Está en la página 1de 8

PUNO

COMUNICACION Y
DESARROLLO
miércoles
LA IMPORTANCIA DE LA RACIONALIDAD
ANDINA EN LOS PROYECTOS DE DESARROLLO

Por: Cleida Incacutipa


Introducción
Cuando nos preguntamos ¿por qué los proyectos fracasan, por qué no
tienen utilidad si se han ejecutado adecuadamente? ¿Por qué, si se han
previsto de recursos y de técnicos, si se han acogido las iniciativas de
los ciudadanos, si hubo “participación” de la población?

Preguntas que son extraídas de la mayoría de los proyectos de


promoción social ejecutados en las comunidades campesinas del
altiplano puneño. Interrogantes que se plantean y muchas veces no se
encuentran respuestas, propuestas que no han tenido buenos
resultados.

En las experiencias anteriores, los proyectos se ejecutaban de manera


unilateral, no existía la participación equitativa de la ciudadanía
(mujeres, varones, niños y ancianos, solteros y casados, líderes y
miembros de la comunidad), los criterios de selección o priorización de
los problemas eran asumidos por la ONGs o las instituciones públicas
encargadas de promover el desarrollo.

Hoy en día, a partir de esas experiencias, los proyectos de promoción


han incorporado iniciativas de la localidad, han incluido e sus equipos
técnicos las propuestas campesinas; lo que de alguna manera ha
mejorado la eficacia del proyecto, pero el problema persiste en la
sostenibilidad del proyecto.

Lo que pretendemos en este artículo es, encontrar las causas de estos


acontecimientos, porque es muy posible que los proyectos ejecutados,
se hayan construido de manera organizada, que los objetivos sean los
adecuados, que el presupuesto esté distribuido eficientemente, pero el
problema aún no queda resuelto.

Racionalidad andina: ¿obstáculo o beneficio?

El papel de la razón en las sociedades cambia o se mantiene de acuerdo


a la influencia de nuevas formas de pensar, que van adquiriendo las
personas. En la razón de las comunidades campesinas sigue
predominando factores culturales, propios de la localidad, y toda
propuesta de desarrollo debe entenderse desde ese punto de vista.

Sin embargo, los proyectos no han tomado y no consideran la


racionalidad de las comunidades donde intervienen. Entonces cómo
modificar la manera de pensar de la gente en los proyectos y las
comunidades beneficiarias, cómo convencer que verdaderamente se
debe cambiar de actitud y cómo ser parte de los procesos de desarrollo;
es así que, en la mayoría de los proyectos, fue extremadamente difícil
cambiar estas mentalidades.

Los programas sociales de ayuda a las familias campesinas, en alguna


medida tratan de integrar a la sociedad andina a las condiciones y
concepciones de vida del occidente “pues no tomaron en cuenta el alma
del pueblo, sus necesidades vitales y su identidad, que expresa una
concepción racional del mundo que se traduce en una visión holística de
la realidad, una visión agro-cosmo-etno céntrica del entorno; y una
visión histórica-proyectiva y progresiva de la cosmovisión.” [1] Una manera
de pensar totalmente diversa, una manera de valorar y juzgar una
propuesta bajo parámetros distintos, algunos divergentes con la
[1] Una
valoración de los ejecutores del proyecto.

En los proyectos de planificación familiar

Cuando un proyecto en esta materia ingresa a la comunidad, los


encargados explican los beneficios que les trae el programa y son
impulsados a entender que efectivamente es así. Las mujeres de la
comunidad, por no perder el apoyo adicional que siempre trae un
programa o proyecto dicen: “sí, está bien”, pero en ese momento se da
el conflicto interno con la racionalidad que poseen como parte de su
estructura mental.

La planificación familiar es considerada como una intromisión a la vida


muy privada de las mujeres de la comunidad; desde un punto de vista
moderno, son tabús lo que en una comunidad se evalúa bajo criterios de
moralidad y de normas culturales.

El orden natural de la vida y de todos los acontecimientos, se


contrapone con la posibilidad de modificar un curso que lógicamente
tiene mentalizada la mujer. El proyecto les está diciendo u orientando a
reducir el número de hijos, porque considera que las familias
campesinas no cuentan con recursos suficientes para mantener a
muchos hijos, consecuentemente garantizar su adecuada educación y
una adecuada vida. Pero para la mujer, esta acción de impedir la
posibilidad de tener más hijos, significa la infertilidad, algunas
experiencias han demostrado que verdaderamente sucede así, lo que se
las hace extremadamente peligrosas.

La concepción de integridad que tiene la mujer campesina, bajo sus


criterios no necesita agregar o quitar un elemento miembro o parte de
su cuerpo, la visión de integridad tiene absoluta funcionalidad en una
comunidad, totalmente distinta a un pensamiento moderno – urbano;
porque allí sí, la mujer para verse mejor, puede quitar o agregar algo a
su cuerpo, mientras que para una campesina, su cuerpo es un todo, y si
le quitamos algo es nada o deja de ser cuerpo.

La incorporación de propuestas de planificación familiar significa


trastocar esquemas que rompen con las pautas de moralidad,
normatividad local y se contrapone a su vez con la utilidad que pueda
presentar esta nueva forma de comportamiento; de manera que en este
caso se anteponen los conceptos de moralidad e inmoralidad; entonces
es inmoral incorporar algún elemento o remover el cuerpo de la mujer,
a pesar que éste acondicionamiento funcional signifique optimizar la
funcionalidad del organismo.
Estas racionalidades al estar contrapuestas y en conflicto provocan una
separación de mentalidades de la participante o beneficiaria de la
planificación y los objetivos del capacitador o del promotor de los
programas de planificación familiar.

Estos acontecimientos hacen que los programas de este tipo no hayan


logrado un convencimiento deseado, pero para efectivizar su propuesta
han tenido, muchas veces, que engañar, pagar o regalar alimentos, para
realizar su actividad o cumplir con su propuesta.

En los proyectos productivos

Los proyectos que se implementan en distintas zonas, cuya finalidad es


el desarrollo económico, social y técnico han tenido diferentes enfoques
que no contribuyeron ni contribuyen a alcanzar óptimamente dichos
propósitos. Los actores sociales son la parte protagonista, lo cual
constituye un aporte en el diseño de proyectos y la evaluación de los
mismos. Los modelos de desarrollo con enfoques econocráticos o
tecnocráticos han olvidado las variables socioculturales, en consecuencia
los proyectos han fracasado.

El debate sobre el desarrollo cobra vigencia especialmente en el análisis


de las estructuras de relaciones sociales , por lo que cuando se habla de
desarrollo inducido es importante definir, los niveles de participación, tal
es así, que se plantea que los programas orientados solo a inversión en
infraestructura social resultan negativos, se convierten en un desarrollo
de corta duración. Y cuando se habla de los recursos financieros
debilitados, de los programas de desarrollo rural con ayuda
internacional, la causa es la incapacidad de los actores rurales y por otra
parte la responsabilidad pasa por la ineptitud de los planificadores en la
formulación de estrategias eficientes para elaborar, ejecutar y evaluar
tomando en cuenta la racionalidad andina.

De la racionalidad al pragmatismo

Como habíamos, la racionalidad andina involucra elementos culturales


muy arraigados y por tanto no permisibles a una fácil modificación; pero
en este punto tratamos de entender que una forma de razonar implica
una forma de actuar, por tanto se pasa a otra etapa: pragmatizar sus
ideas. Sin embargo estas dos posiciones no son contrapuestas, debido a
que pueden a la vez ser razonables y prácticas. La asistencia es
razonable y a la vez práctica.
En las últimas décadas el sorprendente incremento de programas de
asistencia social, promovidas por el Estado o por ONGs, han incorporado
el concepto de lo práctico, sobre todo los programas estatales, que con
fines políticos han utilizado estos programas, creando así una nueva
percepción de asistencia social.

Las campañas electorales, contribuyeron del mismo modo al tema en


análisis, cada candidato imprescindiblemente incorporó en su campaña
la donación de alimentos, regalos, hasta dinero, creando un beneficio
práctico y gratuito para la comunidad que visita. Ésta práctica se
socializa con éxito en el ámbito político, en las campañas y en los
posteriores logros al asumir el cargo público; pero, al otro lado de la
moneda se encuentra la población comunera que como se fuese un
periodo de “bonanza” acoge lo que llega de los partidos y de los mismos
personajes políticos.

Entre lo necesario y lo aceptable

En las expresiones cotidianas actuales, se afirma que todo lo que llega


es aceptable aunque no sea necesario. Muchas propuestas de ONGs,
especializadas en determinadas áreas temáticas, incursionan en las
comunidades y son muy bien acogidas sin oposición alguna; sin
embargo el interés de la comunidad está centrado en la ayuda que trae
consigo el proyecto, a lo que el propio proyecto denomina como
“acciones de enganche o de articulación”. Bajo este concepto está la
“ayuda” alimentaria o el pago por el trabajo, conceptuado como el
complemento del proyecto principal.

En la ejecución del proyecto los beneficiarios se esfuerzan en trabajar y


cumplir con lo que el proyecto dice, sólo para recibir ayuda. Entonces, lo
principal de esta equivocada concepción de cooperación social, es la
ayuda complementaria, sin importar qué temas trabaje el proyecto o
pretenda desarrollar con la promoción social.

Lo deseable y lo inexistente

Es cierto que las concepciones personales y el entorno de cada ser


humano lo lleva a desear determinadas cosas que difieren unas de
otras, lo mismo sucede en una comunidad; los pobladores de una
localidad necesitan y desean con urgencia solucionar cosas precisas, sin
embargo al interior de la misma comunidad este deseo encuentra
opositores que de acuerdo a sus intereses orientan los proyectos de
desarrollo. Es decir algunas personas, pueden verdaderamente requerir
de un proyecto, sin embargo hay otras personas que no lo aceptan: el
sentido de comunidad no ha funcionado. Algunos cumplen o tratan de
cumplir con lo que se había planteado en el proyecto, pero otros actúan
sin importarles nada, sólo cumplen porque el proyecto se ha registrado.
Por lo tanto, lo deseado puede ser ejecutado, pero por lo general el
manejo diverso y sin un responsable visible conlleva a la desaparición
del proyecto.

Lo pertinente y lo deseable, una simbiosis necesaria

Cada proyecto, busca o debe buscar ser pertinente, que no sea en vano,
que sea una propuesta que signifique esfuerzo para todos los
involucrados.

La inversión económica y sobre todo de tiempo no debe ser en vano;


entonces el proyecto además de ser pertinente debe ser deseado, lo que
significa que es anhelado, que no es sencillo conseguirlo: pero lo
importante es que se garantice la sostenibilidad, que el comunero lo
desee y que cualquier proyecto que ingrese en este escenario, no
significa un regalo, sino por el contrario un logro sacrificado.

Todas las propuestas deberían trabajar sobre temas que son


insistentemente deseadas y necesarias para la comunidad, y este
proyecto deseado debe ser asumido por el propio poblador, lo que
significa su propio esfuerzo. De este modo, el proyecto se convertiría en
un apoyo y soporte de la iniciativa de la población y no lo contrario, que
la iniciativa de la población sea el soporte fundamental de todos los
proyectos.

CONCLUSIONES

La razón del desarrollo, es el hombre y la sociedad. El desarrollo, no es


la cantidad de fierros ni cementos empleados en una construcción, ni la
reducción del número de nacimientos; el desarrollo es el mejoramiento
continuo de la calidad de vida del ser humano y los técnicos son
facilitadores e impulsores de este proceso; por lo tanto:

La ejecución de todas las propuestas de desarrollo, deben considerar la


mentalidad de la población y comprender, si realmente se busca mejorar
las condiciones de la comunidad, la realidad social y cultural, bajo
parámetros de la misma población beneficiaria. Ese es el punto de
partida de todo proyecto para garantizar la continuidad de los procesos
de desarrollo y la sostenibilidad.

Las buenas intenciones de los programas y ONGs, debe ir acompañada


de una verdadera intención de comprender a la comunidad y no imponer
un proyecto bajo una inspiración particular, ni actuar con sentido de
lástima; porque la población tiene sus propias potencialidades y
estrategias de desarrollo que merecen ser incorporados.

Los programas de asistencia social dirigidos a las comunidades que


aspiren una efectiva y duradera labor, tienen que comprender y buscar
puntos en común para ejecutar programas y hacer participe en cada una
de las fases y ciclos del proyecto para que garanticen la sostenibilidad.

La asistencia social es necesaria, pero no debe ser permanente. La


regularidad de la presencia de los programas sociales de corte
asistencialista, genera la razón práctica y de fácil beneficio, y en
ocasiones las autoridades políticas exigen el cumplimiento obligatorio,
pues tienen que responder a dichas demandas. El reto debe ser elaborar
y ejecutar programas y proyectos participativos, en el que estén
involucrados la sociedad civil, las instituciones locales y las entidades
financieras.

BIBIOGRAFIA

CLIFFORD Geertz La Interpretación de las Culturas, Editorial Gedisa,


Barcelona España 2001.

ESTERMANN, Josef FILOSOFIA ANDINA: Estudio intercultural de la


sabiduría andina, Ediciones Abya Yala, Quito, 1998.

GARCÍA MIRANDA, Juan José Autoproyecto de desarrollo andino. Bases


y componentes de la consmovisión y racionalidad andinas Abya-Yala,
Quito, 1996.

HABERMAS, Jürgen. La modernidad un proyecto incompleto. En VVAA La


posmodernidad. Barcelona. Kairós
REATEGUI LOZANO, Rolando. Los Fundamentos del Desarrollo
Sostenible, 2002
[1] Juan José García Miranda Bases y componentes de la cosmovisión y racionalidad andinas

Etiquetas: Proyectos de Desarrollo, Racionalidad Andina

1 comentarios:

[1] Juan José García Miranda Bases y componentes de la cosmovisión y racionalidad andinas
rolando dijo...

Hola Colega:

Te felicito por el articulo y de sobremanera por mencionarme en


la referencia bibliografica

Saludos

Dr. Rolando Reátegui Lozano


http://mitayero.blogspot.com

29 de julio de 2010 21:50

Publicar un comentario en la entrada

Entrada antigua Página principal

Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom)

También podría gustarte