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Adicciones:

Patologías graves
en la
Adolescencia
"Me tienes, como un pez a su escama,
miserablemente uncida a ti,
Dra. Sonia Abadi (Argentina) llevándote como un niño caníbal al pecho de su madre.
Médica Psicoanalista, Titular de la Asociación Y no he de desperdiciar hora, para maldecir
Psicoanalítica Argentina tus pariciones de planetas fosforescentes
Miembro Titular de la Asociación que vomitas a mi lado sin niguna delicadeza..."
Psicoanalítica Internacional
sonia555@arnet.com.ar
Stella Díaz Varín

Numerosos son los médicos, psicotera- nómico, debido a la gran complejidad del tema.
peutas y psicoanalistas que han investigado y pu- El problema es grave para el individuo y tam-
blicado sus estudios respecto al uso de drogas. bién son graves sus implicaciones sociales. Las
Preocupados por la etiología han surgido así dife- consecuencias son evidentes pero más nos
rentes hipótesis de trabajo e intentos de abordaje preocupan las causas. Y en ese sentido la dra-
clínico a través de mática puesta en es-
tratamientos indivi- cena de la drogadic-
duales, familiares o ción o sus equivalen-
comunitarios. tes nos puede enmas-
Compren- carar fenómenos que
der el fenómeno, abarcan aspectos mu-
prevenirlo y tratarlo cho más amplios de
nos llevará por cami- la dependencia hu-
nos a veces intrinca- mana. Dependencia
dos y siempre liga- que es por una parte
dos a la perspectiva un resultado de las
interdisciplinaria. Me experiencias tempra-
referiré a las adiccio- nas, pero también
nes desde el punto una propuesta cons-
de vista psicoanalíti- tante de la cultura.
Autora: Susana González

co, que debe ser ne-


cesariamente com-
plementado con
“El problema principal no es el
aportes desde lo
pecado original,
médico, legal, so-
sino la fotocópias”
cial, político y eco-
Mario Benedetti
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tal, adquiere una dinámica singular.
Cuando creíamos esencial la es-
tructura adictiva de la
personalidad para
desarrollar
una adicción
a las drogas,
descubrimos
que la intensi-
dad de los es-
tímulos exter-
nos hacia el
consumo en
general y ha-
El factor cia la droga
sociocultural en particular
es tan eleva-
En otros trabajos he da, que a ve-
mostrado la influencia de ciertos ces torna im-
ideales de nuestra civilización actual posible evaluar la predisposición. Nos hallamos
en relación al consumo en general, y en particu- ante un hecho que los publicistas llaman agre-
lar, al consumo de drogas. La búsqueda ilusoria sión por oferta.
de la salud perfecta, de un rendimiento óptimo, La inducción del entorno ejercida sobre
de la independencia absoluta, del éxito como el punto de ruptura de la crisis adolescente,
valor privilegiado, nos llevan al consumo com- tiende a facilitar la salida hacia la droga, y más
pulsivo de bienes materiales, al uso abusivo de aún, la oferta concreta de fácil acceso y bajo
medicamentos y de drogas estimulantes como costo hace que el sujeto no deba ya “ir hacia la
auxiliares para la sobreadaptación. En contra- droga”, ya que la droga “viene a él”.
partida las drogas depresoras o alucinógenas, En trabajos anteriores sostuve que existe
suelen ser muchas veces el refugio regresivo an- en la clínica de las adicciones una continuidad
te una realidad apremiante que castiga el fraca- estructural entre la persistencia de actitudes de-
so con la marginación. pendientes en los vínculos interpersonales, la
Como psicoanalista me limitaré a desa- adhesión exacerbada a ciertos objetos, ciertas
rrollar aquellos aspectos de la adicción a drogas formas encubiertas de adicción a sustancias,
y de las adicciones en general, que toman en hasta las conductas francamente autodestructi-
cuenta las implicaciones profundas, es decir in- vas, compulsivamente irrefrenables que caracte-
conscientes, no sólo del individuo, sino también rizan al drogadicto grave.
del medio familiar y de la cultura en general. En esta exposición intento articular cier-
Esta es entonces una reflexión acerca tas fallas en la estructuración del psiquismo tem-
de la dependencia humana y sus raíces, de la prano, con la aparición de patologías adictivas
adicción como aquella estructura edificada so- en la adolescencia y la edad adulta.
bre una falla en la elaboración de la dependen- Los trastornos que originan un déficit
cia, y aún una preocupación entre líneas acerca en la instauración del pensamiento simbólico se
del consumo como modo de vida. relacionan con diferentes tipos de fracaso en la
estructuración del psiquismo y la construcción
La adolescencia y las drogas de los objetos internos. Estos pueden pensarse
a partir de tres ejes: la elaboración reactiva del
En el adolescente, el uso de drogas co-
conflicto dependencia-independencia, la patolo-
mo fenómeno masivo nos invita a reflexionar
gía del uso de objetos y la persistencia de for-
acerca de su integración en nuestra sociedad y
mas primitivas de ambivalencia. En la adolescen-
deberá ser entendido, junto a otros síntomas
cia estas características se actualizan y compleji-
como la delincuencia, la violencia o el suicidio.
zan. La adicción a objetos y sustancias será la
En este tema, la dialéctica predisposi-
heredera directa de la falla en la capacidad de
ción individual- factor desencadenante ambien-
pensar, del fracaso de la actividad de la fantasía,

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de la incapacidad para jugar, y finalmente del La relación patológica con el obje-
reemplazo de la palabra por el acto y del objeto to en la primera infancia
vivo y deseante por la cosa concreta.
Hablaré de las características inconscien- Cuando la relación con ciertos objetos
tes de la personalidad del adicto en relación con persiste en forma prolongada y exclusiva, habla-
su psique, su cuerpo y sus objetos, mostrando có- mos de una cronificación patológica o de un
mo se origina en la historia de un individuo su uso adictivo. Allí el objeto no sirve para elaborar
tendencia a la adicción y cómo se actualiza ésta la ausencia, sino exclusivamente para negarla.
en los síntomas de la adolescencia como momen- Su uso se ha pervertido de la función original,
to privilegiado para el inicio de éste sín- con el consiguiente daño de la capa-
toma. cidad de simbolizar.
El niño y luego el adul-
El contrapunto to, tendrán una tenden-
dependencia - cia a buscar objetos
independencia concretos de los
cuales dependerán
La depen- adictivamente
dencia es, en un para aplacar los
principio, un he- sentimientos
cho biológico y de vacío, so-
emocional, de- ledad y
pendencia ab- abandono.
soluta del be- El sujeto, al
bé respecto no poder
del entorno. construir
El yo inma- un buen
duro se es- objeto in-
tructura gra- terno, ne-
cias al apoyo cesitará
que le brinda siempre de
la presencia un objeto
de la madre. concreto pa-
Gradualmente ra calmar su
el niño adquiere ansiedad. La
recursos que le adicción sería
permitirán una entonces, conse-
mayor autonomía. cuencia de una fa-
Esto sucede gracias a lla en la relación de
la integración de dife- objeto, negada por la
rentes experiencias: la interposición de objetos
acumulación de recuerdos concretos.
de lo vivido, la introyección de la Aquí veremos múltiples
función materna, el desarrollo del consecuencias: las adicciones, cier-
pensamiento, la confianza en el ambiente. tas formas de consumismo, una búsqueda de
satisfacción directa sin posibilidad de sublimar,
Se organiza así una cierta autonomía la dificultad para estar a solas, la tendencia a la
psíquica con grados variables de dependencia actuación.
del otro que irá evolucionando hacia una inde-
pendencia relativa, que implica el reconoci- La ambivalencia primitiva en relación con los
miento de la existencia de los otros y la necesi- objetos de la adicción.
dad de establecer con ellos vínculos de depen- La integración de la ambivalencia favorecida
dencia recíproca. por el entorno temprano, es la que permitirá la

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PATOLOGIAS
Reactualización en la
adolescencia: la clínica.

Los individuos con una


relación conflictiva con la propia
con- dependencia pueden ser poten-
servación ciales adictos a sustancias en la
del objeto, po- adolescencia. La necesidad de
sibilitando al mis- negar la dependencia afectiva de
mo tiempo cierto gra- las personas por el temor al sufri-
do de satisfacción posible. miento, al abandono, o a la res-
Para esto será necesario que los ponsabilidad de cuidar al otro de
componentes agresivos puedan sufrir una trans- los propios impulsos ambivalen-
formación en el sentido de la sublimación. En tes, los lleva a relacionarse con
caso contrario, ésta persistirá no integrada y ad- cosas a las que pueden ilusoria-
quirirá modos de expresión sintomáticos que en mente controlar, explotar y usar a
este caso particular, se expresarán en el funcio- voluntad.
namiento alternante idealización-denigración En todos los casos obser-
del objeto. Así, estos individuos demandan todo vamos con frecuencia adicciones
de aquellos a quienes quieren, y no toleran nin- paralelas o alternativas, que apa-
guna frustración, ya que en ese caso aparecen recen o se agravan ante los fraca-
la rabia y la destrucción. sos afectivos: cigarrillo, alcohol,
En las personalidades adictivas persiste psicofármacos, drogas; pero tam-
una necesidad y dependencia extrema de los bién las compras compulsivas, la
otros, al mismo tiempo que una intensa rabia acumulación de objetos, la TV, el
por tener que depender. Es en este punto don- teléfono, y aún la actividad física
de se genera la dependencia o adicción, con excesiva; todas cosas que tienen
sus particulares características de urgencia, inca- un funcionamiento de reempla-
pacidad de espera, intolerancia a la frustración. zo, ocupando el lugar del objeto
Cuando el estado de necesidad es extre- faltante.
mo, la otra persona aparece como idealizada y Del mismo modo, escapar
valiosa, surgiendo sentimientos de desespera- del colegio, faltar al trabajo, salir
ción por estar junto a ella. de “juerga”, realizar actividades de-
Apenas esta necesidad es saciada, el su- lictivas o destruir objetos, implican
jeto, avergonzado de su dependencia, siente un doble movimiento de fuga
rencor hacia quien tanto necesita. Se desprecia transgresora y de esperanza difusa
a sí mismo y para calmar su sensación de fragili- de encontrar algo satisfactorio.
dad, desprecia altaneramente a aquél al que “ya Comprar, comer, consumir,
no necesita” en un alarde de autosuficiencia usar, funcionan como actos-sínto-
vengativa, a la manera de un triunfo maníaco. ma que condensan múltiples

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sentidos: la descarga de la pulsión, la autorre-
paración amorosa por la deprivación afectiva, la
apropiación vengativa a la manera de un robo,
los componentes autodestructivos en busca de
castigo; comer lo que hace daño, alcoholizarse
o drogarse, los acting sexuales compulsivos y
promiscuos. La ferocidad y la depredación son
los rasgos centrales del vínculo con el objeto.
Paralelamente, el adicto no establecerá
una relación verdadera con el otro, que implicaría
el compromiso de reconocerlo y cuidarlo. Sólo
utiliza objetos que supuestamente controla y pue-
de tomar y abandonar a voluntad. Finalmente
tratará a las personas como cosas, que sólo tie-
nen valor en la medida que él las necesita.
Existe una incapacidad de establecer
vínculos verdaderos con los otros que implica-
rían la estabilidad, la aceptación de los límites,
las diferencias y el reconocimiento sin rabia de
la dependencia recíproca que toda relación hu-
mana implica.

Adicciones
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