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“A donde quiera que vaya el camino

de mi vida, Tú estás a mi lado. Nada


podrá separarme de tu amor.”

Edith Stein, Sor Teresa Benedicta de la Cruz. (1891-1942)

por Alejandro F. L., col S. E. F. / basado libr.-E.S.. Carmelo Köln


RAÍCES

Edith Stein nació en Breslau en el seno de una familia judía de


comerciantes de maderas, el 12 de Octubre de 1891, el Kippur
día santo del Gran Perdón y arrepentimiento, en el cual
antiguamente el sumo sacerdote penetraba en el Sancta
Sanctorum y ofrecía el sacrificio de reconciliación por sí
mismo y por todo el pueblo, expiándose ante el juicio
purificador de Yahvé.
Benjamina de once, su padre murió repentinamente
cuando tenía apenas año y medio. En Breslau (Prusia
polaca, hoy Wroclaw) cruza el rio Oder por afluentes
y canales desde el mundo eslavo, con el típico encanto
melancólico de las ciudades norteñas europeas.
“No podéis imaginar lo que significa
para mí ser hija del pueblo elegido.”
Niña sensible y bien dotada, una amiga cita que, una vez en que no pudo
En quien miente una
asistir a un compromiso, le dijo: “
vez, ya no se puede tener confianza.”

“Deberíamos comenzar cada jornada


como una nueva vida.” E. S.
“Sé a los ojos de los demás lo que
eres. Hay que ser a los ojos de
todos lo que somos a los ojos de
Dios.” E. S.
Además de su firmeza de carácter, Edith dio muy pronto
muestras de una ardiente sed de saber y grandeza vital. Había
presentido, dijo ella misma, que estaba destinada a un gran
porvenir, sin saber muy bien a cuál: “soñaba con la dicha y
la gloria, convencida de estar destinada a algo grande y
de que no estaba hecha en absoluto para el estrecho
marco de pequeño burgués en el que había nacido.”
“Lo que conocemos de nosotros
mismos no es más que la superficie.
Lo más profundo se nos queda en
muy gran medida escondido. Sólo
FILÓSOFA EN BÚSQUEDA DE DIOS

Su búsqueda existencial y filosófica desde el ateismo juvenil fue dura y


descarnada:
“Poco a poco me fui hundiendo en una auténtica desazón.
Era la primera vez en mi vida que me enfrentaba a algo
que se resistía a mi voluntad… Me había jactado con
frecuencia de tener la cabeza más dura que las más gruesas
murallas, y ahora me golpeaba la frente contra un muro
inflexible que no quería ceder. Esto me llevó tan lejos, que
la vida me parecía intolerable. No podía cruzar la calle sin
desear que me atropellase un coche. Y cuando salía de
excursión, esperaba tener una caída de la que no me
librase. Por supuesto que nadie sospechaba lo que me
estaba pasando.”
Al estallar la 1ª guerra mundial solicitó ir de enfermera en la Cruz Roja, yendo
a un hospital de infecciosos. Lo recuerda como su primer contacto real con la
“Ya no tengo vida personal, mis energías
muerte:
pertenecen al gran acontecimiento. Cuando termine
la guerra, si vivo todavía, podré volver a pensar en
mis asuntos.”
“El prójimo no es aquel al que
amo. Es todo el que pasa a mi
lado.” E. S.
Su etapa filosófica la forjó intelectualmente y la abrió al
cristianismo. Con Husserl y Heiddeger exploró la
fenomenología kantiana encarando el problema de la fe,
escuela que concebía a Dios como la posibilidad objetiva de
la trascendencia. Era un mundo desconocido para ella.
Cuando su amigo y filósofo Adolf Reinach murió en 1917, le impresionó
enormemente la paz y esperanza de su esposa Anna: “fue ése mi
primer encuentro con la cruz, con esa fortaleza divina
que ella confiere a los que la llevan. Por primera vez se
me apareció visiblemente la Iglesia, nacida de la Pasión
de Cristo y victoriosa de la muerte. En ese preciso
momento cedió mi incredulidad… La luz de Cristo
percibida en el misterio de la cruz”.
caminante en su ascensión, más se
amplía su mirada, hasta que en la
cumbre la visión se despeja por
completo”.

“No se puede creer sin la


gracia”. E. S.
Tras ese acontecer, Edith pasó aún por cuatro años de lucha interior.
Según su amiga Hedwig Conrad-M. en su progreso hacia el catolicismo
intervino un importante factor psicológico, un desengaño sentimental:
amaba al fenomenólogo Lipps y hubiera querido casarse con él.

“Lo que no se encontraba entre mis proyectos estaba


inscrito en el proyecto de Dios. Cuanto más pienso en esos
acontecimientos, más fuerte se hace en mí la convicción,
dictada por la fe, de que mi vida entera ha sido trazada en
todos sus detalles por los planes de la providencia divina y
de que es una concatenación lógica perfecta a los ojos de
Dios que todo lo ve”.
Fue en el verano de 1921, durante una estancia con Hedwig,
cuando recibió la iluminación definitiva que la conduciría al
bautismo. Una noche, cogió un libro de Santa Teresa de Jesús. Era
su autobiografía, que la absorbió de tal manera que estuvo leyendo
toda la noche, y cuando, al amanecer, cerró el libro, exclamó:
“¡Aquí está la verdad!”, con un rostro y nombre:
Jesucristo.
“El camino de la fe nos lleva mucho más lejos que el del
conocimiento filosófico: a un Dios personal y cercano, al
Dios que es todo amor, al misericordioso, a una certeza que
ningún saber natural puede ofrecer”.

“No son los logros humanos lo que puede


ayudarnos sino la Pasión de Cristo. Mi
deseo es tomar parte en ella”. E. S.
“Para mostrar que la fuerza y la sabiduría humanas
no son capaces de causar la salvación, Dios da la
fuerza redentora a quien parece débil e insensato
según los criterios humanos”.

“La fe está más cerca de la sabiduría


divina que cualquier ciencia filosófica e
incluso teológica”. E. S.
“Gracias a sus experiencias prácticas y en virtud de su agudeza
psicológica, Edith Stein fue realmente la primera que aportó una
respuesta esencial, independiente de las circunstancias, al
problema de la definición y de la vocación de la mujer… He
podido comprobar cómo, al tratar ese tema, no sólo llegaba a sus
auditoras, sino que conseguía también transmitir por primera
vez una imagen auténtica de la mujer al clero asistente”.
Pr. Przywara

“Cuanto más santa es una mujer, más


mujer”. E. S.
“En realidad, nos lo daba todo. Todavía éramos muy jóvenes,
pero ninguna de nosotras ha olvidado el encanto de su
personalidad. Para nosotras, que estábamos en una edad crítica,
su comportamiento constituía todo un modelo. Yo me siento
totalmente incapaz de transcribir una sola de sus palabras: pero
no tanto porque no se me haya quedado grabada en la memoria
cuanto porque era una persona serena y silenciosa, que nos
guiaba únicamente por su forma de ser. En la crítica, sabía dar
pruebas a la vez de bondad y de justicia”.

“Adivinábamos en ella la completa armonía entre la


enseñanza y la vida personal”.

Testimonio de alumnas de pedagogía en Münster


CONVERSA JUDEO-CATÓLICA

Mujer cristiana de aplomo, devota pero comprometida en su realidad humana,


entregada a la voluntad de Dios.

“Dios sabe lo que quiere hacer de mí. No he de tener la menor


inquietud a ese respecto”.
“No juzguemos para no ser juzgados. Nos dejamos
todos engañar por el reflejo exterior de las cosas…
Sólo el creador conoce el ser verdadero. Más
grande que todo es la paz de la eternidad, donde
caerán todas las ataduras y todos los velos”. E. S.
“La esencia más profunda del amor es el don
total de uno mismo”.

“La cruz no es un fin en sí misma. Surge e


“Hay una vocación que consiste en sufrir con Cristo y
así actuar con él en su obra redentora. El sufrimiento
vivido en unión con el Señor es su sufrimiento, inscrito
en su obra de redención donde produce sus frutos. Una
idea fundamental religiosa, y del Carmelo, es
interceder por los pecadores por medio de un
sufrimiento voluntario y gozoso, y participar así en la
MÁRTIR JUDÍA EN CRISTO
Edith entra como monja
mon carmelita en Colonia el 14-10-1933.

En su correspondencia evoca a las grandes figuras femeninas del


Antiguo Testamento, Débora, Judith y Ester, que salvaron a los judíos en
dramáticas “Soy consciente de que… el Señor ha
situaciones dramáticas:
aceptado mi vida por todos. Yo soy una pobre Ester
impotente, pero el rey que me ha elegido es infinitamente
grande y misericordioso. Esto es un gran consuelo”. 31-10-1938

Cuando se generalizaa la persecución nazi contra los judíos visionó: “Yo


ya
se de las medidas contra los judíos. Pero la luz brotó de
pronto en mi mente: Dios había vuelto a posar
severamente su mano sobre su pueblo, y el destino de ese
pueblo era también el mío”.
La noche de los cristales rotos (9-11-1938), los nazis cometieron atrocidades
por todo el país contra los judíos, y Edith las sintió como suyas: “al
pie de
la cruz comprendí el destino del pueblo de Dios que ya
entonces empezaba a anunciarse. Pensaba que los que
comprendían que ésa era la cruz de Cristo tenían que
llevarla en nombre de todos. Ciertamente, hoy sé
mucho mejor lo que significa estar unida al Señor en
nombre de la Cruz. Pero nunca llegaremos a
comprenderlo, ya que es un misterio”. 9-12-1938

Edith marcha afligida el 31-12-1938 del convento carmelita de


Colonia hacia Holanda, junto con su hermana Rosa y por un
instinto de auto-protección.
En el convento de Echt realizó gestiones para que fueran admitidas en el
Carmelo de Pâquier de Suiza, pero debido a las lentitudes burocráticas, no pudo
refugiarse allá. Acabó aceptando de antemano su suerte en la Pascua de 1939.

Presintiendo que a Europa le llegaría lo peor con la II guerra mundial, Edith se


preparó para sacrificar su vida por sus hermanos y hermanas: “Desde ahora
acepto con alegría y con perfecta sumisión a su santa
voluntad la muerte que Dios me ha reservado. Pido al
Señor que se digne aceptar mi vida y mi muerte para su
honor y su gloria”. 9-6-1939
Fue arrestada junto a su hermana Rosa en Echt el 2 de Agosto de 1942, cuando se
encontraba en la capilla del convento. Le dijo: ”Ven, vayamos, por nuestro pueblo”.

“Edith respondía a todos los sufrimientos con una paciencia infinita y con un
enorme amor. Tomaba sobre sí toda la crueldad y toda la brutalidad de los
verdugos, uniéndose al sufrimiento de Cristo para participar en su obra
redentora. Estaba profundísimamente impregnada del sentimiento de que sólo un
amor así podría verdaderamente permitir que se superase todo el odio del
mundo”. Mons. Pachowiak.

“Cuando me encontré con esta mujer en el campo de concentración de


Westerbork, tuve inmediatamente esta sensación: realmente es una gran
personalidad. En aquella caldera de brujas vivió algunos días, andando, hablando
y rezando como una santa. Sí, eso es lo que era. Su imagen era la de una mujer de
cierta edad, que parecía tan joven, que era tan veraz y tan auténtica… Durante
una conversación afirmó: “el
mundo está hecho de fuerzas
contrarias entre sí. Pero al final, no quedará nada de esas
fuerzas opuestas. Sólo quedará el noble amor…”. Una
conversación con ella era como un viaje a otro mundo. Durante esos minutos,
Westerbork no existía ya”. Testimonio de Mr. Wielek
“¿Quién expiará por lo que le está ocurriendo
al pueblo judío en nombre del pueblo
alemán? ¿Quién transformará este pecado
abominable en bendición para los dos
“Cuando ya no hubo la menor duda de que Edith Stein iba a ser
deportada (a Auschwitz) con los otros prisioneros dentro de algunas
horas, le pregunté a quién tenía que avisar y si yo podía ayudarla de
alguna manera; si uno de los gendarmes en el que se podía tener
confianza debía llamar a Utrecht… No, contestó Edith, no haga nada.
¿Por qué iban a hacer una excepción con ella y con ese grupo? ¿No era
justo precisamente que ellos no pudiesen sacar ninguna ventaja del
hecho de estar bautizados? Si ella no compartía la suerte de los demás,
su vida quedaría como aniquilada”. Testimonio de Mr. Wielek
Edith Stein fue
ue beatificada el 1 de Mayo de 1987 por Juan Pablo II en
Colonia,
Colonia siendo canonizada en 1998.

Su memoria
ria santa podrá ser honrada todos los años el 9 de Agosto,
cuando se supone fue gaseada en Auschwitz.
En la ceremonia de beatificación de Colonia, su sobrina Susana quiso señalar: “Se
puede ser judía y no obstante estar presente en Colonia en honor de Edith Stein.
Sin embargo, hay motivos para sentir amargura: millones de personas miraban al
Papa beatificar a nuestra tía. Pero, en 1933, no recibió ninguna respuesta del papa
cuando trató de atraer su atención sobre el destino de los judíos.. A pesar de todo,
considero la beatificación de mi tía como la voluntad de la Iglesia católica de
mejorar las relaciones con los judíos y como una señal de penitencia por lo que
se habría podido hacer y no se hizo”.
“Dios no impone pruebas a nadie sin darle la
fuerza necesaria para soportarlas”. E. S.

“Entonces se acercaron los discípulos y le dijeron: “¿sabes que los fariseos


se han escandalizado al oír tu palabra?” Él les respondió: “Toda planta
que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada de raíz. Dejadlos:
son ciegos y guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán

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