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7. Contratos de contingencias Un contrato de contingencias es un acuerdo, por lo general escrito, en el que se especifican las conductas que se desea instaurar 0 eliminar y las consecuencias que le acompanaran, Una de sus funciones es conseguir la implicacién de la persona en el cambio de su conducta. Fs, igualmente, un modo de dejar claro que si uno se esfuerza por conseguir unos objetivos, va a obtener determinadas tefuerzos. Es decir, se trata de un acuerdo entre dos partes en el que se negocian unos objetivos y se establecen claramente unas consecuencias por su cumplimiento o incumpli- miento. Para fomentar la eficacia los contratos deben cumplir las + Enel contrato se debe dejar muy claro cusi es el cambio en la conducta con- creta que se quiere obtener. + Se debe especificar el limite de tiempo de duracién del contrato. Es un error pedir un cambio de conducta a largo plazo o de duracién ilimitada, + El contrato debe incluir una recompensa o consecuencia positiva por su cumplimiento. © Debe incluirse también una consecuencia ligeramente aversiva si no se cum- pile lo pactado. + Se debe incl nal” en el caso de que se supere el criterio pactado, dejando abierta la posibilidad de que esto suceda. + Nunca debe hacerse un contiato que no pueda ser observado y registiado, Especificar siempre cémo y cuando se va a medir la conducta objeto de con- trato. No seria nunea objeto de contrato, por ejemplo, ser amable con alguien, o pensar mas en los deberes. Ademds de demasiado generales, tal y como se enuncian, son conductas no observables. una “bonificacién adi ‘* Tan pronto como se verifique su cumplimiento, debe administrarse la recom- pensa. La demora del refuerzo es, en principio, perjudicial para la adqui cid, y, por supuesto, cuando se realiza con nifios y adolescentes el adulto debe siempre cumplir su parte en el contrato. Olras recomendaciones para optimizar el uso del contiato son las siguientes # Asegurarse de que la conducta a exigir es fécilmente comprensible y que la persona puede realizarla (entra en su repertorio de conductas). + El contrato debe ser justo y negociado. Por ejemplo, en el caso de que se fir- me con un nifio, si éste no esta de acuerdo con lo que se le pide, boicoteara el plan. La obediencia como base del contyato contradice los principios en que éste se apoya. Siempre que sea posible, la formulacién de la conducta a lograr debe hacer- se en términos positivos. Del mismo modo, es preferible pedir una conducta incompatible con la que se desea cambiar, mas que centiarse en reducitla (eg. la formulacién: “cuando estés con tu hermano juega con él en paz” es més adecuadas que si la formulacién es: “cuando estés con tu hermano jugando, deja de pegarle”) Como en todos los casos, debe cuidarse que la recompensa sea en principi pequeiia, aunque reforzante y a ser posible de actividad 0 simbdlica, y empe- zar con reforzadores que motiven, y dejar el reforzador mayor para metas finales que supongan el logro de todas las anteriores. En este sentido, el contrato debe ser revisable y utilizarse sistematicamente, variando el contenido y las condiciones, de acuerdo con el progreso. Ayuda y facilita el compromiso la redaccidn escrita de los términos del con- trato, y la firma conjunta entre las personas que lo suscriben (e.g. profesor- alumno, padres-hijo). Manual de Técnicas de Intervencién Cognitive Conductuales M? Angeles Ruiz, Marta Isabel Diaz y Arabella Villalobos

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