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A todas aquellas
personas que creyeron
en mí.
INDICE
Introducción
Idea de investigación
Entre las diferentes ramas del derecho existe una que me apasiona
profundamente que es el llamado Derecho Internacional Público, que sin
embargo y a pesar que esta rama del derecho es nueva y está en permanente
renovación de sus estructuras, ha logrado imponerse lentamente debido
precisamente a su elasticidad y capacidad para cambiar al ritmo que le han
impuesto los acontecimientos históricos. Y es justamente esa renovación que
crea innumerables e inevitables consecuencias de la coexistencia en el mundo
de una pluralidad de Estados que entran necesariamente en relaciones
recíprocas es la que me lleva al estudio de esta cátedra y por ende a entrar a
un estudio concienzudo de todos aquellos problemas futuros que de alguna
manera racional deben tener una solución pacífica entre los Estados y así ser
colaboradores mutuos en las decisiones emprendedoras de éstos mismos para
un fin productivo que lleve a la paz de los países.
Y es así como el tema central de mi proyecto de tesis se avoca a los
métodos de solución de controversias establecidos en el tratado de libre
comercio de la Unión Europea suscrito con Chile, en el cual incluye novedosos
métodos de solución y que llevan a una eficacia palpable a la vista no dejando
de lado por supuesto a los órganos que intervienen en estas soluciones que
son un elemento central para la solución pacífica de las controversias
establecidas en el tratado suscrito y ratificado por nuestro país.
Planteamiento del problema
Justificación
4.- Llegar a conclusiones que vayan más allá de lo teórico y que en su minuto
puedan servir como soluciones concretas.
Capitulo II: Marco Teórico
1
Hugo Llanos, Teoría y Práctica, Derecho Internacional Público, 1980.
Los métodos de solución pacífica de las controversias tienden
especialmente a solucionar el problema o disputa antes de que éste traiga u
ocasione mayores consecuencias para los países afectados.
Arreglo directo
La mediación
Investigación
Conciliación
El Arbitraje
2
Podesta Costa, Manual de Derecho Internacional Público, pág. 249, 1943.
Los Consejos de las Anfictionías griegas con el objeto de evitar la
guerra, también utilizaron este método.
Es en la Edad Media donde el arbitraje comienza a tomar un verdadero
auge, especialmente en el siglo XIII, declinando, poco a poco, con
posterioridad, hasta casi desaparecer en los siglos XVII y XVIII.
En tiempos del Sacro Imperio Germánico se nombró en varias
oportunidades al Papa o al Emperador, en calidad de árbitro, para dirimir
disputas entre príncipes o señores feudales.
Con el nacimiento de los Estados Generales y el Cisma de la reforma de
la Iglesia, el arbitraje pierde sus antiguas características, pues ya el arbitro no
será la autoridad imparcial en dirimir la disputa, sino el propio príncipe o
soberano absoluto.
En la primera mitad del siglo XIX no son muchos los casos de arbitraje
en la vía internacional; sin embargo, en la segunda, tenemos más de 150.
En el siglo XX, un novedoso sistema de arbitraje entra en aplicación. Es
el llamado arbitraje por Comisiones Mixtas no siempre adoptaron el estricto
sistema arbitral, pues en varias oportunidades, sólo constituirían meras
comisiones conciliatorias. Sin embargo, a raíz de los litigios fronterizos entre
Canadá y Estados Unidos, a final del siglo XVIII, Gran Bretaña celebró con este
último el Tratado Gai, de 19 de Noviembre de 1794, el cual creó tres misiones
mixtas y en las cuales se empleó el sistema de tres árbitros.
En América, desde los tiempos del Congreso de Panamá de 1826, los
países americanos se han comprometido a solucionar muchas de sus
divergencias por el procedimiento arbitral. En el mismo Congreso de Panamá,
en los Tratados de Unión, Liga y Confederación, se adoptó el arbitraje. Igual
cosa ocurrió en los Congresos de Lima de 1848, de Santiago de 1856, en Lima
de 1864, etc.
En las Conferencias Interamericanas la mayor parte de los países del
Nuevo Mundo propició el establecimiento del arbitraje obligatorio como un
medio de solución de controversias. Chile, en cambio, propiciaba el arbitraje
facultativo.
En la primera Conferencia de la Haya se creó la llamada Corte
Permanente de Arbitraje, que en realidad no es ni Corte ni permanente, pues
sólo consta de un lista de miembros designados por los países signatarios de la
Convención que la creó, de la cual pueden obtenerse los nombres o el nombre
de los árbitros o el árbitro que deberá fallar el asunto que le sometan las partes.
Lo único permanente de esta llamada Corte, es una oficina internacional o
Secretaría General que funciona en la Haya, en el palacio de la Paz.
No son muchos los casos que han sido resueltos por la Corte
Permanente de Arbitraje.
Como ejemplos de arbitraje en América tenemos el pronunciado por el
Rey Eduardo VII de Inglaterra, que interpretó el Tratado de Límites entre Chile
y Argentina en 1881. Este fallo fue pronunciado en 1902.
Dentro de la evolución del arbitraje debemos constatar que el sistema
actual basado en la objetividad, en la imparcialidad del árbitro en la
obligatoriedad de sus fallos, en la carencia coercitiva de éste y en la motivación
fundada de sus sentencias, se consagra internacionalmente con el tratado de
Washington de 1871 entre Gran Bretaña y los Estados Unidos. Fundado en
este, un tribunal arbitral compuesto de cinco miembros, debió fallar el célebre
caso del Alabama, barco británico que llevaba material de guerra para los
sublevados del Sur, en la Guerra de Secesión.
A fines del siglo pasado y especialmente a comienzos de éste, se
empieza a utilizar la forma de pactar generalmente el arbitraje para solucionar
las diferencias que puedan suscitarse en el orden jurídico entre las partes
signatarias de un tratado.(Chile- Argentina 1902). En 1903 se pacta por primera
por dos grandes potencias, Francia y Gran Bretaña, un tratado general de
arbitraje.
Después de la Primera Guerra Mundial, al firmarse el Tratado de
Versalles, se estableció en el Art. 12 del Pacto de la Sociedad de las Naciones
que: “los Estados sin litigio deben recurrir al procedimiento del arbitraje o al
examen, por el Consejo de la Sociedad de las Naciones, de los asuntos que
originan la divergencia”, “cuando se trata del caso de un diferencia susceptible
de provocar una ruptura, se deja a la voluntad de las partes el escoger el
procedimiento del arbitraje o el examen por el Consejo”.
El deseo del pacto era que se solucionaran por el arbitraje todos los asuntos
jurídicos, dejando sólo los de carácter político para la solución del Consejo. La
Sociedad de las Naciones adoptó en 1928 una Acta General de Arbitraje en
que se contemplaba un Tribunal especial de 5 miembros para los conflictos de
orden político. Los de carácter jurídico se dejaban para la Corte permanente de
Justicia Internacional de La Haya.
La Carta de las Naciones Unidas se refiere al arbitraje como medio de
solución pacífica de las controversias internacionales en el Art. 33, párrafo 1°,
que dice: “ Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible
de poner en peligro el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales,
tratarán de buscarle solución ante todo mediante la negociación, la
investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el
recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su
elección”. En 1949, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una
resolución revisando el Acta General de Arbitraje de 1928 que había sido
aprobada por la Sociedad de las Naciones adaptándola a la nueva
organización. Esta nueva Acta General de Arbitraje entró en vigor en
septiembre de 1950.
En la Novena Conferencia Interamericana, al aprobarse la Carta de la
OEA y el Pacto de Soluciones Pacíficas, también se estableció este método
como un medio jurídico para dirimir pacíficamente las controversias entre las
repúblicas americanas.
- el compromiso
- la cláusula compromisoria y,
- un tratado general de arbitraje o de solución pacífica de
controversias.
1°. El Compromiso
3
Hugo Llanos, Teoría y Práctica, Derecho Internacional Público, pág. 564, 1980.
El compromiso es un tratado internacional y, por lo tanto, les aplicable
las reglas generales sobre el derecho de los tratados.4
2° Cláusula Compromisoria.
4
Santiago Benadava, Derecho Internacional Público, pág. 329, 2001.
5
Santiago Banadava, Derecho Internacional Público, pág. 330, 2001.
6
Hugo Llanos, Teoría y Práctica, Derecho Internacional Público, pág. 564, 1980.
Si surgiere entre las partes la cuestión de si el tribunal tiene o no
competencia en el caso, el propio tribunal debe resolverla preliminarmente. El
tribunal es, pues, juez de su propia competencia en virtud de un regla de
derecho internacional común. Así lo ha reconocido la Corte Internacional de
Justicia:
“Desde el caso del Alabama se admite, en conformidad a precedentes
anteriores, que, a menos de convención en contrario, un tribunal internacional
es juez de su propia competencia y tiene la facultad de interpretar a este efecto
los actos que rigen esta competencia”.7
Sin embargo, la competencia de un tribunal internacional para
determinar su propia competencia no es limitada. El tribunal no puede usurpar
poderes que manifiestamente no le confiere el título de competencia
interpretado a la luz de los principios del derecho internacional. De otra
manera, cometería un exceso de poder ( exces de pouvoir) que traería consigo
la nulidad de su decisión.
En todo caso, el hecho de que dos Estados hayan convenido recurrir al
arbitraje para resolver ciertas controversias no significa que, en un caso
determinado, no puedan optar, de común acuerdo, por otro medio de solución
pacífica que les parezca más conveniente.
Procedimiento arbitral.
7
Caso relativo a la Sentencia Arbitral de 31 de julio de 1989 (Guinea Bissau/ Senegal). Reports 1992.
aunque las partes no los invoquen expresamente. Es el principio “jura novit
curia” ( el tribunal conoce el derecho).
Las partes pueden disponer en el compromiso que el tribunal decida ex
aequo et bono, es decir, conforme a la equidad y no al derecho estricto.
El laudo arbitral
El juicio arbitral termina con la sentencia o laudo. Ella debe ser motivada.
La sentencia está revestida de la autoridad de cosa juzgada, presunción
en virtud del cual los hechos establecidos y los derechos reconocidos por la
decisión arbitral quedan a firme.
La sentencia es obligatoria y definitiva. Es una regla de derecho
internacional común que los Estados litigantes deben conformarse a ella y
cumplirla de buena fe. La sentencia tiene relativos: sólo es obligatoria para las
partes litigantes respecto del caso que ha sido decidido por ella. En virtud de
su carácter definitivo e irrevocable no procede apelación en contra de la
sentencia y el árbitro no puede modificarla después de pronunciada.
Sin embargo, se admiten respecto de la sentencia el recurso de
interpretación y, si ha sido convenido, el de revisión. También una sentencia
puede impugnarse por motivo de nulidad.
Interpretación. Se admite la facultad del tribunal arbitral para interpretar
su sentencia a solicitud de una de las partes o de ambas. La interpretación
debe versar exclusivamente sobre lo resuelto por la sentencia. El tribunal no
puede pronunciarse sobre cuestiones nuevas por vía de interpretación.
Revisión. En algunos tratados de arbitraje los Estados han pactado un
recuso de revisión de la sentencia ante el mismo tribunal que la dictó, por
ciertas causales excepcionales. El Tratado de Paz y Amistad chileno-argentino
contempla la revisión en dos casos: a) si se ha dictado sentencia en virtud de
un documento falso o adulterado; y b) si la sentencia ha sido en todo o parte
consecuencia de un error de hecho, que resulte de las actuaciones o
documentos de la causa. La revisión debe solicitarse antes de vencido el plazo
señalado para la ejecución del fallo.
Nulidad de la sentencia. También se admite que una de las partes
puede impugnar una sentencia por vicio de nulidad. Las causas de nulidad son:
el exceso de poder del tribunal, la corrupción de un miembro de éste y la
infracción grave de una regla fundamental de procedimiento. Una sentencia
que incurre en uno de estos vicios es manifiestamente irregular y puede ser
impugnada por nulidad.
Sin embargo, el Estado que invoca la nulidad no puede declararla
unilateralmente. Corresponde que ambos Estados traten de entenderse sobre
la cuestión de nulidad y, si no lo logran, sometan el nuevo litigio sobre la
nulidad de la sentencia a otro tribunal internacional.
El tribunal que conoce de la nulidad no oye el caso de nuevo, no revisa
el laudo, “no tiene la misión de decir si se ha juzgado bien o mal”. Su misión es
la de decidir si la sentencia arbitral impugnada incurrió o no en un vicio que
justifique declararla nula.
La retorsión
La represalia.
Estas consisten en la adopción con respecto a un Estado de ciertas
medidas de fuerza, las que se estimen más conducentes para imponerle una
rectificación a su conducta, en respuesta a un acto ilícito realizado por aquél en
perjuicio de los derechos propios del Estado o de sus nacionales y cuyas
consecuencias rehúsa reparar.
Las medidas que pueden adoptarse a título de represalias son
determinadas por las circunstancias de cada caso. Pueden consistir en la
ruptura de las relaciones diplomáticas, en negar la entrada a puesto a los
buques que llevan la bandera del Estado culpable, en proceder al embargo o
retención de esos buques que se encuentren dentro de la jurisdicción del
Estado lesionado, etc.
Las represalias deben recaer sobre los buques o los intereses del
Estado culpable y no sobre las personas en particular, aunque sean sus
nacionales; deben ser proporcionadas al hecho que las determina; y no deben
lesionar directamente a los Estados extranjeros o a sus nacionales.
El ejercicio de las represalias conduce a menudo a una pendiente
peligrosa. Incita a los Estados en conflicto a contestar una represalia con otra
nueva y a menudo más gravosa, de tal manera que los actos sucesivos y
crecientes de fuerza pueden degenerar fácilmente en una guerra.
El boicot
El embargo
8
Podesta Costa, Manual de Derecho Internacional Público, pág. 271, 1943.
El bloqueo pacífico
Desde comienzos del siglo XIX, algunos países han echado mano del
recurso de ejercer un bloqueo sin que por ello exista estado de guerra, como
medio de realizar presión sobre determinado Estado, a fin de obligarle a
reparar las consecuencias de un hecho que refutan ilícito o perjudicial. El
“bloqueo pacífico”, que así se lo ha llamado, es una forma de represalia, tanto
por el motivo que lo origina como por el objeto que persigue; pero puede servir
también de instrumento para una intervención puesto que se traduce en actos
de hostilidad marítima, aunque se ejerzan sin declarar la guerra.
No obstante su nombre, el bloqueo pacífico, no constituye propiamente
un bloqueo, pues no reúne todos los caracteres que éste tiene con respecto a
los Estados terceros; y no siempre es pacífico, pues a veces se ha convertido
en una lucha abierta contra las fuerzas del Estado afectado.
De dos maneras diversas, en cuanto, a su alcance, ha sido practicado el
bloqueo pacífico, ha consistido en impedir la entrada y la salida de los buques
que llevan la bandera del Estado al cual pertenece el puerto o litoral bloqueado,
o bien esa prohibición se ha aplicado también a los buques pertenecientes a
terceros Estados. Esta segunda forma es ilícita, porque ningún Estado puede
arrogarse al derecho sino cuando existe estado de guerra, es decir, cuando ha
asumido la posición de beligerante.
Debe observarse que, practicado tanto en una como en otra forma, la
violación del bloqueo pacífico a diferencia de lo que ocurre en el bloqueo jure
belli no debe traducirse en la confiscación consiguiente sino tan sólo en su
retención hasta el levantamiento de bloqueo.
Un bloque puede ser decretado en toda su amplitud para castigar a un
determinado Estado violador de normas. Caso Cubano, el embargo lo
establecieron los Estados Unidos.
El ultimátum
9
Podesta Costa , Manual de Derecho Internacional, pág. 273, 1943.
Capitulo III: Marco Contextual.
CAPÍTULO I
OBJETIVO Y ÁMBITO DE APLICACIÓN
ARTÍCULO 181
Objetivo
El objetivo del presente Título es evitar y resolver las controversias entre las
Partes relativas a la aplicación de buena fe de esta Parte del Acuerdo y llegar a
una solución mutuamente satisfactoria de cualquier cuestión que pueda afectar
a su funcionamiento.
ARTÍCULO 182
Ámbito de aplicación
Las disposiciones del presente Título se aplicarán respecto de cualquier
cuestión que surja de interpretación y aplicación de esta Parte del Acuerdo, a
menos que se disponga explícitamente de otro modo.
CAPÍTULO II
PREVENCIÓN DE CONTROVERSIAS
ARTÍCULO 183
Consultas
ARTÍCULO 184
Inicio del procedimiento
2. Cuando una Parte considere que una medida existente de la otra Parte
infringe una obligación en virtud de las disposiciones a las que se refiere el
artículo 182 y la cuestión no se hubiere resuelto dentro de los quince días
siguientes a la reunión del Comité de Asociación conforme a lo establecido en
el párrafo 3 del artículo 183, o dentro de los 45 días siguientes a la entrega de
la solicitud de consultas en el Comité de Asociación, si este plazo fuera más
corto, podrá solicitar por escrito el establecimiento de un grupo arbitral.
ARTÍCULO 185
Designación de los árbitros
5. Si una Parte considera que un árbitro no cumple con los requisitos del
Código de Conducta, las Partes celebrarán consultas y, si así lo acuerdan,
sustituirán a ese árbitro y seleccionarán a uno nuevo con arreglo al párrafo 6.
A petición de una Parte o por propia iniciativa, el grupo arbitral podrá obtener
información y asesoría técnica de las personas y organismos que considere
adecuados. Toda información así obtenida será remitida a las Partes para que
formulen sus observaciones.
ARTÍCULO 187
Laudo del grupo arbitral
1. Por regla general, el grupo arbitral remitirá su laudo, con las evidencias y
conclusiones, a las Partes y al Comité de Asociación a más tardar en un plazo
de tres meses contados desde la fecha de constitución del grupo arbitral. En
ningún caso lo remitirá después de cinco meses a partir de esa fecha. El grupo
arbitral fundamentará su laudo en los antecedentes presentados y
comunicaciones de las Partes y en toda información recibida en virtud del
artículo 186. El laudo será definitivo y se pondrá a disposición pública.
6. Todas las decisiones del grupo arbitral, incluida la aprobación del laudo o de
cualquier decisión preliminar, deberán aprobarse por mayoría de votos.
1. Cada Parte estará obligada a adoptar las medidas necesarias para cumplir
con el laudo del grupo arbitral.
3. En un plazo de 30 días a partir del envío del laudo a las Partes y al Comité
de Asociación, la Parte requerida notificará a la otra Parte:
a) las medidas específicas requeridas para cumplir con el laudo;
b) el plazo razonable para hacerlo, y
c) una propuesta concreta de compensación temporal hasta la ejecución
completa de las medidas específicas requeridas para cumplir con el laudo.
CAPÍTULO IV
DISPOSICIONES GENERALES
ARTÍCULO 189
Disposiciones generales
1. Las Partes podrán modificar por mutuo acuerdo cualquier plazo citado en el
presente Título.
2. A menos que las Partes acuerden otra cosa, el procedimiento ante el grupo
arbitral seguirá las Reglas Modelo de Procedimiento establecidas en el Anexo
XV. Si lo considera necesario, el
Comité de Asociación podrá modificar mediante decisión las Reglas Modelo de
Procedimiento y el Código de Conducta establecidos en el Anexo XVI.
…. En desarrollo