Está en la página 1de 3

Hipótesis:

“El liberalismo interpreta la revolución como un proceso de causalidad y la enseña


como una fase de avance hacia el camino de las libertades sociales”

La revolución francesa como todo proceso histórico, se enmarca dentro de una fase
de herencia de un pensamiento político, racionalista e ilustrado que se viene
fundando desde los siglos XVII y XVIII, periodos en los cuales se desarrollan los
sustratos ideologicos de la Ilustracion, lo que condicionaría el ámbito político en
el proceso de la revolución.

En esta perspectiva liberal se debe citar como personajes mas influyentes en el


proceso de gestión de la ilustración en Francia a autores como Voltaire, quien si
bien no vivió durante el proceso revolucionario, fue un claro aporte a la hora de
enfatizar en el poder de la razón humana, de la ciencia y del respeto hacia la
humanidad. Otro autor importante de resaltar bajo nuestra postura liberal de la
revolución francesa, es Jean Jacques Rousseau, quien aporta con ideas políticas, y
teorías republicanas, para finalmente dar paso a Montesquieu quien articula su
teoría de la separación de poderes, que incidiría directamente en la creación de
constituciones de distintos gobiernos alrededor del mundo.

Bajo la idea de estos autores es que se para comenzar a formar una conciencia
liberal que enfrentará a la visión conservadora de la época, dando paso a una nueva
interpretación de los hechos

Es así como bajo las ideas de estos escritores (y también otros aportes de
filósofos, politólogos y científicos) que se fomentaría el pensamiento ilustrado y
se comenzarían a minar las bases del derecho divino de los reyes. De esta forma la
corriente de pensamiento se centra en la razón, la libertad y la igualdad, formando
una conciencia ideológica capaz de iniciar la revolución en Francia.

desde el siglo bajo la perspectiva liberal, está marcada por los actos simbólicos
que en ella ocurrieron

Revolucion francesa como heredera del pensamiento político del XVIII y, al mismo
tiempo, padre del desarrollo del siglo XIX

Interpretación liberal

Para los liberales, la Revolución francesa comienza con el mismo acto


revolucionario: la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente el 17 de
junio de 1789. Se trataba de liquidar de un golpe la representación particular de
los intereses de los estamentos privilegiados.
Para la burguesía liberal el Juramento del Juego de Pelota el 20 de junio de 1789 y
el asalto a la Bastilla el 14 de julio de 1789 son los hechos centrales de la
revolución, un tanto mitificados. Pero los puntos culminantes de la Revolución
francesa, y los más decididamente enaltecidos, son: la Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano, del 26 de agosto de 1789, y la primera constitución
escrita, el 3 de diciembre de 1791.

Esta interpretación mitifica el periodo de la Monarquía Constitucional y hace un


repudio absoluto de la época de la Convención, no sólo del Terror. Pero este
rechazo se debe no tanto a la violencia del momento, el Terror se considera cómo un
mal necesario, sino por el socialismo incipiente que suponen las posturas más
radicales.

Para los liberales, la Ilustración es un elemento condicionante de la revolución,


el sustrato ideológico sin el cual no hubiera sido posible. Personajes
como Montesquieu, Voltaire y Rousseau son los padres espirituales de la revolución.

Se considera a la aristocracia y al clero como una casta privilegiada que ocupan


los puestos del Estado, y que no gobiernan en beneficio de todos, sino para
mantener un sistema de privilegios caduco, lo que implicaba una mala gestión y la
corrupción en el Estado.

Jules Michelet es el gran teórico que defiende esta postura. Para él, con la
revolución, el gran pueblo de Francia ha roto sus cadenas y ha conseguido la
Libertad. Pero, los protagonistas de la revolución son los grandes hombres, que
interpretan los deseos de la nación y de la opinión pública para llevar a cabo la
revolución. Esta es una de las interpretaciones más extendidas en la actualidad.

Argumento

El cambio de época, significa un cambio de mentalidad en la forma de visualizar la


revolución francesa, bajo la cual el liberalismo se alza como una interpretación
capaz de llegar a un punto de vista centrado en la explicación de la causalidad de
los hechos

Sobre la historiografía conservadora del XIX poco diremos. Tan sólo destacar que
con autores como Burke, Taine, Gaxotte o Aubrys, se iniciaron los estudios sobre la
Revolución Francesa; y que, a consecuencia de la época y de las ideas de estos
estudiosos, fue con una visión un tanto negativa hacia esos hechos. Por el
contrario, los historiadores liberales, especialmente Michelet y Aulard,
pretendieron elevar a los revolucionarios al situarlos como herederos de la
intelectualidad ilustrada. Por tanto, la historiografía liberal trató por todos los
medios de dignificar los acontecimientos franceses. Trataron de explicarlos como
una necesidad histórica: un nuevo sistema político que se abría paso a expensas de
otro caduco. Por esa razón, sin olvidar aspectos negativos como “el Terror”,
hicieron especial hincapié en los textos más importantes -Declaración de Derechos y
sucesivas constituciones- y en los hechos más atrayentes para la mentalidad
romántica de la época (El pueblo en la calle, la Bastilla el 14 de julio).

Los autores tampoco se ponen de acuerdo a la hora de definir los acontecimientos


francese como un conjunto de revoluciones o como evolución temporal de la misma.

También podría gustarte