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Mas Alla Del Amor
Mas Alla Del Amor
crudo, y sus cabellos eran de crines de potranca y sus ojos inmensos eran
ms claros que la luz. El senador sigui el hilo de su mirada y encontr al
final la rosa percudida por el salitre.
-Es una rosa -dijo.
-S -dijo ella con un rastro de perplejidad-, las conoc en Rlohacha.
El senador se sent en un catre de campaa, hablando de las rosas,
mientras se desabotonaba la camisa. Sobre el costado, donde l supona que
estaba el corazn dentro del pecho, tena el tatuaje corsario de un corazn
flechado. Tlr> en el suelo la camisa mojada y le pidi a Laura Farina que lo
ayudara a quitarse las botas.
Ella se arrodill frente al catre. El senador la sigui escrutando,
pensativo, y mientras le zafaba los cordones se pregunt de cul d los dos
sera la mala suerte de aquel encuentro.
-Eres una criatura -dijo.
-No crea -dijo ella-. Voy a cumplir 19 en abril.
El senador se interes.
-Qu da.
-El once dijo ella.
El senador se sinti mejor. "Somos Aries", dijo. Y agreg sonriendo:
-Es el signo de la soledad.
Laura Farina no le puso atencin pues no saba qu hacer con las
botas. El senador, por su parte, no saba qu hacer con Laura Farina, porque
no estaba acostumbrado a los amores imprevistos, y adems era consciente
de que aqul tena origen en la indignidad. Slo por ganar tiempo para
pensar aprision a Laura Farina con las rodillas, la abraz por la cintura y se
tendi de espaldas en el catre. Entonces comprendi que ella estaba desnuda
debajo del vestido, porque el cuerpo exhal una fragancia oscura de animal
de monte, pero tena el comzn asustado y la piel aturdida por un sudor
glacial.
-Nadie nos quiere -suspir l.
Laura Farina quiso decir algo, pero el aire slo le alcanzaba para
respirar. La acost a su lado para ayudarla, apag la luz, y el aposento qued
en la penumbra de la rosa. Ella se abandon a la misericordia de su destino.
El senador la acarici despacio, la busc con la mano sin tocarla apenas,
pero donde esperaba encontrarla tropez con un estorbo de hierro.
-Qu tienes ah?
-Un candado -dijo ella.
- Qu disparate! -dijo el senador, furioso, y pregunt lo que saba de
sobra Dnde est la llave?