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LAS DROGAS LEGALES

El té, el café, las colas contienen cafeína o teína, que son excitantes. Producen
un estímulo intelectual y físico de carácter leve pero real. El consumo excesivo
de tales productos puede producir irritabilidad o insomnio.

El tabaco y el alcohol si se abusa de ellos, se comportan como drogas.

Por descontado, los medicamentos contra la angustia (los ansiolíticos) y contra


el insomnio (los somníferos) permiten relajarse o dormir.

Pero si se usan de modo inadecuado y en dosis excesivas, se convierten en


drogas que producen embriaguez, excitación y agresividad. En caso de
sobredosis, pueden tener consecuencias graves (coma, muerte).

Los antidepresivos, las anfetaminas (pastillas que quitan el hambre) y, por


supuesto, los estupefacientes como la morfina, o la metadona también pueden
resultar peligrosos. Los disolventes ( tricloroetileno, éter, pegamentos, gasolina)
desprenden vapores tóxicos que, aspirados por el usuario, le producen
embriaguez y le hacen perder el contacto con la realidad. También provocan
vómitos y vértigo. A medio plazo pueden afectar al cerebro, al hígado y a los
riñones. Pero a corto plazo presentan riesgos de muerte por edema pulmonar
agudo o por asfixia (el joven mete la cabeza en la bolsa para reforzar los
efectos del producto)

LAS DROGAS LEGALES

- La marihuana y el hachís, fumados para obtener un estado de bienestar y una


sensación de relajamiento, pueden producir alucinaciones y trastornos de la
atención y de la memoria.

Estos dos productos se fuman para obtener una sensación de bienestar y


relajamiento. Pero en dosis elevadas pueden producir alucinaciones, crisis de
ansiedad e incluso de pánico. Llegan a perturbar determinadas nociones (la
distancia, el tiempo, etc.…), hacen que se pierda la atención y la concentración.
Al cabo del tiempo, pueden originar trastornos de la memoria y embotar el
pensamiento.

Es importante no trivializar el consumo de derivados del cáñamo, dramatizarlo


tendría unos efectos más tóxicos que el propio producto. Hacerlo equivaldría a
crear el pánico en las familias, que tienden a colocar a sus hijos la etiqueta de
drogados, cuando lo único que han hecho es un experimento que tal vez no
tenga continuidad.

En las familias el diálogo debe ser sereno, abierto y permanente.

- El éxtasis, píldoras que por su composición pertenecen al grupo de las


anfetaminas, pueden producir en principio alucinaciones y delirio, y más tarde
alteraciones del ritmo cardíaco y fuerte confusión mental. También puede
desencadenar trastornos psicológicos graves e inducir a cometer actos
delictivos.

Suele consumirse en fiestas, discotecas y after hours. Sus consumidores son


normalmente jóvenes aficionados a la música tecno, trance, dance, máquina y
demás variantes de la música electrónica (aunque se dan en otros casos
también). Parece ser que la combinación de estas pastillas con la música
electrónica provoca una fuerte sugestión hipnótica. Esta es una de las
sensaciones más buscadas en el éxtasis, así como la facilidad de comunicarse
y contactar con los demás. El efecto euforizante permite estar muchas horas
sin dormir y así resistir al consumo de varias pastillas en una misma noche.

- El LSD, tomado igualmente por vía oral, provoca intensas alucinaciones que
pueden llevar a la locura y al suicidio. Los efectos del LSD pueden
desaparecer, para volver meses después de forma espontánea.

La presentación común del LSD es un trozo de papel secante impregnado con


el polvo blanco e inodoro de la droga. Se ingiere con un poco de agua.

Actualmente se consume en dosis pequeñas, buscando sobretodo el efecto de


euforia, y no una experiencia psíquica y un ritual iniciático, como ocurría en los
años sesenta.
- La heroína es un analgésico opiáceo muy potente sintetizado en laboratorios.
En 1898 fue ensayada en la policlínica de Bayer para el tratamiento de la tos y
la disnea, y durante un tiempo se consideró un fármaco muy eficaz, que
además privaba al consumidor de cualquier sentimiento de temor -de ahí su
nombre de heroína- y carecía de efectos secundarios. Durante un cuarto de
siglo, la heroína se vendió y se consumió libremente.

Derivada de la morfina, la heroína se reveló como un depresor muy adictivo,


cuyo consumo desarrolla rápidamente dependencia. Puede consumirse
esnifada, fumada o inyectada, dependiendo sobre todo de su grado de pureza.
Suele encontrarse en el mercado negro en forma de polvo blanco o marrón,
que se vende en bolsitas a las que se da nombre de “papelinas” o “papelas”.
En los últimos años se observa una tendencia a una mayor pureza de la
heroína que se encuentra en el mercado. Esto permite que muchos
consumidores la fumen o la esnifen en lugar de inyectársela, con lo que
además evitan problemas de infección y transmisión de enfermedades.

La heroína es la droga por excelencia, la más destructiva y temida, porque


conduce a la marginalidad y al aislamiento. Ser “ yonqui” es en sí un modo de
vida, y para muchos adictos resulta tan difícil dejar la heroína como abandonar
el ritual que lleva su consumo. Los heroinómanos son capaces de renunciar a
todo, familia, trabajo y amigos, para entregarse por entero a la droga.

Marianne Faithull, que fue cantante y musa del famoso grupo de rock Rolling
Stones, explica así su experiencia: “La heroína fue un error, un tiempo perdido,
algo que no repetiría. Durante una época, mi vida se reducía a esperar al
camello, a perder peso y dientes, a frecuentar bandas de pequeños traficantes
y a desear la muerte”. “La heroína”, en palabras de otro heroinónamo, “es una
novia que te lo da todo pero también te lo quita todo. No puedo vivir sin ella,
pero vivir con ella me está matando “

La heroína no es una droga que se tome para divertirse, ya que no facilita ni la


relación ni a comunicación ni la relación con los demás. El grupo de amigos
puede servir para iniciarse en el consumo de la heroína, pero lo normal es que
el adicto después se drogue a solas, o por lo menos por su cuenta, aislado en
su mundo.

- La cocaína procede de la hoja de coca. Es un polvo blanco que se <<esnifa>>


y a veces se inyecta. Proporciona una estimulación intensa pero breve. De
hecho, daña el corazón, destruye el sistema nervioso y deteriora el interior de
la nariz. También puede producir como respuesta a ala excitación artificial,
estados depresivos graves. En caso de sobredosis, puede producir un
accidente cardíaco.

Por sus propiedades estimulantes, la cocaína se rodeó de un aura de glamour


y de modernidad, y por su consumo quedó ligado a personas de alto poder
adquisitivo: ejecutivos, empresarios, gente del espectáculo. Hoy en día su
consumo alcanza a muy diversos estratos sociales, pero para muchos jóvenes
sigue siendo una “droga de ricos”

- El crack no es más que cocaína mezclada con productos químicos. Al


fumarlo, se produce una crepitación, de donde proviene su nombre. Se
presenta en forma de pastillas amarillas que, al arder, desprenden gases
tóxicos. Sus efectos son violentos: fuerte estimulación y sobreexcitación con
riesgo de inducir a actos peligrosos para el sujeto y para los demás. A menudo,
los usuarios padecen problemas respiratorios, pérdida de memoria y períodos
depresivos, a veces con tendencias suicidas o violentas.

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