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(Monlogo teatral)
Carlos Sez Echevarra
PERSONAJES
CONDE DRCULA
VOZ DE SATANS
Hace tres siglos me bastaba con recitar a las damas unos versos
delicados y se me ofrecan dulcemente, ponindome la yugular
al alcance de los colmillos. Me introduca siempre en la
aristocracia y en la clase poltica, que entonces eran muy cultos
y de familias nobilsimas. Qu sangres ms espesas y sanas!
Qu cantidad de oligoelementos tenan! Qu das de profundo
sueo me esperaban en las tinieblas reparadoras de mi sepultura!
Aquellos eran descansos tranquilos, sin ruidos de rock and roll!
Ahora cualquier petardo puede ser polticamente importante;
pero la sangre azul, que es la que me gusta, ya casi no existe.
Slo existe la sangre roja, vulgar, llena de conservantes,
colorantes, anilinas y dioxinas, as que me han dejado enfermo
para el resto de mis noches.
Me he tirado y he chupado la sangre a todas las mujeres de la
familia de los Medicis y de los Borgia. Por cierto que la sangre
de la Lucrecia tena unas vitaminas y unas protenas que
alimentaba con slo verla. Adems era una maestra en el arte de
asesinar y vengarse. Era un verdadero placer escuchar la
sabidura que irradiaban sus amenazas.
Si se enteran que formo parte de la aristocracia europea, me
sacaran todos los das en la revista JLO y me perseguiran los
fotgrafos como locos, para fotografiar el sitio donde descansa
mi alma atormentada durante el da.
Nadie sabe que tengo mi cama con el ordenador en el panten
que est a los pies de este frondoso rbol. Ya no hay un contacto
directo con la vctima. Ahora todo se hace por ordenador y l te
da las seas y caractersticas de las vctimas de todo el
municipio: sexo, peso, calidad y cantidad de su sangre y
alimentacin diaria. Adems te indican las direcciones ms
prximas de los bancos de sangre, aunque puedes coger todas
las enfermedades: la varicela, la escarlatina, el sarampin, las
hepatitis, todas las enfermedades reumticas, la tuberculosis, el
cncer, incluso la lepra. Puedes acabar con los riones, el hgado
y el corazn destrozados. Todo se ha convertido en una simple
tramitacin ordinaria. Ya no sirven para nada las romnticas
fases lunares y la belleza siniestra de su atraccin magntica.
FIN
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