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El documento discute tres observaciones sobre la relación entre la ley de Moisés y el Evangelio de Cristo. Primero, todo lo que estaba permitido bajo la ley de Moisés sigue siéndolo, a menos que Cristo lo haya prohibido. Segundo, todo lo que estaba prohibido bajo la ley de Moisés sigue estando prohibido, a menos que Cristo lo haya permitido. Tercero, todo lo que se exigía en virtud de la ley de Moisés en términos de virtudes, Cristo lo exige aún más a sus discípu
El documento discute tres observaciones sobre la relación entre la ley de Moisés y el Evangelio de Cristo. Primero, todo lo que estaba permitido bajo la ley de Moisés sigue siéndolo, a menos que Cristo lo haya prohibido. Segundo, todo lo que estaba prohibido bajo la ley de Moisés sigue estando prohibido, a menos que Cristo lo haya permitido. Tercero, todo lo que se exigía en virtud de la ley de Moisés en términos de virtudes, Cristo lo exige aún más a sus discípu
El documento discute tres observaciones sobre la relación entre la ley de Moisés y el Evangelio de Cristo. Primero, todo lo que estaba permitido bajo la ley de Moisés sigue siéndolo, a menos que Cristo lo haya prohibido. Segundo, todo lo que estaba prohibido bajo la ley de Moisés sigue estando prohibido, a menos que Cristo lo haya permitido. Tercero, todo lo que se exigía en virtud de la ley de Moisés en términos de virtudes, Cristo lo exige aún más a sus discípu
ser que el mismo Cristo hubiese determinado lo contrario en general o en especial. Porque, quitadas aparte estas tres causas, no puede inventarse otra, de por qu lo que estableci en otro tiempo la lev de Moiss est ahora fuera de lo lcito. 4. La tercera observacin es : cuanto estaba mandado en la ley de Moiss respecto de las virsus discpulos, tambin tudes, que Cristo exige ahora, si no ms, deben hacerlo los Cristianos. El fundamento de esta observacin es, que las virtudes exigidas a los Cristianos, como la humildad, paciencia, amor, se exigen en mayor grado que se exigan en el estado de la ley Hebraica; y con razn, porque tambin las promesas divinas se proponen con mucha ms claridad en el Evangelio. De aqu que la ley antigua comparada con el Evangelio dcese que no es ' niperfecta ni amemptroi (ad Hebr. VII, 19, VIII, 7), y a Cristo se le llama el fin de la ley (ad Rom. X, 5), y a la ley, que conduce por la mano a Cristo (ad Gal. III, 25). As la ley antigua sobre el sbado y la otra sobre los diezmos demuestran que los Cristianos estn obligados a separar para el culto divino por lo menos la sptima parte del tiempo, y por lo menos la dcima parte de los frutos para el alimento de los que se ocupan en las cosas sagradas, o para otros usos piadosas semejantes.
Monsalve, Mario - Egaña, María Loreto (2006) - "Civilizar y Moralizar en La Escuela Primaria Popular". en Historia de La Vida Privada en Chile. Santiago Taurus, Tomo 2, Pp. 119 - 137.