Está en la página 1de 2

FORMAS DEL ESTADO.

EL ESTADO FEDERAL.
DE LA CONFEDERACIÓN DE ESTADOS AL ESTADO FEDERAL:

   Las confederaciones de Estados que desembocaron en Estados Federales fueron


experiencias de transición. Nacidas como consecuencia del enfrentamiento con un
Estado unitario de formas políticas emparentadas entre sí. Se trata en todos los casos
de una respuesta provisional e inestable al conflicto. 

LA TRADICIÓN AMERICANA: LA INVENCIÓN DEL ESTADO FEDERAL:

    La experiencia federal más relevante ha sido la de las trece colonias inglesas en
América del norte que acabarían constituyendo los Estados unidos de América. De
dicha experiencia nacería el Estado Federal. 
   En la experiencia colonial americana había elementos que propiciaban la formación
de un Estado común para todas las colonias: la población era bastante homogénea
tanto en lo que a la lengua y costumbres se refiere así como también en lo relativo a
cultura jurídica y política y estructura económica. 
   Pero también había muchas cosas que las separaban. Desde el clima, la religión,
intereses comerciales e industriales diversos y ausencia de comunicación entre ellas. 

→ Los artículos de la Confederación: 


     El primer documento constitucional común a todas las colonias fueron los artículos
de la Confederación redactados en 1776 aprobados por el Congreso Continental en
1777 y ratificados por todos los nuevos Estados a continuación. 
     El sistema previsto en los artículos en la confederación se caracteriza por dos notas
esenciales: el poder político estaba concentrado en la periferia y en los Estados el
poder estaba concentrado en las asambleas legislativas sin prestar mayor atención al
principio de la separación de poderes.
  En realidad, la Confederación fue configurada como un expediente temporal
exigido por la guerra. De ahí que al cesar las hostilidades el único órgano de la
Confederación, deviniera virtualmente impotente, recuperando los Estado el poco
poder que se habían visto obligados a ceder durante los años de guerra.
   Como no podía ser de otra manera, el resultado fue un vacío de poder en el centro,
que condujo a que los Estados empezaran a comportarse como suelen hacerlo los
Estados soberanos. 
   Ahora bien, si grave era el vacío de poder en el centro, no menos grave era la
concentración del poder en la periferia. La forma de gobierno que respondía en las
antiguas colonias a lo que se llamó tras la independencia la política de la libertad era
aquella en la que gobernaba una asamblea elegida por el pueblo, sin otro control que
el que ejerciera la propia población a través de elecciones frecuentes. De ahí que las
constituciones de los Estados durante la vigencia de los artículos de la Conferencia
previeran elecciones legislativas anuales. Al mismo tiempo las Constituciones imponían
mecanismo rotatorios muy rigurosos, fijando de manera muy estricta el tiempo que un
individuo podía ocupar un escaño en la Asamblea. 
   Una vez concentrado el poder legislativo y el ejecutivo en el mismo órgano, la
invasión por parte de éste del poder judicial era inevitable. Fue el ejercicio
incontrolado del poder por parte de las Asambleas de los Estados el que provocó un
resentimiento notable en la población y una sensación de inseguridad creciente, que
alteró la percepción que se tenía en los Estados acerca de lo que era una forma de
gobierno libre. 

→ La Constitución Federal: 
      La Constitución federal se va a caracterizar ante todo por invertir los dos principios
básicos que habían presidido los artículos de la confederación: supondrá el triunfo del
centro sobre la periferia, aunque sin anular políticamente a esta última y supondrá el
triunfo de la división de poderes sobre el principio de la supremacía del poder
legislativo o de cualquier otro poder del Estado.
 
   Ahora bien, para conseguir la imposición en la práctica de tales principios el
constituyente americano tenía que resolver el problema de la soberanía. El genio del
constituyente americano consistirá en desplazar el lugar de residencia de la soberanía,
convirtiendo la soberanía parlamentaria inglesa en soberanía popular y explicando a
partir de esta última la organización del Estado en su integridad. La afirmación de la
soberanía popular es un resultado del enfrentamiento de los Federalistas con los Anti
federalistas a fin de encontrar una justificación para el Estado federal frente a la
Confederación. 
   Bajo la nueva Constitución ni las Asambleas de los Estados ni el Congreso de los EEUU
serán soberanos. Así pues, las asambleas legislativas de los Estados no pueden perder
su soberanía con la nueva Constitución, porque nunca la han tenido. Sólo el pueblo
puede decidir cuánto poder tendrá cada uno de los gobiernos a los que decida confiar
una parte del mismo. 
   Ésta es la justificación de la soberanía que acabaría imponiéndose y que serviría de
base a la Constitución federal de los EEUU. De esta exigencia nacerá la primera
afirmación de la soberanía popular y de ella el Estado federal. 
   Desde un punto de vista lógico la argumentación anti federalista era de una notable
coherencia. La Constitución federal americana descansa en el argumento más unitario
que imaginarse pueda. La soberanía es una y reside en el pueblo de los EEUU. Por eso,
la Constitución tenía que ser ratificada en convenciones populares y no por las
Asambleas de los Estados. 
   Una vez resuelto el problema de la soberanía de esta manera y sorteado el obstáculo
de las asambleas de los Estados, lo que quedaba por resolver eran problemas
técnicos. 

ELENA GIMENO LEAL


DERECHO CONSTITUCIONAL

También podría gustarte