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Variaciones sobre un tema del Dr.

Narro

En el 2010, donde se festejó con pompa y platillo el centenario y bicentenario de nuestra patria,
también se celebró el centenario de nuestra casa magna de estudios la UNAM, en dicha
celebración el rector Dr. José Narro emitió más que un discurso un mensaje para todos, el cual
intituló: Valores para la sociedad contemporánea. ¿En qué pueden creer los que no creen?

De dicho mensaje tomaré tan solo algunos párrafos para tratar de dar una explicación aplicando el
modelo de la comunicación humana.

Los párrafos son los siguientes:

a) Inaceptable que parte de la “normalidad” de las jovencitas sea que, desde los 12 años, tengan que
estar en casa al cuidado de sus hijos o en otras labores.

b) Si es el caso, cualquier aclaración tiene que hacerse a las propias cifras oficiales, pero no
podemos afirmar que sólo 285 mil jóvenes no estudian ni trabajan, asentó.

c) También, afirmó que valores cívicos, laicos, como la libertad, la igualdad, la justicia, la
solidaridad, el respeto, la tolerancia, el diálogo, la generosidad y el compromiso, han sido y tienen
que continuar como base de la ciudadanía.

El modelo es el siguiente:

La comunicación es la parte más importante de toda sociedad, no los individuos, que si bien son
necesarios para formar ésta, realmente no se conforma sin la comunicación, pues nos volveríamos
individuos aislados en un gran mar de gente. La conexión que establece los lazos entre los
individuos es la comunicación humana, es la que establece las relaciones entre los individuos y a
medida de la calidad de la comunicación es la calidad de las relaciones entre los individuos y por lo
tanto la calidad de la sociedad. Reconociendo que en la gran sociedad en que vivimos se desarrollan
diferentes sociedades, que en esta ocasión llamaremos familias.

El comentario es el siguiente:

Nuestros días se ven agobiados por factores externos nacionales e internacionales, así como factores
internos. Si nos pusiéramos a numerar estos factores quizá no acabaríamos, solo tomaré dos que me
parecen de los más significativos, que son, el avance tecnológico ligado con el poco tiempo y
calidad del mismo que pasan los padres con sus hijos, y por otro lado la economía tan especial que
hace que papá y mamá estén fuera de casa y por lo tanto también se redunda en la situación de no
estar con los hijos.

Pues bien al no tener una comunicación con los hijos, ellos necesitan comunicarse con alguien y
muchas veces lo hacen con “otros” que ni conocen pero que al sentirse escuchados le dan de su
tiempo y atención, principalmente a través de las redes sociales, que tan orgullosamente declaran las
noticias a diario como crecen y crecen a la vez que también las computadoras se multiplican al
ritmo vertiginoso del avance de la tecnología pero al retroceso desastroso de la comunicación
familiar.
Al respecto me pregunto, donde estaban los padres de todas esas jovencitas que han salido
embarazadas a la edad de 12 a 14 años?, donde están los padres de todos los jovencitos que ni
estudian ni trabajan, hoy en día es muy común escuchar a un joven que se va a dar un año de
“descanso” y después a ver que pasa. Aquí hago una invitación a los lectores, pregunten a cualquier
joven que espera de sí mismo, como se ve en dos o tres años, como se va a ganar la vida cuando sea
mayor y son cosas en las que rara vez reparan, y yo recuerdo que eran cosas comunes de las
platicábamos en la calle o en el parque los amigos, allá por los años 70´s y 80´s, pero a medida que
la sociedad a evolucionado de una manera salvaje trayendo consigo tantos avances tecnológicos que
aparentemente hacen la vida más fácil, la calidad de la comunicación familiar se ha ido perdiendo y
confiamos más en twitter que en mamá, o le hacemos más caso a las cadenas idiotas que viajan por
el ciberespacio que a los consejos de papá.

Con todo esto también estamos en la pérdida cada vez más estrepitosa de los valores morales, ahora
quien dicta que es lo bueno y lo malo es la web, quien es mejor o peor son ellos, y ante el poco
criterio con gran inmadurez muchos de los jóvenes caen en un mar de ignorancia y sus decisiones
son carentes de calidad de vida, por eso eligen mal, por que ya no los estamos enseñando a elegir
cosas correctas para ellos y para la sociedad.

Que hacer ante el panorama actual de la incomunicación?

La respuesta parecería sencillamente obvia, establecer la comunicación como un imperativo en el


hogar, pero sabemos como, cuando, donde, o ya hemos perdido la sensibilidad de hacerlo?, lo peor
que podemos hacer es no hacer nada. Empecemos en este instante a comunicarnos, a decir buenos
días, buenas noches, a dar gracias por el día en que vivimos, a saber donde están no solo los hijos,
sino también los padres, usemos la tecnología en beneficio no detrimento de nuestra más grandiosa
sociedad que es la familia. Hagamos el ejercicio hasta que se vuelva en un buen hábito, y con ello
cimentemos de nuevo nuestras relaciones en la buena comunicación, y fortalezcamos a la familia,
enseñemos valores sociales y familiares, ayudemos a que maduren los hijos para que tomen
decisiones correctas por razones correctas. Y que aprenda a ser lo que deben de ser y que aprendan
a hacer lo que deben de hacer. El gran reto es principalmente para los padres, dediquemos u tiempo
para saber de nuestros hijos, quienes son sus amigos, quienes no lo son, que quieren que piensan y
compartamos con ellos lo único que les podemos dejar, buenos cimientos para su futuro. Realmente
lo más importante es lo que hacemos con nuestro tiempo, a quien o a que se lo estamos dedicando,
por que donde esté nuestro tesoro ahí estará nuestro corazón.

José Astorga

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