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Universidad Autónoma De Nuevo León

Facultad De Derecho y Criminología

La Legalización De las Drogas

Competencia Comunicativa

Profesora: Dayana Barrera Gonzales

Estrella Ibarra Arellano

Matricula: 1569102

Aula: 311

Turno: Piloto

San Nicolás de los Garza, Nuevo León


INDICE
INTRODUCCION
La legalización de la drogas

La legalización de las drogas reconoce el derecho de las personas a consumir


cualquier substancia y, acompañada con educación, es posiblemente la mejor
estrategia para luchar contra el consumo abusivo y la drogodependencia, causas
de la degradación humana del consumidor y de múltiples daños a su entorno. La
ilegalización de las drogas no está resolviendo los problemas que el consumo de
drogas genera en la salud pública y está fomentado otros problemas igualmente
graves como el narcotráfico y las dudosas políticas gubernamentales de guerra
contra el narcotráfico.

La lucha legal contra las drogas se ha centrado, a nivel mundial, en la prohibición,


la represión y la sanción de su uso (a excepción del tabaco y el alcohol). La
ilegalización de las drogas vulnera derechos como la autodeterminación individual
y el libre desarrollo de la personalidad, tan publicitados por los actuales sistemas
de gobierno.

Este enfoque no ha traído consigo la disminución en la producción o el consumo


dañino para la salud pública y, por el contrario, ha generado tres problemas
adicionales graves:

- El narcotráfico, actividad que resulta más productiva cuanto más elevados


pueden ponerse los precios como resultado de la ilegalización de estos productos.
Y la consiguiente guerra contra el narcotráfico de numerosos gobiernos dentro y
fuera de sus fronteras, fuente demostrada de corrupción y justificación de gastos
policiales y militares, así como de excusa para promover intervenciones armadas
en países donde el narcotráfico opera.

- La adulteración de las sustancias ilícitas, causa frecuente de muerte que no


distingue entre adictos, consumidores habituales u ocasionales.
- La gran incoherencia que supone el que ciertas drogas (marihuana, cocaína,
heroína, etc.) resulten ilegales y otras (tabaco y alcohol) sean legales, cuando
todas ellas son drogas, es decir, sustancias de efecto estimulante, deprimente,
narcótico o alucinógeno y cuyo consumo reiterado puede provocar adicción o
dependencia.

La solución no pasa por la prohibición, sino por la educación y la responsabilidad


para evitar el consumo abusivo y la drogodependencia, causa de la degradación
humana en la que caen algunos consumidores y de los daños morales y físicos
que sufren las personas de su entorno. Se trata de proveer a las personas toda la
información necesaria para que elijan su forma de vida responsablemente y de
acuerdo con su conciencia, incluidas las drogas que desean tomar, y no de reiterar
políticas represivas que tratan a la ciudadanía de forma paternalista y además se
han demostrado ineficaces.

Como ocurre con casi todo, las cosas no son buenas o malas sin más, sino que
depende del uso que se haga de ellas. Por ejemplo, ciertas drogas son muy
positivas en determinados usos terapéuticos.

El problema del narcotráfico en México: ¿cuál es la solución?


En los últimos años, los crímenes violentos relacionados con el narcotráfico,
principalmente, los ajustes de cuentas y las ejecuciones, han aumentado de forma
preocupante en nuestro país. De acuerdo con los especialistas, la explicación a
ello se encuentra en que el territorio mexicano ha dejado de ser únicamente un
lugar de producción o exportación de drogas para convertirse en uno de consumo:
por eso, los cárteles de la droga llevan a cabo diariamente en las calles de
nuestras ciudades una lucha despiadada para controlar el mercado interno.
Frente a ello, el gobierno mexicano, además de promover y realizar campañas en
los medios masivos de comunicación para prevenir y evitar el consumo de drogas
(del tipo “Di no a las drogas”), destina cada vez más recursos a la lucha en contra
del narcotráfico. Incluso, algunos sectores de la sociedad mexicana han llegado a
exigir la intervención directa del ejército en este problema, pues consideran que en
su solución se encuentra en juego la soberanía nacional. En efecto, se argumenta
que las drogas no sólo son un problema personal de quienes las consumen o
siquiera de salud pública, sino, ante todo, de seguridad, pues su tráfico ilegal
provoca un debilitamiento de las instituciones y de la gobernabilidad del país. En
concreto, los cárteles de la droga pueden llegar a adquirir tanto o más poder, no
sólo económico sino también político y hasta militar, que el estado mismo.
Justamente, pensando en mejorar la seguridad nacional, en enero de 2004 el
Ejecutivo mexicano envío al Senado de la República un proyecto por el cual se
reformaban, adicionaban y derogaban diversas disposiciones del Código Penal
Federal, el Código Federal de Procedimientos Penales y la Ley General de Salud.
El principal objetivo de dicho proyecto era concentrar los esfuerzos de todos los
niveles del gobierno mexicano en contra de los narcotraficantes en lugar de
dirigirlos hacia los consumidores.
Drogas: ¿legalización?, el pasado 23 de febrero tuvo lugar la Conferencia
Magistral del Prof. Juan José González Rus, Catedrático de la Facultad de
Derecho y CC. EE. y Empresariales en la Universidad de Córdoba, España.
El Prof. González Rus explicó que en su conferencia analizaría las cuatro líneas
político-criminales seguidas en España con relación al tráfico y consumo de
drogas, aclarando que dichas líneas son muy similarmente seguidas en todos los
países de la Unión Europea.
La primera línea, inició el Prof. González Rus, se relaciona con el tráfico de
drogas. En España, aclaró, no se encuentra castigado el llamado “auto-consumo”
ya que no es considerado ilegal, la conducta delictiva es el tráfico y todas las
actividades relacionadas con el mismo.
Dentro del tráfico, explicó el Prof. González Rus, la sanción aplicada dependerá de
si se trata de “drogas duras”, aquellas que causan un grave daño a la salud, o de
“drogas blandas”, aquellas que causan un perjuicio menor. Para el Prof. González
Rus, la distinción entre las drogas blandas y las drogas duras resulta fundamental,
pues considera que la verdadera discusión sobre la legalización y consumo de
drogas versa en las consideradas “drogas duras”, ya que para las blandas, en su
opinión, no debería haber mayor controversia, pues se ha probado que sus
efectos son similares a los del alcohol y, por lo tanto, su legalización no acarrea
tantas consecuencias.
La segunda línea se refiere a la relación del tráfico de drogas con el índice
delictivo y el crimen organizado, continuó el Prof. González Rus. Para los casos de
la delincuencia organizada, las leyes marcan agravaciones, en caso de que el
tráfico sea por un miembro de una organización criminal, e hiperagravaciones, si el
tráfico es cometido por jefes, gerentes o similares de una organización criminal,
explicó el Profesor.
La tercera línea se refiere a los aspectos económicos del tráfico de drogas, siguió
el Prof. González Rus, al momento, que en las sanciones se traducen en una
confiscación de todos los bienes del presunto autor del delito. Como sanción
económica, igualmente, se encuentra una variación en los días multa, mismos
que, explicó el Prof. González, no son ya adaptados a las posibilidades
económicas del sujeto, como sucede en otros delitos, sino que cada día multa se
determina de acuerdo con el valor en el mercado de las drogas.
El cuarto y último eje se relaciona con el trato favorable del toxicómano, explicó el
Prof. González Rus. En caso de que un toxicómano resulte condenado por algún
delito, se aplican atenuantes a su pena, tal como si se tratara de un discapacitado,
pues se considera que su capacidad se encuentra disminuida y eso afecta su
imputabilidad, enfatizó el Prof. González Rus. Puede haber casos, inclusive, en los
que se llega a exentar de la pena, pero éstos son los menos, en la mayoría
simplemente se disminuye la sanción.
Sobre la legalización, el Prof. González Rus explicó que, dado que las vías
anteriormente seguidas no han funcionado, esta podría presentar una nueva
alternativa para resolver el problema del crimen organizado. No obstante, apuntó
el Prof. González Rus, se debe especificar qué drogas y cómo serán legalizadas.
En su opinión, la legalización no terminaría con el problema del crimen
organizado, ya que éste podría redirigirse hacia otros sectores, como el tráfico de
personas, sin embargo, podría presentar una alternativa siempre que se
acompañara de programas de educación sobre el efecto de las drogas.
CONCLUSION
BIBLIOGRAFIA
APENDICE

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