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Marcos tenía ocho años cuando le ocurrió una cosa inimaginable

El era un chico muy imaginativo para su edad soñaba en algún día ser astronauta,
científico, médico o bombero. Aquel día fue al colegio y como no sus amigos Juan,
Fernando y su mejor amigo Rodolfo le esperaban junto a la puerta ya que era el primer
día. Cuando entraron al colegio cogieron la lista para saber a donde tenían que ir. Les
toco la clase 13 y Fernando que era algo supersticioso dijo.- ¡Que mala pata nos ha
tocado el número de la mala suerte!-
Sus amigos se rieron mientras que elegían sitio. Y gusto eligieron los sitios del medio,
gusto los que nadie había cogido. La profesora se llamaba Natalia era alta y delgada,
con un moño atrás y con cara de pocos amigos. Cuando entro en clase estaba repasando
una hoja y sin más dilación dijo.-Buenos días me llamo Natalia y seré vuestra profesora
durante este curso, ahora pasare lista para aprenderme vuestros nombres.-
Ella paso lista como dijo pero cuando llego a Marcos, Rodolfo, Juan y Fernando hizo
una cosa que no hizo con los demás alumnos apuntarlos en la hoja que al entrar en clase
estaba leyendo y dijo.-Tu, tu, tu y tu castigados por hablar mientras paso lista.-
Los cuatro se quedaron sorprendidos por que ellos no estaban hablando y gusto cuando
yo me iba a quejar de que no estábamos hablando dijo.-Y no vos quejéis.-
Ellos quedaron a cuadros porque por una vez por muy raro que haya sido no estaban
hablando de cohetes, alienígenas o marcianos. Cuando la profesora acabo de pasar lista
les hablo de sus alumnos de cursos pasados o de que nunca había estado en esa aula, y
así paso la primera hora. Ella les que no sabía lo que hacer el primer día de clase así
que les empezó a contar historias graciosas que le habían pasado a lo largo de su larga
carrera de profesora. Y contando historias pasó las dos horas que quedaba para el
recreo. Cuando sonó el timbre del recreo dijo.-Venga chicos ya es la hora de salir al
recreo, salvo vosotros cuatro que estáis castigados.-
Cuando solo quedaban ellos cuatro y la profesora en clase la profesora les dijo.-os
habréis dado cuenta de que os e castigado sin que hubierais hecho nada.-
Y sin dejarlos decir nada dijo.-Esto paso hace muchos años era un recreo y un niño se
había quedado castigado por responder a la profesora el niño indignado porque solo le
había dicho que le faltaba una tilde, decidió ir a la jefatura de estudios para decir que el
no había hecho nada. Pero al llegar se encontró que ahí no había nadie, así que decidió
volver a clase cuando se encontró que su mesa no estaba donde tenía que estar se dio
cuenta que estaba en una esquina al revés. Él niño cuando fue a cogerla le pareció
de que su mesa pesaba más que antes, también se dio cuenta que le estaban creciendo
los músculos y que estaba mas alto. Cuando decidió coger su mesa por segunda vez se
dio cuenta que podía con ella con una mano y con un dedo. Sus tres mejores amigos
fueron a clase junto con el cuando se dieron cuenta de que uno era invisible, otro podía
volar y el otro corría a la velocidad de la luz.-
Cuando acabó les dijo.-os e contado eso porque eso fue hace mucho tiempo y ellos
estaban en esta clase en los asientos del medio y esto que os estoy contando les pasa a
los chicos que están en esta clase y se sientan en los asientos del medio el primer día.-
Les dijo. A ellos por una parte les gustaban porque tendrían poderes y serian
superhéroes, pero por otra parte porque los superpoderes son un secreto y claro cuando
corriera uno de ellos iría a la velocidad de la luz y cuando alguno de ellos quisiera
quitar una mesa la levantaría y cuando a uno le apeteciera volar saldría volando y ¿qué
pensaría la gente? O cuando uno de ellos de pronto se ponga invisible y esta con alguno
que no lo sabe pues…
Bueno serian descubiertos fácilmente. Y mientras que pasaban las clases ellos esperaban
que algún profesor castigara a Marcos por alguna cosa, todos creían que era Marcos por
que fue el que dijo que la clase era la número trece y también por que fue el que eligió
los sitios. Pero un día estaban en clase y la profesora puso una palabra sin acento y Juan
le dijo que llevaba acento y la profesora dijo.-Juan no os he dejado claro que mientras
que explico nadie me interrumpe salvo que sea una duda y levante la mano así que ya
sabes estas castigado sin recreo.-
Nadie de ellos pensaba que hoy seria el día que les saldrían los poderes. Por eso no se
oyó el tema en la clase. Cuando la profesora les dijo que era la hora de salir todos
salieron menos Juan, hizo lo mismo que en la historia que les contó su profesora bajar a
jefatura de estudios encontrarse con su mesa en la esquina…y de pronto llegaron sus
amigos corriendo y dijo Marcos.-Juan puedo volar, Fernando puede correr a la
velocidad de la luz y Rodolfo es invisible. Tu tienes la súper fuerza¡¡¡todo esta al revés
que como lo pensamos!!!-
A lo que respondió Rodolfo.-Olvídate de eso ahora somos superhéroes tenemos que le
poner un nombre al grupo.-
Todos estaban de acuerdo en eso pero en lo que no estaban era en el nombre Marcos
decía Los Magníficos, Juan, Los le Mejores, Rodolfo, Los Sin Nombres y Fernando,
Los Alumnos. A les gustaban los nombres que habían hecho ellos y empezaron a
discutir. Y ahí en un simple nombre terminó su amistad. Todos lo mantuvieron en
secreto y vivieron como personas normales y corrientes. Pasaron años sin hablarse para
ser exactos pasaron once años desde tercero de primaria hasta primero de carrera. En
primero de carrera nada mas y nada menos empezaron a hablarse por el profesor de la
universidad (todos querían estudiar lo mismo) era un tipo bajito y regordete con una
cara de un niño de cinco años cuando le compraban un helado se llamaba Agustín. El
profesor parecía muy gracioso, amable y simpático, pero se equivocaron mucho era
aburrido, cascarrabias y antipático. A todos les caía mal y un día el profesor casi tiene
un accidente domestico por poco le cae la sartén a los ojos. Agustín vivía en un bajo
por eso lo vieron todos, entre todos le pudieron ayudar sin que se enterara, Juan rompió
los barrotes, Marcos subió a Rodolfo a la ventana volando para que llegase bien,
Rodolfo fue hasta la sartén invisible, Marcos lo bajo y Fernando corrió a arreglar los
barrotes a la velocidad de la luz. Todos se dieron cuenta de que no debieron enfadarse
ya que entre todos hacen muy buen equipo. Arreglaron todo lo que les separo que en
realidad era solo el nombre y pusieron Amigos.
Y entre los amigos pudieron salvar a todos los que lo necesitaran y así juntos, afrontar
los males.

Ana García Fernández

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