Además de ser valiosa fuente de carbohidratos, vitaminas, minerales
y proteínas, la avena ha demostrado gran utilidad para quienes sufren problemas digestivos, sobrepeso, diabetes o altos niveles de colesterol. Por si fuera poco, cuando se consume con leche se convierte en un desayuno ideal y bien equilibrado desde el punto de vista nutricional.
Su alto contenido en fibra proporciona un suave efecto laxante.
Estimula la función digestiva y tiene propiedades antioxidantes. Es excelente para los huesos y para el tejido conjuntivo.
Ideal para tener energía: consumir avena proporciona mucha energía,
ya que contiene 37 por ciento de carbohidratos, sustancias de fácil asimilación y absorción lenta. Esto convierte a este cereal en un alimento sano y favorable para los diabéticos, ya que no causa descompensaciones bruscas en la segregación de insulina.
Recomendado para todos: la avena es un alimento ideal para los
estresados y los deportistas y también para las personas con sobrepeso, ya que sus componentes estimulan las glándulas tiroides que, a su vez, están implicadas en la metabolización de las grasas. Además su fibra es abundante y controla la sensación de hambre.
*Desventajas*
Con todo lo buena que pueda ser la avena tiene el inconveniente de
ocasionar trastornos digestivos en personas con intolerancia al gluten. El exceso de fibra puede causar diarreas y gases. Otra desventaja es su riqueza en ácido fítico, sustancia naturalmente presente en los cereales y que hace insolubles, y con ello inaprovechables, a minerales como el calcio. El hierro y el magnesio, lo suficiente como para no depender del atole de avena como fuente de tales minerales La avena, así como todos los cereales, si no es bien cocinada es impropia pare la alimentación, pues produce acidez de estómago, gases intestinales y excitación nerviosa.