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CHARLES W. BERGQUIST CAFE Y CONFLICTO EN COLOMBIA, 1886-1910 LA GUERRA DE LOS MIL DIAS: SUS ANTECEDENTES Y CONSECUENCIAS PROLOGO DE DAVID BUSHNELL ‘TRADUCCION MOISES MELO Fondo Rotatorio de Publicaciones FAES Medellin, 1981 Copitule x EI bosquejo de un nuevo orden A. pocos afios de Ia caida de Reyes del poder, los intereses importadores-exportadores de ambos partidos habfan cotocado ‘en su lugar los elementos econdmicos y politicos que iban a servir de cimientos al nuevo orden, por cuya instauracion ha- bian trabajado tan intensamente desde la década de 1890, Este nuevo orden divergia radicalmente de las caracteristicas poiftiens y economicas de la Colombia del Siglo XIX. La inestable politica Gel siglo anterior, la politica de disputas ideolégicas fundamen- tales y de exclusividades partidistas, de guerre civil eréniea y de constituciones efimeras, fue sustitufda después de 1910 por una nueva era de notoria estabilidad politica. La politica colom biana durante las décadas de 1910, 1920, ¢ incluso de 1930 y prineipios de 1a de 1940, aunque no estuvo exenta de conflicto entre partidos, de polémicas partidistas ni de cierto grado de malestar y violencia rnvales, foe, a pesar de todo, cualitativa- mente diferente del caos politico del siglo anterior. Se mantavo el orden publico y on general se respetd el ejereicio de las liber tades civiles para In clase alta, Las elecefones se llevaron a eabo en relativa calma y libertad, y sus resultados se aceptaron. Los presidentes completaron el periodo para el que fueron elegidos, ton Ja sola exeepcion de uno que renunelé en 1921. En 1980, el control del ejeontivo nacional pasé en forma pacifica a manos de los Hberales, euando éstos eligieron el primer presidente de su partido en casi medio siglo. Muchos de los gobiernos poste- riores a 1910 tuvieron composicién bipartidista, y el principio de la repregentacién minoritaria aseguré a los dos partidos tra- aicionales representacion efeetiva en Tos cuerpos legislativos del pais. Los cambios econémicos que acompafiaron la consolidacién de la economia de exportacién del café fueron el complemento, y en buena medida In explicacién, de las dimensiones politicas Gel nuevo orden, Los auges exportadores del Siglo XIX, infruc- tuosos y efimeros, dieron paso a un auge eafetero de propor. ciones y duracién'sin precedentes. A pesar de que Ias bases del huevo orden econsmico se habian colocado durante el auge cafe- tero de 1890 y habian sido reforzadas por las politieas econdmi- 289 cas practicudas durante el Quinquenio, In estructura del edificio sconémico del nuevo orden sélo se levanté después de 1910. Pese a dislocaciones ocasionales debidas a porfodos de guerra © superproduccién mundiales ya la interrupeién mas grave que trajo consizo la Gran Depresién, los precios mundiales del café permanecicron por lo general a niveles altos en las décadas pos- teriores a 1910, Las exportaciones colombianas de café crecieron enormemente durante el mismo periodo, y aleanzaron el millon de sacos en 1913, los dos millones en 1921 y los cinco en 1944, {Los datos sobre’ precios y produccién se ilustran en el gréfico 9:1). Para mediados de ios aftos vente Colombia habia Iegado a ser el principal productor mundial de cafés suaves y solo el Brasil le aventajaba en produccién total de café, La expansion prolongada y sostenida de la economia cafe- tera produjo una transformacién de la politiea colombiana, En primer lugar, el auge eafetero consolide In hegemonia politica de los intereses exportadores-importadores bipartidistas. Para 1910 se habia desarrollado un consenso basico ideologico y pro- gramético entre las élites dominantes de ambos partides, Este Consenso se reflejé en las soluefones finales a los problemas eco- némicos y politicos heredados del pasado, y hall expresion legal en las reformas constitucionales de 1910, Pero le economia eafetera en expansién contribuyé en forma menos evidente a modificar la estructura politica heredada del ciglo XIX. Come resultado tanto de clertas earacteristiens de la economia de exporiaeién del café en general, como de la Peculiar estructura sociologica de In economia eafetera colom. biana en particular, la expansién cafetera creé nuevas y signi eativas oportunidades econdmicas para los colombianos ambi ciosos, atenué Ja fuerza perturbadora de la politica clientelista de que se habl6 en el capitulo I, y contribuyd en gran medida Ia lepitimidad y establidad politica del nuevo orden. Acontecimientos politicos que se sucedieron con rapidez jalonaron la transicién final hacia el orden nuevo. Después de la caida de Reyes tres presidentes ocuparon el cargo en tn breve eriodo de catoree meses mientras dos congresos diferentes se reunicron para considerar y poner en priictica reformas politicas ¥ econémicas. Con trazos sencillos pero vigorosos estos reforma- Gores bosquejaron un nuevo orden y, si las cireunstanclas los obligaron a clerta economia de expresin, sus sucesores dispon- arian de tiempo para completar el cuerp¢ y los detalles. El exilio voluntario de Reyes el 18 de junio de 1909— de- 46 a Jorge Holguin a cargo del gobierno hasta cuando se reunié en julio el nuevo congreso y nombré su sucesor para que completase el resto del perfodo original de seis afios para 290 rar el 7 de fa sido elegido Reyes, y que debia expirar el 7 cats Ge 1910. Et congreso eligié a Ramon Gonailez Valencia, consetvador historico, general y eaficultor santandereano, quien, Junto con Reyes, habia sido elegido para Ia vicepres 1904. (0) Seqtin su biégrafo, Gonzilex Valencia, habria. ge ser Fe. ado como el “Presidente de Jos Agricaltores,” por fos fazones, Jin primer lugar, porque toda su vide fue agrication ¥ adomés porque cred la Sociedad de Agricultores, Zunde io fami pre ty esha ep Had ‘Agricultura eon la creseién de una Wscuela de Agricultura, () ‘Aunque este relato, en su entusiasmo por exaltar al personae, Gistorsiona ligeramente su expediente hsniren, no puede a je In identifiescién de Gonefilen ar dute de. Jemportadorerexporadores, Pete ae, ¥, gu. fue autorizé. una subvencién para Ii Seed de Arsctaree -ganizo ana escuela para ol entrenamiento agricola formal, 34 Administracion ezecia solo avances limftados en Ta solueion 06 fos problemas economicos y monetarios que ain enfrentaba nis, aleance y Ta efieacia de Tos programas formuladas por Ta administracién y por el congreso reformista, se vieron Imi. flog por severas. restriciones ‘seales derivadas tanto de log carpamisn nein a ms Ta ee vel de los precios del det ade, Walenta estuvo en el poder. ete Ja, amortizacion, Jcién que, frente al problema de la, amortiznefony onda tte nie asa ae er taler, Valencia Hlustra 2 {Priva aaministacion se ylan meiones de Ta nv i n 1s ues Dor tas vouidades Tlscales. que entrentaba, ego: Bates tr aac gu ey dir Doce fo 1a Regeneracién, confes al COMETS Ce te a serlaments iroso estado de las finanras del gobierno pa Tlogado a la conclusion de que nada se pods, hacer en, Ritura del momento. Soliit6 a los pastigarios de Ja aor Stelén en el Senado, eneabozados por José Francisco Groot, que fo aprobesen ana fegislaeion que privarta al gobierno. fe, resus vitales. Ante est, Groot tomo la palabra y diriscodiee dirgetamenta al ministre eager, exclamé Crook, ceefm que 1a guel Samper. El vi 1, Gossilez Volese Tabla sido relevado de esta posicion cuando Reyes en 190s abel can en for de de dena, 2. Guillermo Solano Benitez, Bf Bayendo colombiano, Ieseig (Poeste Nacional. 1955), pp. 67, 17073. Remén Gonedlor Vex 291 peor calamidad para la ropablica era la oxistencia del régi de papel moneda, Tal vez el ministro de hacienda deberia es- tudiar los escritos de su padre. “Las cenizas de tan respetable hombre piblico se conmoverian si por insinuacién del senor Ministro de Hacienda y Tesoro, su dignisimo hijo, quedara este asunto sin solucién ahora.” (°) Durante todo el perfodo preocups a senadores y represen tantes la euestion de los recursos para comenzar una amoi zacién efeetiva. Por iitimo, gracias a la determinacién de Uri- be Uribe, la version del Senado de un proyecto de amorti cin pasé en la Camara en el iiltimo dia de sesiones. Uribe Uribe se opuso con éxito a los esfuerzos del ministro de ha- cienda Davila Flores por clausurar las sesiones. Uribe Uribe sostuvo que dejar sin aprobar la legislacion para curya elabo- racion habla trabajado el Congreso con tanta dilisenei valdria a defraudar los esfuerzos del pueblo colombi verse liberado de In “pliga” del papel moneda “‘causa principal de su miseria.” Un dia después de que el Congreso aprobo 1a legislacién, Gonzalez Valencia cambié su gabinete nombrando 2 varios miembros del Congreco que habian apoyade a Uribe Usibe y votado en favor de la legislacién monetaria. (4) EI acta de amortivacién, Ley 69 del 20 de diciembre de 1909, establecié una junta con ia mision de convertir papel Monéda y le otorgo varias fuentes de ingreso. Entre ellas las més significativas fueron todas las utilidades de las minas de esmeraldas de Muzo y Coscuez y la vedestinacién de un dos por ciento de incremento en la tarifa araneelaria que se habia apro- bado anteriormente a propuesta de Uribe Uribe, para finaneiar una campafia contra In Jangosta que asolaba Ja’ agrieultura eo- lombiana, Reconociendo la penuria fiscal del gobierno en ese momento, s6lo deberian rlestinarse a ln amortigacion durante 1910, el primer afio de operacién de la junta, la mitad de las utilidades de las dos minas de esmeraldas. La ley también dio Poderes a los futuros congresos para apropiar fondos adicio- nales para la junta de eonversién, Como lo habrian de mostrar os acontecimientos, Ia ley 69 organiz6 la maguinaria y los procedimientos que darian comienzo al proceso definitive de conversién a una moneda basada en el patrén oro. (5) 3. Analer del Sonate de 1909, pp. AAL-I3. 4. “"Ulkima ssn de la Cimara” en Rafael Usibe Uxibe, Labor perlancmta is dal General Rafael Uribe Uribe en el Congreso de 1909 (BogotS, 1909), pp. 197.99, 5. Aneler dela Cimare de Reproseutanes de 1909, pp. 911-12, 892.94. 292 ndican los términos de la ley de amortizacién, el Congreso rescindié también el contrato firmado por el go: bierno de Reyes con una firma inglesa para explotar las minas de esmeraldas, De manera similar se despojo de su cardcter de oficial y de sus privilegios a! Banco Central, al que el re- presentante José Vicente Concha ealificaba de “pulpo” que enearnaba la naturaleza corrupta, monopolista y arbitraria det régimen de Reyes. (*) También procedio el eongreso a restau- rar la autonomin fiscal y administrativa de que gozaban los departamentos antes de las reformas de Reyes. En un acto relacionado con éste, se reintegraron a los departamentos a Jos que habian perténecido anteviormente, la mayoria de las nuevas unidades administrativas creadas duvante el Quinquenio. Tanto Ia administracién como ¢l congreso de 1909 dedi- eaton especial atoncién a la promocién de la economfa expor- fadora. Sin embargo, también aqui la penuria fiscal del pais limitd el aleance de las medidas que pudieran promulgarse con un eriterio realista, Por ejemplo, el ministro de hacienda pro- puso un ambieioso programa para funday un baneo agricola hhipotecario, capitalizado mediante un gran empréstito exter- no y encafado de hacer préstamos con bajos intereses para Ja mejora y desarrollo de la agricultura, Aunque un Comité del Congreso, formado por Pedro Nel Ospina, ‘Tomés Samper y Lucas Caballero, todos eonncidos por su apoyo a os intereses Raricolas, respaldé calurosamente los objetives de 1a propuesta, sus miembros legaron a Ia conelusion de que el plan era im: practicable dada la posieién fiscal del gobierno y la prioridad que le concedian a los esfuerzos por comenzar la amortizacién del papel moneda. () Pero el Congreso aprobé otras medidas menos costosas pa- ra promover las exportaciones colombisnas, Ya se mencionaron los proyeetos que se aprobaron para organizar una escuela de agricultara, para financiar una campafa para eliminar la lan- gosta v para coneeder un subsidio a la Sociedad de Agricul- tores. (#) Otra ley aprob un contrato con una compafita ale- mane para desarrollar Ia produecién de banano y eonstrufr un fervocarril en el Golfo de Uraba, en la costa del Caribe, (°) Finalmente se probs la Ley 19 de 1909 que disponia la elimi- naeién del impuesto a la exportacién de los metales preciosos. La lista de proponentes de este proyecto suena como la némina 6. Ibid, pp. 469. 1. Ubi, pp. 925-27, 5. Aprobudo como ley 46 de noviembre 10, 1902, el subsidin tenia un mono de 2.300 pesor anualis. dacler det Senado de 1909, p. 690 9. Ley 66 del 4 de diciembre de 1909. Ibid. pp. 889.93, 293 de las fuerzas reformistas en el Congreso de 1909. José Medina C., quien hizo a poneneia de la eomisién, resumié probable- mente los sentimientos de los veintinueve ‘ponentes de Ia me- dida cuando escribié: Estas disposiciones, y en general todas Jas que imponen s ous lesquiera frutos de'exportaciGn, som de las que podriamos llamar de efecto contrario para el progreso del pais; la experiencia y el hbuen sentido econémico indican hoy clatamente que en una na ign como la nuestra, empobrecida ¥ arruinada por diversas erro: res, pero dotada con excepcionales riqueras en et suelo, 1 cuerdo 3 lo prdeioo es eatimular las industria eepetivan, Cuando ve ha ‘querido obtar en este sentido, en vee de la imposicion de grave: men ha verde la concesion de primas de exportacién, (1°) Giertamente las consideraciones fiscales redujeron el ak cance de los esfuerzos para promover exportaciones @ impi- dieron dar goluciones definitivas s los problemas monetarios de Ta nacién en el Congreso de 1909. Pero cuando se trate de couparse de las institueiones politieas heredadas de Ia Rege- neracion y el Quinquenio las fuerzas reformistas no encontra- ron tales limitaciones, La primera ley, aprobada por el Con- greso de 1909, restablecié Ia ley liberal de prensa (Ley 51) de 1898, Los ‘tinicos cambios contemplados en la nueva ley consistian en reducciones a las sanciones estipuladas para los infractores de la ley de 1898. (#1) Para enfrentar el problema 4e Ja reforma eonatitucional, Conzélez Valencia decrets el 25 de febrero de 1910 la convocatoria de una nueva Asamblea Nacional con el fin de que “introduzea en la Constitucién vi- gente Jas reformas que de tiempo atras viene reclamando Ia .opinién publica.” (!) Elegida por tos municipios en abril de 1910, Ia Asamblea Nacional se reunié en Bogota el 25 de mayo, La Asamblea estuvo dominada por fuerzes reformistas y entre los delegados habia liberales y conservadores histori- tos que de vieja data aboraban por la reforma politica y eco- némica, tales come Guillermo Quintero Calderén, Rafael Uribe Uribe, ‘Pedro Nel Ospina y Benjamin Herrera. Después de largas deliberaciones la Asamblea Nacional aprobé una serie de reformas constitucionales conocidas como el Acto legislativo No. 3, de octubre 81 de 1910. Las reformas no s6lo tenian que ver con las cuestiones polfticas que habfan preocupado a las fuerzas reformistas durante la Regeneracién 10. Analer de te Gimora de Represententer de 1909, pp. 125, 386, 390. U1. Cacun Pride, Lepislacé, pp. 81-82 12, Decreto N? 126 del 25 de febrero de 1910, Analer de le Asemblee Nev ona! de 1910, pp. V 294 y el Quinguenio, sino que se ocupaban de la institucién del papel moneda, que los delegados consideraban de una impor- tancia tan trascendental como para merecer atencién en. la ley fundamental del pais. Mediante las reformas politicas mis importantes se limitaba el poder ejecutivo (en especial los Ar- ticulos 25-34); se aumentaban los poderes administrativo, logislativo, y fiscal do los departamentos (en particular los Articulos 50, 51 y 54); y se garanticaba representacion al partido minoritario (Articulo 45). El articulo 7 era insélito en una constitucién polities. Su ‘inten frase reza: “Queda prohibido en absoluto toda nueva emisién de papel moneda de curso fovzos0.” (#) La Asamblea complementaba su reforma Politica dictando una nueva legislacién para regir las eleccio- nes, La Ley 80 del 10 de noviembre de 1910 buseaba poner coto a jos abusos electorales y establecia, metiante el proce- dimiento conocido como ‘voto ineompleto” el derecho del par- tido minoritario a un tercio de Ia representacién en los cuetpos legislativos de la naeién. (4) En unos cuantos meses de 1910, mediante estas medidas decisivas, lo3 reformadores eonvirtieron en ley todos los as- peetos principales del programa de reforma articulado en la década de 1890 contra las politicas de la Rexeneracién. Al mismo tiempo, las nuevas leyes establectan las bases Tegales para las, medidas politicas y econémicas liberales que habian de carac- terizar ol nuevo orden. ('5) Aunque una de las disposiefones de la Reforma Constitu- clonal de 1910 establecia la eleccion popular directa del pre- sidente de la nacion, la Asamblea Nacional hizo una exeepeion para el periodo que comenzaba el 7 de agosto de 1910. Temian uizés Jas fuerzas reformistas que una eleccién popular pusi se en peligro su recién logrado control de Ia politica nacional. Asf_que este perfodo habria de ser desempefiado por alguien elegido por la misma Asamblea Nacional, (6 E) escopido fue Carlos E, Restrepo. 13, Ibid pp. 666-70. 14. Ibid, pp. 70640. 15. Como expresiéa de ox gratinud y de aprobacién a las politcas segudas con éxito por Gonzilee Valencia, y en seal de esperanza de que :¢ continuaran cas polities en la administsci6a siguiente, veintcinca miembros de la élite liberal de Pogots, “ssocindos todos com ls industria, el eomercio y la banca,” offecieson ‘exclusive banguete el 6 de agosto de 1910, en el Gun Club, en honor del pre- sideote salente. Fl otro hudsped. de honor fue el presidente elect, Carlos BE. Rese repo, quien debia postsionarse al dia siguiente. HI brindle los des presdentes lo hizo Abel Camacho, presidente de la Cimata dle Comercio de Bogoti. Solano Beat tex, EL Bayard colombiano, pp. 191-93. 16 La Asamblea dacdié también que funconssia come conyseso leitimo 295 Restrepo, quien en 1910 tenia 48 aflos, habia surgide en os iiltimos afios del Quinquenio como uno'de los principales opositores politicos de Reyes, Era un conservador antioquefio asoeiado de tiempo airés con las politieas de Marceliano Vélez y Pedro Nel Ospina e identifieado con la erftica Wiberal a las medidas de la Regeneracion, Habia servido en la burocracia departamental de Antioquia durante los tltimos aftos de In Regeneracion y después de que estallé Ia guerra habia com- batido como oficial bajo el mando de Pedro Nel Ospina, En 1903 habia sido elegido para el Congreso pero rehus6 asistir, en un gesto de protesta contra el fraude electoral y el exclu: sivismo politico que habian newado representacion adecuada & los liberales y, conservadores reformistas, Después de In se- paracién de Panama, Restrepo organizé en Antioquia una Junta de Coneiliacién bipartidista que redacté una serie de propuestas de reforma constitucional con base en los siguientes principios: descentralizacién administrativa, separacién. de los poderes gubernamentales, tolerancia religiosa, abolicion del Papel moneda mediante’ economias estrictas,’ representacion proporcional para los partidos politicos y mejoramiento de la educacién piiblica, Aunque algunos de los principios de la jun- ta se pusieron en ejecucién bajo la administracién Reyes, Restrepo se desilusiond pronto con las medidas antoritarias y estatistas de Reyes y orienté sus esfuerzos a desacreditar y erearle difieultades al dictador. (7) Después de Ia caida de Reyes contribuys Restrepo a la ormacton de um nuevo partido, Ta Union Repubicana, para abogar por los ideales de gobierno republicano. bipartidista, tolerancia religiosa y laissez-faire econdmico. ('#) Muchos otros conservadores histéricos se asociaron con ei nnevo partido, e gual hizo la faccién del partido liberal que dirigian Benjamin Herrera y Enrique Olaya Herrera. La Union Republicana_ob- tuvo la mayoria en la Asamblea Nacional convocada por Gon- zilez Valencia en 1910, y mediante su control de la Asamblea establecié los procedimientos especiales para la eleccién de 1910 que llev6 a Ia presideneia al candidato del partido, Carlos E, Restrepo. e Ta mcidn bases cuando un congreo clegida hijo: ls disposicones de la celorms constinucion| de 1910 y de la nueex ley electoral, abiese sus tesiones ] 20 de julio de 1911, 17. Restepo, Ovientacide. Republicinay 1, 176-77. 215-58, Ea este primer volumes Restrepo enirega una rice evidencla pare documeatat ss vinetles eon, 9 su simpatia hacia, tos poliieos conservadones histésicos 7 liberales medenios en Jos aos noventas, en Ja guerra, y durante ef Quinguenio. Ver, por efmplo, sis omentarios « los "Motives de Disidenci,” Ibid, pp. 1045. 18. Tbid, pp. 378582. 296 Fiel a Jos principios del nuevo partido nombré un gabine- te bipartidista como lo habia hecho antes que é Ramén Gon- zélea Valencia. Segrin el observador polftico Julio H. Palacio, la identificacién ‘politica de los nuevos ministros era la sigulon- te: ministro de gobierno eneargado, Bernardo Escovar (con servador histérico) ; de relaciones exteriores, Enrique Olaya He- rrera (liberal identifieado con Benjamin Herrera) ; de hacienda, Tomés 0, Eastman (liberal pacifista) ; de guerra, Mariano Os- pina Vasquez (conservador histérica y velista) ; de obras pabli- eas, Celso Rodriguez (liberal identifieado con Benjamin Herre- ra); del tesoro, Gregorio Martinez Ayeardi (conservador que haba apoyado a Reyes). Las dos tinicas faceiones politicas ex- clufdas de Ia coalicién de gobierno fueron los nacionalistas in ‘transigentes y el grupo liberal que sezuia a Uribe Uribe. () La administracion de Restrepo tuyo la. suerte de gozar del auge fiscal originado en el resurgimiento de los precios mundiales del café. Su promedio fue, durante su_periodo —de 1910 2 1914—, casi un 50 por ciento més alto que el que se mantuvo durante ef Quinquenio (ver grafico 9:1). Después de 1911 al alza de los precios se sumé un aumento del 50 por ciento en el volumen de las expertaciones de café, al ontrar on produccién los eafetos sembrados durante el Quin- quenio. Por tal motivo Jas exportaciones colombianas de café comenzaron a producir eantidades sin precedentes de divisas. 19, Uribe Uribe vous contea Restrepo en la clecién presdencial especial de 1910. En pare se vio foresdo a ana posicién de oposicién formal a Ia Uniéa Republiana debido a su citeche ientificacién con Reyes, itelaso durante los él- timos alos de Js dicadurs. La reniencia de Unbe Uribe a disocasse de Reyes obalecia a razoaes cnc idelésices como peronals. Ya desde 1904, en wna ces lebee coafecencia, Usibe Usbe se habia proclamade como un “socialise de estado,” ‘con lo que queria signticar que ery partiario de fa inzrvendién del estado en la feonomis pars promover el desstolla econémico (especialmente 1s agicutusa), y que crela también en una forma moderada de lelslcién social pternalista. “So- alisemo de Endo,” ea Rafzel Uribe Uribe, Bl poorsimiento socal de Uribe Uribe. (Bogoti, 1960), pp. 623. Pero Usike Uribe, siempre importunado por reocupsciones fasacienss versn, estaba también profandamense agradecido por las remunerativas sinecusas diplomética que le habia otorgado Reyes. Este aspecto de fe cuctién surge conmovedoramente en la cortespondencia privada selecionada y poblicida recientomente por Rafacl Gémer Picin. Raleel Uribe Uribe om le intr Imidad, (Bogots, sf), especialmente pp. 155-66. Con el resurgimiento de ta exo- fsomia de exporucién, Uribe Usibe, junto con oxcos supuesos estaias, modificd say opiniones hacia usa posicida. mis doctnaria laise#fairiana. Ver ln plataforme Ade sx “Bloque Liberal” paca 1912-13 en Perseniente social. Sin erabargo. Usibe Uribe no abandond aunca cosslmente su preocupacién por ef bienestar social y se Je considera corectameste como el preeicsor de esta dimensién de I ideolosia liberal que habeie de desarolase eo Ja década de 1930. 297 El valor de las exportaciones de café que habia fl Eee ace $a Suptaciens de café. cue abte usta en repente a casi nueve millones y medio en 1911 y & cast 17 aillones en 1912 (ver cuadro 10:1). El impacto de la rest, gonte industria cafetera sobre la economia del pais fue re. sumida claramente por el ministro de hacienda de Restrepo en 1912, “La situaeién econémica mejora dia en dia, y puede Sapgeeree que cuando se haya reelizado la actual cosecha de decir, a mediados del afio, comenzaré a senti dadero bienestar en todo el pais. (2) epee ee La notable mejoria en la situacién econémica, que ge re flej6 répidamente en el volumen de ingresos a disposicion del Cuadro 10:1 VOLUMEN Y VALOR DE LAS EXPORTACIONES COLOMBIANAS DE CAFE, 1900-1925 = Exportaciones Valor Ao (s0c0s de 60 kilos) (pesos colombianos) 1004 1905 500,811 5,036,240 1006 636,005, 6,131,760, 1907 568,377 5.338.273 1906 000,749 5,549,064 1909 707,020 6,346,952 1910 370011 Ion 631,066 A912 932,222 1913, 1,020,781 a 1,082,136. 16,098,185 5 1,129,849 18,278,631 iote ras 15058031 1917 1,047,394 17,651,569 ioe 148,340 20,675,023 Eo 1,684,107 54,291,638 1,443,947 36,328,333. 1921 2,345,595 41,945,052 1992 Lr6ha2s 36,291,812 1923 2,060,658 45,088,906 1934 2,215,824 68,793,358 1925 1,946,730 66,524,056 Fuente: Beyer, “Coffee Iadusty", Cundeo T, pp, 33538 20. Informe deb Minitro de Haclonds, (Bogots, 1912), p. x. 298 gobierno, capacité a los intereses exportadores-importadores Para poner en prictica aspectos importantes de st prosrena econémico. Respecto a I reforma arancelaria, redajeron en general las tarifas, pero ajustandose a la naciente industria manufacturera textil de Antioquia, Un estudio especial orde- nado por el Congreso de 1909, habia recomendado una tarifa due favoreciese los intereses agricolas, ganaderos y mineros, y habia pedido una reduecién de los derechos sobre las telas ‘que consumfa el pueblo, Con todo, el mismo estudio habfa sido partidario de tarifas bajas sobre bienes utilizados por las empresas manufaetureras nacionales ya establecidas o que se fuesen a establecer en el futuro, Ambas recomendaciones fue- ron puestas en préctica en Ia ‘reforma de tarifas de 1913, due rebajé las tarifas en casi todas las categorias, pero pro- tegié intereses especiales, entre ellos los textiles,'() El in- cremento en los ingresos a disposicién del gobierno le pex- mitié también a Restrepo realizar una proeza que ninguno de sug predecesores habfa logrado llevar a cabo, a pesar del om- pelio que en ello habian puesto, A partir de '1914, y de acuer- do con las disposiciones de la Ley 69 do 1909, empez6 a cireu- lar una vez més en Colombia la moneda de oro, después de casi treinta afios de experiencia con un sistema monetario ba- sado en billetes sin respaldo. Tnicié Restrepo igualmente la préctica de pagar a los empleados piblicos en libras esterlinas, medida ésta que mavié a tm complacide cantemporaneo aha” cer en un discurso el chiste de que Restrepo habia traido a Colombia no sdlo “la libertad de los libres” sino tambien “la libertad de las. libras”. () Le toc también a Restrepo presidir In resolucion satis- factoria, a] menos en cuanto hacfa a Colombia, de In cuestién de Panam, El 6 de abril de 1914 se firmé en Bogoté el tra- tado Urratia-Thomgon, que fue prestamente ratifieado sin enmiendas por el Congreso de Colombia. El tratado inclufa tuna declaracién del “sincero posar” de Ios Estados Unidos por ywier cosa que hubiere contribuido a deslucir In larga d entre las dos naciones y le otorgaba a Colombia pri- a vilegios especiales en el uso del canal. Acordaba también el tratado que los Estados Unidos pagarian a Colombia la suma de veinticinco Taillones de délares, Aunque los Estados Unidos estaban dispuestos a ratificar solamente una versién enmen- dada (y eso después de varios afios), la calma con que se Giseutié y ratifies en Colombia el tratado Urrutia-Thomson 2L Onpina Vieques, Indutrie y protceién, yp. 381-85 22. Restepo, Orieniccén repeblicara, Mi, 130, Restrepo ateibuy6 sus ésitos primondiaimente a las economias en el gobierno posibiliadas por su filosfia i borat ertodoxa, de gobierno limitado, ibid, 128-46, 299 signified una mejoria general en Ias relaciones entre los dos Puises con Jo que se sentaron las bases para el arreglo final y Ja indemnizacién de 1922.21 Asi, al finalizar la administracién de Restrepo, los cons- cientes estuerzos politicos de las fuerzas reformistas, con la ayuda del resurgimionto de la economia eafetera, habian so- lucionado, de manera favorable para los intereses’ de los gru: Pos exportadores-importadores, practicamente todos los pri cipales problemas politicos y econémicos heredados de la Re- Reneracion, In guerra y el Quinquenio, La recién consoguida hegemonfa’ ideolégica y politica de los intereses exportadores- importadores bipartidistas se reflejé en el personal de las ramas ejecutivas y legislativas del gobierno iniciado en 1909, yen las medidas que adoptaron; quedé demostrada por los términos de a Reforma Constitucional de 1910 y Ia legislacién que Ia acompafio, y encontré su expresién maa tipica en los esfuerzos para volver a una cireulecién de moneda metilica eon patrén de oro, un logro que para 1914 estaba en eamino. Es verdad que, al igual que otros terceros partidos en Ia historia politica de Colombia, la Unién Republicana no tuvo tun éxito duradero, Era una coalicién bipartidista de la clase alta y carecia de ta raigambre popular de los partidos tradi- Gionales, Pero después de su disolucién, los fundadores del par- tido reasumirian los papeles directivos en los partidos tradi- cionales y, junto con el diario KY Tienpo, fundado on 1011 para propagar los ideales politicos y econémicos de la Unién Republieana, continuarian ejerciendo una influencia poderosa sobre la politica colombiana. La eleccién de Enrique Olaya Herrera, cl candidato Hberal en las elecciones presidenciales de 1980, da cuenta de la continuidad de los ideales del parti- do y de'la influencia duradera de sus fundadores. Olaya nom. bré un gabinete bipartidista con Carlos E, Restrepo como mi- nistro de gobierno, Es sorprendente Ia. fidelidad de la plata. forma de Olaya a Jos ideales republicanos de 1910, Atin después de que estallase Ia crisis mundial del eapitalismo y del de- rrumbe de la divisién internacional del trabajo que aquella trajo consigo, esa plataforma declaraba que la agvicultara era el “sje” de la vida econémiea del pais y apoyaba sin reservas el concepta de la puerta abierta para el capital extranjero. La plataforma hacia énfasis también en Ins ideas de autono- Ja matficacién del testado por el comgeeso de Estados Unidos se demors faa el 20 de abril de 1921, y se lugré slo después de eliminar ln clause det Sincero pesae" y de una ligers reduccién de las derechos colombiancs en el uso ‘el canal, Colombis scepté esos términos y el canje de lor tatsdes ratficados se Drodujo cl 1 de marzo de 1922. E, Taylor Paths, Colombia and the United Stter 1765-1934 (Durham, NC. 1935), pp. 440.57 300 nia seccfonal, pas religiosa y eeonomias presupuestarias, exac- tamente como lo habia hecho antes el programa de la Union Republicana, (29) Pero en Ia transformada atmésfora politica del nuevo o den incluso aquellos ditigentes que no ingresaron a la Uni Republicana, aunque rehusaron abandonar su. identifieacion fon los partidos tradicionales, aceptaron teslamente los ides. les politicos y econémicos de’ inspiracién liberal que tenia el muevo partido, Asi, aungue el eandidato presidencial de la Union Republicana, el liberal Nicolés Bsguerra, perdio la eleeeién de 1914, el candidato victorioso, el antiguo conserva. dor histérico José Vicente Concha, results elegido con el apo- Yo, del grupo liberal dirigido por’ Uribe Uribe, Concha nom- bré un gabineto bipartidista y las medidas de su gobierno no Se apartaron significativamente de las iniciativas politicas y economicas planteadas por su predecesor inmediato. (3) To. davia en 1918, cuando la presencia de tres candidatos presi- deneiales llev6'a la eleccién, por mayoria relativa, del nacio- nalista de antafio Marco Fidel Suarez, este antiguo defensor doctrinario de la Regeneracién, goberné con un_gabinete bi- partidista, y bajo Ia divisa “Respice Polum” (mirada la es. trella polar), inieié una politiea que buscaba estrechar aun més las relaciones con los Estados Unidos mediante la pro- ‘mocin de inversiones extranjeras a gran eseala, (*8) La politica de promocién de la economia exportadora mediante vineulon mids estrechos con los Mstados Unidos e inversiones oxtranje. Yas masivas en obras piiblieas, aleanz6 su apogeo durante {a administraciones de Pedro Nel Ospina (1922-26) y Miguel Aba. din Méndez (1926-30), quienes desde el principio de sua ca. rreras politicas, en especial Ospina, se habfan identiticado claramente con las fuetzas reformistas opuestas a la. Regenc- racién. (27) Sin embargo, ls conguista del poder por los zeformadores, su aprobacién de reformas institueionales y la exitosa aplication de sus medidas liberales, tanto econdmieas como politicas, no 24. Las Gnieas posiciones nuevas coositisa eo detlaraciones moderadas apo- yando esracrias pars promover una mayor juticia socal Oriwtacidn ropeblicana, My, 421-26 25. Dobe anotarst, sia embargo, que com la grave perrusbecién del comercio ssuerior colombisno que tajo coasixo al exullido de te primera. guest mundial, Concha se vio forzado temporaimense a suspender la conversion We billes « of 26, Crux Santos, Reonomle y heclends, UI, 160. 27, J. Fred Rippy, ‘The Captains and Colombia (Daria, NC, 1951), pp. 132-76. 301 pueden dar cuenta total de la duradera estabilidad del nuevo orden. La expansién de Ia economia cafetera no s6lo ayudé a congolidar la hegemonia ideoldgiea y polftiea de los grupos importadores-exportadores, sino que, “también, por otros ca- minos, en gran medida independiontes de las politieas que seguian los grupos reformistas, contribuyé a modifiear la di- namiea politiea y a promover la legitimidad y la estabilidad del nuevo orden, Esto ocur debido a las earacterfsticas especiales del modo como se desarrollé en Colombia la econo- mia cafetera. Ante todo, como se anoté ya en el eapitulo IX, los focos regionales de ‘expansion del cultivo del café en ia’ Colombia @el siglo XIX ageguraron que los grupos interesados relacio- nados con la industria eafetera fueran de naturaleza biparti- dista, La produccién en el siglo XIX estuyo concentrada en Jos departamentos Uherales de Santander y Cundinamarea, Pe- ro al trasladarse ol grueso de la produccién a la Cordillera Central, donde habian abierto millares de fincas los emigran- tes del’ Departamento de Antioquia, predominantemente con- servador, los cafieultores conservadores llegaron a ser mucho més numerasos e importantes y ya en 1920 su influeneia riva~ Hizaba con la de sus contrapartes liberales. (%) El earicter nacional y bipartidista de los grupos de in- tereses cafeteros se vi6 fortalecido también cuando ricos con- servadores (y liberales) que no habian estado previamente re- Tacionados eon la economia cafetera, invirtieron en su_cultivo en las cordilleras central y oriental’ durante los afios de auge posteriores a 1910. El easo de Jorge Holguin es ilustrativo. En 1896 Holguin habia sido el blanco de las burlas de Uribe Uri- be cuando en una_polémica en el Congreso contrastaba las virtudes de los cultivadores de café con los vieios de los terva- tenfentes ganaderos y de los propletarios de haciendas en las tierras frfas, Pero ya a mediados de 1920 habia hecho Holguin grandes inversiones en caié y era duefio de siete fincas ca- feteras con poco menos de millén y medio de eafetos en pro- ducién en tos municipios cundinamarqueses de Tibaeuy, Nilo y Vioté. (2) En segundo lugar, la estabilidad del gobierno y la legi- timidad politica de los grupos exportadores-importadores que eontrolaron el poder después de 1910, se asentaron con ma- yor firmera debido a que la economia colombiana de exporta- cién se desarrollé en gran medida libre de la penetracion y 28, McGreevey poblicé Jos datos que demaesean este cambio en An Econo mic History, Cuadto 22, pp- 196 29. Colombia eafeters, op. 419, 423. 302 del control extranjeros. El cultivo del café era intensive en trabajo y no ofrecia considerables economias de escala, ni dependia de una tecnologia complicada ni de fuertes desem- bolsos de capital. Por consiguiente, mientras la propiedad de las minas y de las plantaciones en muchas otras economias ex- portadoras de Ia América Latina gravitaba hacia manos ex- tranjeras, en Colombia la propiedad de las fincas cafeteras se mantivo en gran medida en manos nacionales. Es cierto ue muchos importadores extranjeros establecieron casas eo- merciales dedicadas al comercio del café en Colombia, y que el transporte internacional, los seguros y la comercializacién fueron controladas fundamental aunque no exclusivamente por extranjeros, Pero Ia propiedad sobre las tierras eafeteras mis- mas nonea estuvo extendida de manera significativa entre ex- tranjeros. (6) Ws dificil exagerar Ja importancla de los efectos que tuvo este control interno del sector dinémico de la economia co- lombiana sobre la politica nacional y el desarrollo econdmico. Gran parte de las utilidades de la luerativa economia de ex- portzeién quedaron en manos colombianas, proveyendo ast capital nacional para el desarrollo de la infraestructura y de empresas manufacturers. Varios estudiosos de In historia eco- némfea de Colombia han destacado el vinculo entre 1a econo- mia eafetera y el desarrollo manufacturer de Antioquia, en particular en ‘cuanto a In industria textil. (1) Un sector’ ca- fetero en expansién, casi totalmente en manoa colombianas, t1- vo también importantes ramificaciones politieas. Las opartu- nidades para una movilidad econémiea y social en un sector diferente a la politica, atenuaban Ia influencia perturbadora del clientelismo, circunstancia que fue bien comprendida des- de entonees. (#) No menos significative fue el hecho de que Ja auseneia de control extranjero sobre la economia cafetera, les limitara la fuerza y el atractivo a los nacionalistas econd- tmicos para organizar movimiontos politicos izquierdistas al margen de la tradicional estructura bipartidista, () 30. Beyer analita Joe interes extranjeros en la sconemfa cafeers colombiens ‘en su capitulo sobze In comeriliacibn, "Coffee Industry," pp. 21932. 31. EL mis explicto es McGreevey. dn Beouomic History, Capitalo VIL 32. Suretibiendo wn editorial anterior que habla apetecido en La Rect (Hon (a), ED Coneroador de Butranguilla sefalaba el oxigen de la empleamania en la Aepiesiba econsmica y la burocraca hinchada, El crecimiento del sector privado soluconatia cl problems. Une hacienda grande y produciva, por ejemplo, empleaba tug “administrador, waedor de libeos o contbilisa, cajco, esebience, hereto, e+ pintero y sobresanres:" H Consorvudor, noviembre 3, 1909. Ver cambio Ia dis ‘usiba de ua informe del miaisto de Dacienda en £1 Libera, diciembre 14, 1911. 33, EL coottase con las historias polities del siglo XX de maciones como 303 Una tercera caracteristica de la forma que tuvo en Co- lombia el desarrollo de la economia del café aumenté en. gran medida el impacto de estas tendeneias econdmicas y politicas. La produccién del café en Colombia no estuvo confinada a grandes nidades econémicas en las que tierra, trabajo y ea Pital estuviesen coneentrados en manos de un grupo pequelo, A diferencia de lo que ocurrié en el Brasil, gran parte del café colombiano se produjo en fineas familiares pequefias y medianas. A la estructura diferente de. ln oconoma eazetera colombiana contribuyeron una serie de factores, entre ellos 1a disponibilidad relativa de capital y trabajo y el hecho de que Pudiera producirse café competitive en el mereado mundial en Pequefios fundos y con tecnologia rudimentaria. Aunque para contirmar esta’ interpretacion seria necesario un estudio’ de- tallndo comparativo de la evolucién de las economias cufeteras de Colombia y del Brasil, parece que en este tiltimo pais la existencia de grandes acumulaciones de capital (generados por {Rs uses, exportadores previos) 'y la disponibilidad de mano de obra inmigrante (primero Ja migracion forzada de escla- Vos africanos y después la migracién voluntaria de europeos del sur) conizibuyeron a crear una escaser artificial de tie- ta y favorecieron la emergencia de grandes plantaciones de café como unidad tipica de produceién. En Colombia, por ota parte, la existencia de grandes cantidades de tierra no titu- lada, ‘especialmente en las laderas de la cordillera central, In escaser relativa de grandes acumulariones de cnpital y la inea- pacidad del pais para atraer inmigrantes extranjeros, favorecie- ron el nacimiento de pequefias fineas en la zona cafetera en la cordillera central, regién destinada a convertirse en el corazén de la eeonomfa cafetera de Colombia en el siglo XX. En aquellas wonas del pais en las que el capital y el trabajo eran relativa- mente mis abundantes y donde por consiguiente la tierra se hizo artificialmente escasa, como lo ilustra el caso del suroeste de Cundinamarca, fueron mucho més tipieas las grandes unidades de produecion, Cualesquiera hayan sido las razones precisas para el desa- rrollo de fincas cafeteras pequefias y medianas de Colombia, no hay duda de que para la década de 1920, las unidades de tamaiio Pequefio, concentradas en Ja cordillera central, comprendian la mayoria de fineas cafeteras del pais. El primer censo oficial, realizado en 1932, anotaba alrededor de 150.000 fineas cafeteras, Ja mayoria de las cuales tenian menos de diez hectéreas, (34) México, Cubs, Chile y Veneavela e© clara, Ea codos estos paises la penetaciba ‘etsanjen y al control externy de bs economia de expoctaciéa alentd el ereiment> e un nacionalismo ecoaémico y a sy vee de parides politicos de izqueeds Bi McGreevey, Au Bonomi Witty, p. 196. 304 La comparacién del mimero de fincas eafeteras en los. prinei- pales munieipios productores de Cundinamarca y de Antioquia revela el contraste en el tamaiio de las unidades de produccion en estas dos regiones. En estadisticas publicadas en 1927 Mon- salve informaba de sélo 30 unidades productoras en el munici- pio de Vioté, en Cundinamarca, En contraste, Fredonia, el prin- cipal municipio productor de Antioquia tenia 1.079 fincas ca- feteras, y Santa Rosa de Cabal, uno de los prineipales produe- tores dé café de Caldas (departamento formado en 1905 del Sur de Antioquia) tenia 658 unidades productoras de café, Pero eran también bastante comunes en otras regiones colombianas las fincas eafeteras pequefias y medianas. Bn el Norte de San- tander, los dos mas importantes municipios productores de caf, Convencién y el Carmen, tenian, segin los datos de Mon- salve, 414 y 603 fincas eafeteras respectivamente. Aun en Cun- dinamarea habia algunos municipios cafeteros con pequefias propiedades: Sasaima aparecia con cerea de 1,000 fincas eafe- teras; La Pefla, con unas 850. (2) William Paul MeGreevey ha demostrado con gran meticulosi- dad el impacto sobre el desarrollo econdmico de Colombia de la gran proporeién de fincas cafeteras a escala familiar, Siguiendo las limeas del andlisis desarrollado por Fernando Ortiz en su clasica comparacién entre Ia influencia del tabaco y Ia del aat- car sobre la, sociedad cubana, (3) MeGreevey desarrolla un con- trapunto colombiano en el que contrasta las implieacioncs ne gativas para el desarrollo econémico del enclave tabaealero del tereer etiarto del siglo XIX, con sus, caracteristicas de gran coneentracién de la propiedad y dominio extranjero, frente a las implicaciones desarrollistas positivas de la economia cafe- a de las primeras décadas del Siglo XX, con sus pequefias fineas de propietarios nacionales. ] tabaco que se produjo en Colombia para Ia exportacién en el Siglo XIX fue cultivado en grandes hacfendas concentra das en un pequefio enclave en los valles del alto Magdalena, Su produccién generé en la region un orden social dual, tipico de las economfas de plantacién: una pequefia clase de propietarios que se apropiaba de la mayor parte del excedente econémico y tuna fuerza de trabajo dependiente y muy empobrecida que $e mantenfa cerca al Iimite de subsistencia. Las ganancias prove- nientes del tabaco iban directamente al exterior 0 se dilapidaban en consumo de artieulos de Injo importados. Y aungue la eco- nomia exportadora de tabaco contribuy6 al establecimiento de Ja navegacién a vapor por el Rio Magdalena, esta mejora en el 35. Colombia cafeere, yp. 426, 271, 359, 502, 426, 36. Cuber Conntorpint: Tobacco and Sagar, (New York, 1949) 305, transporte golped Ja industria artesanal del pats al rebajar el costo de las mereaneias importadas. En contraste, los beneficios econémicos de la produceién cafetera se difundieron ampliamente, asi fuera en pequetias pro. poreiones. Ta economia del café ered miles de. propietarios, Pequeiios ¢ independientes, que participaron de las utilidades: de Ia economia de exportacion y que erearon mn mercado pa bienes y s% ios —cualquier cosa desde despulpadoras manual hasta textiles y edueacion— que podian ser, Io fueron, abasic, ¢idos localmente, Bi café impulsé la construccion de ferrocarri- Jes de penctracion que redujeron los costos de bienes de consu- mo extranjeros pero mag alin, sogin MeGreevey, los costes, de materias primas ¥ maquinaria, factor éste de considerable it Portaneia puesto que la industria textil de Medellin dependid inicialmente de la importacién de casi todos los componentes necesarios para la produccién de sus telas. (37) La influencia de la economia cafetera de pequefias propie- dades, tan notorla en sus implicaciones en el desarrollo ccond- mico y social del pais, no fue menos importante en el mundo de la politica, Ya se ha destacado el mado en que las erecientes oportnidades economics que una economia eafetera en expat sién fecilitaba a los colombianos ambiciasos reducian la impor tancia tanto de Jos manejos clientolistas como de las vias abler- {fas por la politica a la movilidad social y econémica. De igual importancia es el huchv de que una gran parte del cierpo poll- tico eolembiano se identifiease con fa economia politica soste- Rida por los intereses exportadores-importadores que conto Jaron el gobierno a partir de 1910. Como pequefios propietarios afgetados de manera vital por_la’promocién de la agricultura exportadora de café, Jos pequefios caficultores respaldaron fit- memente Ia ideologia politica liberal, el conservatism social y las medidas econdmicas pro-exportadoras del nuevo orden. EL hhecho de que la politica nacional no siempre favoreciese los in- tereses de los pequefios cultivadores de eafé —tendia mas (como Jo hacian Jas polities seguidas por la Federacién Nacional de Cafeteros de Colombia fumdada en 1927) a favorecer a los gran- es cafieultores-— no disminuye la importaneia. de este aserto. ‘Unas eavacteristicns tan singulares de la politica colombiana 37. MoGrecrey, An Economic History, Cap. 1X. Hl contaste que hace McGee- ‘Ey entre es implicciones pars el desstollo de excst dot cconomas colombianas de exporaciin puede ser exagersdo, pero au atgumento es muy sugerente y vation auiores han aplicado cou provecho Tiness similares de anilisis al estudio. comps tivo de desasrolles orientadas a la exporciéa en ots pales latinoumetinnos, es, entre otros, Celso Furtado, Economie Dovclopmeat of Latin Amerie, (Cam. beidge, 1970), 306 ilo XX como Ja vitalidad continuads de los partidos tra- ditions éxito limita y las metas moderadas de los efor madores gociales, y 1a continuada fortaleza de la Iglesia Cato- liea se relacionan todas en parte con Ja estructura particular de la economia eafetera colombiana, La estructura del nuevo orden y la estabilidad de la politica colombiana solo comenzaron a Verse amenazadas cuando la legitimidad y_ la funcién_estabi- lizadora de la expansiéa del eultivo del café en pequefias pro- piedades comenzaron romperse (al zusotarse las tierras dis- Ponibles para la expansion eafetera, disminuir el tamafio y la viabilidad econdmica de las pequefias unidades de produccién, y aparecer nuevos grupos de intereses suryidos de tondencias fen las economias nacional e internacional que favoveefan la industrializacion y In migracién hacia las eiudades). Pero el derrumbe del nuevo orden es tema para otro estu- dio y una preocpmetgn que nde lejos se asomaba a Jas mentes de ls intereses bipartdisias exportadores-Importadores que con: trolaban la politica colombiana en 1910. Tras déeadas de luchas habfan ellos instituido en Colombia un nuevo orden acorde con suis intereses eeondmicos e ideolégicos, in Je eusora de la nueva época probablemente compartian el optimism frente al futuro que expresaba Uribe Uribe en un examen de la economia eafe- tera escrito para la revista de la Sociedad de Agricultores en ostubre de 1910, rtictlo Uribe Uribe presentaba a sus Tectores ¢o- lomblchor nuevas estadisticas sobre Te economia eafetera mun dial y ofrecta un anélisis detallado del incremento progresivo en ef consumo mundial de café durante la década anterior, in- eremento que llegaba al 45% en los Estados Unidos, el princi pal mereado, para el café colombiano y con mucho el primer eonsmidor de café en ol mundo, Despuics de recordar a sis le tores lo avertado de sus anteriores informes en los que habla predicho los excelentes precios de ontonces, de quince centavos Dor libra, Uribe Uribe conclufa su articulo ‘con una nueva pre- Giecién yun amado a Ja accién: Los buenos precios que predije para 1910-1911 es posible que no i venga el frnto sean tan halagieios para 1914, que seria cuando venga el rut de las plantaciones que ahora se pongan. Sin embargo, serén buenos. Sefiores colombianos: TODAVIA FS TIEMPO DE SEMBRAR CAFE RAFAEL URIBE URIBE Bogota, octubre. 1910. 1 38. Resista Nacional de Agrienliore, noviembre 30, 1910, p. 147, 307

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