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EL AGUA
1. Introducción
Casi tres cuartos de la superficie de la tierra se cubren con agua. Quizás el líquido más
importante del mundo, el agua es generalmente fácil de conseguir de la lluvia, de los ríos,
y de los lagos. Como vapor, el agua está también presente en el aire, donde se condensa
a menudo en las nubes. Los seres vivos contienen una proporción grande de agua. Por
ejemplo, el agua abarca cerca de 60 por ciento del peso del cuerpo humano.
El agua es necesaria para la vida; el crecimiento de las cosechas que el hombre necesita
para su alimento depende del agua. Una planta de maíz completamente crecida utiliza
más que un galón de agua al día.
El agua líquida es la única sustancia común que cuando se congela se expande, al
contrario de lo que ocurre con las demás sustancias, y en consecuencia el agua sólida
(hielo) tiene una densidad menor que el agua líquida, debido a que forma enlaces por
puente de hidrógeno y se forma una estructura hexagonal. Esta propiedad del agua
hace que el hielo flote en el agua líquida y en consecuencia las grandes cantidades de
agua se congelan de arriba hacia abajo, lo que hace posible la vida acuática en los
lugares de clima frío (calor de fusión del hielo 79.7 cal/g). Otras consecuencias de la
expansión del agua al congelarse son las cuarteaduras en rocas, suelo, calles, ruptura
de tuberías y grietas en los motores de autos en lugares de climas fríos (para evitarlo se
utilizan anticongelantes en el sistema de refrigeración de los autos).
El agua líquida tiene un calor de vaporización muy grande (539.6 cal/g), lo que significa
que absorbe 539.6 calorías por cada gramo de agua que se evapore y la libera al
condensarse. Esta es la razón por la que el proceso de evaporación en plantas y
animales es un proceso de enfriamiento eficiente, se percibe la sensación de frescura
cuando se evapora el sudor de la piel. Los procesos de evaporación y condensación del
agua contribuyen a la distribución del calor en la tierra.
Tres cuartas partes de la superficie de la Tierra están cubiertas por las aguas de los
océanos, lagos, ríos, arroyos y manantiales. Al perforar el subsuelo, por lo general, se
puede encontrar agua. Ésta se halla a profundidades diversas (agua subterránea o
mantos freáticos).
El proceso conocido como "ciclo del agua" es aquel por el cual el agua de los océanos se
evapora y precipita en la tierra, donde se distribuye en ríos y lagos, principalmente,
asegurando la recarga de mantos freáticos. Esta agua es la que utilizan plantas, animales
y el hombre.
La molécula de agua está formada por dos átomos de Hidrógeno unidos a un átomo de
Oxígeno por medio de dos enlaces covalentes.
La molécula de agua está constituida por dos átomos de hidrógeno unidos por enlaces
covalentes al átomo de oxígeno. Cada enlace covalente implica la compartición de dos
electrones entre los átomos de hidrógeno, en que cada átomo aporta un electrón. Por lo
tanto, los electrones puestos en juego en ambos enlaces covalentes son cuatro. Estos
electrones enlazantes, se suelen representar por pares de puntos o trazos, de manera
que la molécula de agua puede representarse por los símbolos de los elementos de
hidrógeno y oxígeno unidos por trazos:
H-O-H. Esta fórmula sugiere una estructura lineal.
Al existir un dipolo en tal molécula, ésta puede atraer a sus vecinas por fuerzas de
atracción entre cargas de diferente signo.
Además el oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno y atrae con más fuerza a los
electrones de cada enlace.
Fundamentos químicos para la preparación de soluciones acuosas
El resultado es que la molécula de agua aunque tiene una carga total neutra (igual
número de protones que de electrones), presenta una distribución asimétrica de sus
electrones, lo que la convierte en una molécula polar, alrededor del oxígeno se concentra
una densidad de carga negativa, mientras que los núcleos de hidrógeno quedan
desnudos, desprovistos parcialmente de sus electrones y manifiestan, por tanto, una
densidad de carga positiva.
Esta estructura muestra que cada átomo de oxígeno de las moléculas de agua que
forman hielo está unido por dos enlaces covalentes a átomos de hidrógeno y por puente
de hidrógeno a moléculas vecinas. La energía de los puentes de hidrógeno es
aproximadamente un 1% del enlace covalente. Esta gran diferencia de energía hace la
distinción entre el enlace covalente, que es un enlace químico y por lo tanto muy fuerte, y
el mal llamado enlace de hidrógeno, que sólo es una asociación física, porque es una
atracción dipolo-dipolo.
1) Los anhidridos u óxidos ácidos reaccionan con el agua y forman ácidos oxácidos.
2) Los óxidos de los metales u óxidos básicos reaccionan con el agua para formar
hidróxidos. Muchos óxidos no se disuelven en el agua, pero los óxidos de los metales
activos se combinan con gran facilidad.
4) El agua reacciona con los no metales, sobre todo con los halógenos, como el flúor, el
cual reacciona violentamente, generando ácido fluorhídrico y oxígeno y algo de
difluoruro de oxígeno como se muestra en las siguientes reacciones.
2F2 + 2H2O 4 HF + O2
Fundamentos químicos para la preparación de soluciones acuosas
b) Fuerza de cohesión entre sus moléculas: Los puentes de hidrógeno mantienen a las
moléculas fuertemente unidas, formando una estructura compacta que la convierte en un
líquido casi incompresible.
c) Elevada fuerza de adhesión: De nuevo los puentes de hidrógeno del agua son los
responsables, al establecerse entre estos y otras moléculas polares, y es responsable,
junto con la cohesión de la capilaridad, al cual se debe, en parte, la ascensión de la sabia
bruta desde las raíces hasta las hojas.
Fundamentos químicos para la preparación de soluciones acuosas
d) Gran calor específico: El agua absorbe grandes cantidades de calor que utiliza en
romper los puentes de hidrógeno. Su temperatura desciente más lentamente que la de
otros líquidos a medida que va liberando energía al enfriarse. Esta propiedad permite al
citoplasma acuoso servir de protección para las moléculas orgánicas en los cambios
bruscos de temperatura.
f) Elevada constante dieléctrica: Por tener moléculas dipolares, el agua es un gran medio
disolvente de compuestos iónicos, como las sales minerales, y de compuestos covalentes
polares como los glúcidos. Las moléculas de agua, al ser polares, se disponen alrededor
de los grupos polares del soluto, llegando a desdoblar los compuestos iónicos en aniones
y cationes, que quedan así rodeados por moléculas de agua. Este fenómeno se llama
solvatación iónica.
g) Bajo grado de ionización. De cada 107 de moléculas de agua, sólo una se encuentra
ionizada.
Esto explica que la concentración de iones hidronio (H3O+) y de los iones hidroxilo (OH-)
sea muy baja. Dado los bajos niveles de H3O+ y de OH-, si al agua se le añade un ácido o
una base, aunque sea en poca cantidad, estos niveles varían bruscamente.