PEQUEÑAS

MENTIRAS
PEQUEÑAS MENTIRAS
Iván E. Saavedra Alonso
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Iván E. Saavedra Alonso

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Por regla general, todos los niños mienten, y por

mucho que digan de los niños y los borrachos, los
niños pequeños mienten como los que mas.

MENTIROSO 1: PEQUEÑA MENTIRA

Esos neonatos no parlantes que pueden engañar de

una unica forma haciendo que los padres se vuelvan
locos.

Es verdad que la mentira del bebé es involuntaria,

pero igualmente es una mentira, y lo peor es que es
quien mas putea.

Pongamos como ejemplo al bebé que que a las

cuatro de la madrugada empieza a llorar y… ya
empieza la bronca entre los padres. El padre se
queja porque quiere dormir y la madre se queja de
que el padre no se levanta nunca y sale con excusas
como que le va querer mas a ella o que luego va ser
un marginado por no tener cariño paterno…

Analizando este caso… ¡Mentira!

La madre no quiere que se levante el padre por el

niño, quiere que se levante el padre para ella dormir.
Eso es egoísmo disfrazado en mentira.

Pero estamos hablando del bebé. Asi que como

deciamos, el niño llora, y en su afán de putear a los
padres, no solo con despertarse y llorar como una

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puta sin clientes, también se caga encima cuando el

padre esta meciendolo en sus brazos. Así que el niño
miente, puesto que sigue llorando como si quisiera
dormir, como si quisiera que le limpien, como si
quisiera comer… el muy ingenuo del padre, que se
ha levantado (otro sumiso que se une al club de los
condenados) cumpliendo los deseos de su mujer, le
da de comer, pero en realidad hay que camnbiarle el
pañal, y no solo con eso, como el niño no queria
comer, va de tonto y come, pero para seguir
puteando… vomita.

Cuando el padre por fin descubre que en realidad

habia que quitar chocolate del pastel en vez de
rellenarlo de crema... pasa de intentar que el crío se
duerma, y vuelve a la cama para dormir haciendo
que se levante la mujer (el marido es sumiso pero no
gilipollas) haciendole creer que el tiempo que estuvo
cambiandole el pañal estuvo intentando que se
duerma y le hace la pelota diciendo que a ella se le
da mejor, así él consigue dormir , la pone a ella de
buen humor y el niño se va a callar de una puñetera
vez. Ésta es la mentira de conveniencia.

Así que en éste caso vemos 3 tipos de mentiras:

- La mentira involuntaria: No quieres hacerla,

pero no queda otra y sale tan natural como
respirar

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- Mentira egoísta: Joder a alguien para evitar

joderte tú (Suele ser la mas común ya que en
el fondo todos somos unos cabrones)

- Mentira a conveniencia: Quedarte tu a gusto

haciendo sentir a alguien a gusto (No
confundir con el sexo)

MENTIROSO 2: SIN PELOTAS

Segunda situacion a la que el hombre se enfrenta:

Un niño de primaria

Pongamos la clásica situacion en la que a un niño

(en la edad en la que son un estorbo a la vez que son
inútiles) está jugando con el balón en casa. Aun
teniendo una casa con jardin, el muy idiota juega en
casa solo por tocar las narices a la mamá que insiste
repetidas veces al día que no se juega al balon en
casa… ya sabeis la clásica frase: ¡No juegues con el
balón en casa!

Así que mientras el crío está en su divertida aficción

de tocar los cojones a mamaíta mientras ésta está en
la oficina enviando faxes y haciendo fotocopias para
el jefe, el chaval le dá una patada al balón y en una
de ellas... ocurre la fatal trajedia mundial. Se rompe
un jarrón.

La tragedia mundial es la forma de verlo la madre,

ya que no es un jarrón cualquiera, sino que es un

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jarron que no vale ni un euro ni dos… ¡O Dios

mío!¡NO! Vale tres.

En cuanto se entere la madre el chaval recibirá una

bofetada o en su lugar un castigo sin consola.
Mmmm... ¿Cuál será peor para un chaval de diez
años? Es mejor la leche. Es corta, el dolor se pasa
rapido pero… sin efecto alguno.

Pero la madre aún no ha llegado a casa, así que si

mamá no llegó… bueno… la bronca va de copiloto en
el coche con ella así que la putada tampoco llegó a
casa.

El chaval está, simplemente, acojonado. Le quedan 2

horas para que mamá llegue a casa, por lo tanto, el
crío, que es pequeño pero no idiota, aunque sí tonto
por jugar en casa aún teniendo jardín, tiene dinero
en su hucha, y la tienda de los jarrones esta solo a
una manzana de casa. Así que las opciones son:

- 1º- Comprar otro jarrón y hacer como si no

hubiera pasado nada.
- 2º- Intentar pegar el jarrón… algo chapuzas
pero efectivo.
- 3º- Hecharle la culpa a la asistenta (aunque
no tienen, pero como el chaval es tonto…)
- 4º- Hecharle la culpa a gato (aunque tengan
un perro, no un gato)

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- 5º- Hecharle la culpa al perro (mas efectiva

que la del gato).
- 6º- Se cayó solo.

- 7º- Recibir la bronca (pero teniendo tantas

opciones… solo un idiota elegiria esta opción,
y el chaval es tonto no idiota).

El chaval intenta las opciones una por una por una.

El pequeño sale de casa corriendo con los tres euros

a la tienda, pero cuando llega se encuentra el primer
bache: un cartel. “CERRADO POR DEFUNCION”

-Mecachis... tuvo que morirse hoy el gilipollas-

Por lo tanto la primera opcion descartada. Desde

luego… la gente es tan inoportuna… eligen el peor
momento para estirar la pata.

Vamos a por la segunda opción.

Recoje todos los pedazos del jarrón, los pone sobre la

mesa y va al cajón, y mientras rebusca por toda la
mierda que guarda la gente en los cajones… pues
no, no hay pegamento.

Segunda opción descartada.

A por la tercera.

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Decartada… es tonto, pero no tanto

Cuarta opción.

Es mejor la quinta.

Pero la quinta queda fuera teniendo en cuenta que el

jarron estaba en una estanteria de obra a metro y
medio de altura, y el perro es un yorkshire.

¡Mierda! Llegó mamá.

Está cabreada. Está de color rojo, con los pelos de

punta y de sus orejas… simplemente sale humo.
Parece que comió alubias y que ahora está con el
apreton: Es jodido, angustioso y huele mal, pero en
este caso es al chaval al que le va caer la mierda
encima.

La madre, angustiada, grita por toda la casa.

¿Pero esto que es?¿Que has hecho?¡Yo te mato!

Y la respuesta del crío fue “se cayó solo” aunque no

tenga sentido… (esta es la mentira inutil) como las
demas opciones fueron deshechadas. ¿Qué tenía que
perder?

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Evidentemente a la madre no le coló, así que el niño

quedó sin balón, sin salir, sin television, sin consola
y… ¡Oh si! Una bofetada.

En este segundo caso hemos aprendido una mentira

mas:

- La mentira inútil: Mentira creada

principalmente por miedo a que crean que
hemos hecho algo y aunque en el fondo
sepamos que no nos vamos a librar y que no
va a servir de nada… si nos van a pillar igual
¿Qué tenemos que perder?

MENTIROSO 3: LA RATITA PRESUMIDA

Tiene 7 añitos, se llama Clara y es monísima, pero

ella quiere serlo más, asi que aprovecha el momento
en que mamá está paseando al perro para ir a su
cuarto de baño y jugar con esa barrita con la que
mama se pinta los labios y esos colores con los que
mamá se dibuja la cara para estar mas guapa.

Clarita, emocionada con el proyecto “Guapa con las

cosas de mamá” que ella se ha creado en su mundo
de ilusion y de caramelo, no contenta con pintarse
las uñas, y malamente, por cierto. Despues de
pintarse los labios y parte de la cara con el carmín y
después de pintarse la frente con el colorete (aún no
tiene muy claro la geografía facial del maquillaje.
Como si Hitler, después de invadirla, bombardeara

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Polonia), ella quiere más, asi que va al armario de

mamá y coje sus vestidos y sus faldas y tops que la
mamá divorciada tiene para sus noches de pasion
descontroladas con chicos quince años menores que
ellas a los cuales quiere hacer creer que esta soltera
y sin hijos, y aprovecha el calenton de chicos de
veinticinco años para llevarlos a un motel y
hecharles un buen polvo de mamá desinivida
mientras la canguro cuida a los canijos que, a decir
mentira, no existen.

En el afán de Clarita por estar mas guapa se sigue

maquillando mientras tiene la ropa puesta, por lo
tanto, la ropa también se mancha, asi que más
bronca añadida al cabreo.

El perro ha acabado de hacer caca, asi que mamá va

muy contenta hacia su casa porque ha ligado con
otro jovencito en el parque (No nos confundamos…
no es pederasta. El chico tiene veintidos añitos).

La pequeña, creyendo que no pasa nada por hacer lo

que esta haciendo (puesto que mamá también lo
hace), sigue con sus planes de ser la princesita del
cuento, asi que se sigue pintando, se sigue vistiendo
y se sigue mirando en el espejo. Pero un rato
después, antes de que mamá llegue, la pequeña
Clara se cansa, así que se quita la ropa y se limpia
la cara con las cortinas (la niña es lista, coje lo
primero que tiene a mano), y se va a ver las
supernenas (al menos tiene buen gusto con las

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series), aunque sabe que ha armado un estropicio

pero no cree que mamá se vaya a cabrear, por lo
tanto, ella está tranquila. Pero cuando mamá llega a
casa se encuentra con toda la capilla sixtina en su
ropa… ¡Madre del amor hermoso!

La niña ya empieza a darse cuenta de que sus actos

no quedarán impunes. Se amedrenta.

Cuando mamá va a junto de ella bronca que se lleva,

pero… claro está que no será corta la historia que
cuente para quitarse el marrón de encima. Desde
luego, ¡Que desordenada es la asistenta! Se pone a
limpiar y cuando se le cae el maquillaje al suelo,
confunde los paños con los vestidos (aun por encima
de mentirosa, critica la calidad de los modelitos de
mamá) y con las cortinas. La asistenta húngara se
iría a la calle con esta historia, ya que mamá creería
a su hijita por delante de todo, si no fuera por el
simple hecho de dos detalles:

- 1º- La asistenta no confudió por tercera vez

los paños, y ni mucho menos, lo confundió
esta vez con la cara de la niña, pués era un
poema cromático.

- 2º- No existe tal asistenta.

Así que mentira cazada y bofetón dado.

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Reflexión final:

Españoles y ciudadanos del mundo. Mentir no es

malo, lo malo es que te pillen.

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