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La luz ciertamente no era la mejor la de ese cuarto, era sumamente deficiente, pero la

consideraba correcta para la situación en la que ella se sentía, debido a ello siempre todas las
tardes iba a ese cuarto para saber si de esa forma podría así decirle lo que le angustiaba a la
soledad que le acompañaba en ese momento.

Su problema nadie lo conocía, es decir, no se lo comentaba a nadie, pero la mayor parte de la


gente sospechaba que era, incluso su sicólogo no podía dar un diagnostico certero de lo que le
ocurría a Valeria.

Valeria era una joven ciertamente muy hermosa, creativa y amigable, tenía una sonrisa
sumamente grata, su cabello era castaño y lacio sumamente cuidado mas parecía que ella era la
modelo de alguna compañía de shampoo; mientras que su rostro era sumamente delicado como
el rostro de una de esas muñecas antiguas de porcelana, con un leve tono rosa en sus mejillas, sus
ojos eran color miel de forma almendrada y una mirada impactante que dejaba perplejos a
muchos debido a lo espectaculares que se veían, bueno al menos antes de lo ocurrido aquel día.

Luego de aquel incidente empezó a despreocuparse de su físico y su belleza de una gran forma su
cabello ya no lo peinaba, su rostro se le miraba el agotamiento debido a una grandes ojeras que se
le habían hecho en sus ojos debido a las constantes noches de desvelos por diferentes pesadillas
que la acosaban cada noche, incluso su cuerpo lo había descuidado, ya no tenia un aspecto
saludable ya que debido a la gran cantidad de antidepresivos y modificadores de humor le habían
dejado sin apetito.

El incidente en el que Valeria se había involucrado ocurrió hace unos años había tenido una seria
discusión con un tipo en una de las calles principales de aquella ciudad, toda la gente empezó a
comentar de lo que había sucedido; muchos pensaron que quizás era un novio que ella tuvo en
algún momento de su vida que había regresado y ella ya había hecho su vida nuevamente y no
quería saber nada de él, o quizás se trataba de un amante enfermizo que la acosaba y que no
quería que su esposo se enterase ; ciertamente esos rumores eran falsos, ya que no había
mantenido una relación formal desde hace mucho tiempo y mucho menos los conocerían los de
aquella ciudad, ya que ella llevaba viviendo ahí unos meses.

La controversia ya había sido creada en toda la ciudad y sin embargo a ella no le interesaba,
ciertamente tenía que mantenerse un poco más concentrada en algo más que la hacía mantenerse
siempre despistada de lo que a su alrededor ocurría.
28 de junio 2003.

Los rumores cada vez eran mas grandes, Valeria sin embargo se mantenía mas distante de la gente
ya que consideraba que no podía confiar en las demás personas debido a que la habían engañado
en ocasiones anteriores para poder conseguir información de ella.

“la ingenuidad y la demencia no es un problema sino más bien es una forma distinta de
poder expresar lo que mantiene agobiada la mente”.

Muchas veces, había pasado aislada en aquella esquina de su hogar, nadie intentaba el acercarse a
esa habitación, ya que en ocasiones anteriores a una mucama la tomo del cabello y la tiro al suelo
con una fuerza brutal, todos pensaron que Valeria había perdido todos los estribos.

Pero aquel dia ocurrió algo nunca antes visto, ella misma encendió la luz de la habitación, vio a su
alrededor y vio que no había absolutamente nada en aquella habitación, ya que ella había pedido
que le quitaran todos los muebles de aquella habitación solo se encontraba su silla en la que
pasaba hasta que era tiempo de dormir y un pequeño espejo un tanto deteriorado.

solo tenía un recuerdo vago de lo que había ocurrido ahí, salió estrepitosamente de la recamara,
llamó a alguien y le dijo: -“necesito que me ayude lo más pronto posible a arreglar el equipaje, ya
es mi tiempo”.

La mucama le contesto: - “¿adonde se dirige la señorita esta vez?” ella le contesto –“ahorita solo
quiero salir inmediatamente de acá creo que ya es hora de poder empezar algo”. La mucama le
dijo: -“ ¿está segura?” “si” respondió de inmediato “creo que ha llegado el momento para que
todo suceda”.

En ese momento Valeria sin embargo no se sentía por completo segura de lo que haría ni siquiera
si era algo adecuado, debido a que llevaba mucho tiempo sin de su casa, mejor dicho de la
habitación.
Todo esto venia como un gran problema a su mente, debido a que aun no sabía si hacia lo
correcto, o solamente estaba siendo guiada por un impulso de aventura, sin embargo sabia que
quería poder apagar ese deseo de alguna forma.

Era de noche la mucama bajo las escaleras y le dijo a Valeria que se encontraba sentada en una
silla de la sala principal –“su equipaje ya está listo, ¿se irá por la mañana la señorita? Ella
solamente hizo un gesto para negar su pregunta y le indico que las ubicaran en su automóvil.

Mientras ubicaban las maletas en la parte de atrás de su vehículo ella se mantenía con su mirada
vacía, divagando preguntándose si de verdad esto era lo que quería, sabia que había ocurrido hace
mucho tiempo, no era la misma persona que antes, le había tomado años el poder entender
aquella situación, pero se dijo a si misma –“ no creo que pueda seguir manteniendo esto de la
misma forma en que lo he estado haciendo, ya estoy cansada de vivir lamentándome por lo que
ocurrió hace mucho”. Tomo el volante con mayor fuerza en sus ojos se miraba sin duda una furia y
determinación que harían temblar a muchos.

De cierto era algo lo que la mantenía de gan forma perturbada pero sabia que el viaje de alguna
manera le ayudaría para poder divagar la mente poder exteriorizar lo que ella sentía.

29 de junio de 2003.

“El extender la mano a alguien para brindar ayuda, no es solo por culpas blancas o escarlatas; sin
embargo siempre hay algo en su trasfondo que se quiere intentar alejar de la realidad”.

Valeria se sentía muy cansada después de haber manejado por horas dentro de aquel auto,
aunque era sumamente comodo su interior pero su vista estaba volviéndose cada vez mas
cansada, ademas ya que no estaba acostumbrada a salir mucho, las luces del exterior y de los
otros carros le estaban molestando, hizo una parada en un auto – hotel de la zona ya se
encontraba muy a las afueras del pueblo en el que había vivido por mucho tiempo, lo cual a ella la
hacia sentirse sumamente feliz, ya que se sentía sumamente libre.

Entro al auto-hotel, aparco su vehiculó, se bajo de él, luego vio a su alrededor ya que sentía una
leve desconfianza, pero todo estaba de lo mas normal, poco a poco empezó a sentir seguridad de
si misma para poder estar ahí, era una noche bastante fría, pero aun a ella no le importaba la
condición del clima, el cansancio era mucho mayor como para poder preocuparse de ello, en el
area de aparcamiento la luz era sin duda no la mejor habían unas cuantas luces pero estas era
quizás de hace muchos años y se habían ido debilitando su calidad con el tiempo, el terreno era de
piedra rojiza, lo cual creaba un problema siempre dejaba rastros en las huellas de todas las
personas, después llego a una puerta dentro estaba el lobby entro, en el solo habían un par de
sillas antiguas y el escritorio de la recepción, la recepción no estaba del todo mal para su gusto, era
bastante limpia ademas parecía que había sido remodelada hace muy poco, ya que aun se sentía
un olor a pintura en el ambiente.

Se acerco al hombre que estaba en el escritorio, el era una persona con la que no se puede
entablar mucho una conversación, quizás estaba un poco agotado de su trabajo, o simplemente
no le agradaban las personas, lo cual sería un poco paradójico ya que se trata de un recepcionista
de hotel, lo que lo mantenía despierto durante horas, era un pequeño radio que tenia en su
escritorio, Valeria se acerco y le dijo –“ Buenas noches Sr., disculpe, ¿Cuánto cuesta una habitación
por una noche?”, el hombre muy sorprendido ya que la mayor parte de su clientela llegaban en
pareja o en raras ocasiones eran grupos de tres personas, él le dijo –“ cuesta 20 dolares por
noche”, hizo una pequeña pausa en su respuesta y dijo “pero, ¿ puedo hacerle una pregunta?”,
Valeria aunque no era muy conversadora tampoco, no le vio problema asi que ella dijo “ si, no hay
problema”, el le dijo –“ ¿Qué hace usted en un auto-hotel, es decir, no tiene el aspecto de la
mayor parte de las personas que se hospedan en este lugar, si se le puede decir hospedar a lo que
hacen acá”. Ella respondió –“ solamente necesito un lugar donde poder dormir, ya que estoy
haciendo un viaje por carretera” el hombre solo se quedo pensativo pero no le vio ningún
problema, le dio una llave para la habitación y la guio personalmente hasta la puerta de su cuarto,
ya que habían demasiados pasillos en aquel lugar.

Cuando llegaron a la puerta de la habitación, Valeria le mostro una sonrisa y le dijo muchas
gracias, tomo su llave, y entro a la habitación, ahí dentro había una cama, a la par de esta una
mesa de madera muy simple con un par de toallas y un jabon sobre ellas, una televisión dentro de
una marco de metal para evitarse la pena de que alguien pudiera sustraerla de la habitación, la
iluminación era un poco baja, debido a que la mayoría de las personas ese lugar lo utilizaban para
otro tipo de actos, lo cual a ella no le importa ya que se había acostumbrado a la habitación en su
casa, la cual se mantenía la mayor parte del tiempo con una luz débil también.

No lo pensó mucho, y se acostó en aquella cama, empezó a pensar en que es lo que haría a la
mañana siguiente, a pesar de sentir cansancio se sentía con una gran excitación que le recorría por
todo el cuerpo ya que era la primera vez que saldría nuevamente de su hogar que empezaría una
nueva vida y que podría empezar de nuevo como si nada hubiera ocurrido, poco a poco empezó a
caer profundamente dormida.

Mientras estaba dormida escuchaba unos leves sonidos que le recordaban su niñez cuando pasaba
en la hacienda de sus padres, cuando ella pasaba horas y horas en la grama viendo las nubes
acercarse, sintiendo el olor de las flores y el pasto, escuchando el latir de su corazón de forma
constante, toda la inocencia que creía que estaba a su alrededor, simplemente recordaba lo fácil
que era su vida de pequeña, pero a la misma vez empezó a tener recuerdos de los incapaz que fue
por detener que una tragedia ocurriera dentro de la hacienda, es cierto era tan solo una niña
pequeña, pero en su mente ella deseo poder detener a los pirómanos de los empleados que al
parecer estaban molestos con los padres de Valeria, ya que habían tenido ciertos problemas con
los cultivos y los bancos no le habían prestado mas dinero para poder pagarles a todos los que
tenían como empleados, habían entrado por la parte de atrás de la casa, empezaron a rociar
gasolina por toda la cocina, luego el comedor, la sala subieron las escaleras no hubo lugar donde
no estaba con gasolina, los padres de Valeria estaban en el estudio, pero a ellos los habían dejado
amarrados para que no pudieran escapar, mientras que los trabajadores salieron rápidamente de
la casa, con una buena parte de las posesiones materiales de la familia de Valeria cogieron un
cerillo

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