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> EL COMERCIO BAJO EL MONOPOLIO SEVILLANO:CAMGIO © DEPRESIONS John Lynch 1+- Monopolio estatal, mononolio privado. E1 monopolio sevillano se ha convertido en una curiosidad histérica, Adam Smith lo describié como un 'monopolio a bsurdo' que elimind muchas de las ventajas y beneficios del comercio colonial espanol. + “os reformistas borbones dijéron m&s-o menos lo mismo mientras la opinidn historiogréfica lo ha generalmente condenado por sus efectos perniciosos tanto para la metropéiis como para las colonias. ¢Acaso no fue poco realista limitar el comercio al marco rigido del monopolio legal, ejercido a traves de los puertos designados, agencias y Flotas, dejando que operara no sélo contra los intereses extranjeros, sino que también contra la gran mayorfa de los espafioles? La respuesta a esta pregunta es nd necesaria~ mente, porque al comienzo el monopolio sevillano funciond. Antes que se pronuciara 1a Ley, la naturaleza entregé a Sevilla y Andalucfa ciertas ventajas geogrdficas, econdmicas y politicas que convirtieron a la regidn en la base obvia del comercio transatl4n- tico.. Marineros, artilleros, comerciantesy oficiales, no demoraron en reconocer la excelente posicidn que gozaba Sevilla con su hinter- Land agricola, su experiencia comercial y administrativa y sus puertos satélites en el Guadalquivir. Situada en 1a latitud corzec- ta para la comunicacién y el intercambio con America, ninguna otra regién pod{a competir contra Sevilla; tampoco exist{an los recursos para desafiar a los comerciantes sevillanos. Enfrentados al hecho natural del monopolio andaluz y ante la envidia de los poderes rivales, el estado estimé conveniente reforzar esta situacién tenien- éo presente razones politicas, fiscales y, defensivas. ba obligacién impuesta de registrar todas las mercaderias y metales preciosos transportados por las Flotas y 1a restriccidn del comercio a unos pocos puertos, simplificaba considerablemente el sistema de recolec- cién de impuestos. Pero los intereses que se escudaban tras el monopolio no eran unénimes. Mientras 1a politica del estado consistia en estimu- lar el comercio para ganar el maximo por via de los impuestos, la posicién del Consulado era restringir el flujo de las mercaderias para controlar los precios en America, los que en algunos casos eran un 300 0 400 por ciento m4s altos que en Espafia. Chaunu ha mostrado una clara discrepancia entre los valores de las exportacio- nes y las gamncias, los que reflejan "la fantdstica subida de valor de las mercancilas europeas en America." 7. No obstante, en otras ocasiones los intereses del estado y los intereses de los comer~ ciantes coincidian, especialmente cuando se trataba de excluir a los rivales extranjeros. A pesar de que la presencia de los tltimos fue un hecho permanente, solamente a partir de 1620 comenzaron efec~ tivamente a erosionar el sistema de monopolio. Hasta ese momento, la supremacfa de Sevilla fue absoluta y Espafia todavia estaba en ‘condiciones de reservar para s{ 1a mayor parte de las ganancias gene xadas por el comercio transatldntico. En consecuencia, existia un monopolio estatal y un monopolio privado. En el siglo XVI, a través de la Casa de Contratacidn, el estado jugd el rol del socio principal. En el siglo XVII, los comerciantes del Consulado Jograron alterar 1a balanza en su favor y estuvieron en condiciones de imponer las reglas del juego. A pesa de que el comercio se realizaba en ferias y puntos fijos de inter- cambio, 1a organizacién sufrid un colapso después de 1600. &n tanto que el flujo comercial esquivaba Portobello, el monopolio oficial era erosionade y el estado perdfa parte de sus ingresos. £1 forta- lecimiento de los comerciantes a expensas del estado tambidn puede ser observade en el cambio de los roles stfridos por 1a Casa de.Con- tratacidn y el Consulado de Sevilla. El control del comercio ejer- cido por la Casa de Contratacién en el siglo XVI fue Lentamente desplazado hacia el Consulado. El Consulado controlé ~: no sélo el comercio con el Nuevo Mundo, sino que también ejercié muchas funcio- nes estatales en la medida que administrd las averfas, designd los funcionarios que viajaban ocupando posiciones claves en las flotas, entregé licencias a los extranjeros y, eventualmente, organizo el pago de indultos para compensar los fraudes. univer-. En sintesis, el monopolio sevillano se convirtis en ‘un complejo so configurado por edictos reales, agencias ptiblicas, intereses pri- vados y mecanismos defensivos. 51 modelo establecido puede ser deserito en términos legales, pero no funcionaba de acuerdo a la ley. Habia un monopolio real, muy distinto del formal. Es este monopo- lio real el que ha causado mayor interés en los dmbitos historiogré— ficos modernos y el que constituye el tema del presente trabajo. 2.- Las realas del_jueao. El monopolio representé un compromiso entre varios intereses cuyo juego e interaccidn abrié vacfos en el sistema formal. Un sistema monopélico usualmente estimula el surgimiento de vias alter- nativas. Una de esas alternativas fue el fraude, una amplia gama de fraudes que envolvfa comerciantes, oficiales, extranjeros y contrabandistas. Los oficiales de la Casa estaban unidos por lazos de familia, amistad, intereses colectivos o arreglos clandestinos o semi-clandestinos con los mercaderes del Consulado. Sus deberes eran regular el comercio; la recoleccién de las aduanas y del almojarifazco se hacia por separado. En consecuencia, el regis- tro de los embarques fue rigurosamente puesto en practica porque ese era un medio que permit{a mantener el monopolio sevillano. De otra parte, el registro de las mercaderias, que constituia la base sobre la cual se calculaban las tasas aduaneras, era arreglada meti: culosamente para cubrir la naturaleza y el valor real de los produc- tos; al mismo tiempo, no se permitia la inspeccién piblica. adn mas, al embarcar sus productos en 1a nave capitana, los comerciantes evadian el registro absolutamente. Asi se cred una 'sicosis de fraude'; las cargas que entraban y salfan de 1a peninsula era sistemAticamente devaluadas. > En las flotas de 1605 y 1608, de acuerdo al gobernadox de Panama, solamente se registré un cuarto del total exportado, mientras que en 1622 se perdieron 400.000 ducados de almojarifazgo debido a declaraciones falsas. A través de las redes de parentesco, el soborno de oficia~ les 0 meros engafios, Sevilla, y especialmente Cadiz, se convirtieron en activos centros de fraudes alli fue donde se inicid la evasidn de almojarifazgos y alcabalas. De la flota proveniente de Portobello en 1624 solamente un 14.8 %por ciento de los 9.3 millones de pesos transportados fueron registrados en Sevilla, y un porcentaje atin menor, 11-5 por ciento, fue efectivamente transado en la feria mientras el resto se dirigia directamente hacia el Peri. Los comerciantes no eran los Gnicos culpables. La corona tambi estaba profundamente envuelta en el fraude. Por esta causa la ausen cia de registraciones no fue vista como un engailo sino como el resul tado de un pacto con el gobierno, el cual imponia sus propias practi cas administrativas corruptas sobre los comerciantes de Sevilla, especialmente en lo que decia relacidn al secuestro de 1a plata pri vada, la expropiacidn de barcos y el 'saqueo' de las flotas para financiar los costos de las guerras. 1 sistema se entiende bien si se tienen presente tanto un Consulado que estaba dispuesto a colaborar y uma corona que lo permitia todo. Los burocrdtas en Pana n& aumentaban el valor de los productos importados, presumiendo que no habfan sido registrados previament: el nivel del aumento era el fruto de un compromiso entre intereses que se contradecfan entre si, De tal modo el fraude era sancionado y aceptado por 1a corona, a la espera del pago de los indultos una vez que retornaran las flo- tas ala peninsula. £1 tamafio del fraude y del indulto variaban de acuerdo con el juego y el poder relativo de cada jugadox. El monopolio no entregé privilegios ilimitados a Sevilla ni sus comerciantes fueron eximidos de los impuestos. En este contexto el Consulado se convirtid en un intermediario entre una corona que sufria de pobreza erdnica y aquellos que tenfan recursos. Cuando se imponian préstamos forzosos, era el Consulado el que elecia a los potenciales contribuyentes y fijaba las cantidades de dinero que de- bfan pagar. Enel caso de los indultos, era el Consulado el que imponia las cuotas. Asimismo, los comerciantes de Sewilla y Cadiz hicieron sustanciales contribuciones a la corona en la forma de servicios, donativos y préstamos: 193,014 pesos en el siglo XVI, 11,205,521 en el siglo XVII y 3,942,600 en la primera mitad del si- glo XVIII, ° E1 siglo XVII observs 1a mds grande contribucién

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