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Jorge Eliécer Gaitán

 Caudillo liberal, nacido en Bogotá, en el barrio Las Cruces, el 23 de enero de 1898, muerto
en la misma ciudad, el 9 de abril de 1948. Para muchos colombianos, el asesinato de Jorge
Eliécer Gaitán Ayala el 9 de abril de 1948 se convirtió en un suceso desequilibrador,
después del cual no ha sido posible recuperar la estabilidad política en Colombia. Otros
coinciden en señalar que este hecho partió en dos nuestra historia contemporánea. De esta
manera, es posible determinar el impacto de Gaitán a lo largo de tres décadas durante las
cuales fue protagonista político. No es exagerado considerar que las clases subalternas,
tradicionalmente excluidas del escenario político, encontraron en Gaitán su mejor
representante e intérprete, circunstancia que le permitió generar un movimiento de masas
sin precedentes en la historia de Colombia, y que muchos en su momento identificaron, no
equivocadamente, como revolucionario. Este líder popular, que emergió en un contexto
histórico de grandes transformaciones económicas y sociales del país, ligadas al proceso de
modernización capitalista, se constituyó no sólo en uno de los principales protagonistas de
la vida política, sino en el gran transformador de las prácticas políticas en Colombia. Su
padre, don Eliécer Gaitán Otálora, liberal radical, incursionó sin éxito en varios oficios y se
dedicó finalmente a la venta de libros usados. Su madre, doña Manuela Ayala de Gaitán,
maestra de escuela, era una mujer bastante activa y de ideas progresistas, lo que le ocasionó
no pocas dificultades con la Iglesia y los conservadores. Debido a la precaria situación
económica, la familia Gaitán Ayala se vio obligada a trasladarse al barrio Egipto, donde
creció Jorge Eliécer, el mayor de los seis hijos de la familia. Doña Manuela llegó a ser la
persona más importante en la formación básica de Gaitán en sus primeros años, en contra,
incluso, de la voluntad de su padre, quien exigía la presencia de su hijo en su negocio.
Gaitán ingresó a la educación formal cuando tenía doce años de edad, en una escuela de
Facatativá, donde terminó sus estudios primarios en 1911. Sólo en 1913 pudo iniciar el
bachillerato en el Colegio Simón Araújo, al cual asistían los hijos de liberales acomodados.
Para un hijo de familia humilde, como lo era Gaitán, este hecho originó una situación
bastante incómoda. Sin embargo, cursó allí hasta el penúltimo grado y para el último se
matriculó en el Colegio Martín Restrepo Mejía, donde se graduó de bachiller.

Al año siguiente, en febrero de 1920, ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas


de la Universidad Nacional. Cuatro años más tarde, en 1924, obtuvo su título de abogado
con una controvertida tesis: "Las ideas socialistas en Colombia". Durante sus años de
estudiante, Gaitán no estuvo al margen de los hechos políticos más destacados del
momento; participó en las elecciones presidenciales de 1918 como un entusiasta joven
liberal, en apoyo a la candidatura del poeta Guillermo Valencia. También estuvo presente
como orador entre las multitudes que protestaron en marzo de 1919 contra Marco Fidel
Suárez por la importación de uniformes para la celebración del primer centenario de la
batalla de Boyacá. Su actividad política la combinó con la difusión de la cultura,
especialmente a través de la educación, para lo cual organizó junto con otros compañeros
un centro universitario de promoción cultural. Este ensayo no resultó del todo exitoso, pero
mereció el reconocimiento de algunos líderes políticos, como Benjamín Herrera, candidato
del partido liberal a la elección presidencial de 1922. El ascenso político de Gaitán le
permitió lanzar su candidatura a la Asamblea de Cundinamarca para 1924-1925, y fue
elegido diputado. Los primeros años como abogado fueron bastante difíciles por su
condición social, pero su capacidad profesional le dio acceso a casos como el de La Ñapa
(mujer brutalmente asesinada por un exaltado tumulto), en los cuales demostró su brillantez
jurídica. Pronto logró un reconocimiento profesional y de ese modo realizar su sueño de ir a
estudiar a Europa, en la escuela más prestigiosa de Derecho en Italia, dirigida por Enrico
Ferri, el penalista más importante del mundo entonces. En julio de 1926, Gaitán viajó a
Italia e ingresó a la Real Universidad de Roma, donde obtuvo el título de doctor en
Jurisprudencia, de la Escuela de Especialización Jurídico Criminal. Su tesis, "El criterio
positivo de la premeditación", convertida después en texto de estudio, mereció la máxima
calificación (Magna cum laude) y obtuvo además el Premio Enrico Ferri. El año 1929 fue
un año intenso por la agitación política y social que vivía el país. En marzo, Gaitán fue
elegido a la Cámara de Representantes y el 8 de junio encabezó las protestas contra la
hegemonía conservadora y la corrupción administrativa de la capital. Posteriormente viajó a
la zona bananera para investigar directamente los sucesos del 5 de diciembre de 1928, que
habían concluido con la masacre de trabajadores de la United Fruit Company. De regreso a
Bogotá, en septiembre, se dedicó a denunciar la masacre y las injusticias cometidas en la
zona por el gobierno y el ejército oficial. Las audiencias en la Cámara duraron dos
semanas. La labor de Gaitán permitió al país conocer los graves acontecimientos de las
bananeras. Su denuncia se convirtió en un debate público contra el gobierno de Miguel
Abadía Méndez y el ejército oficial, y logró, al mismo tiempo, que muchos obreros presos
recuperaran su libertad y se reconociera una modernización para las viudas y huérfanos de
los trabajadores asesinados. Como consecuencia del debate de las bananeras, Gaitán se
ganó el reconocimiento nacional como figura política en favor de los intereses de los
trabajadores.

Con la llegada de Enrique Olaya Herrera al poder en 1930, el papel beligerante de Gaitán le
mereció un lugar destacado entre los liberales. En 1931 fue elegido presidente de la Cámara
de Representantes y presidente de la Dirección Nacional Liberal, además de ser escogido
como segundo designado a la Presidencia. En 1932 fue nombrado rector de la Universidad
Libre. En noviembre de ese mismo año viajó por diferentes países latinoamericanos, gira de
la cual se destaca su viaje a México, donde tuvo la oportunidad de plantear la posición de
Colombia en el conflicto con el Perú, originado por la invasión de este país a Leticia. Tanto
los programas sociales como las reformas constitucionales emprendidas durante la
presidencia de Olaya Herrera fueron considerados insuficientes por los liberales de
izquierda, entre ellos Gaitán, quien en repetidas ocasiones había presentado propuestas de
reformas constitucionales y sociales que para algunos resultaban excesivamente socialistas.
Decepcionado con el gobierno y con algunos sectores oficialistas del liberalismo, decidió
romper con el partido en octubre de 1933. Fue en ese momento, cuando Gaitán y Carlos
Arango Vélez decidieron fundar la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria (UNIR)
Gaitán pretendió desarrollar en la UNIR su concepción política, tanto a nivel ideológico
como organizativo. Impulsó una acción política permanente, carnetizó a los militantes del
movimiento, organizó comisiones locales permanentes, y procuró crear los mecanismos que
permitieran una relación estrecha entre los dirigentes y sus partidarios. Sin embargo, la
presión ejercida sobre la UNIR por liberales y conservadores terminó a veces en hechos
violentos. El 4 de febrero de 1934, en Fusagasugá, una manifestación de la UNIR, donde se
encontraba Gaitán, fue abaleada por la policía y un grupo de liberales, con un saldo de
cuatro muertos. Por otra parte, Gaitán era consciente de las dificultades para la realización
del trabajo político por fuera del liberalismo. Herbert Braun considera que el regreso de
Gaitán al partido liberal fue inevitable. En la oposición se volvía fácilmente clasificable,
quedaba aislado de los militantes del partido e iba perdiendo más poder cada día. El retorno
de Gaitán al liberalismo en 1935 fue recibido con beneplácito entre los sectores de la élite
bipartidista. A1 año siguiente contrajo matrimonio con doña Amparo Jaramillo. El 8 de
junio de 1936 se posesionó como alcalde de Bogotá. En sus escasos ocho meses de gestión,
realizó una administración dinámica durante la cual pretendió introducir cambios en la
ciudad en obras públicas y viales, actividades culturales, campañas de salubridad e higiene
y vivienda para los trabajadores. Sin embargo, medidas como pretender uniformar a los
conductores de vehículos públicos y la oposición de algunos sectores políticos presionaron
la salida de Gaitán de la Alcaldía. El 23 de febrero de 1937 falleció doña Manuela Ayala, lo
cual afectó profundamente a Gaitán. Si algo me faltara, ahí está lo primero, la sombra de
quien fue mi todo, la dulce maestra de escuela, hoy peregrina de la eternidad, que con su
ejemplo supo enseñarme que en el camino del bien, lo imposible no es sino lo difícil
mirado por ojos donde no ha nacido la fe y ha muerto la esperanza, dijo sobre ella.

Ese mismo año, en el mes de septiembre, nació su única hija, Gloria. Entre 1938 y 1940
Gaitán realizó algunos viajes internacionales y continuó desarrollando su actividad jurídica.
En 1939 fue elegido magistrado de la Corte Suprema de Justicia. En febrero de 1940
reapareció en la vida pública, esta vez como ministro de Educación del gobierno de
Eduardo Santos, cargo que ocupó por el breve lapso de ocho meses. Desde el ministerio,
Gaitán pretendió introducir una reforma integral de la educación, proyecto que fue
rechazado por el Congreso. Sin embargo, realizó acciones inmediatas para atender
problemas como el analfabetismo, y adelantó campañas de difusión y democratización de la
educación y la cultura. En 1941 Gaitán formó parte del grupo contra la reelección de
Alfonso López Pumarejo. En abril del año 42, fue elegido senador por el Departamento de
Nariño, y en septiembre fue nombrado presidente del Senado. Durante la presidencia
interina de Darío Echandía, Gaitán fue miembro del gabinete como ministro de Trabajo,
entre el mes de octubre de 1943 y junio de 1944. Como ministro, recorrió los sitios de
mayor concentración obrera, como el río Magdalena y Medellín. En 1944, Gaitán decidió
lanzar su candidatura presidencial e inició una vertiginosa carrera política que sólo pudo ser
contenida con su asesinato en el año 48. Esta vez, recordando su frustrada experiencia en la
UNIR, decidió mantenerse en el partido liberal y construir un movimiento que algunos han
denominado Movimiento Gaitanista. Otra de las razones por las cuales Gaitán no se retiró
del liberalismo, la explica ampliamente Herbert Braun: Si hubiera mantenido su
independencia abandonando el partido liberal, los convivialistas (oligarquías) lo habrían
excluido, tanto física como ideológicamente [...] Gaitán escandalizó a los jefes
tradicionales, poniéndolos constantemente a la defensiva y estableciendo así los vínculos
con el pueblo que era el origen de su poder. Su campaña, iniciada con la consigna Por la
Restauración Moral y Democrática de la República, pretendía construir un proyecto político
antioligárquico, que enfrentaba por igual a la oligarquía liberal y a la conservadora. La
disciplina y organización de masas del movimiento gaitanista desconcertaba a los sectores
políticos tradicionales, que observaban con asombro la rapidez con que el movimiento fue
alcanzando un cubrimiento nacional. En mayo de 1944, los gaitanistas contaban con su
propio periódico: Jornada. Tras una magnífica labor de organización, que duró varios
meses, se realizó una convención popular y democrática a lo largo de una semana. La
convención concluyó el domingo 23 de septiembre de 1945, en la Plaza de Toros de
Bogotá, donde se proclamó a Gaitán como candidato del pueblo. La movilización de masas
populares y una convención en la plaza pública contrastaban radicalmente con las
costumbres políticas del bipartidismo. En palabras de Braun, ese día Gaitán volvió todo al
revés y transformó simbólicamente a sus oyentes en actores de la historia.< Actualmente,
los análisis consideran que Gaitán, más que un disidente del liberalismo, representa un
nuevo movimiento que se convirtió en una alternativa política sustentada sobre un
movimiento social. Según Alfonso López Michelsen, Gaitán, a diferencia de la casi
totalidad de sus contemporáneos, era un socialista de convicciones, y así lo identificaron
muchos de sus coetáneos. Sin embargo, por la confusión que suscitan, las posiciones
ideológicas de Gaitán han sido descritas como ambiguas y contradictorias. No obstante,
ideológicamente existe continuidad en el pensamiento de Gaitán, tal como lo plasmó en Las
ideas socialistas, en 1924, pero su acción política cambiaba de acuerdo a las circunstancias
que se presentaran. El historiador Gonzalo Sánchez establece una hipótesis que expresa
claramente el accionar político de Gaitán y del gaitanismo: El proyecto gaitanista no tiene
una formulación acabada en un momento dado, sino que se estructura en su trayectoria
misma, integrando al presente su propio pasado. Pero esto no invalida la posibilidad de
definir, en cada una de sus etapas, blancos claramente diferenciables sobre los cuales recae
el énfasis de su acción. En síntesis, lo que cambiaba no eran sus ideas, lo que variaba eran
sus tácticas políticas. El 20 de abril de 1946, en uno de sus acostumbrados discursos en el
Teatro Municipal, Gaitán estableció la diferencia entre el "país político" y el "país
nacional". Según Gaitán, en Colombia hay dos países: el país político que piensa en sus
empleos, en su mecánica y en su poder, y el país nacional que piensa en su trabajo, en su
salud, en su cultura, desatendidos por el país político. El país político tiene metas diferentes
a las del país nacional. Tremendo drama en la historia de un pueblo!. En las elecciones del
5 de mayo de 1946, ganadas por el candidato del conservatismo, Mariano Ospina Pérez, el
candidato oficial del liberalismo, Gabriel Turbay, obtuvo la segunda votación. Gaitán, con
una votación significativa, quedó en tercer lugar, con mayoría en los principales centros
urbanos del país. Para Gaitán, las elecciones habían sido sólo un peldaño más en el camino
a la presidencia. A partir de este momento reinició la campaña "Por la reconquista del
poder". Como lo señala Braun, con los conservadores en el poder, Gaitán se apoderaba de
un partido liberal en la oposición. En la derrota liberal [Gaitán] vio su propia victoria. El 18
de enero de 1947 se inició una convención popular para escoger candidatos a las elecciones
al Congreso, durante la cual se presentó la plataforma y los estatutos modernos del partido
liberal, documentos conocidos como la "Plataforma del Colón", que propugnaba por la
democracia social y económica. En las elecciones legislativas del 16 de marzo de 1947, se
confirmaron las mayorías electorales del gaitanismo. A los pocos meses, los dirigentes
tradicionales del liberalismo debieron reconocer la jefatura única de Gaitán en el partido
liberal. Entre julio y agosto de 1947, Gaitán presentó a consideración del Congreso un
proyecto de ley conocido como el "Plan Gaitán". El proyecto contemplaba
fundamentalmente reformas democráticas en la esfera económica; sin embargo, la
oposición del Congreso frustró las propuestas del plan. La complicada situación de
violencia política del país en los dos últimos años, llevó a Gaitán a organizar, el 7 de
febrero de 1948, la "Manifestación del Silencio" que convocó a más de cien mil personas
en la Plaza de Bolívar. La impresionante marcha demostró la disciplina y organización
alcanzadas por el movimiento gaitanista, lo que causó temor en los sectores tradicionales
del bipartidismo. Pocos días después, Gaitán fue a Manizales y pronunció la "Oración por
los Humildes", como homenaje a los liberales asesinados el 15 de ese mes. El 18 de marzo,
ante la violencia incontrolada del régimen, Gaitán puso fin a la colaboración de los liberales
con el gobierno de Ospina Pérez. El 30 de marzo se inauguró en Bogotá la IX Conferencia
Panamericana; la delegación colombiana estaba presidida por Laureano Gómez. De esta
Conferencia fue excluido Gaitán. El 8 de abril, como defensor del teniente Jesús María
Cortés Poveda, Gaitán obtuvo su último éxito profesional. El 9 de abril, a la 1:05 de la
tarde, al salir de su oficina, Jorge Eliécer Gaitán cayó asesinado. Su muerte provocó una
insurrección popular en todo el país.

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