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SILENO AUANILNIL FA UMLVTRSS LE SESa TT) STEN AIRE GULLY ay Ua aA sa Name NPL OL ASH PTS Sn ATP TCON OMT Ce a) PIEDAD SOLANS aT HUET SILENO VARIACIONES SOBRE ARTE Y PENSAMIENTO VOLUMEN 10 ocTuBRE 2001 2.000 PESE eno [aces Bae, Palle Duque, Joaquin Gallego] fe una publioscién semestral; todos Ioe textoe soa, Ineaitoe siompre que no se indique otra procecencia pated Ara son Carton Becmajo [Yoan Caltrara Fgnacio Csaeo : Joaquin Chamorro Norberto Chaves Miguel Copén 30st mane Cuesta Abad Angel Gabionas Sonsoles Herseroe Joa te Malinueve Sorge Pérez do Tudela Deifin Rodrigues Rutz erique Rojas Pas SileR6 nnn” coranasn rec re ss ctevt t . eae a esata y Desro 5 dou oatego esac jeopeecae eco ies Sige Maha sor” ena a — re eratcanascriaintoncgocio com ‘AMALIA IGLESIAS SERNA FRANCISCO JARAUTA CESAR MORENO JULIAN JIMENEZ HEFFERNAN ANGEL GONZALEZ GARCIA VITTORIA BORSO VICENZ0 VITIELLO JUAN ANTONIO RODRIGUEZ TOUS PLEDAD SOLANS JUAN GALATRAVA El coraz6n del bosque Tiempos de escucha El hervidero interior Sintaxis del agotamiento En la época del espiritu La invisibilidad de lo real Radix La fealdad insuficiente Exprimir persona, expresar cosmos Cartas de la Glaserne Kette 5° 6. 68 6 83 Profesor de stra debs witectra en a Unversided e Granada, ene sus publcacones ‘estaca: Los Cocer de G8 Panes! (Gana, 1965, Romantics yYeorla del Ate fn Espa, (Made, 193, obo Srcoaborcon, 3 eon de la ‘Argotctra y dls els Artes nla Eneylopedi (Granad, 1992) Y Arqitecur yeaa ene Siglo eas tuces (tana, 199), CARTAS DE LA GLASERNE KETTE Se podrian ver formulados en la anterior cita de Banham dos de los mayares problemas que, en po- siciones simétricas, han impedido durante largo tiempo una comprensién histérica de la arquitec- tura del expresionismo. El primero de ellos, el >“ érgano de cesta postulada unidad sera el Arbeitsrat fur Kunst Verdadera alma de este grupo revolucionario, liga- do ala idea de una repitlica de consejos de solda~ dos trabajadores, Taut lo dirigié durante ese ato clave de la historia alemana, de finales de 1918 afi- nales de 1919. lo largo del cual la efervescencia re- volucionaria dio paso ala democracia parlamenta- ria de la Replica de Weimar. La desilusion susei- tada por el compromiso weimariano le leva, sin ‘embargo. a alejarse del activismo directo y a postu- ler un periodo de repliegue en el que la vanguardia artistica constituida en secta separada de las ma- sas, habria de preparar paciente yocultamente el in~ minente futuro eristalino>. La Glaserne Kette 0 «Cadena de cristal fue la alternativa de Taut al fracaso de todo lo que tra- taba de simbolizar el colectivismo militante del Arbeitsrat fur Kunst: frente a la actividad pitbliea, plasmada en manifiestos, exposiciones. labor de propaganda, etc., surge ahora la idea de repliegue. el modelo del intercambio clandestino de ideas en tre iniciados. «Cadena> y «cristal». términos apa rentemente antitéticos. venian asia simbolizar, al mismo tiempo, la esperanza compartida en el adve~ ~ nimiento de una humanidad futura libre del horror yla voluntad férrea de trabajar colectivamente, co- ‘mo eslabones de una unica cadena, en aras de este proceso, La écadena®. iniciada a partir de una pro- puesta de Taut del 24 de novigmbre de 1919. no era, nla préetica, mis que el eruce de corresponden- via (un total de unos sesenta textos, a veces ilustra~ dos con dibujos) que se llevé a cabo lo largo de trece meses Chasta diciembre de 1920) entre un se- lecto grupo de arquitectos y artistas (vid. lista en la carta n® 2): en el que se incluian nombres como los hermanos Taut (Bruno y Max) y Luckhardt (Wassili y Hans), Hermann Finsterlin, Wenzel Hablik 0 Hans Scharoun ), Adolf Behne rechazé participar y Walter Gropius, ocupado en la fundacion de la Bauhaus, lo hizo s6lo nominalmente. La idea de eireulo cerrado, de hermandad inicidtica, quedabs bien expresada ~ademés de por la posibilidad de expulsion o por la obligacion de devolver los materiales en caso de abandono— por (punta, aguijén), Max Taut agudiz6 la idea de anonimato al firmar como ¢kein Name» (Sin Nombre) y Hans Hansen expresé el rechazo a las ideas vulgares de la masa con su «Antischmitz®. Ademis, el orientalismo de corte teosofico apare- cefa en el «Angkor» de Hans Luckhardt, el misti- cismo césmico en el «Stellarius de Jakobus Géttel yelesfuerzo titanico de refundacién del mundo en. ¢l « es- critas por Bruno Taut. En la tercera, Wassili Luckhardt Wacken) desarrolla la idea de una arqui~ ‘tectura césmica basada en las fuerzas primordiales de la naturaleza. A continuacién, uns carta de Hans Hansen (Antischmitz) de febrero de 1920 plantea el problema de la falsa libertad del arquitecto en la 90 ciedad contempordnea y explica su propuesta del Baukof: un gran conjunto de edificaciones destina das a convertirse en el foco de la arquitectura de to- da.un rea territorial en las que se cumpliria el an- helo ~igualmente presente en la fundacion de la Bauhaus por Gropins~ dc la reconciliacién entre ar- tey artesania, entre mano y cerebro, Finalmente, se ‘ncluyen los textos ya mencionados de Taut y Hablik ‘en torno ala propuesta filmica del primero. 1 Bruno Taut (Glas), 24 de noviembre de 1919 Queridos amigos, Quiero haceros a siguiente propuesta. Hoy casino hay nada que construir , cuando surge la opor~ tunidad, se trata de una actividad de mera subsistencia, 0 es que alguno de vosotros es lo bas~ {ante afortunado como para encontrarse trabajando en un buen encargo? Mi rutina diaria me po~ ne enfermo y lo mismo os ocurre, basicamente, a todos vosotros. Y. de hecho, es bueno que no se esté construyendo nada hoy. Las cosas podrén madurar, recobraremos nuestras fuerzasy.¢uani~ do la actividad constructiva comience de nuevo, tendremos claros nuestros objetivos y seremos lo bastante fuertes como para proteger nuestro movimiento de la desgana y la degeneracion, |Seamos, de manera consciente, «arquitectos imaginarios>! Pensamos que solo una revo- lucién total puede guiarnos en nuestra tarea. Nuestros conciudadanos, incluso nuestros cole gas, ven con razén en nosotros las fuerzas de la revolucién. ;Rompamos y socavemos todos los principios anteriores! ;Abono! Somos el brote en un humus fresco. La personalidad individual desaparecers al abordar una mas alta tarea sila arquitectura re~ aparece, el maestro constructor sera anénimo. Puedo ver el comienzo de ello en muestra tendencia a unirnos y fundirnos como tna eélula, sin preguntar: ;quién hizo esto? Al contrario. la idea existe en el terreno de la alegria final, = ‘mota y auténoma. Fl objetivo de mi propuesta es potenciar esta unidad existente, ¥ esta pro- puesta es la siguiente. De manera informal y de acuerdo con sus inclinaciones, cada uno de nosotros dibujari oes cribird a intervalos regulares aquellas de sus ideas que desee hacer participe a nuestro circuloy cenviard una copia a cada miembro. Se establecera asi un intercambio de ideas, preguntas, res puestas y critica. Ademés, cada contribucién ira firmada con seudonimo. La simpatia rutua en ¢elseno del circulo y el uso de wn lenguaje concise dificultaré la comprensién por parte de los ajenos al mismo. Debemos estar de acuerdo en no revelar nada a ojos incapaces de compren- der. Gualquier propuesta de ampliar el circulo o de expulsar a algin miembro del grupo debe- ria surgir de las propias contribuciones, Un solo voto bastard para la expulsién, salvo que todos los demas miembros expresen su opinién contraria en sus siguientes cartas. ;Seamos un iman, el nGeleo nevado de un alud! Si nada resulta de esta idea, si yo mismo me engafara, al menos sera un bello recuerdo para cada uno de nosotros. ‘A propésito: quien abandone el grupo antes del final de su actividad estaré obligado a devol- ver. a mi mismo y 2 los demés miembros, todas las contribuciones acummuladas o a destruirla, Si estais de acuerdo, podeis firmar y enviarme la respuesta lo mas pronto posible, jun- to conel seudénimo que deseeis utilizar. Os haré saber de inmediato el resultado y nos pon- dremos en marcha, Gon saludos de color cristal, Glas 1 Bruno Taut (Glas), 19 de diciembre de 1919 Amigos. Tortos han expresado su acuerdo excepto Adolf Rehne. Alberga sobre el objetivo principal del proyecto dudas que yo personalmente no comparto, Pero, aiin si no estuviera en lo cierto, qui- 24s preferiria ser un marginal como eseritor. Sin embargo. no tiene nada contra nuestra causa. También Gropius ha expresado dudas, pero nos ha cormunicado su buena voluntad, El resto, sin ‘excepcién, se ha adherido al proyecto con entusiasmo. Hermann Finsterlin ha escrito une be lla carta en la que sopesa mi idea de «fusién® y.sile he entendido bien, recalca su preferencia porla individualidad. Quiere ser un mago mas que un medium. le agrada lo que vamos « hacer, pero no quiere verla libertad individual eliminada. Nada més lejos de mi pensamiemto. Més bien pienso en un gran incendio que despediria toda clase de lamas y chispas. Podemos ser magos s6lo si somos medium de las fuerzas primarias, Hablik ha comunicado su adhesidn entusiasta, pero esti en contra de los seudonimos. Como cualquier otra cosa, éste es un asunto que pode ‘mos discutir francamente. Dentro de una trama de cooperacién, todo deberia dejarse ala libre voluntad de los individuos. {Comencemos, pues, amigos! Las noches de Navidad tendrén, quizés, un aura feliz para al- unos de nosotros. Los nombres y direcciones son: Seudonimo Nombre y localidad Anfang Carl Krayl, Tuttlingen Tanered Paul Goesch, Berlin-Friedenau Hannes Hans Scharoun, Intersburg Mass ‘Walter Gropius, Weimar Stellarius Jakobus Gattel. Colonia Antischmitz Hans Hansen, Colonia WH. Wenzel Hablik, Itzehoe «kein Name» Max Taut, Berlin Berxbach Wilhelm Bruckmann, Emden Prometh Hermann Finsterlin, Schonau bei Berchtesgaden Zacken ‘Wassili Luckhardt, Berlin Charlottenburg Angkor Hans Luckhardt, Berlin- Charlottenburg. Glas Bruno Taut, Berlin Deberiamos escribir o dibujar nuestras ideas en una hoja de papel de caleo de tamatto ade- ceuado y enviar una copie fotostétiea a cada miembro —doce capias, por tant. (Otrappeticion: me han solcitado que escriba un texto sobre arquitectura para elanuario S. Fischer Die Ehrebung. que publica poesia articulos sobre arte. La edicidn del aio pasado tuvo siete reim presiones. por lo que cabe esperar que el texto tendria un considerable impacto. He sugerido al edi~ tor, Alfred Wolfenstein, que mi articulo podria ir itustrado com una serie de grabados lineales. que sera tanto mas efectivos cuanto que el libro no tend ninguna otra ilustracién, Quiero esparcir a lo largo del texto pequerios dibujos.a pluma (de unos 10x 10 cm) y os pido que. si lo deseais. meen \iéis alguno lo mas pronto posible. Eseribid vuestro nombre directamente sobre el dibujo si que reéis que a antoria sea conocida; también podéis incluir breves comentarios explicativos. La vive, Vuestro B.Taut 4 ‘Wassili Luckhardt (Zacken), sin fechar Estas lineas no deben ser consideradas como un elegante y meditado programa artistico. Quiero hablar, simplemente, sobre sentimientos y humores que he experimentado mientras trabgjaba yy hacia otras cosas. Como resultado de ello, estan completamente entremezclados. Paseando por los bosques de Turingia, a menudo me he detenido sobre la cima de alguna elevacién contemplando las colinas lenas de abetos. Miles y miles de copas de arboles, unidas cen vastas areas y cubriendo distantes colinas . parecian subir en angulos rectos hacia el cielo. proclamando cada érbol, en su empuje hacia arriba, la fuerza impulsora de su crecimiento. ‘algo parecido me oeurria en un campo de maiz. maduro. con el viento soplando sobre mi ones de mazoreas que oscilaban y rozaban unas contra otras. En esta ondulacién, me parecia que me era revelado un trozo de infinitud. Cuando. después de pascar por las dunas. de repente el mar se extiende frente a ti; cuan- do miles y miles de blaneas crestas de espuma avanzan majestuosamente hacia a orilla con regularidad y siempre en la misma direecién, zpuedes acaso no sentir el pulso de la natu- raleza? Para mi, lo lamativo en tales fendmenos naturales es la conciencia de esa gran uni~ dad en la naturaleza, que se muestra al ojo como la suma de todos esos infinitos motivas singulares de tipo homogéneo o similar, reducibles todos a uno y a la misina perceptible ley de! movimiento. {Pueden los edificios evocar la impresién de estos sentimientos en la naturaleza? Recuerdos de algo asi venian a mi mente en el gran Zirkustheater de Poelzig. en Berlin, que ime parece una tentativa, ya sea consciente 0 ineonsciente. en esta direccién. Una vasta mul- titud de conos euelgan bajo la gran cipula, credndose una impresidn de disolucién e infini~ ‘ud gracias al zesplandor de pequerios bulbos de luz en cada cono. La columna de luz en el fo- ‘yer. que crece hacia arriba y finalmente se disuelve bajo el techo en una profusidn de nervios ‘en abanico, parcee también un paso en esta direccién. Por supuesto. este ejemplo era pare mi s6lo uno de los muchos modos de lograr esa gran meta que consiste en evocar una imagen del ‘cosmos en arquitectura y que es mas directa, mas inmediata y més comprehensiva que todo lo previamente realizado, Aqui reside, en mi opinion. el comienzo y el final de la gran idea arquitect6nica que queremos crear. Estoy seguro de que, para la mayor parte de vosotros, esto que eseribo son meros lugares ¢0- rmunes, pero no hay rax6n para no confiarlos al papel. Y ahora, algo diferente. Ante mi tengo una geoda de cristal salida de la corteza de la tie~ rra, Muchas, muchas pirimides y formas prismaticas han erecido. por asi decirlo, a partir de la corteza de la tierra irradiando en la luz del sol. Son variadas en tamano y en forma. pe- ro cada una de ellas esta construida segiin una misma ley constructiva, ,No tenemos ya aqui la impresién de una creacion arquitectonica, no parecen pedir estas estructuras la mano ereadora del hombre para formar una entidad llena de significado més alla del caos de e8- tas formas elementales? {Acaso no es posible, volviendo a las formas originales. llegar alos elementos arquitect6~ nicos hasicos que. en su invisible poder de expresién, podrian suscitar la impresion de una ere- acién surgida de la tierra? Después de todo, las piedras. las plantas. etc..estan formadas de eris- (ales primigenios. Mis impresiones de la naturaleza tal como las describi al principio derivan, ciertamente, de fenémenos de movimiento, Pienso que tods obra de arte, la arquitectara in cluida, que tiende a representar formas bésicas, debe igualmente sorportar tal movimiento. Con el «panta rei esta todo dicho. Me viene a la mente un dibujo arquitectonico de Taut en el que una resplandeciente catedral-estrellaavanza rotando a través del universo, Es maravilloso Imagino que en un edificio situado libremente en un entorno natural las masas no se alza~ xian pasivamente unas al lado de otras. sino que unas presionarian contra otras se interpene- ‘arian con poderosos y dinamicos movimientos y con diferentes empujes y choques (como. por ‘ejemplo, en los cuadros de Feininger), Sin embargo -y esto me parece importante~al final to~ do queda contrapesado y en equilibrio. Es decir. a eada movimiento se opone un contramovi- miento de igual fuerza, de forma que un estilo de construecién no puede amenazar con elimi nara otro, Quizis exista un centro de gravedad ideal en edificios de este género. Me gustaria co- nocer vuestras opiniones al respecto. Vv Hans Hansen (Antischmitz), febrero de 1930 Unarquitecto libre es aquél que es libre de trabajar para un cliente tal que pueda ojercer su «Ii bertad> como arquitecto. No existen actualmente arquitectos libres. Pero miles de arquitectos se consideran asi mismos como tales. A pesar del irreflexivo uso de la palabra «libertad, no sélo son sirvientes de quienes les pagan sino que. en su libertad, ni siquiera mandan sobre qui nes ejecutan sus planos ¢ ideas. Cuando, con una enorme inversion de energia, los arquitectos Jogran establecer su preeminencia, ésta se convierte en el mas vacuo dominio sobre sus clien~ tes. Todo arquitecto conoce la verdadera extensidn de esta libertad y sabe que es una forma de csclavitud y dominio que se disfraza de diversas formas, No creo que quien es un siervo en euerpo pueds ser libre en espiritu. Ni tarmpoco pienso que pueda exist libertad en una actividad en la que quienes transponen la libertad ala realidad son igualmente siervos. Ast pues, hoy no tiene sentido hablar de la libertad del arquiteeto. ‘Como todas las cosas vivas, la arquitectura no es algo que exista por si mismo, que enewen- tre su realizaciGn en si misma, Pertenece -como elemento necesario~ al conjunto del mundo, a la totalidad de una cultura, Esa manifestacién fisica de una esencia que encuentra su expresion simultaneamente en cultura, politica y religion. Sin embargo, en el mundo visible lo fisico He- vaa lo espiritual, La manifestacion fisica perdura incluso cuando el espiritu creador ha cambi do. La arquitectura es el eslabon entre mente y cuerpo. Crea las estructuras y traduce las infor ‘mes ereaciones de la mente a imagenes concretas. Aste respecto, ¢s posible que la arquitectu- +asea libre y soberana en la tierra como servidora del espiritu, pero no libre en el sentido de la seudolibertad y la arbitrariedad de lo individual El Bauhof asume wn desarrollo fururo que se justificard.a si mismo no sobre las bases del be neficio sine sobre la Logica natural de las demandas humanas racionales. En esta nueva era no existiran arquitectos libres, privados. La arquitectura gozard de una valoracién demasiado alta como para abandonarla al despotismo de lo individual yal terror de la propiedad privada, Fuera de la nueva soberania investida en la arquitectura la libertad de lo individual crecera gomo parte del follaje de un arbol de muchas ramas. Hablemos aho- ra sobre el objeto mismo. EL Bauhof es un taller y una academia de construccion, un centro de oficios y ambien el cuer- ‘po administrativo de todas las actividades constructivas en un rea rural o urbana. Sin embar- 0, como centro administrativo seria inaceptable sino fuera al mismo tiempo centro del traba~ jo actual. Enraizada en este complejo y desarrolléndose de manera natural a partir del mismo, ‘esti la Academia de Construecién y Arte, que seria igualmente inconcebible sin relacién con los talleres. Exteriormente, el complejo da la impresion de una coleccién de taleres y estudios agru- pados en tomo a patios, que a suvex estin enfocados hacia un niicleo de estudios ytalleres para las disciplinas individuales arquitecténicas y artisticas, con la Academia como corona central. [a forma externa se corresponde a la estructura interna del Bauhof. Los estudiantes van desde Jog talleres de oficios ala Academia, pero manteniendo el contacto con aquellos. Los maestros yy profesores salen, igualmente, de los tlleres,y, a la cabeza del Bauhof, se encuentra el Consejo de maestros, que ensefa también en los departamentos de arte y construccién, Los macstros mis capaces emergerin de entre grupos de maestros elegidos y asi todo el organismo crecera conjuntamente, mantcniendo sus raices entre los trabajadores activos. Nunca se eonvertiré en servidor de una teoria artistica o historica En tanto que centro de edificacion para un area particular, el Bauhof deberia situarse en la posicién mas central posible. con conexiones con catales y lineas férreas. Los almacenes de productos de metal y madera, las calderas y depésitos, deben encontrarse junto al ferro- Jeommuewes | suueno | $1 | “amc carril, con amplio espacio para su expansién. El conjunto del Bauhofes un organismo con una cabeza, un estémago y un corazén, La cabeza e¢ la Academia: una multitud de brazos y de ner~ vios ¢s a constituida por los talleres que irradian del centro; el estémago es el puerto. yel co- +az6n el amplio patio para edificios experimentales y exposiciones. En este nuevo tipo de cen- tro de trabajo, laealle es simplemente acceso y ruta de abastecimiento (un centro de trabajo no €5 un centro de trafico) y da forma visible al concepto mismo del taller. Es un cintur6n al- rededor del cuerpo interno y corre por entre los talleres de montaje, sobre algunos de los te~ jados de los almacenes situados entre los patios, y avanza en rampa hacia el centro para en contrar la plataforma sobre la que surge la Academia, En tanto que escaparate y edificio representativo del complejo. la Academia se sitta en una colina natural oformada por terrazas artficiales. Nadie puede prever qué forma tomari el edi- ficio,y cualquier prediccién que hagamos aqui seria mera formula. La magnificente estructi- ra crecerd a partir del nuevo y revivificado espiritu dela artesania racional, que se desarrolla r4 con el Bauhof mismo. A medida que crezca la conciencia arquitecténica crecerd también el edificioy, atioa ano, generacion a generacidn. el zénero humano construité su propio monu- mento al trabajo y al conoeimiento. El proceso llegaré a su fin s6lo cuando los constructores no tengan mas problemas, mas picos que cscalar—o cuando toda una generacion sea destruida por sutorre-edificio, . v Bruno Taut (Glas), sin fechar Die Galoschen des Gtucks (Los Zapatos de a Fortuna). Un espectacular euento filmico que se desarrollaa lo largo de 2.000 aios. escrito por Bruno Taut. Notas sobre el estilo de esta produccién. La pelicula no se interrampiré en ningin momen to con espacios para titulos. Los cambios de escena tienen lugar instanténeamente 0 mediante i escribiran, ‘merela gradual. surgiendo un cuadro a partir del otro. Los personajes no hablaran sino que erearin, mediante pantomima y movimientos ritmicos. una riqueza de imagenes tal que parecera una especie de reflejo espiritual surgido del movimiento y de los gestos. El con~ junto del film no estard realizado, estilisticamente, en modo expresionista; la naturaleza, cn él, sera natural el arte artistico, Elarte en cuestién sera la arquitectura, en cuanto que reflejo mas puro de los impulsos espirituales. Ello quedaré garantizado gracias la participacién de los lla~ ‘mados arquitectos fantisticos: Finsterlin, Bruckmann, Goesch, Krayl, Max Taut, Scharoun, Hablik, Bruno Taut, Wy H. Luckhardt Sin empleo, hambriento, desesperado. Ropas raidas, zapatos gastados, un envoltorio sobre ‘su espalda. El joven camina por los mas desolados suburbios y llega a la carretera ~quiere ir al campo. Una muchacha de mejillas hundidas esté eon él. Melancolico adiés. La muchacha vuel- ve tristemente sobre sus pasos. El joven camina, avanza lentamente, casi arrastrandose. Un lar go, largo camino, Tetrica y desierta carretera, densa y neblinoso aire, lleno de imagenes fantas~ males. Flashback mental: una habitacién misera, sus padres desaparecidos, hermanos y her- ‘manas, el recuerdo de la Mietkasere, calles estrechas flanqueadas por Mietkasernen, miserables viviendas en sétanos —todo ello, recuerdos del pasado. La carretera se protonga hasta cl infini- to. Eljoven., de repente, se detiene. En frente, alo lejos, eree ver una luz y se queda quieto agu zando la vista. En la parte superior del cuadro vemos, como a través de un telescopio, lo que als sucede; un muchacho de buena apariencia y baitado en una luz centelleante esta también de pie sobre la carretera junto ala owal coloca un par de zapatos. Desaparece, a continuaeion, ante la vista del obrero. ycon él la distante apariencia de buena suerte, «;Ay. era solo una ilusion! >. Desesperada, interminablemente, sigue caminando. Un agotadory miserable viaje. De repen- te ve ante silos zapatos y se maravilla de este extraordinario suceso. Se mira sus propios 2apa- tos, rotos, con los dedos asomando. ¥ decide, ya con menos timides, probarse los zapatos de la fortuna. Se quita sus zapatos rotos y. con mucho euidado, se pone los nuevos. De pronto, todo es diferente: é! mismo, el camino, e! aire. Las delgadas copas de los érboles son espléndidas coro zas y un hombre nuevo camina vigorosamente por el mundo, ataviado con un bello y extrano atuendo y rodeado de felicidad (la fecha del 2000 eruza por la parte superior del euadro). El ca tino se adentra en un bosque. ;Un bosque real! Las copas de los arboles brillan y relampague~ an, Aun lado aparece una especie de ealvero al que conducen todos los demas frondosos sende- +08. Mira hacia all ;Dios mio! Algo brilla detras del claro ~como una creacién humana y am~ bien como un producto de la naturalcza, como los érboles. las fuentes~ como toda creacién, Se ‘acerca, 8 aitia delante —zpodria ser ..una casa? Pero es como una casa que hubicra crecido di- rectamente dela tierra ~si- realmente ha erecido, Todo esti en calma mientras él observa en si- lencio. Miedo y felicidad en sus gestos -asombro, estupor. De pie ante la casa inmévil, bate as palmas de sus manos. Se abre, y, sobre los escalones. aparece un hombre barbado, bien pareci~ doy vestido de modo extraito, como él mismo, Miedo. Pero el hombre avanza hacia él, le salt- da, le hace gestos de invitaci6n y, ante sus vacilaciones, le introduce en su «apartamento>. En interior florecientes desarrollos de piedra yevistal. Ninos, mujeres, hospitalidad, Pureca, to does diferente, completamente diferente. Fantasia felicidad en cada una de las cosas. Los dos legan a una habitacién de cristal. El huesped sefiala hacia afuera. Bosque y, tanto cerca como en 1M | sueno | comes TRISTATE la lejania, entre las copas de los arboles, el mismo resplandor que el caminante pereibi6 euan- do vio por primera ver.la casa. La esposa del hombre llega a la habitacién. Al joven ella parece recordarle algo (similitudes), se hunde en la introspeccin y ve ante él, como entre la niebla, a su chica de las mejillas hundidas. Llora, el hombre intenta consolarle, pero sin éxito. Para dar- eanimos, leva a joven a una sorprendente cstancia. Hay en ella muchas eflorescencias extra~ fas, grandes hojas flotantes (como victoria regia) y muchas otras. El hombre toma una curiosa ‘vara, toca con su punta estas eflorescencias y de las hojas erecen casas, si casas, tan brillantes y de ensuetio como la suya propia, como cipulas opalescentes, edficios de alas de mariposa —joh, inexpresable!~ una ciudad feérica reflejada en el agua, encantadoramente bella. Contemplando esta visin, el joven se pierde en sus propios pensamientos, sc agacha, e sienta en el suclo her- boso, se recuesta y se duerme. Sibitamente, reaparece la desolada carretera original. La pilida chica de mejillas hundidas corre tras él. El resplandeciente Hijo de la Fortuna se le acerca y le ofrece varios pares de zapatos dela fortuna, unos como los del joven y otros distintos. Los colo ‘a ante la chica, pero ella no tiene dinero y no puede comprarlos. Sin embargo. invitada a ello, se prueba un par, pero de tipo diferente alos del joven. Una vez mas todo cambia—la carretera, la chica, todo. Noche de verano. Junto ala carretera, arbustos en flor, no arboles. La muchacha, descalza, con vestidos ligeros, con el cabello flotando libremente, corriendo con alegria, casi salvajemente, bajo el centelleante cielo estrellado, Estrellas fugaces en el cielo. Luces alo lejos, ‘y muchas més llegando, hombres danzando con laces. antorchas y cosas similares (en la parte superior. la fecha del 3000 parpadea por un momento). La chiea se une en seguida al grupo de gentes felices: danza y alta con otras muchachas como ella misma. y todos juntos avanran por tun prado portando antorchas en direccién a una ciudad de llamas. Llegan a edificios que estan ardiendo en ese momento. Es imposible decir si estan construidos con llamas, si las llamas mis ‘mas son parte de la arquitectura, Algunos edificios parecen completamente incandescentes. La multitud danza alrededor de una de esas casas y avanza hacia su interior. Un fantistico y bri- ante despliegue de fuegoyy chispas y una cascada de agua. Un bafio de fucgo. Gradualmente, la uz disminuye hasta que solo queda un languido resplandor. Cansada. la muchacha sc deja cacr al suelo. En primer plano, la anterior muchacha trabajadora. No puede dormiry mira las lamas «que ascienden suavemente por la habitacidn. La faz de su amado se ha formado en las llamas como un recuerdo distante, Profundamente emocionada, Hora inconsolablemente. El radian~ te Hijo dela Fortuna se le acerca, a acaricia para que se duerma y deja junto a ella un nuevo par de zapatos, los mismos que habia dado al joven. Aumenta la luz, Es por la mafana. La muchacha se pone los zapatos y se sorprende de encontrarse en un animado y fresco jardin, frente ala mis ‘ma casa resplandeciente a la que habia legado el joven (en el ao 2000). La casa se abre. Salen ‘una mujery una nifia. Feliz y atareada actividad. El hombre el joven llegan también, Arrebatado encuentro, la més pura y profunda felicidad. Ambos contemplan la casa maravillados. Caminan después alegremente, cogiendo y mordisqueando bayas salvajes. Una alta meseta. Edificios bri- Nando ato lejos. Los reconocemos. El joven encuentra un telescopio en su bolaillo, mira con é1 yve resplandecientes y cristalinos objetos. encantadoramente dispersos por el paisaje, relu- ciendo al aire yelevandose como silo asieran. La pareja avanza hacia tales objetos. Giran sus mi- radas, que se dirigen ala meseta, sobre la cual esté aterrizando un brillante y luminoso zeropla- no de extranas formas, Saltan a bordo y remontan el vuelo. Bajo ellos ven la maravillosatierr veces més distante, bajo las nubes, otras mnés cercana, con todos sus edificios. Mas lejos, una visiGn radiante, Aterrizan, Una ceremoniosa procesién. Desvia su camino y entonces, ala cabe- 2a de la misma, la joven pareja ~de pie frente ala catedral, rodeada por la gente. La pareja se muestra cohibida por este despliegue de éxtasis y se aparta can modestia. Un anciano en la puer- ‘a (una especie de sacerdote) les ama y les toma a su cargo. Les introduce en una habitaci6nla- teral, la biblioteca. La habitaci6n es extrafa, ylo mismo los libros. El joven toma uno de ellos, oabre, lo hojea, y he aqui los hombres que reconstruyen el mundo. En verde hacerla guerra, estin construyendo en los Alpes. Profundamente conmovido, cierré el libro. La muchacha ha tomado yabierto otro el joven lo mira con ella. Una vista de 1800 con ladiligencia, 1870, la gue- 17a, 1890, estallidos de célera, 1916. trincheras, y después las Mieskasernen. Miseria, miseria, Finalmente, ven su propia covacha, Las lagrimas fluyen de sus ojos. Padres, hermanos y her- zmanas son igual mente contemplados. Inconsolable. la pareja sale. Cuando ven de nuevo, desde elexterior, la radiante catedral, la imagen se difurina y distorsiona, mezclindose con gigantes Mietkasernen que se alzan como fantasmas. Los dos huyen de este extrafio entorno, corren por el bosque y Hlegan exhaustos a un profundo manantial situado bajo un oscuro techo de arboles. ‘Apagan en él su sed y duermen sobre la hierba. Oscurece. La noche y la profundidad del ma~ nantial son uno. Sibitamente aparecen luciérnagas que se les acercan. Una de ellas se desplie~ gay se convierte en una flor-arquitectura con una luz mévil como base. Nos parece volar en su interior. En el fondo de la flor, el zapato-biblioteca det Hijo de la Fortuna, quien se encuentra rodeado por compartimientos con fechas: 3000, 1850, 700, ete. Los abre y examina los zapatos correspondientes a cada uno de ellos. Sobre una mesa de cristal, enel centro de la habitacién, estan os dos pares de zapatos de la fortuna de la pareja, Los coge, los coloca en el compartimiento del 2000. y a continuacién comienza a buscar: 1900, 1950 —No. 1930 —no, 1925-10. 1921 ~m0, 1920~jsi! Lo abre y saca dos pares de 2uecos de madera. Satisfecho, los toma en sus pequetias ‘manos y sale volando de su casa-flor. Ahora esta en wna grata, junto ala pareja dormida. y les trae sus zapatos de épocas pasadass los mismos zapatos, pero no gastados y agujereados, sino ‘nuevos. Eljoveny la muchacha se alegran sobremanera cuando, al despertar. los ven, En los za~ patos ven sus viejos anhelos. pero mas bellos. Al ponerse los zapatos se transforman en jovenes ‘campesinos que wuelven de los campos, Una limpida y nueva granja, con alegres habitantes, que ‘ennada se parecen a las viejas granjas rsticas y los toscos granjcros del pasado. Padres ¢ hijos se saludan, el sol de la tarde pasa a través de las ventanas y la lux resplandeciente recuerda los cextrafios sucesos y suetios del futuro que hemnos experimentado. Imagenes de éstos danzan en Ja luc que llega por las ventanas, Una feliz comida en el jardin bajo las hojas de un drbol. Ocaso. Elradiante Hijo de la Fortuna juega en el prado bajo la Iuz dela luna con toda clase de ma {g3c0s zapatos. Llegan otros nifios, arrojan sus zapatillas como si se tratase de pelotas y las lan zan.una tras otra hacia la luna —unas son ordinarias, otras con tacones, otras como de cuen- 10, claras, de colores hasta que el Hijo de la Fortuna tiene en sus manos s6lo los zuecos de madera. Se los pone én sus pies descalzos, baila con ellos por el prado y finaliza eémicamen- teen el aire su danza. Fin ° [9] eneno jermmenns| Tan AT I ‘Wenzel Hablik (W.H.), 22 de julio de 1920 Querido Herr aut, Encantado con su idea de la pelicula, especialmente teniendo en cuenta que yo mismo habia pensado en algo similar hace unos ocho afios. Por desgracia, tuve que abandonar la idea por la total falta de comprensién en los émbitos relevantes, Ahora el momento es mucho mas favorable para un film, que podria producirse mucho mas facilmente en Berlin que aqui. en este Norte olvidado, helado y conservador, con sus obstinados zopencos. Seria maravilloso que este proyecto pudiese reunirnos, y para ello me parece cada ver ‘mas necesaria y urgente una discusién personal. Quizas pudiera encontrarse un lugar adeeuado para una reunion, en una situacion central para todos ~a mi personalmente no me preocupa te~ ner que hacer un largo viaje. Podria usted hacerme saber cual podria scr mi papel en este filmy qué grado de libertad tendrian los colaboradores. Giertamente. mucho me agradaria construir para el film la clase de ciudad que mi propio impulso interior sugiere, planeada para lagente de un futuro no demasiado distante, es decir, para la clase de gente en la que podemos pensar para los proximos cien afios. Me gustaria, ademas, poder construir algunos proyectos futuristas de vi- vviendas individuales, casas junto al mar, en el mar (bajo el agua), en las montafias, en los Alpes, enel llano, ena arena. en la roca (dentro de una montafa) y también en cl airc (casas volantes). ‘Aparte, por razones secundarias. de propaganda, quisiera intentar representar, por ejem- plo. la construccién de una casa de cristal en distintas etapas. Hagame saber tan pronto co~ mo sea posible cuindo deberia estar terminado el proyecto para que pueda limitar mis otras actividades a lo que preciso para vivir w organizarlas de modo que no me distraigan dema- siado. Si esti de acuerdo con mi contribucién, comensaré a construir maquetas. Estaré en ‘casa durante los proximas meses concentrado enteramente en estos proyeetos porque cons~ truir no significa para mi otra cosa que la creacién de una Gesamthunstwerk: éste ha sido mi principio-guia durante veinticinco aitos. Para mi no existe otra «obra de arte. Los artis~ tas que no ¢rean con un sentimiento hacia lo césmico y lo universal no tienen nada que ver con la creacién real y se destruirén a s{ mismos a la espera de construir. o trabajarin como obreros no especializados. La construccin de unc Casa de Cristal junto al Mar Entre las olas que rompen, se ve un barco que atraca hendiendo profundamente la arena de 1a playa. Unos hombres lo abandonan, portando estrellas de metal de siete puntas que colocan en puntos fijos sobre a arena y unen aun control central mediante cables eléctricos. Delgados tubos conectados a bombas eléctricas situadas en el barco conducen a cada una de las estrellas (que podrian haber sido arrojedas por uno o hasta siete aeroplanos). Las bombas del barco suministran fluidos especiales disolventes que filtran la arena alrededor de las estre las. Un pequeiio aeroplano sobrevuela el emplazamiento del edificio enviando seftales. Del bar~ cose alza un brillante méstil del que llueven chispas, y otras cascadas de chispas caen también desde las estrellas a a arena. Créteres de fuego fluido surgen alrededor de cada estrella (e] mas grande junto ala estrella més ancha. el mas pequefio junto a la estrella més pequefa). Settles de radio dese l acroplano del ingeniero. Un taller-aeronave se aproxima y se cierne a una cierta distancia, Hace descender hasta el material en fundicién esferas huecas en los que las estrellas giran y se adhieren alos tubos de ‘metal, En seguida, la ardiente masa empieza a tomar forma, Grandes burbujas iridiseentes, de todos los colores del areo iris y redondas como cipulas, ascienden y son absorbidas por otras hasta formar otras burbujas atin mas grandes (como pompas de jabén) Seniales: Una ver més, se hace descender algunas esferas de la aeronave y se pegan a las bur- bujas. Una serie de tubos llevan chorros de arena hacia ellas. Se abren unas valvalas y las bur~ n. El proceso con- tintia en los eréteres 2, 3y sucesivos mediante el gas que procede de la aeronave. Estructuras magnificentes hacen ahora su aparicion, eipulas de cristal gigantes ¢ iridis- centes globos y lenguas, esferas ytubos floridos— brillantes y resplandecientes ~haciendo llo- ver chispas, El interior de los cratcres se endurcce sobre sus cimientos fundidos, y va forman- dose habitacién tas habitacion a partir del centro La gran aeronave despega ~siete aeroplanos circulan en torno al lugar. Del barco desem- barcan trabajadores que proceden a completar los detalles, Algunas de las edpulas se separan de sus cimientos y son de mucvo moldeadas y vueltas adherir. Finalmente. una mirada al interior de una ciipula en forma de globo. Mobiliario y ajuar de eristal Deberia mostrarse un procedimiento similar para construir bajo el agua (en el mar, en loss). ‘bujas se extienden y se extienden adquiriendo formas peculiares. Solidifica Aéreos saludos de su W.H. Jxmenouswoe| Sueno | 87 Sr Uys

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