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INTRODUCCIÓN
En este capítulo describiremos los agentes presencia humana es una intromisión anó-
biológicos relacionados con las diferentes en- mala.
tidades, el contexto biogeográfico, el meca-
nismo lesivo, los correspondientes cuadros Este punto de vista tiene por objeto:
clínicos y la actitud diagnóstico-terapéutica — Situar nuestra presencia en el medio
oportuna en cada caso (1). Seguiremos una acuático, industrial o deportivo, como
ordenación híbrida, que integre los mecanis- una translocación ecológica de la que so-
mos lesivos, la taxonomía de los distintos mos responsables.
agentes dañinos y la distribución de los mis- — Sugerir una actitud de prudencia y respe-
mos. to hacia el medio marino y los seres que
lo habitan.
En la tabla 1 se exponen los diversos procedi- — Aclarar que el único criterio que permite
mientos por los que los individuos de nuestra reunir procesos tan dispares como un cor-
especie, como resultado de su relación con te contra un coral o una intoxicación por
otras, en un medio ajeno, pueden resultar bivalvos es siempre una dudosa perspecti-
dañados. La lesión es generalmente conse- va antropocéntrica.
cuencia de una interferencia accidental, en el
sentido de que la agresión tiene como fin re- Distinguimos punción de inyección, pues en
laciones ecológicas distintas, en las que la la primera, la espina o púa, en su avance,
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PORÍFEROS
Este philum, constituido por más de 5.000 exantema inflamatorio que frecuentemente
especies, acoge a la totalidad de las esponjas. se sobreinfecta. La sintomatología sistémica
Se han descrito eccemas de contacto, produ- es escasa o nula y el tratamiento sintomático.
cidos por sensibilización, en los trabajadores Las especies implicadas más frecuentemente
expuestos a la manipulación sostenida de las son Neofibularia nolitangere, Tedania ignis,
especies industriales. Dado que el esqueleto cuyos nombres específicos son elocuentes,
de estos animales está formado por espículas Microciona prolifera y otras colectivamente
minerales, silíceas o calcáreas, también es po- denominadas «esponjas de fuego». Entre los
sible la abrasión por fricción. Sin embargo, la primeros auxilios de las lesiones por esponjas
lesión más característica es la producida por y poliquetos (gusanos marinos; vease más
unas pocas especies tropicales (3) (mar adelante) se recomienda aplicar y retirar una
Caribe y Atlántico occidental) que aúnan la cinta adhesiva con la intención de extraer las
abrasión con la urticación, produciendo un espículas y cerdillas clavadas en la piel.
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Fig. 1. Cnidocito. En el esquema se reproduce la gran vacuola o nematocisto con el dardo invaginado y un cni-
docilio apical, responsable de la respuesta mecánica de la célula. La segunda imagen reproduce el cnidocito dis-
parado con el dardo evaginado, pero aún íntegro.
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nido tóxico, capacidad lesional y funcional Irukandji. Su particular clínica se inicia con
son muy diferentes. Hay especies y aun gru- dolorosos espasmos musculares y se sigue de
pos enteros muy peligrosos y otros absoluta- una descarga catecolamínica que ha sido
mente inofensivos. comparada a la de un feocromocitoma y que
ocasiona una crisis hipertensiva capaz de pro-
Conviene saber que incluso los fragmentos vocar ictus hemorrágicos, edema de pulmón
sueltos, de animales muertos, varados en la y cardiotoxicidad.
arena de la playa pueden contener muchos
cnidocitos activos. La toxina nematocística es Algunos géneros son de distribución regional
poco conocida. Es neurotóxica, cardiotóxica, como Gonionemus del Mar de Japón o
nefrotóxica, hemolítica y vasopléjica. Stomolophus del sur de China.
El extremo más agresivo lo ocupa la clase Ningún cubozoo es propio del océano
Cubozoa, formada por medusas (cubomedu- Atlántico nororiental, aunque hay citas espo-
sas), vulgarmente llamadas sea wasps o box rádicas. En el Mediterráneo se ha citado
jellyfish (avispas de mar, medusas caja) de dis- Carybdea marsupialis.
tribución esencialmente indopacífica y espe-
cialmente abundantes en las aguas australia- La clase Escifozoa acoge las medusas que ha-
nas. Debido a su transparencia, son muy difí- bitan en nuestras costas. De entre ellas, la
ciles de percibir en el agua y como se presen- bellísima y fluorescente Pelagia noctiluca (fig.
tan en «mareas», las lesiones producidas por 2) es quizá la más peligrosa. Aunque no re-
contacto pueden ser múltiples. Estas lesiones viste el riesgo de un cubozoo, produce sinto-
son muy dolorosas y rápidamente precipitan matología local y sistémica, ocasionalmente
inestabilidad hemodinámica e insuficiencia grave. El resto, de los géneros Chrisaora,
respiratoria. Tanto el dolor como la vasodila- Rhizostoma, Cyanea, Aurelia, etc., son me-
tación pueden producir un rápido shock dis- nos lesivas, pero ninguna de ellas es absolu-
tributivo que conduzca al ahogamiento. tamente inofensiva. De las menos peligrosas,
como la última citada, conviene aclarar que
Las lesiones presentan un aspecto de quema- su acción sobre mucosas, heridas o la piel de
dura, electrocución o flagelación, y se necro- un niño, es capaz de generar lesiones de las
san e infectan con facilidad. La sensación es que una piel íntegra, especialmente la prote-
urente, pruriginosa y muy dolorosa. Las der- gida por el vello, estaría sobradamente de-
matonecrosis resultantes tardan en curar y fendida. Las manos o la ropa pueden trans-
dejan cicatrices indelebles. En lo relativo a la portar inadvertidamente a la boca o los ojos
víctima, el bajo peso, la comorbilidad, las nematocistos que producirán una irritación
edades extremas y, sobre todo, la extensión de esos tejidos.
de las lesiones, determinan la gravedad del
problema. Todos los años se documentan en- El cnidario más peligroso en nuestras costas
tre 20 y 50 víctimas mortales. atlánticas es también un visitante foráneo. Se
trata de la carabela portuguesa o guerrero
La detección de estas medusas obliga a las portugués (Physalia physalis). Aunque no lo
autoridades a cerrar las playas con redes o in- es, parece una medusa flotante, cuyo «flota-
cluso a prohibir el baño. Las especies más ci- dor», como un balón azul, asoma por encima
tadas en Australia son Chironex fleckeri y de la superficie del agua. Es inconfundible.
Carybdea alata. En el Atlántico caribeño se En realidad es un animal colonial del grupo
encuentra presente el género Chrisopsalmus. de los Sifonóforos cuyos tentáculos son en
Desde Japón a Australia se localiza Carukia realidad individuos especializados. Entre ellos,
barnesi, de escasos centímetros, reconocida los llamados dactilozoides poseen cnidocitos
por Barnes en 1964 como responsable del cuya densidad y potencia es comparable a la
síndrome de aquellas aguas conocido como de los cubozoos, pues todo lo expuesto so-
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Fig. 2. Acalefo luminiscente. Presente en nuestras costas, la Pelagia noctiluca ofrece una espectacular fluores-
cencia que no presagia el riesgo inherente a su contacto. El dorso de la umbela carece de cnidocitos, que se con-
centran en las estructuras de la cara ventral.
bre las lesiones producidas por aquellos es de fuego» del género Millepora son también
también aplicable a la carabela. hidrozoos, propios de los arrecifes coralinos
tropicales y producen, con el más leve contac-
Es de origen caribeño, pero se desplaza to, aparatosas respuestas cutáneas. Los cora-
arrastrada por los temporales y arriba fre- les verdaderos, del grupo de los antozoos,
cuentemente al litoral europeo. Sus dactilo- producen abrasiones y heridas siempre com-
zoides pueden alcanzar muchos metros de plicadas, en las que predominan las infeccio-
longitud y una vez más, son difíciles de ver. El nes y la respuesta a cuerpos extraños sobre el
nadador presa de una carabela se debate daño tóxico, que es escaso. Las anémonas y
contra un agresor que acaso no ve, enredán- actinias (fig. 3) también pertenecen a esta cla-
dose en los filamentos y ocasionalmente se se. Las grandes especies tropicales pueden
ahoga como consecuencia del shock produci- producir lesiones graves, pero las de nuestro
do por la acción del tóxico y el dolor. medio, sobre piel sana, no ocasionan proble-
mas. Las lesiones se producen por llevar las
Los hidrozoos de nuestra latitud pasan a me- manos a la cara después de haberlas tocado.
nudo inadvertidos, confundidos con peque-
ñas algas, pero son capaces de producir irrita- En algunas playas, especialmente tropicales,
ción local, agravada eventualmente por la res- es posible experimentar tras el baño una der-
puesta individual. Los falsos corales o «corales matitis urticariforme típicamente nematocísti-
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Fig. 3. Anémona. Todos los cnidarios tienen cnidocitos. Llevarse los dedos a la boca después de haber tocado
una anémona es suficiente para obtener una molesta evidencia.
ca. ¿Cuál es la causa? Lo más frecuente, so- — Identificación del agente si es posible
bre todo si son estacionales, es que sean lar- — Limpieza de la lesión con agua de mar. El
vas planctónicas de cnidarios, diminutas e in- agua dulce produce activación osmótica
visibles, pero armadas de cnidocitos perfecta- de los nematocistos que permanecen so-
mente activos. Otras veces son restos de cni- bre la piel.
darios fragmentados por el oleaje o los mo- — Extracción de los restos adheridos, que
tores y suspendidos en el agua. debe hacerse con suavidad, sin frotar; ¡re-
cuérdese que permanecen activos!
La actitud con la patología producida por es- — Inactivar nematocistos con ácido débil:
tos animales comienza por el diagnóstico. Si acético 5 % (vinagre) o alcohol isopropíli-
el agente no ha sido observado y estamos co. Aplicar apósito empapado. No se debe
ante lesiones cutáneas urticariformes, los cni- recurrir a otros productos.
darios son los primeros candidatos. — Posteriormente aplicar antisépticos loca-
les.
Primeros auxilios
Tratamiento
— Salvamento del lesionado.
— Reanimación cardiopulmonar (RCP) si pro- — De las lesiones locales:
cede. • Corticoides, antihistamínicos, analgesia.
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No dudar en recurrir a la vía parenteral quitos. Algunos de ellos, en concreto los ne-
si se considera preciso. reidos, son utilizados como cebo vivo por los
• Si hay solución de continuidad cutánea, pescadores, que conocen perfectamente es-
administrar gammaglobulina y actualizar ta incómoda, aunque irrelevante experien-
vacunación antitetánica si procede. Va- cia. Otros poseen unas cerdillas o quetas (de
lorar profilaxis antibiótica. ahí su nombre) dispuestas en vistosos pena-
— De los efectos sistémicos. Tratamiento sin- chos de colores, que se clavan al menor con-
drómico inespecífico de las diversas mani- tacto como si fueran fibras de vidrio. En la
festaciones: piel se fragmentan y vierten su contenido ce-
• Fiebre, hipotensión, shock. lomático, produciendo una dermatitis irritati-
• Anafilaxia. va y pruriginosa. Se recomienda extraer las
• Edema de pulmón, taquiarritmias. quetas clavadas en la piel recurriendo, como
• Broncospasmo, insuficiencia respiratoria. hemos dicho, a una cinta adhesiva e inactivar
• Neurotoxicidad, agitación, delirio, coma. el tóxico con vinagre. El tratamiento farma-
• Hemólisis, coagulación intravascular di- cológico será tópico y sintomático. En aguas
seminada (CID), fracaso renal. de Canarias y en el Atlántico occidental
— Es esencial tener presente la potencial gra- abunda Hermodice carunculata (fig. 4), espe-
vedad de la toxicidad nematocística. Es un cie muy vistosa que merece la pena conocer
síndrome específico, anafilactoide, que a y evitar.
través de un síndrome de respuesta infla-
matoria sistémica (SRIS) puede desencade-
nar un shock distributivo que a su vez Equinodermos
conduzca a un fracaso multiorgánico.
— Iniciar expansión de volumen, adrenalina La lesión más frecuente de todas las causadas
en perfusión, corticoides y antihistamíni- por un animal en nuestras aguas es la punción
cos. Puede precisarse intubación orotra- accidental por las púas de los erizos (fig. 5).
queal, ventilación mecánica y técnicas de Esta lesión no debe subestimarse, pues las
sustitución renal. púas pueden penetrar profundamente en los
— En Japón se ha preparado y comercializa- tejidos, se infectan casi sistemáticamente, se
do un suero bovino contra el síndrome fragmentan produciendo vivas respuestas in-
Irukandji, que al parecer tiene actividad flamatorias agudas y, en la fase crónica, de
cruzada contra otras toxinas de cnidarios, tipo «cuerpo extraño». Además, pueden des-
en concreto Physalia. En Australia se dis- plazarse en el seno del tejido debido a que
pone de un suero para las agresiones por están dotadas de púas con los bordes aserra-
Chyronex y otros quirodrópidos (4) (se re- dos y son escasamente radioopacas, lo que
comienda administrar 60.000 U i.m. o dificulta su localización. Cuando penetran en
20.000 i.v.) una cavidad (lo más frecuente es una articula-
ción interfalángica) producen graves artritis
En nuestro medio, y excluyendo las excepcio- que pueden llegar a requerir artrotomía. En
nales lesiones por Physalia, los cuadros con ocasiones, pequeños fragmentos pueden ser
repercusión sistémica grave son excepcio- lisados por el tejido, dejando en su lugar un
nales. tatuaje y también pueden fistulizar y abrirse
camino al exterior o permanecer enquistados.
Debe intentarse la extracción precoz, sin frag-
Anélidos mentarlas, macerando la piel con queratolíti-
cos y con la menor agresión posible. La res-
Entre los poliquetos, gusanos marinos del puesta infecciosa/inflamatoria señalará a los
philum Annelida, hay algunos grupos que pocos días la localización de los fragmentos
disponen de mandíbulas lo suficientemente residuales. La cobertura antibiótica se verá
potentes como para infligir molestos mordis- con las demás infecciones. De entre la docena
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Fig. 4. Poliqueto. Se observan las «quetas» o cerdillas en penachos, responsables de la dermatitis irritativa que
ocasiona su contacto.
larga de especies de nuestras costas, cabe ci- Todos los erizos venenosos están distribuidos
tar Diadema antillarum, invasor americano en el Indopacífico.
dotado de púas larguísimas y notable capaci-
dad inflamatoria y migratoria, que ha coloni- Los equinodermos, además de los erizos, in-
zado las aguas del Archipiélago Canario arra- cluyen estrellas de mar, holoturias o cohom-
sando su flora algar. bros de mar, ofiuras y comátulas. Sólo se co-
noce un género de estrellas venenosas, vul-
Algunos géneros de equinoideos (erizos) tropi- garmente llamadas «corona de espinas».
cales están dotados de productos tóxicos. Achantaster planci se protege por aceradas
Unos (Asthenosoma y Aerosoma) poseen ver- púas que se clavan muy fácilmente y provo-
daderas glándulas de veneno asociadas a las can una intensa reacción local y sistémica. El
púas. Otros, denominados vulgarmente erizos- mayor problema que representan es, sin em-
flor, están tapizados de unas vistosas y peligro- bargo, de tipo ecológico, pues son activos
sas «florecitas» llamadas pedicelarios. Son predadores de corales cuyo único control lo
apéndices especializados en la defensa y cap- ejercen las grandes caracolas tropicales.
tura intercalados entre las púas. Cada pedice- Desgraciadamente estas últimas están yendo
lario consta de tres pequeñas garras ar- a parar en masa a los escaparates de las
ticuladas, instaladas sobre un vástago que con- tiendas de souvenirs. El recalentamiento glo-
vergen al cerrarse prendiendo de esta forma a bal, los aluviones de lodo provocados por la
su presa e inoculando un potente veneno. La deforestación y la predación por parte de
especie característica es Toxopneustes pileolus. esta estrella, son los responsables de la re-
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Fig. 5. Erizos. En la franja intermareal de nuestras costas es fácil sufrir lesiones por punción. En la imagen grupo
de P. lividus.
peces paralizándolos con el veneno que in- antitetánica, vigilancia, tratamiento sindrómi-
yectan a través de un arpón retráctil. Se trata co y profilaxis antibiótica son medidas ines-
de un potente neurotóxico peptídico que fa- pecíficas de gran importancia.
brican unos microoorganismos simbióticos. El
disparo del arpón y la inoculación del veneno
Escorpenidae
son rapidísimos, con lo que la presa queda
paralizada de forma casi inmediata. El pin- Es una superfamilia que contiene muchos gé-
chazo del Conus sólo se produce por mani- neros ponzoñosos: Scorpaena y Sebastes,
pulación, a veces es poco doloroso y la into- presentes en nuestras costas con varias espe-
xicación, aunque varía con la especie, se con- cies (fig. 6); Synanceja, típico del océano Índi-
sidera potencialmente letal. La paralización co, y Pterois, también indopacífico. Los tres
es causa de insuficiencia respiratoria y/o aho- primeros son bentónicos, o sea que viven so-
gamiento y ocasionalmente se documentan bre el fondo y en hábitats rocosos, donde se
muertes por esta causa. Están presentes en mimetizan asombrosamente. Nadan lo menos
todos los mares y sometidos a una intensa posible y basan su defensa en su aspecto críp-
captura, ya que son muy cotizados entre los tico y en sus órganos inoculadores de veneno.
coleccionistas. No se dispone de tratamiento Éstos consisten en glándulas muscularizadas
específico. Las conotoxinas son bloqueantes acopladas a la base de espinas huecas y eréc-
específicos de canales iónicos celulares, ac- tiles situadas en las aletas, especialmente en
túan como bloqueantes neuromusculares e la dorsal y en los óperculos, esto es, sobre las
inducen coagulopatía de consumo. Se han agallas. La inyección se produce cuando se
descrito cientos de especies de conos y doce- manipulan (incluso muertos) o se pisan acci-
nas de variantes de conotoxinas. dentalmente. Las especies de nuestras costas,
conocidas como escarapotes, escórporas o
El género Hapalochlaena incluye dos especies cabrachos producen un dolor muy intenso
de pulpos de pequeño tamaño que viven en con palidez y livideces de la extremidad afecta
el litoral australiano. Su manipulación expone y sólo ocasionalmente sintomatología sistémi-
también a la inoculación de un neurotóxico ca. El cuadro remite en unos días, pero la he-
potentísimo capaz de producir, en minutos, rida tarda en curar. La lesión se identifica por
insuficiencia o parada respiratoria, con cons- las punciones alineadas y el número de éstas
ciencia preservada, que se prolongará por es- influye en la gravedad del cuadro.
pacio de varias horas. Cuando se excitan, lu-
cen unos curiosos y característicos anillos de Los Synanceja (7), o peces piedra, producen
color azul turquesa (blue-ringed octopus). Su una lesión mucho más grave, comparable a
picadura es potencialmente mortal y tampo- la de los más peligrosos ofidios, con intensísi-
co existe tratamiento específico. mo dolor, hipotensión, arritmias, delirio, con-
vulsiones, hemólisis, disfunción renal y shock,
siendo potencialmente letal. Se ha comercia-
Cordados lizado un antisuero equino específico, proba-
blemente eficaz pero no exento de riesgo. Se
Todas las toxinas inoculadas por peces son recomienda su administración si la punción
termolábiles (6), por lo que se recomienda la está verificada.
inmersión del miembro afecto en agua ca-
liente (45 ºC) durante el tiempo necesario Los Pterois (8) (pez león, dragón o pavo real)
para proporcionar alivio que suele ser de son muy vistosos. Conviene conocerlos por-
unos 60-90 minutos. El efecto proporcionado que son frecuentes huéspedes de acuario, le-
por el frío es puramente analgésico y la apli- jos de sus lugares de origen. A diferencia de
cación de hielo está contraindicada. La lim- los anteriores, son pelágicos (nadan en la co-
pieza de la herida, extracción de restos y te- lumna de agua). Sus órganos inoculadores y
gumentos asociados, analgesia, inmunización las características del síndrome son análogos
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Fig. 6. Escorpénido. Se observa la aleta dorsal, portadora de espinas inoculadoras de veneno, característica de
este grupo de peces de ambientes rocosos.
a los producidos por el pez piedra, pero cier- bora o araña (fig. 7). Incluye tres especies de
tamente de menor intensidad. Trachinus: T. vipera, T. lineatus y T. araneus.
Viven en fondos arenosos en los que están
Una familia estrechamente emparentada con semienterrados, por lo que es muy fácil pisar-
los escorpénidos es la Uranoscopidae. Tam- los inadvertidamente. La punción produce un
bién incluye especies venenosas, representa- vivo dolor, disestesias, palidez y edema local.
das en nuestras costas por U. scaber. Son Hay casos aislados de respuesta sistémica
animales bentónicos, estáticos y miméticos grave e incluso fatal.
cuyos aparatos inoculadores y los tóxicos
asociados no son tan sofisticados ni potentes
Rayiformes (10)
como los de los escorpénidos.
El grupo de las rayas constituye un orden den-
tro del cual hay varias familias dotadas de
Traquínidos (9)
aguijón, que está situado sobre la cola y tiene
En esta familia se ubican los peces tóxicos de función defensiva. Arponean a sus agresores
nuestras playas, llamados según la región, blandiéndolo sobre sí mismos, con una postu-
ariegos, salvariegos, fanecas bravas, peces ví- ra que recuerda a la del escorpión, pero rápi-
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Fig. 7. Traquínido. Estos peces son los responsables de las dolorosas punciones que ocasionalmente sufren los
bañistas al pisarlos en los fondos arenosos y someros de las playas.
susceptibles de incluir tegumentos glandulares tralidad viaria que se produce, por ejemplo,
o retener cuerpos extraños, infectarse, etc., lo en España en un solo puente vacacional o la
que origina a menudo intensa inflamación, anafilaxia por las picaduras de himenópteros.
evoluciones tórpidas y cicatrización retardada.
Ofidios
De las punciones accidentales por manipula-
ción, los causantes más frecuentes pertene- Los hidrófidos son una familia de ofidios ma-
cen a los géneros Balistes, Callyionimus, rinos emparentados con las cobras y posee-
Enophrys, Mioxocephalus, Squalus, Deania, dores de un veneno extremadamente activo
Chimaera, Silurus y otros. Los peces «ciruja- (11) de elevada letalidad. Son de distribución
no» (Acanthurus spp) merecen ese nombre indopacífica y su presencia nunca se ha des-
por los cortes que producen con unas cuchi- crito en el Atlántico. No son en absoluto
llas de que disponen en las carenas laterales agresivos, poseen bocas pequeñas y dientes
de la cola. cortos, por lo que las inoculaciones son ex-
cepcionales y cuando se han producido lo ha
En distintas familias hay muchos peces capa- sido por manipulación descuidada durante su
ces de proporcionar importantes mordedu- captura en las artes de pesca. Se les atribuye
ras: espáridos, balístidos, murénidos, cóngri- unas 150 muertes/año (12).
dos, esfirénidos, escualos, etc. En las ocasio-
nadas por congrios o morenas media casi La picadura es prácticamente indolora y de-
siempre la provocación o la captura, pero se sencadena insuficiencia respiratoria, rabdo-
trata de una lesión seria, capaz de amputar miólisis, CID y fracaso renal. Aunque se dis-
falanges y producir esfacelos importantes. La pone de un suero específico, su eficacia es li-
mordedura ofrece gran resistencia a la libera- mitada.
ción, pues estos animales atenazan a su pre-
sa, se retuercen para fragmentarla y se an-
clan en las oquedades del sustrato para ejer- Intoxicaciones alimentarias
cer tracción. Sus bocas sépticas, con secrecio-
nes histolíticas y la importante desvitalización
Escombrotoxismo
generada, deparan heridas siempre graves. El orden Escombriformes incluye un buen nú-
mero de especies importantes en la alimenta-
Agresiones en sentido estricto pueden ocasio- ción humana: atunes, bonitos, caballas y
narlas contadas especies de tiburones, barra- otros, que consumidos bajo ciertas condicio-
cudas y pirañas. La importancia de los ata- nes de deficiente conservación producen un
ques del tiburón es muy relativa, a la luz de cuadro denominado escombrotoxismo. La clí-
los siguientes datos. Ningún año se han regis- nica, que puede revestir gravedad, es super-
trado en el mundo 100 ataques de tiburón, ponible a una descarga histamínica y consiste
aunque ciertamente es probable que haya en rubor, cefalea, hipotensión, prurito, urtica-
muchos casos no documentados. La mortali- ria, broncospasmo y diarrea. Carece de trata-
dad de esos ataques es inferior al 10 %. La miento específico, pero responde a medidas
inmensa mayoría de las agresiones se produ- de soporte hemodinámico, adrenalina, corti-
cen en zonas definidas de Australia, Sudáfrica coides y antihistamínicos. No se dispone de
y el Caribe. Los responsables de más de la mi- una explicación satisfactoria sobre el origen
tad de las mismas son unas pocas especies del histaminoide responsable, ni siquiera una
concretas: Carcharodon carcharias (42,6 %), identificación bioquímica precisa del mismo.
Galeocerdo cuvieri (10,3 %), Carcharias tau-
rus (6,7 %), repartiéndose el resto en los gé-
Tetrodontoxismo
neros Carcharhinus (25 %), Isurus, Lamna y
Sphyrna (marrajos, cazones, tintoreras y Los peces globo, erizo, cofre, tamboriles y
otros). Compárense estos datos con la sinies- otros tetraodóntidos, de forma característica,
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184 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO
evitarse mediante la ducha tras el baño, con vías urinarias, muere por anoxia, produciendo
agua controlada, o sencillamente con un se- en el hospedador hemorragia, fenómenos irri-
cado meticuloso antes de que se inicie la agre- tativos, obstructivos e infecciosos. Precisa tam-
sión. Es especialmente frecuente en el Oeste bién la extracción quirúrgica.
americano. Recuérdese que en los párrafos de-
dicados a los cnidarios hemos hablado de
otra «dermatitis del bañista» producida por Otras lesiones
larvas, pero entonces el baño se había pro-
ducido en el mar. Peces eléctricos y atrapamientos (17)
También en el medio acuático tiene lugar una Estos casos podrían ser considerados anecdó-
insólita parasitación protagonizada por un ver- ticos si no fuera porque a veces las lesiones
tebrado (16). El agente es un pequeño siluro producidas por las anguilas eléctricas o gim-
de la cuenca amazónica, Vandellia cirrhosa o notos (Electrophorus electricus) son mortales.
candirú, parásito hematófago que se alimenta Son peces amazónicos emparentados con los
produciendo hemorragias en los peines bran- siluros y los campos eléctricos que generan tie-
quiales de otros peces, mientras se sujeta con nen múltiples funciones, tanto de defensa y
unas espinas ad hoc que tiene en su región captura, como de «electrolocalización» y co-
cefálica. Para insertarse en las branquias es ca- municación interindividual. De hecho, pue-
paz de detectar en el agua la presencia de com- den ser atraídos con una batería conectada en
puestos nitrogenados y de localizar contra gra- el agua. Los órganos responsables están for-
diente su lugar de origen. Siguiendo un rastro mados por pilas, en el doble sentido del tér-
químico de orina u otros fluidos, eventualmente mino, de miocitos modificados, conectados en
puede introducirse en los orificios naturales de serie para alcanzar potenciales de disparo de
otro vertebrado. Instalado, por ejemplo, en las varios cientos de voltios. Todavía más sor-
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PATOLOGÍA PRODUCIDA POR SERES VIVOS DEL MEDIO ACUÁTICO 187
prendente es el correlato sensorial de estos tes de pesca, pero se han comunicado acci-
animales, capaces de detectar millonésimas de dentes excepcionales de este tipo en relación
voltio y de utilizar esta información en su com- con animales.
portamiento. Hay otros peces dulceacuícolas
eléctricos, en concreto un siluro de los gran- Los congrios y morenas, como ya hemos di-
des lagos africanos Malapterurus electricus. cho, muerden con fuerza suficiente, al tiempo
que se anclan en sus covachas, impidiendo o
En nuestro medio marino están presentes las dificultando la emersión. Son animales pacífi-
tremielgas, tembladeras o torpedos (Torpedo cos que para producir un accidente de este
spp) (fig. 8) un grupo de rayas de morfología tipo han de ser muy estimulados.
redondeada con representantes en todos los
mares. Sus descargas alcanzan los 50 V o Un gran pulpo también dispone de fuerza y
más en los ejemplares grandes y son capaces brazos suficientes como para poner en aprie-
de proporcionar un buen susto. tos a una persona. Un miembro aprisionado
por un bivalvo gigante, como la Tridacna, puede
Los atrapamientos pueden desencadenar el ser muy difícil de liberar. Por último, se han
ahogamiento, directamente o mediado por narrado accidentes parecidos provocados por
respuestas inadecuadas generadas por el pá- cetáceos salvajes o recluidos, cuyas motiva-
nico, por lo que deben ser tenidos en consi- ciones, ajenas a nuestro alcance, provocaron
deración. Generalmente son causados por ar- lesiones graves a bañistas o buceadores.
Fig. 8. Torpedo. El género Torpedo reúne los peces eléctricos más característicos de nuestras costas. Su aspecto
también es inconfundible.
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188 MEDICINA CRÍTICA EN MEDIOS HOSTILES Y DE AISLAMIENTO
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