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INSTALACIÓN

DE MÁQUINAS

ING. SEGUNDO CEVALLOS


LOS RECURSOS ENERGÉTICOS EN NUESTRA SOCIEDAD
Todas las actividades que desarrolla el ser humano requieren de la utilización de los
recursos energéticos en mayor o menor grado. Comenzando por ejemplo: con los
alimentos que son la mínima cantidad de energía necesaria para vivir, la energía
utilizada para obtener materias primas, para desarrollar los procesos productivos,
para impulsar el transporte, para la actividad comercial, etc. Pero a la vez, desde otra
perspectiva, se aprecia que la energía también se relaciona de manera vital con otras
dimensiones del desarrollo humano, tales como los niveles de pobreza, la seguridad
alimentaria, la salud, la creación de empleo, el desarrollo rural y urbano y el medio
ambiente —con sus vinculaciones con la salud humana y la de los ecosistemas— por
citar tan sólo algunos ejemplos.

El consumo energético se ha desenvuelto históricamente junto con el hombre


moderno desde hace aproximadamente 90.000 años cuando éste aparece como tal.

La población humana ha crecido exponencialmente hasta alcanzar en la década del ’90


los 6.000 millones de habitantes. Pero la evolución del consumo energético no sólo ha
acompañado al incremento de habitantes sino que a éste debemos agregarle —
sinérgicamente— el proceso de industrialización y la transformación cultural que ha
significado la conversión hacia una “sociedad de consumo”. Citando al sabio griego
Tanakis “Somos más, podemos más y queremos más”.

Actualmente cada uno de los 6.000 millones de habitantes consumen en promedio 8


veces más energía que lo que hacía el hombre hace 90.000 años.
La Fig. 1 esquematiza la progresión del consumo de energía desde la Revolución
Industrial hasta nuestros días, sus fuentes principales y su relación con los desarrollos
tecnológicos. Como medida de este vertiginoso crecimiento hacemos notar que cinco
décadas atrás (1950) el consumo mundial de petróleo era 7 veces menor que el actual.
Energía y Recursos Energéticos
Hasta hace pocos siglos, la humanidad dependía casi enteramente de las energías
renovables. Para obtener calor y cocinar se utilizaba la combustión de leña o carbón
vegetal (es decir la biomasa) y para fuerza motriz y transporte se utilizaban animales, la
energía del agua (hidráulica) y la energía del viento (eólica).

El uso de carbón mineral, inició el cambio hacia las fuentes fósiles. En el siglo pasado
se agregaron el petróleo y el gas natural. El aprovechamiento de la fisión nuclear para
la generación de electricidad comenzó en la década del ‘50.

En nuestros días, las fuentes de energía primaria a partir de las cuales se impulsa la
humanidad son casi en un 86% combustibles fósiles, no renovables.

Los combustibles tienen aplicación en casi todas las actividades: generación de


electricidad, procesos industriales, transporte (terrestre, acuático o aéreo), cocción,
calefacción, agricultura, ganadería, e infinidad de destinos más.

Del resto de la energía empleada, un 7% aproximadamente proviene de las represas


hidroeléctricas y un 6% de las centrales nucleares.

En cuanto a la distribución de estos recursos, sabemos que 2/3 de todos ellos son
consumidos por tan sólo el 25% de la población humana que corresponde a los países
desarrollados y que alrededor de 2.000 millones de personas en todo el planeta no
tienen acceso a la energía comercial.
ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Toda actividad humana interactúa de alguna forma con la naturaleza. Los recursos
naturales: alimentos, materias primas y recursos energéticos provienen de ella; y todos
los resultados de esta actividad: efluentes gaseosos y líquidos, desechos urbanos e
industriales, y objetos con su vida útil acabada, etc., van a parar a ella.

Por este motivo, inevitablemente, también todas las etapas asociadas al sector
energético: extracción de recursos energéticos, transporte, transformación, distribución
y utilización se encuentran integradas en mayor o menor grado, y en forma más o
menos conflictiva, con el ambiente.

Diversas formas de impacto ambiental asociados a la generación de energía que


pueden resumirse en:

• Contaminación del aire por centrales térmicas que utilizan combustibles fósiles —
carbón mineral, petróleo, gas natural— y emiten gases y partículas a la atmósfera

• Cambio de clima a partir de las emisiones de dióxido de carbono (CO 2), el principal gas
del efecto invernadero

• Alteración de ecosistemas (centrales hidroeléctricas)

• Contaminación del agua y contaminación térmica (centrales térmicas que utilizan


cuerpos de agua en su ciclo de refrigeración)
• Contaminación por radioactividad (centrales térmicas nucleares), accidentes,
generación de residuos de alta actividad etc.

• El crecimiento en el uso de energía acentúa los daños y los riesgos ambientales


asociados.

En la Figura se muestra a modo de ejemplo la evolución en la concentración de CO 2


atmosférico responsable del potencial calentamiento de la Tierra (cambio climático).
USOS FINALES DE LA ENERGÍA
La energía no representa un fin en sí mismo sino un medio para conseguir algo (un
servicio) por lo que en realidad la demanda de energía enmascara otra demanda, la de
los servicios que la energía nos puede proveer: comida caliente, ropa limpia,
iluminación, transporte de personas y mercaderías, elevación de agua para irrigación,
fuerza motriz en fábricas, calor de proceso, etc.

A partir de esto se entiende por servicio energético (o uso final de la energía) a


aquella prestación, provista naturalmente o por un dispositivo, que utiliza energía
para satisfacer una necesidad humana.

De este modo, la demanda de energía no tiene dinámica propia, sino que surge del
requerimiento de los innumerables servicios energéticos —en cantidad y calidad—
que la energía provee.

Un análisis completo para la provisión de servicios energéticos debería tener como


propósito la búsqueda de opciones que requieran poca —o no requieran— provisión
artificial de energía, a un bajo costo, y con mínimo —o nulo— impacto ambiental. Para
ello se deberán identificar principalmente aquellos servicios que puedan ser
provistos naturalmente con un adecuado diseño de instalaciones y/o procesos, en
concordancia con estos requisitos. Los casos típicos en donde esto es factible son:
iluminación y climatización ambiental. En otro tipo de procesos, típicamente los
industriales, estas opciones son más escasas (aunque no inexistentes: tratamiento
de efluentes, destilación y secado por medio del sol, etc.), debido a sus
características y a la intensidad energética requerida.
Entre los servicios energéticos más comunes encontramos el transporte
(por automóviles, aviones, barcos, etc.), la fuerza motriz (por medio de
motores de combustión interna, eléctricos, etc.), la iluminación (mediante
lámparas incandescentes, de descarga, etc., o con luz natural), la
conservación de alimentos (heladeras, freezers, etc.), la cocción de
alimentos, la calefacción (estufas a gas o eléctricas), etc.

La Tabla siguiente nos muestra una posible síntesis de los usos finales más
importantes a partir de la energía eléctrica.
Se entiende por uso eficiente de la energía a la aplicación de: a)
tecnologías, sistemas o modos de uso que reduzcan la cantidad de energía
consumida para conseguir el servicio energético deseado y de b) las
metodologías necesarias para la promoción de a).
La eficiencia energética y la gestión de la demanda van de la mano en un
futuro energético orientado a los usos finales. La definición de la estrategia
energética orientada a los usos finales comprende los siguientes pasos:

a) Estimar la magnitud del consumo energético de cada uso final, por


ejemplo: transporte, iluminación, refrigeración, fuerza motriz industrial, etc.
Estudiando pormenorizadamente los usos finales de la energía a partir de
relevamiento de datos, auditorías, mediciones, etc.;

b) Evaluar las tecnologías relacionadas con los artefactos de uso final


empleados actualmente (motores, lámparas, heladeras, etc.)—
particularmente su eficiencia energética además de los aspectos técnicos,
y los factores económicos y ambientales—consultando información
técnica, mediante ensayos, etc.;

c) Recopilar datos acerca de los artefactos de uso final energéticamente


eficientes, sus rendimientos, costos y otras características técnicas.
d) Compendiar información acerca de las tecnologías alternativas para la
producción de energía. Incluyendo en el estudio fuentes y tecnologías tanto
convencionales como no convencionales, y especialmente aquellas basadas
en fuentes renovables y/o procesos de conversión menos contaminantes.

e) Estimar la demanda futura de los servicios energéticos. Basándose en la


expectativa de crecimiento poblacional, el incremento en la actividad
económica, y otros factores, o sea planteando un futuro escenario
energético; y

f) Elaborar una metodología para determinar la óptima combinación de


tecnologías de producción, distribución y ahorro de energía, con el objeto de
satisfacer los futuros requerimientos de los servicios energéticos al mínimo
costo social.

Utilizando toda esta información puede determinarse cual es la combinación


óptima de fuentes centralizadas y distribuidas, renovables y no renovables,
aprovechando medidas rentables de eficiencia energética, gestión de la
demanda y otras oportunidades identificadas en el análisis por usos finales.
OTRAS POSIBILIDADES DE AHORRO
Las alternativas para hacer uso eficiente de la energía no se limitan a las tecnologías
aplicadas a los artefactos de uso final. En rigor, estos artefactos integran,
generalmente, un sistema que deberá ser estudiado en su totalidad. Por lo tanto se
puede aumentar la eficiencia en algún otro componente del sistema que constituye la
conversión energética para satisfacer un servicio. Estos otros componentes se
denominan elementos asociados y pueden ser activos o pasivos. Los sistemas de
control, también, pueden jugar un papel importante a la hora de disminuir los
consumos.

El cambio en los procesos industriales constituye otra alternativa que ha conseguido


disminuir significativamente la necesidad energética.
LA ILUMINACIÓN EFICIENTE
La iluminación y la demanda de energía

A la iluminación podemos categorizarla como un uso final de la energía.


Una de las primeras opciones que deberían considerarse frente a la
necesidad de luz es la posibilidad de aprovechar adecuadamente la luz
natural a partir de un conveniente diseño arquitectónico y/o de la
utilización de sistemas de control que desactiven aquellas lámparas en
donde la luz aportada por el Sol alcance para satisfacer la necesidad de
iluminación.

Para la provisión de luz por medios artificiales la mejor forma que tenemos
(en el presente y dentro del futuro previsible), es a partir de la energía
eléctrica. A excepción de las áreas rurales y aquellas fuera del alcance de
las redes de electricidad, el resto de la iluminación en los sectores
industrial, comercial y público, residencial urbano y el alumbrado público
se basan en el uso de energía eléctrica.
ILUMINACIÓN EFICIENTE
Podemos analizar la eficiencia en la provisión del servicio de iluminación en
los distintos niveles. El primero de ellos lo constituyen las lámparas que
son el artefacto de uso final que transforma la energía eléctrica en luz.
Existen miles de lámparas distintas, que utilizan diferentes tecnologías para
conseguir su propósito, y que brindan prestaciones diversas con distintos
niveles de eficiencia en la conversión de energía eléctrica en energía
lumínica.

Completando el análisis hacia el resto del sistema de provisión de luz se


tienen los elementos asociados a las lámparas que son básicamente las
luminarias (elementos pasivos) que son los artefactos encargados de
distribuir adecuadamente el flujo luminoso emitido por éstas; y los balastos
(elementos activos) necesarios para el encendido y el correcto
funcionamiento de las lámparas del tipo de descarga.
PROGRAMAS DE ILUMINACIÓN EFICIENTE EN EL
MUNDO
Diversos factores contribuyen a que la iluminación sea uno de los primeros
usos finales donde se haya comenzado a trabajar aplicando medidas de
eficiencia energética.

1. El potencial de ahorro para este uso final demuestra ser muy elevado.

2. Algunas alternativas de eficiencia en iluminación no representan costo


adicional alguno y en otros casos el uso eficiente de la energía eléctrica en
la iluminación es una medida altamente rentable.

3. Debido a su alta coincidencia con la demanda pico vespertina de


electricidad, una reducción en el consumo energético se reflejaría también
en una disminución de la demanda de punta, permitiendo importantes
ahorros en las inversiones necesarias para suministrar dichos picos.
En particular para el sector residencial,

4. Pocos puntos luminosos de las residencias concentran la mayor parte del


consumo, lo que permite un gran aprovechamiento del potencial de ahorro
cambiando pocas lámparas.

5. Debido a la corta vida útil, al bajo costo de las lámparas a reemplazar


(incandescentes) y a que la tecnología para efectuar el cambio se halla
disponible en el mercado, la substitución puede realizarse en plazos
relativamente breves.

La mayor parte de las ventajas enumeradas se repiten en una considerable


cantidad de países, razón por la cual, muchos de ellos han puesto en
marcha diversos tipos de programas de iluminación eficiente. Estos
programas contemplan campañas de información, difusión y demostración,
normativas de eficiencia, sistemas de etiquetado, distintas metodologías de
financiación de los productos, etc.

Uno de ellos es el Programa de Iluminación Eficiente (Efficient Lighting


Initiative, ELI), que está en funcionamiento en Argentina, Filipinas, Hungría,
Letonia, Perú, República Checa y Sudáfrica.
MAGNITUDES FOTOMÉTRICAS

Las fuentes de luz emiten energía en forma de ondas electromagnéticas. Esta radiación
se cuantifica con la ayuda de las magnitudes radiométricas. Si interesa cuantificar
solamente la radiación a la que es sensible el ojo humano estas magnitudes
radiométricas se transforman en magnitudes fotométricas.

La luz corresponde a la pequeña parte del espectro electromagnético comprendida


entre las longitudes de onda de 380 – 760 nm, aproximadamente, cuya energía es
absorbida por los fotoreceptores del sistema visual humano, iniciando así el proceso de
la visión (Figura 1).
Algunas magnitudes cualitativas de la luz son: la longitud de onda (λ μm), el
rendimiento de color (Rg) o la temperatura de color (Tc ºK). La medición de
la cantidad de luz se fundamenta en la Intensidad (I), siendo la candela (Cd)
una de las unidades fundamentales del Sistema Internacional. Existen otras
magnitudes derivadas como el Flujo, la Luminancia, la Iluminancia o el
Rendimiento luminoso, que se definen a continuación:

• La intensidad luminosa (I) es la energía luminosa emitida en una dirección.


Su unidad es la candela (cd), que es un una unidad fundamental del S.I., y
es aproximadamente la intensidad emitida por una vela.

• El flujo luminoso (Φ) es la cantidad de energía luminosa emitida por una


fuente. Su unidad es el lumen (lm), que es la energía emitida por un foco
con intensidad de 1 candela (cd) en un ángulo sólido de 1 estereorradián (1
m2 a 1 m de distancia).

• La iluminancia (E) o nivel de iluminación es la cantidad de luz que recibe


una superficie, su unidad es el lux (lx), que es el flujo luminoso recibido por
unidad de superficie (lux = lumen/m2). En unidades americanas se tiene el
Lumen/pie2=pie bujía La equivalencia es : 1 pie bujía = 10.76 Lux. En
luminotecnia es muy útil la ley E = I Cosϕ / d2 .
• La luminancia (L) o brillo es la intensidad (I) o flujo de luz (Φ) emitido por
unidad de superficie. Sus unidades son el Stilb (cd/cm2) y el Lambert
(lm/cm2).

• El rendimiento luminoso (R) es el flujo emitido por unidad de potencia de


las fuentes luminosas (lm/W). Por ejemplo, una lámpara incandescente tiene
R = 14 lm/W.

• La Brillantez subjetiva es el atributo subjetivo de cualquier sensación


luminosa que da lugar a la escala completa de cualidades de ser reluciente,
iluminado, brillante, empañado u oscuro.

• Absorción, reflexión y transmisión: Son los procesos generales por los


cuales un flujo luminoso incidente interacciona con un medio.

•La Absorción es el proceso por medio del cual el flujo incidente se disipa.
La Reflexión es proceso por el cual el flujo incidente deja una superficie o
medio por el mismo lado de incidencia.

•La reflexión puede ocurrir como en un espejo ( reflexión espectacular),


reflejarse en ángulos distintos al del flujo incidente con el plano de
incidencia (reflexión difusa), ó puede ser una combinación de los dos tipos
de reflexión.
La Transmisión es el proceso por el cual el flujo incidente abandona una
superficie o medio por un lado distinto al incidente. Si el rayo de luz se
reduce solo en intensidad, la transmisión se llama regular.
Si el rayo emerge en todas direcciones, la transmisión se llama difusa.
Ambos modos pueden existir combinados.

Flujo incidente = Flujo Absorbido + Flujo Reflejado + Flujo Transmitido


INSTRUMENTOS DE MEDICIÓN

Los instrumentos para medir cantidades fotométricas se dividen en


instrumentos de laboratorio y de campo. Los primeros son mas sofisticados
y por tanto más caros, mientras los segundos son pequeños y manuales. De
todos modos, las cantidades que en general se necesitan medir en trabajos
de campo son la iluminancia y la luminancia, las cuales se miden con el
luxímetro y el luminancímetro.

Un medidor de iluminancia (luxímetro) tiene tres características importantes:


sensibilidad, corrección de color y corrección coseno. La sensibilidad se
refiere al rango de iluminancia que cubre, dependiendo si será usado para
medir luz natural, iluminación interior o exterior nocturna. Corrección de
color se refiere a que el instrumento tiene un filtro de corrección V(λ). La
corrección coseno significa que la respuesta del medidor de iluminancia a la
luz que incide sobre él desde direcciones diferentes a la normal sigue la ley
de coseno.
FUENTES LUMINOSAS
La original y mayor fuente de luz es el Sol. En seguida está el fuego de velas,
aceite y lámparas de gas. Con el descubrimiento de la electricidad vinieron
los diferentes tipos de lámparas que existen hoy en el mercado, a estas le
llamaremos en adelante fuentes de luz artificial.

Las lámparas eléctricas son la fuente principal de luz artificial de uso común.

Convierten la energía eléctrica en Luz o energía radiante.

Los tipos de lámparas más usados para la iluminación son:

a) Lámparas incandescentes: Contiene un filamento que se calienta por el


paso de la corriente eléctrica a través de él. El filamento está encerrado en un
bulbo de vidrio que tiene una base adecuada para conectar la lámpara a un
receptáculo eléctrico ( socket ).

Los tamaños y formas de los bulbos se designan por un código literal


seguido de uno numérico; la letra indica la forma, y el número, el diámetro
del tubo.
b) Lámparas Fluorescentes: Consta de un tubo de vidrio con el interior
cubierto con fósforo en polvo, que fluorece cuando se excita con luz
ultravioleta; los electrodos del filamento se montan en juntas de extremo
conectadas a las clavijas de la base. El tubo se llena con un gas inerte (como
argón) y una gota de mercurio y se opera a una presión relativamente baja.

c) Lámparas de vapor de mercurio: Constan de tubos de cuarzo llenados con


argón y mercurio, rodeados por una camisa de vidrio llena de nitrógeno.

d) Lámparas de halogenuros metálicos (multivapor): usan pequeñas


cantidades de yoduros de sodio, talio, escandio, disprosio e indio, además
de la mezcla usual de argón y mercurio. Tanto como su economicidad como
su color son excelentes.

e) Lámparas de vapor de sodio de alta presión: Usan sodio metálico en tubos


translúcidos de óxido de aluminio. Se emplean en iluminación de carreteras,
puentes, autopistas, en determinados trabajos industriales como imprentas,
talleres, almacenes.

f) Lámparas de vapor de sodio de baja presión: La luz se produce en gran


cantidad por descarga en vapor de sodio a baja presión. Dada su deficiencia
en la reproducción del color, generalmente solo se emplea cuando nos sea
necesaria la reproducción cromática.
PUNTOS CLAVE A TENER EN CUENTA PARA UNA BUENA
ILUMINACIÓN INDUSTRIAL
• Luz suficiente: Tener niveles adecuados de luz, según la naturaleza de la
tarea visual.

• Iluminación Uniforme: Una iluminación general con un alto grado de


uniformidad, garantiza total libertad a la hora de situar la maquinaria y los
bancos de trabajo. (en cualquier punto 200 Lux)

• Buena Iluminación vertical: En ciertos trabajos la tarea visual está localizada


en el plano vertical. Se puede recurrir a las empotradas en el techo que
ofrecen una distribución asimétrica de la luz.

• Fuentes de luz bien apantalladas: En alturas de montaje bajas es


fundamental el uso de pantallas con rejillas que proporcionen el
apantallamiento en la dirección crítica, y evitar el deslumbramiento.

• Debe de obtenerse el mejor rendimiento y la máxima economía en toda


instalación de iluminación.

• No debe olvidarse el efecto decorativo y funcional de una buena


iluminación.
TIPOS DE ILUMINACION PARA INTERIORES

Son las diversas formas en que se deben ubicar las fuentes luminosas (aparatos
lumínicos) para solucionar problemas visuales, los cuales deben estar en forma
proporcional para satisfacer una adecuada operatividad visual a realizarse en
determinado ambiente constructivo.

Iluminación directa.- Es aquella en la cual la fuente luminosa está dirigida


directamente hacia el área de trabajo o el área a iluminarse.

Iluminación Semi – directa.- Es la que la proyección del flujo luminoso que sale al
área de trabajo proviene de la combinación de la luz directa de la fuente de luz y una
parte del flujo luminosos que se refleja en las paredes techos y mobiliario.

Iluminación Indirecta.- Es en la que la fuente luminosa es dirigida a una pared, techo o


a un mobiliario la cual o las cuales reflejan al flujo luminoso a la zona a iluminarse.

Iluminación Semi – indirecta.- es aquella en la cual el manantial emite flujos


luminosos, unos inciden en el techo o en otro tipo de superficie que los refleja hacia
la zona de trabajo, otras traspasan directamente superficies opacas y se distribuyen
en todas las direcciones y uniformemente en la zona de trabajo.

Iluminación Difusa.- Es aquella en la que la fuente luminosa emite rayos, los cuales
son dirigidos directamente a una superficie opaca y al traspasarlas se reparten
uniformemente en todas las direcciones del área de trabajo.
RECOMENDACIONES GENERALES PARA AHORRAR
ENERGÍA ELÉCTRICA EN SISTEMAS DE ILUMINACIÓN
♦ Limpiar periódicamente las luminarias, porque la suciedad disminuye el
nivel de iluminación de una lámpara hasta en un 20%.

♦ Apagar las luces que no necesites, como por ejemplo cuando el personal
está en refrigerio.

♦ Evaluar la posibilidad de utilizar luz natural, instalando calaminas


transparentes o similares . Aprovechar este recurso, siempre que brinde un
nivel adecuado de iluminación.

♦ Usa colores claros en las paredes, muros y techos, porque los colores
oscuros absorben gran cantidad de luz y obligan a utilizar más lámparas.

♦ Independizar y sectorizar los circuitos de iluminación, esto ayudará a


iluminar sólo los lugares que necesitas.

♦ Instalar superficies reflectoras porque direccionan e incrementan la


iluminación y posibilita la reducción de lámparas en la luminaria.
♦ Seleccionar las lámparas que suministren los niveles de iluminación
requeridos en las normas de acuerdo al tipo de actividad que se
desarrolle.

♦ Utilizar balastos electrónicos, porque permiten ahorrar energía hasta un


10% y corrige el factor de potencia, así como incrementa la vida útil de los
fluorescentes.

♦ Evaluar la posibilidad de instalar sensores de presencia, timers y/o


dimmers para el control de los sistemas de iluminación de la empresa.

♦ Utilizar luminarias apropiadas como las pantallas difusoras con rejillas.

♦ No utilizar difusores o pantallas opacas porque generan pérdidas de luz


por lo que se tendrá que utilizar más lámparas.
DISEÑO DE ALUMBRADO
El objeto de un diseño de alumbrado es proporcionar iluminación suficiente
para una tarea visual dada, sin producir malestar, Y AL MÍNIMO COSTO
POSIBLE. No es difícil obtener suficiente luz con las modernas fuentes
luminosas, pero si se colocan y controlan en forma inadecuada, se obtendrá
luz molesta y deslumbrante.

Al realizar los análisis de iluminación es necesario aclarar que no es


conveniente una iluminación escasa ni tampoco una iluminación intensa,
porque en el primer caso se realizará mayor esfuerzo al órgano de la visión, y
el segundo caso produce deslumbramiento en los objetos iluminados
afectando también al órgano de la visión.

En la iluminación de interiores, se debe tener en cuenta: la reflexión que


producirán las fuentes luminosas, las dimensiones que tendrá el ambiente o
local a iluminar, los niveles y formas de iluminar a los objetos del local.

La reflexión es uno de los factores determinados por un principio de la física


que determina que en un rayo incidente es igual al rayo reflejado. Sin embargo
en la iluminación de interiores, la reflexión es influenciada por el color y la
rugosidad de la superficie en la cual incidirán los rayos luminosos. Por
ejemplo, el papel o cartón negro granulado reflejará solamente el 55% de la luz
incidente; el papel blanco liso , reflejará el 85 %.
Al iniciarse todo análisis en iluminación de interiores se deben tener en
cuenta los siguientes puntos fundamentales:

• Formas o tipos de iluminación y numero y ubicación de las lámparas a usar

• Potencia y número de lámpara a usar

• Ubicación y altura de suspensión de las lámparas.

Con frecuencia se usan dos leyes importantes en los cálculos de alumbrado.

Ley de los cuadrados inversos

Sea una fuente luminosa situada en O y produce F lumens, dentro del


ángulo sólido.

Sea también una superficie plana dentro del ángulo sólido y de área A m2.
La superficie es perpendicular al eje del rayo.

La iluminación media será E = I / d2

E : iluminación media en luxes


I : es igual a F en lumens entre A m2
Ley del Coseno

Considérese una fuente luminosa de “I” candelas situada a una altura


perpendicular “h” en m sobre un punto “P” sobre un cierto lugar a una
distancia “L”.

A lo largo del plano se encuentra un segundo punto “Q” , este punto “Q” se
encuentra a una distancia “d” en m de “O”.

E=Ixh/d3

Donde:

E : Iluminación media en luxes


I : flujo luminoso de la fuente en candelas
h : altura de la fuente luminosa al plano de trabajo
d : distancia de la fuente luminosa al punto en estudio Q
PASOS A SEGUIR EN EL DISEÑO DE ALUMBRADO
1.- Determinar el nivel requerido de iluminación; (luxes) se selecciona de
tabla para diferentes ambientes iluminar.

2.- Se selecciona el tipo de iluminación y el tipo de lámpara

3.- Se determina el coeficiente de utilización (CU); que tiene en cuenta el


hecho de que de la salida total en Lumens, sólo una pequeña porción llega al
plano de trabajo. Este factor se ve afectado por características tales como
forma y dimensiones del cuarto, color de paredes y techo, tipo de unidad y
reflector.

a) Relación de Local ( RL )

- Directa, semi – directa y difusa: RL = (Ancho*Largo) / Alto*(Ancho + Largo)

- Indirecta, semi – indirecta : RL1 = 3/2 * RL

Con la relación de local se obtiene el índice de local.


Con el índice de Local ingresamos a tablas de Luminarias del fabricante para
obtener el coeficiente de utilización.
4.- Estimar el Factor de Depreciación ( FC); que toma en cuenta la reducción
en la eficiencia de la instalación, debido a características tales como
acumulación de polvo en las pantallas y pérdidas de propiedades reflejantes
de las paredes y el cielo debido a suciedad.

5.- Calculo del número de Lámparas ( N )

N = ( E*Área piso ) / ( FL* CU* FC )

Donde:

E: Iluminación en Luxes
FL: Flujo Luminoso en Lúmenes x Lámpara
CU: Coeficiente de Utilización
FC: Factor de Depreciación
NIVELES DE ILUMINACIÓN REQUERIDOS
NIVELES DE ILUMINACIÓN REQUERIDOS (1)

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