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Homero (en griego antiguo Ὅμηρος Hómēros; c.

siglo VIII a. C.) es el nombre dado al


poeta y rapsoda griego antiguo al que tradicionalmente se le atribuye la autoría de las
principales poesías épicas griegas — la Ilíada y la Odisea—. Desde el periodo helenístico
se ha cuestionado si el autor de ambas obras épicas fue la misma persona; sin embargo,
anteriormente no sólo no existían estas dudas sino que la Ilíada y la Odisea eran
considerados relatos históricos reales.

No cabe duda que es el pilar sobre el que se apoya la épica grecolatina y, por ende, la
literatura occidental.

En la figura de Homero confluyen realidad y leyenda. La tradición sostenía que Homero era
ciego y varios lugares reclamaban ser su lugar de nacimiento: Quíos, Esmirna, Colofón,
Atenas, Argos, Rodas, Salamina, Pilos, Cumas e Ítaca.

[editar] Datos biográficos recogidos por la tradición

El Himno homérico a Apolo delio menciona «que es un ciego que reside en Quíos, la
rocosa».1 El poeta lírico Simónides de Amorgos atribuye al «hombre de Quíos el siguiente
verso de la 'Iliada, «¿Por qué me preguntas mi linaje? Como el linaje de las hojas soy»,
convertido en proverbio en la época clásica.2 Luciano de Samósata dice que fue un
babilonio enviado a Grecia como rehén, (griego antiguo ὅμηρος, homêros), y de ahí su
nombre.3

Pausanias transmite una tradición de los chipriotas, quienes también reclamaban para si a
Homero:

Dicen que Temisto, una mujer del lugar, era su madre, y que Euclo profetizó el nacimiento
de Homero en estos versos:
Y entonces en la costera Chipre existirá un gran cantor,
al que dará a luz Temisto en el campo,4 divina entre las mujeres,
un cantor muy ilustre lejos de la muy rica Salamina.5
Dejando Chipre mojado y llevado por las olas,
Cantando él solo el primero las glorias de la espaciosa Hélade
Será inmortal por siempre y no conocerá la vejez
Pausanias, Descripción de Grecia x.24.3.

Sin embargo, también se conserva el siguiente epigrama, atribuido al poeta helenístico


Alceo de Mesene, en el que Homero protesta sobre su origen salaminio, y niega que se
erigiera una estatua suya en esta ciudad y que su padre fuera un tal Demágoras:

Ni aunque el martillo surgir como Homero de oro me hiciera entre rayos flameantes de
Zeus, soy ni seré salaminio ni el hijo de Meles lo será de Demágoras; ¡tal la Hélade lo vea!
Con otro poeta probad; y mis versos vosotros a los Helenos, Musas y Quíos, cantadlos.6

Acerca del lugar donde murió, existe una tradición atestiguada al menos desde el siglo V a.
C. de que se produjo en la isla de Íos.
Pausanias recoge esta tradición y habla sobre una estatua de Homero que vio y un oráculo
que leyó, en el Templo de Apolo en Delfos:

Puedes ver también [en el pronaos del Templo de Apolo de Delfos] una estatua de bronce
de Homero sobre una estela y en ella leerás el oráculo que dicen que tuvo Homero:
Dichoso e infortunado, pues naciste para cambiar cosas,
Buscas una patria. Tienes una tierra natal, pero no una patria.
La isla de Íos es la patria de tu madre, que cuando mueras te recibirá. Pero
vigila el enigma de :los jóvenes muchachos.

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