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MANIFESTACIONES
CLÍNICAS
DE LA DIABETES GESTACIONAL
Luis Felipe Pallardo Sánchez
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La presencia de diabetes gestacional (DG) conduce a cia glucídica o por la obesidad materna, presente con
una serie de eventos clínicos que afectan a la madre y al tanta frecuencia en estas mujeres, y que se tratará poste-
hijo, tanto durante la propia gestación como después de riormente (1-3).
ésta (tabla 1). Nos referiremos a continuación a las mani- La valoración de las complicaciones materno-fetales
festaciones clínicas que surgen en el embarazo, dejando durante la gestación y su comparación entre las diferen-
para capítulos posteriores la repercusión posembarazo. tes series de la literatura médica resulta difícil de estable-
Últimamente, en relación con la influencia que la DG cer, debido a diferentes factores: criterios diagnósticos y
ejerce sobre la morbilidad neonatal, se viene discutiendo gravedad de la DG, precocidad y tipo de tratamiento,
el papel condicionado específicamente por la intoleran- rigurosidad del control metabólico.

Tabla 1. Manifestaciones clínicas de la diabetes gestacional

Embarazo Madre
• Polihidramnios
Hijo
• Mortalidad perinatal • Hipertension arterial
• Morbilidad perinatal • Cesárea
– Macrosomía
Posembarazo
– Hipoglucemia
– Hiperbilirrubinemia Hijo
– Hipocalcemia • Obesidad
– Policitemia • Diabetes (diabetes tipo 2/diabetes gestacional)
– Traumatismos obstétricos • Alteraciones del comportamiento
– ¿Cardiomiopatía hipertrófica? Madre
– ¿Síndrome de distrés respiratorio? • Recurrencia de diabetes gestacional
– ¿Malformaciones congénitas?
• Desarrollo de diabetes mellitus tipo 2
• Desarrollo de síndrome metabólico

38 MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA DIABETES GESTACIONAL


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FUNDAMENTOS FISIOPATOLÓGICOS DE LAS ALTERACIONES
MATERNO-FETALES EN LA GESTACIÓN DIABÉTICA
Para comprender el desarrollo de la patología condi- raciones metabólicas maternas. No obstante, en la actua-
cionada por la DG es preciso analizar los mecanismos lidad, como se verá más adelante, algunos autores han
fisiopatológicos que se encuentran en la raíz de ésta (4- descrito una mayor frecuencia de malformaciones congé-
7) (fig. 1). nitas en DG.
La resistencia insulínica y la hiposecreción de insulina Posteriormente, durante la segunda mitad de la gesta-
acompañante, propias de la DG, conllevan en último tér- ción, en la DG, en especial en la pregestacional, va fra-
mino una disminución global de la actividad insulínica guándose progresivamente la aparición de macrosomía y
que ocasiona una alteración del «medio de cultivo mater- otras posibles complicaciones (hipoxemia crónica, muer-
no», con incremento plasmático de glucosa, aminoáci- te intraútero, etc.).
dos, ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos. Estos En el momento del parto, en hijos de diabéticas gesta-
nutrientes atravesarán la placenta y estimularán el pán- cionales y fundamentalmente en pregestacionales, pode-
creas fetal, contribuyendo al desarrollo de un hiperinsuli- mos asistir a la presencia de distocia de hombro y las sub-
nismo y también al aumento de otros factores de creci- siguientes lesiones traumáticas (fractura de clavícula,
miento (teoría de Pedersen modificada por Freinkel) (5). lesiones del plexo braquial, cefalohematoma, etc.), en
Cuando las alteraciones del «medio de cultivo mater- relación con la antes citada macrosomía, así como a otros
no» tienen ya lugar en el primer trimestre de gestación, incidentes neonatales: hipoglucemia, hiperbilirrubine-
circunstancia propia de la diabetes pregestacional, tien- mia, hipocalcemia, hipomagnesemia, policitemia, distrés
den a desarrollarse abortos, malformaciones congénitas y respiratorio, etc.
retrasos del crecimiento intrauterino. En la mayoría de Finalmente, en la adolescencia puede comprobarse cómo
las DG es rara la presencia de estas complicaciones, ya los hijos de madres diabéticas tienden con mayor frecuencia
que en la primera fase del embarazo aún no existen alte- a padecer obesidad, diabetes o intolerancia glucídica.

Embarazo
er
• Abortos
1. trimestre • Retraso del crecimiento
Actividad
• Malformaciones
insulínica Insulina
Placenta

Feto

fetal o
2. trimestre • Macrosomía
• Retraso del desarrollo del SNC
Mezcla er • Hipoxemia crónica
de nutrientes 3. trimestre • Muerte intraútero
Diabetes pregestacional
Diabetes gestacional

Parto Traumatismo

• Hipoglucemia
• Hipocalcemia
• Hipomagnesemia
Neonato
• Policitemia
• Hiperbilirrubinemia
• Síndrome de distrés respiratorio

• Diabetes
Adolescencia • Obesidad
• Alteración del comportamiento

1 Fisiopatología de la diabetes gestacional.

DIABETES Y EMBARAZO
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COMPLICACIONES EN EL HIJO DE MADRE CON DG

MORTALIDAD PERINATAL de la morbilidad neonatal, que ha llegado a ser casi similar


al referido en la población general, al tiempo que paralela-
Se han descrito inicialmente cifras superiores a las regis- mente ha evitado o disminuido el número de estancias de
tradas en hijos de gestantes normales (GN), tratando de estos niños en las unidades de cuidados intensivos neona-
relacionarlas con la gravedad metabólica, macrosomía, edad tales (6, 12, 24, 25) (fig. 2).
y obesidad materna (8). Paralelamente, se han referido tasas
inferiores (9, 10) y, lo que es más frecuente, similares a las MACROSOMÍA
encontradas en las embarazadas no diabéticas (6, 11, 12).
El factor fundamental de discordancia entre las diferen- CRECIMIENTO Y DESARROLLO FETAL
tes series parece radicar en el grado de control metabóli-
En el crecimiento y desarrollo fetal intervienen factores
co alcanzado durante el embarazo, generalmente mucho
maternos (genéticos, ambientales, nutricionales y vascu-
mejor en series más modernas. En este sentido se ha com-
lares), placentarios (hormonales, transporte de nutrien-
probado, al comparar DG sometidas a un control meta-
tes) y fetales (hormonales) (26). Se analizan a continua-
bólico convencional o intensificado, que este último
ción algunos de ellos.
grupo mostraba una frecuencia inferior de mortalidad
perinatal, similar a la de la población general (6). FACTORES GENÉTICOS Y AMBIENTALES EXTERNOS

El tamaño fetal al nacer resulta de una compleja relación


entre ambiente materno y genotipos fetal y materno. Dejan-
MORBILIDAD NEONATAL do a un lado la influencia de la glucemia materna, que des-
pués se comentará, la citada relación está en ocasiones mo-
Examinando la literatura médica, la macrosomía fetal es
dulada por la paridad y se refleja en una restricción materna
la complicación más común, seguida por la presencia de
del crecimiento fetal durante el primer embarazo, condicio-
hipoglucemia y, en mucha menor frecuencia, por hiperbi-
nada por variaciones del ADN mitocondrial o por determi-
lirrubinemia, hipocalcemia y policitemia (6, 13-15). En
nadas improntas genéticas (genetic imprinting) maternas (4,
ocasiones, y en relación con un control glucémico muy
13). En resumen, la madre trataría de restringir las deman-
estricto durante la gestación, es posible encontrar un cre-
das fetales nutricionales ante situaciones de déficit nutricio-
cimiento intrauterino retardado (16).
nal, si éstas suponen una amenaza para su supervivencia.
Otras manifestaciones derivadas de la DG son la presen-
Por otra parte, según algunos autores, parece que los
cia de traumatismos obstétricos (fractura de clavícula,
factores genéticos pueden llegar a explicar el aumento de
lesión del plexo braquial, cefalohematoma, etc.), condicio-
peso hasta en un 70% de los recién nacidos (27).
nados por la concurrencia de una distocia de hombros
También es ampliamente conocido el papel que las muta-
(predominio de la circunferencia escapular por deposito
ciones del gen de la glucocinasa, según afecten a madre
adiposo frente a la circunferencia cefálica) que suele acom-
y/o hijo, ejercen en la DG sobre el crecimiento fetal (4).
pañar a la macrosomía (14, 15, 17, 18). Por último, cabe
Factores externos, como el tabaquismo y el consumo de
reseñar la descripción en la literatura médica de casos ais-
determinadas drogas (cocaína y marihuana), pueden
lados de situaciones de hipoxemia crónica fetal, por la
influir negativamente en el crecimiento fetal.
hiperglucemia y el hiperinsulinismo acompañantes (que
pueden conducir a la muerte intraútero), síndrome de dis- FACTORES NUTRICIONALES

trés respiratorio, sufrimiento fetal, así como cardiomiopa- El aporte materno de nutrientes y oxígeno es indispen-
tía hipertrofica o alteraciones transitorias de la función sable para el crecimiento fetal. En la utilización de los
diastólica del ventrículo izquierdo (6, 19-21). citados nutrientes por parte del feto colaboran de manera
La presencia de malformaciones congénitas en hijos de importante determinadas adaptaciones hormonales que
madres diabéticas parecía ser privativo de diabéticas pre- surgen durante la gestación. En GN o con intolerancia
gestacionales, pero, como se analizará más adelante se ha glucídica se ha observado, como consecuencia de la dismi-
descrito también recientemente una mayor prevalencia nución de la actividad insulínica en el tercer trimestre de
en hijos de DG (22, 23). gestación, un aumento de disponibilidad de nutrientes
La frecuencia de las complicaciones hasta aquí citadas (glucosa, aminoácidos, ácidos grasos libres y triglicéridos)
varía en las diferentes series de la literatura médica, en (5, 28), que al atravesar la placenta favorecerán el de-
relación con múltiples factores, fundamentalmente con el sarrollo de macrosomía. Así, el grado de insulinorresisten-
cuidado y seguimiento de las pacientes. El establecimiento cia en la gestación, valorada mediante modelo mínimo o
de un óptimo control metabólico y obstétrico, común en clamp euglicémico hiperinsulinémico, muestra una rela-
las últimas décadas, se ha seguido de un evidente descenso ción inversa con el peso fetal (7, 29).

40 MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA DIABETES GESTACIONAL


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FACTORES ENDOCRINOLÓGICOS FACTORES PLACENTARIOS

En el crecimiento fetal parecen participar, en mayor o Para un correcto crecimiento fetal es preciso que haya
menor grado, diversas hormonas y determinados factores una adecuada transferencia de nutrientes en la placenta.
de crecimiento de origen placentario y fetal. Se ha com- Por lo que a la DG se refiere, junto con un aumento del
probado una relación directa entre el aumento de peso peso placentario se ha descrito un incremento de la activi-
fetal y el incremento de insulina y/o péptido C en sangre dad y expresión de transportadores de nutrientes placenta-
de cordón umbilical, tanto en GN (29-31) como en ges- rios, aspectos que pueden favorecer la capacidad de «paso»
tantes diabéticas (32) y en diabéticas gestacionales (33). de los citados nutrientes al feto (48, 49). Independiente-
Asimismo, se ha podido observar que existe relación mente de la secreción de diferentes hormonas, como antes
entre los niveles de insulina y/o péptido C en el líquido se ha referido, la placenta presenta una actividad 11ß-
amniótico y macrosomía en GN o con anormal toleran- HSD2 (11ß-hidroxiesteroide deshidrogenasa), imprescin-
cia glucídica (34, 35). Para algunos autores, la proinsuli- dible para regular el paso de glucocorticoides, necesarios
na fetal (vida media mayor que la insulina) constituiría para la maduración fetal (26).
un marcador más expresivo de la hiperactividad de la FACTORES VASCULARES
célula beta con respecto al crecimiento fetal (36). En
relación también con la macrosomía, se ha hablado del Alteraciones en la vascularizacion uteroplacentaria
posible papel ejercido por un aumento de la sensibilidad pueden afectar al desarrollo fetal; así, en mujeres nefrópa-
insulínica en el feto (37) o por el paso transplacentario tas o hipertensas, este mecanismo puede explicar la pre-
de complejos insulina-anticuerpos con conservación de sencia de retrasos de crecimiento (50).
la actividad biológica hormonal a ese nivel (38).
COMPOSICIÓN CORPORAL DEL FETO MACROSÓMICO
De forma complementaria, actúan en el desarrollo fetal
otros factores de crecimiento como IGF (insulin growth Con respecto a los patrones de crecimiento en niños
factor) y FGF (fibroblast growth factor), siendo el IGF-I el con peso elevado para la edad gestacional (large gestatio-
que parece ejercer un papel predominante (39-41). Así, nal age o LGA) parecen existir dos patrones: crecimien-
Lauszus et al. (2001) (42) encontraron valores maternos to precoz (ocurre alrededor de la semana 30, es indepen-
elevados de IGF-I e IGF-II, y Hill et al. (1998)(41) de diente de la insulina y contribuye al 23% de LGA) o
FGF-2 en madres diabéticas con hijos macrosómicos. En tardío (ocurre alrededor de las semanas 33-36, es depen-
este mismo sentido, Verhaeghe et al. (1993) (30) observa- diente de insulina y contribuye al 77% de LGA) (27).
ron una relación entre IGF-II, y especialmente IGF-I, de El crecimiento fetal intrauterino se acompaña de un
sangre de cordón y crecimiento fetal. Bernstein et al. incremento exponencial de la aposición de tejido graso,
(1997) (29) comprobaron también en GN una correlación siendo el feto fumano el feto de mamífero con mayor por-
positiva entre el índice ponderal neonatal y los niveles en centaje de grasa (49, 51). La masa magra fetal constituye
sangre de cordón de IGF-I e IGFBP3 (insulin growth fac- el 86% del peso fetal y contribuye a explicar el 83% de su
tor binding protein-3), objetivándose mediante regresión varianza, al tiempo que la masa grasa constituye el 14%
logística una asociación independiente entre IGF-I y el del peso y contribuye a explicar el 46% de la varianza
citado índice ponderal. (52). El aumento de grasa fetal es pues el factor más
Se está debatiendo últimamente el papel de la leptina en determinante en la variación de peso entre niños con
el crecimiento fetal, pues se ha encontrado que los niveles peso inferior, igual o mayor que el correspondiente a su
de ésta en cordón umbilical se han correlacionado con el edad gestacional. Cabe reseñar que, ante la presencia de
peso fetal en GN (43), y con el deposito graso abdominal un mismo peso, se ha podido confirmar un mayor deposi-
fetal valorado con ultrasonidos en DG (44). Okereke et al. to de grasa en hijos de DG frente a GN, valorado
(2002) (45) observaron que los valores de leptina en el mediante la medición de grosor de pliegues subcutáneos
cordón umbilical eran más elevados en DG frente a GN, y el empleo de TOBEC (total body electrical conducti-
correlacionándose en ambos grupos con el peso y la masa vity) o conductividad eléctrica (53). Por lo antes expre-
grasa fetal, diferencia que desaparecía cuando los niveles sado, parece evidente que el fenotipo de hijo de madre
de leptina se ajustaban a la citada masa grasa. Todo esto con DG queda mejor expresado por el porcentaje de grasa
hace pensar que el aumento de leptina es secundario al fetal que por el peso total alcanzado (4).
deposito adiposo fetal (46). No obstante, algunos estudios En cuanto a las características diferenciales entre los
aislados comentan la posibilidad de que la hiperleptinemia hijos macrosómicos de mujeres diabéticas y no diabéticas,
fetal puede promover el desarrollo del tejido adiposo MacFarland et al. (1998) (54) encontraron en el primer
mediante un incremento de la angiogénesis de éste (47). grupo un aumento de la masa grasa total y de su porcen-
Queda fuera de consideración, el posible papel de la lepti- taje, del grosor de los pliegues cutáneos y de la circunfe-
na, de origen materno o placentario, en el metabolismo rencia de los hombros, hecho este último que puede favo-
materno y en el transporte placentario de nutrientes. recer distocias.

DIABETES Y EMBARAZO
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ASPECTOS CLÍNICOS DE LA MACROSOMÍA Por lo que se refiere a la relación entre niveles de pro-
Desde un punto de vista clínico, al valorar la presencia teínas glicadas (hemoglobina glicada y fructosamina) en
de macrosomía se barajan diversos criterios en las dife- el tercer trimestre de gestación y la presencia de macro-
rentes series de la literatura médica, como: peso superior somía fetal en hijos de DP y DG, existen datos contra-
a 4 kg, valores superiores al percentil 90 para la edad ges- puestos, en especial en este último grupo (24, 62-67).
tacional o LGA según diferentes tablas antropométricas, Los niveles plasmáticos de triglicéridos, valores eleva-
índice ponderal fetal, índice de simetría fetal, etc. (55). dos durante el primer (68) o tercer trimestres (28) pare-
La frecuencia de macrosomía en la DG según datos de cen actuar como factor predictivo del peso fetal.
19 series, recopiladas por Hod et al. (1995) (6) fue de Factor de especial relevancia, según se comprueba en
18,2% (7-30%) para macrosomía absoluta y de 23,9% (10- muchos estudios, es la relación directa entre el peso fetal y
47%) para LGA. En nuestra experiencia, datos del perio- el peso materno previo a la gestación (1, 3, 69, 70), durante
do 1984-2002, muestran, en un total de 1.842 DG, una fre- la gestación (71) y en el preparto (72) (fig. 3). Con respec-
cuencia de LGA del 10,1%, y en una más amplia muestra to a la ganancia de peso durante la gestación, en estudios de
de 2.360 (periodo 1984-2006), del 9,3% (figs. 2 y 3). DG parece confirmarse una relación positiva entre ésta y el
Se han barajado posibles factores clínicos predictivos de incremento de peso neonatal (3, 70, 73), siendo según dife-
macrosomía (tabla 2). Resulta evidente la relación entre rentes autores, el aumento de peso en el segundo trimestre
macrosomía y grado de control glucémico durante la ges- (74) de la gestación –en el primer trimestre (75)– el factor
tación (6, 12, 16, 24) (fig. 3). El parámetro glucémico más determinante. Sewell et al. (2006) (76) han comproba-
que mejor se relaciona con ésta, tanto en diabéticas pre- do que el peso materno preembarazo y la ganancia de peso
gestacionales (56, 57) como gestacionales (58), parece durante éste, en las mujeres con IMC (índice de masa cor-
ser la glucemia posprandial. poral) pregestación ≥ 25 frente a las mujeres con IMC
Se ha comprobado también cómo para el desarrollo de menor de 25, presenta una correlación más sólida en rela-
macrosomía es suficiente con la presencia de alteraciones ción con el porcentaje de grasa neonatal.
glucídicas mínimas, no consideradas como diagnósticas de Desde hace tiempo se discute la importancia comparati-
DG (un solo punto positivo en la sobrecarga oral diagnósti- va ejercida por la alteración materna del metabolismo
ca de DG) (59), o de gestantes con test de cribado positivo hidrocarbonado propiamente dicha (intolerancia glucídi-
y sobrecarga oral de glucosa normal (60) o con valores glu- ca) y la obesidad, que frecuentemente la acompaña, en el
cémicos elevados a las 2 horas tras sobrecarga oral de gluco- desarrollo de morbilidad neonatal. Se ha comprobado
sa, pero dentro de límites no diagnósticos (61). Langer et al. cómo obesidad y DG o pregestacional son factores de ries-
(1989) (16), en relación con el control metabólico obteni- go independientes en la aparición de LGA (77, 78), con un
do durante el embarazo, observaron en DG que al tiempo riesgo para la diabetes pregestacionsal de 4,4, para la DG
que niveles glucémicos maternos elevados implican hijos tratada con dieta de 2,6, para la DG tratada con insulina de
LGA, niveles glucémicos bajos pueden seguirse de hijos 3,8 y para la obesidad materna de 1,6 (78). La porción de
SGA (short gestational age), con unos valores glucémicos riesgo atribuible (attributable population fraction o APF) al
medios óptimos entre 87 y 105 mg/dl. IMC materno pregestación frente a la presencia de DG, en

Malformaciones Grado de DG Obesidad pregestación


graves
Traumatismos 30 30
25 25
Poliglobulia 0,0001 0,002
20 20
SDR
% 15 % 15
Hiperbilirrubinemia
10 10
Hipoglucemia
5 5
SGA 0 0
Clase Clase Clase IMC < 30 IMC > 30
LGA 0,02 A1 A2 B1

% 0 2 4 6 8 10 12 Glucemia basal SOG Periodo: 1984-2006 (n: 2.360 DG)


diagnóstica de DG
LGA global: 9,3%
Clase A1: < 105 mg/dl,
Periodo: 1984-2002 DG Clase A2: 105-129 mg/dl
Control (n: 350) DG (n: 1.842) Control Clase B1: ≥ 130 mg/dl

2 Morbilidad neonatal en diabetes gestacional (DG).


3 Frecuencia de LGA en relación con el grado de DG y
SDR: síndrome de distrés respiratorio. SGA: short ges- de obesidad. LGA: large gestational age. SOG: sobrecarga
tational age. LGA: large gestational age. oral de glucosa. IMC: índice de masa corporal.

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Tabla 2. Factores condicionantes de macrosomía lino, macrosomía materna y antecedentes de macrosomía
fetal (3, 8, 72, 79, 80). También, y sin la debida ratifica-
• Factores genéticos maternos y fetales ción, se ha descrito la posible influencia de la talla, peso
• Alteración del metabolismo hidrocarbonado materno paterno y antecedentes de macrosomía paterna (81).
• Grado de resistencia insulínica
Por último, es preciso explicar cómo la macrosomía fetal
condiciona una cifra 2 a 3 veces superior de cesáreas, y pue-
• Trigliceridemia materna
de dar lugar, en casos de parto por vía vaginal, a la aparición
• Peso materno previo a la gestación de lesiones traumáticas fetales (fractura de la clavícula,
• Ganancia de peso en la gestación lesión del plexo braquial, etc.), motivadas por la correspon-
• Sexo fetal diente presencia de distocia de hombro (17, 18, 27, 55, 79).
• Edad materna
• Talla materna MALFORMACIONES CONGÉNITAS
• Peso materno al nacer
• Etnia
En hijos de diabéticas gestacionales se ha descrito una
mayor frecuencia de malformaciones congénitas que en
• Historia de macrosomía fetal previa
la población control (22, 23), y se han encontrado cifras
• Talla, peso, macrosomía paterna? del 6% para malformaciones menores y del 3, 8% para
malformaciones mayores (22), poniéndose de manifiesto
un riesgo significativo para el desarrollo de determinadas
cuanto al desarrollo de macrosomía y LGA, fue de 23 frente a anomalías (holoprosencefalia, malformaciones vertebro-
3,8% y de 17,6 frente a 1%, respectivamente (1). Cabe costales, renales y de vías urinarias) (23).
reseñar que, en mujeres con DG y un IMC pregestación ≥ 30, No está muy clara la explicación para la génesis de malfor-
la consecución de un correcto control glucémico con trata- maciones en DG, ya que el trastorno metabólico suele de-
miento insulínico se sigue de una mejor pronóstico en sarrollarse a partir de la segunda mitad del embarazo, fuera
cuanto a morbilidad fetal, a diferencia de cuando es conse- ya del periodo malformativo. Se ha pensado en la posibili-
guido con simple tratamiento dietético, lo que hablaría de dad de que, en algunos de estos casos, pueda tratarse de
un posible papel específico de la insulinoterapia (2). genuinas diabetes tipo 2, preexistentes a la gestación y que
Se han esbozado otros posibles factores predictivos de permanecían ignoradas (13). Lo que sí parece confirmado es
macrosomía fetal, de menor entidad y cuya realidad es más que, aparte del control glucémico, la obesidad pregestación
discutible y no ha podido ser confirmada fehacientemente, constituye en las DG un factor de riesgo independiente para
como edad, talla materna, raza, paridad, sexo fetal mascu- el desarrollo de malformaciones congénitas (22, 82).

REPERCUSIÓN MATERNA DE LA DG
Existen diversos trabajos y revisiones en la literatura tus afirma que los procesos hipertensivos parecen más
médica que hacen referencia a las complicaciones mater- frecuentes en mujeres con DG (13). La asociación de
nas condicionadas por la DG (13, 15, 83-87), y llama la DG y HIE podría estar condicionada por la influencia de
atención especialmente a este respecto la serie de Cousins factores como la edad y obesidad maternas (86) o, según
(2004) (87), que analiza 173 trabajos sobre las complica- otros autores, por la presencia de insulinorresistencia
ciones obstétricas surgidas en DG y pregestacionales, agru- con independencia del grado de obesidad (83).
pados en tres periodos sucesivos (1965-1985) (1986-1993) • La hipertension arterial crónica muestra una prevalen-
(1994-2003). cia similar entre DG y gestantes no diabéticas.
De los estudios precedentes parecen derivarse las siguien- • La frecuencia de hidramnios es mayor en DG que en
tes conclusiones: GN, relacionándose con los niveles glucémicos.
• No existen diferencias de infecciones urinarias o pielo-
• No parece concluyente la existencia de una mayor fre- nefritis entre DG y GN.
cuencia de preeclampsia y de hipertensión inducida por • No hay una mayor presencia de partos prematuros en DG.
el embarazo (HIE), pues existen resultados contradicto- • El riesgo de cesárea primaria es de 1,5 a 3,5 veces supe-
rios entre las diferentes casuísticas (87), si bien el 5th rior en DG, al tiempo que el de cesárea global es de 1,5
Workshop Conference on Gestational Diabetes Melli- a 2,3.

DIABETES Y EMBARAZO
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Por lo que a nuestra experiencia se refiere, en un total acompaña de un riesgo independiente de cesárea de 1,1,
de 1842 DG, asistidas en el periodo 1984-2002, la fre- frente a un riesgo de 1,4 y 2, respectivamente, como con-
cuencia de cesáreas fue del 21,2% y la de partos vagina- secuencia de la presencia de DG tratada con dieta o insu-
les del 78,8%. lina (89). Conway y Langer (1998) (90) propugnan la
En la mayor frecuencia de cesáreas en la DG parecen realización de cesárea electiva en las gestantes diabéticas
intervenir, entre otras circunstancias, la macrosomía en las que el peso fetal, valorado ultrasonográficamente,
fetal (27), así como la «rutina» obstétrica intervencio- es superior a 4.250 g, obteniendo una disminución signi-
nista ante el mero diagnóstico de DG o la simple sospe- ficativa de distocias de hombro (2,4 frente a 1,1%) a
cha de patología obstétrica (84, 85, 88). Es preciso tam- expensas de un discreto aumento del número de cesáreas
bién señalar que la obesidad previa al embarazo se (21,7 frente a 25,1%).

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