¿Qué sabemos sobre la didáctica de la enseñanza escrita?
Sabemos que desde los primeros años de la
infancia, el niño vive en un mundo letrado, y que este hecho lo lleva a querer él mismo escribir. ¿Qué sabemos sobre la didáctica de la enseñanza escrita?
Que desde muy temprana edad el niño se
divierte rayoneando, tratando de imitar al que escribe. De aquí la necesidad de que el niño presencie actos de escritura. ¿Qué sabemos sobre la didáctica de la enseñanza escrita?
Que el niño muestra sus producciones y
espera ser reconocido como escritor. El niño aunque haga rayones siempre le da significado a su escritura: estoy escribiendo una carta, estoy pintando un perro, etc. ¿Qué sabemos sobre la didáctica de la enseñanza escrita?
Por lo tanto el niño debe tener a mano
papel, lápices, colores, crayolas, etc. ¿Qué sabemos sobre la didáctica de la enseñanza escrita?
El niño toma conciencia que la escritura es
diferente del lenguaje hablado y él mismo hace la diferencia entre la finalidad del escrito y la del habla, así como su construcción y forma de expresión. ¿Cómo se inicia el niño en la lengua escrita?
Al igual que en el desarrollo de la lengua
oral, vamos a considerar el “proceso” de desarrollo que sigue el niño a partir de la primera infancia. Primera fase. La fase de “Jugar a escribir” El niño toma el lápiz y comienza a rayonear, a hacer bolitas, rayitas o cualquier tipo de producción. Hacia los dos o tres años, el niño espontáneamente, comienza a trazar una serie de dibujos a los que él atribuye una significación; siempre al escribir tiene la intención de enviar un mensaje. Segunda fase. Primeros intentos de Escritura Significativa
Al final del preescolar o al inicio del primer
grado el niño:
Sabe que para escribir necesita letras, no
cualquier tipo de letras sino las que “deben de ir”. Es decir inicia la relación sonoro- gráfica. Con frecuencia pasa por momentos en los que sus concepciones de escritura, responden a una hipótesis silábica y no puramente alfabética. Con frecuencia mezclan los dos tipos de concepciones.
El niño trata de leer sus propios escritos. Si
se da cuenta que hay errores, trata de corregirlos. Si el maestro se inquieta por no poner “planas” de escritura, puede pedirle al niño que elija una oración, el maestro la escribe y él la copia, tantas veces como quiera, no lo obligue a hacer muchas páginas de una oración. El niño tiene derecho a elegir lo que quiere escribir. Si los niños quieren escribir un cuento, guíelos para que elijan el tema, los personajes y el lugar. Luego el tema o el problema central y finalmente el desenlace.
Obligar a los niños a copiar lecciones del
pizarrón es la mejor manera de lograr que los niños odien la escritura. Tercera fase. Lectura inicial
A mediados del primer año o al principio del
segundo año, los alumnos ya son capaces de escribir párrafos, cartas, cuentos o pequeñas aventuras. Se fijan más en la relación sonoro-gráfica que en la ortografía y la puntuación. Se puede usar la modalidad de escritura compartida, ya sea entre varios niños o los niños dictándole al maestro.
El maestro debe insistir en el vocabulario y
el uso correcto de la gramática elemental. Se inicia el uso de la puntuación. Cuarta fase. Escritura formal
Los alumnos ya deben estar familiarizados
con el proceso de escritura y poder seleccionar formas con diferentes propósitos.
Sabe elegir el tipo de redacción que necesita
según el propósito que tiene. Si se trata de un cuento, una noticia, una carta, una descripción, una receta, un instructivo, etc. Tiene en cuenta la ortografía y la puntuación.
Escribe primero el tema, hace un primer
borrador que tienen que corregir y según el modelo del maestro escribirlo hasta que se sienta contento con el texto. Le gusta editar sus producciones y si es posible publicarlas. Quinta fase. Escritura independiente
Los alumnos de los últimos años de
primaria deben llegar a practicar la escritura independiente.
Sexta fase. Escritores Avanzados
En esta última fase de la educación primaria,
los alumnos deben ser capaces de demostrar un dominio, al menos parcial de la lengua.