Está en la página 1de 2

Amor y amistad

¿Por dónde empieza una amistad? ¿Y si no existiera tal palabra? No sabemos


hasta dónde es bueno expresarle nuestro cariño a un amigo(a), porque de alguna
forma las acciones son las que supuestamente catalogan los sentimientos. Es cierto
que hay diferentes formas de amar, pero ¿qué tal si todo es amor y al ponerle
nombres a las relaciones las limitamos?

Los que son nuestros amigos son los que no vemos todos los días ni hablamos
con ellos diariamente, aunque todos los días pensamos en ellos. Hay “amigos” que
actúan como si lo fueran y no lo son, porque nada más “actúan”. Es fácil actuar:
actúan los que tienen algún interés propio, actúa el que hace de una amistad un
negocio, actúa el que piensa que la amistad es nada más recibir y nunca dar, actúa
el que busca y pasa la vida buscando amistades, equivocadamente, porque las
amistades se encuentran.

“Amistas” es sólo “compartir” desde un lugar muy especial que se llama


sinceridad, que viene de otro lugar más especial que se llama uno mismo.

Existen personas que ocupan un lugar especial en nuestras vidas, que queremos
y perdonamos por encima de todas las cosas; esas personas son especiales porque
son parte de nosotros y, en algún momento, en algún lugar, compartimos algo que
ahora sigue y seguirá por toda la eternidad.

Amistad= Independencia= Amor

Ciertamente no es ningún misterio el hecho de que los grandes amores


registrados por la historia hayan sido siempre entre miembros del sexo opuesto. Es
curioso notar que las grandes amistades han sido siempre entre miembros del mismo
sexo. Desde luego, la ausencia o presencia de sexo en una relación no es un asunto
sin importancia, y el resultado ha sido pensar de la amistad como algo muy diferente
al amor.

La misma palabra amistad se originó en un verbo de los antiguos tribales


teutónicos, que significa amar. En la forma sutil que tiene el lenguaje para ligar la
experiencia humana relacionada, las palabras “amigos” y “amor” parecen tener un
origen común. Como el diccionario lo define, un amigo es “alguien que despierta en
otra persona tales sentimientos de estima, respeto y afecto, que aquella busca su
compañía y su bienestar”.

En otras sociedades aparte de la nuestra, la amistad realmente competía con el


valor del mismo amor entre hombres y mujeres. Esto fue así en la época de la
caballería en Europa, en los días dorados de la cultura árabe, en los grandes años
de la antigua Grecia. Fue sobre todo la amistad lo que Platón escribió al referirse al
amor en su forma ideal. El amor platónico llegó a significar algo más, como veremos,
pero no fue sino hasta muchos siglos después. Platón examinó la amistad de la
misma manera en que exploró la forma en que llegamos a conocer las cosas.

Como todos los grandes filósofos de su tiempo, y muchos otros desde entonces,
se preguntó las formas en que adquirimos nuestros conocimientos del mundo que
nos rodea. ¿Cómo reconocemos el amor o la belleza? Platón se avocó a resolver
este enigma desarrollando la idea del tipo puro o ideal, que existe en todas las cosas
a pesar de la variedad de sus formas externas. Definió esto como la esencia del
objeto. Las esencias platónicas de las ideas consistían en aquellas características
absolutamente esenciales para la idea de una cosa.

Originalmente un ideal o esencia platónica constituía un recurso puramente


intelectual o cognoscitivo diseñado para ayudarnos a identificar o clasificar las cosas
del mundo que nos rodea. La palabra “ideal” no se usaba en el sentido ético o
estético para significar “lo mejor”. La historia, sin embargo, jugó con nosotros y lo que
Platón deliberadamente dejó fuera de la esencia del amor, como él lo definió, fue
subsecuentemente mal interpretada como una forma más deseable o alta de amor.
Su exclusión del sexo de la esencia del amor-de aquellas características esenciales
para el reconocimiento del amor- hizo

También podría gustarte