Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Cocina Del Sentido Roland Barthes
La Cocina Del Sentido Roland Barthes
Carponi Flores
fadu - ged
Esto constituye una empresa inmensa. Por qu? Porque un sentido nunca puede
analizarse de manera aislada. Si establezco el blue-jean es el signo de cierto
dandismo adolescente, o el puchero, fotografiado por una revista de lujo, el de una
rusticidad bastante teatral, y si llego a multiplicar estas equivalencias para constituir
listas de signos como las columnas de un diccionario, no habr descubierto nada
nuevo. Los signos estn constituidos por diferencias.
Al comienzo del proyecto semiolgico se pens que la tarea principal era, segn la
frmula de Saussure, estudiar la vida de los signos en el seno de la vida social, y por
consiguiente reconstituir los sistemas semnticos de objetos (vestuario, alimento,
imgenes, rituales, protocolos, msicas, etctera). Esto est por hacer. Pero al
avanzar en este proyecto, ya inmenso, la semiologa encuentra nuevas tareas: por
ejemplo, estudiar esta misteriosa operacin mediante la cual un mensaje cualquiera
se impregna de un segundo sentido, difuso, en general ideolgico, al que se denomina
sentido connotado: si leo en un diario el titular siguiente: En Bombay reina una
atmsfera de fervor que no excluye ni el lujo ni el triunfalismo, recibo ciertamente una
informacin literal sobre la atmsfera del Congreso Eucarstico, pero percibo tambin
una frase estereotipo, formada por un sutil balance de negaciones que me remite a
una especie de visin equilibrada del mundo; estos fenmenos son constantes; ahora
es preciso estudiarlos ampliamente con todos los recursos de la lingstica.
Si las tareas de la semiologa crecen incesantemente es porque de hecho nosotros
descubrimos cada vez ms la importancia y la extensin de la significacin en el
mundo; la significacin se convierte en la manera de pensar del mundo moderno, un
poco como el hecho constituy anteriormente la unidad de reflexin de la ciencia
positiva.
Le Nouvel Observateur,
10 de diciembre de 1964.
Reeditado en su libro La aventura semiolgica