Está en la página 1de 3

Cuarenta días le han bastado para darse cuenta de que el sector con mayores urgencias

en su nuevo despacho es el de las MYPE; por eso, esta semana lanzará con bombos y
platillos una campaña que pretende llegar a todo el país para difundir los beneficios de
la ley MYPE y acabar con la informalidad que entre las micro y pequeñas empresas
reina ¿Lo logrará? Consciente de lo difícil de la tarea se ha trazado una meta bastante
austera.

¿Cómo ve la situación de las micro y pequeñas empresas del país?


Hay un ámbito muy interesante de emprendimiento, no solo porque la gente busca un
autoempleo, sino porque el peruano es muy creativo y tiende a buscar salidas a
situaciones particulares que han terminado generando empleo a una comunidad,
logrando resultados interesantes. Ese es el caso, por ejemplo, de los Añaños, que se han
convertido en una gran empresa. El peruano tiene las ideas, el problema es la
informalidad, que les impide tener acceso a capacitación. El Gobierno la ofrece pero a
veces no hay a quién dársela, pues los emprendedores no cuentan con la documentación
necesaria.

La informalidad es muy alta y las empresas parecen no estar interesadas en


formalizarse por los altos costos que el trámite acarrea.
La nueva Ley MYPE facilita la formalización y esta a su vez el acceso a capacitación, a
las compras públicas, a protección en salud y hasta a una pensión de jubilación. Esto no
se conoce, por eso empezaremos con fuerza una campaña de difusión con talleres,
hemos pensado, incluso, en llevar buses, a donde están las microempresas, en las zonas
periféricas, no solo de Lima sino también de provincias. Esperamos, en esta etapa
inicial, que se formalicen 6,000.

Esto implica un costo. ¿Ha solicitado un presupuesto adicional?


Estamos preparando el requerimiento presupuestal para el próximo año y vamos a pedir
un aumento, aunque será cauteloso, pues, hay que tener en cuenta la crisis. Para poder
llegar a todo el país, hemos firmando convenios con diez gobiernos regionales para que
las agencias que tienen para promover la inversión privada, en coordinación con
Proinversión, también se dediquen a promover el desarrollo de las micro y pequeñas
empresas en sus regiones. Esto se reforzará con las Cámaras de Comercio de provincias,
con las que también nos hemos reunido esta semana para coordinar esta labor, pues
también ofrecen servicios para este sector. La idea es formar una cadena de valor en la
que participen tanto el sector público como el privado.

En el Estado hay una serie de instancias dedicadas a las MYPE que trabajan en
forma aislada, ¿no cree que deben fusionarse?
Hemos empezado a articular las iniciativas para no duplicar esfuerzos y se focalice así
el impacto. La diversidad de esfuerzos no solo se da en el Gobierno sino también se ve
en los entes cooperantes, que también realizan tareas dispersas. En esa línea, vamos a
formar una alianza con Promperú para iniciar un programa fuerte de capacitación para
que las MYPE aprovechen las oportunidades de los TLC. Si no exportan directamente,
pueden formar parte de la cadena proveyendo a quienes sí exportan.

Pero, ¿no cree que falta una entidad en el Estado que integre estos esfuerzos?
Lo que quisiera es que Mi Empresa se vuelva una unidad ejecutora que facilite el
trabajo de promoción y desarrollo de las MYPE y que esté a cargo de toda la
formalización; pero es algo que trabajaremos más adelante.
El programa de las compras a las MYPE acaba pronto ¿Se ampliará?
Con el Ministerio de Economía y Finanzas, estamos coordinando la ampliación y
mejoramiento de este programa, que finalizaba el 15 de setiembre, y que ampliaremos
inicialmente con una partida de S/.100 millones, en el marco del plan anticrisis. Ya
hemos solicitado el requerimiento de varios sectores. Tenemos casi listo el de Salud,
también se está preparando el de Defensa, que requieren uniformes, enlatados, sábanas,
entre otros productos que las microempresas pueden producir. Si esto funciona y se
replica con otros ministerios y otras instancias estatales, se puede ver la posibilidad de
que se convierta en un programa permanente.

¿Cómo va la implementación del sistema de pensiones para las MYPE?


Estamos trabajándolo con el Ministerio de Economía y Finanzas y la Superintendencia
de Banca, Seguros y AFP. Se han trabajado algunos esquemas, está por definirse si
estarán a cargo de la Oficina de Normalización Previsional (ONP) o de las
Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Serán básicamente modelos
facultativos para que más empresas se puedan acoger y no los vean como un sobrecosto.

Las trabas municipales son el mayor escollo para el desarrollo de los negocios, en
el Ejecutivo se habló de un TUPA ¿Cuándo estará listo?
Con la ONG Pro Descentralización (Prodes) hemos trabajado el diseño de un grupo de
Textos Únicos de Procedimientos Administrativos (TUPA) modelos, que nos permitirán
disminuir los costos y plazos para las MYPE, en trámites que van desde el permiso para
poner un cartel hasta abrir un negocio. Serían lanzados a nivel nacional a fines de la
próxima semana o principios del próximo mes para que cada municipio los adapte de
acuerdo con su realidad.

Ministra, cambiando de tema, para algunos analistas el pedido de salvaguardias


por parte de la industria textil estaría escondiendo su falta de competitividad.
¿Qué opina?
Pueden haber casos, pero hay que hacer un análisis completo del sector, pues –según el
propio informe presentado por Indecopi– algunas perdieron utilidades, pero otras no y
han exportado con éxito a pesar de la crisis. Lo que se ha podido dar es que algunas
hicieron inversiones esperando en una demanda que no se dio, que cayó fuertemente,
sobre todo en el mercado norteamericano, donde no solo se afectó la crisis sino la mayor
competencia de otros mercados, a los que se les aumentó sus cuotas textiles.

Entonces el pedido de salvaguardias no se justificaba.


Se argumentó competencia desleal que no se pudo comprobar. Inicialmente hubo
indicios de dumping que pudieron ameritar la aplicación de las salvaguardias, pero el
informe de Indecopi no definía claramente la relación entre la afectación a los
hilanderos peruanos y la importación de hilados de la India, no era completo, carecía de
profundidad y no nos daba elementos suficientes de análisis. Los ministros que
trabajamos esto por 30 días vimos que las hipótesis que sustentaron para recomendar la
medida no eran sólidas.

La SNI ha anunciado que insistirá


Lo único que podrían hacer es pedir un análisis nuevo a Indecopi; pero por los
mecanismos legales no veo que puedan pedir a la Comisión (de Dumping y Subsidios
de Indecopi) que vuelva a revisar su caso. Esa instancia ya es final.
El sector textil es un gran generador de empleo y ha sido uno de los más golpeados
de la crisis ¿Qué hará su ministerio para impulsar su recuperación?
Tenemos información reciente de que se ha reactivado la demanda por importaciones de
hilados de parte de empresas que no pueden satisfacer el mercado local y que tienen
pedidos de pequeños exportadores. Sin embargo, hay que seguir apoyándolos, ya se ha
creado el Fondo de Garantía Empresarial (Fogem) y se amplió el Cepymex; pero
también hay que entender que en medio de una crisis el soporte que pueda dar el Estado
es limitado.

También podría gustarte