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RESUMEN HISTÓRICO DE

VILLACAÑAS

De la Prehistoria a Villar de Cañas


En el término municipal de Villacañas se han
descubierto restos arqueológicos que nos remontan a una
antigüedad prehistórica: Fragmentos de cerámica ibérica y
restos de cerámica campaniforme entre otros, que nos
hablan de civilizaciones antiguas que hollaron nuestro
territorio. La Sierra del Coscojo, Tirez , Borregas, Silos de la
Atalaya, El Calaminar son parajes en los que el hombre
prehistórico ha dejado su impronta en una cronología que
va desde el tercer milenio del Cerro de Tïrez ( posible castro
Ibérico), pasando por los restos de la Edad del Bronce,
Hierro, hasta llegar a la dominación romana, de la que nos
hablan la toponimia de ciertos parajes como “Las Casas
Romanas”. También destacan los vestigios que reflejan la
dominación musulmana, en especial, los restos de un hisn,
o fortificación islámica de carácter rural, situada en la Sierra
del Castillo.
Cuatro poblados existieron en diversas partes del
término, sin que se pueda precisar dónde, anteriores al
actual emplazamiento del pueblo: Borregas, Tirez, Ormeña
y Ormeñuela.
El ser humano ha ido siempre buscando el agua,
fuente de vida imprescindible para la agricultura y la
ganadería. Actividades de las que han dependido siempre
los villacañeros, al igual que todos los manchegos. Pues es
en esta comarca, donde la escasez de agua, hace que se
valore mucho más: asentándose el hombre en torno a las
lagunas, cerros y siguiendo la vega del río Riánsares.
En el solar que ocupa nuestro municipio no se han
encontrado restos arqueológicos, si bien es verdad no se ha
llevado ninguna excavación sistemática.
Tras la victoria Cristiana de las Navas de Tolosa en
1212, los reinos cristianos se encuentran con un territorio
amplio para repoblar: La Mancha. Fue la Orden Militar de
San Juan de Jerusalén, cuyo Priorato estaba en Consuegra,
quien otorga carta de Población (Carta Puebla ) en 1230, a

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Villar de Cañas. Siendo la primera carta que concede a un
territorio de su jurisdicción. Con el término repoblación se
entiende un proceso por el cual se articulaba y se
organizaba el territorio y se recristianizaba, pues había
estado bajo jurisdicción musulmana.
La Orden de San Juan, dejaría su huella en
hermandades y cofradías que poseen una estructura
militar. Como la del Santísimo Cristo de la Viga, entre otras.
Y en el urbanismo destaca La Casa de La Tercia ( edificio en
el que se guardaba la tercera parte del diezmo).
Además de la cruz Sanjuanista que decora dinteles de
casas y la Iglesia Parroquial. Sin olvidar que aunque no hay
restos, la primera Iglesia que tuvo Villacañas estaba bajo la
advocación de la Vera Cruz. Construida por los caballeros
de la Orden de San Juan.

Las órdenes militares impulsarían la ganadería.


Villacañas es recorrida por la Cañada Real Soriana. Una de
las más importantes y ancestrales vías de la trashumancia.
Además por nuestro territorio pasan importantes vías de
comunicación como el Camino Real de Alicante ( que
también es el Camino que va a Santiago de Compostela).
De Villar de Cañas a la Villa de Villacañas
El 12 de mayo de 1557, la Princesa de Portugal, doña
Juana de Austria, gobernadora de los Reinos de España en
ausencia de su hermano Felipe II, a la sazón Rey consorte
en Inglaterra, por su matrimonio con María Tudor, concedió
el privilegio para que sea Villa y “ tenga jurisdicción por sí
y sobre sí en ella y sus términos y dezmería y dehesas de
Tirez y Borregas”.
9000 ducados le costaría a Villacañas ser
independiente de Consuegra.
Tenía por entonces 392 vecinos. A partir de esta fecha
se construyen edificaciones que nos han llegado hasta
nuestros días: La Iglesia Parroquial, de Nuestra Señora de la
Asunción, (llamada en aquel entonces de Santa María.
Ermita de La Virgen de la Concepción, Ermita de Santa Ana,
de San Sebastián, del Cristo del Coloquio…

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En el siglo XVIII nos muestra un periodo pujante; se
construye entonces el nuevo Ayuntamiento, pósito, casas
blasonadas, reformas en la iglesia –camarín y retablo
churrigueresco de gran valor, destruido en la Guerra Civil.
Del siglo de las Luces destaca el Colegio de Niños
Huérfanos de La Mancha (no conservado) fundado por el
presbítero Francisco Gabriel Malo de Medina. Inventor,
escritor y benefactor. Hijo ilustre de Villacañas.

1808: El inicio de la Edad Contemporánea.


En Villacañas como en todos los pueblos de España, La
Guerra de la Independencia trajo consigo el fin del Antiguo
Régimen.
Del 20 al 25 de diciembre la población rechazó los
ataques de las tropas francesas. El paisanaje levantado en
armas y dirigido por Carlos Ropero, a quien nombraron su
general (de ahí que se le conozca como el general
zapatero). Lucharon con denuedo, valor y usando todo tipo
de armas. Hoces, facas, atrincherándose en los silos ( por
eso se le llama a este episodio de resistencia, como 2
Batalla de los Silos”) y formando barricadas con carros y
galeras. Resistieron como pudieron. No entrando los
franceses en esta villa.
Otro episodio de la Guerra de la Independencia que
tuvo como escenario a Villacañas, es el alojamiento y cura
de las heridas de guerra del Duque de Rivas, que fue herido
en la Batalla de Ontígola. Escribió un poema que empieza
“Con once heridas mortales” y en le que menciona a
Villacañas.
A finales del siglo XVIII había aparecido en nuestra
población, a consecuencia de la desamortización y de la
consiguiente roturación de nuevas tierras, el jornalerismo.
Este proceso se acelerará en el siglo XIX con la aparición de
una amplia burguesía propietaria de tierras y unos braceros
que, por economía, se verán obligados a construir viviendas
subterráneas, que conforman un conjunto arquitectónico
único en el mundo: Los Silos, hoy declarados Conjunto de
Interés Histórico Artístico como Bien de Interés Cultural.
Existían anteriormente estas construcciones siendo su
tipología de origen prehistórico.

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Los efectos de la Revolución Industrial y la
Actualidad.
El tendido de la línea férrea en 1853 provocará
cambios en la economía villacañera y en la fisonomía
urbana que aún hoy son apreciables: bodegas, fábricas,
fondas, estación, casino o teatro y una dinamización social
y económica que la harán cabeza de comarca. Con el
ferrocarril Villacañas entró en el camino del progreso.
A partir de estas fechas la población de Villacañas irá
creciendo, entrando en el siglo XX con 6000 habitantes,
para ir aumentando hasta llegar hasta los 12.000 en los
años 50.
La rápida mecanización del campo, provocó un
gran excedente de población activa, que se vio obligada a
emigrar a las ciudades que estaban en pleno proceso de
industrialización y necesitaban mano de obra. Se produjo
una gran sangría en Villacañas.
Los villacañeros son gente emprendedora, y así en la
década de los años 80 y 90 empezaron a crear empresas de
fábricas de puertas. Convirtiéndose Villacañas en un pueblo
que perdía población por la emigración a ser un pueblo que
ha recibido mucha población inmigración, tanto de
villacañeros que marcharon y regresan con el auge de las
industrias de la madera, como personas de otros municipios
tanto de España como de otros países. En la actualidad
esta actividad ocupa a más de 3.500 empleados, de los que
2.000 son villacañeros y el resto proceden de otros pueblos
de esta zona manchega que componen la parte oriental de
la provincia de Toledo y también algunos de pueblos de las
de Ciudad Real y Cuenca.
En este contexto vemos que el espíritu empresarial
villacañero, con una veintena de fábricas dedicadas al
sector maderero, hace compartir este importante volumen
industrial con los vecinos de estos otros pueblos que,
diariamente, se desplazan al nuestro por razones laborales.
Destacar como dato curioso que de Lillo, Villa de don
Fadrique, Quintanar de la Orden y Villafranca de los
Caballeros sobrepasan, cada uno el centenar de puestos de
trabajo.

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Actualmente este sector está pasando por momentos
difíciles, arrastrado por la crisis inmobiliaria. Pero el
carácter emprendedor y trabajador de los villacañeros, así
como los esfuerzos por diversificar la industria e incentivar
el comercio, sin olvidar el peso que tiene la agricultura en la
economía villacañera, harán posible que este municipio con
11.000 habitantes no pierda su importancia.
Es así mismo significativo el peso en nuestra economía
de las industrias textiles de confección de edredones y
ropas de hogar, con dos centenares y medio de empleadas;
y además, otros talleres de confección de prendas de vestir.
Toda esta iniciativa empresarial y obrera de los
últimos años originan la configuración actual de la ciudad
actual, con caserío renovado, polígono industrial y
equipamientos sociales que hacen de Villacañas una
población saludable para sus habitantes y visitantes.
Ángel Novillo Sánchez de
Pedro.

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