas-
délias pensé que era la última hora alle- semos á otras mayores é particulares,
gada para la conclusion de mi vida, si no que cada una délias es miraculosa, é pa-
me socorriera Dios por su clemencia, al ra mucho loar á Dios los que tales nau-
quai yo le doy infinitas gracias, porque fragios oyeren ó leyeren, é más los que
lia seydo servido de me esperar â peni- en tales trances se hallaron é lo experi-
tencia. Y por su misericordia permita que mentaron : y los unos é los otros nunca
mi fin sea en su gracia y en estado que deben çessar de se encomendar á Nues-
mi ánima se salve, pues la compró con tro Señor é á la piadosa Madre del Re-
su presçiosa sangre : que en verdad en demplor la gloriosa Virgen sin mancilla,
estos trabaxos é otros muchos que por de quien lan señalado socorro suelen ha-
mí han passado, siempre me acordaba de llar sus devotos en sus angustias y nes-
aquellas palabras de Séneca, que dicen: çessidades en la tierra y en la mar. Mas
»En tormenta vivimos; muramos en puer- como sea tan diferente el un camino del
to» f. É Dios es testigo que assi lo desseé otro, tomóse de tal extremo aquel pro-
siempre; pero ofrésçense cosasá los hom- verbio vulgar, que dice:
bres, que aunque conosçen los peligros
Si querés saber orar,
de la mar no se pueden excusar dellos, aprended á navegar.
ni son parle para dexar de tentarlos,
unos por nesçessidad de buscar la vida, Porque sin dubda es grande la atención
otros por complir con lo que son obliga- que los chripstianos tienen en semejantes
dos, é por diverssas ocasiones, ó tales calamidades y naufragios para se enco-
que sin vergüenca los buenos no pueden mendar á Dios y á su gloriosa Madre: é
dexar de aventurarse á estos peligros é assi paresçe que los oye é son socorridos
á los que vinieren. Y de aquesta manera miraculosamente, como se verá y pares-
he yo aprendido á escrebir é notar estas çe por los exemplos y capítulos siguien-
cosas que no se pueden assi explicar por tes.

CAPITULO I.
Bel padre é hijo que andovieron en una labia por la mar hasta que! padre murió, é eómo escapó el hijo.

Año de mili é quinientos y trece venia ra dexar de se perder, 6 que demás del
una nao de España á esta Isla Española, peligro de la mar, en la tierra, ya que
y erró la derrota é fué á dar al través en no se ahogassen, no les podía faltar la
Ja costa de Tierra-Firme, cerca del rio muerte, por ser los indios allí bravos- é
Grande, que está más al Oçidente del no sobjuzgados é caribes flecheros, é que
puerto de Sánela Marta. É allí yban un comen carne humana todos los de aque-
padre é hijo, naturales de Sevilla, é có- lla costa, dixo aquel hombre viejo á su
mo vieron todos los de la nao que no po- hijo, que era mancebo de hasta veynte é
dían escapar ni algún remedio tenían pa- cinco años, estas palabras:—«Hijo,ya tú

i In fluclu viximus; moriamur in porlu.


TOMO IV. 59
IGG HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ves questa nao va perdida á dar al través to dia, acaso passaba una caravela de
é çabordar en tierra, é que no podemos chripslianos, é vieron andar la tabla en
de aqui escapar sino miraglosamente: por la mar á causa del bulto del hombre que
tanto es menester, que demás de nos en- estaba abracado con ella, é ya andaba
comendar á Dios que nos socorra, nos tan desmayado que no pudiera dexar de
ayudemos lo mejor que supieres é basta-, peresçer, si no fuera de Dios socorrido:
re nuestra industria, ó que á lo menos é las aguas é grandes corrientes le avian
no quede por nosotros cosa alguna que desviado de la costa más de ocho ó diez
hacerse pueda por escapar la vida. Y leguas dentro en la mar. Estonces la ca-
para esto, yo no veo otro camino sino que ravela se puso á la relinga é al repa-
te estés aqui á par de mí, é ten ojo en ro, mirando los que en ella venían aquel
aquesta tabla á que estoy arrimado, que bulto que andaba sobre las ondas por en-
por ventura en ella podremos salvarnos, tender qué cosa era, y en fin arribó so-
si la voluntad de Dios fuere». bre la tabla é recogió el hombre, é lo
El mancebo obedesció é lo hiça assi;. metieron dentro é vivió é se salvó por es-
é la nao dio en ciertos roquedos de la cos- ta manera. Al qual hombre yo le vi des-
ta , é se perdió assi como yba cargada é pués en esta cibdad de Sancto Domingo,.
rica, é la mayor parte de la gente se aho- y era sacristan de la iglesia mayor de
gó allí ; é los que no se anegaron é salie- aqui el aña de mili é quinientos y quin-
ron vivos á tierra, fueron después muer- ce años, é le hablé y él me dixo é contó
tos por los indios caribes é coronados que lo ques dicho, en pressençia de personas
hay en aquella provincia, é digo corona- honradas é principales vecinos desta cib-
dos porque andan tresquilados el cabello dad, á quien era notorio é público lo que
bajo como de tres meses ó quatro, é aqui he escripto en este caso.
abierta una grand corona, como la usan Pregúntele que quando en aquella tan
los frayles de Sanct Benito; é son fleche- grand nesçessidad se avia visto, que qué
ros é tiran con hierba. oración especial avia hecho, encomen-
Tornando á la historia, el padre y el dándose á Dios é á sus Sanctos ; é respon-
hijo tovieron tal cuydado de aquella ta- dióme que siempre avia tenido esperança
bla , que en ella escaparon por estonces; cierta en la gloriosa Virgen é Madre de
y andovieron cavalleros sobrella tres dias Dios que le avia de socorrer, é se avia
en la mar, donde ella era guiada por el votado á ella, y en su nombre á su sanc-
viento é las ondas, sin comer ni beber. ta ymágen del Antigua, que está en una
É á cabo de los tres dias se murió el vie- capilla de la iglesia mayor de Sevilla,
jo , y el hijo lo echó en la mar porque su donde ha fecho muchos miraglos ; y que
eompañia avia de ser de hedor é de más con su esfuerço avia andado en la mar
trabaxo, é no de algún remedio para el en aquella tabla los quatro dias y medio
defuncto ; é assi quedó el mancebo sobre ques dicho, é que truxo á su padre quas-
la tabla otro dia é medio después, sin si un dia entero muerto de la manera que
aver cosa alguna comido, ni la tener en está dicha.
todo el tiempo que he dicho. É al quine-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. ÍÍ. 4<f7

CAPITULO IL
De una nave que partió desta cibdad de Sánelo Domingo de la Isla Española,é topó en una peña destacos-
la , ó saltó un marinero de la nao en la peña, é se vino por tierra á esta cibdad, é Ja nao fuë en salvamen-
. lo á España.

X ocos tiempos há que salió una nao espaldaraço de plano en soslayo en las pe-
deste rio é puerto de Sancto Domingo, ñas de la dicha punta. É quiso Dios que
de la qual era maestre el capitán Sanct fué de manera que no peligró: antes el
Johan de Solorçano, é á la media noche topar fué de forma que resurtió de allí
ó poco más tarde anduvo la gente della con la proa para la mar, é la socorrió
levantando sus áncoras, é salió con una Dios de guisa, que dobló el cabo é salió
luna muy clara dos horas ó más antes fuera sin peligro ni lesion alguna.
que fuesse de dia á la mar, con el terral, Un marinero vizcayno, desque vido yr
la vuelta de España, por esta costa arri- la nao derrota batida á dar en tierra, pú-
ba. Y porque el viento terral mejor le sose en la proa ó en parle que pudiesse
sirviesse, procuró de yr junto ó no muy saltar en tierra, quando topasse: é assi fué
desviado de la tierra ; é como los mari- que en el mesmo instante que tocó la nao
neros avian mucho trabaxado en se des- en la peña, saltó el marinero sobre la peña
amarrar é levantar sus áncoras é meter desde la nao, é quedó él en tierra sano é
dentro en la nao el batel y en otras cosas, seguro, é la nao cómo salió, segund es di-
después que salieron á la mar, durmié- cho, tiró su camino para España, donde
ronse ó no hicieron la vela ni el piloto su fué en salvamento; y el vizcayno se vol-
officio como debian. Por lo qual. como vió por tierra á esta cibdad donde llegó
fué esclaresçiendo el dia, vieron que otro dia ó desde á dos, é la nao le llevó
yban muy metidos en la costa é que no á España su caxa é ropa. Lo qual fué
podian doblar la punta de Cayçedo, que grand miraglo no se romper aquella nao,
está al Oriente desta cibdad tres leguas porque es costa brava é muy peligrosa.
é media ó quatro: é viéndose perdidos é Mas quísola Dios librar de la forma que
que yban á dar en tierra, procuraron de está dicho é que aquel marinero se que-
hacer toda su posibilidad por hacer salir dasse en tierra, porque diesse testimonio
la nao hacia la mar; pero en fin no pu- deste miraglo.
dieron excusar que dexasse de dar un

CAPITULO 111.
De una nao que se perdió en la cosía de la Tierra-Firme, é cómo los marineros se lomaron la barca déliai
é se fueron sin los passageros é nunca paresçieron , é de las tablas de la nao hicieron los passageros una
barquilla, é llegaron á tal estado, que por hambre echaron suertes á quát comerían dellos, é cómo se
salvaron los que quedaron dellos.

Hd año de mili é quinientos é trece años la provincia que llaman de Çemaco: Ja


partió una nao del puerto desta cibdad de qual poco tiempo antes avian ganado los
Sancto Domingo de la Isla Española para chripstianos, y estaba allí por capitán
yr al Darien, que era una cibdad á una Vasco Nuñez de Balboa. Esta nao \ ba con
legua de la costa del golpho de Urabá en muchas mercaderías é passageros é mari;
468 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ñeros, que por todos eran hasta cinqüen- guno dellos entrasse en la barca, é se lo
ta ó sessenta personas; y por sus peca- defendieron con las espadas arrincadas,
dos y por no ser el piloto qual avia de assi acabaron mal é se perdieron, que
ser, erraron la derrota é fueron á reco- nunca después se supo dellos ni qué se
nosçer la Tierra-Firme çient leguas ó más hicieron. É al tiempo que se partian, con-
abaxo del Darien, é no conosció el piloto fortaban á los que dexaban en tierra, di-
ni hombre dellos en qué parte estaban, ciendo que luego tornarían por ellos : lo
é cargó tanto el tiempo, que dio con ellos qual no permitió Dios, pues que nunca se
é con la nao al través en la costa, 6 per- tuvo noticia dellos ni se sabe qué se hi-
dióse la nao é todo lo que llevaban; pe* cieron , mas de ser opinion que en la mar
ro salvóse la gente, aunque con trabaxo. ó en la tierra todos murieron é acabaron
Créese que aquella provincia, donde assi mal.
se perdieron, era muy cerca ó en la mes- Los pobres passageros, desamparados,
ma provincia de Veragua. É dado assi el como es dicho, y en tierra de indios bra-
navio al través, los hombres de la mar vos serian hasta treynta é cinco perso-
que en él yban, como eran más sueltos y nas ó más, y estaban en esperança que
diestros en estas cosas, y suelen serles los marineros volverían un dia y otro é
tales hechos ó acostumbrados más á su otro : é cómo passaron veynte dias é más,
provecho que de los passageros ni del couosçieron el engaño, é no sabian que
próximo, assi como vieron que yban per- partido escoger ni si seria bien tirar su
didos é á dar en la tierra, sacaron presto camino por tierra la costa abaxo ni si de-
la barca de la nao é los remos é Janeá- bian yr por la costa arriba: y estando
ronse en ella, sin dexar entrar con ellos perplexos é diferentes en sus votos sobre
ningún passagero ; pero como he dicho, á quál parte guiarían su peregrinación,
ninguno se ahogó. Estos marineros y el sin se determinar, dieron sobrellos más
maestre é pilotos apoderados de la barca, de trescientos hombres de guerra, é có-
dixeron que yban á buscar el puerto del mo vieron que los chripstianos eran pocos
Darien, que creian que no estaba de allí é sin armas é no mostraban semblante de
cinco ó seys leguas de costa abaxo, y que pelear ni otra resistencia, preguntában-
en hallándole, harían que viniesse una les qué querían é á dónde yban, por
caravela ó tantas barcas é canoas que señas mal entendidas de los unos é de
pudiessen yrse luego á su placer aquellos los otros; é los chripstianos señalaban
passageros, que dexaban en la tierra y que querían comer, é los indios mostrá-
entre indios bravos, que no sabían que banles si querían oro, enseñándoselo (de
tales se eran. É desta vuelta daban su pa- lo qual tenían mucho), é todos los más
labra los marineros con muchos juramen- traían çarçillos é arracadas en las orejas
tos por consolar á los que assi desampa- é axorcas é collares é otras presseas de
raron. É assi se fueron buscando la cosía oro. Los chripstianos señalaban que que-
abaxo hacia el Poniente el puerto que rían comer, é por sus señas desechaban
nunca hallaron, creyendo que aquel ca- é no querían el oro. É los indios, viendo
mino era el que debian hacer para yr al esto, mostrábanles indias mocas desnu-
Darien é al golpho de Urabá, é dexában- das, como ellas andan en aquella tierra, é
lo la costa arriba hacia el Oriente. É assi dábanselas, é Jos chripstianos tampoco
como usaron de fraude y engaño é no las quisieron tomar, é tovieron buen
tuvieron piedad ni misericordia con los acuerdo en no las querer ni querer el
passageros, é no dieron lugar á que nin- oro. E assi á este propóssito de ninguna
DE INDIAS. LIB. L. CAP. III. 469
cosa de quantas se les mostró quisieron donde aquellos avian ydo. E assi porfian-
cosa alguna, sino del comer. do vencían los de la una opinion é yban
Estonces los indios determinaron de hacia la una parte, é despues que tres ó
no les hacer mal ni les injuriar ni eno- quatro dias avian assi caminado é que no
xar : antes les dieron de comer de lo que hallaban lo que desseaban, volvían á bo-
tenían, assi como mahiz é pescado é gar al contrarío é desandaban aquello, é
fructas de la tierra; é muy doméstica- procedían lo que más les paresçia, horas
mente estovieron entre aquellos indios al remo é á veces á la vela, é assi se an-
más de cinqüenta dias, hasta tanto que daban como gente desatinada de unas
perdiendo del todo la esperança de la partes á otras. Algunas veces la mar los
vuelta de los marineros, acordaron de ha- metia dentro de sí más de lo quellos que-
cer una barca de las tablas é reliquias de rían, é con mucho trabaxo volvían á la
ía nao rompida, sin tener sierra ni mar- costa, desseosos de qualquier parte della.
tillo ni barrena ni los otros aparejos que Otras veces les fallaba el comer é salta-
para su labor eran nesçessarios. É con ban por las playas á buscar agua, é ma-
todos essos inconvinientes, lo mejor que riscaban tomando caracoles é almejas ó
pudieron, hicieron una barca de mal talle lo que hallaban. Otras se cansaban del
é peor labrada, quebrando la pez de las bogar, é por aliviar la barca yban por la
quadernas é tablones rompidos de la nao, costa, é quando topaban algunos rios lla-
é sacando la estopa donde la hallaban, y maban la barca. é volvía á los passar á
el clavo que podian, ó poniendo tarugos la otra parte : é otras veces no hallaban
é cuñas en lugar de clavaçon, é de una camino ni playa, por dó pudiessenyr ade-
espada que tenían (é fué el mayor apa- lante por los estorbos de la costa en par-
rejo y herramienta para su labor) quitan- les brava é por los estaños é pantanos,
do el pomo é puño, calentaban la espiga que también topaban los que yban por
é metíanla en lugar de barrena lo que tierra. E destamanera en una vida (que la
avian de clavar, y en aquel agujero po- sabrán mejor contemplar los que leen é
nían las cuñas con que cosian las tablas los que por estas partes han andado, que
é ligaçones. Finalmente, ellos se dieron lo sabré yo escribir) se murieron tantos
tal recabdo, que pudieron entrar en el deslos afanados pecadores, que no que-
navio (que assi hicieron todos aquellos daban ya sino catorce personas, y ellos
chripstianos) excepto cinco ó seys, que muy flacos y enfermos; é avia que les
ya eran muertos de enfermedades. É as- turaba esto diez meses.
si entrados en la mar, sin aguja ni carta Siguióse que aquel mesmo año de tre-
de navegar ni piloto, é sin saber á dón- ce el Calhólico Rey don Fernando, de
de yban ni á dónde debiessen yr, por- gloriosa memoria, despachó en Vallado,
que unos querían hacer su navegación al lid á PedrariasDávila por su gobernador é
Oriente en busca del Darien, porque les capitán general, é mandóle yr con su ar-
paresçia que pues los de la barca no avian mada á la Tierra-Firme é á la mesma cib-
tornado y eran ydos al Oçidente, que se dad del Darien, 6 â lomar residencia al ca-
avian perdido, é que el Darien debia es- pitán Vasco Nuñez de Balboa, é que que-
tar al Este la costa arriba: otros decían da sse en la conquista de aquella tierra.
lo contrario, porque en los marineros el É ydo á Sevilla, c fecha la gente para
piloto ó algunos dellos avian estado en el aquella armada, subçedicron tales tiem-
Darien, é que sabrían mejor la costa, é pos é cosas, que no se pudo despachar
por tíinto era más sano consejo yr por ni salir ú la mar hasta el siguiente año de
470 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mili é quinientos é catorce, é llegado á ría, antes quel segundo ó el tercero mu-
la isla de la Gomera con diez y ocho naos riesse. Y de hecho se echaron las suer-
é caravelas, mandó que una délias vi- tes, é cupo de ser muerto á uno dellos,
niesse derechamente á esta cibdad de que se decía Alvaro de Aguilar, natural
Sancto Domingo de la isla Española é to- de la cibdad de Toledo. Pero como no les
masse aqui ciertas lenguas ó otros reeab- faltaban lágrimas é sospiros ni entera fée
dos, é se fuesse al Darien tras el armada. é devoción, llamando á Dios en tanto es-
É assi fué que Pedrarias llegó un dia ó trecho é hambre, no permitió la miseri-
dos después de Sanct Johan de junio de cordia divina ni dio lugar á tan fiero é
aquel año de catorce á la cibdad del Da- crudo partido é suerte. É atendían que
nen con toda su armada, en la qual com- fuesse de noche, para matar al sorteado
pañía yo fuy por veedor é official real; é para lo comer después, satisfaciendo á
ya estábamos en tierra pocos dias avia, su intolerable hambre. Y estando en este
quando llegó la nao que avia venido por trabaxo, quiso Nuestro Señor que vieron
esta cibdad á llevar las lenguas, de la la nao ques dicha, é llegados con el bar-
qual nao yba por capitán Francisco Vaz- co al costado della, preguntó la nao que
quez Coronado é de Valdés. quién eran, pensando que eran gente de
Y esta nao acaso vido en la mar aque- la cibdad del Darien, é respondieron los
lla barca de los perdidos ques dicho; é los del barco:—«Señores, somos los perdi-
de la barca vieron á la nao é comencáron- dos por nuestros pecados*. (Como si la
seá capear, llamando los unos á los otros, nao tuviera de su perdición alguna noti-
é púsose la nao á la relinga ó reparo á es- cia). É los de la nao replicaron que quá-
perar, y el barco arribó á ella con el ma- les perdidos eran, é recogiéronlos dentro
yor placer que hombres pudieron sentir della, é informáronse de lo ques dicho, é
con tal socorro, dundo infinitas gracias á lleváronlos al Darien , donde solos cator-
Dios, con muchas lágrimas de alegría, ce hombres llegaron vivos de todos los
con mucha raçon; porque demás de los treynta y cinco que entraron en aquella
trabaxos é desaventuras que avian pa- barca ó escaparon de la nao perdida por
desçido, el mesmo dia que vieron Ja nao la forma c miraglo que aqui se ha cscrip-
(no teniendo cosa del mundo ya que co- lo, excepto los marineros é maestre é pi-
mer, y estando más de doce leguas den- loto, que eran más de otros vcynte, los
tro de la mar, é no pudiendo tornar á la que se fueron con la barca de la nao é
costa por el tiempo contrario que les ha- desampararon á essotros, é nunca hom-
cia , é por la mucha flaqueça de sus per- bre dellos paresció.
sonas , que ya quassi no avia hombre de- Después que en el Darien llegaron es-
llos que pudiesse alçar los bracos para sos que quedaron deste naufragio, se re-
bogar) echaron suertes con juramento so- cogieron entre los que allí veníamos, é se
lempne de estar por ellas, 6 que á qual- reformaron entre nosotros, é se curaron,
quier dellos que le cupiesse la suerte, lo que yban muy dolientes, que paresçian
matassen para comer, é que comido defunctos.É los dos destos hombres estu-
aquel las echarían por otro, é que aquel vieron algún tiempo en mi casa allí en el
tal que oviesse de padesçer tomasse la Darien, é fueron ricos. El uno se decía
muerte en paciencia, diciendo que más Anton de Salamanca, y era natural de la
valia que uno ó dos muriessen que no to- cibdad de Segovia, y el otro era el pro-
dos: con esperança que en tanto que tal prio Alvaro de Aguilar, que avia de ser
bastimento les turasse, Dios los socorre- comido el primero. Al qual yo le hice
DE INDIAS. LIB. L. CAP. III. 471
teniente de escribano general por el se- despues que les acontesció lo ques dicho.
cretario Lope Conchillos en aquella cib- Yo pregunté muchas veces á algunos
dad del Darien (que después se llamó de aquestos hombres que qué oración
Sancta Maria del Antigua), é ganó muy en especial hicieron, ó si prometieron
bien de comer, é murió después de al- algún voto, é me dixeron que cada uno
gunos años en la cibdad de Panamá, año se encomendaba á Dios é lloraba sus cul-
de mili é quinientos é treynta é cinco pas; pero el Alvaro de Aguilar y el An-
años. Y poco antes avia fallesçido el An- ton de Salamanca y el Ternero me dixe-
ton de Salamanca, el qual se avia fecho ron que se avian votado de yr en romería
mercader é tuvo muchos dineros é ha- á Nuestra Señora de Guadalupe, é que
cienda. Otro destos se llamaba Terne- assi creían que la Madre de Dios mira-
ro, é otro Johan Calderón: los quales é glosamente los avia escapado de tan se-
los demás murieron desde algunos años ñalados trabaxos.

CAPITULO IV.
Do una nao que se perdió en la mar é se fué á fondo é se salvó toda la gente en la barca, sin comer ni
beber en doce dias lodos ellos más de dos libras de vizcocbo, aviéndoseles perdido más de Iresçienlas
leguas apartados de tierra dentro del mar Océano.

i\queste mesmo año de mili é quinten-» Yban en ella veynte é cinco personas,
tos é catorce acaesció otra cosa miracu- las quales, como vieron que en ninguna
losa, é fué desta manera. manera podian vencer, ni bastaban á po-
Cómo el gobernador Pedrarias Dávila der agotar el agua, diéronse mucha
llegó á la cibdad del Darien , en la Tier- priessa á sacar la barca fuera ; é como
ra-Firme , como se dixo en el precedente no eran más gente de la ques dicho, no
capítulo, algunas naos é cara velas de las pudieron bastar á agotar la nao é dar á
que llevó se echaron al través, por ser las bombas é á sacar el batel juntamen-
muy viejas, é á causa de la broma, que te; pero ayudados de Dios el batel ó bar-
allí hay mucha, no estaban para navegar ca salió fuera de la nao ; é quando aca-
con ellas, é otras algunas volvieron á Es- baron de dar con él al agua, ya la nao
paña. Y entre aquellas avia una, de que estaba llena de agua quassi hasta los bor-
era maestre un Pero Fernandez Exuero, dos, é assi derecha se hundió en el ins-
natural de Palos, de la qual era piloto un tante que la barca estuvo fuera della, sin
Anton Calvo, buen hombre y experto en que paresçiesse cosa alguna de la nao
la navegación : la qual partió del puerto por la profundidad que allí avia en la
del Darien y vino á esta Isla Española por mar. É cómo se dieron mucha priessa á
la banda del Norte. E despues que tomó entrar la gente en la barca, no tuvieron
refresco é lo que le paresció que le con- tiempo ni memoria para meter cosa al-
venia para ?u viaje, siguió su camino con guna de comer ni beber, ni el piloto tu-
muy buen tiempo; y estando apartada vo memoria ni sentido ni espacio para
en la mar trescientas leguas ó más des- sacar su carta do navegar, ni alguna agu-
viada de aquesta Isla Española , comencó ja por dó se gobernasse, ni cstrolabio, ni
á hacer tanta agua que con dos bombas quadrante para lomar el sol ó la estrella
no la pudieron sostener, y en fin se hun- del Norte, ni sonda para conosçcr los
dió en la mar. baxos ó bracas del agua. Mas acaesció
472 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que en aquella priessa en que estaban sa- este propóssito, que nos enseñan cómo
cando la barca, un mancebo se halló á en la verdad muchas personas no tienen
par de su caxa sacando un poco de viz- de hombres sino el nombre é la vista,
cocho para comer él é otro su compañe- pues que en el tiempo que conviene ha-
ro, é tenia echado en un paño ó tohalla cerse lo que deben , en aquel están muy
hasta dos libras de pan. Y con esto salló desviados de la raçon é de la vergüenca.
corriendo en la barca, é por poco más Tornemos á la historia.
que se tardara, no pudiera salir de la nao Paresció que aquel cuydado, que yo
é pagárale su gula, si Dios no permitie- reprehendo del que sacaba el vizcocho,
ra que aquel poco de pan se réservasse fué por Dios proveydo, porque con sola
para tantos, por mostrar más su grande- aquella poca ración de pan basteció é
ça, é porque no se olvidassen entre proveyó á toda aquella afligida compañia
aquesta gente aquellos pocos de peçes é para su navegación, é yr donde Dios los
poco pan con que hartó Dios tantas gen- quiso guiar; pero en los menos avia es-
tes '. Pero parésçeme ques aqueste un perança alguna de salir á tierra, si mira-
passo para detenerme algo en él, é acor- glosamente Dios no lo hiçiesse, porque
dar al letor lo que he visto é lo que sue- estaban muy engolphados é dentro en la
len hacer hombres de poco cuydado en mar; é presto perdieron el tino ó tiento
el tiempo quel ques chripstiano, en seme- del camino, porque como he dicho no te-
jantes trabaxos no avia de ocuparse en nían aguja que les enseñasse el polo, ni
más de encomendarse á Dios é pedirle quadrante que los avisasse del camino,
misericordia. ni sabían qué via debían tomar, ni dón-
Yo no quisiera ser este que sacó el de estaban, ni adonde yrian. Acordaron
pan, pues entre tantos atribulados él so- de hacer una vela para descansar algo
lo se acordaba del comer : ni tampoco del trabaxo del remo, é como no tenían
quisiera ser un mancebo criado del almi- otro líenco sino las camisas que se halla-
rante don Diego Colom, que en una nao ron vestidas, délias hicieron una vela
en que yo me hallé con él, año de mili é bien pequeña, con algunas agujas que
quinientos é veynte y tres, en el mar por ventura se hallaron entre algunos,
Océano, de la qual era maestre Johan é ya que tenían agujas faltábales el hilo,
Lopez de Archuleta, que hoy vive, ven- é descosieron los sayos é los vestidos con
dónos anegando é quassi perdidos, ali- que se hallaron, é con aquel hilo, tal
jando de la ropa ó carga, yba aquel man- qual era, se cosió la vela é se hiço como
cebo durmiendo é roncando tan descan- pudieron. É cómo el viento é las ondas
sadamente, como si eslovicra en Toledo; los gobernaban, andábanse assi á Dios
é llamábale el almirante de quando en misericordia, sin saber lo que seria de-
quando, é deçia:— « Sancta Cruz (que assi llos, ni qué camino procurassen de lle-
se llamaba), tú no ves que nos anega- var; é luego repartieron entre sí aquel
mos?.. Por qué no despiertas, traydor, é poco de vizcocho, que al que más cupo
te encomiendas á Nuestro Señor? » Y el dello fué hasta onça é media de pan. Y
mancebo respondia é deçia:—«Señor, ya en lugar de agua, que ninguna tenían para
lo veo». Y encontinente tornaba á ron- beber, lavábanse las manos en la mar é
car. con ellas la cara; é aquella humedad
Otras muchas cosas se podrían decir á amarga é salobre contaban é se tenia en

i Malhei, XIV é XV.


DE INDIAS. LIB. L. CAP. IV. 473
lugar de brebage sin beber. Otros con cias á Dios, se fueron derechos á la igle-
sus proprias orinas satisfaçian alguna par- sia á referir el conosçimiento que de tan
te de su sed, é cotidiamente con lágri- señalada misericordia divina á Dios de-
mas é sospiros llamaban á Dios é á su bían é á su presçiosa Madre, con (an se-
gloriosa Madre, y en especial se volaron ñalado miraglo como con ellos usó la cle-
á Nuestra Señora del Antigua, que está mentíssima bondad de Dios.
en la iglesia mayor de Sevilla, é plugo Desde allí, ya puestos en salvo, algu-
á la Rey.na del çielo de oyrlos; é passa- nos se quedaron en esta Isla, é otros se
dos once dias, amanesçieron á dos ó 1res fueron á España, donde el siguiente año
leguas desta Isla Española, é conosçieron de mili é quinientos é quince yo hablé al
la tierra; y el piloto ques dicho les dixo mesmo piloto Anton Calvo, dentro en la
assi:—«En este parage que vamos está iglesia mayor de Sevilla : el quai é otros
Puerto de Plata». É assi fué; queá poco de aquellos, por quien Dios hiço lo que he
más de medio dia llegaron al puerto de dicho, me contaron lo que aqui he es-
aquella isla. É assi cómo saltaron en tier- eripto; é fué y es muy público é notorio
ra, se descalcaron, é dando infinitas gra- en esta y en España todo ello.

CAPITULO V.
Be un mancebo portugués, que yendo una nao á la vela con todas sus velas é buen tiempo, se echó á
nado, vestido un papahígo en la cabeea , para se passar á otra nao de la flota ; é cómo fué recobrado por
otra nao, que venia detrás de aquella quassi un quarto de legua, en lo qual usó Dios con él de su miseri-
cordia.

Uiré aqui un caso temerario de un man- un mancebo portugués; é viéndole algo


cebo portugués, en que mostró él su lo- liviano en sus palabras, començaron con
cura, é mostró Dios su misericordia con- él á burlar é passar tiempo los otros hom-
tra la vanidad de aquel hombre; é fué bres de guerra é marineros, que en aque-
desla manera. lla nao yban ; y él, aquel dia, enojóse
El año de mili é quinientos y catorce, de las burlas, é díxoles que juraba al
al tiempo quel gobernador Pedrarias Dá- cuerpo de Deus, que si mucho se eno-
vila passó á la Tierra-Firme con diez é jaba que se avia de echar á nado é pas-
siete ó diez é ocho cara velas é naos, por sarse á otra nao de las que allí yban del
mandado del Cathólico Rey don Fernan- armada. E quanto más firme lo juró
do, V de tal nombre en Castilla, es- é prometió, tanto más atentamente los
tando ya esta armada en el grand golpho otros mancebos prosiguieron en sus bur-
del mar Océano, quassi á medio camino, las con él: de forma quél enojado, é
yendo nuestro viaje un dia con muy buen determinado de guardar lo que avia pro-
tiempo é próspero viento largo é la mar metido , tomó otra camisa que tenia, de-
bonança é las naos con todas sus velas más de la que llevaba vestida, é alósela
en popa. corriendo más de dos leguas á la cinta, é tomó un papahígo de paño
por hora, acaesció que una nao de la vi- leonado é púsoselo en la cabeça vestido
lla de Palos, de la conserva ó compañía, (aunque ningún frió hacia ni era apro-
en la qual yba el thessorero Alonso de priado hábito para nadar). É como se ovo
la Puente, entre los oíros soldados avia assi aderesçado é puesto á punto, salió
TOMO IV. 60
474 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
á la cubierta é dixo : — « Voto faço á Dens nia el mancebo por esso en menos : antes
que si coniigo burlays, de me eytar en iso deçia que ningún castellano lo osara ha-
mar é passarme á essa otra nao». La qual cer, corno él : é aun assi creo yo que ni
otra nao yba cerca de la otra en quel castellano ni de otra nasçion alguna, que
portugués yba, al un lado apartada un sesso tuviera, hiciera cosa tan vana é tan
tiro de piedra, no corriendo menos, y loca osadia como aquella, donde el cuer-
era cosa imposible poderla el pobre man- po y el ánima juntamente se perdiessen
cebo tomar, por la velocidad con que las tan sin causa de fama ni de gloria, sino
naos caminaban. Los compañeros é la seyendo loco, como el que esto hiço \
gente de la nao estaban con mucha risa Aunque prometi de decir la locura del
oyéndole, é unos deçian:—«No lo osareys portugués que he escripto de susso, quie-
hacer, como lo decís». Otros deçian:-«Si ro aqui decir otra no menor é más fres-
vos fuéradés castellano, compliérades ca de otro mancebo castellano, ques pa-
vuestra palabra é lo que aves jurado*. ra reyr por una parte, é con más raçon
E assi á este propóssito le deçian otros para aver lástima de los que tal sesso tie-
desvarios, no pensando que seria tan lo- nen , é para que den gracias á Dios los
co que lo hiçiesse; pero él atendió poco, que algún juicio tuvieren, é le supliquen
é púsose sobre la mesa de guarnición en que por su misericordia los conserve é
el un costado de la nao é arrojóse á la dé su gracia, para que no incurran en se-
mar. É tan presto como saltó en el agua, mejantes errores; y el caso es aqueste.
quedó atrás por popa grand trecho des- El año de mili é quinientos é treynta y
viado nadando: é la nao comencó luego quatro años, una muger muy enamora-
á capear porque no se perdiesse aquel da é muy ataviada de ropas é joyas ávi-
hombre, é de caso quiso Dios que vinies- das con aquel sucio officio, acordó de
se detrás por la mesma stela ó via mes- passar á estas partes ó venir á esta nues-
raa é derecha otra nao del armada más tra cibdad de Sancto Domingo de la isla
de dos tiros de ballesta, é aun de lom- Española: é para su recreación é compañía
barda. La qual cómo vido capear á la nao Iraia consigo un rufián, ó amigo, á quien
delantera, de donde avia saltado el por- demás de hacerle parte de su persona,
tugués, siguió derechamente para ella, ella daba de lo que tenia. É viniendo su
sospechando que se le avia caydo algún viaje, la nao tocó en la isla de Tenerife,
hombre al agua (como suele acaesçer) ó ques una de las de Canaria, é allí salta-
que tenia otra nesçessidad. É plugo á ron en tierra á tomar refresco é proveer-
Nuestro Señor que se dio tan buena ma- se la nao de agua é leña é lo que más
ña que recogió aquel hombre, ya muy le convenia para su camino, como se
cansado é arrepentido de su locura ; é á suele haçer. Y en aquellos dias el man-
tardarse un poco más el socorro, el por- cebo jugó é perdió una cadenilla de oro
tugués se ahogara, como loco. En fin, él quella le avie dado ó prestado: lo qual
llegó al Daricn, donde yole vi después; sabido, ovo mucho enojo é díxole feas é
y el mesmo thessorero, en pressençia del injuriosas palabras y él á ella, é quebróse
mesmo mancebo é de muchas personas el amistad; y él, enojado no menos, pas-
que lo vieron, me contó lo ques dicho, sóse á otra nao que venia en compañía
é fué muy público é notorio. É no se te- con la otra. É cada unodellos en su navio

Hasta aqui imprimió Oriedo en 1535: lo res- nos sirve de lexlo.


tante fue añadido por él en cl MS. original, que
DE INDIAS. LIB. L. CAP. V. 47 5
prosiguieron su viaje, é desde la una cara- á estos enamorados; é ataron al mance-
vela â la otra hacíanse señas é passaban bo é dieron primero el cabo de la cuer-
otros requiebros vanos ; é cómo el sesso da la una nao á la otra, é puesto en la
del é della eran conformes, y ella no mesa de guarnición, encomendándose á
acostumbrada á dormir sola, tornáronse Cupido, entró en el agua, é con mucha
á concertar desde los navios ; é cómo con grita é diligencia tirando los marineros,
buen tiempo en esta navegación y en el era cosa de ver cómo este amante mu-
mar largo muchas veces caminan tan cer- chas veces entraba é salia dcbaxo de las
ca una nao de otra que se hablan á quince ondas de la mar, é sorbia algunos tragos
ó veynte passos é menos, el mancebo dixo contra su voluntad; y ella le santiguaba
á aquesta su amiga que si le perdonaba é é daba mucha priessa é solicitud á los que
le acogía, que se passaria á la nao en tiraban. Pero no mirando Dios las culpas
quella yba: la qual, mostrando mucho del uno ni del otro, le passaron bien re-
placer dello, le respondió que holgaria mojado ; é luego ella le dio camisa é ropa
mucho en que lo hiçiesse, é quella le per- enjuta, é lo rescibió con mucho placer é
donaba é le atendía. fiesta é risa de quantos lo vieron. É lle-
Estonces él rogó al maestre que hiçies- garon á esta cibdad, donde el mancebo
se dar un cabo de una guindalesa á la tenia un tio, que era el licenciado Alon-
otra nao, para que atado á ella le halas- so Çuaço, oydor en esta Audiencia Real,
sen, é tirando de la cuerda los del otro persona grave é de antigüedad: el qual,
navio, lo passassen donde ella estaba. El por quitar al mancebo de tal compañía,
maestre comencóle á decir que era cosa é porque ella casándose, viviesse mejor,
de peligro é que se podria ahogar, é que tuvo forma quella se casó con un hombre
le consejaba que no lo hiçiesse : otros de- rico é vecino desta cibdad, y el mance-
cían que muy presto seria hecho é que bo se fué después á la Nueva España ; y
no peligraría, y el mancebo también de- ella quedó casada aqui é hoy dia vive, é
cía quél sabia nadar, é que se lo paga- no niega aver passado assi lo ques dicho,
ría, é que le passassen de aquella for- é á personas que estovieron pressentes e
ma. De manera que por sus ruegos del ó venían en los mesmos navios, he oydo
por los della á los de la otra nao, é los contar lo mesmo, é hay testigo aqui y es
maestres é marineros, por ver la fiesta é público.
tan nueva farsa, acordaron de complacer

CAPULLO VI.
Cómo viniendo dos naos de España á esta Isla Española, la una dos días delante de ia otra, se perdió la
primera é se salvó ja gente en una isleta despoblada, é la segunda nao desde á dos dias fué á dar en (ierm
en olra isleta baxa cerca de la primera, é se anegó derecha hasta eslar assenlada en tierra; é cómo por
miraglo salió de allí é cobró la gente de la primera nao perdida, é vino á esta cibdad de Sancto Domingo
con ella, donde se adobó é volvió en España.

-•-d año de mili é quinientos é veynte é de la una era capitán é maestre Francis-
tres años de la Natividad de Chripsto, co Vara, vecino de Triana, é de la olra
Nuestro Redemptor, venían de España Diego Sanchez Colchero, vecino de la
para esta cibdad de Sancto Domingo de mesma Triana ó de Sevilla ; é quando lle-
la Isla Española dos naos en conserva: garon cerca de las islas, se perdió la nao
í% HISTORIA GENERAL Y NATURAL
del Francisco Vara en los baxos de las mucha parte de la carga que avian alija-
islas que llaman las Vírgines; pero salvó- do , é passaron dos leguas adelante á las
se la gente é perdióse la nao con todo lo islas ques dicho que llaman las Vírgines,
demás de la carga. La otra nao dio en é son despobladas, donde hallaron toda
otros baxos de otra isla que está allí jun- la gente de la otra nao primera que se
to, que se dice el Anegada, porque es avia perdido del Francisco Vara, é dado
isla muy baxa é no se ve hasta que es- al través dos dias antes, como se dixo de
tán sobrella : y entre quaderna é quader- susso, que no avian salvado cosa alguna
na del navio, en el rumbo ó espacio que sino las vidas é personas é una ymágen
allí queda, metiósele una piedra de un grande de Nuestra Señora del Antigua,
cirial ó roquedo en que topó, é passó la que está agora en la iglesia mayor desta
nao adelante, é quedó la piedra muy fi- cibdad en el altar que está junto al Sa-
xa é atestada en las tablas ; pero no tan grario, la qual es contrahecha por la
justamente inserta que entrella é las ta- ymágen del Antigua de la iglesia mayor
blas en algunas partes no quedasse abier- de Sevilla, É recogieron la gente toda; é
to por aquellos lugares que la piedra no también se cobró mucha parte de la car-
ajustaba con la tabla ó madera, é por allí ga que avia alijado la segunda nao dicha
entraba tanta agua, que anegó el navio la Colchera. La qual, con su piedra ates-
hasta que quedó assentado en tierra, pe- tada entre las tablas de la manera que he
ro derecho, sin que se pudiesse vencer dicho, llegó aqui á esta cibdad de Sancto
el agua con la bomba, aunque alijaron Domingo de la Isla Española en salva-
las pipas é la carga. É cómo vieron quel mento con la gente de entrambas naos,
suelo estaba çerca, é que aunque estaba que eran ciento é cinqúenta personas ó
Mena de agua la nao hasta assentarse en más. É aqui se reparó, é volvió carga-
tierra, se podría vaciar, si se hallaba por da á España, é se llevó la piedra mes-
dó entraba el agua, echaron las áncoras, ma á Nuestra Señora de Guadalupe, á la
porque las ondas é aguages ó corrientes qual se avian todos votado y encomen-
no Hevassen la nao é la hiçiessen volver dado ; é hoy dia está en esta cibdad de
de costado. Y estonces dixo Alonso San- Sancto Domingo el mesmo Alonso San-
chez Albañir (que hoy está en esta cib- chez Albañir, que como está dicho traia
dad y es hombre rico é de crédito, é que cargada la mitad desta nao dicha la Col-
traia la mitad de la nao cargada) que al chera ; y es muy público é notorio en es-
marinero que hallasse el lugar por dó en- ta cibdad todo esto.
traba el agua que le daria una muy bue- Bien es de creer que donde tanta gen-
na ropa ; y estonces un marinero diestro te se vido en un trance é naufragio tan
é buen nadador se dio tan buena maña, peligroso, que no faltarían oraciones ni
que halló la piedra atestada, é con sebo lágrimas para ser oydos de Dios, assi de
y estopas atapó aquellos lugares que que- los que estaban perdidos é quedaban en
daban entre la piedra é las tablas, y en- las islas despobladas dichas las Vírgines
cima clavó un cuero sobre la piedra, é (que venían en la nao de Francisco Va-
dando á la bomba é vaciando el agua por ra), como de los de la segunda, que qui-
todas las vias que pudieron, vencieron el so Dios que fuesse en parte que oviesse
agua é la agotaron é levantaron la nao. lugar de se llegar donde pudiesse, á
Y en aquel lugar por parte de dentro pu- vuelta de sus trabaxos proprios, recoger
sieron guarda continua de marineros con aquella gente é que la una é la otra se
lumbre de dia é de noche ; é recobraron salvasse : lo qual fué extremada é muy
DE INDIAS. LIB. L. CAP. VI. 477
grande maravilla, la quai usó Dios, Nues- Sancta Maria, Nuestra Señora, con los
tro Señor, é su gloriosa Madre la Virgen unos é los otros.

CAPITULO VII.
De una nao que se encendió fuego é miraglosamente se malo, estando muchas leguas dentro en la mai.

.Um el mes de septiembredel año de mili ne recabdo en la lumbre del fogón é se


é quinientos é treynta é tres años, es- cubre ó la matan del todo, é vian que do
tando una nao en el golpho grande del allí no procedía aquel humo, tanto ma-
mar Océano, é viniendo á la vela con yor fué el miedo en ver que debaxo de
muy buen tiempo é con todas las ve- cubierta salia. É cómo acudieron á lo
las en su derrota para esta cibdad de buscar allá, hallaron que ya el fuego an-
Sánelo Domingo de la Isla Española des- daba muy encendido é avia por muchas
de España, de la qual venia por maestre partes quemado un cable nuevo ó maro-
Chripstóbal Vara, siguióse que la nao no ma con que suelen amarrar é fixar las
venia derecha é traía lado, que pendía áncoras, que valia veynte é cinco ó
más del un costado que del otro á la par- treynta ducados, é avíase quemado assi-
te de la proa, ó por aver comido los bas- mesmo una caxa de ropa é otras cosas
timentos de aquella parte ó por no venir que allí cerca avia, con un ardor secreto
bien arrumada ; é para quitar este incon- é sin llama, porque no hallaba lugar por
viniente (que cada dia acaesçe) hinche- dó salir el fuego. É assi andaba aumen-
ron tres pipas de agua salada de la mar, tándose é cresçiendo, quemándolo que
é pusiéronlas debaxo de cubierta en topaba ; é quiso Dios que no avia llegado
aquella parte donde faltaba la carga ; y al costado é tablas del navio : porque co-
hecho aquesto, la nao se enderescó é ha- mo es madera seca é llena de brea, de
cia mejor su camino. Desde á quatro ó pez é alquitrán, no tardara el fuego de
cinco días despues que aquesto passó, un concluyr su officio é abrasar toda la gen-
marinero ó qualquiera otro que fuesse te é nao, sin que ninguno se pudiera es-
entró debaxo de cubierta con una cande- capar de tal muerte. Pues para poderse
la encendida á buscar algo ó hacer lo que atajar presto, é porque debaxo no se po-
le convenia, é despaviló aquella candela, dian valer ni rodear, segund la nao yba
no mirando en ello, é desta ocasión se estipada é llena de ropa, rompieron á mu-
sospechó que avia procedido el mal re- cha priessa la cubierta de encima con ha-
cabdo. Después, como los marineros chas, é sacaron un grand pedaço de un
acostumbran velar el navio, haciendo escotillón de aquellos, en especial del
tres parles la noche, é se reparte la gen- que yba en derecho de donde el fuego
te para ello, velando unos la prima é andaba ; y en el instante que se abrió sa-
otros la segunda guarda é los postreros lió un grand golpe é llama de fuego, que
el quarto del alba por sus ampolletas ó subió hasta quassi medio árbol de la nao,
re-lox de arena, ya començada la prime- é sin dubda de hecho se quemara toda,
ra vigilia bien avia dos horas, andaba sin se poder salvar persona de más do
tanto humo en la nao, que los que vela- ciento que yban dentro, si la Providen-
ban é aun toda la otra gente no lo podian cia divina no oviera hecho poner pocos
comportar : é cómo á prima noche se po- dias antes aquellas tres pipas de w¿m\ >n-
478 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Jada, que se dixo de susso, debaxo de la Entró después en salvamento esta nao
cubierta, que se avian puesto para ende- en el puerto é rio de aquesla cibdad de
resçarlanao: las quales, como estaban Sancto Domingo de la Isla Española vier-
çerca de donde el fuego ardía, las des- nes en la tarde, que se contaron diez y
fondaron , é assi como las rompieron ver- nueve de septiembre del mesmo año,
tióse el agua toda délias sobre el fuego, desde á ocho ó diez dias despues que
é matóle, ó á lo menos la mayor parte avia acaesçido lo ques dicho. É desde á
del. De forma que tovieron lugar é tiem- pocos dias, aviendo tomado refresco é
po de sacar más agua de la mar é acabar agua é leña é lo que más le convino, si-
de matar el fuego, é assi escaparon de guió su camino para la Nueva España,
un peligro tan señalado é de muerte tan adonde yba fletada.
cruel como el que lee puede muy bien En esta nao yba é se halló una muger
congecturar. de bien, llamada Catalina Sanchez, que
Grande es la misericordia de Dios, que yo tuve en mi casa todo el tiempo que
permitió que la nao hiçiesse costado é estuvo aquella nao: la quai, como testigo
tuviesse nesçessidad de ponerle más car- de vista, contó el caso, é aun deçia más
ga de la una parte, é que fuesse la que que en aquel tiempo quel fuego en la
con venia para matar el fuego después : lo nao andaba eran muchos los gritos é cla-
quai acaesçe pocas veces, porque no se mores de los passageros, é con tantas lá-
suele enmendar aquello con poner pipas grimas é devoción como se puede é debe
de agua, sino con mudar las áncoras creer; é que dos personas de los que allí
gruessas y el artillería é caxas é otras co- yban afirmaban aver visto á Nuestra Se-
sas de la carga é ponerlo por contrapes- ñora de Guadalupe en aquel mayor peli-
so en la parte que la nao muestra que le gro é trabaxo en que estaban , é que assi
falta la carga ; é assi las suelen tornar á pensaban é creyeron que se avian salva-
poner en andana ó igualdad, quando por do por su medio. Y en verdad que aun-
el camino ó viaje se descompassan. É que esta muger nunca dixo si era ella al-
quiso Dios que aquestos hiçiessen aquella guna destas personas, antes lo negaba di-
enmienda del navio con pipas de agua, ciendo que no era ella digna de tanto bien
como aquel que sabia en qué peligro se como ver á la Madre de Dios, que no
avian de ver, porque segund yo oy decir me maravillaría que oviesse seydo ella
desde á pocos dias al mesmo maestre é á una de aquellas devotas personas ; por-
oirás personas que se hallaron en este que es muger de bien é cathólica chrips-
trabaxo fuera imposible escapar, si aque- tiaua, y es ya de más de çinqiienta
llas pipas de agua no tuvieran tan á la años.
mano.
DE INDIAS. LIB. L. CAP. VIII. 479

CAPITULO VIII.
Do 1res naos que escaparon miraglosamenle con toda la genie délias , estando doscientas leguas ó más en
la mar, é aportaron al puerto de Plata en esta Isla Española,

ivl uchas veces he oydo á hombres de É á cabo de muchos dias que navegaban,
!a mar ë á otras personas de crédito que que eran ya más de quarenta , é quan-
han navegado é halládose en naufragios do á esta cibdad llegó la nueva de su
é grandes tormentas, que han oydo vo- desaventura, é que se pensaba questas
ces como humanas hablar en el ayre en naos estarían ya en España, arribaron
los tiempos que más peligro tenian, é han perdidas é destrocadas á la villa de Puer-
visto cosas espantables é demonios. É á to de Plata en esta isla, ques de la ban-
este propóssito diré lo que passó muy po- da del Norte, quebrados los másteles y
cos dias ha, de que hay muchos testigos entenas, é aviendo alijado la mitad ó más
en aquesta isla, é aun algunos vecinos de la carga que llevaban y echádola á la
desta cibdad , en especial Martin de Ver- mar.
gara, alguacil mayor por el almirante Esta tormenta les tomó dia de las on-
don Luys Colom, é Chripstóbal Perez, ce mili Vírgines, ques á veynte é un dias
carcelero de la cárcel real desla cibdad, del mes de otubre, é turóles tres dias con
que yban á España é se hallaron pressen- dos noches. Viéronse muchas veces de-
tes en este trabaxo: lo qual passó desla baxo de las ondas de la mar anegados; é
manera. llamando á Nuestro Señor é á su gloriosa
En el raes de agosto, año de mili é Madre, paresçia que del profundo de las
quinientos é treynta é tres, salió del aguas subian para arriba, é como aque-
puerto desta cibdad de Sancto Domin- llos pecadores deçian: «¡Oh, Madre de
go de la Isla Española una nao, carga- Dios, Virgen Maria!» é con lágrimas é
da de acucares é cueros de vacas é de grand atención pedian su socorro, oye-
cañafístola é con oro é otras cosas para ron en el ayre decir: «¿Qué la que-
yr á España; y en el camino cerca des- reys? ¿Qué la quereys?» É assi replicar-
ta isla el maestre della, llamado Sanct lo algunas veces á los demonios, los qua-
Johan de Ermua, adolesció, é dióle tanta les afirman sin dubda aver algunos visto.
priessa su enfermedad , que la nao arribó Á la qual gloriosa Señora plugo, á pes-
por su respecto á la isla de la Mona, que sar de los adverssarios diablos, de so-
está entre aquella isla é la de Sanct Johan correr esta miserable gente en tanta ago-
á quarenta leguas desta cibdad. É allí nía é trabaxo puesta. E assi, acaba-
murió el dicho maestre, el qual enterra- dos los tres dias, é quassi roncos de las
do, la nao prosiguió su camino; é cómo voçes é clamores, é traspassados é que-
se avia allí detenido, ovo lugar de la al- brantados del mucho trabaxo, fueron de
cançar otra nao que salió después deste Dios é de su sacratíssima Madre oydos,
puerto de Sancto Domingo, de que era é cessó aquel mal temporal. Pero, como
maestre un piloto llamado Carreño. Esta se dixo de susso, aviendo echado á la
segunda nao yba assimesmo cargada de mar más de trescientas caxas de acucar,
muchas caxas de acucar é cueros é caña- que á lo menos ninguna lleva de doce
fistola c oro, é yba muy rica; y en esta arrobas a baxo, é más de mili cueros de
nao yban los que he nombrado de susso. vacas, é machas pipas de cañahstola; y
480 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
es opinion que la ropa é mercaderías que tremado peligro, en que se avian visto.
echaron á la mar valían más de diez mili De manera quel diablo no quiere sola-
ducados. É assi muy fatigados, é porque mente trabaxar á la gente de la tierra;
las naos no podían navegar é volvían pues que me paresçe que también nave-
abiertas de la grand tormenta, é hacían ga é va á molestar las naos é navegan-
tanta agua que apenas la podían extraer tes: del qual sean librados todos los
con las bombas, é vaciando de día é de chripstianos.
noche sin descansar momento, é quassi Pero para que los que no han navega-
el agua era ya invencible, plugo á Dios do sepan questo no es cosa nueva á nues-
que miraculosamente llegaron al puerto tro común adverssario, diré en el siguien-
de Plata, é la gente salió salva é libre é te capítulo otro caso no de menor peli-
no poco espantada ; é de la carga que gro, y en quel maldito Lucifer no puso
quedaba, que no echaron á la mar, la menos diligencia que en lo que tengo aquí
mayor parte della quedó quemada é po- dicho, para que los cathólicos vean quán
drida de se aver bañado tantos días. Con acordada debe estar en sus coraçones
estas dos naos se avia juntado otra en la continuamente la Madre de Dios.
mar, que yba de la Nueva España car- Lo mesmo que he dicho destas tres
gada de tocinos : ques otra cosa nueva é naos me contó assimesmo en esta cibdad
para se notar, porque no há quince años el proprio maestre Carreño, cuya era una
que ningún puerco avia de los de Espa- destas tres naos, hombre de bien é de
ña, é de los que passaron destas islas se crédito ; é fué el que más perdió en este
han hecho tantos é tan grandes hatos é naufragio. E por tanto no pongo más tes-
innumerables monteses, que ya las naos tigos ni auctores en este caso, porque es
cargan de los tocinos. Assi que, esta nao muy público, assi á los que lo vieron co-
yba con esta carga, é llevaba cinqüenta mo á los vecinos desta cibdad particula-
mili castellanos, é los veynte mili dellos res, cuyas eran aquellas caxas de acucar
para Su Magestad, segund estotras dos é mercaderías, que yban en estas dos
naos dieron noticia, que lo avian sabido naos.
de otra tercera, con quien avian ávido ha- La devoción principal é socorro ques-
bla; pero como estotras se tornaron por tos tovieron no es menester más repetir*
la raçon ques dicho, quedóse prosiguien- la, ni acordar al letor, sino que quando
do su camino (la que yba de la Nueva llamaban á la Madre de Dios, respondía
España) en la mar. Pero no lo pudo con- el diablo: «¿Qué la quereys? ¿Qué la que-
tinuar por el mesmo temporal ; é assi des- reys?» Por cierto necia respuesta, pues
pués un sábado, veynte é dos dias de sabia él lo que la querían los pecadores,
noviembre del mesmo año, aportó al que en tanta nesçessidad é agonia la lla-
puerto desta cibdad de Sancto Domingo maban, é con tanta confiança de su po-
estotra tercera nao, perdidas las gavias der é clemencia : no era aquello sino pa-
é otros aparejos é muy destrocada ; pero ra turbar é desacordarlos de pedir tan
salió en salvamento, loores á Nuestro Se- cierto é infalible socorro, como hallan los
ñor. De la qual era maestre un Johan que de coraçon la aman é sirven, é co-
Sanchez de Figueroa, al qual yo hablé mo le hallaron estos chripstianos en la
después en esta cibdad, é me dixo el ex- Madre de Dios,
DE ¡NDIAS. US. L. CAP. IX.

CAPITULO IX.
De la camvela que llamaron de las Taviras por el caso maravilloso que aqui será contado que obró Dios
é su gloriosa Madre por estas mugeres é oirás personas que en esle naufragio se hallaron.

JLil año de mili é quinientos é diez y nue- de Guadalupe y encomendándose á ella,


ve partió una caravela de la cibdad é que paresció que abrían el ayre é llega-
puerto de Sancta Maria del Antigua del ban al cielo sus clamores. É assi fué ello;
Darien, ques en la Tierra-Firme en el porque en aquel passo yba el navio ya
golpho de Urabá, en la gobernación de muy cerca de tierra, ó junto á ella, pen-
Castilla del Oro, para venir á estas islas. sando todos que se avia de hacer mili pc-
K atravessando este golpho, dióle muy daços en aquella costa brava , é vino una
grand tormenta, é forçosamente corrió ola muy sin comparación alta é mayor
la vuelta de la isla Fernandina ó de Cu- que las otras, é por encima de los roque-
ba, é muchas veces so vieron sorbidos de dos de la costa brava levantó la caravela
las ondas de la mar, é quassi anegados, é la echó en tierra más de çient passos
é otras tantas la Madre de Dios los sacó fuera del agua, sin que persona de to-
de debaxo del agua. Á la qual, con mu- dos los que en el navio estaban peligras-
chas lágrimas é devoción, todos los que se ni muriesse. É assi miraglosamente los
allí yban se encomendaban con grandes libró Dios á intercession de su gloriosa
voçes é gemidos, corno personas que tan Madre del peligro de la mar é del diablo.
cerca se vian de la muerte. Y en esto aveys de saber otro misterio:
En esta caravela yban dos mugeres, que que en la mesma caravela yba un hom-
se llamaban las Taviras, é otras personas; bre, que venia de Tierra-Firme con la de-
pero destas en especial, segund los que manda de la limosna de Nuestra Señora
allí se hallaron dixeron, fueron muchas de Guadalupe, el qual yo vi é conoscí
sus lágrimas, é de todos generalmente. É allá. É por esto tal juzgareys los miste-
vieron diablos muy fieros y espantables rios é particulares é muy señalados mira-
puestos á la proa é popa de la nao, é glos de Nuestra Señora de Guadalupe : á
oyeron en el ayre que deçia uno de- la qual se votaron los más que yban en
llos:—«Tuerce la via*; como que de- aquel navio. E á aquel qüestor é á las
biera otro tal estar sobre el timón ó go- mugeres llamadas las Taviras conoscí yo;
bernalle, dando estorbo á la salvación é aqui en esta cibdad de Sancto Domin-
de aquella gente para que se anegassen. go está el licenciado Alonso Çuaço, ques
El qual respondió: — «No puedo». E des- uno de los oydores (pie Su Magestad tie-
de á poco oyeron otra voz que deçia: — ne en su Real Audiencia , que se halló á
«Échala á fondo; anégala». Respondió la sacón gobernando él la mesma isla de
otra voz,diciendo: «No puedo, no pue- Cuba, que dice aver oydo lo ques dicho
do». É tornó á replicar el que paresçia á aquellas mugeres é al qüestor é á otros
que mandaba: —«¿Por qué no puedes?» muchos que en este naufragio é tormenta
É aquella maldita voz dixo:—«No pue- se hallaron y escaparon en aquella isla
do, que va aqui la de Guadalupe». de la forma que aqui es escripto, después
Estonces fué tan grande el alharido é de les aver la tormenta rompido los ár-
lágrimas de todos aquellos pecadores boles y entenas, r averies becho alijar y
cliripstianos. llamando á Nuestra Señora echar á la mar la nía vor parte de quan«
TOMO IV. Gl *
I8¿ HISTORIA GENERAL Y NATURAL
to en el navio traian, é viniendo abierto res , é que no mira á las culpas é peca-
ó haciendo tanta agua , que la mayor par- dos nuestros ; porque aunque estas mu-
le del yba anegada. É afirmaban que geres no eran tenidas en tanta estima que
vian venir unos pescados como grandes pensassen antes desto que de su devoción
toñinas ó delphines, é assian con los avia de resultar parte destas mercedes
dientes de las cintas de la caravela, que que Dios les hiço, como su manjar es co-
son aquellas tablas con que se cubren las raçones, y él mejor que nadie los conos-
costuras ó junturas de los navios, é las çe y entiende quál es el justo ó el más
despegaban é arrincaban, é por allí les pecador, todos los que allí se hallaron las
entraba tanta agua que no se podian va- loaban , é pensaban aver seydo como he
ler; ni fuera posible salvarse sino mira- dicho óyelas de Dios é de su gloriosa Ma-
glosamente é con el favor de la Madre dre , para los escapar de tan señalado
de Dios. trance é peligro. É assi paresçia que ca-
Intitulé este naufragio ó capítulo no- da qual traia en el coraçon escripto una
no de la caravela de las Taviras, por- afirmativa afición é obligación á estas
que aunque el navio no era suyo, estas mugeres, para les ser siempre en cargo.
dos mugeres eran hermanas, é los que Ver la caravela dónde quedó fuera é
allí se hallaron loaban mucho sus lágri- tan apartada del agua, é tales roquedos
mas é devoción, é decían todos é creian entrella é la mar, era pues otra cosa de
que avian seydo mucha parte con Dios é mucha admiración, é que sin misterio é
con Nuestra Señora para el socorro divi- poder de Dios era imposible salir ella
no, que se les dio para que sesalvassen. del agua por aquella parte, sino por la
De lo qual se ha de notar cómo tiene Dios mano de aquel á quien no hay nada im-
cuydado de oyr é amparar los pecado- posible.

CAPITULO x.
Cómo el licenciado Alonso Cuaco se perdió en las islas de los Alacranes con una caravela en que yban
hasta çinqiienta é cinco ó sessenla personas, de las quales miraglosamente escaparon con él diez é siete;
é de muchas cosas que en esle viaje é naufragio acontesçieron : el qual capílulo, por quitar cansancio á
los que le leyeren, terna treynta é nueve párrafos ó parles.

I. -L'n el libro quarto y en el segun- de las mayores novedades y expiriençia


do capítulo del, en la primera parte des- de trabaxos más extremada que se pue-
ta Historia natural de Indias, escrebí có- de aver oydo ni visto : ni aun en las no-
mo el licenciado Alonso Çuaço vino á es- velas de los fabulosos griegos no está es-
ta cibdad de Sánelo Domingo de la Isla cripta semejante cosa, ni todas las metá-
Española por juez, desde á poco tiempo phoras del Ovidio en sus Metamorpho-
que los padres Hierónimos vinieron á go- seos no son igual comparación, sabida la
bernar á estas parles, y cómo por no aver verdad de la historia ó alegoría, con quél
querido volver los indios, que se quitaron quiso dar á entender debaxo de velamen
á los cavalleros aceptos al Rey Cathólico, lo que, hablando á la llana, no oviera de
se le siguieron muchos disfavores. Qué- qué se pudiera algún cuerdo ó prudente
dame agora de decir en este último li- maravillar, como se maravillarán quan-
bro una peregrinación é naufragio que tos oyeren aquesto que aqui se puede
»e le siguió, porque á mi paresçer es una ver escripto. Porque en la verdad assi es
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 483
ello maravilla, é de las muy grandes que lo era ya en este tiempo que digo el ade-
suele Dios hacer por quien le ama , é con lantado Diego Velazquez, que primero
entera voluntad á él se encomienda. Y avia tenido el mesmo cargo.
para que mejor se entienda, tomaré de Cómo Francisco de Garay supo esto,
principio el discurso desta historia, por- conosçiendo que para entrar en su gober-
que se vea la causa que movió á este ca- nación de Panuco, que estaba ya por
vallero para su navegación, de que tan Hernando Cortés poblada é ocupada la
incomportables é no oydas fatigas se le tierra, y que no podria ser sin algún re-
siguieron, por el buen celo con que se vés ó mucha contradiçion aprehender él
movió á tal camino. É assi creo yo que la possesion (puesto que llevaba bastan-
por ser en esta parte sánela é justa su in- tes poderes é provissiones reales del Em-
tención, le libró Dios muchas veces de la perador, nuestro señor), parescióle que
muerte, ó no de la común, sino de mu- seria mejor guiar su negocio por algunos
chas maneras de morir apartadas ó no oy- medios, que no venir á rompimiento é
das. Y digo assi: muertes de muchas gentes, en que Dios,
Ií. Notorio es que desde el año de Nuestro Señor, é Su Magestad fuessen
mili ó quinientos é diez y ocho estaba deservidos. Y para esto no hallaba él en
Hernando Cortés en la Nueva España ; é estas partes otra persona más acepta á
también es notorio cómo el adelantado Hernando Cortés, é al mesmo Francisco
Francisco de Garay, estando por gober- de Garay, quel licenciado Alonso Çuaço.
nador de la isla de Jamáyca, fué provey- é que como celoso del servicio de Su Ma-
do de la gobernación é capitanía general gestad é como letrado, mejores medios
de la provincia que llaman de Panuco, supiesse dar entre los dos para que la
en la qual cae el rio de las Palmas, ques contienda cessasse, y el rompimiento é
junto á la Nueva España, ó parle della. guerra se excusasse, á lo menos hasta en
E! qual partió de aquella isla de Jamáy- tanto que de lodo ello Su Magestad fues-
ca, que también se llama isla de Sanctia- se certificado, y mandasse proveer lo que
go, con una muy hermosa é buena ar- más fuesse de su servicio.
mada é compañía de naos é caravelas, Con esta deliberación é acuerdo des-
acompañado de cavalleros é hidalgos é pachó un correo, desde aquel puerto de
gente muy lucida, para se yr á su gober- Xaiína, donde estaba con su armada, pa-
nación, el año de mili é quinientos é ra la cibdad de Sanctiago, a\ licenciado
veynte y tres: é hícose á la vela día de Çuaço: el qual, vistas sus cartas é con-
Sanct Johan, á veynte é quatro de junio sultado sobrellas con el adelantado Diego
de aquel año, éaportó á la isla de Cuba, Velazquez, á quien aëthnedmo escribió el
por otro nombre llamada la Fernandina. adelantado Francisco de Garay, é á otros
á un hermoso puerto della que se dice la amigos del licenciado, para que procuras-
Xagua, ques cerca de la villa de la Tri- sen con todas sus fuerças cómo el licen-
nidad , adonde ovo nueva que Hernando ciado no dexasse de hacer este camino
Cortés avia ya enviado á poblar aquella para entender en lo ques dicho é ponerlos
provincia de Panuco, donde Francisco de en paz, con todas sus fuerças é solicitud
Garay yba á poblar con su flota. que fuesse posible, como se requería en
En este mesmo tiempo el licenciado cosa que tanto importaba al servicio de
Alonso Çuaço estaba en la cibdad de Dios é de Su Magestad. É como el pares-
Sanctiago de la mesma isla Fernandina, çer de lodos fué (sin alguna discrepan-
donde anles avia seydo gobernador, é cia ) que luego el licenciado se debía par-
484 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tir é disponer para tal camino, fletó aquel ron veynte del mes de enero de mili é
navio que en el prohemio deste último li- quinientos é veynte y quatro años, les
bro dixe que passando por aquella isla dio tan resçio temporal é tormenta, que
el mesmo año yo le avia allí vendido, el muchas veces se vieron cubiertos de las
qual estaba en el puerto de aquella cib- ondas de la mar, assi por ser grande la
dad de Sanctiago. É con esta deliberación tormenta como por ser tan pequeña la
él se proveyó de matalotage ó bastimen- cara vela, que apenas llegaría á quarenta
tos, é las otras cosas nesçessarias que é cinco toneladas. É cómo este cavallero
para tan largo viaje se requerían, con era cathólico é devoto chripstiano é de
pensamiento que todo le avia de subçe- buen ánimo é prudente, con mucho es-
der prósperamente ; pues quel servicio de fucrço é llamando á Dios é á su gloriosa
Dios é del Rey le movían é yban delante Madre, como en tales nesçessidades lo
en qualquier concordia, paz ó sosiego, suelen é deben hacer los verdaderos fie-
que por su industria é trabaxo se diesse les , no çessaba jamás un punto de ani-
entre aquellos capitanes é gentes que tan mar y esforçar á todos á la oración, pues
propinquas estaban de la guerra é rom- no tenian otro socorro, ni le avia sino
pimiento. Y assi con este motivo puso en el del poder absoluto de Dios: é assi el
obra su viaje, encomendándose á Dios; licenciado como todos los demás, con lá-
é desde á quatro ó cinco dias que comen- grimas é muy á menudo, decían aquel
có á navegar, llegó y estuvo en la villa devoto verso:
de la Trinidad, y de allí partió para el
Monstra le esse matrem , etc.
puerto de Xagua, el qual es uno de los
hermosos é seguros puertos que puede É assi en el instante paresçia quel navio
aver en el mundo; é allí estuvo poco, é salia del profundo de la mar hasta enci-
habló al adelantado Francisco de Garay. ma della ; é vian entre la noche escura
El qual con grande atención le dixo quán- una luz grande que los guiaba: en el
to servicio hacia el licenciado en este ca- qual tiempo é trabaxo vieron muchas to-
mino á Dios Nuestro Señor é á Sus Ma- ñinas grandes ó pescados de aquella ma-
gestades, é quán grande merced era pa- nera como puercos cebones, que pares-
ra él quitar una ocasión tan grande é tan çia que volaban por el ayre alrededor del
justa como tenia, sin cargo suyo, para navio, con otras señales horribles y es-
quanto mal se esperaba seguir, si Cortés pantosas, sin esperança de la vida, é sin
no le dcxasse libremente la gobernación saber adonde estaban, ni poder gober-
é tierra, de que Su Magestad le avia pro- nar el navio, ni se poder aprovechar del
veydo por su capitán general. É assi otras aguja ni quadrante ni de otra cosa en
palabras muchas le dixo á este propós- que pudiesse quedarles confiança de sa-
sito. lud alguna, mas de solo remitirse á Dios
Desde allí, para el efetto ques dicho, é dexarle hacer, porque en él solo con-
partió el licenciado en sucaravela; é lle- fiaban é no en el arte é diligencia del
gado al fin de la mesma isla de Cuba, á piloto é marineros : que todo esto ya
dó dicen el cabo de Sanct Anton, siguió faltaba. É al quarto del alba otro dia
su navegación para la Nueva España ; y dieron en unos baxos é arraçifes de pe-
«•Uando engolphado é aviéndole subçedi- ñas bravas é muy ásperas, en que se
<lo contrarios tiempos, siguióse que des- hiço el navio muchos pedaços, é se les
pués de aver navegado mucho tiempo, perdió quanto llevaban. Y el licenciado
un dia, á la media noche, que se conta- perdió más que otro é que todos juntos
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 485
los que allí yban, porque perdió sus li- dia divina. Y luego con mucha diligencia
bros é mucho oro é plata é joyas é ha- cavaron con Jas manos alrededor de la
cienda en mucha cantidad é valor ; pero canoa, que por tormenta debiera en al-
en comparación de la vida todo lo tenian gún tiempo aver traydo allí la mar para
en poco, ni aun volvian el rostro para socorrer Dios á estos pecadores, é aun-
poner remedio en nada de aquellos bie- que rota é quebrada por muchas partes
nes, porque lo más priva á lo menos. estaba, la hiço el licenciado remediar lo
III. Llegada la claridad de aquella mejor quél é los demás lo pudieron ha-
tempestuosa mañana, hallóse el licencia- cer, é la echaron sobre el agua en la mar
do Guaco entre los muertos de su com- y entróse en ella el licenciado con otros
pañia que assi se avian ahogado, desnu- tres hombres, é començaron á navegar,
do, con los restantes, que serian hasta dexando toda la otra gente encaramada
quarenta y siete personas, que escaparon sobre aquellas peñas, é fué á buscar
subidos y encaramados todos sobre las adonde pudiesse hallar alguna parte cn-
peñas. Las quales con la cresçiente de la xuta, é confessar sus pecados por algu-
mar se cobrian de agua é llegaba más al- nos dias, que podrían ser pocos los que
to hasta darles en los pechos, sin les aver esperaba vivir, pues no tenian que comer
quedado algún mantenimiento, ni agua, ni beber. É navegando, sin saber adonde
ni vino, ni otra cosa que se pudiesse co- yba, halló por la mar mucha parte de la
mer, considerando cada uno en la muer- ropa é libros que andaban sobre las
te en que estaba tan propinqua como aguas, é con viento contrario venían de
oys: édesta manera estuvieron desde que donde la noche antes la brava mar los
se perdieron é se anegó el navio, como avia hecho correr. E no hallando algún
he dicho, hasta más de medio dia, con reposso, salvo algunas muy pequeñas
las ondas de la mar algunas veces tan al- piedras é peñas que las bañaba la mar,
tas, que passaban por cima desta mise- parescióle que porque la gente no peres-
rable com pañia con tan grand furia, que çiesse ni desmayasse del todo, que debia
apenas abracados con las peñas se podían volver adonde los avia dexado: é díxo-
sostener, é á algunos arrancaban é los les lo quél no sabia, que era que avia
desmembraba é haçia pedaços entre las hallado tierra, aunque Iéxos, é que se
rocas. Esta agonía lan grande afloxó un esforçassen y encomendassen á Dios en-
poquito, en que assi como baxó ó menguó tretanto quél yba á aquella tierra que pa-
la mar, pudieron estar sin se mojar en resçia, la gual él no vía en la verdad ni
aquellas peñas; é como Nuestro Señor della sabia. E volviendo con este pensa-
siempre en la mayor priessa é nesçessi- miento, é con muchas lágrimas rogando
dad socorre á los suyos, vido el licencia- á Nuestro Señor les déparasse alguna po-
do entre aquellos riscos que descubría el ca de tierra, donde pudiessen hacer peni-
agua despues que menguó, entre el are- tencia é morir en algún reposso 6 don-
na que allí estaba allegada, una canoa, de á la continua no estuvíessen entre las
que allí debia estar metida de tiempo an- ondas de la mar, para esto acordó de
tiguo, y era tan pequeña, que podrían echar quatro suertes, é que la una fues-
caber en ella cinco personas: de lo qual 86 para el Oriente, é la otra para el Po-
dieron todos infinitas gracias á Dios, por- niente, éolra para el Norte, é otra final
que ningún otro remedio tenian para sa- para el Mediodía; é que Dios los guiasse
lir de donde estaban, sino este que mira- á una destas quatro partes, á donde más
glosamente les enseñó é dio la misericor- servido fuesse é á donde pudiessen tener
486 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
más espacio para se acordar del é mejor su misericordia les avia enseñado aque-
morir. lla poquita de tierra, en que se pudiessen
IV. Echadas las suertes quatro veces, acordar de su passion sagrada, les daria
todas quatro cupieron á que fuessen la remedio para se salvar. Y hecha su ora-
vuelta del Oriente, hacia la parte quel ción , passeábanse por aquel poco terreno
sol salia. El qual viaje era contrario al ó islote con mucha alegría ; é al cabo des-
que llevaban primero para la Nueva Es- ta tierra vieron muchos bultos negros,
paña; pero conformándose con la volun- que paresçian puercos de bellota, quando
tad de Dios, siguieron el camino por don- en algunas partes en España los traen á
de la suerte los guiaba, é de passo llegó vender gordos y están echados; é alle-
á la gente y esforcóla lo mejor que pudo, gándose á ellos, aunque con harto temor,
dándoles esperança cierta que yban á los oian roncar tan resçio, que era cosa
tierra, é llegado á ella el licenciado les extraña é nunca por ellos oyda. Pero ce-
enviaría luego la canoa en que pudiessen rno entre aquellos tres hombres que yban
yr poco á poco, avisándoles que hacia con el licenciado, uno dellos era hombre
donde vba la canoa, como la mar aba- de la mar, é avia navegado por muchas
xasse, se fuessen los otros todos que que- partes, conosció que aquellos eran lobos
daban en el agua como mejor pudiessen marinos, la figura de los quales es gran-
por encima de los arraçifes, que en baxa de é cosa mucho de ver, como se dixo
mar se yban descubriendo. É por la nue- en el libro XIII, capítulo V * de la prime-
va buena que les daba, se halló entre la ra parte de la Natural historia destas In-
compañia media maçorca dejniahiz que dias. E porque son animales de agua vis-
tenia hasta vcynte granos, c desta comió tos por muchos, basta que se diga aqui
tres dias el licenciado, sin beber gota de con verdad, segund lo he oydo afirmar
agua ni otro licor, cada dia seys ó siete al mesmo licenciado Çuaço, que los vido
granos, llevando firme esperança en Jesu allí tan grandes, que los mayores dellos
Chripsto y en su bendita Madre. Y siguió tenían de luengo diez y siete pies, é de
su viaje todo aquel dia hasta quel sol se ancho, por la parte que son más gruessos,
yba á poner é muy baxo, y entre el sol tienen más de ocho pies de çircuyto:
y el agua paresció una cosa blanca, que otros hay mucho menores é medianos,
era un arenalejo angosto de anchura de segund la proporción de su edad.
diez passos, é de longitud tenia hasta V. Estando assi estos hombres y el
ciento é cinqüenta otros; ccómo se yban licenciado admirados, viendo estos lobos
acercando á aquello, más se certificaban marinos y en diverssas contemplaciones,
que era tierra, é con infinito placer an- acordándose de la otra gente de su com-
duvieron tanto é con tanta priessa al re- pañía que quedaba en el peligro que he
mar, que quando el sol se entró, estarían dicho, el licenciado les dixo á aquellos
á dos tiros de ballesta de aquel arenal. tres que con él estaban, que volviessen
Al qual llegados, el licenciado é los otros con la canoa á remediar é ayudar aquella
tres que con él yban en la canoa, salla- gente que quedaba perdida y en el agua.
ron en tierra , é hincados de rodillas.en Respondiéronle que la noche era muy es-
ella, con muchas lágrimas dieron gracias cura y el viento contrario é no podian
á Nuestro Señor, creyendo que pues por atinar á los arraçifes, donde avian queda-

* En el impreso dice VI ; pero este capítulo fué á tratar de los tiburones, quedando el V para loa
destmado por Oviedo, euando reformó su historia, lobos marinos, de que hace aqui mención.
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 487
do y era muy léxos, é que si ellos se antes que lo matassen, estando cenando
perdían con la canoa era perderse todos; con Marco Lépido, é disputando de quál
é porque la excusa era lícita é muy jus- era la mejor muerte, respondió el Céssar
ta , acordaron de esperar á la mañana del que la no entendida ó improvissa. Y aun
siguiente dia. É porque el viento era res- en la verdad la raçon nos enseña que la
çio vararon la canoa en tierra ; é puesta que brevemente passa, con menor angus-
de través, al reparo della tendidos todos tia se padesçe. No avia olvidado esta sen-
quatro en aquella arena se echaron, te- tencia de Çessar el maestre de Sanctiago
niéndole puestos ciertos palos, porque y condestable de Castilla, quando al tiem-
estaba de lado é no los tomasse debaxo po que fué degollado en la plaça de Va-
como losa. É assi acontada, durmieron lladolid por mandado del rey don Johan
medio enterrados ó cubiertos con el are- el segundo, dixo al verdugo : « Yo te rue-
na lo mejor que pudieron hasta que fué go que mires si traes buen puñal afila-
de dia ; pero poco antes que esclaresçies- do, porque prestamente me despaches».
se, oyeron muchas voces que daban tres Quiero decir que los que se ahogaron al
indios de la propria compañía, y el uno tiempo que perdieron la caravela, menos
dellos estaba herido de un bocado que le tormento ovieron en su fin que los que
avia dado un tiburón, é los otros dos con después murieron en este naufragio, co-
aquel miedo avian bebido mucha agua de mo paresçe adelante.
la mar por se dar priessa en el nadar, y VI. Estando pues esta gente tan afli-
el que yba herido murió luego que llegó gida , desmayada é aquexados de rabiosa
á la isleta, é los otros dos desde á poco hambre y sed, sin alguna esperança de
tiempo murieron assimesmo, porque en dónde podrían aver con qué se substentas-
fin el agua de la mar es tal que poco sen, seyendo ya una hora de la noche,
puede vivir el que alguna cantidad della aquel mesmo dia que se recogieron en la
bebe-.E assi como fué de dia, vieron toda isleta entraron en ella cinco tortugas gran-
la otra gente que yba hacia la isleta de des, é como lo fueron á decir al licencia-
baxo en baxo nadando é á vuela pié por do, que estaba algo desviado encomen-
encima de aquellos arraçifes, aunque en dándose á Dios, respondió: — tYo las
algunas partes estaba hondo, que no pa- ofrezco á las cinco plagas de Nuestro Re-
resçian sino aquella pintura del final jui- demptor, de las quales emanó nuestra
cio que esperamos : é luego salió la canoa redempçion é verdadera salud é hartu-
é recogió la gente más flaca é cansada, é ra». Y levantóse é fué con el que le llevó
hiço tantos caminos aquel dia, que todos esta nueva, é como quier que son anima-
fueron recogidos en aquella isleta. É pas- les muy grandes, como las avian visto ya
saron los tres dias que de susso se dixo, sus semejantes en otras partes destas In-
en quel licenciado no comió más de aque- dias, no se maravillaron ni les plugo po-
llos pocos granos de mahiz que tengo ya co con ellas : é luego las hicieron trastor-
dicho., ni toda la otra gente comió cosa nar de abaxo arriba, porque estando as-
alguna ; y criaban ya todos tan desmaya- si vueltas, no se pueden menear. Y eran
dos, que parosçia que querían expirar de tan grandes algunas destas cinco, quel
hambre y sed, allende de estar en el Ira- proprio licenciado é otros seys hombres
baxo é afliçion que digo y el sabio letor con él, cavalleros sobre una délias, á lo-
puede congecturar de la muerte dilatada dos los llevaba encima. É porque no pa-
y que comencadaá exccular, es de mayor rezca error ni que me alargo en esto,
pena. Y assi dixo Jullio Céssar la noche aqui está el licenciado en esta cibdad que
488 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
lo dirá assi, é sin quél lo testifique yo las tas tortugas é con la carne cruda délias
he visto en la costa de Acia en Tierra-Fir- se sostuvieron algunosdias, hasla que se
me y otras partes quassi tan grandes co- les acabaron todas cinco tortugas.
mo lo ques dicho. Assi que, tornando á En este tiempo, desde aquella islefa
la historia, el licenciado avia leydo la en que estaba esta gente perdida (é por
propriedad deste animal, que puesto que miraglo allí venida), se paresçia otra pe-
todas las sangres tengan alguna poncoña, queña isla, tres leguas de allí, poco más
la de la tortuga es buena é aun apro- ó menos; é de acuerdo del licenciado é
priada para los leprosos, y en fin las tor- de los demás entraron un día cinco hom-
tugas son saníssimas é para muchas en- bres en la canoa é fueron á ella á ver si
fermedades, como lo dice Plinio f. An- podrían hallar alguna agua que se pudies-
tes creo yo que con estos animales re- se beber, porque donde estaban ninguna
formarían parte de las enfermedades é avia ni se pudo hallar, aunque cavaron
mala dispusicion é frialdades que avrian con las manos en todas las partes desta
resçebido, demás de matar la hambre é primera isla; y tornados aquellos hom-
sed, que era uno de los mayores enemi- bres con la canoa dixeron que ninguna
gos de sus vidas. Pues cómo fué de dia é agua avian hallado en la otra isleta, aun-
la sed era ya incomportable , é avia cin- que en muchas partes della cavaron é hi-
co dias que no bebían, hiço el licenciado cieron con las manos pocas, que todas
abrir una de aquellas cinco tortugas que eran tan amargas como la mesma mar é
estaban trastornadas é quitarle la una tan saladas ; pero dixeron que avia tan-
concha, é bebió primero que ninguno un tas aves en aquella otra isla, é tantos ni-
grand golpe de aquella sangre, que pa- dos con huevos délias, que apenas po-
resçia un grand horror y espanto á la dían andar por medio délias, sin pisar los
compañía : é después que se limpió é pa- huevos é nidos é pollos que avia en mu-
resció que á los demás les avia hecho la chos dellos.
salva, se echaron unos sobre otros enci- No fué poco goçosa esta nueva, porque
ma de la mesma tortuga, como si les paresçia que faltando ya las tortugas,
oviera aparesçido una taberna de muy los proveía Nuestro Señor de. otra forma
buen vino, ó aquella saludable ribera del de manjar, con que se podrían sostener
rio del Tajo, ques una de las mejores hasta que su misericordia los proveyesse
aguas de España. Nunca brevage fue más con más entero remedio. É luego el li-
dulce á gente alguna que á esta aquella cenciado, como noble é piadoso caudillo,
sangre ques dicha É assi como cada uno díó priessa á que todos se passassen á la
se levantaba de beber untado de la ma- otra isleta, y él quiso quedar el postrero,
sera que he dicho, antes que se alimpias- porque tuvo fin á procurar tanto por el
se, algaba las manos con los ojos al cielo más chico esclavo de toda la compañía
á dar gracias á Dios por su socorro é como por su persona mesma ; é assi eran
merced, que les avia hecho á lodos en todos iguales en el comer c beber que
darles á beber sangre en memoria de su Dios les daba miraglosamente, como he
sacratíssima passion, á cuyas llagas el li- dicho é diré más adelante.
cenciado avia ofresçido estas tortugas, VII. Llegados é puestos todos estos
como se dixo primero. É con esta sangre afligidos chripstianos en la segunda isla,
(; muchos huevos que hallaron dentro des- hallaron ser assi lo que los primeros racn-

1 Plinio , lib. XXXII.


DE INDIAS. LIB. L. CAP. X 489
sajeros dixeron; y era tanto el número morían. Y era muy grande, é tanto el sol
de las aves que estaban en tierra y en que los traspassaba, sin que (oviessen re-
el ayre, que á un tiro de herrón ó çin- paro alguno para se defender del.
qiienta passos no se via un hombre á otro Estando cercados de tantas angustias,
que se pudiessen claramente conosçer el no çessaban en la oración. Y el licencia-
uno del otro. El graznar y estruendo des- do, como era cathólico y el principal
tas aves y el batir de las alas era de tan hombre que allí avia, servia de capitán
grand rumor y estruendo, que no se oian é capellán, y él ayudaba á enterrar los
los unos á los otros; y en el instante, as- muertos y esforçaba los vivos é los ex-
si como la canoa llegaba con los pocos hortaba á bien morir, é les acordaba lo
que traia de nuevo, que no podian ser que Chripsto, Nuestro Rcdcmptor, pa-
sino tres, porque dos eran menester pa- desció por el género humano, para que
ra la bogar é gobernar (pues no cabian siempre todos los que en este peligro se
en ella sino cinco personas), se hincaban hallaban tomassen en paciencia su traba-
de rodillas á dar loores á Dios por darles xo. Y el mesmo licenciado, cavando con
allí tanta diverssidad de aves, é de tan- las manos en el arena, ayudaba á les ha-
tas especies é géneros que no se podian cer las sepolturas ; é como aunque no te-
contar, é con tanta alegría é contenta- nia órdenes les deçia los responsos é les
miento entre sus hijos é huevos, que pa- ayudaba en la muerte y en la vida, cómo
resçia bien una de las obras maravillosas mejor se pudiessen salvar, assi todos le
de Dios, servirse en un desierto tan es- tenían é acataban, como á señor é padre.
téril de tantas diverssidades de raleas é Por cierto es de pensar é aun de creer,
aves que crió para el servicio del hom- por lo que está dicho é por lo que ade-
bre; é que aquestos pecadores chripstia* lante se sigue, que todos aquellos que en
nos aportassen allí, para que con aque- este naufragio passaron desta vida, es-
llas aves y pollos é huevos délias hallas- tán en la gloria celestial, porque la cle-
sen la messa puesta entre tanta hambre mencia é costumbre de Dios siempre dio
ç tribulación, que por todas partes los galardón de su bienaventurança é paray-
cercaban. so á los que en su sagrada fée permanes-
Vieron assimesmo muchas y tan gran- çen.
des ó mayores tortugas qué las passadas, Mucho sirvió á Nuestro Señor este
y grandíssimo número de los lobos mari- buen varón en lo ques dicho y en lo que
nos , que era extraña cosa de ver é con- más queda por decir ; é assi paresció por
templar. lia obra, pues le sacó de tantos é de tan
Avia hombre destos que á vueltas de notables é grandes p'eligros hasta volver
sus fatigas se sorbía cinqüenta é sessenta adonde al pressente está en esta cibdad
huevos, sin levantarse de un lugar, sin de Sancto Domingo de la Isla Española,
otros muchos que comia de rato en rato. é tan honrado é bien estimado.
Otros cortaban las cabeças de aquellas VIH. Como hombre natural é que
aves, que no huían dellos, é chupaban avia visto la forma de cómo dos indios
aquella sangre. Otros trastornaban tortu- con palos encienden é sacan lumbre, se-
gas para comer é beber délias, como ar- gund más largamente lo avrá podido ver
riba está dicho. É como quiera que todo el letor en el libro VI, quassi en fin del
era crudo lo que comia esta gente, enfer- capítulo V de la primera parte desta Na-
maban , y la sed continuamente cresçia y tural é general historia de Indias, conos-
era mavor, por la qual de cada dia se ció el licenciado Çuaço que la mavor par-
TOMO IV. 62
490 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
te de las enfermedades é passiones, de cuero é los huessos, sin perder la habla
que se avian muerto algunos de su compa- hasta el punto de la muerte. Lo qual era
ñía, y de que tenían el mesmo peligro los otra maravillosa y especial gracia que
que quedaban vivos, era de comer aque- paresçia que Dios por su clemencia les
llas carnes é pescados crudos. É para ex- daba para acabar con sus lenguas, dán-^
cusar esto, hiço de ciertos troncos anti- dole gracias por lo que hacia.
guos de leña, que allí avia traydo la mar, IX. Tomaron por costumbre todos es-
unos palillos que sirven de lo mesmo que tos pecadores que en tan áspera peniten-
la piedra y el eslabón y la yesca, é sacó cia estaban, que ningún dia çessaban en
fuego; á fué para esta gente otra mane- la oración desde antes que amanesçiesse
ra de extremado goço. Y hecha la lum- hasta que era bien de dia, en particular,
bre, luego començaron á assar de aque- cada uno apartado, para mejor explicar
llas aves, que estaban bien gordas é olian sus contemplaciones é particulares devo-
muy bien. Pero no dexaba de cresçer ciones enderesçadas á Dios, Nuestro Se-
más é más la sed : antes paresçia que del ñor , para que los oyesse en tan señala-
proprio remedio nasçian más incoavi- do y evidente peligro é tormento de ham-
nientes, para que más próximos se vies- bre é sed, porque aunque paresçia que
sen de la muerte. Y estando en esta mi- en alguna manera estaban satisfechos de
seria, cada dia avia defunctos; é sin dub- la vianda, faltaudo el pan y el agua, to-
da paresçio que miraglosamente sostenía do lo tal no era nada, ni se les tenia en
Dios á este cavallero, pues seyendo el los estómagos; é sobre lo que comían é
más delicado é menos acostumbrado á cenaban, hincados de rodillas bendecían
miserias, sino criado con muy buenos á Dios que se lo daba, é con lágrimas
manjares, é muy bien servido é provey- cotidianas le ofresçian infinitas gracias,
do en su casa, en tan grande é súbita repressentándole todos aquellos pescados
mudança de carnes crudas é sangre be- é animales é aves que tenian en aquel
bida, claro está que avia de ser en su desierto, gordos é alégrese contentos,
persona muy mayor alteración y enfer- y que avia traydo para el servicio del
medades que en otro alguno de los que hombre. É assi le suplicaban que lo que
con él en estos trabaxos se hallaron. daba á aquellas cosas é animales sensi-
Pero dexado aparte el miraglo, y tivas, diesse á estos mesmos pecadores,
echando esto á la natural raçon, non pues los otros, demás de ser animales
obstante que solo Dios sabe quién es dig- de mal conosçimiento en saberlo agra-
no de goçar sus maravillas, como era# desçer é servir lo que les daba é las
prudente, comia muy poco á la continua, grandes mercedes que les hacia, sus
é con la poca comida ardia menos el es- chripstianos no eran como aquellos, sino
tómago, é podia mejor sostener la sed. hechura y obra de sus proprias manos, á
Y él siempre avia tenido por costumbre su semejança hechos, y redemidos por
de no beber entre dia entre el comer y su presçiosa sangre, é comprados con
el cenar. É aquestos tales son hombres tan caro presçio; y que su mano pode-
más sanos é no obligados á los desórde- rosa en tales tiempos no se abreviasse
nes que otros, é aun assi padesçian más con ellos, pues manda que le pidamos el
los que otra costumbre avian tenido en pan de cada dia, con cierta confiança que-
m vivir é beber; é assi se yban los tales jo dará, como lo dio en el otro desierto
secando é paresçian balsamados, hasta al pueblo de Israel, quando envió el ma-
que de llaqueça no les quedaba sino el ná del cielo, é hirió la piedra donde sa-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 4ÔI
lieron aguas vivas; pues su Sancta Ma- muertos. Y entre otros estaba una mu-
gestad sabia la nesçessidad que tenian é chacha, que se deçia Inesica, de edad
padesçian. É ya avia doçe dias que esta- de once años, é llegando al artículo de la
ban sin aver bebido gota de agua, é re- muerte, hiço señal que quería hablar al-
plicando en su oración, deçian: «Padre guna cosa , é llegáronse allí tres hom-
piadoso, bien ves lo que avernos menes- bres, llamados Gonçalo Gomez, Francis-
ter: ninguno te puede pedir tan justa- co Ballester y Johan de Arenas, é pre-
mente, como puede tu infinita misericor- guntaron á esta muchacha qué quería, y
dia remediar nuestra nesçessidad ». É assi dixo que viniessen más, que los quería
á este propóssito cada uno, como Dios le hablar. Y assi se juntaron once hombres,
endcresçaba sus palabras, acompañadas en cuya pressençia les dixo que á ella avia
de lágrimas é sospiros ofresçidos á él é á venido una señora anciana, muy resplan-
su bendita Madre presçiosa, que tenian desçiente, como el sol, é sus vestiduras
á Dios visible (y en especial el licencia- eran blancas é verdes; é le dixo que era
do, como era hombre de buena casta é Sancta Ana, Madre de la Madre de Dios,
devoto é sabio ) guiaba su oración é lá- y que le avia preguntado por el licencia-
grimas con mezcladas auctoridades de la do, que dónde estaba (como si en essa
Sagrada Escriptura, por dó paresçia que sacón él estuviera muy léxos de allí), y
era Dios obligado á los socorrer é aver que avia respondido la muchacha, seña-
piedad desta gente, pues haçian de su lando con el dedo:—«Helo allí, Señora«;
parte lo que podían para alcançar su mi- á la qual replicó:—«Pues dile que passe
sericordia, é buscar de comer en tan á la otra isla que paresçe á la banda del
grand nesçessidad é hambre como pa- Poniente, é que allí yo le daré agua, que
desçian , y porque Dios tiene prometido se pueda beber ; y que no morirá en es-
en su sagrado é sancto Evangelio que no tos desiertos». Lo qual oydo por estos
pensemos en lo que avernos de comer, hombres que escuchaban á la muchacha
porque él nos lo dará copiosamente á loques dicho, con grand placer fueron
los que en él confiaren, poniendo aquel corriendo al licenciado, y rodeado de lo-
exemplo de las aves, que no siembran ni dos , dixéronle lo que avia passado, con
cogen é abundosamente les da lo nesçes- otras palabras en que le declaraban por
sario, como se vido en aquel desierto que muy amigo de Dios: el qual, teniéndose
de susso está dicho. por más pecador que por justo, ni enso-
Muchas lágrimas vertieron é grandís- berbesçido dello, fué á se certificar de la
sima atención fué la questos fieles chrips- muchacha donde estaba, y hallóla que
tianos tovieron en su oración muy conti- acababa de expirar ; é todos dieron gra-
nuadamente, assi los que dellos murie- cias á Dios, con esperança que se avian
ron en estos trabaxos como los que de- de salvar é salir de tan áspero y espan-
llos quedaron con la vida, dando gracias table peligro, como el que tenian; porque
al Señor. el dia queste miraglo acaesció murieron
X. Estando las cosas en el estado que nueve personas, todos traspassados de
tengo dicho, puesto que la sangre é cla- sed, é cada qual de los que quedaban
ras de huevos crudas mitigaban algo la vivos pensaban que por mucho que se les
sed en esta gente afligida por algún es- dilatasse á ellos la muerte. no podria ser
pacio, passado aquel, sobrevenía tanta de cinco á seys dias adelante, é los más
calor en el estómago, que la sed se dobla- dellos tenian ya el sarro sobre la lengua
ba , é de cada dia desfallecían é avia é paladar y encías levantado de maneta.
492 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
que con trabaxo podían hablar; é si algo luengas é sin ninguna hierba, sino un
decían, era tan baxo é sin tuerca dicho, ayuntamiento de mariscos é conchas que-
que apenas se entendía. bradas é arena , é aquesta última isla es
XI. Venidos á tal extremo, y que los redonda, é avia en ella tres maneras de
que quedaban vivos les paresçia que no hierbas: la una era como mastuerço, que
podían escapar, dieron orden como se se llama hierba pedruelo, que quemaba
passassen á aquella isla que la grande é mucho; é la otra era de los abrojos que
Sanctíssima Matrona, Madre de la Madre van tendidos sobre la tierra, é la otra
de Dios les avia mostrado; y quedó el hierba era de otros abrojos que se hacen
licenciado el postrero de todos, é avien- en el tallo desta hierba juntos como una
do hecho passar primero tres barcadas espiguilla, é tenían arena.É de la congec-
de gente con los huevos é aves que pu- tura destas hierbas tomaron esperança de
dieron llevar consigo ; é quando él llegó hallar agua, é assi llegado el licenciado,
á esta tercera isla, halló á toda la gente comencé á consolar esta gente desconso-
muy desconsolada é quassi para expirar. lada , acordándoles que toviessen fée en
La causa era porque aunque con la nueva el miraglo ya dicho, é díxoles questas
alegre de hallar el agua se avian esforça- hierbas ya dichas eran señales naturales
do, cavaron en la postrera isleta en mu- para aver allí agua dulçe. É miró todos
chas partes, é no pudieron hallar agua los lugares, donde avian cavado buscan-
dulçe; é assi desconfiaron de lo que la do agua antes quél llegasse, é probóla é
gloriosa Sancta Ana avia revelado, é sa- halló ser amarguíssima, é dixo que po-
lieron á resçebir al licenciado, llorando sible era aver agua en aquella isla, é que
algunos, y otros entrando en el agua por sus pecados no se la quisiesse Dios
hasta la cinta, con ciertos cobos (que son mostrar; é que para aplacar su yra é
conchas grandes de caracoles) llenos de conseguir su infinita misericordia, con ve-
agua salada, diçiéndole:—«Veys aquí, nia que unos á otros se confessassen con
señor, el agua que hallamos», la quai entera contrición é lágrimas, arrepintién-
probada por él, era amarga y salada. Es- dose de sus pecados; é que hecho aques-
tonces él les dixo que confiassen en Dios to, el licenciado les diría lo que debían
é toviessen fée, que muy fácil cosa era á haçer. É luego todos se apartaron de dos
Nuestro Señor sacar agua de una peña ó en dos, diciendo el uno al otro sus ofen-
piedra, como está dicho, é mucho menos sas que avian hecho á Nuestro Señor ; y
le seria convertir el amarga é salada en hecho aquesto, les dixo que prometies-
dulçe é sabrosa, como lo hiço su prophe- sen castidad por un año, é que Dios los
ta Elíseo con vasso nuevo ; é por tanto libraría; é assi lo votaron todos, excep-
que procurassen todos de renovar sus áni- to tres que la votaron perpetuamente, é
mas é consçiençias, arrepintiéndose amar- de se meter frayres de la Orden del Señor
ga mente de sus pecados, é que tovies- Sanct Francisco. É destos fueron un San-
sen por cierto que con aquella sal é agua cho de Espinosa, criado del licenciado, é
salada Dios, Nuestro Señor, é su bendita aquel Arenas que arriba es dicho, é un
Abuela les darían agua dulçe que pudies- Pedro de Simancas. Y hecho aquesto, hi-
sen beber para vivir. É luego cómo saltó cieron una procession, en la qua I este li-
en tierra, halló á todos los demás llo- cenciado era el preste, é llevaba una
rando. cruz en las manos hecha de un palo, que
Esla isla es diferente de las otras dos acaso allí se halló; é con mucha devo-
primeras; porque las otras son angostas é ción é lágrimas fueron todos en torno de
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 493
Iaisleta, circundándola, cantando la teta- avian hallado en la cruz donde Nuestro
nia con hartas diferencias de voçes é to- Redemptor padesció; por tanto que con
nos muy enronquesçidos é flacos: édada su nombre é con su fée é con la con-
una vuelta alrededor de la isla, que será fiança del propheta Eliseo, que volvió
toda ella como la plaça de Sanct Francis- é tornó dulces las aguas amargas é sala-
co de Sevilla ó menos, atravessaron la is- das en dulcedumbre, que en la dulçura
la por medio de parte á parte. É díxoles de aquel madero en que padesció, y en
el licenciado que todos fuessen haciendo la dulçura de los clavos, y en la dulçura
señal ó rastro con los pies en la arena , é de la lança que sacó agua é sangre de
tornaron otra vez con la mesma proces- su glorioso costado, cavassen allí en
sion del un cabo al otro de la isleta para aquel lugar donde se avia hecho la cruz
la atravessar assimesmo por medio en de las pisadas que avian hecho y está di-
cruz con las mesmas señales de los pies, cho (y en señal de las que hiço la Sama-
como si se tomasse un pan redondo é le ritana para dar agua al Redemptor del
partiessen en quatro partes iguales, que- mundo, é meresció resçebir por aquella
dando por las partiduras ó divisores qua- aguas vivas é tales, que el que las be-
tro quarlerones con una cruz enmedio. É biesse jamás avrá sed) cavassen con lá-
assi quedó hecha en la mitad de la isleta; grimas en el proprio lugar con las manos,
é antes que cavassen allí, predicó el licen- é que fuessen ciertos que allí hallarían
ciado, trayéndoles á la memoria cómo agua dulce. Dichas estas palabras por el
Dios les avia dado á beber hasta eston- licenciado con lágrimas, y escuchadas
ces sangre cruda, y ellos con humildad, con otras muchas más, començaron á ca-
en memoria de su sagrada passion la var todos con grand priessa con las ma-
avian bebido, acordándose de la que sa- nos, puestos en rededor, é ahondaron
lió del sacratíssimo costado de nuestra quanto un codo, é hallaron agua dulce
redempçion, y con aquella avian comul- que se pudo muy bien beber, con que se
gado hasta estonces, como con el pan sostuvieron ciento é treynta y cinco dias
bendito que administra la Iglesia el dia que allí residieron. (Notad, chripstianos,
del domingo á los fieles, subçediendo en qué maravilla fué esta : que en toda la is-
lugar de la comunión y Eucaristía que en la cavaron en más de dos mili partes, é
los tales dias se solia hacer antiguamen- nunca se halló agua dulce en otra parte
te , é que avia çessado por la indispusi- sino en el lugar ques dicho).
çion de los comulgantes tan á menudo. Assi que hallada esta agua, tomó el li-
«Pero cada dia resçebimosel Sanctíssimo cenciado un cobo ó caracol, que cabria
Sacramento por los sacerdotes é minis- bien media açumbre de agua, é dixo á to-
tros de la Iglesia, los quales resçiben da la compañía que no bebiessen, porque
aquel Sacramento por sí é por toda la ante todas cosas era raçon que tovíessen
comunidad é ayuntamiento de los fieles agradcsçimicnto de la merced que Jesu
chripstianos». Mas para que tan altíssimo Chripsto é su bendita Abuela les avia he-
misterio sacramental repressenlasse su cho, é que le debían ofresçer aquel agua
verdadero cuerpo ovo nesçessidad que primeramente, como hiço David con la de
juntamente con la sangre de su sagrado la cisterna. Y echada el agua por el ayrc
costado también saliesse agua pura é á manera de cruz, ofresçiéndola á Dios,
perfeüa , la qual andaban ellos á buscar Nuestro Señor, é á la Señora Sánela Ana,
con el agonia que á todos les era notorio, de lo que quedó dio á lodos sendos tra-
é que assi la sangre como el agua se gos en manera de comunión é licencia
494 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
para que todos bebiessen, hecho esto, y remedio, como si bebieran poncoña muy
se hartassen. Ovo hombre (que fué el pi- potentíssima. É viendo que aquella mata-
loto del navio) que desde quel sol se puso ba, llegó un pageçico del licenciado, lla-
aquel dia hasta la mañana siguiente be- mado Luysico, á una loba marina de las
bió tanto, que assi como lo bebia por la ques dicho arriba, teniendo el muchacho
boca (sin pensar de verse harto) lo echa- grand sed, y estando la loba parida con
ba por baxo : el qual murió desde á dos dos tobillos, antes quel agua ques dicho
dias. Dios les mostrasse, é quitólos de las te-
¿Quién podrá decir las contemplacio- tas de la madre, dó estaban mamando,
nes que avia entre los pocos que ya que- lo mejor quél pudo para no ser sentido
daban, y en especial entre algunas mu- de aquel ferocíssimo animal; y en comen-
gères que allí se hallaron? El alegría çando él á mamar en lugar de los lobi-
grande de los coraçones, la buena dis- líos, conosció la loba que aquel mamar
pusieron para no tener por muy amarga no era el de sus hijos, é volvió sobre él
la muerte, quando viniesse, como perso- un lado é assió al page de una panlorri-
nas que por la continuación de tan exce- 11a de la pierna, é llevósela redonda hasta
sivas angustias paresçia que ya no la te- la canilla, é dexósela colgada de un po-
mían?... co de carne que quedó por taraçar. La
XII. Ya aveys oydo cómo esta gente qual el licenciado su amo le tornó á pegar
ya tenia lumbre y agua y de aquellas tor- é alósela, é con el agua de la mar se cu-
tugas é huevos é aves, que traían de la ró é sanó de la herida.
segunda isleta en que estovieron. É con XIII. Al tiempo que la gente se per-
esto refrescábaseles la esperança de vi- dió é se quebró la caravela é quedaron
vir, é decían, que pues Dios avia hecho los que no se ahogaron encaramados é
por ellos tan grandes é tantas maravillas assidos de las peñas, como tengo dicho,
hasta estonces, que no debían desconfiar avia allí un hombre que se llamaba Jo-
ni dubdar que avia de hacer lo demás han Sanchez, el qual era experto é dies-
para salvarlos é sacarlos de donde esta- tro en las cosas de la mar, é que sabia
ban. en qué caian cosas semejantes, é se avia
Esta agua que bebían, en ciertos quar- visto en otros peligros é naufragios, aun-
tos de la luna se hacia más dulce que en que no tan grandes. É assi este dio aviso
otros, é con ciertos vientos que eran muy grande, é fué que todas las tablas
Nordestes é Suduestes era más salada. que se pudieron aver de la caravela en
De manera que era menester templar es- que se perdieron, se recogiessen con el
tos tiempos con cegar la fuente é hacer mástel é con los cables é xarçia é lo de-
otra nueva cerca della, é assi remedia- más que fuesse posible (de io qual sue-
ban su miseria. len salir mayores provechos que de pla-
Dióles Nuestro Señor esta agua tan ta quebrada ) é proveyó cómo se atassen
abundosamente quanto se ve en todas las á los arraçifes é peñas é roquedos que
fuentes é todos los ríos é arroyos é la que está dicho ; é assi atadas se volvieron á
cae de las nubes. É háse de tener por la isleta primera, é lo dixeron al licen-
averiguado que la mayor falta de quan- ciado, que aun estonces no eran salidos
tas cosas son nesçessarias para la vida de allí. É assi después, en tiempos de
humana, es la falta del agua buena, por- calma, la canoa volvía hasta aquel lu-
que todos los que desta gente bebieron de gar , aunque por la mayor parte del tiem-
la agua de la mar, murieron sin ninurun po siempre allí avia mar brava, é desta
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 495
forma de ocho á ocho é de quince á quin- la çinta. Y estos tienen un palo negro ó
ce dias cobraban 1res ó quatro tablas de madera tan dura como un huesso, y es-
las que avian quedado atadas con parte tán forrados por cima de piedra en torno,
de los dichos cables é xarçias; é destas é son á manera de corales muy blancos,
cuerdas é maromas el licenciado é todos é algunos morados. É aquestos estaban
los otros destorcían é haçian estopas. Y enterrados debaxo del arena en aquella
turóles este exerçiçio tres meses, hasta isleta, que paresçia que la mar los avia
en tanto que por todo este tiempo, con traydo allí, é sacábanlos para el fuego;
algunas espadas que les quedaron, que- pero como estaban, como he dicho, cu-
brándolas por medio, é con los clavos biertos de piedra, no querían arder. El
que quedaron en las mesmas tablas, hi- remedio para que ardiessen era este : que
cieron un copanete ó barquillo poco ma- de los lobos marinos que mataban saca-
yor que una artesa, en que podrian ca- ban mucha manteca ó grassa, como lon-
ber quatro hombres; y en lugar de bar- jas ó alma de puerco que sacan de la pa-
rena , para hincar estos clavos, quitaban pada; y este animal tiene esta gordura
los puños á las espadas é calentaban las muy mayor toda ella igualmente en der-
espigas délias al fuego, como assador, é redor de sí; é como aquel lardo se es-
assi horadaban para ligar é juntar una ta- calentaba , entrábase entre la piedra y el
bla con otra ; é de la estopa que avian palo é penetraba lo uno é lo otro, é assi
hecho de las xarçias é cables metian pre- junto hacia muy clara é gentil lumbre.
miosamente entre las junturas de las ta- Las vassijas en que se cocían las car-
blas para defensa del agua, é poco á po- nes ó pescado de aquellos animales eran
co se acabó aquel pequeñito barquillo. Y las conchas de aquellas tortugas, en que
en esta labor y en la oración en todo el cabía en una délias medio lobo de aque-
tiempo de los tres meses * era la ocupa- llos ó seys y diez y doce aves, é las que
ción de todos. La qual oración haçian querían, é tres ó quatro pieças de tortu-
como se dixo en el párrafo noveno. ga é los huevos que les paresçia, de que
XIV. La comida é la cena eran de las avia nesçessidad ; é si no bastaba una ba-
tortugas, lobos marinos, cangrejos, de telada^ cocimiento ques dicho, hacíase
los cobos é caracoles é otros mariscos otra vez é otra al tanto. El lobo fiambre
que se hallaban ; é yba é venia la canoa comían en lugar de pan, é lo demás por
á la isla segunda ó de enmedio, donde vianda; é assi comian desta manera de
se ha dicho que avia aquella moititud de comida 6 con muy buen sabor en todo
aves é tortugas é huevos, é traia de lo ello, á causa de la salsa de la hambre,
que hallaban. Turaron las aves en sacar como si fueran otros suaves é apetito
sus hijos mes y medio, aunque muchos manjares.
sin número les comieron estos chripstia- XY. En esta estrecha ó miserable ha-
nos; é despues de passado mes y medio bitación assi estando, subçedian algunas
se fueron todas, que no quedó una sola. tormentas, é por ser la mar brava por
Estos manjares ques dicho comían esta ellas, no podia la canoa yr por bastimen-
gente cocido é assado desta forma: la tos á la isla ya dicha ó segunda en lanío
leña que tenían en aquella isleta eran ár- que ovo aves en ella , porque en la que
boles secos, que nasçcn ó hallaban de- hallaron el agua y estaban no avia otro
baxo de la mar, tan grandes como hasta bastimento sino lobos marinos: de los

En el párrafo XI queda diclio quo fueron i2H días, discrepando asi en el número de 15.
496 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
quales ya estaban tan enhastiados que los era cosa maravillosa de ver. Oy decir al
tenian aborresçidos, é comian algunos mesmo licenciado que algunos lobos des-
pequeños cangrejos de poca substancia. tos, que debieran aver escapado de una
Y viéndose en extrema nesçessidad, pre- batalla semejante, salían después á dor-
guntó el licenciado á los hombres de la mir á tierra á aquella isleta con el boca-
mar que allí avia, si seria posible tomar do sacado, que les tomaba palmo y me-
algún tiburón de los muchos que anda- dio de ancho é se les paresçian las costi-
ban en torno de la isleta entre aquellos llas; é desta manera hallaban las tortu-
baxos, que en especial siempre pares- gas alguna vez que les faltaba una ala ó
çian á las mañanas, é otra vez á-la tar- pié de las que tenian, porque no hay co-
de copia dellos, en cantidad de treynta sa de que eche ó assa un tiburón, por
ó quarenta juntos, descubriendo los lo- dura que sea, que no la tarace é corte
mos con parte del cuerpo. É son fieros por donde afierra, como lo haría una na-
animales, de los quales largamente po- vaja ó una muy acerada hacha. É tam-
drá el letor informarse en el libro XIII, bién le oy decir questos lobos son muy
capítulo VI * de la primera parte desta más sueltos en el agua que los tiburones:
Natural é general historia de Indias : é á de lo qual yo me maravillo más, porque
la continua venían como he dicho á la is- he visto muchas veces seguir los tiburo-
leta. Lo qual era mucho passatiempo pa- nes las naos, yendo con todas sus velas
ra aquella desconsolada gente, é les cau- é buen viento, é andan más que no ellas,
saba alguna recreación en sus trabaxos; é les dan vueltas en torno é por delante,
porque acaesçia algunas veces á trecho como lo tengo dicho en la primera parte
de un tiro de piedra estar un lobo mari- desta General historia.
no descuydado, refrescándose é trescan- XVI. En el párrafo de susso é pre-
do entre aquellos mariscos, é juntábanse cedente dixe quel licenciado avia pre-
veynte ó treynta de aquellos tiburones, guntado á los hombres que avia de la mar
y venian en ala como caçadores hasta si se podría tomar algún tiburón, y ellos
que llegaban cerca del lobo, y luego su- respondieron que lo tenian por impossi-
bía la una punta é la otra de la dicha ala ble, porque demás de ser animal tan
hasta que haçian un çircuyto igual é to- grande é fiero, no tenian aparejo alguno
maban en medio al lobo marino, é yban- ni sabían cómo se pudiesse tomar. Pero
se juntando igualmente hasta quel lobo como la nesçessidad aviva los hombres
marino los sentía ; é arremetía un solo ti- que tienen buen espíritu é ánimo no vil,
burón é daba un grand bocado al lobo aquexado el licenciado de la hambre, vi-
que lo desatinaba, é assi llegaban de do el gobernalle de la cara vela perdida,
presto los otros tiburones y en un mo- y en él ciertos hierros con que suelen los
mento haçian pedaços al lobo é lo comian gobernalles eslar guarnesçidos, que son
todo, sin quedar parte del, salvo teñida los primeros machos en que anda jugan-
la mar en sangre, donde esta batalla ó do quando está puesto el gobernalle en
salto se haçia. Y en tanto questa pelea el navio ; é imaginó que sacando un per-
turaba echaban el agua, con los golpes no de aquellos é quitándole del tablón
que en ella daban con las colas, tan alta y engastándole por las mesmas claveras
como una torre los unos é los otros, que en un palo que allí avia de hasta siete pal-

En el impreeo se lee séptimo; pero con error, según enmendamos.


pues que trata de los tiburones en el capítulo VI,
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 49'
mos luengo, queste tal instrumento satis- el lobo ó señuelo, é puso el licenciado
faría su desseo, é podria con él matar al- parte del lobo que llevaba á par del hom-
gún tiburón. E assi como lo pensó, lo pu- bre, quedando el resto dentro del agua.
so por obra ; y clavado muy bien este É cómo el tiburón yba encarniçado é cie-
artificio á manera de guadaña, al cabo go de su golosina, como volvió á trabar
del palo hiço atar una buena cuerda del lobo é fué tiempo, dixo al Espinosa:
gruessa é luenga. Los marineros é los — « Dale, dale » ; é hícolo assi, é hincóle
que lo vian reíanse desta invención, é te- por el colodrillo ó cogote aquel perno de
nían por cosa de burla lo quel licenciado hierro, que era bien grande é tan grues-
emprendía de hacer, que era matar algún so como un buen cerrojo. Écómo se sin-
tiburón en tanto que la mar se amansa- tió el tiburón herido, surtió encontinente
ba é la canoa pudiesse yrles por el basti- tan presto é con tanta furia, que dio con
mento á la otra isleta ; é teniéndolo por el Espinosa debaxo del agua: el quai y
imposible, no le quisieron seguirlos que el licenciado, assidos de la cuerda qué
le miraban. Y estonces él é un criado su- se dixo, los llevó un buen ralo en el agua
yo, dicho Espinosa, montañés hidalgo é hasta que á las voces que ambos daban
de buen ánimo, echaron en el agua un llamando ayuda, fueron socorridos de la
lobo marino muerto de los que tenían en otra gente, é presto les fueron á ayudar;
la costa de la isleta, é dióle al Espinosa é tirando de la cuerda sacaron el tiburón
aquel instrumento, que llevasse en las ma- la mitad del en tierra, que ya venia
nos, é díxole :—«Vente tras mí, é haz lo muerto y era hembra, porque luego que
que te dixere >. Y el licenciado lomó el fué sacado en tierra, se vido que estaba
lobo, llevándolo dolante de sí ayudado ya cerca del parto. É con mucha alegría
de la mesma agua é metido en la mar de la nueva é nunca antes oyda semejan-
hasta que le daba á los pechos, enderes- te manera de pesqueria, se juntaron to-
çando el lobo hacia un grand tiburón: é dos é abrieron aquel animal, é sacáron-
cómo olió al lobo ó le vido, vínose de- le del vientre treyntaé çinco tiburonçillos
recho á él ; y estonces hiço del ojo al Es- de á dos palmos y medio cada uno, los
pinosa para que se pusiesse en cierta quales seyendo pequeños son muy buen
parle de la playa aparejado para no er- manjar; pero no turaron más de dia y
rar el golpe, teniendo arborado aquel ar- medio con la carne de la madre, porque
tificio. É llegado el tiburón, quiso Dios como no tenían sal, luego se corrompió lo
que no cchasse por baxo (porque fuera demás: pero en fin se hadaron de aque-
bien posible quedarse el licenciado sin lla vianda, é tuvieron qué comer hasta
una pierna é aun sin la vida), y él re- que Nuestro Señor proveyó en amansar-
traíase atrás lo que podía, poniendo el la mar é que pudiesse la canoa passar á
lobo delante de sí. É llegó el tiburón é la isla ya dicha por bastimentos. De aqui
dio en el lobo un bocado grande, é al ti- se nota que quiere Dios que los hombres
rar ó cortar con los dientes hiço á nues- hagan loques en ellos, é con ra favor
tro licenciado çabuliir debaxo del agua, socorre é les da industria (como en este
é tornando presto á levantar la cabeça, caso se vido) para que lo que paresee
retrayéndose hacia donde el Espinosa es- imposible sea hecho muy fácilmente
taba con su instrumento á dos manos al- quando le place, en especial con los que
eado, imitando á aquella maca de la tienen entera confiança en Dios Todopo-
puente de Fraga, y el tiburón tragando deroso.
lo que avia llevado seguía todavía sobre XVII. No acabados los infortunios
TOMO IV. 63
498 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
desta gente, como la mar despues de lo que los que quedaban tuviessen con que
que está dicho fué en bonança, partió la susbtentarse (en tanto quel barquete yba á
canoa con un Pedro de Medina é cinco la Nueva España é queriéndolo Nuestro
negros esclavos del licenciado Çuaço pa- Señor volviesse un navio por esta gente)
ra la otra isleta, á traer della tortugas é y también para que llevassen estos men-
otros mantenimientos : é volviendo á los sajeros qué comer para el largo camino
chripstianos con lo que hallaron, dióles que en este chico é peligroso barquito ha-
tanto viento Norte, que anegó la canoa é cían. É assi volvió este barquete con cinco
peresçieron los que en ella fueron, é nun- tortugas á la gente, que se hicieron tassa-
ca más paresció alguno dellos ni se supo jos para provission del matalotage. é via-
otra cosa. É cómo los esperaron hasta je quel barco avia de hacer á la Nueva
más de media noche, conosçieron por España ; é hiço otro camino á la isleta, é
el viento é tormenta passada lo que fué é truxo otras cinco tortugas, que quedaron
les pudo contesçer; é assi se tornaron á á la gente que avia de quedar esperando
renovar las lágrimas é tristeça en esta el socorro de Dios, que enviaban á bus-
gente con mucha raçon, porque después car donde he dicho, porque en aquella
de Dios les paresçia que tenían mucha es- sacón Hernando Cortés gobernaba aque-
perança en aquella canoa que por mira- lla tierra. É porque hallaba esta gente
glo Nuestro Señor se la avia enseñado en aislada mucha dificultad en llevar agua
la parte que se ha dicho para salvarlos é los que avian de yr con este mensaje á
traerlos de donde se avian perdido con pedir el socorro, no sabiendo qué forma
la caravela. É cómo estaban acostumbra- darse para ello ni en qué vassijas lo lle-
dos á tantas adverssidades, aunque esta var, pues ninguna tenian, acordó el li-
fué de mucha pena, passóse con las que cenciado que se matassen algunos lobos
tengo escripto é otras muchas que se de- marinos é se desollassen cerrados é se
xan de decir. hinchessen de agua ; é assi se hiço. Por
Esta pérdida fué causa mucha para cierto vassijas eran estas ó cueros en fi-
que se diesscn más priessa á poner en gura de odres, los más extraños é nunca
ejecución é obra el aparejo que se di- vistos ni oydos que hasta agora en histo-
xo que tenían de las reliquias é tablas ria alguna jamás se escribieron.
de la caravela quebrada é barquillo que Hallada pues esta nueva invención, fa-
délias tenían començado é que aun no bricada é acertada á causa de la mesma
estaba en perfeçion; el qual, assi co- nesçessidad, con quatro ó cinco destos
mo fué acabado, fué determinado que cueros que se aparejaron déla manera que
se enviasse á la Nueva España con tres he dicho, bastaron para lastre del barque-
hombres, que fueron los del voto de te é para bastimento del agua, con la qual
castidad perpétua que tengo dicho , que é con los tassajos de las tortugas, é con
se llamaban Gonçalo Gomez é Francis- ciertas conchas por vassijas para beber,
co Ballester é Johan de Arenas, con un se partieron los hombres é muchacho, que
muchacho indio que continuamente les se dixo de susso. É á todo buen navegar
yba agotando é vaciando el agua que é mejor derrota que pudieran pensar
la barquilla hacia, por no se poder bien avian de tomar en la Nueva España adon-
ni aver aparejo para la calafatear. Pe- de dicen los términos (segund de donde
ro antes que se partiessen passó la bar- el barco partía), que distan de la Villa
ca á la isleta del bastimento, é truxo Rica, donde el barquete desseaba yr,
todas las tortugas que pudo aver, para bien sessenta leguas; é plugo á Dios,
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 499
Nuestro Señor, ques la verdadera guia, algunas veces, por cierto tiene que, se-
que los llevó con muy buenos tiempos gund lo escribe Plinio en su Natural his-
contra la común costumbre de aquel gol- toria *, ques verdadera púrpura esta que
pho (que suele ser siempre tempestuoso), acá él vido é halló para escribir su carta,
é llegaron â tres leguas más al Este ó Po- é muchas destas conchas dice que hay
niente de la Villa Rica, sin saber adonde entre aquellas islelas de los Alacranes,
estaban ni qué tierra era. É cómo entra- porque assi se llaman estas tres donde el
ron en tierra, vieron estiércol de caballos licenciado Çuaço é su compañía hicieron
é conosçieron en ello que estaban entre la penitencia que tengo dicho é no he
chripstianos ; é fué tanto el placer que acabado de escribir). Assi que, mostra-
ovieron en ver aquella señal, que dando da aquella carta por este mensajero de
gracias á Dios, se humillaban á bessarlo. É aquellos aislados, solamente se contenían
con mucha confiança entraron por la tierra en ella aquestas palabras : « A qualquier
hasta un pueblo que está cerca de donde gobernador quesla llegare, sepa quel li-
aportaron en su barquita, que se llama cenciado Alonso Çuaço queda en las islas
Diahuslan, donde hallaron al cacique se- de los Alacranes, donde há que está tres
ñor de aquel pueblo, que por señales les meses perdido é á mucho peligro, con
dixo de la Villa Rica ; é dióles de la fruc- toda la gente que escapó de la que con él
ta de la tierra, é matóles una gallina que se perdió: envíen luego socorro, del qual
comieron, y era tanta la hambre que lle- hay mucha nesçessidad. »
vaban, que no aguardaron á la pelar, é XVIII. Antes que á más se proceda,
medio chamuscada en el fuego, sin la digo questas islas baxas, pequeñas, es-
abrir, con lo que dentro tenia, la perdi- terilíssimas é despobladas é arraçifes
garon é comieron. É tomaron una guia ques dicho, llamadas los Alacranes, es-
quel cacique mandó yr con ellos, é fue- tán en veynte é dos grados de la línia
ron á la Villa Rica, donde allegados, ha- equinoçial, á la parte de nuestro polo
llaron á un Ximon de Cuenca, teniente ártico é al Poniente, ciento é seys leguas
de Hernando Cortés en toda aquella tier- pocas más ó meuos del cabo ó punta de
ra, el qual cómo vido á los tres hombres Sanct Anton, ques el fin de la parte oçi-
é muchacho tan flacos é tan desnudos, dental de la isla de Cuba ó Fernandina.
no hiço caso dellos. É cómo el Gonçalo É desde las dichas islas de los Alacranes,
Gomez vido quel teniente disimulaba, sa- si no me engaña la cosmographia é car-
có una carta del licenciado Çuaço, que tas que hiço modernas el piloto Diego Ri-
era no más ancha que dos dedos de per- bero, cosmógrapho de la Cessárea Ma-
gamino , que se avia cortado de una car- geslad é hombre sçiente en su arte, hay
ta de navegar, en quél avia escripto de hasta la Villa Rica, adonde aportó la di-
su mano con sangre de conchas, con que cha barquilla, que la carta que se dixo
dicen que se tifie é hacen la color del en el capítulo de susso llevó, ciento é çin-
carmesí ó la púrpura, que hallaron é las qüenta é cinco leguas, pocas más ó me-
avia en la isleta ques dicho, donde estos nos *. Assi que, no es menor miraglo
traba xos se padesçieron. (A lo menos el aver una barquita tan pequeña é mal com-
licenciado, segund yo le he oydo decir puesta é dificultosa navegado tanta é tan

1 Pimío, lib. IX, cap. XXXVI. situación y nombre de estas islas. La enmienda,
* Véase !o que dice Oviedo más adelante, al que el autor propone allí, no ha sido posible intro-
final del párrafo XXVI, declarando la equivocación ducirla en este lugar, por estar en esta parte el có-
•n que incurrió el licenciado Zuazo respecto de la dice original Tallo de algunas hojas.
500 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
furiosa mar, donde muchos é muy bue- la mesma isleta, junto con el licenciado
nos navios, é con expertos marineras, é su compañía, cinco aves que acá se
han dexado las quillas é perdidoso; de llaman rabihorcados, la forma de los qua-
que se infiere, que lo que Dios quiere les hallará el letor en el libro XIV, capí-
guardar, seguro puede navegar, é no ha tulo I de la primera parte desta General
menester otra guia ni piloto para yr en é natural historia de Indias. Lo qual les
salvamento. Tornemos á nuestra historia. paresció grande novedad, viendo quán
XIX. Despues quel teniente Ximon de domésticos estaban é muy cerca dellos
Cuenca vido lo que contenían aquellos assenlados, é que jamás los avian visto
pocos renglones, en la hora hiço mensa- assentar en tierra ; de lo qual congec-
jero con ellos é con su carta á Hernando turaron que les enviaba Dios alguna bue-
Cortés, é hiço mucha honra á los tres na nueva, é que su barqueta é gente de-
hombres, é informóse de lo acaesçido é bía de ser ya en salvamento en la Nue-
dióles bestias, con que luego fuessen á la va España, como acaesció. É holgáronse
villa de Medellin, donde estaba otro te- tanto con esta esperança é aves, que
niente de Hernando Cortés, que se deçia acordaron que no les hiçiessen mal ni na-
Diego de Ocampo, que avia seydo te- die les tirasse, aunque estaban tan cerca
niente por el mesmo licenciado Çuaço en de la gente que con una vara de un dar-
esta Isla Española. É llegados estos men- do les pudieran dar, ó con otra más cor-
sajeros á Medellin, ques á nueve leguas ta. É allí se espulgaron é sacudieron sus
de la Villa Rica, después que los ovo oy- alas, como si fueran aves domésticas é
do é particularmente le contaron lo que que entre los que allí estaban se ovieran
avian visto, y en parte padesçido con el criado.
licenciado, proveyó encontinente de un XX. Díxose de susso que Ximon de
navio que estaba á pique é aparejado pa- Cuenca escribió á Hernando Cortés con
ra se hacer á la vela, é hiço meter en él los renglones del licenciado Çuaço, que
muchas gallinas de las de aquella tierra, le envió á la cibdad de México ó Temis-
que son tamañas como las pavas de Es- titan, donde á la sacón residia, la qual
paña, é no de menos buen gusto, é tam- está de la Villa Rica septenta é cinco le-
bién hiço llevar de las de Castilla, é toci- guas; é anduvo tanto el mensajero ó pos-
nos é pan é vino é conservas é otros re- tas que llegó la nueva en menos de qua-
frescos; y partiéronse desde á tres dias tro- dias á aquella cibdad; porque en
que avian llegado, dando la vuelta á so- aquel tiempo estaban los indios en pos-
correr al licenciado é á los que con él las, é corria uno dos ó tres leguas mejor
estaban. Pero porque no quede algo de que un caballo de postas, é aquellas cor-
lo susbtançial por decir, es de saber quel ridas, daba las cartas á otro que hacia lo
Gonçalo Gomez é los otros dos hombres mesmo.É acontesció desta manera,quan-
é muchacho con aquel barquillo fueron do fué desbaratado Pamphilo de Narvaei
en once dias hasta la Nueva España, é á en la villa de Çempual, que llegó la nue-
la vuelta con la caravela ques dicho vol- va á México en un dia, é hay de la una
vieron hasta donde eran tan esperados, parte á la otra septenta é cinco leguas. É
en veynte é ocho dias otros. assi con semejante diligencia é postas lle-
Un caso notable acaesció ques digno gó tan presto, como he dicho, la nueva
de acuerdo: é fué quel mesmo día é á la de la perdición del licenciado Çuaço á no-
foesma hora que aquel Gonçalo Gomez ticia de Hernando Cortés: la qual le tomó
llegó á la Nueva España, se sentaron en comiendo é cessó en el comer hasta que
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 5G1
proveyó de dos moços de espuelas su- de un rato venían los machos con unos
yos que fuessen á la villa de Medellin, á peçeçicos en los picos, como si truxcran
los quales dio çient castellanos de oro, é çebo para los pollos chiquitos que aun no
çinqùenta más al que primero allegasse, tenían; é con aquel çebo se sentaban en
para que luego á la hora Diego de Ocam- el arena á par de las hembras, é las hem-
po, su teniente, proveyesse de un navio bras, luego que se sentaban , corrían pa-
que fuesse por el licenciado é los que ra ellos por les tomar el çebo que cada
con él estaban perdidos. É mostró muy qual traía en el pico, y el macho se ex-
grand sentimiento de sus trabaxos é ad- cusaba un poco de darle lugar que lo to-
versidades , é aun dixo que seria digno masse la hembra : é con estos requiebros
de grand culpa Diego de Ocampo, si andaban hasta tanto que las hembras les
quando sus mocos de espuelas llegassen, tomaban del pico aquel çebo, é assi se
é aun mucho tiempo antes, no oviesse juntaban las unas con las otras con grand
proveydo de todo lo nesçessario. É assi gragido , que era cosa de ver é contem-
fué, que quando ellos llegaron é mucho plar. É ávido su ayuntamiento, comença-
antes, ya el navio era partido con el so- ron á poner huevos en mucha abundan-
corro, segund lo tengo dicho. cia , lo qual fué notorio socorro de Dios
XXI. En el tiempo que tardaba de para la nesçessidad que aquellos hom-
llegar á la Nueva España aquella barque- bres tenían ; y en tal exerçiçio estuvie-
ta quel licenciado Çuaço é los que con él ron las aves que he dicho diez dias en
estaban aislados enviaron á pedir socor- aquella isla, substentando aquella gente.
ro, é se lo llevaba la cara vela, que por No dexo yo de creer que á aquellas
su aviso fué por ellos á las islas de los aves les avria acontesçido para su pro-
Alacranes, se sostuvo aquella desconso- creación é aumentación aquello mesmo
lada compañía con las cinco tortugas que otras veces y en aquella mesma isla, don-
les quedaron, comiendo muy reglada- de ellas debían ser naturales; pero no
.mente, como personas que estaban cer- por esso dexa de ser misterioso venir á
cadas de tantas tribulaciones é de tan tales ayuntamientos é deshovar en sacón
desviado socorro, como es el de los hom- que aquellos chripstianos fuessen socorri-
bres, sin tener de donde proveerse. Y dos é substentados por ellas. É si no es
aunque la ración ó parte que á cada uno aquesto assi, é no eran acostumbradas
se dio de las tortugas, era muy poca, se á hacer lo mesmo en aquella isleta otros
acabó aquel bastimento quince dias antes años, muy mayor es el miraglo.
quel navio llegasse á ellos; pero luego También acaesció muchas veces que
que se acabaron las tortugas, vinieron á las aves que se llaman rabihorcados vo-
la isla, dó esta gente estaba en peniten- laban entre estas otras aves ques dicho,
cia, muy grand número de aves, algunas hasta las hacer regilar el pescado del pa-
délias que se paresçian á las que se dixo po, y en Janeándolo, dexaban de seguir á
hallaron en la otra isleta, é otras de otras la tal ave é lo cobraba el rabihorcado, é
raleas. Pero aquestas no hicieron nidos, aun á veces en el a vre, antes de caer en
salvo que á las tardes se juntaban é se el agua, porque son muy grandes vola-
ponian á la parte qucsta isleta tiene al dores. É tal manera de cara era algún
Oçidentc; é allí con grande amor se alle- entretenimiento ó recreación [»ara esta
gaban los machos á las hembras desta gente desconsolada ; puesto quo para per-
manera: los machos volvían en alta mar sonas que de tal manera estaban. ningtra
6 quedaban las hembras en tierra, é des- placer semejante los podria desviar de su
502 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tristeça, acordándose adonde é cómo es- messa puesta, é les da aparejo é sentido
taban. para peregrinar allí é adonde hallan sus
También estas mesmas aves, digo los mantenimientos, é al hombre solo dexó
rabihorcados, acertaban muchas veces á solo é sin pluma ni ligereça para que pu-
comer unos peces que se llaman denta- diesse goçar de lo que goçan los anima-
dos , porque tienen dientes ásperos; é les brutos, mayormente á los que en es-
despues que los avian tragado, como los te trabaxo estaban detenidos en tan dura
pellizcaban dentro en el papo, veníanse é áspera prission. También se consola-
á aquella isleta, dó estaba la gente, é re- ban en ver algunas aves de tierra que
gitaban el tal pescado : el qual estos hom- venían perdidas allí, y estaban entrellos
bres encontinente lo tomaban é comían seys é siete dias, é cómo no hallaban que
con mucho sabor é sin ningún asco. beber, las hallaban secas é muertas; é
XXII. En el tiempo questa gente es- avia otras que se holgaban en hallar aque-
tovo en esta tercera isla de los Alacra- lla fonteçita que tenían abierta , é allí be-
nes , vieron muchos halcones neblíes de bían tan desatinada é ciegamente con la
passo ; pero no se cebaban en las aves sed que traían, que aunque llegaban los
ques dicho, aunque por ellas se conosçia hombres muy çerca délias, no dexaban
quando ellos venían, porque mucho an- de beber.
tes que llegassen, revolaban como espan- XXIV. Díxose de susso cómo las aves
tados hacia la mar; y estaban atentos é huevos délias les turaron diez dias, é
estos penitentes, é luego vian venir del que estaban ya sin mantenimiento ni te-
Oçidente los tales neblíes, pollos muy nían de dónde traerle, ni sabian ya có-
hermosos é sentábanse en tierra, é allí mo buscarle; porque con la grand ma-
tomaban algunos cangrejos é gusanillos é tança que avian hecho en los lobos ma-
cosas reptiles de cigarras, é aquellas co- rinos, los que avian quedado estaban
mían y estaban assi por encima de la is- escarmentados, é ya no venían á la isla
leta muy altos otros ; y en fin de allí to* donde los chripstianos estaban. Tortugas
manan todos la via del Leste, hacia don- ni aves no las avia en aquella isla; pues
de el sol sale. para passar á la otra no tenian en qué.
XXIII. Cada ó quando avia tormenta De manera que de todas partes estaban
en la mar, venían nuevas aves á la isle- cercados de angustias é dolores de la
ta, é con el tal viento venían de passo, muerte, y paresçiéndoles que en alguna
é luego que se sentaban é no hallaban manera eran ya tibios en la oración, y
agua, en la hora disparaban; é aquestas por tanto amonestados del licenciado é
tales aves eran ánsares é ánades bravas de la nesçessidad en que estaban, vol-
que se crian en agua dulçe. Y también vieron con muchas lágrimas á rogar á
avia otras aves pequeñuelas, como chor- Nuestro Señor que se acordasse dellos.
litos, que esperaban la tormenta en la Entre los quales fuy certificado que ovo
isla, é luego que sentían el grand viento, una persona que recaba una oración pro-
se subian á lo alto en el ayre é se yban lixa, en la qual entraba t Gloria in eœcel-
á buscar la tierra é sus remedios. En lo sis Üeo*. Y en aquel passo, estando á
qual estaba esta gente contemplando, par del agua, aparescíeron cinco lobos
viendo la libertad graude que dio Nues- muy grandes nadando en el agua cerca
tro Señor ú las animalias é aves para yr del que oraba, é mostrando con alegría
por el mundo universo á buscar sus re- como que retocaban unos con otros, é
creaciones, é á dó quiera les tiene la volvían las barrigas encima del agua. E
DE INDUS. LIB. L. CAP. X. 503
desde á poquito salieron todos cinco en su consuelo, é que como padre piadoso
tierra é pusiéronse alrededor del que es- los proveería en tiempo de tan excesiva
taba en la oración bincado de rodillas, é nesçessidad, que era ya de grandíssimo
los dos se le pusieron á un lado é los otros extremo en la que estaban. É fué assi;
dos al otro y el u»o delante del; é co- porque la noche antes que aquellos çela-
mençaron á dormir, é ovo lugar para ma- ges les apa resçiessen, navegando la ca-
tar el uno dellos; é con aquel fueron los ravela que yba por esta gente con todas
lobos que mataron, de que muchos co- las velas, entró por la boca de un baxo,
mieron en aquella isla, trescientos é sep- é súbitamente le dio calma, é como la
tenta y tres, entre chicos y grandes. sintieron el piloto é marineros, dubdaron
Desde á tres dias queste lobo era aca- qué fucssc la causa, é dixo el piloto que
bado, vino por alta mar una tortuga, é dexassen andar, que contraste era de
llegó tan cerca de la isleta, que ovo lu- corrientes ; é otro dixo : — « Mejor será
gar quel licenciado entró en lámar apean- echar un ancla é que esperemos el dia si-
do, é aquel su criado Espinosa fué por guiente, para saber é ver dónde estamos;
detrás é la assió del collar, estando ella porque podría ser que estoviéssemos cer-
embebesçida mirando al licenciado que ca de las islas de los Alacranes (ó entre
estaba por delante délia; é trastornóla, é algunos baxos peligrosos, donde nos per-
sacáronla á tierra, en la qual tovieron to- damos, si ymos adelante)». E a los más
dos que comer aquella noche y el siguien- paresció bien este consejo, é fué el me-
te dia y parte del otro. Assi que, notoria- jor , é hiçiéronlo assi, y echaron una án-
mente paresçia que les dio Nuestro Señor cora, sobre la qual esperaron á la luz del
aquel mantenimiento del lobo é de la tor- dia venidero: é cómo esclaresció, viéron-
tuga ; pero en el otro tiempo restante que se cercados de todas parles de baxos é
quedaron sin comida, estaban como los arraçifes, excepto la abra ó puerta de
nuevos páxaros que atienden el cebo en aquella canal, por donde la caravela avia
el nido que les ha de traer su padre, con- allí entrado, é qué si no tornaban á salir
fiando en la misericordia divina, de quien por el mesmo lugar, avian de ser anega-
proceden todos los buenos é seguros re- dos. É fuera de manera que ni ellos pu-
medios , quando vieron á puesta del sol dieran saber del licenciado é los que con
unos çelages que hacían las nubes, que él estaban, ni ellos destotros que venian
verdaderamente se les figuraban ser cin- en la caravela á los socorrer, porque es-
co navios grandes que venian á la vela é taban aun tan desviados, ó á trecho que
que se meneaban é andaban. Y pensando las isletas aun'no se paresçian. jOh vi-
que eran naos, llegó á tanto su imagina- da humana llenado inconvinientcs, quán
ción , que juntada con su desseo, les hiço ligera cosa é fácil es perderte é por quán-
tomar una sábana que les avia quedado, tas vías, si aquella clemencia de Dios
é pusiéronla sobre el mástel del navio Todopoderoso é su infinito poder no nos
que se les avia perdido ó en que se per- socorriesse! Veden quán poco estovieron
dieron, para hacer señal, pensando dar los socorridos ó los socorredores de se
aviso á aquellas naos que se les antoja- acabar de perder los unos é los otros con
ban. É assi estovieron toda aquella noche darla caravela pocospassosadelante: los
sin dormir, porque aunque conosçicron qualcs de parcsçer del piloto que la go-
al cabo que los çelages é tales naos se bernaba se dieran, si el piloto mayor de
deshacían, tovieron esperança que era arriba desde la tolda ó cubierta celestial
aquello señal que Dios les enviaba para no proveyera en el casólo que está dicho.
504 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Assi que, viendo el peligro en que es- aquella isla é con el lobo marino é tortu-
taban, çomençaron á toar con los cables ga, que les dio después su piadosa cle-
del navio, é retiráronse con el favor di- mencia.
vino hacia el abra opuesta, por donde allí XXV. Surta la caravela donde es di-
avia entrado, é salieron á lo fondo, é na- cho, traían en ella déla noche antes co-
vegaron con mucho tiento hasta que fué cido un pavo con muy buen tocino en la
muy claro dia é algo alto el sol. É aquel olla, é con un buen pedaço de puerco
día vieron los de la isla esta cara vela éco- fresco que avian muerto en el navio poco
nosçieron que era el socorro que espera- avia ; é cómo vieron passear la gente por
ban de Dios, porque la vieron barloven- la isleta, fué tanta el alegria de los tres
tar á un cabo é á otro, é por esto enten- criados del licenciado que avian ydo con
dieron que yba en busca de las isletas é el barquillo é de la otra gente que venia
dellos, de las quales islas é baxos lodos en la caravela, que dieron tan grand gri-
los que navegan aquellas mares huyen é ta é albarido, que á los que estaban en la
se desvian por los peligros que allí hay tierra les paresció que era voz del cielo.
de grandes arraçifes é baxos. E hícole E ovo dos hombres del navio que no qui-
tan contrario tiempo al navio, que no pu- sieron esperar á que la barca se sacasse,
do doblar la punta de los arraçifes de la y echáronse á nado é salieron á tierra ; é
isleta en que aquella gente y el licencia- llegados á ella, quedaron espantados é
do estaban; é assi anduvo todo aquel dia muy maravillados de ver al licenciado é á
volteando hasta tres leguas de donde avia los demás, segund estaban desfigurados.
subido. Estonces los que estaban en tier- E fueron luego á ver el agua que bebían
ra acudieron á su acostumbrado socorro, de la fuenteçuela, é parescióles la mes-
á llamar á Dios con lágrimas é sospiros', ma agua de la mar, é assi paresció ser
suplicándole que por su misericordia dies- en la verdad, porque aquellos marineros
se tiempo próspero á ajqueUá caravela é que salieron á nado deçian que aquella
oportunidad para que los resçibiesse. É agua era amarga : é luego fueron todos
porque de noche no osaba navegar ni los que la solían beber á probarla, é ha-
avia donde pudiesse tomar puerto entre llaron que no se podia beber de amarga
aquellos arraçifes, la otra mañana si- é salada. Ques otra maravilla é muy gran-
guiente , á las ocho horas del dia, se an- de; por la quai paresçe que de poder ab-
cló é surgió á un tiro de ballesta de don- soluto é divino usó Nuestro Señor con
de la gente de tierra estaba, pero des- estos hombres, é porque se sostuviessen
confiados los del navio porque el dia an- les tornó el agua amarga é salobre de su
tes no avian podido verá ninguno de los natura, dulçe é potable en tanto que fué
que estaban en la isleta, é pensaban que servido de los sacar de aquel trabaxo, é
todos debían de ser ya muertos ; porque despues para enseñar sus maravillas, se
segund lo que avian tardado, que eran tornó el agua como era primero á su na-
quarenta y dos dias, tenían por cierto tural ser é amargo , para que los fieles
los del navio que las tortugas que les é aun los infieles aprendan é conozcan é
avian quedado á los aislados se les aca- vean por estos miraglos quán incom-
barían é serian trespassados é muertos prehensibles son las obras de Dios, é có-
de hambre. No lo pensaban sino como mo es en todo poderoso.
cuerdos; é as¿i fuera ello, si Dios, Nues- Tornando á la historia, digo que estan-
tro señor, no los oviera socorrido con las do contemplando esta gente en tan gran-
aves que vinieron á poner sus huevos en dísima é nueva maravilla, lleco la bar-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 505
ca del navio con aquellos tres criados del cenciado quel adelantado Francisco deGa-
licenciado, que eran Gonçalo Gomez é ray, por cuya contemplación él yba á la
Francisco Ballester é Johan de Arenas é Nueva España (como se dixo al princi-
otros marineros; é sacaron á tierra una pio), era muerto é toda su gente desbara-
mesa pequeña, que llevaban á su amo, é tada é mucha della flechada de los indios
una silla de caderas, é la olla con la co- é muerta. Dixéronle assimesmo el buen
mida que se dixo arriba bien aparejada, acogimiento que les avia hecho Ximon de
é pan é vino é conservas é otros refres- Cuenca é Diego de Ocampo, tenientes del
cos. É después de muy bien abracados gobernador Hernando Cortés, é de cómo
con lágrimas hasta poner los manteles, dentro de tres dias despues que llegaron
pusiéronle luego al licenciado la silla, que á la villa de Medellin fueron despachados;
no era poco alivio á quien estaba cansa- é la compassion grande que tenian del
do de se echar é sentar en aquella are- licenciado sus amigos é conosçidos ; é có-
na, é hiço luego poner la mesa bien ba- mo creian que Hernando Cortés provee-
xo para que comiessen todos los que en ria luego de todo lo nesçessario, porque
ella cupiessen ; é assi con grand goço co- Ximon de Cuenca desde la Villa Rica le
mieron, platicando é informando á los avia escripto y enviado aquellos pocos
que fueron en el barquillo de lo acaesçi- renglones escriptos con sangre de las hos-
do al licenciado é á los demás en tanto tias ó conchas, que se llaman múrices '
que aquellos mensajeros avian ydo á bus- (con cuya sangre los antiguos teñían las
car este socorro. É averiguóse por cierto vestiduras de los reyes ó emperadores so-
que los cinco rabihorcados que se dixo de lamente de la prcsçiosa púrpura). A esta
susso que se assentaron en la isleta á par gente que en tantos afanes tanto tiempo
del licenciado é la otra gente avia seydo avia Dios sostenido por tan señalados mi-
el mesmo dia y en la hora que los del raglos, como es dicho, les paresció aque-
barquillo llegaron á la Nueva España. É lla agua que les sacaron del navio para
por los que assi vinieron en la caravela se beber un licor é suavidad é la más exce-
averiguó que ya el licenciado é los que lente cosa que jamás avian gustado. ¿Quál
estaban aislados traían errados dos dias agua de Segre ó de Tajo ó quál destilada
en la cuenta que tenian del tiempo, por- se vido de tanta excelencia é buen sabor
que quando era viernes decían que era como en su gusto aquella era, ni de tan
domingo : é assi el licenciado avia dicho buen olor la que de las rosas é del aoahar
la Passion en el dia de la Resurreçion en é jazmines se saca? Ninguna á su pares-
un quadernico de horas que les avia que- çer se le igualaba, ni para beber ó hume-
dado é cantada con muchas lágrimas del desçer é reparar sus gargantas é perso-
é de los que le oian, é determinólo Dios nas no pudieron ser tales las ques dicho,
assi porque fué servido é porque aunque aunque mejor oliessen; porque aque-
era dia de tan grandíssima alegría é de su lla que se les llevaba tenia las tres
Sancta Resurreçion, á ellos segund sus propriedades que ha de tener la buena
angustias, era viernes sánelo. Ni es de agua, que son: sin color é sin olor é sin
maravillar que olvidassen la cuenta del sabor; quiero decir que no ha de ver el
tiempo ni en qué dia estaban, sino cómo agua á cosa alguna, ni su color ha de
no se les olvidó sus proprios nombres. ser sino simpliçissima é no parcsçer á co-
Allí le dixeron los de la caravela al li- lor alguna, ni ha de tener gusto de otro

i Plinio, lib. IX, cap. XXXVI.


TOMO IV. 64
506 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
manjar ni brevage alguno; la quarta con- grand dolor su venino (el quai por otro
dición que algunos le dan es que sea li- nombre es dicho escorpión) é por ser
sreríssima. Tornemos á nuestros aislados. tan malo é peligroso se dio este nombre
La carne é aves les paresçian mejor de Alacrán ó Alacranes á las isletas que
que las codornices, ni aquel maná que tengo dicho, de quien aqui se tracta,
Dios envió del cielo á los judíos, quando porque á los que por allí aportan é dan
andaban por el desierto J ; é aun mejor en ellas, los hacen morir dolorosamente.
lo agradesçian estos cathólicos, dándole Hay en ellas quince ó más leguas de ba-
infinitas gracias por ello. En el pan de- xos é arraçifes, que paresçen tierras la-
cían que no avian hallado tanto gusto, bradas de diverssas colores, unas blan-
como avia mucho tiempo que no lo co- cas é otras roxas é otras muy negras é
mían ; pero las conservas les fueron mu- otras acules, é assi paresçen listadas por
cha é grande recreación, porque como la mar todo el espacio ques dicho. La
estaban aquellos cuerpos llenos de sal, causa desto es que quando él baxa, el
qualquiera cosa dulce les era suavíssima agua muestra en la superficie de las on-
al apetito. das blancura, é paresçen los aguages
Con las pláticas ques dicho é otras, é blancos por el arena que hay donde se
con un placer tan esperado é desseado muestra este blanco; é quando son peñas
como el letor puede considerar, dieron debaxo del agua, muestra otros listones
fin á su comida , é ordenaron luego de se de roxo ó leonado; é quando es el agua
embarcar, porque era tanto el desseo honda, paresçen en la color açul; é quan-
de salir de tal captiverio, que una hora do más honda negro, é assi de diverssas
de tardança les paresçia mili para huyr colores, segund la calidad de la tierra é
de allí, sin volver la cara atrás, como peñas é arraçifes que están debaxo del
fué mandado por los ángeles á la muger agua muy someros. É con baxa mar se
de Loth ä. descubren en partes; pero no para se po-
XXVI. Antes que se passe el discur- der ver desde los navios, si no están muy
so del camino é de lo que subcedió al li- cerca: queste es el peligro, quando no
cenciado Çuaço, que sin dubda es un es- hay tiempo para se desviar de los lugares
pejo de exemplos é miraglos que obró semejantes. Entre estos baxos están estas
Dios con él en lo que está dicho é* ade- tres isletas tan pequeñas y estériles é se-
lante se dirá, quiero agora decir de la cas, como assaz veces tengo dicho; pero
dispusiçion é assienlo de las islas de los como en ellas quedaron muchos muertos
Alacranes, aunque algo queda dicho, no deste naufragio y pérdida en ellas del li-
me apartando de mi opinion, ques ques- cenciado Çuaço y los que con él yban, él
tos no se perdieron ni estovieron en ellas, les quedó el nombre, y se le dio muy apro-
sino en las del Triángulo, como de susso priado, y en algunas cartas de navegar
lo he apuntado; pero pues el licenciado andan ya intituladas Jnsulœ sepulchrorum;
siempre me dixo que eran las de los Ala- y dignamente las pueden llamar islas de
cranes, hablemos en ellas. Y es assi, que sepulcros ó de perdición, porque en todas
ellas están en treynta é dos grados de la tres quedaron muertos é peresçidos de
línia equinoçial, á la parte de nuestro po- hambre é de sed é de otras passiones la
lo ártico. Llámanse Alacranes, porque es- mayor parte dellos que en aquella caravela
te animal alacrán es muy enconado é de yban. Pero en particular llamó é nombró

1 Éxodo, cap. XVI. 2 Génesis,XIX.


DK INDIAS. LIB. L. CAP. X. Ö07
el licenciado á la primera isleta Suis san- Passion el dia de Pasqua, é se les avia
guínea turtucarum, que quiere deçir: sed ya muerto el piloto é ignoró en qué gra-
de sangre de tortugas; porque, como dos estaban en aquella penitencia ; é los
está dicho, allí començaron á beber san- Alacranes están en veynte é dos, como
gre de las cinco tortugas primeras que está dicho, y estotras isletas triangulares
tomaron los que escaparon, quando se les están en veynte é un grados, é desde los
rompió la caravela é se anegaron parte Alacranes á ellas hay cinqüenta leguas
de la gente, é con essa sangre é tortu- más al Poniente, corriendo la via del vien-
gas los que quedaron vivos se sostuvie- to ó el Sudueste.
ron doce dias. A la segunda isla puso XXVII. Prosiguiendo el propóssito
nombre No penseys en la comida l, como començado de nuestra historia de naufra-
dice el Sancto Evangelio, que no pense- gios, digo que los que escaparon de la
mos en lo que avernos de comer, porque caravela vivos (quando ella se perdió) en
debemos tomar exemplo en las aves, que los baxos de los Alacranes ó isleos del
no siembran ni cogen é tienen ; é porque Triángulo, ó quedaron assidos por las pe-
allí les dio Dios miraglosamente grand ñas , segund es dicho, fueron quarenta é
mantenimiento é abundosamente de las siete ó quarenta é ocho personas, é sa-
aves, y en la manera que queda dicho. lieron después deste trabaxo é se embar-
A la tercera isleta puso nombre Fontina- caron diez é siete con algunos mucha-
Ha Elisei*, que quiere decir las fuentes chos , de que no se hiço cuenta en el nú-
deEliseo, que seyendo amargas é sala- mero ques dicho. É assi como entraron
das , por mandado de Dios las dulcero é en la caravela, alearon las velas con aquel
convirtió en aguas dulces. É assi intervi- himno: «Te Deum laudamus, te, Domine,
no por la omnipotencia de Dios á estos confitemur», etc.3: é dióles Nuestro Se-
chripstianos en aquella última isleta, don- ñor tan buen tiempo é navegación, que
de la caravela que vino por ellos desde la desde en trece dias llegaron á la Villa Ri-
Nueva España, los halló. ca, donde los primeros mensajeros del
Después de Ja primera impression des- mal compuesto é dichoso bergantinejo ó
te tractado, conformándome con la cos- barquillo avian aportado. Y como el te-
mographia de las más modernas cartas niente Ximon de Cuenca con los otros
que el año de mili é quinientos é treynta cavalleros de aquella villa vieron surto el
é siete se corrigieron y emendaron por navio, todos fueron á la playa que allí
mandado de Çéssar, andan puestas otras se hace sin saber quién salia en la bar-
quatro islas, lo quai me movió á emen- ca, quando el licenciado yba ú tierra; é
dar el párrafo XVIII deste naufragio y me preguntáronle por nuevas, aun estando
persuadió á creer quel licenciado Çuaço en el agua, y él respondió lo que dice
y los que con él se hallaron, no se perdie- aquel romance del rey Ramiro :
ron en las islas quel deçia de los Alacra-
Buenas las (memos, señor,
nes, sino en la que llaman Triángulo, pues que venimos acá.
ques de tres isleos ó isletas, como allí lo
dixe y emendé; porque el licenciado me É luego que conosçieron al licenciado,
dixo que perdió la cuenta del tiempo y el començaron todos á aver mucho placer é
nombre de los dias lo trocó, é dixo la mostrar grande alegría con él. Porque

i Nolile cogitare quid edalis (Math., cap. Vi), 3 Hymnus Ambrosii et Auguslini.
2 Reg-urn, lib IV, cap. III.
308 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Píernando Cortés con aquellos dos mocos len doce mili ducados de oro. Liberali-
de espuelas que se dixo de susso avia dad fué de magnánimo varón é de hom-
escripto á sus tenientes que hiçiessen al bre, en quien cabe bien el estado que Dios
licenciado todo el resçibimiento é buen le ha dado méritamente por la mano Çes-
tractamiento con los que consigo truxes- sárea que Dios administra. Pero el licen-
se, como lo harían á su propria persona. ciado Cuaco, como comedido, no tomó
É assi fué, quel teniente los llevó á su sino hasta mili é trescientos castellanos en
propria casa é los hospedó lo mejor quél caballos é vestidos para él é los que con-
pudo é supo, conforme á lo que le esta- sigo llevaba, é un par de muías é otras
ba mandado, é les dio ropas de vestir, cosas, de que más nesçessidad tenia ; é
porque todos yban desnudos, é les hiço luego escribió al señor gobernador Her-
traer muchas fructas é refrescos de aque- nando Cortés, dándole cuenta de su lle-
lla tierra, que los hay muy buenos, é se gada en salvamento hasta aquella villa,
les hicieron muchos banquetes, ó hablan- é bessándole las manos por las mercedes
do mi lengua castellana, muchos convites que le avia hecho, en le mandar proveer
é fiestas; porque estos banquetes es vo- tan largamente é socorrerle en tanta nes-
cablo francés, é no de mucho tiempo acá çessidad.
usado é traydo á España. Desta carta ovo muy presta respues-
Assi que, allí fué el licenciado é los que ta de Hernando Cortés, mostrando mu-
con él fueron muy bien tractados é feste- cho placer de su venida, é le replicó
jados ocho ó nueve dias, que allí se detu- por otra escripia, como señor de muy
vo por reformar su persona é flaqueça, é grande ánimo é valeroso cavallero, ro-
passados los dias ques dicho, se fué á la gándole que no tomasse trabaxo por le
villa de Medellin ; é cómo ya él avia es- yr á ver luego, porque el camino era
cripta al teniente Diego de Ocampo que largo, é su flaqueça é vida passada en
avia de yr áaquella villa, salióle á resçibir tantos trabaxos no pedian sino que co-
con hasta treynta de caballo, é llevólo á su mençasse á descansar las fatigas que avia
possada ; é allí halló un mayordomo del padesçido; é quél sabia que Diego de
gobernador Hernando Cortés que le dixo Ocampo era mucho su amigo, é que de-
quel gobernador, su señor, le avia es- más desta amistad, él le avia enviado á
cripto é mandado que le diesse hasta diez mandar que se oviesse con él, como con
mili castellanos, é todo lo quel licencia- su persona propria, é otras palabras dul-
do pidiesse para se rehacer de su per- ces y de grand demostración de amor, á
sona é casa de todo lo nesçessario, é que este propóssito dichas en su respuesta.
en la hora se cumpliría como él lo man- Y en la verdad el licenciado fué feste-
dasse. jado é servido, en treynta é cinco días
Por cierto á mí me paresçe que para que allí se detuvo, de tal manera que en
principio de salir de tanta laceria, co- casa de un grand príncipe que allegara,
mo pocos dias antes este cavallero te- no se hiciera más con un muy cercano é
nia, é para no tener lástima de su plata principal debdo ó hermano.
é hacienda perdida é de sus negros aho- XXVIII. Desde á treynta é cinco dias
gados , segund está todo dicho , que era quel licenciado Çuaço se detuvo en la vi-
un buen comienço de convalesçer é co- lla de Medellin, se partió de allí, é con
brar mercas é hacienda, é ofresçimiento él Diego de Ocampo, con diez de caballo
no de Hernando Cortés, sino de un grand é con hasta sessenta indios á pié para
príncipe ; porque diez mili castellanos va- servirse dellos conforme á la tierra, assi
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 509
en curar los caballos é traerles hierba ñana, é de velar á los chripstianos toda
como en lo demás: y en los lugares por la noche é atender á sus mandados; por-
donde passaban, luego salían los chrips- que todas las casas estaban sin puertas,
tianos é hombres principales á los resçe- porque dicen los indios de aquella tierra
bir, é los apossentaban en las mejores é ques cobardía tenellas. Tienen aquellos
más principales casas, y eran servidos, indios mucho acatamiento á los chripstia-
como señores, de muchos manjares de nos, y en especial á los principales é que
la tierra, assi como de pavos, conejos, andan á caballo; pero dexemos aquesto,
gallinas, codornices é del pan de la tier- porque las costumbres é ritos é çerimo-
ra, ques assaz bueno, de aquel mahiz nias destos indios de la Nueva España son
que se dixo en la primera parte desta muchas é diverssas en aquellas partes, é
General é natural historia de las Indias, desto en su lugar se tracta.
del qual en la Nueva España se hacen Volvamos al propóssito del camino del
muy gentiles tortas. É al principio del licenciado Çuaço, el qual llegó á la cib-
comer les daban fructas de la tierra é çe- dad de México, donde halló al señor
reças, y el beber era del cacao (que se Hernando Cortés que lo rescibió muy
dixo en el libro VIH, capítulo XXX de la bien é favoresció lo posible, é le man-
primera parte) : el qual brevage es muy dó apossentar en su palacio: el qual
sano é presçioso en aquellas partes. É assi no era menor que la casa ó monesterio
como el licenciado y el teniente se assen- de Nuestra Señora de Guadalupe, dentro
taban á comer, les echaban los indios é in- de la qual avia casa de munición é arti-
dias principales sendos collares ó guirnal- llería, é cámaras de armas ofensivas é
das al cuello, de rosas é de flores muy defensivas é muchas, é caballeriça para
olorosas, é poníanles en las manos otras doscientos caballos, é apartamientos pa-
macetas ó manojos de las mesmas rosas ra haçer é fundir tiros de pólvora, é seys
é flores, hechas con muchas labores, é ó siete herrerías que á la continua hacían
apossentaban sus caballos cada uno por armas é ballestas muy buenas.
sí, é á par del caballo una tinaja de agua En aquella casa avia assirnesmo tro-
é mucho mahiz verde é seco en los pese- xes é alholíes é paneras para septenta ú
bres; é hacíanles la cama con mucha ochenta mili hanegas de mahiz.
hierba, y encima délias les echaban ro- Avia también casa de mugeres, donde
sas é flores. Como quier questa costum- estaban apartadas Jas hijas de los seño-
bre les turaba á los indios del temor que- res de aquella tierra, con más de otras
llos tenian é avian cobrado desde el prin- çient mugeres que las servían. En las es-
cipio de la conquista de aquella tierra, pa- quinas desta casa avia qualro torres con
cificándola Hernando Cortés, en que los sus troneras é travesses, é todo el edi-
caballos fué una grandíssima ocasión pa- ficio de cal é canto de gruessas paredes,
ra ser sobjuzgadas aquellas gentes. é con açoteas é terrado«. La madera era
Assi que, tornando á nuestro propós- de cedro.
sito, luego que era de noche, hacían los Esta casa fué llamada primero casa de
indios muchos fuegos en Jos patios de las placer del rey Monleçuma *, é después
casas, é con cada fuego estaban siete ú que aquel murió la reparó Hernando Cor-
ocho indios que tenian cargo de tener tés é la reedeficó á la marera é modo de
continuada la lumbre é viva hasta la ma- España. Pero porque aquí no se tracta

Puede verse la descripción de eslos palacios, verdaderamente regios, en el lib. XXXlil, cap. 46.
ÍHO HISTORIA GENERAL Y NATURAL
destas cosas particulares, que son de los cenciado, con su buena maña, alcancóá
fechos de Hernando Cortés y de la con- saber la trayçion, é hiço muy rigurosos
quista de la Nueva España, baste lo dicho castigos, é aperreó muchos, haciéndolos
para deçir que en esta casa tan sump- comer vivos á canes, é hiço quartear assaz
tuosa y en quél possaba acogió á su ami- de aquellos indios principales que esta-
go el licenciado Cuaco ; é passemos á lo ban aliados é confederados en la tray-
demás, concluyendo brevemente en que çion. Y estuvo tan á recabdo y en vela
Hernando Cortés le hiço toda la honra é más de un año, que no faltó noche en
buen acogimiento que fué posible. Y por- quel é los offiçiales de Su Magestad no
que estaba determinado de yr al cabo de velassen ordinariamente, cada uno su
las Higueras é puerto de Honduras en noche, con cada treynta de caballo; é
busca de un capitán suyo, que se llama- hiço recoger todos los chripgtianos que
ba Chripstóbal de Olit, que se le avia avia derramados por la tierra, para que
aleado, decirse ha sumariamente lo que se entrassen con él é los offiçiales en la
hiciere al caso del licenciado Çuaço é no cibdad de México: y en todas las pro-
más, porque sus trabaxos aun no avian çessiones que los chripstianos hicieron en
ávido conclusion; é quando pensó que el tiempo ques dicho (que fueron muchas)
estaba más fuera dellos, paresçia que se para que los librasse Dios de tanta molli-
començaban, para acordarnos quán gran- tud de enemigos, assi como yban en dos
de error es pensar el hombre que está bandas ordenada la procession, allí junto
seguro de las mudanças é miserias desta por la parte ó costado de fuera, á cada
nuestra vida, ni desviar de la memoria uno le llevaban su caballo de diestro con
lo que dice Job: «El hombre nasçido de las daragas en los arçones, é dos ó tres
la muger breve tiempo vive é lleno de hombres armados á par de cada caballo.
muchas miserias, el qual como flor sale É siempre andaban en la cibdad por las
fuera é cae, é como sombra huye é nun- otras calles que la procession no yba,
ca está firme ni permanesçe en un esta- seys ó siete alguaciles con gente de ron-
do» *. Tornemos á nuestro licenciado. da que guardaban, en tanto que las horas
XXIX. Estando, pues, determinado se decían, en las partes que se debia ha-
Hernando Cortés de yr al cabo de Higue- cer la guarda. Y á causa del mucho re-
ras, que fué viaje de más de un año, cabdo quel licenciado se dio de estar muy
dexó en su lugar por justicia mayor al prevenido, los indios, viendo tan con-
licenciado Çuaço, é quedó obedesçido é tinua vigilancia é recabdo é castigos ya
acatado como el mesmo Cortés; pero con dichos, mudaron de su mal propóssito é
mucho riesgo de todos los chripstianos no lo osaron acometer ni poner en efet-
que en aquella tierra estaban, porque los to. É assi Dios guardó su pueblo de
indios, por ausencia de Cortés, presu- aquesta trayçion, que estaba pensada
mieron de se alçar é matar los chripstia- contra los chripstianos.
nos , porque eran tantos que para cada XXX. Continuándose la vela y exer-
chripstiano avia treynta mili indios, y en çiçio de la guarda ques dicho, se me vie-
essa sacón los chripstianos eran muy po- ne á la memoria, é debe pensarlo assi el
cos , é los indios tantos como hierbas en letor por lo que se sigue, que guardó
el campo. É quiso Nuestro Señor quel li- Dios á este licenciado Çuaço miraglosa-

i Homo nalus de muliere, brevi vivens tempo- fur el conlerilur el fugit velud umbra, et numquam
re, repïeturmullís miseras. Qui quasi flos egredi- in eodem statu permanet. (Job, cap. XIV, v. I y 2.;
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 511
mente en las islas de los Alacranes (ó me- caso les diesse , Nuestro Señor seria ser-
jor diciendo de los sepulcros), porque se vido, é que para tan alto hecho se re-
esperaba del un señalado é notable ser- quería más acuerdo é consultación é ocur-
vicio que avia de hacer á Dios en la Nue- rir á la fuente de la sapiencia, ques el
va España. Y fué que tuvo, despues que mesmo Dios é Redemptor Nuestro Jesu
quedó en el cargo de la guarnición de Chripsto, no le parescíó que assi fácil-
aquella tierra, especial intento á destruyr mente é improvisso era bien responder-
todos los ydolos de aquellas gentes ydó- les, sin mirar bien lo que les debia decir
latras é salvages : de lo qual ellos se ma- para que Dios fuesse más servido. É assi
ravillaban mucho del atrevimiento deste les dixo con alegre semblante quél estaba
hombre, viendo que con tanta determi- ocupado, é que les rogaba que otro dia á
nación é facilidad, sin otro temor ó res- aquella hora se tornassen, é que les res-
pecto, les quemaba é disipaba sus dio- pondería é satisfaría á todo lo que decían;
ses. Y muy espantados desto, como si é assi se fueron los indios principales, y
destruyera el cielo ó quemara toda la entretanto el licenciado suplicó devota-
tierra con sus habitantes, se juntaron un mente á Nuestro Señor le alumbrasse,
dia aquellos indios más principales; é pues que de su buena respuesta podría
ávido entrellos su acuerdo, enviáronle su misericordia hacer que aquella ydola-
quatro hombres de los más auloriçados tria cessasse é su sancto nombre fuesse
é sabios dellos de aquellas provincias, á conosçido, venerado é temido, é se po-
saber del licenciado por qué causa se les dría seguir muy grand bien universal en
hacia tan temeraria violencia é cosa tan aquellos bárbaros, entre los quales el de-
desacatada: é dixéronle que qué era la monio tanto poder tenia. É assi esforça-
raçon por que les destruía sus dioses, do en el socorro de Dios para su respues-
que les daban de comer é de beber, é ta, volvieron aquellos señores principales
les daban victoria en la guerra contra sus otro dia con una buena lengua, que se
enemigos, é les multiplicaban sus hijos y deçia Meneses (sin quel licenciado los
generasçion, y el agua, quando les falta- enviasse á llamar) para que les diesse la
ba, é la salud en sus enfermedades; é respuesta de lo ques dicho, é después
quellos vian que los chripstianos assimes- que los ovo fecho sentar, les dixo desta
mo tenían sus ydolos é ymágines, á quien manera: — «Nosotros los chripstianos no
adoraban é servían é acataban. É quan- adoramos las ymágines por lo que son;
do esto decían, estaba una ymágen de sino á lo que repressentan en el cielo de
Sanct Sebastian á la cabecera de la ca- los que allá están é de quien nos viene
ma del licenciado, pintada en un papel; la vida é la muerte y el bien con todo lo
é diciendo lo ques dicho aquel que pro- demás que á nuestro propóssito es en es-
ponía, señaló con el dedo poniendo aque- te mundo». É porque assi lo creyessen,
lla ymágen por exemplo, quel licenciado tomó la ymágen ques dicho de Sanct Se-
tenia aquella en veneración, é que assi bastian, é hiçola pedaços ante ellos, con
ellos decían quellos tenian en estima á otras muchas raçones á este propóssito
sus ymágines é ydolos. para los desengañar é apartar de su infi-
Cómo el licenciado vido questos indios delidad: é díxoles que no creyessen que
ó embaxadores eran sabios é principa- nosotros adoramos aquellas ymágines,
les señores de indios, y queste nego- segund ellos.
cio era de Dios é de su fée sagrada, Parésçeme que se le acordó al licen-
confió que de la respuesta que en tal ciado Çuaço cómo en el concilio de Cons-
512 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tangía se tracto de reprobar las ymági- ço espíritus de mucho entendimiento é
nes de las iglesias é que hay entre capacidad. Y como esto no pudo la len-
los chripstianos, diciendo que era ydola- gua dárselo bien á entender, ni halló vo-
tria; pero en este concilio fueron apro- cablos para que los indios lo compren-
badas: «Non ut eas adorenws; sed illud diessen, mandó el licenciado que la len-
quod nobis representalur per eas, ut dici- gua les preguntasse si creian que después
turde consc, distinc. ///*». Assi que, el de muertos, avia ánima ó cosa que per-
licenciado como cathólico fundó su res- manesçiesse en perpetuo: respondieron
puesta. Mas como los indios oyeron lo que sí, é que á esto llaman ellos anteto-
ques dicho, sonrióse el uno dellos hacia nal, que quiere decir lo mesmo que .alma
la lengua é díxole que no creian quel li- ó espíritu. Estonces mandó á la lengua
cenciado los tenia por tan nesçios: que- que les dixesse que Dios Todopoderoso
llos bien sabian que aquellas ymágines avia creado aquellos espíritus que de sus-
las haçian los amantecas (que quiere de- so se dixo, á los quales por su desobi-
cir maestros), é assi también haçian las diençia los abatió Dios debaxo de la tier-
suyas, é que no las adoraban ellos en ra y en el infierno, donde siempre arden,
quanto ymágines, salvo como nosotros, assi como en un lugar que paresçe quin-
por el sol é por la luna é por aquellas ce leguas de la cibdad de México, que
lumbres é influencias que avia en el cie- llaman Guaxoçingo, donde en una sierra
lo, é de donde venia la vida, como deçia cerca del salen á la continua grandes lla-
el licenciado, é venia la muerte é todas mas de fuego; é questos espíritus tienen
las otras cosas, etc. De la qual respuesta tanto odio y enemistad con los hombres
el licenciado quedó algo confuso, y entre por envidia que dellos tienen, por les ha-
sí rogó á Dios le diesse lengua para de- cer Dios capaces de la gloria que essos
fender su causa é poder confundir aque- espíritus perdieron ; é por tanto procuran
llos ydólatras ; é luego le vino á la me- siempre de hacer estas ymágines que los
moria lo del becerro á quien adoraron indios lenian (cuyos nombres son por la
los judios, como por la Sagrada Escrip- mayor parte de los mesmos diablos) pa-
tura paresçe 8, é dixo á la lengua que ra que los hombres como ellos, indios é
les dixesse que Dios, Nuestro Señor, que gente simple, los adorassen é olvidassen
hiço de no nada los cielos é la tierra, avia de adorar á Dios grande é poderoso, que
elegido un pueblo para sí, al qual avia lo avia formado todo é fecho de no nada;
mandado que no adorassen sobre piedra, é que las ymágines, que nosotros tenemos
ni sobre madera, ni sobre pared, ni so- son de Dios é de sus amigos que tiene
bre otra cosa alguna que toviesse for- consigo en su gloria, é que las quellos te-
ma de alguna figura, porque como eran nían é adoraban, eran de los mesmos dia-
bobos é maliciosos no viniessen á ado- blos condempnados, que tienen por con-
rar figuras é ymágines en quel demo- dición, por la envidia grande é causa
nio se entremetiesse é los tales dexas- ques dicho que tienen al hombre, de ba-
sen de adorar á. su Criador. É á estas ñarse en su sangre humana ; é que por
palabras estovieron muy atentos. É díxo- este respecto son los sacrificios entrellos
les más: que al principio quando este tan comunes, que por muy pequeñas é
nuestro Dios grande formó el mundo, hi- livianas causas se matan é con un nava-

i El Antonio de Florencia, tit. XX, cap. VI, 2 Éxodo, cap. XXXII.


|.m.
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 513
jon muy agudo de pedernal se abren é dos sus ydolos que tenian en ella; lo qual
sacan el coraçon con mucha presteça sus fué mucha alegria para todos los chrips-
falsos sacerdotes, á quien ellos llaman tianos é mucha parle de la segundad é
papa, é assi palpitando é fresco lo ofres- pacificación de la tierra é del levanta-
çen á sus ydolos; y quel Dios grande que miento é alteración de los indios que pri-
los chripstianos tenemos é adoramos é mero se dixo, porque fué en tiempo que
sus ymágines no son crueles ni quieren por la absençia de Hernando Cortés esta-
de nosotros, sino que les tengamos amor ba Ja tierra para se perder.
é voluntad de servirles. Y que por dar á XXXI. Un caso muy notable acaes-
entender esto nuestro Dios á aquel pue- ció ó resultó de cierta sentencia queste
blo que arriba se dixo les avia mandado licenciado dio é pronunció entre unos
que no sacriíicassen sobre ninguna cosa indios principales de la Nueva España,
que toviesse figura, salvo en el altar de que me paresçc cosa convinienle decir-
tierra * ; y que porque no viniessen en el se; é fué desta manera. En la cibdad
error que estaban ellos de adorar al sol de México se traia un pleyto sobre cier-
ó á la luna é á las estrellas, y en su nom- tos heredamientos entre dos señores ó
bre á aquellos ydolos, porque todas aque- tecles principales, por cuyas diferen-
llas eran criaturas de Dios, de las quales cias se avian muerto de entrambas par-
en su pressençia no se avia de hacer ca- tes mucha gente, é llegó el pleyto al
so. Assi questa era la diferencia que avia licenciado, para que lo déterminasse é
de sus ymágines á las nuestras. Y á este les hiçiesse justicia. El proçesso era una
propóssito se les dixeron á aquellos in- pintura por tales cifras ó caracteres é
dios otras muchas palabras en tal mane- figuras, que declaran tanto como po-
ra, que los señores é tecles (que quiere drían declarar qualesquier escripturas,
decir lo mesmo que señores) entendie- porque por lindes de los términos ponen
ron muy bien lo que les fué dicho, de ciertas pissadas figurando los pies muy
que mucho se maravillaron, é respondie- chiquitos, é por la tierra del pan llevar
ron en fin quellos conosçian bien la ver- ponen ciertas flores de una propria figu-
dad quel licenciado les deçia, é que si ra , é por las aguas otra figura, en que
él quisiesse ser su padrino estaban pres- se conosçe quando es rio ó fuente ó ar-
tos de se hacer chripstianos con toda su royo ó laguna. É assi por consiguiente de
gente, é destruyr todos los ydolos de su todas las otras cosas que hay cntrellos
tierra, é querer la ymágen de Nuestra tienen sus figuras distintas ó que se
Señora la Virgen Sancta Maria, porque á (hin muy bien á entender á quien y;i tie-
Dios é á su ymágen no lo comprehend ian ne alguna expiriençia de toles figuras.
bien. É assi el licenciado les hiço dar una Y llevado el proçesso ante el licencia-
ymágen de Nuestra Señora , é con ella é do, no se concordaron las partes en la
con ellos se fué á la iglesia, é se baptí- tal pintura, y él mandó que se torn;;
çaron, é llamáronse como él, aunque el otra vez á pintar é hacer por amantecas,
apellido de Çuaço no lo podían bien ex- que son como agrimensores experimenla-
pressar. É súpose cómo luego colocaron dos en aquella arte de medir é dividir
la ymágen de Nuestra Señora en el más términos, é tampoco ovo concierto en IH
s
alto qü (que assi se dicen los templos de egunda pintura entre las partes. Eston-
toda su tierra): é assi se destruyeron to- ces el licenciado , como juez sagaz ó de

i Éxodo, cap. XX.


To.MO IV,
5U HISTORIA GENERAL Y NATURAL
prudencia, hiço llamar otros amantecas buena é mejor que sus ydolos, porque
de aquel officio que las parles le nombra- aun en aquella sacón no estaban tan ins-
ron, é hiço íraer allí un lebrel, que era tructs en las cosas de nuestra fée eathó-
muy fiero perro, con el quai avia aper- lica como lo están al pressente.
reado en veces más de doscientos indios XXXÍÍ. Volvamos agora á los traba-
por ydólatras é sodomitas é por otros de- xos de tan buen juez, porque se sepa de
litos abominables; é díxoles que si no lo quantos fué tentado é perseguido. É assi
pintaban la verdad de los límites é mojo- en su caso nos quedaron bien las pala-
nes sobre que era aquella diferencia, é bras'1: i Qui non est tentatus ¿quid seit?
de cómo avian seydo divididos antigua- Quasidicad : nihil seit». Y por aqui ve-
mente, que les certificaba que los man- remos cómo podia decir este cavallero
daría echar á aquel perro para que los que sabia mucho más que otros, pues
comiesse vivos. El qual perro, demás de mayores tentaciones é fatigas supo com-
estar ya notoria su crueldad, estaba tan portar, É porque mejor se entienda esto,
fiero é bravo, que tenian que hacer dos ha de acordarse el letor de lo .que se di-
hombres en le tener con el collar é cade- xo en el libro IV de la primera parte des-
na que tenia, é se encaramaba contra los ta General historia de Indias, de quán
indios para los morder, porque como es- bien gobernó en esta Isla Española é des-
taba cebado en tal manjar, era diabólico pués en la de Cuba, en los tiempos que
de bravissimo contra ellos. Desto los se- en la una y en la otra residió. Pero en-
ñores é amantecas cobraron tanto temor, vióse desde España á mandar quel dicho
que la pintura vino después muy cierta, licenciado voíviesse á Cuba á hacer resi-
é las partes la aprobaron : sobre la qual dencia , é que Hernando Cortés le envias-
el licenciado dio sentencia, en que pares- se presso é á buen recabdo para que dies-
ció averie Dios alumbrado, segund é co- se cuenta del cargo, que avia tenido de
mo los señores é cada uno dellos con sus justicia en aquella isla Fernandina.
antecessores de tiempo antiguo avian go- En el tiempo que llegó una cédula real
çado é posseydo aquellos términos. questo mandaba (á la cibdad de México),
Pronunciada esta sentencia, miróse el avia mucho tiempo que no se sabia de
un señor con el otro, é dixeron entre sí Cortés, por el largo viaje que avia hecho
en su lengua estas palabras: «Ciertamen- al cabo de Honduras é de Higueras ea
te gente que assi juzga de grande estima- busca de aquel capitán llamado Chripstó-
ción es, é la ley que tienen debe ser la bal de Olit, que se le avia aleado, é an-
mejor. Dad acá: tornémonos chripstia- daba una nueva é fama sorda entre algu-
nos, é de aqui adelante en esta ley des- nos, diciendo que era muerto Cortés. Lo
tos vivamos en paz, é guárdese Ja sen- qual dio causa que en aquella tierra sub-
tencia questá pronunciada». É assi se hi- çedieron muchas passiones é parcialida-
ço, que luego fueron chripslianos, y el des, é se formó un género de nueva co-
licenciado fué con ellos al baptismo. É munidad , que en parte era peor que la
súpose despues que avian quebrantado que ya avia ávido en España por la ab-
muchos ydolos en todas sus tierras, te- sençia del Emperador Rey, nuestro se-
niendo solamente en veneración la ymá- ñor. É assi en México, por estar absente
gen de Nuestra Señora, queîlos deçian el gobernador Hernando Cortés é sospe-
ques el Dios de los chripstianos, é ques charse que era muerto, se pusieron á un.

Ecclesiastici, cap. 34.


DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 010

cabo el factor Gonçalo de Salaçar y el por tierra nueve; é que pues aquella vi-
veedor Pedro Armindez, offiçiales de Su lla era del gobernador, que allí podría
Magestad, é de la otra parte é opóssito estar hasta que aquellas alteraciones é
contrario eran el thessorero Alonso de cosas se apaçiguassen, muy á su pla-
Estrada y el contador Rodrigo de Albor- cer.
noz, offiçiales assimesmo reales. Y como Con esta seguridad, é por evitar escán-
por estar en medio el licenciado, no se dalo é muertes de hombres que estaban
podían executar las voluntades é propós- aparejadas, vino en ello el licenciado; é
sitos dañados que assi estaban movidos, pidió uno de sus caballos en que fuesse,
tentaron algunos de le matar para poner é no se lo quisieron dar, é no lo tuvo
en efetto sus desseos; pero fué avisado por buen indicio, é cabalgó en una mu-
dello é anduvo muy á recabdo con mu- la ; é assi salieron ambos con hasta treyn-
cha guarda : é assi no podia concluyrse ta de caballo, que yban só color de ami-
lo que las parcialidades ó algunos quisie- gos, aunque segund el licenciado muchas
ran. En esta sacón llegó aquella cédula veçes me deçia, no le salió á bien su amis-
ques dicho de Su Magestad, é juntáron- tad del Rodrigo de Paz, el qual halló des-
se los del escándalo secretamente con un pués las gracias que merescióenlos otros,
primo de Hernando Cortés, que se deçia con quien se avia aliado. É quando ama-
Rodrigo de Paz, natural de Salamanca, nesció, estaban á tres leguas de Testuco,
muy especial amigo del licenciado Cua- é allí le dixeron cómo yba presso á aquel
co, y en quien él tenia toda su confian- pueblo, é que desde allí avian de yr con
ça, porque pensaba que como tan debdo él hasta la villa de Medellín y embarcar-
y hechura de Hernando Cortés, avia de le en el primero navio que fuesse á Es-
seguir al licenciado. Y este Rodrigo de paña : de lo qual dio gracias á Dios, acor-
Paz, en el envoltorio de letras que yban dándose que, assi como á cJ, sus enemi-
para el gobernador Hernando Cortés des- gos le traian é llevaban por envidia. É
de España, dicen que halló la cédula ques con alegre rostro les dixo quél holgaba
dicho; é con aquella color contractaron dello, porque creia que Dios le hacia
de le prender dentro en las casas del go- merced en sacarle de aquella tierra, por
bernador , donde el Rodrigo de Paz y eJ las comunidades que se yban plantando
licenciado possaban (otros dicen que es- de poco en poco, á quél no avia de dar
tonces no avia llegado la cédula) ; pero lugar, ó avia de morir en la demanda. K
como quier quello fué, á media noche, assi, víspera de la Ascenssion,á hora de
estando acostado, entraron doscientos comer, parlando é riyendo, llegaron á
hombres á le prender, y él se defendió la villa de Testuco, donde avia siete re-
un grand espacio de tiempo, porque te- ligiosos de Sanct Francisco, con quien
nia armas y gente dentro en la casa, y el licenciado tenia mucha amistad; ó do -
ella era fuerte, é no lo pudieron pren- liéndose de su prisión, lo quisieron ver,
der hasta quel Rodrigo de Paz, como pero no les dieron lugar. Ë otro día el
amigo suyo que se le mostraba, le dixo principal dcstos religiosos ñ¡ó á decir mis.
que no temiesse, quel le daba su fée que sa, por ser la fiesta que era de Nuestro
en su persona ni en cosa suya no se to- Redemptor, é tampoco consintieron que
caría, é que se saliesse aquella noche de le hablasse, porque temieron la ira del
la cibdad é se fuesse á la villa de Teslu- pueblo que se podria levantar contra las
co, que por la laguna en canoas distaba guardas que le tenían en cargo, porque
de la cibdad de México quatro leguas, é el licenciado era bien quisto; é aunque
516 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
por el quebrantamiento del camino é ma- qua del Espíritu Sancto; é cómo le vie-
la noche de antes, é por ser tan grand ron todos los de aquella villa, le hicieron
fiesta, quisiera repossar aquel dia allí, mucha honra, é llevóle el teniente Fran-
no se pudo acabar, y en acabando de co- cisco Bonal á cenar consigo. É acabada
mer, se partieron con el presso. Allí le dio la cena, fué luego el alguacil mayor, Al-
un criado del gobernador Hernando Cor- varo de Saavedra, con la gente ques di-
tés, de lástima que ovo de ver llevar as- cha é otra mucha, é por mandado del te-
si una tal persona, tres acémilas carga- niente le llevó á su possada, sin le de-
das de refresco é provission é otra con xar otro dia salir á oyr missa ni ha-
una cama. E assi se partieron, sin le de- cer otra cosa, excepto delante la puer-
xar llevar alguno de sus criados, ni per- ta por una plagúela, y el dia de Sanct
sona que hiçiesse cosa quel mandasse ó Johan que fué á missa, é anduvo cabal-
quisiesse; é de la forma questá dicha fue- gando por toda la villa hasta mediado de
ron tres jornadas hasta donde dicen Te- agosto. Pero para quien se acordaba de
peaca, é allí llegaron tres criados del li- la vida de las islas de los Alacranes muy
cenciado , que le dixeron el sentimiento buena era estotra, confiando en Dios
que se avia hecho en México de su pris- y en su justicia ; pero teníase mucha
sion, é de cómo se avia armado mucha vigilancia con él en que ninguna carta
gente para matar al factor é al veedor, é se le diesse ni él escribiesse á ningu-
que se avian visto en mucho aprieto has- na parte del mundo, ni hablasse sino
ta que de unas ventanas de unas casas con quien sus émulos é guardas quisies-
fuertes en que estaban dixeron que la sen.
prission del licenciado se avia hecho por XXXHI. En este tiempo, cómo el li-
mandado de Su Magestad, é que avian cenciado salió de entre los offiçiales de
mostrado la cédula é provission real que Sus Magestades ques dicho, é no aver
para ello tenian ; é assi la mostraron, y en medio quien lo estorbasse, encendié-
era la que se dixo de susso. Y puesto ronse las comunidades ó bandos é pas-
que algunos dixeron que la cédula ó pro- siones muy resçiamente, assi en la cib-
vission no venia á ellos, salvo al gober- dad de México como en toda la tierra,
nador Hernando Cortés, é que avian ex- que paresçia que ardían todas aquellas
cedido en se aver fecho executores dé- provincias con aquellas parcialidades des-
lia é de lo que no les mandaban, por odio variadas. É como es dicho, el factor y el
é mala voluntad que tenian al licencia- veedor eran de la una parte é presumían
do, é por se alear ellos con la tierra, de gobernar, y el thessorero é contador
non obstante esto que assi deçian algu de otra é querían lo mesmo; é sobresto
nos, se aseguró el escándalo en decir avia descalabrados é lançadas : prendían
que se avia hecho la prission por cédu- á unos, é desterraban á otros. En fin, pre-
la de Su Magestad. Pero decían todos valesçiendo más la parte del factor Gon-
que no se debieran ellos entremeter en çalo de Salaçar, hiço prender á Rodri-
aquello, pues Su Magestad no mandaba á go de Paz, que fué el medianero de la
ninguno dellos que prendiesse al licen- prission del licenciado Cuaco, su amigo,
ciado. é hícole dar crudos tormentos, é al ca-
Assi que, tornando al camino que lle- bo le ahorcaron con voz de justicia pú-
vaba , es de saber que anduvieron tanto blicamente. Y porque en otra parte qua-
que desde la villa de Tepeaca llegaron á dra esta materia, volviendo á la prime-
la villa de Medellin el segundo dia de pas- ra , digo que cómo supo Francisco de las
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 517
Casas de la prission del licenciado, fué- la prission en que estaba ; y en quanto á
lo á ver á la villa de Medellin con hasta lo que deçia le replicó que le paresçia
doscientos de caballo, paresçiéndole que que la negociación no estaba en estado
la tierra estaba tiraniçada, é quel licen- de se determinar por armas, cuya victo-
ciado estaba aprissionado é padesçia por ria era dubdosa, é mucho más por parte
ser muy cierto é claro servidor de Sus de los indios naturales de la tierra , que
Magestades é amigo del gobernador Her- eran innumerables; porque viendo las
nando Cortés, cuyo cuñado era este ca- diferencias y escándalos que se repres-
vallero, casado con hermana del gober- sentaban entre los chripslianos, como
nador. Assi que, visitándole, requirióle ya lo avian probado á hacer entre aque-
que se fuesse con él á la cibdad de Méxi- llas discordias é levantamientos que avian
co, haciéndole saber que en la hora que procedido, se pudieran seguir mayores
supiessen los que en ella estaban quél males que nunca avian passado. En es-
yba, é juntamente el mesmo Francisco pecial que ya avian ydo muchos indios
de las Casas, se les juntarían otros dos- principales á hablar al licenciado secre-
cientos é cinqüenta ó trescientos de ca- tamente á la prission, é le preguntaban
ballo, con los quales amigos é con los que qué era lo que mandaba é qué quería
que allí tenian, é diciendo como en la que hiçiessen ; é también le preguntaban
verdad el licenciado era más verdadero qué era la causa de aquellos escándalos
gobernador que los otros todos, en ab- é alborotos, é por qué raçon avian tanta
sençia de Hernando Cortés, toda la otra guerra é diferencias entre sí los ebrips-
tiranía çessaria, é serian pressos sus tianos. É cómo el licenciado conosçia la
émulos. intención de aquella gente, ques astuta
El licenciado le dio las gracias ; mas é sagaz, é que lo que le preguntaban no
acordó de no lo hacer por no encender era tanto por condolerse ni aver lástima
más las diferencias é dar á entender quél del como por sacar alguna palabra ó se-
se excusaba de yr á hacer residencia á creto del que se pudiessen aprovechar
Cuba, donde le deçian que Su Magestad para su rebelión é levantamiento contra
mandaba que la fuesse á hacer; porque los chripstianos, respondióles que les
ya estaba muy infamado acerca de Su agradesçia su coraçon noble que tenian
Magestad é de su Real Consejo de Indias, para le ayudar; é que les hacia saber,
é fuera añadir sospechas mayores que porque estoviessen muy avisados en no
las que del se tenian, porque ya estaba hacer mudança alguna ni levantamiento,
reputado por tirano é no por tan buen que los chripstianos estaban muy despe-
servidor de Su Magestad, como en el fin chados é desabridos porque entre los in-
paresció lo contrario, en que ganó dobla- dios no avia algún levantamiento, para
do crédito é honor por lodos los estorbos que con ocasión que toviessen dada por
que se le ponían para la restitución de su ellos los robassen é matassen ; é que como
fama. Lo qual suelen los buenos é seme- los chripstianos son gente belicosa é guer-
jantes personas tener en más estimación rera generalmente, assi entre todos acos-
que todos los bienes desta vida. tumbran los españoles, quando no hallan
Conforme á esta determinación respon- aparejo en los enemigos, por estar quietos
dió el licenciado á Francisco de las Casas, é pacíficos, volver la guerra entre sí. Con-
agradesçiéndole su buen comedimiento é forme á esto dice Justino sobre la Abre-
voluntad, que con obra le ofresçia, para viación de Trogo Pompcyo, hablando de
poner en libertad su persona é sacarle de la condición de la gente de España, estas
ä18 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
palabras ' : « Los cuerpos de los hombres le rogaba á Francisco de las Casas que
son prestos á ingenio é fatiga é los áni- se retruxesse en sus lugares, que eran
mos á la muerte : todos han dura y estre- muy buenos, con toda su gente, y esto-
cha continencia, é quieren más presto la viesse en su casa pacífico, procurando
guerra quel ocio, é si no tienen enemigos mucho de saber si el gobernador era vi-
de fuera, hállanlos entre sí. Muchas veces vo ó muerto; porque de cada una destas
son muertos con tormentos, por no con- dos cosas pendía la determinación que
fessar las cosas puestas en fidelidad; por- debían tener en caso tan arduo como es-
que tienen más cuydado de su crédito te. Y assi Francisco de las Casas se abra-
que de la vida, etc.» Assi que, á este có con este consejo, é se fué de allí de
propóssito el licenciado Çuaço deçia á los Medellin para sus pueblos.
indios que la costumbre de los chripstia- XXXV. Estas vistas no pudieron ser
nos es jamás estar en paz, é que dessea- tan secretas que no viniessen á noticia de
ban mucho que los indios se rebelassen, los émulos del licenciado, factores de los
para volver la guerra sobrellos é asolar escándalos ques dicho, é creyeron que
la tierra como de verdaderos enemigos. concertándose el licenciado é Francisco
Ê que porque él los quería bien y el se- de las Casas, que los otros corrian peligro
ñor gobernador Hernando Cortés vernia é riesgo. É assi despacharon luego hasta
presto, para los amparar é defender, é sessenla de caballo con cartas que envia-
también porque el Emperador, nuestro ron al teniente del gobernador de aquella
señor, avria mucho enojo de qualquier villa é al alguacil mayor, en cuyo poder
bullicio que por ellos se levanlasse (por- el licenciado estaba presso, é con man-
que los chripstianos no tenian otro desseo damientos muy rigurosos proveyeron que
sino que se moviessen en la menor co- luego en la hora se embarcasse é presso
sa del mundo para los robar é matar con grillos lo entregassen al maestre del
con causa); por tanto que les hacia saber navio que más presto estovíesse para par-
que si, estando absente el gobernador tir. É porque estaba el licenciado flaco y
Hernando Cortés se alteraban ó hacían al- enfermo, añadieron en el mandamiento
gún mudamiento de como estaban quan- que en la hora se hiçiesse lo ques dicho,
do partió, que en la hora los chripstianos puesto que estovíesse sano ó enfermo,
los pornían todos á cuchillo. E con esto muerto ó vivo, para que lo entregassen
el licenciado despedía los indios é se en la isla de Cuba al teniente de la villa
yban á sus casas. de la Habana, ques el lugar último al
XXXIV. Con estas raçones é otras Oçidente de aquelia isla. É quiso Dios que
quedó respondido Francisco de las Ca- quando este mandamiento llegó, ya Fran-
sas, é le dixo más ; que lo mejor era par- cisco de las Casas era partido, porque á
tirse luego el licenciado para esta Isla Es- hallarse allí con toda su gente, no pudie-
pañola , é por remedio de aquellos escán- ra excusarse muy grand mal é muertes
dalos avisar é dar noticia al almirante don de muchos.
Diego Colom, si fuesse tornado de Espa- XXXVI. Una de las buenas venturas
ña , é á esta Audiencia Real, e decirles deste hombre fué hallarse en sus desaven-
lo que passaba para que lo remedíassen, turas de los Alacranes hasta ser muerto
en tanto que Su Magestad proveía lo que el adelantado Francisco de Garay, por-
más conviniesse á su real servicio ; é que que confiándose del licenciado como de

i Jiiblino, lib. XLIV.


DE INDIAS. LIB. L. CAP. X. 519
si mesmo, le hiço mover á este camino; tro grand Çéssar de los males que en
é subçediendo su muerte se dixera del aquella isla avia hecho, é á dar cuenta
licenciado, segund los favores que Cor- ante el licenciado Johan Altamirano (que
tés le hiço, que con su consejo ó pares- residía en la cibdad de Sanctiago, que
çer le avian dado hierbas, como se dixo dista de aquella villa bien trescientas le-
con otras personas, en quien no avia tanta guas) de los robos é delitos, de que era
presunción como se toviera del licencia- culpado, ó mejor diciendo sin causa infa-
do, pues que no faltaron lenguas para mado. Desto se riyeron todos los que le
hacer culpados á los que por ventura no oian, porque sabian quel no era culpado
lo fueron en la muerte de Garay, se- ni meresçedor de tal infamia; é platica-
gund oy decir á muchos. Assi que, aun- ron luego en esta materia, 6 ydos aque-
que aquellas isletas de los Alacranes ó llos ca valleros é hidalgos de allí, entra-
Sepulcros é la prission que después le ron en su cabildo é le hicieron un grand
subcedió le paresçieron ( y en la verdad pressente de aves é pan é vino é fructas
eran) trabaxos muy extremados, mayor é cosas de leche é quesos. É cómo se
que todos lo fuera hallarse en aquellos dolieron de la información siniestra hecha
escándalos, perseverando en hacer justi- á Su Magestad para poner tal persona en
cia en México; é todo lo uno é lo otro aquel trabaxo, platicaron largo en la or-
fué grand bien para probarle Nuestro Se- den que se debia dar para excluyr lo que
ñor, pues le plugo de le dar paciencia é al licenciado le era sin causa increpado;
prudencia en tales casos. é desde á dos dias, de parte del cabildo
En fin, que mediado el mes de agos- de aquella villa le fueron á hablar al li-
to de* mili é quinientos é veynte é cinco, cenciado dos alcaldes ordinarios é dos re-
se embarcó el licenciado en su prission gidores, é le díxeron quellos eran infor-
en la villa de Medellin ó puerto de Sanct mados quel licenciado traia oro é plata,
Johan de Colua, é desde á cinqüenta dias por tanto que depossitasse dello lo que
llegó á la isla de Cuba, é se desembarcó le paresçiesse en poder del teniente Johan
en la villa de la Habana que tengo dicho. de Roxas, su huésped, para que esto-
Pero cómo el licenciado tuvo la goberna- viesse aquello de manifiesto para pagar
ción de aquella isla, é tenían conosçimien- de contado al que esfoviesse querelloso,
to de su persona todos Jos principales, é que se pregonasse que dentro de quin-
sabido que estaba en el puerto, salieron ce dias paresçiesse cada uno, pidiendo lo
con los regidores é alcaldes á le resçebir, que conçerniesse á la gobernación quel
é le esperaron en la playa. E luego vino licenciado avia tenido en aquella isla. Y
allí el teniente Johan de Roxas; y entre assi se pregonó públicamente para que
todos ovo contienda amigable sobre quál viniesse á noticia de todos é para que los
le llevaría á su casa, y en fin el teniente querellosos se excusassen de gastos é
ya dicho quiso goçar de su hospedage, costas en yr á la cibdad de Sanctiago,
ques allí un cavallero principal. Y des- donde residia el juez de residencia, y en
pués de le aver preguntado sus peregri- tornar á sus casas, que era excusar quas-
naçiones, estando rodeado de aquellos si seysçientas leguas de yda é vuelta con
amigos é conosçidos suyos, de lance en mucho trabaxo. É aunque á prima faz no
lance, á vueltas de les decir por orden le paresció bien al licenciado lo que se le
sus trabaxos, díxoles (interrogado por pedia destedepóssilo, conosció la inten-
ellos) la causa de su venida, que era á ción con que aquello se le pedia, é con-
hacer residencia por mandado de nues- fiado en su verdad é justicia, déposai"
520 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
trescientos castellanos de oro é sessenta algunas le corrian toros, é ovo otros re-
marcos de plata en« poder del teniente, é gocijos de mucho placer. Hiço este viaje
pregonóse lo que tengo dicho, y esperó- para se embarcar en la otra costa del
se el tiempo de los quince dias é no pa- Sur, porque avia poco antes ávido un
resció algún quexoso. grand huracán, y el camino de la tierra
É viendo esto los alcaldes é regidores, avia quedado tal que no se podia andar
paresçieron ante el teniente, é dixeron por los muy grandes é gruessos árboles
que avian oydo aquel pregón, é decían que avian caydo, é ocupaban los passos
por sí y en nombre de aquella villa é su de aquellas montañas, que son muy ás-
tierra é su jurisdiçion, que la goberna- peras, é desde el principio del mundo
ción quel licenciado Çuaço avia tenido se presumía no se aver cortado. Pero
en aquella isla, avia seydo tan sancta é porque todos no entienden qué cosa es
justa é buena, é tan en servicio de Dios huracán, digo ques lo mesmo que tor-
é de Su Magestad, que si al liempo quél menta grandíssima, como lo hallará é po-
avia venido allí con la gobernación no drá ver el Ietor en el libro ,VI, capítu-
viniera, que aquella isla se perdiera ; y lo III de la primera parte desta General
que por su buena gobernación é indus- historia de Indias.
tria se avia substentado é dado orden Assi que, llegado á la otra costa, se
cómo se poblasse é permanesçiesse, se- embarcó en una canoa grande con hasta
gund á ellos é á todos los de aquella fier- treynta remadores indios é con cinco
ra les era publico é notorio ; é que pe- chripstianos que llevaba consigo tierra á
dían al escribano ante quien el pregón se tierra, por lugares é partes solitarias é
dio, que assi lo diesse por testimonio, isletas dentro en la mar, passanda por
con el qual el licenciado se pudiesse pres- callejones de quatro é cinco leguas de ár-
sentar ante el licenciado Johan Altamira- boles muy copados, verdes é frescos,
no, juez de residencia en aquella isla, é nasçidos en el agua salada, que se lla-
después delante de Su Magestad é ante man mangles. É passados estos passos é
los señores de su muy alto é Real Con- otros que por acortar no se escriben, lle-
sejo de las Indias, para que conforme á gó á la villa de la Trinidad, donde fué
los servicios quel licenciado avia hecho muy bien resçebido, é le corrieron toros
á Su Magestad en aquella gobernación, le é se regocijaron mucho con su venida lo-
hiçiessen mercedes; é pidiendo assimes- dos los que avia en aquella villa. É allí
mo que le fuesse restituydo su oro é pla- mostró el testimonio que llevaba de la vi-
ta que avia puesto en el depóssito, se lo lla de la Habana, é luego se juntaron en
mandaron dar y entregar enteramente. su cabildo é se hiço lo mesmo, é por la
XXXVll. Con este testimonio é dili- mesma manera que arriba tengo dicho.
gencia , hecha en aquella villa por el li- É por abreviar digo que ydo de allí,
cenciado Çuaço, se partió de allí; é por- hiço la mesma diligencia en la villa de
que aquel pueblo está assenlado en la Sancti Spiritus é lo mesmo en la villa del
banda del Norte, le convino atravessar Puerto del Príncipe y en la villa del Ba-
toda la isla hasta la otra costa que la isla yamo, que dista treynta leguas de Ja cib.
tiene á la parte del Sur ó Mediodía ; y en dad de Sanctiago, en las quales no hay
todo aquel camino fué muy acompañado ninguna población sino ventas é hatos de
é festejado, é muy bien hospedado é ganados. É con todos estos testimonios, é
servido en las haciendas é grangerias de assaz cansado de los trabaxos de la mar é
los pobladores de aquella tierra, y en de la tierra, á cabo de trescientas leeuas
DE INDIAS. LIB. L. CAP. X 521
é más de camino despues que avia apor- der, por las passiones ya dichas. É infor-
tado en aquella isla, llegó á la cibdad de mado Su Magestad en España de la ver-
Sanctiago dos dias antes de la Natividad dad de todo, é de las injustas vejaciones
de Nuestro líedernptor del mesrno año de que al licenciado se Je avian hecho, no
mili é quinientos é veynte y cinco años; pidió otro mayor premio que saberse la
é fué muy bien resçcbido del juez de re- verdad de su limpieça é servicios, remi-
sidencia é de todos los buenos ó vecinos tiendo la vengança de sus injurias é Ira-
de aquella cibdad. baxos á Dios, Nuestro Señor, ques el que
XXXVIII. Luego que llegó el licen- castiga é gratifica con su justicia ó mise-
ciado á aquella cibdad se pressentó con ricordia, segund é como conviene á la
los testimonios que está dicho ante el li- salud de los que han de salvarse, é al ri-
cenciado Johan Altamirano, juez de re- gor que deben padesçer los que no se
sidencia por Su Magestad: el qual ya acuerdan de conosçer sus errores é cul-
avia començado á hacer la residencia del pas é hacer penitencia délias.
licenciado Cuaco, en su ausencia; é pa- XXXIX. Informado, pues, Su Mages-
rescióle que pues era venido que la de- tad de las verdades, y entendidas las ma-
bía tornar á haçer pressençialmente é licias de los cizañadores, hiço al licencia-
començarla de nuevo : é assi se hiço. É do Çuaço su oydor desta Audiencia Real
residió ante él ochenta dias, en los qua- é Cnancillería que reside en esta cibdad
les dio tal cuenta é descargo de sí, que de Sancto Domingo de la Isla Española,
le pronunció é dio por libre é quito de con trescientos mili maravedís de salario,
todos los cargos que se le hicieron, é de- donde reside y es el más antiguo juez é
claróle por muy buen juez é recto gober- oydor que hay en ella, y es uno de los
nador é servidor de Sus Magestades por ricos é bien heredados que hay en esta
su sentencia definitiva. cibdad é isla. É se avecindó é casó en es-
En este tiempo ques dicho, é después, ta cibdad de Sancto Domingo, donde re-
fué muy festejado é honrado por todos los side , segund es dicho. .
cavalleros é hidalgos é ofGçiales de Su Aquesto baste quanto á los infortunios
Magestad que en aquella cibdad estaban; é naufragios é trabaxos de la vida desle
é con los testimonios é sentencia ques di- ca vallero, para que se tome excmplo en su
cho se partió el año siguiente de mili é paciencia é virtud con que resistió á tan-
quinientos é veynte y seys para esta Isla tos é tan dificultosos acaescimieníos, assi
Española, y el miércoles de las tinieblas en Jas islas del Triángulo ó de los Alacra-
se desembarcó en la villa de Sancta Maria nes como en Jo demás, por donde Nuestro
del puerto de la Yaguana, y estuvo allí Señor, piadoso siempre, tuvo memoria
hasta que passó la pasqua de Resurre- del, é le libró de sus enemigos espiritua-
çion. Y desde allí se vino por tierra ochen- les é temporales para traerle al estado é
ta leguas que hay hasta esta cibdad, lugar en que mérilamente está muy hon-
adonde halló á muchos de sus contrarios rado ó acatado en esta cibdad y en estas
prósperos é favoresçidos, de que dio gra- parles, donde está muy bien quisto 6
cias á Nuestro Señor ; é desde aqui hiço honrado mérilamente. É dixe que le libró
relación á Sus Magestades, é á su Real Dios de sus enemigos espirituales, porqin-
Consejo, con testimonios é probancas de para mí yo pienso, é aun assi lo piensa él
sus servicios é rectitud é residencia he- é los que lo vieron, que aquellos delphines
cha, é de cómo por su injusta prission é toñinas (¡06 vieron en los Alacranes vo-
quedaba la Nueva España para se per- lar sobre los mástclcs v «nlcnasdc la ca-
TOMO IV. 68
522 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ravela, en que allí se perdieron, no eran porque en ninguna parte faltan á los hom-
sino diablos, é no pescados; de los quales bres angustias en esta vida mortal, rjas-
le libró Dios, segund aveys oydo. Y por ta que dexándola en virtud de la passion
todo lo que tengo dicho deste naufragio é sangre de Chripsto, Nuestro Redemp-
avreys entendido quán trabaxada é de tor , passan á la gloria perdurable. En la
poca firmeça es aquesta vida de los hom- qual por su clemencia el letor y el chro-
bres, y en este exempio podreys enten- nista acomulador destas memorables his-
der que lo que passó por el licenciado torias, con los chripstianos aceptos á
Çuaço es un tropheo memorable para Dios, Nuestro Señor, se vean juntos; por-
aprender los cuerdos é prudentes á com- que hasta llegar allí no han de faltar es-
portar los desastres é casos de fortuna, tos manjares de dolor, en tanto quel áni-
en que andan obligados los que viven en ma estoviere fuera de la patria celestial,
la tierra, é los que navegan en la mar; para donde fué criada.

CAPITULO XI. '


Del naufragio que intervino á Baltasar de Castro c á otros en una nao, en que vinieron de España á esta
Isla Española cargada de yeguas, é de septenía c nueve personas que allí venían se ahogaron las quarerí-
ta é seys, é se salvaron las treynla é 1res miraglosamente.

CAPITULO XII.
Del caso extraño acaeseido á Johan de Lepe, vecino que fué después desta cibdad de Sánelo Domingo de
la Isla Española, de como quedó perdido en Tierra-Firme, dó le dexó una nao perdido entre los indios
bravos caribes flecheros; é cómo miraglosamente lo sacó Dios é su buen ánimo de entrellos.

* Ni en el códice autógrafo, ni en la copia del mente las malcrias de que cada capítulo trataba, si-
siglo XVI, que tenemos á la vista, existe desgra- no también los hechos que referia, por ser casi lo*
ciadamente el texto de este y los siguientes capí- dos los mencionados epígrafes otros tantos verda-
tulos ni los primeros párrafos del vigésimo. Alas deros extractos , ha parecido conveniente conser-
hallándose en el índice general de esta 111.a parte, varlos en su lugar correspondiente, haciendo asi
formado por Oviedo, los epígrafes de los mismos, y menos sensible la expresada falta.
bastando dichos títulos para dar á conocer no sola-
DK INDIAS. LIB. L. CAP. XM. 323

CAPITULO XIII.
De la desaventurada ocasión de cierta armada, de que salieron treynla compañeros en Tierra-Firme, é por
falta de comida comieron unos á oíros hasla que de todo el número de lodos ellos trcynta, quedaron so-
los 1res vivos, lo qual passó como agora se dirá con brevedad.

CAPITULO XIV.
De un caso admirable de un marinero veneciano que estovo en una isla perdido dos años, é otro genovés
ocbo años ; é cómo se juntaron en una isla eslos é oíros perdidos; c cómo quedaron al cabo solos el vene-
ciano y el genovés; é cómo después los sacó Dios de aquel trabaxo.

CAPITULO XV.
Del mal subçesso que vino á un capitán , llamado Benito Hurlado, é á su gente en la Tierra-Firme, assi
por mar como por tierra, en la población de la provincia de Cheriqui y en otras parles por donde andu-
vieron.

CAPITULO XVI.
De un naufragio en que la Madre de Dios por miraglo obró sus maravillas con un maestre, llamado Bal-
tasar de Chaves.

CAPITULO XVII.
Del naufragio que intervino á una nao que partió del puerlo desta cibdad de Sánelo Domingo de la Isla
Española, en que yba un cavallero vecino de la isla de Cuba, llamado Johan de Roxas, é su muger doña
Maria de Lobera; con quien pocos días antes aqui se avia casado, e la llevaba á su casa á la villa de la
Habana, y es la ques dicho que por otro nombre se llamaba Fernandina.
524 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XVIII.
De un caso muy notable que aeaesció á un Antonio de Palenouela en la costa de la Tierra-Firme pocos
años ha.

CAPITULO XIX.
De lo que acaescló al maestre Francisco de Sánela Ana, vecino de Triana* arrabal de Sevilla, é á otros
que con él se hallaron en una nao, en que yba destas parles á España con mucha cantidad de oro é plata;
c cómo escaparon miraglosamente.

CAPITULO XX.
De un naufragio é naufragios que se siguieron á Chripslóbal de Sanabria, vecino de Sevilla, que agora lo
es desla cibdad de Sánelo Domingo de la Isla Española, é á otros que con él se hallaron ; é porque es lar-
go se contiene en catorce párrafos.

I. . . . hagamos oración á Dios é á su gloriosa


II Madre, á quien ninguna cosa es difícil de
III hacer ; é tened por fée ques mas imposi-
IV , ble dexar de oyrnos que de hallar todo
V lo que buscamos, si de coraçon pedimos
VI misericordia para que en tanta nesçessi-
ya, que si aquella noche dad seamos socorridos nosotros é aque-
no hallassen recabdo, que otro dia por líos nuestros hermanos que con la mes-
la mañana se tornarían á embarcar é se ma ansia están en la otra isleta. Y supli-
yrian con el batel por essa mar donde la quemos á Nuestro Redemptor Jesu Chrips-
ventura los llevasse á morir ó a hallar re- to, que no aviendo respecto á nuestras
frigerio alguno, porque ya se contaban culpas, use con nosotros de su infali-
todos por muertos (no tornando á la com- ble potencia é misericordia, pues somos
pañia que avian dexado en la isleta). Lo chripstianos é se puso en la cruz por nos-
qual después se supo que entre algunos, otros; é que le plega llevarnos donde con
é no todos, estaba assi concertado, sin atención confessemos nuestras culpas y
quel clérigo cupiesse en la maldad, é aun enmendemos nuestras vidas, é nos dé el
que al que lo contradixesse lo matassen, pan cotidiano é agua de su presçioso cos-
si no siguiesse la voluntad de los que en tado, é que podamos morir en verdade-
tal ruindad é perjurio eran ó estaban acor- ra penitencia, y en sus sagrados templos
dados en secreto ; é cómo aquel clérigo podamos conseguir eclesiástica sepoltu-
era buena persona, les dixo: —* Amigos, ra». É diciendo esto, con lágrimas de
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XX. 525
mucha devoción, todos hicieron lo mes- Parésçeos, letor, ques gentil manera
mo. Y fecha su oración, cavó uno en una la que aveys oydo para buscar este oro
savana, apartado de la costa de la mar, de las Indias? Pues sabed que los menos
hasta un tiro de ballesta, ó comencé á sa- de quantos acá han venido le han halla-
lir agua dulçe; é fué tanta el alegría des- do, é que los más han topado en estas é
ta gente sedienta, que echados en tierra, otras muchas desaventuras.
con arena é suçia, començaban á beber Bien se os acordará que se tocó de sus-
(é les paresçia mucho mejor aquella agua so aquel motín quel piloto é sus secaçes
que la de Tajo ó de Segre en España), sin tenian encubierto para yrse con el batel,
se dar lugar los unos á los otros á ahon- si no hallaran el agua. Parésçeos que se
dar para que más agua saliesse. É con le acordaba del hermano que acullá en la
firme esperança en Dios, hicieron una otra isla dexaba, é que los otros pecado-
buena poça é salió agua en cantidad de res pensaban que tenian por rehenes con
un palmo en alto : é luego tornaron á ha- aquella sucia prenda de la amiga portu-
cer oración dando gracias á Nuestro Se- guesa? Mirado aveys cómo la devoción
ñor é á la gloriosa Virgen Sancta Maria, de aquel devoto clérigo redució los amo-
por la merced que les avia fecho á to- tinados y por amotinar á la oración; y có-
dos; é bebieron todo lo que les plugo. É mo fué tal que por sus piadosas lágrimas
fueron á la costa é hallaron ciertos palos é arrepentimiento é buen propóssito de
secos, que mostraban averlos traydo la se enmendar é corregir en el restante de
mar de la costa de la Tierra-Firme, é ha- sus vidas, les dio Nuestro Señor el agua
llaron de aquellos con que los indios en y fuego miraglosamente. Passemos á lo
estas partes suelen encender é hacer lum- demás.
bre , é assi la hicieron para que la vies- VII. Pues quel agua solamente no era
sen los que quedaron en la otra isla, que lo que á esta gente faltaba, andando á
fué para ellos como ver aquella estrella, buscar los del batel si hallarían otros bas-
de quien el evangelista en el sagrado timentos para substentarse, ninguna co-
Evangelio dice lo que respondieron los sa ni fructa hallaron, puesto que innume-
Sanctos Reyes magos al rey Herodes, rables árboles avia; mas era tanto el es-
quando les preguntaron que adonde es- truendo é resonancia del cherriar é graz-
taba el Rey de los Judíos que avie nasçi- nar de las aves, que les paresçia que to-
do, porque ellos avian visto su estrella das juntas las del mundo debían estar allí
en Oriente é le venian á adorar, etc. l É allegadas, ó desde allí criándose para hen-
assi aquellos angustiados, como vieron chir aquellas é otras muchas islas ; y eran
desde acullá la lumbre ó fuego que hicie- de tantos géneros diverssos, que era co-
ron aviendo hallado el agua, acordándo- sa de mucha admiración, y imposible co-
se de aquella estrella ques dicho del nas- sa contar sus diferencias y plumages y di-
çimiento de Chripsto, se hincaron de ro- verssas voces; pero ninguna manera de
dillas, dando gracias á Nuestro Señor, mantenimiento para estas aves avia, ni
mirando aquella lumbre, é con aquella se pudo aleançar ni entender que ollas
alegría templando su sed, creyendo que to vi essen para se alimentar sino pesca-
aquellos del batel ya estaban hartos de do, 6 que todas fuessen äqual .ras é ma-
asna , é que assi lo estarían ellos presto riñas. É cómo esto era en el mes de ma-
por la bondad é misericordia divina. yo, estaban criando sus hijos, e los árbo-

i Vidimus onim slellam ejus in Oriente el venimus adorare eum, (Maihci, cap. 2 )
526 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
les llenos délias é de sus nidos con mu- das» y esperar que se trastorne y ane-
chos pollos, unos algo mayores que otros, gue, ó que vivo le trague algún pescado
é muchas délias sobre sus huevos, se- á él é á la tabla en que anda assentado,
gund sus diverssas raleas ó como se an- ó mejor diciendo abracado, pues tan cer-
ticipaban en su procrear y ayuntamiento. ca del agua andan los hombros como los
Eran tantas, y algunas y muchas délias pies, é otra cosa es verlo desde léxos
tan celosas de sus hijos, que se venían á que no puede ser sin lágrimas ó mucha
los ojos é á la cara de los hombres á pi- passion, aunque se vea en cabeça agena.
carlos, como si fueran lobos rabiosos é Assi que, con este goço incomparable
que nunca avian seydo asombradas ni estuvieron atendiendo los aislados hasta
molestadas de los hombres, segund lo dos horas después de medio dia quel ba-
poco que se espantaban dellos; y no pa- tel llegó á la isleta; é quando ya era cer-
resció sino que aposta é de hecho, co- ca de la costa començaron los del agua á
mo estos chripstianos afligidos lo pensa- dar voçes é grita con mucho regocijo,
ron , las avia traydo allí Dios para su pro- que fué como resucitar las desmayadas
vission, ó llevado por su misericordia á fuercas á los que los atendian. Y assi con
ellos á tal lugar para los alimentar. Des- grandíssima alegria los resçibieron é su-
tas aves tomaron tantas quantas quisie- pieron dellos todo lo ques dicho, y dando
ron , é sin las polar quassi no hacían sino los unos y los otros loores é infinitas gra-
assar délias y echar en la lumbre, hasta cias al Hacedor deslas maravillas, luego
que se hartaron. vararon el batel, é á quatro personas que
En tanto la otra compañía que los aten- en él venian (porque los demás se que-
dia no estaba sin mucho cuydado. Decían daron en la otra isla) quassi no los dexa-
unos á otros que era posible hacer aque- ban llegar los pies en tierra, tomándolos
lla lumbre indios, é por sus pecados aver en los hombros é abracándolos. Y dié-
muerto los chripstianos ; é como los que ronles el agua que llevaban, de la qual
tienen sospecha siempre piensan lo peor, les cupo poca porque no tenian vassijas,
estovieron en oración hasta que fué de é aun essa no la bebieron ninguno de los
dia, que vieron, seyendo bien claro é al- que la traian: luego echaron suertes quá-
go alto el sol, quel batel tornaba. Este fué les serian los primeros que se embarca-
un goço que yo no le sé escrebir tan bien rían para yr al agua é isla ques dicho é
como lo sabrá muy mejor pensar y en- cupo á doce dellos, los quales luego se
tender el letor, si fuere hombre que por fueron. Y Chripstóbal de Sanabria, como
semejantes trabaxos haya passado en es- era hombre comedido é piadoso , no qui-
tas ó en otras partes ; é aun el que no los so entrar en las suertes é se quedó con
ha padesçido, si buen Juicio toviere, po- los restantes hasta otro dia siguiente, sos-
drá más copiosamente congecturar el ale- teniéndose con aquella esperança de se
gría de tal gente que pluma alguna ó es- yr á hartar de aquella agua é aves, que
criptor lo puede explicar: ni basta elegan- allí les avia Dios puesto.
cia en este caso que se pueda igualar con el Parésçeme ques bien que se diga lo
efetto que se siente en tales casos, ni tan que subcedió en el tiempo de la mayor
suficientemente contarlos como se pades- hambre desta gente para quel lettor sien-
çen é se ven al proprio por los que lo ex- ta que por poco que sea el alimento, es
perimentan. Una cosa es decir «aquel an- mucho segund el tiempo.
da perdido en la mar, cavallero en una Como este Chripstóbal de Sanabria era
tabla, y á cada momento eúbrenle las on- hombre virtuoso é comedido, y el prin-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XX. 527
çipal en persona, é aun el que más avie siempre estaban en sospecha é temor que
perdido de su hacienda entre todos, es- se avia de perder, y en continua oración
tando quassi traspassado de hambre é á Dios que lo conservasse, porque á fal-
sed, uno de la compañia le dio seys al- talles quedaban todos perdidos), después
mendras, y el, dándole las gracias que en el día siguiente, que fué sábado,
en tal tiempo se requerían, alcó los Chripstóbal de Sanabria é los demás pas-
ojos al cielo, é dixo :— « Señor, estas seys saron en dos viajes á la otra isla, donde
almendras ofrezco á tu misericordia, pues satisficieron su sed passada é pressente,
por su número me acuerdo que por mi é assimesmo la hambre, con la multitud
redempçion é del humano linage estuvis- de aquellas aves marinas : las quales eran
te seys horas en el árbol de la cruz». tantas que muchas veces le oy decir á
Seys carros con seys pares de bueyes Sanabria (y agora dice) que á su pares-
ofresçieron los doçe príncipes de Israel çer bastaran para dar de comer al exér-
para llevar el Sánela Sanctorum, é cada çito de Xerxes, del qual dice Justino,
príncipe ofresció un buey, y entre dos en la Abreviación de Trogo Pompeyo, que
príncipes un carro. Assi que, eran seys era tan grande que «ya Xerxes avia ar-
carros é seys pares de bueyes 1. Assimes- mado septeçientos millares de aquellos
mo se acordaba este hidalgo, como ca- del reyno, é de los que le ayudaban tres-
thólico contemplativo, con sus seys al- cientos mill. Assi que, no sin causa fué
mendras de cada seys alas de los evan- manifestado que los rios fueron secados
gelistas, significados en los quatro ani- de su exérçito, é dícese que tuvo diez
males por el evangelista Sanct Johan en veçes çient mill naves de número»3. Por
el Apocalipsis 2. É assi tuvo por buen pro- manera que para los páxaros ó aves
nóstico sus almendras, é con lágrimas co- questos aislados hallaron donde es dicho,
mió las quatro délias ; é vuelta la cabeça buena comparación es el exérçito de Xer-
vido una esclava suya en la mesma nes- xes, é aun esse pensaban que no los pu-
çessidad é quassi defuncta, é acordándo- dieran agotar.
se que era chripstiana, dexó de comer las VIII. Passada la gente que quedaba
otras dos almendras é dióselas. ¡Oh ma- destos infelices navegantes á Ja isla de las
ravilloso subs ten ta dor y reparador y da- aves, repossaron el domingo y el lunes
dor de la mesma vida! ¿Qué diré de tan y martes siguientes como pudieron; é lle-
pequeño manjar, como en efetto eran es- gado el miércoles, después de aver mu-
tas almendras, pues que al momento que cho platicado en lo quo agora se dirá,
las comieron, les diste esfuerço y fuerças, cogieron qualro marineros é quatro p;i>-
como si sendos capones comieran? sageros para qur, en H batel fuesseo al
Tornemos á estos barcages de la otra galeón á los baxos donde se avia perdi-
isla del agua, donde ydo el batel con do, â buscar alguna herramienta para
harto riesgo, por ser como era viejo é dar orden cómo se hioiesse algún barco.
mal en orden (por lo qual, assi los que segund Dios los ayudasse, para que pu-
yban como los que esperaban yr en el, diesseu salir de allí é yr á buscar Ja Tier«

\ Unum plauslrum obtulere duo duces et unom maveral et (récenla milîia <\o auxilia ni non ¡inmé-
bovem singuli oblulerunt, quae ea in conspeelu la- rito proditum sil, ilumina ab i GOtla,
bernaculi. (Numeri, cap. 7.) Grcciamque omnem capero exercitum ejua potuitr
2 El quatuor animalia singula eorum habebant se. Naves qaoque decies centum millia ni n ero ha«
alas senas ¡n circuitu. (Apocalipsis, cap. 4.) buisse dicitur (Justino, lib. II).
3 lam Xerxes seplingenta millia de regno ar-
528 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ra-Firme; porque muchas veces el pilo- sentes con mucho dolor é lágrimas de sus
to, por encubrir su poco saber é igno- ojos, porque para los afligidos es mucha
rancia, avia dicho que aquella isla no es- passion la memoria de la passada pros-
taba en Ja carta de navegar, é que allí se peridad é placer que en tales tiempos
avian perdido é anegado muchas barcas avian goçado. Pero daban por todo mu-
como avian hecho ellos, por no estar as- chas gracias al Señor, é con aquella agua
sentadas en la dicha carta aquella isla é páxaros é algunas tortugas que mata-
é islelas é baxos que por allí avia, é que ban, é desnudos quassi las personas, pas-
por ventura toparían alguna isla ó parte sa ban su fortuna. Y como entrellos no
donde supiessen en qué tierra estaban. avia officiai de hacer barcos, ni entera-
Aquella mañana triste que amanesció mente aparejo para tal labor, no creían
después de perdido el galeón, avian ata- que era posible salir de allí, salvo aca-
do una caxa de un marinero en aquello bar las vidas en breve término, si Dios
poco que del avia quedado (donde la gen- de poder absoluto no los remédiasse.
te escapó) ; é plugo á Dios, Nuestro Se- Díxose de susso que mataban algunas
ñor, que los que yban en el batel á lo tortugas y es assi. Y aun era el mejor
ques dicho, hallaron dentro dessa caxa manjar que tenían, quando las podían
una carta de navegar y una brúxola ó agu- aver; y para esto yban cinco ó seys com-
ja é ciertos compasses, y quebrada tam- pañeros por la playa de la isla é ponían-
bién hallaron otras cosas, é con las her- se en celada, donde sospechaban que sal-
ramientas de un Johan Rodriguez, tone- drían de la mar á desovar ; é salidas, as-
lero, que allí se salvó é lo truxeron á la si como las vian algo apartadas del agua,
isla donde esta gente estaba ; é dixcron corrían juntos contra ellas con sendas es-
los que avian ydo que si otro dia yban tacas ó palos é las trastornaban de espal-
al galeón hallarían pez é clavos, é que das, é assi vueltas no pueden moverse
por los baxos avian visto algunas pieças del lugar donde las trastornan, por su
de lona, lo qual todo era muy nesçessa- pessadumbre é forma, é por su grande-
rio para lo que pensaban hacer en la la- ça, que muchas délias eran mayores que
bor del barco. Assi que, tornaron otro grandes daragas. É despues que las te-
dia á enviar allá é truxeron las lonas é nían con los pies para arriba, eran me-
clavos é otras cosas que hallaron en los nester diez ó doce hombres para las lle-
baxos assidas á las peñas é ciriales; é var arrastrando á donde Ja gente tenia
aun algo deilo escondieron, porque otro sus ranchos é chocas para defensa del sol;
dia haçian çarahuelles los marineros é y en aquella mísera población las abrían,
otras personas de las telas que no avian y en algunas hembras hallaban mili é dos
comprado, sino otros que lo vian é ca- mili huevos ó más, que no era poco bien
llaban íque eran en especial Chripstóbal para la substentaçion desta gente ham-
de Sanabria é Francisco de Orduña). brienta. Y aunque les faltaba sal, su ham-
Avia treynta é cinco dias que estaban bre era tanta que les sobraba aliento pa-
en la vida é trabaxos que se han dicho, ra comer lo que hallaban sin otra salsa.
en el qual tiempo passó el domingo de la Las aves que se ha dicho, como eran
Sanctíssima Trinidad é la pasqua del Es- marinas, tanto sabien á pescado como
píritu Sancto é la fiesta de Corpus Chrips- á carne, é por esso eran de mal gusto;
ti, cuya memoria de cómo estos chrips- é assi se cree que no eran sano manjar.
tianos avian en sus patrias passado seme- El agua era assaz salobre, é segund de
jantes dias. les haçia solempniçar los pres- Chripstóbal de Sanabria lo entendí, ó
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XX. 529
á causa del agua de la mar que bebie- nieron á buscar el agua en aquella isla,
ron al tiempo que se perdieron, ó por la é lo pusieran en obra, si Dios no lo estor-
sed que tovieron, ó por aquellas aves ó bara como es dicho). Assi que, por las
agua salobre de aquel xaguey ó poça que amonestaciones de los hombres de la
hicieron, les dio á lodos una enfermedad mar, como por la grand nesçessidad en
de puxo, é se extriñeron de tal suerte que todos estaban, acordaron de lo ha-
que quando los llamaba la nesçessidad á cer.
descargar el vientre no podian, y eran IX. Dice Tullio en la fíethorica: «El
tantos los gemidos é dolores que pades- ingenio es como el fierro, que quando no
çian, que mugeres con fuertes partos no se excrçita, se cubre de orin ó de moho».
eran más, ni tanto, fatigadas. Y este tra- Para esta obra movíalos assimesmo, que
baxo llegó á muchos dellos quassi al úl- assi de Ins tablas de las balsas que avian
timo término; é passado aquello, les sub- allí traydo, como de las reliquias del ga-
çedieron tan excesivas é continuas cáma- león tenían buena parte é clavos é pez,
ras é corrupción con grandíssimo puxo é que por la misericordia de Dios lo pudie-
desmayo, que pensaron acabar sus vidas ron aver en una pipa que se avia tomado
é trabaxos por esta via ; é algunos que en la isla de la Gomera (que quando se
quedaron (despues quel mal generalmen- perdieron, quedó assida á una peña de los
te se aplacó) tan apassionados desto, que baxos). É de la xarçia que se pudo cor-
murieron ciertas personas dellos. Veys tar, se hiço estopa en cantidad, é cortan-
aqui cómo se busca el oro por estas par- do del arcabuco ó boscage de la mesma
tes : é desta forma que avés oydo passa- isla la otra madera que les convino (para
ba esta gente su penitencia en el tiempo la ligaçon) con una hacha de tonelero,
ques dicho. corva, bien ó mal labrado todo (la qual
Llegada la pasqua del Espíritu Sánelo, hacha también servia de martillo, porque
se encomendaron á él, é le suplicaron no lo avia, ni tenaças), se armó el barco
que alumbrasse sus entendimientos é los debaxo de una grand ramada (trayda la
encaminasse de forma que sus ánimas se leña della á cuestas de todos, que hicie-
salvassen, é sus cuerpos, si fuesse servi- ron en la playa por defensa del sol, que
do, saliessen de allí é fuessen á morir era muy excesivo); é diéronse tanta pries-
entre chripstianos: aunque como los más sa é recabdo á la labor, que en quince
era gente no acostumbrada á tan ásperas dias se acabó, sin aver maestro que lo
fatigas, tenían perdida laesperança; y supiesse hacer ni proporcionar, antes to-
esso era la causa que no pensassen ni dos los que allí estaban daban su pares-
creyessen que por diligencia humana po- çer. Finalmente sin compás ni primor
drían verse fuera de donde estaban. Non gciimélrico se acabó el navio, é le cerra-
obstante el piloto é marineros siempre de- ron con tarugos, é se hiço la ligaçon don-
cían que consejaban á todos que traba- de les faltaron clavos é pernos para lo
xassen de hacer un barco ó bergantin, en brear ; é porque no avia açcyte que se
que se metiessen para buscar é yr á la mezclasse con la pez y en una iafeta de
Tierra-Firme ó alguna isla, para saber las comarcanas avia innumerables lobos
dónde estaban é remediarse (é aun estos marinos, passaron á ella en el batel e tru-
mesmos consejeros, después de hecho el xeron dos dellos bien grandes, el Jardo
barco, no dexaran de hurtarle si les pa- de los quales sirvió en tal caso por may
resçia, como ya se avie platicado entre bastante olio, que se derritió en una ó
el piloto é otros quando primeramente vi- dos calderetas que también les deparó
TOMO IV.
530 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Dios de la ropa que se avie perdido. Que convino. É concertado todo, partieron
á faltar qualquier cosa destas paresçia co- aquella poca de harina que tenian, por
sa excusada la diligencia de hacer el bar- iguales partes; é con agua, sin Je quitar
co. É assi se creyó que miraglosamente el salvado ni la arena, de que también
les dexaba Dios lo que avian menester tenie parte, hicieron tortillas sorrascadas
para aquella su labor, é de todo lo de- en la çeniça é rescoldo; é aviendo toma-
más que llevaban para sus tractos é gran- do muchos páxaros bobos é alcatraces é
gerias no paresció ni salvaron cosa al- de otros géneros é algunas tortugas, de
guna dello. que hicieron tassajos, assados en barba-
No caresçe de miraglo que andando coas, ques una manera de parrillas fechas
trayendo del galeón lo ques dicho para de palos ó cañas, hicieron sus mochilas
hacer el barco, hallaron en los baxos una ó provission para tres ó quatro días que
pipa de harina, la qual por no la poder estimaban que podrían estar ó navegar
traer, assi porque estaba más de quatro hasta llegar á la Tierra-Firme. Y el lunes
leguas de la isla, como por no la osar siguiente se embarcaron quarenta é nue-
meter dentro del batel, por estar tan cas- ve personas, los quarenta é quatro hom-
cado é mal acondicionado para le cargar bres é cinco mugeres ; porque los demás,
(é porque como es dicho en conservar es- que fueron veynte é uno, se perdieron
se batel estaba la salud de todos, é á fal- como está dicho. Plega á Nuestro Señor
tarles no les quedaba otro remedio quel Jesu Chripsto de aver piedad de sus áni-
de Dios), acordaron los compañeros de mas, é que mediante su passion sacra-
quebrar la pipa, é sacaron della la más tíssima haya bastado su trabaxoso fin pa-
harina que pudieron poner en el batel, é ra descuento de sus pecados, pues eran
no fué sino poca toda ella, porque ya es- chripstianos.
taba muy corrompida; é puesta en el X. Aquel día lunes, en el mes de ju-
plan, aunque estaba harto húmedoá cau- nio que está dicho de mili é quinientos é
sa de la mucha agua que haçia é por los treynta y quatro, avian quarenta é cinco
bordos le entraba cada viaje que se ha- dias ó más passado desde que se perdie-
cia, se diputaban dos hombres con las ron hasta su embarcación postrera en el
calderetas ya dichas para le agotar y nuevo navio. Encomendándose á Dios é á
echar el agua fuera ; é paresçia que Dios su gloriosa Madre, concedieron las velas
lo llevaba é traia en sus manos sin peli- al viento; siguieron la via del Poniente
gro para el remedio desta gente, la qual todo aquel dia con buen tiempo, é poco
siempre estaba en oración rogando á antes que fuesse de noche vieron tierra
Nuestro Señor que se lo guardasse. É as- de unas sierras altas, quel piloto é ma-
si por su bondad é misericordia lo cum- rineros dixeron que era la Tierra-Firme.
plió é guió con la harina, é no tocaron Y el tiempo é viento eran más de lo que
en ella para comerla por la guardar para quisieran, y el barco no mayor que uno
el matalotage ó bastimento del camino de aquellos que en Sevilla vienen por el
que esperaban hacer. rio Guadalquivir cargados de melones en
Assimesmo cobraron dos barriles para el tiempo que los hay, que son del porte
llevar agua; é un domingo echaron al de un mediano bergantín ; y eran dentro
agua el navio, é luego le pusieron sus en él las quarenta é nueve personas y el
másteles y entenas, porque para esso en bastimento é agua é algún lastre, por la
la isla avia buen recabdo por las grandes qual carga el barco yba muy peligroso,
arboledas, é le pusieron la xarçia que é demasiadamente cargado, segund el
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XX. 531
porte que demandaba ó se requería para puerto de la cibdad de Coro, ques la ca-
su tamaño. Y entraba por los bordos del beça de la gobernación de Veneçuela,
mucha agua ; é viendo esto, repartiéron- que está en once grados y medio de la
se todos en quadrillas para que con las línia equinoçial, poco más ó menos, á la
dos calderas ques dicho que tenian echas- banda deste nuestro polo ártico. É luego
sen el agua fuera : é assi como se cansa- se les descubrió un grandíssimo ancón, c
ban dos hombres, luego otros dos entra- como todos yban ciegos é segund pares-
ban en el mesmo officio, é los demás es- ció en efetto idiotas, no vieron ni conos-
taban assentados, ó echados por mejor çieron el puerto, puesto que algunos di-
decir, en el plan del barco, porque de xeron que les paresçia que allí avia abri-
otra manera era imposible navegar. É go é que se les figuraba que vian en tier-
porque era sobre noche no se osaron lle- ra un bergantín ó navio: lo qual el pilo-
gar á la tierra : antes bien con mucho to contradixo, diciendo que se les anto-
peligro, temiendo de otro mayor, se me- jaba el cielo cebolla, é otros desatinos
tieron más á la mar, sin dormir ni cerrar tales. Y en llegando quassi á la punta
ojo persona alguna. Parescíales el agua huyó de entrar, é porfió que al otro ca-
blanca é que debía de aver baxos por bo ó punta avia mejer abrigo, é puso la
allí; é al tiempo que quisieron virar tomó proa á la mar, é quassi á la bolina co-
el barco al dos, como dicen los marine- mençaron á navegar ; y el dia siguiente
ros, ó por delante, é faltó muy poco de les hiço tal tiempo que muchas veces pen-
çoçobrar é ser todos anegados con él. saron perderse, é turóles esto desde las
Noche fué de mucho espanto é temor: el ocho horas de la mañana quassi hasta ser
qual passaron con los otros trabaxos, é el sol puesto, y estaban ya tales los hom-
cómo vino el dia, dieron la vuelta en de- bres de la mar que ninguno pensaba ver-
manda de la tierra, con tanto tiempo c se en tierra ni escapar de aquel dia con
mar brava que á cada passo pensaban la vida. Ved lo que sentirian los passage-
ser sorbidos, segund la grande alteración ros.
de las ondas é grand tempestad que yba Llegó la cosa á tanto, que se con-
con ellos. É assi prosiguieron prolongan- fessaban á más que de passo, assi los
do la costa desviados de tierra á dos é á unos como los otros, é no menos el maes-
tres leguas, pensando reconosçerla; pe- tre é piloto, é aquel buen clérigo los ab-
ro ninguno supo decir qué tierra era solvía, bañados todos en lágrimas é on-
aquella, salvo un marinero, llamado Die- das de la mar, pidiéndose perdón é abra-
go Beltran, que dixo que le paresçian las cándose con amargos sospiros é singultos,
sierras de Paraguachoa, que son en la torciendo las manos é aleando los bracos
provincia de Veneçuela; y aunque no se é ojos al cielo, con tan continuados cla-
afirmaba mucho en ello, porque deçia él mores que no se entendían cosa que di-
que avie diez años antes venido por allí xeran.
á saltear indios en cierta armada, é pa- Visto que no podían doblar el otro cu-
rescíale á él aver estado por allí, puesto bo quel piloto decía, é que la mar los
que totalmente no se determinaba en ello. comía, decían todos quel barco se pu-
É corriendo con esta dubda por la costa siesse á popa é çabordasse en tierra, lo
adelante, paresció un promontorio ó cabo qual el piloto amonestaba muchas veces;
que hacia abrigo al viento que llevaban é sin dubda he oydo afirmar al mesmo
y encaminaron el barco para él, é llega- Chripstóbal de Sanabria que todos se per-
ron á media legua del: el qual era el dieran, sin escapar hombre dellos, si no
532 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
fuera por el ánimo del maestre é su buen lo que demás délias llevaban, que to-
liento. El quai, de contrario paresçer, do era de ningún valor; é todo su cau-
dixo: — «Señores, no desmayes, ni tal dal era seys espadas é quatro lanças é al-
se haga en ninguna manera, porque to- gunos puñales é cuchillos. E no sabian
dos peresçeremos, si tal se hace : ten- en qué tierra estaban, ó si avrian menes-
gámonos á la mar todo lo que nos fuere ter más el navio, é si se le dexarian ado-
posible, é trabaxemos de doblar aquella bar ó no.
punta (la quai se les mostraba adelante XI. Con todas estas sospechas, el go-
con un arraçife que salia más de media ço desta gente era muy grande viéndose
legua en la mar); que doblada aquella en tierra, aunque no sin alteración, por-
punta luego hallaremos abrigo». Por ma- que, como es dicho, no sabian si estaban
nera que si en la costa dieran, como el seguros ; mas por sí ó por no, juntos en
piloto é otros ó los más de los marineros su realejo (peor en orden que andaban
deçian, ninguno se salvara, porque que- aquellos extrangeros que suelen yr por
braba allí mucho la mar, é andaba tan España y por el mundo, que se llaman
brava que aunque dieran en la tierra, se egipcianos) començaron á hacer fuego
perdieran. Assi que, por el consejo é parase enxugar, que todos salían muy
buen esfuerço del maestre, é con alijar bañados, assi de las ondas de las aguas
parte del lastre é las mochilas é de lo que de la mar que entraba por los bordos é
llevaban, se sostuvieron hasta doblar el por encima, quando algunas veces eran
arraçife é punta, que era de unos man- embestidos délias, como de la mucha quel
glares ; é hácese allí un ancón ó abrigo. barco hacia, á causa de yr muy mal ca-
Esta es en la provincia é costa de Para- lafeteado é peor obrado, é á cada passo
guana, al pié de las sierras, lo qual es se les yba anegando. É aquella noche es-
todo segund decían de la provincia é go- tovieron en vela, poniendo sus guardase
bernación de Veneçuela, de donde es centinelas apartadas, porque luego que
obispo el muy reverendo in Chripslo pa- salieron del barco, vieron en tierra vara-
dre don Rodrigo de Bastidas, dean des- das dos canoas é hallaron traça de pies
ta sancta iglesia desta cibdad de Sancto descalcos de indios; y el piloto é mari-
Domingo de la Isla Española. El qual per- neros deçian que sin dubda aquella era
lado es muy grande amigo é debdo del tierra de caribes, que comen carne hu-
dicho Chripstóbal de Sanabria. mana, é por tanto que hiçiessen buena
Assi que, llegada esta desconsolada guardia. Y assisehiço, qual convenia,
gente al abrigo de la costa, sin saber hasta otro dia claro, que queriendo ver el
adonde estaban, surgieron, estando el agua que llevaban, la hallaron muy pes-
barco quassi en tierra é muy mal trac- tífera é amarga y hedionda ; y desta no
tado por la tormenta é de los golpes que osaban aun beber tanta quanta quisieran,
avia dado ; é ya se les yba á fondo, por pensando que no la debia de aver en la
lo qual muchos saltaron fuera del, é costa donde estaban, porque assi lo de-
quedó algo más aliviado é pudieron los çian algunos de los marineros, é aun
que en él quedaron llegarlo cerca de anadian que toda aquella tierra era muy
tierra, é todos saltaron en el agua has- estéril de agua, é por tanto acordaron
ta los pechos ó más; pero ayudábanse de la buscar é haçer xagueyes é pocas.
para esto todos, é lo llegaron hasta Pero fechas no hallaban agua, á causa de
tierra é lo vararon en ella, é sacaron lo qual determinaron que doce ó quince
fuera del las armas pocas que tenían é hombres de los más dispuestos, seyendo
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XX. 533
el maestre capitán dellos, entrassen la el capitán Pedro de Arranguiz é ciertos
tierra adentro á buscar agua é qué co- chripstianos que en aquella provincia re-
mer, é supiessen qué gente avia, é pro- sidían. É cómo se vieron los unos é los
curassen de tomar lengua y entendiessen otros, se maravillaron mucho é ovieron
en qué tierra estaban ; é assi se puso lue- mucha alegría; é les dixeron cómo los
go por obra. otros sus compañeros quedaban en la cos-
XII. Ydos estos compañeros á lo ques ta donde avian aportado, é contaron su
dicho, toparon un indio é una su hija que trabaxosa navegación é cómo venían
venían á la mar á pescar, é tomáronlos muertos de hambre é de sed, porque el
é lleváronlos adonde Chripstóbal de Sa- pan é la carne que traían se les avia per-
nabria y el piloto estaban con los demás dido todo. Y en el instante el capitán pro-
echados á la sombra de los manglares, veyó de indios con jarros é otras vassijas
esperando en qué avia de parar su ven- de buen agua, é á más andar, con un
tura. É llegados, no se consintió que se mancebo llamado Luys de la Mezquita,
les tomasse cosa alguna de lo que traían, se la envió, con otros mantenimientos del
que era cierta fructa é comida de la tier- manjar de la tierra ; é cómo yban muchos
ra; y aunque estaban con temor estos in- indios con este refresco, los chripstianos
dios se aseguraron, viendo que no se les á quien se llevaba, començaron á temer
hacia mal alguno ni fuerça: antes les die- viéndolos desde léxos, é deçian entre sí
ron algunas cosillas de lo poco que te- que eran gente de guerra, é que debían
nían; é por señas, sin se entender, les de aver muerto á sus compañeros é que
preguntaban si sabían de algunos chrips- yban á hacer en ellos lo mesmo, y esta-
tianos ; y entre otras palabras dixo el in- ban con mucha alteración. Mas aquel
dio:— «.Capitán». É luego Chripstóbal de mancebo ques dicho se adelantó por ga-
Sanabria díxo : — « Aquella palabra de nar las albricias é darles buenas nuevas
Castilla es». Y el indio mostró una hacha é hacerles saberque estaban en tierra se-
é un cuchillo; é aquesto no los asegura- gura y entre chripstianos españoles ; é
ba , porque decían questo podía ser que desque le vieron todos se alegraron en
algunos chripstianos avrian ydo por allí extremo, porque aquel chripstiano nun-
á rescatar : é un Iñigo Lopez dixo que ca le avian visto, é luego sospecharon lo
aquella tierra la avian posseydo chrips- que era: el qual llegó muy alegre é abra-
tianos más avia de seys años, é que ya có á Chripstóbal de Sanabria, é le dixo:
— «Señor, dad muchas gracias á Dios
conosçia que era la provincia de Vene-
que os ha traydo á tierra de chripstianos;
Çuela ; pero que á cabo de tanto tiempo,
porque es la provincia de Veneçuela,
aunque los avian fecho de paces, que ya
adonde estamos muchos chripstianos seys
debrian estar de guerra; é que eran cari-
años há, é tenemos toda esta provincia
bes é malos. Preguntáronles por señas si
pacífica, aunque estamos todos con tra-
avia agua, é la muger dixo que sí, é mu-
baxo á causa de no aver oro; pero aquí
cha , por las mesmas señas ; mas su ha-
nos avernos substentado, é doce leguas
bla no la entendían : de lo qual todos muy
de aquí está la cibdad de Coro, ques la
alegres, acordaron de yr con ellos á su cabeça desta gobernación, donde residen
pueblo á traer agua é á saber más nue- los offiçiales de Sus Magestades é mucha
vas. É assi se hiço: que luego se partie-
gente de honra, que se holgarán con
ron con estos indios, é llegaron á su pue-
vuestra venida». É cómo este hidalgo oyó
blo, el qual se dice Miraca, dos leguas
aquello sintió el mesmo placer que todo3-
la tierra adentro ; y en llegando salieron
534 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
los que escuchaban esso; y en particular se á la cibdad, como lo hicieron: á la
mucho mayor, porque sabia que era obis- qual llegaron á veynte dias de junio de
po de aquella provincia el obispo don Ro- aquel año de mili é quinientos é treynta
drigo de Bastidas ; é preguntóle si tenían é quatro años. É todos los vecinos se hol-
noticia ó alguna nueva del, é respondió garon mucho con esta gente, aunque eran
el mancebo que cada dia lo estaban es- pocos en número é tan trabaxados como
perando. É luego dixo que se fuesse lue- se ha dicho ; porque los de la tierra es-
go el dicho Sanabria é los que quisiessen taban faltos de gente é tenían recelo de
al pueblo de Miraca, que como es dicho indios enemigos, de quien estaban ame-
estaba dos leguas de allí, é que del ca- naçados, é también porque aquellos espa-
pitán sabrían más largamente lo que qui- ñoles de la tierra no avian visto yr á ella
siessen , porque él tenia por carta de los otros chripslianos desde que fueron los
officiates de Sus Magestades todo lo que primeros en el armada, seys años avia,
tocaba á la yda del señor obispo. Oydo quando se comencó á poblar de españoles
esto, hiçole dar albricias de lo que tenia, la cibdad é provincia de Coro (que todo
que era muy poco, porque toda su ha- se dice por otro nombre Veneçuela), é ya
cienda avia perdido, como se ha dicho; era muerto el gobernador Ambrosio de
é luego puso en obra su camino é se fué Alfinguer, alemán, que por la compañía
con el dicho Luys á la villa de Miraca; é de los Belçares de Alemania allí residió un
todos los demás quedaron assimesmo muy tiempo, á los quales Belçares la Cessá-
consolados, con saber que la misericordia rea Magestad tiene encomendada aquella
de Dios los avia puesto en salvo á cabo gobernación. Seys dias antes que Sana-
de tantos trabaxos é desaventuras como bria é sus consortes allegassen á Coro,
avian padesçido. avia ydo desta cibdad de Sancto Domin-
XIII. Llegado Chripstóbal de Sana- go de la Isla Española un vecino de aqui,
bria á aquella villa, el capitán se holgó llamado Johan Baptista, con un bergan-
mucho con él é le hiço toda la cortesia é tín , en que llevó vino é harina é lienços
buen tractamiento quél pudo, assi por é otras mercaderias, de que algunos se
ver la persona que era, como porque repararon, porque todos ó los más se
avia sabido que era servidor é pariente vestían de algodón, por aver gastado el
del obispo de aquella gobernación é pro- paño é lienço é lo que llevaron al tiempo
vincia : é hiçole dar muy bien de comer que allí fueron, é no tenían otra cosa de
á él é á todos los que con él fueron, assi que vestirse.
muchas perdices de las de la tierra co- XIV. Desde á ocho dias después lle-
mo conexos frescos é salados, é pan de gó á Coro el señor obispo don Rodrigo
mahiz. Y en esta vida muy bien tracta- de Bastidas: el qual, por mandado de
dos estos aflegidos mareantes, estovieron Çéssar, fué allá assi á visitar su obispado
allí quatro dias, hasta que llegó á aquel como buen perlado de aquella tierra é
pueblo un factor de Sus Magestades, lla- diócesis en lo espiritual, como en lo tem-
mado Pedro de Sanct Martin, con otras poral con amplíssimos poderes de la Çes-
personas á caballo con sus lanças é dara- sárea Magestad para gobernar aquella
gas, é ciertos peones con ellos : é allí se provincia ; donde fué resçebido con toda
comunicó más el placer de los unos é de la solempnidad é buena voluntad que se
los otros; é luego el factor y el capitán pudo allí hacer, assi por los offiçiales de
hicieron dar caballos á Chripstóbal de Sa- Sus Magestades é gente española como
nabria é á Francisco de Orduña para yr- por los naturales de la tierra, como á
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XX. 533
persona enviada en lugar de Sus Mages- Chripstóbal de Sanabria, del qual, tan
tades é tan notable é tan reverenda. El particularmente como está dicho este su
quai holgó mucho de ver aquel hidalgo, naufragio, lo supe viva voce, é assi es pú-
su pariente, fuera de tan excesivos pe- blico en estas partes.
ligros é tan extremados trabaxos, é lo El piloto mal enseñado é vicioso de
recogió é favoresció; y en tanto que es- quien se ha hecho mención era ydo muy
tuvo en aquella tierra lo hiço su lugar- poco antes quel obispo llegasse á Coro:
teniente en la gobernación, porque el que bien se debe creer, segund sus obras
Ghripstóbal de Sanabria era prudente é é los que avia quexosos del, que si es-
de gentil habilidad é ingenio é suficiente perara, se le guardara justicia. Y hacién-
para lai cargo. dose aquella, no podia él quedar sin pe-
Despues quel obispo residió en su obis- na , para que por ella aprendiera mejor
pado y en aquella provincia algunos me- su officio ; é aun para que no le hiciera
ses, é ovo fecho su visitación é lo que adulterando ni con tanta torpeça é tan po-
Sus Magestades le mandaron, volvió á ca expiriençia como lo hiço en este via-
esta nuestra cibdad de Sancto Domingo je , como se puede é debe colegir de lo
de la Isla Española, é truxo consigo á que está dicho.

CAPITULO XXI.
De un ínforlunio é naufragio (aunque algunos lo han alribuydo á la poca prudencia) de un pilólo llamado
Johan Bermudez, que parlió eon una nao del puerto desla cibdad de Sancto Domingo de la Isla Españo-
la para yr á Castilla, el ario de mili é quinientos é treynta y ocho, é volvió el siguiente de mili é qui-
nientos é treynta y nueve, sin llegar allá, desde las islas de los Acores.

Hin la villa de Acúa, ques á veynte é salieron assimesrao algunos passageros:


quatro leguas desta cibdad de Sancto Do- é tomó la nao agua é algún poco de re-
mingo de la Isla Española, vive un hidal- fresco para el matalotage, é no tanto co-
go, llamado Fernando Gorjon, señor de mo les era menester para lo que les que-
un rico ingenio de acucar que allí tiene: daba de navegar, pensando que dentro
este envió á Castilla el año de mili é qui- de ocho ó diez dias llegarían á Castilla
nientos é treynta y ocho una nao suya, desde aquella isla, como se suele hacer.
cargada de caxas de acucar é cueros de El frayre ya dicho é uno ó dos passa-
vacas é cañafístola ; é partió con buenos geros se quedaron en aquella villa é puer-
tiempos del puerto desta cibdad de Sanc- to principal de aquella isla, é la nao se
to Domingo, é continuando su viaje, llegó partió de allí para continuar su viaje, é
á las islas de los Acores, que por lo me- subçediéronles tales tiempos é tan forço-
nos, é por el camino é derrota que las sos, que ovo de dar la vuelta é volvió á
naos han de llevar, hay más de mili le- esta isla y entró en este puerto un domin-
guas de navegación hasta la isla tercera, go , dia de la Purificación de Nuestra Se-
ques una de las de los Acores en que ñora, dos dias de hebrero del siguiente
aquesta nao tomó puerto. É allí salió en año de mili é quinientos é treynta é nue-
tierra un frayre, que por acá andaba fue- ve años : por manera que estuvo en este
ra de Orden, del hábito de Sanct Fran- su mal viaje cinco meses é medio desde
Cisco , que desde aquesta cibdad lo man- el dia que salió deste rio hasta que tornó
daron llevar sus mayores á España; é á entrar en él. É por falta de manleni-
536 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mientos comieron de aquellos cueros de ha de entrar en la mar, se informe prime-
vacas cocidos é assados, poniéndolos pri- ro de las cosas que agora diré, si quiere
mero en remojo, é cargábanlos de acu- asegurarse de alguna manera de los in-
car; porque lodos los otros bastimentos convinientes que se podrían ofresçer por
é cosas de su matalotage se les avia aca- no advertir é proveer en estas cosas.—
bado : lo qual ha seydo la más nueva co- Primeramente en saber qué tal es la nao
sa que se ha oydo ni visto después ques- ó caravela, en que se mete.—ítem, qué
tas Indias se descubrieron. Por manera expiriençia tiene el pijoto que la ha de
que la carga questa nao llevaba no volvió gobernar.—Lo tercero, qué copia ó can-
como salió, sino perdida ó comida la ma- tidad de marineros lleva.—Lo quarto,
yor parte, en especial del acucar é de los cómo va proveyda de bastimentos é de
cueros, que aunque los embarcaron du- agua.—Lo quinto, qué escalas ha de ha-
ros é salados (y ellos son para otro efelto cer hasta donde el passagero quiere yr.
é no para matalotage), no los dexa- —ítem, si el navio es de edad ó mal ve-
ron de comer aquellos pecadores que en lero , é como gobierna é sostiene las ve-
este trabaxo se hallaron, por escapar de las, porque con tales inconvinientes se-
la muerte. Llegados aqui, dieron muchas ria mal acuerdo entrar en tal navio. Pues
gracias á Dios que los avia traydo en sal- que si el piloto no es diestro, quassi ho-
vamento á cabo de tanto tiempo como micida de sí mesmo se puede decir el que
les turó la navegación, con muchas tor- lo sabe, si con él navega. Pues si le faltan
mentas , en que se vieron quassi perdi- marineros é la gente que debe tener, se-
dos muchas veçes é debaxo de las ondas gund el porte, mucho peligro es é nota-
de la mar, de donde los escapó Dios é ble falta ; porque los pocos en tal caso y
su gloriosa Madre, á quien se encomen- exerçiçio no pueden suplir por los mu-
daron é votaron con mucha devoción. chos en una nesçessidad, donde se re-
La ropa que escapó quedó muy dañi- quieren cantidad de tales personas, é los
neada é perdida, y el señor de la nao que maestres, por ahorrar algunas soldadas,
he dicho pleyteó en esta Real Audiencia no traen marinado el navio "ni la gente
que aqui reside, con el maestre Johan que ha menester, y es causa de se per-
Bermudez y el piloto Alonso de Baena, á der en un temporal. Pues si bastimentos
cuyo cargo yba ; y el litigio se determinó é agua les falta, claro está que los hom-
por caso fortuito, é se defendieron con- bres no pueden vivir sin ello, y es me-
tra la reqüesta é voluntad de Fernando jor que sobre un pan que no que falte me-
Gorjon, que deçia que era caso de mali- dio, porque la hambre es cosa incom-
cia ó culpa de los ques dicho, é que por portable, é muchas veces piensan estar
su negligencia é partirse sin tiempo de en el viaje diez dias y están ciento, é se
la isla tercera, avian tornado con la nao pierden. É lo sexto, ques saber las es-
á esta cibdad. calas que ha de hacer la nao, es una
Como quier quello haya seydo, es nue- cosa en que los passageros novicios no
vo caso ; é por tal le he aqui puesto en miran, que ésles después muy trabaxosa
el número de los naufragios, puesto que cosa é de más tiempo é gastos al que no
hice mención del en el libro II, capítu- están prevenidos. Si la nao es mal velera,
lo IX: la cosa ha seydo assaz murmurada ó vieja, ó no gobierna, es temeraria co-
entre pilotos é hombres de la mar, é aun sa entrar en ella, é no de buen juicio,
para poco crédito del maestre é piloto si se puede aver otra.
ya dichos; é aun es aviso para aquel que Assi que, todas estas cosas son de ad-
DE INDIAS. LIB. L. GAP. XXI. Uli /

vertir, y es menester que las miren y dis- requieren tiempo, assi como este destas
pute délias primero el que ha de nave- Indias, é aun en otro qualquier que sea
gar, en especial en los viajes largos é que por agua.

CAPITULO XXII.
Del naufragio é mal subçesso que intervino á la gente que quedó viva de la armada, quel licenciado
Ayllon llevó á la Tierra-Firme á la parle septentrional.

E,¿n el libro XXXVII de la segunda par- á poblar aquella nueva tierra, de quél fué
te desta General historia de las Indias es- mal informado; por manera que trescien-
tá dicho el mal subçesso que en la tierra tos é cinqüenta hombres é más perdieron
septentrional tnvo el armada del licencia- las vidas. El primer navio que partió con
do Lúeas Vazquez de Ayllon; y no se di- ciertos religiosos dominicos en veynle e
xo enteramente lo que eu la mar intervi- un días allegó á Puerto de Plata abierto,
no en su naufragio é tempestuosa nave- que se anegaba, y en virtud de aquellos
gación, la qual fué de no menos infelici- reverendos padres, que eran buenos re-
dad que lo acaesçido en la tierra : é de- ligiosos, se creyó que salieron en salva-
cirse há aqui con brevedad, para que los mento, puesto que con mucha nesçessi-
hombres que navegan en paz y en salva- dad é trabaxados. Este navio llamaban
mento den continuas gracias á Dios, é el Breton, é á otro que era mayor le de-
no tengan mucha cobdiçia por una vez ó cían el Breton grande , el qual tardó qua-
más que bien les subçeda ; porque al ca- tro meses hasta llegar á Puerto Rico de
bo no les acaesca lo que dicen del cánta- la isla de Sanct Johan. Algunos dicen que
ro que vá muchas veces á la fuente. As- no tardó sino cinqüenta dias; pero de
si, pues, en el libro alegado, capítu- septenta personas que en él entraron, sa-
lo II de la segunda parle destas histo- lieron quince ó veynle, é todos los más
rias hallareys escripto cómo después de murieron de hambre é de sed.
muerto el licenciado Ayllon ovo cierto Otro navio destos fué ó dar en la isla
motin é muertes entre su gente, é los que llaman el Anegada; é otro á la pun-
que quedaron determinaron de se venir ía del Tiburón, en fin desta Isla Españo-
á estas nuestras islas, é poniéndolo en la ; é otro arribo al puerto dé Sanct Fer-
efetto, metieron el cuerpo del licenciado mín, ques en la isla de Horiquen . alias
en una gavarra ó patax, para lo traer á de Sanct Johan.
esta cibdad de Sánelo Domingo de la Is- En uno de aquellos navios mataron
la Española, donde él tenia su casa . ó á una haca para la cOfiSCr, é uno de aque-
la villa de Puerto de Plata, donde assi- llos compañeros, é no el manea bam*
mesmo estaba heredado. Mas como en- briento,un dia ó dos antes que la matas-
trados en la mar los navios que queda- sen le quilo la lengua. y casa noche se
ban del armada, corrieron mucha tormen- morid aquel pecador con lu lengua de lu
ta , echaron el defunclo licenciado á la baca metida en la boca. Baquel navio
mar, é los hombres que quedaron apor- aportó á un isleo, é salieron algunos
taron por estas islas, que serian algo me- hombrea an tierra a buscar agen, ó be-
nos de ciento é c.inqüenta persona* de bieron de lu «pie hallaron en un COarqai-
quinientos hombres que avian Balido de llo sucia o >alobre, é murió uno dejlos,
Puerto de Plato con el licenciado para \ i que llamaban Bernardo de Ibarra; é ullí
TOMO IV.
538 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
se subió un indio manso en un roquedo, quando las que dessea no se pueden
é halló un maguey, de que hinchó una aver. ¡Oh inmenso Dios, qué grandes
botija de agua muy buena, con que ba- desaventuras é quán notables las que á
xado. se entró en el navio é se refresca- tan poca fuerça é resistencia como el
ron essos pecadores que allí yban, sin la hombre tiene le aplican sus pecados é
qual se tuvo por cierto que todos murie- cobdiçia, é qué géneros de muertes é por
ran. Y fué opinion de los devotos de la tantas vias se le conceden, é quán in-
Madre de Dios quella les dio aquel agua, comportables, si tu misericordia no le
porque no avia dos horas que se avian socorre !
votado á Nuestra Señora de Guadalupe. Passemos adelante, é no nos faltará en
Parésçeos, letor, contemplativo quel aquestas legiones de qué temer ni con
que tomó ó quitó la lengua de la haca qué desacordarnos de los innumerables
que comiera una tajada de acitrón ó un peligros en que andamos todos los que
pedaço de aquel pan que en su tierra tu- viven, para que roguemos á aquel que
vo en poco, por venir á buscar tal muer- solo puede excusarnos dellos que se
te. Bien lo dice el sancto Job: «Al hombre acuerde que somos de su pueblo ó repú-
hambriento las cosas amargas le pares- blica chripstiana, para que como á tales
çen dulces». É assi digo yo que al cuer- nos favorezca v en nuestras angustias so-
po quel mantenimiento falta, con las co- corra con su acostumbrada é infinita mi-
sas que suele despreciar se alimenta, sericordia.

CAPITULO XXIII.

Del naufragio de la isla del Cáliz, que los indios llaman Parataure, la qual está en la boca del rio de
Huyapari; é lo que padesçieron ciertos españoles del exérçilo del gobernador Hierónimo Dorlal.

Aqui se tractará un naufragio é peligro- de la costa del mesmo rio, á un pueblo


so camino é muy colmado de peligros, que se llama Capao, é desde allí enviaron
que intervino á la gente del gobernador cierto oro é indios é grandes nuevas de
Hierónimo Dortal, é más largamente se la riqueça que se deçia aver en Meta, y
hallará escripto en el libro XXIV, capítu- escribieron al gobernador que se diesse
lo VIII; mas porque pertenesçe assimes- priessa á yr á se conjuntar con ellos para
mo á este libro de los naufragios que se que se siguiesse la empressa. Mas viendo
haga aqui particular relación del caso, quel gobernador se tardaba de yr, acor-
decirse há con brevedad, pues que como daron de passar adelante, é hicieron una
esdicho ya está más proüxamente escripto grand barca para veynte é dos caballos,
en el lugar alegado. El caso es quel go- é con ella é seys bergantines se partió de
bernador Hierónimo Dortal envió cierta aquella parte desde Carao, por un estero
gente é navios á poblar en tanto quél yba ó braco de rio que entra en el Guayapari,
á la costa de aquel famoso é gránd rio al qual llaman el estero de Meta, é tarda-
Huyapari, á un pueblo que se deçia Ar- ron veynte dias hasta llegar á la boca
vacay, é con aquella gente envió al capi- del estero, é navegaron bien doscientas é
tán Alonso de Herrera , é hallaron el pue- cinqüenta leguas hasta llegar ; y entraron
blo despoblado, por lo qual se passó es- con los siete navios por aquel braco ó es-
te capitán é los españoles á la otra parte tero , é andovieron veynte leguas en qua-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIII. 539
reula dias, por la mucha corriente suya, en especial en el bunio donde el capitán
é siempre cresçia el agua á causa del mu- estaba : el qual acudió presto á echar la
cho llover : y estas veynte leguas las an- silla á su caballo é no tuvo tiempo, por-
duvieron á la sirga, con el agua hasta los que le hirieron con cinco ó seys flechas,
pechos los que tiraban la cuerda de la é una délias por la boca. É assi hirieron
sirga, é todo lo que podían yr adelante, á los otros españoles, sin poderse apro-
por el grande ímpetu de las aguas. Salta- vechar de sus caballos, excepto uno que
ron en tierra hasta çient hombres de pié se deçia Alonso Moran, que aunque es-
é de caballo, que eran los que podían taba herido, pudo subirá caballo; é die-
trabaxar, é los demás quedaron en guar- se tan buena maña que hirió algunos in-
da de los navios; pero la mayor parte dios é los hiço apartar del pueblo, é
enfermos é cansados del excesivo traba- assi tovieron lugar de acaudillarse los
xo que avian passado. Aquellos que sa- chripstianos é recogerse los del campo
lieron, se dividieron en dos partes á bus- que estaban cogiendo el mahiz, aunque
car poblado ; é como la tierra era en mu- quedaron heridos todos los caballos. É
cha parte anegadiços, fué su trabaxo por no me detener, pues todo está dicho
muy grande, é continuando su fatiga to- en el lugar alegado, el capitán murió ra-
paron una india é hiçiéronla su adalid, y biando dentro de tercero dia, con otros
ella deçia que llevaba los chripstianos á tres de los heridos, é murieron assimes-
un pueblo muy grande; mas acordábales mo todos los caballos, excepto uno; é
que eran pocos españoles, é que los in- assi por este trabaxo acordaron de dar
dios se los comerían, é trúxoles perdidos la vuelta los españoles en busca de sus
de unas partes á otras, mintiéndoles. É navios, é baxando el rio, por falta de
hallándose engañados, quisiéronla grati- bastimento, mataron aquel caballo é se
ficar de su servicio é ahorcáronla de un lo comieron. E llegados á Jos navios, se
árbol, porque habiendo de andar perdi- embarcaron para yr por el estero abaxo
dos assi como assi con esta cautela é bue- al rio Huyapari hasta la boca por donde
na obra, pensó aquel capitán acortar me- entra en la mar, é desde en veyníc é
jor el camino; y estando quince ó veyn- quatro dias llegaron á él con ios seys ber-
te leguas apartados de los navios, topa- gantines, porque el navio mayor, como
ron con algo mejor tierra é con mucha se les acabaron los caballos, dexáronle
comida de mahiz é yuca , é llegaron á un en el estero de Mela, donde se avian
pueblo de hasta doce casas ó buhios, en embarcado después de Ja guarábara; é
que se recogieron ambas quadrillas, pero hallaron la mar muy alta ó tempestuosa.
cansados é flacos. Y estando descansan- é á la entrada della perdieron uno de los
do allí para tomar aliento para lo que sub- bergantines con veynte cbripstiaooa é una
çediesse, é para proveer á los que avian muger, é otro bergantín , porque era vie-
quedado en los navios de algún manteni- jo, avíanle deshecho; assi que les (pie-
miento é hacerles saber dónde estaban, daban quatro. Después el dia siguiente,
siguiese que estando la mayor parte después de ahogados los ques dicho. W
desta gente cogiendo mahiz, sin lo aver les perdió otro bergantín por fortuna, é
sembrado, é no a viendo quedado sino dio al través en una foleta que está en el
pocos dellos en los buhios con el capitán embocamiento del rio, llamada Parataure,
Alonso de Herrera , vinieron sin ser sen- é la gente se salvó en ella, é se queda-
tidos hasta çient indios arrheros, é die- ron allí perdido- I«»- que en el herírantin
ron con mucho ímpetu en el pueblo, y ybao, v acordándose Dios dellos, por HI
540 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
misericordia, subcedió que estando sin chripstianos aislados, que eran diez y
esperança de salvarse, llamando á Dios seys é una muger.
en su ayuda e á su gloriosa Madre é vo- De ahí adelante los españoles, quando
tándose á su bendita casa de Guadalupe, hablaban en lo que les avia acacsçido,
vinieron muchas canoas grandes de in- començaron á llamar isla del Cáliz á aque-
dios caribes flecheros; é como estos pe- lla que, como es dicho, la llaman los in-
cadores aislados los vieron, huyeron la is- dios de Parataure, por tan señalado mi-
la adentro, la qual es áspera é alta, y raglo; porque demás de salvarse allí
escondiéronse por huyr de la muerte, aquellos chripstianos, no quiso Dios dar
porque ya su vida no estuvo en más de lugar que aquel vasso en que su sacratís-
ser vistos. É los indios de las canoas lle- sima sangre se avia muchas veces cele-
garon é tomaron mucha munición é todo brado quedasse en poder de infieles é sa-
lo que les paresció de lo que hallaron en crilegas manos.
el bergantín perdido é se lo llevaron to- El dia siguiente tornaron á su viaje es-
do, excepto un cáliz de plata, que no lo tos bergantines la vuelta de Paria, deba-
quisieron, ni allí conosçen esse metal, ni xo de la bandera del capitán Alvaro de
el artillería que también la dexaron, é se Ordáz, la via de Puerto Sancto; é desde
fueron con lo que pudieron cargar. allí se fueron á la isla de Cubagua, que
A los otros tres bergantines que yban otros llaman de las Perlas : é andando el
ya léxos dentro en la mar, acudióles tan- tiempo vino á esta cibdad el mesmo go-
to tiempo é fortuna, que forçados vol- bernador Hierónimo Dortal y el mesmo
vieron por se guaresçer en. la mesma is- capitán Alvaro de Ordáz é otros españo-
leta, donde quedaban aquellos chripstia- les que me certificaron de todo lo ques
nos perdidos, en que paresció notoria- dicho ; é parésçeme ques un nuevo mis-
mente el miraglo de Dios é la intercession terio para dar las gracias á Jesu Chripsto
de la Reyna del Cielo; é á la vuelta que éá la Virgen Sancta Maria, su Madre,
daban los bergantines, toparon una de Señora Nuestra, por tan señalado socor-
las piraguas ó canoas, é dieron sobrella é ro, é ques raçon; porque aunque, como
tomáronla con mucha comida, de la qual tengo dicho que desto más largamente es-
los chripstianos tenian extremada nesçes- tá escripto en el libro XXIV de la segun-
sidad; é no pudieron tomar indio alguno da parte, se torna aqui á memorar, por
porque se echaron al agua, é nadando se causa del título deste último libro, para
fueron á la otra parte de la Tierra-Firme. que los devotos antes topen con tal le-
E assi los bergantines recogieron los çion.
DE ÏNDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 541

CAPITULO XXIV.
El quai es masque naufragio, porque tracta de un maravilloso acaesçimienlo, en que se dá particular
relación del famosíssimo é muy poderoso rio llamado el Marañon , que el capitán Francisco de Orellana c
otros hidalgos navegaron, por el qual rio andovieron ocho meses hasta llegar á tierra de chripstianos más
de dos mili leguas, é vinieron á la isla de las Perlas (alias Cubagua) que está en esta region oçéana, é
desde allí el dicho capitán vino á esla cibdad de Sánelo Domingo de la Isla Española con algunos milites
de su compañía, participantes de sus trabaxos , é testigos de lodo lo que aqui será contenido, segund lo
escribió un devoto é reverendo padre de la Orden de !os Predicadores, llamado fray Gaspar de Carvajal, que
á lodo se halló pressente su persona, del qual dice la pressente leçion ó breve historia de aquesta manera.

Li olvido quitó á muchos el galardón é lo cierto de los trabaxos que han passa-
pago de sus servicios, é la memoria en- do por el capitán Francisco de Orellana
salcé el valor de los que con los prínci- é cinqüenta compañeros que sacó consi-
pes alcançaron la remuneración de sus go del real del gobernador de Quito, Gon-
obras, como la Sagrada Escriptura nos lo çalo Piçarro, hermano del marqués don
acuerda con David estando en la casa é Francisco Piçarro, gobernador de la Nue-
corte del ingrato rey Sahul, é Mardocheo va Castilla, alias el Perú, por la Cessárea
en la corte é casa del magnífico rev As- Magestad del Emperador Rey, nuestro
suero; é á este propóssito podríamos señor. El qual capitán Gonçalo Piçarro
traer otras muchas auctoridades é autén- entró la tierra adentro en demanda de la
ticos exemplos, que dexo por evitar pro- conquista é descubrimiento de la provin-
lixidad. cia de Ja Canela, porque alguna canela,
Referiré solamente, ó quiero decir que por industria de los indios é de mano en
de los hechos notables de los Romanos mano avia venido á Quito é á estas par-
poco supiéramos agora, si nooviera quien tes del otro polo antartico ó meridiona-
los escribiesse, assi como Tito Livio en les, donde españoles andaban, é tuvie-
sus Decadas, é otros auctores; é aunque ron noticia della; y era muy desseada,
essos mejor que yo lo supiessen hacer, porque se pensaba que avia de resultar,
nesçessidad lovieron de ser informados hallando tales arboledas y especias, grand
de quien pudo testificar de vista lo que- servicio á Dios en. la conversion de los
llos con elegantes letras é pulido estilo indios que Ja posseen, é mucha utilidad
sacaron á luz, é pusieron en perpetuo é acresçcntamienlo para la hacienda real,
acuerdo para los venideros, que agora é otros muchos provechos é secretos que
leemos é leerán sus tractados. Assi yo, se esperaban desta nueva empressa. Y
no para más de informar con verdad á baxando por un rio este gobernador é su
quien lo quisiere saber é leer mi relación gente, fué informado que la tierra do
llana é simple, sin circunloquios, con la adelante era despoblada é falta de man-
rectitud quel religioso debe testificar lo tenimientos para el cxérçito que llevaba,
que vido, é como aquel á quien quiso é por proveer en tal aesçessidad, acordó-
Dios dar parte á esta peregrinación, con- se entre el gobernador Gonçalo Piçarro
taré una historia, tal qual ella es, si yo y el capitán Francisco de Orellana ó con
la supe sentir y en parte comprender; é otras personas particulares de aquel real.
aun porque me paresçe que no cumpliría que no era cosa convinimh* passar ade-
yo con mi consçiençia, dexando de dar es- lante sin que primero so tontasse Ja dis-
ta particular noticia á quien quisiere saber pusieron del camino, é que si posible fues-
542 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
se el exérçito se proveyesse de mahiz e veynte compañeros, á los quales é á él
de todo el mantenimiento que se pudies- no faltaron inmensos trabaxos, porque
se hallar, porque avia grand nesçessidad perdió sobre quarenta mili pessos de oro
é mucha falta de comida. en caballos é municiones é aparejos para
Para este efetto salió del campo el di- la guerra, assi como catorce caballos é
cho capitán con los çinqiienla hombres toda la ropa é quanto traia, que solamen-
que se dixo de susso: el quai y ellos pa- te le quedaron tres caballos.
desçieron innumerables trabaxos é nes- Sus compañeros perdieron los caballos
çessidades, assi de hambres como de nes- é ropa que tenían, sin les faltar á él ni
çessidades, y en diverssas partes pelea- á ellos muchas fatigas, assi de hambres
ron con muchos indios de guerra en el como de muchos recuentros é guerra que
dicho rio é fuera del, de muy diferentes en el camino se les opusieron ; ú aunque
lenguas é nasçiones, como lo diremos á este capitán é sus consortes que lo pa-
adelante. desçieron lo oy é lo tengo por cierto, no
No curaré de contar los peligros é nes- me quiero ocupar en decir aquello que no
çessidades quel mesmo capitán primero vi ni me cupo en sola parte que en lo de
avia experimentado, viniendo en segui- adelante participé con el mesmo capitán
miento del dicho capitán Gonçalo Piçar- Francisco de Orellana é sus çinqiienla
ro é á buscarle desde su casa, dexando compañeros por el rio abaxo, con el mo-
su assiento é reposso que tenia con mu- tivo ya dicho que salimos del real, yen-
cha honra é provecho, porque era tenien- do á buscar tierra poblada é de comer,
te general de gobernador en la villa nue- en un barco é ciertas canoas, en que as-
va de Puerto Viejo é de la cibdad de simesmo yban algunas cargas de ropa
Sancliago, quél avia poblado é conquis- del real é algunos enfermos, é aun des-
tado á su costa é mission, ques en el Pe- sos yo era uno; é como no podia cami-
rú , donde tenia muchos é buenos indios nar á pié ni á caballo, metíme en el barco
de repartimiento, é otras haciendas é ga- hasta llegar á poblado, creyendo quel
nados é grande aparejo para ser muy rico real é todo el exérçito pudiera yr allá, é
hombre, si se contentara de estar en su assimesmo entró en este barco otro reli-
casa allegando dineros. Pero como cava- gioso de Nuestra Señora de la Merced,
llero que desseaba mejor emplear el tiem- que se deçia fray Gonçalo de Vera.
po é su persona é servir á Dios é á su Salimos del real segundo dia de pas-
Rey, ó porque le tenia Dios elegido para qua de la Natividad de Nuestro Redemp-
tan notable subçesso é descubrimiento, tor Jesu Chripsto, lunes, añoé dia segun-
no tuvo en tanto su descanso como yr á do de mili é quinientos é quarenta y dos,
ver y experimentar é inquirir el fin de é proseguimos el rio abaxo, el qual nas-
una empressa tan famosa como decían çe en la provincia que se llama Atunqui-
que era hallar aquella canela; é assi de- xo, cuyo nasçimiento está treynta leguas
xó su assiento é fué á alcançar el real del de la mar austral, por donde ya aviamos
dicho Gonçalo Piçarro en la provincia de passado con todo el exérçito del gober-
Moti, é hasta llegar allí passé por muy nador Gonçalo Piçarro.
grandes é ásperas montañas, pobladas Con este rio se juntan otros poderosos
de indios caribes ó bravos, é por muchos rios, assi como llaman el de Coçanga,
é poderosos rios é por la provincia de Çu- por el qual assimesmo passamos, como
maco, ques muy poblada de indios de otro que se diçe Payamino y el de la Ca-
uuerra, no travendo consigo más de nela ; de manera que por ser el rio por
DE INDIAS. IB. L. CAP. XXIV. 543
donde ybamos tan impetuoso, los hom- nuestra afliçion, acordóse y elegimos de
bres de la mar que acertaron á yr en dos males el menor, á lo que nos pares-
nuestra compañía en el número ques di- ció, que fué yr por el rio adelante agua
cho de los cinqüenta , marcaban el rio, abaxo, remando lo que nuestras fuercas
é notaban é ponderaban nuestras jorna- bastassen, en confiança que Nuestro Se-
das, é afirmaban que cada dia, remando ñor, por su misericordia, las conserva-
agua abaxo, navegábamos veynle é cin- ría hasta darnos remedio, é que no per-
co leguas ó más. Desta forma caminamos mitiría nuestra perdición.
tres días sin poblado. ¡Oh inmenso Dios, Entretanto, á falta de otros manteni-
qué léxos é inocentes están los hombres, mientos, comíamos cueros de sillas é
é quán apartados de entender ó congec- arçones, é también los de venado de las
turar el fin adonde van á parar sus pere- petacas ó sestas que enforradas en ellos
grinaciones é cuentos! estaban, en que llevábamos essa poca ro-
Viendo que nos aviamos alexado tanto pa que teníamos, é algunos cueros de
del real, é que se nos avia acabado el dantas, sin perdonar las suelas é cápalos
poco mantenimiento que metimos para que se hallaron en la compañía ; é aun-
un camino tan incierto como el que se que no avia otra salsa sino la mesma
nos avia convertido, tan al revés de lo hambre, essa mesma les ponía el gusto é
que primero pensábamos; é púsose en tal apetito, que se comportaba á más no
práctica entre el capitán é los compañe- poder tan nuevos manjares para substen-
ros la dificultad de la vuelta é la falta de tar esta miserable carne. Algunos com-
la comida, é quando partimos del real pañeros comían hierbas no conosçidas, y
pensábamos que otro dia ó aquel halla- estos fueron los peor librados, é llegaron
ríamos de comer é algún pueblo ; pero en á punto que se pensó que no escaparan
confiança que ya no podría estar léxos con la vida, é quiso Dios dársela median-
alguna población, acordóse que passasse- te un poco de açeyte que se halló entre
mos adelante. Pues otro ni otro dia no ciertas medicinas que venian en el barco,
se halló ni vimos vestigio ni señal de po- las quales eran del cirujano del real.
blación , y con paresçer de todos dixe yo Con esta fatiga ques dicho yban algu-
una missa del Sánelo, encomendando á nos compañeros muy desconfiados, á los
Dios, Nuestro Señor, nuestras personas quales el capitán, como era cavaílero
é vidas, é suplicando á su Divina Mages- animoso los esforçaba todo quanto él po-
tad, aunque indigno, en aquel sánelo é día, dándoles esperanças con tal gentil
sacratíssimo misterio, que nos sacasse semblante é buenas palabras, que pares-
Nuestro Redemptor de tan manifiesto tra- cía que Dios le dalia gracia especial para
baxo é perdición "que ya se traslucía; por- confortarlos é ayudarlos á sufrir su tra-
que aunque quisiéramos volver agua ar- baxo, é sin dubda hacia mucho fruclo en
riba remando, era imposible caminar más esto.
de tres leguas en un dia, por la veloci- El dia de año nuevo parescióles á cier-
dad é grand corriente de las aguas. Ten- tos compañeros que yban en otra canoa
tar de yr para tierra era cosa excusada de la conserva é flota nuestra que oian
é no posible ; de forma que estábamos en alambores, é publicóse por todos éalgu-
grand peligro de muerte, á causa de la nos lo afirmaban ; otros decían que no lo
mucha hambre que padesçiamos: é assi, oian, pero algún tanto se alegraron con
estando buscando el consejo é paresçer esta nueva sospecha, é caminamos con
de lo que se debia hacer, platicando en más diligencia de la acostumbrada, é co-
5U HISTORIA GENERAL Y NATURAL
mo en la verdad aquel dia ni otro siguien- ver al real, si pudiesse ser, con aquel
te se oian atambores, creyeron ser yma- mahiz en el barco é canoas, é para esto
ginaçion lo que se deçia del oyr los mandó descargar la ropa que llevaba
atambores, é desta causa, assi los que aquel barco é quél con las canoas le car-
yban enfermos como los sanos desmaya- gassen de mahiz; pero puesto que su in-
ron. E como Dios, Nuestro Señor, es pa- tención era buena é de socorrer de man-
dre de misericordia é de toda consola- tenimiento al exérçito de Gonçalo Piçar-
ción , que repara é socorre á quien le lla- ro, era imposible poderse hacer ni lle-
ma en el tiempo de la mesma nesçessi- var el rio arriba esse bastimento, é assi
dad, estando el lunes en la noche (avien- lo dieron á entender los hombres de la
do ocho dias que caminábamos) comiendo mar de nuestra compañia, aunque el bar-
de un poco de trigo é harina que yo traia co é canoas fueran sin carga : non obs-
para hostias, que ya no nos quedaba tante lo qual acordó que cinco ó seys
otra cosa que comer, oyéronse muy cla- hombres é algunos indios mansos é dos
ramente atambores de indios, é á nues- negros que avia para ayudar á remar, se
tro paresçer estarían de adonde estába- partiessen con este socorro de comida, é
mos cinco ó scys leguas, é certificándo- llevasscn cartas al gobernador Gonçalo
nos de nuestras orejas de todos, en las Piçarro, informándole de lo que passaba
quales se yba cada hora mejor oyendo, hasta estonces. É porque los españoles
proveyó luego el capitán en que nos ve- de mejor voluntad lo hiçiessen, les pro-
lássemos,é assi por quartos, como entre metió mili castellanos; y entre toda la
buenos guerreros se acostumbra, se re- gente se hallaron solo tres que dixeron
partieron las velas con mucho recabdo, quellos yrian, si les daban tres ballesteros
lo qual no se avia fecho antes por el des- que fuessen con ellos; los quales no se
poblado é viaje que hasta allí aviamos hallaron de tal propóssito, porque temían
traydo. la muerte, que les estaba cierta por lo
Otro dia por la mañana mandó el capi- que avian de tardar hasta llegar adonde
tán que todos estoviessen á punto é se ar- avian dexado el campo ó real, hasta el
massen é toviessen prestos tres arcabu- qual en quarenta ó cínqüenta dias no pu-
ces é quatro ó cinco ballestas que avia dieran hacerlo, aunque ninguna contra-
entre los compañeros ; porque en la ver- dicen hallaran, é porque no tenían co-
dad , aunque en ninguno de los españoles mida ni dónde buscarla los del exérçito
avia poco cuydado para hacer lo que de- mayor dó avia quedado Gonçalo Piçarro,
bía, el capitán tenia el suyo y el de to- antes de ncsçessidad avia de volver atrás
dos , é assi en lo que tocaba á su cargo á buscar poblado para no morir de ham-
hiço muy bien el officio de esforçado é bre; y essos que aviande yr el rio arri-
prudente varón. ba con este recabdo tampoco avian de
Siguióse que otro dia martes, que se dexar de perderse, aunque indios no les
cumplieron nueve dias que aviamos sali- molestassen, quanto más que ninguna se-
do del real, llegamos á un pueblo de una guridad se podía tener de los naturales
nasçion de indios que se llaman irima- de la tierra é de las costas por donde
rays, en la qual quiso Dios que hallamos avian de tornar.
mucho mahiz é algún pescado guisado é Por todos estos inconvinientes é otros
mucho axi ; é assi aquel dia como el si- muchos que se dexan de decir cessó la
guiente el capitán hiço recoger todo el yda, ó aun porque todos los compañeros
mahiz del pueblo con propóssito de vol- requirieron al capitán que no volviesse el
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 545
rio arriba, ni enviasse aquellos hombres, rota de la mar del Norte, yéndola á bus-
porque ya estaban doscientas leguas del car por el rio abaxo, todos los de la com-
real; é segund se creia, aviendo respec- pañía se concordaron en esta determina-
to á la nesçessidad en que avian dexado ción , é que se hiçiesse para este efetto
el exérçito, era de creer que avria dado un bergantín, en que fuessen treynla
la vuelta á buscar de comer, é que esto- hombres, é que en el barco fuessen los
tros, ya que fuessen, no hallarían el otros veynte restantes : é porque el tiem-
campo é gente de los chripstianos en to- po no se gastasse en ociosidad se hiçies-
do el rio: é por tanto le rogaron y ex- sen clavos, é que algunos hombres fues-
hortaron al capitán Francisco de Orella- sen á buscar madera para esta labor; é
na que mudasse el acuerdo é siguiesse assi se puso por obra.
otra derrota, é que le seguirían todos, co- En aquel tiempo que allí estuvieron,
mo á su capitán ; é que procurasse, como sacando cada uno fuerças de flaqueça, ó
cavallero, segund era obligado, de sa- tomando á la nesçessidad por maestro,
carlos del peligro é nesçessidad notoria sin offiçiales que en tal arte fuessen ex-
en quel é todos estaban ; é se allegasse á pertos, unos hacían carbon, sin ser car-
consejo, é aquello se hiçiesse que más al boneros, é otros cortaban é traían leña,
propóssilo de su salvación é remedio fues- sin ser leñadores, é otros hacían clavos,
se, protextándole las vidas de todos en sin ser herreros, é otros sonaban los fue-
que deçian quél solo seria en cargo, si lles de la fragua ; é seyendo Dios el pa-
otra cosa intentasse. dre é gobernador é suplidor de la indus-
El capitán, visto el paresçer de su gen- tria, de que caresçian los unos é los otros,
te , é conosçiendo que todo era verdad en breves días se hicieron bien dos mili
lo que le deçian, é que tenían raçon, as- clavos de las cadenas y herraduras é co-
si por lo ques dicho como por causa del sas de hierro que se hallaron en la com-
horrible despoblado por donde aviamos pañía.
venido, acogióse como prudente al pa- Era cosa de maravilla ver la herman-
resçer de los compañeros, é dexó de se- dad é la obidiençia é diligencia con ques-
guir su voluntad, que era socorrer á la los poquitos, que allí nos hallamos, nos
mucha nesçessidad en quel exérçito de tractábamos é nos ayudábamos con una
Gonçalo Piçarro quedaba; pero pues sociedad é amor entrañable é claro; mas
aquello no se podia hacer, dio gracias á como dixo el Ángel á Esdras: tPor mu-
Dios por todo: el quai por su misericor- cho que los hombres amen á sus próxi-
dia permitió que los indios comarcanos de mos, mucho más los ama Dios». E assi
aquel assienlo vinieron de paz, é como lo mostró su misericordia con nosotros en
amigos, unos daban por rescate pescado, este tan largo é peligroso é nunca oydo
otros traían aves é alguna carne de gatos semejante viaje. Volvamos á nuestro ca-
monillos ; y en aquel pueblo se reformó mino.
esta trabaxada compañía nuestra, assi los Digo que parlimos deste assienlo, aca-
que estaban enfermos como los sanos. bada la obra, víspera de la fiesta de la
En este pueblo de limara nos detuvi- Purificación de Nuestra Señora, que por
mos quarenta dias, quassi, por ver si se otro nombre dicen la Candelaria, prime-
podia saber por alguna via de la gente ro dia de hebrero del año ya dicho de
nuestra del real : é cómo esto no fué po- mili é quinientos é quarenta y dos años.
sible, ni tampoco lo era escapar nosotros É no nos detuvimos allí más, porque se al-
con las vidas, sino siguiendo la via é der- earon
v
los indios, é avia más de quinç«
6<J
TOMO IV.
546 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dias que no venían á rescatar, ni menos se nos avia de acabar presto esse poco
proveían de comida, é apocábase el mahiz mahiz que nos quedaba, caminamos el
que en este pueblo se avia hallado. É si- dia todo lo quel sol é luz nos turaba, re-
guiendo nuestro viaje, fuymos en deman- mando todos quanto nuestra humana fla-
da de una población llamada Aparia, ques queça bastar podía, porque como no te-
principal señor de aquella é su provin- níamos piloto, ni chripstianos nunca hi-
cia, y está de una banda é otra del rio: cieron tal camino, ni carta de navegar
al qual el capitán Francisco de Orellana ovo jamás de tal cosmographia, era nes-
avia hecho mucha fiesla, é por le atraer çessario repossar, ó á lo menos no cami-
á la amistad de los chripstianos le avia nar de noche; pues de dia nos era oculto
dado chaquira (que assi se llaman los sar- el viaje que hacíamos, de noche pudié-
tales de qüentas é cosas que por adorna- ramos incurrir en más peligros, é fuera
miento é joyas traen al cuello los indios falta de prudencia é temeraria hacaña
é indias), é también junto con esso les dio movernos de donde el sol nos dexasse.
otras cosas de ropa en el assiento donde Un desman grande é no pequeña alte-
se hicieron los clavos, porque allí nos ración se nos ofresció, ó no poca triste-
avia y do á ver, é llevó estonces alguna ça causó, en que vimos segund el tiem-
comida este capitán, que tenia su casa po sospechas de nuestra perdición é
en un rio que se junta con el que nos- dubdosa salvación corporal de nuestras
otros navegamos. É por su mucha cor- vidas: hablamos lo que sabemos é lo que
riente y entrar con tanto ímpetu é fuer- vimos testificamos. Acaesció una tarde
ça, no bastó la nuestra para subir con él que nos rancheamos en un pequeño este-
por el barco é canoas á tomar la pobla- ro ó arroyo que concurría en la costa del
ción , puesto que oymos los atambores é principal rio de nuestro viaje, por tomar
vimos muchos indios en canoas en defen- algunos pescadillos, y que dos canoas de
sa del puerto : antes faltó poco para nos las nuestpas passaron adelante, é yban
anegar, al passar de la junta del rio en en ellas once chripstianos de la com-
una grand paliçada que avia traydo la pañía: los quales, creyendo quel ca-
corriente. E assi contra nuestra voluntad pitán con los demás españoles ybamos
passamos adelante á buscar de comer; é adelante, prosiguieron su viaje toda aque-
ya que algunos lugares hallamos, estaban lla noche é otro dia é otro: de manera
despoblados ó aleada la gente é quema- que en dos dias é dos noches no çessa-
das las casas por mandado del señor ques ron de andar, é cómo el rio era muy
dicho: á causa de lo qual nuestras nes- grande é se partía en muchos bracos, que
çessidades é hambre siempre se aumen- en partes entraban unos rios y en otras
taban, é nuestras fuerças é brios se yban salian otrosé se desunían, sospechóse, é
enflaquesçiendo ; porque lo poblado era aun los más afirmaban por cosa cierta,
para nosotros despoblado é yermo, pues- que aquellos compañeros se avian de per-
to que todavía se hallaba alguna yuca é der ó morir á manos de indios; é nosotros
axí en las charcas, que assi llaman allí á sin ellos comamos harto riesgo, assi por
los cercados de rocas de los heredamien- hacerse menor la compañía é fuerça nues-
tos. tra, como porque entre aquellos yban
Desta manera discurrimos por las cos- personas para mucho, é muy cursados
tas é tierra de las poblaciones deste ca- en las cosas de la guerra de los indios.
cique, ques larga distancia, por ser Era tanta la tristeça de los que quedá-
grande señorío el suyo ; é con temor que bamos , que no lo sabré encaresçer en e1
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 547
grado que todos lo sentíamos ; é assi mu- cia de nuestra venida, é de temor se
chos hicieron votos é promessas de ro- avian ydo del pueblo á aquellas ranche-
merías é limosnas é devociones, é con rías, á las quales el capitán mandó yr
mucha atención hacían peticiones á Dios ciertos compañeros en las canoas para ha-
é á su gloriosa Madre sacratísima, y su- blar é asegurar los indios. É proveyó que
plicando por aquellos compañeros para ningún español de aquellos que envió sa-
que no se perdiessen, quiso é tuvo por liessen en tierra, ni les hiçiessen mal trac-
bien nuestro Padre de misericordia é Sal- tamiento, sino que con la mejor manera
vador nuestro que los hallamos á cabo da que pudiessen les pidiessen comida, é los
dos dias, que se avian detenido por cau- Ilamassen é animassen para que viniessen
sa de los indios que vieron en canoas por de paz é seguros á hablar al capitán ; é
el rio, é certificáronse que no ybamos plugo á Dios que assi se hiço muy pací-
adelante; é con temor de los indios é no ficamente. De allí truxeron algunas tortu-
osar entrar en las poblaciones, se detu- gas de las muy grandes, que no es cosa
vieron é ovo lugar que los alcancássemos; de dexar de contemplar, porque está-
que no fué poca, sino grandíssima é bue- bamos muy léxos de la una é de la otra
na ventura para todos, pues assi como los parte del Norte é del Sur, donde se sue-
vimos de léxos (é las cosas desseadas len hallar tales pescados ; é truxeron assi-
siempre traen consigo dubdoso fin hasta mesmo papagayos, que bastó para comer
ser conseguidas é desechar tal temor), los compañeros aquella noche abastada-
unos creian que no eran ellos, otros de- mente.
cían que sí, confiando de su vista. Y al- El dia siguiente, assi como fué salido
cançada la verdad, fué extremada el ale- el sol, los indios vinieron de paz á ha-
gría de todos despues que llegamos á re- blar al capitán; é supimos desta gente
conosçernos ; é algunos de goço no po- que estábamos en tierra de Aparia el
dían retener las lágrimas. grande, é que de allí adelante avia mu-
Assi como esta recreación é consuelo chas poblaciones, é que no estaban los
ovimos goçado algún tanto, luego el ca- pueblos quemados como hasta allí los
pitán , como prudente é celoso de la sa- aviamos hallado, de Ja qual causa avia-
lud de todos, mandó tomar puerto para mos traydo tan grand despoblado desde
aliviar el cansancio é trabaxo passado; é los Yrimais, é desde Aparia el menor que
assi paramos aquel día temprano, y el si- aviamos caminado diez é nueve dias, en
guiente también se passó en conversación el qual tiempo passaron los compañeros
é preguntas, como si oviera un año que algunas ncsçessidades, que no cuento por
no nos oviéramos visto. Allí mandó el ca- evitar prolixidad.
pitán á todos los compañeros que yban en Dia de Sancta Olalla, aviendo ya pas-
canoas, sógraves penas, que no se apar- sado once dias de hebrero despues que
tassen del barco por espacio ó distancia partimos del assiento de los clavos, se
de un tiro de ballesta, porque no se si- juntaron dos ríos con el río de nuestra na-
guiesse otro desastre como el passado. vegación, y eran grandes, en especial el
Otro día siguiente llegamos á ciertas que entró á la mano diestra como venia -
rancherías de indios, que se avian des- mos el agua abaxo: el qual deshacía é
poblado, no léxos de un pueblo grande, señoreaba todo el otro rio, é pampa
en el qual dormimos aquella noche; y que le consumía en sí; porque venia tan
era de más de sesscnta casas, é segund furioso é con tan grand avenida, que era
parcsció, algunos dias antes tenían noti- cosa de mucha grima y espanto ver tan-
o 48 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ta paliçada de árboles é madera seca co- tín que hicimos; mas como era Dios ser-
mo traía, que pusiera grandíssimo temor vido que tan grand secreto se efettuasse
mirarle desde la tierra, quanto más an- é supiesse, para que se diesse noticia á
dando por él. la Cessárea Magestad de lo que nosotros
Estas juntas destos tres rios se llama- vimos, c que con tanta dificultad é por
ron las juntas de Sánela Olalla: muchos tal manera se descubrió, que por otra vía
de los que allí ybamos afirmaban que era ni fuerça ni poder humano era posible,
el rio de las sierras de Maca; y era tan sin poner Dios en ello su mano, ó quan-
ancho de banda á banda de ahí adelan- do su voluntad fuesse, passando muchos
te, que paresçia que navegábamos por siglos é años se supiesse, assi quiso é
una amplíssima mar engolphados. permitió su divina providencia darnos el
Assi como llegamos á las poblaciones capitán tan apropóssito é tan hábil, que
de Aparia, á cabo de los diez é nueve en verdad paresçe que le tenia Dios,
dias que tenemos dicho, fuymos costean- Nuestro Señor, guardado para tan grand
do por buenos pueblos, en que hallába- efetto, porque su industria é afabilidad é
mos mahiz é algún pescado, en especial diligencia fueron mucha parte de nuestro
de tortugas, é algunos guacamayos, que buen subçesso. El qual con mucha conti-
son papagayos de los grandes, que los nuación, despues que passó á estas In-
indios suelen tener por placer en sus dias, siempre procuró de entender las
casas, ó para pelarlos é servirse de las lenguas de los naturales délias, é hiço sus
plumas; é nosotros quedárnoslos parala abecedarios para su acuerdo; é dotóle
olla. Esta gente era tan doméstica, que Dios de tan buena memoria é gentil na-
puesto que escondían sus haciendas é tural, y era tan diestro en la interpreta-
mugeres é hijos fuera de los pueblos, ellos ción, que non obstante las muchas é di-
venían á rescatar con nosotros é nos traían ferenciadas lenguas que en estas partes
de comer. hay, aunque no entera ni tan perfetta-
Domingo veynte é seys dias de hebre- mente entendiesse á todos los indios, co-
ro, viniendo nuestro camino por el rio é mo él desseaba, siempre por la conti-
curso acostumbrado, salieron á nosotros nuación que en esto tuvo, dándose á tal
ciertos indios en dos canoas, é nos tru- exerçiçio, era en fin entendido y enten-
xeron diez ó doce tortugas muy grandes, día assaz convinientemente para lo que
en que paresció claramente averlos Dios hacia á nuestro caso.
enviado para remedio de nuestras vidas, Bien conozco que he tomado materia
porque despues de aver resçebido el res- entre manos que requiere más reposso é
cate quel capitán les mandó dar por las habilidad de la que en mí hay para es-
tortugas, los indios quedaron muy con- crebir estas cosas tan al proprio é por tal
tentos, assi de ver la buena paga que se estilo que á los de mediano entendimien-
les hiço, como de ver con quán buena to plcgan, é á los altos juicios é doctos
voluntad los tract a mos. É regocijáronse varones no desagraden ; pero como dice
mucho de ver quel capitán nuestro enten- Tullio: «Las cosas grandes con estilo ele-
día su lengua, que no fué esto poco bien gante, es juguete de niños; poder expli-
para la substentaçion de nuestras vidas carlas llana é claramente, es officio de va-
é para sacarnos á puerto de claridad é ron sabio que entiende». Mas como dice
venir á tierra de chripslianos: que á no la Sagrada Escriptura, é los cathólicos
la entender, ni los indios salieran á nos- debemos afirmar: «Solo es Dios el que dá
otros, ni tampoco hiciéramos un bergan- boca é sapiencia á los hombres».
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 549
Este nuestro capitán, viendo quel rio que un par de las de Castilla, é no de
se hacia dos bracos, preguntó á aquellos menos buen sabor.
indios que venían en las canoas por quál El capitán Francisco de Orellana, vien-
de los dos bracos yriamos, y ellos res- do el buen comedimiento de los indios,
pondieron en su lengua é dixeron:—«Se- les hiço un raçonamiento, dándoles á en-
guid por donde nosotros fuéremos». E tender que éramos chripstianos é adorá-
cómo el capitán los entendió, mandó que bamos é creemos en un Dios solo é ver-
fuéssemos la via que los indios llevaban; dadero, que crió el cielo é la tierra, é
é assi fu y mos por el un braco del rio, que somos vassallos del Emperador de
del qual estábamos bien desviados, é á los chripstianos, grand Rey de España,
no venir estas guias nos fuéramos por la llamado don Carlos, nuestro señor, cuyo
madre del rio é nos passaramos adelan- es el imperio é señorío que todos los in-
te del assiento en que estaba el cacique dios habitan, é otros muchos é grandes
é señor de toda aquella tierra, lo qual no señoríos é reynos, é por su mandado an-
podia ser sin mucho riesgo de nuestras dábamos mirando aquella tierra para le
vidas. En fin, fuymos en seguimiento de dar raçon de lo que aviamos visto en ella.
los indios ques dicho de las dos canoas Todo esto paresçia que con mucha aten-
hasta llegar á la población grande, don- ción é sabor escuchaban é ponían en la
de hallamos aquel señor ó príncipe con mente en quanlo se les decía, é después
muchos indios ; los qualcs, assi como vie- quel capitán calló paresçia que los oyen-
ron que ybamos hacia donde ellos esta- tes quedaban contentos; y estando todos
ban , enconlinente todos se embarcaron en silencio, aquel su príncipe preguntó al
en sus canoas, é se pusieron en manera capitán que quién éramos, ó mostrando
de hombres de guerra ; y el capitán Fran- que no avia enteramente entendido lo que
cisco de Orellaua mandó assimesmo que se le avia dicho, ó queriendo ser mejor
los chripstianos estoviessen sobre aviso informado de lo que se le deçia ; é quiso
con las armas en las manos é aparejadas saber que adonde ybamos, por ver si el
las ballestas é arcabuces, si la cosa He— capitán discrepaba de lo dicho: el qual
gasse á rompimiento, pues los indios mos- le replicó lo mesmo que ya le avia dado
traban que querían acometernos. É assi á entender, é le dixo demás dcsso, que
con buena orden tomamos el puerto del éramos hijos del sol, é que ybamos el
pueblo sin olro peligro, y el capitán é rio abaxo, que era nuestro camino.
nuestros saltaron en tierra; é los indios, Esta nueva les plugo mucho oyrla y es-
viendo nuestra audacia, maravillados, se pantáronse mucho los indios, mostrando
allegaron mas cerca, y el capitán les co- grand alegría, teniéndonos por sánelos ó
raencó á hablar en su lengua, é les dixo personas celestiales, porque todas aque-
que saliessen en tierra é no tovicssen te- llas gentes adoraban é tienen por su dios
mor alguno, y ellos assi lo hicieron, mos- al sol, quellos llaman Chisse; é de ahí
trando en su semblante que les plagia con adelante ninguna cosa negaban á quantas
nuestra venida. Y sacaron luego de sus el capitán les pedia.
canoas mucha cantidad de comida, assi Fecho esto, despidió á los indios, dán-
de tortugas como de otros muchos pesca- doles muchas cosas de rescate, y ellos
dos é algunas perdices é monos assados. con mucho placer se entraron en sus ca-
Estas perdices son al proprio como las de noas, é con muy grande grita so aparta-
nuestra España, pero aquestas son tan ron é pusieron en !o ancho del rio e dexa-
grandes que cada una dolías es mayor ron todo el pueblo desembarazado, adon-
550 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de nos apossentamos. Cómo el capitán vi- porque los unos é los otros desseaban ver
do el buen aparejo é dispusieron de la el fin destos trabaxos é llegar adonde
tierra é la buena voluntad que los indios descansássemos.
nos mostraron, determinó de hacer otro Con todo nuestro trabaxo avia otro
bergantín, é púsose luego por obra, é muy importuno, que la dispusiçion del
hallóse entre nosotros un entallador : el lugar en que estábamos nos causaba, y
qual, aunque su officio era apartado de era que por horas cada uno de los que se
la carpintería de ribera, supo dar orden ocupaban en la labor, para que la pu-
é forma para quel bergantín se hiçiesse. diesse hacer convenia que otro compañe-
Y assi el capitán proveyó en repartir por ro, é aun á veces dos, le quitassen los
los compañeros las quadernas é tablaços mosquitos con unos aventadores de plu-
é maderas que se avian de cortar é traer ma que los indios nos daban; porque eran
por sus quadrillas, é otros ordenó que hi- tantos, é tan importunos é malos, que no
çiessen carbon, é á otros que armassen nos podíamos de otra manera valer ni
la fragua que un ingenioso compañero defender de tal plaga sin aquellos mosca-
avia fecho, sin ser herrero. Mas todo ello dores : ni aun comer no podia un hom-
se hacia con mucho trabaxo, porque en- bre, sin que otro le aventasse los mos-
tre nosotros no avia herreros ni offiçiales quitos, ni hacer otra obra fuera de los
para la labor que se avia de hacer, ni pabellones é toldos que cada uno avia
los compañeros eran acostumbrados á se- hecho de las mantas de algodón que te-
mejantes exerçiçios; pero non obstante níamos para poder dormir. Tanta era la
essas dificultades, Nuestro Señor daba á moltilud de los mosquitos, grandes é pe-
todos ingenio para lo que era nesçessa- queños, assi de noche como de día, de
rio, é se animaban é trabaxaban con que éramos perseguidos, como se escri-
grand voluntad viendo que lo hacían pa- be de las plagas de Egipto. É no quiso
ra salvar las vidas de todos. É si de allí nuestro Dios fallarnos, pues quel official
saliéramos con las canoas, dando como é nuevo maestro de la obra se dio tan
después dimos en gente de guerra, ni buena maña con los que le ayudaron, que
nos pudiéramos defender ni salir del rio se hiço un muy buen bergantín para salir
en salvamento; é assi paresció claramen- á la mar é para navegar por el rio, muy
te que Dios alumbró al capitán para que mejor quel barco que traíamos, el qual
en este pueblo ques dicho se hiçiesse el el mesmo official avia hecho.
bergantín, porque adelante no avia dis- En este mesmo assiento passamos la
pusieron ni lugar, ni oviera tiempo para quaresma toda, donde se confessaron to-
hacerle, assi por falta de comida como dos los compañeros con los dos religiosos
de madera é assíento á nuestro propóssi- que allí estábamos; é yo prediqué todos
to, como era este ; porque los indios ve- los domingos é fiestas y el Mandato é la
nían todos los dias del mundo é nos traían Passion é Resurreçion lo mejor que Dios,
de comer, assi manatíes é tortugas como Nuestro Señor, quiso darme á entender.
otros pescados, por el rescate quel capi- Y mediante su auxilio divino, procuré de
tán les daba. De manera que en el tiem- animar y esforçar lo que yo pude aque-
po que allí nos detuvimos no nos falta- llos hermanos é compañeros, acordándo-
ron bastimentos á suficiencia; é assi los les que eran chripstianos y españoles, é
compañeros, con este refrigerio, tenían que Servian mucho á Dios é al Empera-
fuerça para trabaxar en la obra, tanto dor, nuestro señor, en proseguir la em-
los que mejor se daban como los demás, pressa y en comportar en paciencia los
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 551
trabaxos pressentes é por venir hasta sa- esfuerço, llamado Alonso de Robles: el
lir con este nuevo descubrimiento, de- quai, despues que llegamos á tierra de
más de ser esto lo que á sus personas é gente belicosa, saltaba en tierra con al-
vidas con venia. Y assi á este propóssito gunos compañeros, cada vez quel capi-
dixe lo que más me paresció, cumplien- tán se lo mandaba, á buscar de comer
do con mi officio é hábito, é aun porque para todos, y el capitán quedaba á guar-
también me yba la vida en el buen sub- dar los bergantines : los quales eran en
çesso de nuestra peregrinación , como á este viaje todo nuestro bien, después de
los que me oian. Dios.
También prediqué el domingo de Quas- Partimos del assiento é pueblo de Apa-
simodo, é puedo testificar con verdad ria con los bergantines, víspera del evan-
que assi el capitán como los compañeros gelista Sanct Marcos, veynte é quatro
tenian tanta elevación de espíritu é sanc- días del mes de abril del año sobredicho
tidad de devoción en Jesu Chripsto, Re- de mili é quinientos é quarenta y dos, é
deraptor Nuestro, é su sagrada fée, que vinimos por las poblaciones de aquel se-
se mostró bien por Nuestro Señor que ñorío de Aparia sin hallar indios de guer-
era su voluntad de nos socorrer. É assi ra : antes el mesmo cacique vino á hablar-
el capitán me mandaba é rogaba que les nos é á traer de comer el dia de Sanct
predicasse, é todos entendían en sus de- Marcos, que holgamos en un pueblo su-
vociones con mucho hervor de fée, como yo. Y el capitán le hiço muy buen trac-
personas que lo avian bien menester, pi- tamiento é le dio chaquira, é á todos los
diendo á Dios misericordia. más de los indios que con él vinieron,
Tardóse en la obra deste bergantín y porque el intento é desseo de nuestro ca-
en adobar el barco que traíamos quaren- pitán era procurar, si posible fuesse, que
ta é un diade labor, dexando los domin- quedasse en aquella gente bárbara un
gos é fiestas y el jueves é viernes sancto buen respecto é grado de avernos conos-
o la pasqua, que no trabaxaron los com- çido é no descontentamiento alguno, por-
pañeros; entre los quales avia muchos que desto serian servidos Dios é nuestro
que nunca en su vida tomaron segur en Rey é señor, para que adelante, quando
la mano para cortar con ella, é dábanse á Su Cessárea Magestad phiguiesse, con
buena maña á todo lo que les mandaban. más facilidad nuestra Sagrada Escriptura
Era cosa maravillosa ver con quánta é fée sagrada é la bandera de Castilla con
voluntad los indios venían á nos traer de más oportunidad sepa la tierra, é la ha-
comer é algodón é brea de betum de ár- llen más doméstica para paçificalla é la
boles para calafatear estos navios; é ten- poner en la obidiençia que á su real ser-
go por cosa notable que en los domingos vicio convinieVe; porque junto con hacer-
e es
" tas y en la pasqua truxeron más en se en ello con buen tiento é claridad lo
abundancia la comida, que paresçia que que con venia, era assimesmo para con-
toda la vida avian servido á chripstianos. servarnos nesçessario el buen tractamicn-
Assi cómo se dio conclusion á la obra to que se hiçiesse á los indios para poder
e aparejo destos navios, por no nos de- passar adelante, é no era bien que se
tener en este assiento, acordó el capitán usasse del remedio de las armas sino no
se pudiendo excusar la defensa propria.
francisco de Orellana, ávido su consejo
con los que se debia tomar, que conve- Desta causa, aunque hallábamos los pue-
la proseguir el viaje ; é hiço alférez á un blos despoblados, viendo los indios el
hidalgo, hombre suficiente é de mucho buen tractamiento que se les hacia, en
552 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
toda la provincia é tierra de Aparia nos ñero que ya está nombrado , llamado Me-
proveyeron de mantenimientos é comida xia, con su ballesta tiró á una yvana que
de manatíes é pescados, por nuestro res- estaba en un árbol, cerca del rio, é sal-
cate. tóle la nuez fuera de la caxa de la ba-
Desde á pocos dias dexaron los indios llesta é cayó en el rio é tragósela un pez;
de rescatar, y en esto conosçimos que es- y estando essa mesma tarde descuyda-
tábamos fuera del señorío é población del dos de poder cobrar la nuez, é aun muy
cacique Aparia ; é temiendo el capitán de pessante toda la compañía porque que-
lo que podia intervenir, mandó caminar daba una ballesta perdida, un compañe-
los bergantines con más priessa de la que ro echó un ançuelo al rio é pescó el mes-
antes solian. Y un dia de mañana que mo pez, que tenia en el vientre la mes-
aviamos partido de un pueblo pequeño, ma nuez ques dicho. Assi se reparó la
salieron á nosotros, á medio rio, unos in- ballesta, que fué bien menester adelan-
dios en una canoa, é llegaron cerca del te; porque, después de Dios, las balles-
bergantín donde venia nuestro capitán, tas nos dieron las vidas.
é uno dellos entró dentro; é creyendo Cumplidos doce dias del mes de mayo
que nos guiara á lo poblado, el capitán de mili é quinientos é quarenta y dos
le mandó llevar para guia ; ó á cabo de años, llegamos á las poblaciones de la
cinco dias, viendo que aquel indio no provincia de Machiparo, de la qual traía-
sabia la tierra, é que se nos quedaban mos noticia desde Aparia el grande; é
pueblos á la banda del rio, le mandó sol- también veníamos informados de otro se-
tar é darle una canoa, en que se volvies- ñorío que se dice Homaga, que confina
se ó su tierra. con la tierra deste Machiparo.
De allí adelante passamos más traba- Aquí nos salieron á ofender muchos in-
xoso camino é más despoblado que pri- dios de guerra con sus canoas equipa-
mero, á causa de las avenidas del agua, das y empavessadas. Fué tan improviso,
porque el rio yba de monte á monte é que nos tomaron á tiempo que los arca-
apenas se hallaba assiento enjuto para buceros traían la pólvora-húmeda, é no
dormir, porque yba el rio fuera de ma- nos pudimos aprovechar dellos para nues-
dre é bañábalo todo : é desta causa nos tra defensa ; pero las ballestas suplieron
era forçado dormir en los bergantines esta nesçessidad, de tal manera que hi-
atados á los árboles de la costa. é tam- cieron apartar los indios, é nos dieron
bién nos fatigaban los mosquitos é la fal- lugar para tomar puerto en el próximo
ta de la comida : que no tomaban los pueblo, puesto que primero se defendie-
compañeros algunos pescadillos para co- ron media hora, assi por el agua como
mer, como solian en los otros despobla- por la tierra , hasta que cayeron cinco ó
dos. É viniendo assi caminando, un dia, seys indios heridos de las saetas : é tam-
á medio dia, llegamos á un assiento alto bién ayudó un arcabuz, que traia un
que paresçia aver seydo poblado en otro compañero vizcayno.
tiempo, é mostraba el rio aver dispusi- Tomado el puerto, los indios se relru-
çion para pescar; é paramos allí dia de xeron á lo largo ó ancho del rio; écómo
Sanct Johan Ante porlam latinam, ques traíamos nesçessidad de bastimento para
á se y s dias de mayo. comer, mandó el capitán al alférez que
Allí se siguió un caso que yo no lo osa- fuesse con ciertos compañeros é corríes-
ra escrebir, si no toviera tantos testigos se el pueblo. Assi se hiço, é se hallaron
como en ello ovo; é fué que un compa- algunos indios que se pusieron en defen-
DE INDIAS. LIB. L. GAP. XXIV. 553
sa, de los quales los compañeros mataron tados, sin que fuessen sentidos é sin ha-
á algunos é hirieron á muchos, é fueron llar resistencia alguna. Solamente lo sin-
vencedores los nuestros; é truxeron mu- tió un compañero, el qual dio alarma é
cho pescado é algunas tortugas, é dixe- se puso solo delante de todos los indios,
ron al capitán cómo estaba el pueblo en- resistiéndolos é resçibiendo muchos va-
tero, é que los indios no avian aleado la raços que le tiraban; é cubierto con su
comida, é que avia más de mili tortugas rodela é con su espada en la mano, peleó
en corrales é pocos de agua. Luego el ca- con ánimo valiente, é por no tener otras
pitán Francisco de Orellana mandó yr á armas, le hirieron de un varaço, é si pres-
un capitán con ciertos compañeros é que to no fuera socorrido, lo mataran; porque
recogiesse toda la más comida que se pu- los indios eran muchos é muy bien arma-
diesse aver, porque pensaba descansar dos, é de armas extrañas é antes nunca
aüí cinco ó seys dias para rehacer la gen- vistas de los chripslianos, porque venían
te de los trabaxos passados. cubiertos desde los pies hasta la cabeça
Quando fueron estos españoles, halla- de pavessinas de cuero de manatíes, y
ron que los indios se avian hecho fuertes, eran tales que una ballesta no las pas-
¿defendiendo la comida, pelearon con los saba.
nuestros, y ellos con los agresores in- Assi como aquel español fué socorri-
dios, é luciéronlos retraer por dos veces; do , arremetieron los nuestros con tanto
é viendo que se tornaban á rehacer, aun- denuedo á los enemigos, que mataron é
que avian herido é muerto á algunos de hirieron muchos dellos, é hicieron retraer
los indios, no haçian caso dello, antes á los demás en sus canoas é se desviaron
mostraban mucho ánimo ; mas porque es- é pusieron en lo ancho del rio con su da-
taban heridos quatro ó cinco de los com- ño, puesto que aquesto no se hiço sin san-
pañeros, y en especial uno (que murió gre de los españoles, porque quedaron
desde á ocho dias) fué forçado que aque- mal heridos seys compañeros, unos pas-
llos españoles se retruxessen hacia don- sados de los bracosé otros las piernas, sin
de estaba el capitán Francisco de Orella- otras heridas leves é no tan peligrosas
na en otro pueblo, passando una quebra- que otros sacaron deste recuentro. Quiso
da. En este tiempo é sacón que los indios Dios hacernos merced que aquellos indios
dieron en los diez compañeros, también no tenian hierba poncoñosa ; porque si la
dieron de la otra parte de la población en tovieran, avrian hecho tanto daño en nos-
el capitán y en los que con él estábamos otros que quedáramos bien diezmados é
descuydados, á causa de andar fuera los aun quintados en este primero trance de
dichos diez compañeros, pensando que armas que con esta gente ovimos: el qual
temamos seguras las espaldas, é que los fué aviso que quiso Nuestro Señor que
indios no nos acometerian por dos par- experimenlássemos para despertarnos,
tes: desta causa algunos se avian desar- por lo qual le debemos dar infinitas gra-
mado, é no es de maravillar, segund los cias.
trabaxos é continuas fatigas que aviamos Este mesmo dia envió el capitán un
padesçido remando, é quassi ayunando caudillo con ciertos compañeros para que
por la hambre en el despoblado, é con tomassen un passo de una quebrada de
malas noches é molestados de los mos- un monte de los indios, desde donde más
quitos. Assi que, por estas raçones, los daban grita, muy cerca de donde está-
indios tovieron lugar de entrarse hasta bamos apossentados: é fueron nuestros
donde estábamos con el capitán apossen- españoles
r
resistidos, é aun herido un viz-
TOMO IV. 70
554 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cayno arcabucero, buen soldado; é por parte os digo que la propria salud mia
esto el caudillo envió á pedir más gente, no tengo en tanto quanto la del menor de
porque los indios eran muchos y estaban los que aqui os hallays conmigo: é assi
hechos fuertes. Pero como el capitán era conviene que en buena conformidad é
prudente, envió á mandar al caudillo que amor cada uno de vosotros pretenda que
se retruxesse, porque no estaban á tiem- la vida de uno es la de todos, é la de to-
po de poner á riesgo la vida de ningún dos la de qualquiera particular; é que en
español, ni convenia ; ni tampoco él ni es- tanto que pudiéremos salir adelante é sin
sos chripstianos yban á conquistar la tier- batalla ni recurso de las armas, se haga;
ra , ni su intención era, pues Dios le avia é quando la nesçessidad pida otra cosa é
traydo por este rio abaxo, sino descu- no se pueda excusar la guerra, cada uno
brir aquellas provincias tan ocultas á los haga lo que debe, como creo é sé cier-
chripstianos, para que en su tiempo, to que lo aveys de hacer, é soys obliga-
quando la voluntad divina lo dispensasse, dos, para que permita Dios, viendo nues-
pudiesse enviar el Emperador, nuestro tra buena intención, que mediante su gra-
señor, á quien servido fuesse, á conquis- cia, sirviéndole á él acertemos á servir
tar é pacificar aquellas gentes bárbaras. al Emperador, nuestro señor, é á honrar
É assi aquel dia, después de recogidos á la nasçion é á nuestras personas en es-
los nuestros, el capitán hiço á todos un te descubrimiento tan famoso que hace-
parlamento breve, desta manera: mos , é podamos dar relación de lo visto
«Señores, hermanos, amigos é com- é de lo que nos queda desde aqui ade-
pañeros mios: mucha confiança tengo en lante, hasta que por la divina misericor-
Dios y en su gloriosa Madre, é vosotros dia lleguemos en salvamento á tierra de
la podeys tener, que mediante la buena chripstianos, é podamos dar noticia de
ventura del Emperador Rey, nuestro se- una navegación tan incógnita, tan nueva,
ñor , nuestra navegación se ha de acabar tan grande é tan digna de memoria de
en salvamento; é para que esto assi sea, los hombres de aquestos tiempos é de los
no nos convienen pausas ni detenernos, venideros, é que tan utilíssima espera ser
sino con diligencia proseguir la carrera, á la corona real de Castilla, para que
pues nuestro intento es servir á nuestro nuestro Rey nos haga mercedes y en su
príncipe, pues claramente vemos que en tiempo llegue el galardón de nuestros tra-
su dicha (sin venir á ver ni buscar estas baxos, é para que siempre quede escrip-
nuevas regiones, ni los trabaxos passa- to en la memoria de los que hoy viven,
dos ni pressentes ni los que se esperan) é de los que nascerán, un blasson cierto,
tenia Dios guardado á vosotros é á mí pa- un acuerdo inmortal de vosotros é de mí.
ra esta expiriençia de nuestras perso- Aparejaos, señores, porque mi deter-
nas, pues salimos del real del capitán minación es de partir de aqui, é ca-
Gonçalo Piçarro con otra intención, é pa- da uno embarque la comida que tiene,
ra tornar á él presto. Assi que, notoria- pues tenemos por abogados á la Ma-
mente nos enseña Dios ques servido que dre de Jesu Chripsto, Nuestro Salvador,
descubramos é sigamos el viaje en que é al glorioso Apóstol Sanctiago, patron
estamos; ó para el buen fin desto es me- é amparo de España é de los españo-
nester que tengamos en mucha estima- les».
ción la vida de qualquier español de nues- Assi como el capitán Francisco de Ore-
tra compañía. Esta fué la causa porque llana acabó su amonestación é habla de
he mandado recoger la gente; é por mi paz, mejor dicha ó relatada por él que
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 555
aqui escripia, todos los compañeros, con ra que lo juzgábamos por especie de he-
mucho grado é de buen ánimo é conten- chicería.
tamiento, pusieron por obra la continua- No se pudieron contar todos los pue-
ción de nuestro camino, prosiguiendo blos desta provincia de Machiparo, por-
aquel grandíssimo rio, seyendo solo Dios que los que passábarnos de noche no se
el piloto. É poniéndose el sol, salimos de podían ver todos, é porque en la verdad
aquel assiento; é apenas nos aviamos des- ybamos huyendo; pero todo era tierra
viado de la costa é salido á lo largo del alta, una loma de muy buena dispusiçion
rio, quando los indios vinieron sobre nos- de tierra en la costa. La tierra adentro
otros con grandes alharidos é gritas é no se pudo ver lo que avía: de allí adelan-
con muchas trompetas é alambores, é te siempre hallamos la tierra de guerra.
con banderas tendidas, é tirando muchas No cuento aqui hechos particulares de
varas con estoricas ó amientas á los ber- algunos compañeros, de los quales an-
gantines contra nosotros, de tal manera, tes desto no se hacia mucha cuenta de sus
que fué nesçessario á nueslros españoles personas, é después acá son tenidos por
defenderse; é con los arcabuces é balles- muy valientes hombres, porque como
tas hicieron arredrar aquel bárbaro é im- quier que no les importaba menos que la
petuoso coraje que los indios traían, ha- vida, cada uno procuraba señalarse é
ciendo daño en ellos. É fué tal, que los cuydar con la nesçessidad al coraçon, ha-
infieles libraron mal de su atrevimiento ciendo lo que hombres de bien é vetera -
sin escarmentarse, pues por esso no de- nos y escogidos milites pudieran hacer.
xaron de seguirnos de allí adelante, aun- Después que nos dexaron de dar caca
que algo arredrados de miedo de los ar- aquellos de Machiparo, caminamos nue-
cabuces é ballestas. ve ó diez leguas hasta un pueblo que es-
Aqui paresció bien ser providencia di- taba en un alto, el qual creímos ser fron-
vinal averse hallado la nuez de la balles- tera de las poblaciones é señorío de Ho-
ta en el vientre del pescado que se dixo magua. Allí esperaron los indios sobre la
de susso, para que con ella é las demás barranca del rio con sus varas y estori-
se supliesse nuestra nesçessidad é las que cas, é algunos traían pavesses de palo:
en este viaje tovimos de las ballestas; y el capitán Francisco de Orellana mandó
porque si no las oviera para nuestra de- que se tomasse aquel puerto, porque
fensa , los indios eran muy bastantes por avia nesçessidad de mantenimientos, que
el agua é por la tierra para avernos se nos avian quassi acabado. Y porque
muerto muchas veces á todos nosotros nos desocuparon la entrada, liráronselcs
aunque más fuéramos. Assi que, nos fue- aléanos lima de arcabuces é ballestas des-
ron siguiendo estos indios de Machiparo de los bergantines, é hirieron á algunos
dos dias é dos noches, dándonos caca indios, é assi ellos DOS dieron lugar para
con muchas gritas é voçes é con una flo- quel alférez salíasse en tierra é fuesse en
ta ó armada de más de eient canoas, é seguimiento de los indios hasta echarlos
uo nos dexaron de seguir hasta nos echar de las poblaciones. Y en <•-'<> pueblo dor-
de sus poblaciones, que á nuestro paros- mimos dos noches por hacer matalolagc
çcr eran más de sessenta leguas de po- de vizcochos éassar algunas tortuga- que
blado; y en los pueblos parcsçia mucha traíamos de Machiparo, porque el capi-
gente en tierra. tán decía qae aviamos de caminar con to-
Las nötigeres deslos machíparos echa- da la priessa (jue posible fnea
ban tierra é polvo pjr el ayre, de mane- Porqoed&ede losaodel vizcocho, j
556 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
te vizcocho parescerá novedad a los que nas tiraderas ó estoricas lo vimos engas-
no lo saben ó vieron qué cosa es, no se- tado é guarnesçidas dello. Allí se halló
yendo de harina de trigo, es de saber una hacha de cobre, como las que los in-
que los indios tenían allí muchas tortas dios usan en el Perú.
grandes de cacabí vizcochado, é también Halláronse en un galpón ó casa prin-
de mahiz é yuca mezclado, ques buen cipal dos ydolos grandes, de estatura de
pan. gigantes, texidos de palma, é tenían ore-
Volviendo á la historia, digo quel do- jones como los yngas del Cuzco. No osa-
mingo despues de la Ascension de Nues- mos dormir allí, porque avia muchos ca-
tro Redemptor Jesu Chripsto, estando mu- minos reales é muy anchos que entraban
cha gente, como dicho es, haciendo su la tierra adentro, que denotaban ser aquel
matalotage, vinieron los indios en canoas pueblo frecuentado y estar en esta comar-
sobre nuestros bergantines, que estaban ca, ó cerca de allí, muchas poblaciones é
en el puerto, é arrojaron dentro muchas gente. Assi nos fuymos á dormir á la mon-
varas, é pusieron en mucho aprieto á al- taña é boscage, dexando guarda con vi-
gunos compañeros, que se hallaron den- niente en los navios é desviados de tierra.
tro. Mas los ballesteros acudieron luego En este puerto se tomó comida para has-
é mataron á algunos indios, é dábanles ta otro, donde el capitán mandó lomar
tanta priessa con las saetas, que tovieron puerto.
por bien de huyr é dexarnos hacer nues- Aqui esperó la gente de la tierra, assi
tro matalotage. Allí estovimos tres dias. las mugeres como los hijos, que no hu-
Martes diez é seys dias de marco del yeron ni defendieron el puerto, como lo
año ya dicho, salimos deste pueblo, é avian hecho los del pueblo de la Loca:
siempre fuymos caminando á vista de po- en este assiento se tomaron algunas in-
blado de una banda é otra del rio. Quan- dias para que hiçiessen pan á los compa-
do el capitán via que teníamos nesçessi- ñeros, é algunos muchachos para len-
dad de bastimento, hacia saltar en tier- guas ; é por ser la gente deste pueblo tan
ra en algún pueblo pequeño, donde me- doméstica, se llamó el pueblo de los Bo-
nos resistencia oviesse, para tomar de bos.
comer. Plugo á Dios que non obstante Partimos de allí é fuymos siempre pas-
nuestro desasosiego é fortunas é falta de sando muy mejores poblaciones, é pas-
refrigerio convalesçieron todos los heri- samos un rio que entraba en el que na-
dos, ó no murió otro de quantos hirieron vegábamos , á la mano derecha como ve-
en Machiparo sino un compañero, llama- níamos: el qual á la entrada estaba muy
do Pedro de Hcmpudia, por la mala re- poblado de pueblos de muy linda vista é
gla é desorden quél tuvo. frescos, de fructales assi como de gua-
Hallamos en un pueblo que estaba en yavos é guanavanas é habones é de otros
un alto, donde quisimos tomar comida géneros. Y no quiso el capitán que allí
para la pasqua del Espíritu Sancto, mu- parássemos, por la mucha gente de los
cha loca, muy bien labrada, de divers- indios que se vian.
sas pinturas é vidriada, assi de tinaxas De allí salieron muchas canoas que á
como de otras muchas vassijas. Este pue- trecho algo apartadas de nosotros nos se-
blo se llamó entre nosotros de la Loca, guían por el rio, dándonos grita como de
porque en verdad avia mucha é muy her- personas que pensaban ellos que no lo*
mosa. También se vieron indicios de aver osábamos atender.
en la tierra plata é oro, porque en algu- El lunes de pasqua del Espíritu Sancto
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 557
passamos á vista de un pueblo que te- mos, el agua negra ó muy turbia, como
nia muchos desembarcaderos é mucha de ciénegas ó laguna, é por esto le lla-
arboleda de fructales é más de quinientas mamos Rio Negro: el qual corría tanto é
casas, é mostrábase mucha gente repar- con tanta velocidad, que en más de diez
tida por los embarcaderos en defensa del leguas se diferenciaba la una agua de la
puerto é pueblo, é púsosele nombre Pue- otra, porque aquella por donde nosotros
blo-vicioso; é no quiso el capitán que pa- veníamos era bermeja, á causa de las
rássemos en él, porque no pudiera ser muchas avenidas. Este dia vimos oíros
sino con mucho riesgo de sangre. pueblos no muy grandes.
Este dia, veynte é nueve dias de ma- El dia siguiente de la Trinidad holgó
yo, luco el capitán tomar puerto en un el capitán é todos en unas pesquerías de
pueblo pequeño, sin aver resistencia al- indios de un pueblo, que estaba en una
guna de los indios, é desde allí adelante loma. Hallamos mucho pescado, lo qual
vimos muestras de sa vanas, porque los fué socorro é grande recreación á los es-
buhios eran cubiertos de paja de sava- pañoles, porque avia dias que no avia-
nas. Y creyóse que la debían de traer de mos topado tal possada. Este pueblo es-
la tierra adentro, á la qual entraban mu- taba en un alto apartado del rio, como en
chos caminos , que debían yr á los otros frontera de otra gente que les daba guer-
pueblos desviados del rio dentro en tier- ra , porque estaba muy fortificado é cer-
ra ; é no se determinó nuestro capitán de rado de una paliçada de maderos grues-
enviar á descobrir la tierra adentro por sos ; é al tiempo que se tomó es(e pueblo,
la gente que traia, que aun no eran çin- los indios lo quisieron defender, é se hi-
qüenta compañeros, porque á la verdad cieron fuertes dentro de aquella çerca é
los españoles que allí estaban, no eran començaron á pelear, y como era gran-
parte para ello con los indios, é si se di- de la nesçessidad que avia de tomar de
vidieran los nuestros, presto fuéramos to- comer, los españoles aparejaron las ma-
talmente perdidos. nos é arremetieron como denodados leo-
Cada dia, á lo que podíamos entender, nes á buscar el çebo é ganar la çerca, é
víamos mejoría en la dispusiçion de la tomóse el pueblo é bastesçiéronsc de co-
tierra, despues que llegamos á Machipa- mida para suplir su nesçessidad.
ro, é nunca más tovimos despoblado: Lunes, cinco dias de junio, parí irnos
antes hallamos alguna sal é carne de pa- del pueblo ques dicho, passando siempre
tos é de papagayos de los indios. por muy grandes poblaciones é provin-
Sábado, vigilia de la Sanctíssima Tri- cias, é proveyéndonos de comida lo me-
nidad , el capitán mandó tomar puerto en jor que se podía hacer, quando nos falta-
otro pueblo para buscar de comer, é aun- ba. Y este dia tomamos puerto en un pue-
que los indios se pusieron en defensa, á blo, donde se halló en una plaça en un
pesar é con daño suyo se tomó. Allí se oratorio del sol, figurado de relieve, un
hallaron algunas gallinas de las de Casti- tablón grande de diez pies en redondo é
lla , en que se conosció aver llegado de una pieça todo, de que podrá COngec-
chripstianos á este rio, puesto que no sa- turar el letor quán grande árbol debiera
bíamos que rio fuesse. ser aquel, de donde se sacó tal pieça.
Este mesmo dia, salidos de allí é pro- Aquella labor que estaba en aquel tablón,
siguiendo nuestro viaje, vimos en la bo- era como es dicho relevada, é mostraba
ca de otro rio grande, á la mano sinies- una torre de cubo redonda con dos puer-
tra, que entraba en el que nosotros yba- tas, v en cada puerta dos columnas,.
558 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
los lados de la torre estaban dos leones ribaban muchos indios, porque eran mu-
de feroces aspectos, que miraban hacia cha moltitud, é haçian grand pared é ti-
atrás, como recatándose. Los quales te- rábanles como á terrero. Y como no es-
nían con los bracos é uñas toda la obra taban acostumbrados al olor ni sabor ni
que allí estaba esculpida de medio relieve, sonido de los arcabuces ni ballestas, es-
en medio de la qual avia una rueda con peraban más de lo que les convenia en la
un agujero, por donde echaban chicha manera ques dicha; pero por la innume-
ofresçida al sol, ques el vino que aque- rable gente que viamos, passamos de lar-
lla gente bebe, y el sol es á quien ado- go, dexándoles la información ques di-
ran por su dios: la qual chicha por de- cha de nosotros, puesto que en la ver-
baxo de aquella tabla se haçia é vertía dad no nos convino parar allí. Y á esta
por el suelo. Finalmente, el edefiçio era causa, discurriendo por nuestro rio, pas-
mucho de ver 6 indicio de las grandes samos por otros pueblos tan poderosos,
cibdades que hay en la tierra adenlro: que no nos atrevimos á detenernos en
assi lo daban á entender todos los indios. ellos: los quales están á la mano sinies-
En esta mcsma plaça estaba una casa so- tra del rio abaxo, como veníamos, sobre
bre sí exenta é grande del sol, adonde una loma bien alta, desde la qual los in-
los indios haçen sus çerimonias é ritos. dios nos daban grita é nos desafiaban.
Allí se hallaron muchas vestiduras de plu- Miércoles, víspera de Corpus Chripsli,
mas de diverssos colores, assenladas é que se contaron siete dias del mes de ju-
tcxidas sobre algodón é muy gentiles, las nio, el capitán mandó tomar puerto en
quales se visten los indios para celebrar una población pequeña, que estaba en la
sus fiestas é bay lar, quando allí se jun- mesma loma sobre la barranca del rio, é
tan por alguna festividad ó regocijo, de- assi se hiço con resistencia alguna ; é allí
lante de sus ydolos. A la redonda del ta- se halló mucho pescado en cantidad, as-
blón ques dicho ofresçian los indios sus sado en barbacoas ó parrillas tanto dello
sacrificios con su condenada devoción. que se pudieran cargar los bergantines
En otro pueblo muy grande, de una de pescado. Y por ser el pueblo peque-
legua de longitud continuada de casas y ño, viendo que la gente del no fuera pa-
edefiçios, los indios nos defendieron muy ra nos molestar ni dar guerra, todos los
osadamente el puerto, y esperaron como compañeros pidieron por merced al capi-
valientes hombres; é turó la batalla quas- tán Francisco de Oreliana que holgasse
si la mitad del tiempo de un quarto de en aquel pueblo la fiesta de Corpus Clirips-
hora, antes que nuestros españoles pu- ti; é aunque contra su voluntad, que no
diessen saltar en tierra, é sin dubda hi- quería sino yr adelante á la montaña é
cieran mucho daño en nosotros, si no fue- boscage á dormir, por nuestra seguridad,
ra por las ballestas é arcabuces, que los ovo de concederlo por complacer á los
hicieron arredrar para que los chripstia- que se lo rogábamos, é durmió aquella
nos pudiessen salir del agua. Allí se halló noche en el pueblo. É assi cómo el soj
mucho mahiz é algunas gallinas. se ponia, vinieron los indios á dar en nos-
Partidos desta grand población, passa- otros, estando cenando el capitán é los
mos por otros pueblos grandes, donde compañeros; pero assi como fueron sen-
los indios atendían de guerra, como gen- tidos ios enemigos, pusiéronse en nuestra
io belicosa, con sus armas é paveases en defensa é dieron en los indios quatro es-
las manos, dándonos gritas ; ó desde fue- pañoles, é hiçiéronlo tan valientemente
p
a nai • ballesteros der- que los indios huyeron, é algunos se echa-
DE INDUS. LIB. L. CAP. XXIV. 559
ron al agua, porque no les dieron lugar gar con la horca á algunos indios que en
para entrar en las canoas; é por esto se aquel pueblo se tomaron, porque se tuvo
creyó que por ser pocos los indios, no osa- por cierto que por su aviso y espia avien
ron revolver sobre nosotros. Passado es- venido los otros, que pensaron matarnos
to, se echaron á dormir los nuestros; pe- durmiendo; é hiço quemar todas las ca-
ro no sin poner velas, como se acostum- sas de aquel pueblo, al qual aviamos in-
bra en tales tiempos: é á prima noche, titulado con mucho placer, assi como allí
en el quarto de la primera guarda, die- llegamos, el pueblo de Corpus Cliripsti.
ron muchos indios sobre nosotros por dos Assi como otro dia siguiente amanes-
partes, y echaron muchas varas sobre los ció, después desta guacábara ó nocturna
toldos é pabellones nuestros, é hirieron batalla, el capitán se partió con los ber-
á dos españoles. gantines; é á medio dia tomamos puerto
Estos indios eran de otros pueblos ve- en el arcabuco ó boscage, no léxos de
cinos ó cercanos á aquel en que estába- nuestros navios, porque la gente descan-
bamos; y en dando alarma las velas, sa- sasse. Y de allí adelante nunca el capitán
lieron los compañeros á los indios, é die- permitió que durmiéssemos en poblado,
ron en ellos con mucho esfuerço é pusié- sino que de dia se rancheasse é se tomas-
ronlos en hiiyda; é como sabian mejor la se la comida, é de noche nos fuéssemos
tierra que los españoles, escapáronse á á repossar al monte á comer lo ganado,
su salvo. De forma que aunque se siguió con buena vela ; é si de otra manera se
el alcance, no se tomó más de un indio, hiciera, no fuera posible poder salir ni
al qual con aquella furia le hirió un com- passar, entre tantos millares de gentes
pañero, de tal manera que no ovo me- bárbaras é tan belicosas, comopassamos
nester masque una sola cuchillada; é assi tan poca compañía como éramos en tan
le dexaron yr tras los indios para les po- prolixo é trabaxoso viaje. Y si el capitán
ner más temor, porque yba abierto por no fuera tan cuydoso é diligente é de tan-
las espaldas. Aquella noche hiço poner el ta expiriençia, segund los indios cobdi-
capitán ciertos chripstianos en una celada çiaban nuestra muerte, sin dubda nos
metidos en el monte, é cerca del camino acabaran; mas él procuraba la paz é res-
por donde aquellos indios avian venido5 catar con los naturales de la cosía adon-
creyendo que volverian con mucha más de convenia, é tomar de comer sin ries-
gente; é los más compañeros ni el capi- go donde acaesçia que su buena indus-
tán no durmieron en toda la noche, por tria aprovcchasse. Pero también en otras
estar aparejados é prestos para lo que partes no le querian escuchar ni oyrnos,
subçediera. Assi que, nuestro desseo de sino usar de las armas para ofendernos,
descansar allí se nos tornó al revés, y el é aun las más veces nos acometían ellos
descanso que pensamos hallar ó tener en sin les dar causa para ello, é nesçessa-
aquel apossento se convirtió en temerosa riamente hacían pelear á los chripstianos
vigilancia ; porque la tierra toda es muy y escotar é comprar cara la comida. Digo
poblada, y era de sospechar que viendo de verdad que entre nosotros avia ayu-
los enemigos el poco número de los chrips- nos tan cansados de tal manera de vida é
tianos, ya que se avian atrevido con po- del luengo viaje, que si la cODSCtençia no
cos á pelear, que juntados muchos, po- se lo excusara, no se dexaran de qoedar
drían mejor ofendernos. entre \os indios, c de los quesla fiaqqeca
Venida la mañana, que con mucho des- ó pusilanimidad M pedia BOSpechar 'ran
seo la atendíamos, el capitán hiço casti- hombres de poco ser; pero aunque en
560 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
tales alguna vileça se temiesse, avia otros cernos; porque assi como saltaron en tier-
tan varones que no los dexaban caer en ra ciertos compañeros, huyeron los in-
tal error, en cuya confiança y esfuerço dios, aviendo herido á un español de los
los tímidos se animaban é comportaban nuestros; pero no passó peligro, porque
más de lo que pudieran sufrir, si entre no avia hierba entre aquellos flecheros.
nosotros no se hallaran hombres para mu- Y por la diligencia de un arcabucero
cho. é mandándolo el capitán, se pegó fuego á
Esto no es de maravillar, segund la un buhio grande, porque oviessen temor
grand distancia de tierra que aviamos dis- los indios é más sin riesgo de los chrips-
currido por las costas é cursos deste rio tianos se tomasse algún bastimento para
abaxo, en que á la verdadera estimación seguir nuestro viaje. Y como en aquella
son más de mili leguas las que tovimos casa se avian hecho fuertes algunos in-
navegado hasta el pueblo de Corpus dios no quisieron salir, sino defenderse
Chripsti, é aun no se sabia lo que tenía- tirando muchas flechas desde allí, é por
mos por andar hasta que llegássemos al su pertinacia se quemaron todos dentro,
agua é mar salada de la costa questa Tier- con algunas mugeres é muchachos, sin se
ra-Firme tiene al Norte, donde la yba- querer rendir ni salir de aquel peligro ; é
mos á buscar. Assi que, navegando co- por esso se llamó aquella población el
mo de antes é passando muy grandes po- pueblo de los Quemados. Allí se hallaron
blaciones que víamos de la una é otra patos, gallinas, papagayos é algún pes-
costa del rio, á veçesse passaba raçona- cado.
blcmente nuestro discurso, porque los Desde allí se ovo alguna sospecha en-
pueblos que tomábamos para buscar co- tre nosotros que avia hierba entre los in-
mida, aunque nuestros soldados los ha- dios de aquella tierra, porque se hallaron
llaban huérfanos por ser pequeños, ha- muchas flechas é varas untadas de cierto
llábase en ellos mucho mahiz é algún pes- betuna ; y el capitán mandó que se expé-
cado é papagayos domésticos. rimentasse, porque aunque paresçia gé-
Martes, trece dias de junio del año ya nero de crueldad haçer la expiríencia en
dicho de mili é quinientos é quarenta y quien no tenia culpa , su intención no era
dos, passamos por un pueblo grande é sino para saber la verdad é quitar el te-
puesto en alto, muy fuerte, el qual mos- mor de la hierba á los chripstianos. É pa-
traba en sí ser frontera de otras provin- ra este efetto, á una india que venia en
cias , porque las casas eran diferentes de los bergantines, passáronle los bracos
las que aviamos visto en los otros pueblos con aquella que se pensaba ser hierba de
que atrás dexábamos. la poncoñosa que en muchas partes de la
Esta población era grande 6 muy ma- Tierra-Firme usan los indios ; é como no
yor de lo que della podíamos ver desde murió, salieron de dubda los temerosos,
el agua, é á causa de ciertos baxos é é plugo á todos mucho con tan buena
ciénegas y herbaçales que teniamos de- nueva.
lante no podíamos tomar puerto; pero Viernes siguiente se vieron ciertos pue-
otro dia, miércoles, llegamos á otro pue- blos de la costa siniestra del rio como ve-
blo , donde esperó la gente é las mugeres níamos, los quales estaban assentadosen
dentro en los buhios. Pero no por esso una toma bien alta; é la tierra adentro,
faltó gente para defendernos el puerto con obra de media legua, se paresçia un pue-
-us arcos é flechas, é faltóles la constan- blo grande en una ladera de un cerro, ó
cia para la resistencia que pensaron ha- presumióse que la tierra adentro de la co-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 561
marca de aquellas poblaciones debe aver ronse allí flechas de las que van silvando
otras muchas. E de aqueste pueblo ques por el ayre, quando las tiran; é desde
dicho nos salieron á mirar los indios é á aqueste pueblo adelante vimos grandes
reconosçer en una canoa: é llegaron á señales de savanas é tierra desocupada
bordo del bergantín en quel capitán ve- de árboles, porque en la costa del rio
nia é le hablaron, señalando hacia los pue- avia plantas é hierbas que suelen nasçer
blos de la provincia é no los entendimos; en los prados é savanas.
pero segund se pudo comprehender de El lunes adelante tomamos puerto en
sus señas, en aquel derecho é á la parte un pueblo, donde hallamos mucho mahiz
siniestra de como veníamos, están los en canastas, envuelto en çeniça para que
chripstianos que se perdieron del arma- se conservasse é guardarlo del gorgojo.
da del capitán Diego de Ordáz en la em- Assimesmo se halló mucha é buena ave-
pressa que tomó de poblar el rio Mara- na, de que los indios haçen pan é muy
ñon: é decían los indios, ó daban á en- buena chicha, á manera de çerveça, é
tender, que avia muchos más chripstia- otra mucha abundancia de mantenimien-
nos que nosotros en numero, éassi blan- to que allí se halló. Era un depóssito é
cos é con barbas. É assi fué verdad : que bodega muy grande la que tenían en
desde las caravelas, que desde Tenerife aquel lugar los indios, para algún respec-
envió adelante Diego de Ordáz se perdie- to que no pudimos entender, ó para pro-
ron más de trescientos hombres ; é crée- veer desde allí, como aduana, á otras par-
se que son los questos indios nos daban tes, porque avia assimesmo muchas ha-
á entender, é que deben de estar perdi- macas de algodón; é aunque se vido po-
dos , poblados é debaxo de señorío de al- ca gente, essas que vimos, estaban ves-
gún principal señor. El capitán daba cha- tidas de algodón. Allí se halló un oratorio
quira é cierta ropa de mantas de algodón ó casa muy diferenciada de todas las
á estos indios de la canoa, con quien se otras, porque avia en ella muchas dé-
tuvo habla, é no la quisieron tomar; é vissas de armas, á manera de coraças é
assi se volvieron por donde avian venido. otras pieças para toda Ja persona, é so-
Otro dia de mañana, luego por la ma- bre todas estaban dos mitras, muy bien
ñana, salieron á nosotros muchos indios é naturalmente é al proprio hechas como
en canoas y en orden de guerra, por nos îas haçen é tienen los obispos é perlados
echar de sus pueblos, dándonos grita é en sus pontificales, las quales eran de al-
amenacándonos con ios arcos é Hechas. godón texido é de colores.
En aquestos pueblos tienen é vimos mu- Passamos adelante desto pueblo é fuy-
chos palos é maderos grandes hincados mos á dormir, de la o!ra banda del rio,
en tierra, y encima dellos puestas cabe- en tierra en el monte ó emboscados, co-
ças de indios, fixadas por tropheos ó in- mo'era nuestra costumbre. É allí vinieron
signias de que aquella gente se debe pres- muchos indios en canoas á darnos grita,
çiar, ó por acuerdo de sus vencimientos pero fueron algunos heridos por nuestros
é memorias militares. arcabuceros, é como no les agradó el es-
El sábado siguiente tomamos puerto trépito, ni tampoco el olor de la pólvora,
en un pueblo, en que se halló mucho bas- nos dexaron, é se fueron.
timento de comida; é tomóse sin alguna Martes siguiente, veynte é dos días
resistencia, porque los indios no espera- del mes de junio, vimos mucha población
ron. De aqueste pueblo salían muchos de la parle ó banda del rio á la mano si-
caminos para la tierra adentro, é halla- niestra , como venia mos agua abaxo; mas
TOMO IV. 71
562 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
en todo aquel día no se pudo tomar la bia, el capitán mandó que les tirassen
otra costa por el mucho escarceo de olas con las ballestas é arcabuces, é assi hu-
picadas, é tan rompidas é trabaxosas co- yeron hacia sus pueblos. En la mesma sa-
mo se pudieran ver en la mar. cón salieron de entre los árboles, por la
Miércoles, veynte é tres dias del mes, ribera del rio, muchos flecheros, hablan-
tomamos un pueblo que estaba metido en do alto é como enojados, haciendo me-
un estero, donde se remataba una sava- neos con sus personas, significando que
na ó vega de más de dos leguas, por la nos tenían en poco: é creymos que de-
banda del rio: tenia su assiento de forma bían estar borrachos, porque estas ge-
que todo él era una calle, é las casas de nerasçiones muy á menudo se toman del
una parte é de otra bien ordenadas. Allí vino é brevages quellos acostumbran é lo
avia mucho mahiz é algún cacabí mezcla- tienen por gentileça; é assi, á manera de
do con mahiz é yuca. Halláronse algunos embriagos encendidos, esperaban repar-
patos é papagayos. A esta población lla- tidos á trechos por la costa de la ribera,
maron nuestros españoles el Pueblo Es- hechos leones, sin temor de los arcabu-
condido en el estero de la savana, por- ces é ballestas. É tanto quanto los ber-
que estaba encubierto. gantines caminaban hacia los pueblos,
Jueves siguiente tomamos puerto en un otro tanto ellos se acercaban á la otra
pueblo pequeño que estaba al principio gente de guerra que estaba en defensa
de la savana, el quai paresçia ser estan- del puerto ; pero como nuestra nesçessi-
cia é caserías de otros pueblos : hallamos dad nos daba espuelas, mandó el capitán
allí mucha sal é mucho mahiz, é no otra que se lomasse el puerto; é assi los es-
comida, porque los indios la avian alça- pañoles enderesçaron las proas hacia don-
do. Este mesmo dia saltó en tierra la gen- de estaba la mayor copia de los contra-
te del bergantín pequeño, en un pueblo rios , dando toda la priessa que fué po-
mediano, donde avia mucho mahiz é no sible al exérçito de los arcabuces, é los
otra comida alguna. Este pueblo también ballesteros hacían lo mesmo: é hícose
estaba en savana é tenia algún assiento; ello de manera que los contrarios dieron
pero luego mandó el capitán embarcar la lugar á que ciertos compañeros españoles
gente, é caminamos adelante añuscar al- saltaran en tierra. Aqui se vieron indias
gún pueblo que messe más á nuestro pro- con arcos é flechas que hacían tanta guer-
póssito para nos proveer de alguna car- ra como los indios, ó más, é acaudilla-
ne é pescado para la festividad é rego- ban é animaban á los indios para que pe-
cijo de aquel dia tan señalado, que era leassen; é aun quando ellas querian da-
del glorioso precursor de Jesu Chripsto, ban palos con los arcos é flechas á los
Sanct Johan Baptista. Y quiso Dios que que huian, é hacían el officio de capita-
en doblando una punta, quel rio hacia, vi- nes, mandando á aquella gente que pe-
mos en la costa adelante unos pueblos leassen, é poníanse delante é detenían á
grandes, de donde salieron á nosotros al- otros para que estoviessen firmes en la
gunos indios en canoas; é cómo fueron batalla, la qual se trabó muy resçiamen-
cerca, á tiro de ballesta de los berganti- te. E porque este exerçiçio es tan apar-
nes, el capitán comencé á los llamar con tado de las mugeres como el sexo feme-
señas de paz, las quales ellos, entendidas nil requiere, é podrá paresçer grand no-
ó no, no respondieron, sino començaron vedad al Ietorque viere esta mi relación,
á dar grita, é señalaban amenacándonos digo para mi descargo que yo hablo lo
con sus arcos é flechas. É vista su sober- que vi : é lo que pudimos entender é se
DE INDIAS. IB. L. CAP. XXIV. 563
tuvo por cierto, es que aquestas muge- dios , mandó el capitán embarcar la gen-
res que allí peleaban, como amaçonas, te, é continuamos nuestra ordinaria na-
son aquellas de quien en muchas é divers- vegación por el rio acostumbrado, é pas-
sas relaciones mucho tiempo há que an- samos por un pueblo cercano al ques di-
da una fama extendida en estas Indias ó cho; é cómo no aviamos hallado en el
partes, de muchas formas discantada, del primero sino mahiz, que desto en todos
hecho destas belicosas mugeres. Las qua- los pueblos hallábamos abundancia, pi-
les en esta provincia, é no léxos de allí, dieron los compañeros al capitán que les
tienen -su señorío é mero mixto imperio é hiçiesse merced que tomássemos allí
absoluto señorío, distante é apartado é puerto, en estotro segundo puerto, para
sin conversación de varones: é aquestas buscar alguna comida; y el capitán no lo
que vimos eran algunas administradoras quería hacer, sino que yo, juntamente
é visitadoras de su estado, que avian ve- con los compañeros, se lo pedí por mer-
nido allí á guardar la costa. Son altas é ced , porque no paresçia gente é podría
de grand estatura, desnudas, con una ser que allí se hallassc algún pescado ó
pequeña braga que solamente traían de- carne. Y puesto que ya éramos passados
lante de sus más vergonçosas partes ; pe- algún tanto del pueblo adelante, el capi-
ro en paz andan vestidas de mantas é te- tán mandó volver los bergantines al puer-
las de algodón, delgadas é muy gen- to; é como ybamos costeando tierra á
liles. tierra agua arriba, é los indios estaban
Assi que, tornando á ia batalla, los es- en celadas escondidos entre las hierbas é
pañoles dieron en los indios, hiriendo é arboledas, repartidos por esquadras y
matando muchos dellos, hasta que los estancias, tovieron lugar de flechar los
echaron del pueblo ; é los arcabuceros é bergantines, de tal manera que paresçia
ballesteros mataron muchos, é no menos lluvia de flechas ; mas como los españo-
los compañeros que estaban en tierra hi- les venían aperçebidos desde Machipa-
cieron grand daño, porque los indios Jos ro traian buenos pavesses de los que usan
atendían con mucho ánimo, é tan deter- los indios en aquella provincia, de cue-
minados en la resistencia que era cosa ros de manatíes, y muy grandes y fuer-
de maravilla. Allí se tomó un indio que tes, como se ha dicho de susso, no hirie-
deçia muchas cosas é particularidades de ron sino á mí, que permitió Nuestro Se-
lo de la tierra adentro, como se dirá en ñor, por mis defettos, que me dieron un
su tiempo: al quoi indio el capitán reco- Jlechaço sobre un ojo, que me passó la
gió en su bergantín, porque era de buen cabeça é sobró la flecha dos dedos de la
sentido é cada dia deçia cosas maravillo- otra parte detrás de la oreja, algo más
sas. Salieron heridos deste prelio ó ba- arriba : de la qual blinda , demás de per-
talla algunos compañeros, que los hirie- der el ojo, he passado mucho trabaxo é
ron dentro en los bergantines al tiempo fatiga, é aun no estov libre del dolor,
que se tomó el puerto, é á mí me hirie- puesto que Nuestro Señor, sin yo mere-
ron con una flecha en la lujada, que en- cerlo, me ha querido otorgar la vida pa-
tró hasta lo hueco, é si no fuera por los ra que me enmiende é le sirva mejor que
dobleces de los hábitos, por donde pri- hasta aqui le avia servido. Allí saltaron
mero passó la flecha, me mataran. Mas en tierra los del barco pequeño ; y eran
como no avia hierba en aquella provin- tantos los indios que ya tenían cercados
cia, ninguno murió. á los españoles, é m el capitán no los so-
Acabando de pelear é huyelos los in- corriera con el bergantín grande, se per»
164 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
dieran é se los llevaran los indios, aun- vincia, la qual tiene más de ciento ó çin-
que á los chripstianos les andaban bien qüenta leguas de costa.
las manos, porque peleaban como leo- Otro dia siguiente, veynle é cinco de
nes. Assi que, el capitán los recogió; é có- junio, passamos á vista de ciertos pue-
mo me vidoherido, mandó salir los ber- blos muy grandes de la mesma provin-
gantines é dexó el pueblo, porque avia cia, de los quales salieron muchos indios
mucha gente de guerra é muy encarni- en canoas, en número de más de dos-
çada, porque no le matassen algunos cientas, como piraguas muy-grandes; é
compañeros, porque bien entendía la nes- aquestos pueblos estaban en islas muy
çessidad que avia de temer la ayuda, se- hermosas é frescas, de tierra alta é sa-
gund la tierra es muy poblada (é conve- vanas, en que hay islas de einqüenta le-
nia conservar las vidas), porque no dista- guas ó más de costa, é muy pobladas de
ba un pueblo de otro media legua, é aun gente. Y cada hora estas canoas grandes
muchos dellos menos espacio de lo que se acercaban más, hasta tener los ber-
digo. En toda aquella banda del rio de la gantines rodeados de todas partes: de
mano diestra, como navegábamos agua forma que para no morir á sabiendas los
abaxo, en la tierra de dentro avia pueblos, nuestros*, era nesçessario exerçitar la pól-
é paresçia muy buena la dispusiçion de vora é ballestas; écomençando los indios
la tierra, assi de savanas como de tierra á gustar la fructa de los arcabuces, se
alta é lomas é cerros pelados sin árboles. apartaron afuera, é desde léxos nos fue-
Assi que, passado esto, el capitán man- ron siguiendo todo aquel dia hasta echar-
dó atravessar el rio con los bergantines nos de lo poblado.
por apartarse de lo poblado, édesta cau- En Ja tarde, el mesmo dia, desseando
sa se dexaron de ver muchas poblacio- el capitán la pazcón aquellos indios, por
nes más de las que vimos. Llamóse aque- ver si podíamos descansar en algún mon-
lla provincia de la Punta de Sanct Johan, to , acordó de les dar alguna chaquira
porque en su dia llegamos allí: el qual por rescate ó en señal de amor, é para
dia por la mañana yo avia predicado en esto mandó echar en un calabaço ciertos
alabança de tan glorioso é sanctíssimo diamantes é margaritas é cascabeles é
precursor de Ghripsto; é tengo por ave- otras cosas de aquella calidad, é que en-
riguado que por su intercession me otor- tre nosotros valen poco y en otras par-
gó Dios la vida. tes de aquestas Indias los indios las pres-
En saliendo á lo ancho del rio, nos fue- çian é tienen en mucho ; y echado cl ca-
ron siguiendo en canoas los indios de labaço en el agua hacia los indios para
aquellos pueblos; pero no osaban acer- que lo viessen, en apartándonos á poco
carse mucho á los bergantines por miedo trecho llegó una canoa al calabaço de la
de los arcabuces é ballestas. É aquella chaquira, é tomáronlo é mostráronlo á
noche fuymos á dormir a la otra costa del los otros indios, é toviéronlo en tan poco
rio, é no quiso el capitán que saliesse que nos paresció que hacían burla dello.
ninguno á tierra, porque no estaba se- É por esso no nos dexaron de seguir has-
gura; é los indios de la Punta de Sanct ta que, como dicho es, salimos de sus
Johan no vinieron á dar en nosotros aque- pueblos : que á la verdad por ser muchos
lla noche, é assi la passamos ó dormimos no se pudieron contar, é también se de-
atados los bergantines á los árboles, sin xó de hacer porque no nos daban tanto
salir á tierra. Assi caminamos después espacio para ello.
siempre recatados hasta salir desta pro- Aquella noche fuymos á dormir á un
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 565
robledal que estaba en una savana, don- çarro se tenia por cierto que avia este
de no faltaban sospechas temerosas; por- señorío destas mugeres. Y entre nosotros
que vinieron dos canoas para vernos por las llamamos amaçonas impropriamente;
el agua é avia en la tierra muchos cami- porque amaçona quiere decir en lengua
nos. Allí preguntó el capitán al indio ques griega sin tela : é las que propriamente
dicho de la dispusiçion é calidad de la se llamaron amaçonas quemábanles la te-
tierra, é dixo que dentro allá hay mu- ta derecha, parque no toviessen impedi-
chas poblaciones é grandes señores é pro- mento para tirar con el arco, como más
vincias, entre las quales dixo que hay largo lo escribe Justino. Mas aquestas, de
una provincia muy grande de mugeres, quien aquí traetamos, aunque usan el ar-
que entrellas no hay varones; é que to- co, no se cortan la teta ni se la queman,
das aquellas tierras las sirven é son tribu- é por tanto no pueden ser llamadas ama-
tarios, é quél avia ydo allá muchas veces çonas, puesto que en otras cosas, assi
á servir; é que tienen las casas de pie- como en ayuntarse á los hombres cierto
dra, é que por de dentro de las casas, tiempo para su aumentación y en otras
hasta medio estado de altura, tienen al cosas, paresçe que imitan á aquellas que
rededor todas las paredes planchas de los antiguos llamaron amaçonas.
plata, é los caminos, de una banda é Este indio, en la relación que dio des-
de otra, murados de paredes bien altas, tas mugeres, no discrepaba de lo que
é á trechos unos arcos, por donde entran antes en el real de Gonçalo Piçarro, é
los que allí contractan, é pagan sus de- antes en Quito y en el Perú deçian otros
rechos á las guardas que para ello están indios: antes acullá deçian mucho más;
diputadas. Y deçia este indio que hay porque desde el cacique de Coca, que
mucha cantidad de ovejas de las grandes está á çinqiienta leguas de Quito, ques
del Perú é muy grand riqueça de oro; al nasçimiento del rio, mili é quinientas
porque todas las que son señoras se sir- leguas, poco más ó menos, de estotros
ven con ello, é las otras mugeres plebeas pueblos queste indio deçia, traemos esta
de más baxa condición se sirven con vas- noticia por muy cierta é averiguada , por-
sijas de palo, é andan vestidas todas de que todos los más indios que se han to-
ropas de lana muy fina ; mas deçia este mado lo han dicho, é algunos sin le ser
indio que de léxos tierra, de provincias preguntado. Este indio deçia que dexa-
donde estas mugeres guerrean, traen por mos aquestas mugeres en un rio muy po-
tuerca á los indios á su tierra délias , en blado que entra en este que navegába-
especial los de un grand señor, que se lla- mos, á la mano diestra de como veníamos.
ma el Rey Blanco, para goçar con ellos en Procediendo en nuestro camino acos-
sus carnalidades para su multiplicación; tumbrado, desseosos de llegar á tierra
é los tienen consigo algún tiempo hasta de chripstianos para descansar de los 1ra-
que se empreñan, é despues que se sien- baxos passados, pressentes é futuros,
ten aver concebido, envíanlos á su tierra: hallábamos cada día gente más belicosa
é si después ellas paren hijos varones, ó é que nos hacían peores resçebimicntos:
los matan ó los envian á sus padres ; é si entre las quales generasçiones salió á nos-
es hija la que paren, críanla á sus pechos otros en muchas canoas una gente tiznada
y enséñanla en las cosas de la guerra. de negro con tinta artificialmente, ó por
Destas mugeres siempre truximos muy esto la llamaron los nuestros españoles la
grand noticia en todo este viaje, e antes gente negra ó tiznada. La qual salió de
que saliéssemos del real de Gonçalo Pi- unas provincias muy grandes á la mano
566 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
siniestra del rio por dó veníamos: los versarios no la tienen, é por esto no
quales están en muy buena dispusiçion de eran parte para los destruyr, aunque son
tierra de lomas é savanas, é son gentes mucha más gente que estotros.
de grandes estaturas, como alemanes ó De aqui adelante nos recelamos mucho
mayores. No tomamos puerto en algún más que antes, por miedo de la hierba;
pueblo destos, porque no dio lugar el é fuymos á dormir á una savana de unos
capitán á ello, aunque avia algunos dias robles; é allí hiço el capitán poner á ma-
que no comíamos sino pan, por temor nera de faldas unas barandas á los ber-
que no le matassen algún chripstiano, é gantines, tan altas como hasta los pechos
por ser los pueblos muy grandes é por- de un hombre, é cubiertas con las man-
que él desseaba sacar en salvamento es- tas de algodón é de lana que traíamos,
sa poca gente que traia. para podernos amparar de las flechas que
Desde á pocos dias llegamos á un pue- los indios tiraban á los bergantines. Des-
blo pequeño, donde el capitán mandó to- de allí se paresçian la tierra adentro tres
mar tierra para buscar de comer, é con leguas del rio, en la falda pendiente de
facilidad se ganó el puerto, aunque los una cordillera de un monte, grandes po-
indios hicieron rostro ; mas desde á poco blaciones que blanqueaban, é la tierra
huyeron á otro pueblo que estaba más paresçia muy buena.
abaxo, donde assimesmo tomamos puer- Estovimos en aqueste assiento dia y
to. É ni en el uno ni en el otro se halló medio; y en fin deste tiempo se oyó un
mahiz ni carne ni pescado. En este se- páxaro que se puso encima de un roble,
gundo pueblo se defendieron los indios junto donde estábamos; el qual, á muy
muy animosamente, como hombres que grande priessa, en su canto nos paresçia
querian guardar sus casas, porque aun- que deçia clara é distintamente: «Huyr,
que se les tomó el puerto, no fué sin da- huyr, huyr». Y esto díxolo muchas ve-
ño nuestro : é antes que los españoles sal- ces esta avecica, que todo este viaje la
tassen en tierra avian herido á un chrips- oíamos, quando estábamos cerca de po-
tiano dentro de los bergantines con una blado ; é deçia tan claro como un hombre
flecha; y en el momento que le dio, sin- lo puede decir: •buhio, buhio, buhio*,
tió mucho dolor, é se conosció que esta- que quiere decir: *casa, casa, casa». Y
ba herido de muerte, é se confessó é or- era cosa maravillosa lo que se alegraban
denó su ánima. Fué cosa de mucha lásti- los compañeros, quando la oian, en es-
ma verle; porque se le paró el pié en que pecial si traíamos nesçessidad de mante-
fué herido muy negro, é fué subiendo la nimiento.
poncoña por la pierna arriba, como cosa En este assiento vinieron indios en ca-
viva, sin se poder atajar, aunque le noas, que salían por un braco del rio á
dieron muchos cauterios de fuego, en lo vista de nosotros, é con mucha grita é
qual se vido claramente que la flecha semblante que su determinación era sa-
traia hierba poncoñosíssima ; é cómo su- ber para quánto eran los nuestros espa-
bió al coraçon, murió, estando en mucha ñoles ; mas en tirándoles con los arcabu-
pena hasta el tercero dia, que dio el áni- ces é ballestas, se tornaban á entrar por
ma á Dios que la crió. Este compañero se el mesmo braco del rio, y el capitán e
llamaba Antonio de Carranca. Los indios todos sospechábamos, porque aquellos
destos pueblos tenian guerra con los del eran pocos, que venian á mirar é consi-
rio arriba, é se defendían de la moltitud derarnos, como espías, y en la verdad
de los otros por la hierba : la qual sus ad- assi lo eran , segund despues paresció. Y
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 567
por tanto mandó el capitán partir luego teros que los hicieron apartar, grand da-
los bergantines, é fuymos aquella noche ño resçibiéramos.
á dormir á la otra costa del rio, donde Hiçiéronse estonces dos tiros señalados
dormimos atados los navios á los árboles; con los arcabuces, que nos dieron la vi-
é sin dubda fué permission de Dios, el da é fueron causa que los enemigos se re-
qual no consintió que hallássemos en tier- tirassen afuera. El un tiro fué tal que dio
ra lugar enjuto para salir á ella, porque á ciertos indios, y ellos se desconcerta-
si durmiéramos fuera del agua aquella ron de forma que la canoa se trastornó é
noche, los indios dieran en nosotros. É se anegó, y ellos andaban nadando por
claramente se entendió que lo tenian el agua bien doce ó trece indios que la
acordado, segund adelante se vido; é desampararon, é no los podían favorcs-
aun essa mesma noche oyeron nuestras çer sus amigos de las otras canoas, que
velas hablar á indios en tierra, que an- ya huian por el estrago que los arcabu-
daban á buscarnos : é sin falta se debe ces haçian en ellos, aunque estaban lé-
creer que si nos hallaran en tierra, é aun xos. El otro tiro hiço un compañero viz-
en los bergantines, que nos pusieran en cayno, del qual derribó otros dos indios.
el último trabaxo, é que no quedara de Fué aquesta batalla cosa mucho de ver;
nosotros quien pudiera dar las nuevas de porque andaban los bergantines tras los
nuestros subçessos, segund la pestífera indios que nadaban, é tiraban con las
hierba que tienen los indios desde allí ballestas é á otros herian con lanças, de
abaxo hasta la mar, que podrá aver dos- manera que ninguno de aquellos quedó
cientas é çinqiienta leguas; todas las qua- sin ser muerto á mano de los españoles ó
les sube la repunta ó cresçiente de la ma- anegado, de los ques dicho que salieron
rea. La suma de las leguas que desde el de la canoa que se trastornó. E assi se
pueblo de Corpus Chripsti hay hasta esta ovo la victoria, puesto que en este tran-
provincia de la hierba, segund la estima- ce murió un español de un flechaço que
ción de los que marcaban la tierra é nues- le dieron en un muslo; é passó assi : que
tro camino, pueden ser trescientas le- como la flecha venia de léxos, le entró la
guas, poco más ó menos. punta de la flecha tan poco en el muslo,
Pues assi como fué de dia, mandó el quella mesma se cayó luego que le hirió;
capitán que los bergantines saliessen de mas era tan péssima la hierba que rraia,
entre los árboles, donde estaban amar- que á cabo de veyntc é quatro horas per-
rados; é aun no aviamos caminado tanto dió la vida. Esto compañero se deçia Gar-
trecho como un tiro de arcabuz, quan- cia de Soria.
do en asomando á un braco del rio vi- Vinimos desde donde es dicho costean-
mos salir un armada de mucha canti- do por el rio á la mano diestra como cor-
dad de canoas é muy grandes, como riamos, é siempre los indios de las ca-
piraguas, que nos estaban allí aguar- noas en nuestro seguimiento, desviados
dando para darnos la batalla: é si an- un buen trecho, hasta vernos fuera de
tes nos ovieran hallado, fuera mayor sus poblaciones: las quales vimos aquel
nuestro daño, puesto que de allí no pu- dia por la mesma banda del rio la tierra
dimos salir ó escapar tan á nuestro salvo adentro, en que se mqstraban muy gran-
como quisiéramos, porque nos cercaron des pueblos é tierra alta c de linda vista,
los bergantines de todas partes é nos de los quales salió mucha gente de guer-
echaban dentro dellos muchas flechas ; é ra é mugercs é niños por vernos, como
si no fuera por los arcabuceros é balles- cosa que les era nueva. É los indios da-
568 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ban grita, é las mugeres é niños herian no se avian osado apartar más de la cos-
a/ viento con unos ventalles á manera ta por el mucho rastro que hallaban de
de rnoscadores, é saltaban é baylaban, indios, que debían venir por allí á cacar
haciendo muchos ademanes é meneos con ó pescar, porque el rastro no era fresco;
los cuerpos, mostrando mucha aíegria é mas mostraba ser cursado, é podria ser
regocijo, como gente que quedaban vic- que estoviesse tocado de algún roció ó
toriosos en nos echar de su tierra. Esta- aguacero que le hiçiesse paresçer de
ban puestos sobre Ja barranca del rio tiempo de muchos dias, aunque fresco
más de cinco mili hombres de guerra de fuesse. Hallóse allí un pueblo quemado,
aquel barbaríssimo exérçito, é antes más é dixo el indio lengua que los indios de
que menos, repartidos á trechos por sus la tierra adentro lo avian hecho.
esquadrones. En este assienlo nos detovimos dos
Aquel dia y el siguiente fuymos cami- dias, porque paresçia tierra alegre ^pa-
nando á vista de tierra muy buena, de ra alentar ó descansar para continuar
cerros sin árboles, é parescíanse unos nuestro viaje; é assi desque partimos, di-
bermejales de tierra é savanas muy po- mos entre islas del mesmo rio, que son
bladas á la mano siniestra del rio como incontables é muy grandes algunas dé-
caminábamos, donde vimos muchos pue- lias, la navegación de las quales requie-
blos. Y deçia el indio que dio noticia de re muy diestros nautas ó pilotos para sa-
las amacenas, que en esta tierra que vía- ber por dónde han de entrar é salir, por-
mos hay un señor muy grande, quesob- que hacen muchos bracos; é desta cau-
juzga estas provincias é tierras, é que sa no pudimos ni supimos tomar la Tier-
hay allí muy grand cantidad de plata, é ra-Firme hasta la mar.
que todos se sirven con ella en sus ca- Hallábamos continuamente por estas is-
sas ; y en la verdad paresçia en la tier- las muchos pueblos, é muchos más dexa-
ra que debia de aver todo lo que la len- mos de ver por no aver podido costear
gua deçia, segund lo que nosotros vi- la Tierra-Firme, que ni la vimos ni pu-
mos. dimos tomarla en más de ciento é çin-
Desde á pocos dias tomamos un pue- qüenta leguas que navegamos entre las
blo de aquella mesma banda siniestra del islas.
rio, é los indios tenian alçada la comida, Los indios destos pueblos son caribes
porque avian ávido noticia de nosotros. é comen carne humana, porque se halló
Desde allí fuymos á dormir sobre una en ellos carne assada en barbacoas ó par-
barranca alta del rio, de tierra pelada de rillas que los indios la tenian para comer,
savanas, tierra doblada; é los montes, ó é conoscióse claramente ser carne de
mejor diciendo arboledas desta tierra, hombre, porque avia entre otros peda-
son alcornocales y encinales é robledales, ços della algunos pies é manos de hom-
y estas tres maneras de árboles al pro- bre. Y en un pueblo se halló una alesna
prio é assi como los de nuestra España. de çapatero con su cabo y engaste de
Desde allí, viendo el capitán la buena alaton, de lo qual se comprendió que los
dispusiçion de la tierra, envió ciertos indios de aquella tierra tienen noticia de
compañeros á verla, é mandóles que no chripstianos.
se apartassen máscele una legua é le tru- En otra población se hallaron dos ber-
xessen relación de loque viessen. É as- gantines al natural, de bulto, colgados,
si fueron : é vueltos, dixeron que la tier- que los indios los avian contrahecho, con
ra yba mejorándose para adentro, é que el talle é forma que debe tener un ber-
DE rNDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 569
gantin real, que á mi paresçer debieran que estábamos en parte que era menes-
ser hechos para acuerdo de alguna vic- ter mucho recabdo. É assi se hiço que
toria ó por otro respecto de recordación la mitad de Jos compañeros estaban pe-
suya, é que los indios avian visto ber- leando con los indios, é otros estaban
gantines, pues tan bien é tan al proprio desanegando el bergantín, é otros guar-
ios supieron formar é contrahacer. daban el bergantín grande, guardando el
Es cosa mucho de ver las pinturas que rio, porque por el agua los indios en sus
todos los indios desle rio hacen en las canoas no nos hiçiessen daño. Plugo à Je-
vassijas que tienen para su servicio, as- su Chripslo ayudarnos é favoresçernos,
si de barro como de palo, y en los cala- como siempre ha hecho en todo este viaje
baços con que beben, assi de extrema- que avernos traydo como gente perdida,
dos é lindos foliages é figuras bien com- sin saber dónde estábamos, ni dónde yba-
passadas, como en el buen arte é orden mos, ni qué avia de ser de nosotros. Assi
que conviene aver en ellas; é ponen co- que, muy particular é generalmente se
lores é assiéntanlos mucho bien, é son conosció que usó Dios con nosotros de su
muy buenas é finas, cada una en su es- misericordia ; pues sin entender ninguno
pecie é manera. Haçen é forman bultos cómo se hiço, la Magestad Divina, con
de barro de relieve, de obra romana ; é su inmensa bondad é providencia, nos
assi vimos muchas vassijas, como berne- remedió é socorrió de manera quel ber-
gales é taças é otros vassos, é tinaxas gantín se detuvo sobre un palo, hasta
tan altas como un hombre, que pueden tanto que se pudo hallar por dónde en-
caber treynta é quarenta é cinqüenfa ar- traba el agua, é se pudo atajar con ropa
robas, muy hermosas é de muy excelen- hasta vencerla é agotarla : é á un mesmo
te barro. tiempo se salvó el bergantín é huyó Ja
Finalmente, todas sus obras de manos gente de guerra , é ovo lugar de varar el
muestran ques gente muy sotíl é de buen bergantín en tierra para adobar la tabla
ingenio, é las cosas que hacen pares- quebrada ; y en tanto questo se hacia, es-
çerian muy bien entre los muy esmera- tuvieron los españoles restantes en re-
dos offiçiales de tal arte en Europa, é guarda é sobre aviso. ¡Oh inmenso é so-
adonde quier que las vean. berano Dios, quántas veces nos vimos en
Llegamos á tomar puerto en un pue- trances é agonías tan cercanas á la muer-
blo, donde nos vimos en mucho aprieto, te, que sin tu misericordia é poder abso-
nesçessidad é peligro, porque á la entra- luto era imposible bastar fuerças ni con-
da del puerto, con la cresçiente de la ma- sejo humano para quedar con las vidas!
rea , no vimos muchos palos que estaban Deste pueblo ques dicho, se sacó mu-
debaxo del agua, en los quales embis- cho mahiz é mucha comida otra é sal; é
tió el bergantín pequeño, é de aquel to- fuyinos á dormir aquella noche nuestra
que se quebró una tabla del é se yba á navegación adelante basta qm1 paramos
fondo, tanto que quedó en cuatro dedos adonde nos paresció estar seguros ala-
de bordo descubierto solamente. De for- dos ó amarrados los navios á unos árbo-
ma que teníamos fortuna por el agua é les; porque no tomamos puerto hasta el
por la tierra, é los indios revolvían sobre dia siguiente que le hallamos fuera úc Jo
los compañeros nuestros, que avian ydo poblado, ó mejor diciendo, boscage de
al pueblo, é los hicieron retraer hacia los la cost i, dond<> sé Bdercsoo qoassi el
bergantines: é îué neecessario que! capi- bergantín pequeño de mi' YO. EO la qoal
tán mandasse dividir los español -, por- obra estoviroos die/ <'• ocho días con mu*
TOMO IV.
570 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
cho trabaxo, á causa del poco manteni- esta obra é adobo de los bergantines ca-
miento que avia, puesto que comíamos torce dias de ordinaria é continua peni-
con mucha regla é tassa esso que tenía- tencia , por la mucha hambre é poca co-
mos. mida , porque avia poquito mahiz é falta-
Assimesmo mostró Nuestro Señor aqui ban todos los otros manjares : de suerte
el particular cuydado que tenia de nos- que llegó nuestra nesçessidad á comer
otros pecadores, é nos quiso proveer en por onças é dieta, temiendo la navega-
nuestra nesçessidad como en todas las de- ción de la mar ; é guardaba cada uno un
más que tengo relatado. É fué assi que poco de mahiz tostado que Uevasse, ó
estando con mucha hambre é debilitadas comia el marisco que hallaba, después
ya las Cuereas de los españoles, acaesció que menguaba la marea, que eran pocos
por la dispusiçion de Dios que un dia, caracoles é muy pequeños, é algunos
sobre tarde, el río abaxo de la banda é cangrejos chiquitos ; é no fuera pequeño
costa de tierra donde se aderescaba el contentamiento, si dessos hallarán tantos
bergantín, venia por el agua una vaca que se pudieran hartar.
danta muy grande ; y el capitán Francis- Concluyda la obra de los bergantines,
co de Orellana mandó á ciertos compañe- salimos dcste assiento, ocho dias anda-
ros que entrassen en el rio é truxessen dos del mes de agosto, hambrientos é
aquella vaca. É assi se hiço; é se repar- bien ó mal proveydos, segund la oportu-
tió entre todos, de manera que á cada nidad de nuestra poca posibilidad; por-
uno le alcancó buena parte, con que res- que sin dubda muchas cosas eran las que
çibieron socorro los dolientes é substen- nos faltaban, assi de velas para los ber-
tacíon los demás. Allí en aquel realejo se gantines como de xarçia é todo lo demás
hicieron clavos para adobar ambos ber- nesçessario para navegar. É para suplir
gantines é ponerles cubiertas é obras en alguna manera estas faltas, hicimos
muertas, que no las tenían, para los po- las velas de las mantas del Perú que te-
ner á pique é tales que estovi essen para níamos, las quales cada uno tiraba á sus
entrar en la mar. Esto se fué á hacer en proprios indios que venían entre nosotros;
una playa, pocos dias despues que sali- é assi vinimos á la vela el rio abaxo con
mos deste assiento ; y en el mesmo tiem- mucho trabaxo é viento contrario, dan-
po que veníamos caminando á buscar la do bordos é aguardando las mareas para
dicha playa é lugar aparejado é conve- mejor caminar, é continuamente truxi-
niente para adobar los bergantines, to- mos sobresalto é temor, á causa de los
mamos puerto en algunos pueblos, don- muchos baxos que por el rio se hallaban.
de se halló pescado alguno, pero no ma- E lo que mas nos congojaba era no tener
hiz; porque los indios lo tienen en mu- anchoras para ninguno de los berganti-
cho por esta costa, cerca de la mar, y nes para surgir, esperando, como era
esso que tenían, avíanlo aleado. nesçessario esperar, á las mareas quan-
Dia de Sanct Salvador, ques la Trans- do el agua abaxasse ; é como surgíamos
figuración de Jesu Chripsto, Nuestro Re- sobre poçales hechos de piedra é de pa-
demptor, hallamos la dicha playa que los, acaesció muchas veces yr garrando
buscábamos, adonde se adobaron muy los bergantines, con peligro de dar al
bien los bergantines, é no con poco re- través.
gocijo de nuestros españoles é capitán ; é Quiso Dios por su bondad, no mirando
traba xa ron todos como en cosa que les á nuestros pecados, de nos sacar destos
importaba tas proprias vidas. Tardóse en peligros, é hacernos tantas mercedes que
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXIV. 571
permitió que no muriéssemos de hambre Antes que saliéssemos á la mar estovi-
ni padesçiésscmos naufragio, del quai es- mos en esta boca del rio un dia é una no-
tuvimos muy cerca muchas veces, hallán- che , donde se hicieron buen cable é cier-
donos en seco ó encallados en tres pal- tas sogas para la xarçia de los berganti-
mos de agua ; de manera que era nes- nes; é como se avian hecho á remiendos
çessario que todos los compañeros sal- siempre, avia que remendar en ellos; é
tassen al agua para sacar é desencallar si en alguna parte nos proveíamos de al-
los bergantines que pudiessen nadar. É gunas cosas, en otras partes no las ha-
segund las veces que tocaron en tierra é llábamos. É como las más cosas de que
los golpes que sufrieron de mar al través, nos proveíamos, eran conlrahechas é por
puédese creer por cierto que Dios de po- mano de hombres sin expiriençia é no
der absoluto nos quiso librar, para que habituados á tal arte, turaban muy poco;
nos enmendássemos, ó para otro miste- é como no se hallaban en cada parte, era
rio que su Divina Magestad guardó para nesçessario venir labrando é proveyendo
sí, que los hombres no alcançamos. á saltos. Desta forma en una parte se ha-
Continuamente el rio abaxo hallamos cia la vela, en otra el timón, en otra la
pueblos de indios, donde nos proveíamos bomba y en otra la xarçia ; y en cada co-
de alguna comida, aunque poca, porque sa destas, en tanto que no la temamos,
la tenían los indios escondida; é á no era estar á mucho peligro.
hallarla, á lo menos de algún mahiz é Dexo de decir otras muchas cosas de
rayçes, todos peresçiéramos de hambre. que caresçiamos, assi como de pilotos é
E assi salimos muy flacos é faltos de bas- de marineros é de aguja del navegar,
timentos de aquel assiento, donde se aca- que son cosas nesçessarias, que sin qual-
baron de aderesçar los bergantines. quiera délias no hay ningún hombre, por
En los pueblos de susso dichos nos es- falto que sea de buen juicio, que ose na-
peraban los indios varones, como gente vegar, sino nosotros, á quien esta nave-
más doméstica que los de arriba, sin ar- gación se ofresció por caso, é no por vo-
cos ni flechas ni otro género de armas; é luntad nuestra.
paresçia, segund las señas é meneos que Tardamos veynte é quatro dias en lle-
hacían, señalando las barbas é façiones gar á esta boca del rio, y en todos ellos
é vestidos de los chripstianos, que nos nunca nos llovió ni tovimos aguacero, que
daban á entender que allí cerca avia es- fué especial favor de Dios.
pañoles perdidos ó poblados. Y esta noti- Esta boca del rio tiene de ancho, de
cia é señas perseveró entre los indios de punta á punta, quatro leguas, é vimos
los más pueblos que hallamos hasta salir otras bocas mayores que esta, por don-
del rio, especialmente á la boca por dó de salimos á la mar; é segund raçon de
salimos del, donde hallamos ciertos in- hombres expertos é la muestra quel rio
dios domésticos de unos pueblos que es- hacia de muchas islas é golphos é bahias,
taban en la mesma boca : los quales ve- cinqüenta leguas atrás antes que saliés-
nían á rescatar con nosotros á los bergan- semos, bien se manifestaba quedar otras
tines algún pescado, como gente que lo bocas á la mano diestra, como veníamos,
avia hecho otras veces. Estos mesnios in- por dó tovimos mayor mar ó más brava,
dios nos dieron noticia más claramente aunque era el agua dulce, que todo lo
que desde allí avia tres días de navega- que caminamos después en < 1 agua sala-
ción para la costa hasta donde estaban da. É todo nuestro desseo era intentaré
aquellos chripstianos. procurar de tomar la tierra ó costa firm«
572 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de la mano siniestra, como veníamos, agosto, é híconos tan buen tiempo que
para salir por allí á la mar, porque creía- nunca llovió ni nos molestó aguacero.
mos que desta manera hallaríamos antes Caminamos por la mar juntamente am-
pueblos de chripstianos, pues aviamos de bos bergantines en conserva quatro dias,
caminar por la costa de la mar sobre la y el dia de la colación de Sanct Johan
mano siniestra, como veníamos, hasta Baptista, en la noche, se apartó un ber-
llegar á la isla de Cubagua ú otro qual- gantín del otro de tal manera que no
quier pueblo de chripstianos; é con toda nos pudimos ver hasta Cubagua (que por
la diligencia que se puso en buscar la otro nombre se llama la isla de las Perlas),
tierra firme del rio nunca se pudo ganar: donde llegó el bergantín pequeño, llama-
de suerte que nos fué forçado salir entre do Sanct Pedro, sábado nueve dias del
islas de una banda é de otra por la boca mes de septiembre, é nosotros llegamos
sussodicha. en el bergantín mayor, nombrado la Vic-
Aquesse grandíssimo rio, segund he toria, el lunes adelante, que se contaron
procurado de me informar con mucha so- once días del mesmo mes de septiembre.
licitud entre hombres que han corrido es- É assi ellos como nosotros, los del un
ta costa de Tierra-Firme, é han entrado bergantín é los del otro, como no tenía-
por algunos ríos della, no he podido al- mos pilotos ni agujas ni cartas de nave-
cançar determinadamente qué rio sea de gar, truximos torcida la navegación, é
dos, porque unos dicen ques el de Huya- mucho más los que veníamos en el ber-
pari é otros el Marañon ; porque hay qua- gantín mayor; porque los del menor per-
troçientas leguas hasta esta isla de Cuba- dieron quatro dias de navegación é nos-
gua desde donde salimos á la mar; é se- otros siete en el bergantín de la Victoria.
gund vimos tiene junto todo el rio, don- Los del pequeño bergantín se detuvie-
de en ella entramos, más de quarenta ron por entrar por Jas bocas del Drago,
leguas de latitud, é cresçe é mengua en creyendo que aquel era su camino, é si
la dicha boca más de cinco bracas. La entraran, halláranse engolphados donde
suma que desde el pueblo de Corpus apenas pudieran salir, como nos acaesció
Chripsti tieneu las leguas hasta la provin- á nosotros, que por nuestros pecados en-
cia de la hierba, serán trescientas leguas, tramos donde ellos no pudieran entrar,
pocas más ó menos, é todas las de nues- permitiéndolo Dios que los quería librar
tro viaje, desde adonde salimos perdidos del peligro en que nosotros nos vimos,
hasta llegar á la mar, son mili é quinien- engolphados en un rincón infernal siete
tas é cinqüenta leguas. Estas sin las que dias con sus noches, trabaxando los com-
aviamos andado, quando determinamos pañeros con los remos por salir por don-
de buscar la mar, por no poder volver al de aviamos entrado. Y era el viento tan
real de Gonçalo Piçarro, que eran otras por la proa é tan resçio que nos hacia
ciento é cinqüenta leguas, que son en to- perder en una hora lo que aviamos ga-
das hasta la mar mili é septeçientas leguas. nado en todo un dia. Allí se nos avia aca-
Assi que, con otras quatroçientas que hay bado la comida, é nos vimos en tanta
hasta Cubagua, son dos mili é çient le- nesçessidad, quel que alcançaba diez gra-
guas las desta peregrinación nuestra, que nos de mahiz tostado para comer, creía
como es dicho se hiço impensadamente. que tenia buen pasto aquel dia.
Salimos del sussodicho rio para entrar Plugo á Nuestro Señor de nos sacar
en la mar sábado de mañana, antes del fuera de aquella cárcel que he dicho, e
alba, á veynte é seys dias del mes de aunque tovimos calma, en saliendo, por
DE INDUS. LIB. L. CAP. XXIV. 573
espacio de dos dias, estábamos alegres, verdad que en lo que aqui he escripto
dando gracias á Dios, confiando en su me he assaz copilado é acortado, porque
misericordia que nos llevaría presto don- la prolixidad engendra el fastidio, y el
de hallássemos gente de nuestra nasçion. fastidio causa menospresçio é contradice
É cómo en nuestro viaje tan prolixo siem- la auctoridad é crédito que deben aver
pre nos guió el Espíritu Sancto, sin me- las auténticas relaciones; pero assi su-
resçerlo nuestras obras, assi agora singu- perfiçional é sumariamente he relatado
larmente, seyendo el mesmo Dios nues- la verdad en todo lo que yo vi é ha pas-
tra guia é camino, nos llevó despues que sado por el capitán Francisco de Orella-
nos dexaron las calmas en dos dias de- na é por los hidalgos é personas, ó çin-
rechamente á la nueva cibdad de Cádiz qüenta compañeros que salieron del real
en Cubagua, donde como es dicho ha- de Gonçalo Piçarro, hermano del mar-
llamos á los compañeros que vinieron en qués don Francisco Piçarro, gobernador
el bergantín Sanct Pedro ; é no fué poca del Perú, alias Nueva Castilla. Sea Dios
el alegria para el capitán Francisco de loado».
Orellana é los demás, que no sabiamos Dice el historiador é acomulador des-
dellos é veniamos con temor que se ovies* tas nuevas materias:
sen engolphado, como nosotros hicimos. Yo hablé en esta cibdad de Sancto Do-
De una cosa estoy informado é muy mingo al capitán Francisco de Orellana;
certificado : que assi á ellos como á nos- é llegó aqui un lunes, veynte é dos dias
otros ha hecho Dios grandes mercedes é del mes de noviembre de mili é quinien-
muy señaladas, en nos traer hasta aque- tos é quarenta y dos años, é con él el co-
lla isla en salvamento, porque avernos mendador Chripstóbal Manrique, natural
navegado por la costa más peligrosa é de la cibdad de Cáceres, é Chripstóbal
más brava que hay en todo este mar de Cáceres, natural de la villa de Torre-
Océano. É á salir en otro tiempo de in- jon de Velasco, é Alonso Gutierrez, de
vierno se toviera por milagro nuestra sa- Badajoz, é á Fernand Gutierrez de Çelis,
lida, si llegáramos donde agora estamos natural de la montaña é del mesmo lugar
en esta cibdad é isla ya dicha, donde dicho Çelis. É hablé á otros hidalgos é
avernos seydo también resçebidos de los personas, que se hallaron en este descu-
pocos vecinos que al pressente hay en brimiento con el dicho capitán Francisco
ella, como suelen los buenos padres res- de Orellana, natural de Ja cibdad de Tru-
çebir á sus hijos ; y en esto muestran bien xillo ; é déi é de algunos dellos supe, que
ser hombres que han passado por seme- demás de sus particulares devociones,
jantes trabaxos. siempre llamaron é se acordaron en sus
Yo fray Gaspar de Carbajal, el menor peligros é trabaxos, que por ellos passa-
de los religiosos de la sagrada Orden jde ron, de Nuestra Señora de Guadalupe,
nuestro religioso padre Sancto Domingo, é aun se votaron é prometieron de yr en
he querido lomar este poco traba xo de romeria á su casa, quando á Ja Madre de
escrebir el subçesso de nuestro camino Dios pluguiesse de darles lugar para ello.
é navegación, assi para decir é notificar He puesto aqui esta memoria porque
la verdad en todo ello, como para quitar soy amigo de dar testigo de lo que es-
ocasiones á muchos que por veníura quer- cribo; y he desseado ver aquel religioso
rán contar ó escrebir esta nuestra pere- fray Gaspar de Carbajal, de la Orden de
grinación de otra manera, ó al revés de los Predicadores, questa relación escri-
como lo avernos passado é visto. Y es bió; y estos cavalleros hidalgos me di-
574 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
xeron que se avia quedado á descansar le han tractado, creería yo más que á los
en la isla de la Margarita: é digo que que con dos ojos é sin entenderse ni en-
holgara de verle é de conosçerle mucho; tender qué cosa son Indias, ni aver veni-
porque me paresçe que este tal es digno do á ellas, desde Europa hablan é han
de escrebir cosas de Indias, é que debe escripto muchas novelas, á las quales en
ser creydo en virtud de aquellos dos fle- verdad no hallo yo otra comparación más
chaços, de los quales el uno le quitó ó al proprio que á palabras de papagayos,
quebró el ojo: é con aquel solo, demás que aunque hablan, no entienden ningu-
de lo que su auctoridad é persona meres- na cosa de lo quellos mesmos dicen.
çe, ques mucho, segund afirman los que

CAPITULO xxv.
Del naufragio é maravilloso subccsso que intervino á un reverendo canónigo de la sánela iglesia catedral
desta nuestra cibdad de Sancfo Domingo de la Isla Española, é á otras personas que en este trabaxoso
trance se hallaron , del qual escaparon por la misericordia de Dios de la manera que aquí se dirá.

¿wué vida ni pluma ni lengua puede ciente y extremado, no puedo excusarme


bastar para recitar ó escrebir los peligros ni dexar de le poner aqui, para que los
desta peregrinación é humana habitación, fieles chripstianos con esta leçion, den
en que tan obligados están los que viven gracias á aquel en cuya mano está la
en este valle de lágrimas? Bien sentía muerte é la vida de los hombres ; é aun
aquel doctor sancto aquesto, quando di- porque me paresçe que ningún cathólico
xo: «Esta vida , es vida de miseria, vida puede oyr tal lectura, sin que le tiemble
caduca, vida incierta, vida trabaxosa é la barba, si no está muy desacordado de
no limpia: esta vida es señora de los ma- sí, ó no ignora ques mortal é que conti-
los é reyna de los soberbios, llena de núa su curso para yr á parar en el fin que
miserias é de espanto : ni es vida ni assi todos ignoran é ninguno debe dexar de
se debe llamar, sino muerte, en la qual tener. Vengamos, pues , á contar en bre-
en un momento morimos por diverssos ves palabras esta verdadera narración
mandamientos é defettos, é muchas ge- colmada de miraglos.
nerasçiones de morir han ». Notorio es que la cobdiçia de los que
Porque sea verdad esto que dice Sanct se ocuparon en la pesqueria de las perlas
Augustin, no se puede negar, ni perso- en la isla de Cubagua é la Margarita, pro-
na humana lo debe contradecir, assi por vincias é costas que llaman de Paria é de
los innumerables acaesçimientos que en Araya é de Cumaná, se dieron tan buen
todas las mares é tierras del mundo han recabdo é pusieron tanta diligencia en
subçedido, como por lo que en nuestros agotar é arrancar é hacer estéril tal gran-
tiempos en aquestas Indias, en tan poca geria, que cessó quassi de todo punto el
cantidad de años, se ha experimentado tracto délia, é se despobló la isla é la des-
é visto, é yo en parte he escripto en es- ampararon los más de los que en ella se
te último libro de la General historia des- avían avecindado, ó que por allá residían
tas Jiuestras Indias. Con la qual relación é cursaban, por cobdiçia de las perlas.
pensaba dar fin á estas materias en el ca- Passados algunos años, descubriéronse
pítulo precedente; é cómo la novedad algunas pesquerías délias en la mesma
del naufragio que agora diré, es tan re- costa, más al Oçidcnte, en el cabo que
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXV 575
llaman de la Vela é por allí, é passáron- cia mucha agua, pensando hasta eston-
se á poblar allá algunos de los vecinos de ces que la caravela estaba sana ; é como
Cubagua, é otros que fueron de Sancta este trabaxo fué tan súpito, comcncó la
Marta é desta nuestra Isla Española é de gente á alborotarse, porque el agua que
otras partes, é truxéronse aqui é llevá- entraba por baxo en el navio era mucha;
ronse á España muchas perlas. A la fama é como yba muy cargado é apretada la
del qual nuevo descubrimiento armaron mercadería ó lo que llevaban, ni tenían
muchos desde aquesta cibdad, é con mu- lugar ni tiento para hallar el agugero ó
cha costa; y entre otros un reverendo pa- rotura por donde se anegaban. Á este
dre, canónigo desta sancta iglesia, llama- ruido, como el canónigo estaba metido
do Garcia de la Roca, despendió muchos en su cámara de popa, é aun almadra-
dineros para esta grangeria, assi en navios do, salió presto é preguntó al que gober-
é canoas y esclavos nadadores como en naba é tenia el timón en la mano, que
mantenimientos e otros gastos ; é dio car- qué cosa era aquel escándalo é alteración
go de su hacienda á un pariente suyo que que la gente toda tenian ; y el timonero
allá envió. Después, ó por no le respon- le dixo:— «Señor, háse descubierto un
der bien con la cuenta é lo procedido de agua, que nos da trabaxo». Luego el ca-
las perlas, ó por otro fin qualquiera que nónigo comencó á requerir al maestre é
le moviesse, acordó de yr en persona á al piloto, que pues no avia ocho horas
ver cómo aquella pesqueria se exerçita, que avian salido deste puerto, que se vol-
é á poner cobro en su hacienda : é aña- viessen á él á se reparar ó salvar donde
diendo costa á costas ó gastos nuevos á pudiessen tomar desta costa; é importuni-
los que tenia hechos, con todo el mejor dades del canónigo, dixeron que era me-
aparejo é proveymienlo que pudo se em- jor que arribassen sobre una canoa que
barcó en el puerto desta cibdad un lunes llevaban en compañia, de un Gaspar Fer-
á las ocho horas de la mañana, á los nandez, mercader, para decirle si se
veynte é siete dias del mes de Noviem- queria volver con los otros de la carave-
bre del año passado de mili é quinientos la , la qual estaba continuando su camino
é quarenta y dos de la Natividad de Nues- é yba poco más de un tiro de ballesta
tro Redemptor Jesu Chripsto; aviendo pri- desviada á solaventó. É haciendo é di-
meramente dicho ú oydo missa y enco- ciendo todo fué uno, é llegaron á la ca-
mendándose á Dios, como buen sacerdo- noa al tiempo quel sol se escondía de su
te , é aviándose encomendado en las ora- horiçonte: yestándole diciendo que se-
ciones de otros religiosos para que su ria bien que volviessen á Sancto Domin-
viaje subçediesse bien é á servicio de go, respondieron los de la canoa, que
Nuestro Señor. É partióse á la hora ques eran solamente quatro hombres, que no,
dicho en una caravela, de que era maes- sino que siguiessen el viaje todos juntos,
tre un Alvaro de Ballesteros, é por pilo- para que si nosçessario fuesse, socorries-
to un su compañero, llamado Johan Gon- sen los unos á los otros.
çalez, con muy próspero é largo viento; En este punto un marinero comencó á
é desta manera é mucho á su placer na- decir á voces que el agua estaba ya so-
vegaron todo lo restante de aquel dia bre la cubierta é que se yban á fondo;
hasta una hora antes quel sol se pusiessc estonces los de la caravela començaron á
ó que la noche llegasse. É aquella hora decir á voces á la canoa: « A bordo, á bor-
dieron á la bomba, como lo suelen hacer do, abordo: que ttOfi anegamos». Estaba
los navegantes, é hallaron quel navio ha- la mar asm alteradade grandes olas, é
576 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
luego sin dilación la canoa se juntó con gado al maestre é piloto de la caravela
el costado de la caravela ; é aunque la que la bandeassen é oviessen por bien
canoa lo passaba mal por el golpear que que se fuesse en compañía, porque de
se hacia, todos los que y ban en la cara- otra manera no se atreviera á atravessar
vela, maestre é piloto é marineros é pas- el golpho; y ellos lo ovieron por bien é
sageros é tres ó quatro mugeres, sin que les subcedió por mejor, é fué assi pro-
ninguno sacasse más de lo que tenia ves- veydo por la divina misericordia que la
tido, saltaron en la canoa, sin que ningu- canoa, tal qual era, fuesse allí para su re-
no faltasse ni peligrasse. É como el vien- medio. En la qual entrados, navegaron
to era de la parte de la caravela , é la ca- toda aquella noche, é con mucha mar é
noa estaba arrimada á su costado á sota- trabaxo, porque segund era ella, no fué
vento, no se podía apartar ni desabracar menor miraglo aver podido llegar á tier-
del navio mayor, é haçia pedaços la ca- ra quel passado.
noa : é de hecho la echara á fondo, sino A las once ó las doce del otro dia mar-
que quiso Dios por su clemencia que so- tes siguiente llegaron á Puerto Hermoso,
bre los bancos de la canoa yban unas va- en esta costa de Poniente, que está á
ras que llevaban para hacer un buhio, é veynte é quatro leguas desta cibdad, don-
con aquellas se desembaraçaron é apar- de se desembarcaron, dando infinitas
taron de la caravela, é quassi en el ins- gracias á Nuestro Señor, é quedaron obli-
tante, desviados della un tiro de piedra gados de nunca çessar en el lodo el res-
de manos, ó menos, la caravela se hun- tante de sus vidas. É assi me paresçe á
dió, que no paresció della cosa alguna, é mí que desde aquel dia lunes veynle é
se fué á fondo, como si fuera una barra siete de noviembre ya dicho, començaron
de plomo. estos á vivir, é assi deben enmendar sus
Serian los que entraron en la canoa obras para que Dios les dé otros bienes
hasta treynta personas, é assi como la más á su propóssito que los que hasta es-
caravela se desapareció començaba á es- tonces avian adquirido é allí perdieron,
curesçer la noche, y estaban apartados sin poder salvar valor de un agujeta más
de tierra veynte é cinco leguas, poco más de sus personas: que no fué para ellos
ó menos. ¡Oh misterios de Dios ! ¡Oh in- poco thessoro ni para nosotros poco avi-
falible socorro de los pecadores que á Je- so, para estar siempre aperçebidos é de
su Chripslo é á su presçiosa Madre se tal manera velando, que en qualquiera
encomiendan é conosçen su sacratíssima hora ó dia que la muerte llegare, no pue-
religion chripstiana, é con entera fée pi- da malar el ánima, pues quel cuerpo una
den favor á aquel solo que puede todo lo vez ú otra ha de salir deste mundo, é
que quiere, é que nunca falta á quien se lo atender hasta el final juicio aquella sen-
meresçe ni aun á los que con buenas en- tencia última é universal, que dará nues-
trañas é perseverancia dessean meresçer tro Redemptor del humano linage, para
é servir al Omnipotente, en cuya mano é que los que bien vivieron vayan á la vida
voluntad está nuestro remedio ! Ved, le- eterna, é los que mal obraron, al fuego
tor devoto, qué os dixo Sanct Augustin elerno: que esto es la fée cathólica, é
de susso: mirad en qué peligros anda- quien no lo creyere assi, no puede sal-
mos: sentid cómo se pescan estas perlas varse.
é oro que por estas Indias se tractan. En aquesta cibdad é iglesia episcopal
Aveys, pues, de saber que la canoa está é reside hoy en dia este reverendo
era tan pequeña , que su dueño avia ro- padre canónigo Garcia de la Roca, y es
DR INDUS. ÜB. L. CAP. XXV.
una de las personas de auctoridad é buen porque segund se supo de otras personas
crédito de su cabildo; é débese creer hico mucho al caso su buen ánimo y es-
que por su buena vida é méritos le quiso fuerço para la salvación de todos, é su-
Dios poner en el peligro ques dicho, é pa- per omnia el auxilio divino.
ra ayudar á los que con él se hallaron,

CAIMTULO XXVI.
En que se cuenta un caso maravilloso que acaesció á una nao portuguesa, que con treynla hombres de la
mar salió del puerto de la cibdad de Sancto Domingo de la Isla Española para se tornar á Portugal, é con
tormenta aportó en la isla de la Bermuda, en la qual se perdió, y escapó la gente por la misericordia de
Dios.

^iete naos é caravelas partieron de la yban volando sobre las ondas de la mar,
cibdad de Sancto Domingo de la Isla Es- la qual era muy gruessa é tempestuosa.
pañola á los veynte de julio de mili é qui- É una noche ovieron su acuerdo los dos
nientos é quarenta y tres años para Espa- pilotos, sin saber ni conosçer adonde se
ña, y entre aquestas velas una nao délias estaban, porque avia quatro dias que por
era portuguesa : la qual avia venido á es- el tiempo cerrado é nublado no avian po-
ta cibdad cargada de negros para los ven- dido servirse de los astrolabios, ni tomar
der, porque aqui valen é son nesçessa- el sol ni la estrella ó tramontana del Nor-
rios para nuestras heredades é servicios te : é como acaesçe muchas veces que la
de los vecinos é grangerias del campo é casa regida por dos cabeças, en especial
minas, sacando oro, é para los ingenios diferentes, es menos bien gobernada, as-
de acucar (puesto ques ya tanta la can- si entre estos pilotos desconformes en sus
tidad destos esclavos, que muchos dellos votos, el que dellos era más diestro se
andan aiçados é son rebelados á sus due- llamaba Amador Gonçalvez, natural de
ños é hacen mucho daño en la isla, é se Lisboa; y este dixo al otro que le pares-
espera mayor, si no se castigan con más çia que estaban cerca de tierra, é que de-
atención que hasta agora se ha hecho). bían coger las velas é ponerse al payro,
Esta flota é número de navios ques di- ó dar la vuelta á la mar hasta quel día
cho vi yo salir con buen tiempo del puer- viniesse, porque con el d¡a, por escuro
to desta cibdad; é navegaron la vuelta que fuesse, mejor pudiessen consejarse.
del Poniente é salieron después por la via El otro piloto decía que no era posible
de las islas de los Lucayos, é desde allí estar cerca de tierra ; pero con voluntad
tiraron su camino la vuelta de Europa. É de los marineros, que algunos dellos
cómo la nao portuguesa yba sin carga é eran expertos en trabaxar é se acostaron
con treynta hombres, y entrellos los dos al voto de Amador, porque le tenían por
eran pilotos, desque se vido engolpha- hombre de buen conosçimicnto, querían
da é apartada ya de la flota é compañía seguir su paresçer é tirar á la mar: y en
siete ú ocho dias avia, vínole tiempo con- el instante tocó la nao en ci rtos arreci-
trario, é cargó tanto el viento Norte que fes é roquedos baxos qn están de la
los hiço correr al Sueste, ques el viento banda del Norte de la isla Bermuda, la
de entre el Oriente é Mediodía y entre qual dista desta nuestra cibdad de Sanc-
Leste é Sur; é con solos los papahígos, to Domingo 'digo desta nuestra isla Es-
cogidas las otras velas, parcsçia quo pañola) más puntualmente desde la villa
TOMO IV. 72
578 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
de Puerto de Plata hasta la dicha Bermu- to que deshicieron la dicha nao é la ar-
da doscientas é cinqüenta leguas, pocas rasaron hasta el agua, é despues que es-
más ó menos, é tantas puede aver desde tuvo assi, se la tragó la mar, y estos hom-
el cabo del Engaño, ques la punta más bres se recogieron en la isla. En la qual
oriental desta Isla Española, hasta la Ber- estuvieron sessenta dias, sosteniendo sus
muda. É como estos hombres se vieron vidas con la esperança que tenían de ser
perdidos, é la nao comencó á se encallar ayudados de Dios, como quier que en el
entre aquellos baxos, sin aver remedio comer les faltaba el pan y el vino é los
de salir de allí, ni yr atrás ni adelante otros alimentos nesçessarios ; porque el
ni á otra parte, diéronse mucha priessa bastimento que sacaron fué poco, y esso
de sacar el batel de la nao, aunque con guardábanlo para su matalotage, é co-
mucho trabaxo: lo qual no pudieran ha- mían palmitos é palmas grandes, de que
cer, si la nao fuera cargada, ni se salva- hay muy grand cantidad: é hay muchos
ra persona alguna de todos, é aun, si la é buenos pescados, é como por allí no
noche turara, más todos se perdieran, ven pescadores ni redes ni ançuelos, ve-
porque estaba la gente muy cansada é nían quassi á las manos muchedumbre
desmayada; é quiso la misericordia di- dellos en mostrándoles el pié ó la mano
vina socorrer á estos pecadores con la luz á par del agua, como si fueran domésti-
del día, é vieron la tierra de la dicha cos animales; é con una hacha ó mache-
Bermuda. É assi se esforçaron con Dios, te ó con un palo dándoles, los mataban
á quien con grande devoción se encomen- con facilidad, quantos avian menester é
daron , é á su bendita é gloriosa Madre bastaban para essa gente é quantos más
Ja Virgen Sancta Maria, Nuestra Señora, fueran. É quiso aquel soberano provee-
cada uno votando é prometiendo la en- dor de las nesçessidades que les deparó
mienda de sus pecados : é plugo á Jesu muy buena agua dulce de pocas fechas
Chripsto, Nuestro Redemptor, que salió á mano á par de la costa, cavando en el
el batel; y echado al agua, entraron en • arena un poco é cerca del agua salada,
él todos trcynta hombres é fueron á la is- porque de otra manera fuera imposible
la, que estaba bien quatro leguas ó poco vivir sin beber.
menos de donde dexaron la nao. É allí Propria tierra es aquella para la gente
salidos en tierra, llamando á Dios con quel Piinio llama lenofagi, los quales
muchos clamores é lágrimas, plugo á su se mantienen con tortugas, por lo qual
clemencia que abonancé el tiempo é la son assi llamados, porque lene significa
mar se quietó, de manera que aviendo tortuga, é fagin quiere decir manjar ó co-
su consejo, se acordó que parte de los mer: la qual gente cubren sus casas é
marineros volviessen á la nao, que esta- habitaciones con las conchas de tales pes-
ba como es dicho encallada en aquellos cados, é aquellos viven en el ángulo de
baxos; é sacaron della algún bastimento, Carmama; pero la Bermuda es inhabita-
quanto pudieron, aunque no pudo ser ble é sin gente alguna, ni otro animal
quanto les fuera menester, é sacáronlo á por allí se vee sino la grandíssima abun-
tierra; é también sacaron las velas y en- dancia de diverssos pescados é innume-
tenas é todo quanto más pudieron, para rables é grandes tiburones, é destas tor-
se aprovechar dello. É fueron é tornaron tugas grandes mataban é comian muchas
de la dicha isla á la nao é de la nao á la estos pobres aislados. Pero como dice
isla más de treynta veces, repartiéndose Aristóteles: «Los que son entendidos en
en el trabaxo de sus personas, hasta tan- la guerra, son más esforçados que los no
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXYI. 579
entendidos en ella ». Assi esta gente, co- la merced que les hiço á todos é cada
mo todos eran gente de la mar é avian uno dellos, traycndoles en salvamento é
vístose en diverssos trabaxos, compor- sin peligro ó muerte de persona de quan-
taban mejor que lo hicieran otros hom- tos en este viaje se hallaron.
bres , su fortuna ; y encomendándose á Supe deste piloto que la isla Bermuda
Dios acordaron de hacer una barca ó na- tiene muchos é buenos puertos, é que no
vio, en que pudiessen salir de allí, para es toda una, sino quatro ó çinco pedaços
se venir á esta Isla Española ó á la de de tierra cerca unos de otros, é de muchas
Sanct Johan. É como avia entrellos offi- é grandes arboledas de cedros muy exce-
ciates para poner en efetto su labor, é lentes, é sabinas é palmas é otros géneros
mediante la industria de su buen piloto de árboles : de manera que mejor se po-
Amador é con herramientas que tenian, drían llamar estos isleos Bermudas que no
aunque con poca clavaçon é con falta de Bermuda. Está, segund este piloto afirma,
más cosas é aparejos que se requieren en treynta é dos grados y medio distan-
para tal obra, hicieron un gentil barco te de la equinoçial, lo qual se certificó
con las reliquias de la nao perdida é de con su astrolabio muchas veces que allí
lo que pudieron despojar délia, é tam- tomó el altura del sol é del Norte. Tiene
bién con el ayuda de los cedros muchos muchos baxos de la banda del Norte,
é buenos que allí hay en la Bermuda. desde el viento Norueste hasta el Sueste,
Concluyda la obra se metieron todos desta manera: que de ocho partes de cir-
treynta hombres en el navio para nave- cunferencia las quatro ocupan los baxos
gar, é su matalotage fué cierto eacabí é roquedos muy peligrosos, sin tener
que escaparon, en el qual no avian osa- por donde es dicho salida segura para Ja
do tocar por le guardar para el camino; mar, sino fuesse con cursado piloto allí é
é hicieron carnage de muchas tortugas mar tranquila, ó muy pequeños barcos;
grandes secadas al fuego por la falta de y essos baxos turan buen espacio en la
sal. É allegaron á esta cibdad de Sancto mar. Assi las quatro leguas ques dicho
Domingo en salvamento desde que par- que avia desde donde se perdió la nao
tieron de Ja Bermuda en catorce dias, y hasta la isla, como mucho adentro de Ja
entraron en este puerto jueves veynte é mar, hay muchas gaviotas é gavinas é
dos dias de noviembre del dicho año de otras aves que se cxcrçitan allí en la pes-
mili é quinientos é quarenta y tres. quería, porque hay muchos peces vola-
Viendo yo entrar el navio é passar á dores é otros que se andan sobreaguados.
par desta fortaleça desta cibdad de Sanc- Hallaron estos chripstianos muchos fue-
to Domingo, que por Sus Magestades ten- gos muertos, é hallaron un muy Jwen
go, donde después el mesmo piloto Ama- mástel en Ja costa, de alguna mío que no
dor Gonçalvez me informó del naufragio debiera aver allí llegado, sino por se uver
ya dicho, como hombre bien hablado é perdido la nao de quien era : los fu«
de buena fama é crédito que tiene, y le se puede creer que los hartan Jos quo fue-
hacen digno de ser creydo (é porque as- ron poco tiempo há allí con el capitón
si lo cuentan todos los otros que con él Carreño á tentar é ver qué cosa era aque-
se hallaron, que al pressente están en es- lla isla, como en otra parte lo tengo di-
ta cibdad), tomé yo esta relación cinco cho. Sea Dios loado por sus grandes ma-
dias despues que aqui vino esta gente, ravillas. Amen.
dando todos muchas gracias á Dios por
580 HISTORIA GENERAL Y NATURAL

CAPITULO XXVII.
Ea que se Iracta de dos huracanes ó tempestades que acaesçieron en ía isla Española é otras islas á etfa
comarcanas, é de ciertos naufragios que subeedieron por las dichas tempestades en los meses de agosto
é septiembre de mili é quinientos é quarenta y cinco años.

Um el capítulo III del VI libro de la pri- suficiencia narrarlo ni encaresçerlo, ni


mera parte deslas Historias de Indias dixe tan al proprio escrebirlo ni darlo á enten-
é di relación de dos huracanes ó grandes der, como ello passó. Pero diré lo que vi,
tempestades que acaesçieron en esta cib- como mi memoria bastare, pues ello pas-
dad de Sánelo Domingo de la Isla Espa- só en los dias é tiempo que he dicho, é
ñola : el uno fué año de mili é quinientos yo lo noté é acomulé'á los naufragios des-
y ocho, y el otro en el siguiente año de te último libro, desde á quatro dias des-
mili é quinientos y nueve; lo qual yo en- pués que la segunda tormenta ó tempes-
tendí de muchos é auténticos testigos de tad passó, é digo assi :
vista en la mesma cibdad, é muchos hay Domingo en la tarde, nueve dias de
vivos hoy que lo vieron. Ë aunque en la agosto, andaba en la mai* en que estamos
verdad fueron muy grandes y espanta- desta Isla Española, á diez é ocho grados
bles acaesçimientos, como el prudente desta parte de la línia equinoçial, mucha
letor lo puede leer é considerar, á mí me requesta é tempestad, quebrando en estas
dio grande admiración oyr cosas de tan- costas muy altas é bravas ondas con bra-
to espanto; pero no lo pude sentir ni en- vo viento : el qual principió en el Norte
tender tan puntualmente, ni con tanto ó parte septentrional, é de allí se mudó
terror é trabaxo, como experimentando al Nordeste, é desde saltó al Leste ó par-
é viendo otras dos tempestades más ace- te oriental; é quando amanesció el lunes
leradas en la mesma cibdad, é con tan siguiente, dia del mártir ques dicho, sal-
poco intervalo y espacio de tiempo como tó el viento en el Sueste é dio con las
passó de la una á la otra; porque la pri- naos é navios deste puerto al través den-
mera fué lunes á diez dias de agosto, dia tro del rio en la costa é parte desta cib-
de Sanct Lorenço mártir, en este pres- dad; é poco á poco se fué aumentando
sente año de mili é quinientos é quaren- de viento en viento el temporal.
ta y çinco; é la segunda subcedió á ocho Los hombres de la mar, para poner
dias del siguiente mes de septiembre, dia recabdo en las naos é caravelas é otros
de Nuestra Señora la Virgen Sancta Ma- navios del puerto, é los vecinos de la
ría é de su gloriosa Natividad. cibdad, por lo que tocaba á sus casas é
Quánto mejor se entienden las cosas haciendas, todos eslovieron en vela la
vistas que las oydas, bueno está de juz- noche passada con mucho temor, enco-
gar. Assi en este caso puedo yo hablar mendándose á Dios é continuamente llo-
como hombre que lo vido, é como testi- rando excesivamente, y el viento bra-
go que lo sintió, é como de aquel á quien mando. Pero una cosa quiero decir por-
cupo parte del daño de pérdida tan gran- que es notable ; y es que assi como en
de é universal en las haciendas y edefi- España los truenos é relámpagos en las
çios y heredades desta cibdad é puerto é tempestades causan mucho espanto, assi
de toda la isla, en tanto grado que no co- en esta cibdad é Indias es aquello que se
nozco de mí tanta habilidad que sepa á dessea, quando hay huracán, porque
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXVII. 581
siempre viene sin truenos, é la peor se- del monesterio de Sancto Domingo, é
ñal es no los aver en tales tempestades. desbarató las celdas del monesterio de
Tornando al propóssito, después esfo-r- Sanct Francisco ; y en muchas casas de
cándose más el viento, passóse al Sur ó particulares, de piedra, en unas más que
parte auslral del Mediodía, y estonces en otras, ruinó parte délias. Y en solo
(serian ya las siete horas y media del dia) las puertas é ventanas que en esta cibdad
con tanto ímpetu que muchos buenos áni- el viento hiço pedaços en todo ó en par-
mos de hombres se enflaquesçerian, vien- te délias, no se podrán restaurar sin mu-
do que todo yba de mal en peor : é turó cha suma de pessos de oro: de manera
bien la mayor furia é lo más resçio é tra- que muy pocas ó ningunas casas queda-
baxoso quassi hasta las nueve horas. Por ron sin daño. Era muy grand lástima ver
manera que lo más temeroso fué una ho- el campo y el estrago que se hiço en
ra y media, poco más ó menos, á mi pa- los ingenios de acucar, y en los here-
resçer, non obstante que aunque desde damientos é cañafístolas é arboledas de
las nueve comencé á afloxar el viento sin fructales arrancadas; los conucos ó la-
çessar el agua, essa mejoría é declinación brancas perdidas; los buhios é casas de
tenia suspensa la esperança hasta las on- las heredades asoladas ; é con tan gene-
ce del dia, que paresçio quel cielo esta- ral pérdida, que segund nuestros veci-
ba menos escuro, é mejor diciendo, Dios nos afirman, é yo creo por lo que vi, es-
nos prometia seguridad. É por su cle- taban en valor de doscientos mili pessos
mencia comencó á Iranquiliçarse la tem- de oro lo que á esta Isla le vino de da-
pestad , de tal forma que á medio dia era ño; porque la villa de Acúa toda se ane-
passado el principal rigor y el miedo uni- gó é derribó por tierra con sus ingenios
versal ; pero creo yo é tengo por cierto de acucar é ricos heredamientos. A mu-
que si de noche fuera el mayor peligro chos otros desta Isla asoló é destruyó, é
é furia de tal tempestad, que peligraran por mi casa juzgo el daño que en otras
muchos; porque se hundieron é cayeron haciendas mayores é mejores se hiço;
quantos buhios ó casas avia de madera porque á mí me derribó en el campo en
é paja en esta cibdad é mataron mucha mi heredad siete ú ocho buhios ó casas,
gente, porque raros fueron los buhios é perdí toda la Iabrança é arboledas: é
que quedaron, por estar detrás de los con trescientos castellanos no se reedefi-
edefiçios de piedra. É aun en los edefi- cará é cultivará el daño que en el cam-
çios, aunque en esta cibdad los tales son po y en esta cibdad á mí solo me vino,
muy buenos é fuertes, como el agua fué y en las casas é possesiones, que aqui
mucha é continua y el viento incompor- tengo. Quanto más que ovo hombre, á
table, se sintió en mucha manera é hiço quien tres mili, á quien dos mili, á quien
mucho daño á muchas casas; y en esta mili, é más ó menos arrobas de acu-
fortaleça de Su Magestad, en que yo es- car, demás de las heredades é cañave-
toy, arrebató el viento más de treynta al- rales con otros edefiçios é haciendas
menas: é de una esquina de un muro que les quitó la tempestad que digo. É la co-
está á la parte de la mar, derribó un peda- sa de mucho mayor dolor y espanto, fué
ço de un liençocon parte del adarve, con ver las naos é caravelas é otros navios,
otros edefiçios desta casa real, que ruinó que estaban en este puerto é rio tem-
de tal suerte que sin mucha cosía no se pestando é garrando hasta se perder 6
pueden tornar á su primer estado. É assi dar el viento con ellos so tierra, unos
por consiguiente derribó el campanario con otros arrollados en estas costas des-
582 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ta ribera; algunos hundidos del todo é muchos cueros vacunos é cantidad de ca-
otros en parte, é concluyendo perdidos. ñafístoJa; y en echando que echó el án-
En la segunda tormenta fué aun ma- cora, llegó el mercader cobdiçioso á ro-
yor el daño, porque fué mucho mayor el gar á otro, cuya era la carga, que le ven-
agua é las cresçientes deste rio, que aca- diesse parte della de aquel acucar, é por
bó de echar á perder los navios : é á una mucha importunidad vino en le dar ó
parte ponia dos ó tres é á otras otros tan- vender una buena cantidad de acucar, é
tos, é más é menos. Y en la canal deste cargaçon dal barco. É fecha la paga é
rio, enfrente desta fortaleça, se hundió resçebido el dinero, llegó la tormenta é
uno; y en otra costa, poco más arriba hundióse el navio con todo el acucar,
desse, estaban otras dos naos perdidas, con quanto traia é tenia dentro, sin se
é debaxo é al pié de la casa del señor al- poder salvar cosa alguna: por manera
mirante estaban otros, é más arriba otras que no quiso Dios que sin compañero en
dos naos ; é á un vecino solo se le per- essa pérdida sedoliesse el mercader prin-
dieron una nao é una caravela ; é la su- cipal, ni los que allí tenían parte, sin que
ma ó cantidad del número de las naos é los dineros del postrero les pagasse par-
caravelas é otros navios que se perdie- te de tales lágrimas.
ron, fué diez é ocho ó veynte, algunos Fué la segunda tormenta de menos
cargados é otros con parte de carga, que viento, pero de mucha más agua que la
valia mucho más que las naos, por lo primera; é cqmencó un domingo en la
qual algunos diçen quel daño fué de ma- noche á llover y el lunes más, y en pes-
yor valor de lo que tengo dicho. so continuándose toda la noche siguien-
En la isla de Sanct Julian ovo assimes- te é todo el otro dia martes, dia de Nues-
mo mucho daño de pérdidas de casa é tra Señora, sin çessar momento. É cres-
haciendas. ció el rio desta cibdad más que nunca se
Diré agora cómo la ventura é diligen- avia visto cresçido desde questa tierra es
cia de los mercaderes muchas veces se de chripstianos, é aun fué mucho mayor
concluye, no á proporción de sus des- el daño que hiço en la ribera ; é perdié-
seos, ó sí como lo meresçen sus cobdi- ronse seys ó siete naos que estaban car-
çias. Como la moneda que aqui corre des- gadas é otras vacias, con las quales é
tos quartos es baxa é ruin, é los reales con las primeras de la tormenta ó hura-
que en Castilla valen á treynta é quatro, can precedente llegaron al número ya di-
corren aqui á quarenta é quatro marave- cho, contando con ellas otra que agora
dises , por hacer sus dineros que han acá diré del maestre é capitán llamado Cru-
ganado vendiendo el gato por liebre, pro- çado. Cayeron muchas casas otras, é as-
curan de llevar á España acucar ó cueros saz quedaron sentidas de las de piedra;
de vacas ó perlas ú otras cosas, en que é sin dubda so tuvo por cierto que si
emplean sus ganancias é moneda ; é á un otros dos ó tres dias turara más el agua,
mercader, por ganar también en el re- esta cibdad se perdiera, ó mucha parte
torno como en lo que acá truxo, usando della.
deste aviso, intervínole lo que diré. Fué también á dos dias de luna este
El dia antes que la tormenta primera naufragio, como el ques dicho; pero por-
viniesse, llegó un barco grande á este que he dicho los dias puntuales en que
puerto, é surgió debaxo de la casa del aquestos huracanes acaesçieron, no me
señor almirante : traia de la villa é puer- acusen los que se rigen por essos repor-
to de Àçûa tres mili arrobas de acucar é tónos comunes, por los quales se rigen
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXVII. 583
los que sacan el cuento de la luna : que Señora, seyendo ya tres ó quatro horas
bien sé que diçen que avia de ser la con- antes quel siguiente dia arnanesçicsse,
junción á siete de agosto, á once horas çabordaron en tierra, sin saber adonde
é veynte é siete puntos, en el signo de estaban. Y tovieron tanta ventura, que la
Leo en veynte é tres grados. Y en el nao quedó derecha encallada á diez ó do-
mesmo Reportorio dice que la conjunción ce bracas apartada de la costa de la isla
del mes de septiembre passado avia de Saona , próxima á esta Isla, á la parte de
ser á seys días del mes, á una hora é diez Levante, en esta costa del Sur, veynte
puntos en el signo de la Virgen, en veyn- é cinco ó veynte é seys leguas más orien-
te é dos grados ; pero acá no valen nada tal questa cibdad: é salieron en tierra,
essos reportónos que fueron hechos en dándoles el agua á los pechos; é salvaron
Europa, é no pueden ser ciertos aqui que ciertos caxones, en que y ban el oro é las
estamos en diez é ocho grados esta cib- perlas que llevaban, é perdieron sola-
dad desta parte de la equinoçial. É por- mente un hombre, é los demás todos, as-
que podría ser que yo, que no soy astró- si marineros como passageros, se salva-
logo, me engañasse en decir que ambas ron. E cómo fué de dia, el maestre y
tempestades fueron á dos dias de luna, é capitán conosció la tierra é dixo: «En la
que mi error proçediesse de ser aquellos Saona estamos». É hiço luego dar noticia
dias escuros é nublados, ella mesma, á esta cibdad, y él vino á ella para que
quando se nos mostró después, enseñó se enviassen allá navios sotiles é recab-
ques lo que yo digo, é que si fué algu- do para salvar lo que se pudiesse sal-
na diferencia, fué de pocas horas más ó var é sacar de la dicha nao; porque se-
menos de lo que tengo dicho : quanto gund yo le oy decir al mesmo en pres-
más que muchos eclipses del sol é de la sençia del presidente desta Real Chan-
luna que se ven en Europa y España, acá çilleria que aqui reside, el licenciado
no los hay ni se ven. Alonso Lopez Çerrato, quatro ó cinco
Tornando á la historia, la nao de Cru- dias después questa nao se perdió ella
çado escapó aqui de la primera tormenta, encalló derecha y estaba entera; é assi
é cargada salió deste puerto un dia antes despues que allá fueron, se salvó assaz
de la segunda, é llevaba mucha acucar é ropa de la que yba en la nao. Pero assi
perlas é otras cosas, de valor de quaren- el maestre como los demás, encomen-
ta ó çinqiienta mill ducados. É alcancóle dándose á la Madre de Dios é llamándola
la tormenta é huracán segundo después en tan extrema nesçessidad, se ofresçie-
que estuvo en alta mar; é cargó el tiem- ron é volaron unos á la Señora del Anti-
po tanto de mucho mar é viento é agua, gua é otros á la de Guadalupe é otros á
con tanta escuridad que no se via ni co- sus devotas peregrinaciones, porque ca-
nosçia un hombre, aunque á par esto- da uno tiene en su patria una estación ó
viessen, ni se podian valer: é comença- lugar de particular devoción ; mas todos
ron á alijar la carga y echaron el artille- como cathólicos chripstianos enderesça-
ría á la mar é otras cosas muchas, é cor- ban sus devociones á la Reyna del cielo,
taron el árbol principal é dieron con él la qual los oyó, é por miraglo escapó
en el agua. É sin saber dónde se estaban, deste naufragio, segund yo lo oy contar
dieron la vuelta desta Isla, á Dios mise- al mesmo Crucado ; porque, como es di-
cho, quando dieron en tierra, no sabían
ricordia, con tal fortuna, que muchas ve-
adonde se estaban, ni sabían qué hacer de
ces passaban las ondas por encima de la
nao: y en fin, el mesmo dia de Nuestra sí hasta quel dia llegó, y el capitán Cru-
584 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
çado, esforçando su gente les dixo : « Es- Mariscal, desseando vivir, saltó en Jas
forçaos, amigos: que en salvo estays, peñas del isleo ; é saltando él y el barco
quesfa es la isla Saona». É puso diligen- sobre él todo fué uno, y entre el barco
cia, como es dicho, en el oro é perlas y é la peña tomóle una pierna el barco, é
en lo que más pudo, como hombre fiel é cortóle el un pié por encima del tovillo,
de buen recabdo. # y el pobre clérigo, viéndose assi lastima-
Pero aunque este naufragio que sub- do é con extremado dolor, desatinado,
cedió á Cruçado de la segunda tormen- pero encomendándose á Dios é santiguan,
ta é huracán, fué tan peligroso como dose en el instante, sin tener tiempo ni
está dicho, otro ocurrió en el mesmo esfuerço para se apartar, llegó otra ola é
tiempo de mayor admiración á ciertos lo embistió é arrebatólo de la peña aba-
marineros é un clérigo llamado Maris- xo é ahogóse. É assimesmo se ahogó una
cal, que era cura de la villa de la Yagua- su india é un indio del maestre Diego Gar-
na, é fué assi. cia, é los demás con el dicho maestre se
Andaba en esta cibdad de Sancto Do- escaparon, que fueron cinco personas é
mingo un clérigo, llamado Mariscal, que un indio del clérigo; pero no pudieron
estaba por cura en la villa de la Ya- salir tan á su salvo que no saliessen bien
guana , ques en el fin é parte oçidental descalabrados y hechos pedaços é lisia-
desta nuestra Isla Española, hombre ne- dos de las peñas, en esta manera de des-
gociador é cargado de pleytos é baraxas, embarcaçion, tal qual aveys oydo, ha-
que vino aquí essa é otras veces antes á ciéndose el barco muchos pedaços.
esta cibdad. É con los despachos quél Estos cinco españoles y el indio que
pudo con su solicitud despachar desasso- quedaron vivos escaparon en el isleo,
segado, partióse desta cibdad un dia an- donde estovieron quarenta y nueve dias,
tes ó dos de la primera tormenta, é qui- haciendo una larga quaresma é peniten-
so Dios que arribaron á tierra en esta cia de nueva manera; porque ninguna co-
costa abaxo, é se salvaron por estonces. sa avia qué comer en el escollo, sino ver-
Yban en este barco el arráez ó maestre é dolagas. Con todo escaparon un queso
piloto con otros quatro marineros é un in- del mataloíage é carga que llevaban : nin-
dio del maestre, y el clérigo é un indio guna agua ni vino tenian; pero con el
é una india suyos: assi que, eran ocho queso é verdolagas essos pocos dias quel
personas. E cómo vieron abonançar el queso turó passaban su vida, é con algu-
tiempo, volvieron á su navegación, é sub- nos cangrejos. É continuando su peniten-
cedióles la segunda tormenta é huracán cia, no bebían sino quando venia algún
sussadicha, é dio con ellos en un escollo aguacero que por aquellas enriscadas pe-
é isleo, que se dice Ántovelo, que está á ñas en algunos hoyos ó vacuos délias de-
Poniente desta cibdad de Sancto Domin- xaba algunas pocas ó charquillos peque-
go cinqüenta leguas, enfrente de la villa ños con agua, á donde yban á la beber é
de la Savana, é á cinco ó seys leguas chupar con mucha devoción é lágrimas, é
apartados de la cosía dentro en la mar: é con tan extrema nesçessidad como se de-
allí con la tempestad é fuerça del tiempo be pensar ó congecturar mejor que yo la
é flaqueça del barco dieron al través, sin sabría dar á entender. É agotada aquel
se poder valer: que la mar era tan alta, agua, quedaban en su sed ordinaria, pi-
que los tragaba é se anegaban á cada diendo á Dios é á su misericordia socor-
passo por la mar. Y assi como empareja- ro, porque si de su clemencia no les vi-
ron con los roquedos del isleo, el clérigo niesse, no lo podían aver ni buscar ni
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXVil. SSI
conseguir por otra via ni camino alguno. cibdad, cargada de sal, é capeáronla, y
En esse tiempo venían de noche algu- ella arribó al isleo ó recogió esta gente
nos lobos marinos á dormir á la isla por perdida é los sacó de allí con su maestre
cierta parte que tiene un poco de playa é ó arráez é piloto del barco perdido, lla-
no áspera, é salidos en tierra, dormian mado Diego Garcia, con los otros qualro
roncando, como es costumbre, tan alta- chripstianos y el indio del clérigo; é lle-
mente, que desde léxos se oian; y essos gó á esta cibdad esta caravela con ellos,
pobres chripstianos, como no tenían tan domingo, día de Sanct Lúeas evangelista,
pessado el sueño, acudían al roncar des- que se contaron diez é ocho dias del mes
sas bestias marinas, é matábanlas dán- de otubre del año ques dicho de mili é
doles con un palo en el hocico ó testuz. quinientos é quarenta y cinco años. De
Assi con essos é las verdolagas é algunos los quales yo me informó de lo que aqui
cangrejos, despues que fué acabado el he dicho, para aviso de los que leyeren
queso, vivian míseramente, pero no des- estos traba sosos subçessos de la mar, en
confiados de la bondad é auxilio de Dios. que tan notorios peligrosos trances traen
Preguntábale yo á uno destos pecado- los hombres que en ella andan, é para
res, que de allí escaparon, si tenían lum- que los que lo pudieren excusar, no na-
bre é si comían crudos aquellos lobos é veguen. É diso vo esto con mis sessenla
cangrejos; é díxome que lumbre tenian é siete años á cuestas, y espero, si Dios
é leña en aquel isleo, é que desde á on- fuere servido, de yr á España en el si-
ce dias que se perdieron hicieron lumbre guiente año, llegada la primavera: lo
con los palillos, como lo acostumbran qual paresçe cosa temeraria é poca pru-
hacer los indios en estas partes, la qual dencia ; pero como el vivir y el morir de
lumbre les fué un notable socorro; é que la voluntad de Dios procede, espero en
encomendándose á Jesu Chripsto é á su su misericordia quél suplirá mi edad é
gloriosa Madre en tanto estrecho é nes- fuerças, é me proveherá de tal aliento y
çessidad, fueron de Dios oydos. É acaso esfuerço que pueda de mí mano pintar
passó por ahí cerca una cara vela latina, estas historias de Indias al Emperador,
que venia del Cabo de Ja Vela para esta nuestro señor.

CAPULLO XXVJIL
De Jos naufragios, y es muy maravilloso el caso que aquí cuenta.

E,*\ pressente año de mili é quinientos ó Y estaban ya á medio golpho, más de


quarenta y ocho acaesció que salió una seysçientas leguas apartados de la Isla ; ó
nao de la cibdad de Sancto Domingo de quiso la bondad divina oyr los clamores
la Isla Española, cargada de acucar é é lágrimas de aquella afligida compañía,
cueros de vacas é cañafístola é otras co- entre los quales yban de nuestra cibdad,
sas, y en ella muchos passageros, para con sus mugeres ó hijos, algunos vecinos
España; é despues que algunos dias na- nuestros ; é al tienîpo del mayor trabaxo
vegaron, hiço-la nao tanta agua, que con é de su mayor agonía, vieron una nao,
dos bombas no la podían agotar é se yba que avia antes parí ¡do de la mesma cib-
al fondo ; é començaron á llamar á Dios dad , é capearon llamándola : la qual ar-
é á su gloriosa Madre, é sin el socorro ribó é fué á socorrer ostotra, que en tan
de su misericordia no se podían salvar. grand peligro é total perdición estaba, ó
TOMO IV. 74
586 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
llegó á tiempo que se salvó toda la gen- suyo, é otros muchos passageros é algu-
te y el oro é plata é lo que llevaban: nos religiosos de Sanct Francisco é otros,
que no se perdió sino las mercadurías é con los quales yo hablé, é aun tuve car-
cosas pessadas de la carga. tas de mi casa. É supe dellos que se vo-
Era maestre desta nao que se perdió, taron á Nuestra Señora del Antigua de la
Gaspar Guerrero, vecino de Sevilla ; é iglesia mayor de Sevilla, é otros á Nues-
salido él é sus compañeros é los passa- tra Señora de Guadalupe; é todos en fin
geros, é passados á la nao que los so- á la Madre de Dios é á Nuestro Redemp-
corrió, en el instante la otra nao se hun- tor Jesu Chripsto, que vive é reyna por
dió en la mar, con mucho valor de las siempre jamás. Amen.
mercadurías. É los que se salieron, llega- Este naufragio escrebí yo en Sevilla;
ron á Sevilla la víspera de pasqua del Es- pero en el tiempo ques dicho, por infor-
píritu Sancto algunos, é otros pocos dias mación de los mesmos que en él se ha-
antes, é otros después : de los quales eran llaron , que como testigos de vista me di-
Vidal, boticario, é su muger é hijos, é xeron lo que está dicho. De todo sea
Johan Rodriguez, escribano, é un hijo Dios alabado.

CAPITULO XXIX.
De otro naufragio quel mesmo año acaesció después del sussodicho, c no tan venturoso como el que se
ha contado de susso.

Pa^n tres carave.as .atinas en con- neladas, y esta era la capitana, nombra-
serva desde la cibdad é Puerto Rico de da Sancti Spiritus; é prosiguiendo su
la isla de Sanct Johan, que los indios lla- camino para España, subcedió quel jue-
man Boriquen, que está al Oriente de ves, diez é siete del mesmo mes de ma-
nuestra Isla Española; ó assi como del yo, octavo dia de la Ascension, avián-
naufragio que de susso se ha contado, se dose ydo adelante la caravela menor de
puede colegir deste quanta utilidad se si- las tres, de que era maestre Amador
gue de la navegación acompañada de Gonçalvez, vecino del dicho Puerto Rico,
otros navios, é la expiriençia está clara porque era más velera é andaba más,
é vista muchas veçes. É si en el capítulo no guardó la compañía sino quatro dias,
de susso escapó toda la gente por la con- pero quedó la otra caravela tercera, que
serva ó compañía de otro navio, en es- • era quassi tamaña como la capitana; é por
totro caso, que agora se dirá, no quedara ser más ligera, siempre andaba adelante,
con la vida persona alguna, si sola vinie- é como venia la noche apocaba las velas
ra la caravela que se perdió, por una por atender á la capitana. Y el dia ya di-
desaventura que nunca su semejante se cho, siguiendo buen tiempo é mar bo-
ha visto, después questas nuestras Indias nança, estarían dos tiros de ballesta más
se descubrieron; é fué desta manera: adelante que la de Sancti Spiritus, á las
Del puerto, que está dicho, partieron las nueve horas del dia , claro é sereno, que
tres caravelas un viernes, que se conta- fué otra misericordia de Dios, porque si
ron quatro dias del mes de mayo deste fuera de noche, más hombres se perdie-
pressente año de mili é quinientos é qua- ran; é assi caminando con el viento á po-
renta y ocho años ; la mayor de las qua- pa á su placer, llegó el tiempo del pes-
les era de porte de ciento é treynta to- sar.
DE INDUS. LIB. L. CAP. XXIX. 587
Estando todas las velas aleadas é de xo que encomendaba á sí é á todos, é
bastante viento llenas, enderesçadas al que cada uno mirasse por sí.
viaje é propóssito de su camino, siguióse En este tiempo, como los del navio di-
quel piloto de la caravela que yba delan- cho Sancl Johan vian mejor lo que passa-
te, dicha Sanct Johati, que estaba á la ba que los mesmos que padesçian, é su
banda hacia Sancti Spiritus, vido por su piloto Manuel Vaez, como hombre que es-
proa passar de luengo dos ballenas muy taba atento mirando sintió el golpe, man-
grandes, que se sumieron é no las vido dó tener á orça é detuvo su navio para
más aquel piloto, el quai se deçia Manuel echar el batel fuera; pero antes que se
Vaez, portugués; é assi eran todos por- pudiesse hacer ni poner el aparejo en or-
tugueses los maestres é marineros de am- den, ya estaba el que topó con la ballena
bas caravelas. É del navio Sancti Spiri- hundido muchas bracas, sin pareseer me-
tus no vido persona alguna las ballenas, moria del, sino los que nadaban é lasca-
aunque el maestre de su caravela, lla- xas que haçian lo mesmo, é los que se
mado Mateo Fernandez, avia estado un salvaron de caxa en caxa; é algunos se-
buen espacio á la proa, hasta que llegó guían la vía del batel: que en fin con
la hora de las nueve, que dio el navio toda diligencia posible é como buenos
tan resçio encuentro en una de las balle- chripstianos, se echaron al agua para so-
nas, segund se cree quella yba á salir de correr á essolros pecadores.
baxo del agua al tiempo que la caravela Contemplad, letor, qué tal andarían
passaba, é topó con ella : é fué tan gran- nadando en calcas é jubón aquel reve-
de el golpe ó encuentro que se dieron, rendo arcediano de la iglesia catedral de
que no estuvo el navio sobre el agua tan- la cibdad de Puerto Rico , llamado Don
to espacio quanto tres credos recados Pedro Gonçalez Prieto, y el canónigo Jo-
bien de priessa ; de manera que no ovo han Gallegos, de la mesma iglesia, con
lugar de echar fuera el batel, adonde los que allí se hallaron. ¡Oh desastres é
avian echado todo el oro que llevaban, é peligros de la vida humana, que corno
las mugeres é gente menuda que allí se no se consultan con los pecadores, assi se
avian metido, que no debieran. Pero qué ofresçen á quanto puede subçeder, co-
digo echar fuera el batel? Ni aun pudie- mo ciegos ó mal considerados! Quanto
ron aderesçar un aparejo para ello. más seguro es el açadon é sus sudores!
Encontinente, como hombres diestros, Dexemos de discantar adestras miserias,
los marineros corrieron á dar á la bom- á que nasçen los hombres obligados, é
ba, é salia el agua mezclada ó vuelta con volvamos á la materia.
la sangre de la ballena, segund lo testi- Echado el balel roerá« y en él aquel
ficaron los marineros que allí yban ; y el buen hombre piloto Mateo Fernandez con
maestre, como hombre diestro, fué lue- hasta ocho ó diez hombres, guando lle-
go á la proa é se descolgó abaxo, é vido garon á los que nadaban avian passado
que entraba la mar en el navio como por tres quartos de hora, poco más ó DM
una puerta grande por mitad de la quilla tiempo; é tomaron los qnc hallaron en-
de la caravela, que estaba toda abierta tre la caxeria, tan afligidos é cansados,
por baxo. El qual maestre luego volvió como se puede contemplar mejor que es-
arriba, é dixo que ni avia tiempo de crebir. Pero ya á algunos de los marine-
echar el batel fuera, ni aprovecharía dar ros mancebos de la caravela perdida los
á la bomba, ni quedaba otro remedio avia el batel recogido «-n el camino que
sino la misericordia de Dios, al qual di- se yban al otro navio, é por la bondad
588 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
divina fueron los que assi se salvaron cillo que andaba por el agua; é Alvar
veynte é ocho personas, assi passageros Diaz escapó un rosario con unos extremos
como marineros, é los passageros eran de oro que topó en la barca, que aun-
los más dellos naturales de la isla de Sanct que.al tiempo de salir del navio se tras-
Johan. Pero aunque á algunos les paresçe tornó é se perdieron todos los cofres del
que yo podria ser más breve en mis his- oro é otras cosas que dentro se avian
torias , é que les hace poco al caso en su echado, paresçe quel rosario se asió en
leçion nombrar los que se ahogan ó que algo é se quedó en la barca. É los que
se salvan, yo tengo por opinion ques se ahogaron fueron diez é ocho personas,
bien que se escriba, porque en sus casas chicos é grandes; é fueron destos la mu-
ó los atiendan ó hagan bien por los muer- ger de Diego Moriel con una doncella su
tos. É assi digo que los que quedaron hija de diez é seys años é otros dos hi-
con la vida fueron estos reverendos pa- jos varones, uno de diez años y el otro
dres el arcediano é canónigo ya dichos, de quatro años, é dos esclavos; é al ar-
é los siguientes: Francisco Caro, merca- cediano se le ahogó una negra de diez é
der, Alvar Diaz, mercader, vecino de seys años é un negrito de doçe é un mes-
la isla de la Palma, Gaspar de Açevedo, tiço de otros doçe años; é al canónigo
Diego Alemán, hijo de Rodrigo Alemán, Johan Gallegos una niña que traia chi-
vecino de Puerto Rico, Diego de Maça- quita , é un Johan de Turiel é dos ó tres
ramboz, mancebo nasçido en Puerto Rico. mancebos, de cada diez é seys años, é un
De la gente del navio perdido, demás marinero é la muger de Açevedo é sus
de los passageros ya dichos que escapa- hijos é su cuñado. Téngalos Dios en su
ron , se salvaron los maestres del navio, gloria.
llamados Mateo Fernandez é Lope Rodri- Esta relación, de la manera ques di-
guez, con once ó doce marineros, todos cho, la contó el mesmo arcediano don
hombres de sus casas é casados en Ta- Pedro Gonçalez Prieto al reverendíssimo
ñira, en el Algarve de Portugal, é gente señor arçobispo de Sancto Domingo, don
de bien. É Lope Rodriguez salvó un pe- Alonso de Fuenmayor, en mi pressen-
daçuelo de oro de hasta cinqüenta ó ses- çia, en Sevilla á veynte é dos de otubre
senta pessos, que acaso pudo tomar; y del mesmo año de mili é quinientosé qua-
el Diego Alemán ochenta ó noventa rea- renta y ocho años.
les de plata que se hallaron en un cofre-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXX, 589

CAPITULO XXX.
En que se sigue una conclusion é descargo quel auctor destas historias dá para su definición hasla el
pressente tiempo á los que vieren eslas materias, para que sepan que en España, entre algunos latinos
é personas graves é no de poca aucloridad se platicó quel historiador de tan nuevas é pelegrinas vigi-
lias las debiera escrebir en lengua latina ; é después que entre los tales fué altercado, culpándole unos y
excusándole otros, no falló cntrellos quien le escribiesse alas Indias lo que acullá en España se avia
conferido á pro é á contra; á lo qual respondió con una letra suya lo que aqui en sentencia podeys ver,
letor, é arrimaros á la opinion que os paresçiere, con tanto que sin passion c humanamente resribays
su desculpa con la mente repossada, tomando en vuestra mano el pesso ó balanças de la justicia é la justi-
ficación del auclor, dando a la raeon- é verdad el lugar que se le debe admitir, para lo qual mejor consi-
derar é ponderar é mejor decidir en el propóssito Ja verdadera senlençia, notad lo que dire.

x\Igunos, que dicen ser mis amigos, han han de tener en menos estima los que en
querido reprehenderme ú honestamente ella escriben que los que escribieron en
desalabar ó tachar lo que á mi honor di- las otras. Assi que, lo que les paresçe
cen ellos más conveniente é de mayor inconviniente á mis amigos ó reprehenso-
auctoridad fuera, si como estas historias res (caso que sin malicia é con buen celo
que en lengua mera castellana he escrip- los tales se muevan á lo que dicen) hay
to, fueran latinas. Á lo qual respondiendo en lo que les paresçe defetto, mucho más
á los que tal plática movieron, no con que loar que no contradecir ni tener en
pensamiento de Jos apartar de sus opi- menos por estar dicho y escripto en
niones, sino con toda humildad ofres- nuestro vulgar sermon; porque seyendo
çiéndoles mis descargos para que con estas historias más generalmente enten-
más deliberación se confirmen ó apar- didas por españoles, que son los que pri-
ten de su propóssito, é fixamente perseve- mero en estas partes navegaron é las pos-
ren en lo que fuere mejor determinado, seen entre todo el número de los chrips-
ruego é de gracia pido, como á varo- tianos é de todos aquellos que se pueden
nes doctos é graves, é no menos genero- decir de África, Asia ó de nuestra Eu-
sos é illustres, que se acuerden de Moy- ropa, no se debe tener en tanto conten-
sés é David é los otros escriptores é sa ne- tar á los pocos que desde léxos me oyen
tos prophetas, que escribieron la vieja é é son extraños, quanto en satisfacer á los
Sánela Escriptura en su propria lengua, é muchos que como testigos de vista pu-
Sanct Matheo en su lenguage hebreo su dieran reprehenderme, si de mi lengua
Sánelo Evangelio, y el bienaventurado castellana me desviasse. Antes para mí
Sanct Pablo escribió en su lengua mater- tengo por cosa ridicula Jo que algunos la-
na la Epístola que escribió á los hebreos, tinos extrangeros, como auctores de lo
porque mejor fuesse dellos entendido; y que no vieron, han escripto deslas nues-
en fin esta es regla universal que todos tras Indias ; é assi de sus tractados se
los escriptores caldeos, hebreos, griegos comprehende é paresçe por ellos que si
ó latinos, en aquella lengua escribieron se escribieran en la lengua de los que los
en que más pensaron ser entendidos, y avernos visto, quedaran infamados por
en que más aprovecharon á sus proprios mendaces, pues cuentan muchas cosas al
naturales. É pues la lengua castellana es- revés de como son, é otras que nanea fue-
tá tan ampliada é comunicada por tantos ron , é hartas délias ques imposible que
imperios é reynos, como lo está, no se sean. Los quales auctores yo vi é conos-
590 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
ci, é por su honor no los quiero nom- no yban tan bien escripias como se re-
brar, sino remitir á sus decadas ó volú- quería , porque era hombre romano y es-
menes latinos al que leerlos quisiere. cribía en lengua extrangera, disimulan-
Ninguna excusa bailo que tengan para do Catón, dixo que era raçon que se le
dar color á lo que en contrario de lo diesse perdón si por decreto público de
cierto no ven claro; pues que los que es- toda Grecia las avia escripto, dando á en-
criben como historiales lo que no ven, tender que no meresçia ser perdonado,
por relación de otros ojos, no han de es- pues ninguno le forcó á escrebir en len-
tar confiados en su latinidad ni en otra gua que no supiesse bien ; é fuera mejor
forma de escrebir, que por esso se des- caresçer de culpa, que buscar desculpas.
acuerden de aquella grave é notable sen- Assi que, no es la lengua, en questos trac-
tencia del rey Agesilao: el qual, oyendo tados mios están, griega ni extrangera
á algunos vituperar ó loar á otros, deçia ni de las menos loables, sino la que yo
que no menos se avian de conosçer las sé é me es natural é la principal é mejor
costumbres de aquellos que lo decían, de las vulgares, é bastante para decirse
que las de los ausentes de quien habla- en ella todas las virtuosas é altas mate-
ban. Bien creo yo que si los mesmos es- rias, que en otras se pueden explicar, sin
criptores que digo latinos á él passáran, defetto alguno; é tan próxima á la latina
que muy mejor escribieran en su latin ó que oso afirmar que ningún latino dexa-
vulgarmente que no escribieron; pero in- rá de la saber ó entender en poco tiem-
formados acaso de uno de buen juicio, po, é por consiguiente el castellano será
escucharon treynta sin él. antes latino que ninguno otro de otra nas-
Pero dexando esto é volviendo á mi çion. Quanto más que seyendo, como es,
propóssito ó satisfaçion de lo que á mí to- todo lo que aquí se tracta tan conforme
ca, respondiendo á los consejeros, mis á verdad, más temor tengo de las mur-
amigos, quando ove largamente conside- muraciones de los enemigos desta, que
rado é muchas veces conmigo consultado no del defetto que se le antojare poner-
é revisto su preñado comedimiento é me algún griego ó latino, hebráyeo ó cal-
amonestación, añadí á mi descargo: deo: las quales quatro lenguas algunos
Amigos é señores, ni quiero loar ni tienen por las mejores de todas, é no tan-
desechar lo que deçis ; mas si mi latini- to por ellas en sí, quanto por las sagradas
dad é lengua fuera semejante á la del re- é sánelas Escripturas, que en ellas están
verendíssimo cardenal Pedro Bembo, bien escriptas.
avíedes dicho; y aun todavía me paresçe Pero pues en todas se puede decir y
que fuera menester más llanamente sa- escribir verdad é loar á Dios con ella, en
tisfacer al vulgo é hombres de nuestro poco tengo que ninguno sea más aficiona-
tiempo en la lengua con que yonasçi, é do á las otras lenguas que á la mía ; por-
que me enseñaron a hablar desde las fa- que como no estudié é no vaqué á ellas,
xas, é que sé hablar medianamente, que é como soldado á la llana digo en la ma-
no en la que decís con otro más alto es- teria lo que he visto y entendido en treyn-
tilo, de que yo carezco, éaun porque no ta años de expiriençia é curso que há que
quiero ser reprehendido, como lo fué passé á estas Indias é las veo, bien sé
Postumio Severo , que segund en sus que assi como mis tractados lleguen á
Apolhegmas Plutarco nos acuerda, escri- Italia é Alemania é Turquía , é passen por
biendo Postumio historias en griego é diverssas gentes de la cathólica república
pidiendo en el prólogo deltas perdón si chripstiana, ó por las provincias que pos-
DE INDIAS. LIB. L. CAP. XXX. 591
seen infieles en el mundo, serán traduci- dos à natura, con poco trabaxo se guar-
das y escripias en diverssas lenguas; pe- dan, é assi como es pestilencia del es-
ro todas las veces que los intérpetres ó fuerço la pólvora, assi la verdad es el
trasladadores se quisieren apartar ó des- muro é resistencia contra la lengua dolo-
viar por su dcscuydo de lo que digo, tex- sa. Yo no tengo por mejor ni de más ver-
to é afirmo, han de ocurrir á estos ori- güenca al que miente que al que se tiñe
ginales como más auténticos é ciertos en los cabellos ó barbas; é puesto que de
la verdadera Historia destas nuestras In- los unos é de los otros sea mayor el nú-
dias de la corona é çeptro real de Cas- mero que de los que se presçian de hablar
tilla. é vivir netamente ¿puede ser mayor des-
Parésçeos, amigos mios (les dixe yo vario que conosçiendo el que no dice ver-
á mis consejeros) que no permitiendo por dad que habla falsamente, se da él mesmo
decreto real de la patria é soberanos Re- á creer que los que le escuchan conceden
yes de España que las leyes é ordenan- su mentira, pues saben que se ha de sa-
ças é fueros é previlegios de sus reynos ber lo cierto? Y el que se tiñe la barba é
estén en otra lengua escriptos sino en los cabellos, no veo el mezquino que las
nuestra castellana, para que hagan fée, arrugas é sus flacas fuerças é babas é di-
que fuera justo que una historia tan alta minución de la vista é dientes é otras mu-
é nunca vista, é tan desseada é cierta, é chas señales é atalayas, que da de sí su
tan famosa é grande, é tan maravillosa é vejez le manifiestan é publican por vano
auténtica, como la que tengo entre manos, é IOCD, fraudulento á sí mesmo, é quél
é por mandado del Emperador nuestro proprio es el más é primero engañado?
señor, como su chronista é historiógrapho Ande verdad sobre todo; é dígala é óbre-
destas partes escribo, fuera justo relatar- la cada uno como mejor supiere y en-
la en sermon extraño? No me paresçe á tendiere, ques más á lo cierto é con-
mí que fuera bien juzgada : antes es muy forme al servicio de Dios: al qual yo
loable la clemencia de Su Magestad Ces- doy infinitas gracias por la misericordia
sárea en querer é mandar que se comu- que conmigo ha usado ; pues sin elegan-
nique á todos sus subditos, para que ge- cia ni circunloquios niafeytes ni ornamen-
neralmente todos loen á Dios en estas co- to de rethórica, sino llanamente, ha dc-
sas, de que aquí se les da noticia, é que xado llegar á tal estado esta Genera/ v na-
haya más testigos que puedan á Su Ma- tural Historia de Indias, conforme á ver-
gestad acusarle, si el auclor se aparta ó . dad. La qual ha que continuo desde el
disimula en cosa alguna de lo substancial tiempo quesías partes se descubrieron por
y verdadero. Los que de veras entienden el primero almirante délias don Chripstó-
en las cosas de burla, decía Catón que sa- bal Colora, año de mili é quatroçicntos é
bían de burlas dellos en las cosas de ve- noventa y dos, hasta el pressente de mili
ras, é que los grandes fechos han menes- é quinientos é quarenta y ocho; é pues
ter buenos escriptores, porque no per- há cinqüenta años que en esto entiendo,
diessen su gloria. Yo confiesso queste tí- creer se debe ques historia sin sospecha
tulo de bien escribir no le meresçe mi é digna de crédito, puesto que yo no pas-
pluma por elegante; pero débesele dar sé á estas partes con los primeros espa-
por verdadera é común á nuestra nasçion, ñoles que la vieron; pero hálleme en la
con las cuales condiciones se defenderán corle de los Reyes Calbólicoa don Fer-
mis historias de los reprehensores, por- nando é doña babel, de inmortal memo-
que naturalmente los lugares fortalesçi- ria, en el real é campo échripeUano exér-
592 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
çito que tenían sobre la grand cibdad de de los humanos. Solamente quiero decir
Granada, quando fué despachado el año ó dar un aviso al letor contra la malicia
que he dicho para esta empressa el que de algunos historiales, que hablan en In-
tan loable efetlo puso en ella. Y conoscí- dias sin verlas; y es que atienda el le-
le é víle muchas veces á él é á los demás lor en dos cosas : la una desde dónde es-
principales que en ello se hallaron, como cribe el que lo diçe; é la otra que no de-
por el discurso destos tractados lo digo; be dexar de considerar que hallará algu-
é soy llegado á tal edad, que comienço á nos passos, que yo he escripto y essotros
passar de septenta años, é continuaré las remiendan, mudando las palabras, por-
historias deste jaez lo que Dios fuere ser- que parezca ques suyo lo cuentan, é van
vido que acompañen la vista, aliento, á dar de pies en lo que de mis tractados
mano é dispusiçion para escribir lo que han hurtado; é tal ha ávido que quassi á
más viniere á mi noticia. Lo qual, aunque la letra en partes diçe lo que he dicho ; é
fuere mucho más de lo escripto por mí, tal que promete decir maravillas adelan-
quedará lugar á quien en este officio his- te en cosas de las Indias ; estándose en
toriógrapho me subçediere para muchos Europa é nunca las aver visto. Fácil co-
más é más copiosos volúmenes destas sa es entender tales hurtos al que lee é
materias; porque no es aquesto relatar la siente, é yo les perdono esse error é me
vida do un príncipe, ni muchos, ni de un huelgo de lo que he padesçido en estas
reyno ó provincias, sino una relación de partes para escrebir lo que délias se con-
Nuevo Mundo é un mare magno, en que tiene en estos cinqüenta libros. É daré
no puede bastar la pluma ni estilo de uno, principio á la quarta parte en este año de
ni dos ni muchos historiales, sino de to- mili é quinientos é quarenta y nueve de
dos aquellos que oviere é lo supieren ha- la Natividad de Nuestro Redemptor Jesu
cer y escrebir en todos los tiempos é si- Chripsto *.
glos venideros hasta el final juicio é fin
* En el MS. de la Biblioteca particular de quales treslados, al tiempo de su muerte , me
S. M., de que ya se ha hecho mención en diferen- mandó á mí Antonio Gaseo, su sobrino, porque
tes lugares, se lee, terminado este capítulo, la si- al tiempo que se tresladaron asistí yo á la correçion
guiente nota: é verificación destos treslados con los originales. E
«Fin de los einqüenta libros desta General histo- los dichos originales mandó el dicho inquisidor al
ria, que escribió el capitán Gonçalo Hernandez de mesmo tiempo de su muerte que se diessen á la ca-
Oviedo é Valdés, alcayde de la forlaleça é cas- sa de la Contractaçion de Sevilla , adonde al pres-
tillo de la cibdad de Sánelo Domingo de la Isla sente están. Dios le ponga en la gloria, é á los se-
Española é chronista de Su Magestad de las co- ñores del Consejo de Indias ponga en voluntad que
sas délas Indias, los quales einqüenta libros los los dichos originales se impriman , para que goce
repartió el auclor en tres partes. La primera parle España de tan buena é sabrosa historia, é se se-
imprimió el auctor en su vida , ë un pedaço del li- pan en todo el mundo hechos tan notables, como ha
bro de los Naufragios, ques el úllimo de la tercera hecho nuestra nasçion española en aquellas tierras
parle. La segunda é tercera parles dexó por im- tan longinquas é ignotas á los antiguos, é para que
primir, é los mesmos originales quél dexó vinieron se entiendan las muchas mentiras, que han escripto
en poder del illustre señor don Andrés Gaseo, in- los que desde acá de España han escripto por re-
quisidor apostólico, maestrescuela é canónigo de laciones falsas estas historias de Indias; porque es-
Sevilla , y el dicho señor inquisidor las mandó tres- te auctor escribe muy verdaderamente, por aver
ladar en su casa de los dichos originales , é son siempre residido en aquellas parles é aver visto
estos los Ireslados bien é fielmente sacados : los muchas las más cosas, que aquí escribe. Amen.»

FIN DE LA TERCERA Y ÚLTIMA PARTE.


+
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO.

A. envuelve dentro del fruto las semillas del Go-


sipium peruvianum.
ACALLI : canoa. (Lengua de Nueva España.) ALQUIN: hijo del sol. (Lengua de Yucatan.)
ÁCANA : árbol, cuya madera compacta admite AMANTECA : maestro, el profesor de alguna cien-
un hermoso pulimento. {Achrus disecta.) cia ó arte. Asi se daba este nombre á los
ACRIBANO : cacique, señor ó caudillo de la co- agrimensores, escultores, arquitectos y mé-
marca de Anoantal. dicos indistintamente, denotando el grado su-
ACHUPALLA: pina de Indias. (LenguaQuichua, ó premo de cualquiera profesión. (Lengua de
del Perú.) Nueva España.)
ADIVE : raposa, zorra. (Lengua de Nueva Es- AMBULON: culantro. (Lengua de Tidore **.)
paña.) ANACONA: intérprete, lengua. (Lenguadel Perú.)
AGá : príncipe, patriarca, anciano: el que ejer- ANCA ó ANGA: águila. (Id., id.)
ce la potestad suprema dentro de una familia, ANIANA: patata, turma de tierra. (Lengua de
ó en un rancho ó pueblo. (Lengua de Nica- Venezuela.)
ragua.) ANIB: manto de la mujer. (Lengua tagala.)
AGUACATE : especie de laurel, cuyo fruto es co - ANIGUAMAR: género de batata, superior á todos
mestible. Laurus persea. (Lengua de Cueva.) los demás. (Lenguas de Tierra-Firme.)
AGAZPALIN: lagarto grande : voz propia de la ANIME: goma, pez ó betún, con que los indios
lengua de Nicaragua. del archipiélago moluco aderezaban sus bar-
AGüEZPALE. V. AGAZPALIN, cos. (Lengua de Tidore.)
AJE: especie de raiz, semejante á la batata, pe- AUQUILLA: Abuelo ó visabuelo. Decíase propia-
ro muy grande y comestible. Dioscorea sati- mente de los antepasados ó ascendientes en
va. Vide Nñame. línea recta. (Lengua del Perú.)
AL : hijo. (Lengua de Yucatan.) ANTA: cobre, alambre. (Id., id.)
ALCATRAZ: ave. Nombre dado en América al ANTETONAL: alma, espíritu. (Lengua de Nueva
Pelecanus onocrotalus por la raza española. España.)
ALEZCATEPOCO: Dios de la guerra. (Lengua de APERREAR : echar á perros, para que devoren y
Nueva España.) maten la presa : costumbre que los españoles
ALGODóN : materia filamentosa muy fina, que introdujeron en la conquista, infundiendo

* El presente glosario no ha podido ser lan ** Debe tenerse en cuenta que habiendo com-
completo como en la parte relativa á ciencias na- prendido Oviedo en el libro XX la conquista de al-
turales fuera de desear, por cansas independien- gunas islas del archipiélago moluco, ha sido nece-
tes de la voluntad de la Academia y del individuo sario incluir aqui las voces, propias de las lenguas
que ha tenido á su cargo la publicación de la His- habladas en dichas islas, que el mismo autor cita.
toria general de Indias.
TOMO ÍV. 75
694 HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE INDIAS.
grande terror en los indios, con los estragos BAQUIRA : puerco salvaje. (Lengua de Nicara-
que los lebreles producían en ellos. Es nota- gua , y otras partes.)
ble que algunos de estos obtenían en los des- BARBACOA : andamio asentado sobre árboles, pa-
pojos y botines parte igual, no solo á la de los ra guarda de los maizales. (Lengua de Cuba
soldados, sino también á la de los oficiales y y Haiti.) Parrillas para asar toda especie de
aun capitanes. carnes. (Lenguas de Tierra-Firme.) .
APPA: colc hon. (Id., id.) BATEY : juego de la pelota: la pelota misma. En
APPó AYLLON: alcurnia, prosapia, linaje de hi- los tiempos modernos se ha aplicado esta voz
dalgos ó nobles. (Lengua del Perú.) para significar el área ó espacio, que ocupan
ARCABUCO: lugar montuoso, boscaje. (Lengua las fábricas, sus patios ó plazas en las ha-
de Haiti.) ciendas rurales. (Lengua de Cuba.)
ARCHILOBO: templo, casa de oración. (Lengua de BATHATA : Convolvulus batatas. Planta enreda-
Nicaragua.) dera, cuyas raices producen unos tubérculos
AREYTO : danza y cantar de los indios, en que comestibles, llamados también batatas. (Len-
se celebraban las victorias y proezas de sus gua de Haiti y otras comarcas.)
antepasados, ya en los funerales, ya en las BAYGUA: yerba ó raíz, con que los indios pesca-
declaraciones de guerra y otros momentos ban , muy semejante al bexuco. (Lengua de
solemnes. (Lenguas de Cuba y de Haiti.) Cuba.)
ATALVINA: especie de jaletina ó fécula de maiz, BEN: planta, cuya semilla produce un aceite,
de que usaron los españoles en sus navega- que no se enrancia y se usa en la perfumería.
ciones después del descubrimiento de Amé- Moringa pterygosperma. (Id., id.)
rica. Parece voz de formación europea. BEORí: mamífero paquidermo de la magnitud
ATHEBEANE NEQUEM : nombre de excelencia, que de un asno pequeño ó algo menor, cuyos pies
daban los indios á la mujer hermosa y varo- tienen tres dedos con pezuña, y la nariz ter-
nil, que se enterraba viva con su marido. Esta mina en una trompa corta y retráctil, seme-
costumbre era muy general en la Tierra- jante á la del elefante. Tapirus americanus.
Firme. (Lenguas de Haití y de Cuba.)
ATIBIUNEIX : especie de batata. (Lenguas de BETRE : esportilla, cenacho. (Lengua de Zubut,
Tierra-Firme.) en el archipiélago moluco.)
ATOMORA: Aceituna negra. (Lengua del Para- BEXUCO: venas ó correas redondas, que se crian
guay.) revueltas á los árboles ó colgando de ellos.
Axí: nombre con que se designó la planta co- Es nombre que se da á toda planta sarmento-
nocida hoy con el de guindilla ó pimiento. sa, de tallo delgado y largo, ya rastrero, ya
Capsicum. (Lenguas de Haití y de Cuba.) enlazado á los árboles ó arbustos. Los indios
AYRACA : junco. (Lengua del Paraguay.) hacían uso muy general de estas raices ó sar-
mientos, empleándolas como sogas ó cuer-
B; das. Lygodisodea foetida. (Lenguas de Haití
y de Cuba.)
BAGUA : mar, piélago. (Lengua de Haití.) BIHAO: cierta planta," cuyas hojas destinaban
BAHAR : peso correspondiente á doscientos tres los indios para cubrir sus casas ó buhios.
catiles, ó sea cuatrocientas seis libras caste- BILCHE : hijo, hija. (Lengua de Nicaragua.)
llanas. (Lengua de Tidore, en el archipiélago BISTEOT : Dios, á quien imploraban los indios,
moluco.) En la lengua general ó tagala signi- al verse afligidos del terrible azote del ham-
fica lunar, peca grande y negra, que se cuaja bre. (Id., id.)
en los cuerpos de los niños. BIVANA: pequeño cuadrúpedo que tiene el pelo
BAPERON y al revés. (Lengua de Paria.)
BAPERONI : calabazo, en que los indios de guerra BIXA : Color rojo como almagre ó mas subido,
llevaban la cal, con que aliviaban la sed y el con que se pintaban los indios : el mismo ár-
hambre en medio de las mayores fatigas. bol, de que se sacaba este color, y que la
(Lengua de Venezuela.) Academia de la Lengua explica con el nom-
BAQUíA: viejo, veterano; término con que los bre de Achiote. Algunos escritores asientan
españoles designaron, después de la con- que no para atemorizar á sus enemigos en la
quista, á los soldados viejos que habian teni- guerra, sino por preservarse de las picaduras
do parte en ella. de ios mosquitos y otros insectos, emplearon
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO. 59o
los indios esta manera de pintura. (Lengua de (Lengua de los zaquitios en la gobernación
Cuba.) de Venezuela.)
Brxio, A: colorado, de bixa. Formación caste- CACABí: torta delgada, hecha de la raiz de la yu-
llana del sustantivo bixa, que acabamos de ca agria, exprimido ya el jugo venenoso, y
definir. cociJa en el burén, manera de horno que de-
BOLONDIVA: pájaro de Dios. (.Lengua de Ti- jamos ya definido. Esta especie de pan era
dore.) muy general en las islas Española y Fernan-
BONIATA : Especie de yuca , que no hace daño á dina, y hoy lo sigue siendo en el interior de
los animales : hoy boniato. (Lengua de Haiti y Cuba, donde se le apellida casabe.
Cuba.) CACAO: Árbol de la forma del cerezo, cuyos
BORATIO : adivino, encantador ó saludador, ofi - frutos contienen en su interior unas almen-
ció que ejercitaban entre los indios conocidos dras empleadas en la fabricación del chocola-
con el nombre de zaquitios sus sacerdotes y te. Hay dos especies llamados vulgarmente
maestros. (Lengua de Venezuela.) Caracas y Guayaquil, dándose la preferen-
BRASIL : árbol cuya madera da un hermoso co- cia al primero.—Theobrama cacao. Willd.
lor rojo por la decocción y sirve mucho en Theobroma gujanensis, Willd.
los tintes, donde se le llama palo brasil. Es CACAGUATAL: almaciguero, bosque del Caca-
la Cœsalpina echinata. guat. (Lengua de Nueva España.)
BUFEA: delfín. (Lengua de Huyapari.) CACHILTGUECUE : Dios viejo, que representaba la
BUFEO: delfín. (Lengua de Tidore.) antigüedad del tiempo en el sistema teogó-
Bunio: casa ó morada hecha de madera, cañas nico de los moradores de Nicaragua. Equiva-
y paja y fabricada en forma eléptica. Des- lía al Saturno de la gentilidad y se le desig-
pués cualquiera habitación rústica y pobre naba también con el nombre de Chicoçiagat.
techada y forrada de guano y yagua. Hoy CACIQUE: señor, jefe absoluto ó rey de una co-
se dice bojío. (Lengua de Cuba.) marca ó Estado. En nuestros dias suele em-
BUHITí : sacerdote. (Lengua de Haiti.) plearse esta voz en algunas poblaciones de la
BUREN : cazuela ó plancha de barro para cocer parte oriental de Cuba, para designar al regi-
el pan de yuca : cierta manera de hornillo ten- dor decano de un ayuntamiento. Así se dice:
dido, que resultaba al asentar dicha plancha Regidor cacique. Metafóricamente tiene apli-
sobre otros dos ladrillos ó piedras con el re- cación en nuestra península, para designar á
ferido objeto. (Lenguas de Haiti y Cuba.) los que en los pueblos pequeños llevan la voz
BUSERA: almagre, almazarrón ó bija, con que se y gobiernan á su antojo y capricho. (Len-
pintaban los indios de guerra rostro y pechos, guas de Cuba y de Haití.)
á fin de intimidar á sus enemigos. (Lengua de CANEY: casa de madera y de cañas ligadas con
Venezuela.) bexucos,y cubierta de paja ó guano. Diferen-
ciábase del buhío en que su planta era circu-
c. lar, levantándose en forma cónica hasta el
cerramiento. Asi como el buhío, cuando era
CABILE : cierta especie de conejo. (Lenguas de habitado por el cacique, se llamaba Causi;
Tierra-Firme.) y cuando excedía de las proporciones regu-
CABRA: noble ; hijodalgo ; vasallo de feudo que lares, bajaraque ó bajareque. (Lengua de
lograba ciertas preeminencias y exenciones. Cuba.)
¡ Esta manera de hidalguía era más.bicn gaje CALACHUNI : príncipe, rey. (Lenguas de Nicara-
del valor, que patrimonio ó privilegio de ra- gua y de Cozumel.)
za. (Lengua de Castilla del Oro.) CALABUZ : embarcación pequeña del porte de los
CABUYA: Cualquier género de cuerda ó soga del- esquifes/) pataxes, usados por los castellanos
gada y especialmente el de pita de corejo ó en el archipiélago moluco. (Lengua de Ti-
henequén. Véase esta voz. (Lenguas de Cuba dore.)
y Haiti.) CALISPO: fortaleza, castillo, ciudadela. (Lengua
CABUYERíA : cordelería, cablcria : voz usada en del Perú.)
la marina y derivada de cabuya. CAPIVARA: mamífero roedor que vive en las ori-
CAE: casa, habitación, morada. (Lengua de llas de los rios, y cuya carne es comestible.
Nueva España.) IUdrochœrus capuvara. (Lengua del Para-
CACA : puches hechas exclusivamente del maiz. guay.)
S96 HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE INDIAS.
CATAPUTIA: (higuera de infierno. V.) especie de tamaño de una naranja, redonda, lustrosa;
Palma Christi ó Ricinus, bien que por la des- su cascara blanda, correosa astringente. Es
cripción que da el autor no puede conocerse el Chrisopkihm Caimito de Cuba y el Acos-
qué especie sea de las varias americanas. ta aculeata del Perú.
CAMAYO : lo oculto, lugar donde se custodian CEMí : Dios supremo entre los moradores de las
cosas preciosas : tesoro. (Lengua del Perú.) islas de Haiti y Cuba: el espíritu malo; el
CAMAYOA : sodomita : el que ofendiendo y que- diablo.
brantando la ley de la naturaleza, se entrega CEMPAU : barco, esquife, canoa. (Lengua de Ti-
al infame trafico carnal con otros hombres. dore, en el archipiélago moluco.)
(Lengua de Cueva.) CEMPUAL: periodo de veinte dias, que servia á
ÇAMI : color morado oscuro. (Lengua del Perú.) los indios de tipo para la division del año. El
CANALLO : ¿será el árbol del café que dá el de número veinte. Los indios pronunciaban cem-
peor calidad llamado café canalla? La des- poualli. (Lengua de Méjico y Nicaragua.)
cripción que hace Oviedo no autoriza á deci- CIBUCáN: espuerta ó serón de empleita, hecha
dir esta cuestión. (Véase el cap. XVII del li- de cortezas de árboles y de diez ó doce pal-
bro VIL) mos de larga.
CANCHA: maiz tostado. (Lengua del Perú.) CIGUACOAT: lugarteniente de general ó manda-
CANCHA: corral, patio, cercado. (Id., id.) rin. (Lengua de Nueva España.)
CANCO: pan de maiz. (Id., id.) CIGUATAN : pueblo, congregación , junta de mu-
ÇANCUAL : Dios y genio de la guerra. (Lengua jeres. (Lengua de Nueva España.)
de Nueva España.) CIGUATLAM : pueblo y asiento principal de las
CANICA: excremento, mierda. (Lengua de Cue- amazonas en Tierra-Firme. En la lengua del
va.) pais significa esta voz pueblo de mujeres.
CANOA : Especie de barca pequeña de un solo CIMARRóN: fugitivo, bravo: decíase de los in-
madero, ahuecado con hierro y fuego. Tam- dios , y se aplicaba también esta voz á toda
bién cualquiera canal de madera enteriza, que clase de animales salvajes ó montaraces.
conserva las cabezas. (Lengua de Haiti.) CINCONçA : ciudad, población numerosa. (Len-
CAPAC-.rey, emperador, soberano. Lo mismo gua de Mechuacan.)
Capae-çapa. (Lengua del Perú.) CIPATTOVAL : Madre de los Dioses y de los hom-
CARASSA ó carasso: bacía ó barreño grande. bres, esposa y hermana áeTamagostad. (Len-
(Id., id.) gua de Nicaragua.)
CARATE : leproso, gafo, cubierto de herpes ó COA : palo tostado, empleado por los indios para
costras asquerosas. (Lengua de Castilla del labrar la tierra, á manera de hazada. (Len-
Oro.) gua de Cuba.)
CARI: hombre, varón. (Lengua del Perú.) COABA : árbol. ¿Será caoba? En este caso es la
CARIBE: indio bravo' y feroz que tiene la carne Swietenia Mahagoni, árbol ^corpulento de
humana por uno de sus más deliciosos man- América, cuya madera sirve para la cons-
jares. Es voz general aplicada por los espa- trucción de muebles preciosos.
ñoles á todos los moradores de comarcas, El árbol Caoban, de que Oviedo habla en la
donde hallaron esta horrible costumbre ; pero página 341 de la primera parte, es á no du-
principalmente á los de Tierra-Firme. dar el caobo ó árbol que da la madera caoba.
CATEBüLCO: mercado, sitio donde este se halla COABOLCO : laguna,lago. (Lengua de Nicaragua.)
establecido. (Lengua de Nueva España.) COBO: caracol grueso. También guamo fótuo,
CATIL : peso de dos libras. (Lengua de Bruney, caracol que cortada Ja punta de su espira,
en el archipiélago moluco.) sirve para tocar como instrumento de viento,
CAüMANá : canela. Compónese esta palabra de según se hace en España con les llamados tri-
las voces cau que significa leño y maná que tones. ¿Será un triton? (Lengua de Cuba y de
expresa la idea de dulce. (Lengua de Tidore.) Haiti.)
1
CAYMITO : árbol silvestre de todo terreno, que COCA: yerba semejante al arrayan. (Lengua de
presenta generalmente la corteza rojiza, ma- Perú.)
dera tierna y blanca, hojas alternas, ova- COCHA: espuma. (Lengua del Perú.)
les, algo puntadas, lisas, verdes por encima, COCHE: cierta especie de ciervo. (Lengua de Hu-
amarillo-castafias por debajo; de cinco pulga- yapari.)
das de largo y mitad de ancho: su fruta del COHOBA: árbol, cuya hoja semeja al tarag.(Len-
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO. 597
gua de Haiti y otras comarcas.) jer de emperador ó de rey. (Lengua del
COIIUILE : conejo. (Lenguas de Tierra-Firme.) Perú.)
CoçixA : perla. (Lengua de Cubagua.) CURIA: cierta especie de nabos. (Lengua de Nue-
COCUYO : escarabajo, cuyo corselete tiene en los va Granada.
ángulos posteriores un órgano especial fosfo- CUICATL: canción, canto, motete. De aqui se
rescente, demodoque al volar de noche, apa- forma la voz cuicaamatl, cancionero. (Len-
recen chispas que cruzan por la atmósfera. gua de Nueva España.)
Pertenece al orden de los coleópteros, y es el CURA: árbol. Vide Aguacate. (Id., id.)
Pyrophorus noctilocus. (Lenguas de Haiti y CUYA: árbol corpulento, de recia madera, de
de Cuba.) grande uso en la construcción.
COL : especie de cabra del Perú. (Lengua de las CUYLON: sodomita paciente: el que hacia el in-
sierras.) fame oficio de mujer entre los moradores de
COMELAGATOAZLE : manera de columpio- girato- Nicaragua.
rio, de que da el Oviedo una idea clara y dis- CHACATRAN: camino real, arrecife, que va por
tinta en la figura II.' de la lámina V.a, que calzada. (Lengua del Perú.)
acompaña al presente volumen. (Lengua de CHACO: batata. (Lengua de Zubut, en el archi-
Nicaragua.) piélago moluco.)
COMIXEN : cierto género de hormigas, que tala- CHACOC: montero, cazador: el que se deleita en
draban los muros de tapiería en las casas el arte venatoria. (Lengua del Perú.)
construidas por los cristianos. Parece nombre CHAPAC : escucha de un ejército, espia, explora-
dado por estos à aquellos insectos destruc- dor oculto. (Id., id.)
tores. CHAPACONA: celada de guerra, emboscada: apli-
COMOHO : higo tuna. (Lengua de Venezuela.) cábase también á los espías y exploradores.
CONUCO : heredad, hacienda de campo de redu- (Id., id.)
cidas dimensiones, propia de una familia, que CHAPETóN: visoño, novicio, novato: nombre que
la cultiva y mora en su correspondiente bu- daban los primitivos conquistadores y solda-
hío. También en tiempos más cercanos el dos viejos de América á los que por vez pri-
terreno asignado por los poseedores de mera pasaban á aquel continente.
grandes fincas rurales á los negros, como CHAQUI: pié ó pierna. (Lengua del Perú.)
á tales usufructuarios. (Lenguas de Cuba y de CHAQUINA : sartal de perlas ó cuentas de vidrio,
Haiti.) que traían los indios al cuello: joya pendiente
COPOQUE : habitante de la isla de Mal-hado. de la nariz ó de las orejas. (Lengua de Ay mará.)
COPEY: árbol, cuyo género fué dedicado á Clu- CHAQUIRA : brazalete, sartal de nácar ó conchas
sio, y contiene varias especies, entre ellas la nacaradas, exornados de laminillas de oro.
Clusia rosea, que corresponde al nombre vul- (Lengua de Cueva.)
gar Copey ó Cupey. CHARATA: jefe, guia, capitán. (Lengua del Pa-
Com : cuadrúpedo pequeño en algo semejante raguay.)
á los conejos. (Lenguas de Haiti y de Cuba.) CHARCA: cercado, coto ó seto, formado de piedras
CORBANA: árbol silvestre, que apenas se eleva ó árboles para señalar la extension de cada
á cinco varas (con un pie de diámetro) en hacienda ó heredad. (Lengua de Aymara.)
terrenos bermejos, seborucales y sierras. Da CHASCHITE : espejo. (Lengua de los Choroteg-as.)
una canela parecida á la común en olor y sa- CHíA : cierta especie de mostaza, de que los in-
bor: sus brazos cargados de ramillas alter- dios hacían un brevaje muy .fuerte, que be-
nas, hojas oblongas, obtusísimas, angostas bían durante el verano. (Lengua de Nueva
por su base ; flor rosada con un tubo amarillo España.)
CHICA : cierta manera de licor espirituoso, que
en el centro; el fruto es una pequeña baya oval
de una celda, con dos ó tres granos negros, usaban los indios en sus fiestas y borrache-
ras, produciendo en ellos los mismos efectos
relucientes, tamaño de una arveja. Es el Ca-
que el vino. (Lengua de Cueva.)
ndía alba de Winter.
CHICAR : comer, apagar el hambre, satisfacien-
CORMA: piloto, práctico en el conocimiento de
las costas y arrecifes. (Lengua de Yucatan.) do el natural apetito. (Id., id.)
CHICHA: manera de vino usado por los indios en
CORO: manera de yuca, que tiene los astilejos
algunas regiones de América, y principal-
colorados.
COYA: reina, emperatriz, señora soberana, mu-
mente en las islas, compuesto de azúcar y
598 HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE INDIAS.
agua, en la cual se echaba maiz tostado, para (Lenguas de Cuba y Nicaragua.)
precipitar la fermentación. (Lengua de Cuba.) DATIHAO: señor: el que presta su nombre al es-
CHICOMA : «abo, batata. (Lengua del Perú.) clavo. (Lengua de Venezuela.)
CHIOUINAUT: Dios del aire. Dabasele asimismo DESCABUYIRSE: desalarse, deslizarse, soltarse.
el nombre de Hecat. (Lengua de Nicaragua.) Esta voz reconoce su origen en la palabra ca-
CHISCA óCHIPPANA: chapa de metal, cobertura buya , que expresa generalmente la idea de
de alguna cosa. (Lengua del Perú.) cuerda ó ligadura.
CHISEE: sol; el astro del dia. (Lengua de Apa- DIACANAN: género de yuca superior y que más
ria.) fruto produce.
CHUCHE : puerco salvaje, diferente del europeo DIAHUTIA: VideYAHUTiA.
por tener solos dos dedos en las palas pos- DIAO: señor ó cacique soberano de la comarca
teriores : carecen de cola, y sobre sus lomos de los zaquitios en la gobernación de Vene-
tienen un folículo, que segrega un humor féti- zuela.
do. Se conocen dos especies de estos mamí- DIONA: canto usado por los indios tagalos en sus
feros : el Dicotiles labiatus y el torquatns. casamientos y borracheras. (Lengua de los
(Lengua de Cueva.) mismos.)
CHUCO: bonete, cobertura de la cabeza: entre DUHO: banco, escabel, asiento generalmente
los hombres de guerra se daba este nombre usado por los indios de Nicaragua.
al casco ó capacete, con que la defendían de
los tiros enemigos. (Lengua del Perú.) E.
CHURCHA : animal marsupial del género didel-
phis, del cual hay en América varias espe- ECHIA: luna, el astro de la noche. (Lengua de
cies muy curiosas. Nueva Cranada.)
Nota. En la lám. V.a, fig. 4.a de la pri- ECTOR: pan de maiz sin tostar, recien cuajado ó
mera parle de esta obra, por una equivoca- por cuajar todavía. (Lengua de Haití y otras
ción involuntaria se dibujó un kanguro, ani- comarcas.)
mal de la Nueva Holanda, en vez de un di- EMBIXARSE: pintarse de diferentes colores el pe-
delphis, que es la verdadera Churcha. cho y el rostro para infundir terror y espanto
CHUCHE: novicio, neóülo, ignorante: el que se á los enemigos. Era costumbre usada por la
inicia en cualquier arte ó doctrina. (Lengua mayor parle de los indios, y muy principal-
de Castilla del Oro.) mente por los de Tierra-Firme.
CHUMBA: copa grande ; vaso, vasija de cierta ENNASA: pescado. (Lengua de Huyapari.)
estimación y precio, de que se usaba muy EPOMANON: nombre que daban los indios al es-
principalmente en las mesas de los grandes píritu maligno; diablo, por el cual juraban,
señores. (Lengua del Perú.) cuando querian obligarse infaliblemente á
CHUSPA: bolsa, zurrón. Dabasele igualmente los cumplir sus promesas. (Lengua de Chile.)
nombres de gualque ó guayuca. (Id., id.) ERACRA : casa hecha como el buhío de maderos,
CHUY: varón, hombre; el macho en la especie cañas y paja. Voz usada solamente en la Isla
humana. (Lengua de Cueva.) Española ó de Haití.
ESCOPETAR: cavar : voz usada en el ejercicio de
D. la minería.
ESPAVE: mujer principal, ya por su riqueza, ya
DAGUITA: cordel, bramante. De donde se ha de- por su nacimiento, ó ya por su valor y her-
rivado sin duda la voz guita, usual en algu- mosura. (Lengua de Castilla del Oro.)
nas provincias de España. (Lengua de Haiti.) EXCOLETE: trompeta, tañedor ó músico que asis-
DALAO : canto de victoria en el momento de os- tía á las fiestas que daban los caciques y prin-
tentar los despojos de los enemigos. (Lengua cipales , honrando sus convites con extraños
Tagala.) cánticos. (Lengua de Nicaragua.)
DAMAHAGUA: árbol silvestre que nace en las ori- EXPUTLE: sacerdote que en el orden gerárquico
llas de los rios y lugares anegadizos : corteza del sacerdocio mejicano representaba y ejer-
agrisada, madera blanca, ligera, porosa; el cía ministerio análogo á los diáconos de la
corazón cenizo, duro, flexible.—Es acaso el Iglesia católica. (Lengua de Nueva Espa-
Hibiscus tiliaceus, ó el Belolia gavkefolia. ña.)
Llámase vulgarmente DamtyUQua y Majagua.
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO. 599
F. GUANO: hoja grande y ancha de palmas, que en
la Isla Española se conocía con el nombre de
yagua. (Lengua de la Florida.)
Fico: conejo muy semejante á los corles de la
GUARACA: batata.
Isla Española y Fernandina. (Lengua de Nue-
GUAO: arbusto silvestre y comunísimo en las
va Granada.)
Antillas: hojas ovales, oblongas, arriba li-
sas, tomentosas por el envés, dentadas, ner-
G. viosas; flores de tres á cuatro pétalos con
GALPóN: soportal, pórtico. (Lengua de Nueva iguales partes de estambres: es clRhus meto-
España.) pium ó el Commocladia dentata , etc., según
GALPóN: señor de provincia con vasallos, que otros. (Lenguas de Haiti y Cuba.)
reconoce el feudo y supremacía de otro. (Len- GUARAGUAO: ave de rapiña, parecida al gavilán.
gua de Nicaragua.) Circus cyaneus.
GARABATA: pina de cardo. (Lengua de Para- GUARANIA: nombre de algunas tribus moradoras
guay.) del Plata. También las armas de que usaban
GIRüBASA: lengua, idioma, dialecto. (Lengua de consistentes en una cuerda, á cuyo extremo
Tidore.) se asia una bola de gran peso, que sacudida
GUABIQUINAGE: liebre. (Lengua de Honduras.) violentamente por los indios iba á herir cer-
GUACáBARA: batalla, escaramuza, combate. Voz tera donde la dirigían, envolviéndose al par
general ó muy generalizada en todo el conti- la cuerda en el objeto, que venia luego que
nente americano y aun en las islas de Cuba tirab;m al suelo.
y Haiti. GUARIQUE: pendiente, zarcillo de oro ú otro me-
GUACAL: nombre con que se designaba en Nica- tal precioso: arracada. (Lenguade Yucatan.)
ragua la higuera de la Isla Española. GUASULI ó GUASILI : buen encueulro, hallazgo
GUACIN: soportal, portal, pórtico ó galería: pa- feliz.
lacio. Asi se decia capac-guacin, palacio GUATEPOL: ramera, meretriz.
real. (Lengua del Perú.) GUAYABA: fruta. Psidium pomiferum etpyrife-
GUACO: árbol (de la Tierra-Firme). No es fácil rum.
decidir cuál de estas especies sea: mïkania GüAYABONO: fruta. ¿Será la del guayabo? (Len-
coriácea, repanda, angulata, ó tlaxicoogaa, gua de Paraguay.)
pues todas se conocen con el nombre de gua- GUAYACAN : nombre de un árbol parecido al gua-
co, bien que se deduce ser genérico este yacum verticale. La Academia de la Lengua
nombre y aplicable á todas especies de mi- lo describe con el nombre de guayaco, que
kania. recibió en España durante el siglo XVI, al
GUACORO ó HUACO : muela cordal. (Lengua del aplicarse á la medicina.
Perú.) GUAYAIZ: pato ó palos. (Lengua de Cartagena.)
GUACHOC: adúltero, adúltera. (Id., id.) GUAYMARO: sahumerio misterioso, que se hacia
GUAGE: conejo. (Lengua de Nueva Granada.) ante los ejércitos beligerantes, para consul-
GUAMA: árbol silvestre, utilizado en América pa- tar la voluntad de los dioses, ó cu el momen-
ra varios usos por ser madera dura. Loncho- to de declarar la guerra. (Lengua de Tierra-
carpus sericeus. (Lengua de Haïti y de Cuba.) Fñme.)
GUANáBANA: fruta del árbol llamado guanábano. GUAYAPO: cierta forma de delantal, guardamea
Annona muricala y reticulata. (Lenguas de ó taparrabo, que usaban los indios é indias de
Cuba y Haití.) la Tierra-Firme, cercanos al cabo de Santa
GUANANA: gallina. Anser hyperboreus. (Lengua Maria.
de la Florida.) GLAYRA : aire , elemento. (Lengua del Perú.)
GUANANAGAX: batata. GUAXIRO : capitán, jefe, caudillo ó señor entre
GUANIN: oro de poco precio ó baja ley, emplea- los indios caribes de Tierra-Firme.
do en las láminas, joyas y preseas con que GUAZU: grande, magnífico, soberbio y podero-
se exornaban los indios del rio y lengua de so. (Lengua del Paraguay.)
Huyapari. GLAZUMA: árbol de la Monadclfia dodecandria,
GUANO: árbol, voz india que en sentido lato la que Linnco llamó Guazuma ulmifulia , y Ca-
aplicaban á toda especie de palmera. Chame- vanilles Cuazuma polybolra, habiéndola al
rox. (Lengua de Cuba y Haiti.) principio comprendido en el género del ca-
600 HÍSTORÍA GENERAL Y NATURAL DE INDIAS.
cao. Theobroma guazuma. guera, la cimarrona, que es la Crescentia cu-
GUEGUE: anciana, viejo, el mayor en edad. jete de los botánicos, y la criolla, que es la
(Lengua de Nicaragua.) Crescentia cucurbitina. Vulgarmente se le da
GUIABAR: árbol llamado por los españoles libero. el nombre de Güira, y lo mismo á su fruto.
GüTARA: zapato, abarca, alpargate, sandalia. HIGUERA : especie de vaso ó taza, formada de la
(Lengua de Mechuacan y Nicaragua.) En corteza del árbol ya descrito.
Cuba se dice cutara. HILIRAO : canto con que los indios del archipié-
lago moluco divertían y encendían sus borra-
H. cheras. (Lengua tagala.)
HUACHTNA: lanza arrojadiza, semejante al bofor-
HAMACA: cama colgada entre dos árboles y te- do ó bohordo, usado por nuestros abuelos.
jida á manera de red. (Lengua de Haiti y (Lengua del Perú.)
Cuba.) HUARACO: cardon grande que produce tunas.
HENEQUéN : hilo blanco : también rubio, forma- (Id. id.)
do de la fibra de la penca de la pita, y pro- HURACáN: viento impetuosísimo, torbellino de
pio para toda suerte de cordelería y tejidos. vientos encontrados, que girando en todas
Los indios de Cuba y de Haiti pronunciaban direcciones con igual fuerza, arrasa edifi-
jeniquén. cios, descuaja árboles y rocas, amenazando
HERERO: hierro. Más generalmente bacal, y con entera destrucción y ruina. Con frecuen-
con aplicación á las saetas ó flechas taquir. cia aparecen acompañados de copiosas llu-
(Lengua tagala.) vias. Los indios de Haití pronunciaron juri-
HICACO: arbusto silvestre de las costas y ribe- can y hoy juracan, como en algunas de nues-
ras de los rios. Produce muchos ramos desde tras provincias meridionales. (Lengua de
abajo con algunas hojas alternas, variables en Haití.)
su figura, ya orbiculares, ya ovaladas, ob- HUTíA : animal roedor de la magnitud de un co-
tusísimas, gruesas, nerviosas, de dos pul- nejo, cuya carne es comestible. Capromys
gadas de largo: flores pequeñas de cinco pé- furniert. Los cubanos la llaman jutia.
talos, blancuzcas, agrupadas; y da el fruto HABOGA : voz general, con que en la provincia
del mismo nombre, á modo de ciruelas, casi de Cueva, se designaba todo género de pes-
redondo, amarillo, blanco, purpúreo, etc.: cado.
encierra una almendra blanca. La Academia HANON : árbol parecido á las magnolias, del
de la Lengua escribe Icaco. cual se conocen á lo menos diez y seis espe-
Hico: cuerda, soga de algodón, ramal de mu- cies, siendo una de ellas la Annona squamo-
chos cordones ó cabuyas, que recogen por sa , de que aqui se trata.
ambos extremos la hamaca. Los cubanos pro- HAVA : cesta cubierta y redonda, en que portea-
nuncian jico, como sin duda hicieron los con- ban los indios los objetos más preciosos. (Véa-
quistadores aspirando la h. se en el torn. I la Iám. XII, fig.-VIII.a)
HICOTEA : cierto género de tortuga ó galápago, HAYLLI! HAYLLI! : voz de guerra que daban los
de un pie de largo poco más ó menos. Abun- indios, al lograr algún triunfo sobre sus ene-
da en el agua dulce de lagunas y pantanos, migos, y que equivale á victoria1, victoria1.
y se alimenta de frutas é insectos. Es buena (Lengua del Perú.)
comida, y sus huevos excelentes. Hay dos HAYO: yerba, de que usaban los indios para tem-
especies: la primera es la Emys decussata;la plar la sed en las mayores fatigas de la guer-
segunda el Jarico Emys rugosa. Los cubanos ra y en lo más ardoroso del estio. Era voz
la llaman jicOíea. común á diferentes comarcas, empleándose
HIGUERA: árbol muy común en Cuba y Haiti: igualmente en Venezuela y en la Nueva Gra-
madera blanca, hebrosa; hojas anchas por la nada.
punta ó extremidad, de tres pulgadas, algo HAYTINAL : especie de horcón, con que se for-
gruesas; el nervio medio bien pronunciado, maba la techumbre de los buhios ó cañéis en
amarilloso; flor blancuzca de olor desagrada - la Isla Española. Cosa propia de la isla de
ble: el fruto, útilísimo , aparece adherido al Haiti. Parece voz de formación castellana,
tronco por un corto pedúnculo ; tamaño de aunque de origen indio.
un palmo, redondo ó amelonado, verde lus- HOCOMAS: árbol silvestre, común en varias re-
troso en su exterior. Hay dos especies de hi- giones de América: florece en setiembre; su
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO. 601
madera dura; las hojas aovadas puntiagudas, la bellota: dulce, agradable, llamado tamb ien
ondeadas, lustrosas, verde-amarillas; pedún- macagua. (Lengua de Cuba.)
culos amontonados; fruto amarillo, lacfisino- MACANA : especie de maza de armas usada por
so, y solo sirve para los animales. Es el Bu- los indios, y formada generalmente de una
melia salisifolia, y se distingue hoy en Cuba porra guarnecida de pedernales. (Lengua de
con el nombre de Jocuma. Haiti y Cuba.)
HOBO: árbol silvestre, comunísimo, algo seme- MACAO: especie de araña deforme, del tamaño
jante al cedro: florece en marzo, y produce de una jaibita ó cangrejito y cubierta toda de
en agosto ó setiembre el fruto de su nombre, una baba asquerosa. Se aposenta en la con-
especie de ciruela olorosa , amarilla, mayor cha de la babosa y de la sigua, á la cual ma-
que la común, pero muy agria. Es elSpon- ta y come, conservando después su carapa-
dias lutea. En Cuba se distingue hoy con el cho, con que camina invisible. Es pasto á su
nombre de Jobo. vez del pez cochino y del bajonao. (Lengua
de Cuba.)
J. MAçAT : dios dö la caza : también todo linaje de
venado. (Lengua de Nicaragua.)
JANASE VEQUAS: hombres titánicos del cabo de MAçATO: mazamorra, puches que hacían los in-
Santa Maria, en Tierra-Firme. dios zaquitios de varias materias farináceas.
JUNCO : barco, canoa. (Lengua de Tidore.) (Lengua de Venezuela.)
JURA : señor que ejercia autoridad sobre cierto MACHUCABA? Cómo se llama esto? (Lengua de
número de vasallos, sometido á la de otro Yucatan.)
más rico y poderoso que él. (Lengua de Cas- MAHIZ: planta bien conocida ya en Europa,cu-
tilla del Oro.) yo fruto es el grano del mismo nombre. Los
indios de Cuba parecían pronunciar maisi ó
L. majisi: los de Haiti maß. Es el Zea mays.
MAGAL: ciervo. (Lenguado Nicaragua.)
LADA: pimienta redonda. (Lengua de Tidore.) MAGUEY : planta de la familia de las pitas ó aga-
LEOBA: templo, casa de oración. (Lengua de ves , que se da en macolla como liliácea,
Nicaragua.) echando de la raiz varias hojas largas ó pen-
LORO , A : cosa de color cobrizo ; el mismo co- cas, terminadas en punta á manera de espa-
lor. Voz castellana, aplicada por los conquis- das, y bordeadas de espinas duras y largas,
tadores á ciertos indios, para diferenciarlos bien que débiles y quebradizas. Es el Agave
de los blancos. cubensis: agave vivípara. (Lenguado Cuba.)
LULI: pimienta larga. (Lengua de Tidore.) MAMEA : infierno, lugar ó region del fuego, don-
de ponian los indios las almas de los conde-
LL. nados por la maldad de su vida. (Lengua de
los Chorotegas.)
LLAMA: animal rumiante inerme, de la misma MAMEY: árbol. Hay dos especies de Mameys:
familia que los camellos; pero mucho más pe- uno amarillo que es la Mammea americana;
queño y sin giba alguna en el dorso. Auche- y el otro colorado, que es la Lúcuma bom-
nia llama. (Lengua del Perú.) plandi.
LLAUTO: rodete redondo, de dos dedos de an- MAMóN: árbol silvestre, que parece ser la Anno-
cho, que se ponian los indios y las indias de na glabra, en cuyo género se conocen otras
Chile sobre la frente, entretejiéndolo de oro quince especies, á que podría referirse. (Len-
y perlas y sirviendo de asiento á los pena- gua de Cuba.)
chos, con que se engalanaban. MANACA: palma: una de las especies de guano
preferida para los lechos ó cobijas de los bu-
hios ó bojíos. Es silvestre y abunda en las
M. tierras bajas. (Vide Guano.)
MACAGUA: árbol silvestre y común en todos los MANAHUECA: vasija que contiene media fanega,
bosques de América: madera fibrosa, dura, formada de los racimos de la palma, dicha
pero poco permanente y corruptible á la hu- por los indios manaca.
medad : flor blanca, menuda, en abril y ma- MANATHí. Manatus americanus. Mamífero acuá-
yo: fruto colorado del tamaño y figura de tico que vive en los ríos de América, princi-
TOMO IV. 76
602 HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE INDIAS.
pálmente en el Orinoco. Cuvier le colocó en- caminos y plazas públicas. (Id., id.)
tre Jos cetáceos ; pero en realidad pertenece MOHUY : uno de los pocos cuadrúpedos, que ha-
al grupo que hoy llaman de los sirenios. llaron los españoles en Cuba, muy semejante
(Lengua de Cuba.) á la Hutia, bien que de color más claro; pe-
MANGLAR: lugar donde abundan los mangles. lo más grueso, crespo, agudo, y mejor man-
MANGLE : con este nombre se conocen seis ó sie- jar. Gomara lo llamó Mohei, y los cubanos
te especies de árboles muy diferentes. Avi- pronuncian Mojui.
cennia nitida, mangle blanco; avicennia to- MOJA: sacerdote del sol, que era considerado
mentosa, mangle prieto, etc. como hijo predilecto de esta divinidad india:
MANí: cierto género de legumbre, del tamaño de dábase también este nombre á los niños con-
los piñones, cultivada por los indios de la Is- sagrados al mismo astro, los cuales le eran
la Española. ofrecidos en cierta edad como suprema ofren-
MANICHACO : maiz. (Lengua de Zubut, en el ar- da y sacrificio. (Lengua de Nueva Granada.)
chipiélago moluco.) MOLLO: coral. (Lengua del Perú.)
MANICATO: esforzado, animoso, valiente. (Len- MONEXICO: ayuntamiento, concejo, consistorio
gua de Jamaica y de Cuba.) secreto, donde los principales y magnates re-
MAPERITI : zorrilla hedionda. Una de las espe- solvían todo lo relativo á la gobernación de
cies de mephitis. (Lengua de Araya y Cuma- cada Estado. (Lengua de Nicaragua.)
íiá.) MóRER: mazorca de maiz seco. También le da-
MASSARRON : especie de panizo ó fruta fibrosa, ban el nombre de cazpa. (Lengua del Perú.)
semejante á las bayas del enebro. (Lengua de MORóTE: especie de madroño, semejante á los
Nueva Granada.) de Europa.
MASSAYA : monte ó sierra que arde. (Lengua de MUNOMA: pato. (Lengua del Perú.)
los Chorotegas.) MUNONCAPOT : especie de níspero de la provin-
MAURE : ceñidor, cinto, faja de algodón, que se cia de Nicaragua. Vide Nuno capot.
rodeaba al cuerpo para recoger lo restante MUTI: maiz cocido. (Lengua del Perú.)
del vestido. (Lengua de Popayan.)
MAZAT : ciervo. (Lengua de Nicaragua.) N.
MAZCAPAYCHA : borla ó insignia real del Inca, con
la cual se coronaban solemnemente, al ascen- NABORíA: esclavo. (Lengua del Boriquen.)
der al trono. (Lengua del Perú.) NAHE: remo que usaban los indios en sus canoas
MENé: pez derretida, betún. y piraguas. (Lengua de Haiti y otras co-
MEQUIZQUEZ: cierta manera de algarroba. (Len- marcas.)
gua de Nueva España.) NAGUA: manta de algodón, que ceñían las indias
MEZQUITE: pan de yuca ó de maiz. (Lengua de á su cuerpo para cubrir sus partes vergon-
la Nueva Granada.) zosas.
MICTLAN: infierno, lugar de dañados. (Lengua NAGUATATO: lengua, intérprete. (Lengua de Me-
de Méjico.) chuacan.)
MIGTANTEOT: asiento, morada de las almas pre- NAMBí: perro. (Lengua de los Chorotegas.)
citas, infierno. (Lengua de Nicaragua.) NAMBUE: tigre. (Id., id.) Vide Ochi.
MITA: tributo, pecho, contribución, con que acu- NANCí: cierta especie de majuela ó madroño.
dían á sus señores los indios de Arauco. (Len- (Lengua de Nicaragua.)
gua de Chile.) NANZí: árbol: los españoles le llamaban mier-
MITAIO: el indio que tenia el cargo de traer ó aera.
llevar dicho tributo. (Id. id*) NASA: red pescadera empleada por los indios
MITOTE: canción popular destinada á perpetuar del Huyapari.
las hazañas y hechos memorables de los capi- NENBITHIA: la primera mujer, la primera madre,
tanes y caciques en la memoria y estimación de donde procede el género humano. (Lengua
de sus pueblos. Acompañábase frecuente- de Matiari.)
mente del baile y de la música, asi como los NENGUITAMALI : el primer hombre de la crea-
arcytos de la Isla Española. (Lengua de Ni- ción, tronco y raiz del género humano. (Len-
caragua.) gua de Matiari.)
MIXCOA: dios del comercio, representado por NIGUA: insecto áptero, muy pequeño, que me-
medio de grandes piedras, colocadas en los tiéndose entre el cuero y la carne, produce
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO. 603
dolores incómodos. Pulex penetrans. (Len- PAMPANILLA: manera de taparrabo, con que se cu-
guas de Cuba y de Haiti.) brían los indios las partes pudendas, princi-
NICOYA: nombre con que designaban los indios palmente en las islas Española y Fernán-
las extensas llanuras de la region de Nica- dina.
ragua. PANICACA: brevaje hecho de varias sustancias,
NüBAGA: género de yuca, común en toda la Isla con el cual lograban los indios producir el
Española. efecto del vino. (Lengua de Nueva España.)!
NUGHISCIIAN: higo de tuna ó chumbo. (Lengua PAPA: turma de tierra. Esta voz es muy usua
de Mechuacan.) en toda Andalucía y en Extremadura. (Len-
NüNOCAPOT: níspero. Sapo mammosa. (Lengua gua del Perú.)
de Nicaragua.) PAPA: Persona santa, jefe supremo de los mi-
NIíAME ó ÑAME: cierta especie de bejuco de hojas nistros ó sacerdotes de la Nueva España.
opuestas, cordiformes, verdes y lisas: flores PAPAYA : fruto del papayo, árbol conocido por
pequeñas, amarillosas; el tallo herbáceo, cua- los botánicos con el nombre de Carica papa-
dranglar, orilladas las esquinas de colorado, ya. (Lengua de Cuba.)
con varios nervios, etc. Hay diferentes espe- PAPAYçIO : ave de las islas de Santo Tomé y Es-
cies de ñames ; y asi se denomina Dioscorea pañola, que solo pone un huevo.
alata, sativa, bulbifera, etc. PARAO : barca, canoa con cierta armadura de
cañas que defienden al que navega en él del
O. viento. (Lengua Tagala.)
PARIPAMOTA: sudario, pedazo de tela de algo-
OCHí. Oviedo lo define con el nombre de tigre; don, con que cubrían las partes pudendas los
pero en América no se encuentra este cuadrú- moradores del rio Paraná. (Lengua del Plata.)
pedo, pues es animal exclusivo del Asia y de PASSAMBA: fruta. (Lengua del Perú.)
la India oriental. El ochí debe ser el yagua- PATACA : cesta cubierta, entrelarga, hecha con
rete , Felis onca , que también han llamado cierto primor de palma tejida. De aquí el
los españoles tigre de América. (Lengua de nombre usual de petaca. (Lengua de Haiti.)
Cueva.) PECHRY: el mar. (Lengua de Cueva.)
OCHILOBO y OCHILOBUS: ídolo principal de los me- PIACHE : sacerdote supremo: el primero en la ge-
jicanos. También el templo, donde recibía cul- rarquia religiosa entre los indios del Para-
to la deidad suprema. guay y de Huyapari.
OMBAYT: canto lúgubre, entonado en honor de PINOL : maiz tostado. (Lengua de la Florida.)
los muertos. (Lengua Tagala.) PIOCHE: sacerdote. (Lengua de Nueva España.)
OME: hombre, varón. (Lengua de Abrayme.) PIPA: turma de tierra. (Id., id.)
OME : dos. (Lenguas Mejicana y de Nicaragua.) Pisco: VOZ con que se designa generalmente
OSCA: yerba de adivinación entre los indios de todo linaje de aves. (Lengua del Peru.)
Nueva Granada. PITAHAYA: planta crasa, cuyos tallos desprovis-
OXOMOGO: Dios mayor. (Lengua de Nicaragua.) tos de hojas, serpean apoyándose en otras
OZPANGUAZTE : especie de ajonjera, que produce plantas, á las cuales se agarran y ciñen co-
ciertas flores amarillas y de que hacían los mo una culebra. Sus hermosas flores solo
indios sogas y otras cuerdas más ó menos abren al anochecer y exhalan un suavísimo
gruesas. (Lengua de Nicaragua.) olor. Cactus grandißorus.
PILTOUTLES: ciertos muchachos consagrados al
P. servicio de los templos del imperio mejicano,
semejantes á los seises y niños de coro de
PACA : cierta especie de puerco del tamaño de nuestras catedrales. (Lengua de Nueva Es-
los que tienen en España 1res ó cuatro me- paña.)
PIçIS: moneda usada por los indios de Tidore,
ses. (Lengua del Paraguay.)
PACO: esclavo, siervo. (Lengua de Cueva ó desemejante de la que era conocida con el
nombre de lamoy. La moneda en general
Castilla del Oro.)
PAMATHAT : cantos con que los indios del ar-
se designaba con el de salapi. (Lengua Ta -
chipiélago moluco conservaban la memoria gala.)
POCOL : maiz. (Lengua de Nicaragua.)
de los grandes hechos de sus mayores, á ma-
POPAGATE: sierra ó monte que hierve. (Id., id.)
nera y forma de historia. (Lengua Tagala.)
604 HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE INDIAS.
POXOT : árbol que en la Isla Española se llama- de otro. (Lengua de Castilla del Oro.)
ba ceyba. (Id.', id.) SAGú: planta herbácea, muy útil por la fécula
PULQUE: bebida espirituosa y muy semejante al que produce. Marantha indica. (Lengua de
vino de Castilla. (Lengua de Nueva España.) Cuba.)
SAGú : pan que hacían los indios de Tidore de
Q. cierta raíz ó leño, semejante á las palmas.
SARIQUE : este nombre se ha aplicado á unos
QUEMí: uno de los cuadrúpedos que hallaron los marsupiales del mismo género que la chur-
españoles en Cuba, cuya especie se ha extin- cha. Didelphis opossum, undicandatus can-
guido. Oviedo dice que era como un sabueso crivora, etc.
ó podenco, color p. rdo, figura semejante á la SAVANA : tierra llana, sin árboles y cubierta de
hutia, pero mayor y de mejor manjar. No pa- yerbas, pero de grande extension. Las llanu-
rece sin embargo haberlo visto. ras que no tienen la misma amplitud se de-
QUEVí : príncipe, rey más poderoso y rico que nominan , siguiendo la formación castellana,
otro alguno. Parecía usarse este nombre por savanilla y savanazo. Los españoles de la
excelencia, como si quisiera decirse el Mag- conquista pronunciaron cavaría. (Lengua de
no. (Lengua de Cueva.) Haití y Cuba.)
QUIATEOT : Dios del agua, hijo de Omeyateite y SERRA, GUI: trocar; voz usada por los indios de
de Omeyateçigat. (Lengua de Nicaragua.) la Isla Española.
QUICHIL: señor, título de excelencia dado á los
magnates, el cual equivalía al tratamiento T.
del don entre los españoles. (Lengua de Ti-
dore.) TABACAN: especie de yuca, cuyas ramas son
QUILLIN : mercader, traficante. (Lengua del ar- más blancas que las de los demás géneros.
chipiélago moluco.) TABACO : cierto instrumento de madera ó caña,
QUIN: sol. (Lengua de Yucatan.) hecho á manera de Y griega mayúscula, cu-
QUIRNUBATAES : súbalo ó sábalos. (Lengua de yos dos cañones superiores acomodaban
Huyapari.) los indios á las ventanillas de la nariz, para
Qü : templo, casa de oración. Esta voz era muy percibir el humo de la planta llamada co-
general en casi toda América, y muy princi- hiba ó cojiba, que lleva hoy por excelen-
palmente en las comarcas de Yucatan y Me- cia el nombre de aquel instrumento. Véase la
chuacan. lámina I.*, fig.VII.3 del t. I. (Lengua de Cuba
y de Haití.)
fí. TABUNUCO : especie de goma ó brea incorrupti-
ble , que se criaba en algunos árboles de la
RABIHORCADO: ave. ¿Será una Sterna ó golon- Isla de S. Juan.
drina de mar? La descripción de Oviedo no TAGüMPAY: canto de victoria. (Lengua Tagala.)
ofrece bastantes datos para decidirlo. TAMACASTOVAL: ángel, en la acepción general de
RABO-DE-JUNCO: ave de los trópicos, que vuela esta palabra. (Lengua de Nicaragua.)
en alta mar y muy conocida de los marinos, TAMACHA: ángel del suelo; espíritu ó genio, á cu-
por anunciarles su proximidad á Jas regiones yo cargo y cuidado estaba el velar por la
ecuatoriales. Su cola tiene dos plumas muy bienandanza y felicidad de los hombres.
largas y estrechas : desde lejos, cuando el (id., id.);
pájaro vuela, parece llevar colgando un jun- TAMAGAST: sacrificador, sacerdote supremo de
co ó paja, circunstancia que le ha valido el Tamagostad. (Id., id.)
nombre de rabo de junco. Phaeton œthereus TAMAGOSTAD: Dios padre, principio y hacedor
et phœnicurus. de todas Jas cosas. (Id., id.)
RAPORON : Vide Baperon y Baperoni. TAMBO: aposento de muchos , cuartel. (Lengua
del Perú.)
S. TAMEME: indio de carga. (Lengua de la Flo-
rida.)
SABIA :nabo. (Lengua de Nueva Granada.) TAPALICHE: experto, discreto. (Lengua de Nica-
SACO : varón, caudillo, señor principal de un ragua.)
pueblo ó comarca, que reconoce la soberanía TAPALIGUE: vencedor, victorioso; el que da
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO. 605
muerte á su euemigo en singular batalla. TEYOPA: casa de oración, oratorio. (Lengua de
(Id., id.) los Chorotegas.)
TAQUIZTE: oro. (Id., id.) TEYTE : señor, cacique de cualquier canton ó co-
TARA: langosta. (Lengua de Venezuela.) marca. (Lengua de Nicaragua.)
TARASCO: indio de la provincia de Mechuacan. TEXOXE: brujo ó bruja. Cierta imanera de he-
TARLO: gusano. chiceros, que asaltando de noche los buhios
TARUACASCATí: ángel del cielo; espíritu creado de los indios, aplicaban la boca al ombligo
para glorificar á Dios y ejecutar respecto de de hombres y mujeres, chupándoles en tal
los hombres sus soberanos mandamientos. forma que les producíanla muerte. (Id., id.)
(Lengua de Nicaragua.) THENOCA: perla. (Lengua de Cubagua.)
TARUCO: puerco cerval. (Lengua de Nueva Cas- THOMAOTHEOT : Dios sumo, Dios grande , Dios
tilla.) padre, que envió al mundo á su hijo Theot-
TASCALPACHON: pan de maiz. (Lengua de Nue- bilche para enseñanza y salvación de los
va España.) hombres. Esta voz parece componerse de la
TáTARA: pescado pequeño, pintado de rayas palabra thomao, grande, y theot, Dios. (Len-
blancas y amarillas, cuya picadura produce gua de Nicaragua.)
bascas y terribles dolores. TIáNGUEZ : mercado ó sitio destinado á toda cla-
TEBA: bueno, de dócil condición y de excelente se de contratación. Es voz corrompida en la
calidad. (Lengua de Nicaragua.) pronunciación de los españoles: los indios
TECLE: señor, magnate, hombre principal por decían tianquitli ó tianquizco. (Lengua de
su valor ó su nacimiento. (Lengua de Nueva Nueva España.)
España.) TIBA: señor muy principal y que alcanza impe-
TECPAN: palacio real, morada de príncipes.Tam- rio ó dominación sobre otro. (Lengua de Cue-
bién se dijo tlacotan y totecuacan. (Id., id.) va.)
TEGüAM: tigre.V. Ochí. (Lengua de Nicaragua.) TIEL : carbon molido, con el cual se pintaban los
TEOT: Dios, supremo hacedor del mundo; voz indios los brazos, rostro y pecho de diversas
con que expresaban los indios la idea de la figuras, á la manera que lo hicieron árabes
divinidad y omnipotencia. (Id., id.) y judios con las escrituras stigmálicas, con
TEOT-BILCHE: Dios hijo. (Id., id.) que se grababan en las manos y brazos el
TEOTE: Dios supremo, mayor. (Id., id.) nombre de Alláh ó de Ihowáh, y lo hacen en
TEPET: sierra, lugar montañoso é inaccesible. nuestros dias con las imágenes de Cristo y
(Id., id.) de la Virgen los gitanos, bandoleros, contra-
TEQUINA : maestro, doctor : aplicábase esta voz bandistas y gente menuda. (Lengua de Nica-
á los que profesaban algún arte ó ciencia, ya ragua.)
por medio de la teoria, ya de la práctica. Asi TILE : polvo de carbon de pino, con que se her-
se decían tequina los médicos que curaban raban los esclavos y se pintaban los indios.
con yerbas, y los sacerdotes ó ancianos que TIPOTANI : Dios, supremo autor de todo lo crea-
trasmitían á la juventud las nociones religio- do. (Lengua de Matiarí.)
sas y morales, recibidas de sus abuelos. (Len- TIQUITLATO: recogedor de tributos; manera de
gua de Castilla del Oro.) jurado de los barrios ó collaciones. (Lengua
TESCüIT : túmulo ó montón de tierra levantado de Nueva España.)
en las plazas públicas para ofrecer en él los TOYA: anda, corre, aguija: imperativo del ver-
sacrificios humanos á Tamagostad. (Lengua bo toyana, gui, que expresa la idea de la ce-
de Nicaragua.) leridad ó movimiento apresurado. (Lengua
TETEC : yerba. (Lengua de Nueva Granada.) de Nicaragua.)
TEUCALLI : templo, casa de Dios. Voz compues- TOREBA: cierta vasija en que los indios de Cue-
ta de las palabras teutl Dios, y calli casa. va cocian y condimentaban sus manjares,
(Lengua de Nueva España.) muy semejante á las ollas de España.
TEULE : Dios, el Hacedor supremo de los cielos TOSTE: conejo. (Lengua de Nicaragua.)
y la tierra. Los indios pronunciaban teutl. TOZNENE: papagayo. (Lengua de Nueva Es-

(Id., id.) paña.)


TUBAGA: especie de yuca silvestre de cinco ló-
TEUPISQUE: dignidad sacerdotal semejante á
la de los canónigos de la Iglesia Católica. bulos, cuyo fruto poco mayor que un gar-
(Id., id.) banzo, encierra bajo la cascara cuatro ó
G06 HISTORIA GENERAL Y NATURAL DE INDIAS.
cinco cuerpeciílos oblongos, blancos, donde
existe la semilla. Hoy se la apellida vulgar- V.
mente tuatúa.
TUNA: planta del antiguo género Cactus, cono- VAGRE : cierta manera de pescado semejante al
cida vulgarmente con el nombre de higuera cazón. (Lengua de Paraguay.)
chumba. Cactus opuntia. Hoy dia se han se- VáQUIRA : jabalí. (Id., id.)
parado del género Cactus todas las especies, VIRA: mar. (Lengua del Perú.)
cuyos tallos están formados por palas articu- VIRACHA y VIRACOCHA: hijos de la espuma del
ladas más ó menos anchas y cubiertas de mar; voz compuesta de vira, mar, y cocha,
grupillos de espinas, constituyendo el género espuma. Se aplicaba generalmente para de-
Opuntia, que equivale al de las higueras signar á los españoles. (Id., id.)
tunas. VIRA-HOMA: hombre esforzado, animoso, valien-
TüPACOCHOR: plancha de oro y.piedras engas- te ; voz compuesta de vira, mar, y homa,
tadas, en que se ponía la borla, formando con monte. (Id., id.)
ella la corona real del Inca. (Lengua del
Perú.) X.
TüYRA: dios infernal, que interviene de un mo-
do fatal y siniestro en las cosas humanas; Sa- XACAPA: cascabel. (Lengua del Perú.)
tan, Luzbel. (Lengua de Castilla del Oro.) Asi XAGUA: árbol corpulento, propio de Castilla del
apellidaban los indios á los españoles. Oro y aun de las islas. Su tronco es recto:
TLATOLLALIANI : poeta. (Lengua de Nueva Es- corteza gris, ramas largas horizontales; hojas
paña.) de un verde claro , opuestas, lanceadas, de
TLATOLLALILIZTLI : poesía. (Id., id.) un pie de longitud, y tres á cuatro pulgadas
TLAXCALLI: pan, generalmente hablando. (Id., de latitud, con gruesos nervios; flores blan-
id.) cas de cinco pétalos en ramillete, odorífe-
ras : el fruto como un huevo de ganso, cu-
u. bierto de corteza cenicienta ; por dentro
mucoso, agridulce. Es el Genipa ameri-
UCHIBICAN : cambiar, trocar ; voz usada por los cana.
indios magueyes ó chacopati. XAGUEY: cierta corteza de árboles de que los in-
UñA: cordero, hijo de oveja. También se le da- dios hacían cuerdas y sogas y los cristianos
ba el nombre de malta. (Lengua del Perú.) fabricaban alpargates. También el árbol que
URBA : vaso, vasija, olla. (Lengua de Nicara- las produce, que se divide en xaguey ma-
gua.) cho, Ficus radula, y xaguey hembra, Ficus
URCO: el macho en cualquiera especie : también indica. Se le denomina en Cuba jagüey y
significa cerro, cabezo, loma ó colina y lo jigüe.
mismo XAMURAR: agotar, sacar toda el agua de una
URCO : macho cabrio de las llamas del Perú. mina: voz propia de la mineria.
(Lengua de id.) XAUXAU: pan delgadísimo, hecho de yuca.
URIQOE: pedazo de sal especular. (Lengua de XAXABE: papagayo, loro. (Lengua de Nueva
Oroei.) Granada.)
USA : sol, el astro del dia, considerado por los XíCALO: cántaro, ánfora, vasija, vaso. (Lengua
moradores indígenas de los valles de Tunja de Nueva España.)
y Bogotá como principio de toda vida. (Len- XIMI: boca. También se decía simi, dándosele
gua de Nueva Granada.) á veces la significación de lengua ó idioma.
USACHIES : hijos del sol : voz con que los indios (Lengua del Perú.)
de Nueva Granada saludaron á los españoles, XIXEN: mosquito. Distingüese también con los
al verlos por primera vez en sus comarcas. nombres de corasí, jagüey y trincayo, para
Vide las palabras Usa y Echia. denotar las diversas especies de estos insec-
UTL.Mí: serrano, morador de las montañas. tos, que se conocen en América. (Lengua de
(Lengua de Nueva España.) Cuba.)
UXOTA : calcado. (Lengua del Perú.) XOCHITLA ; vergel, jardin, huerto. También
se decia xoxochüla. (Lengua de Nueva Es-
paña.)
VOCES AMERICANAS EMPLEADAS POR OVIEDO. 607
XOCOT: árbol, especie de ciruelo. (Lengua de YRACHA: ramera, meretriz; mujer que ponia en
Haiti.) pública feria su cuerpo, haciendo granjeria
XUCHITLALPA: paraíso terrenal. (Lenguade Nue- de él. (Lengua de Cueva.)
va España.) YüLIO : el alma racional, el espíritu que se apar-
XüLO: perro mudo, gozquecillo doméstico que ta del cuerpo en el instante de la muerte.
tenían por exquisito manjar los indios de Ni- (Lengua de Nicaragua.)
caragua. YüANA : reptil ó lagarto grande, con una cresta
XüTI: nombre, apellido. (Lengua del Perú.) escamosa, dentada como sierra, en todo el
XUYA: vete: imperativo del verbo xuyana, gui, espinazo y cola, cuya carne y huevos se han
que significa irse, ausentarse, separarse. tenido siempre por muy buenos manjares.
(Lengua de Nicaragua.) Generalmente se escribe Higuana: la Acade-
mia dice no obstante Iguana. Es el Iquana
Y. Harlant. (Lenguas de Haiti y Cuba.)
YUCA: planta, euyo tallo á manera de columna
Y: yerba enredadera, semejante á las que con está en su cima coronado por unas hojas de
este nombre conocemos en nuestros jardines. forma de espada y muy puntiagudas. Yuca
Ipomea bona-nox. gloriosa.
YACO: agua. (Lengua del Perú.) YURIES : avestruces. Los avestruces son sin em-
YAGUA : hoja de palma , grande y ancha, que bargo aves del África : en América solo se
empleaban los indios para envolver cualquie- ha encontrado el Nandú ó avestruz de Amé-
ra clase de objetos. (Lengua de Haití.) rica, del vulgo. Rhea americana. (Lengua del
YAHUTIA: cierta planta, cuyas raices comíanlos Perú.)
indios cocidas, como berza. Arum sagittœ YüRUMA : árbol silvestre muy común en las An-
folium. tillas. Lo hay macho y hembra. El macho es
YANACONA: criado, siervo, esclavo. Del ver- tierno y ligero, limpio hasta la cima ó copa,
bo yanacyani, gui, servir domésticamente. donde tiene un ramaje escaso y claro; hojas
(Lengua del Perú.) de más de un pie, dijitadas, verdes, lisas por
YAYAMA: pina; nombre con que se designaba por encima, blancas por debajo, que parecen pla-
los indios á la que ahora apellidamos pina teadas, sentadas sobre largos peciolos. Es el
americana. Es sin duda la Bromelia ananas. Panax longipetalum vel undulata. La hem-
YCOROATA: legumbre muy semejante á las ha- bra es de madera porosa, blanca, tierna; su
bas. (Lengua de Venezuela.) tronco hueco, dividido por nudos; hojas gran-
YEROQUI: danza. (Lengua guaraní.) des palmeadas sobre peciolos de un pié, con
YNDOYANIN: canto de ios que reman ó de los ma- siete, nueve ó mas divisiones; color igual á
rineros. (Lengua Tagala.) las del macho, mas con nervios dorados; flor
YNQüILL PILLO: guirnalda de flores. (Lengua rosa con visos amarillos. Es la Cecropia pel-
del Perú.) tata. Se le da con frecuencia el nombre de
YNTI: sol, astro del dia. (Id., id.) Yagruma. (Lengua de Cuba.)
YOMA: patata. (Lengua de Nueva Granada.) YUTO : perdiz. (Lengua del Perú.)
YOP: yerba de adivinación, usada por los mojas YZCALLO : brujo, bruja, hechicero, que mala
ó sacerdotes del sol en los valles de Tunja y con hechizos. (Id., id.)
Bogotá. (Lengua de Nueva Granada.,)
YPATEX ; especie de yuca, que produce ciertas z.
manzanillas con seis cuarterones cada una.
YRA : mujer; la hembra en la especie humana. ZANGAGú: duque, marqués, magnate. (Lengua
(Lengua de Cueva.) de Tidore.)
YRARRA: oro. (Id., id.) ZAPOT: nombre que se daba en Nicaragua al ár-
YRACA : yerba, en general. bol llamado Mamey. (Vide.)
BIBLIOGRAFÍA.

l.° Vocabulario en lengua mexicana y cas- 13. Arte de lengua Mexicana, por Fray
tellana, por el muy reverendo P. Fr. Alonso de Agustín Vetancurt, preceptor de dicha lengua
Molina.—México, por Juan Pablos, 1555, 1 t, en México.—Id., 1673, 4.°
4.° 14. Principios y reglas de la lengua Cu-
2.° Lexicon ó vocabulario de la lengua ge- managota, por Manuel de Yangües.—Burgos,
neral del Perú, compuesto por el P. Fr. Domin- 1683, 4.°—Contiene un Vocabulario.
go Santo Thomás.—Valladolid, por Francisco 15. Arte y gramática general de la lengua
Fernandez de Córdoba, 1560, 8.° que corre en todo el reyno de Chile, por el
3.° Léxica pnecepta grammaüca, item li- P. Luis de Valdivia.—Sevilla, por Tomás Lopez
ber confessionis et precum, in quinqué indorum de Haro, 1684, 8.°—Tiene además Vocabulario,
Unguis, quarum usus per Americamaustralem, Confesonario , Doctrina cristiana y Catecismo.
nempè puguinica, tenocoteca, catamareana, 16. Vocabulario Manual de las lenguas Cas-
guaranica, nalexana, sive mogaruana. Auctor tellana y Mexicana, por Pedro de Arenas.—
Alphonsus Barzena, Societatis Jesu.—Peru- México, por la viuda de Francisco Rodriguez
vian 1590, fol. Lupercio, 1690, 8.°
4.° Arte Mexicana, por Antonio del Rin- 17. Arte de la lengua general del Inga, lla-
cón.—México, por Pedro Balli, 1595. mada Qquechhua, por el Bach. D. Eslevan
5.° Vocabulario de la lengua general del Sancho de Melgar, natural de los Reyes y ca-
Perú, llamada Quichua, y de la lengua españo- tedrático de dicha lengua en su iglesia.—Lima,
la , por el padre Maestro Fr. Juan Martinez.— por Diego de Lira, 1691, 8.°
Ciudad de los Reyes, 1604, 8.° 18. Arte de la lengua Quichua, por el pa-
6.° Gramática y Arte nueva de la lengua dre Juan de Fugueredo, maestro de dicha len-
general de todo el Perú, llamada lengua Qui- gua en el colegio del Cercado.—Lima, por Jo-
chua ó lengua del Inca, por el P. Diego Gonza- seph Contreras , 1700, 8.°—1754, 8.°
lez Holguin, de la Compañía de Jesus.—Ciudad 19. Vocabulario de la lengua Tagala, por
de los Reyes, por Francisco del Canto, 1607, los PP. Juan de Noveda y Pedro de San Lúcar,
4.°—Contiene dos Vocabularios. de la Compañía de Jesus.—Manila, por D. Ni-
7.° Arte de la lengua Quechua, general de colás de la Cruz Bagay, 1754, fól.
los indios deste Reino del Perú, por Alonso de 20. Arte de la lengua general del Reyno de
Huerta.—Ciudad de los Reyes, por Francisco Chile, por el P. Andrés Febres, misionero de
del Canto, 1616,4.° la Compañía de Jesus.—Lima, 1765.—Tiene
8.° Arte de la lengua Aymara, por el pa- Vocabularios, Doctrina cristiana, etc.
dre Diego de Torres Rubio, déla Compañía de 21. Arte de la lengua Moxa, con su Voca-
Jesus.—Lima, 1616, 8.° bulario y Calhecismo, compuesto por el M. R.
9.° Arte de la lengua Quichua, compuesto Padre Pedro Marban, de la Compañía de Jesus,
por el P. .Diego de Torres Rubio.—Lima, por superior que fué de las misiones infieles, que
Francisco Lasso, 1619, 8.°—Contiene también tiene la compañía de esta provincia del Perú en
an Vocabulario y un Confesionario. las dilatadas regiones de los indios moxos y
10. Gramática de la lengua general del Pe- chiquitos.—Lima, por Joseph Contreras, 8.°—
rú , por Fr. Diego de Olmos, de la Orden de Tiene Cathecismo menor y declaración de los
San Francisco.—Lima, 1633, 4.° Mandamientos de la Ley de Dios y de los San-
11. Arte y Vocabulario de la lengua Guara- tos Sacramentos.
ní, por el P. Antonio Ruiz, de la Compañía de 22. Diccionario provincial casi-razonado de
Jesus.—Madrid, en casa de Juan Sanchez. voces cubanas, por D. Estevan Pichardo.—Ha-
1640, 4.0 bana, imprenta de M. Soler, 1845, 2.a edic.
12. Arte de la lengua general de los indios 23. Varios Sermonarios, Catecismos, Doc-
del Perú, por el doctor Juan Roxo Mexia y trinas, Diálogos, Pláticas y Poesías sagradas,
Ocon, natural del Cuzco.—Lima, por Jorge Lo- propias para la enseñanza del castellano á los
pez Herrero, 1648,8.° indios de las diversas comarcas de América.
INDICE GENERAL.

Tabla de los doçe libros de la tercera parte de la Natural y general historia de Indias,
en que sumariamente se hace memoria de lo que tracta cada libro destos.

Pàgs. l'áys.

LIBRO I de la III.» parte , ques XXXIX de la LIBRO VIII de la 111.a parte, ques XL VI de la
General historia de las Indias, que tracta General historia, que tracta de la goberna-
de la geographia é assiento de la grand ción de la Nueva Castilla é sus anexos, des-
costa é mares australes de la Tierra-Firme ta é de la otra parle de la línia equinoçial.. 144
ó parle exterior délia ; porque lo que está LIBRO IX de la 111.a parte, ques XLVII de la
ynterior á la parte que está desde el Cabo General historia, que tracla de la goberna-
de Sanct Augustin hasta la tierra del La- ción del Nuevo Reyno de Toledo, de que
brador, contado lo há la historia en el li- fué capitán general é gobernador el infeliçe
bro XXI de la segunda parte destos tracta- adelantado don Diego de Almagro, de bue-
dos i na memoria, en las pártese mares australes,
LIBRO II de la 111.a parle, ques XL de la Ge- entre la línia del equinoçio y el polo antartico. 252
neral historia, que tracla de la costa de la LIBRO X de la 111.a parte, ques XLVI1I de la
mar austral é septentrional quel Océano co- General historia, que tracla de la muerte
munica con la Nueva España, é de las tier- del marqués don Francisco Piçarro, é de
ras nuevamente descubiertas por aquellas las cosas que han subçedido despues de su
partes 18 muerte en la gobernación de la Nueva Cas-
LIBRO III de la 111.a parte, ques XLI de la tilla , é qué forma se tuvo para le matar,
General historia, que tracta de la goberna- etc.; é tráctase de otras cosas demás desto
ción de Gualimala é sus anexos 21 ques dicho 333
LIBRO IV de la 111.a parte, ques XLII de la LIBRO XI ó penúltimo de la 111.a parle , ques
General historia, que tracta de la goberna- XLIX de la General historia, que tracta de
ción del reyno é provincia de Nicaragua é la conquista é población é gobernación de
sus anexos 35 Quito é sus anexos, é del descubrimiento
LIBRO V de la 111.a parte, ques XLIÍI de la que por la parte interior é desde sus nasçi-
General historia, que tracta de la goberna- mientos del famoso é grandíssimo rio del
ción de Castilla del Oro, y en especial de la Marañon se hiço acaso é impensadamente
costa é mares australes, porque lo demás, por los españoles; é assimesmo tracta otras
que á esta gobernación toca, ya se dixo en cosas locantes á esta gobernación é sus ane-
el libro XXIX de la segunda parte ó tercer xos : y en suma se dirá en qué pararon lo«
volumen destas historias HQ subçessos del licenciado Vaca de Castro, é
LIBRO VI de la 111.a parte, ques XLIV de la del desastrado ó impaciente visorey Blasco
General historia, que tracta de la goberna- Nuñez Vela, é del general de la Gasea, c
ción del rio de Sanct Johan é del Perú é sus del tirano Gonçalo Piçarro 378
anexos 124 LIBRO XII de la III.9 parle, é es el L é el úl-
LIBRO VII de la 111.a parte, ques XLV de la timo de la General historia, que tracta de
General historia, que tracla de la provincia los Infortunios é naufragios acaesçidos en
é gobernación de Popayan é sus anexos en las mares de las Indias , islas y Tierra-Fir-
la Tierra-Firme !35 me del mar Océano 462

Tabla particular con cada uno de los libros sussodichos.


LIBRO XXXIX. Prohemio puerto de la cibdad de Panamá, reservan-
CAPITULO I. Relatando la geographia de la do para en su tiempo lo que está por saber-
tierra é mares australes desde Ja boca oçi- se de lo incógnito del dicho Estrecho i etia
dental del Estrecho de Magallanes hasta el parte
TOMO IV. 77
610 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. Pág$.

CAPITULO II. En continuación de la geogra- Alvarado é don Francisco de Montejo sobre


phia é assiento de la Tierra-Firme desde la la renunciación de la gobernación del puer-
cibdad é puerto de Panamá hasta el rio de to de Honduras é cabo de Higueras, é có-
la Possesion, ques en la gobernación de la mo se junto con la de Guatimala é se apar-
provincia de Nicaragua 9 tó de la de Yucatan id.
CAPITULO III. Continuándose la geographia CAPITULO II. En el qual se hace memoria có-
de la costa de la Tierra-Firme en la mar mo el-adelantado don Pedro de Alvarado se
austral, desde el golpho é puerto de la Pos- aparejó para yr á descubrir por la mar del
sesion, ques en la gobernación de Nicara- Sur con su armada, é otras cosas compe-
gua, siguiendo la via del Poniente hasta el tentes á la pressente historia 23
rio de Sancti Espíritus, ques hasta el pres- CAPITULO ni. En el qual se tracta el infeliçe
sente tiempo lo último que en la carta de é mal subçesso é desastradas muertes del
navegar está notado al Poniente de la Nue- adelantado don Pedro de Alvarado é doña
va España la vuelta del Norte, como más Beatriz de la Cueva, su muger: é de un
puntualmente se dirá en este capítulo, con- grande huracán ó terremoto que destruyó
forme á la pintura de Ja carta moderna del la cibdad de Guatimala, en que murieron
cosmógrapho Alonso de Chaves 13 muchoschripstianoséindios, el año de mili
CAPITULO iv. De cierta relación quel auclor é quinientos é quarenla y uno 24
ó historiador supo de otras nuevas tierras CAPITULO IV. De la fertilidad de la tierra é
en la mesma costa austral, continuándola gobernación de Guatimala, é de las parti-
por relación é aviso de una poma en cuer- cularidades della en general 33
po esphérica, que desde la villa de la Haba- LIBRO XL1I. Prohemio 35
na le envió un devoto é sçiente reverendo CAPITULO I. En el qual se tractan sumaria-
padre, llamado fray Diego Muñoz de Sala- mente muchas generalidades notables de
manca , de la Orden de los Predicadores: el las provincias é gobernación del reyno de
qual llegado en la isla de Cuba á la villa Nicaragua é sus anexos, que cada una dé-
ques dicho, se partió para España á dar no- lias es memorable é todas juntas nesçessa-
ticia á la Cessárea Mageslad deste descubri- rias á la historia, de que aquí se tracta.... id.
miento; pero en aquella figura calló los nom- CAPITULO H. En que se tracta de cierta infor-
bres, é súpolos este auctor por otra figura mación que por mandado del gobernador
en plano, que le envió el piloto Nicolás Ça- Pedradas Dávila tomó un padre reverendo
morano, que lo anduvo é lo navegó é pintó de la Orden de la Merced, cerca de la creen-
hasta se poner en treynta é siete grados cia é ritos é çerimonias destos indios de Ni-
desta parle de la equinocial, siguiendo la caragua, para saber quáles eran chripstia-
costa la via del Norte de la manera que en nos antes que Pedradas fuesse á aquella
la pintura é narración deste capítulo yo tierra, é qué sentian de Dios é de la inmor-
querría decirlo; mas porque de la mesma talidad del ánima, é oirás cosas que le pa-
persona e' del aviso del piloto el auctor ó resció que se debia preguntar á Jos indios:
chronisla no se satisface, dice assi 17 é por evitar prolix ¡dad yrá dicho á manera
LIBRO XL. Prohemío 18 de diálogo; é quando oviere F. pregunta ó
CAPITULO I. En que se Irada una breve re- habla este religioso, llamado Fray Francis-
lación de la nueva tierra descubierta desde co de Bobadilla, é donde oviere Y, respon-
la Nueva España, é de la yda del marqués de ó replica el indio ques interrogado 39
del Valle á Castilla sobre la contención en- CAPITULO III. En continuación de los ritos é
tre él y el señor visorey don Antonio de çerimonias de los indios de Nicaragua, é de
Mendoça sobre aqueste descubrimiento.... id. lo que más inquirió el dicho padre reveren-
CAPITULO II. Cómo el adelantado don Pedro do Fray Francisco de Bobadilla de sus ma-
de Alvarado se puso en orden con una her- trimonios é costumbres en aquellas provin-
mosa armada por la mar del Sur (ó mejor cias, é de los muchos indios que bapticó; é
diciendo por laoçidental), é de la otra parle de las maravillosas bocas de fuego é humo
de la Tierra-Firme para descubrir por aque- de ciertos montes, é de otras muchas é no-
llas parles, conforme á lo que por el Empe- tables parlicularidades á la historia anexas. 49
rador, nuestro señor, tiene capitulado é le CAPITULO IV. En el qual se tracta de las lagu-
está mandado; é otras cosas que competen nas de Nicaragua, que unos deçian que eran
á la historia pressente 19 dos é oíros que tres, é yo digo que no es
LIBROXLl. Prohemio 21 sino una todas aquellas, pues que la una
CAPITULO I. En que se tracta del concierto desagua en la otra, é la otra en la otra, é la
que ovo entre los adelantados don Pedro de olra é última ó tercera en esta mar del Nor-
DE INDIAS. INDICE. 611
l'ùgs.

le ; é lambien se traclará aquí de otras la- historia, con la brevedad que se requiere
gunas de aquel rey no é gobernación 60 en semejantes materias i 12
CAPITULO V. El qual tracla del ardenlíssimo y CAPITULO XV. De lo que intervino á un mili-
espantable monte de Massaya, del qual te, vecino de la eibdad de Leon de Nicara-
continuamente todas las noches sale fuego, gua, con una çorrilla de las hediondas H4
ó tal resplandor que muchas leguas léxos CAPITULO XVI. En el qual se tracla del licen-
del se ve aquella claridad; é de otros mon- ciado Francisco de Castañeda, é de su vida
tes que arden y echan humo en aquella pro- é muerte, despues que desde aquesta cib-
vincia é gobernación de Nicaragua, é de los dad de Sancto Domingo de la Isla Española
veneros de piedra açufre é aceche, é de fué á España á dar cuenta de sus obras , é
otras cosas que quadran á la historia 67 también se dirá alguna cosa del subçesso
CAPITULO VI. En que se tracta é hace memo- del gobernador Rodrigo de Contreras, é de
ria de cierta relación que escribió fray Blas su yda á España 11b
del Castillo, de la Orden de Sánelo Domin- LIBRO XLIU. Prohemio H6
go, é la enderescó al reverendo padre fray CAPITULO I. En el qual se tractan algunas co-
Tomás de Beríanga, obispo de Castilla del sas en general de la gobernación de Castilla
Oro, el qual frayle entró en el dicho infier- del Oro, concernientes á la costa del Sur é
no de Massaya; é por evitar prolixidad de- á sus límites desde Panamá, assi al Ponien-
cirse há lo que hace al caso, dexando mu- te como al Levante id.
chas menudencias , quél quiso decir á su CAPITULO H. En el qual se tracla de algunas
propóssito ó por su voluntad 76 particularidades de aquesta costa de Pana-
CAPITULO VII. De lo que dice el auctor ó chro- má en la mar del Sur, é de otras cosas con-
nista aditando ó advirtiendo al letor en lo vinientes al discurso de la historia 118
que está dicho de la relación del frayle.... 79 CAPITULO m. Cómo el capilan Diego de Al-
CAPITULO VIH. En la prosecución de la rela- magro vino de su descubrimiento á pedir
ción de fray Blas del Castillo en lo que por gente é caballos, é quedó continuando la
él se notó del infierno de Massaya 80 empressa su compañero capitán Francisco
CAPITULO IX. En prosecución de la empressa Picarro , é de las grandes nuevas que Iruxo
é relación de fray Blas en el infierno de de aquella tierra 120
Massaya 83 LIBROXLIV. Prohemio 124
CAPITULO X. Continuándose la relación del CAPITULO I. En el qual se tracta de la perso-
frayle en las cosas del infierno de Massaya. 86 na del adelantado donPasqual de Andago-
CAPITULO XI. En el que se tracta de los arey- ya é de su principio é origen, é cómo fué
tos é de otras particularidades de la gober- á poblar el rio de Sanct Johan en la mar del
nación de Nicaragua é sus anexos, é assi- Sur, é otras cosas que la historia é orden
mesmo de algunos ritos é cerimonias de della piden para su principio 126
aquella gente, demás é allende de los que CAPITULO H. Del subçesso del viage del ade-
la historia ha contado 93 lantado don Pasqual de Andagoya desde Pa-
CAPITULO xn. En el qual se tracla de la lu- namá á su gobernación , é de lo que des-
xuria é casamientos de los indios de Nica- cubrió; é cómo después le prendió el go-
ragua, é de otras costumbres é particulari- bernador de Popayan Sebastian de Benal-
dades é diverssas materias de aquellas par- cácar , é lo hiço soltar el presidente licen-
tes <02 ciado Vaca de Castro ; é cómo se le murió
CAPITULO xtu. En que cuenta la historia la la muger, é otros trabaxos que le subçe-
manera de cómo halló é vido el chronisfa al dieron; é cómo sobre su prission é diferen-
cacique de Tecoatega, por otro nombre lla- cias con Benalcácar volvió á España 127
mado el Viejo, é su proprio nombre era CAPITULO III. De la mala gobernación é muer-
Agateyle, lo qual fué un jueves dos dias de te de Payo Romero , teniente del adelanta-
enero de mili é quinientos é veynte y ocho do Pasqual de Andagoya 132
años í09 LIBRO XLV. Prohemio 135
CAPITULO XIV. De la muerte del gobernador CAPITULO I. En el qual se tracta de la per-
Pedrarias Dávila, por la qual quedó el li- sona del adelantado don Sebastian de Be-
cenciado Francisco de Castañeda alcalde nalcácar 136
mayor en la gobernación cierto tiempo, é CAPITULO H. Del subçesso del viage del ade-
quando supo que yba proveydo del officio lantado é gobernador de Popayan Sebastian
el gobernador Rodrigo de Contreras fuésse de Benalcácar, é de lo que le intervino con
al Perú, por no atender la residencia; é tam- los fuegos repentinos del Nombre de Dios é
bién 6e traclan otras cosas que tocan á la Panamá, en que perdió mucho ; é cómo
612 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs, Págs.

passó desde Panamá á la costa de la mar diez ovejas é le hicieron su embaxada; é có-
austral para su gobernación ; é cómo pren- mo llegó el principal de la provincia de
dió al adelantado don Pasqual de Andago- Sanct Miguel quel gobernador avia envia-
ya, gobernador de Jas provincias del rio do, é tracto mal al de Atabaliba é dixo que
de Sanct Johan é sus anexos, e' otras cosas era mentiroso, é que Atabaliba estaba de
concernientes á la historia pressente 138 guerra, é desengañó al gobernador é á los
CAPITULO m. En que se tractan algunas par- españoles; é otras cosas que convienen á la
ticularidades de aquella tierra é pueblos, de historia 162
que era mariscal don Jorge de Robledo, so- CAPITULO VI. Cómo el gobernador llegó á
bre que debatían él e Benalcácar, é al fin Caxamalca, é de la dispusiçion de aquel
sobre ello le mató , é quedó la tierra en el pueblo é sus fuerças é assiento de aquel va-
Benalcácar hasta el pressente tiempo, que lle , é de los templos de los indios en reve-
estamos en el año de mili é quinientos é rencia del sol, é de la manera de la gente é
quarenta y ocho años 141 su trage, é del assiento del real de Atabali-
LIBRO XLV1. Prohemic 144 ba, é mensageros que de una parte á otra
CAPITULO I. En que se Iracta de los dos com- ovo para concertar las vistas; é del raçona-
pañeros é capitanes Francisco Piçarro é Die» mienlo que Atabaliba y Hernando Piçarro,
go de Almagro, é de cómo los indios de hermano del gobernador, passaron, é cómo
Tumbez mataron ciertos chripstianos, é del se concertó la vista para otro dia siguiente,
castigo que sobrello se hiço, é cómo des- é aquella noche estuvieron los chripstianos
pués fué el cacique é su gente resçebidos á con el recabdo é vela que fué nesçessario.. 167
la paz é amistad de los chripstianos é á la CAPITULO vil. Cómo el grand príncipe Ata-
obidiençia de Sus Magestades 147 baliba vino á Caxamalca á se ver con el go-
CAPITULO II. Cómo el gobernador Francisco bernador Francisco Piçarro ; é cómo fué
Piçarro se partió del pueblo de Tumbez con presso Atabaliba é mucha de su gente muer-
su gente, é fué la via de Chincha, é cómo ta é pressa, é fué desbaratado su grand
en el camino fueron castigados los caciques exérçito; ó de los mensages é otras cosas
de Cango é Iotu, é fueron reducidos á la que passaron aquel dia, é otras cosas per-
paz, é cómo hiço quemar al cacique Amola- mitidas á Ja verdadera historia 170
pe é sus principales é otros del cacique de CAPITULO VIII. En el quai se tracta cómo el
la Chira, é cómo en la ribera de un rio é dia siguiente á la prission de Atabaliba fué
tierra del cacique Tangarala pobló la cibdad recogido el campo, é del grand despojo é
de Sanct Miguel, seys leguas de la mar, é prissioneros que ovo el segundo dia de la
otras cosas anexas al discurso de la histo- prission de aqueste grand principe, é la for-
ria m ma de las armas de aquella gente, é la ma-
CAPITULO III. Cómo el gobernador Francisco nera é assiento de la casa que Atabaliba te-
Piçarro se partió de la cibdad de Sanct Mi- nia en medio de su exérçito, é otras cosas,
guel, la via de Caxamalca, en demanda del que la historia pide que no sean olvidadas. 176
grand rey Atabaliba ; é de la relación que CAPITULO IX. En el quai se tracla de la rela-
un capitán que avia enviado Piçarro á Ca- ción quel mesmo Atabaliba hiço al goberna-
xas le truxo de la tierra de Atabaliba, é del dor Francisco Piçarro de su persona y esta-
mensagero ó embaxador é pressente que do , é los hijos que tuvo su padre Guayna-
Atabaliba le envió, é de la respuesta que cava, é de sus grandes Ihessoros, é de las
con el mesmo mensagero le envió el gober- diferencias entre él é su hermano mayor; é
nador 153 del castigo que hiço en Tomepumpa, por-
CAPITULO IV. Cómo el gobernador Francisco que se le puso en defensa ; é cómo fué pres-
Piçarro se partió del pueblo de Çaran la via so por su hermano; é del grand thessoro de
de Caxamalca; c de algunos träges é ritos c oro é plata que prometió Atabaliba al go-
condepnados sacrificios, é de sus manteni- bernador , é dio noticia de una mezquita ó
mientos é sementeras; é cómo el goberna- templo muy principal é ríquíssima de oro, é
dor envió un indio de la provincia de Sanct de otras cosas á la historia competentes... 179
Miguel á hablar al principal Atabaliba, é á CAPITULO X. Cómo el gobernador Francisco
considerar qué gente tenia; é otras cosas se Piçarro, despues de la victoria é prission de
cuentan que á la historia convienen 157 Atabaliba hiço haçer en Caxamalca una ca-
CAPITULO V. Cómo estando el gobernador sa para templo, en la mesma plaça donde
Francisco Piçarro o los chripstianos en la fué presso, para que de ahí adelante se cé-
cumbre de las sierras, llegaron ciertos men- lébrasse en ella cl culto divino; é cómo vi-
sajeros de Atabaliba é llevaron presentadas nieron á ver al gobernador muchos señores,
DE INDIAS. INDICE. 613
i'¿ms. Págs.

sabida su victoria, é del acatamiento que ción quel choronista ovo en esta cibdad de
haçian á Atabaliba ; y cómo llegaron ciertos Sancto Domingo de Diego de Molina, ques
navios que venían de Nicaragua é otros de aquel á quien hace crédito el capitán Her-
Panamá, en que yba el capitán Diego de nando Piçarro en su caria de susso, é traía,
Almagro ; é cómo vinieron el 'cacique é según decía, dos mili pessos de oro que le
guardián de aquel templo rico que se dixo cupieron destos negocios , é muy hermosas
de susso. É Atabaliba pidió al gobernador pieeas de oro que yo vi é toda esta cibdad,
que los echasse en cadena hasta que tru- porque eran las mayores que nunca se
xessen el oro de dicho templo, y enviaron avian visto en esta Isla hasta estonces 213
por ello é se truxo ; é otras cosas que á CAPITULO XVH. En el qual se memoran di-
la historia competen e' s»n notables 483 verssas cosas de la gobernación de Fran-
CAPITULO XI. Del viage que hiço el capitán cisco Piçarro, quel auctor destas historias
Hernando Piçarro por mandado de su her- ha entendido por información de testigos fi-
mano Francisco Piçarro, desde el pueblo de dedignos, sus conosçidos, éassi será el pas-
Caxamalca al pueblo de Pachacama, en de- to deste capítulo como pepitoria de divers-
manda de la casa é templo que allí hay é sas partes ó apelilos deste manjar, ó como
de sus riqueças, é desde allí fué á Xausa é aquella conserva llamada composta, ques
á otros pueblos, que se vieron en aquel ca- una confiçion de diverssoa géneros de fruc-
mino, é otras cosas que en el viage subçe- tas (revuelto todo) en un mesmo vasso; y
dieron dignas de la pressente historia 187 aquí los que fueren amigos de leçion , ques
CAPITULO XII. En continuación de la relación mas dulce é delectable exerçiçio, por la mu-
que dio el veedor Miguel Eslete del viage cha e comparable diferencia del juicio é ra-
del capitán Hernando Piçarro al templo de çon natural, á les paladares 217
Pachacama ; e' cómo á la vuelta fué á bus- CAPITULO XVIII. En que se tracla de la yda
car á Chillícuchima, general capitán de Ata- de Hernando Piçarro á España, é de la mala
baliba , que estaba en Xauxa, é vinieron intención suya contra Almagro; é cómo pro-
ambos á Caxamalca: é de oirás cosas per- curó de tornará las Indias, donde su her-
tenesçientes á la historia 193 mano estaba, só color de llevar los quintos
CAPITULO XIII. En que se continúa la primera del Rey, ¿ la forma que tuvo para llevar él
relación que comencó en el primero capítu- las provissiones de la gobernación quel Em-
lo é se siguió hasta en fin del décimo, del perador, nuestro señor, concedió al capitán
qual jaez é auclor de los dichos diez capítu- don Diego de Almagro en aquellas partes;
los es lo que se sigue desde este capítu- é otras cosas se tocarán aquí ques bien quel
lo XIII hasta en fin del capítulo XIV, é los letor tenga en la memoria para mejor con-
capítulos XI y XII paresçe que fueron inger- siderar y entender las diferencias de ade-
tos en la relación (porque la hiço el veedor lante entre aquestos capitanes 234
Miguel Estete del viage del capitán Hernan- CAPITULO XIX. En el qual se tractan algunos
do Piçarro á Pachacama, como está dicho). recuentros que los ehripslianos ovieron con
É agora se dirá de la fundición del oro é re- los indios después de la prission é muerte
partimiento del, é de la plata que se ovo del rey Atabaliba, é lo que se hiço en de-
por la prission de Atabaliba, é otras cosas manda de aquellos thessoros suyos, con que
que convienen á la historia 199 se alearon ciertos capitanes; é cómo el ca-
CAPíTULO XIV. En que se concluye esta rela- pitán Diego de Almagro fué á la provincia
ción é la vida é muerte del grand príncipe de Quilo, é oirás cosas concernientes á la
Atabaliba, assi como la escribió quien pres- historia 236
sente se halló é lo vido 203 CAPITULO XX. En el qual se tracta de la yda
CAPITULO XV. En el qual vá inserta una car- del comendador don Pedro de Alvarado á
ta quel capitán Hernando Piçarro escribió á la tierra austral; é cómo el capitán don Die-
la Audiencia real que reside en aquesta cib- go de Almagro le salió al encuentro la fier-
dad de Sancto Domingo desta Isla Españo- ra adentro: é cómo se concertaron en cier-
la desde la villa de la Yaguana, ques al fin tos millares de pessos de oro; é de la dis-
desta Isla, é por otro nombre se llama Sanc- cordia que se siguió enlre los capitanes Al-
ta Maria del Puerto, donde tocó yendo á magro é Piçarro sobre el derecho del Cuz-
España con una nao cargada de oro é pla- co, é cómo vinieron en concierto por medio
ta, para dar relación al Emperador, nuestro de Antonio Tcllez de Guzman, juez de co-
señor, de la prission de Atabaliba, é de lo misión que se decía sin lo ser; é tráctanse
subçedido en aquellas parles 205 otras cosas á la historia convinientes 23í>
CAPITULO XVI. En que se tracta cierta rela- CAPITULO XXI. Cómo el adelantado don Die-
614 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Pâgs. Págs.

go de Almagro se partió del Cuzco en de- de Chile, por la imposibilidad é dificultades


manda de la provincia de Chile; é también del camino, é fríos, y esterilidad, é fragosi-
se traela de la venida de Hernando Piçarro dad, é nieves é otros estorbos de la tierra de
á la tierra austral, é de la vuelta de Alma- adelante, é porque su exérçito totalmente no
gro al Cuzco; é cómo prendió á Hernando se perdiesse; é de los nuevos trabaxos de
Piçarro e' despues al capitán Alonso de Al- su camino, al retornarse hasta que llegó en
varado; é también se tracta de otras cosas la provincia de Catama 274
que son nesçessarias á esta materia 243 CAPITULO VI. En que se tracta é cuenta la
CAPITULO XXII. En que se tracta sumariamen- prosecución é discurso deste camino; en la
te la causa por qué murió Alabaliba, é la qual relación se relatan otros trabaxos que
forma que se tuvo en lo matar; é del grand subeedieron, é cómo el adelantado don Die-
ser de la persona de Atabaliba é del mucho go de Almagro comencó á sentir la rebelión
daño que de su muerte se ha seguido; é de de la tierra del Cuzco, é la nesçessidad que
la rencilla del gobernador ó marque's don los chripstianos tenian; é cómo entre estas
Francisco Piçarro con otras personas seña- relaciones el chronista topó é vido en ellas
ladas; é assimesmo se tractarán cosas en cómo se avia ahogado en un rio el veedor
este capítulo, que avian de estar escripias Francisco Gonçalez de Valdés, su hijo úni-
en lo que atrás queda dicho; pero no vinie- co, é aunque como padre lo sintió resçila é
ron á noticia del auctor de sus historias has- cuenta la historia en este capítulo hasta
ta aver copilado los capítulos precedentes, quel adelantado escribió cierta carta al Yn-
é parescióle ques mejor poner en este capí- ga para que cessasse en la guerra contra
tulo lo que se sigue 248 los chripstianos. 2S0
LIBRO XLVII. Prohemio 252 CAPITULO vu. En que se escribe lo que con-
CAPITULO I. En que se Iractan y escriben las tenía una carta quel adelantado don Diego
causas que le movieron al adelantado don de Almagro escribió á Ynga, é de un caso
Diego de Almagro á gastar muchos millares nunca oydo, en que juntamente todos los
de pessos de oro é yr á conquistar nuevas españoles ovieron de ser ciegos, é perdie-
provincias en la tierra austral é partes in- ron la vista, é como los indios se le quexa-
cógnitas hacia el polo antartico, é otras co- ron de los españoles del Cuzco y hermanos
sas que no discrepan de la historia, que to- del gobernador Francisco Tiçarro é de otras
das son muy dignas de ser oydas é notadas cosas que de la mesma historia penden... 284
de todo valeroso capitán 258 CAPITULO VIII. En que se contiene una se-
CAPITULO II. En que se relata é principia el gunda carta quel adelantado don Diego de
camino é viage del adelantado don Diego de Almagro escribió al Ynga, consolándole y
Almagro desde que partió de la cibdad del exhortándole á la paz; é cómo traclándose
Cuzco hasta que comeneó á entrar en la pro- las vistas entrellos escribió Hernando Piçar-
vinçia que se llama Xibixuy 200 ro desde el Cuzco al Ynga que le mentía
CAPITULO III. Cómo el adelantado don Diego Almagro é que le quería engañar. En el ca-
de Almagro é su exérçito entraron en la mino el capitán Paucal le hiço un raçona-
provincia de Xibixuy, é dase noticia de miento notable que adelante se dirá: é cómo
cierta gente que los españoles llaman alá- Hernando Piçarro estorbó tanto, que en con-
rabes, porque en alguna manera imitan á clusion movió las cosas de forma que Al-
los alárabes de África; pero los indios que magro fué al Cuzco é lo tomó, é prendió al
con ellos comarcan los llaman juñes; é de Piçarro é otros sus amigos 286
sus costumbres; é también se Iracta del sub- CAPITULO IX. En que se tracta cómo el capi-
çesso del camino é de otras provincias has- tán Alonso de Alvarado, que yba por man-
la que llegaron á la provincia de Pocayapo, dado del gobernador don Francisco Piçarro
é otras cosas notables 263 á socorrer á su hermano Hernando Piçarro
CAPITULO IV. En que se continúa el viage é hiço é dixo algunas palabras contra el ade-
descubrimiento del adelantado don Diego lantado don Diego de Almagro, é cómo lo
de Almagro hasta que llegó á la provincia prendió, é cómo descompuso por aucto del
de Chile, desde donde envió al capitán Go- estado al Ynga, é invistió en él á Paulo su
mez de Alvarado con gente adelante; é de hermano, é le hiço señor; é cómo el capitán
la trayçion de un indio lengua llamado Fe- Rodrigo Orgonez, teniente de Almagro, des-
lipillo, é de otras cosas é notables trabaxos barató al Ynga y se escapó huyendo; é de
que se le siguieron en esta empressa 267 los escándalos é bullicios denlre ambos go-
CAPITULO v. Cómo el adelantado don Diego bernadores, é de otras cosas á la historia
de Almagro dio la vuelta desde la provincia concernientes 292
DE INDIAS. INDICE. 615
Págs. Pàgt.

CAPITULO X. En e! quai se tracta la relación ferencias , é cómo se entremetió entre ellos


é conclusion de lo quel adelantado don Die- el comendador fray Francisco de Bobadilla,
go de Almagro escribió al Emperador, dán- provincial de la Orden de la Merced, é de-
dole noticia del estado en que estaban las xaron ambos gobernadores en sus manos
cosas entre él y el gobernador don Francis- sus diferencias; é cómo se soltaron Gonçalo
co Piçarro, é las causas que le movieron á Piçarro y el capitán Alonso de Alvarado,
soltar á Hernando Piçarro; é cómo se rece- que avian quedado pressos en el Cuzco ; é
laba del rompimiento, é suplicando á Su de otros trabaxos é cosas concurrientes á la
Mageslad lo proveyesse: é dícense otras co- materia 319
sas en continuación del historial proçesso CAPITULO XVI. Que tracta cómo ambos go-
destas materias 297 bernadores se vieron, é Almagro concedió
CAPITULO XI. En el quai se comiença otra re- todo lo que Piçarro le pidió , y en lo de la
lación acerca de lo que passó en estas dife- deliberación de Hernando Piçarro se remitió
rencias destos dos gobernadores Piçarro é al licenciado Prado t al licenciado de la Ga-
Almagro, la qual en muchas cosas se con- ma; ¿de la sentencia que en ello pronun-
forma con lo que la historia ha contado en ciaron , é de oirás tribulaciones é desasosie-
los diez capítulos de susso (é aun algunas gos que á los unos é á los otros se siguie-
délias dice más especificadas) é otras cosas ron , que sumaria é substançialmente esta
que subçedieron adelante., 300 relación los cuenta 323
CAPITULO XII. En continuación de la segunda CAPITULO xvn. En que se tracta de la batalla é
relación de las diferencias de los dos gober- recuentro de Hernando Piçarro contra el
nadores Piçarro é Almagro, é cómo fué adelantado Diego de Almagro, é fué ven-
presso el capitán Alonso de Alvarado, é de cedor Hernando Piçarro; é cómo fué toma-
otras muertes é trabaxos que siempre se do el Cuzco é presso el adelantado Almagro;
yhan aumentando en daño de los unos e' de é de las crueldades é robos de los vencedo-
ios otros 302 res contra los chripstianos é gente de Al-
CAPITULO XIII. En continuación de las discor- magro, é otras particularidades é cosas mal
dias de los gobernadores ; é cómo el gober- fechas en esta jornada en deservicio de Dios
nador don Francisco Piçarro envió con su é del Rey, y en daño de muchos españo-
poder ciertos hombres principales para que les 328
juntamente con sus hermanos Hernando é CAPITULO XVIII. Cómo se usó una grand bella-
Gonçalo Piçarro, é no sin ellos, enlendies- quería con Pedro de Lerma, porque es ra-
sen en le concertar con el adelantado don çon que demás de ser crueldad tenga tal
Diego de Almagro ; é cómo el capitán Or- nombre ; é de las esmeraldas quel infeliçe
gonez, teniente del adelantado, dio sobre adelantado dio á Felipe Gutierrez , é de la
el Ynga é lo desbarató, é se escapó huyen- armada de Pedro de Candía, é del proçesso
do con mucho daño de su gente ; é cuenta á que de hecho (sin guardar derecho) hieo
vueltas desso las mesmas cosas que la his- Hernando Piçarro contra Almagro, é del oro
toria dixo hasta en fin del décimo capitulo; que confessé que tenían en compañía él é
pero más particularmente, é otras cosas... 305 Francisco Piçarro, un qüento de pessos de
CAPITULO XIV. De lo que subcedió después oro, é otras cosas contingentes á la his-
quel licenciado Gaspar de Espinosa y el fac- toria 336
tor Guillen Xuarez de Caravajal y el capitán CAPITULO XIX. Cómo Hernando Piçarro sen-
Diego de Fuenmayor y el licenciado Anto- tenció á muerte al adelantado don Diego de
nio de la Gama é Fernand Rodriguez fueron Almagro é fué ejecutada en su persona, é
por embaxadores é con poder del goberna- la forma que de hecho usó en ello ; é cómo
dor don Francisco Piçarro para que, junta- fué contra los eapitanes Mesa é Candía que
mente con sus hermanos Hernando é Gon- le avian dicho que se avian alçado, é aun-
çalo Piçarro, é no sin ellos, tractasscn de que fué mentira ahorcó á Mesa é desterró
la paz ; é cómo se partió del Cuzco el ade- á Candía, é de otros escándalos é palabras
lantado é llevó consigo á Hernando Piçarro, de rencilla entre don Francisco Piçarro y
é la causa por qué el dotlor Sepúlveda se Hernando Piçarro, su hermano, é fueron
quedó en el Cuzco, é otras cosas é particu- luego amigos ; é de otras cosas deáte jaez
laridades de la historia 3Í6 de la segunda relación destas opiniones y
CAPITULO XV. En continuación de las discor-
escándalos de aquellas parles 340
CAPITULO XX. En el cual se concluye esta
dias de los dos gobernadores Piçarro é Alma-
gro; é cómo el adelantado prosiguió su cami- segunda relación destas contenciones de los
no; é cómo nombraron terceros para sus di- gobernadores Piçarro c Almagro, é junto
616 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. Pdgs.

con esto se dice el pareseer del que la es- cencia de la tierra á España, donde fué pro-
cribió , como celoso del servicio de Dios é veydo por gobernador de Popayan; é cómo
del Rey é del bien é procomún de la tierra, el marqués envió á Gonçalo Piçarro su her-
é otras cosas notables é que quadran á la mano, á Quito, é cómo fué en demanda de
historia 344 la Canela é del rey ó cacique que llaman el
CAPITULO XXI. En continuación del discurso Dorado. É cómo fué acaso descubriendo é
principal de la historia é officio del histo- navegando por la parle interior el rio Mara-
riador 348 ñon, desde sus nasçimientos hasta la mar
CAPITULO XXII. De las minas de plata de los del Norte , por el capilan Francisco de Ore-
Chalcas, é quán diverssamente hablan en llana con ciertos compañeros, cuyos nom-
ellas 350 bres se dirán , é otras cosas que convienen
CAPITULO xxm. En que hace con brevedad á la historia 381
mención de la muerte del marqués don CAPITULO II. En continuación de lo ques di-
Francisco Piçarro, porque en el siguiente cho é apuntado en el título del capítulo pre -
libro se dice más largamente; é con este ca- çedente, é de la noticia que se tiene del rey
pítulo se da fin á este libro XL Vil 331 Dorado, é cómo é por qué via no pensada
LIBRO XLVIII. Prohemio 353 se descubrió el rio Marañon por el capila
CAPITULO I. En que se tracta del trance é Francisco de Orellana, é con quinientos es-
forma de cómo passó la muerte del marqués pañoles le navegó hasta la mar del Norte; é
don Francisco Piçarro, gobernador é capi- cómo el capilan Gonçalo Piçarro se tornó
tán general de los reynos é provincias é cos- á Quito con mucha pérdida de la mayor
tas é mares de la Nueva Castilla 356 parle de los chripslianos que avia llevado
CAPITULO II. En quel historiador dice por qué al descubrimiento de la Canela, é assimes-
causa el cabildo é regimiento de la cibdad mo se tocarán algunas cosas, demás de lo
de los Reyes nombraron al capilan Johan ques dicho, que son convinientes al discur-
de Herrada administrador de la persona del so de la historia 382
gobernador don Diego de Almagro, é quién CAPITULO HI. En que se dá relación de la ca-
es aqueste capitán Johan de Herrada. E de- lidad de la tierra é gente de la provincia de
cláranse algunos passosde los que desusso Quito, é qué cosa son los árboles de la ca-
se han dicho en el capítulo precedente, pa- nela quel capitán Gonçalo Picarro é los es-
ra que con más facilidad el letor comprehen- pañoles vieron, é de la grandeça del rio Ma-
da la historia pressente 361 rañon, é de las islas muchas que en él hay. 386
CAPITULO III. De parte del subçesso del ca- CAPITULO IV. En el quai se tracla del señorío
mino trabaxoso del licenciado Vaca de Cas- de la reyna Conori é de las amaeonas, si
tro, que fué enviado por pressidenle de la amaçonas se deben decir, é de su estado é
Nueva Castilla 366 mucha potencia é grand señorío, é de los
CAPITULO IV. En continuación del camino señores é príncipes que le son subjelos á la
del licenciado Vaca de Castro, é cómo supo dicha reyna; é del grand príncipe llamado
la muerte del marqués don Francisco Piçar- Caripuna, en cuyo señorío dicen que hay
ro, é otras cosas al propóssito de la his- mucha abundancia de plata é de otras co-
toria 368 sas, con que se dá fin á la relación de los
CAPITULO v. En continuación de la historia é descubridores que navegaron el rio Mara-
desasosiego é alteraciones de la tierra aus- ñon con el capitán Francisco de Orellana.. 388
tral, quel vulgo llama Perú 369 CAPITULO v. En que se tracta el mal subçesso
CAPITULO VI. En que se tracla cómo mataron é muerte del capilan Francisco de Orellana
al obispo Fray Vicente de Valverde é á é de otros muchos, que arrimados á sus pa-
otros chripslianos con él los indios rebela- labras perdieron las vidas 390
dos de la isla de la Puna, é nácese aqui me- CAPITULO VI. En que se tracta sumariamente
moria de la sumptuosa prission que en la de las cosas que ovo para las guerras que
corle tuvo Hernando Piçarro, é memóranse subçedieron en las tierras é mares australes
otras-cosas que son del jaez de sus culpas. 373 impropriamente dichas el Perú: la qual ha
LIBRO XLIX. Prohemio 378 seydo en mucho deservicio de Dios é de la
CAPITULO I. En que se tracta cómo é por Cessárea é Cathólicas Magestades y en daño
quién fué fundada la cibdad de Sanct Fran- de la corona é çeptro real de Castilla, é de
cisco en la provincia é gobernación de Qui- los mesmos españoles é de los indios natu-
to; é cómo el capitán Sebastian de Benalcá- rales de aquellas parles id.
çar, que allí estaba por mandado del mar- CAPITULO vu. Que tracta de la prission é
qués don Francisco Piçarro, se fué sin li- subçesso del licenciado Chripslóbal Vaca de
DE INDIAS. INDICE. 617
Págs. Págs.

Castro, é de su crueldad é mala goberna- en descargo del capitán Diego Centeno: la


ción é mucha é insaciable cobdiçia; é de la qual en suma é con menos renglones pone
prission de Blasco Nuñez Vela, ê otras aqui lo que allá se contiene, porque la
cosas 394 historia ha dicho algo menos de lo questa
CAPITULO VIH. En que se tracta de cómo fué relación dice en el proçesso del general de
libre el visorey de la prission de la nao en la Gasea; é porque es bien de oyr las par-
que lo llevaban, é de cómo fué enviado tes, é Diego Centeno es buen servidor de su
otro oydor á España contra Blasco Nuñez Rey, é como tal ha servido, con brevedad
Vela é murió en la mar ; é de la batalla en se dirá; é lo questa relación dice es aquesto. 446
quel visorey fué muerto é quedó vencedor CAPITULO XV. Del subçesso é fin destos des-
Gonçalo Piçarro; é cómo fué enviado por leales Gonçalo Piçarro é sus secaçes; y el fin
general de Sus Mageslades el licenciado de quel y ellos hicieron por la bondad de Dios
la Gasea; é de la tiranía de Gonçalo Piçarro, é buena ventura del Emperador, nuestro
é de otras cosas que á la historia com- señor, é prudencia del illustre é muy reve-
peten 398 rendo licenciado Pedro de la Gasea, é por
CAPITULO IX. Que se tracta la sentencia, que el leal comedimiento de los cavalleros é
quatro oydores del Consejo Real de Castilla gente militar que al pressente estaban
dieron contra Hernando Piçarro, los quales opressos é liraniçados en la mesma tierra
estaban diputados para entender en sus por el tirano Gonçalo Piçarro é sus minis-
causas é delictus, por mandado del Empe- tros 455
rador, nuestro señor 402 CAPITULO XVI. En quel chronista dá fin á es-
CAPITULO X. En que se tracta una larga re- te libro, é pone siete servicios que se han
lación quel auctor destas historias ovo en fecho en las Indias al Emperador Rey,
España, que fué enviada al Emperador, nuestro señor, é al çeptro real de Castilla:
nuestro señor , por un eavallero, llamado é son los siguientes 459
don Alonso de Montemayor, en la quai se LIBRO L. Prohemio 462
contienen los subçessos quesíe eavallero vi- CAPITULO I. Del padre é hijo que andovieron
do en el Perú, en lo quai se halló pressen- en una tabla por la mar hasta quel padre
te; é non obtante que la muerte del visorey murió, é cómo escapó el hijo 465
Blasco Nuñez Vela é otras cosas que se han CAPITULO II. De una nave que partió desta
tocado de susso se tornarán aqui á memo- cibdad de Sancto Domingo de la Isla Es-
rar, dice el chronista que por ser persona pañola, é topó en una peña desta costa, é
de crédito quiso ponerlo aqui 404 saltó un marinero de la nao en la peña, é se
CAPITULO XI. En que se tracta cierta rela- vino por tierra á esta cibdad, é la nao fué
ción, que por cartas de la tierra austral vi- en salvamento á España 467
nieron á Valladolid, estando en aquella vi- CAPITULO III. De una nao que se perdió en la
lla el príncipe don Felipe, nuestro señor, de costa de la Tierra-Firme, é cómo los mari-
los subçessos del tirano Gonçalo Piçarro, é neros se tomaron la barca délia, é se fueron
publicáronse á los veynte de agosto de mili sin los passageros é nunca paresçieron, é
é quinientos é quarenta y ocho años, ha- de las tablas de la nao hicieron los passa-
llándose en la corle de Su Alteça el chro- geros una barquilla, é llegaron á tal estado,
nista é auctor destas historias 44i que por hambre echaron suertes á quál co-
CAPITULO XU. En continuación de la relación merían dellos, é cómo se salvaron los que
de que se ha tractado del precedente capí- quedaron dellos id.
tulo de cómo vinieron á las armas Gonçalo CAPITULO IV. De una nao que se perdió en la
Piçarro é la gente de Centeno, é quedó el ti- mar é se fue á fondo é se salvó toda la gen-
rano victorioso, é se entró en el Cuzco, é te en la barca, sin comer ni beber en doce
se escapó huyendo Centeno, é de algunas días todos ellos más de dos libras de vizco-
crueldades notables de Gonçalo Piçarro é su cho, aviéndoseles perdido más de trescien-
maestre de campo Carvajal, é otras cosas.. 444 tas leguas apartados de tierra dentro del
CAPITULO XHI. En que se Irada el estado en mar Océano 471
que las cosas del Perú estaban é quedaron CAPITULO V. De un mancebo portugués, que
aquellas partes después de la batalla ya di- yendo una nao á la vela con todas sus velas
cha conforme á la relación de aquellas car- é buen tiempo, se echó á nado, vestido un •
tas id. papahígo en la cabeça, para se passar á otra
CAPITULO XIV. En que se contiene otra rela- nao de la flota; é cómo fué recobrado por
ción quel auctor destas historias halló en Es- otra nao, que venia detrás de aquella quas-
paña en poder del chronista Pedro Mexia, si un quarto de legua, en lo qual usó Dios
TOMO IV. 78
618 HISTORIA GENERAL Y NATURAL
Págs. Págs.

con él de su misericordia 473 marinero veneciano que estovo en una isla


CAPITULO VI. Cómo viniendo dos naos de Es- perdido dos años, é otro genovés ocho
paña á esla Isla Española, la una dos dias años; é cómo se juntaron en una isla estos
delante de la olra, se perdió la primera é se é otros perdidos; é cómo quedaron al cabo
salvó la gente en unaisleta despoblada, é la solos el veneciano y el genovés; é cómo
segunda nao desde á dos dias fué á dar en después los sacó Dios de aquel trabaxo... id.
tierra en olra isleta baxa cerca de la primera CAPITULO XV. Del mal subçesso que vino á
é se anegó derecha hasta estar assentada un capitán, llamado Benito Hurlado, é á su
en tierra; é cómo por miraglo salió de allí é gente en la Tierra-Firme, assi por mar co-
cobró la gente de la primera nao perdida, é mo por tierra, en la población de la provin-
vino á esta cibdad de Sánelo Domingo con cia de Cheriqui y en otras partes por donde
ella, donde se adobó é volvió en España.. 475 anduvieron id.
CAPITULO VII. De una nao que se encendió CAPITULO XVI. De un naufragio en que la Ma-
fuego é miraglosamente se mató, estando dre de Dios por miraglo obró sus maravillas
muchas leguas dentro en la mar 477 con un maestre, llamado Baltasar de Cha-
CAPITULO VIII. De tres naos que se escaparon ves id.
miraglosamente con toda la gente délias, CAPITULO XVII. Del naufragio que intervino
estando doscientas leguas ó más en la mar á una nao que partió del puerto desta cib-
é aportaron al puerto de Plata en esta Isla dad de Sánelo Domingo de la Isla Españo-
Española 479 la, en que yba un cavallcro vecino de la
CAPITULO IX. De la caravela que llamaron de isla de Cuba, llamado Johan de Roxas, é su
las Taviras por el caso maravilloso que aquí muger doña Maria de Lobera, con quien
será contado que obró Dios é su gloriosa pocos dias antes aqui se avia casado, é la
Madre por estas mugeres é otras personas llevaba á su casa á la villa de la Habana; y
que en este naufragio se hallaron 481 es la ques dicho que por otro nombre se
CAPITULO X. Cómo el licenciado Alonso Cua- llamaba Fernandina id.
co se perdió en las islas de los Alacranes CAPITULO XVIII. De un caso muy notable que
con una caravela en que yban hasta çin- acaesció á un Antonio de Palençuela en la
qüenta é cinco ó sessenta personas, de las costa de la Tierra-Firme pocos años há... 524
quales miraglosamente escaparon con él diez CAPITULO XIX. De lo que acaesció al maestre
é siete; é de muchas cosas que en este via- Francisco de Santa Ana, vecino de Triana,
ge é naufragio acontescieron: el qual capí- arrabal de Sevilla, é á otros que con él se
tulo, por quitar cansancio á los que le le- hallaron en una nao, en que yba destas par-
yeren, terna treynta é nueve párrafos ó tes á España con mucha cantidad de oro é
parles. 482 plata, é cómo escaparon miraglosamente.. id.
CAPITULO XI. Del naufragio que intervino á CAPITULO XX. De un naufragio é naufragios
Baltasar de Castro é á otros en una nao, en que se siguieron á Chripslóbal de Sanabria,
que vinieron de España á esta Isla Españo- vecino de Sevilla, que agora lo es desla
la cargada de yeguas, é de septenla é nue- cibdad de Sánelo Domingo de la Isla Espa- ,
ve personas que allí venían se ahogaron ñola, é á otros que con él se hallaron ; é
las quarenta é seys, é se salvaron las treyn- porque es largo se contiene en catorce pár-
ta é tres miraglosamente 522 rafos id.
CAPITULO XII. Del caso extraño acaesçido á CAPITULO XXI. De un infortunio é naufragio
Johan de Lepe, vecino que fué después des- (aunque algunos Jo han alribuydo á la po-
ta cibdad de Sánelo Domingo de la Isla Es- ca prudencia) de un piloto llamado Johan
pañola, de cómo quedó perdido en Tierra- Bermudez, que partió con una nao del puer-
Firme , dó le dexó una nao perdido entre to desla cibdad de Sancto Domingo de la Is-
los indios bravos caribes flecheros; é cómo la Española para yr á Castilla, el año de mili
miraglosamente lo sacó Dios é su buen áni- é quinientos é treynta y ocho, é volvió el
mo de entredós id. siguiente de mili é quinientos é treynta y
CAPITULO XIII. De la desaven turada ocasión nueve, sin llegar allá, desde las islas de los
de cierta armada, de que salieron treynta Acores 535
compañeros en Tierra-Firme, é por falta de CAPITULO XXII. Del naufragio é mal subçesso
Comida comieron unos á otros hasta que de que intervino á la gente que quedó viva de
todo el número de todos ellos treynta, que- la armada, quel licenciado Ayllon llevó á
daron solos 1res vivos, lo quai passé como la Tierra-Firme á la parte septentrional... 537
agora se dirá con brevedad 523 CAPITULO XXIII. Del naufragio de la isla del
CAPITULO XIV. De un caso admirable de un Cáliz, que los indios llaman Parataure, la
DE INDIAS. INDICE. 619
Págs. Págs.

quai está en la boca del rio de Huyapari; capó la gente por la misericordia de Dios. 577
é lo que padesçieron eierlos españoles del CAPITULO XXVII. En que se tracla de dos hu-
exérçito de 1 gobernador Hierónimo Dorlal.. 538 racanes ó tempestades que acaesçieron en
CAPITULO XXIV. El qual es más que naufra- la Isla Española é otras islas á ella comar-
gio , porque tracta de un maraviiloso acaes- canas , é de ciertos naufragios que subçe-
çimiento , en que se dá particular relación dieron por las dichas tempestades en los
del famossísimo é muy poderoso rio llamado meses de agosto é septiembre de mili é qui-
el Marañon, quel capitán Francisco de Ore- nientos é quarenta y cinco años 580
llana é otros hidalgos navegaron, por el CAPITULO XXVIII. De los naufragios, y es muy
qual rio anduvieron ocho meses hasta llegar maravilloso el caso que aqui cuenta 585
á tierra de chripstianos más de dos mili le- CAPITULO XXIX. De otro naufragio quel mes-
guas, é vinieron á la isla de las Perlas moaño acaesció después del sussodicho, é
(alias Cubagua) que está en esta region no tan venturoso como el que se ha con-
oçéana, é desde allí el dicho capitán vino tado de susso 586
á esta cibdad de Sánelo Domingo de la Isla CAPITULO XXX. En que se sigue una conclu-
Española con algunos milites de su compa- sion é descargo quel auctor destas histo-
ñía, participantes de sus trabaxos, é testi- rias dá para su definición hasta el pressen-
gos de todo lo que aqui será contenido, se- te tiempo á los que vieren estas materias,
gund lo escribió un devoto é reverendo pa- para que sepan que en España, entre algu-
dre de la Orden de los Predicadores, llamado nos latinos é personas graves é no de poca
fray Gaspar de Carvajal, que á todo se ha- auctoridad se platicó quel historiador de
lló pressente su persona, del qual dice la tan nuevas é pelegrinas vigilias las debiera
pressente leçion ó breve historia de aquesta escrebir en lengua latina; é despues que en-
manera 541 tre los tales fué altercado, culpándole unos
CAPITULO XXV. Del naufragio é maravilloso y excusándole otros, no faltó entre ellos
subçesso que intervino á un reverendo ca- quien le escribiesse á las Indias lo que
nónigo de la sancta iglesia catedral desla acullá en España se avia conferido á pro
nuestra cibdad de Sancto Domingo de la é á contra; á lo qual respondió con una le-
Isla Española, é á otras personas que en tra suya lo que aqui en sentencia podeys
este trabaxoso trance se hallaron , del qual ver, lelor, é arrimaros á la opinion que os
escaparon por la misericordia de Dios de la paresçiere, con tanlo que sin passion é hu-
manera que aqui se dirá 574 manamente resçibays su desculpa con la
CAPITULO XXVI. En que se cuenta un caso mente repossada, tomando en vuestra ma-
maravilloso que acaesció á una nao portu- no el pesso ó balanças de la justicia é la jus-
guesa, que con treynta hombres de la mar tificación del auctor, dando á la raçon é
salió del puerto de la cibdad de Sancto Do- verdad el lugar que se le debe admitir, pa-
mingo de la Isla Española para se tornar á ra lo qual mejor considerar é ponderar é
Portugal, é con tormenta aportó en la isla mejor decidir en el propóssito Ja verdadera
de la Bermuda, en la qual se perdió, y es- sentencia, notad lo que dice 589

Aqui termina la Historia general y natural de las Indias del capitán Gonzalo Fernandez de Ovie-
do y Valdés, alcaide de la fortaleza de Sanio Domingo de Ja Isla Española.—Comenzóse áimprimir
el primer tomo en once de setiembre de mil ochocientos cincuenta, y se acabó este cuarto y último
en seis de febrero de mil ochocientos cincuenta y cinco años.
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LEASE.

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39J 2 26 pundo punto
•7
5
i 21 todas las haciendas.. todos las haciendas
~3 i 30 también resçebidos.. tan bien resçebidos

TOMO IV. 79
HISTORIA
GENERAL Y NATURAL DE LAS INDIAS,
ISLAS Y TIERRA-FIRME DEL MAR OCÉANO, ,

EL CAPITÁN GÓMALO FERMDEZ DE OVIEDO Y VAL»,


PRIMER CRONISTA DEL NUEVO MUNDO. i

PUBLÍCALA LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA,


COTEJADA CON EL CÓDICE ORIGINAL, ENRIQUECIDA CON LAS ENMIENDAS Y ADICIONES DEL AUTOR,
É ILUSTRADA CON LA VIDA Y EL JUICIO DE LAS OBRAS DEL MISMO

D. JOSE AMADOR DE LOS RÍOS,


Individuo de Número de dicho Cuerpo, Catedrático de Ampliación de la Literatura Española en la Universidad de. esta Corte, etc.

TERCERA PARTE.-TOMO IV.

MADRID.
IMPRENTA DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA,
* rtRAO »i JO« no pair, CEI, cuu MI riCTOE, as*. 9.

1855.
Se halla de venta en Madrid á 60 rs. cada tomo en rústica en la portería de la
Real Academia de la Historia, calle del Leon, casa del Nuevo Rezado, núm. 21, y
en las librerias de Sanchez, Hurtado, Matute é Imprenta Nacional.
En las provincias en las principales librerias á 65 rs. cada tomo, y 100 rs. en ul-
tramar y en el'extranjero.
En los mismos puntos se venden las siguientes

OBRAS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.

ileal Academia de lá Historia : 8 lomos en 4.° marquilla 344


3S
,: 3í>
Tomo IIÍ of»
Tomo (V 34
Tomo V 40
rumo VI 40
Tomo VII 50
Tomo VIH 50
Las Síele Partidas de! Rey D. Alfonso el Sabia, cotejadas con muchos códices antiguos y autorizadas
por Real urden de 8 de marzo de 1818 para los usos forenses : 3 tomos en 4.° marquillaar 132
Opúsculos legales del Rey D. Alfonso el Sabio : 2 tomos en 4.° marquilla.'. 60
Demostración histórica del valor de las monedas que corrían en Castilla en tiempo de D. Enrique IV,
y su correspondencia con las actuales: por Fr. Lieiniano Saez: en 4.° marquilla 34
Ensayo sobre los alfabetos de letras desconocidas que se encuentran eri las antiguas medallas y monu-
mentos de España: por D. Luis José Velazquez, marques de Valdellores: en 4.° 44
loria histórica sobre cuál ha sido la opinion nacional de España acerca del tribunal de la Inquisi-
ción : por D. Juan Antonio Llórente : en 8.° mayor D'>
informe dado al Consejo sobre la disciplina eclesiástica antigua y moderna, relativa al lugar de las se-1
pulturas : en 8.° 8
Cartas.de Gonzalo de Ayora, cronista de los Reyes Católicos, escritas al Rey D. Fernando desde el
Roscllon : en 8.° 6'
nombres de pesos y medidas españolas : papel en 4." 2
Ea Náutica, obra postuma de D. Martin Fernandez de Navarrele 2.0
•ionario geográfico histórico de la Rioja y de algunos pueblos de la provincia de Burgos: por Don
Angel Casimiro de Govantes 30
Memoria histórieo-critica sobre el gran disco de Teodosio que posee esta Real Academia: por Don
Antonio Delgado '.. 12
i ña Sagrada : 47 tomos. Se han concluido las existencias de los tomos 4 , 5, 8,9, 25, 29, 30 y
í-2. Los demás se venden sueltos »
Viage literario á las Iglesias de España: por D. Jaime Villanueva: tomos i.° al 22 y último de la
!. Cada tomo 10
Memorial histórico español. Se publica por cuadernos mensuales de 128 páginas en 4.°, y van publi-
is treinta cuadernos, que/orman los tomos, primero , segundo , tercero, cuarto, quinto, sesto
' imo. Cada tomo 32
¡no por suscricion 8
ral Escaño. Un (orno en 4.° de '500 páginas.... » 2-i
Combate naval de Lepanto y juicio de la importancia y consecuencias de aquel suceso.
Mer, , Real Academia de la Historia: 4.° marquilla ,....: 15
Exáme -pl influjo que tuvo en el comercio, industria y población de España su éo-
min • Iemoria premiada por la-Real Academia de la*Hisloria : 4." marquilla 9

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