Está en la página 1de 5

Ensayo: “el

pensamiento de Paulo
Freire como un aporte
a la educación
Hondureña”
Presentado a: Lic. René Centeno

“El hombre debe ser partícipe de la transformación del


mundo por medio de una nueva educación que le ayude
a ser crítico de su realidad y lo lleve a valorar su vivencia
como algo lleno de valor real.”

Otsmaro Sales
Ensayo sobre el pensamiento de Paulo Freire como un aporte a la
educación hondureña.

Durante los últimos años, la educación ha sido uno de los factores del sector social más
revalorizado entre las prioridades de los países del área centroamericana, y por ende Honduras
inmerso entre ellos. Nos hemos dado cuenta que son tantas la variables que intervienen para
lograr la calidad educativa que no habrá ningún estudio que trate de explicar todo el fenómeno
porque es muy amplio y socialmente indefinible.

El propósito de este ensayo es proveer una propuesta educativa que permita contribuir al
despegue y desarrollo de la educación en Honduras. Ya hemos experimentado por años diferentes
métodos de enseñanza-aprendizaje y aun los problemas significativos de la educación siguen
vigentes. Con lo dicho anteriormente no estamos opacando los pequeños avances que ha habido
en materia de educación.

En Brasil en septiembre de 1921, nace un hombre cuyo aporte a la educación ha sido un bastión
importante para el desarrollo no solo de su país, sino que su pensamiento ha recorrido varios
corredores del continente. Su nombre Paulo Freire.

Pablo Freire es un pensador comprometido con la vida, no piensa en ideas abstractas, sino
que piensa partiendo de la existencia concreta. Su proyecto educativo, que parte de la praxis,
apunta a crear humanización, a liberar al hombre de todo aquello que no lo deja ser
verdaderamente persona.

Freire es muy claro en plantear que la situación de deshumanización que vive el hombre
actual no es la verdadera vocación a la que está llamado. Su vocación es la de la humanización y
ésta debe ser conquistada a través de una praxis que lo libere de su condición actual. "Ahí radica la
gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismos y liberar a los
opresores. ... sólo el poder que renace de la debilidad de los oprimidos será lo suficientemente
fuerte para liberar a ambos".

Freire plantea que el hombre debe ser partícipe de la transformación del mundo por medio de una
nueva educación que le ayude a ser crítico de su realidad y lo lleve a valorar su vivencia como algo
lleno de valor real.

La pregunta del millón es, si la teoría educativa propuesta por Paulo Freire cobra vigencia en un
país como Honduras, un país en donde se ha experimentado con una gran variedad de métodos
educativos con los cuales se ha logrado algún avance, pero que ninguno ha contribuido
significativamente al despegue y crecimiento de la educación hondureña.

La visión de la pedagogía de Paulo se presta para mal interpretar que es buena solo para contextos
de pobreza o analfabetismo, de cualquier manera Honduras sufre de ambos males. Por lo que no
sería descabellado proponer la implantación del pensamiento Freiriano como un estandarte a la
educación hondureña. Estamos de acuerdo que su pedagogía solo manifiesta efectividad en
contextos muy concretos, por lo tanto experimentar con un pensamiento pedagógico que a
mediados del siglo pasado produjo mucho fruto en sectores concretos de la sociedad hondureña,
seria de gran valía. No podemos descartar también que Freire en los años 70 trasplantó a otros
contextos su pensamiento pedagógico, lo que muestra que su visión trasciende e inspira praxis
educativas muy efectivas y útiles en los rincones de Europa.

Honduras se ha volcado a importar sistemas educativos meramente occidentales, que de alguna


manera han servido, pero en muchos casos estos sistemas sufren muchos cambios cuando se
enfrentan a la contextualización. En cambio la adopción de un sistema que nace, crece y se
desarrolla en las cercanías de nuestra Centroamérica y que ha sido exitoso nos asegura también la
obtención de resultados positivos. Es bueno también tomar en cuenta el contexto en el cual nace
el pensamiento Freiriano, pues no sería saludable pecar de anacronismo con la implantación de
esta teoría a nuestra realidad educativa nacional.

Es importante resaltar que el pensamiento de Freire nace en un Brasil con muchos problemas
tanto políticos, económicos como sociales, hoy en día el Brasil es una de las economías mas
importantes de la región. Honduras hoy en la actualidad atraviesa padecimientos como los que
sufrió Brasil a mediados del siglo pasado, esto de alguna manera muestra que Honduras podría
convertirse en un terreno fértil para implantar un pensamiento tan pertinente como el de Freire.

Honduras en la actualidad cuenta con cifras que superan el 50% en cuanto a pobreza y pobreza
extrema, en 1962 cuando Freire comienza el movimiento de la educación, en el nordeste de Brasil,
una de las regiones mas pobres. De veinticinco millones de habitantes, quince eran analfabetos.
En honduras en la actualidad el analfabetismo supera el 18% de la población, lo que muestra una
cifra importante. Las relaciones anteriores muestran en algún sentido similitudes de condiciones
en cierto sentido entre ambos contextos.

Otro punto convergente entre estos contextos, puede ser la marcada distancia de las clases
sociales y de la distribución de las riquezas. La teoría del conocimiento de Paulo Freire debe ser
comprendida en el contexto en que surgió. En los años 60’s, en el Noroeste de Brasil, la mitad de
sus 30 millones de habitantes eran marginados y analfabetas y como el decía, vivían dentro de una
cultura del silencio, era preciso “darles la palabra” para que “transitasen” a la construcción de un
Brasil que fuese dueño de su propio destino. Según el PNUD la enorme desigualdad en la
distribución de la riqueza, coloca a Honduras entre los mas injustos con su población en América
latina. Este panorama de ambos contextos nos da alguna razón del porque, no sería nada mal
implantar dentro de nuestra educación el pensamiento pedagógico de Freire.
Para ir concluyendo será de mucha relevancia mostrar cual es el método de Freire, esto nos dará
alguna luz para analizar como sus ideas pueden ponerse de vigencia en nuestro país.

El método de Freire es fundamentalmente un método de cultura popular, que, a su vez, se traduce


en una política popular: no hay cultura del pueblo sin política del pueblo.

Por este motivo, su labor apunta principalmente a concientizar y a politizar. Freire no confunde los
planos político y pedagógico: ni se absorben, ni se contraponen. Lo que hace es distinguir su
unidad bajo el argumento de que el hombre se historiza y busca reencontrarse; es el movimiento
en el que busca ser libre. Ésta es la educación que busca ser práctica de la libertad.

El método de concientización de Freire busca rehacer críticamente el proceso dialéctico de la


historización. No busca hacer que el hombre conozca su posibilidad de ser libre, sino que aprenda
a hacer efectiva su libertad, y haciéndola efectiva, la ejerza. Esta pedagogía acepta la sugestión de
la antropología que va por la línea de la integración entre el pensar y el vivir, "se impone la
educación como práctica de la libertad".

La metodología utilizada por Freire sigue la misma línea dialéctica: teoría y método. La
metodología surge de la práctica social para volver, después de la reflexión, sobre la misma
práctica y transformarla.

Otras características del método de Freire son su movilidad y capacidad de inclusión. Por ser una
pedagogía basada en la práctica, ésta está sometida constantemente al cambio, a la evolución
dinámica y reformulación. Si el hombre es un ser inacabado, y este ser inacabado es el centro y
motor de esta pedagogía, es obvio que el método tendrá que seguir su ritmo de dinamicidad y
desarrollo como una constante reformulación.

Sin lugar a dudas, el método a seguir debía ser activo dialogal, crítico y criticador. No se trata de
enseñarles a repetir palabras, ni tampoco se restringe a desarrollar la capacidad de pensarlas
según las exigencias lógicas del discurso abstracto: simplemente coloca al alfabetizando en
condiciones de poder reexistenciar críticamente las palabras de su mundo.

Para concluir estamos de acuerdo con Freire, cuando se refiere a que la educación debe comenzar
por superar la contradicción educador- educando. Debe basarse en una concepción abarcadora de
los dos polos en una línea integradora, de manera que ambos se hagan a la vez "educadores y
educandos". Es imprescindible que el educador humanista tenga una profunda fe en el hombre, en
su poder creador y transformador de la realidad. El educador debe hacerse un compañero de los
educandos.

Es necesario comprender que la vida humana sólo tiene sentido en la comunión, "que el
pensamiento del educador sólo gana autenticidad en la autenticidad del pensar de los educandos,
mediatizados ambos por la realidad y, por ende, en la intercomunicación."
El desarrollo de Honduras reside en la participación de la trasformación por parte de todos
nosotros. Necesitamos un sistema de educación que nos ayude a ser críticos de nuestra realidad y
nos lleve a valorar la vivencia como algo lleno de valor real.

También podría gustarte