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ATENCIÓN PLENA

Henepola Gunaratana
(Extracto del libro El cultivo de la atención plena)
Comenzaréis a notar cambios ya mismo, pero los efectos realmente profundos llevarán
años.
La meditación es dura en ciertos aspectos. Requiere mucha d iscip lin a y, en ocasiones,
unproceso de práctica doloroso.
El meditador se entrena para percibir, cada vez más profundamente, su propio flujo de
experiencia vital. Aprendemos a escuchar nuestros propios pensamientos sin vernos
atrapados
por ellos.
En la meditación Vipassana nos entrenamos para ignorar los constantes impulsos de
búsqueda
de comodidad y, en vez de ello, nos zambullimos en la realidad. Lo irónico de la
situación es
que la auténtica paz sólo llega cuando dejamos de perseguirla. Cuando relajamos
nuestro
apremiante deseo de comodidad, aparece la plenitud real.
Comenzamos a observar nuestras reacciones sin vernos atrapados por ellas. La
naturalezaobsesiva del pensamiento muere lentamente, produciéndose una nueva visión
de la realidad,un cambio completo de paradigma que lleva asociado un sentimiento de
paz y plenitud.
No esperéis nada. Tan sólo sentaos y ved qué sucede. Considerad el asunto como un
experimento.
No os presionéis. No hagáis esfuerzos exagerados ni forcéis nada. La meditación no es
agresiva. No es un esfuerzo violento. Permitid que vuestro esfuerzo sea relajado y
continuo.
Dejaos ir. Aprended a fluir con todos los cambios que ocurren. Soltaos y relajaos.
Sin importar la postura, recuerda tus objetivos. Quieres alcanzar un estado de completa
quietud
física, y no quieres quedarte dormido.
A medida que crezca vuestra concentración, tendréis cada vez menos problemas con la
mente
del mono. Comenzaréis a experimentar un estado de gran calma en el que disfrutaréis
de
completa libertad respecto a esas cosas que llamamos irritantes psíquicos. La agitación
desaparecerá, el miedo se esfumará. Son estados mentales bellos, claros y gozosos.
Nuestras mentes son como copas de agua turbia. El objetivo de la meditación consiste
enaclarar esa turbiedad para que podamos ver lo que ocurre allí, y la mejor forma de
hacerloconsiste en dejar que se pose el lodo.
Dadle tiempo suficiente y se asentará. Terminaréis con agua limpia. En la meditación,
apartamos un tiempo específico para este proceso de aclarado. Cuando se ve desde
fuera,
parece inútil del todo. Aparentemente, nos sentamos de manera tan productiva como
gárgolas
de piedra. En el interior, sin embargo, pasa mucho. La sopa mental se asienta y nos
quedamos
con una claridad mental que nos prepara para los acontecimientos venideros en nuestras
vidas.
No significa que tengamos que hacer algo para forzar el asentamiento. Se trata de un
proceso
natural que se desarrolla por sí mismo. El mismo acto de sentarnos quietos y ser
conscientes lo
provoca. De hecho, cualquier esfuerzo por nuestra parte para forzar el asentamiento
será
contraproducente. Sería represión, y no funciona.
Si intentáis echar fuera de la mente algunas cosas, simplemente les dais más energía.
Podéis
lograrlo temporalmente, pero a la larga las haréis más fuertes. Se esconderán en el
inconsciente hasta que no estéis vigilando; entonces saldrán y no podréis combatirlas.
La mejor manera de aclarar el fluido mental consiste en dejar que se asiente por sí
mismo. No
añadáis energía a la situación. Simplemente observad con atención el remolino de lodo,
sin
implicaros en el proceso. Entonces, cuando se termine asentando, permanecerá
asentado.
Nos apartamos de todas las actividades que estimulan nuestra mente de manera
constante.
Nos vamos a un lugar tranquilo, nos sentamos quietos y todo comienza a salir. Luego se
va.
Todo este material sale de un modo u otro durante la meditación. Tenéis la ocasión de
mirarlo,
verlo tal como es y dejarlo ir.
La meditación requiere energía. Necesitasc o ra je para enfrentar algunos fenómenos
mentales
bastante difíciles y la determinación de meditar sobre los estados mentales
desagradables.
Tenéis que aprender a observar las experiencias desagradables con calma y claridad.
Observadlas con atención plena. Cuando lo hayáis hecho las veces suficientes, perderán
el
poder que tienen sobre vosotros. Las veis tal como son: impulsos que surgen y se van,
parte
del efímero espectáculo. Como consecuencia, vuestra vida se suaviza de manera
maravillosa.
La meditación es un trabajo duro. Es una actividad intrínsecamenteso litaria. Una
persona
lucha contra fuerzas enormemente poderosas que son parte de la propia estructura de la
mente que practica la meditación. Cuando realmente entres en ella, te encontrarás
finalmente
enfrentado con una impactante realización. Un día mirarás dentro y te darás cuenta de
la
completa inmensidad que estás enfrentando.
Para contrarrestar este sentimiento, es útil saber que no estás solo. Otros han logrado
pasar
este camino antes. Ellos han enfrentado esa misma barrera, y han jalonado su camino
hacia la
luz. Ellos han establecido las reglas para hacer el trabajo y se han unido en una
hermandad
para su mutuo estímulo y apoyo. El Buda encontró su camino a través de esta misma
pared, y
después de él vinieron muchos otros.

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