El descubrimiento de la organización celular de todos los seres vivos se
relaciona estrechamente con el progreso de los instrumentos de óptica. El microscopio compuesto, constituido por dos lentes, comenzó a emplearse a fines del siglo XVI y permitía una amplificación de 150 a 200 veces. Gracias a él, HOOKE describió por primera vez (1665) la organización alveolaria de finos cortes de corcho y propuso la palabra “célula” para designar a las minúsculas cavidades geométricas que descubrió. Estas estructuras fueron observadas posteriormente en muchos otros tejidos vegetales; de 1670 a 1680 MALPIGHI y GREW descubrieron numerosos “tubos y vesículas”. Dichos descubrimientos constituyeron el inicio de la anatomía vegetal.
A partir de 1674, LEEUWENHOEK, mediante una lupa simple de
notable calidad óptica y muy superior a los microscopios compuestos de sus contemporáneos (con un aumento aproximado de 300 veces), describió multitud de microorganismos vivos (incluyendo protistas y bacterias). A comienzos del siglo XIX empezó a proponerse el concepto de que los organismos vegetales contenían tejidos organizados; en 1820, DUTROCHET reintrodujo el término célula, el cual no había sido empleado por más de 150 años.
LA TEORÍA CELULAR
En 1827 se produjo un progreso tecnológico de importancia cuando
AMICI efectuó correcciones en la construcción de los microscopios compuestos y suprimió las aberraciones cromáticas que limitaban de manera considerable sus posibilidades. Gracias a esto se produjo una serie de observaciones y, en 1833, BROWN describió el núcleo de células vivas (núcleos de células de orquídea), lo cual interpretó como una estructura celular constante. Estas observaciones condujeron a que en 1838 y 1839 se formulara la teoría celular de SCHLEIDEN y SCHWANN (que eran un anatomista animal y otro vegetal, respectivamente), según la cual todo ser vivo complejo está constituido por células, que son la unidad fundamental, estructural y funcional de la vida. Sin embargo, estos autores imaginaban que las células aparecían por generación espontánea a consecuencia de la coagulación de vesículas formadas a partir de un “líquido primordial”, como “burbujas en el baño”.
DUJARDIN propuso el concepto de protoplasma, sustancia viva
fundamental para los protistas (1835), concepto que se generalizó de 1840 1845. En 1855, mediante observaciones en seres vivos, VIRCHOW demostró que toda célula surge de otra célula preexistente; a partir de esa fecha la célula comenzó a ser considerada en su aspecto actual. POSTULADOS DE LA TEORÍA CELULAR
En 1839, Theodor Schwann, un zoólogo alemán y colega de Schleiden,
publicó un informe detallado sobre las bases celulares del mundo animal. Schwann concluyó que las células de plantas y animales son estructuras similares y propuso estos dos principios de la teoría celular:
Todos los organismos están compuestos de una o más células.
La célula es la unidad estructural de la vida.
Las ideas de Schleiden y Schwann sobre el origen de las células son
menos profundas; ambos están de acuerdo en que éstas podrían originarse de materiales acelulares. Dada la importancia que tuvieron estos dos investigadores en el mundo científico, fue necesario que pasaran muchos años para que las observaciones de otros biólogos, respecto de que las células no se forman por generación espontánea, se aceptaran. Para 1855, el patólogo alemán Rudolf Virchow había formulado un argumento convincente para el tercer postulado de la teoría celular:
Las células solo pueden originarse por división de una célula