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Los datos estadísticos revelan que entre un 35% y un 40% de mujeres que viven emparejadas

sufren malos tratos físicos o psíquicos por parte del hombre, lo que permite afirmar que miles
de mujeres están bajo amenaza de muerte.

La mujer maltratada que sale del círculo de la violencia tendrá que recuperar todas las
pérdidas emocionales, psicológicas y físicas inherentes a la vivencia de la violencia.

Sólo el 5% de los malos tratos familiares son denunciados, es decir sólo se denuncia el maltrato
cuando es brutal o muy reiterado. Existen condicionamientos importantes por los que no se
denuncia el maltrato:

 La dependencia económica y afectiva de la víctima con el agresor.


 El miedo.
 La no aceptación del fracaso matrimonial o de pareja, queriendo sostener la relación
hasta límites insoportables.
 La falta de conciencia de estar siendo maltratada (solo se debe denunciar cuando hay
lesión). El sentimiento de culpa a la hora de denunciar el padre de sus hijos.
 El desánimo al ser conscientes de que no va a servir para nada.
 Falta de recursos económicos.
 No tener donde ir, etc.
 La falta de respuesta de la propia familia de la víctima y de las Instituciones en general.
 La ocultación del problema por vergüenza.
 La baja autoestima de la víctima que impide dar respuesta a ala agresión.
 La tolerancia del maltrato por parte de la víctima.

La violencia familiar se produce en todas las clases sociales y por tanto en todos los
estamentos económicos, incluso en aquellos de alto nivel cultural. No obstante cuando se
extraen datos de denuncias, encontramos principalmente mujeres de clases sociales
desfavorecidas. Pero si hacemos el análisis de datos obtenidos en despachos de abogados
privados, encontramos que muchas de las mujeres que acuden a separarse pertenecientes a
clases sociales acomodadas, han sido objeto de malos tratos físicos y psíquicos.

Muchas mujeres retiran la denuncia antes del Juicio, casi siempre por miedo y bajo amenazas.
Un factor que hay que tener también presente es la dificultad que tiene la víctima de probar
los hechos, estos siempre se producen en la intimidad, sin testigos o con testigos que
dependen del agresor por razones de parentesco. Tampoco le resulta fácil a la víctima llevar
testigos de la agresión tales como vecinos, ya que normalmente no quieren ir. Por otra parte,
los certificados de lesiones aportados no siempre tienen el poder probatorio de la existencia
de la violencia familiar, ya que si bien certifican las lesiones, no acreditan quien las produce. En
definitiva en la mayoría de los casos las mujeres que se animan a denunciar, tienen otra
dificultad añadida: "la carga de la prueba siempre recae sobre la víctima siendo en la mayoría
de los casos difícil de romper la tan argumentada presunción de inocencia del art. 24 de la
Constitución Española".

El delito de la habitualidad en el maltrato fue introducido en nuestro código en la reforma del


95 y dice: "el que habitualmente ejerza violencia física sobre su cónyuge o persona a la que se
halla ligado de forma estable por análoga relación de afectividad… será castigado con la pena
de prisión de 6 meses a tres años". La Jurisprudencia exige 3 agresiones para que se considere
la habitualidad y se requiere también la convivencia del agresor con la víctima. Dado que los
mecanismos legales no actúan con rapidez, la mujer maltratada debe irse del domicilio familiar
con sus hijos a una casa de un familiar, de una amiga, o a una casa de acogida, mientras el
agresor queda en el domicilio.

La nula protección a la víctima hace que sobre ella recaiga el peso de coordinar los distintos
procedimientos civiles y penales a los que debe acudir, meta difícil de obtener con los resortes
legales existentes.

¿A qué llamamos maltrato de la mujer?


El maltrato de la mujer se define como cualquier tipo de comportamiento violento ejercido sobre una mujer por parte de
un hombre que mantiene (o ha mantenido) una relación íntima con ella. En el comportamiento mencionado se incluye el
maltrato físico, sexual y emocional, así como el control económico y/o el aislamiento de la víctima .
¿Cuáles son las características del maltrato de la mujer?
El maltrato de la mujer debe entenderse como una enfermedad crónica. Si bien hay casos aislados de mujeres que en
cuanto son víctimas de maltrato por parte de su pareja logran detenerlo, en la mayoría de los casos la violencia se mantiene
en el tiempo y forma parte de la vida diaria en la pareja.

¿Qué es el Síndrome de la mujer maltratada?


Es cuando frente a los reiterados episodios de violencia y pensando de que la situación no se va a modificar, la mujer se calla, por
temor a que se produzca una agresión aún mayor, hacia ella o hacia sus seres queridos.

Nunca dejas de querer a la persona de la que realmente has estado enamorada. Solo puedes
aprender a vivir sin el.

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