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Artículo original:
Three common errors of false teachers
Las personas caen en error y pecado graves cuando exaltan su propia autoridad
sobre la autoridad de Dios o cuando suprimen la verdad de la Palabra de Dios
para promover sus propias agendas autocomplacientes. La religión Católica
Romana ha hecho esto al establecer que sus tradiciones y enseñanzas son
iguales en autoridad con la Escritura (Catecismo de la Iglesia Católica [CIC], par.
82). De este modo, ha usurpado la autoridad suprema de nuestro soberano Dios,
el único que tiene el derecho para regir y determinar los destinos eternos de los
hombres. Este error fatal ha abierto las compuertas a otras numerosas herejías
mortales, incluyendo: la predicación de otro evangelio, la adoración a un falso
Jesús, la compra y venta de la gracia de Dios por medio de indulgencias, la
creación de un lugar ficticio llamado purgatorio, el establecimiento de otros
mediadores y las oraciones a y por los muertos. Estos errores son fatales porque
cualquiera que los esté abrazando, cuando respire su último aliento,
experimentará la muerte eterna.
A los católicos que están siendo engañados por estos errores fatales debe
decírseles que el mundo ha conocido sólo un maestro infalible. El es el Señor
Jesucristo, quien era la personificación de la verdad y cada palabra que El habló
era verdad (Jn. 14:6; 17:17). Aquéllos que están buscando la verdad necesitan
mirar sólo a Cristo y Su Palabra. La religión Católica se ha corrompido en la
misma forma que el Judaísmo se corrompió – siguiendo las tradiciones de los
hombres en lugar de la Palabra de Dios (Mr. 7:13). Los fariseos enseñaron mucha
verdad, pero al mezclarla con el error, “invalidaron la palabra de Dios”. Nunca
debemos olvidar que la Biblia es lo que Dios dice y la religión es lo que el hombre
dice que Dios dice.
Sí, Pablo incluso nos advirtió que algunos vendrían predicando a otro Jesús. Ellos
ofrecerán un Jesús falso “al quien nosotros (los apóstoles) no hemos predicado” (2
Cor. 11:4). Muchos de estos falsos maestros son Católicos Romanos que predican
un “Jesús” que no salva a los pecadores completamente y para siempre. Ellos
dicen que los Católicos deben hacer su parte expiando y haciendo satisfacción por
sus propios pecados por medio de las penitencias (CIC, 1459). De esta forma,
alcanzan su propia salvación por medio de buenas obras (CIC, 1477). El Jesús
católico ofrece vida condicional, no vida eterna (CIC, 1035). Se dice que este falso
Cristo regresa físicamente a los altares católicos más de 200,000 veces cada día
para ser una ofrenda por el pecado por los vivos y los muertos (CIC, 1367).
Nunca debemos dejar que el error doctrinal siga sin cesar, porque deshonra a
Dios y engaña a los desprevenidos. El error doctrinal profana la conciencia,
corrompe el corazón y destruye el alma. De acuerdo con las Escrituras, lo que
fluye de los labios de falsos maestros incluye: “doctrinas extrañas”,
“mandamientos de hombres”, “doctrinas de demonios”, “herejías condenables”,
“tradiciones de hombres”, “mentiras”, “falsedad”, “mentiras vanas” y “filosofías
engañosas”. Los labios mentirosos son una abominación al Señor en todo tiempo
y en todos los casos (Prov. 12:22). Conociendo el fruto de los falsos maestros,
debemos contender encarecidamente contra ellos. Pedro y Pablo dijeron que los
falsos maestros provocan que los creyentes caigan de su firmeza y pura devoción
a Cristo (2 P. 3:17; 2 Cor. 11:3). Ellos no están de acuerdo con las palabras de
Jesús y traen fricción constante dentro de la Iglesia (1 Tim. 6:4-5). Ellos dan lugar
a la especulación y discusiones infructuosas que obstaculizan los propósitos de
Dios (1 Tim. 1:4-6).
Artículo original:
Three common errors of false teachers