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4 Los planetas: significados esenciales En las siguientes descripciones analizo, en la medida de lo posible en un espa- jo, los diversos niveles en los que pueden manifestarse las energias Planetarias: la psique, las emociones, los pensamientos, el cuerpo y la propia ‘experiencia que uno tiene de los dems y del mundo exterior. ‘Sin embargo, no trataré en profundidad el tema de los planetas en cuanto a suefecto en la salud; en primer lugar, porque es un tema sumamente especiali- zado, y en segundo lugar porque creo que los conocimientos de la medicina a trol6gica no estén lo suficientemente claros ni estandarizados como para per- mitir el mismo andlisis en profundidad que podemos hacer en el campo de la Psicologia astrol6gica. Pero donde sea apropiado y haya un minimo de acuer- do, haré menci6n de los efectos fisiolégicos de las energias planetarias. Por la naturaleza misma del quehacer de escribir, lo que sigue no son mas que palabras. Pero lo que usted en itima instancia puede alcanzar es la com- prensién que hay més allé de las palabras. Necesitaré afl de experiencia con Jos planetas antes de que realmente pueda decir que sabe lo que significan. Pero el primer paso es utilizar libros como éste para que le guien, y luego tener la vi- vencia consciente de as energ{as planetarias en su propia vida. Cuando sea ca- paz de sentir lo que significan los planetas, verdaderamente los entender. EISol ‘Uno de los puntos més importantes de la carta, el Sol, representa la energa que hhace posible Ia existencia de todo lo demés. Es la energia basica del Ser. Ast ‘como el Sol fisico brilla y permite que el resto de Los cuerpos de su sistema tam- bign brillen reflejando su luz, el Sol astrol6gico y simbélico es Ia energia basi- cca de Ia que son refleios especializados el resto de las energias planetarias. EI Sol representa Ia luz, Ia conciencia y el dia. Es el simbolo planetario 33 cesencial del yang, es decir, del principio activo de energia que es Ia fuente de todo movimiento, El Sol, como yang, es lo opuesto de la Luna como yin. En el hhordscopo, el Sol y la Luna constituyen una de las manifestaciones ms impor- tantes de esta dualidad primaria. En cuanto yang, el Sol es el arquetipo de la voluntad, el poder y el deseo, aunque no necesariamente del deseo sexual. Desear aqui més bien significa “cquerer hacer». Representa la energta que se ejerce e influye en todo lo que ceniste. La energia del Sol nose limita a aceptr, sino que siempre procura cam- biary, si es posible, mejorar. Por encima de todo, busca espacio para una ex- presiGn mas amplia de si misma. I Soles también la energfa que proporciona a un ente su integridad en cuan- to ser. Representa la voluntad de existr,y como tal, contrarresta Ia presiGn pro- ‘Veniente del entorno, que intenta convertir al ente en algo que no es 0 destruit- Jo por completo. El Sol es el arquetipo del héroe, que sale al mundo e intenta poner orden a partir del caos mediante la imposiciOn de su voluntad. Se ve sometido a severas pruebas para demostrar su fuerza y su valor, especialmente contra los poderes de las tinieblas. En el erepisculo, el héroe, como el Sol, desciende al mundo subterrineo y se enfrenta al reto de los monstruos de la oscuridad. Después de haber demostrado su derecho a renacer con la aurora, se manifiestatriunfante cen el mundo. Esto no es solamente poesia. La pauta que acabo de describir se puede ver cn la personalidad de cualquiera que tenga al Sol en un emplazamiento fuerte. (El concepto de emplazamientos fuertes y débiles se analiza al comienzo del ‘capitulo 12.) Son personas con una gran vitalidad, incansables tanto en el as- pecto emocional como en el isio, y trabajan con énimo implacable para que se imponga en el mundo su visién de lo que debe ser. Pero sus esfuerzos no son to- talmente desinteresados. Siempre tienen una dimensién personal. Los indivi- dduos solarestrabajan para expresar lo que son e intentan provocar un impacto sepiin los términos de su propia identidad. Por consiguiente, estén en la van- uardia de cualquier actividad donde sc los pueda llegar a reconocer: no traha- jan entre bastidores. Las personalidades dominadas por el Sol consiguen que Tos demas se fijen en ellas: simplemente por su porte, hacen que, al entrar en tuna habitacién, las cabezas se vuelvan, Ademés, son personas que parecen es- tar en el centro de la vida de un cierto nimero de gente. Como el Sol, propor- cionan luz y energia para que los dems puedan vivir y actuar. Pero el tipo so- lar necesita siempre que se le exprese su reconocimiento por lo que hace. Por estas razones, tradicionalmente se ha dicho que el Sol «rige» a las per- sonas que ocupan una posicién de autoridad, como los empresarios, funciona- ros importantes del gobierno, el gobierno mismo y, cietamente, los reyes y los nobles. Pero se ha de tener presente que los planetas no simbolizan personas ni tosas reales. La relaciGn existe s6lo en la medida en que una persona real ma- s4 Bi ts ener Sl, No dos reyes presen scan de masera El Sol también tine su lado negativo. Las personas solares no son especial- ‘mente modestas. Incluso pueden ser jactanciosas y arrogantes, y estar totalmen- te absorbidas en sf mismas. A veces sobrestiman su propia vaifa, ysienten que no es necesario que hagan nada para justficar la elevada opinién que tienen de si mismas. Sin embargo, esta actitud no pertenece realmente al cardcter del Sol, ‘que es una fuerza activa concentrada en el logro. Cuando una personalidad so- Jar exhibe este tipo ¢e problemas, generalmente alguna otra cosa anda mal Con frecuencia ¢s dificil conseguir que las personas solares colaboren con Jos demas en un esfuerzo de equipo. Si no pueden estar en primera linea, pre fieren no tener nada que ver con el proyecto. También estéel tipo solar que no hace nada que pueda comprometer su integridad. Una persona con una fuerte influencia solar pero que por otra parte tenga indicaciones de una grave debilidad ‘en su personalidad es quien més probablemente tendré este tipo de problema. En el nivel psicol6gico, el Sol representa la libido junguiana: es decir, la ‘energia psiquica basica que moviliza todas las funciones psicoldgicas. Como Ia libido, con frecuencia el Sol actia sin concretar su accién, proporcionando simplemente la energia a la cual otro sfmbolo dard una forma especifica. En astrologia de prediccién, el Sol suele sefalar la oportunidad para un aconteci- ‘miento o un progreso en la vida del individuo. Aporta energia a cualquier con- {junto de simbotos que represente el acontecimiento, y en estos casos, el simbo- lismo especifico del Sol acostumbra a estar ausente. El Sol representa la energfa fisica, y si se halla debilitado por el contacto con un simbolo que niegue esta energia, habré una disminucién del nivel de energia fisica del infividuo. Donde esto se nota més es en los contactos Sol- Neptuno. Las dificultades con la energfa solar en la carta pueden indicar perio- dos de enfermedad fisica, Muchos astr6logos consideran incluso que el Sol re~ presenta el cuerpo fisico. Aquf volvemos a tropezar con la falacia de considerar {los planetas como cosas, pero el Sol puede ser, ciertamente, indicio de vitali- dad fisica Desde el punto de vista de los arquetipos, la masculinidad es un aspecto det yang. Por lo tanto, junto con Marte el Sol representa la masculinidad. Tradi- Cionalmente, se consideraba que tenia que ver con personas del sexo masculi- no, ¥ de nuevo nos encontramos con que se usa un planeta para representar un ete. Ahora que los papeles de ambos sexos estin cambiando, hay un ntimero cada vez mayor de mujeres con una personalidad solar, y por lo tanto sirven ‘como representantes de la energia del Sol en la vida de otras personas. Si al- ‘guien tiene como jefe a una mujer, por ejemplo, el papel que ésta desempeita es, {an solar como si fuera un hombre. Y naturalmente, un varén cuyo temperamen- to.no sea demasiado yang no manifestaré un fuerte simbolismo solar a pesar de ‘su sexo, La sexualidad arquetipica que manifieste un individuo se relaciona slo 35 parcialmente con el sexo al que pertenezca, La mayorfa de las personas son mez- clas de las dos energfas. ‘Sin embargo, todavia se puede observar que las mujeres como grupo tien- ‘den a tener la vivencia de que sus energias solares les llegan por medio de los hombres. Es més, una dificultad comtin que tienen es la de estar desconectadas de los elementos masculinos de su propia naturaleza, elementos que entonces proyectan sobre los hombres, privindose a ellas mismas de la iniciativa Ia in- ‘dependencia, (Y los hombres, en general, hacen el equivalente de esto con sus cenergias lunares.) En la mayoria de los casos, las mujeres pueden manejar me- jor las dificultades que tienen constantemente con los hombres si se ponen en contacto con el lado masculino de su propia personalidad en lugar de hacer algo ‘espectfico con respecto a Ia relacién que tengan con un hombre en concreto. La tendencia actual va claramente en el sentido de propiciar que las mujeres recu- peren conscientemente, para si mismas, su masculinidad interior. ‘Una funci6n masculina clasica que va asociada con el Sol es la paternidad, EI Sol comparte esta funcién con Saturn, pero uno y otro representan facetas muy diferentes. La situacién del Sol en la carta natal suele relacionarse con la vivencia que tiene el individuo del padre, y no necesariamente de su padre real sino de todas las personas que de un modo u otro han desempefiado o desempe- jian ese papel en su vida. Con frecuencia, la madre cumple de hecho la funcién paterna, en cuyo caso seré esa la relacién simbolizada por el Sol. Un concepto Clave es que el Sol representa Ia experiencia que se ha tenido del padre y no la verdad objetiva sobre él. En realidad, lo que muestra el Soles la relacién con todas las figuras de autoridad. Como componente del arquetipo paterno, repre- senta la funcidn del padre en cuanto configura la voluntad, particularmente la voluntad de ser, por derecho propio, una fuente libre e independiente de poder cenergia. > Foro que evo dicho, deberia extar ya claro que un emplaaminto di del Sol en un horéscopo significa poca vitalidad, y de alguna manera la incapa- ccidad de defenderse solo. En el nivel psicolégico puede indicar un individuo ‘que esta demasiado sometido a la voluntad de otro, © que no puede defender y proteger Io que valora, por lo menos mediante una confrontacién directa. En el nivel fisico, un Sol débil puede indicar debilidad corporal, una tendencia a las enfermedades y las alergias, o simplemente falta de fuerza muscular. Llegar a ‘comprender bien al Sol en un hordscopo es un paso importante hacia la com- prensién de la persona. La Luna Junto con el Sol y el Ascendente, hay coincidencia en que la Luna es uno de los ‘puntos esenciales de la carta, Pero cuando se leen las descripciones astrolégicas 56 de la Luna, su significado basico es dificil de captar. Se nos habla de sus mani- festaciones superticiales, pero la idea central permanece imprecisa. ‘La Luna representa dos arquetipos basicos. Primero, es el arquetipo del me~ dio o del recipiente o contenedor en el que puede manifestarse una energia. Es también el arquetipo de la matriz, fuente u origen de todas las cosas. En lo fun- damental, como demostraremos, estos dos arquetipos en realidad son uno. El simbolo grifico de la Luna es un taz6n puesto sobre el borde, que mira a la izquierda o a la derecha (segtin que esté representando la Luna ereciente © ‘menguante). El simbolo se deriva evidentemente de la forma en que aparece la Luna entre el tercer cuarto y la luna nueva, o entre la luna nueva y el primer cuarto, La forma de taz6n sugiere también un recipiente, que da forma a aquello ue contiene, lo limita y ayuda a definirlo. Esta idea es central para la compren- sin de la Luna, pero debemos entender el concepto de «recipiente» 0 «conte- nedor» en un sentido amplio. Me refiero a la acciGn de contener, a la idea de proporcionar un ambiente, un sitio, un lugar o un entorno, es decir, a un con- Jjunto de circunstancias en las que algo puede tener lugar. EI hecho de contener puede considerarse como puramente pasivo, y en ruestra cultura la pasividad se valora muy poco. Pero es necesario ir mas alld de los limites de la propia cultura para entender este principio. La Luna es el ar- ‘quetipo planetario del yin, el par del yang, que viene indicado por el Sol. El principio yin define las circunstancias y condiciones en las que puede manifes- tarse la energia yang. La naturaleza y la situacién de la Luna en el horéscopo ‘pueden limitar y restringir el funcionamiento de las energias vitales, 0 colabo- rar con él. La forma manifiesta final de cualquier cosa se debe tanto al princi pio yin, que la contiene, como a las energias que la impulsan o la motivan, La naturaleza yin de la Luna da lugar y forma a la accién yang del Sol. Es la ratz y el cimiento de to que se puede experimentar, de lo que existe. En sf misma no significa accién ni vivencia, pero sin ella ninguna de las dos puede exist Pero el hecho de contener, de proporcionar un medio para la vida, da origen 4 otro factor cuya importancia para la comprensién de la Luna es atin mayor. ‘Todo ente, especialmente todo ser viviente, pasa por un perfodo previo ala ma- durez, durante el cual se desarrolla y crece, y no est listo todavia para aparecer y funcionar en el mundo. Durante ese tiempo el ente existe en una especie de ‘contenedor que lo protege y ala vez le da estructura y forma. Puede ser un hue~ Yo, un sitero, la Tierra 0 una semilla, por no mencionar més que algunas de las posibilidades. Este es el principio del contenedor como la matriz que nutre. Es ‘tro de los temas centrales de la Luna, Por esta raz6n, se la conecta con todas, las formas de la maternidad, tanto en el sentido literal como en el metaférico. La posicién de la Luna en la carta afecta a los seres humanos con més fuerza Jjusto antes y despuésdel nacimiento, cuando mas dependen de la madre. La Luna simboliza también, «lo largo de la vida, nuestra vivencia de sentimnos «nutri- «dos» en todos los sentidos, protegidos y apoyados. Las energias de la Luna no 7 se manifiestan solamente en el hogar donde crecimos, donde vivimos de nifios, sino también en el hogar donde nos refugiamos cada dia al anochecer para re- ccuperar fuerzas después de las actividades cotidianas. En un sentido mas amplio, el universo fisico es en iltima instancia el medio cen el que tiene lugar gran parte de nuestra vida. (No considero que la intros- ‘peccién, la meditacién y otras formas de actividad mental, psiquica o espiritual puramente internas tengan lugar en el universo fisico.) Por consiguiente, la po- sicidn de la Luna en el horéscopo indica nuestra actitud con respecto al hecho de estar encarnados en el universo fisico. Ciertas dificultades con la Luna natal indican que uno se siente solo, alienado del universo fisico y extranjero en é1, ‘con la sensacién de no pertenecer a este mundo. Una Luna bien emplazada, por ‘otra parte, significa un individuo que se siente en su casa en el planeta Tierra. Siusted tiene a la Luna en mala situacién en su tema, es probable que sienta con frecuencia que lo tinico que justifica su existencia es lo que hace, no lo que es ‘o quién es. Expresiones como «Estoy en casa», «Me siento bien» y «Este es mi lugar» pertenecen a la energfa de la Luna, Esto nos lleva directamente al segundo de los principales significados de la Luna, que, como enseguida podremos ver, est intimamente relacionado con el primero. Es la idea que tenemos del lugar de donde provenimos: la fuente, la ‘matriz, la Gran Madre. Es nuestro pasado, la nifiez, la herencia o la familia (tan- to la presente como la ancestral). Esté también relacionada con lo que pensa- mos de nuestro pais, de nuestra tierra natal. Y es interesante sefialar Ia tenden- ‘cia comin a tratar a la patria como madre: lo demuestran las terminaciones femeninas de los nombres de muchas naciones. Con frecuencia, Ia actitud de un individuo hacia el hogar y la familia de su infancia esta representada en la carta por la Luna. Las personas que tienen a la ‘Luna mal emplazada tienden a querer alejarse del pasado, a negar y borrar su influencia en su vida, Muchas veces sienten que el pasado las aplasta con su peso, las sofoca, las limita y no les deja ser libres. De adultas, es frecuente que ten- ‘gan dificultades con cualquier tipo de intimidad, especialmente si implica un ‘compromiso. Los conveptos de contenedor, matriz y fuente dan origen todavfa a otra fa- ceta psicolégica de la Luna, Mientras que la energfa yang es consciente, las li ‘mitaciones y formas que le impone la matriz 0 medio en que opera no son ge- neralmente conscientes (a menos, claro, que el individuo haga un esfuerzo por volver Ia mirada hacia adentro, hacia la estructura interna de su propio yo). ‘Ademés, la Luna en cuanto principio de nutricién nos afecta con mas fuerza en tuna época de la vida en que no somos demasiado conscientes. Por ambas raz0- nes, la accidn de la Luna tiende a ser inconsciente. O bien es una parte de la estructura del yo que no ha sido examinada (aunque a cada minuto del di fluya en nuestro pensamiento y nuestra percepciGn), 0 se relaciona con expe- riencias muy tempranas, incluso prenatales, y que por Io tanto no son conscien- 38 ts. La Luna esté relacionada con suposiciones inconscientes que hemos hecho” sobre Ia vida desde el comienzo, con actitudes que sin darnos cuenta hemos Aaprendido de nuestres padres, con pautas mentales hereditarias como los ins- tintos y, lo que es muy importante, con pautas psicol6gicas que se generan en vvivencias infantiles, tanto positivas como negativas. ‘Aunque no es del todo exacto decir que la Luna es el inconsciente, es verdad que en buena medida opera de manera inconsciente. No estamos acostumbra- dos a observar nuestros procesos mentales inconscientes y tendemos a pasarlos, por alto 0 a ser incapaces de percibirlos a no ser que nos entrenemos especial- ‘mente para ello. Ciertamente, nuestros aspectos lunares no se pueden entender [por medios puramente racionales: es preciso captarlos mediante los seni {os y las emociones. En la mayor parte de la bibtiografia astrolégica se considera ala Luna como él principal indicador de las emociones. Vamos a ver por qué. Las emociones som una de las principales manifestaciones de la parte del yo que es hereditaria (se estructura a una edad muy temprana. Son uno de los signos més fuertes de que se esté activando algo profundamente guardado dentro de uno mismo, la parte que més probabilidades tiene de estar dominada por las energias lunares. Las emociones no aciertan ni més ni menos que la mente racional cuando se tra- ta de emitir juicios. Lo tnico que pasa es que la mente racional, como no tiene fcil acceso al poder de las emociones, descontia de ellas. Y esto es tanto més, vlido cuanto ms conscientemente se identifica uno con la mente racional. En alguien que no establezca escisién alguna entre las naturalezas racional y emo- ional, puede haber una capacidad mucho mayor de emit juicios poniendo en juego todas las facultades del yo. Es frecuente que las partes de la mente dominadas por la Luna actien como programas de ordenador, es decir, como pautas completamente mecénicas que se ponen en movimiento automiéticamente y de forma completa por la accién del estimulo adecuado. En el nivel fisico, es lo que se conoce como un reflejo. Pero tenemos tambien reflejos emocionales, que son dificiles de modificar por consideraciones racionales. Ademés, como son instintivos o tienen su origen, ‘muy al comienzo de la vida, su resultado suclen ser eomportamientos que no se consideran apropiadas en los adultos, Y sin embargo, una gran parte de nuestro comportamiento requiere un jui- cio instanténeo y uns respuesta répida. Cuando un coche se nos viene encima, ‘no tenemos tiempo para pensar qué haremios. De modo similar, no pensamos, qué es exactamente fo que hacemos cuando caminamos: qué misculos move- ‘mos, etcétera, Todo esto son pautas lunares que tenemos en el interior de la ‘mente. Rigen una porcién de nuestra actividad mayor que la gobernada por el, pensamiento racional, y son indispensables. El Sol (y, como veremos, también Marte) representa la energia que usan los miiculos, pero las pautas de esa ener- ‘fa, su forma de trabajar, generalmente son lunares. 59 Hay otra faceta de la Luna que se deriva de su asociacién con el incons- ciente. Este no se ocupa de las pautas y restricciones que impone la conciencia. En particular, no reconoce separaciones. Todo es uno, y todo tiene lugar en un continuo. En cierto nivel, las partes lunares de la mente estin en contacto con todo, en todos lados. La Luna, entonces, se convierte en uno de los indicadores de capacidad «psiquica», un modo de percepcién en el que todo esté en cierta ‘manera conectado. El sexo femenino, por lo menos en su papel tradicional, es més yin que el sexo masculino, Por consiguiente, a la Luna se la ha asociado siempre con las mujeres. Y es evidente que la conexién de la Luna con la maternidad y del Sot con la patemidad hace que se asignen estos planetas a los sexos femenino y ‘masculino respectivamente. Incluso hoy parece que la Luna simbolizara con ‘ds frecuencia a las mujeres que a los hombres. Creo, sin embargo, que tie- ne ms que ver con los papeles que ha desempeitado la mujer (el de esposa y el ‘de madre) que con ella misma, Ambos sexos llevan dentro elementos psicols- 10s masculinos y femeninos, y por el momento no esté claro en qué medida Ta sexualidad de la mujer esta condicionada y en qué medida es innata. En a astrologfa tradicional se dice que la Luna simboliza a la gente de un pats por oposicién a sus gobernantes, de quienes se supone que son solares. Hay mucho de verdad en esto, incluso en la medida en que un individuo con una Luna fuerte y bien emplazada puede apelar a grandes grupos de personas y ha- cerles sentir que es uno de ellos. Para politicos y vendedores, esto es una exi- ‘gencia, Pero una parte de Ia idea proviene también de la suposicién de que la ‘gente es en gran medida pasiva en relacién con sus gobernantes. Actualmente ‘esto es menos vélido, aunque lo sigue siendo claramente en épocas de relativa tranquilidad, cuando los gobernantes encuentran poca resistencia en el pueblo. ‘Sin embargo, en épocas de disturbios sociales, cuando la gente de un pafs es cconsciente de lo que quiere y se opone a los intereses de sus gobernantes, el ‘pueblo no es nada lunar. ara concluir con esta descripei6n del simbolismo lunar, hay que precisar tun punta importante. Hemos dicho ya que al parecer los astrélogos no han en- tendido a la Luna tan bien como al Sol, y no le han concedido la misma impor- tancia, Esto se debe a algo que en nuestra cultura se ha manifestado como ma- chismo, pero que en realidad constituye una carencia mucho més profunda, Nuestra cultura ha perdido el contacto con el poder yin. Nos esforzamos por ir al encuentro del mundo para aferrarlo por la garganta y asi dominarlo. No en- tendemos el camino de la espera y el aprendizaje para encajar en el todo y con- vertirnos en partes de él, El Gnico papel que respetamos completamente es el del dominio: del universo, de la naturaleza, de las circunstancias 0 de nosotros rismos. La Luna representa Ia energia de un sendero alternativo, el de conver- tirse en parte de, el de pertenecer, e! de la sumisiGn creativa a aquello que no ga- naremos nada con dominar, No es suficiente que el sexo femenino alcance la 60 igualdad politica con el vardn si el principio yin no alcanza también la igualdad con el yang. Tanto el hombre como la mujer son yin, y los dos son yang. Mien- tras actuemos como si el yin no fuera un principio de la misma categoria que el yang, afrontaremos la vida como seres a medias, incompletos y fuera de con- tacto con la naturaleza. Mediante el estudio de los simbolos astrol6gicos es po- sible obtener algtin atisbo de lo que significa ser alguien completo. Mercurio ‘A este planeta con frecuencia se lo subestima en los escritos astrolégicos. En parte, esto se debe a que no suele ser un motivo obvio de dificultades para la gente. Y ademés sospecho que su simbolismo resulta en general menos intere- sante que el de otras planetas. Sin embargo, es un simbolo de una enorme im- portancia. Se relaciona con la mente, especialmente con las capacidades I6gica ¥ de razonamiento, y con todas las formas de comunicacién. Ademds, Mercu- rio Gunto con Urano) es el indicador del sistema nervioso, porque los nervios permiten que los érganos se comuniquen entre sf. En el mundo, Mercurio se re- laciona con todas las formas de transporte y de movimiento; pero, por mas im- portantes que sean estas atribuciones tradicionales, no dejan bien clara la im- portancia real del planeta. Laimportancia de Mercurio proviene de dos fuentes. La primera es la funcién que cumple el planeta, y a segunda el mecanismo por cuya mediacién opera el simbolismo, ‘Mercurio significa el poder de superar la brecha que existe entre entes se- parados. El mundo tal como lo ve la conciencia humana normal es un mundo de divisiones. La primera de ellas es la division entre sujeto y objeto, entre yoy tt. ‘Yo no puedo tener tu vivencia, ni té la mia. Aunque jamés podemos ponernos, plenamente en el lugar del otro, tampoco estamos totalmente aislados. Pode- ‘mos comunicarnos, y la comunicacién es una de las principales funciones de Mercurio. ‘A medida que vamos saliendo del estado de conciencia infantil en el que nos parece que todo es mis o menos una unidad, tomamos conciencia de que esta- ‘mos separados del universo que nos rodea. Al mismo tiempo, adquirimos la ca- pacidad de hablar, de compartir conocimientos y experiencias, y también de permitira los demas que hagan lo mismo. Esta facultad es peculiarmente huma- na, Gracias a ella podemos transmit nuestra cultura de una generacin a otra, sin tener que esperar a que la naturaleza vaya creando nuevas formas de comporta- miento programado mediante el instinto, que evoluciona muy lentamente. De esta manera, Mercurio es un aspecto de la conciencia misma: crea la re- lacién entre sujeto y objeto, necesaria para que exista la conciencia. El nifioem- pieza a hablar (una funcién mercuriana) en el preciso momento en que su con- 6 ciencia comienza a captar el hecho de que las personas estin efectivamente se- paradas entre sf, en particular él y su madre. También es aproximadamente en tsa 6poca ~por lo general antes~ cuando el nifio aprende a caminar, otra fun- ‘én mercuriana. Al aprender a movernos fisicamente entre lo que nos rodea también aprendemos a superar las brechas que hay entre nosotros y los demi. ‘La segunda fuente de la importancia de Mercurio es que representa el poder de inventar simbotos, o que por extensisn incluye todas ls formas de transmi- sin de datos. “Todo lo que sabemos, experimentamos, sentimos, ercemos o dudamos se cconcreta por medio de signos que en nuestra mente representan hechos, expe- riencias o entes reales, Por ejemplo, nuestra impresion visual de un Arbol no es € rbol. Es la forma en que el cerebro experimenta el impacto de un determina- {do conjunto de ondas luminosas concentradas en Ia retina. Lo que vemos como lun frbol no es més que nuestra vivencia de un aspecto de la realidad total det frbol. Todas las otras impresiones sensoriales también son de este tipo: las crea el cerebro al recibir los datos de los érganos de los sentidos. ‘Unhhecho notable en lo que se refiere a Tos impulsos nerviosos esque en ge~ neral son idénticos, Lo que varia es la parte del cerebro que recibe cada con- junto de impulsos. O sea que es el cerebro el que crea experiencias sensoriales ‘como imagenes visuales, olores, sonidos, sabores,texturas, etcétera. De esta manera somos, lteralmente, los ereadores de nuestra propia experiencia. Cada vivencia sensorial es un signo creado por el cerebro que corresponde (por lo ‘menos la mayoria de las veces) a una realidad fisica. Habitualmente identificamos nuestras experiencias sensoriales con el uni- verso fisico, de tal modo que no podemos ni siquiera concebirlo separado de los Signos que él cerebro crea para representari. La fisica moderna nos resulta di ficil de captar precisamente porque, para relacionarnos con lo que nos muestra, nos exige que vayamos més allé de los sistemas de signos del cerebro. Lo que {ste percibe tiene una correspondencia fiabl, pero no inevitable, con la reali- dad, Se puede crear la vivencia de la luz en la oscuridad total: simplemente ejerciendo durante un rato una suave presin sobre los papados cerrados. ve- emos luces. En ello no interviene ninguna radiacidn electromagnética. No im- porta qué sca lo que estimula los nervios dpticos: si hay algo que los estimule, los centros 6pticos del cerebro lo interpretarin como luz. Somos nosotros quienes hacemos que los signos que el cerebro crea para idemtificar las experiencias representen la realidad fisica. La vivencia del mun- do exterior, por mas profunda que sea, no consiste més que en esos signos: el ‘mundo exterior como tal esté ms alld de la posibilidad de experimentarlo di- rectamente. Pero usando los signos que representan las experiencias, creamos sistemas complejos, mapas mentales a Jos que lamamos realidad. Si nuestro ‘mapa nos permite interaccionar eficazmente con el universo, nos comportamos de manera «realista». Sino, somos victimas de la ilusién. 02 En este proceso nos ayuda la memoria, que nos permite evocar a voluntad Jos signos de las experiencias. Y a memoria cuenta con la ayuda de otro recur- 40, el lenguaje, constituido por signos de signos. Si lamamos signos primarios wlos creados directamente a partir de la experiencia, entonces el lenguaje con- iste en signos secundarios, terciarios e incluso de orden mayor. Nosotros tra- ‘ducimos los signos primarios de la experiencia alos signos de orden mayor del enguaje, que tienen la virtud de que se los puede poner por escrito. En las s0- “Giedades no alfabetizadas, la poesia cumplia la misma funcién (el ritmo, larima Yel metro servian para ayudar a la memoria. El lenguaje nos permite también reducir la brecha entre nosotros y los de- ‘ns, transmitiéndoles una comprensién parcial de nuestro personal mapa de la ‘ealidad. Evidentemente, en la traduccidn siempre se pierde algo, porque los signos primarios de la experiencia son mucho mas poderosos que los signos de ‘orden mayor del lenguaje. Esta es una de las razones de que hayamos creado Algo més poderoso que el lenguaje verbal, algo capaz de transmitir en mayor ‘medida el poder inmediato de los signos primarios. Ese algo es el arte en todas, sus formas. Aunqueno sea tan preciso como e! lenguaje verbal para determina- ‘dos fines, es mucho més poderoso para transmitirciertos tipos de experiencia. En la medida en que el arte es comunicacién, su indicador es Mercurio (aunque el acto de la creacin pertenece a Venus). La traduccién de la experiencia inmediata al lenguaje no se logra sobre la base de una equivalencia de elementos. Se han de traducir no s6lo las vivencias _ como tales, sino también las relaciones que hay entre ellas. El propio lenguaje che contener las reglas para hacerlo, y esas reglas no se derivan directamente de la experiencia, Asf el lenguaje, como habla y como pensamiento, alcanza en Ja mente una vida propia, aparte de la experiencia, Surgen conceptos que no se derivan directamente de la experiencia, pero que nos ayudan a formamos re- ‘everdos de ella, y au vez pueden influir en experiencias posteriores. ¥ crea ‘mos conceptos de nivel atin mas alto, que representan grupos de conceptos y de vivencias. Sucede, pues, que constantemente tenemos que traducir ideas y siznos de ‘uno a otto nivel, y creamos varios mapas diferentes de la realidad segiin que es- ‘temos pensando, hablando, imaginando o simplemente teniendo una experien- ‘la, La mente debe ser capaz de pasar con rapidez de un nivel de signos a otro, ‘eidealmente debe ser capaz de comunicarse con otros. En este sentido la inte ligencia es como la destreza fisica, que también es mercuriana, Ambas se rela- ‘cionan con manejos répidos y eficientes que pueden tener que ver -0 no— con tun contexto significativo. [La creacién de mapas o conjuntos de signos que correspondan a la realidad ‘© otros grupos de signos es una funcién mercuriana. Y con mucha frecuencia, ‘nos encontramos con que los signos que representan las cosas operan simulté- ‘neamente en varios medios diferentes. Es obvio que el lenguaje oral y el escrito 63 smas de signos que funcionan en estrecho paralelo, pero no lo es tanto ‘que las ondas de radio modificadas para que puedan transmitir sonidos e imé- ‘genes de video constituyan también un conjunto de signos que pueda ser par lelo al lenguaje. La conversién se hace mediante un proceso conocido como modulacién, Se puede considerar modulada cualquier cosa cuyo estado normal haya sido mo- Gificado para que se la pueda usar como un medio para la transmisién de datos. ‘A los dispositivos que transmiten datos de un medio a otro se los conoce en los lenguajes como traductores, y en términos mecénicos como transductores. La traduccién y 1a transduccién son importantes funciones de Mercurio. El len- ‘2uaje hablado traduce la experiencia a ondas sonoras, y el lenguaje escrito la traduce a pautas visuales, en tanto que un grabador transforma por medio de un transductor los sonidos en pautas magnéticas y viceversa. ‘Mercurio no es ni los mapas mismos, ni los lenguajes, ni los medios mecé- nicos en los que se almacenan los datos, ni tampoco ninguno de los signos que Jos representan. Es el . ‘Cuando nuestras energfas marcianas se ven desafiadas, reaccionamos con el sindrome de ataque o fuga: se produce liberacién de adrenalina, el cuerpo em- pieza a reaccionar ante una situacién de fuerte tensién en la cual debe defen- derse o escapar. En la mitologia antigua, Marte (0 Ares, su nombre griego) iba acompafiado por Deimos y Fobos (el temor y el pénico), que son ahora los nom- ‘bres de las dos lunas del planeta Marte. El temor y el pnico son aspectos del drome de ataque o fuga, y por consiguiente atributos marcianos. Observe- ‘mos que lo tinico que se necesita para activar este aspecto de Marte en muchas personas es hacer que hablen ante un numeroso grupo de gente. El cuerpo reac- ‘ciona ante la multitud como si ésta fuera un depredador. Este ejemplo deja bien claro el nivel de primitivismo que puede infiltrarse en nuestras acciones cuan- do las energias de Marte manejan nuestro comportamiento. ‘Aunque el temor y el painico sean aspectos de las energfas marcianas, no re- presentan su funcionamiento normal. Marte suele atacar y no escapar, y s6lo es probable que su reaccién se exprese como miedo si su emplazamiento en una carta es débil. EI miedo proviene de la inseguridad, y ésta se da cuando Marte el Sol funcionan mal. Sin embargo, un Marte en apariencia muy fuerte puede estar encubriendo debilidad. Un comportamiento dominante o prepotente no es elestilo normal de un Marte adecuadamente fuerte. Los que se emocionan ante la gloria de la competicidn y disfrutan poniendo a prueba su coraje son, en rea- lidad, aquellos en quienes Marte es fuerte. Les gusta ver hasta dénde pueden lle- ‘gar en cualquier empeiio, y cudnta fuerza tienen en relacién con los dems. Pero los tipos marcianos mas fuertes de todos no sienten un gran deseo de compa- 70 con otros; prefieren mejorar su propio rendimiento, perfeccionindose y iéndose constantemente. El tipo marciano es, pues, un individualista, La gente de Marte no quiere Fst propia integridad siguiendo un camino establecido por otros, ‘modlo que con frecuencia son los primeros en ir por donde nadie ha andado El verdadero marciano no quiere ni dominar ni que lo dominen, sino que ‘que lo dejen en paz, libre de seguir el camino que é1 quiera. Por esta ra- sin embargo, puede tener dificultades en sus relaciones, especialmente en Jaborales. En cuanto al amor, son personas que necesitan una pareja que sea ‘u igual, alguien independiente, capaz de seguir su propio camino cuando es “necesatio. Es frecuente que las mujeres experimenten sus energias marcianas por me- acién de los hombres. Por eso se dice que Marte, como el Sol, rige lo mascu- ino, pero también esto esté cambiando en la medida en que las mujeres se po- fien més en contacto con sus energias yang. Ademés, cualquiera puede tener Ia vivencia de Marte por mediacién de otras personas que estén asociadas con la werza, la fortaleza y el vigor. Asf, Marte alude tradicionalmente a los atletas, los militares, la policfa en su aspecto enérgico, etcétera, y también, de forma ‘menos obvia, a metales como el hierro y el acero (usados por los militares y en poderosas maquinas) ya los que trabajan con ellos. En un cuerpo sano, Marte representa el vigor y la vitalidad del movimiento, ‘especialmente de los musculos. Pero también puede manifestarse como irrita- "clones, inflamaciones, infecciones y fiebres. Este planeta puede ser uno de los Drincipales indicadores de operaciones y accidentes,dificultades que s6lo se ‘manifiestan cuando por alguna raz6n estin bloqueados los canales psicol6gicos ‘través de los cuales se expresa normalmente Marte. ‘Tal como he dicho en el apartado sobre Venus, a Marte le cabe un papel vi- talen el amor. Es obvio que, en cuanto es el planeta del conflicto, no simboliza ‘el amor como tal, pero es necesario para el amor: s6lo las personas que han Fealizado su Marte, que han formado y definido su individualidad y saben man- Aenerla frente a la resistencia, pueden verdaderamente amar y ser amadas. El Jamor tiene tanto une faceta de autoafirmacién como una de fusién con el otro. En realidad, en muchos animales, entre ellos los seres humanos, hay una fuerte ‘eonexién entre el comportamiento sexual y la pelea. La intensidad de la pasign sexual es simulténeamente el resultado de la expresiGn de las energias egoistas (Marte) y de una experiencia de fusién (Venus). Mantener el equilibrio entre ‘estas dos energfas es una de las dificultades con que nos enfrentamos en las re laciones sexuales. Los hombres en particular, que tradicionalmente estin més identificados con la faceta marciana de la sexualidad, pueden actuar con egofs- mo en las elacionesamorosas, explotando y usando a las mujeres. Por otra par- te,€s probable que asu vez ellas, que tradicionalmente se han identificado con ‘el aspecto venusiane de la sexualidad, exijan demasiado poco de una relacién y 1 se dejen explotar. También esto va cambiando, ya que ambos sexos se estén ha- ciendo cada vez mas conscientes de la necesidad de experimentar,en su expre- si6n sexual, tanto a Marte como a Venus. Esto nos lleva a un punto importante, que no ha sido aclarado en los textos ntiguos. Ni Venus ni Marte son, cada uno por sf solo, el planeta de la sexuali- dad. Lo que rige la pasién sexual es la combinacién de ambos. ¥ otros planetas, entre ellos Plutén, también tienen un papel, aunque menor, en este asunto. NO es correcto describir a Marte como sexualidad masculina y a Venus como se- ‘xualidad femenina, a menos que nos refiramos a nociones muy primitivas de la sexualidad. Idealmente, cada sexo debe manifestar ambas energfas. El ser hu- ‘mano completo siempre tendré un Marte fuerte equilibrado por una Venus fuer- te, y serd capaz de evitar ambos extremos, es decir, el conflicto y la pasividad. Sépiter La tradici6n considera a Jipiter como el planeta con un mayor significado de éxito y logro, buena suerte y todos los beneficios concebibles que pueda ofre- cer la vida. Se to ha llamado el gran benético 0 benéfico mayor (Venus es el ‘menor), y se lo ha considerado siempre como el signo de los resultados positi- vvos en cualquier empresa. Mas recientemente, ha habido una reaccién contra este antiguo punto de vis- ta, y se ha extendido el sentimiento de que a Jipiter se lo supervalora. Ahora se habla de su tendencia al exceso, la arrogancia, el desplfarro y el desalifio. No obstante, por lo comin la gente disfruta de las energéas de Jpiter, que en la ma- yorfa de los casos es una influencia auténticamente constructi ‘Sin embargo, ninguna de las dos visiones de Jupiter se refiere al quid de la cuestién. No es suficiente con saber que este planeta puede producir una cosa u otra, ni que la gente se siente bien o no como reaccién a sus energias. La cues- tidn es: ,cudles son las energias jupiterianas? ‘Seguin mi experiencia, Jipiter se relaciona con dos energias en apariencia diferentes, pero estrechamente relacionadas: Ia de expansi6n y Ia de integraci6n. A continuacién, las estudiaremos y veremos cémo, cada una por separado 0 juntas, conducen a los diferentes conceptos que ha tenido la gente sobre Jipi- ter. Y lo que es mas importante, llegaremos a entender mejor el papel que este planeta desempefia en nuestra vida. ‘Ante todo, ,qué queremos decir con expansién? ;Expansién de qué? Como la accién de todos los planetas es fundamentalmente psicol6gica, Jupiter es la energia que expande algo en la psique. Especificamente, simboliza la energia que expande la esfera de accién y de experiencia en donde vive y se mueve el individuo, Cada persona nace en un mbito relativamente estrecho de accién y de ex- n 4a, Al comienzo, nuestro mundo es la cuna y sus alrededores, la familia Y sus amigos. Esto no es un problema para el individuo mientras, tun sentimiento de unidad con el mundo. Es probable que los recién naci- no se den cuenta de que son personas diferentes, seres aparte de su madre y fenitomo. Sin embargo, la experiencia no tarda en mostrarles que son seres 'y que tienen muy poco control sobre su entomo y la gente que lo integra ‘esbozo de conciencia de separacién y de falta de control debe conducirlos lemente a un deseo de expandir su propio mundo, de adentrarse en él y volver a convertirto en parte de sf mismos. ‘Asi, en su forma mas temprana, Jipiter representa el hecho de «extender- para reincorporara nuestro propio ser tanto como nos sea posible de! mun- ‘extemo, posiblemente para crear de nuevo el sentimiento de unidad que istfa en el primer periodo de nuestra vida. Esto incluye el deseo y la necesi- de erecer, tanto fisica como psicolégicamente. ‘Las etapas iniciales de la energia de Jépiter consisten, pues, en crecer como duos en un nivel fisico, salir al mundo y aprender cosas sobre él, alcanzar yy autonomifa y ensanchar el alcance de nuestra accién y nuestra experien- Esta es la faceta de Jupiter que lo asocia con la expansién de la conciencia, ‘elaprendizaje, el deseo de viajar y el amor por la libertad y la independencia. Es {ambién el lado de Kipiter donde tiene origen su asociacién con el crecimiento texcesivo, la tendencia a dilapidar y cl desalifio. En el deseo de crecer, se tiende por alto la nevesidad de cuidar los detalles y de ocuparse de los aspectos de la vida, obien a considerarios indignos de que se les presteatenciGn. Aipiter se asocia con la incorporacién, con el hecho de atraer al propio mun- ‘do cosas que son exteriores a uno mismo y convertirlas en parte del yo. En este tspecto, hay una fuerte conexin entre la Luna y Jdpiter. En el nivel fisiols £60, por ejemplo, ambos se asocian con ta digestiGn. A Jpiter se lo considera igeneralmente como la energia que conduce a la obesidad. Hay xin otra conexidn entre la Luna y Jépiter. Los dos forman parte del sis- tema de apoyo que se necesita para crecer. La Luna, como ya se ha dicho, se re- uciona con la nutricién, tanto la fisica como la afectiva, y con la creacién del ‘entimiento de bienestar emocional de un individuo. Mientras que la Luna for- ‘ma parte del conjunto de simbolos referidos a la madre, Jépiter se relaciona més ‘eon los del padre. Es a parte de la funcién parental en que los padres dan alien- 0 y apoyo al nifo en sus esfuerzos por crecer y expandir su mundo. Cada vez. ‘que el nifo se enfrente a un eto en su educacién, deberta dérsele el correspon- iente aliento que le permita creer que puede aprender a superar el obstéculo. Este es un aspecto de Jipiter como planeta del crecimiento. ‘A la gente con una fuerte influencia de Jipiter, su aspecto de crecimiento puede llevarla por dos caminos. Un tipo de personalidad jupiteriana puede vi- vvirabrigndose hacia afuera para abarcar y experimentar todo lo que le sea posi- ble del universo. A este tipo de persona le interesa toda clase de aprendizaje, B conocimiento y experiencia. La amplitud de la experiencia le impide adoptar posiciones de estrechez. mental basadas en objetivos a corto plazo a expensas de ‘otros de mayor alcance. Al saber que la mejor manera de favorecer los propios intereses es favorecer los del mundo del que forma parte y del que tanto ha vis- to y experimentado, este tipo de persona tiene generalmente un fuerte senti- miento de conciencia social. El otro tipo de personalidad jupiteriana manifiesta el lado lunar de Jupiter y no puede renunciar a lo que ve y experimenta, intenta aduefiarse de todo y lle- Bar a ser més importante, imponente y arrogante que nadie. Jamés lo satisface ‘nada en la vida, y esté siempre en movimiento, Cuil es ta diferencia entre ambos? Creo que reside en otras energias que tienen que ver con la seguridad del yo. Los dos son inquietos y estén siempre en ‘movimiento, pero uno de ellos nunca es feliz, y el otro generalmente sf. Hay siempre un limite para el crecimiento, y viene impucsto por dos facto- res. Uno es que todo ente tiene cierta capacidad de crecimiento que le es propia, ¥y cuando se sobrepasa esa capacidad, el crecimiento se detiene. El otro factor es que el mundo externo s6lo puede soportar cierta cantidad de crecimiento. Hay tun limite, por ejemplo, para los alimentos y otros recursos. También se neces ta lugar para crecer, y no se puede ir mds alld de cierto punto sin invadir dere- cchos ajenos. En cualquier caso, el limite lo impone la energia de Saturno, como Veremos en la seccién siguiente. ‘JGpiter, en cuanto energia de integracién, se elev: ‘de Saturno, Dicho en términos simples, sila medida en que podemos cre- ccer, absorber el universo extemo y apropidrnoslo es limitada, entonces quiz haya otra manera de superar nuestra pequefiez, nuestro sentimiento de aisla- ‘miento y de falta de control. Podemos integrarnos en el orden social reinante, 10 cual nos permitira conectarnos con otras personas y llegar asf a formar parte de ellas. Si no podemos controlar el orden social que nos rodea, quiza podamos ser sus representantes. Este lado integrador de Jupiter se relaciona también con el conjunto de sim- bolos del padre, cuya funcién no es solamente hacer que crezcamos superando continuamente retos y praporcionaros el apoyo que nos permita estar ala al- tra de tales retos, sino también ayudarnos a encontrar un lugar en el mundo, un papel que desempeitar, una esfera en la cual podamos ser tiles. El lado integrador de Jupiter se expresa de la manera més tfpica en si aso- ciacién con la religién, que es (0 por lo menos eso esperamos) un sistema de ex- pansién de la conciencia. Pero es mas atin: un sistema que nos proporciona una relacién con el universo. La etimologia mas comin de la palabra «religion» es la que proviene del latin religare, «volver a ligar», es decir, volver a vincularse con el universo. La religién es un poderoso recurso para intentar superar nues- ‘ro sentimiento de separacién. Sin embargo, la religién jupiteriana no es la del asceta, solo en la cima de una montafia, sino la de elaborados rituales sociales "4 “en Ia que todos podemos desemperiar un papel. Es ms bien la religién del sacer- ‘ote que la del mistico. ____Latrelacién de Japiter con el derecho también es una funcién de su aspecto ‘integrador. En ta medida en que el derecho es un conjunto de reglas y restric- clones es saturnino, pero en la medida en que es la trama de los acuerdos forma que consolidan una sociedad, es jupiteriano. Jupiter rige también los acuerdos “Informales e implicitos gracias a los cuales funcionamos como sociedad. ~_ Aceste planeta se lo ha asociado también con la medicina y el poder de sa- “har, con la reintegrscién del cuerpo después de la enfermedad y con la preven- ‘eid de la desintegracién corporal ‘También el deseo de la mente de alcanzar una espléndida visién global se genera en el lado integrador de Jipiter. A la mente jupiteriana le interesa més ‘ver e6mo todo se relaciona con todo lo dems que examinar en detalle cosas fisladas. Para ella simplemente, los detalles no son tan importantes como Hle- ‘gar a entender qué es lo que integra las cosas. De aqui se deriva su amor por la filosofia. ‘As{como un exceso de expansién personal agresiva puede conducir a la arro- ‘gancia, 1o mismo puede suceder con un exceso de identificacién con aquello ‘eon lo que tno se siente integrado. Podemos sentir, por ejemplo, que en cuanto fepresentantes del crden social tenemos el derecho de actuar como si en reali- ‘dad fuéramos su encarnacién. El resultado en este caso es una arrogancia colo- ‘sil, como la que se puede ver claramente en la carta de Adolf Hitler, en la que "la Luna esta en conjuncién con Sépiter. Este aspecto generalmente es positivo, pero en el caso de Hitler muestra cémo se puede pervertir el poder de Jupiter. ‘A la mayorfa de las personas les gusta crecer, y también sentir que forman parte de algo mayor que ellas mismas. Asimismo, disfrutan teniendo abundan- {es oportunidades en la vida. Por todo ello, la mayor parte de la gente disfru- {a.con Jépiter, pero eso no es el resultado de una bondad inherente al planeta. ‘Aungue parece que Jipiter se leva bien con més energias planetaras diferen- {es que la mayorfa de los demas planetas, tampoco es tan excepcional que sus ‘energias funcionen mal. Es probable que un crecimiento ilimitado no deje lugar para seguir creciendo. Un exceso de recursos puede llevarnos a dilapidar lo que tenemos. Y a su vez dilapidar, como se ve con cegadora claridad a estas alturas, de la historia, puede convertirse en una barrera para seguir ereciendo. Al mis- mo tiempo, todo organismo debe crecer y ocupar un lugar en el esquema de las, cosas. Todo esto es jupiteriano, Saturno ‘Saturno es fundamental para entender al individuo y su conciencia, aunque su importancia es de ua tipo diferente de la del Sol, la Luna y otros puntos perso- 15 nales. Como su movimiento es tan lento, su posicién en el zodfaco no distingue ‘muy bien a un individuo de otro. Saturno es una energia que concierne a los co- lectivos, y una de las cosas més importantes que podemos saber de una perso- na es su relaciGn con los aspectos colectivos de a vida, Hay algo dalo que debemos ocupamnos en seguida. Actualmente se estére- habilitando a Saturno. La mayoria de los astrdlogos de hoy en dia coinciden en ‘que no es tan maléfico como se crefa. Asf como Jipiter, a quien se soli llamar «el gran benéfico», puede indicar a veces energ{as dificiles, ahora también se reconoce que Saturno puede desempefiar un papel positive. Sin embargo, si poder de destruccién todavia es grande, no porque el planeta sea intrnsecamen- te destructivo, sino porque en muchos casos no sabemos cémo manejar la ener- ga saturnina. Los que han estudiado las energias planetarias han aprendido a ‘manejar lo que tradicionalmente se describe como «efectos maléficos de Satur- ‘no», pero no son muchos los que han aprendido que las mayores amenazas de Saturno a nuestra felicidad se producen precisamente en aquellos momentos en ‘que parece que funciona de forma positiva. Para comprender esto, debernos en- tender primero los significados basicos de Satumo, Alo largo de este libro iremos viendo que a Saturno se lo puede interpretar ‘como el polo opuesto de varias energfas planetarias. Es el resultado de la natu- raleza saturina, que lo impregna todo. Antes de considerar la relacin polar de Satumo con Jipiter, vamos a examinar el concepto de polaridad. La experiencia del universo que todos compartimos se fundamenta directa- ‘mente en el principio de la polaridad: ariba-abajo, izquierda-derecha, macho- hembra, adelante-atris, yo-t, bueno-malo, etcétera. En cada par de opuestos, cl significado de uno de los términos se deriva del significado del otro: ningu- no de los dos tendria sentido por separado. Todos hemos notado que cualquier cosa, por ms placentera que pueda ser al comienzo, en exceso se vuelve em- palagosae incluso desagradable. Cuando hace demasiado calor nos gusta refres- ccamos, y nos abrigamos cuando hace demasiado frio. Y no es solamente cues- tién de encontrar el equilibrio. La mayoria de las personas necesitan por 10 dos lados de cualquier polaridad. ¥ esto es vélido incluso para el bien y el mal A la mayorfa nos atrae, de vez en cuando, hacer algo que se podria considerar ‘malo, pero muy poca gente aprecia el mal en estado puro. De modo similar, las ppersonas demasiado buenas pueden resultar molestas. Yo creo, como las diver- ‘sas escuelas de filosofia oriental, que la polaridad es inherente a la naturaleza del Universo, y que lo adecuado para la humanidad es seguir las sendas que transcurren entre los opuestos polares. Ese es el camino del Tao. La realidad misma obtiene la diversidad de su naturaleza del entretejimi to de opuestos polares. Sin ellos no habria ninguna realidad con la que pudiéra- ‘mos relacionarnos, ningtin hecho, ninguna existencia. Incluso la existencia esté polarizada por la no existencia, 16 £n la polaridad Jépiter-Saturno, el individuo que sigue una senda jupite- se expande para incorporar tanto como le sea posible del universo. Pero si hacer por completo, toda la existencia terminarfa incorporada al in- Y si éste lofuera todo, tanto en la experiencia como de hecho, nada po- ‘experimentar fuera de sf mismo. Sin embargo, la conciencia que tiene un de s{ mismo se da con referencia a aquello que no forma parte de él que no es el yo crea la conciencia del yo, y la conciencia del yo crea lo que 8 el yo. Cuando lo tinico que hay es el yo, el juego de la existencia toca a fin, Por esta razén, el universo se resiste a que el individuo se expanda. Llega un ‘en que dice: «No! No puedes ir ms alliv. Esta es la energia de Sa- Inenergta que mantiene la realidad tal como la entendemos. Establece las 3. impone los limites, crea la estructura y define la naturaleza del juego. ‘La energia de Saturno afecta alos colectivos porque representa ese aspecto “deta realidad que surge de un consenso entre los seres humanos. No representa a verdad o la realidad absoluta, sino una realidad socialmente creada, que ope- ‘adentro de un universo social y tiene sus mayores efectos sobre los individuos ‘@n un contexto socialmente definido. Los aspectos de Ia realidad puramente [personales no resultan tan afectados por el arquetipo de Saturno. Este planeta tiende a dirigir la atencién del individuo hacia afuera del yo. ‘Puede representar las opiniones de otras personas, sus necesidades, sus ideas de _layerad, su ley 0, mis precisamente, a ley coectiva, la verdad colectva t- eétera, La dificultad con Satumo proviene de dos fuentes, solo una de las cuales se suele entender, y es la que le ha dado su fama de «gran maléfico» [Noes agradable, cuando uno se esfuerza por alcanzar algo, que le digan que ‘¢5 inaleanzable. No es nada grato tropezar por primera vez con las propias li- Imitaciones (aunque sf lo sea conocerlas y vivir de acuerdo con ellas, sin resis- {encia), Noes agradable tropezar con reglas frustrantes, ni tampoco chocar con las naturales pero feas consecuencias de los propios errores. A veces los cho- ‘ques con las rezlas del juego pueden ser tan violentos como para matar, o al me- fos destruir, lo que uno ha forjado con dolor y esfuerzo a lo largo de anos. Estas conocidas dificultades que implica la energia saturnina resultan de no entender algo, sean las propias limitaciones o las reglas del juego. Si bien Sa- {urmo permite e incluso refuerza ciertos aspectos de la realidad personal, sta no ppuede entrar en conticto con la realidad social, colectiva o consensual. Cuando testo sucede, las reglas de la realidad colectiva funcionan de manera casi auto- Imitica, de tal modo que a uno le parece que s6lo esté sufriendo las consecuen- ‘eas de sus propias scciones. De abt proviene la idea de que Saturno nos da lo ‘que nos merecemos,o de que es el Sefior del Karma, Este aspecto de Saturno se puede manejar simplemente tomando adecuada conciencia de la naturaleza de la situacién dada, De hecho, los enfrentamientos con diferentes situaciones son 1 Jo que nos hace madurar. Por ms que en estas circunstancias Saturno a menu- do provoque dotor, en realidad es muy creativo y necesario en la experiencia humana, Este lado positivo de las energfas saturninas ha sido fuertemente des- tacado en la bibliografia mas reciente. El problema verdaderamente grave con Saturno reside en el concepto de la realidad misma; a saber, en a equiparacién de la realidad con la verdad. La rea- lidad parece inmutable, ordenada y eterna, Sin embargo, la vida es tan breve que no podemos ver si en algtin nivel fundamental las reglas del juego estén cambiando lentamente 0 no, Pero podria ser. Lo que nosotros, desde nuestra perspectiva limitada, consideramos la realidad no es necesariamente la verdad. Sin embargo, necesitamos esta realidad: para la mayoria de nosotros, la €x- periencia de vivir en un universo en donde todo fluyera, no se pudiera contar con ninguna regla, y lo que hubiéramos entendido ayer no nos diera ninguna clave para entender algo mafiana, seria suficiente para mandamos al manico- ‘Confiamos en un sistema de la realidad que nos sirve de apoyo, e incluso ‘cuando no estamos familiarizados con sus reglas, agradecemos su existenci La realidad es estructura, como lo es también Saturno. La realidad es limi- tacién, igual que Saturno, porque todo esti definido tanto por lo que no es como por lo que es. Si yo tomara una sillay dijera: «Que la esencia de esta silla lene la habitacién», y asf sucediera, perderfamos la capacidad de pereibir la sila. Esta se define, al mismo tiempo, por el hecho de que ocupa el espacio que ocu- aly por el hecho de que no ocupa el espacio que no ocupa. La realidad se crea por un proceso de exclusién, de eliminacién de otras realidades posibles. Este aspecto, el de la exclusi6n, constituye uno de los atributos mas importantes de Saturno, Sin embargo, el problema no es la existencia de la realidad tal como la he- ‘mos descrito, sino nuestra adiccién a la realidad. Creo que hay muchas realida- des posibles, y que el mundo que compartimos no es ms que una de ellas. Us- ted puede no estar de acuerdo con esto, pero es obvio que dentro de la realidad ue es el mundo hay muchas situaciones en las que se puede definir la realidad de De todos modos, no podemos vivir con ello, y creamos realidades alli don- de no hay ninguna, con el solo fin de tener estructura. Exaltamos nuestros sis- temas de creencias hasta el nivel de la realidad y después perseguimos a aque- Hos que no los comparten. Y, lo que es atin mas importante para nosotros como individuos, limitamos innecesariamente nuestra vida y nuestro crecimiento al cexcluir posibilidades que podrian aportarnos una vida nueva. Por eso el envejecimiento esté regido por Saturno. A medida que envejece- mos vamos realizando nuestro potencial, y por eso nos queda cada vez menos. Corremos el riesgo de la rigidez y la muerte prematura. En sitima instancia, la muerte se puede entender como el momento en que todo se ha realizado (por lo menos en esta vida) y ya no queda més potencial. Uno puede aproximarse mu- 78 cho a este estado sin Hegar a sufrir realmente la muerte fis dadero, y muy grave, peligro de Saturno. Lacestructura se convierte en rigidez, la disciplina en estrechez, el orden en ‘una camisa de fuerza, y el exceso de pautas aplasta la espontaneidad. En otto nivel la conformidad de una persona con el consenso de cualquier época deter- ‘minada en la historia limita, define y en ltima instancia ahoga su potencial crea {ivo, ¥ el potencialcreativo es la tnica esperanza para un futuro progreso de la ‘cultura, Cada ver. que hacemos algo que no es fiel a nuestra verdadera natura- Jeza, que actuamos no para satisfacer una necesidad auténtica, sino més bien para no defraudar expectativas ajenas, cometemos contra nosotros mismos un ‘erimen peculiarmente saturnino, Avanzamos un poco més hacia la muerte, le- ‘vamos @ la préctica una parte de nuestro potencial,y lo que hemos realizado no expresa lo que somos. ‘Como todas las energfas, la de Saturno tiene su momento y su lugar. Pero ‘como las cuestiones saturninas son tan bésicas para la existencia social, corre ‘mos el riesgo de aplicar los principios de Saturno en situaciones en que son propiados. Ser una persona madura y capaz de aceptar la responsabilidad es una ‘earactristca saturnina, pero también lo es sentrse culpable por las propias in- suficiencias. Tener una imagen definida de quién y qué somos es una caracte- ristica saturnina, pero lo es igualmente estar tan aislados de los demas que no seamos capaces de relacionarnos. La alienaci6n y el sentimiento de tener un yo ‘iferenciado son la misma energia en grados diferentes y en situaciones distin- tas. Conocer las propias limitaciones es una caracterfstica saturnina, pero lo es igualmente conformarse con demasiado poco en la vida. Ser realista es propio de Saturno, y también lo es comprometer nuestra integridad y negamos a ex- ppresamos a nosotros mismos por miedo de ver lo que es realmente posible en el mundo. En cuanto personificacién planetaria de las fuerzas que configuran nuestra Vida y le dan forma en el contexto de un universo social, Saturno esté fuertemen- te elacionado con el simbolismo del padre. Es més, el simbolismo saturnino se ve con la mayor cleridad en los mitos referentes alos dioses padres. La repre- sentacién mitol6gica més ajustada de Saturno no es el Saturno-Cronos del mito, grecorromano, sino el Yahvé-Jehové de las partes més arcaicas del Antiguo Testamento, ese dies que establece los mandamientos y exige que sean obedeci dos. Es justo y recto, pero con una peculiar rigidez carente de misericordia: para tse dios, obedecer Ia ley es més importante que actuar con dulzura y paz. ‘Un Saturo fuerte indica a menudo una experiencia especialmente podero- sa del principio paterno (personificado a veces, pero no necesariamente, por el padre biol6gico), en todas las situaciones que requieren el aprendizaje de unas reglas o una disciplina o la adaptacién a un determinado papel social. La es- ‘euela es saturnina, asf como los maestros, las personas que nos gufan y con fre~ ‘cuencia nuestro jefe o patrén. 1 y este es el ver 1” jurno tiende a concentrar nuestras preocupaciones en los dmbitos de la vida que necesitamos elaborar, no sélo mediante su posicién natal, sino tam- bién a través de sus trnsitos por nuestra carta astral, que van destacando div’ sas dreas, en las que se impone la necesidad de madurar. Muchas de las princi pales crisis de la edad adulta estén representadas, por lo menos en parte, por trdnsitos de Saturno, Son las épocas en las que tenemos que tomar decisiones y renunciar a un camino en favor de otro, De esta manera, las energfas de Satur: no realizan nuestra vida y al mismo tiempo limitan nuestras posibilidades futu- ras. Es un proceso necesario, aunque puede tener consecuencias peligrosas. ‘Saturno s6lo se ocupa del tipo de conciencia normal y cotidiana. No puede prever aquello de lo que no hay precedentes, ni puede trabajar con las energt ‘mediante las cuales entran en el universo los poderes creativos y una vida nue- va, Si Satumno es demasiado fuerte, llegard incluso a obstaculizar la aparicién de tales energias. En ello reside otro de sus atributos més destructivos. La fun- cidn del siguiente planeta del sistema solar Urano consiste en desbaratar el ordenado mundo de Satumo para que asf puedan fluir las energias creativas. Urano Urano es un antidoto para muchos problemas saturninos, pero, lamentablemen- te, su accién es drastica. Mientras que Saturno crea un universo ordenado y pulcro, pero a veces opresivo, donde sentimos que sabemos lo que pasa, Urano se entremete con una energfa inesperada y a menudo perturbadora. Las energias uranianas pugnan por liberarse de las pautas que se han vuelto demasiado rigi das, aun cuando quizas queramos mantenernos dentro de ellas. O, si hemos re- conocido que algin aspecto saturnino de la vida nos tiene bajo su total dominio, Urano puede representar el deseo de liberarnos de él. Es una energia que se esfuerza por mantener un universo flexible desbaratando todo exceso de orden. Urano representa el elemento aleatorio de mutacién que es necesario para la in- novacién creativa, Es el primero de los planetas exteriores que normalmente no se puede di tinguir a simple vista, pero se lo puede ver en condiciones ideales cuando esta en oposicién con el Sol. La posicién de Urano en la periferia de la concien simboliza la forma en que sus energias tienden a asomarse al mundo de la con- ciencia normal, mostréndose a menudo ajenas a sus preocupaciones. Son ener- _afas que operan stibitamente y con suma excentricidad. Cualquier cosa a la que Urano afecte 0 que simbolice asume la forma de algo excepcional, muy diferen- te del mundo cotidiano. Por lo tanto, en realidad puede provocar més expansién de la conciencia que Jipiter. Mientras que este tltimo representa una clase de cexpansién que implica aventurarse en mundos que son por lo menos similares aquellos con los que ya estamos familiarizados, Urano puede hacer que nos 80 tam tencontremos con mundos totalmente extrafos {Gon estados de conciencia alternativos, y se cf Hise destello det relimpago que ilumina un pa {le discontinuo de Ia oscuridad que lo precede ‘A Urano se lo interpreta a menudo como 1 dos nos sentimos bastante cémodos en nuestro] ino acogemos de buen grado elementos que lo} ‘ho es estar preparados para recibirlo, y 1a may ‘medida en que nos domine el lado negative fos resultaré traumitica, Pero si estamos disp ‘experiencias nuevas, Urano nos puede renoval Sin embargo, para poder realmente sacar| haber madurado hasta cierto punto a la maner tereado una estructura en la vida y haber ale Para que la alteracién de estructuras uraniana estructura para alterar. Si las energias de Ura vida, pueden producir una personalidad crénic: rar y de participar en la sociedad. Estas perso rebelan simplemente por negar el orden, aung No trato de restar mérito alas rebeliones dé (que son crisis uranianas naturales y adecuadas neracién llegue a dominar por completo a la si eneracién debe formar una estructura que en fayuda a los j6venes a liberarse de sus padres ‘orden. Todos deberros, finalmente, establecer| den que nos permita alcanzar lo que deseamos} do nuestros objetivos, el poder de Urano puede} estructurar nuestra vida. Asf los logros no se ¢ Son s6lo pasos, parte de un camino més largo. que Ia gente se detenga a cierta altura y se sie! ‘e0sas tal como estén, Cuando esto sucede, la descendente, y uno empieza a percibirla com ue fue. El individuo que aprende a tratar coi durante toda la vida. Lo que hace falta para tratar con Urano es. f@ nada establecido; hemos de estar preparad| fe0sa y para renunciar a cualquier cosa. A qui siones, su posicién social y sus ideas més prec vierte en rehenes contra cualquier cambio creat se aferran a una seguridad saturnina aunque le hho se sientan tan vives. Ante la amenaza de las e is, y entonces Urano se vuelve todavia mas is capacidad tengamos de desprendernos, més fécil nos resultaré utilizar po- sitivamente las energias de Urano. ‘Cuando yo era joven, en mi pueblo natal todo el mundo se qued6 asombra- do cuando un hombre que haba nacido allf volvi6 a vivir en él tras haber sido vicepresidente de una gran empresa. Estaba cansado del mundo de los negocios ¥ querfa hacer otra cosa. Cambi6 completamente de vida para volver a ponerse en contacto con el simple hecho de estar vivo. Este es el estilo uraniano. El desapego puede ser otra fuente de dificultad con Urano, porque este pla- neta no se interesa por las preacupaciones individuales. Urano es una fuerza de Ja naturaleza que opera fuera de la cultura humana. Con frecuencia toma la for- ma de revoluciones, desastres naturales y otras perturbaciones que desbaratan el orden saturnino, Cuando esto sucede, mucha gente sufre. En estas ocasiones Urano es aterrador, y no se ve nada claro que sea una fuerza vivificadora. La destruccidn parece gratuita, ya la mayor parte de las personas no las beneficia. Este planeta tiene un lado despiadado: con frecuencia, los uranianos no se pre~ ‘ocupan en absoluto de Ios individuos, sino solamente de un proceso de cambio revolucionario con el que ellos se han identificado. En esta idemtificaci6n se constata el cardctertranspersonal de Urano, en la medida en que los individuos diluyen completamente su condicién de tales en una causa. Lo mejor es no preocuparse ni sentirse resentido por el lado despiadado de Urano. Es simplemente la forma en que funciona la naturaleza, que no es com- pletamente de fir ni totalmente previsible, y no siempre coincide con nuestras expectativas saturninas. Frente a este hecho, hemos de estar preparados para sacar partido de los poderes uranianos de aniquilacién de estructuras, unos po- deres capaces de volver a crear la vitalidad y de restablecer el contacto con ese centro viviente del yo que la estructura saturnina ha sepultado, Es interesante fobservar que en momentos de desastres naturales muchas personas se sienten rs vivas que en cualquier época normal. Enfrentarse con el desastre saca ala superficie lo que hay de creativo en la naturaleza humana, incluso en medio del sufrimiento. ‘Algunas personas encarnan las energias uranianas para la sociedad en su conjunto, Existen con el fin de cuestionar lus estructuras sociales cadueas y producir el cambio, Segtn cusl sea la orientacin de los testgos de ese cambio, temeran a estos hombres y mujeres como peligrosos revolucionarios 0 los ad- rmirarén como reformadores. Evidentemente, los elementos mas saturninos de Ja sociedad, los reaccionarios y conservadores, se sentirin amenazados. La so- ciedad puede actuar como el individuo que exacerba una crisis uraniana procu- rando impedir que ésta se manifiese. Si la resistencia social tiene éxito, el ele- mento uraniano pasa a la clandestinidad y espera el momento propicio para actuar, Entretanto la cultura pasa por un perfodo de estancamiento, hasta que se produce una nueva erupeién. La peculiar apatia de los afios cincuenta se ori gin6 parcialmente en la sofocacién de las energias uranianas durante la histeria 82 anticomunista de los primeros afios de esa década. Pero las energias uranianas hicieron erupcién luego, con mucha més fuerza, en los sesenta. En los setenta, ‘tro periodo de inercia se instal6 en Estados Unidos. Cabe preguntarse si tam- bin fue resultado de sofocar las energfas de Urano, y si no causaré més erup- ciones de violencia el futuro.* Desde hace tiempo, os astrologos han asociado a Urano con las tecnologtas innovadoras como ia electrénica, la informatica, la aerondutica y la astrondut ‘a, y también con ciencias como la fisica, la quimica y las matematicas, domi tis todos que han aportado a nuestro mundo cambios radicales, Pero cuando los cientificos se convierten en portavoces del orden sociale intentan determi har qué ha de creero no la gente, cabe preguntarse si atin siguen siendo urania- ‘os. La ciencia en todas sus formas es ala vez uraniana y saturnina, pero algunos. ciemtficos son predominantemente saturninos. Vale la pena sefalar que rara- ‘mente los cientifices saturninos han sido los mas ereativos, y en esos pocos ca- 808 han realizado por lo general su obra creativa en la juventud, antes del endu- recimiento saturnino de sus actitudes. Urano representa el destellointuitivo que conduce al descubrimiento de algo nuevo y al derrocamiento de las viejas ideas, mientras que Saturro representa el esfuerzo sistematico que implica el hecho de poner a prueba las nuevas ideas. La ciencia requiere que haya un equilibrio en- tte estas energias. ‘También otros campos con potencial revolucionario son uranianos. Aunque individualmente fos astrélogos pueden proyectar las energfas de Saturno, Nep- tuno u otros planetas, la astrologia como tales evidentemente uraniana, porque trabaja con relmpagos de intuicién obtenidos directamente de un estudio sim- bélico del cosmos. El estudioso de Ia astrologia puede alcanzar un conocimien- to directo de las verdades religiosas, metaffsicas y espirituales sin necesidad de la guia de sacerdotes u otros representantes del orden establecido. Esta es la ra- 26n de que, alterativamente, la astrologia haya ganado y perdido favor. A di ferencia de lo que sucede con la mayorfa de las ciencias ortodoxas (la propia palabra : este ¢je tiene me- nos que ver con las relaciones y ms con el sentimiento que uno tiene de sf mis- mo. Se encontrardn ejemplos de cémo funcionan el Ascendente y el Medio Cie- To en combinacién con las energias planetarias en los breves esbozos de los puntos medios entre pares de puntos (capitulo 9). 98 Las eispides de las casas intermedias Como dije en el capitulo 2, dado {que la posicién de las etspides de las casas que no corresponden los éngulos

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