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Liceo José Toribio Medina Departamento de Filosofía Violeta Rivera Cuartos años Metafísica

LA REALIDAD SEGÚN PLATÓN(428 a C- 354 a C)


Contenido: Teoría de las Ideas
Objetivo: Analizar la concepción metafísica platónica y sus repercusiones

ANTECEDENTES
La conformación del pensamiento platónico fue consolidándose como
respuesta a los problemas planteados por los filósofos presocráticos Heráclito y
Parménides. Estos filósofos en su intento por explicar la realidad concluyeron, por
una parte:
Heráclito afirmaba que la realidad, todas las cosas, se encuentran sometidas
a variación y cambio: Todo fluye, es la frase que pretende sintetizar su Teoría del
Cambio o Flujo Universal. Esta sostiene que todo esta sujeto a un cambio
constante, un devenir (dualidad entre ser y no ser) y que lo único permanente y
verdadero es el cambio.
Por otra parte, Parménides, sostenía que lo que es verdaderamente, debe ser
“uno”, inmutable, perfecto, increado (ingénito), eterno, etc. No obstante, en el
mundo llamado “real”, el mundo en el cual vivimos, nuestro mundo cotidiano, nada
hay con las características propias de la exigencia parmenídea. Por el contrario todo
está sujeto a cambio y corrupción, por lo que pareciera que la teoría del flujo
universal de las cosas, fuese irrebatible.

Surgimiento del Problema


El problema para Platón comienza fundamentalmente cuando se aplica la
teoría del fluir universal de Heráclito, al conocimiento. En efecto, si es verdadero
que todo cambia y no hay nada permanente en las cosas, entonces es falso decir,
por ejemplo que yo conozco a Sócrates, pues, cuando lo conocí, Sócrates era una
cosa, y ahora que digo “conozco a Sócrates”, Sócrates es ya otra cosa y Yo
también. Esto significa que toda afirmación que comprometa una realidad más allá
del instante inmediato en que se me presenta, es una afirmación sobre algo que ya
no conozco, puesto que tanto el que conoce (el cognoscente) como lo conocido han
cambiado, se han vuelto otra cosa.
Sin embargo, para Platón no es imposible que las cosas del mundo puedan
cambiar permanentemente, así el cielo y la tierra no tengan jamás reposo y sean a
cada instante una nueva tierra y un nuevo cielo, siempre y cuando se acepte que
hay un ente capaz de referir el cambio de ayer al de hoy y al de mañana; un ente
que conserva en su alma la continuidad de sí y, a causa de esto, la continuidad del
mundo. En otras palabras, Platón acepta la teoría de Heráclito del flujo universal,
pero con la condición de que:
Se excluya al alma humana de este proceso universal de fluir constante, pues
si el alma del hombre no es más que una sensación siempre distinta, y a cada
instante irrecuperable, entonces, cada individuo es muchas almas, sin conexión
entre ellas, y efímeras como las cosas del mundo. Y, entonces, el conocimiento
es un hecho imposible.
Platón tendrá que mostrar que el cambio en nuestro mundo no es absoluto, es
decir, que en toda alteración, en todo cambio, hay algo que permanece constante y
estable, y esto recibe el nombre de ousía = esencia = Idea platónica.Además,

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tendrá que mostrar que la idea (la unidad en lo diverso) es anterior por naturaleza
a toda la multiplicidad.

Solución platónica al problema de la realidad


Platón parece que quiso establecer un equilibrio entre las teorías de Heráclito
y Parménides: la variedad y el cambio son propios de un mundo sensible; la
inmutabilidad, la perfección y la eternidad, de un mundo inteligible.

Platón establece la división de la realidad en dos mundos:


Mundo Inteligible : Mundo de Las Ideas, Máximamente Real y Verdadero.
Las Ideas se consideran como la fuente del ser de las cosas sensibles y
particulares. Ellas son inengendradas, imperecederas e inmutables, independientes
y separadas de todos los objetos materiales. En este sentido son causa del mundo
sensible, son modelo o prototipo de todas las cosas, pues todas las cosas imitan o
participan de las Ideas.
La Idea platónica equivale a la esencia de las cosas (aquello que hace que
una cosa sea lo que es), por lo que no debe entenderse como una mera
representación mental. La Idea es algo objetivamente real que existe fuera del
mundo sensible, en un lugar denominado Mundo de las Ideas Inteligibles, el
verdadero caballo, no es el que corre en el hipódromo, sino el contenido en la Idea
caballo

Mundo Sensible : Mundo de las apariencias, mínimamente real. Esta pequeña


realidad que poseen las cosas sensibles se debe a que participan de las Ideas (lo
verdaderamente real) Las Ideas son las que otorgan ser al mundo físico.
El mundo sensible está en continuo cambio y degeneración (es y no es), por lo
que no se pueden conocer. Sólo se conoce lo inteligible, eterno e inmutable, es
decir, las Ideas.
La estructura del mundo de las Ideas es
piramidal, de acuerdo con los diferentes estratos o
niveles de ser, según la cual unas Ideas son inferiores
y su existencia y su entidad dependen de otras
superiores; éstas, a su vez, de otras más elevadas, y
así sucesivamente hasta llegar a la Idea de Bien, que
constituye la cúspide de la pirámide y que, por tanto,
es la realidad superior de la que en último término
depende toda otra realidad.
La Idea de Bien es la suprema realidad, gracias a la cual existen y son
verdaderas todas las demás realidades, o sea, las Ideas y, en último término,
también las cosas del mundo sensible; es decir, la Idea de Bien proporciona el ser a
todo cuanto es.
Siendo el alma inmortal y habiendo habitado el mundo Inteligible, el
conocimiento en la teoría platónica es recordar: el conocimiento es reminiscencia,
anamnesis. El alma , cuya existencia precede a su unión con el cuerpo, contempló
en dicha preexistencia la auténtica realidad, las Ideas; más en el momento de la
unión corporal olvidó lo contemplado y posteriormente, al entrar en contacto por
medio de los sentidos con las cosas de este mundo, recuerda las vistas con

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anterioridad. Por ejemplo, en este mundo observamos caballos, más o menos
perfectos y contemplamos acciones más o menos justas y este hecho hace que
recordemos el verdadero caballo y la auténtica justicia (la Idea de caballo y la Idea
de Justicia.

De igual modo que distinguió Platón dos mundos, también distinguió dos
clases de conocimiento: el verdadero saber, la auténtica ciencia (epísteme) y la
opinión o saber aparente. Según este filósofo, la calidad del conocimiento depende
de la calidad de los objetos conocidos, de este modo, el conocimiento de los
objetos sensibles serán también inauténtico o aparente: doxa. Este tipo de
conocimiento nos es suministrado por los sentidos, pero estos nos engañan. Pero
cuando el alma logra evadirse de las realidades sensibles y elevarse al mundo de
las Ideas, entonces tiene lugar el verdadero conocimiento: epísteme.

Actividad: desarrolla en tu cuaderno.


1.- Realiza una comparación entre la teoría platónica y el cristianismo, explicando los
puntos símiles y sus diferencias
2.- Explica los conceptos señalados con números en el cuadro anterior.
3.- Realiza a lo menos tres preguntas que te surjan desde la teoría de las Ideas, en
términos de dudas, inconsistencias y/o contradicciones.

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LA REALIDAD SEGÚN ARISTÓTELES
(384 a.C – 322 a. C)

Aristóteles como todos los filósofos griegos, tuvo como preocupación principal
la realidad, el movimiento (o cambio) y el conocimiento. Aristóteles posee, respecto
a las teorías anteriores, la particularidad de intentar encontrar en el mundo
sensible, es decir, en el mundo que nos rodea, los principios explicativos de la
realidad, en contraposición específicamente a lo realizado por Platón.
Antagonismo con Platón.
Platón, el filósofo del idealismo, el que afirma la
existencia y preeminencia de un mundo trascendente.
Aristóteles, por el contrario, el filósofo realista que
afirma la importancia del individuo concreto, de este
mundo sensible, que valora la experiencia de los sentidos
como medio de conocimiento y cuya mentalidad proviene
de las ciencias naturales, donde se da gran importancia a
la investigación y observación de los seres de este
mundo sensible. Dos filósofos distintos que simbolizan
dos posiciones antagónicas de pensamiento.

Resulta claro que uno de los pensamientos


esenciales de la doctrina platónica es la Teoría de las Ideas, en la cual se afirma la
existencia del Mundo de las Ideas como el origen del mundo sensible como
participación de ellas.
En el ámbito de la metafísica, la crítica fundamental de Aristóteles, apunta a la
Teoría de las Ideas, pues su constitución como tales, se afirmaba la existencia
absoluta de éstas como las verdaderas realidades subsistentes, y se dejaba
taxativamente de lado, en un insignificante segundo plano a la realidad concreta del
mundo sensible que sólo podía tener un grado de existencia gracias a la unión o
participación esencial con las ideas Inteligibles. Según Aristóteles, dicha teoría, no
aclara nada, sino más bien complica el problema de la realidad, ya que queriendo
justificar este mundo, produce uno distinto y más complicado de conocer. En
consecuencia, por una parte, no explica propiamente el mundo, y además duplica
la realidad creando el Mundo de las Ideas, con lo que aumenta la dificultad al
doble, creando otro mundo que tiene que ser explicado.
Otra critica que puede desprenderse de lo anterior, es que en el proceso de
construcción de un mundo trascendente y distante de lo sensible (mundo Inteligible
de las Ideas), Platón olvida y deshecha absolutamente el valor de la materia como
elemento primordial en la constitución del mundo, de su concretad, singularidad y
contingencia, en último término olvida Platón al individuo concreto, de carne y
hueso que ríe, llora y sufre dolor físico.
Además, señala Aristóteles que las Ideas como entidades perfectas, eternas e
inmutables, tampoco pueden explicar el cambio y el movimiento. Recordemos
que el cambio ha sido un problema permanente en la filosofía griega, y sin duda
que para Platón también lo fue, sobre todo, cuando se ve enfrentado a la sentencia
heracliteana acerca del flujo universal, del devenir absoluto de todo, del constante
movimiento. Platón excluye al cambio de la realidad verdadera y lo instala como
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señal de imperfección, a lo que Aristóteles preguntará ¿Cómo explica la Idea, el que
algo devenga, se transforme, cambie, por ejemplo de semilla a árbol?, ¿por qué
deja de participar de la Idea de semilla y empieza a participar de la de árbol?
Cuando esta cambiando ¿de cuál Idea está participando?
Y por último, Platón deshecha los sentidos como facultad humana para
vincularse con la realidad, ellos sólo inducirán al engaño y al error. Aristóteles
muy por el contrario, creara un sitio sustancial para el quehacer de los sentidos

La reivindicación de los sentidos


Según Aristóteles, el mundo de las Ideas no existe y, en consecuencia, la
preexistencia en él del alma humana resulta imposible. El ser humano para
Aristóteles goza de capacidad intelectual o entendimiento; pero éste es como
un papel en blanco, como una tabla rasa, carece de contenidos y éstos sólo pueden
llegarle mediante los sentidos. Nada hay en el entendimiento que previamente
no haya estado en los sentidos.
Los sentidos, por consiguiente, son los encargados de poner en contacto con la
realidad que, posteriormente, el entendimiento se encargará de comprender. En
este sentido, conocer consiste en descubrir el significado que en sí mismo poseen
las cosas, los objetos naturales o artificiales. Es decir, todo conocimiento comienza
por los sentidos; no obstante, el auténtico conocimiento humano es el intelectual.

El movimiento:
Ahora bien “dado que la naturaleza es principio de movimiento... es
indispensable que no permanezca desconocida para nosotros qué es el
movimiento, porque es inevitable que ignorando éste, se ignore también la
naturaleza” Aristóteles: Física, III,1 201.
En la filosofía aristotélica el movimiento es el elemento central desde el cual
explicar la realidad. Los filósofos anteriores tendieron a concebir por separado la
realidad (el ser) y el movimiento. Por ejemplo, Platón que excluyo al movimiento
del mundo verdadero (Mundo Inteligible o de las Ideas). Aristóteles, por el
contrario, intentó analizar la realidad que cambia, pues el movimiento no existe
fuera de las cosas.
En efecto, la teoría aristotélica sostiene que debe haber un sustrato que
cambie, en donde se dé el movimiento, en este caso, la sustancia. Pero este cambio
que sufre una sustancia está determinado por sus propias posibilidades, la
sustancia huevo no puede cambiar a ser perro. Luego tenemos señalado aquí un
indispensable elemento para el cambio, el que Aristóteles llama potencia, la
capacidad de ser o hacer algo, es en cierto modo, un no-Ser, algo que no se es
o no se tiene. Pero en otro sentido, esta especie de no-Ser tiene un cierto ser,
pues la potencia es también algo, es una capacidad para ser algo determinado.
Cuando la sustancia cambia, se transforma en acto aquello que tenía en potencia, o
sea el acto es lo que se ha llegado a ser, la perfección habida, la realidad
desplegada, plenitud.
Existe pues un ser en potencia y un ser en acto. Acto, es lo que actualmente
es; potencia, lo que puede ser. Por ejemplo: en cuanto Ser en acto, la semilla es
semilla, y el estudiante es estudiante; en tanto Ser en potencia, la semilla es árbol
y el estudiante, médico, ingeniero. En consecuencia, el movimiento estriba en la

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actualización de una potencia en cuanto potencia o, lo que es lo mismo, en el paso
de la potencia al acto.

Elementos que intervienen en el movimiento


Si el movimiento consiste en el paso de la potencia al acto, resulta evidente
que la nada no puede ser potencia de ningún ser, esto es, de la nada nada puede
surgir; en consecuencia, es necesario que todo movimiento parta de algo y llegue
a algo y se realice en algo. O expresado de otro modo, en todo movimiento existe
un punto de partida, un punto de llegada y un sustrato (algo en lo que se realiza el
movimiento). Por ejemplo, si de una cadena de oro hacemos un anillo, ha tenido
lugar un movimiento en virtud del cual ha desaparecido la cadena (punto de
partida) y ha surgido el anillo (punto de llegada) mientras que el oro ha servido de
sustrato de dicho movimiento. El punto de partida y el de llegada son opuestos,
pero existe algo que ha permanecido a lo largo del proceso: el oro. Sucede algo
análogo cuando la silla se quema y se transforma en ceniza. Pues bien, según
Aristóteles en todo movimiento cambia la forma y permanece la materia.

De la Física a la Metafísica
El estudio del movimiento culmina en la Teoría del Motor Inmóvil. Según
Aristóteles, si el movimiento es eterno, debe existir un motor que también lo sea:
todo lo que se mueve se mueve por otro. Ahora bien, en la serie de seres que se
mueven y que, a su vez, son movidos por otro no podemos proceder al infinito,
pues en ese caso quedaría sin justificar el movimiento. Es necesario, pues, llegar a
un primer motor (a un ser primero) que posea en sí mismo el movimiento en acto y
sea la causa de todo movimiento, y éste es el Motor Inmóvil, ser perfecto,
inmaterial, eterno; acto puro (actualidad pura) sin mezcla de potencialidad que en
última instancia, es la causa de todo movimiento.
Este Motor Inmóvil si bien aparece en primera instancia como causa
eficiente, es en última caso causa final, mueve atrayendo, es decir, mueve
porque todos los seres compuestos de potencia y acto aspiran, desean o apetecen
el acto.
“Tiene que haber algo que sea eterno, sustancia y acto y que sin moverse
mueva. Y mueve de la manera que mueve lo deseable y lo que es inteligible.
Es deseable, en efecto, lo que aparece como bueno, pues la voluntad quiere el
bien (lo bueno) y el bien es fin... Aristóteles: Metafísica, XII, 7, 1072 a
Ahora bien, teniendo en cuenta que el Motor Inmóvil es considerado acto puro,
inteligencia plena, causa final suprema; “objeto de amor” y aparece completamente
separada del resto de los seres, ¿se puede identificar dicha entidad con Dios? La
respuesta puede ser positiva; mas en este caso conviene tener en cuenta que
subsisten notables diferencias entre Dios, concebido de este modo y el Dios de las
religiones monoteístas actuales. Pues es Aristóteles el Motor Inmóvil (dios) no
desea nada y permanece indiferente al mundo.

Actividad: desarrolla en tu cuaderno.


1.- Realiza un esquema grafico que vincule los siguientes conceptos: idealismo, realismo,
materia, cambio, potencia, sentidos, acto, motor movil y motor inmóvil. No olvides que
debe tener conectores.
2.- Compara la teoría metafísica aristotélica con la platónica: respecto de el movimiento, el
conocimiento, el cuerpo y la consideración de la primera causa.
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3.- Analiza si existen o no, metafísicamente hablando, similitudes entre Platón y
Aristóteles, explica.
4.- Argumenta ¡qué concepción de realidad es más cercana a la nuestra? Da un ejemplo.

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