17/09

2010

Positivo: Más padres optan por no vacunar a los niños

(EEUU) El número de niños que entraron a la escuela

primaria sin haberse vacunado alcanzó su máximo en
California el año pasado y el indice continuó en alza hasta
el otoño norteamericano, cuando egresaron. La
tendencia resulta preocupante para funcionarios
estatales que acordaron suculentos negocios
diagramados desde la Organizacion Mundial de la Salud
en complicidad con las corporaciones farmaceuticas.
Pero los politicos expresan ´su "infortunio economico" en
terminos de "salud pública". Lo que ocurre, sin embargo, es que los padres sienten inseguridad
ante las nuevas vacunas. ¡Y con razón! Tras la vacunación masiva en Inglaterra por la falsa
pandemia de gripe porcina se triplicaron los casos de convulsiones e infecciones cerebrales en la
comunidad.

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      De acuerdo a la Dra. Lauren Feder de Los Angeles, medica pediatra experta en holistica, autora
de libros medicinales y con una impecable carrera de ya 15 años atendiendo niños, señala que
muchos padres "hoy en día están preocupados por las vacunas".
"Alrededor de la mitad de mis pacientes no han sido vacunados", dijo Feder.

      A aquellos padres que desean vacunar a sus niños, Feder no les ofrece las dosis combinadas
que habitualmente recomiendan los pediatras. Asimismo, la doctora prefiere permitir a los padres
elegir el momento en el deseen llevar a sus bebés a vacunarse dandoles la chance de hacerlo mas
tarde que de costumbre.

"Algunos médicos insisten con las vacunas al primer mes de atención."

      "Por lo general, ellos comienzan a vacunar a los niños desde los cuatro a seis meses de edad y
suelen ponerse insistentes para que eso ocurra", "y aveces utilizan cualquier excusa como una
pequeña enfermedad", dice Feder.

      En un informe reciente, los investigadores de la sede en San Diego del "Instituto de Vigilancia"
examinaron los datos del departamento estatal de salud pública y encontraron una tendencia
creciente: más y más familias están optando por no vacunar a los niños.

      Por este motivo los funcionarios de Salud Pública asustan a la poblacion, diciendo que existe la
peor epidemia de "tos ferina" en muchas generaciones. Y que los niños que no se vacunaron
contra esa enfermedad ponen en peligro a los demás cuando se mezclan en la escuela.

      Susan Chaides - una consultora de Educacion de la Oficina del Condado de Los Angeles - dice
que la ley estatal permite a los padres a ejercer la opción de no vacunar a los niños.

      "La decisión de no vacunar a los niños aumentó porque la mayoría de los padres prefieren
investigar personalmente y estudiar el asunto antes. De hecho, muchos han realizado sus propias
investigaciones", dijo Chaides. Y citando las palabras de los padres agregó: "Leí libros. busqué en
Internet."

       Una de las madres, Lori Gregorio, señaló que, aunque trató de encontrar pruebas concretas de
que las vacunas beneficiarían a su hijo "las evidencias no estaban allí."

      Así que, leyendo además blogs sobre nutrición holística y espiritualidad, Lori decidió no
vacunar a su hijo.

      Su niño, Alexander, tiene dos años y medio de edad. Gregorio expresó que una de sus
principales preocupaciones acerca de la vacunación / inoculación de su hijo se basa en el riesgo de
autismo. Esto es entendible dado el alto indice de casos ocurridos en EEUU donde las vacunas
produjeron autismo en los niños a pocas horas de haberlos inyectado.

      Como era de esperarse, los "científicos" de EEUU descartan que la vacunación sea un
disparador del autismo mientras contrarían las estadisticas. Los Centros para el Control de
Enfermedades funcionales a la Organizacion de la Salud y sus oscuros negociados con las
farmaceuticas dicen que uno de cada 110 niños estadounidenses tienen tendencia a desarrollar
esta enfermedad (autismo). Al carecer de evidencias para fundamentar sus dichos, los
profesionales médicos adictos a los dictamenes de la OMS comienzan a buscar excusas "mirarando
más allá de las vacunas infantiles como una de las causas del autismo" y ahora piensan en
"considerar otras posibilidades para estudiar el fenomeno", culpando a las lecturas de ultrasonido
durante el embarazo o la utilizacion de drogas para inducir el parto e incluso las cesáreas.

       La verdad es que miles de niños en todo el mundo quedarón autistas tras recibir una vacuna, y
en forma instantanea.

¿Tendremos que estudiar todos bioquimica y genetica para que no nos inyecten un virus que
ataque nuestro cerebro?

Lizzy Daecher
BWN Patagonia