PABLO GERCHUNOFF
LUCAS LLACH
EL CICLO DE LA ILUSION
Y EL DESENCANTO
Un siglo de politicas econ6micas
argentinas
AnelCapituto Il
ULTIMAS IMAGENES DE UN MODELO
(1914-1929)
EL LEGADO DE UNA GENERACION
Las cuatro o cinco décadas anteriores a 1914 fueron para el mundo
tiempos de progreso y relativa paz. Mas alla de la condena ética que pue-
de hacerse a un equilibrio internacional basado en la fuerza del imperia-
lismo, mas alla de las desigualdades que persistieron 0 se acentuaron,
més alld de las tensiones que veladamente se gestaban, estd claro que en
ese medio siglo anterior a la Primera Guerra Mundial el mundo se hizo,
para bien o para mal, mds “moderno”. Hubo un inédito progreso, enten-
dido a la manera del siglo XIX: progreso econémico. La més nitida de
las muchas estadfsticas que lo atestiguan es la del comercio mundial. En-
tre 1870 y 1914 el intercambio entre naciones crecié de 4482 a 17.084
millones de délares.
La Argentina, que no fue de los primeros pafses en entrar a ese cir-
cuito comercial en expansi6n, tardé6 bastante poco en encontrar su propio
lugar una vez que tuvo la posibilidad de hacerlo. Conté para ello con ca-
si todo lo que podfa pedirse para ser una nueva estrella en el sistema mun-
dial de produccién y distribucién de bienes cuyo centro era Inglaterra.
Después de afios de luchas internas, en 1880 la Argentina era por fin una
nacién en paz consigo misma y con el resto del mundo; tenia un enorme
potencial natural para producir los bienes primarios que Gran Bretafia ne-
cesitaba e intercambiarlos por las manufacturas y capitales que Inglaterra
era capaz de proveer; y estaba dominada con mano firme por un grupo de
dirigentes que, a pesar de sus profundas diferencias en muchos campos,
estaban decididos a abrir las fronteras a los capitales y a los hombres que
fueran necesarios para concretar esa integracién.62 EL CICLO DE LA ILUSION Y EL DESENCANTO
Los mecanismos empleados para conseguir la integracién internacio-
nal de la Argentina fueron simples y eficaces. Todo fue haciéndose simul-
tdéneamente, todo fue haciéndose con rapidez. Hubo que montar el capital
social basico: las redes de transportes que comunicaran las regiones pro-
ductoras con el océano Atldntico, ademas de los servicios ptblicos que
abastecieran a las ciudades. Para ello se ampliaron los puertos y se tendie-
ron miles de kilémetros de vias férreas. El financiamiento europeo, espe-
cialmente inglés, estuvo casi siempre disponible para garantizar esa capi-
talizacién. Regiones que hasta la conclusién de la Campafia del Desierto
(1879) eran tierra de nadie o de los indios se incorporaban a un ritmo ve-
loz a la produccién para la exportaci6n, gracias al ferrocarril. Los campos
sembrados 0 de pastoreo se iban extendiendo hacia el sur y hacia el oeste
para acercar la frontera econémica de la Argentina a sus lfmites politicos.
Junto con los capitales Ilegaban desde Europa decenas de miles de inmi-
gtantes cada afio a Ilenar el desierto e hinchar el orgullo de la élite que ha-
bia hecho suya la formula “gobernar es poblar”.
LA GRAN EXPANSION NACIONAL
Poblacion, vias férreas y exportaciones antes
de la Primera Guerra Mundial
Exportacion de
Poblacién Red ferroviaria * —_cereales
Afio (miles) (miles de km) (miles de ton)
1885-89 3.066 65 389
1890-04 3.612 12,7 1.038
1895-99 4.219 15,0 1711
1900-04 4,860 17,7 3.011
1905-10 5.803 22,2 4.825
1910-14 7.203 31,1 5.294
Fuente: DiTella y Zymelman (1967).
Nada sintetiza mejor los logros de la Generacién del 80 y sus suce-
sores de principio de siglo que el censo nacional de 1914. Aunque fue le-
vantado bajo la presidencia de Victorino de 1a Plaza, la realizacién de es-