Quiero estarme en ti, junto a ti, sobre ti, Venezuela,
pese aún a ti misma. Quiero quedarme aquí, firme y siempre, sin un paso adelante, sin un paso hacia atrás. He de amarte tan fuerte, que no pueda ya más, y el amor que te tenga, Venezuela, me disuelva en ti. Quiero ser de ti misma, de tu propia sustancia, como roca; o quizás echar hondas, infinitas raíces, enterrarme los pies como árbol y plantarme en ti, de tal modo que no me conmuevan.
Bien podrás darme cieno a beber,
y cuando yo te humedezca de sudor, contestarme con tus áridos cardos como sola comida. O quizás se te ocurra flagelarme la cara con tus brisas, con tus lluvias mas frías. O tal vez concentrar en mis corvas espaldas tu sol lacerante. Aunque seas mala madre, adherido estaré en ti, Venezuela adherido de amor: y subirme sentiré, de ti buena o mala, tu vida propia, como savia