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EDITORIAL DELSAN - HISTORIA Angel Aparicio Camara, investigador de temas de historia militar, es autor de “Tradiciones Académicas" y “Rincones ilustres de la Academia General Militar” en La Academia General Militar. Crisol de la oficiatidad espanola. Luis Alfonso Arcarazo Garcia, teniente coronel Médico, en Medicina Familiar y Comunitaria, es autor de Barbastro y su Partido durante la Guerra deta nicic, 1808-1814. Et Santo de San Jutidn martir Santa Lucia y otros hospitales de rbastro y "El impacto militar, de 1a Guerra civil de 1936-1939", en Barbastro 1833-1984, José Juan Arilla Herrero, comandante del ejército del Aire y profesor de la ‘Academia General Militar, es investigador de temas relacionados con la Aviacién, Fitncisco Escribano Bernal, comandante de Caballeria y licenciado en Historia, hia sido profesor de Historia y Geopolitica en la Academia General Militar y coautor del bro Zaragoza y Castillejos. una relacién centenaria. Antonio Gascén Ricao, escritor, hiistoriador, conferenciante y colaborador de la Universidad Comy le Madrid (UCM). Facultad de ho, Titulos propios, Cursos de Lengua de Sefias, es ¢oantor o autor de las. ites obras: El Bsquinazau, Perfil de un luchador, Huesca; La Bolsa de Bielsa, y Beltran, el Esquinazau. Fernando Martinez de Bafios Carrillo, coronel de artillerfa en la reserva, ex de la Academia General y doctor en historia, es autor de Hasta su total aniquilacion. El ejéreito contra et maquis en ei Vaile de Aran y et Altoaragén, 1944-1946 y Maquis y ‘Guerrilleros. Del Pirineo al Maestrazgo. Juan José Ofia Ferndndez, doctor en Historia por la Universidad de Zaragoza con la tesis La subversién contra la Dictadura de Primo de Rivera, es Investigador de temas de historiografia itar. Valentin Solano Sanmiguel, militar retirado y licenciado en Historia. Ha colaborado en seminarios ¢ impartido conferencias sobre las operaciones militares en la guerra clvil. Editorial DELSAN - Historia A las victimas de todas las guerras GUERRA CIVIL ARAGON Fernando Martinez de Bafios Carrillo Coordinador Angel Aparicio Camara Luis Alfonso Arcarazo Garcia José Juan Arilla Herrero Francisco Escribano Bernal Antonio Gascén Ricao Juan José Ojia Fernandez Valentin Solano Sanmiguel veda prohibida la repreduecin tra o paris de este lide, ae como 1 tratamiento jformiio, grabacién ragética 0 euler almace- namiento de informacién osistoma de recuperscisn o por otoe medias, ‘ya sean lectinicos, mecdnicos, por fotografia, regsto, et, sin el Penmiso previo por eserito de Editnat DELSAN o del autor. 1" Edicién Septiembre 2004 2! Edicién Enero 2005 3* Edicién Mayo 2005 4° Edicion Marzo 2006 © 2004 De los textos, y fotografias sus autores © 2004 DELSAN ediciones Depésito legal: Z-2609-2004 ISBN: 84-95487-35-7 EDITA: DELSAN LIBROS, S.L. Parque Industrial “El Poligono”. C/Rio Gillego, nave 15 ‘Tino. 976 503 355 50410 Cuarte de Huerva, Zaragoza IMPRIME: A.G.D. Zaragoza INDICE Prologo Introduccién Capitulo 1. woe UNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES jy ..oeosnsn 1. Aragon durante la Segunda Republica 2. Las iiltimas elecciones . 3. Los incidentes del 14 de abril . 4. La conspiracion 5. La sublevacién . 6. La guerra de columnas ............-+ Be Capitulo 2.0... DE “TRIBUS” A EJERCITO. LAS FUERZAS GUBERNAMENTALES EN ARAGON 1. Introdueci6n, 2. Boceto sobre Ia atencién a la huella del Ejército Popular de Aragon 3. Factores distintivos de la guerra en la zona republicana de Aragon 4. El desarrollo del Ejército Popular en Aragon 4.1 Las Milicias wt 4.2 Un nuevo ejército 43 La dimensién funcional del Ejército Popular: organizacida ¢ insteuccion 4.4 Cuadros de mando populares: “jjAsi luchan los militares del pueblo!” .. 4.5 Héroes, mitos, caidos y valientes o la simbologia de la ejemplarida “nosotros no Horamos a nuestros muertos. Nosotros los vengamos” 4.6 Prensa y medios de comunicacién aragoneses .. 5. Enfrentamientos internos: la utilizacién del poder militar republicano 5.1 Anarcosindicalistas contra comunistas, y tres gobiernos en colisidn: * (Se quiere ganar la guerra?” oe . 5.2 El afianzamiento gudernamental en Aragon: “ante unos incalificables atropellos” 5.3 El dispositivo operativo republicano en el frente aragonés 5.4 Primeza fase: ";Vamos a afeitarle la barba a Cabanellas!” 5.5 Segunda fase: el Gobierno central toma las riendas Fuentes hemerogrificas tratadas Fuentes bibliograficas Capitulo 3 on EL “SECTG HUESCA” DEL FRENTE, DE ‘ARAGON... LOS COMBATES ENTRE 1936 Y 1938 1 Introduccién 2. La conspracién en Aragén y en la provincia de Huesca 2.1 La sublevacién en la ciudad de Huesca 2.2 La sublevacion en la cous yriental de la provincia de [luesca 2.2.1 El 18 de julio de 1936 en Barbastro. 3. Los primeros momentos de la sublevacién en ambas zonas, 3.1 Las columnas de voluntarios y milicianos 3.2 Los voluntarios de Barbastro y su comarca 3.3 Las columnas de milicianos procedentes de Catalunia 13 7 21 21 21 24 25 27 30 A2 51 51 51 53 58 62 62 63 68 72, 73 76 77 78 81 82 83 87 89 95, 95 95 95 95 96 97 98 101 103 103 104 3.4 Llegada de las columnas catalanas a la zona oriental de la provincia de Huesca s “ vee 07 3.5 Columnas nacionales refuerzan la ciudad de Huesca 109. 4, Campatia de 1936. Primeros combates en el sector Huesca-Barbastro Ho 4.1 Sietamo ..., 4.2 Estrecho Quinto ..... 4.3 Inicio del asedio de Huesca 5. La guerra en el Pirineo a través de los ojos de las compaiias de esquiadores ssionssicrned 1B 5.1 La compafiia de esquiadores nacional 118 5.2 Esquiadores republicanos .... “ 122 6. Reorganizacién del frente y de los ejércitos contendientes . 125 7. Vida en las trincheras........ si 125 8. Reorganizacién del Bjército Nacional setae 127 8.1 De Compaiiia de esquiadores nacional a Batallén . 128, 9. Creacién del Ejército Popular de la Republica ........ 130 9.1 B1 Bjército de Catalufia ....,. ce coe . 132 10. Campaia de 1937 ce eeee ree dE 10.1 Problemas politicos en ambos bandos.Los acontecimientos de mayo en Barcelona y la crisis de Falange . . 135 10.2 Ultima ofensiva sobre Huesca, junio de 1937 * - 136 10.3 Yebra de Bustos. soos . 138 10.3 Biescas y Gavin... . 140 11, Camparia de Aragon de 1938 . we 44 11.1 La ofensiva de las unidades de montaia y esquiadores coe 153 11.2 Entrada de las tropas nacionales en Barbastro y Monzén . vere SS 12, Repercusion de la guerra en la retaguardia . 158 12.1 Retaguardia nacional ..... a 158 12.2 Retaguardia republicana. . «160 12.3 El desabastecimiento 161 12.4 Alojamiento de militares en conventos y en domicilios particulares. Comedores colectivos . oe 161 13, Las lineas defensivas entre el Frente de Huesca y la retaguardia + 161 14, Construccién de material de guerra; el carro de combate modelo Barbastro 164 15. Los bombardeos......, oe 164 15.1 Bombardeos de la retaguardia republicana en 1937 y 1938 . 165 16. Asistencia Sanitaria oe 167 16.1 La asistencia sanitaria en Huesca 168 16.2 La asistencia sanitaria en el lado gubernamental . 170 17. Final de la Guerra Civil sed 74 Capitulo 4... anne sve ]89 EL ACONCHAMIENTO DE LA 43 DIVISION REPUBLICANA EN BIELSA - ; . . avaneeveewnsT BD 1. Introduceién oe sis see ]89 2. La ofensiva nacional de marzo de 1938 . : seta 191 3. La resistencia - 208 4, Contraataque de la 43 Division - 223 5, Un aerodrome en Pineta oo... csccsccececeneeee aarexapentsssceoyr22S 6. Continiia la resistencia 7. La retirada, ‘Capitulo 5 LA GRAN OFENSIVA REPUBLICANA SOBRE ZARAGOZA. BATALLA DE BELCHITE. 1 INTRODUCCION 2. LA ELECCION DEL FRENTE DE ARAGON ........ 3. EL FRENTE DE ARAGON EN AGOSTO DE 1937, Caracteristicas La linea del frente en el sector Zaragoza ., 4, LAS FUERZAS NACIONALES EN ARAGON. EL V CUERPO DE EJERCITO. 5. LAS FUERZAS REPUBLICANAS EN ARAGON. 6 7, 8 EL EJERCITO DEL ESTE . PREPARATIVOS DE LA GRAN OFENSIVA.. INSTRUCCIONES ANTES DE LA BATALLA DESARROLLO DE LOS ACONTECIMIENTOS. 24 DE AGOSTO: Comienza la ofensiva. Lo que mal empieza NORTE DEL EBRO SUR DEL EBRO. 25 DE AGOSTO: Codo y el Tercio de Montserrat NORTE DEL EBRO SUR DEL EBRO. 26 DE AGOSTO: A las puertas de Fuentes de Ebro NORTE DEL EBRO SUR DEL EBRO 27 DE AGOSTO: Belchite esta cercado . NORTE DEL EBRO SUR DEL EBRO 28 DE AGOSTO: Se inicia el contraataque nacional 9. NORTE DEL EBRO. SUR DEL EBRO NORTE DEL EBRO. SUR DEL EBRO BELCHITE, CERCO Y CAIDA 10. CONTRAOFENSIVA NACIONAL AL NORTE DEL EBRO 1 1 ~ LA BATALLA DE ARAGON. RECUPERACION DE BELCHITE Capitulo 6 0... LA GUERRA CIVIL EN TERUEL . BuIA ONe -Introduccién . La subleva y le primera fijacién del frente. (julio 1936) La fijacién definitiva del frente (agosto-noviembre de 1936) Ataque general a Teruel (diciembre de 1936) ... Ataque a la zona de Vivel del Rio (febrero 1937) Reorganizacién Militar en el frente de Teruel Operaciones militares en Albarracin (julio-agosto 1937) La Batalla de Teruel (diciembre 1937-febrero 1938) - NUEVA OFENSIVA SOBRE ZARAGOZA: OPERACION FUENTES 225 23 263 263 263 264 265 265 266 267 209 272 275 276 276 276 277 279 279 280 281 281 282 282 282 283 283 283 284 284 284 285 + 289 290 291 297 -.297 297 297 299 302 304 304 305 306 8.1 Infiltracién y cerco de Teruel (15-23 diciembre 37) 8.2 Contraofensiva nacional (24-31 diciembre 37) ... 8.3 La rendicion de Teruel (1-8 ENERO 1938) 8.4 Combates al norte del Turia (17-22 enero 1938) 8.5 Reaccién republicana (25-29 ENERO 1938) 8.6 La maniobra del Alfambra (5-7 febrero 1938) 8.7 La reconquista de Teruel (17-23 febrero 1938) 8.8 Balance final . 9. La Batalla de Aragon (9-17 marzo 1938) 9.1 Operaciones al sur del Ebro (9-17 marzo 1938) 9.2 Avance por el Bajo Aragon (merzo-abril 1938) 10. La ofensiva del Alto Maestrazgo (abril-junio 1938)... 10.1 Combates en las cuencas mineras (23-28 abril 1938) 10.2 Ataques en Gudar (4-6 mayo 1938) 10.3 Avances hasta Cantavieja y Mosqueruela (4-23 mayo 1938) 10.4 Ofensiva sobre Castellon (mayo-junio 1938) 11, Conquista del Puerto de Escancén (mayo-junio 1938) 12. Avance al sur de Teruel (2-6 julio 1938) 13, Ataque hacia Sagunto (13-22 JULIO 1938) ...,....... 14, Final de la guerra en Rubielos de Mora (15-25 julio 1938) .. Capitulo 7 acess LA BATALLA DEL EBRO 1. Antecedentes inmediatos 2, Cruce del rio 3. Gandesa so 4. Estabilizacion del frente 5. Contraofensivas y final. Capitulo 8... LOS CIELOS DE ARAGON PROTAGONISTAS EN LA GUERRA LA AVIACION...... a 2 wos wi 337 1.- El Alzamiento 2.- La primera accién de guerra 3.- Hidroaviones en Aragon. 4.= Misiones de reconocimiento, enlace y bombardeo 5.» Construccién de aerédromos 6.- El ataque al Pilar, . 7 7.- Las “Alas Rojas" de Sarinena... 8.- Primer caza derribado en combate en Aragon, 9.- Los aparatos y sus motes. 10.- Ofensivas contra Huesca. La llegada de los alemanes .- Tres aviones nacionales: *HUESCA’, "ZARAGOZA" Y "TERUEL” 12 Teruel, el otro frente. ‘Aparecen los rusos 13.- Santa Quiteria, Nacen las "cadenes’,, 14.- Un combate extraiio us siti " a 15.- Duro mes de junio de 1937... esi . 16.- La batalla de Belchite..... - 17 Brilla la aviacién republicana, Dos combates y un bombardeo 18.- El ataque a los aerédromos, 19.Teruel, republicano por unos dias 20. Un nuevo aparato alemén: el STUKA 21.=El combate del 21 de febrero, 22.. Teruel de nuevo nacional., 23.- La ofensiva de Aragon. 24.- La operacién "NEPTUNO” 25.- Se impone la laureada a Garcia Morato 26.- La campafa de Levante 27.- La Bolsa de Bielsa.. 28.- La Batalla del Ebro 29.- La Escuela de caza de Gallur (Zargons 7 30.- La Batalla de Cataluia..jsso-rsnnsn tno 31.- Un club de fitbol 32.- La reorganizacién final oa Bibliografia empleads.... Capitulo 9 Tras las lineas del frente .. 1. La vida en el lado sublevado 2. La vida en el lado gubernamental. 3. Voluntarios en el bando nacional 3.1 Accién ciudadana.... t 3.2 La Falange Espafiola. FET: JONS. 3.3 Requetés..... . 3.3.1 Requetés de Navarra . 3.3.2 El Requeté Aragonés... 4. Las Columnas Milicianas en el lado gubernamental 5. El espionaje y la Informacion, 5.1 Repiblica 5.1-] Organizacion del SIEP (Servicio de Informacién Especial Peiférico del Ejército Popular)... 5.1.2 Patrullas avanzadas de informacién (PAD), del ejército republicano . 5.1.3 Milicianos rojos infiltrados, 5.1.4 Batallén de Nadadores. oe 5.1.5 Patrullas de reconocimiento republicanas a 6. Los Guerrilleros republican... sone nnnnnnn 6.1 Como se organizaban.. 6.2 Ejemplos de sus incursiones en zona nacional 6.3 Como eran sus bombas.. - 6.4, Algunos de sus guias. 7 Otras formas de obtener informacion 8 Contraespionaje y espionaje nacional ........ 8.1 El Servicio de Informacion del Nordeste de Espana (SIFNE), 8.2 El SLLPM. (servicio de informacién de la policia militar) Epilogo = PROLOGO José Luis Trasobares Gavin, periodista. La Guerra Civil espaiiola tuvo en Arag6n su principal teatro de operaciones. Si en los primeros meses de la contienda las columnas del sublevado Ejército de Africa empujaron a las milicias y las tropas de la Repiblica fuera de Andalucia Oriental y de Extremadura, luego vino la encarnizada lucha por Madrid zanjada en marzo de 1937, cuando se hizo evidente que la defensa de la capital por parte de las fuerzas leales habia tenido éxito, De inmediato el llamado Ejército Nacional empez6 la campafa del Norte que barrié a los republicanos del Pais Vasco, Cantabria y Asturias. El vendaval bélico iba y venia, pero su epicentro acabaria por fijarse definitivamente en tierras ara- gonesas. Aqui, donde no se habia dejado de combatir desde el inicio de la contienda, habrian de producirse finalmente las mayores batallas de desgaste y las circunstancias decisivas para el desenlace final. Dividido su territorio en dos mitades, Aragon deberia vivir desde julio de 1936 la guerra de columnas, el sitio y asalto de algunas de sus ciudades y localidades més sig- nificativas, ofensivas y contraofensivas, bombardeos de enorme envergadura, escara- muzas locales especialmente cruentas, grandes y decisivas batallas libradas por las principales unidades de ambos bandos y, en medio de ese remolino sangriento, la matanza paralela en las retaguardias: ejecuciones, encarcelamientos, tragicas huidas y, finalmerte, cuando la tiltima palabra y la postrera revancha pertenecié a los vencedo- res, e| forzado exilio de miles de aragoneses cuya presencia en los centros de interna- miento en Francia y luego en los campos de extermino nazi habria de ser particular- mente notoria. En otros escenarios espafoles, la guerra vino con sus calamidades pero 1pasé o bien fue reduciendo la intensidad de su ominosa presencia, mas en Aragén per- manecié activa de Norte a Sur desde el comienzo hasta muy poco antes de su final. Y sin embargo el enorme sacrificio de esta region ha quedado patente de forma demasiado escasa y parcial en los manuales al uso. Sélo en los altimos tiempos ha ido. extendiendose la luz sobre miltiples acontecimientos olvidados o simplemente des- conocidos, Las “historias” de la Guerra Civil en Aragén han emergido lentamente en multiples articulos, estudios, tesis y libros; de forma, si se me permite decirlo, un tanto dispersa. Las visiones generales de lo sucedido son escasas. Por eso esta parcela trégi- * ca pero crucial de la Historia sigue atin entre sombras incluso para los propios arago- neses. Cualquiera de nosotros conoce los detalles del bombardeo de Guernica por aviones de la Alemania nazi (un hecho que sin duda marcé los nuevos y despiadados métodos de la guerra moderna), pero muchos hubimos de enterarnos hace muy poco de que Alcafiiz habia soportado un ataque de envergadura casi similar por parte de la aviacion de la Italia fascista. El olvido suele ser un falso mecanismo de defensa frente a los grandes traumas, y es preciso convenir que Aragén estaba en estado traumatico al término de la guerra, 13. sumido en la destruccién y el terror. Alli donde el frente habia fluctuado las pobla- ciones estaban arrasadas, las infraestructuras deshechas y la poblacién, en un auténti co estado de shock. Cuando la contienda acabé, decenas de miles de aragoneses (entre ellos buena parte de la intelectualidad, los profesionales cualificados y los lideres sociales) habfan muerto, estaban prisioneros o habian huido al exilio, Es dudoso que ninguna otra regién espafola legase a sufrir tanto las consecuencias del enfrenta- miento, La guerre dejé Aragén postrado y listo para hundirse en una espiral de decadencia econémica, emigracién y vacio politico y social. Ni siquiera quienes formaban parte del bando vencedor fueron capaces de articular futuras estrategias para recuperar el ulso del territorio y evitar o reducir las consecuencias més nefastas de una postgue- rra que ademds de larga siguié siendo particularmente sangrienta. El individualismo, la falta de iniciativa, el vacio asociativa, la resistencia a establecer cualquier compro~ miso no ya politico sino en cualquier actividad colectiva, el retraso cultural yel miedo a recordar son los efectos tiltimos de aquella contienda que hoy se aleja en el tiempo pero cuyos difusos ecos se han infiltrado en el subconsciente de sucesivas generacio- nes. Seguramente la mejor terapia contra aquel lejano pero hondo trauma radica en recordar, en volver sin temor sobre los hechos del pasado, Por eso este libro es impor- tante, porque traza una completa panorémica de la Guerra Civil en Aragén y a la yez es capaz, de detenerse en planos mas cortos sobre acontecimientos puntwales quie nos aproximan y nos sumergen en aquella tremenda experiencia. Pero hay otro factor altamente significative que es preciso tener en cuenta. Siendo ésta una obra coral en la que han intervenido ocho autores, observemos que la mayo- ria de ellos son militares profesionales, en activo o en la reserva; personas que estan o han estado v.nculadas a la Academia General Militar y que han combinado su forma. ign castrense con otros estudios universitarios. En sus investigaciones y libros todos ellos vienen intentando aproximarse a la Historia reciente de Espaiia con criterios “descriptivos’ (aunque en estos temas la objetividad sea, en mi opinién, mas una intencién que una posibilidad real), pero lo esencial es que lo hacen con honestidad y el firme propésito de evitar unilateralismos, En esta medida, su contribucién a la reve sién del pasado, que en el presente volumert comparten con otros estudiosos civiles, es muy convenient; fundamental incluso. Es obvio cue en Ia Guerra Civil espafiola lo politico y lo militar estaban intima- mente unidos en lo que podriamos denominar el nudo de la tragedia. Sin embargo, el papel de los militares como estamento profesional y evidente poder fictico no siem- pre ha sido analizado con claridad. Se tiende a simplificar la actitud de los mandos y cuadros del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad; se deja en un segundo plano el hecho de que fueron simulténeamente agentes del golpe de Estado contra la Republica pero también decisivos instrumentos para combatirlo, Seguin los lugares, las circunstancias y las personas, jefes u oficiales, guardias civiles, carabineros © guardias de asalto secundaron unanimemente la sublevacién, como en Zaragoza o Sevilla, en cuyo caso la resistencia popular se hizo initil, o bien colaboraron activamente en su epresién, como en Barcelona o Madrid, merced a lo cual la Repiiblica pudo prevale- cer frente al alzamiento. Creo que la memoria de los militares y mandos policiales +4. que en las jornadas del 18, 19 y 20 de julio actuaron con disciplina y permanecieron fieles al gobierno legalmente constituido merece ser recuperada y evaluada adecuada mente, al igual que la de aquellos mandos de las milicias republicanas cuyo valor y pericia no pueden pasar desapercibidos. En este sentido la visién “militar” de los acon- tecimientos (desde la perspectiva de quienes hoy forman parte del Ejército espaitol) tiene un interés singular, no sélo a la hora de describir lo acontecido con un criterio “gécnico” que tal ver no se dé en otros historiadores sino también en cuanto contri- buye a normalizar las versiones de lo ocurrido en aquellos intensos, apasionantes y terribles afios Treinta. Libros como el presente nos desvelan el pasado de Aragén y al hacerlo nos permi- ten interpretar mejor el presente y liberarnos de los viejos demonios que un dia ator- mentaron la vida de este pais. Son por ello una contribucién imprescindible a la recu- peracién de nuestra conciencia y nuestra personalidad como territorio y como Sociedad especifica. Las paginas que siguen nos proponen un viaje al pasado sin equi pajes de odio pero con el afin de encontrar esa verdad que, ciertamente, deberé hacernos mis libres. “AB. INTRODUCCION EI 18 de julio de 1936 es la fecha que ha pasado a la historia como el comienzo de la fraticida guerra civil en Espaiia. Pero es preciso retroceder algunos afios en el tiem- po para intentar comprender de donde surgié el impresionante odio que se manifes- t6 entre la derecha y la izquierda politica de Espafia y de sus gentes. Y no solo es pre~ ciso sino necesario. Para superar un trauma hay que saber cual ha sido su procedencia Esa fecha del 18 de julio la quieren resumir algunos autores diciendo que fue el general Franco y los militares, los fascistas, los que se levantaron contra la Republica Ojalé fuera todo tan sencillo, y tan tragico a la vez, pero es mucho més complejo. Haciendo un rapido resumen para aquellos que no recuerdan la historia de Espaia, diremos que a comienzos del siglo XX, en 1902, subio al trono el rey Alfonso XIII y continué la monarquia borbénica en nuestro pais. En los primeros veintitin aiios de reinado, se vivieron, globalmente, los acontecimientos bélicos de las llamadas guerras de Africa, con la semana tragica de Barcelona en el interior; la incidencia del anar- quismo; nos mantuvimos neutrales en el transcurso de la Primera guerra mundial de 1914 - 1918; se vivié lo que se conoce como el trienio bolchevique, entre 1917 y 1920, y la consolidacién del fascismo en Europa; el golpe de estado del general Primo de Rivera que se produjo en 1923 y que duré hasta comienzos de 1930; la caida de la monarquia y la legada de la 2* Republica en 1931; y dentro de ésta el pronuncia miento del general José Sanjurjo, la Sanjurjada, el 10 de agosto de 1932; la revolucién de la izquierda en Asturias, ademfs de en Catalufia y otros lugares, en octubre de 1934, porque, segtin palabras textuales de Santiago Carrillo: “la izquierda no podia consentir que la derecha gobernase en Espafia’; y la sublevacién dos afios mas tarde de parte de Espafia, quizas porque las derechas no podian consentir que las izquier- das, el Frente Popular, tampoco gobernase. La sublevacién de parte del ejército y de la poblacién civil y politica en Espafia no queria ser otra cosa que otro golpe de Estado, o pronunciamiento, de los cientos que se habian producido desde que finalizé la lucha de la independencia en 1814, Nadie esperaba la guerra civil pero al no estar unido el ejército, esta se produjo. Y el odio somnoliento y adormecido entre unos y otros se desat6. Al principio de las luchas ambos bandos tremolaban la bandera tricolor en sus com- bates, e incluso segiin algunas fuentes, Franco dio un "{Viva la Republica!” al finalizar tun discurso dado en Tetuiin. Pero Ia bandera roja y gualda enseguida fue la adoptada por los sublevados y cuando los requetés Ilegaron a Zaragoza a finales de julio ya la enarbolaban y la izaron en la Diputacién, Hecho que la prensa publicé inmediata- mente. Nuestra intencién al hacer este libro es la de dar a conocer cémo fue esa guerra en las tierras de nuestra Comunided Auténoma de Aragén, dentro del conjunto de las campaias bélicas de le totalidad de Espaia, de una manera mas bien descriptiva en la mayoria de los aspectos en que se produjo. “17 Cuando se produce la sublevacién, Aragon quedé curiosamente partido en dos por una linea que de norte a sur recorria su geografia. Esa linea dejaba del lado suble- vado 0 nacional a las tres capitales de las tres provincias: Zaragoza, Huesca y Teruel. Ese trazo imaginario se consolidé, mas o menos en su totalidad, en una linea fisica donde se libré una guerra estatica, a lo primera guerra mundial, durante casi dos aitos, hasta marzo de 1938 que es cuando se produjo una ofensiva generalizada del bando nacional, La ciudad de Zaragoza era manifiestamente de izquierdas pero no pudo o no supo oponerse a los sublevados, y desde Barcelona se quiso desde un principio ir a “resca- tarla” del fascismo. Por eso desde el primer momento salieron las conocidas columnas milicianas hacia Aragon. Y a la vez desde esta regidn salieron tropas y voluntarios para hacerles frente e impedir que Ilegasen hasta la ciudad del Ebro, hasta Huesca y hasta Teruel. En este escenario se desarrollaron los hechos bélicos de Siétamo, asedio de Huesca, Biescas, Gavin, Almudévar, Alcubierre, Belchite, asedio y toma de Teruel... hasta el ini- cio de la primavera de 1938 que se produjo, como ya hemos mencionada, le gran ofen- siva © la batalla de Aragon, enmarcada légicamente dentro de la estrategia que en Espafia se estaba disefiando y produciendo por uno y otro bando: el intento de la toma de Madrid con las batallas de Brunete, Guadalajara, Jarama o el frente norte con Asturias y las Provincias Vascongadas, ademas de otras zonas de operaciones, Y es siguiendo esa estrategia nacional cuando se trasladan al frente de Aragon las fuerzas nacionales necesarias para iniciar esa ya mencionada ofensiva con el fin de Ile- gar al mediterrineo y cortar en dos la zona republicana o gubernamental. La guerra lego a Aragén el 20 de julio de 1936 y salié en julio de 1938, aunque aviones nacionales operaron en otros frentes despegando desde ella hasta febrero del afio siguiente, En ese tiempo, al margen de los combates militares, se realizaban en uno y otro lado castigos para eliminar al contrario. La represién fue muy dura en ambos lados y ha sido tratada, con gran acierto, por otros autores como Julian Casanova y José Luis Ledesma entre otros. Por otro lado, mientras en el bando sublevado se hacian las ajustes econémicos per- tinentes, ocurria lo propio en el lado oriental de Aragén con las ansiadas colectivi ciones y con Ie lucha soterrada que el anarquismo libraba contra los comunistas y socialistas, ademas de enfrentarse contra aquellos. En Arag6n combatieron y murieron, al igual que en la mayoria del territorio, espa- fioles contra espaiioles, aunque si bien unos y otros fueron ayudados por personas y paises de fuera, Alemania ¢ Italia ayudaron a los sublevados y la URSS a los republi- canos, aunque estos nunca perdonaron la No Intervencién, Personas de muchos luga- res alejados llegaron y formaron las Brigadas Internacionales, por un lado, y otras uni- dades por otro, y se alistaron en todas las Unidades combatientes. En este libro participan ocho autores con conocimientos suficientes en cada una de las parcelas en que escriben, para dar a conocer a aquellas personas que no saben nada de la guerra civil en Aragén lo justo para que ellas mismas, si lo desean, puedan tener una base y ampliar sus conocimientos en los miles de libros, monografias, ensayos y escritos que ha producido, y sigue produciendo, la tragica guerra espafiola entre 1936 y 1939. Angel Aparicio Camara, investigador de temas de historia militar, ha sido profesor de geograf'a e historia en la Academia General Militar de Zaragoza (AGM), y autor de “Tradiciones Académicas” y “Rincones ilustres de la Academia General Mi ‘La Academia General Militar. Crisol de la oficialidad espafiola, escribe "La gran ofensi- va republicana sobre Zaragoza. Batalla de Belchite”. Luis Alfonso Arcarazo Garcia, teniente coronel Médico de la AGM, especialista en Medicina Familiar y Comunitat es autor de Barbastro y su Partido durante la Guerra de la Independencia, 1808-1814 El Santo Hospital de San Julidn martir y Santa Lucia y otros hospitales de Barbastro y 'E] impacto militar de la Guerra civil de 1936-1939", en Barbastro 1833-1984, ade- més de una serie de articulos de investigacién relacionados fundamentalmente con Barbastro y con la Guerra Civil. Escribe sobre “El sector Huesca del frente de Aragon. Los combates entre 1936 y 1938”. José Juan Arilla Herrero, comandante de Aviacién y profesor de la AGM, nos saca a la luz muchos detalles de la guerra aérea en el capi- tulo “Los cielos de Arag6n protagonistas en la guerra: la aviacién”. Francisco Escribano Bernal, comandante de Caballeria y licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza. Actualmente destinado en la Brigada de Caballeria “Castillejos” Il, ha sido profesor de Historia y Geopolitica en la AGM y coautor del libro Zaragoza y Castillejos, una relacién centenaria. Escribe sobre “Una primavera de conspiraciones”. Antonio Gascén Ricao, escritor, historiador, conferenciante y colaborador de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Facultad de Derecho, Titulos propios, Cursos de Lengua de Sefias, es coautor o autor de las siguientes obras: El Esquinazau, Perfil de un luchador, Zaragoza, 1981. Huesca: La Bolsa de Bielsa, Zaragoza, 1991. Juan Pablo Bonet. I. Su tierra y su gente (1573-1607), Zaragoza, 1995. Lina Odena. Una ‘mujer, Barcelona, 1996 y Beltran, el Esquinaza, Jaca, 2002, Escribe “El aconchamien- to de la 43 divisién republicana en Bielsa”. Juan José Ofta Fernandez, doctor en Historia por la Universidad de Zaragoza en 2003 con la tesis La subversién contra la Dictadura de Primo de Rivera, nos relata como se organiz6 el Ejército Popular en “De ‘tribus' a ejército. Las fuerzas gubernamentales en Aragén”. Valentin Solano Sanmiguel, es militar retirado y licenciado en Historia. Ha colaborado en seminarios © impartico conferencias sobre las operaciones militares en la guerra civil. Sus cono- cimientos de los campos de batalla turolenses, le permiten exponer “La guerra civil en Teruel”. Y Fernando Martinez de Bafios Carrillo, coronel de artilleria en la reserva, ex profesor de la AGM y doctor en historia por la Universidad de Zaragoza con la tesis Derribar a Franco y a la Falange”. El ejército versus maquis en el Valle de Aran y en el Alto Aragin, 1944-1946, es autor, entre otros, de dos libros sobre el maquis, Presenta el capitulo “Tras las lineas”, ademas de dar una aproximacién histérica a la batalla del Ebro y relatar pasajes de la guerra en los Pirineos. Observara el lector que en el conjunto del trabajo no hay un capitulo especifico al ejército nacional, cuando si lo hay del republicano trabajado por Juan José Ofia. Esto es debide fundamentalmente al estar las fuerzas nacionales explicadas imbricadas en cada capitulo del libro. Por otro lado la parte del ejército que luché en el lado suble- vado inicié la guerra de una manera mas o menos organizado, cuando en el lado repu- blicano lo hicieron practicamente de la nada por la idiosincrasia de los diferentes pen- samientos que alimentaron a los gubernamentales, De todas formas recordamos que el ejército nacional en Aragén partié de la casi totalidad de la 5* Divisién, excepto las -19. unidades que se quedaron en Barbastro que dependian de la 4° Regién Militar, esto es: de Barcelona. Esa divisién se sublevé y mas adelante se fueron conformando y refor- zando las fuerzas con la Falange y voluntarios, ademas de otras Unidades. En cuanto a la misién que el Mando Nacional dio a las Unidades de Aragén en los primeros meses de la guerra, es preciso decir que el papel no fue el de ganar la gue- rra, sino el de “no perderla”. En la inmediata posguerra el general Ponte, jefe de la 5* Divisiéa, publicé un articulo para la revista Ejército graficamente titulado “Cuando Aragén era yunque”, Y es que ésa era la misién asignada a las escasas fuerzas bajo su mando: resistir los ataques que Iegaban desde el Mediterraneo, permitiendo que el esfuerzo estratégico se volcara en otros puntos de la Peninsula como Madrid o el Norte, La ofensiva sobre el Teruel disefiada por el general Rojo le dio la vuelta a esta con cepcién, pues la acumulacién de fuerzas nacionales recesaria para la reconquista de la ciudad senté las bases de la campaiia de la primavera de 1938, en la que el arrollador avance de las columnas franquistas permitié la llegada al mediterréneo y el corte de la zona republicana. El elaborar un libro sobre la guerra podria llevarnos a llenar cientos y cientos de paginas, por lo que hemos optado por incidir fundamentalmente en este trabajo en el aspecto bélico. Dejamos para futuras publicaciones aspectos que complementarén este texto que ahora nace. E] mapa que se encuentra impreso al principio y final del libro, corresponde al ela- borado por el Comité de Defensa de Barbastro y nos muestra el dispositivo de las fuer- zas gubernamentales en Aragén en noviembre de 1936 . En él se observan como Unidades regulares del Ejército de la Republica, milicias catalanas y levantinas y el sustrato aragonés civil resistente al levantamiento, configuran el heterogéneo niicleo de fuerzas terrestres que durante el primer periodo de la guerra frenaron e intentaron reconquistar lo ganado a partir del 18 de julio por los nacionales. Los forcejeos con- solidarian un singular frente sobre el que se desenvolveria el resto de la campaiia en el suelo aragonés hasta marzo de 1938. Por razones de espacio nos hemos visto obli gados a poner la mitad norte al principio, y la sur al final, en aras a respetar en lo po: ble la proporcién del mismo, En el capitulo de los agradecimientos debemos mencionar en primer lugar a José Luis Delgado, gerente de Editorial DELSAN, por su iniciativa en llevar a cabo este estudio sobre la guerra civil y por confiar en este grupo de trabajo. A Juan Carlos Cortés, por el acceso a sus fuentes e investigaciones sobre la actuacién del Regimiento de Cazadores Castillejos. A Pedro L. Laborda, por abrirnos las puertas al archivo foto- grifico de El Noticiero y a la Familia Campos por mantenerlo intacto y por ceder parte de sus fotografias para documentar este trabajo. A Pedro Gonzalez por poner a nues- tra disposicién parte de su magnifico archivo fotografico de la Guerra en Huesca. Y a tantas y tantas personas que han colaborado con todos nosotros para la elaboracion de este libro. Capitulo 1 UNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES Francisco Escribano Bernal 1. Aragén durante la Segunda Repiiblica. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, Aragén apoyé mayoritaria- mente las candidaturas republicanas, que obtuvieron el 60% de los votos y cinco veces mas concejales que las mondrquicas. El 14 de abril se proclamé la Reptiblica en medio de un entusiasmo popular que se prolongé hasta las elecciones de junio, en las que el Partido Radical vencié en las cuatro circunscripciones aragonesas (once de los veinti- tin diputados, con solo uno de derechas) En esos meses de euforia republicana, el Gobierno Azaia se lanzé a una serie de reformas que tuvieron serias repercusiones en Aragén, incluso sobre el Alzamiento de Guardias de Asalto disolviendo una manifestacién en el Paseo Independencia de Zaragoza. Foto Palacio. Archivo Familia Campos. 1936. De un lado se reestructuré la Confederacion Hidrogrifica del Ebro, con el pro- cesamiento de algunos de los colaboradores del cesado Lorenzo Pardo, y, sobre todo, se corré Ia Academia General Militar por «lo desproporcionado de [...] st costo, con las necesidades presentes y futuras del Ejército, en cuanto a reclutamiento de la ofi- cialidad de carreras'. Es de destacar que “la General” se habia integrado notablemente en la sociedad zaragozana y que su cuadro de profesores incluia a muchos de los 2. LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES Francisco Escribano Bema hombres que protagonizarian la Guerra Civil: Sueiro, Monasterio, Urrutia, Esteban Infantes,.. Sélo se habian formado tres promociones en sus aulas, pero sus compo- nentes quedaron profundamente imbuidos del espiritu impregnado por el general Franco, si director, quien lo plasmé en el tonante discurso con que acaté el cierre: “En estos momentos, cuando las reformas y nuevas orientaciones militares cierran las puertas de este Centro, hemos de elevarnos y sobreponernos, acallando el inte no dolor por la desaparicién de nuestra obra, pensando con altruismo: "Se deshace la maquina, pero la obra queda’; nuestra obra sois vosotros, los 720 oficiales que mafa- na vais a estar en contacto con el soldado, los que lo vais a cuidar y a dirigir los que, constituyendo un gran nticleo del Bjército profesional, habeis de ser sin duda pala- dines de la lealtad, la caballerosidad, la disciplina, el cumplimiento del deber y el ‘espiritu de sacrificio por la patria, cualidades todas inherentes al verdadero soldado, centre las que destaca con puesto principal la disciplina, [...] ;Disciplina!, que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos mands, ctndo el corazén pugna por levantarse en intima rebeldia 0 cuando la arbi- trariedad o el error van unidos a la accién del mando, Esta es la disciplina que os inculcamos. Esta es la disciplina que practicamos, Este es el ejemplo que os ofrece- El cambio politico favorecié el desarrollo de las organizaciones sindicales, Obreros y campesinos confiaban en las reformas laborales y agrarias que se iniciaron ya con el gobierno provisional republicano, aunque fueron pocos los que se sintieron satisfechos con su desarrollo. Las huelgas y las insurrecciones anarquistas se convirtieron en algo cotidiano en esos afios, lo que dio lugar a que una parte importante de la sociedad se pusiera cada vez mas a favor de una insurreccién armada que restaurara el orden socio-politico anterior. Para comprender esta situacién es preciso recordar que la distribucion de la tierra era muy desigual, con una gran concentracién de la propiedad en manos de la noble- za terrateniente. Ello hizo que la reivindicacién de las tierras comunales controladas por esos ticos propietarios se hiciera especialmente patente en comarcas como las Cinco Villas. En cuanto al asociacionismo obrero, la region aragonesa se caracterizaba por un fuerte predominio del anarcosindicalismo cenetista. En 1936 la CNT tenia 34.000 afiliados, de ellos 21.000 en Zaragoza (ciudad de unos 200.000 habitantes en 1935, casi el 20% del total aragonés). También es destacable la importancia alcanzada por el socialismo y su sindicato UGT, que en Zaragoza alcanz6 los 6.000 afiliados. La situacion laboral en Ja regién no resultaba demasiado boyante, pues a finales de 1935 habia en Zaragoza unos 8.000 parados sin subsidio (sobre todo del gremio de la cons- truccién), un 11 % de la poblacién activa de la ciudad, La primera huelga general tavo lugar el 1 de septiembre de 1931, como conse- cuencia de un conflicto en Telefonica que terminé en enfrentamientos armados. Le siguieron la del 9 de diciembre en Zaragoza y la del 14 del mismo mes en Huesca. Un paso més en esta linea revolucionaria se dio en enero del 32, con el levantamiento en varias poblaciones del Bajo Aragén, en paralelo con otras del Alto Llobregat. En octu- ‘bre se declaro una huelga de la construccién en Zaragoza, que duré 38 dias, y en enero de 1933 se produjo una nueva insurreccién, seguida por las huelgas generales que +22. Franctca Esriane Bemal LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES durante la primavera se sucedieron en Huesca, Zaragoza y Calatayud. Consecuencia de tal inestabilidad fixe el triunfo de las derechas en las eleccio- nes de noviembre de 1933, en las que consiguieron dieciséis diputados, frente a solo cuatro radicales y un republicano. La respuesta sindicalista fue inmediata, levantando un movimiento armado en Barbastro el 8 de diciembre, seguido por una semana de huelga general en la capi- tal. Hubo enfrentamientos en numerosas localidades de la Hoya de Huesca, los Monegros y el Bajo Aragon. ‘Auin més agitado fue 1934, aiio mar- cado en Zaragoza por la larga y dura huelga general del 5 de abril al 9 de mayo. Lo que comenzé como una pro- testa contra los despidos de varios con- ductores del transporte pablico degereré en un conflicto con numerosos despidlos, atentados, hambre y hasta “exilio” de nifios de obreros a tierras mas apacibles. Todo terminé con la readmision de los Un herido a la salida de un mitin es acompafado —despedidos, la ruina y cierre de numero- por los guardias de Asakto en los prches del Sos nequetios comercios y con un agravio peseo Indapendisncalte to mas en ambos bandos. En junio tuvo Jugor la huelga agraria convocada por la FNTT, fracasada aunque con una cierta repercusion en las Cinco Villas. Pero el punto culminante llegé con la revolucién de octubre. Desencadenada por el acceso de la CEDA al Gobierno, tuvo sus focos mas conocidos en Asturias y Cataluiia, pero también algunos efectos en Aragon. Protagonizada por socialistas y catalanistas, los onarquistas se quedaron al margen, lo que le resté importancia en Zaragoza capi- tal, excepto en los sectores donde la UGT consiguié hacer triunfar la huelga, como los tranvias, los especticulos o las artes graficas. Si tuvo repercusién en las Cinco Villas, donde numerosos alcaldes eran socialistas y se lego a colgar la bandera roja en los ayuntamientos de Uneastillo, Tauste, Ejea y Mallén. Aunque la sublevacién fue apagada sin mucha dificultad, contribuyé a radicalizar atin més a los bandos que habian de enfrentarse en la guerra menos de dos afios des pués, Se puede comprobar consultando los documentos que en esa ocasién se redac- taron y sirvieron de base para la sublevacién y la represi6n de 1936-37: Bandos de estado de guerra, planes de proteccién de puntos sensibles, listados de personal movi- lizable (gas y ferroviarios), de voluntarios que se presentaban a la Guardia Civil y las autoridades militares para sofocar la rebelién (de partidos y sindicatos de derechas, Falange, tradicionalistas, radicales) y de «extremistas conocidos de Zaragoza» (CNT, Foto Dumas. Archivo Familia Campos. +25. LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES Franciseo Eseribavo Bernal FAI, UGT). Esta claro que la revolucién del 34 fue un ensayo de lo que ocurrié des- pués’. Militarmente, Aragon se encontraba integrada en la 5* Divisién Orgénica, que incluia Ia provincia de Soria. Desde el 11 de enero de 1936 estaba bajo el mando del general de Caballeria Miguel Cabanellas Ferrer. Tenido por mason, era amigo del pre- sidente Alcala Zamora y del radical Alejandro Lerroux, con cuyo partido habia llega- do a ocupar un escafio de diputade. Por todo ello, sus oficiales de Zaragoza sentian ciertos recelos hacia él, ya que muchos estaban en contra de la victoria frentepopulis- ta, La Division comprendia dos Brigadas de Infanteria: la IX, con su cuartel general y dos regimientos en Zaragoza, y la X (cuartel general y un regimiento en Huesca y otro en Jaca). Como unidades de apoyo contaba con la V Brigada de Artilleria Ligera (cuar- tel general y un regimiento en Zaragoza y otro en Calatayud), un Batallin de Zapadores Minadores y los servicios correspondientes. Como unidades no divisiona- rias estaban el Regimiento de Carros n° 2, el de Caballeria n° 9, un Destacamento del Depésito de Remonta, un Grupo de Defensa contra Aeronaves, un Parque de Cuerpo de Ejército y un Batallén de Pontoneros, todos ellos en Zaragoza, ademas de un bata- lon de Infanteria en Barbastro, dependiente éste de la 4* Divisién de Barcelona. Como fuerzas de orden piiblico habia un Grupo de Asalto en Zaragoza, el 7° Tercio de la Guardia Civil (Zaragoza) con dos Comandancias (Zaragoza y Huesca) y nueve com- atiias, ademas de dos compaitias de la Comandancia de Soria y tres de Teruel, perte- necientes al 2° Tercio (Guadalajara). En cuanto a los carabineros, la 2" Zona (Valencia) tenia cinco compaiiias en la 3° Comandancia (Huesca)! 2. Las dltimas elec En los comicios del 16 de febrero del 36, los candidatos del Frente Popular consi- guieron la victoria en Zaragoza ciudad y Huesca, mientras la CEDA vencia en Teruel y la provincia zaragozana. En total, diez diputados derechistas frente a once ce las izquierdas; el centrista Partido Radical desaparecia de escena a pesar de su importan- cia anterior. Nada mas conocerse los resultados, UGT y CNT exigieron la amnistia y Tiberacién de sus presos con una manifestacién que termin6 con un muerto y nume- ros0s heridos. Sucesos similares se produjeron en otros puntos de Espafa, pero la répi- da declaracién del estado de guerra por parte de Cabanellas impidié su propagacién. Aun asi hubo una huelga general de una semana de duracién, se liberd a los presos politicos y se restituyé a los concejales socialistas anteriormente suspendidos Cabanellas declaré meses después que «tuve el honor de que en Zaragoza no se que- mara iglesia alguna, montindose al efecto guardias del Ejército en éstas, que se man tuvieron hasta el 18 de julio’ Pocos dias después, el 25 de febrero, llegé a Zaragoza uno mis de los protagoristas de los meses siguientes: el nuevo gobernador civil Angel Vera Coronel, que desde su despacho de la Plaza de Aragén podia ver el Palacio de Capitania, ocupado por Cabanellas, Y éste le hizo un primer desplante nada més llegar a la ciudad, al no acu- dir a una cita en su despacho, pretextando ocupaciones urgentes* El 29 de febrero (para quienes crean en la maldicién de los aiios bisiestos, 1936 también lo fue) el Presidente de la Republica firmé un decreto de amnistia politica jones. -24. Francisco Eseribano Berwal [UNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES social, por el que se obligeba a las entidades patronales, tanto piiblicas como privadas, a readmitir a todos los obreros despedidos por sus ideas o por participar en huelgas politicas a partir del 1 de enero de 1934. Pero hasta el 3 de abril no se constituyeron las Cortes, con mayoria izquierdista, Apenas cuatro dias después Indalecio Prieto, Largo Caballero y otros veinte diputados presentaron una proposicién pidiendo la declaracién de la no necesidad del decreto de disolucién de 1936, provocando asi la destitucién de Alcala Zemora, sustituido interinamente por el presidente de las Cortes, Diego Martinez Barrio, hasta el nombramiento, semanas después, de Manuel Azaiia. Ya el 18 de marzo habia tenido lugar en Madrid la reunién de un grupo de genera- les (entre ellos Mola y wt Franco) en la que Varela anuncié que el general José Sanjurjo estaba dispuesto a organizar una rebelion contra el Gobierno del Frente Popular. A pesar de no llegar a un acuerdo definitivo, la destitucién de Alcalé Zamora presté nuevos brios a los conspirado- res, que contaron a partir de entonces con Declaracién del estado de guerra en la Plaza de la Constitu In adhesin de Queipo —22"#g023, 19 de julio de 1936. Foto Lozano, Archivo Familo Campos. de Llano, Inspector General de Carabineros y consuegro del ex presidente Mientras tanto, también la 5* Division daba pasos para la sublevacién, pues el 6 de abril actualiz6 las «instrucciones reservadas para la plaza de Zaragoza en el caso de declaracién del estado de guerra o alteracién del orden piiblico»’. En ellas se detalla- ban las fases, sectores y zonas en que se dividia la ciudad, las fuerzas que debian ocu- par cada punto clave, la proteccién de puntos sensibles (polvorines, eléctricas, etc,), los itinerarios de las patrulles, las reglas de enfrentamiento, los enlaces a establecer,... Se trata, en suma, de un perfecto manual de cémo dar un golpe de estado. En la calle ja situacién era muy tensa, con continuos enfrentamientos entre mili- tantes de partidos de signo contrario, detenciones de falangistas y altercados en la Universidad. Un ejemplo son los incidentes desencadenados en Zuera tras el asalto falangista al Centro Republicano, el 13 de marzo, que terminaron con Ja muerte de un. derechista y la detencién de otros muchos. Si tuvieron que intervenir las fuerzas del orden hasta en Ia inauguracién de los almacenes S.E.P.U...(Ballarin, M., La raz6n en ‘marcha. Cronica del Frente Popular en Zaragoza). 3. Los incidentes del 14 de abril. Con ocasién del quinto aniversario de Ia proclamacién de la Republica tuvo lugar un desfile militar por el Paseo de Independencia de Zaragoza en el que se produjeron algunos incidentes. Cerca de las tribunas algunos individuos hicieron manifestaciones 225. LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES Francisco Eseribano Bernal de desagrado e insultaron a las fuerzas que desfilaban. Otros oficiales que estaban al pie de la tribuna se lanzaron sable en mano contra los provocadores, lo que produjo unos momentos de pinico entre los asistentes Es curioso sefialar que la censura de prensa (imperante desde el 17 de febrero y que hhabria de llegar hasta el 18 de julio) hizo que de estos hechos sélo aparecieran en los periédicos zaragozanos algunas alusiones entre lineas y una nota del gobernador civil aclarando que «algunos indiyiduos del piblico se mostraban molestos porque los jefes que desfilaban no daban el grito de {VIVA LA REPUBLICA! El publico debe tener en cuenta en estos actas que ese grito sélo deben darlo, segin ordena el reglamento, los que mandan direc- tamente fuerza, para que ésta pueda contes- tar al viva [..] por lo cual no existe razén Los generales Cabanells, Ponte y Muiioz Castellanos, con sus ayudan- para el disgusto expre- tes, en una de las calles de Albarracin, Servicio de Informacién grafico de! sadon! 5* Guerpo de ejército.Archivo Familia Campos. ‘Como consecuencia del altercado, Cabanellas impuso sanciones por falta de disciplina a varios implicados y el Gobierno le ordené formar un procedimiento, que fue sobreseido répidamente. A continuacién el Ministerio exigié le propuesta de cese y traslado de numerosos jefes y oficiales de la guarnicién (coroneles Campins, Perales, Monasterio y Lasala; tenientes coroneles Sueiro, Martinez Guardiola, Rey, Cremades, Urrutia y Loscertales; ete.). El general se desplazé a Madrid y expuso al Ministro que lo ocurrido no tenia impor- Xancia, evitando asi mayores castigos. Y es que, a pesar de la desconfianza de algunos de sus subordinados, Cabanellas iba dando pasos que le abocaban a la plena partici. pacién en el pronunciamiento que empezaba a prepararse. Similares incidentes se produjeron en otros puntos como Vitoria, Tarragona, Oviedo o Guadalajara. Los més graves tuvieron lugar en Madrid, donde el desfile por la Castellana terminé con la muerte del alférez de la Guardia Civil Anastasio de los Reyes, En su entierro, el dia 15, la comitiva fue tiroteada en varias ocasiones, con el resultado de cinco muertos. Es de destacar la asistencia al mismo de umerosos mili- tares (a pesar de haber recibido érdenes prohibiendolo), entre ellos los generales Cabanellas y Queipo de Llano. Podemos hacernos une idea del ambiente que tales hechos crearon en parte de la sociedad leyendo el editorial que el periédico catélico- monérquico zaragozano El Noticiero publics el dia 15 bajo el titulo de “Camino de la anarquia +26 Francisco Eseribano Bernal “Piense el Gobierno que asi no se puede continuar ni un dia més. Que todo lo que en Espaha significa orden y autoridad y respeto, no puede estar dispuesto a entre garse cobardemente a una revolucién desatada [...] seria inutil empeio, aunque venga de arriba, pretender que media Espaita ponga resignadamente su vida a mer- ced de os triunfadores, El instinto de conservacién tiene arranques insospechados, como habrén podido observar ya los Poderes piblicos.” 4. La conspiracién. En ese ambiente aprobé el Congreso el 18 de abril un proyecto de ley por el que los generales, jefes y oficiales del Ejército y de la Armada retirados podian ser despo- seidos de sus haberes y del uso del uniforme por intervenir en actos politicos, propa- gandas y reuniones ciandestinas. Ese mismo dia se procedié a la destitucion de los generales Orgaz y Varela, enviados a Canarias y Cadiz respectivamente. Al dia siguien- te el general Mola asumié la responsabilidad de la conjura; seria El Director hasta que pudiera entregerse el poder al general Sanjurjo. Por el contrario, gran parte de los espa- fioles estaban pendientes esos dias del final de la Liga de futbol, con el triunfo del Bilbao y el ascenso del Zaragoza a 1* Divisién. El mes de mayo comenz6 en Zaragoza con la inauguracién, el dia 1, del IV Congreso de la CNT, al que acudieron 675 delegados en representacién de 1.131 sin- dicatos y 623.884 afiliados. Se aprobaron las conversaciones con la UGT para formar ‘una Alianza Revolucionatia y Ilevar al maximo las consecuencias de una reforma agra- ria profunda, También se analizé la situacién socio-politica, aprobando Ia defensa de Ja jornada semanal de 36 horas, el aumento de los puestos de trabajo por la disminu- cién de la jornada, la abolicién de la duplicidad de empleos, la abolicién del trabajo a destajo, primas y horas extraordinarias, la constitucién de bolsas de trabajo dentro de los Sindicatos, la jubila- cién para los hombres a Jos 70 afios y para las mujeres a los 40 y la reclamacién de obras piiblicas y sociales para terminar con el paro. También se examin6 a fondo la "sociedad futura”, cuya legada se preveia _inminente. Debia asentarse en con- juntos de “comunas” federadas, con abolicién del dinero, el poder politico, las divisiones sociales por motivo de divisién del trabajo, etc. La actividad humana, hasta Jas relaciones amorosas, quedarian sometidas a normas supuestamente nacidas de la propia naturaleza humana y sin necesidad de un poder externo que asegurase su cumplimiento, Mas pricticas resultaron otras medidas y Placa que se colocé en el cuartel de Torrero (Zaragoza), sede de! Regimiento de Caballeria Castillejos. Archivo Escribano. 627. ‘UNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES Francisco Esebano Beral acuerdos, en especial el cierre de algunas brechas internas. De tiempo atras habian ger- minado disidencias, surgiendo los “sindicatos de oposicién”, y aunque se habian evita- do las polémicas piblicas para no disgregar el movimiento, el riesgo de escisiones era muy real. Pero queds superado en el Congreso, que supuso una clara demostracién del poder del sinclicato, especialmente palpable en el mitin del domingo 10, en el que se llenaron la plaza de toros y los salones donde se retransmitié (Palacio de Cristal, Gran Teatro y el cine del Iris Park). No en vano, la tarde anterior habian llegado a la ciudad nueve trenes especiales y numerosos autobuses llenos de afiliados. Sin tanta espectacularidad, numerosas organizaciones politicas, sociales y culturales se reunieron entre el 1 y el 3 de mayo en Caspe para promover un estatuto de auto- nomia para Aragén, Se trataba de un proyecto impulsado desde Barcelona por la acti- va emigracién liderada por Gaspar Torrente. Un reducido grupo de profesionales y profesores elaboraba, por su parte, una frmula mucho mas conservadora en junio en Zaragoza, Mientras tanto continuaban los altercados callejeros, las detenciones y las «provo- caciones» de las que se acusaban mutuamente ambos bandos. Un ejemplo claro son los enfrentamientos que se produjeron en los primers dias de mayo en Jaca, donde leg6 a haber una pelea entre militares y politicos en el teatro, seguida de asaltos a casas de derechistas y una huelga general’, Y la oficialidad comprometida con el pronunciamiento continuaba sus preparati- vos, Fueron especialmente activos el coronel José Monasterio y el teniente coronel Gustavo Urrutia, ambos del Regimiento de Cazadores Castills, El segundo fue el enlace con las organizaciones civiles favorables a la sublevacién; sus gestiones hicieron que, a pesar de estar encarcelada la céipula falangista, se pudiera conter el dia del movimiento con una ayuda civil, Cabanellas promovié una serie de conferencias en los cuerpos, en las que pedia confianza en el mando y exhortaba a mantener la uni- dad, Como el recelo contra la oficialidad iba en aumento se recurri6 a reunirlos con ocasién de concursos deportivos seguidos de una comica; y para no llamar la atencién se invite a estos actos al gobernador civil. En palabras del propio Cebanellas: “;Cémo podian pensar que se conspiraba en su propia presencia?” Mayor tensién se vivi6 en Alcala de Henares el 18 de mayo, donde se llegé al inten- to de linchamiento de un capitan en su casa. La oficialidad de la 1° Brigada de Caballeria tomé represalias contra los sindicalistas que habian protagonizado los hechos, por lo que el Gobierno dispuso el traslado de los regimientos. Pero setenta y dos oficiales se resistieron a cumplir las érdenes, produciéndose un conato de suble- vacién; se les arresté y el dia 24 tuvo lugar un Consejo de Guerra por insubordine- ci6n, en el que se impusieron duras penas de prisién. El Regimiento Villarrobledo 1 fue trasladado a Palencia y el Calatrava 2 a Salamanca. En julio, estos cuerpos serian fun- damentales en el triunfo del Alzamiento en Castilla, al impedir el paso de los mineros asturianos. En Aragén habia otras preocupaciones mucho mas apremiantes, como las inunda- ciones que entre 18 y el 20 de mayo castigaron duramente las cuencas de los rios Jalon, Manubles, Queiles y Huecha, con numerosos dafos en poblaciones como Calatayud, Epila, Ateca,.... También habia tiempo para discutir sobre la prolongacién del zaragozano Paseo de la Independencia. Y para continuar con los preparativos del -28 Francisco Eseribano Berna LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES pronunciamiento, pues el 28 de mayo la 5* Divisién ordené a sus unidades subordi- rnadas que pusieran al dia los listados de personal para ciertas especialidades criticas (conductores, cocineros, etc.) ‘Mientras tanto, el general Mola difundia desde Pamplona sus “instrucciones reser~ vadas” para hacer triunfar el golpe. El plan era sencillo. Las guarniciones sublevadas proclamarian el estado de guerra, sin definirse politicamente, y tomarian todos los Fesortes del poder, con la reduccién de los posibles enemigos y la detencién de las putoridades civiles. Se daba por improbable un triunfo inmedisto en Madrid y Barcelona (a la 4* Division de Catalufia sdlo se le encomendaba «mentener controla- das las masas proletarias locales»), y de ahi que desde otras divisiones tuvieran que salir rapidamente columnas hacia . Madrid, donde la guarnicién, tam- NOTICIERO bién sublevada, colaboraria para tomar la ciudad, De estas directrices se deduce que Mola crefa que se triunfaria plenamente en Aragon y qua [Ue bade cabo wa tc eb tia yrstatl Valencia, quizd con mas éxito atin bade en esta regién que en aquélla, ya que desde ella saldrian dos colum- nas: una para ayudar a las fuerzas de Catalufia si lo precisasen y otra sobre Madrid. El control militar de Ja capital daria el poder a los suble- vados, que pondrian en marcha «una dictadura militar que tenga por mision inmediata restablecer el Encabezamiento del periédico El Noticiero, ‘orden pablico, imponer el imperio 15 de abril de1936. de la Ley y reforzar conveniente- mente al ejército»” ‘A la 5* Division se le encargaba «mantener el orden en el territerio propio y coo- perar en la ocupacién de Madrid», Para ello debia organizar, bajo el mando de un gene- ral o coronel, «una columna que, por lo menos, se compondra de dos escuadrones, una compaiia de Ingenieros, dos grupos de Artilleria, cuatro batallones de Infanteria y Servicios, Podré ser incrementada con organizaciones de patriotas. [..] debera estar en Calatayud a las 36 horas de iniciarse el movimiento. [...] 24 h mis tarde deberé la columna ester en Medinaceli. f...] 24 h més tarde la columna en Guadalajara, donde concentrara todos sus elementos para caer sobre Madrid». Se cooperaria asi con las fuerzas procedentes de Pamplona y Logrofio, con las que se establecian sucesivos ena ces, que deberian encontrarse ocupando la linea Avila - Villacastin - Segovia a las 36 horas de iniciado el movimiento” Cabanellas mantuvo un contacto permanente con el general Mola a través de sus respectivos ayudantes y hasta unas sefioritas que ejercian de enlaces, Tras un intento de encuentro fracasado por un aguacero, ambos jefes se entrevistaron finalmente el domingo 7 ée junio en Murillo de las Limas, en Las Bardenas navarras. Alli se fijaron importantes detalles como el reparto de los fusiles guardados en al cuartel zaragoza- © CMO MAN MOOT, HL GALE MLTR BY MOHD Canine wt os pe 29. LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES, Frascisco Bseribana Bernal no de la Aljaferia, afin de armar a los requetés navarros. Se dio la circunstancia de que Cabanellas acudié a la reunién tras asistir a una corrida de toros en Zaragoza junto al gobernador Vera, con el que esa misma noche compartié velada en el teatro, El plan final se recibié en Zaragoza a finales de junio y se lo expuso Mola al tenien- te coronel Urrutia el 14 de julio en Pamplona. El dia 16, Cabanellas se entrevisté en Madrid con el Ministro de la Guerra y con el presidente Azaiia, quienes le dijeron tener la seguridad de que las tnidades de la Divisién estaban comprometidas y que el Gobierno conocia el plan para el golpe. El Gobiemo estaba alarmado pero no tomé ninguna de las medidas que tenia preparadas, como la destitucién de Cabanellas y Mola. Simulténeamente, los dirigentes anarquistas Abés y Chueca tuvieron una entrevis- ta con el gobernador civil, a quien pidieron la distribucién de armas a los hombres de a CNT, pues la probabilidad de un golpe de Estado aumentaba dia tras dia. El gober- nador se negé rotundamente, alegando que la guarnicién era leal y ante el temor de que la Confederacién aprovechase la ocasién para instaurar el comunismo libertario, como ya habia intentado anteriormente, Abés qued6 convencido (era masén, como Vera y Cabanellas) y se esforz6 en calmar a sus camaradas y recomendarles paciencia. Dias antes del Alzamiento tuvo lugar una asamblea de la C.N-T. de Zaragoza, donde se debatieron las posturas encontradas de Abés y Chueca, pues éste sostenia que era necesario prepararse para el combate y apoderarse de las armas lo antes posible. Se impuso la opcién conciliadora, lo que podria explicar el sorprendente triunfo de los militares rebeldes en uno de los feudos del anarquismo espaiiol. También la corpora- cién municipal zaragozana, dirigida por el alcalde Federico Martinez Andrés, se encon- traba en actitud de alerta para repeler la més que presumible amenaza de golpe de estado. De hecho el periédico zaragozano de izquierdas Diario de Aragin publicé en esos dias varios articulos llamando a «estar preparadosw; el dia 17 abria la portada con un elocuente «Golpes de estado!: golpes en el vacio. Republica, Republica, Replicas”, EL7 de julio, el Ministerio de la Guerra publicé una orden autorizando un permi- so veraniego de un mes, a disfrutar por el 50% del personal por turno a partir del 15 de julio. Por ello, los cuarteles de toda Espaiia estaban casi vacios cuando pocos dias después se produjo el pronunciamiento militar. Previsoramente, el general Cabanellas habia ordenado el dia 14 la incorporacién de los reservistas de los reemplazos de 1931 2 1935, que debian presentarse en sus cuerpos el 22 de julio, «on el fin de aliviar el exceso de servicios a los soldados de esta guarnicién». Simulténeamente advertia a la poblacién que «mientras dure el estado de guerra seran frecuentes los movimientos de fuerzas tanto en la capital como en los pueblos, lo mismo de dia que de noche»", 5. La sublevacién. El viernes 17 de julio fue un dia caluroso (mas de 30° C en Zaragoza) y de mucha tensidn. Las paginas de los periddicos aragoneses transcribian completa la dura sesin le las Cortes del dia 15, en la que se habian debatido las circunstancias del asesinato de Calvo Sotelo. También habia sitio para anunciar las exposiciones de fin de curso en os colegios, comentar las hazafias de Mariano Cafardo y Julian Barrendero en las eta- pas alpinas de! Tour de Francia y anunciar los iltimos dias de exhibicién en el Cinema =30. Francieo Psorbano Bera LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONIS. Goya del éxito cinematcgréfico del momento, la Historia de dos ciudades, con Ronald Colman y Elizabeth Allen, Pero la sensacién de que algo terrible se estaba acercando era muy clara; de ahi que en El Noticiero se pudiera leer que emucha gente, mucha, se haya retraido de llevar ala practica planes veraniegos formulados». Desde luego, aquel afio no hubo veraneo. 5.1 La sublevacién en Zaragoza, ‘A las ocho de la tarde de dia 17 las estaciones de radio de Madrid comenzaron a lanzar notas del Gobiemo, informando de los problemas en Marruecos en un toro optimista que contrastaba con la inquietud reinante tanto en Tos cuarteles como en las sedes de partidos y sindicatos. Inmediatamente diversos grupos izquierdistas comen- zaron a reunirse en las calles, a la vez que el comandante de la Guardia Civil Julién Lasierra acuartelaba a sus hombres y permitia que algunos falangistas pernoctaran en los cuarteles. ‘Al tiempo, lus sindicatos y partidos de izquierda constituian sus propias patrullas de vigilancia en torno a los cuarteles y enviaban comisiones, encabezadas por sus diri- gentes més destacados, a la sede del Gobierno Civil con la peticién urgente de arma- mento como tinica forma de hacer frente a la rebelién de una parte del Ejército, El miedo a armar a la clase trabajadora, que podia precipitar tanto una “revolucién social” como el definitivo apoyo del Bjército al golpe, llevé a Vera a prohibir tal reparto, cum- pliendo asi las directrices del Gobierno. Ademés, el gobernador confiaba en que Cabanellas, con fama de republicano, supiera frenar la rebelién de sus oficiales. En la prensa del dia 18 no se encuentra ni una sola noticia referente a todos estos hechos, ni los locales ni Jos del Protectorado. Sin embargo, desde el Ministerio de la Guerra se habia ordenado ya la tarde del 17 (y el mismo presidente, por teléfono, la mafiana del 18) a Cabanellas que detuviera a Monasterio y Urrutia, investigados como sospechosos de sedici6n, y presentarse de inmediato en Madrid. Pero el general des- obedecié tales instrucciones, por lo que el Gobierno decidié enviar al general Nufiez de Prado a Zaragoza, con objeto de asegurar la colaboracién de Cabanellas o desti- tuirlo, ocupando su lugar. Es preciso indicar que Niifiez era de Caballeria (como Cabanellas, Monasterio y Urrutia), con una Medalla Militar ganada en el socorro a Igueriben en 1921, y en ese momento Inspector General de Aeronautica. Llegé esa tarde al aerédromo de la capital y marché directamente al Gobierno Civil. Alli fue a buscarle el general Alvarez Arenas, jefe de la IX Brigada de Infanteria, quien le con- vencié para acudir a la sede de la Division, Al parecer, Cabanellas estaba dubitativo sobre la actitud a tomar pero las presiones de algunos de sus subordinados le Ilevaron a arrestar a Naiez. Este fue posteriormente fusilado con el argumento de que ha>ia dado la orden de bombardear a los rebeldes de Tetun. De hecho, sus Ilamadas tele- fénicas en esas horas de tension habian permitido que muchos aerédromos militares se mantuvieran fieles ala Republica Cabanellas se vio empujado a la rebelién confiando en un principio que se hacia por la salvacién de la Republica. La maftana del 18 reunié a sus subordinados, y puede decirse que fue entonces cuando definitivamente opté por secundar sus pretensiones, pues en Castillejos Monasterio y Urrutia estaban firmemente decididos a secundar la rebelién. Ya habia dado un paso importante con la detencién de Nijiez, pero conti- 3h LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES Franeizeo Eseribano Berne! nuaba dudando, Posteriormente, el viejo general dessacharia tales hechos con unas declaraciones bastante oscuras “Desde la mafiana del dia 18 estaba la guarnicién levantada; pero ya en la tarde de aquel dia era manifiesta la suma urgencia de cpoderarse de todos los resortes del mando, ya que comenzaba el reparto de ermas en varios centros de Zaragoza... La 5* Divisién fue la primera que se sublev6. Uno de los mis notables hechos de aque- lla noche fue la concentracién civil en el cuartel de Caballeria, y otro la forma de conseguir el levantamiento en la guarnicién de Jeca...” Y es que toda la jornada del 18 fue de tensa expectetiva. Mientras grupos de volun- tarios falangistas y de las Juventudes de Accién Popular se presentaban en las sedes militares (los cuarteles de Torrero, Hernan Cortés y la Aljaferia), numerosos trabaja- dores se concentraban ante el local de la CNT (ramo de la construccién) situado en a plaza de San Miguel, en espera de noticias y consignas de actuacién. Decidieron mantenerse a la defensiva, proclamando la huelga general y movilizando los comités de barriada para organizar la resistencia pasiva, La dimision del presidente de! gobierno Santiago Casares Quiroga la noche del 18 convencié a Vera Coronel de que la situacion era mas grave de lo esperado, por lo que a instancias del Director General de Seguridad accedié a que se distribuyeran las armas. El diputado socialista Eduardo Castillo intenté conseguirlas, pero la ocupacién de la comisaria de policia por un grupo de militares en nombre de Cabanellas impi- dié que lo consiguiera. Los hechos acaecidos en estas horas resultan, como muchos otros, realmente confusos, En la madrugada del 19 tavo lugar fa entrega de algunas armas en la comisaria de la policia urbana, situada en la plaza de la Libertad (actual Santo Domingo), donde ya se produjo un primer enfrentumiento violento, En la noche del 18 al 19 tuvieron lugar los primeros movimientos militares, Fuerzas de la Guardia Civil detuvieron a Vera Coronel y su comandante Julian Lasierra fue nombrado nuevo gobernador. Ante él juraron lealtad horas después los responsables de las fuerzas de Asalto y de Seguridad, comandante Marzo y comisario Roldan Confirmada la colaboracién de las fuerzas de seguridad, el general Cabanellas firm6 la declaracién del bando de guerra. Parece que lleg6 a sufrir amenazas directas de los capitanes Esponera, Casado, Marin, Villanueva y Ruiz Soldado, que «le movieron a la decisién suprema de declarar el estado de guerra en la ciudads'*, de acuerdo con la aguerrida prosa del padre Gracia. Las baterias ocuparon puntos estratégicos de la ciuded, con una de ellas apuntando al Ayuntamiento, y los cinco carros de combate del Regimiento n° 2 comenzaron a cir- cular por las calles. Por fin, a las cinco de la mafana salié una compafia del Regimiento de Infanteria Gerona 18", que recorrié las calles pregonando el bando del estado de guerra. En el documento, aparentemente prudente, Cabanellas afirmaba que sdas circunstancias extraordinariamente graves porque atraviesa Espafa, debidas prin- cipalmente a la ausencia total del poder publico en quienes por mandato constitucio- nal debieran retenerlo, me obligan, pensando s6lo en los altos intereses de Espaiia y la Repiiblica, a hacerme cargo del mando absoluto de la plaza y provincia de Zaragoza con el fin exclusivo de restablecer el orden», En el ailtimo parrafo remarcaba que «conocida de los aragoneses mi tradicién democritica y mi amor a Espana y a la +32. Francisco Escribano Bernal LUNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES. Republica, espero de todos [...] presten la debida asistencia a las Autoridades y sus agentes para que transcurra esta situacién excepcional sin necesidad de hacer uso de los medios extraordinarios que este bando contienes"”. De forma que en las primeras horas del dia 19 ya parecfa bastante asentado el triun- fo de la sublevacién en la ciudad. Y ello fue posible porque Una de las principales caracteristicas del "Movimiento Nacional” en la capital zoragozana fue, sin duda alguna, la obediencia y unidad de todas las fuerzas de la ‘guarnicién en torno a sus jefes, De las ocho Divisiones Orginicas, la de Zaragoza es a que presenta el més alto niimero de militares comprometidos con la insurreccién. ] En segundo lugar, nunca lleg6 a producisse una situacién de vacio de autoridad necesario para dejar un espacio abierto a la actuacién revolucionaria ya que los sublevados, a la vez que destruian el sistema republicano, asumieron rapidamente las riendas del poder sin delegarlo en otra autoricad que no fuera militar”. Un ejemplo de ello fue la colaboracién de militares y policias en el control de la ciudad, Guardias de Seguridad y Asalto ocuparon once azoteas, contribuyendo asi a la accién de las patrullas militares que recorrian las calles. Pero ello no quiere decir que no hubiera resistencia. La misma madrugada del 19 los sindicatos izquierdistas reac- cionaron proclamando la hwelga general, secundada por la mayoria de los trabajado- res, La ciudad presenté durante varios dias un aspecto peculiar, pues no funcionaron los servicios pablicos ni hubo prensa. No obstante, al no poseer armas la fuerza de los sindicalistas resulté del todo ineficaz. Hay que recordar que Miguel Abés, secretario regional de la CNT aragonesa, era partidario de medidas moderadas. Detenido por los rebeldes, fue llevado a comisaria, donde se entrevisté con el teniente coronel Urrutia. No fue ni fusilado ni encarcelado, sino que se le confiné en su domicilio hasta que logré huir a la zona republicana en enero de 1937, donde fue acusado de traicién tanto por anarquistas como por comunistas. Inmediatamente, las nuevas autoridades empezaron a tomar medidas contra los huelguistas. Militares, agentes de policia y voluntarios de derechas comenzaron a rea- lizar cacheos por las calles y registros en sedes sindicales y domicilios particulares, a la par que en sucesivos bandos Cabanellas iba quitando la base juridica a la huelga, al militarizar los servicios municipales, dar permiso a los empresarios para rescindir los contratos «de todos aquellos obreros que no se hubieran presentado al trabajo» y sus- tituir los huelguistas con miembros del Ejército y de las milicias derechistas. Se lleg6 a obligar a funcionarios, tranviarios y conductores de autobiis a reanudar el trabajo con amenazas de muerte. Ademés fueron presentandose en los cuarteles los reservistas de Jos reemplazos movilizados, con lo que pronto se estuvo en disposicién incluso de enviar hombres fuera de la ciudad. Poco a poco se fue volviendo a una cierta normalidad, como lo demuestra la rea- paricién de los periédicos zaragozanos el 23. Ese dia, tanto Heraldo como El Noticiero daban cuenta de lo sucedido en dias anteriores, insistiendo en la normalidad y la esta- bilizacién de la situacion. Pero tales afirmaciones chocaban con lo que se podia leer entre lineas: altercados y tiroteos en San Miguel, San Pablo, San Lorenzo, San Antonio, Delicias y las Armas, asi como en los «barrios extremos» de San José, Torrero y el Arrabal, continua vuelta al trabajo de trabajadores de gremios que ya el dia anterior +33. ‘UNA PRIMAVERA DE CONSPIRACIONES Prascisco Esribano Berl no estaban afectados por la huelgs,.... También tuvieron lugar operaciones como las redadas en los barrios obreros. El 30 de julio la prensa seguia publicando que da huel- ga en Zaragoza esté en sus tltimos momentos». Y hasta se Ilegé a dar cuenta de la muerte de un guardia de Seguridad en un tiroteo callejero. Por un lado més optimis- ta, se informaba de dos visitas de Mola a Zaragoza, una el dia 21 a fin de coordinar los siguientes movimientos de los rebeldes, y otra el 9 de agosto para oir misa en el Pilar, donde fue aclamado por la gente. En cualquier caso, la protesta obrera estaba siendo desarticulada ante la desespera- cién de los jefes cenetistas de Barcelona, que habian conseguido aplastar la rebelién gracias a la decidida actitud de la Guardia Civil y la divisién ¢ indecisidn en algunas unidades del Ejército. Por la radio, Juan Garcia Oliver exhortaba a los zaragozanos a dar la batalla al Ejército, sin perder un solo instante: “Ala ciudad de Zaragoza no se le podré considerar, de ahora en adelante, como el baluarte de la Confederacién Nacional del Trabajo, si no abate con rapide. fulm nante a los fascistas... No olvideis, trabajadores aragoneses, yvuestro historial y vues- {ros entusiasmos por ls causa sagrada de la libertad. Sali de yuestras casas. Arrojaos sobre el enemigo. No aguardéis un minuto més, Militantes de la CNT y de la FAI, debéis haceros matar: Tened! en cuenta que si el proletariado catalan respondi6 como tun solo hombre, se debio a que los militantes destacados ocupaton las filas dle mayor peligro... Vamos a salir hacia Zaragoza. [...] Hay que lanzarse como hienas sobre el enemigo... No aguardéis a que yo finalice mi discurso. Abandonad vuestras casas, quemad, destruid, batid al fascismo"”.” Mientras tanto, los sublevados continuaban cumpliendo los cometidos asignados {ea dondo se ostabizd fran hasta marzo do 1998 7 Mapa avance de las columnas milicianas sobre Aragén. 34

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