con mágicos pinceles de poeta, y describió tu garza y tu venado, la quema, el río, el tigre y la caleta.
Y tus mujeres, flores campechanas,
de dulce tono y voces sonajeras, con su donaire y garbo soberanas, como el grácil cimbrar de tus palmeras.
Pasean su hermosura por las calles
y amando a tus hombres y a tu suelo lucen las esbelteces de sus tallos.
Mientras las nubes tejen sus encajes
en el azul marino de tu cielo cambiante por eróticos celajes.
Tu laguna de Términos, planteada
por tus noches románticas de luna, con su perla del Carmen, engarzada en montura de palmeras, cuna
de nobles y perínclitos varones
y de mujeres de ancestral dulzura que conversando al pie de sus balcones hermosean las noches de frescura.
Fue tu palo de tinte, trasluernante
viajero que surcó mares y playas llorando en su perdón de navegantes los asaltos priáticos y fieros, la estirpe señorial de tus murallas y los vaivenes de tus cocoteros.
Recuerdo el botín de bucaneros
destaca su perfil y en tu suelo bendito, cocoteros, se mezclan con las cañas y el maíz.
En tu mar juguetea la mantarraya
y te da su riqueza el camarón y en tierra te ennoblece la muralla que pregona tu estirpe y tu blasón.
Hacia tu cielo miran los ramajes
de cedro y caobas enlazados y salpican el sol de tus paisajes en ágiles retozos, tus venados, el color verde gris de tus follajes y el culebrear de arroyos irisados.
CANTARES CAMPESINOS El agua la manda el cielo, la tierra la puso dios. Viene el amo y me la quita, ¡la p...ita que se partió!
A ver, respóndame, hermano:
si esta fue tierra ´e los incas ¿de donde hay dueños de fincas con títulos en la mano? Pa mí que al pobre serrano le vienen tomando el pelo. Acequia, puquio, riachuelo todo en títulos se fragua. ¿De ´onde tiene dueño l´agua? ¡el agua la manda el cielo!
Y por último, los incas
no han sido los más primeros; antes los huancas ´stuvieron y antes que ellos los mochicas. Ora hay haciendas tan ricas pa sólo un dueño o pa dos y gritan a toda voz que heredaron de su padre... ¡Que no me vengan, compadre, la tierra la puso Dios!
Donde no hay minas de gringos
hay tierras de gamonales, pagan míseros jornales y te andan a los respingos. Se trabaja los domingos Más pior que en tiempo ´e la mita. Y hasta si tengo cholita para mi pobre querer, por el gusto de ...poder viene el amo y me la quita.
Creo que, ultimadamente,
debiera ser propietario quien fecunda el suelo agrario con el sudor de su frente. Así espera nuestra gente y así mesmo espero yo. Y así ha de ser, pues si no a gringos y gamonales vamo a recontrasacarle ¡la p... ita que se partió!